Patos al agua 003

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003 n Ăş m e r o

noviembre 2013


http:// www. patos alagua .com


eDiToriAL el resultado, desequilibrios mentales, psicopatologías, insomnio (vigilia permanente o transitoria), desgarros emocionales, inactividad social, procrastinación*, déficit de atención, en fin… Nosotros lo sabemos, para que llevar al abismo estas mentes brillantes que lo único que quieren es comerse el mundo y convertirlo en un lugar mejor.

Tiempo es igual a distancia sobre velocidad. Una de las fórmulas matemáticas básicas en nuestro paso por la universidad; sin embargo despejar este elemento en términos de vida real, ha sido más complejo de lo que esperamos al iniciar este proyecto. Desde luego buscamos las conversiones que nos permitieran reducir la brecha de esta ecuación, multiplicando entonces velocidades por tiempo y luego analizando nuevamente la resultante de distancia. “Cambiar el mundo requiere tiempo, pero esto no lo permite el sistema económico que conocemos…” señala Pep Peragón, en su libro manual práctico para cambiar el mundo (barcelona,2010); sin embargo, disponer de este valioso recurso requiere en primer instancia tener nuestras necesidades básicas satisfechas, y en segundo término, tener un proyecto para salvar el mundo que permita dedicarle las pocas horas del día que queden después de la carga laboral y escolar. Pero, ¿qué sucede cuando hay más de un proyecto?, alguien debería proponer una nueva conversión que permita alcanzar las metas profesionales y personales en un lapso de 24 horas (están chavos… dicen unos. ¡no!) Sin duda más de uno de nuestros lectores y colaboradores (pues ya los consultamos) ha despertado con ese indescriptible sentir que de repente aparece y hace que ese día impulsados por el ferviente deseo de cambiar el mundo tomemos la iniciativa de involucrarnos en un proyecto de este tipo, quizá no para salvar el mundo, tal vez para salvarnos a nosotros; y de repente en nuestra inagotable rebeldía de querer cambiar las cosas, ya estamos en otro proyecto, y en otro…

estamos absolutamente convencidas que la consolidación de este proyecto editorial se logrará en una medida proporcional al bienestar mental de nuestros colaboradores, creadores de historias e artistas. Por esta razón, el comité editorial de PAToS AL AGUA, luego de su último cónclave, donde se puso de manifiesto esta situación, ha decidido implementar una estrategia de periodicidad para este proyecto editorial: ahora el pato será bimestral. El motivo es evidente, a mayor eficiencia de tiempos mayor la calidad de los contenidos y esa inspiración (musa perdida), producirá resultados con calidad acordes a tiempos de producción adecuados. el mundo no se hizo en 2 días, y Patos al Agua, ahora se hará en 2 meses. en esta editorial aprovechamos para compartir la noticia con nuestros seguidores, reiterándoles nuestro compromiso y agradecimiento por la comprensión a este cambio. el éxito de este proyecto es de todos, de los que escribimos, de los que proponemos, de los que armamos, de los que ilustramos, de los que diseñamos, de los que lo compartimos, hagamos de PAToS AL AGUA, el proyecto de nuestras vidas, es cuestión de tiempo, pero también de compromisos profesionales y de nuestras expectativas personales. Gracias a todos los patos que salpican historias a nuestro lado. ATenTAmenTe. Comité editorial Patos al Agua


A L

A G U A +

n o v i e m b r e

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ComitÉ editoriaL MarIaNa solÍs sÁNCHEZ taNYa araUJo sÁNCHEZ JaNEtt JUVEra ÁValos alMa I. M. roJas

amigos Con dereChos DIEGo arMaNDo rIVEra GUIllErMo torrEs D. DIaNa lÓPEZ ENrIQUE saNtaMarÍa DElMa BalBUENa alEJaNDro aParICIo DaNIa MartÍNEZ alarCÓN HEBEr PaCHECo

portada BrENDa roDrIGUEZ

iLustradores

BrENDa roDrIGUEZ IsIs roDrIGUEZ VEo Mostros ÁlVaro tÁPIa HIDalGo Ma. GUaDalUPE olGUÍN CÉsar NaVarrEtE aBrIl PEGUEros NatalIa CarBaJal NaDIa MartÍNEZ alarCÓN MItZI DE los saNtos ... Y los No INsPIraDos DE EstE MEs.

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S U m A r i o + P A T o S



POR: MARIANA SOLÍS/ ILUSTRACIÓN: BRENDA RODRIGUEZ

¿Qué son los sueños?, ¿por qué soñamos?, ¿qué significa ese sueño tan extraño que tuviste? ¿Soñamos al azar o nuestros sueños tienen alguna coincidencia con nuestra realidad? ¿Qué pasa mientras dormimos? Son preguntas que como tú, me hago muchas veces; por eso, consulté a varios expertos para encontrar algunas respuestas, las cuales, te advierto, fueron algo escandalosas. El Mtro. José Oscar Ramírez Ruiz, médico general y maestro en Ciencias de la Salud por el Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explica que “científicamente” los sueños son procesos que nuestro cerebro realiza a la hora de dormir, con el fin de equilibrar nuestros núcleos cerebrales. Normalmente, se asocian con procedimientos fisiológicos que se efectuaron durante el día y es a lo largo del sueño cuando se estructura la memoria, es por eso que se pueden experimentar sensaciones en extremo vívidas. Durante el sueño, dice, se tiene una disminución del estado de conciencia, pero la persona dormida aún es reactivo al medio, es decir lo que sucede a su alrededor aún puede influir. “La conciencia disminuye lo

suficiente para establecer un equilibrio entre los centros neuronales, pero con la capacidad de reaccionar al medio y recuperar el estado de alerta”. Señala que según estudios, el sueño consta de diversas fases. La primera se denomina “sueño de ondas lentas” o bien “NO REM” por sus siglas en inglés, que significan No Rapid Eye Movement. Esta etapa se divide en cuatro estadíos durante los cuales se experimenta un sueño reparador. Cada uno cumple con ciertos parámetros en los que, aparentemente, toda la actividad fisiológica o el metabolismo disminuyen, es ahí cuando el durmiente descansa mejor. La siguiente fase se llama REM y se caracteriza por un movimiento rápido de ojos, incluso se puede visualizar cuando la persona dormida está en esa fase, pues sus párpados se mueven rápidamente y el metabolismo se acelera de forma importante. Ambas duran entre 70 a 100 minutos, pero esto no quiere decir que al finalizar se despierte, sino que se reinician las etapas, con la diferencia de que los estadíos del NO REM se recorren; es decir, la persona dormida pasa del estadío 1 al 3 y 4, y posteriormente del 1 directamente al 4. Esto sucede continuamente hasta que pasen

Hay una serie de sustancias químicas que funcionan como neurotransmisores, los cuales reciben el nombre de: acetilcolina, noradrenalina, serotonina y orexina. Ramírez Ruiz asegura que se encuentran vigentes todo el tiempo en el que la persona está despierta o en vigilia; pero, cuando dormimos, éstas se alternan; esto quiere decir, que nuestro cerebro nunca descansa, aunque no segregue las mismas sustancias todo el tiempo, si lo hace de forma intermitente para que nuestras funciones fisiológicas continúen trabajando. Pero, emocionalmente los sueños no son simples reacciones químicas del cerebro, ni funcionan sólo para equilibrar los núcleos cerebrales. Los sueños tienen una larga tradición metafísica con muchos simbolismos adheridos a diversas culturas. En el psicoanálisis no tienen un significado universal, sino que cada quien le imprime el propio, no hay dos iguales. El Mtro. José Ramón Vega Ávila, catedrático de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y único integrante en la entidad de la Asociación Psicoanalítica Mexicana A.C. (APM) explica que generalmente, los sueños contienen eventos recientes, con imágenes del día o de días pasados y que sujetan la conflictiva psíquica del soñador; esto es, la mezcla entre lo que desea, anhela y tiene prohibido: deseos angustiosos. “Los sueños están tratando –en un mundo onírico (mundo de los sueños)- de realizar deseos que de manera consiente no te atreverías a expresar. Éstos surgen disfrazados, pues al ser deseos reprimidos o

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Dulces sueños

ocho horas (duración del buen dormir), el despertador suene o la persona se despierte por cualquier motivo.


malignos no los atreves a confesar”, comenta. Asegura que entre menos disfrazados se encuentren los deseos reprimidos, los sueños son más nítidos, tienen una coherencia cuando los recuerdas; sin embargo, cuando los deseos son altamente cohibidos, el soñador tiene dificultad para recordarlos, aparecen borrosos, con retazos, como un método de defensa para que la conciencia no los recuerde. Como los sueños son la vía regia al inconsciente, dice, son muy útiles durante el tratamiento psicoanalítico de un paciente, pues ayudan a conocer el conflicto psíquico que tiene; soñar es la forma en cómo el inconsciente se muestra de la manera más profunda y es la oportunidad para tener un mayor contacto con la problemática más íntima. Comúnmente, cuando el paciente relata sus sueños, no encuentra el significado de forma inmediata, es al paso de las sesiones, cuando las temáticas llegan y se recuerda el sueño, cuando se descubre el significado. “Los sueños son una serie de códigos personales que se descifran durante el tratamiento”. Vega Ávila, afirma que cuando el deseo no ha sido bien disfrazado aparece de manera muy clara en el sueño, entonces -como una forma de defensa- se tapa; el soñador no puede recordar qué sueña, pues posiblemente se horrorizaría. Lo mismo pasa con las pesadillas, al no estar disfrazado el deseo aparece la angustia, que son los conflictos consientes del deseo. El especialista tiene formación psicoanalítica en la APM y cuenta con estudios de doctorado en las universidades Autónoma de Madrid y en la Complutense de Madrid. También nos comenta que en la teoría freudiana los sueños son los guardianes del

dormir, del descanso. La función del aparato psíquico es tramitar las descargas de tensión, si ésta se acumula crea angustia, para que la gente pueda dormir es preciso desalojar esta tensión, por eso los sueños fingen realizados los deseos, para seguir durmiendo. “Los sueños son producciones del aparato psíquico cuya función es velar por la estabilidad a través de la realización de deseos vía onírica. Los psicoanalistas, a través de tratamientos, los aprovechan para el esclarecimiento de la conflictiva del paciente. Son como radiografías que te permiten ver el fondo de una persona y que de manera consiente no puede ver”, así los define el Maestro Vega Ávila. Busqué a una tercera persona, otro especialista que tuviera algo distinto que decir, entre la búsqueda encontré al maestro Óscar García Suvieta, quien se dedica a dar cursos de desarrollo humano abarcando las áreas psicológica, metafísica y filosófica. Él comenta que los sueños no son procesos mentales, sino que son la experiencia del alma en otros planos, es decir en la quinta dimensión o en plano astral. Explica que metafísicamente, durante el sueño, el alma pasa a otro plano y se dedica a experimentar ciertas aventuras relacionadas con un bajo y un supra astral. El supra, es la región donde van las almas que llevan una vida mediáticamente bien mental y emocionalmente; y el bajo, se da en regiones moleculares donde van las conciencias que llevan una vida desordenada a nivel mental, emocional, sexual, etc. Estos planos se relacionan directamente con recordar o no lo que sueñas. Si alguien no recuerda sus sueños, según nos dice el maestro Óscar, es porque vive la vida de forma ajetreada, con muchas


Asegura que existen dos tipos de sueños: los objetivos y los subjetivos. Los primeros son proyecciones de la psiquis del sujeto, proyectan lo que uno carga internamente; y son a través de los segundos, como el incognoscible transmite mensajes y el alma recibe una enseñanza superior. Los subjetivos se dividen en proféticos y simbólicos. Los proféticos son aquellos que se cumplen en el plano terrenal al siguiente día, en una semana, en un mes o en un año (en el futuro) y nos avisan de acontecimientos positivos o negativos con la finalidad de que la consciencia se prepare psicológicamente. Los simbólicos son aquellos en los que te encuentras en situaciones desconocidas con matices muy simbólicos; por ejemplo: una persona sueña que está bañándose en un río, si las aguas son negras significa que pronto se enfermará, si son aguas cristalinas, que gozará de buena salud. Para diferenciarlos es muy importante lo que siente el individuo o el sujeto en el sueño. “Para interpretarlos se necesita intuición, el simple intelecto no sirve, y por lo regular las mujeres tienen mayor facilidad para interpretarlos, porque suelen ser más sensibles”. También, García Suvieta afirma que los sueños medularmente expresan cómo es la vida emocional de cada persona, su nivel emocional y el epicentro básico para recordarlos, saber interpretarlos y tener claridad es vivir bien emocionalmente, tener una inteligencia emocional que normalmente

exprese sentimientos positivos y agradables. Es a través de los sueños como se dan muchas sabidurías, comenta. Los sueños son maravillosos pues Dios nos habla a través ellos, siembra su misterio y el hombre debe tener la capacidad de revelarlos. “Los sueños son experiencias psicológicas que nos hablan del nivel emocional de la persona y que nos ayudan muchísimo a conocernos a nosotros mismos y hacer cambios en nuestra manera de pensar, de sentir y de vivir. Son experiencias espirituales y metafísicas donde el creador nos habla, nos educa y nos da una enseñanza para un mejor vivir”, expresa el maestro Óscar García. Después de conocer tres puntos de vista de expertos en la materia, también quisimos saber qué es lo que la gente sueña, hicimos una pequeña encuesta anónima, en donde algunos dormilones nos contaron sus sueños. Estas son las mejores respuestas: Cuéntanos cuál ha sido el sueño más significativo que has tenido. El que más recuerdes o el que más miedo te haya dado. Tú ¿en qué sueñas? (no sueños como sinónimo de ilusión, hablemos de los sueños que tenemos mientras dormimos) • En un harem. • Que me decía que no dejaría a su novia por mí. • Recuerdo uno donde estaba en una ciudad donde solía vivir, pero la ciudad era diferente en mi sueño. Hacían una fiesta típica de ahí en donde se disfrazan de demonios. Había vitrales como en Notre Dame, estaba en el centro de la ciudad con mi familia. • Que estoy con mi papá y me dice que me ama.

