número
002 Querétaro
http:// www. patos alagua .com
Editorial
A
los 25, 26…casi respirando los 30 años de vida. Hoy, estamos confiando en nuestros sueños. Dejar que las teclas escriban y se guíen por los misterios que encierran nuestra mente y corazón. Porque de aquí para delante, no hay vuelta atrás. Sólo para el pago de cuentas atrasadas que algún día realizaremos. En estas páginas te haremos llegar lo mejor de nosotros, nuestros desvelos, nuestra creatividad, nuestras lágrimas, nuestro verdadero yo. Y es este, del verdadero yo, hablaremos en este segundo número.
¿Dónde está la llave? En las historias. En la investigación. En dejar atrás los mitos. Esas suposiciones, críticas, señalamientos, deberían de estar bajo llave, en el clóset. Y no Alex, Ana Paula, Mariana… Hay varios tipos de clósets, el que espanta a los pequeños, el que esconde tu identidad, el qué deja que lo vean por la ranura de la llave. Nos metimos al clóset, esculcamos, revisamos, tiramos y medio acomodamos.
Hay desorden dentro del clóset que esconde. Hay muertos, hay datos que no checan. El estado guarda sus fechorías, miente. No Tratamos de meternos a quisiéramos que hubiera tanta ropa lo obscuro, al misterio, aquello sucia y casi pudriéndose en el clóset arrumbado, o que nos da del estado, la hay y bastante. Con miedo. Sobre todo, aquello que cuidado abran esta gaveta que escondemos por miedo. No tiene mujeres levantadas, migrantes es sencillo exponerte ante las desaparecidos, secuestros y miradas de la sociedad moderna, laboratorios de procesamiento de y gritar a los cuatro vientos lo que narcóticos. quieres y cómo lo quieres. Por eso nos fuimos a platicar con algunas El clóset, que mantiene tu personas que vivieron dentro identidad secreta, lo que realmente del clóset por varios años, que eres, es a veces tu mejor aliado. Sin estuvieron encerrados bajo llave. embargo sólo salir de él te permite
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ser libre. Ser homosexual todavía se mantiene bajo llave, algunos como Alex y Ana Paula han logrado respirar la tranquilidad de salir y vivir plenamente y sin tapujos. Porque confiar en los sueños nos hace sentirnos libres y queremos que te sientas libre de tirar todo aquello que has guardado durante años y es causa de vergüenza y culpa. A gritar, a sentir, a expresar, a escribir. No lo guardes bajo llave. Patos al agua “Salpicando historias”
Janett Juvera Ávalos/ Tanya Araujo Sánchez/ Mariana Solís Sánchez/ Alma I.M. Rojas/Formación Joonatan Sanchez
Sumario El clóset es para la ropa no para las personas Estar o no estar en ambiente Los clósets, ella y mi infancia El horno no está para bollos, está para jochos Me enamoré de tu olor, no de ti Historia salpicada de un patito feo De Nietzche, Leonardo y el viejito de la esquina Carmen no merece nada Veintidós Cicatrices La vida pesa y la pluma no desliza Lo que el estado guarda en el clóset Crónicas ciudadanas Futeses Mr Gwyn El futuro no es nuestro Historias Despalabradas Glosario Posdata
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El clóset es para la ropa no para las personas (Leído en alguna red social)
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n Querétaro, una de cada diez personas opina que los homosexuales deben ocultar sus preferencias sexuales. Permanecer en el clóset, como se dice. Escondidos. Anónimos. De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis) de 2010, los queretanos, los ‘hidrocálidos’ y los guanajuatenses, figuran en el mapa nacional como los menos dispuestos a vivir bajo el mismo techo que un homosexual, pues el 55.3% de los encuestados dijeron “No” a la pregunta de si estarían dispuestos a permitir que un homosexual vivera en su propia casa; mientras que las entidades con el mayor porcentaje de aceptación fueron los del norte: Durango, San Luis Potosí, Zacatecas, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora.
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Por : Tanya Araujo Sánchez “En Querétaro todavía son muy ‘mochos’”, dice Ana Paula, una persona “universal” (bisexual), que podría estar viviendo bajo el techo de uno de esos queretanos que, simplemente por su preferencia, no le abrirían la puerta de su casa. A pesar de que “la vida está adaptada y hecha para un heterosexual”, como reconoce Ana Paula, hay esfuerzos en el plano legal para evitar y penar la discriminación por preferencia sexual y permitir los matrimonios entre personas del mismo sexo. Desde el 2003, la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación prohíbe a través de su artículo 4º la discriminación por preferencias sexuales y en 2011, se reformó el artículo 1º constitucional para prohibirla explícitamente.
En el Distrito Federal, el artículo 138 del Código Penal sanciona los crímenes de odio por orientación sexual e identidad de género desde el 2009 y también se hicieron legales las uniones entre parejas del mismo sexo; en 2010 la Suprema Corte de Justicia de la Nación aprobó la constitucionalidad de la reforma. En Querétaro, la Ley para prevenir y eliminar toda forma de discriminación en el estado se publicó en el periódico oficial “La Sombra de Arteaga” el 30 de agosto de 2012. Sin embargo, el debate para permitir el matrimonio gay una y otra vez ha sido ignorado entre los responsables de legislar en la materia. “Tendríamos que reconocer que entre un ser vivo animal y un ser vivo
humano, pues también hay familia, es decir, una persona con su mascota, pues tendría que tipificarse como una familia”, declaró en 2007 el entonces diputado panista, Fernando Urbiola Ledesma al ser cuestionado por los medios de comunicación. Presidía la Comisión de la Familia del Congreso local. Su sucesor en el puesto, Salvador Martínez Ortiz, también panista, dijo en su momento que “no era un tema que estuviera en agenda”, pese a la presión de diversas organizaciones en la entidad por llevar la discusión al plano legislativo.
los 18 sus dudas aumentaron y a los 19 tuvo su primera novia, con la que duró cinco años. Pero apenas el año pasado fue cuando “salí totalmente del clóset”. “A mi anterior novia le daba pena que la llevara de la mano cuando salíamos, vivíamos en un pueblo y nuestras familias son conservadoras, así que a ella le costaba mucho trabajo”. ¿Cuántas decisiones nos cuestan enfrentarnos a toda una cultura machista de discriminación? Probablemente pocas como “salir del clóset”. Luis Perelman, sexólogo y presidente de la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología, A.C. dice que “cada vez más personas salen del clóset y cada vez lo hacen más jóvenes. La edad promedio en que descubren su orientación heterosexual, bisexual u homosexual es alrededor de los diez años”.
En el panorama mundial, desde que Holanda hizo legales las uniones entre parejas del mismo sexo en el año 2000, se han sumado a la lista naciones como Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Argentina, Dinamarca, Uruguay, Nueva Zelanda y Francia; se permite en algunas partes de Estados Unidos como Nueva York, Massachusetts, Maryland o Washington; en tanto que Alemania, Irlanda, República Checa e Israel, permiten “uniones civiEn su caso, Ana Paula tuvo que pasar por un les”. psicólogo para “ver si se le quitaba” como le decía su mamá, pero pasó lo contrario: las visitas al psicólogo Como se ve, hay avances desde que en 1990 ayudaron a definir sus preferencias. Al tener una la Organización Mundial de la Salud (OMS) retiró la relación, se vio obligada a decirle a sus amigos “para homosexualidad de su lista de enfermedades mentales… evitarme situaciones como las de Pedro”, un chico que en la Universidad quiso ‘ligar’ con ella. ¿Por qué, entonces, hay queretanos (y mexicanos y brasileños y griegos, ingleses, estadounidenses…) que “Es que en lugar de tener novio, tengo novia”, era rechazan a las y los homosexuales? el discurso de Ana Paula para contárselo a sus amigos y “Porque traemos cargando un modelo que nos familiares. “La primera persona a la que se lo conté fue ha dicho cómo tiene que ser nuestra vida: casarte con a mi mamá porque ella se dio cuenta y me preguntaba. alguien del sexo opuesto y tener hijos”, contesta Ana Luego le dije a algunas tías y tíos. A quien nunca se lo Paula, a quien ya no le molestan las miradas de otros voy a confesar es a mi papá, porque es muy machista y cuando sale a la calle y toma de la mano, abraza o besa a decirle terminaría con la poca relación que tengo con él. su novia Madeleine. No pienso decírselo pero se lo imagina”. Dice que a los 17 tuvo un “incidente” con una Dice que fue difícil expresarlo en algunos contextos, amiga y que eso le hizo cuestionar sus preferencias. A pero sentía la necesidad de manifestar su orientación
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sexual “para ser aceptada”; ahora es más prudente y el caso de los homosexuales “éste es uno de los sitios sólo lo comparte con las personas más cercanas. “En el menos seguros”. trabajo una compañera me cachó porque estaba viendo unas edecanes en una expo”, me cuenta sin evitar soltar En un punto de la conversación, menciona Ana una carcajada. Paula la palabra “libertad”, al preguntarle qué ganó al ‘salir del clóset’, aunque reconoce que “no se trata de decir ‘soy gay’, sino de enfrentarse a lo que eso significa; ¿Discriminación? a vivirlo todos los días, pero si realmente quieres sentirte más libre, tienes que enfrentarlo, vives más tranquilo, eres tú”. Ana Paula recuerda que en un table dance en el Distrito Federal, a una amiga suya no la dejaron hacer ¿Qué se pierde al salir del clóset? le pregunto. “un privado”, aunque pagó, porque “al dueño no le Culpa y vergüenza, concluye. gustaba que se hicieran esas cosas”… La discriminación más fuerte se vive, contrario a lo que se cree, al interior de las comunidades gay: “ellos mismos discriminan a los heterosexuales y a quienes nos consideramos bisexuales. Te dicen que entonces no está definida y tengo amigas que me han dicho que la bisexualidad no existe. ¿Por qué piden que se les respete, que no se les discrimine, si ellos hacen lo mismo. “Hombres y mujeres homosexuales, lesbianas y bisexuales viven hoy de manera más visible y con mayor participación pública; sin embargo aún enfrentan muchos problemas por su preferencia sexual distinta a la de la mayoría de la población. La discriminación contra este grupo abarca ámbitos como el educativo, el familiar, el laboral, el de salud, el legal, el político y el religioso, entre otros. En ocasiones deben exiliarse de sus comunidades de origen y migrar a lugares donde el acoso y la persecución sean menores”, dice en su introducción al informe de la Enadis 2010, el presidente del CONAPRED, Ricardo Bucio Mújica. Y es que, como también reconoce el sexólogo Luis Perelman, otros sectores que también padecen actos de discriminación se refugian en sus familias, pero en 8
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¿Cuántas decisiones nos cuestan enfrentarnos a toda una cultura machista de discriminación? Probablemente pocas como “salir del clóset”
Ilustración por: Pilar cárdenas 9
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Estar o no estar en
ambiente
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Por: Janett Juvera Ávalos
ncertidumbre. Traición. Identidad. ¿Quiénes somos y cómo nos definimos? En el camino de encontrarnos y sentirnos libres de hacer y decir lo que somos, nos encontramos con piedras como la desinformación. Existen varios mitos sobre la homosexualidad que dificultan definir quiénes somos. Se decía que la homosexualidad no es natural, y cómo diría un maestro de Bellas Artes, los seres humanos son como los números: negativo o positivo; hombre o mujer. Estas únicas dos alternativas son las posibles en la sociedad y argumentaba que lo demás son “joterías.” Chimpancés, pingüinos, cisnes, bisontes, jirafas, aves y seres humanos se relacionan con parejas del mismo sexo donde el acto sexual no tiene por obligación la reproducción. El tener una sociedad más informada nos ayuda a comprender nuestro alrededor, es por eso que hablaremos dentro y fuera del clóset donde se guarda la verdadera identidad. En la búsqueda, entrevisté a dos personas que nos contarán qué sentido tiene encontrarse y aceptarse como gay.
