Estudios Bíblicos - Maestro #85 Semestre 2-2022

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TOMO 85 JÓVENES Y ADULTOS

El verdadero pentecostalismo La actualidad de la doctrina bíblica sobre la obra del Espíritu

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Bíblicos Maestro | Tomo 85 Comentarista: Esequias Soares

CONTENIDO El verdadero pentecostalismo: La actualidad de la doctrina bíblica sobre la obra del Espíritu Santo

Lección 1 - La Persona del Espíritu Santo

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Lección 2 - La obra del Espíritu Santo en el plan de Redención

11

Lección 3 - El bautismo en el Espíritu Santo

18

Lección 4 - La actualidad de los dones espirituales

25

Lección 5 - El fruto del Espíritu: el yo crucificado

32

Lección 6 - Santificación: Comprometidos con la ética del Espíritu

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Lección 7 - Dando culto a Dios con libertad y reverencia

46

Lección 8 - Comprometidos con la Palabra de Dios

53

Lección 9 - Viviendo el fervor espiritual

61

Lección 10 - El Señor Jesús sana hoy

68

Lección 11 - Comprometidos con la evangelización

76

Lección 12 - La urgencia del discipulado

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Lección 13 - Volviendo los ojos a la esperanza bienaventurada

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LECCIÓN 1

LA PERSONA DEL ESPÍRITU SANTO TEXTO ÁUREO

VERDAD PRÁCTICA

“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” (Ef 4.30)

Solamente la Biblia revela la verdadera identidad y las obras del Espíritu Santo; un tema que nosotros, los pentecostales, experimentamos.

LECTURA DIARIA Lunes – Gn 1.2 El Espíritu Santo aparece desde el principio en la obra de la creación Martes – Sal 104.30 La acción del Espíritu Santo es fundamental en la preservación del mundo Miércoles – Jn 16.13 El Espíritu Santo posee todas las facultades y los atributos de la personalidad

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Jueves – 1 Co 12.3 El Espíritu Santo es quien revela la verdadera identidad del Señor Jesús Viernes – 2 Co 3.17 El Espíritu Santo es Dios y Señor Sábado – Ap 22.17 El Espíritu Santo opera en la vida humana por medio de la iglesia

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LECTUR A BÍBLICA EN CLASE Juan 14.16-18, 26; 16.14 Juan 14 16 - Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17 - el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.

18 - No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.

26 - Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

Juan 16 14 - Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.

OBJETIVO GENERAL Exponer la doctrina bíblica acerca de la persona del Espíritu Santo.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS Abajo, los objetivos específicos se refieren a lo que el maestro debe lograr en cada tópico. Por ejemplo, el objetivo I se refiere al tópico I con sus respectivos subtópicos.

I - Presentar la revelación del Espíritu Santo en las Escrituras; II - Relacionar la persona del Espíritu Santo con la de Jesús; III - Afirmar que el Espíritu Santo actúa en el mundo y en el ser humano.

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INTERACCIÓN CON EL MAESTRO En este trimestre estudiaremos las principales doctrinas que identifican a un creyente pentecostal. Profundizaremos los asuntos que forman parte del legado pentecostal dejado por los pioneros de un movimiento que alteró los rumbos de los protestantes evangélicos en el mundo. Los pentecostales aman al Espíritu Santo, glorifican a Jesús en sus predicaciones, afirman el bautismo en el Espíritu Santo con la evidencia inicial de hablar en lenguas, la actualidad de los dones espirituales y toman en serio la inminencia del regreso de su Señor, Jesucristo. Eso y mucho más será estudiado a lo largo de estos tres meses.

COMENTARIO y esta es la creencia de la iglesia a lo largo INTRODUCCIÓN El tema del presente trimestre es el de los siglos. Esta verdad está clara en la pentecostalismo en su aspecto bíblico, fórmula bautismal, cuando el Espíritu aparece como Dios igual al Padre teológico y práctico. A los pentey al Hijo: “bautizándolos en el costales se les conoce por su PUNTO nombre del Padre, y del Hijo y relación y experiencia con la CENTRAL del Espíritu Santo” (Mt 28.19). manifestación del Espíritu La Biblia revela No solamente en la fórmula de Dios, pero su caracterísla verdad sobre trinitaria, pues la Biblia revela tica básica es el bautismo la persona del con claridad la divinidad del Espíritu Santo. en el Espíritu Santo, con Espíritu (2 S 23.2, 3; 2 Co 3.17, sus dones y manifestaciones, 18), y más: “¿No sabéis que sois como la glosolalia (lenguas), las templo de Dios, y que el Espíritu de profecías, las sanidades y las otras operaciones de milagros. La primera Dios mora en vosotros?” (1 Co 3.16). El lección muestra una visión general sobre Espíritu Santo es llamado Dios, pues el la Persona del Espíritu Santo y lo que la apóstol usa alternadamente los nombres “Dios” y “Espíritu Santo”. Esto se debe a Biblia enseña sobre Él. que el cristiano es templo de Dios (Jn 14.23).