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tensiones y distracciones mentales, o bien si tiene pesadillas es porque necesita una purificación anímica. Por otro lado, aquellos que pueden recordar sus sueños y que generalmente son escenas placenteras, en donde se manifiestan valores y virtudes, quiere decir que tiene una buena calidad de alma.


• Que tengo sexo con una o varias mujeres.

• Que me dejaban abandonada en el pueblo de mi papá desde muy pequeña.

• Uno en el cual tenía superpoderes y luchaba contra los “malos” de mi sueño.

• Recuerdo pocos sueños pero, de forma recurrente, sueño que se me caen los dientes en pedacitos y el sueño se vuelve pesadilla porque me resulta muy angustioso. en mis sueños no les veo la cara a los “extras”, es decir hablo, interactúo con desconocidos pero nunca les veo la cara.

• Conocer a justin Bieber. • De muy niña soñé que un ángel y un vampiro luchaban por mí, casi como su lucharan por quién iba a quedarse conmigo. •

Soñé que cuando iba a la primaria unos tigres gobernaban la escuela y mataban a todas las mujeres, al final me metí a un librero y cuando un tigre me descubrió, me desperté. • A las personas queridas que se adelantaron en el camino, volar.

• Los sueños son parte importante de mi vida, en algunos casos me han marcado; como cuando soñé que veía cómo mataban a una amiga por mí. • Soñar con mi pareja. • Plantas que salen de todos lados y todo destruyen e invaden. • Sueño con árboles

• En las estrellas se formaba una familia, la significación fue que definí mi estructura de familia después de mucho tiempo.

• Tengo 18 años escribiendo ocasionalmente (2 o 3 veces al año) lo que sueño. un sueño significativo ha sido el soñar estar atrapado en algún laberinto y encontrar la forma de salir. Un sueño que me ha dado miedo es presenciar un homicidio. Sueños que recuerdo es ver gente que quiero y que ya ha fallecido.

• En caerme de la cama a un precipicio.

• Yo siempre sueño que soy asesinada al ejercer el periodismo.

• Mi sueño más frecuente era en mi escuela primaria y yo corría hasta brincar una barda.

• Que mi padre está vivo. • ¡El sueño que más frustración me da es estar encuerada conviviendo con un grupo de personas y ellos como sin nada o también me pasa mucho que voy a algún lado con falda o a la playa y no estoy depilada! • El que me invita a ser mucho más sana y que nunca llego a realizar, ese me marca pues cada despertar es “si” y al final del día es “igual mañana”. • Que rechazo una y otra vez a mi ex.

• Quedarme dormido mientras voy manejando y caigo a un barranco. • La muerte de un familiar. • Estando en una constructura salvo el bebé de alguien. Y tú, ¿qué sueñas?


‘Peace and love’ POR: tanya araujo sánchez/ ILUSTRACIÓN: isis rodriguez

“Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados…”

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Martin Luther King


Un cliché. Un lugar común que – igual que el sentido- es el menos común. Un anhelo compartido. Presente en los discursos de reinas de belleza, líderes políticos y espirituales, jóvenes, mujeres, niños, adultos mayores… todos. Y sin embargo, en el afán de alcanzarla, la humanidad ha justificado levantamientos, conflictos, invasiones, muertes... La Primera Guerra Mundial, la Segunda, la Francesa, la Rusa, la Fría, Vietnam, Irak, la guerra contra el terrorismo y, más cercana, la guerra contra el narcotráfico. ¿Qué parte es la que falla si todos soñamos con alcanzar la paz? No muy lejos de esos discursos, Omar, un estudiante de Ciencias Sociales, dice que sueña un mundo empático antes que tolerante porque “la tolerancia raya en el desacuerdo y la empatía conecta los aspectos positivos anímicos antes que cualquier otra cosa, los vincula y fortalece porque proviene de una creencia y una emoción”. Sueña, también, con un mundo donde las personas se preocupan por recrearse, pues la recreación alegra, fortalece y reafirma a quien la practica: “alguien con estas características es feliz y productiva en todo sentido. Una sociedad que tiene como principios la empatía y la recreación, no puede ser mala”. Erika, una psicóloga de Guanajuato, sueña con países donde se fomente la comunicación y “exista un lugar para un abrazo, para la conciencia social de saber que ante el maravilloso regalo de la vida tienes el compromiso

“¡Justicia!, Para los más vu la merecen, para los q verdaderos castigos pa como ser humano, par de retribuir de la manera que sea a la humanidad, a través de tu trabajo, tu familia, lo que te gusta hacer. Quisiera que todos tuviéramos la capacidad de crear vínculos emocionales más íntimos que nos permitan estar más erca de lo que le pasa a la humanidad. Que el desarrollo tecnológico no nos aleje cada vez más”. Pamela es ingeniero y dice que anhela un crecimiento del país en los ámbitos cultural, educativo y tecnológico sin perder nuestras raíces. Con un mundo donde los países “se enriquezcan unos a otros y haya un equilibrio mundial económico y cultural. Conservar la autonomía pero buscar más respeto y solidaridad. Fuera tabúes, etiquetas, y toda esa porquería con la que crecemos creyendo que hay diferencias, de raza, de posición, de género, culto, etcétera. Quitar las barreras que nos impiden el crecimiento constante como persona, pues eso ayuda al crecimiento del otro y del mundo”. “¡Justicia!”, me grita mi amiga Alejandra cuando le pregunto qué sueña para el mundo. “Para los más vulnerables, para los que la merecen, para los que no pueden hablar y verdaderos castigos para los que no actúan como ser humano, para los malos “líderes”... Anhelo igualdad de


oportunidades, salarios más justos y jefes conscientes; trabajadores activos que defiendan sus derechos... Sueño con sociedades organizadas, ávidas de ayudar y jalar parejo... Una humanidad tolerante, informada y respetuosa, los ideales difícilmente serán los mismos cuando unos tienen infinita fortuna y muchos más no tienen nada... sueño con que el dinero tenga menos valor y las buenas acciones para nosotros y los que nos rodean sea primordial... pienso en padres y madres responsables y amorosos. En hombres y mujeres menos egoístas, pero sobre todo sin miedo y sin pasividad para luchar por sus sueños”. “Sonará un poco romántico, sin embargo, quisiera ver una distribución equitativa de la economía no sólo en México… y que la educación sea de calidad…”, dice Eric, un politólogo de Toluca. Víctor es un matemático de Querétaro y también sueña con igualdad financiera y de opinión “que todos tengamos alimento, vestido y vivienda; igualdad de opinión, que la voz de todos sea escuchada; que no existan personas que se sientan superiores a otras; me gustaría ver una realidad donde no existan personas que se mueran de hambre…”

Pero hay también quienes dejaron de soñar, quienes se dejaron infectar por el pesimismo que recorre el país, como afirma Denise Dresser. “Creo q ya no hay remedio para este mundo, las cosas son cada vez peores, cada vez hay más pobres, guerras, enfermedades, una desigualdad social inmensa. Los niños conocen la maldad a muy temprana edad y todo por la SEP (Televisa) que domina México, es la que educa a las nuevas generaciones con sus programas nefastos…”, contesta Miguel, un contador que radica en el Distrito Federal. A diferencia de Miguel, creo -igual que Denise y que Margarte Mead- que un pequeño grupo de ciudadanos pensantes puede lograr cosas extraordinarias cuando pasan a la acción, cuando hacen todo para que la esperanza del ‘peace and love’ deje de ser parte de un discurso. Sé que hay muchos que creen, como yo. Multipliquémoslo. Porque, como decía Abraham Lincoln en 1863, somos nosotros, los vivos, los que “debemos consagrarnos aquí a la tarea inconclusa que, aquellos que aquí lucharon, hicieron avanzar tanto y tan noblemente. Somos más bien los vivos los que debemos consagrarnos aquí a la gran tarea que aún resta ante nosotros: que, de estos muertos a los que honramos, tomemos una devoción incrementada a la causa por la que ellos dieron hasta la última medida completa de celo. Que resolvamos aquí, firmemente, que estos muertos no habrán dado su vida en vano”.

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ulnerables, para los que que no pueden hablar y ara los que no actúan ra los malos “líderes”...


el patito feo

“Dicen qu


ue si levantas una piedra en México,

encuentras a un luchador” Pancho Pantera

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Por: taNYa araUJo/ FotoGraFÍa: JaNEtt JUVEra


“Soy rudo porque somos los que le ponemos sabor al caldo”, dice Marco Antonio Hernández Sierra, mejor conocido como Pancho Pantera. Un aficionado a la lucha libre. Animador. Actor. Contador. Comunicólogo. ¡Catequista! Esposo y padre de dos niñas. La primera vez que oí hablar de él fue también la primera ocasión que fui a la Arena Querétaro a una función de lucha libre. Me había invitado un buen amigo periodista. Había políticos, futbolistas, extranjeros…familias completas. En las gradas pude ver a un hombre moreno de

siempre”, dice orgulloso mientras muestra sus máscaras autografiadas, revistas de lucha libre y fotos con figuras de este deporte, las cuales ha ido coleccionando por casi 30 años. “A los 9 era tan fanático que ya grababa las peleas en formato beta para poder verlas después”, comenta. Empezó a ver las funciones de lucha en un canal de Guadalajara que se transmitía por el sistema de cable, antes del boom en televisión abierta. “Me sedujo ver en las peleas ‘los malos contra los buenos’”; Canek, Blue Panter, El Hijo del Santo, Mil máscaras…y luego Rayo de Jalisco Jr., Cien Caras y otros luchadores de la década de los noventa se fueron convirtiendo en sus ídolos. “Fue en esa época cuando me animé a ir al Auditorio Arteaga y a la Arena Querétaro, en 2001”, recuerda.

“¡Chicharrón con pelos, chicharrón con pelos, uhhh, aaah, uuuh, aaaah, rudos, rudos, ra ra ra, rudos, rudos, ra ra ra!”. unos 30 años, con un sombrero negro al estilo de un cantante de música grupera, un tambor y una camiseta roja que en el pecho tenía una pantera, imagen de una compañía ‘chocomilera’. “Es todo un personaje”, me dijo mi colega en ese momento. Y lo es. Cinco años después, compartió su historia en su casa, en medio de la fiesta por el cumpleaños de su hija mayor, María. Cualquiera que haya tecleado www.haciendolalucha.com.mx o haya acudido a una función de lucha a la Arena Querétaro o al Auditorio Arteaga sabrá de quién hablo. “Pancho Pantera” nació un 21 de mayo de 1976. “Soy queretano de

“Me sentaba con la porra ruda; mi tío ‘Tobby’ era uno de los líderes de la porra del mercado Escobedo, era una porra sui generis porque iban como 40 o 50 personas a las luchas, llevaban mariachi, músicos y también iban al futbol”. Su personaje empezó cuando su primo Ricardo, en un homenaje a su tío Tobby en las luchas, titubeó al gritarle “Pancho Pantera” en lugar de “Pancho Barraza”, pues Marco Antonio portaba un sombrero negro vaquero, que no ha dejado de usar cada vez que acude a poner ambiente en las funciones de lucha libre. El tambor llegó después: “había un señor que andaba con la porra de los técnicos que

traía un tambor, cuando dejó de ir me dijo que yo merecía llevar el tambor. ‘Porque tú amas la lucha libre y te lo mereces, para que eches relajo’, me dijo, y me quedé con él como por el 2002”, relata. Hoy, efectivamente, Pacho Pantera es uno de los que ‘le pone sabor al caldo’, como se lo han reconocido muchos luchadores, porque gracias a aficionados como él, la lucha libre sigue viva. “Mucha gente dice que es mentira, que son payasos, pero entre más conozco la lucha libre más me encanta. Conoces el ambiente, en todos lados es bueno o malo y es el segundo deporte más importante que hay en México; dicen que si levantas una piedra encuentras un luchador”. “La Contabilidad me da de comer pero la Comunicación me da vida” Estudió Ciencias de la Comunicación y Contabilidad, es dueño de un despacho contable al lado de sus hermanas. Dice que la Contabilidad le da de comer pero la Comunicación le da vida. Su pasión por la lucha libre lo ha llevado a impulsar diversas iniciativas para preservarla. Desde hace cinco años graba el programa “Haciendo la lucha” que se ha transmitido en canales locales y por internet, y desde hace año y medio creó una página web con el mismo nombre en la que ofrece noticias y entrevistas sobre lucha libre local, nacional e internacional; sin embargo, expresa que lo más importante para que la lucha persista es pagar un boleto, invitar a la familia, comprar un souvenir y apoyar a los luchadores. “Hay aficionados que gastan en un boleto de tres mil pesos para la WWE y no


