Discurso de Felipe Bettancourt G., Presidente del Movimiento Gremial UC Celebración de los 40 años del MGUC 30 de agosto de 2007 Estimados amigos, estimadas amigas, gremialistas todos, muy buenas noches, Hemos visto pasar la historia de estos 40 años frente a nosotros. Imágenes y palabras que evocan cada una de las vivencias, recuerdos y emociones que llevamos en lo más profundo de nuestra memoria. Y son precisamente estas imágenes las que nos ponen en sintonía y nos recuerdan qué es lo que hoy celebramos: Un nuevo aniversario del Movimiento Gremial de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Esta noche, particularmente llena de alegría, nos encontramos reunidos gremialistas de todas las generaciones. Personas que, en distintos momentos y situaciones, han sabido servir y trabajar con un sello muy especial. Un "estilo singular que nos honra y nos distingue” como dijo alguna vez Jaime Guzmán, fundado en ideas, principios y valores tan sólidos, que después de tanto tiempo permanecen tan vigentes como el primer día. Estamos aquí para recordar lo que somos y lo que nos caracteriza, aquello que nos ha movido a obrar con rectitud en los tiempos favorables y también en las horas más adversas, que nos ha movido a entregar lo mejor de nosotros en pos de un ideal, siempre al servicio de los demás. Los gremialistas llevamos 40 años sirviendo a Dios, a la Patria y a la Universidad con un sello propio, casi exclusivo, que se personifica primero en Jaime Guzmán y luego en decenas de generaciones de hombres y mujeres con una clara concepción de la persona, de la sociedad y del servicio.
Quienes somos actualmente universitarios asumimos con orgullo y honor esta herencia de 40 años de historia que hoy descansa sobre nuestros hombros. Orgullo que se suma a la profunda alegría por encontrarnos con quienes en algún momento de sus vidas estuvieron en la misma posición en la que nos hallamos nosotros hoy, y que no se cansan de mostrar en todos los ámbitos de la sociedad que el gremialismo es hoy una alternativa de servicio sólida, vigente y fecunda. Esta noche, los que ya no son universitarios podrán conocer a los nuevos gremialistas que toman hoy esta posta. Aquellos que, tal como ellos lo hicieron, defenderán, darán vida y harán suya esta corriente de pensamiento, que forma y transforma personas. Porque el gremialismo es eso, una posta en la cual las generaciones van entregando su legado, pero a la vez siguen sintiéndose parte, porque no se pasa a ser “ex gremialista”, sino que este espíritu nos acompaña hasta siempre. En estos 40 años de servicio y de lucha no ha habido nada imposible, pero tampoco nada fácil. Las dificultades de cada momento y el esfuerzo para superarlas, han forjado en el gremialismo a hombres y mujeres rectos, de ideales altos y carácter inquebrantable, que no dieron ni darán tregua a la defensa de nuestros principios, procurando servir a la sociedad con gran ímpetu y rigor. Hoy seguimos, como dice el lema de esta comida, construyendo la “obra que recién comienza”, pues a las grandes obras ya realizadas por nuestros antecesores, y conscientes de las exigencias de nuestra universidad y sociedad quienes estamos hoy en la universidad asumimos con gran orgullo este legado. Es así como sabremos dónde innovar, qué cosas podremos mejorar y cuáles otras debemos mantener siempre y fortalecer. Hoy, más que nunca, es importante confirmar nuestra fidelidad a este espíritu gremialista, nutrido de fuerza y mística, y proyectarlo a los desafíos de hoy con renovada fuerza y energía.
Que sea esa mística la que preserve en todo momento este espíritu, como un genuino patrimonio de cada gremialista de la UC. Donde todos los que pasamos alguna vez por esta escuela de servicio seamos conscientes de que no es algo que nos pertenece, y que estamos llamados a traspasar a las generaciones venideras. He ahí la característica que da trascendencia, vida y vigencia a este movimiento generacional. Una posta que pasa desde quienes terminan su vida universitaria hacia quienes viven "el comienzo de sus mejores años". Somos conscientes del gran equipo humano al cual pertenecemos, y por lo mismo es algo que siempre cuidaremos. Pues si hay algo que caracteriza a los gremialistas de la UC es ese gran sentido de compañerismo. Es el sentimiento de que juntos, se es más fuerte, y que podemos hacer frente a las adversidades y luchas que solos no podríamos afrontar. Y a pesar del cansancio que podamos tener por el trabajo desempeñado, seguiremos sirviendo a nuestro país y a nuestra universidad, esto lo sabemos claramente: Chile y la UC nos necesitan. No tan sólo por el aporte intelectual y profesional, sino que sobre todo por nuestra fortaleza espiritual. Y siempre teniendo en cuenta que, para nosotros los gremialistas, todo lo que podamos perder por servir a nuestra universidad y nuestro país, ¡no es más que el necesario cumplimiento del deber! Como siempre, hay algunos que intentan silenciarnos, que creen que ya pasamos de moda, algunos ya han intentado poner al gremialismo en un féretro, pensando que de esa forma aflojaremos nuestros ideales. Se equivocan. Como podemos ver en esta comida, hay 40 años de historia que no han pasado en vano, 40 generaciones que han contribuido al desarrollo de nuestro país, 40 generaciones de profesionales íntegros que no renunciarán a sus principios más profundos.
Amigos: 40 años de historia pasan ante nuestros ojos… y sólo Dios sabe cuántos años más serán. Lo que sí sabemos, es que cuando los chilenos del mañana miren la historia, podrán reconocer en ella el signo silencioso, pero fecundo y lleno de vida, que dejó y seguirá dejando en nuestro país el Movimiento Gremial de la Universidad Católica. Y nosotros, estaremos felices, por todo lo que habremos crecido, por toda la amistad que habremos forjado, y por la tranquilidad de saber que hemos cumplido con nuestro deber. Muchas gracias.