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FUERA DEL AMBIENTE Alex, es un joven que tiene definida su sexualidad y se respeta a sí mismo. Me cuenta que la única diferencia es que le gustan los hombres. En el camino de sentirse identificado con una preferencia sexual, duda si bisexual es el término que lo define, y es motivo de risas la palabra gay. Su primera pareja, Leonardo viene del mundo de la traición y de la depravación según me explica, pues durante y después de la relación, la vida de Alex estaba expuesta a la sociedad, y por tanto tuvo que moverse. Empezar de nuevo. -¿Qué es el ambiente? – le cuestioné intentando comprender esa pregunta que en los antros hacen. Estar en ambiente, me dijo Alex, es estar en una esfera donde todos te miran y saben que eres gay. Es estar en constante contacto con un círculo que se mueve en los antros, bares y fiestas. Él confiesa que está fueradel ambiente gay y no precisamente por esconder lo que es, sino para no exponerlo. Me explica que dentro del ambiente siempre se sabe cuando uno es nuevo, y a
Foto por: Jorge Vengo pesar de estar fuera de ambiente, lo han agregado varias personas en Facebook para ‘tirarle la onda’. Después de tener más de dos relaciones, difícilmente puedes mantener en secreto ser gay, ya que se va haciendo eco y la gente termina por enterarse. Recordó que así como se dio cuenta que Leonardo lo guiaría por el camino de la perdición, notó que sus ex parejas tenían relaciones entre sí. Es difícil abrir su corazón nuevamente. “No hay respeto por la relación, ni por el sentimiento, simplemente van por el lado pasional, el carnal, el que satisface,” con sus ojos grandes y con un nudo en la garganta me dice. Alex tiene problemas con la religión cristiana. El ser homosexual rompe con los estándares aceptados dentro de la misma. Preocupación que percibe toda su familia, era frecuente compararlo con lo malo, lo incorrecto, lo no aceptado. Ser gay y ser cristiano llevaron a Alex a sincerarse poco a poco con su familia. Ya no podía más.
Soy gay. Alex tardó cuarenta minutos en transparentarse con su padre, decirle todo aquello que sentía. La charla terminó con un abrazo. Por la mañana, su madre lo sabía. Todos en la familia tenían miedo de que Alex fuera señalado, sobre todo por aquellos que no entienden la diversidad sexual. SINCERARSE CON TU ALREDEDOR Melissa fue su única novia, aún conserva su amistad. Me cuenta que al andar con ella, no intentó ocultar una parte él, sólo creía que era lo normal, lo que se debía hacer. “Fui muy romántico para poder andar con ella, le organicé una serenata, una manta que caía en el edificio de enfrente para que ella lo viera al pedirle que fuéramos novios. Todo parecía normal, sin embargo cuando corté con Melissa, me di cuenta que no me gustaban las mujeres.” Ahora tenía que contarles a sus dos mejores amigos de la universidad, con quienes pasaba la mayor parte del tiempo durante y fuera de clases. Parecía que lo entendían, sin embargo, durante una fiesta Alex escuchó que uno de los invitados les dijo a sus dos amigos, “¿Qué van a decir de ti, si estás con él? ¡Aléjate de él!”. Esta conversación, ha complicado sus nexos para poder tener amigos hombres. Sólo tiene amigas. 11
EQUIPO PATOS “Me da miedo, mucho miedo, tener algún contacto físico, de tocarlos y crean que quiero con ellos, de verlos a la cara, no me había dado cuenta qué tanto me afecta,” mientras lo decía me explica qué cosas evitaba del contacto físico con ellos, me agarra del hombro. Después me habló sobre su futuro, quiere formar una familia, quiere conocer a su media naranja, quiere adoptar, criar. Amar. “Me encantaría tener un hijo adoptivo y si es posible, una familia.” ESTOY EN AMBIENTE Jorge tiene 30 años y admite que le da miedo la responsabilidad, el compromiso. Decide envolverse en la esfera del ambiente y vivir un poco de la pachanga. Está en el ambiente y me platica sobre los antros, bares y lugares en Querétaro que visitan algunos homosexuales. Aclara que su familia “seguramente sabe” que es gay, sin embargo no lo ha declarado, únicamente amigos y primos lo saben. Jardín Guerrero, el Jardín Zenea, la Alameda, el cibercafé Vergara, Dolci, Heaven, son los lugares donde el ambiente se mueve. Además participan en fiestas de espuma, noches de karaoke y noches de semáforo.
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“Principalmente voy a Dolci, está frente a plaza de la Corregidora en el segundo piso; es un lugar donde puedes ver mucho amor…mujeres besándose y hombres demostrándose cariño. Lo prefiero por tranquilo, ya que en el Heaven se mueve mucha droga y los que asisten siempre son los mismos, ya es un lugar muy vulgar” me explica Jorge ubicando ambos lugares en la ciudad queretana. La red social que utilizan algunos homosexuales, además de Facebook –ya sea para conocer gente, buscar relación o incluso sexo– se llama manhunt.net. Se describe como red de hombres gay para todos los gustos. Describes tu cuerpo y cómo te gustaría que fuera el cuerpo de quien contactarás. Es tan explícita que puedes poner el tamaño del pene. Sí todo eso. Existen otras formas para relacionarte, explica Jorge: grupos de Facebook como: Crosex, Heaven, Ciber Vergara, Boys Querétaro. En ellos puedes encontrar a un amigo o alguien con quien hablar, sin embargo la mayoría busca sexo, o frees. “Sólo buscan a alguien que les quite la calentura, por eso postean lugares específicos para el encuentro.” Me comenta que es muy común poner la vestimenta y el lugar para atraer a los curiosos y dar un toque de coquetería.
SOMOS ROMÁNTICOS Jorge afirma que cuando hay una atracción por algún chico en otra mesa, suelen enviarle bebidas y recados. El mesero es el mensajero que flecha o no el amor. Cuando acepta los regalos, la cerveza, la bebida, inician las preguntas más directas. Saber qué busca, qué rol juega (activo-pasivo-versátil) y algunos indiscretos preguntan cómo les gusta. Después de explicarme el rol que juegan los gays al estar en la cama, dice que resulta ser una sorpresa entre sábanas el identificar si son activos, pasivos o versátiles. Por lo general experimentan diferentes roles en el acto sexual. Y es en la cama que Jorge define su preferencia sexual. “Me di cuenta que soy gay cuando tuve una experiencia sexual con un hombre y una mujer al mismo tiempo. Me llena estar con un hombre. Cuando pasó, tenía novia, le confesé después que definitivamente estaba confundido, mi preferencia era otra. Debo reconocer, que mi ex novia y yo nos entendíamos muy bien en la cama, pero no sentí lo mismo. Experimenté tarde y sin saber qué me gustaba” finaliza la charla con Jorge y ahora le marca a su galán para planear el fin de semana. Es viernes, lo olvidé.