I - LA REVELACIÓN DEL Así, habita en el creyente el Dios trino y ESPÍRITU SANTO EN uno: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

LAS ESCRITURAS Como en Hechos 5.3, 4, Dios y el Espíritu ¿Qué necesitan saber los creyentes sobre Santo son una misma deidad. el Espíritu Santo? Sobre su divinidad, su 2. Personalidad. La personalidad personalidad, sus atributos divinos y sus del Espíritu Santo es una verdad bíblica. obras de acuerdo con la revelación bíblica. Las Escrituras revelan los elementos 1. Divinidad. La deidad absoluta del constitutivos de esta personalidad, y los Espíritu Santo es revelada en las Escrituras, principales son el intelecto, la emoción y TOMO 85

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la voluntad, entre los demás. El Espíritu es inteligente y racional (1 Co 2.10, 11; Ro 8.27); Él tiene emoción y sensibilidad, pues ama y puede entristecerse (Ro 15.30; Ef 4.30) y es volitivo, es decir, tiene voluntad propia. Él no permitió que Pablo con su equipo se dirigiera a Bitinia (Hch 16.7). El Espíritu Santo distribuye los dones espirituales según su voluntad: “Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.” (1 Co 12.11) o “distribuyendo a cada uno en particular como le place”.

3. Atributos divinos. La Biblia revela todos los atributos incomunicables y comunicables, o sea, metafísicos y naturales de Dios en el Espíritu Santo. Es omnipotente: “con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios” (Ro 15.19); y la fuente de poder y milagros (Mt 12.28; Hechos 2.4). El Espíritu conoce todas las cosas, aun las profundidades de Dios (1 Co 2.10, 11), así como el corazón humano (Ez 11.5; Ro 8.26, 27); las cosas del futuro (Jn 16.13; Hechos 20.23), por ser omnisciente. Él posee el atributo de la eternidad, pues es llamado “Espíritu eterno” (He 9.14). Es el Creador del ser humano y del mundo (Job 26.13; 33.4; Sal 104.30) y, también, el Salvador (Ef 1.13; Ef 4.30; Tt 3.4, 5). La Palabra de Dios presenta, de igual modo, sus atributos comunicables, santidad, verdad, sabiduría, entre otros (Ro 15.16; Jn 14.26; Ef 1.17; Jn 5.6).

SÍNTESIS DEL TÓPICO I La Biblia revela la deidad absoluta del Espíritu Santo, su personalidad y sus divinos atributos.

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AYUDA DIDÁCTICO-PEDAGÓGICA Una buena clase de Escuela Dominical admite un buen diálogo entre maestro y alumnos. Todo diálogo supone un comienzo. Por tal razón, sugerimos que inicie la clase creando un punto de contacto con la siguiente pregunta: “¿El Espíritu Santo es una persona?”. La idea es motivar al alumno a involucrarse en el tema a partir de este punto de contacto. Muchos hermanos y hermanas aceptan la lógica de que el Espíritu Santo es una persona, pero igualmente siguen teniendo dudas. No por casualidad, algunos ya han sido llevados por el viento de doctrinas que presentan al Espíritu Santo, no como una persona, sino como la “fuerza activa” de Dios. ¿Eso le parece familiar? Esta pregunta es una oportunidad para que perciba cómo es el contenido de doctrina bíblica en su clase. De acuerdo con las respuestas, usted puede ponderar si es necesario o no recortar algunas aristas doctrinales con sus alumnos.

Después de oír algunas impresiones de la clase, presente lo que la Biblia enseña acerca de la persona del Espíritu Santo de acuerdo con el primer tópico de esta Lección.

II - EL ESPÍRITU SANTO Y JESUCRISTO

Ya estudiamos diversas ocasiones sobre la santa Trinidad. El Señor Jesús y el Espíritu Santo son un solo Dios juntamente con el Padre, puesto que la Trinidad es la unión de tres Personas distintas iguales en gloria, poder y majestad.

