Fantasmagoría/Postales de Concepción Fernando Melo La figura de la postal es una costumbre de época anterior a la deshumanizante expansión de la mediatización de todo, incluyendo los gestos humanos. Las tarjetas postales de cartón llegaban con una imagen y palabras de saludo desde lugares lejanos. Las postales eran atesoradas como recuerdos importantes, coleccionables, otras compradas en mercados de baratijas o antigüedades estaban ilustradas y destinadas a personas desconocidas, ya muertas, leemos los íntimos saludos dirigidos a un otro desconocido e imaginamos el momento cuando el viajero la compró, la escribió y el momento en que fue recibida, leída y guardada, seguramente en una caja especial de recuerdos hasta que termino en la basura una vez todo terminó, llego la muerte, el olvido, la casa se vendió y los hijos se repartieron las sobras.
Aún se ofrecen en aeropuertos, algunas tiendas de revistas, periódicos y bebidas para viajeros, oficinas de turismo, sobreviven a la era digital con sus imágenes cliché, su resumen básico de lo que supone es un lugar, así Concepción sigue siendo una ciudad con un campanil pariente de otro norteamericano , una arco con un friso románico, una pileta central con una diosa griega , un cerro llamado caracol con una antena de telecomunicaciones de diseño retro supersónico y un río llamado Biobío. ¨ La tarjeta postal puede llevar, como he dicho, el paisaje, la reproducción del lugar en que se encuentra la persona amada; y ahora que la fotografía también está adoptada como uso elegante, y que uno mismo se puede hacer a su gusto sus tarjetas postales.¨ Rubén Darío Rubén Darío se refería románticamente a las postales, pero estamos en Concepción, en un día lunes eterno, ajenos a saludo alguno, detenidos en una ruidosa esquina, de gente apurada, ansiosa y salimos en busca de aquella postal de la ciudad con su figura cruda, azarosa, esquinas cualquiera, alguna construcción que luzca como patrimonio, una casa, edificio o catedral da lo mismo y la transformamos en nuestra postal y además imaginamos que por una vez esta limpia, sin publicidad, sin grafitis, sin basura , sin ningún ser vivo, detenida en un momento de vacío.
Sofía Benavides
Juan José Vergara
Karen Toledo
Fernanda Groth
Gonzalo Vergara
Luis Henriquez
Maggie Nu単ez
Patricio Valencia
Sebastian Muñoz
Elizabeth Ferreira
Christa Díaz
Javier Vargas
Romina Medina
Patricio Valencia. Escuela de artes Visuales. Universidad de Concepción.