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Listos para el Posconflicto Javier Enrique Moncayo Director Ejecutivo PDPMC

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ste número del periódico Magdaleneando, es el último que se publica antes de la firma de los acuerdos de paz que pondrán fin a una guerra de 52 años con las FARC, la guerrilla más grande que ha tenido el país y una de las más antiguas del mundo. La edición número 69 nos encontrará con nuevas preocupaciones, muchas de ellas relacionadas con el largo periodo de construcción de paz, es decir, el posconflicto. No todos los territorios de Colombia emprenden este camino con la misma capacidad instalada. En el Magdalena Centro, que cubre los municipios de Chaguaní, Guaduas, Caparrapí, La Palma, Yacopí, Puerto Salgar, Puerto Boyacá, Puerto Triunfo, Sonsón, Samaná, La Dorada, Norcasia, Manzanares, Victoria, Marquetalia, Marulanda y Pensilvania; empezamos a prepararnos para este momento desde hace 11 años con la creación del Programa de Desarrollo para la Paz del Magdalena Centro – PDPMC. Si ustedes leen con atención el Acuerdo Final firmado por el Gobierno Nacional y la guerrilla de las FARC, verán que gran parte de su contenido proviene del trabajo que han adelantado hombres y mujeres a lo largo y ancho del territorio nacional, haciendo propuestas desde espacios de participación como el PDPMC, sobre cómo debemos construir nuestro país para que haya una paz duradera. Por ejemplo, ese documento es extremadamente cuidadoso con los derechos de la mujer, reconociendo que son las víctimas más afectadas por el conflicto armado en su condición de madres cabeza de hogar, esposas, viudas, botín sexual de guerra de los combatientes, y como responsables de salvar a su familia en los duros momentos del

desplazamiento. Definitivamente, es un logro indiscutible de las organizaciones de mujeres que han trabajado incansablemente durante estas últimas décadas por la equidad de género. La familia campesina también aparece protegida en el texto final de los acuerdos. Por fin el Gobierno Nacional establece una declaración en la que su futuro no es la desaparición, donde su existencia tiene un valor estratégico para nuestro país, en términos de la producción de alimentos sanos, la protección de las cuencas, la preservación del paisaje y la cultura de nuestras zonas rurales. De igual modo, surge el tema de participación política que es importante señalar puesto que hace énfasis en nuestro rol como ciudadanos en el cumplimiento de la Constitución y de las Leyes, el mantenimiento de la paz y el control de la corrupción. Porque si participamos, si asumimos nuestro compromiso con la democracia, tendremos futuro como nación. Pero si nos aislamos, si le sacamos el quite a nuestra responsabilidad de actuar, continuaremos en el declive en medio de la corrupción y del delito. Los pobladores participantes en estos 11 años de diálogo y capacitación al interior del PDPMC tienen hoy la responsabilidad histórica de mostrar el camino. Como pioneros, estos hombres y mujeres deben entregar al territorio su conocimiento y liderazgo para ayudar a nuestra patria a emprender la marcha hacia la tierra prometida.


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PUNTO

Este Acuerdo señala que a la firma del Acuerdo Final, se da inicio a la implementación de todos los puntos acordados.

Este sexto tema pretende:

Verificar la reincorporación de las FARC

Implementar medidas Promover el Acompañar la diálogo entre los formulación de de protección y seguridad colectiva sectores de la sociedad proyectos técnicos

Crear la Comisión Reconocer la de Seguimiento y importancia de contar Verificación del con un mecanismo Acuerdo Final de Paz internacional de y de Resolución de verificación Diferencias


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Tomado de: Diario El País, Colombia 2020, Acuerdo de paz

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¿QUÉ DEFINIRÁ EL PLEBISCITO? Juan camilo Plazas Profesional de apoyo, Línea de Gobernabilidad y Gobernanza.

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o debe parecer extraño pensar que la región del Magdalena Centro en la que se ha desarrollado un proceso de construcción de paz por más de 10 años, esté de acuerdo hoy con la oportunidad de legitimar los acuerdos que tienen como objetivo poner fin con más de 50 años de conflicto con el grupo guerrillero de las FARC; para empezar a vernos como una sociedad sólida e incluyente, que se respeta, que dialoga y que abre sus puertas cada día a la democracia. Para que se dé la legitimación de dichos acuerdos, es necesario movilizar la sociedad colombiana en torno a la compresión de lo pactado en la mesa de negociación, proceso del cual se han empoderado los pobladores del Magdalena Centro. Parte de la pedagogía y de los esfuerzos se ha concentrado en entender y reconocer los beneficios del acuerdo. Sin embargo, las negociaciones están llegando a su fin y solo queda esperar la respuesta favorable o desfavorable frente a los acuerdos en las urnas. Esto dependerá de una jornada electoral convocada para el día 2

Caricatura tomada de matadorcartoons.blogspot.com de octubre que permitirá que los colombianos respondan si apoyan o no el acuerdo final para terminar el conflicto y construir una paz estable y duradera. Este mecanismo de refrendación ha sido denominado el plebiscito por la paz para que los colombianos tengan la última palabra y decidan si deben o no adoptarse e implementarse los acuerdos.