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Salpicando Historias
Foto por: Gabriela Alatorre
Chimpancés, pingüinos, cisnes, bisontes, jirafas, aves y seres humanos se relacionan con parejas del mismo sexo donde el acto sexual no tiene por obligación la reproducción
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Patos al Agua no 2 EQUIPO PATOS
Los clósets,
ella y mi infancia
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uando era pequeña los armarios formaban parte fundamental de mi vida. Pero más, de la vida de mi hermana. Siempre les encontrábamos un nuevo significado de la mano de la imaginación, la inocencia y también un poco de maldad, típica de los hermanos mayores. Era el mueble ideal para hacerme travesuras; aunque al llegar la noche, los mismos armarios me vengaban. Cómplices de los mejores momentos de nuestra infancia. Los clósets de la casa donde vivíamos, en el caótico Estado de México, tuvieron un significado especial. Cada uno, en cada habitación, tenía algo que hacía que todos sus rincones quisieran ser explorados, sin que mamá llegara a preguntar qué hacíamos o simplemente nos prohibiera una expedición completa por el armario. Había tres dormitorios. El primero, que compartimos muchos años, era increíble. Sus paredes guardan una infinidad de historias –reales e imaginarias- que construimos juntas durante los diez años en los que llamé hogar a esa casa. Su armario era grande, o al menos así lo recuerdo ahora, y albergaba no solamente nuestra ropa, sino todos nuestro juguetes, peluches, juegos de mesas, muñecas, juegos de té. Era el lugar perfecto para que, una vez terminada nuestra sesión de juego, arrumbáramos todos los triques que habíamos sacado con tal de que
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Por: Mariana Solís mamá no nos castigara. Pocas veces funcionaba, pues ella siempre tenía la maravillosa idea de abrir el clóset para verificar que todo estuviera en orden. Entonces fue cuando se le ocurrió que debíamos tener unos costales para meter los juguetes y guardarlos, claro, en el clóset. Mi hermana siempre proponía los mejores juegos, en los que siempre estaba involucrado nuestro armario. “Juguemos a los policías y ladrones”, decía. Transcurría mucho tiempo (quizás horas, cuando eres niño no mides el tiempo) buscando a los ladrones, hasta que por fin, los encontrábamos en su guarida, llenos de billetes mal habidos y procedíamos a meterlos a la cárcel (que era la otra puerta del clóset). Cuando iban mis primos el alboroto aumentaba, los juegos eran más arriesgados y por supuesto, más divertidos. “El juego de la oca” de la televisora española se quedaba corto al lado de nuestra versión, donde teníamos que meter y sacar todos los zapatos del clóset de mi papá en un tiempo récord. “La gallinita ciega”, era el más intrépido: obscurecíamos toda la habitación y el que era –para su desgracia- el elegido debía vendarse los ojos y buscar a los demás por toda la pieza; quien tuviera el mejor escondite ganaba, yo era pequeña y apenas podía quedarme en un esquina, paradita y sin moverme, mientras que mis primos y mi hermana encontraban los
Salpicando Historias sitios más originales para esconderse, por supuesto, el clóset siempre era una de las mejores opciones, pero no conformes con meterse, se colgaban de la ropa, se subían a los peldaños más altos e incluso tenían la habilidad de cerrar la puerta y quedarse como calcomanías. El cuarto de visitas, como le llamaban los adultos, tenía magia. Más que visitas, era la habitación de mi abuela cuando se quedaba en casa durante un tiempo. Su clóset no tenía mucho misterio cuando nadie ocupaba su espacio; pero cuando mi abuela llegaba, se convertía en el lugar más importante de su visita. Cuando era fin de semana o estábamos de vacaciones corríamos a su habitación apenas despertábamos y elegíamos uno de los libros que había en ese armario, el que mejor nos acomodara, para que mi abuela nos leyera un cuento. Definitivo no era lo mismo que nos leyera ella, a nadie en el mundo, le imprimía un timbre a su voz, que hacía de cada historia tuviera su propio encanto. El clóset de su habitación estaba repleto de un sinfín de historias plasmadas en los libros. Mis papas dormían en un cuarto que tenía el clóset más grande de la casa; su extensión se prolongaba de pared a pared, que según recuerdo eran varios metros de largo. Ahí podías encontrar de todo, literal de todo. A mi hermana le gustaba explorarlo a fondo. Yo sólo lo hacía cuando tenía oportunidad de ponerme los vestidos y tacones de mamá y andar por la casa simulando que era una “niña grande”. Ella en cambio, abría todas las compuertas y cajones posibles con la intención de encontrar secretos. Y como bien dicen, “el que busca, encuentra”. Halló los secretos que tanto buscaba y de los que –a su edad- aún no quería enterarse. Un par de veces corrió a los brazos de mis padres buscando una explicación para las dos cajitas que en momentos diferentes encontró; la primera vez, buscando quién sabe qué, se topó con una curiosa cajita roja que tenía dentro un montón de dientecitos que el Ratón había dejado en
custodia a mis papás, para que ellos los cuidaran mejor, como le explicaron a mi hermana. Algo parecido sucedió cuando se encontró con las cartas que, algún invierno, ella o yo habíamos escrito a los Reyes Magos. Mi papá tenía la costumbre de llegar a casa y pedirnos que le acercáramos sus pantuflas. Mi hermana y yo corríamos escaleras arriba para ser la primera en llevárselas. Creo que ella lo hacía a propósito, porque la mayoría de las veces yo ganaba, pero en cuanto yo estaba cerrando las puertas del clóset con los zapatos en cuestión en la mano, ella me los arrebataba y me aventaba dentro del armario, cerraba la puerta, la atoraba, apagaba la luz de la recámara y me encerraba. Yo moría de miedo, no porque le temiera a la obscuridad, sino porque sabía que dentro del clóset vivía el Tío Cosa. Cuando por fin lograba salir encontraba a mi hermana divertidísima riendo a carcajadas, porque ella decía que yo estaba mal de pensar que ese personaje habitara en el armario. Yo estaba convencida, ella se reía. Años más tarde, cuando yo superé el temor de que el Tío Cosa viviera en mi casa, me di cuenta de una extraña manía que tenía mi hermana. No importaba el día, ni la hora, ni el momento, los clósets siempre tenían que estar cerrados, si alguien los dejaba abiertos, ella los cerraba; sobre todo cuando era la hora de dormir. Nunca entendí por qué, hasta que hace pocos días, me confesó que siempre había tenido miedo de que un monstruo saliera del armario, que un ratero se escondiera dentro o que un extraterrestre la asustara por la noche. Ese día entendí la importancia de los armarios para ella, no sólo eran las guaridas de los “ladrones” o la cárcel donde pasaban sus últimos días; no eran sólo las pruebas más difíciles o los mejores escondites en nuestros juegos; sino que era el lugar ideal para aventarme a mí a enfrentar sus propios miedos de los que ella, para restarles importancia, se burlaba. 15
Salpicando Historias
El horno no estรก para bollos, estรก para jochos 17
PATITO FEO
El horno no está para bollos, está para jochos
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en el Cerro de las Campanas, en lo que ahora es Centro Universitario, en Querétaro, su ciudad natal. “Lo que nunca nos imaginamos es que debíamos tener un permiso para vender nuestros jochos”.
“Mi infancia, no fue infancia”
Con el tiempo, aprendieron que debían seguir un orden y tuvieron la idea de moverse al sitio que los posicionó en la mente de los queretanos: la esquina de 16 de Septiembre y Pasteur, justo a un lado del templo de la Congregación; de ahí su nombre, y no porque ellos lo eligieran, sino porque fueron los mismos clientes quienes los empezaron a ubicar con ese título.
rabajador, perseverante e innovador son algunos de los adjetivos que mejor describen a Florencio León Rico, quien a sus 55 años mantiene el brillo en los ojos cuando habla de lo mejor que tiene en la vida: su esposa, sus hijos y su negocio. Dueño de los famosos “Hot dogs de la Congregación”, comenzó con el puesto cuando apenas tenía ocho años, relata que su padre era panadero y fue a él a quien se le ocurre la idea de vender hot dogs.
“Desde antes de los 8 años empecé a trabajar, sí estaba en la escuela, pero combinaba un poquito irme a vender con mi papá y a los estudios. Pero me jaló más el negocio, son cosas que uno se pierde, se deja envolver bastante y ahorita sigo envuelto”; comenta la noche en que mi novio y yo fuimos a visitarlo a su nuevo local, con un delicioso olor de por medio nos contó sobre su vida, su familia, su pasión por su trabajo y sus sueños. Dice que desde pequeño tuvo suerte para las ventas, cuando le propuso a su padre que iniciaran con el negocio no lo dudaron y comenzaron a finales de 1966 con un carrito hechizo, improvisado; se instalaron 18
Por: Mariana Solís
Florencio, su padre, el carrito y el gobierno
Sus famosos hot dogs fueron (y son) algo novedoso para los garnacheros, pues contienen el ingrediente secreto: pan del día hecho en casa. Con su padre, Florencio hizo crecer el negocio; sin embargo, no todo fue viento en popa siempre. Recuerda cómo en varias ocasiones con los cambios de gobierno los retiraban por lapsos prolongados, dos o tres meses, incluso una vez fueron cesados por siete meses… Cuando Florencio menciona estos siete meses en
los que no tuvieron el negocio, también recuerda que justo en esa época su mujer estaba a punto de dar a luz a uno de sus tres niños, “la situación se complicaba más, porque no tenía el carrito, pero siempre echándole ganas se sale adelante”. Florencio, sus promesas y sus hijos Cuando murió su padre, hace 18 años, Florencio se prometió que sería el mejor, que se esforzaría por seguir con el negocio, por hacerlo crecer y dejarlo como legado del fruto de su trabajo a las generaciones sucesoras. ¡Y vaya que lo ha conseguido! Dos de sus tres hijos trabajan con él. Dos porque el tercero no ha terminado la escuela. Florencio tuvo la oportunidad de darles educación profesional; el mayor, Carlos de 28 años es abogado; Alejandro de 26, diseñador industrial; y Ricardo de 18 sigue disfrutando del bachillerato.
tenido afluencia, pero yo solito no me daba abasto, y ya sabe que hay gente abusadora que de repente quiere pasarse de listo. Ni modo, tuve que regresarme al carrito donde sí pudiera con el negocio”. No fue sino hasta que tuvo el apoyo de sus hijos, cuando por fin pudo poner en marcha el local con sus hot dogs. Ellos han logrado mantener el local y darle un valor agregado, según cuenta Florencio, sus retoños crearon una imagen para el negocio, han hecho crecer el menú y desarrollaron un plan de negocios que les permite crecer; incluso, estudian la posibilidad de invertir en franquicias. Florencio y sus hot dogs
Cuando hablamos de sus hot dogs, Florencio cuenta que no tienen nada en especial, que es el cariño que les pone cuando los cocina. Uno de los secretos es el pan, es muy sencillo, pero como no lleva conservadores se tiene que elaborar diario; además de que los aderezos “Cuando mis hijos terminaron sus estudios yo les que lo acompañan siempre han sido de la misma marca, propuse que trabajaran conmigo en el negocio. Les por lo que la gente los reconoce y el jitomate siempre expliqué y les dije que aquí tenían la oportunidad de está recién picado. desarrollarse profesionalmente, pero ya con un camino andado. Tenía miedo de que me dijeran que no, pero “Siento mucho orgullo, los nombran mucho, yo me aceptaron de inmediato; finalmente, ellos crecieron en propuse la meta de ser el mejor en Querétaro y lo estoy el negocio”. logrando, la gente lo reconoce, el comensal es el que lo dice. Todas las personas que los prueban comentan Florencio y su negocio que son los mejores. Yo… pues sí me lo creo. A mí el hot dog me fascina, para mí son deliciosos”. En dos ocasiones Florencio intentó que su negocio estuviera en un local más establecido, donde no Además, Florencio ha tenido la oportunidad dependiera del clima ni el temporal para atender a sus de atender a diversas personalidades, desde ex clientes, donde se pudieran sentar a comer con calma. presidentes, funcionarios, gobernadores, futbolistas, artistas. Entre los nombres, destacan Felipe Calderón, Las dos veces previas no lo logró, “era demasiado José Calzada, Joaquín López Dóriga. Incluso, relata trabajo para mi, gracias a Dios el negocio siempre ha que en una ocasión le pidieron que llevara sus hot 19
dogs a un rancho donde cantaron “Los Fernández” y Joan Sebastian; también han sido sus clientes muchos ex futbolistas. Florencio y sus mujeres Dos mujeres han marcado la vida de Florencio. Su madre y su esposa. “Mi mamá nos apoyó mucho y sin la ayuda de la esposa no hay bisne.” Comenta que la vida de un comerciante es difícil, pues en muchas ocasiones tuvo que sacrificar algunas cuestiones, como los festivales de los hijos o los convivios familiares; por lo que el apoyo de su esposa ha sido fundamental. Desde que se casaron el 17 de julio de 1982, como bien recuerda, la ayuda que le da es fundamental. Él está tranquilo de que en su casa está ella, cuidando a sus hijos, colabora con el negocio de esa forma y sobre todo, procura la educación de sus pequeños. “Ella es una bendición”. Florencio y sus sueños y anhelos El sueño que Florencio persigue todos los días es dejar a sus hijos bien afianzados, fuertes y sobre todo, unidos. Que el negocio continúe creciendo y que se convierta en fuente de trabajo para los queretanos. Muy consciente de la realidad, sabe que para lograrlo debe echarle muchas ganas, seguir siendo constante, tenaz, brindar servicio de buena calidad y sobre todo, ser innovador.
