EDITA: CGT-CAT
ELECCIONES SINDICALES 2011
NÚM.: 1
ELECCIONES SINDICALES: UNA OPORTUNIDAD PARA ORGANIZARSE
LA NEGOCIACIÓN SINDICAL EN LA ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO: UN MODELO PECULIAR.
Próximamente, se nos convocará a los empleados públicos para elegir a nuestros representantes en las Juntas de Personal y los Comités de Empresa. La elección de la fecha es fruto de un pacto UGT, CCOO, CSIF y CIG para que se realicen todas las elecciones sindicales de la AGE de manera centralizada en un solo día. La situación de la representación sindical en la Administración Pública es la centralización de los órganos de representación y la falta real de la negociación colectiva. La estructura de los órganos de representación a nivel estatal se basa en la existencia de una Mesa General que abarca a toda las Administraciones Públicas y con competencia en los temas importantes (retribuciones, calendario laboral, determinación de las condiciones de trabajo, etc.) y, dependiente de ésta, encontramos Mesas Sectoriales (delegadas) que pueden tratar de los temas que no sean objeto de negociación en la Mesa General. Como representantes de los trabajadores en estas mesas solo están, por ley, los sindicatos “mayoritarios” (UGT, CCOO y CSIF). A nivel provincial, tenemos como órganos de representación las Juntas de Personal para los funcionarios y los Comités de Empresa y delegados de personal para el personal laboral. Las primeras comprenden a la totalidad de los funcionarios de la Administración General del Estado y demás organismos dependientes de los ministerios; los segundos se hacen por organismos (por ejemplo la Seguridad Social, Interior, etc.).
Esta estructura aleja a los empleados de sus representantes. Pactos como el de la elecciones sindicales que centraliza el proceso denota que a los sindicatos mayoritarios ya les va bien este modelo porque, para ellos, los órganos de representación provinciales no son más que un instrumento para “sumar delegados”, que les sirve para seguir ostentando la condición de sindicatos más representativos, lo que les da derecho a la participación en las mesas institucionalizadas y mayor acceso a las subvenciones, liberaciones, etc. A pesar de que la normativa establece el derecho a la negociación colectiva de los empleados públicos la misma normativa se encarga de vaciar de contenído este derecho, dejando a la voluntad política de la Administración el cumplimiento de pactos y acuerdos (como ejemplo reciente tenemos la bajada del 5% que ha sufrido nuestro salario después de haberse acordado un incremento aunque fuera simbólico).
PRINCIPALES PROBLEMAS EN LA ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO La pérdida de poder adquisitivo es, seguramente, el mayor problema al que nos enfrentamos los empleados públicos. A la congelación salarial o la subida por debajo del IPC de las últimas décadas se ha sumado, este año, una rebaja en nuestras retribuciones de un 5% de media. Este hecho, que no hace sino poner de manifiesto la nula capacidad de negociación de los trabajadores públicos (el Acuerdo GobiernoSindicatos para los años 2010-2012 saltó por los aires con la aprobación del Real Decreto Ley 8/2010 de Medidas Extraordinarias para la Reducción del Déficit Público), ha alejado todavía más nuestros salarios de la media del sector privado.
Paralelamente, el 0,5% de nuestro salario anual continúa destinándose a un Plan de Pensiones sobre cuya suscripción nadie nos ha consultado. De este modo, nuestro dinero es transferido a manos privadas para su inversión en productos financieros en lugar de emplearse para fortalecer el sistema público de pensiones, a todas luces más justo, eficiente y con mayores garantías. Sin duda, a ello no es ajena la gestión interesada de este Plan de Pensiones por parte de CCOO y UGT.
progresiva externalización de diversos servicios públicos que ha afectado, de momento, a las tareas de mantenimiento (limpieza, servicios técnicos, etc.), la gestión de datos (ficheros, archivos, etc.) y el soporte informático, para acabar introduciéndose en la gestión común porque la reforma laboral permite que las ETT actúen en las Administraciones Públicas, cosa prohibida anteriormente.