Este proceso trae consigo una característica especial; la reglamentación incluye una reducción del umbral del 25% al 13% del censo electoral para que sea aprobado. Es decir, para que esa decisión tenga validez, deben salir a las urnas 4.500.000 millones de colombianos aproximadamente. Está en manos de los colombianos conceder el respaldo

democrático para poder hacer efectivo los acuerdos como punto de partida que permita cambiar el rumbo de nuestro país, decidir sobre las acciones que competen a la colectividad, creer en la construcción de la paz como forma de brindar nuevas oportunidades a aquellos que han sufrido las consecuencias de la guerra y promover una nueva forma de concebirse como sociedad.

Territorio de Paz Franklin Triviño Puerto Boyacá, Boyacá

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ensar en territorio de paz, según el entender de las personas, hace que me remonte a Tomás Moro y “Utopía”, una isla en donde hay un sistema de gobierno perfecto, todos trabajan para todos, y los mandatarios no tienen más poder que el administrativo y de gestión, en lugar de económico. Sin embargo, la Utopía como el mismo Moro explicó no se daría en este pleno, quizá solo en un plano espiritual, como el paraíso cristiano o el que profesa algunas religiones. Pero podemos ser constructores de esa hermosa Utopía, solo basta con tomar una actitud de paz donde la convivencia esté basada en justicia, amor, solidaridad y tolerancia. Solo así viviremos en un territorio de paz. Caratula del libro La Utopía


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Desde la I.E John F. Kennedy promovemos la Pedagogía para la Paz Johan Steven Ospina Naranjo Grado 11°

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a Institución Educativa John F. Kennedy de Puerto Boyacá es generadora de espacios de paz, los cuales identifican el liderazgo y la autonomía impulsada desde el gobierno estudiantil con el apoyo del Programa de Desarrollo para la Paz del Magdalena Centro (PDPMC), la emisora Claveriana, y la Plataforma de Juventudes, donde los jóvenes están involucrados en diferentes escenarios de formación, y han demostrado las capacidades que tienen para desarrollar y liderar proyectos para beneficio de la comunidad puerto boyacense. El PDPMC brindó herramientas para la comprensión del proceso de paz en Colombia; los puntos

que hacen parte del acuerdo, algunos mitos que han surgido respecto al tema y el inmenso paso que esto ha generado en la construcción de un mejor futuro para la sociedad colombiana creando conciencia en los jóvenes. Por otra parte, la emisora Claveriana abrió espacios de participación de los jóvenes, capacitó sobre sus deberes y las leyes que los protegen en caso de ser vulnerados sus derechos. Asimismo, la Plataforma de Juventudes realizó pedagogías lúdicas sobre construcción de proyectos que beneficien la comunidad, las herramientas para

Primer Foro Territorio por la Paz, realizado por la I.E. Jhon F. Keneddy municipio de Puerto Boyacá, Boyacá.

su formulación y los espacios adecuados para establecerlos. El propósito de estos espacios es que los jóvenes se apropien

de un proyecto educativo, para embellecer y generar conciencia sobre su papel e importancia en la sociedad en la construcción de paz.

Familia Célula de Paz retoma el proceso en el Segundo Periodo del 2016 Yesica Arias Zuluaga Daniela Salazar isaza Profesionales en Desarollo Familiar

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eniendo en cuenta las solicitudes realizadas por las diferentes comunidades a través de las Mesas y Sub Mesas de Trabajo, fue necesario retomar el proceso educativo con los líderes comunitarios y familias de las veredas El Pescado en el municipio de Puerto Boyacá, y el Palmar en el municipio de Guaduas (Cundinamarca), así como en los corregimientos San Miguel y la Danta pertenecientes a Sonsón (Antioquia), para continuar el proceso educativo desde la Escuela Familiar del PDPMC, donde se promueve el reconocimiento de los líderes comunitarios y sus familias, como actores sociales importantes que buscan construir paz y fortalecer su desarrollo humano y buen vivir.

Por otro lado, atendiendo el llamado de la comisaría de familia de Sonsón, el proceso Familias Células de Paz se reanuda a través de la construcción de la caja de herramientas para el trabajo en la vereda Honduras perteneciente a Doradal (Antioquia), implementando una estrategia pedagógica que facilite el aprendizaje práctico, teórico y metodológico de la comunidad en general, apostándole a una formación más integral que intente dar respuesta a sus necesidades y demandas reales, generando una propuesta formativa y participativa, para que las familias se sientan reconocidas y escuchadas a la hora de propiciar espacios de reflexión, participación y aprendizaje.

Taller de Familia Célula de Paz De esta manera se realizaron tres encuentros educativos, el primero con líderes comunitarios de la vereda el Pescado y los corregimientos la Danta y San Miguel. El segundo con las familias y la comunidad de la vereda el Palmar, donde se evidenciaron con los actores antes mencionados, las apreciaciones frente al proceso educativo llevado a cabo en años

anteriores. Finalmente, un encuentro educativo en la vereda Honduras, donde se expuso a las familias y la comunidad, el programa Familias Células de Paz así como los propósitos y prospectivas frente al proceso educativo.


