¿Qué hace que un hombre sea masculino, y que una mujer sea femenina? ¿Será que Dios diseñó éstos dos géneros tan diferentemente con un propósito? Si es así, ¿por qué? Las respuestas a estas preguntas liberarán tanto a los hombres como a las mujeres para aceptar lo que significa estar plenamente vivos como portadores del género de la imagen de Dios que tienen la capacidad de afectar profundamente a otros para bien, por la forma en que éstos dos se relacionan. El autor y psicólogo Dr. Larry Crabb presenta una comprensión bíblica de la singularidad del género. Su ilustración sobre el puente conector muestra cómo los dos géneros relacionalmente pueden revelar con armonía cómo celebrar la singularidad que Dios diseñó para cada uno. Los lectores descubrirán que Dios creó al hombre y la mujer para relacionarse de maneras específicas conforme a su género para marcar una diferencia en los demás, mostrando el carácter relacional de Dios.