“Yo respeto mucho a los luchadores”, contesta cuando le pregunto si alguna vez quiso ser luchador. “Sí he tenido la intención de subirme una vez para saber qué se siente. Me subo, me parten mi madre y me bajo, porque yo sé que a más de alguno le gustaría darme un golpe”. El Dr. Wagner fue uno de los que no se quedó con las ganas. “Le gritaba que era malo, que no me gustaba su forma de luchar” y le estrelló el tambor en la cabeza que “me hizo ver estrellitas”. Pacho Pantera se retiró cerca de cinco meses luego de incidente, pero no pudo permanecer lejos de la Arena. Hoy son buenos amigos abajo del ring. Desde hace 20 años, Ana Lidia, su ahora esposa, lo ha acompañado en su afición y sus múltiples proyectos en la lucha libre. Hace tres años se convirtieron en padres de María y Luz, de 12 y siete años, respectivamente. “Conocí a mi esposa en la misión de Maconí en San Joaquín, éramos catequistas. Cumplimos 13 años de casados y luego de dos legrados decidimos ya no tener hijos e irnos por la vía de la adopción. En 2008 iniciamos los trámites. Yo sabía que eran niñas y siempre pensaba que las llevaría a clases de piano o de ballet, pero un día las llevé a las luchas y les encantaron. Ellas son las fans más importantes de

Pancho Pantera. Entran conmigo, traen su sombrerito también, la más chiquita ya se sabe los nombres de los luchadores”, relata mientras poco a poco llegan los invitados a la fiesta de su hija María. Hace cinco años también inició su faceta como actor en La Casona del Árbol, donde ha presentado las “partoreluchas”. Hace sketches de corte social en escuelas a través del “Teatro escolar”, contratados por dependencias gubernamentales, en los que aborda temáticas como bullying, violencia intrafamiliar, embarazo adolescente, entre otras. “Hay gente que piensa que siempre estoy en el relajo; me divierte ser el malo de la Arena de Querétaro, hacer el personaje, pero fuera de eso soy totalmente distinto”. Luego de estos años de afición, reconoce que ha tenido que invertir en la lucha libre pero eso también le ha dejado amigos, ahijados y compadres luchadores, así como la satisfacción de conocer a ídolos como Súper Porky, Cien Caras, Villano Tercero, Príncipe Valiente, Crazy Boy, Fray Tormenta, Juventud Guerrera, El Hijo del Pantera… incluso a aquellos que migraron a la lucha de Estados Unidos: Rey Misterio, Místico y Alberto del Río. “No me lo vas a creer pero hay gente que me pide fotos y autógrafos, gente que me dice que la Arena se ve diferente si estoy o no”. Comprobarlo es fácil. ¡Vamos a la Arena! Ahí, en cada función se puede ver a Pancho Pantera gritando con la porra ruda “¡Chicharrón con pelos, chicharrón con pelos, uhhh, aaah, uuuh, aaaah, rudos, rudos, ra ra ra, rudos, rudos, ra ra ra!”.

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quieren gastar 150 para ver luchadores que tienen, incluso, más nivel aquí en México” Yo reto, dice a los escépticos, a subirse a un ring “que trate por lo menos, correr dos minutos. Que vaya, sienta los golpes, si pueden aventarse un mortal hacia el frente, hacia atrás, hacer un llave…”


Amigos con derechos...


...de autor



Impuestos a la Mexicana POR: GUILLERMO TORRES/ ILUSTRACIÓN: VEO MOSTROS

El tema del pago de impuestos es de medular importancia: gracias a ellos, se puede financiar el desarrollo de un país en todos los aspectos: económico, social, cultural, político, democrático. Su eficaz recaudación y administración garantizan un crecimiento igualitario de la sociedad en su conjunto, y sientan las bases para que cada individuo desarrolle sus propias potencialidades. En México sin embargo, la cuestión tributaria está llena de claroscuros que impiden materializar ese desarrollo y crecimiento. Poner de manifiesto las vicisitudes que caracterizan el pago y recaudación de impuestos a la mexicana y que su entendimiento coadyuve a formar una visión crítica de las acciones que se tomen en esta materia, es el objetivo del presente artículo.

El relato. Los relatos. México es un país de contradicciones. Estas contradicciones se traducen en inequidades e injusticias cotidianas. Relatos de inequidad e injusticia se presentan en cualquier aspecto de nuestra vida diaria; el tema de los impuestos no es la excepción. Relato 3 casos. I. Mi papá ha trabajado prácticamente toda su vida. Tuvo la oportunidad de estudiar una carrera, desde sus años de estudiante repartía su día entre sus estudios en el Poli y algún trabajo de medio tiempo que le acomodara. Gracias a esa oportunidad, a su esfuerzo y otra serie de combinaciones más o menos casuísticas, él puede disfrutar hoy de una vida medianamente libre de

preocupaciones. Como muchos, pasa por lo menos un tercio de su jornada diaria trabajando, desempeñando una labor lícita y formal. Contribuye al desarrollo del país, no solo figuradamente por el desempeño de un trabajo socialmente útil , sino también materialmente pagando impuestos por el producto de su trabajo (su sueldo). La ley así lo dispone y a eso lo obliga . Es así que mi papá, al igual que muchos otros, también ve descontado –quincena a quincena- la tercera parte de sus ingresos lícitamente obtenidos. Sí, la tercera parte. ¿A dónde va a parar ese dinero? Por ley, su patrón debe retenérselo y pagarlo (enterarlo) a la autoridad fiscal . Desde luego, él no opone resistencia; tal vez no le queda de otra, pues su patrón se lo descuenta

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El pago de impuestos en México es una muestra más de las contradicciones e inequidades que vivimos a diario en nuestro país.


en automático (evadir impuestos es un delito, retenerlos y no enterarlos también lo es). La propia Constitución señala que los impuestos recaudados se destinan a cubrir los gastos públicos, esto es, la satisfacción de las necesidades colectivas y la provisión de servicios públicos . Parece justo el trato, pero no deja de asombrar el hecho de que el gobierno se embolse, anualmente, el equivalente a casi 4 meses de sueldo de mi papá. II. Mi papá tiene un vecino. Llegó al fraccionamiento hace un par de años. Vive en una casa igual a la suya. Al parecer no tiene un empleo formal; en cambio, siempre anda cambiando de carro. De carros, pues al parecer tiene muchos. Resulta que los vende. Va todos los domingos al tianguis de la ciudad a ofertar los modelos que la semana anterior adquirió. Le va muy bien, pues de tener apenas un modesto automóvil, ahora

negocia varios a la vez, y cada vez de mejor marca. Un día, platicando mi papá con él, se dio cuenta que, en medio domingo de ‘bisne’, su vecino “junta” libremente lo mismo que él gana durante una semana, sin contar el tercio de su salario que le descuentan por impuestos. Como mi papá, su vecino vive bien, libre de preocupaciones. También obtiene ingresos por su “ocupación”, mismos que, como en el caso de mi papá, están sujetos al pago de impuestos. A diferencia de mi papá, pero igual que muchos otros ciudadanos, no paga ni un solo peso de impuestos. Hasta la fecha, no hay quien lo moleste en lo más mínimo por esa situación.

dispuso la extensión de un “beneficio” otorgado por un Decreto presidencial de 2008. ¿En qué consiste el beneficio del Decreto en cuestión? Primero, en que se condonaron los impuestos adeudados por las Entidades federativas y Municipios (incluyendo el Distrito Federal) de 2005 y anteriores. Segundo, en que el impuesto que los Estados y Municipios deberían retener a sus trabajadores por los ingresos que perciben de ellos (sus sueldos), no los enteren a la autoridad fiscal –única y legítima “perceptora” de dichos recursos- y en cambio se lo queden y hagan libre uso del mismo, a su leal saber y entender. ¿ Q u é implica ello? Dos cosas: uno, que los impuestos, cuya única finalidad es la satisfacción de las necesidades colectivas, pueden ser manejados arbitrariamente y al antojo del gobernador o presidente municipal en turno, y dos, que la impunidad en México es redimida por la propia ley.

No se tiene una cifra exacta de lo que, en términos reales, este “beneficio” se traduciría para las arcas públicas

III. Hace algunos d í a s e n v í e un correo electrónico a mis papás. Lo que les mandé lo supe por una conferencia a la que había ido unos días antes. ¿Cómo es posible que me enterara hasta mediados de año? ¡Si siempre escucho el noticiario! La verdad es que sentí vergüenza. La noticia me escandalizó, por decir lo menos. Lo cierto es que estaba perplejo, y eso que a estas alturas ya no es tan fácil sorprenderse, pues nuestra capacidad para hacerlo está a niveles ‘inasombrables’. Al leer mi correo, también mis padres se conmocionaron. El asunto del correo: #Yocontribuyente. Un grupo de ciudadanos interpusieron un amparo, y están buscando la difusión de su acción mediante ese hashtag que desde febrero circula por internet . Resulta que, en la Ley de Ingresos de la Federación de 2013, en su artículo 9º, último párrafo, el gobierno

No se tiene una cifra exacta de lo que, en términos reales, este “beneficio” se traduciría para las arcas públicas; sin embargo, una cifra del diario Reforma estima que el gobierno federal ha dejado de recaudar, por este concepto, aproximadamente 13 mil millones de pesos los últimos cuatro años. Lo cierto es que ni el propio gobierno tiene la cifra exacta del dinero de los mexicanos que regaló. La situación se agrava ya que para el año 2014 también se otorga una nueva condonación. Que no nos sorprenda que, con esos ‘regalos’ que se hacen mutuamente los


políticos, múltiples estados y municipios enfrenten problemas de endeudamiento, mismo que, sí, pensaron bien, terminaremos pagando los propios ciudadanos. Los relatos están ahí.

Lo “informal”, lo legal y lo justo. ¿Qué quiero poner de manifiesto con lo que señalo anteriormente? Que en nuestro país, lo que para unos se castiga de manera avasalladora, inexorable y desmesurada, para otros se premia y festeja graciosa y cínicamente. Lo que para unos se persigue y cobra implacablemente, para otros se permite libre y arbitrariamente. Es verdaderamente contradictorio que el gobierno, para ciertos ciudadanos –los contribuyentes “cautivos”despliegue una lucha sin cuartel, mientras que para otros –los no contribuyentes- se limite a un dejar hacer y dejar pasar, es decir, a una pasividad absoluta. Lo anterior nos lleva a pensar, en derecho, ¿una misma norma puede ser para unos y no ser para otros? En México, desgraciadamente sí. Ese es el pago de impuestos a la mexicana. Desde nuestro particular punto de vista, son tres las causas que originan que en nuestro país exista esta dicotomía en el pago y recaudación de impuestos: la informalidad, la inaplicación de la ley y la inequidad tributaria. Todo esto, a su vez, se puede traducir en una sola cuestión: la falta de cultura, lo que a la par implica otras connotaciones. México puede presumir de ser uno de los países que, de América Latina y de la Organización para la Cooperación y el

Desarrollo Económicos (OCDE) reacuda menos impuestos. La baja recaudación se explica – desde nuestra perspectivaen base a las condiciones señaladas. Vayamos por partes.

cuestión de convicción o libre elección, sino de propia supervivencia. Si una persona no tuvo acceso a educación, salud, desarrollo y oportunidades de vida, muy difícilmente podrá incorporarse a un mercado laboral o de negocios cada vez más competido y segregante. Incluso contando con todos aquellos elementos, puede no encontrar forma u oportunidad alguna de desarrollarse. Esa marginación sin duda trastoca la subsistencia misma de la persona y de las que de ella dependen, por lo que se ve orillada a

México puede presumir de ser uno de los países que, de América Latina y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) reacuda menos impuestos.

I. De acuerdo con datos del INEGI, hasta agosto de 2013, 60% de la población económicamente activa se ubica en la “informalidad” laboral . Algunas cifras indican que la economía “informal” representa el 15% del Producto Interno Bruto del país, con ingresos cercanos a los 120 mil millones de dólares anuales . Esto significa que cada año, ese sector de la economía deja de pagar impuestos en varios miles de millones de pesos. Una primera acotación: en México hay que empezar a llamar a las cosas por su nombre, y lo que rimbombantemente llamamos “informalidad”, no es más que la pura y simple ilegalidad. La informalidad es pues, la ocupación y empleo al margen de la ley; el desarrollo de actividades económicas generadores de bienes y servicios que operan arbitrariamente y que no pagan un solo peso de impuestos. En suma, la informalidad no contribuye –literalmente- al desarrollo del país. Desde luego, la informalidad trasciende en muchos casos el tema fiscal, pues es reflejo de la desigualdad y la falta de oportunidades en el país. Es innegable que la informalidad en múltiples ocasiones no es


ocuparse en cualquier tipo de actividad que sofoquen, en cualquier medida, su agobiante situación aun cuando sea al margen de la ley. Esta informalidad sin duda es un tema pendiente dentro de las políticas públicas de nuestro país, que implica necesariamente el mejoramiento de la calidad de vida de la población marginada, mismo que para llevarse a cabo depende – paradójicamente- de los impuestos que el propio gobierno recaude. Sin embargo, la informalidad también se ha convertido en un verdadero negocio para muchas personas que, amparadas en la corrupción y la opacidad gubernamentales, han constituido verdaderas mafias que lastiman a la economía y no contribuyen al desarrollo del país ni al de sus propios miembros; éstos, habiendo satisfecho sus necesidades económicas del momento, acrecientan su poder económico e influencia al grado tal que constituyen verdaderos emporios y redes operativas. En el camino, destruyen empleos y negocios legamente establecidos, creando competencias desleales y no pagando un solo centavo de impuestos. Sus partícipes, no obstante, continúan siendo marginados de la seguridad social, del sistema financiero e incluso del desarrollo de la sociedad misma. Con todo ello, este tipo de informalidad sí que se beneficia de otros aspectos, tales como la educación, la infraestructura, los servicios públicos, la seguridad pública o incluso las mejoras

que los empleos o negocios formales han generado, sin haber contribuido ni un ápice para ello. En suma, la informalidad implica, al menos en primera instancia, una cuestión de legalidad. Sin embargo, también trasciende a muchos otros aspectos además del legal y el tributario, ya que es una muestra de las contradicciones que a diario observamos en nuestro país. Por necesidad o ambición, la informalidad crece exponencialmente. Empero, la realidad es que el sector informal no colabora ni contribuye a la satisfacción de las necesidades de la sociedad de la cual es parte, y en cambio va creando pasivos sociales cada vez más difíciles de superar. El eficaz combate por parte del gobierno, orientado a su reencauzamiento, así como a la eliminación de las causas que lo originan, se traducirán en la verdadera participación de todos los mexicanos en la contribución y construcción de un mejor país. Mientras ello no suceda, todo el peso y costo que implica el desarrollo nacional seguirá recayendo –lamentablementeen forma única y exclusiva en aquellos ciudadanos del sector “formal”, es decir, los que sí cumplen con la ley, no solo por obligación, sino también por convicción.