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Gobernabilidad y Gobernanza una apuesta política por el Magdalena Centro Carolina Villegas Profesional de Apoyo Línea de gobernabilidad y gobernanza

El PDPMC durante estos 11 años ha trabajado por el desarrollo y la

construcción de paz en la región y en este camino ha sido fundamental el impulso hacia el empoderamiento comunitario, para que sean los habitantes del Magdalena Centro, los protagonistas de este proceso, no sólo como beneficiarios, sino como constructores del mismo, lo que requiere de su participación cualificada y activa en los asuntos de interés público. Por este motivo, la línea Gobernabilidad y Gobernanza, ha trabajado en el fortalecimiento de las capacidades de los líderes, para la participación ciudadana y la incidencia política. Este trabajo se ha realizado a través de procesos de formación política y electoral, fortalecimiento organizacional y acompañamiento de espacios de participación como los Consejos Territoriales de Planeación, así como la apertura de escenarios de diálogo como foros de fortalecimiento democrático e impulso de la integración regional y la asociatividad municipal para el desarrollo territorial.

Politeia, espacio de formación política para la incidencia Politeia, ha generado un impacto positivo en el Magdalena Centro, haciendo un aporte significativo en la formación de líderes, quienes a través de la aplicación de los conocimientos adquiridos en el diplomado, han hecho análisis de las problemáticas de su realidad social, generando simultáneamente iniciativas de participación ciudadana y organización social, con una mayor interacción con las instituciones del Estado e incidencia política en la toma de decisiones dentro de lo público.

Con las Agendas Ciudadanas construimos el municipio que queremos. Este ejercicio surge a partir del empoderamiento comunitario local y reúne el sentir de ciudadanos y líderes, quienes plantean propuestas de desarrollo, con base en la realidad del territorio y las necesidades e intereses comunes. En el año 2011 se realizó el primer ejercicio de construcción de agendas ciudadanas, logrando por primera vez la participación y diálogo plural y respetuoso en procura de generar un ejercicio de planeación participativa desde la ciudadanía. La realización de este segundo ejercicio, es el resultado de un proceso participativo, donde hombres y mujeres proyectaron el futuro de su municipio a través de una visión colectiva; aportaron su conocimiento para identificar necesidades y de esta manera plantear soluciones a las problemáticas locales, teniendo como punto de partida la agenda ciudadana construida en el 2011 por los pobladores y los Planes de Desarrollo Municipales del periodo 2012-2015. Este ejercicio trasciende lo participativo, enfocándose hacia la incidencia política, como un instrumento para influir en la formulación de programas de gobierno y hacer un aporte inicial como insumo para

Este diplomado deja experiencias interesantes de analizar desde los líderes que participan directamente y para el PDPMC, en especial por la necesidad que se evidencia de la formación de una ciudadanía mucho más consciente de su realidad, con un mayor conocimiento de su función política en el marco de los principios del Estado Social de Derecho, pues a pesar de lograr avances en la Constitución y la Ley, se necesita llevar la letra y el papel a la realidad para construir un Estado más accesible a su gente.

los Planes de Desarrollo Municipales 2016-2019, los cuales deben estar encaminados a dar soluciones efectivas y a su vez fortalecer las capacidades negociadoras de los líderes, esto con miras a la resolución política de los conflictos sociales que se presentan, promoviendo así el desarrollo para la paz. Estas líneas de acción desde la incidencia política nos indican que en Colombia es tiempo de avanzar y comenzar a profundizar en la Democracia Participativa y Comunitaria que permita rescatar el valor ético de las instituciones y la confianza en lo público. Para lograrlo, es necesario empezar a ver a nuestro Estado desde otras connotaciones y sin desdibujar su horizonte. Se hace urgente empezar a verlo y a sentirlo con una mirada de respeto por la diferencia: sin juzgamientos ni malos tratos; de igualdad ante las leyes: sin distinciones de ninguna índole; de respeto por nuestros recursos naturales y por el buen aprovechamiento de éstos. De igual modo, en el momento histórico que vive el país, se requiere ante todo, una apuesta renovada y hacia la reconciliación, que nos ayude a comprender el conflicto desde otro ángulo, que humanice al enemigo para poder resolver nuestros conflictos de manera dialogada y pacífica.


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11 Años de trabajo por la paz en la región Magdalena Centro

Once años de arduo trabajo en el Corazón de Colombia, permitieron la celebración del Décimo Encuentro de Pobladores del Programa Desarrollo para la Paz del Magdalena Centro, en el que participaron líderes del territorio, representantes de las instituciones aportantes, Concejales de varios municipios y el equipo técnico del PDPMC, quienes trabajan día a día por el desarrollo y la paz de la región.