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Recuerda cómo en varias ocasiones con los cambios de gobierno los retiraban por lapsos prolongados, dos o tres meses, incluso una vez fueron cesados por siete meses
Salpicando Historias
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Florencio cuenta que no tienen nada en especial, que es el cariño que les pone cuando los cocina. Uno de los secretos es el pan, es muy sencillo, pero como no lleva conservadores se tiene que elaborar diario; además de que los aderezos que lo acompañan siempre han sido de la misma marca, por lo que la gente los reconoce y el jitomate siempre está recién picado
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Me enamoré de tu olor, no de ti
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Por: Janett Juvera Ávalos
l olor me mantiene vivo. Sí, ese olor a hojas mojadas que a veces sueño, a flores y jazmín. Todo tiene sentido, cuando su fragancia se desata, se desborda. Estoy en incertidumbre, si ninguna percibo. Olía el cabello de quien era culpable de mis desvelos. Tenía un olor, lo percibía, pero con los años, este se desvanecía. Ya no me contaba nada. Sólo me decía que el olor movía mis sentidos y potenciaba mis delirios. Ya no lo recuerdo, pero es ahí donde inicia mi amor y mi delirio por el olor del cabello. Sentirlo entre los dedos, poder jugar con él. Tiene que ser largo, sólo así puedo manipularlo. Es el abrazo el que más sentido tiene, el que te permite sentir y conocer al otro. El olor a chicle, el olor floral, el olor. Podría conocer su historia con olerlo, pero no, no es para tanto, sólo disfruto de él y me puedo enamorar de su olor. Me enamoré. Una combinación entre el champú y el maquillaje, olor a chicle. Su olor me gustaba, me embriagaba. El oler su cabello me transportaba a un espacio tranquilo, sensual y en él quiero estar. Es un olor pueril, lo sé. Huele a chicle. Era su olor, lo sabía, no era ella. Es el abrazo aquel que te daré al saludar, y que no sentirás cuando mi nariz inhale un poco de ti. Seré discreto.
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De: http://creaturafanzine.blogspot.mx 23
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Historia salpicada de un patito feo
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nvidia. Por primera vez no le dio vergüenza sentir envidia. Sin tapujos, sin pena, sin remordimiento pudo decir (pensar), que sintió envidia. Aceptó que fue un momento placentero, a pesar del llanto que arrojó a causa de la emoción. Esa mezcla de envidia con emoción le sentó tan bien, que terminó culpándose por no haberla despertado antes. Siguió leyendo aquellos textos en la pantalla de la computadora. Al terminar “No soy un monstruo”, no pudo evitar sonreír y pensar -¿cuánto tiempo perdí?-. No se refería al tiempo invertido en aquella lectura, sino al que perdió cargando con el tormento que durante años guardó como una especie de “tesoro” -si es que así se le podía considerar-. Aquél tormento que años atrás se creyó por completo y que por poco la hizo desistir de sus sueños, de una de sus más grandes pasiones: escribir. Dio un vistazo a “El patito feo” aquella entrevista de semblanza, y entonces el corazón se le hizo “pasita” otra vez. Comprobó que no necesitaba de la “Cebolla 2x1”, en cuadritos o acitronada, pues lágrimas le sobraban y hasta “pa´ventar pa´rriba”.
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Por: Karina Vianney González Carranza Y es que después de leer aquello, no logró evadir la misma cuestión: -¿Cuánto tiempo perdí?-. Observó sus dedos que estaban hinchados, era lógico, tantas ideas ahí atoradas los habían hecho engrosar de forma considerable… -¡Cuánto tiempo perdí?-, no quiso desgastarse con esa pregunta y mejor prosiguió. Por un momento detuvo la lectura de “¿Y qué si me convierto en una cáscara?”. Miró al techo, como buscando una respuesta, volvió a sonreír y se dijo: -Sí, ¿y qué si soy una cáscara? ¿Y qué si tengo miedo? ¿Y qué si no les gusta cómo escribo? ¿Y qué si soy un patito feo? ¿Y qué? ¿Y qué?... Sintió cómo aquél “tesoro” se hundió en el remolino del mar y fue tragado por la tierra. Se sintió tan ligera, como si el ancla del barco se hubiese elevado, y dejara que el navío encallado por años, por fin avanzara en dirección contraria. Se va, se va, se fue, cantaría mi Jorge Drexler- se dijo, mientras apagó bruscamente la carcajada que estuvo a punto de soltar, para no despertar a nadie. Pero, definitivamente, esa canción era la “banda sonora” de
aquel momento que vivió en silencio. La madrugada transcurría. Vio el reloj del ordenador y se fue a dormir.
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Mientras preparaba la cama, la sonrisa y la experiencia de placer no desaparecieron. Y es que sintió tan ligera el alma, que seguramente esa noche dormiría como nunca
Mientras preparaba la cama, la sonrisa y la experiencia de placer no desaparecieron. Y es que sintió tan ligera el alma, que seguramente esa noche dormiría como nunca. Por fin dejó atrás las ataduras que ella misma se había amarrado con nudo ciego. El sabor a hiel poco a poco se transformó en miel, tanto, que comenzó a brotar lo cursi… Pero, ¿y qué si era cursi? A esas alturas ya no le importaba. Y es que entendió que esos textos, esas frases, esa imaginación, ese pensamiento, no eran simples letras, mucho menos palabrería. Eran el motivo por el que volvió la mirada a lo que creyó perdido, a pesar de que siempre había estado allí; pero el miedo, ¡ese bendito miedo! la obligó a evadirlo. Comprendió que era el momento de comenzar de nuevo y con fuerza, dejar que todo fluyera por sus dedos. Ay de la pluma y el teclado que encuentre mañana, dijo mientras se recostaba. Con todo y sonrisa, cerró los ojos con la certeza de que su pato interior emprendía el vuelo a nuevas aguas, decidido a salpicar historias. 25
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De Nietzsche,
Leonardo y el viejito de la esquina
B
uscando las palabras que pudieran expresar mi sentir sobre los temores de mi realidad, releí a un grande y, como suele sucederme, encontré las palabras justas. Estaban ahí, frente a mí, en un texto de más de 100 años y tan vigentes como nunca. Él mismo decía, proféticamente, que escribía para otro tiempo, para un mundo que pudiera entender sus ideas, que no se incomodara con su crítica ni se alarmara por su escandalosa honestidad. Un mundo maduro, valiente, libre. ¿Será que tú y yo conformamos la audiencia añorada por Nietzsche?