la informalidad implica, al menos en primera instancia, una cuestión de legalidad

II. La informalidad implica dos géneros de sujetos: quienes –se insiste- por auténtica necesidad o por decidida ambición actúan al margen de la ley y evaden el pago de impuestos, así como quienes son permisivos y pasivos frente a este fenómeno. Lo anterior nos lleva a un nuevo punto del problema: la inaplicabilidad de la ley. En México, la ley se aplica, sí, pero


Aun cuando la autoridad fiscal cuenta con un sinnúmero de herramientas legales a su alcance para garantizar una recaudación eficaz de impuestos, las mismas solamente se ejercen en perjuicio de un pequeño puñado de contribuyentes cautivos; aquellos que, actuando o buscando actuar con apego a la ley, contribuyen al desarrollo del país, generan empleos, fomentan el desarrollo individual y colectivo, promueven inversiones, propician la competitividad e impulsan la economía o la innovación; no obstante ello, a la vez son constantemente objeto de molestias por parte de la autoridad fiscal. En sus casos, la aplicación de las normas tributarias es desmesurada, autoritaria, sin margen alguno para la ponderación de los daños efectuados a la persona objeto de sanción, y en múltiples ocasiones con afectaciones a terceros que dependen del contribuyente, desde su familia hasta sus empleados, clientes o proveedores. La actuación de la autoridad, en consecuencia,

conlleva innumerables casos de abusos y franca violación de los derechos de los pagadores de impuestos que se presentan en aplicación de la ley tributaria. Esta actuación inquisitorial de las autoridades, aunque “fundada” en la ley, las más de las veces, se traduce en situaciones al margen de la misma. En cambio, aquellos que desde un inicio optaron por el camino de la informalidad o la actuación al margen de la ley, en múltiples casos se empoderan y afianzan en sus prácticas al descubrir que nada ni nadie les causa molestia alguna. Resulta sumamente excepcional y contradictorio dentro de un Estado de Derecho que el gobierno, con el deber de aplicar la ley frente a actos contrarios a la misma, sea un simple espectador de esas arbitrariedades, e incluso cómplice o partícipe de ellas. Desafortunadamente, la pasividad de las autoridades encargadas de recaudar los impuestos en nuestro país cabe dentro de dicha descripción. La permisibilidad y opacidad de la autoridad es desmoralizante para el formal, pero vigorizante para el informal. Pareciera ser que el cumplimiento de una ley se paga caro en México, mientras que su inobservancia y violación hasta se premia. A esto hay que añadir la falta de una aplicación legal estricta que sancione

En sus casos, la aplicación de las normas tributarias es desmesurada, autoritaria, sin margen alguno para la ponderación de los daños efectuados a la persona objeto de sanción.

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no en todos los casos. La vigencia de la ley en nuestro país no está sujeta a estándares de regularidad, uniformidad, igualdad o de generalidad; muchos ciudadanos con ingresos o capacidad para contribuir, no son objeto de su sanción pues la autoridad no hace nada para obligarlos a cumplir con la norma legal. Esta aplicación desigual de la ley es verdaderamente lamentable, pues ello genera, materialmente, inequidades e injusticias.


eficazmente a aquellos servidores públicos que, una vez obtenido el cobro de impuestos, desvían el dinero recaudado para fines diametralmente distintos para los cuales debería aplicarse. La falta de transparencia, la corrupción, la opacidad de las finanzas públicas y la nula rendición de cuentas, se suman a la causa de la aplicación desigualitaria de la ley para todos, pues mientras aquella se impone con extremo rigor frente a los particulares, entre los servidores públicos su aplicación es laxa, aislada o mera represalia política . En suma, mientras la ley no se aplique a todos por igual y con el mismo peso, contundencia y efectividad, el pago de impuestos seguirá siendo cuestión de manifiesta contradicción. III. El hecho de que la aplicación exacta e igualitaria de la ley sea un aliciente para lograr una recaudación eficaz y consistente, no implica de suyo que resuelva en automático el problema. Como lo constatamos en el relato III, incluso la propia ley tributaria es fuente de inequidad en México. Conviene hacer aquí una observación: en

el apartado anterior hacíamos referencia a la aplicación igualitaria de la ley –una aplicación sin distingos, que abarque a todos los ciudadanos con capacidad para contribuiraquí hablamos de que la ley en sí misma sea igualitaria, equitativa, justa. También estos últimos conceptos tienen sus propios matices: la igualdad legal se traduce en un mismo tratamiento normativo para todos los sujetos que se encuentren sujetos a la norma legal; esto es, la ausencia de diferencias o distinciones . La equidad implica que –bajo ciertas condiciones plenamente justificablesse debe otorgar un trato diferente, preferente o desigual a quienes materialmente no se ubican en el mismo plano de igualdad que los demás. Esos tratamientos diferenciales se justifican en la medida en que no se puede aplicar la ley bajo los mismos términos, para aquellos que se encuentran en una situación de desigualdad real. La equidad genera pues, en esa medida, justicia social .

obliga, a los que tienen menos recursos, a pagar más impuestos que aquellos que más tienen, y cuando los tratamientos diferenciales establecidos por ella carecen de justificación o lógica alguna, convirtiéndose en un régimen de excepción para un cierto grupo de contribuyentes, y de desigualdad para el resto de los ciudadanos. Sergio Aguayo expone en una investigación que, entre los años 2000 y 2005, las 50 empresas más grandes de México pagaron por concepto de impuestos 141 pesos al año. El autor contrasta esta cifra para denotar la escandalosa inequidad del sistema tributario mexicano: quien percibe un salario de 10 mil pesos al mes entrega al fisco por Impuesto Sobre la Renta mil 37 pesos, lo que significa que en un solo mes un empleado de clase media paga más impuestos que las principales empresas en cinco años . ¿Recuerdan los 4 meses del sueldo de mi papá que la autoridad se embolsa en forma anual? Así de inaudita e injusta es la realidad.

entre los años 2000 y 2005, las 50 empresas más grandes de México pagaron por concepto de impuestos 141 pesos al año.

Con base en ello, se afirma que un principio básico de una sociedad justa y democrática, es la existencia de equidad, legal y material. En materia de impuestos, desde luego que se proclama –al menos teóricamente- la equidad tributaria, que se circunscribe no solo al principio de igualdad ante la ley, sino a que quienes tengan mayor capacidad económica –mayores ingresosdeben pagar más impuestos que aquellos que tienen menos recursos , y a que las leyes tributarias deben otorgar un trato igual a los iguales y desigual a los desiguales . El problema surge cuando la ley

La ley tributaria contempla un sinfín de beneficios legales sin justificación alguna, que se traducen en tratos preferenciales y beneficios para un reducido y exclusivo número de personas y empresas, pero discriminatorios e inequitativos para la gran mayoría de ciudadanos; ello hace que la carga de impuestos se deposite irremediablemente en los trabajadores, profesionistas y en la clase media, quienes terminan soportando el gasto público de todo un país. En cambio, a 2 mil 911 de aquellas selectas personas y


A esto sumemos el hecho de que la legislación fiscal es rica en complejidades terminológicas y procedimentales, creando un enmarañado de disposiciones de difícil o nula comprensión para el ciudadano de a pie, lo que agrava la situación de desigualdad, pues implica que solo quien tiene los recursos y tiempo para descifrar y aplicar correctamente la ley, se puede beneficiar de ella. Esta realidad la confiesan, incluso, las propias autoridades, pues en una reciente entrevista radiofónica, el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, confirmó que tenemos un régimen fiscal cada vez más “complicado”, donde las grandes injusticias de ese régimen derivan de dichas complicaciones y que solamente quienes tienen los abogados y los contadores pueden aprovechar los beneficios que la ley otorga. Concluye señalando, tajante, que las grandes pérdidas de recaudación, son legales . La inequidad tributaria se traduce – como lo vimos- en inequidades e injusticias materiales que desalientan a los ciudadanos a seguir sometiéndose al pesado yugo de la legalidad, pues piensan –con toda justificación- que de nada sirve cumplir con la ley, si irremediablemente son castigados por su “inexacto” cumplimiento, mientras que por otro lado la propia ley regocija a un pequeño número de ciudadanos que, amparados en la propia inequidad o impunidad legal, continúan actuando sin ningún tapujo, obteniendo todos los beneficios legales posibles, pero sin contribuir con nada a cambio.

¿Reforma fiscal o reforma cultural? Las anteriores consideraciones nos llevan a concluir algo innegable: la cuestión de los impuestos subyace a un tema de cultura: cultura contributiva, cultura de la legalidad, cultura de la transparencia y rendición de cuentas, cultura cívica, cultura democrática. La ilegalidad manifiesta bajo la que se desenvuelve gran parte de la economía en México, sumada a la pasiva y selectiva aplicación de la ley por parte de la autoridad fiscal, nos obliga a concluir que el pago y recaudación de impuestos genera inequidad en nuestro país. Incluso desde la propia ley se convalida la arbitrariedad o se crea la inequidad. Una ley con estas características sólo genera injusticia social y desalienta la formalidad. A ello deben adicionarse la falta de conciencia ciudadana en la importancia del pago de impuestos; su escasa participación en la construcción y el desarrollo democrático del país; los impalpables beneficios de actuar bajo el marco legal, así como la falta de transparencia y rendición de cuentas en el manejo de los recursos públicos obtenidos vía impuestos. Todo esto configura un verdadero escenario que devela un problema estructural inherente a cualquier aspecto de la vida nacional: la cultura de los mexicanos, tanto de ciudadanos como de gobernantes. Lo anterior nos obliga de forma apremiante a replantear el papel que cada actor social debe desempeñar activamente en la solución de este problema; implica una transformación de fondo a la estructura misma del sistema impositivo

de nuestro país, a efecto de construir un verdadero estado democrático de derecho, fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo. Un estado donde todos los ciudadanos participemos activa y conscientemente en el desarrollo de nuestra comunidad y del país, donde paguemos impuestos de acuerdo a nuestras reales posibilidades, donde la ley se aplique irrestrictamente, donde la autoridad garantice el cumplimiento de normas equitativas y justas, donde los funcionarios públicos rindan cuentas de su gestión, donde los servicios públicos sean suficientes y de calidad, donde cada persona pueda desarrollarse libremente. El pasado 8 de septiembre fueron presentadas una serie de iniciativas de reforma a diversas leyes en materia de impuestos –la llamada reforma “social” y hacendaria-; habrá que ver cuál es el resultado material de dichos cambios legales. De antemano podemos anticipar que, si las nuevas leyes tributarias, por más progresivas y adelantadas que sean, se imponen sobre “los de siempre”, se aplican por “los de siempre” y sobre las viejas estructuras “de siempre”, harán que la recaudación y pago de impuestos siga siendo muy a la mexicana. No quiero ser pesimista, solo un optimista con criterio.

tenemos un régimen fiscal cada vez más “complicado”: LUIS VIDEGARAY

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empresas –de un universo de 39 millones y medio de contribuyentes - la autoridad fiscal les haya devueltos en 2011, la cantidad de 219 mil 161 millones 99 mil 700 pesos de impuestos .


No somos huevones, estamos indignados

POR: Diego Armando Rivera/ ILUSTRACIÓN: álvaro tápia hidalgo, título: nueve gritos

¿Necesitamos más señales? Es hora de tomar otro camino, es momento de reencauzar el discurso para lograr que nuestras voces se escuchen en otros lados.