Este encuentro se realizó en el municipio de La Dorada (Caldas), los días 18 y 19 de agosto, dejando ver que el trabajo realizado ha permitido que las distintas comunidades que componen el territorio adopten y hablen de los procesos que acompañan y fortalecen en cada uno de sus municipios. Los pobladores con sus exposiciones dejaron ver el orgullo que les producen los esfuerzos por organizarse y promover iniciativas para su desarrollo social, cultural, económico y político, practicando así lo aprendido con el PDPMC. Cada Mesa Subregional de Trabajo expuso las necesidades de su territorio y las fortalezas, en las que el PDP ha contribuido. Hoy después de 11 años vemos unos pobladores empoderados, propositivos, confiados de sus capacidades y experiencias. El proceso de retorno a la vereda El Congal del municipio de Samaná, Caldas, es un ejemplo de ello: sus pobladores se esfuerzan por regresar a su tierra, haciendo uso de sus derechos y confiados en sus sueños de paz.


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Pusimos una semilla en distintas organizaciones como Sol de Oriente (San Diego, Caldas), Granitos de Árbol Duro (Yacopí, Cundinamarca), Arteguasca (Marquetalia, Caldas), entre otras. Contribuimos al mejoramiento de las relaciones intrafamiliares y personales con campañas como: Porque te quiero no te aporreo, Barriendo el machismo; que incitan a la reflexión y al cambio de actitud de los pobladores al conocer sus derechos y sobre todo lo relacionado con los deberes que tenemos como seres humanos, como pareja y como miembros de una comunidad. “Lo que nosotros estamos haciendo con la comunidad sobre la construcción de la paz, es enseñándole a las comunidades, porque allí la gente poco cree, pero es una tarea difícil que se debe seguir haciendo para darles a entender que uno de los mejores caminos es construir la paz en nuestros territorios” afirma Román Tovar, concejal del municipio de Yacopí, Cundinamarca. “Tener la confianza que se ha ido construyendo con los líderes, para las empresas es muy importante, estos procesos en el territorio hacen parte esencial de nuestra viabilidad, de nuestra sostenibilidad. Creemos que ustedes como líderes hacen parte fundamental, pero que nosotros también como actores en los territorios somos constructores de paz junto con ustedes” afirma Marcela Jaramillo, representante de ISA y miembro de la Junta Directiva del PDPMC.

Nos sentimos complacidos y motivados con el crecimiento en sensibilidad humana de los pobladores que hacen parte de la familia PDPMC, a la espera de la firma de los acuerdos de paz para continuar haciendo grande el Corazón de Colombia.


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11 Años con las Mesas Subregionales de Trabajo

¡La participación como pieza clave para el desarrollo de las comunidades! Viviana Bedoya Coordinadora Mesas Subregionales de Trabajo.

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on esa premisa hace 11 años se dieron los primeros encuentros de las Mesas Subregionales de Trabajo (MST) como un propósito de comunicación y articulación de cara a las comunidades, las instituciones y los procesos e iniciativas para ser acompañadas por el Programa Desarrollo para la Paz del Magdalena Centro (PDPMC). Si recurrimos a la memoria, hace 12 años no se escuchaba hablar del Magdalena Centro porque en el imaginario existía la denominación de los departamentos de Antioquia, Caldas, Cundinamarca y Boyacá y esta zona que hoy habitamos estaba reconocida a nivel nacional como Magdalena Medio. Pensando en las cercanías, pero también en las problemáticas y potencialidades compartidas y la manera como se generaban los procesos de comunicación, se empezó a hablar de subregiones las cuales fueron calando en el lenguaje de los pobladores como Bajo Cundinamarca (Guaduas y Chaguaní), Noroccidente de Cundinamarca (Yacopí, La Palma y Caparrapí), Suroriente de Antioquia (Puerto Triunfo y los corregimientos de la parte baja de Sonsón: San Miguel, La Danta y Jerusalén), Occidente de Boyacá (Puerto Boyacá) Alto Oriente de Caldas (Marulanda, Pensilvania, Manzanares, Marquetalia, Samaná), Bajo Oriente de Caldas y Puerto Salgar (la Dorada, Victoria, Norcasia, Puerto Salgar), así se empezó a darle forma en un croquis al Magdalena Centro. Para lograr que el proceso de construcción de paz empezara a consolidarse en el tiempo, fue fundamental la vinculación de diferentes actores locales, quienes encontraron en las MST una oportunidad para construir visiones compartidas de desarrollo y de la vida soñada para sus territorios.

Dadas las necesidades de llegar a lugares de difícil acceso y de dar una mayor respuesta a las necesidades de los pobladores, se sumaron al proceso tres espacios que conocemos como Sub Mesas de Trabajo: Berlín que agrupó los corregimientos de San Diego, Florencia y las veredas Montebello, Mocovita y la Quiebra del municipio de Norcasia; San Carlos en el Noroccidente de Cundinamarca y Arboleda en el Alto Oriente de Caldas.

Líderes por la Paz Suroriente de Antioquia

De la mano de los pobladores, las instituciones, las empresas y los aliados presentes en el territorio, en el 2005 se trazó una apuesta común con el objetivo de contribuir a establecer diálogos duraderos en las diferentes dimensiones del desarrollo: económico, político, cultural, social y ambiental como alternativas que ayudan a cerrar brechas desde la participación, el aprendizaje y el intercambio de experiencias para que pudieran convertirse en referentes significativos para la transformación de las realidades comunes.