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Por: Diana López Así lo espero. En El Anticristo pregunta y responde: “¿Qué es lo malo? Todo lo que proviene de la debilidad, el fracaso, la conformidad, la falta de personalidad para hacernos cargo de nuestra vida, el miedo a crecer, a ser diferente, a pensar distinto; todo lo que nos empequeñece y nos hace esclavos por temor a los otros.” Y es a partir de estas palabras que inicia mi reflexión. Existen distintos tipos de miedos. Los productivos y los destructivos. Los primeros nos han permitido sobrevivir y alcanzar el
nivel tecnológico y de conocimiento para luchar contra lo que tememos: hambre, enfermedad, muerte. Mientras que los miedos destructivos reducen al ser humano volviéndolo pobre, irracional, vacío. A lo largo de mi corta vida me he topado con seres iluminados, felices, casi etéreos que han dedicado sus vidas al perfeccionamiento personal, pues entienden que sólo así podrán ver y amar realmente lo que los rodea. No me refiero al lama en las montañas, sino al viejito de la esquina de mi casa que todos los días recoge la basura de la calle, sea o no suya, mientras
Salpicando Historias silba alegremente. Hablo del estudiante de posgrado que sobrevive bajo una estricta dieta de café durante meses porque está enfocado en demostrar todo su talento y creatividad en no más de 50 hojas de tesis (a doble espacio incluyendo bibliografía). Me refiero a la jovencísima madre soltera que además de proveer y educar a sus hijos, busca terminar su carrera y tomar clases de francés simplemente porque le gusta. Hablo de los cientos, miles, cientos de miles que todos los días se despiertan con un “vamos, adelante” en lugar de un “otra vez lo mismo”. Los seres humanos, todos, tenemos opciones. Podemos elegir vivir con miedos productivos o destructivos. Miedo de encontrar un mejor trabajo, de tener una relación feliz, de ampliar la casa, de ir a lugares desconocidos, de…de… En una palabra de incomodarnos. Pero ¿qué tipo de vida es aquella donde todo está simplemente “bien”? Mi maestra de Retórica solía hacer un pequeño ritual que eventualmente se convirtió en su firma. Todos los días antes de iniciar la clase, elegía al azar a un alumno y mirándolo fijamente le preguntaba cómo estaba. El estudiante nuevo o ignorante que contestaba un “bien, gracias” se convertía en el objeto de su desprecio, dando pie a un ataque frontal que podía durar minutos eternos tratando de incomodar al alumno hasta
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Por eso agradezco a aquellos que me han retado física y mentalmente, a los “No”, a las dificultades y a la soledad; porque sólo temiendo lo suficiente el fracaso, la debilidad, el conformismo y la falta de amor puedo ser valiente, aprender, levantarme y salir airosa
Por: Arturo Nuñez 27
Patos al Agua no 2 descubrir su verdadero estado de ánimo. Finalmente el estudiante estallaba, y casi gritando contestaba: “a reventar de gusto”, “histérico”, “magnífico”, “terrible”. Y era entonces que la profesora sonreía. Ahora sí – decía –, vamos a iniciar la clase como seres pensantes. He experimentado que lo que más causa penas, vergüenza e incluso burlas, es lo que termina enriqueciéndome más. Si puedes enfrentar pequeños obstáculos, como tener un mote ridículo durante toda la primaria, serás más fuerte que aquel que nunca pasó por la humillación pública. Y analizando la historia me percato que la gente más admirada es la que no se preocupa del qué dirán, simplemente son. Pensemos en ejemplos. ¿Qué tal aquel hombrecillo flaco, calvo y semi desnudo que liberó a todo un país y tomo té con la reina de Inglaterra? ¿O el hijo de una campesina analfabeta considerado el genio más grande de la humanidad? O incluso, ¿aquella solterona del siglo XVIII que decidió ganarse su propio sustento antes de traicionarse a sí misma y casarse con alguien a quien no amaba y, que de paso, creó la novela romántica? Por eso agradezco a aquellos que me han retado física y mentalmente, a los “No”, a las dificultades y a la soledad; porque sólo temiendo lo suficiente el fracaso, la debilidad, el conformismo y la falta de amor puedo ser valiente, aprender, levantarme y salir airosa. Es por todo esto que el presente texto está destinado a los inconformes, a los eternos jóvenes, a los diferentes. Pero qué maravilla es el saber que más que nada, este texto es para ti. Un miedoso como millones más que hoy puede decidir convertir su miedo en algo productivo.
Por: Arturo Nuñez 28
Carmen no merece nada
O
lía a desesperación. Todo el cuarto. Telarañas a propósito, por boicot y travesura del instinto a la soledad que se había escapado de sus lagrimales. Monedas dispersas, sucias, pisadas, valiosos trozos de momentos fútiles que cobraban peso bajo sus dos muñecas, cansadas, adoloridas. Suciedad salaz, pérfida, tibia. ¿Qué derecho tenía a estar tranquila? Nació tierna, descansada, impertérrita ante la voluntad humana. Víctima perfecta. “Carmen iba de mal humor. ¿Y por qué no? Estaba usando jeans sueltos, pesados, negros y sucios de aceite en el espacio de las caderas. El taxista la miraba lasciva, y ella se tenía (tiene) que aguantarse. No merece otra cosa. Estar sentada en el asiento del copiloto la incomodaba, pero al final no tenía elección. Por más que llore (y que más le vale que no lo haga). “Miró por la ventana. Se reconfortó al saber que el clima mejoraba. El sol cancerígeno se iba apagando poco a poco, escondiéndose tras negras nubes de ligera tormenta. Pero ella no merece eso. Sus piernas le dolieron: un poco de felicidad iba a durar menos que un instante. Y ahora mismo me encargo de eso.
Por: Enrique Santamaría “Un parpadeo, más forzado que voluntario, le hizo voltear la mirada. Una punzada de metal en su córnea. Dolorosa: mucho. Perfecto. “Sintió una brisa extrema, dura como cachetada. No era fría, aunque le refrescó la mirada. Pudo abrir los ojos, abrazados por unos párpados con un color rojizo por dentro, como si le hubieran encendido un foco a 3 centímetros de distancia, para quemarla, lastimarla. Y, bellamente, el paisaje la llenó de horror. “El sol fulgurante había renacido. Ya no había otra cosa. Las casas que el taxi atravesaba por en medio eran ollas con pétalos rostizados. Las personas que escapaban sus existencias entre sus portones de madera y metal ignoraban el taxi, lo odiaban, seguro porque sabían que ella iba arriba. “ – Por aquí está bien –, se atrevió a decir, pero el taxista no hizo caso. Simplemente se detuvo, donde ella había dicho, pero también odiándola, despreciándola, quitándole todo valor (porque al final no tenía ninguno). “Ni siquiera recuerda haber pagado. No pagaste, Carmen. Qué asco. El hombre trabaja honestamente, 29
AMIGOS CON DERECHOS DE AUTOR y lo desprecias. Por eso todos aquí te tratan como te tratan, porque hasta no pagar un taxi merece un chisme tortillero, que todos lo saben y todos lo exageran. Porque no mereces nada. La entrada del parque era un portón metálico, con varas gruesas, torneadas en forma de churro y terminaban en puntas como serifas que deletreaban lo humillante que era recibir a Carmen en este día tan soleado. “Respiró profundamente, con una lágrima en su ojo izquierdo. ¿Sólo una lágrima? No encontraba por donde caminar. Porque Carmen es caprichosa, y no aprecia nada. En todo el camino, ni una sola sombra se vislumbraba. Todo era hecho para quemarla. Todo. Hasta sus zapatos, porque miró hacia abajo y se dio cuenta que los tacones cómodos que tanto se había tardado en encontrar no estaban bajo sus pies, y en su lugar había unas sandalias tan delgadas que cada guijarro se incrustaba en las plantas. Una lucha constante entre piel y suelo, donde cada paso se sentía como un desangrado interminable, para encontrar una decepción mental y mirar hacia abajo y darse cuenta que no había más sangre que la de sus pies, encerrada en su pérfida piel, en un amor que pisoteó. Seguía oliendo mal. Cada gota de sudor que se dibujaba en esa barba malhecha, poco cuidada, le hacía voltear hacia un lado para embarrarla en su sucia camisa deportiva. Cada pausa, cada mirada hacia otro lado que no fuera el frente, le llegaba con la fuerza de un empellón y la amargura de un suicidio. Olía a podrido. Podrido es bueno. Podrido es vida caduca, o en proceso. Podrido es solución, esperanza. Vida. “Camina, Carmen, anda. Ya lo has hecho muchas veces. Y le dolía cada paso. El camino era largo. Te diré de cuánto: 1 km bajo este sol punzante, con estas piedras en 30
forma de cuchillos diminutos. Que te odian, y les gusta lastimarte. Iba llegando al único árbol de todo el camino. Convenientemente, era el único que tenía en su regazo una banca metálica, fría bajo la única sombra, la única, que contenía todo el parque. “Se sentó a esperarlo. Con ansias, ¿verdad? Lo sé. Sabes que lo sé. Y aún así ahí estás, mirando hacia la entrada, deseando que sean sólo tus pies los que sufran en esta sinuosa vereda. Pero hay otras formas de sufrir, sé que lo sabes, porque me lo hiciste saber. Y por eso hoy, ahora y cada vez que quiera, vas a estar ahí, caminando mil veces ese camino, mil veces siete ese camino, todas las veces y cada una un poco más largo, más doloroso. Tal vez un día sí se cumpla y sí sangren tus pies. Él te va a cuidar. Te va a gustar. La sombra seguía ahí, serena, tierna, un beso de confort. Se acaba el tiempo. Trabajar apresurado le dio esperanzas, y un poco de distracción. Felicidad no. Nunca. Gracias a Carmen. Una felicidad tan fuerte como botarga de caricatura. Fútil, podrida. Pero necesaria.