Al grito de “pinches huevones mejor pónganse a estudiar” o bajo el “tuitazo” de “manden a la cárcel a esos angelitos que van destruyendo todo a su paso”; el legítimo derecho a manifestarse ha sido devaluado una y otra vez. El pasado 3 de octubre, el Fisgón, publicó un cartón en el periódico La Jornada que sintetiza de manera clara y precisa lo que ha venido haciendo el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en este país desde que regresó al poder el 1 de diciembre de 2012. La imagen muestra a un trajeado y copetón, que ostenta un notable prendedor del PRI; ahí, el caricaturizado dice textualmente “Claro que no se olvida (el 2 de octubre)… no hemos olvidado como infiltrar,

provocar y reprimir”. Y sí: dan grandes muestras de que no sólo lo recuerdan, sino que lo han perfeccionado. No hay manera de olvidar las interminables barricadas que protegían el Congreso de la Unión, donde el ahora Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, tomó protesta. En la calle los enfrentamientos con la policía aparecieron, casualmente, por primera vez y desde esa ocasión a la fecha, las agresiones, destrucciones y detenciones arbitrarias han sido constantes, ninguna marcha se ha visto libre de este tipo de sucesos. Los medios de comunicación, nacionales y locales (salvo mínimas y notables

excepciones) no se han cansado de repetir una y otra vez los actos violentos cometidos por algunos asistentes a las marchas; dichas notas se acompañan de diversos calificativos negativos contra la marcha. En las redes sociales, quienes se manifiestan en contra, lo hacen metiendo en el mismo cajón de violentos a todos los asistentes y se indignan una y otra vez de que dejen libres a quienes no la debían ni la temían. En la calle los automovilistas y uno que otro paseante solo atinan a lanzar una mentada de madre o en el mejor de los casos a reírse. Para quienes vamos dentro de las marchas es otro mundo aparte, es la


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oportunidad de sacar todo el coraje contenido ante las indignantes aptitudes, actitudes y decisiones de quienes nos gobiernan de cualquiera de los tres niveles de gobierno o alguno de los tres poderes del estado. A este séquito de indignos representantes se suman quienes dirigen los medios de comunicación, que le juegan a los feroces defensores de los pésimos funcionarios públicos. La protesta hoy debe pasar por una de sus etapas de mayor desprestigio, porque mucha gente la rechaza o simplemente la Hoy la batalla debe darse ve como algo desde las ideas. Se deben inservible. La ganar tramos en su terreno, cosa es que esos que se jugar al Caballo de Troya, hacen llamar inmiscuirse donde ellos se “poderes sienten cómodos, llegar a fácticos” están ganando la los oídos y ojos que tienen batalla.

cooptados.

Hoy la batalla debe darse desde las ideas. Se deben ganar tramos en su terreno, jugar al Caballo de Troya, inmiscuirse donde ellos se sienten cómodos, llegar a los oídos y ojos que tienen cooptados. Es necesario que los queretanos y los mexicanos abran los ojos y vean las implicaciones reales en su vida diaria de las decisiones de gobierno y legislativas que se toman todos los días. Hoy ya somos damnificados a consecuencia de los cambios de uso de suelo que se han dado sin cuidado alguno; somos damnificados del sistema para el retiro al

que estamos sometidos todos; del sistema recaudatorio (que no fiscal) que hoy impera y beneficia a los grandes capitales mientras sigue exprimiendo a la clase media. Hoy padecemos el “programa fantasma” de RedQ; la reforma laboral que legaliza la posibilidad de contratar sin necesidad de ofrecer prestaciones a cambio. Tenemos que soportar una reforma educativa que en nada busca atender las necesidades reales de la educación; sino únicamente lograr un mayor control sobre las condiciones laborales de los docentes. Y ahora pretenden que aceptemos, cruzados de brazos, la aplicación de más impuestos a la clase media, la que históricamente ha sostenido a este país; mientras las cúpulas económicas y políticas mantienen y fortalecen sus privilegios. Imagino a un Enrique Peña Nieto tomando decisiones sentado mientras juega Monopoly. Pareciera que de ahí aprendió a llegar al éxito en la medida en que logre la quiebra de los otros habitantes de su mismo país; aprendió que puede cobrar impuestos aunque no se tenga posesión alguna. Los legisladores y gobernantes aceptan gustos las invitaciones a debatir por parte de las cámaras empresariales y hasta se comprometen a abanderar sus consideraciones, pero no pasa lo mismo con los miles de ciudadanos que salen a las calles a manifestar su inconformidad, con esos no hay diálogo, con esos no hay concertación, a esos no se les escucha ni se les ve. ¿Necesitamos más señales? Es hora de tomar otro camino, es momento de reencauzar el discurso para lograr que nuestras voces se escuchen en otros lados.


Ha O Mek Ka

POR: Diana López / ilustraciones: maría guadalupe olguín gonzález

L

a caracola suena a las 7:00 am, y la selva, siempre dinámica, se transforma. Así como las plantas se despiertan de a poco, al ritmo de la danza del rocío y el alba; así los residentes temporales de Ha O Mek Ka se desperezan y comienzan su trajinar diario. Todos estamos allí por alguna

razón, incluso si lo negamos. Yo fui a encontrarme a mi misma, a alejarme de todo y al mismo tiempo a acercarme a todo. El río, el pasto mojado, la tierra en mis manos. Los corazones de los hombres y mujeres conviviendo bajo un mismo lugar, compartiendo los alimentos, las horas de la siembra y el barro...

El barro. Cuántas horas pasé buscando la tierra perfecta, el color idóneo, la humedad correcta. Cuántos días secándola, machacándola, dividiéndola y asignándola a diferentes usos. La mayor parte de la tierra se destinaría a los vasos y platos, utensilios necesarios en la comunidad; pero la más especial, mi

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Y entonces labré la tierra y sembré maíz y frijol. Clavé y pinté, cociné y serví; y finalmente hice mi propia taza, mi atrapa-sueňos: creé algo.



Y entonces labré la tierra y sembré maíz y frijol. Clavé y pinté, cociné y serví; y finalmente hice mi propia taza, mi atrapasueňos: creé algo. Y cada día iniciaba muy temprano y terminaba cuando el sol se ponía. Sin relojes, internet, teléfono o cualquier otra de las maravillas modernas; terminaban nuestras faenas y entonces nos reuníamos a cantar y tocar al lado del río; o leer y conversar en la sala común; o incluso ver proyectada alguna película vieja propiedad de Philippe, el residente temporal más viejo y más amable que

conocí. ¡Un quebecois con la sonrisa más pura y desdentada que he visto en mi vida, y una palabra sabia oculta tras una grosería! Y los días pasaron, y mi corazón, acostumbrado a la rapidez y ritmo frenético de la ciudad, se volvió manso y tranquilo. Más paciente...me gusta pensar que un poco más sabio también. Me sentí feliz por haber dejado los zapatos de lado, por acostumbrarme a las piedras y al camino, y a ver en la oscuridad. Por levantarme sin tener que verme al espejo y recibir y dar más de 10 abrazos al día. No hubo nada extraordinario, nada mágico ni especial. Simplemente enfrenté al silencio y lo hice mío; descubrí las recompensas del trabajo físico y a vivir sencillamente. Todo eso, tan fácil y cercano a todos, es para mí el paraíso en la tierra.

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particular favorita, sería para figurillas y objetos que alegran el alma. Qué paciencia demuestran los alfareros, carpinteros y labradores que, haciendo uso de su fuerza y habilidad física, crean belleza de los objetos más cotidianos. Qué envidia experimenté durante mis primeros días en la comunidad, pues a mi parecer, ellos podían hacer cosas útiles, mientras que mis talentos permanecían en el mundo de las ideas.



Amanda Por: enrique santamaría / ILUSTRACIÓN: CESAR NAVARRETE

Por ello se dio cuenta de su interminable labor titánica al leer y releer esas palabras. Qué decepción. Incluso en aquella época ni los más grandes pensadores escapaban al germen vilipendioso del poderío masculino. Entonces ya no era hoy, ni mañana: tenía que abarcar todo: tenía que extenderse más allá de los ridículos confines de su realidad inmediata: tenía que librarse de sus cadenas temporales y alcanzar el pasado. Era una heroína, como pocas, del tiempo y el espacio.

Era su responsabilidad hacer cambiar al ejército misógino que se había enterrado en el alma cavernícola de todos los pequeños seres no-pensantes, flojos y ridículamente idiotas, amamantados por la televisión y la desinformación; pequeñas entidades serenas e inmersas en cavernas con apenas un ojo abierto (que lo usaban, como lo habían hecho desde que comenzaron a escribir sus patéticos intentos de filosofía e historia, para apreciar vilmente todas esas pruebas infames de fuerza y habilidad que sólo eran pertinentes para esa pequeña inmensidad de individuos corruptos y volátiles, con una fuerza mental tan estable como la voluntad de un rehilete contra el viento); un ejército de tradicionalismo bruto. Ella tenía el poder para cambiarlo todo.

Y toda heroína necesita de sus armas de incansable lucha. Por ello tomó sus copias fotostáticas, las tomó entre su indomable pecho (cuya sensación se le hizo, y por qué no, altamente vulgar) y salió de la biblioteca. A cada paso se sentía observada: aún a las 7 pm, de este viernes 23 de diciembre, las personas siguen siendo partícipes de esa estela imperceptible de augurios para la veleidosa fortuna que les esperaba. Esos zapatos de goma eran cómodos, pero ahora tan gastados por todos esos senderos de lucha. El caminar hacia su butaca todos los días en las distintas clases a las que asistía eran corredores llenos de lanzas, astillas, espadas oxidadas y escudos mal puestos que intentaban hacerle perder

su estabilidad. Ella se mantenía siempre firme, consciente de su lugar en el mundo, y agradecida, sin que nadie en ningún momento se lo hiciera saber, de que su presencia era cada vez, a cada paso (cansado, de goma), más importante para el cambio de la historia. Pero aún de goma, y aún cansados, le hicieron llegar al lugar donde habría de ser coronada, una vez más, con las guirnaldas de la victoria: Starbucks. Todos le harían reverencia al llegar, sin decírselo y sin físicamente hacer movimiento alguno. ¿Por qué no lo harían? Ella llegaría con sus zapatos de goma negros y desgastados (síntoma de lucha y pasos agigantados), con sus lentes de pasta sin mica (para mostrar con estilo su alto nivel de transparencia y alma limpia), con un suéter 3 tallas más grandes de lo que ella necesita (porque ¿para qué permitir que el bicho masculino observara las protuberancias que apuntaban en dos direcciones diferentes a un mismo destino?), y con su cabello azabache revuelto. Todos agradecerían su presencia. Y lo completo.

hicieron.

Al

ignorarla

por

Claro, fueron 2 o 3 personas quienes

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Tenía poco tiempo que había “obtenido la conciencia”, según ella misma decía. Miles de hojas llenas de copias carbón eran las pequeñas, pero profundas, punzadas que lentamente habían tatuado en su cerebro la nueva filosofía. Todas esas frases, citas, y demás provocaciones escolásticas, le habían hecho poner en duda su verdadera presencia en la esfera de la realidad. Socialmente, se consideraba una pizarra dispuesta a llenarse de palabras y a compartirlas con todo el mundo. Aunque el mundo no lo quisiera.


miraron hacia ella, pero sólo porque al abrir la puerta, Amanda dejó entrar una fuerte brisa que entró bufando un poco de espacio en este artificial lounge apestoso a cafeína. Era mejor así. Era mejor que no se dieran cuenta de su presencia. O que eso intentaran demostrar en su interior. Y digo “intentaran” porque ella sabía lo que en verdad estaba pasando. Sabía que aún sin que todas esas personas supieran su nombre, sin que supieran quién era, a dónde iba o qué representaba, estaban contentos que una persona con tal nivel de individualidad les compartiera un poco de esa realidad que, obviamente, a todos se les escapaba. Así como la brisa que dejó entrar en Starbucks, así era Amanda para todos esos extraños: una ráfaga de sorpresa y esperanza. Aún con todo, temía que se demostrara su punto débil: era humana. No podía esconder algunas de sus emociones, por más experta que se creyera en lograrlo. Por eso caminaba con mínimo recelo hacia el mostrador. Uno de esos animales que tanto repudiaba, que tanto estudiaba para comprender y poder destruir, atendía a todos los clientes: un tipo alto, complexión delgada, con ese delantal verde que seguro usaba desganado. ¿Por qué no sonreía? ¿Qué no sabía lo afortunado que era al atender a todas esas mujeres que estaban sentadas en este lounge apestoso a cafeína? Seguro le haría una mala cara en cuanto le tocara su turno. Por eso Amanda se supo prevenir. Poco le importaba el trato que este individuo le ofreciera al llegar al mostrador, pero tenía que hacerle saber lo insulsa que era su presencia en esta nueva apreciación de la realidad que todas las personas habían obtenido en el momento en que ella había abierto las puertas de este, ahora tan desafortunado Starbucks.