Submesa de Berlín, Caldas

La consolidación de las Mesas y Sub Mesas de Trabajo ha permitido definir una apuesta desde cada subregión a través de iniciativas productivas y de carácter formativo como la Escuela de Formación Hacia la Excelencia Comunitaria Total (EFHECTO) de la subregión Bajo Cundinamarca, que se ha convertido en un espacio de formación comunitaria desde los líderes y para los líderes, un proceso que ha dejado aprendizajes como el proyecto de extracción de aceites esenciales o aromáticas reconocido en la subregión del Alto Oriente de Caldas.

los pobladores; es por ello que también cuenta con una instancia de participación, consulta e interlocución importante entre las subregiones y la corporación denominado Consejo de Líderes, que hoy tiene la misión de servir de puente y articular los procesos en cada territorio donde tiene presencia el PDPMC.

Cada iniciativa impulsada desde las Mesas de Trabajo ha puesto en marcha no solo la capacidad operativa de la corporación sino el compromiso y empuje de

“Porque

Las Mesas Subregionales de Trabajo integran elementos de inclusión social y formación en habilidades para la comunicación, con el fin de continuar la consolidación de espacios que permitan el encuentro, el diálogo

y la expresión; herramientas necesarias para desarrollar procesos arraigados al territorio. La existencia de las Mesas de Trabajo se ratifica en la medida que su actuar pone en relieve las riquezas de los territorios y la experiencia acumulada de los pobladores durante estos años. En estas plataformas, se necesita continuar el proceso de reflexión y actuación en torno a la propuesta de nuevas prácticas que contribuyan a fortalecer las relaciones entre unos y otros.

cuando los actores que configuran un mismo territorio se sienten incluidos, se desarrollan relaciones diferentes,que aportan a la construcción de paz.” ¡Este recorrido por el Magdalena Centro continua!


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Fundación Apoyar quiere seguir apostándole a la Paz Comunicaciones Apoyar

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ctualmente nos encontramos en una transición, el fin del conflicto y la llegada del posconflicto, y como ONG nuestro propósito es hacer todo lo que esté en nuestro alcance para poder seguir trabajando por la paz, que es nuestra meta desde hace 26 años. Por lo tanto, desde el trabajo

con nuestros niños, jóvenes, mujeres y abuelos traemos la declaración de Paz, para compartirla con todos y así darnos cuenta que el grano de arena a la paz, está en nosotros mismos. Queremos dejar la violencia y los traumas pasados a un lado, lo importante ahora es cómo vamos hacer frente a la paz y al perdón; porque sabemos que aunque no es fácil, no es imposible. Soñamos con un país que un día se levante con un conflicto menos,

confiamos en la transformación de una sociedad y de un Estado que supere y abandone la violencia. Curar y sanar heridas es labor de todos, porque podemos ayudar así no hayamos sido víctimas directas. Reconocer los errores es lo primero que debemos hacer para comenzar a sanar y dejar la violencia atrás, sin olvidar que dejar las heridas en el pasado no significa que nunca existieron, porque posiblemente en muchos colombianos todavía están presentes. Pero, un país con memoria es un país que no repite

errores y eso es lo que deseamos. Todos somos protagonistas en ésta nueva era, cualquier cambio es significativo por más pequeño que sea, todos los esfuerzos de corazón serán recompensados. La Paz es nuestra inspiración, nuestro sueño es tener un lugar mejor donde vivir, sobre todo para que aquellos sobrevivientes del conflicto armado retornen a sus hogares, a sus tierras, y puedan volver a sonreír y sobre todo seguir apostándole a la paz.

Fundación Apoyar Declaración de paz

1. La paz es un proceso, la construimos cada día.

2. Quien castiga o mata para dominar, no encontrará nunca felicidad ni paz, ni ahora, ni después de la muerte.

5. Para trabajar por la paz hay que deslegitimar la violencia: no más gritos, ni golpes o gestos desobligantes.

3. Paz no es ausencia de problemas, es poder resolverlos de forma pacífica.

6. Con la violencia todos perdemos, pierde el más débil, pierde el más fuerte, pierde la justicia y pierde la paz. La violencia no resuelve problemas.

4. Paz son las relaciones basadas en el respeto, el cuidado, el diálogo, la solidaridad y el buen trato.

7. Paz es un estado en que las necesidades se encuentran satisfechas, dentro de unos parámetros de justicia social, sin abusos de poder.


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Escuela de música ‘Semillas de Paz’ Corregimiento de San Miguel (Sonsón, Antioquia) Cristina Cuellar Toro San Miguel, Antioquia.