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Suciedad salaz, pérfida, tibia. ¿Qué derecho tenía a estar tranquila? Nació tierna, descansada, impertérrita ante la voluntad humana. Víctima perfecta
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Veintidós cicatrices
Y
a no hay mayonesa! – gritó; y sí había, más de medio tarro. No se arrepintió de su mentira, sino de haber gritado, al comprobar por sexta vez en la semana que su garganta ya no daba para más. Era martes. Mintió para poder pelear con su esposa, que estaba sentada en la mesa, al lado de él, no por la provocación animal que a veces confunde a los hombres, sino por el puro gusto de romper la rutina. Si se resignaba al ciclo inevitablemente repetitivo y monótono de la vejez, la muerte se convertiría en algo cada vez más nítido y certero. Era necesario romperlo, o al menos tratar de hacerle mella, aunque fuera peleando, pero en ningún caso con un baño. El invierno lo alejaba de la regadera en calidad de discapacitado ante el agua fría y había comprobado, según él, tras años de investigación cuasicientífica que el martes era siempre el día más frío de la semana por algún 32
Por: Afif Ledesma fenómeno metereológico que no entendía de ciclos astronómicos, sino de calendarios humanos. - Compré ayer – contestó su esposa, más como si se lo hubiera dicho a ella misma que a él. Derrotado, pero sin querer admitir la derrota, cerró de golpe la puerta del refrigerador. Más valía sacrificar el desayuno que la dignidad. Se fue a la sala a ver televisión, mientras decía, como masticando las palabras: - Pues hoy es hoy, y hoy no hay. Julia Irigoyen conocía demasiado bien a su esposo; no se preocupó pues sabía que en cuanto ella saliera de la cocina, iba a regresar a desayunar con mayonesa, sin haber encontrado la pelea que buscaba. Por eso, no salió hasta la hora de la comida; para no darle el gusto. Llegada la hora, fue a su cuarto y cuando regresó ya estaba
otra vez su marido metido casi hasta la cintura en el refrigerador. Se alarmó de inmediato; no por su hombre, sino por sus pulmones. - No estás en edad de enfermarte – le advirtió. - ¿Y la mayonesa? – contestó él. - Ya no hay – afirmó ella categóricamente, enredando a Isaac Gssam en sus propias mentiras, que lo habían llevado al ayuno y que en cierta ocasión, por puro orgullo, casi hasta la muerte. - Pero en la mañana estaba casi llena – admitió. Julia sonrió con una mueca décadas más joven que ella, conmovida por el infantilismo de un matrimonio de más de medio siglo. - Está en mi cuarto, en el buró – concedió, vencida por la risa y por la cara de niño asustado de su esposo. La mayonesa recién comprada había llevado al efecto que Isaac
había buscado desde el principio: pocas cosas valían la pena a su edad como una sonrisa sincera de su mujer. Se encaminó al cuarto que casi siempre evitaba, quejándose de esas rodillas canallas que lo traicionaban en invierno; sinvergüenzas desertoras ante el frío. Aunque él y su mujer se acostaban con regularidad juntos desde que se casaron hasta que se les olvidó la costumbre, nunca habían dormido en el mismo cuarto, pues a ella no la dejaban pegar el ojo sus ronquidos titánicos de tigre moribundo. Ahí estaba la mayonesa, burlándose de él hasta el otro lado de la cama. Se dio fuerzas con un suspiro y se encaminó hacia la mesita de noche tratando de evadir su reflejo en el espejo por miedo a la vejez. Hacía años que trataba de evitar los espejos con tal ahínco que mandó desmontar todos los de la casa, pero sabía perfectamente que ese espejo estaba fuera de su autoridad. Recordaba bien cómo lo habían comprado, como capricho de Julia a un precio desmedido, recién desembarcado en el malecón de Veracruz. El vendedor no había dejado espacio a regateos, pues afirmaba que era un espejo gemelo de otro que había pertenecido a un tal “Guaild”, tan famoso que él nunca lo había oído nombrar. En el fondo, había alcanzado a ver varias veces de reojo un reflejo que no correspondía al de su casa, en el que se veía el retrato de un joven que no le inspiraba otra cosa que desconfianza. Había atribuido la alucinación al calor soporífero del puerto, pero de todas formas desviaba los ojos cada vez que entraba al cuarto; no encontraba razón para la fascinación de Julia por aquel reflejo fantasma. Regresó a la cocina tratando de huir de aquellas reflexiones que ya lo cansaban a su edad. Comió con la mayonesa enfrente, masticando con una sonrisa infantil que le infundía calor de puerto en los huesos. En la mesa se comía en silencio, como parte de un pacto jamás platicado para espantar a la nostalgia. Había
llegado al punto en el que no se puede platicar de otra cosa que no sean recuerdos. Lavó los platos como penitencia y regresó a la sala dispuesto a pasar ahí el resto de la tarde. Julia se protegía de los recuerdos cocinando las comidas de los siguientes cuatro días, resignada a su esposo sedentario con una paciencia de santa. Cuando por fin salió de la cocina a disputarle al tiempo la casa con la diaria batalla del aseo, se paró en seco ante un comentario de Isaac, que estaba viendo un documental de animales. - Mira qué maravilla – dijo, con la voz quebrada – los elefantes deciden cuándo van a morir, y se van al cementerio a rendirse ante la existencia, a descansar por fin de la vida. Rara vez veía conmovido a aquel hombre que soportó la muerte de su madre sin haber derramado ni una lágrima. Pero al oírle la voz rota, Julia trató de cortarle la melancolía de raíz: - Dichosas bestias – le dijo, tratando de restarle importancia, pero sin darse cuenta del peso de su respuesta. A partir de ese día, Isaac Gssam se rindió por fin ante el sitio incontrolable de la nostalgia. Casi no se paraba de su sillón, se pasaba viendo los partidos de béisbol sin verlos, pensando en mejores días. Que si los Yanquis, que si los Padres, los Astros, los MediasRojas y los MediasBlancas que nunca había confundido pero que ahora se le mezclaban en un batidillo de la mente; era sólo un pretexto para darse cuenta de que no se arrepentía de nada, de que estaba en paz con la vida y de que había hecho cuanto había querido hacer, siempre favorecido por la suerte. Perdió peso, casi no comía, se bañaba una vez a la semana y nunca en martes. Por fin había hecho las paces con la vejez y la había abrazado como el tesoro de tranquilidad que era. Sonrió más que nunca. Trataba a Julia con
AMIGOS CON DERECHOS DE AUTOR una caballerosidad de otros tiempos. Hasta se ofreció a ayudarla en el aseo, solamente para descubrir que las rodillas ya lo habían abandonado por completo, para regresar sólo a cumplir con sus obligaciones más básicas. Se dejó crecer la barba, que era lo único que siempre había querido hacer y nunca hizo, para darse cuenta de que a pesar de las infusiones de jitomate y las rasuradas diarias de sesenta y cinco años, no le cerraba. Lo aceptó con el fatalismo árabe con el que siempre se había protegido de la decepción. Dejó de pensar en que siempre había sido un extranjero en su propia tierra, desde que había escapado de su país natal con sus padres a los seis años. Se consideraba mexicano sobre todas las cosas. Descansó. Julia trataba de rescatarlo de donde no necesitaba ser rescatado: - ¿En qué piensas? – le preguntó. Él contestó sinceramente, sintiéndose casi levitar: - En todo. Disfrutó como nunca las visitas de sus dos hijas y olvidó para siempre las peleas con la mujer de su vida. Se olvidó de la existencia de la mayonesa para dedicarse más intensamente a repasar la suya. Un día, frente a sus hijas, habló durante más de dos horas, contando la historia de cada una de sus veintidós cicatrices mientras las mostraba y las repasaba con los dedos. Se dio cuenta de que podía resumir su vida a grandes rasgos en esas historias. Tenía incluso una de su noche de bodas, que fue la única que no pudo mostrar. Este comportamiento inédito en él y que contrastaba con su carácter de hombre duro, permaneció sin explicación para todos menos para su nieta la menor. Se le concedió el mayor privilegio que se le puede dar a un hombre: fue exento de que la muerte lo sorprendiera. Quizás fue porque él y la muerte ya eran viejos conocidos. 34
Tenía cinco cicatrices para probarlo. La había conocido cara a cara en media decena de ocasiones y se había dado cuenta de que no era tan terrible como todos decían. Comprendió entonces que la muerte no tiene ninguna oportunidad de infligir miedo en un hombre que está en paz consigo mismo. Su nieta pequeña habría de recordar muchos años después la única ocasión en la que había sido consciente de haber hablado con él. Lo veía casi a diario, pero son pocos los recuerdos que se pueden rescatar de cuando la memoria tenía seis años de edad. Recordaba con una claridad de sueño profético cómo había estado corriendo alrededor del sillón de su abuelo cuando le preguntó: - Abuelito, ¿Qué haces? - Jugando, hija – le contestó. - ¿A qué juegas? - A los elefantes.
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Se le concedió el mayor privilegio que se le puede dar a un hombre: fue exento de que la muerte lo sorprendiera. Quizás fue porque él y la muerte ya eran viejos conocidos. Tenía cinco cicatrices para probarlo
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Ilustracion por: CĂŠsar Navarrete
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La vida pesa y la pluma no desliza
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Por: Víctor Pernalete
ace algunas semanas caminaba por la Facultad. Es curioso como a pesar de los años, caminar por los senderos que durante tanto tiempo sintieron tus pasos, se vive tan natural. De alguna manera las antiguas sensaciones regresan al cuerpo. Uno no recuerda la presión, la angustia o el agotamiento. Solo la diversión, la frescura y la juventud. Fui por un encargo periodístico. No suele ser común que esas atiborradas conferencias con sujetos barbados al interior del pequeño auditorio de Ciencias Políticas y Sociales, sean encargos de agenda en el periodismo tradicional, el de afuera. Sin embargo era el pan de cada día en el otro periodismo, en el gratuito, el de adentro. Casi podía sentir que nuevamente preparaba la nota semanal de Tribuna de Querétaro.
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La conferencia fue –como suelen serlo en ese recinto– excelsa. De repente uno se pregunta por qué no hay más medios de comunicación allí, ¿dónde están aquellos quienes tendrían que darle eco a las palabras que allí se dijeron? Al salir, la misma calma. El mismo silencio. Pero es interno. A mi lado, unos chicos se vuelan la clase para jugar futbol; y en la cafetería, cientos de voces se cruzan en conversaciones tan arcaicas como profundas, confundiéndose todas ellas y son parte del bullicio. El silencio es interno. Todo es igual, pero uno ya no lo es. Sigo recorriendo los pasillos que tanto tiempo recorrí, allá en esos tiempos donde pensaba que el mundo ya estaba encima, aprisionándome. No me daba cuenta de que era el olor a libertad lo que me abofeteaba en la cara. No es igual la persona, ni es igual el periodismo. Sin duda la inocencia es la cualidad más disfrutable de la vida, aunque pocas veces puede uno percibirla. En la Universidad todo es inocencia, todo es una maraña de nada. Los retos no son más que simulacros, pero tal vez estás muy preocupado pensando que en ello se va la vida. Poco a poco se marchita. La vida pesa y la pluma no desliza. Las palabras se ahogan y las imágenes se queman. Es el tren de la vida real que pasa por encima sin siquiera sonar la alarma. Pero, ¿qué más da? Siempre quedan los viejos senderos, los recuerdos guardados detrás del closet. Las conferencias nunca acaban y por supuesto, los sujetos barbados siguen teniendo mucho que decir. Siempre quedan las notas viejas, y una ya destartalada grabadora con malas entrevistas. Mañana, cuando voltee, no habrá llantos sino carcajadas.
