Historias que hablan de nosotros sobrado

Historias Que Hablan De Nosotros

José Antonio López Pérez Enrique Domínguez Nájera

Historias Que Hablan De Nosotros

Sobrado José Antonio López Pérez Enrique Domínguez Nájera

A todos los vecinos de Sobrado por su hospitalidad, generosidad y apoyo, que nos han hecho participes de sus recuerdos e historias; y en especial a Pura, Pilar e Irene, que por avatares de la vida no han podido ver la publicaci贸n de esta obra.

A Modo de Introducción

S

i miramos hacia atrás en el tiempo recordaremos la forma de vida de nuestros antepasados, sus vivencias, sus costumbres, en qué estado estaban las casas, las calles…

Con esta publicación, fruto de un arduo trabajo de recopilación que tanto Enrique Domínguez, como José Antonio López, hemos llevado a cabo, y con la que hemos querido que la memoria antigua se nos acerque a hoy y quede patente una forma de vida, una cultura y tradición de unas gentes, que son el legado de lo que hoy somos, recordando así de dónde venimos y a dónde vamos.

Quedan en el cajón muchas fotos más, que por falta de espacio no se pudieron incluir, pero que también forman parte de la memoria fotográfica de un pueblo como es Sobrado y que hoy queremos mostrar, esperamos que disfruten de las imágenes aquí publicadas, y sobre todo con la ilusión de que sea útil para nuestros jóvenes y para las gentes que se sientan parte de la historia, de nuestro entorno y de nuestros lugares.

José Antonio López Pérez Enrique Domínguez Nájera

Sobrado de Trives

E

n la Comunidad Autónoma de Galicia, provincia de Ourense, situado en la vertiente septentrional de la Sierra de Queixa a 678 m de altitud, se nos presenta Sobrado de Trives, bordeado por el río San Lázaro y el Arroyo de la Retorta.

La parroquia de Sobrado, está a su vez dividida en los barrios de Outeiro, Campo, Nogueira, Currelada, Barrelende, Iglesia y Fondo do Lugar. Pero también se encuentra dentro de sus límites Monteboy, a Retorta, o Carreto y el Pazo de Barbeirón, así como el núcleo deshabitado de San Esteban (asentamiento castreño).

Según el diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar, escrito por Pascual Madoz entre los años 1846 y 1850, podemos leer: «Sobrado de Trives (San Salvador). Feligresía con título de Villa en la provincia de Orense (40 leguas). Partido judicial y ayuntamiento de Puebla de Trives, diócesis de Astorga…».

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El Monasterio de San Salvador

P

ero para hablar de Sobrado tenemos que hacerlo primero de su iglesia, que forma la parroquia de San Salvador de Sobrado de Trives, bello ejemplar románico con torre exenta, en otro tiempo monasterio benedictino que en su primer índole fue mixto, según la información que hemos podido recabar en el Archivo Histórico Provincial y posteriormente femenino. Según hemos podido contrastar, la primera mención documental acerca de Sobrado estaría en una donación hecha el 28 de abril del año 963, –aunque otro autor, sin aportar pruebas, cree que existía ya en el 909–. Lo que parece seguro y según nuestras investigaciones, y ciertos estudios realizados por Ramón Yzquierdo Perrín, es que su fundación aconteció antes del año mil.

En 1499 Fray Rodrigo de Valencia, que andaba en tierras gallegas reformando los monasterios de su orden, bien provisto de credenciales y provisiones reales que le facultaban para recurrir al brazo secular si fuese menester, fue al monasterio de Sobrado con su reforma como Prior General de Valladolid, donde decide concentrar a todas las monjas en el edificio de San Paio, ya que según Fray Rodrigo de Valencia «Mijor se sirve Nuestro Señor e se guarda nuestra regla e orden e religión en las congregaciones grandes e abastadas que en las pequeñas e solitarias», pero gente armada que defendía a la abadesa le impidió culminar su proyecto. No gustaba a las abadesas anexionar su cenobio al compostelano de San Paio de Antealtares y llegaron a iniciar un pleito en Roma, que no terminaría hasta que en 1573 Felipe II incorporó San Salvador de Sobrado a la Corona, aunque por poco tiempo, ya que el monasterio compostelano recuperó San salvador de Sobrado, debido a que San Paio no quería dejar el cenobrio trivés porque le reportaba una renta importante.

Con el transcurso de los años Sobrado fue decayendo, el abandono al que fue sumido el monasterio y el mal estado en que se encontraba la iglesia, hizo que se viniera abajo el 22 de diciembre de 1872. Durante la celebración de la santa misa se desprendió una gran piedra de la bóveda dejando fulminada a la vecina Juana Domínguez González de 66 años. No sería hasta 1881 cuando se restauró el templo.