Un paso, dos pasos, tres pasos. Cada uno tan lento como el anterior. Tal vez un poco más. Pero eso era bueno. Le daría tiempo. Se tenía que preparar para el enfrentamiento. Tenía que hacerle saber a las personas del lounge que lo que estaba a punto de suceder no sólo era profético, sino necesario. Un paso más, y ya estaba frente a él. Tres pasos antes lo pensó más de mil veces: Té Chamomile. Siempre lo pedía así, pero esta vez tenía el placer de alargar las palabras, disfrutar todos los momentos de esa palabra que sería su arma infalible contra el maldito cavernícola que se postraba frente a ella, tan asqueroso como un chiste de La Risa en Vacaciones. O al menos eso le habían dicho: nunca tiraría ningún trozo de su tiempo en observar tales saltos retrógrados en la historia de la cultura mexicana. Si a un carnicero un día le regalan una res y le enseñan a matarla, y utiliza el machete más afilado (su favorito) para darle negra muerte, su felicidad y satisfacción no sería tanta como la de Amanda antes de hablar con la piltrafa que tenía enfrente. Té Chamomile. Iba a estirar cada letra. Decir “té” era suficiente para ofrecerle la decencia de perder ante ella y demostrarle, al mismo tiempo, su calor humano: como guerrera épica que aplastó el último respiro de su contrincante, y aún le da serena sepultura al enemigo; así de honroso sería el favor que ella le ofrecería a ese malandrín al regalarle aquel “té”, aquella tan sencilla palabra que hasta él podría entender. Pero era Chamomile lo que de verdad iba a disfrutar. Le gustaba cómo suena. Chamomile. La primera parte era esencial. “Cha” contra “ca”. Pero el “ca” tenía que ser diferente, avasallador: victorioso. Era la lanza en el

ojo, el tenedor en la frente, la patada en el cuello. El “mile” era la firma. Mile, mail, miile, mmillee… Sí, ése era perfecto. - Buenas tardes señorita – musitó desganadamente la piltrafa -, ¿qué va a ordenar? - ¡Té camommillee! – expresó Amanda, gritando sangre de enemigo, con la satisfacción de victoria en esas sílabas tan bellamente articuladas. El golpe se había logrado. El éxtasis de la rapiña comenzaba a escalar su piel: tenía que sacudir el cadáver del enemigo y despojarlo de toda decencia: tenía que sumar los despojos a su inmenso botín filosófico: tenía que crecer dentro de la reducción de ese ser cavernícola, imberbe de la iluminación: tenía que corresponder a los sordos aplausos de los pocos (inexistentes) testigos de su ímpetu épico. Sólo un par de miradas acompañaron la orden de Amanda. Y para consolidar el ligue entre su percepción y la realidad, eran más que suficientes. La piltrafa no mostró deceso en ningún nivel. Ni en el de las miradas. Su cansancio monótono al entregarle el té a Amanda fue la evidencia de un cuerpo podrido. Estaba muerto. Y eso estaba bien. El sudor frío del vaso lleno de té le dio una brisa de comodidad. Ahora estaba lista: tenía sus armas listas para cualquier adversario. Y lo encontró al salir del edificio. Una bicicleta roja aparecía frente a ella, completamente frágil y vulnerable, como la virginidad de una núbil campesina. Su ultrajador histórico se acercaba de suerte mecánica y tergiversada, como la pintura de una fábrica en ruinas. Y tantas comparaciones le originaban estupor a Amanda.


Ella sabía lo que pasaría, y daría su vida por ello. Se detuvo a observar lo que pasaría. Pero ella ya lo sabía. El hombre ni siquiera iba a mirar: iba a pararse frente a la bicicleta, iba a arrancar el candado plástico de pésima calidad (tenía una estampa de Hello Kitty en el frente), la tomaría con sus dos asquerosas manos, y se la llevaría a las cavernas de la noche, donde ultrajaría su pulcra existencia con el pecado de este hurto traicionero. Y ella se acercaría antes de que todo pasara, y le diría al hombre: - “Oye tú, piltrafa endemoniada, hijo de los maestros de la vulgaridad y de la ignorancia, germen de todo aquello que es retrógrado e inútil: deja ahí tal velocípedo carmín y aumenta la distancia entre tú y mis poderosos puños, que se llenan de furia al presentir que están a sólo pocos metros de una fechoría repudiable. Tu falaz sangre habrá de derramarse bajo mis retumbantes pies, y haré de tu pronta carrera aún más veloz para que, al menos por hoy, salvaguardes la mísera decencia que el veleidoso Destino le otorgan hasta el (¿o al?) más ruin de los hombres. Aleja, pues, tu existencia de este espacio y deja que las cosas queden como deben estar, pues ni siquiera yo, recipiente del favor divino, puedo cambiar lo que ya está predicho con anticipación.”

Pero el hombre no entendería. Así que sólo gritaría: - “¡Oye tú, deja eso que no es tuyo!” Era mejor el segundo plan de acción, que ella nunca tuvo en mente pero sabía, en algún punto de su extraordinaria razón, que ya había trazado. Los pasos del hombre se hacían cada vez más cortos, más cerrados. Su mirada iba directo hacia la bicicleta, y nunca notó a nadie a su alrededor. Al llegar, se puso de rodillas y empezó a mover rápidamente las manos para romper el candado. La bicicleta se movía de lado a lado al compás del son mecánico de este bandolero. Y ese ritmo invitaba a Amanda a involucrarse en la acción. Y eso fue exactamente lo que hizo. Olvidó esa parálisis provocada y comenzó, lentamente, a alejarse del umbral de Starbucks para acercarse a la piltrafa que estaba a media fechoría. Los movimientos de él eran cada vez más rápidos, y los segundos comenzaban a caer dentro de un espíritu victorioso de Amanda: él sabía que ella se acercaba y tenía que terminar antes de la confrontación. Él se llenó de terror, ella suponía. Él tenía que terminar antes de que ella llegara, ella podía asegurar. Por ello fue tan fácil arrancar el candado. En un solo movimiento. Seguro y calmado, tomó la bicicleta roja con las dos manos y dio un giro lento hacia donde Amanda caminaba rápidamente. Ella lo miró con esos ojos grandes y expresivos, cubiertos por aquellos lentes de pasta negra sin mica, y las palabras tomaban impulso para ser despedidas por sus feroces labios. Ella sabía que él se dio cuenta. Lo

presentía en su sangre. Sentía el impulso asesino de la piltrafa. Rebotaba en Amanda la voracidad del alma cavernícola que se mostraba, impune, frente a ella. Podía palpar con sus heroicas manos el espíritu vengativo de esta persona tan violenta. Y podía, después de tanta introspección, alejarse un poco de sí misma y compartir con la realidad este momento tan frágil, cuando el candado empezaba a tomar trayectoria, cada vez más rápida, en dirección del umbral del Starbucks. Y fue el Destino el que puso en medio de estos dos puntos a Amanda, quien se sentía triste y decepcionada por saber que todo se había confirmado: que un alma sucia no puede encontrar iluminación aún motivada por la conciencia hecha persona, hecha mujer; que todo pensamiento radical y vanguardista se quedaba en mera síntesis química dentro de su cerebro, y justo ahora que más lo necesitaba, le fallaba en su rol de escudo contra todas las impertinencias de los no-iluminados. Esto pensaba mientras el candado se incrustaba, lentamente, arriba de su ojo izquierdo. Ella caía fulgurante, como una pira de sacrificio dispuesta en un monte y que el viento se había encargado de mover de lugar. Ella caía, y su sangre acompañaba esta cascada de emociones que a ella le parecían tan innecesarias. Acostada en el pavimento, observando todo con sus ojos cerrados, sabía que el té era ahora mucho más valioso. Chamomile con sangre de guerrera, no había mejor combinación.

37 • PATOS AL AGUA

Era enemigo perfecto: con sobrepeso, jeans apretados y desgastados, sucios, raspados de rodillas y glúteos; una sudadera gris con mucho polvo, forrada por borrega que encuentras en todos los tianguis; unos lentes oscuros incluso a esta hora; respiración agitada, mucho. Iba caminando rápidamente hacia la bicicleta carmín que gracias al poder divino de la filosofía del poder histórico se postraba ahora a sólo 3 metros de Amanda.


Cambio de plumas Luego de dos n煤meros, el equipo editorial de PATOS AL AGUA recibi贸 algunas historias de patos que se han aventurado a salpicarnos con sus letras. Este ser谩 el espacio reservado a los lectores que quieran echarse un chapuz贸n.


39 • PATOS AL AGUA



Letras inmóviles en

Ro mayor

Por: alejandro aparicio morales / ILUSTRACIÓN: CESAR NAVARRETE

Escribí un poema más para ti, y pretendí que nadie identificara que lo había escrito.

Soñé que compraba un urbano y transportaba todos los días pitufos (seres azules y feroces, de sobra diabólicos) soñé que me casaba con un agente vial, obvio mujer, le entregaba el anillo dentro de su libreta de infracciones y emergían sapos disléxicos. Era horrible mirar sus ojos bajo sus enormes lentes.

2. Me he recortado el cabello y afeité la gran barba, he planchado mi camisa azul y el pantalón negro, he disimulado un poco el tono de las ojeras con el bloqueador, tú no lo sabes, pero me he dado cuenta que hay cámaras de seguridad en el periférico, por mi trabajo paso en un ángulo muy bueno cada hora, no lo había notado pero es posible que cada hora alguien note mi bipolaridad o peor aún, alguien podría estudiar mi cara gesticular o simplemente alguna mujer perversa podría estar mirándome, por eso cada hora arreglo mi peinado y dejo mi mejor cara plasmada en el lente digital. Escribí un poema más para ti

41 • PATOS AL AGUA

1


y pretendí que nadie identificara

Debo dejar de ser fracasado

que lo había escrito.

dejar los versos

Sin querer lo han publicado

comprar un auto,

en una revista local

debo volverme aparente

y no he tardado en recibir mensajes

dejar de pensar en tus vellos

por el celular y en el Facebook.

y tomarte a la fuerza

Todo ha salido mal,

como se toma el viento,

no sirvió ni el seudónimo

no quiero pretenderte

ni el exagerado corte en los versos

sino tenderte entre mi auto,

es más, cambie tu nombre por el de Amelie,

tenerte conmocionada en mis bolcillos,

no cabe duda que el amor en mi poesía

que chingue a su madre la poesía, el amor y los poetas.

siempre llevará tu nombre aunque trate de ocultarlo.

Espero que dios en verdad encuentre en su infierno humanidad y entienda cada una de las réplicas de inconformidad y desmadre en los poemas que escribí para él. Espero que muera antes que mi poesía o que se le pudran los testículos. Dios vamos a morirnos y demos libertad a los topos.


l.

IV.

Con lo que abarcan tus piernas abiertas

Quisiera tomarte el alma y tamizarla con mis manos...

trazaría enormes círculos

Si no te gustan las flores

que dios vería desde el infierno.

ni las serenatas te regalaré un perro

ll.

tal vez una llanta sea lo correcto para ti.

En lugar de llorarte

Si no te gustan los tríos

me ocupe de escribir

tal vez te agrade un public banging.

este tratado sobre topos,

Si no te gustan los peces

fue divertido imaginarte

elefantes nadarán

¡Eras un topo!

bajo la planta de tus pies

Y me encargaba de cerrar

del cinco y medio.

todas las salidas de tu madriguera

Si no te gusta la carne

y eras tú la que llorabas.

ni las frambuesas compraré un rambután. Si no te gusta el amor

lll.

tal vez algún día

Somos tan aburridos, para ser amantes...

se nos olvide como besarnos.

43 • PATOS AL AGUA

o mis viseras transgénicas,


Los suegros POR: MARÍA ISAMAR CABRERA RÍOS / ILUSTRACIÓN: MITZy DE LOS SANTOS

PRONOSTICAN MONZÓN DE MALA SUERTE.” EL DÍA PINTABA PARA SER UN DESASTRE.

eran las 3:30 de la madrugada del viernes 26 de abril. Parecería un viernes cualquiera pero no era así: ese día conocería a sus suegros. A esas escasas horas del viernes, su cuerpo desfallecido y falto de energías, iría a la cama. Su alarma sonó 2 horas y media después. -Diez minutos más. Y diez minutos más tarde: -otros diez minutos.


-Ahhh (bostezo) Agradeció que su cuerpo no sufriera la “cruda” realidad, pues era un día importante, a las 8:00 tendría que ir al Colegio Universitario de la Santa Cruz a dar una ponencia sobre las “Dicotomías narrativas en Blacamán el bueno vendedor de milagros”. Se movió con lentitud hacia el baño, abrió la llave del agua. Su plan era darse un baño para despertar y desvanecer el olor a cigarrillo en sus cabellos, pero en esa rechingada hora de insomnio y de vergüenza, el agua decidió irse. -¿Qué voy a hacer?, pensó en voz alta. Guardó la compostura y decidió estudiar para su ponencia mientras al agua le regresaban las ganas de volver. Nunca regresó. A sus compañeras de departamento -que igual que ella irían a dar una ponencia sobre Estética y Literatura- ¡sí las agarró la bendita cruda! Intentó despertarlas de todas las formas posibles. Por fin, 8:30 de la mañana abrieron los ojos. Era tarde y la hora de registro se esfumaba. Si así empezaba el día, no quería saber cómo terminaría. Cuando se dirigían al Colegio, una de ellas se quedó dormida. No podría haber sido peor. Los nervios la dominaban… ¿triunfaría?... Todo salió a la perfección. Al parecer el sol había decidido salir después de la tormenta. Llegó a casa exhausta y decidió dormir. La cita con los suegros sería a las 21:00 horas.

La hora de insomnio la despertó, más bien un dolor insoportable en la espalda… sólo logró dormir 20 minutos. -Ahora sí tiene que haber llegado el agua Otra vez, como en la mañana, se dirigió hacia el baño, abrió la llave del agua y…¡No había! Se preocupó. Era el día en que conocería a los papás de su novio. La apariencia de la casa volvió a la normalidad. Se hacía tarde para llegar a la escuela, la clase ya había iniciado así que corrió para alcanzar el pase de lista y cuando llegó, supo que no habría clase. Llegó a casa. Todavía no había agua. Los vecinos habían tramado una jugarreta para vengarse del “ruido” aparente de la fiesta anterior. Fue a la tienda y no tuvo otro remedio que comprar algunas botellas de agua para poder bañarse. Por fin, el olor a cigarrillos se había desvanecido de sus cabellos y ahora un olor a manzana los perfumaba. Recostó su ligero y delgado cuerpo sobre la cama. Trató de descansar y a punto de cerrar los ojos, una llamada la despertó… -Es hora de irnos. El remitente, él. La cita con los suegros se había adelantado un poco antes de lo dicho. Con prisa delineó sus labios con el color carmesí de un bilet y peinó un poco su cabello. Él paso a recogerla, tomaron el primer taxi que los llevaría al restaurante Mario´s, ubicado en la calle Pasteur. Los nervios dominaban cada célula de su ser.