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Lo que el Estado guarda en el clóset
A
quienes nos gobiernan no les interesa nuestra seguridad. Más bien se asumen a sí mismos como guardianes del voto y, para cumplir su encomienda, son capaces de esconder en el clóset a los muertos que sean necesarios. Hoy los gobiernos apuestan a ejercer su mandato desde la opacidad; en sí, pretenden esconder cómo funcionan, cómo operan, cuáles son las decisiones que toman…, mientras las cuentas hoy se rinden a través de los medios de comunicación, que, por supuesto, fungen como promotores de los mandatarios en turno. El doctor Germán Espino explicó atinadamente, en una entrevista que fue transcrita en su oportunidad por el semanario Libertad de Palabra, la estrategia de comunicación social del presidente
Por: Diego Rivera municipal de Querétaro, Roberto Loyola Vera, previo a su primer informe de gobierno y en torno a la campaña publicitaria que acompañó ese evento. “Para ellos la política es espectáculo, es caerle bien a la gente, actuar ante las cámaras, se convierten en actores; antes, se decía que eran representantes populares, ahora son representes del espectáculo”, sostuvo en la entrevista publicada. Los políticos siguen apostándole a las viejas tácticas de posar para la cámara, para hacerse ver como un ciudadano más: pintan bardas, hacen hamburguesas en cualquier puesto o van de compras al mercado. Pero lo grave comienza cuando parte de este montaje incluye situaciones tan delicadas
como la seguridad. De acuerdo a la Policía Federal, en una información difundida por medios nacionales el pasado 31 de julio, en Querétaro operan al menos tres cárteles del narcotráfico: Los Caballeros Templarios, El Cártel de Sinaloa y La Familia. Y eso mismo recordó ante los medios de comunicación el doctor Raúl Martínez Merling, quien explicó que las estrategias tomadas por el ejecutivo estatal no son las más adecuadas para combatir algo que ya es un hecho. En este sentido señaló cómo el propio secretario de gobierno, Jorge López Portillo, negó que aquí operara el crimen organizado, algo que considera no es lo más adecuado porque la ciudadanía necesita información para poder 37
AMIGOS CON DERECHOS DE AUTOR apoyar al Estado en el combate al crimen organizado. La estrategia de las autoridades se basa en negar un problema y a la par blindar el estado, algo que, se ha demostrado, tampoco sirve, ya que los elementos de seguridad pública se pueden corromper. Martínez Merling aseguró que estos grupos usan la violencia como un negocio y si no actúan la iniciativa privada, los gobiernos y la sociedad de manera unida, seguirá creciendo el control de estos grupos, que ya tienen en su manos el 70 por ciento del territorio nacional. “Siento que el gobierno del estado tendría que motivar la participación en el sentido de qué hacer ante la violencia social”, señaló. Mientras los gobernantes se dediquen a proteger el voto anteponiendo el interés supremo de cuidar la imagen propia y la del partido en turno, los ciudadanos seguirán viviendo en una ignorancia que los mantiene inmovilizados ante la violencia que ya se vive en el estado, como menciona el propio investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro “Hay muestras de botón: mujeres levantadas, migrantes desaparecidos, secuestros, laboratorios de procesamiento de narcóticos; es decir, todos esos son indicadores de los riesgos bajo los que está el estado de Querétaro”, aseguró. Basta ejemplificar lo que reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), con base en cifras al 26 de julio de 2012, donde asegura que Querétaro tuvo un total de 112 homicidios, lo que implica un aumento de poco más de 100 por ciento respecto a la cifra de 2007, cuando se reportaron 55 crímenes en la misma entidad. 38
“Las cifras se derivan de la información sobre las estadísticas vitales captadas de los registros administrativos generados por las entidades federativas, básicamente de defunciones accidentales y violentas”, señaló el documento. Hoy a los gobernantes no les interesa escuchar a los científicos. Los que ostentan el poder tienen oídos sordos a los estudiosos de los fenómenos sociales y a los generadores de la ciencia aplicada que podría ayudar a obtener un mejor nivel de vida a los ciudadanos. El investigador Alejandro Lozano lo sentenció a inicios de año en una entrevista publicada en el periódico am de Querétaro, donde explicó que sí existen los apoyos para realizar investigación en la academia pero todo ese conocimiento se queda en los libros que nadie lee e incluso a ningún mandatario le interesa consultar. “El sistema de ciencia y tecnología en México es un lujo ¿Por qué? Porque está ahí y publicamos, pero el que toma decisiones no los consideró para informarse y eso siempre nos limita como motor de la sociedad”, aseguró. Se trata, pues, de un conocimiento condenado a quedarse en las aulas, mientras los encargados de implementar políticas públicas se entretienen cuidando el voto. La exigencia como ciudadano es que se brinde información real y suficiente sobre lo que sucede en el estado para que, a partir de ahí, todos tomemos las decisiones más acertadas.
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Hoy a los gobernantes no les interesa escuchar a los científicos. Los que ostentan el poder tienen oídos sordos a los estudiosos de los fenómenos sociales y a los generadores de la ciencia aplicada que podría ayudar a obtener un mejor nivel de vida a los ciudadanos
De: http://www.lanuevacuba.com
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Crónicas Ciudadanas El ajedrez como herramienta de cambio social
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onsciente de que una forma de reconocer la experiencia y participación del otro en eso que llamamos sociedad parte en gran medida de cómo lo pueda describir, validar y entender el propio sujeto, es que me atrevo a emprender el camino de las Crónicas Ciudadanas. Y no podría tener mejor inicio que haber coincidido con una persona, que al igual que aun servidor, le apasiona el gran mundo del Ajedrez. Por eso, en esta ocasión les contaré sobre mi encuentro con Gerardo de la Garza Castañeda, quien es egresado de la Licenciatura en Filosofía de la Universidad Autónoma de Querétaro, entrenador certificado de Ajedrez por parte de la Comisión Nacional del Deporte, arbitro estatal de la Federación Nacional de Ajedrez y Presidente de Club en la Asociación Queretana de Ajedrez de la que también es un actual candidato a Comisario.
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Por: Gonzalo Bárcenas Reyes Gerardo actualmente está dedicado a la enseñanza del ajedrez y a su difusión. La pasión por crear alternativas y resolver problemas es algo que a Gerardo lo mantiene metido de lleno en el tablero. Se confiesa jugador desde los siete años y como muchos que gustamos de esta apasionada actividad, es su padre quien le enseña el juego. Es hasta su etapa de estudiante en el bachillerato que comienza a participar en algunos torneos y después se ve obligado a dejarlo temporalmente debido a una pequeña incursión a los estudios de medicina. No era la vocación de Gerardo ser médico y opta por la filosofía, es en ese momento de su vida donde retoma el camino con destino al Ajedrez. Gerardo me platicó cómo ayudó en la organización y formación de los equipos de ajedrez que representaron a la facultad de Filosofía y de su participación en las “Universiadas” como parte del equipo representativo de la UAQ.
Salpicando Historias La visión de Gerardo sobre las cualidades del Ajedrez es que fomenta el poder de encontrar solución a los problemas y la organización de las ideas.Opina que la relación que guarda el Ajedrez con la Filosofía es la posibilidad de buscar sentido. A Gerardo la palabra ciudadano lo primero que le significa, es la persona que convive y vive en una sociedad dentro de una estructura llamada ciudad, además piensa que es la persona que participa de manera activa en ella. Observa que en la ciudadanía hay mucha apatía y que es eso lo que permite que existan muchas falacias en la estructura sociocultural de nuestro país. No comparte la idea de que sólo una persona pueda cambiar al mundo, pero cree que es posible cambiar a algunas personas; y lo refleja en su trabajo al desear impulsar a sus estudiantes y deportistas mostrándoles un camino lleno de posibilidades combatiendo la opinión de lugar común que se puede hacer sobre el Ajedrez a propósito de su utilidad. El típico ¿y eso para qué sirve? Es por esa razón que como entrenador y miembro de la Asociación Queretana de Ajedrez uno de sus grandes objetivos es que Querétaro destaque a nivel nacional. Algunos de los valores que Gerardo transmite al enseñar son la disciplina, la prudencia, la paciencia y el respeto entre deportistas. Define que el Ajedrez es un juego de estrategia, un deporte, una herramienta didáctica,una herramienta lúdica y es una herramienta complementaria a la formación de la persona. Por estos motivos Gerardo quiere que el Ajedrez sea una materia obligatoria desde la educación básica, me comentó que se ha demostrado que los niños que juegan Ajedrez tienen mayores posibilidades de destacar académicamente y de ayudar a la toma de decisiones en sus vidas.Esto me recordó que el gran maestro del
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Gerardo quiere que el Ajedrez sea una materia obligatoria desde la educación básica, me comentó que se ha demostrado que los niños que juegan Ajedrez tienen mayores posibilidades de destacar académicamente y de ayudar a la toma de decisiones en sus vidas 41
Patos al Agua no 2 Ajedrez, David Bronstein, señaló en alguna oportunidad que el “jugar una partida de ajedrez es pensar, elaborar planes y también tener una pizca de fantasía”. Conforme avanzó mi encuentro con Gerardo también me comentó que en la política falta organización de ideas y planificación concreta de las cosas, herramientas que el Ajedrez les podría proporcionar a los políticos. Gerardo entiende que la política es, o debiera ser, una guía para llevar a la sociedad por buen camino aunque tiene la duda de que realmente lo haga. Gerardo me indicó que una recomendación que les puede hacer a todos aquellos interesados en aprender el juego del Ajedrez es que se sienten enfrente del tablero y se atrevan a explorarlo, investigar los orígenes del juego y bañarse de todo lo que le rodea.Gerardo dijo“en el Ajedrez no se demuestra fuerza física, lo que se demuestra es cabeza, no es un juego para improvisados.” Con este diálogo sostenido con Gerardo comprendo la forma en que el Ajedrez está organizado en Querétaro y que es mediante la participación e iniciativa de los ajedrecistas en sus asociaciones como el deporte-ciencia adquiere su espacio en nuestra ciudad. Gerardo tiene muy claro que el Ajedrez es una herramienta que tiene un enorme potencial para impactar positivamente en la sociedad y con esto colaborar en que las cosas vayan mejor. Por último le pregunté sobre a qué político le gustaría invitar a jugar una partida de Ajedrez, a lo que me comentó que a todos.Así las cosas en las crónicas ciudadanas.