1. Pericoresis. Es un término teológico desconocido en el medio evangélico, que expresa la relación intratrinitaria TOMO 85

La intimidad entre el Hijo y el Espíritu Santo se da en estos términos (pericoresis) y es eterna.

del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, o sea, la habitación de las Personas de la Trinidad una en la otra. Cada Persona está en las otras y cada una se da a las otras dos. La intimidad entre el Hijo y el Espíritu Santo se da en estos términos y es eterna. Jesús habla de esta relación desde antes que el mundo existiera (Jn 17.5) y en otro momento le dice a Felipe: “No crees que yo soy en el Padre y que el Padre en mí?” (Jn 14.10). El Espíritu está también en esta Trinidad (1 Co 2.10, 11).

2. “Él me glorificará” (16.14). Hubo una época en que entre nosotros algunos cuestionaban la adoración al Espíritu Santo. El argumento se basaba en una

interpretación equivocada de las palabras de Jesús: “Él me glorificará, porque tomará de lo mío” (Jn 16.14). Aun hoy es común oír a alguien decir que el Espíritu Santo no debe ser adorado porque es Él quien glorifica a Cristo. Ese argumento está equivocado, pues el Padre glorifica también al Hijo (Jn 17.5), y no por eso se dice que el Padre no debe ser adorado. Si el Espíritu es Dios, entonces puede ser adorado, de lo contrario, sería un Dios de segunda categoría, y eso no existe en la fe cristiana.

3. El efecto práctico de la pericoresis.

La verdad es que cuando expresamos en un culto “¡gloria a Dios!”, el Hijo y el Espíritu son glorificados en su alabanza (Fil 3.3). De la misma manera, cuando damos gloria a Jesús, el Padre y el Espíritu Santo están siendo también glorificados, e igualmente cuando se glorifica al Espíritu Santo, el Padre y el Hijo son glorificados juntamente (Ap 5.6, 13). De modo que la declaración del artículo de fe 27 del Credo de Atanasio, “tanto la unidad en la Trinidad como la Trinidad en la unidad debe ser adorada”, está fundamentada en las Escrituras. Es lo mismo adorar a Jesús por separado o a cualquiera de las otras Personas de la Trinidad, que adorar a la Trinidad.

CONOZCA MÁS La relación entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo

Un análisis objetivo de los datos bíblicos en lo tocante a la relación entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, revela que esta grandiosa doctrina no es una noción abstracta, sino, en realidad, una verdad revelada.

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4. Consubstancial con el Hijo. Consubstancial quiere decir, “de la misma substancia”. El Señor Jesús prometió enviar el Consolador y lo identifica con el Espíritu Santo: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre” (v. 26). El Hijo es consubstancial con el Padre (Jn 10.30) de la misma forma que el Espíritu es consubstancial con el Hijo (Ro 8.9). Jesús dijo que el Padre “os dará otro Consolador” (v. 16). La palabra “otro”, en griego, empleada en este pasaje, significa que es de la misma naturaleza, de la misma especie y de la misma cualidad. El Espíritu Santo, por tanto, es alguien como Jesús, de la misma substancia, gloria y poder.

SÍNTESIS DEL TÓPICO II Hay una comunión perfecta entre el Espíritu Santo y Jesucristo en que Éste es glorificado por Aquel.

AYUDA TEOLÓGICA Jesús afirmaba la plena divinidad para el Espíritu Santo: “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre” (Jn 14.16). Al llamar al Espíritu Santo allon parakleton (“otro ayudador del mismo tipo que él mismo”), Jesús afirmó que todo cuanto puede ser afirmado acerca de su naturaleza se puede decir acerca del Espíritu Santo.

Por eso, la Biblia da testimonio de la divinidad del Espíritu Santo como la tercera persona de la Trinidad.

El Salmo 104.30 revela al Espíritu Santo como el Creador: “Envías tu

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Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra”. Pedro se refiere a Él como Dios (Hch 5.3, 4), y el autor de la Epístola a los Hebreos lo llama “Espíritu eterno” (He 9.14).

El Espíritu Santo, por tanto, es alguien como Jesús, de la misma substancia, gloria y poder.

III - EL ESPÍRITU SANTO ACTUA EN EL MUNDO Y EN EL SER HUMANO

La obra del Espíritu Santo no se restringe a los corazones humanos, Él actúa sobre la creación entera. Él actúa en el mundo y en la iglesia. Su acción es amplia en la vida humana en el pasado, en el presente y en el futuro.

1. En el mundo. Su actuación es visible comenzando por la creación y preservación del planeta Tierra: “y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas” (Gn 1.2). Su acción no quedó solamente en el orden cósmico del universo. Él continúa como sustentador y preservador de todas las cosas creadas: “Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra” (Sal 104.30). La obra del Espíritu acontece también en las cosas naturales del día a día, y no por eso deja de ser una acción milagrosa, como un acierto médico en un diagnóstico complicado, una aprobación en un concurso concurrido, una promoción de cargo en la empresa, entre otros.

