La Cena: Todos iremos pues somos iguales para Dios ©2020 por Nohemí C. Pagán Publicado por Editorial Patmos, Miami, FL. 33169 Todos los derechos reservados. Las citas bíblicas se tomaron de la Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® ©1999, 2015 por Biblica, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo. Las citas bíblicas en inglés se tomaron de THE HOLY BIBLE, NEW INTERNATIONAL VERSION®, NIV® Copyright © 1973, 1978, 1984, 2011 by Biblica, Inc.® Used by permission. All rights reserved worldwide. Diseño de portada e interior por Centro Mundial de Avivamiento Colombia y Adrián Romano ISBN: 978-1-64691-059-5 Categoría: Niños Impreso en Brasil | Printed in Brazil
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TODOS IREMOS Pues somos iguales para Dios ( luca s 14: 15- 24)
Dra. Nohemí C. Pagán
Profesora de espiritualidad y educación transformadora Centro de Estudios Bíblicos en Jerusalén
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TODOS IREMOS Pues somos iguales para Dios Parábola: El gran banquete Al oír esto, uno de los que estaban sentados a la mesa con Jesús le dijo: —¡Dichoso el que coma en el banquete del reino de Dios! Jesús le contestó: —Cierto hombre preparó un gran banquete e invitó a muchas personas. A la hora del banquete, mandó a su siervo a decirles a los invitados: “Vengan, porque ya todo está listo”. Pero todos, sin excepción, comenzaron a disculparse. El primero le dijo: “Acabo de comprar un terreno y tengo que ir a verlo. Te ruego que me disculpes”. Otro dijo: “Acabo de comprar cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlas. Te ruego que me disculpes”. Otro dijo: “Acabo de casarme y por eso no puedo ir”. El siervo regresó y le informó de esto a su señor. Entonces el dueño de la casa se enojó y le mandó a su siervo: “Sal de prisa por las plazas y los callejones del pueblo, y trae acá a los pobres, a los inválidos, a los ciegos y a los cojos”. “Señor —le dijo luego el siervo—, ya hice lo que usted me mandó, pero todavía hay lugar”. Entonces el señor le respondió: “Ve por los caminos y las sendas, y oblígalos a entrar para que se llene mi casa. Les digo que ninguno de aquellos invitados disfrutará de mi banquete”. Lucas 14:15-24 —Dra. Nohemí C. Pagán
Profesora de espiritualidad y educación transformadora Centro de Estudios Bíblicos en Jerusalén
Valores Esta historia afirma varios valores cristianos que todos debemos seguir para ser mejores personas. Vivir de acuerdo a estas enseñanzas permitirá que Dios se agrade de nosotros. En la parábola El gran banquete que se encuentra en Lucas 14:15-24, se descubren los siguientes valores que debemos afirmar como niños y niñas de bien: 1. Todos los seres humanos somos iguales para Dios. 2. En el banquete que Jesús organiza, todos somos invitados. Para él no es importante el color de nuestra piel, ni si somos pobres o ricos, tampoco si somos diferentes. 3. En el corazón del Señor, los niños y las niñas, sin distinción, ocupamos un lugar especial. 4. Todos tenemos la posibilidad de alcanzar grandes victorias en la vida si nos esforzamos. 5. Dios ama, escucha, sostiene y abraza con ternura a la niñez con necesidades especiales.
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Era sábado en la mañana y ya habían pasado siete días luego de la gran victoria que le permitió recibir el anhelado premio a Ronaldo. Su equipo había ganado el campeonato de balompié en silla de ruedas, y él fue el jugador estrella. Aunque nació en la Tierra Santa, se fue muy pequeño a vivir con sus padres a los EUA.
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En California fue a la escuela, donde aprendió inglés y el deporte de balompié. Recientemente, regresó a Jerusalén. Era un gran amigo de Salaam y Tesoro… Ambos lo invitaron a conocer a sus compañeros de vida. Decidieron encontrarse en el Jardín del Getsemaní, cerca de la Ciudad Vieja de Jerusalén.
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—¡Buenos días, amigos! ¿Cómo están todos? Parte del grupo: “¡Saludos, Amal!” —¡Qué hermosa te ves hoy! ¡Perdona, perdona! Lo cierto es que hoy te ves muy linda y también tu amiga. ¡Vienes muy bien acompañada, Amal! —¡Mil gracias, Ymas! Aprovecho tus elogios para presentarles a Natalie y a su hermano Gabriel. Son mis amigos de New York. Allí nacieron. Sus padres son de Puerto Rico y muy amigos de mis padres. Nos conocimos hace varias semanas en la Iglesia. Los abuelos de Gabriel y Natalie también son muy queridos por mis padres y mis abuelos. —¡Me da mucho gusto conocerlos! —¡Hola! Mi hermana y yo estamos muy contentos de estar aquí con ustedes. —¡Bienvenidos a nuestro grupo de buenos compañeros! Pero yo también traje dos amigos que deseo presentarles. Ellos vienen del estado de la Florida en los EUA. Allí viven y son primos de Gabriel y Natalie. Sus nombres son Andrés, quien nació en Bayamón, Puerto Rico y Mateo que nació en Orlando, Florida. —¡Saludos! Grupo: “¡Bienvenidos todos!”
—¡Hola! ¡Hola! 13
—Creo que tendremos un hermoso día en familia, pues todos tenemos un amigo que presentar. —¡Así es, Salaam! Yo también tengo un invitado especial para la reunión de este día. El es un gran ser humano y un excelente músico. Les presento a Omar, amigos y amigas. Está en Jerusalén de vacaciones con sus padres. Él es un niño con síndrome de Down, y pertenece a una niñez donde todos se parecen mucho físicamente. —Hi, my friends! ¡Ay, perdonen! Es que aunque vivo en Puerto Rico, me gusta hablar más en inglés que en español. Sorry! Jajaja. Sorry! El grupo se reía con fuerzas con las ocurrencias y la alegría que proyectaba Omar. Parecía un niño inmensamente feliz.
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—Los niños y las niñas como Omar, tienen varias características hermosas, de las cuales todos los seres humanos debemos aprender e incorporar en nuestra manera de vivir. Son personas sensibles por su capacidad de tener un alma limpia, libre de rencores y por el amor abundante que regalan. Cuando son lastimados y ofendidos tienen la capacidad de olvidar con facilidad. Poseen una voluntad superior para amar y perdonar en comparación con la niñez que no tiene síndrome de Down. A Omar le gusta mucho ayudar a otras personas, y siente la necesidad de trabajar en su iglesia en favor de los niños y niñas con situaciones especiales.
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