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No obstante, no podíamos dejar pasar la oportunidad de describir la hermosa fábrica de la iglesia actual con sus piezas de arte: retablos, esculturas, cuadros y pinturas de la bóveda de la capilla mayor, por tanto debemos de decir que nos encontramos ante uno de los ejemplares más significativos del románico de la provincia de Ourense. Su construcción se remonta al siglo xii. Al interior de la iglesia que es de una sola nave sin crucero se accede por una singular anteiglesia cubierta y con fachada propia.

1947. Procesión de San Salvador.

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Lo primero que se nos muestra es la portada románica, donde destacan el conjunto de capiteles y el dintel sostenido por dos figuras humanas: un músico en posición de tocar una viola y un acróbata agarrándose los pies con las manos.

De la antigua bóveda se conserva sólo el presbiterio, que está separado de la nave con un arco triunfal de medio punto con triple arquivolta, donde se pueden ver los mejores capiteles de la iglesia, tanto por su buena ejecución como por su extraña iconografía.

En el muro sur se abre otra puerta románica con arquivolta sobre columnas rematadas en capiteles con decoración animal. Cuatro ventanas románicas, con columnas y bellos capiteles, destacan entre los contrafuertes. Remata el conjunto arquitectónico el abside, que remarcado con sendos 1970 D. Emiliano Álvarez, Julio Mateo, contrafuertes marcan por Luisa González y Gerardo Vázquez. cada lado el enlace de los tramos recto y semicircular, y en éste son dos columnas las que seccionan el tambor, creando tres espacios donde se abren las ventanas de arco liso de medio punto, rodeado por molduras, con sus correspondientes columnas rematadas por capiteles de variados temas vegetales y zoomorfos.

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En el atrio podemos reconocer donde estuvo el claustro cubierto, como evidencian los huecos tapados que aparecen en el muro sur y en los contrafuertes del mismo.

En el centro se alza un crucero que según inscripción podemos fechar en 1137.

Cierra el magnífico conjunto una torre exenta de origen defensivo readaptada como campanario, situada en un extremo.

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Los diferentes altares que decoran la nave pertenecen a la época del priorato. De todas las imágenes destacan por su calidad la de los cuatro santos fundadores de la orden, que se encuentran en el primer retablo a mano derecha, aunque la imagen más antigua se corresponde a la Piedad del siguiente retablo llamado «Capilla de Ánimas». Pero sin duda alguna el más completo es el Altar Mayor, su concepción y la armonía de su conjunto le dan un relieve especial. Tiene dos cuerpos importantes además del frontal de la mesa. En el cuerpo central está representada la Transfiguración y el Sagrario, anterior al retablo, sobre el mismo podemos ver la imagen de San Salvador, a cuya derecha está la imagen de San José y a la izquierda Nuestra Señora del Rosario.

Las imágenes de Santiago y San Martín que podemos observar en la parte superior no pertenecen al altar y a su conjunto.

Cabe destacar también importantes piezas de las pocas que quedan de la época monacal, como la Cruz Parroquial que data de 1585, el Sagrario expositor en forma de pelícano y las dos «pías» de piedra que son de 1700. El púlpito confesionario de 1850 y de esta época son también las pinturas de la bóveda del Altar Mayor.

Todo el conjunto, de gran importancia arquitectónica, fue declarado Monumento Histórico-Artístico.

1947. Cruz parroquial en la procesión de San Salvador.

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Con Nombre Propio

M

uchos son los que han pasado por Sobrado, dejando un poco de sí mismos en él, impregnándose también ellos de la esencia del pueblo.

A algunos de ellos, Sobrado les vio nacer, otros lo eligieron para realizar sus profesiones y para algunos simplemente fue destino de recreo. De todos ellos, personajes ilustres que están, estuvieron y estarán siempre relacionados con Sobrado, algunos además de su paso legaron a su pueblo su ilusión artística.

Es el caso de Manuel Luis Acuña, quien naciera en Sobrado el 2 de octubre de 1900. Estudió Magisterio e impartió clases en Ourense, A Coruña y Madrid. Colaboró en diferentes periódicos y revistas como La Región, Galicia, Faro de Vigo, Vida Gallega, Nós, etc. En 1933 se publicó su libro de poemas en gallego Fírgoas.

Otro escritor que tuvo gran relación con Sobrado fue Antonio Suárez de Puga, quien fuera hijo de Francisco Suárez, natural de Sobrado de Trives, y Jovita Vega, de Puente de Domingo Flórez. En 1895 publica su primer libro Tojos. Costumbres populares de Galicia.