2. En el plano divino de la salvación.

Fue el Espíritu Santo quien condujo la historia de la redención humana por medio de la nación escogida de Israel (1 P 1.10-12) e inspiró a los profetas (2 P 1.19-21). Su presencia está en toda la historia de los antiguos hebreos como los setenta ancianos auxiliares de Moisés (Nm 11.25) y de los demás héroes de Israel TOMO 85

como Otoniel, Gedeón, Sansón, David, entre otros (Jue 6.34; 14.6; 1 S 16.13). El Espíritu es la primera persona con quien el pecador tiene contacto cuando viene a Cristo, aunque tal experiencia no sea reconocida o identificada al comienzo, pues es Él quien nos lleva a Cristo (1 Co 12.3).

3. En la vida humana. El Nuevo Testamento registra el comienzo de la dispensación de la plenitud del Espíritu, y esta nueva era comenzó con el descenso del Espíritu Santo, en el día de Pentecostés (Hch 2.1-8). Este descenso fue para que Él morara con nosotros “para siempre”, fue promesa de Jesús para la Dispensación de la iglesia (Jn 14.16). En los días actuales, el Espíritu continúa actuando en la vida de los creyentes. Eso puede ser visto por medio del fruto del Espíritu (Gá 5.22) y de las manifestaciones de los dones espirituales (1 Co 12.4-11).

SÍNTESIS DEL TÓPICO III El Espíritu Santo obra en la sustentabilidad del cosmos y en el interior del ser humano, convenciéndolo de su verdadero estado, regenerándolo y capacitándolo para el servicio en el Reino de Dios.

AYUDA TEOLÓGICA En la profecía de Joel, por tanto, vemos una expansión de la actividad del Espíritu Santo, y no un cambio de cualidad. Desde el Edén hasta hoy, Dios ha deseado la comunión con la humanidad. No tiene fundamento la idea de que el Espíritu Santo estaba inactivo entre los laicos del Antiguo

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Testamento. La actividad del Espíritu Santo en la vida de ellos forma un paralelo con su envolvimiento en la vida de los que Él ha traído a la salvación dentro de la iglesia. El Espíritu transforma el corazón de las personas y también las vuelve diferentes. Otro paralelo existe entre la venida del Espíritu sobre el individuo, revistiéndolo de poder para su cargo o ministerio, y la plenitud del Espíritu Santo en la Iglesia. Roger Stronstad demuestra que uno de los propósitos de la “plenitud del Espíritu Santo” es equipar a los creyentes para cumplir el ministerio profético de declarar la voluntad y propósitos de Dios para la Iglesia y para el mundo.

Es posible que eso envuelva un comportamiento poco común. Aunque no sea así, recibir la plenitud del Espíritu es un pico de experiencia emocional, física y religiosa, buscando un propósito específico. Sin embargo, no se puede vivir continuamente, día tras día, en este pináculo. La presencia del Espíritu Santo en nosotros, a partir del momento de la salvación, busca mantenernos en equilibrio, día tras día, momento tras momento, principalmente después de la experiencia de la llegada del Espíritu Santo “con poder” sobre nosotros.

CONCLUSIÓN

La información sobre el Espíritu Santo es abundante; procuramos presentar un estudio conciso y comprensible.

Los puntos principales de la doctrina pentecostal son temas de las lecciones que siguen. Es importante, mientras tanto, saber que el estudio sobre el pentecostalismo es el estudio sobre el Espíritu Santo; y estudiar el Espíritu es estudiar sobre Dios y su relación con nosotros en Cristo.

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PARA REFLEXIONAR 1. ¿Qué necesitan saber todos los creyentes sobre el Espíritu Santo?

Sobre su divinidad, su personalidad, sus atributos divinos y sus obras de acuerdo con la revelación bíblica.

2. ¿Qué revela la Biblia con claridad?

La Biblia revela con claridad la divinidad del Espíritu (2 S 23.2, 3; 2 Co 3.17, 18), y más: “¿No sabéis que sois el templo de Dios y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” (1 Co 3.16).

3. ¿Cuáles son los principales elementos constitutivos de la personalidad?

Los principales son el intelecto, las emociones y la voluntad, entre los demás.

4. ¿Qué significa “otro Consolador” en Juan 14.16?

La palabra “otro”, en griego, empleada en este pasaje, significa ser alguien de la misma naturaleza, de la misma especie y de la misma cualidad.

5. Dé un ejemplo de la obra del Espíritu Santo en la vida diaria.

Respuesta personal – se puede dar un ejemplo como la manifestación de un don espiritual como el de profecía en la vida de un creyente.

Notas del maestro

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