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a música es un elemento fundamental en la etapa del sistema educativo. El niño y el joven empiezan a expresarse de otra manera y son capaces de integrarse activamente en la sociedad, porque la música les ayuda a lograr autonomía en sus actividades habituales, asumir el cuidado de sí mismo y del entorno, y ampliar su mundo de relaciones. La escuela de música “Semillas de Paz” del corregimiento de San Miguel, se creó en el año de 1996 con la ayuda de los mandatarios locales y regionales de la época, quienes colaboraron con la dotación de instrumentos musicales para poder enseñar y capacitar a los niños y jóvenes del sector. Su director y profesor Carlos Julio Tangarife, empezó con esta gran labor el 20 de Octubre de 1998 de la mano de

la Institución Educativa Rural San Miguel (IERSM), ofertando la formación musical y cultural en banda de música, banda músico marcial infantil y juvenil, grupo de canto parroquial, grupo de chirimía infantil y juvenil, y el grupo de iniciación musical o pre-banda. Actualmente, en estos procesos culturales y artísticos participan más de cien niños y jóvenes del corregimiento, quienes emplean su tiempo libre apostándole al aprendizaje y desarrollo de habilidades musicales para la configuración de un territorio de paz.

Taller con madres sustitutas Adelina Machado Profesional Línea Cultura de Paz y Reconciliación

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l pasado 31 de agosto del 2016, se realizó en la fundación FESCO sede La Dorada, un taller sobre la Ley 70 de 1993, que tiene como propósito establecer mecanismos para la protección de la identidad cultural y de los derechos de las comunidades negras de Colombia como grupo étnico, y el fomento de su desarrollo económico y social, con el fin de garantizar que estas comunidades obtengan condiciones reales de igualdad de oportunidades frente al resto de la sociedad colombiana. Este taller contó con la participación de 30 mujeres del programa “Madres Sustitutas” quienes manifestaron la importancia de conocer la legislación que protege a los niños y en especial a las comunidades negras. Ya que 3.850 de los habitantes de La Dorada son afros según caracterización realizada en el año 2014 por La Chec, Alcaldía de La Dorada y Jóvenes Emprendedores El Programa Desarrollo para la Paz del Magdalena Centro continúa con el compromiso de apoyar las iniciativas de las instituciones que hacen presencia en el territorio, las cuales tengan también como misión

aportar al mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes en los distintos sectores.


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Recorrido de campo seguimiento al convenio tripartito 2015-2016 PAI Guarinó Mercedes Restrepo Ángel Equipo secretaria técnica PAI

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os días 6, 7 y 8 de septiembre se realizó un recorrido de campo como parte del seguimiento a la ejecución del convenio tripartito 2015-2016 en el marco del Plan de Acción Inmediata (PAI) Guarinó. Profesionales de Isagen, Corpocaldas, Cortolima, la Fundación Pucará, el Comité de Cafeteros de Caldas, la Corporación Emprender y el PDPMC, visitaron las veredas Arenillo y La Estrella del municipio de Herveo, Tolima. Allí se efectuó el seguimiento a los componentes de reforestación, aislamiento, saneamiento básico y fortalecimiento comunitario.

Fotos Wilsón Rivera Además, la comunidad expresó su satisfacción y la importancia que ha tenido el PAI especialmente en lo social y ambiental.

La ruta inició en las obras de bioingeniería de la vereda Romeral y la cabecera de la quebrada San Antonio del municipio de Manzanares. Esta última obra, es de gran importancia para el municipio ya que la quebrada está ubicada en el sector periurbano y en algunas oportunidades ha generado graves emergencias. El trayecto continuó en la vereda Cúcuta de Marquetalia donde se visitó algunos de los participantes de los componentes de estufas ecoeficientes, huertos leñeros, caseta sanitaria y agroecología. En este lugar, las familias tuvieron la oportunidad de participar, mostrar su compromiso y validar los cambios que gracias a estas intervenciones han tenido sobre el mejoramiento de su calidad de vida.

Fotos Wilsón Rivera

En esta vereda se realizó una reunión para revisar avances, compartir aprendizajes y tener una mirada a futuro. Cabe resaltar que en este sector, siete líderes comunitarios han participado en las cohortes de la Escuela de Liderazgo Ambiental (ELA), por lo que reconocen la importancia de haber hecho parte de este proceso de formación, y señalan que gracias a ello hoy promueven la conciencia ambiental en sus comunidades y ahora trabajan para que con pequeños cambios se pueda dar más sostenibilidad al medio ambiente a través de mejores y más responsables prácticas. El recorrido finalizó en el municipio de Fresno (Tolima), en este lugar se desarrolló un conversatorio en el que participaron líderes de las veredas España, Fátima, Portugal y Pavas. Donde resaltó los aprendizajes dentro de ELA y el fortalecimiento comunitario como eje para las comunidades del PAI Guarinó. Finalmente, se realizó un compromiso por parte de las corporaciones ambientales que hizo especial énfasis en una pedagogía en torno a los requisitos para las concesiones de agua y permisos de vertimientos, el apoyo en la legalización de los acueductos veredales, las fuentes de agua, y la protección y cuidado de estas.