Durante el trayecto, la ciudad resplandecía. Sus luces marcaban el aura nocturna del Querétaro barroco. Él la miraba sutilmente, luego entonces… su mirada no le respondía. -¡No creo poder llegar!, dijo ella dirigiéndose a él. El taxi paró, un ataque al mesenterio le podría dar en cualquier momento. Pero llegaron. Los ventanales eras transparentes, le daba miedo asomarse y ver a su familia. No había nadie. Él se extrañó. Así que decidieron entrar… subieron las escaleras y un mesero de playera roja les dijo: -“Pasen, ya los están esperando.” Eso aceleró el pulso cardiaco de ella. Hizo tiempo, trató de contemplar las fotografías que mostraban a un Diego de Cevallos- barbón, canoso y viejo- en una comida familiar. Los escalones se hicieron altos, inmensos… numerosos. Subieron. Él, ellos, mostraban emoción en los ojos. Sus padres estaban de pie esperando la llegada de ambos. Ella los saludó. -“Mucho gusto” y un abrazo fue su presentación. Sus hermanos, de pie, la saludaron. Elí, Miguel, Daniel y Adelina le dieron una bienvenida calurosa. Después, el sonido de la velocidad, el rose de las pelotas de colores, el olor a chicle y los brincos, llamaron su atención. Descalzos y agitados… saludó a los más pequeños, a los cuates Kal y Lani, de ocho años, y a Teté, de siete. -Cuántos años tienes, qué estudias, cómo conociste a Abiel, por qué decidiste

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Se levantó de la cama… la casa era un total desastre. Alrededor de la sala nueva había botellas de cerveza vacías y algunas colillas de Marlboro.


estudiar Comunicación y Periodismofueron algunas de las preguntas que le hizo su familia política. Él se mostró serio, su mirada lo decía, sentía preocupación al pensar que ella estuviera incómoda. Ese momento tenía que ser plasmado en un recuerdo… entonces, el arte de la fotografía se encargó de ello. Las manecillas marcaban las diez de la noche y a todos les chillaban las tripas de hambre; el olor de la parrillada comenzó a llenar cada rincón del lugar. Las tortillas recién calientitas, el agua fría de horchata y tamarindo en medio de la mesa. Su padre dio las gracias y nos dispusimos a comer. Todo parecía tener ya rumbo e ir mejor. Ella suspiró, sintiendo calma después de tanto desastre. Él, su cara, sus gruesas cejas negras, sus ojos color café oscuro y su cuerpo comenzaban a sentir ansiedad, de pronto… unos gritos se oyeron. -¡Ayyyyyyy! Era Teté, quien se había golpeado en uno de los juegos. Él no soportaba la ansiedad. Después la calma regresó… -¡Ayyyyyyyy! Otro grito se escuchó, Lani se había atorado en el tobogán… él se desvaneció. Habrían pasado 10 minutos hasta que lograron liberarla. Todos guardaron la calma y prosiguieron a conocerse. Chorizo, papa, queso y jamón eran algunos de los guisos que había sobre la mesa.

Su padre, serio, preguntó en oraciones cortas algunos aspectos clave sobre la vida de ella, que pasó la saliva con dificultad. Él, Abiel, les habló sobre ella; la describió con adjetivos positivos. Ella se mostraba apenada por tanta palabra bonita. -Muy bien, contestaban sus papás. “Muy bien”… ¿Qué podría esperar de esas palabras? -Seguro no les había agradado del todo, decía ella para sí misma. Ella, no sabía cómo llevar la plática, pues cuando quería continuar sus padres se distraían o cambiaban de tema. La reunión, aparte de ser para conocerla, era para festejar el cumpleaños de Adelina, la mayor, de Abiel, y su hermano Daniel, el menor, así que Miguel bajó al carro por los regalos, al hacer entrega de ellos, las risas se hicieron notar, pues Miguel, quien se había encargado de comprar los regalos, lo había hecho con alevosía y ventaja: utilizó una parte del dinero para comprar algo para él, y las playeras que regaló a sus hermanos las compró una talla más grande para que él pudiera usarlas. La mamá de su novio, le dio un regalo… su aroma natural invadió sus sentidos, el frasco era elegante y lo roció sobre su largo cuello… era un perfume olor a frutas. Los nervios se habían ido y ahora se sentía parte de ellos. Las dudas no eran más que producto de su mente. Eran las 00:10 horas,

-Hora de irnos. -Me cayó muy bien. -Es muy bonita. - Trae una blusa como yo. Estas líneas emanaron de los pequeños labios de Teté y Lani. De repente la ansiedad en sus manos regresó, no podía librarse de ella. Sabía que era el principio del final, pues en su ausencia se definiría todo. Bajó de la camioneta y se despidió. Él la acompañó a su casa, se fue rápidamente… parecía que ahora sí, el infarto al mesenterio iba a presentarse. -Ahora sí, seguro, ya llegó el agua. No había agua, esa era la única realidad en aquel momento. A la 1: 20 horas sonó el timbre de su celular, podría ser cualquier remitente, desde TELCEL hasta él… era él. “Amor, les agradaste a todos por aquí en mi familia, lo juro. Te amo.” 1:25 a.m. salió a ver que sucedía, la llave de paso estaba cerrada, la cisterna… apagada. La jugarreta de los vecinos había funcionado solo por un día… 1:29 a.m. el chorro de agua salió de la llave. -¡Bendita agua! Ya era 27 de abril.


El suspiro de María Por: Dania martínez alarcón / ILUSTRACIÓN: nadia martínez alarcón

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Era la primera tarde de invierno, de esas donde aún danzan las hojas muertas en torno a los árboles semidesnudos, pero el olor a frío es ya inherente.


Su madre solía decir que la vida no podía ser ni más simple ni más complicada de lo que es y que algún día comprendería que la existencia se resume en el cumplimiento de labores de la vida cotidiana. María asentía de forma mecánica ante dicho discurso. En realidad nunca había entendido el significado de las palabras de su madre, sin embargo, nunca pasó inadvertido el profundo pero silencioso suspiro que escapaba de las comisuras de los labios de Doña Refugio al proferir estas palabras. Los años transcurrieron como suelen hacerlo para algunas personas, inadvertidos, y un día al volver la vista atrás se tiene la sospecha de que se ha vivido ausente pero es imposible saber desde cuándo. Doña Refugio había muerto hacía tres cuartos de año, nunca se supo la verdadera causa de su muerte: un día cayó fatigada en cama y le fue imposible reponerse. Era la primera tarde de invierno, de esas donde aún danzan las hojas muertas en torno a los árboles semidesnudos, pero el olor a frío es ya inherente. María se encontraba recostada en un campiña mirando al cielo y reflexionando en las palabras que de manera frecuente repetía su madre, -¿Que habrá querido decir-. Las nubes en lo alto comenzaron a danzar junto con las hojas caídas y tomaron formas extrañas, aquí un rinoceronte, allá un elefante, más allá..... ¿un libro? ¿una escoba? y por allá... ¿una vajilla? ¡Pfff! El pensamiento de todas las tareas que había dejado pendientes para escaparse a la campiña inundaban su mente. En un instante, el cielo se encontraba más lejos de lo que jamás había estado,

las figuras de las nubes comenzaron a desvanecerse y dejaron en su lugar un profundo sentimiento de soledad y desasosiego. María nunca se habría imaginado que la edad adulta traería consigo una serie infinita de complicaciones, y de repente... ¡ESE SUSPIRO!, el mismo que con frecuencia escapaba de los labios de la difunta Refugio. Fue entonces que descifró -no sin un hilo de tristeza- las palabras que su madre había tenido siempre tan arraigadas al corazón y comprendió el verdadero motivo de su muerte. Con pasividad recobró la postura que había adoptado para contemplar el cielo y meditó, tras unos minutos, puso su cuerpo en pie con un repentino salto y corrió. Corrió tan lejos como pudo sin despedirse ni recoger una sola de sus pertenencias. Corrió, corrió desesperadamente hasta el primer sendero, donde una carreta casi la atropella. El hombre que conducía aquella carreta se detuvo y contempló desde lo alto de su vehículo la desesperación y el grito de súplica que el alma de la joven dejó escapar a través de su mirada. Jadeando y sin poder proferir palabra alguna, tomó la mano del hombre. No estaba segura a dónde se dirigía pero el aire excitante de su aventura terminó por arrebatarle una sonrisa. La noche cayó y junto con ella el frío. María despertó de su sueño en la campiña, se había quedado dormida tras el incidente de las nubes. Pensó en correr, como lo hizo en su sueño, pero no tuvo el valor necesario, así que sacudió sus ropas y emprendió la marcha hacia su casa comprendiendo que la existencia se resume en el cumplimiento de las labores de la vida cotidiana y... finalmente... un suspiro.


GranNoche Aquella taza de porcelana blanca cambia sala pero simplemente la atravieso sin distraer mi Blanca como tu piel, tomo la taza de porcelana para café. Vierto aquel líquido semi de temperatura lentamente. Me transmite un calor mirada de la gran entrada a mi habitación. oscuro que gracias a su composición natural y a apenas perceptible a mis manos, sin embargo, Una vez dentro, arrastro la silla que había la vez química pretende mantenerme despierto estoy tan impaciente que no me doy cuenta. arrinconado por la mañana y la llevo hasta el filo durante la negrura de la noche. Quisiera agregar Recorro el camino que me lleva de la cocina a la de la ventana. Abro la cortina semitransparente una cucharada de azúcar pero algo me La obscuridad hace presencia, beige que compré con desesperación en dice que no hay nada por lo cual tomar aquella tienda de telas del centro de la algo dulce, pues más bien me siento un Las pequeñas luces del escenario ciudad. Me siento y veo el horizonte. Me poco melancólico y hasta amargo por vestidas de estrellas comienzan doy cuenta de los colores que aparecen la incertidumbre de saber si tendré un en el cielo cuando aquel viejo amigo a encenderse para la gran encuentro contigo esta noche. decide terminar su jornada laboral del día. presentación: tú

49 • PATOS AL AGUA

Por: heber pacheco / ILUSTRACIÓN: isis rodriguez


Primero, el color que remite al otoño (quizá): el naranja. Fuerte, imponente, arriesgado pero valiente al mismo tiempo. Mi viejo amigo me muestra su poderío y su importancia de existir aunque algunos se quejen de su prepotencia cuando decide abrir el telón y mostrarse, tal cual, que deslumbra y quema sin ton ni son a cualquiera que se atreva si quiera a verlo. Pero mientras eso sucede, la impaciencia me vuelve a invadir. ¿Mis ojos tendrán la dicha de mirarte esta noche? ¿Será que no existes y mi mente se aferra a creer en ti como algo real? Recuerdo la primera vez que te encontré. Estabas detrás de mi ventana, y mientras me retiraba el reloj y el abrigo me sorprendiste con esa belleza que te caracteriza. Simplemente me quede sin habla. Pensaba que si me movía o hacia un ruido extraño saldrías corriendo asustada y jamás volvería a verte. De pie. De pie largas horas, sin moverme. Sólo contemplándote. Horas que para mí fueron minutos, tal vez segundos. Sin más, te fuiste. No dijiste adiós. Desapareciste pero yo seguía de pie sin moverme como si estuviera hipnotizado, paralizado, embrujado. Una parte interna de se esforzaba por mover un brazo, un pie, los ojos, emitir un sonido a través de la boca, sentarme, pero nada, absolutamente nada podía hacer que me moviera. Ya no estabas. Tenía impotencia por no haber salido tras de ti y decirte todo lo que habías provocado en mí. Sigo de pie y, ¡maldita sea! No puedo moverme para nada. ¿Qué pasa? Logro parpadear una sola vez y como por arte de magia mi cuerpo comenzó a moverse. Me senté en la orilla de la cama. Sonó el reloj despertador y caí en la cuenta de que comenzaba un día más. Acudí al baño. Me di una ducha pero por alguna que otra extraña razón no podía sacarte de mi mente... Nuestro primer encuentro fue intenso para mí pero desde esa vez me he empeñado

en volverte a ver y no lo he conseguido. Aquel naranja ya ha pasado a ser rojo, morado, rosa y ahora se encuentra en lila. Pareciera que esa grandeza de mi viejo amigo se va desvaneciendo poco a poco como si una persona adulta se fuera convirtiendo en un niño yendo en contra de las leyes naturales y llevar la gravedad en la dirección contraria. Curiosamente, y sin razón lógica, el lila desaparece y entra en su lugar un azul vivo que anuncia la obscuridad. Esa, esa es la señal que me indica que se acerca el momento para que pueda verte. Impaciente me doy cuenta que mi taza de café se encuentra vacía. Tengo miedo de cruzar todo el pasillo hasta la cocina para encontrarme de nuevo con el líquido amargo y no ver cuando apareces por mi ventana. Me muerdo las uñas en señal de atreverme o no a dejar la silla y el lugar privilegiado. ¡No lo soporto! Necesito tomar una decisión. ¡Qué va! Me levanto y con pasos agigantados recorro el pasillo. Con manos temblorosas tomo la cafetera que humea. Sé que tengo que calmar mi nerviosismo si no quiero terminar quemando mi mano. Lentamente, ese mar negro hace olas enormes dentro del recipiente como deseando no salir del mismo y poco a poco cae dentro de la taza blanca de porcelana. Blanca como tu piel, blanca como la sal, blanca como nieve...blanca como tu piel. No hay más. ¡Demonios! ¿Cuánto tiempo he estado aquí divagando? Recorro nuevamente el pasillo sombrío casi corriendo pero cuidando que no se derrame el mar negro en mi mano. Me siento nuevamente en aquella silla incómoda. Qué curioso, no me había percatado de eso. Miro por la ventana y mis pulmones se inflaman de un aire de tranquilidad al saber que el tiempo se detuvo y no he perdido la oportunidad de verte aparecer. Levanto mi muñeca y observo mi reloj. Pareciera que la