Foto: Janett Juvera Avalos 42
`FUTESES´
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ay varias maneras de medir cómo las personas, conforme crecemos, perdemos sensibilidad ante la injusticia, ante las desigualdades sociales, ante la violencia en la calle y ante otras situaciones que, paradójicamente, nos parecen relevantes. Alarmante. Algo que me parece incluso igual de preocupante, es perder la sensibilidad ante las simplezas de los días, esas que no se han ganado siquiera la etiqueta de situaciones. Nunca me ha interesado cómo se mide esa pérdida de sensibilidad, pero me gusta darme cuenta de que sí sucede. Desde hace varios años trabajo en prepas y universidades como docente; sea cual sea la asignatura, siempre que conozco a un grupo nuevo, antes de presentarnos les pido que compartan algunas ‘insignificancias’ que les gusten o disgusten. Ya sabes, momentos en extremo intrascendentes, de esos que cuesta trabajo encontrar en los rincones del hemisferio izquierdo. La gente más joven, en los primeros semestres de prepa, por ejemplo, responde exquisiteces como odio los bolígrafos sin tapa o me gusta ver a la gente que usa zapatos muy gastados. Por otro lado, quienes cursan el final de licenciatura, cansados de ver cómo la vida los envuelve en rutinas, contestan me gusta caminar en el
AMIGOS CON DERECHOS DE AUTOR
Por: Gabriel Alejandro Medina Aguilar parque con mi familia [¡pfff!]. También para encontrar banalidades se necesita algo de compromiso. Y por supuesto, existen casos fuera de la generalidad, el mundo no está condenado aún. No me considero un especialista en ‘futeses’, pero pienso en ellas en las mañanas y en las noches, no en las tardes. No, en realidad no pienso en ellas, aparecen en esos momentos del día. Podría decir que no se piensan, solo se encuentran, y así como se encuentran se van, sin grabarse en la memoria (más arriba, tardé un buen rato en recordar los ejemplos de alumnos). Como ya está anocheciendo, esperaré a encontrar una para compartirla… Ya está: me gusta hacer percusiones con el garrafón vacío cuando voy a comprar agua. De hecho es la primera ‘futés’ propia que escribo, y no la recordaré hasta que vuelva a leer este texto. En cuanto encuentres una hay que saborearla, catarla, dejarla en la boca y en la cabeza unos minutos, hasta que te provoque una sonrisa; tal vez en unos años ya no lleguen más. Si quieres inspirarte y darte cuenta cómo Jean Pierre Jeunet recicló este recurso en Amèlie, ve a buscar el corto Foutaises: siete minutos de deliciosa trivialidad. Apareció otra: Me gusta encontrar ‘futeses’… 43
EL LIBRERO
Mr Gwyn
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ensar en un escritor que desea dejar de escribir, es como imaginar una planta que en primavera no desea florecer, o como una madre que de pronto desconoce a sus hijos porque se ha cansado de cuidarlos. Mr Gwyn es la historia de un hombre que ya no quiere hacer lo que, a mi parecer, es lo más hermoso del mundo: escribir historias. Cansado de la fama decide abandonar el mundo de la literatura e incursionar en un nuevo trabajo, que muy a su pesar está lejos de no parecerse a lo mismo; ser copista: copista de personas. Envuelto sentimentalmente con una mujer de belleza rara, el autor nos lleva por los pensamientos de tan inusual personaje: encantador, emblemático y hasta cierto punto, romántico chapado a la antigua, con pocas ganas de vivir aventuras pero con pocas ganas también de dejar de ser él: un escritor.
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Por: Mariana Solís Alessandro Baricco, escritor italiano, regala al mundo una novela con un final indescriptible e inimaginable. La descripción sin igual de cada uno de los personajes principales, los detalles que a cada uno le imprimió, hacen de la historia londinense un verdadero deleite para la imaginación y recreación de imágenes mentales Espacios y escenarios con excelente descripción, hacen que el lector experimente emociones con el paso de las páginas: angustia, risa, temor, coraje (mucho coraje), pero sobre todo, intriga. “De todas maneras, durante varios días vivió su vida normal, permitiéndose únicamente de vez en cuando algún pensamiento clandestino… varias veces escribió y reescribió en su mente una breve carta, que pensaba escrita a mano, con caligrafía elegante. Le habría gustado que él supiera
que ella sabía, nada más que eso. Que estaba encantada. A veces pensaba en Doc, y lo bonito que sería explicárselo todo. O lo bonito que sería explicárselo a quien fuera, y un montón de veces” (Baricco. 2011:169) Leía y regresaba las páginas para disfrutar más lentamente de las palabras escritas y codificadas rápidamente por la premura de conocer el final, siempre invitaba a leer un capítulo más, uno más, uno más, hasta terminar con el último de ellos. Recomendable para aquellos que desean leer un texto rápido, sin demasiados laberintos narrativos. Con la emoción de experimentar a un doble narrador que a mitad del libro cambia sin mayor explicación que la de saber que siempre hay más de una persona involucrada en una fascinante historia.
El futuro no es nuestro
EL LIBRERO
Por: Tanya Araujo
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dgar Allan Poe y Horacio Quiroga son algunos de los cuentistas, nos han dicho, obligados. Así que crecí leyendo los de Quiroga pero también los de Gabriel García Márquez, alguno de Borges y otros de Cortázar. Hace algunas semanas, la maestra Yolanda, nos presentó “El futuro no es nuestro”, una compilación de cuentos de escritores latinoamericanos nacidos entre 1970 y 1980. “No son cuentos a los que estamos acostumbrados”, nos advirtió. Y para muestra el primer botón: “Nunca te dejes montar la pata en la escuela” de Armando Luigi Castañeda. Luego, “Niños sandinistas” de Rodrigo Peñalba… Y de ahí un recorrido por las letras de 63 cuentistas de 16 países.
Si usted está casado con el cuento clásico necesitará despojarse de algunas concepciones y abrir los sentidos a las propuestas de los jóvenes escritores que integran la compilación, que nos da un pulso de lo que se escribe en Latinoamérica, donde, dice la maestra, hay más de mil autores, así que ¡empiécele! El título “El futuro no es nuestro”, puede darle una idea de lo que se encontrará en la versión impresa o al teclear la dirección www.piedepagina.com. Lea, disfrute y comparta.
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HISTORIAS DESPALABRADAS
Historias Despalabradas
Ilustraci贸n por: Abril Pegueros
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HISTORIAS DESPALABRADAS
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Ilustraci贸n por: Abril Pegueros
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GLOSARIO
o i r a s o der l n e t a en
par
poles; en Ná a r e p o que o rra Camoo grupo delictivolmente como riña os quia Poder sa colo u . e s ia r n los la luju tambié fútbol ra. ción a e je a d s e n ll li e o c a n c n una tid pelea el par ados e d Salaz que refiere una intaba sus intencio r c s é lu u o o ela Ej. Desdpos estuvieron invsionados. Adjetiv salaz d a d a ir a res le aficion Ej. Su mvio a esa mujer. dejó t e u q a r o camor cuand e d n u f que ia s a se le in o nte de t o i n los ie n r c g r a n p o é t s a. el e que r quie d d o d a a e r n ia n a a c p s n a A n e Im e una perso n no intimid la asusta. d, a p onscie ean. rmeda a de c d lo rod a ie e lt s d f u o a a e n h q F n n e ic , a D uie r, lo na e, rita pertér ascula e de u para q ilment v c c s im e á io f le d o d r v r a ib p terro mantu nte ca es él ean vis accide risol se le, pu mas s a o n ib t r M u r ín e . s t Ej sufrió osia j. Martínató una anosogn. E era des a ocurría que le ué le Pérfidinfiel, traidor. icionar a su mujer q ía d ten al, tra no en Desle ía que b . a d s u it Ej. Davidde su pérfida act a síntom tomas en sín r s a o z i ic t u Somair problemas psíqoluntarios. o v rt cuand nera in gripa Conve a e m d e ó ientos icos d nferm orgán a se e sentim n s a u s m r ó e Ej. Mi h uy triste, somatizsarlos. m expre estaba uede p o n e porqu
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añan comp a e u q creó y Hurí a mujer que Dios res terroristas ismo. du os mb Herm del hin los ho a ia c o n ís e a sas e lo ar hermo una cr n el p del sig n n e s a ú t o g s d e e r . Se s, s eta rrolló a media era Guerra n matan s muje idada a o e s ic s y e u y s a n B rí so desa matan matan s la Prim Las hu ue se que se . ctuale áticos izó en j q a n il , t a s E f s u a a r s r e Arma .S nes lo s gue rma onsigo s suicid Francia a en la ndo c or quie rorista y en fo a r iz p v s il e t t e e u ll XVI en n s s io n se les mbre ue a lo dificac ial; aú rte, se chedu dice q e u as mo u n m Mund u m r e lg a d la a a de nf e con ntes a ra got medio lió triu e e n a c e v o im r s in p aunqu o a. ue la as de aron le paraís mitad s de q decen en el e utiliz ma. e r u a t n a q n á l r a más li e a a t t e ncia d te qu lo, es ayone al sue prome e u . Ej. La batalla, por la pote g e huríes gre ll b ísimas su san ll e b en esa os de odead r e una d as (es t u r f r a que la va person n í ara lle rio de la f a p n a a o io d lo c a C ito. ic cu us e t n ámb e spectá cesta en el d ú e d e n lg n á d a e u t s n o e V Tip otar e que e , vale a) cipal d lengu l show cerse n do y labras ta prin a e a a la is h c d t p r r n e s e a r A e a in es o quie ín al m bailar ero no su cof estaca mia p mejor d e a d e b la ete. s a a a c v r e e A ée la ll se v d . m e e s u a lo a t b a r u a S r Ej. pagar para ve Ej. Mi ba con muchas f a a la pen regres
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POSDATA
P.D.
Salpicando Historias
“Entre los fenómenos que afectan el ámbito de los comunicadores o comunicólogos se encuentran: el papel de la Internet; el uso crítico y racional -o irracional- o la sacralización de la red, que modifica el ritmo de la capacidad informativa y que es para cada uno de los usuarios el sentido, el significado y la presencia íntima de la globalización; la importancia renovada de lo local, porque en épocas de lo global, lo local es el único espacio protagónico de las personas; la sensación de que la cultura definida clásicamente ya no es obligación personal, por incumplible que sea, sino una de las opciones en el tiempo libre. Los cambios tecnológicos son también cambios de mentalidades: las sociedades se reorganizan en torno a métodos nuevos de concebir la acción individual y la colectiva. En unos cuantos años, será preciso asimilar la informática, los satélites de telecomunicaciones, la televisión digital, la tecnología multimedia, la realidad virtual y, por encima de todo, la Internet. A los comunicólogos les toca la interpretación ritual o cotidiana, publicitaria o crítica de las consecuencias de estos fenómenos y de la sociedad de la información en su conjunto. Crece la cantidad y la significación de los comunicólogos que investigan este proceso y deciden el punto de vista de las sociedades, así como se intensifica el número de los dedicados, con interpretaciones elementales y reiterativas, a promover la puerilización cultural.” Carlos Monsiváis
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