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Gira por el suroeste Antioqueño Sebastián García Comunicador Social PDPMC

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caficultores del Oriente de Caldas, que hacen parte del proyecto Procafé, tuvieron la oportunidad de visitar y conocer diferentes fincas ubicadas en el departamento de Antioquia. En este intercambio de experiencias, los caficultores compartieron y conocieron de primera mano cultivos de café, aguacate y maracuyá en fincas de gran producción y alta calidad, lo que las posiciona como las mejores de la región. En este encuentro se recorrieron los municipios de: Andes, Jardín, Hispania y Fredonia. Estuvo guiado por el señor Alfredo Vallejo de la empresa Terra Petra, dedicada a la investigación y desarrollo de productos orgánicos para una

mejor producción en el campo. El espacio permitió a los caficultores ratificar que el café puede estar bajo la sombra, que sí se puede cultivar bajo ella, y que estos cultivos son bastante productivos. Además, observaron siembras a menor distancia que no pierden productividad. Se pudo observar la variedad de café Catimor que, en esta zona del país, es una variedad considerada aliada del caficultor, por su buena producción, calidad de taza y la buena resistencia a plagas como la roya. Al final de la gira los caficultores del Oriente de Caldas, concluyeron que el encuentro fue todo un éxito, pues compartieron sus experiencias y adquirieron nuevos conocimientos que sin duda, serán implementados en sus fincas.

Cafetales municipio de Andes, Antioquia. Recordemos que el Proyecto Procafé es financiado por la Fundación Lutheran World Relief y la Fundación Starbucks y

es ejecutado por el Programa Desarrollo para la Paz del Magdalena Centro.

San Miguel la tierra del olvido Conozcamos San Miguel, un paraíso escondido, con paisajes naturales maravillosos, como el túnel forestal por la carretera que comunica al municipio de Puerto Triunfo, las cascadas de Candilejas en la vereda Piedras Blancas, la fauna silvestre y los juegos náuticos a orillas del río la Miel.

Jose Cuellar Toro.

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sa tierra del olvido de amplias calles y anchas aceras, que a su costado oriental está bañada por las aguas dulces del río la Miel. La tierra del olvido, de muchos que han partido y reniegan de ella como si fuese esta hermosa tierra la culpable del error y la calumnia humana. La tierra del olvido, para esos hijos nacidos en ella que al partir y tocar el poder jamás vuelven a mirarla con los ojos de bondad, pero que expresan a los cuatro vientos amarla con todo su ser. La tierra del olvido, que con su soledad siempre tiene el sustento, la tierra bella, la que permite amar en sus encantadores noches estrelladas. La tierra del olvido, aquella que recibe este apodo pues parece no ser parte del territorio al que fue asignado, que no utiliza el apellido de su padre y se presenta solo con el apellido de su madre. Así es San Miguel, un hermoso pueblito ubicado al sur oriente

Foto de pesca San Miguel, Antioquia. del departamento de Antioquia, exactamente en el municipio de Sonsón. El cual se encuentra de su cabecera municipal a 450 kilómetros del municipio de La Dorada, Caldas (12 horas aproximadamente), y a 250 kilómetros por la autopista de Medellín o Bogotá (8 horas aproximadamente). Quizás por esta exagerada distancia es que Sonsón no tiene sentido de pertenencia por este territorio, al menos a la hora de contribuir en su infraestructura, festividades u obligaciones que tiene un municipio con sus

corregimientos. Pero que para otras cosas, como regalías o votos San Miguel y La Danta son vistos con muy buenos ojos. Es por esta principal razón que San Miguel es la tierra del olvido. Todavía no es claro el por qué la discriminación, ya que es un lugar rico en ganadería extensiva, pesca y minería. Además, cuenta con 600 hectáreas de palma africana en la vereda Butantán, así como con cultivos transitorios de yuca, plátano, papaya, y programas de piscicultura a mediana y gran escala que hacen del territorio una potencia agropecuaria.

Un lugar donde se puede disfrutar de tranquilidad, de una conversación amena con su gente que se destaca por su gran amabilidad, de un hermoso templo parroquial adornado por tres extensos corredores llenos de pequeños arbustos florecidos que le dan ese toque campestre. En realidad, San Miguel guarda una infraestructura diferente a todos los pueblos del oriente antioqueño y eso sí que se nota en el centro de su poblado, donde no hay un parque sino una cancha de fútbol, en el cual se realizan todos los eventos culturales. Es el lugar principal de encuentros y tertulias. Por esta y más razones es importante conocer a San Miguel, que no es una tierra del olvido sino un ¡Pueblo lindo pa’ querer!


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“Yeguas hoy Dorada” Epicentro del Magdalena Centro y valga la redundancia del Centro del pais. Juan Diego Valencia Arcila Consejo de líderes Mesa Subregional de Trabajo Alto Oriente de Caldas