El tiempo está bien. Ese no se detiene. El azul potente se va convirtiendo poco a poco en un negro que llama a la noche, a lo oculto, a lo temeroso. Pareciera que es aquel teatro al que mi tío acostumbraba a llevarme cuando era pequeño. Sabíamos que la función iba a comenzar porque todo se volvía negro. Las luces se apagaban. El público se callaba y daban paso al silencio. El nerviosismo nos invadía. Yo tomaba con fuerzas el descansa brazos y la impaciencia me convertía en una persona diferente, pues necesitaba saber lo que se avecinaba. Y sin más: ¡Boom! Las luces del escenario se encendían, se abría el telón y comenzaba aquel viaje a mundos extraños de la imaginación que me hacían mostrar una gran mueca en mi boca. Así, exactamente así es la noche. La obscuridad hace presencia. Las pequeñas luces del escenario vestidas de estrellas comienzan a encenderse para la gran presentación: tú. Mis manos toman la taza de porcelana blanca con gran fuerza que temo romperla. Comienzo a respirar rápida y profundamente. Sé que mi cerebro trabaja al mil por ciento tratando de controlar esa adrenalina que recorre mi cuerpo producto de la desesperación al saber que estas a punto de aparecer (creo). La temperatura ha bajado. Lo sé porque al exhalar aire pequeñas nubes comienzan a aparecer en el vidrio de mi ventana. Vuelvo a mirar el reloj. ¡Demonios! ¿Sólo diez minutos han pasado? Tranquilo. Respira. Lo hago y cierro mis ojos. ¡No! ¿Qué haces? Si cierras los ojos vuelve tu mente a traer aquel recuerdo y puedes distraerte. Sólo

tengo que respirar. Destenso la taza de café y he entrado en un estado de paz y sé que ahora puedo esperar lo que sea necesario para verte. Doy un sorbo más de café. Y otro. Y otro. Y otro más. Sin más, la oscuridad del teatro se comienza a iluminar cada vez más y más con pequeños destellos de estrellas. Miro fijamente y sé que el telón de nubes está a punto de abrirse. Algo me dice que estás detrás de esa masa obscura que aún se diferencia por tonos grisáceos. Me inclino hacia delante. ¡Sé que estás ahí! Los árboles anuncian la llegada de un viento de imprevisto, mismo que trae la fuerza necesaria para alar las cuerdas del telón. El sonido de las ramas moviéndose acompañada de la orquesta de grillos me dice que es el momento. Tomo nuevamente con fuerza la taza de porcelana blanca. Me inclino hacia adelante una vez más. ¡Sé que estás ahí! En mi boca aparece una sonrisa como en aquellos días de niño. Y sin más, el telón se abre y apareces tú. Con tu piel blanca, brillante como la primera vez que te vi. Tienes marcas pero no me importa, ellas son parte de tu belleza. Doy un suspiro y me siento aliviado. He podido verte una vez más y es tan placentero como la primera vez que te conocí. Al mismo tiempo me pregunto ¿Por qué no te había visto antes? Y a la par me contesto: porque has dejado de tomarte el tiempo para las cosas. Ahora sé que estás aquí. Sé que te puedo mirar en otra ocasión más. Y otra más. Y una vez más. Ahora que te he contemplado, vela mi sueño. Mientras camino a mi cama para recostarme, volteo mi cabeza y te observo una vez más antes del gran final y no me queda más que ponerte un nombre. ¿Cuál? Sonrío y sé que este es perfecto: Mi Luna.

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manecilla segundera estuviera trabada, como si un pequeño personaje estuviera interno en los engranajes y con todas sus fuerzas detuviera la manecilla. ¡Avanza con un carajo! Soy víctima de mi desesperación. Me percato de ello. Tranquilo, me digo a mí mismo. Necesitas calmarte.


Historia despalabrada Por: ABRIL PEGUEROS


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o i r a s o der l p

n e t n e a r a

erior] e [Ant d s o n al les lle grima rpo y tan m de los la , s a e n o u ningu a de c uejand ocas o ], contrech siempre q p s la mue uiente se andaba e [Sig alhorr ionada que ne de ic provie e , l’ acond ie .. en la p at alhurr, qu amos. pción a u r hak e ia ‘ c ten mo ifica nico s is s n á s i p e t ig u r s is s a h la d rabe por e, que diante les’. mbre mitri Alhorr resión del á de los nob ste no dquirida me empezando e e ib e xp a, ,a rec una e ba ‘achaqu gresiv logía eneno a c En bio tos de un v ngada y pro ifi n sig c lo cama los efe tración pro , I os, mu n algunos V n is s a e in a . t ic r s a m m e a ,e ad ríd m ra siv muca panoa oméstico o za de un de Mit u padre. Pa se inofen is e r h is s b s o e m s d gas, vicio d limpie s país del no sucedió a palacie el fin eroso nal del ser adas de la cede s s m o o e u r ñ n n p a io o n a E br irac con s 13 a pers encarg La pala quien a lo ntes consp eñas dosis, rotado signa s personas e d a r r, t u e o s t q arca la .D on pe Eupá sos, a spital. emia m , e las c eneno en inmunizarlo nte la a d d c a r c a A p v o o” ia e la esca tel u h ingerir su cuerpo idarse med o como inciert ién en io de o r a n a h e n ó u ig io r r ic o e icc mb habit tumbrar a por su veneno, p uno de sus e el D rasileño de parezca ta fluencia u ó t s q p o e o c e in “b ea ar d de a anos, an dosis d ordenarle a A pes ablo como echo de qu ha recibido s rom r c h o o l por lo n de una g , tuvo que v n e este ción ente to ió la aten e prácticam ingest le hizo efec se. a m a ll u o mata , voz país q . este n que lo ukama ado Cuba, a de Brasil s m o v e o d la e tic ific an esc rovien con el sign el lingüís castell p n a e r b o e a pala undo, Como nían tiguad cionario d rre ue est ana quimb su señor’. ic á ates q t d s l rove e e s alho r e r o o u ic n e on afr Oc nde p rasil ee ed tre d t o a m n iv n d u v e is a g e io b e a r r n m a d il B a , le na ar sob nto a ado ue vac ue es de la ngola diccio ntiguo , pero lava q habla en A llevados ta haya ingres obra q de uso y c s Este a l siglo XVII a e n ‘ u de e ario ola, kama do se esos clavos desde emia Españ les: diccion imbun te de los es ble que mu egro hacia do muy u q ib d t par te N ifica roba la Aca s incompa buena Cuba, es p el Continen bio de sign rpus ne o c io l c e t e n a m e n u f a d e en como s un c te des iente obra de Vic ico. amen o en ambo ás rec histór t a c m n e u ir io d sufrid do de stimon utiva , el te 1618, toma cadémico: aíses y e. a o p c t c ja e f nt En e s de na vie pus a semeja mala el cor n de u mico e acadé incluida en n el corazó dientes, de e oveja, e l d e Espine ró el diablo resacada d o a manera t t n n íd e a e c , ...se ños bio chos a oca, la de mu a, grande b ur catad


61 • PATOS AL AGUA

y, bebés s lo a a ión practic , esa tradic s le . s e la Torá y su pueblo ro hijo isión s n cuat s, la circunc s hebreos, o r na ios ie v tu e lo dío ntre D cio, y será u d e ju o a s z d lo n a Entre l libro sagr la alia prepu e olo de carne de tu n b ú g ím s e s uye un arás la ió , surg constit : «Circuncid Yo y tú». I V X o re ndió l siglo elegid l pacto ent os de que se exte rsa d a p ia e d d m e l co seña acia m visado rte (v. talia, h eatro impro edia dell’a sobre el I s o, e d et bierto cia obia mm orte d a n f n o r e s c l a u e la r io fl la u c En op e in os: ago s espa puede rma p urope ortant o a lo nde no se ic una fo s países e ió una imp or a g e ló d al tem de s do rio don rc pato e a r n r je e v e t o a e r ié u r g a b m o q e ’ lu ll p m te ie qu as eo. así el neral, a los e vincula ta una espec dia de erson lón*), llama ar ni e s e panta énico europ n la comme mparsas, p t g e d n ia S s a a b t á c e sc lar, co orafo se tra ma m arte e cisamente, era vez los na sin hab s era lo en for yuda. La ag o, es decir, e e e r c u im s p r p a ic ena. Fue, por p ntarse en e mparecer, el recibir ues de pán en esc e o ia era l cieron c q n a t . le a ’ e apare ban a pres derivó de c omparecer ar o e los or exc l mied blea d in :c ita e ierto p nía la asam eo ger-l, iedo a se lim l vocablo s rsas hacían ó a denom frazadas, b m a ‘ r a p a E is as y se reu oeuro , el lug bailar. ue los comp palabra p aparecen d evideo. riegos lica donde nía del ind , categoría t la g e q n s l, u o o o lo q e ñ ía b M , s r v e a ú r a a o o t ia p únic p r n s g n b iz E plaza a al e perso gora p s como ale unida a -fo e Cád ora, la ekklesia. Á ado e Llegad r grupo de arnaval, d e n c g c á o o e v b r a a ja ie lC , la gar a ap stá en cualqu ente en e pueblo bién dio lu fobia, ágor que e oviene del lm o a r lg a m e r a a n r e ge agua que t ico. En ago iedo’. ua. P ta hoy e-g- d ír ‘m iar con oca con ag brevive has ede ma gr g r s p e o o f m n b li a o la b p proc da a se la ue so gar es go ph Enjua ién, limpiar xaguar --q cado--, que ua’ con el vincula ebaño’. el grie d a b a t n g b s ifi e ‘a e x ‘r o, tam no antiguo mismo sign raqua ropea lo latín gre o u p e o o l d a d in ab castell gués con e are, forma La raíz urgió el voc r, que u a q rtu g a s o x ju p e e n u n e . La e ar ar la q iritual’ ra con o, sac ín vulg ra’. p b t g s la la ju e a l e p ía in e d a ue rs o gu mne’, ex- ‘fu dir est ’. e‘deja , aunq aestro rave’, ‘sole m ‘ prefijo ebe confun val exsucar ucus ‘jugo’ stá mojado urú n g u g s d e ie o ro’. urús ‘ urú es No se l latín med a por ex- y o algo que mo, g sánscrito g viano’, ‘lige stro l sentid e is u n d e ñ d o a d a l c li in h llegó jugo’, form r con un p rado erfluos’. ghú ‘ ne de a mae ptos por lo En el o figu l ca provie osición a la urú signific p a r o s ade b la p todo e significa ‘se a en sentid s gastos su pa o, g por lo o significad or o m p o iz r is , il lo d ’ a t u a o g u d o t d le e s in m a p s e h s is , enju l u e m e e ía p ‘p lm presu onom arco d con e blo es En ec inar de un n el m Este voca II d. de C., E ndido m al. a exte n lo u h it ig s e ir s l de ‘eli p a s e r u ra e hoy. esde da pa palab nominar a enos d utilizamos o de esta mplea e se pone e l que e m d e a u a r r s q b i s qu oa ntid en X pa ue lo pala e d o s q X , a o n l t s e n fimo le e r lo ó a f o p , l c del sig se em ífica o o phim al o e idente e n Occ unda mitad teria espec l grieg de un anim bra fimosis e la piel qu e E mado d e n l ma eg ría for s a a t n la s u Provie ar el boza allo. La pala excesiva d aerse para e n n e ú in tr ez ab lista e . al gur luz’. denom ca de un c r la estrech o puede re specia seguidores según la cu idad’ y ru ‘ e n e o r n sus ‘oscu logía en la b a para defi lo que ésta ta tiene etimo nscritas gu cía es n in la e o ic d c a d a , ls á e p . e e m ss en Es fa Francia l gland alabra María re el p r las p recub scubierto e Luis XVI de miento con hasta que o p y a s, de venció dejar ta que el re cual su cas varios año lo con e n t lo e n ia r u r a o t c r s p u e u , d S A n al Más información consultar www.elcastellano.org co de nsumó s lo cu rmació malfo ta no se co dor Francis ncisión, tra Textos extraídos de los libros de Ricardo Soca a u r ie c e n a cir n Anto do el emp La fascinante historia de las palabras y Nuevas u a a iera su cuñ e se somet fascinantes historias de las palabras. u para q


P.D.


“¿Para qué sirve la experiencia, el conocimiento, el talento si no se usa para hacer de México un lugar más justo? ¿Para qué sirve el ascenso social si hay que pararse sobre las espaldas de otros para conseguirlo? ¿Para qué sirve la educación si no se ayuda a los demás a obtenerla? ¿Para qué sirve la riqueza si hay que erigir cercas electrificadas cada vez más altas para defenderla? ¿Para qué sirve ser habitante de un país si no se asume la responsabilidad compartida de asegurar vidas dignas allí?... Yo creo que personas comunes y corrientes pueden lograr cosas extraordinarias”.

63 • PATOS AL AGUA

Denise Dresser El país de uno


www.patosalagua.com


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