Recoge seis cuentos, entre los que destaca el titulado Nuestra Señora de las Ermitas y en el que se incluye una copla que dice: «Miña Virxe das Ermitas/Ela era moliñeira/Gasta palanquiña d´ouro/ E escobiña d’oliveira». Sin embargo, una

1930. Manuel Luis Acuña Sarmiento.

1895. D. Antonio Suárez de Puga.

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de sus obras clave fue Toxos e Flores y a la que dio música el maestro Ricardo Courtier, vecino de Trives en esas fechas, estrenada en Madrid en el teatro Eslava en 1904.

Entre su bibliografía encontramos otras obras como el drama estrenado en 1901 en Madrid y titulado La aureana del Sil o la publicada novela Pan de Centeno en 1906 de costumbres rurales, que se componía de trece cuentos, entre ellos: En la era: la malla de D. Bartolomé, La tertulia de la Casa Grande, etc. Esta obra la dedica el autor al centro Gallego de La Habana. En su portada va una foto del autor y su precio de venta era de 3,50 pesetas.

No obstante, no fueron los únicos habitantes de Sobrado que pasearon el nombre del municipio por España. José González, Julio González e Ignacio González siguiendo la trayectoria musical de sus antepasados desfilaron por nuestra geografía en varias agrupaciones y orquestas, recorriendo pueblos y villas llevando su música.

1965. Con la Orquesta MAYKA: José González, Licesio, Odilo Fernández, Julio González, Ignacio González y Manolo de Baños.

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1973. Integrando el Grupo Los Truenos: Francisco Rico, José Luis Carballo, José González, Ignacio González, Palacios y Guti.

Destaquemos a Eugenio J. Álvarez Blanco quien no sólo llevó el nombre de Sobrado internacionalmente, sino también sus imágenes, gracias a su profesión de fotógrafo, Eugenio llevó hasta la Argentina imágenes de Sobrado. Muchas de las cuales se recogían en su último libro La fotografía infrarroja, que fue el primer trabajo que se publicó en hispanoamérica sobre esa índole y lo que le llevó el 6 de noviembre de 1947 a exponer su obra en el Palacio de la Prensa, en la plaza del Callao de Madrid.

Algunas de esas imágenes las recogemos en este trabajo.

Pero si hubo un habitante querido para Sobrado fue la Señorita Elvira, quien a pesar de ser natural de Pobra de Trives vivió muy ligada siempre a su casa de Barbeirón.

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Sus Pazos

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res son los grandes pazos que posee Sobrado. El pazo de Barbeirón a 500 metros del núcleo urbano, mandado construir por D. Teodoro Mosquera, abuelo de la señorita Elvira y Señor de Chayoso. Sede en muchas ocasiones de grandes reuniones políticas que cambiaron en mucho la fisonomía del paisaje trivés, y donde numerosas personalidades del mundo de la política, de la jurisprudencia y de la nobleza lo utilizaron como casa propia en ciertos espacios de tiempo.

El edificio tiene la apariencia de una casa señorial, pero con elementos agrícolas como es común en todos los pazos. La fábrica es de buena sillería y su construcción responde a una arquitectura del siglo xx.

Presenta el pazo dos plantas y una tercera abuhardillada, con cuatro mansardas correspondientes a las cuatro fachadas, dotando al edificio de un cierto carácter afrancesado, diferenciándole del resto de pazos orensanos.

1960. Pazo Barbeirón.

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La parte central de la fachada principal, orientada al sur, está ocupada por una gran galería, sostenida en sus extremos por unas pequeñas ménsulas y en el centro por una columna de mampostería que sujeta la primera planta, que se corresponde en el piso bajo con un pórtico en el que se abre el portalón de entrada al edificio.

A ambos lados hay dos cuerpos enmarcados por machones lisos que se continúan horizontalmente en una moldura lisa que remata las superficies. En estos cuerpos se abren los balcones con barandilla de hierro. Las fachadas este y oeste tienen la misma distribución, divididas en dos superficies iguales enmarcadas por molduras laterales.

La fachada orientada al norte soporta una menor regularidad y presenta un cierto desorden en su composición.

La cubierta con alero y enriquecida con las mansardas, se completa con una chimenea de unos cuatro metros de altura, de corte transversal; a media altura presenta dos gárgolas o desagües de caño, está rematada con una cornisa y ornamentada con acroteras de pirámide y bola.

Su fachada oeste está decorada con una piedra de armas cuartelada, en la que se representan los apellidos de Macía, Mosquera, Losada y Bermúdez y rematada con una peculiar corona amurallada de la que sale una cadena que rodea el escudo.

1960. Vista sobre el Pazo de Barbeirón.

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1930. D. Adriano rodeado de niños, en el Jardín del pazo de Barbeirón.

1934. Doña Elvira María Aurora de la Concepción Mosquera Arias, junto al personal de compañía.

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