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ablar del puerto caldense nos lleva inmediatamente a pensar en el río magdalena, el río de la historia cuyos primitivos pobladores lo conocían como huanca-mayoy huacayo, o “río de las tumbas”, Yuma, cuyo significado puede ser procedente del país amigo y de las montañas” a si era nombrado en la parte media (hoy Magdalena Medio) también le decían arli o sea río del pez; y finalmente caripuya o cari puaña, que significa el” rio Grande”. También se le llama Karakalí probablemente una delas formas de la palabra Karib, según Paulrivet y que era asimilada a una nariguera ornamental. A varios conquistadores se atribuye el descubrimiento del río, entre ellos Juan de la Cosa y Pedro de Heredia pero fue Don Rodrigo de Bastidas quien en 1501 lo divisa y lo conoce por primera vez y bautizándolo con el nombre de Rio Grande de la Magdalena, en honor a Santa María Magdalena, llamado también el rio de la historia. El nacimiento del rio se localiza

en el sur del país, en el macizo colombiano, en el páramo de las papas departamento del Huila; el río cuenta con una longitud de 1600 Km de los cuales 886 Km son navegables, en su recorrido de sur a norte hasta su desembocadura en Bocas de Ceniza donde desemboca al mar caribe, recibe más de 500 afluentes entre ríos y quebrada. Afínales del siglo XVIII la empresa inglesa The Colombia Railway construyo un ferrocarril que a bordeaba el río Magdalena; este partía desde el poblado de Ambalema hacia el note, y después de pasar por Beltrán, Armero, Mariquita y Honda, llegaba a un sitio llamado Yeguas, 15 kilómetros de lo que hoy es Dorada. El gerente del ferrocarril en Honda contrató con Antonio Acosta en 1893 la instalación de la red telefónica entre esta ciudad y yeguas, Acosta vislumbró las posibilidades de iniciar el proceso colonizador a lo largo del río Magdalena, explotando la leña para los barcos. Es de anotar que en esta época las embarcaciones que se movían por el Magdalena eran accionadas por grandes ruedas previstas de

paletas e impulsadas por vapor producido por una caldera de agua que usaba leña como combustible Acosta se enfrentó a la manigua y formó una empresa de “Leñateo” el trabajo consistía en derribar los gigantescos árboles utilizando solamente el hacha, en un ambiente de intenso sol, rodeado de fieras y todo lo que implica la selva, como los mosquitos trasmisores de la fiebre amarilla y el paludismo que azotan las comunidades ribereñas; al mismo tiempo se inicia una colonización para abrir terrenos mediante rozas con el fin de establecer cultivos de maíz y frijol y otros cultivos que pronto se comercializaron en el mercado de Honda; a la par, alrededor de la empresa del leñateo, el fulgor del ferrocarril en estas tierras inhóspitas de la época le van dando auge a un nuevo poblado con el nombre de Dorada. Pronto el naciente puerto se va convirtiendo en un polo y centro de desarrollo gracias a la ubicación geográfica en el territorio colombiano, la navegación y el ferrocarril fueron en su momento el motor y el eje central de la economía de la región, pero fueron decayendo a medida que van surgiendo otros medios de

comunicación y transporte como las carreteras y la navegación aérea, sin embargo el puerto no dejo de tener importancia ya que siguió siendo un punto estratégico para la región del magdalena medio, pues aquí convergen comunidades rivereñas de varios departamentos que hacen del puerto doradense un centro importante de comercio, ligado a esto la pesca, la ganadería y el turismo, hacen que nuevamente se mire esta región y más cuando la ubicación nos pone más cerca de las grandes ciudades, lo que nos permite avizorar un camino de desarrollo que beneficiará a toda la región. Gracias a un imaginario que hemos construido colectivamente como pobladores de la región, desde el Programa Desarrollo Para la Paz del Magdalena Centro (PDPMC) hoy somos reconocidos como la “Región del Magdalena Centro” y nos aprestamos a aportarle desde el empoderamiento, el trabajo comunitario desde las asociaciones, la equidad de género y la comunidad afro descendientes a seguir construyendo tejido social cuando nos enfrentamos aun posconflicto y el renacer de una nueva Colombia.

Opinión

Una mirada desde afuera Fernando Moncayo Residente en Canadá Mirar los toros desde la barrera tiene sus ventajas y desventajas. En las últimas, uno peca por insensible; en las primeras, se puede ver objetivamente lo que ocurre. Como colombiano expatriado he caído en cuenta de las contradicciones que encierra Colombia.

Hay un país aferrado a tradiciones culturales de siglos pasados, regido por principios religiosos, caudillos y la constitución de 1890. Ese es el País del NO. Allí impera la tiranía de la mayoría, la discriminación (raza, credo, posición social, identidad de género), el latifundio, y el poder gamonal del ‘hombre fuerte’. Un país que se resiste al cambio, donde rige el miedo y el odio; que dice NO a la inclusión desde afuera, que se ve violento, inseguro y corrupto. Un estado

fallido dominado por el narcotráfico y los señores de la guerra donde las diferencias se resuelven a bala. Por otro lado, existe un país avanzado en la modernidad, que genera, aplica y refuerza principios humanistas. En ese país rige una constitución renovada, donde prevalecen las instituciones, los partidos, el respeto a la diversidad y la igualdad. Ese país le dice SÍ a la inclusión, y se proyecta hacia el mundo como un pueblo alegre,

rico, diverso y generador propuestas admirables.

de

El plebiscito para la refrendación de los acuerdos de La Habana con Las FARC es el pulso entre las dos Colombias, el País de SÍ y el País del NO.



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