Al mismo tiempo, asistimos a un proceso de endurecimiento de las condiciones de trabajo: aumento de ritmos, mayor peso en nuestros salarios de las retribuciones no consolidables (productividad), persecución y castigo de los permisos por enfermedad y para cuidado de familiares, restricciones en el disfrute de los permisos y licencias… La Administración del Estado continúa disminuyendo su plantilla y encomendando la prestación y gestión de servicios públicos al sector privado con el pretexto de reducir costes. Conviene recordar, en este sentido, que el Real Decreto 8/2010 (el de nuestro recorte salarial y el de la congelación de las pensiones) sólo prevé la cobertura del 10% de las vacantes que se produzcan así como la congelación de la oferta de empleo público hasta, por lo menos el año 2013. Durante estos últimos años, hemos sido testigos de la
LA NECESIDAD DE PARTICIPAR EN LAS ELECCIONES SINDICALES
Como hemos visto, las Juntas de Personal y los Comités de Empresa, carecen de competencias reales y no tienen ningún poder negociador, además de aglutinar a un colectivo muy heterogéneo en cuanto a retribuciones, horarios, categorías o condiciones de trabajo. El vacío de contenido negociador de las Juntas de Personal responde a una voluntad política, expresada en los cambios legislativos (el EBEP recorta las competencias que antes tenían las Juntas) y la práctica de la Administración (que se niega a dejar ejercer las pocas competencias que se tienen). Sin embargo, estar presente en los órganos de representación tiene una gran importancia estratégica, pues permite, por ejemplo, tener acceso a la información que la Administración tiene obligación de proporcionar a los representantes sindicales y avalaría el trabajo diario de nuestros delegados, al dar cobertura legal a sus actuaciones en los centros de trabajo. Conscientes de las dificultades para el ejercicio de nuestros derechos como trabajadores, CGT-CAT ha defendido siempre un modelo de cercanía de los representantes a los centros de trabajo. Así, siempre hemos defendido elecciones sindicales por organismos y órganos de representación por centros de trabajo, pues nos parece un modelo mucho más eficaz para la defensa de los intereses del colectivo, al acercar a sus representantes sindicales a las diferentes circunstancias de cada centro. CGT-CAT basa su trabajo del día a día en la importancia de las secciones sindicales (no en las cúpulas, como otros) y en las asambleas de trabajadores, teniendo en cuenta la importancia de la movilización como herramienta esencial de los trabajadores para conseguir y mantener derechos laborales y sociales, pues la movilización es el único instrumento que tenemos los empleados públicos para forzar a la Administración a negociar, y para hacer cumplir lo pactado.
CGT-CAT: LA ALTERNATIVA SINDICAL
Favorecida por el bajo índice de afiliación y la propia estructura de muchas organizaciones, ha ido medrando una burocracia sindical alejada de los problemas de aquellos a quienes representan, circunstancia que, a su vez, ha provocado el descrédito de los sindicatos. Hoy día, el desánimo y la pasividad son actitudes comunes entre los trabajadores.
En medio de este desolador panorama, CGT-CAT constituye una alternativa sindical, tanto en el funcionamiento interno como en la práctica externa. Una opción real, fuerte y reivindicativa. Frente a las organizaciones mayoritarias (CCOO, UGT y CSI-CSIF), nosotros consideramos que las decisiones deben adoptarse de abajo hacia arriba y que, por tanto, ningún sindicato debe firmar acuerdos que no hayan sido previamente consultados y aprobados por el colectivo de trabajadores afectado. La mayor cercanía entre los trabajadores y quienes asumen su representación convierte a CGT-CAT en una opción diferente dentro del actual panorama sindical, dominado por unas organizaciones sindicales institucionalizadas y cuyas élites negocian y firman acuerdos a espaldas de los trabajadores a quienes representan e, incluso, de sus propios afiliados. En cambio, los acuerdos tomados colectivamente por las asambleas de trabajadores son mandatos de obligado cumplimiento para CGT-CAT.
TOMA LA PALABRA Y AYÚDANOS A CRECER
NUESTRO COMPROMISO
A veces se nos achaca estar en contra de todo, de ser el sindicato del no. Lejos de esto, somos el sindicato del sí: ►►Sí al mantenimiento del poder adquisitivo. ►►Sí al fin del plan de pensiones impuesto y su inclusión a salario directo de las cantidades previstas para el mismo y rescate de lo ya aportado. ►►Sí a la defensa del sector público, a la igualdad en el acceso a la jubilación para el rejuvenecimiento de las plantillas y al aumento de efectivos para ofrecer un servicio público de calidad. ►►Sí a los concursos periódicos con el fin de lograr la deseable adecuación del puesto de trabajo a las circunstancias personales del trabajador facilitando la movilidad. ►►Sí a la igualdad, publicidad y objetividad en el acceso a los puestos de trabajo provisionales (como las comisiones de servicio). ►►Sí al trabajo de mayor valor añadido, sí al reconocimiento de nuestro trabajo con unas RPT justas y equilibradas y el establecimiento de unos complementos específicos razonables que retribuyan todas las tareas específicas, incluida la atención al público. ►►Sí al cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. ►►Sí a la conciliación efectiva de la vida laboral y familiar. ►►Sí a que los sábados sean considerados festivos a todos los efectos.
En el proceso de elecciones sindicales, no sólo encontramos la oportunidad de valorar el avance de nuestra labor en los últimos años, sino también la oportunidad de extender e implantar nuestro modelo sindical en nuevos sectores o empresas. CGT-CAT cuenta ya con representación en 19 provincias y es la organización mayoritaria en algunas de ellas (como Barcelona, Girona y Tarragona). Este índice de representatividad es fruto del respaldo y la confianza que, en su día, muchos trabajadores nos otorgaron y constituyen un patrimonio que ninguno de nosotros se atrevería a dilapidar. Te necesitamos, nos necesitamos. Queremos estar presentes en Juntas de Personal y Comités de Empresa, llegar a esas mesas estatales, ahora negadas, y demostrar que ningún potente adherente nos pega a ellas. Es tiempo de “promesas fáciles”, de mentiras sin escrúpulos, no fallan las siglas falla el modelo. Queremos demostrar que el modelo de participación colectiva, las asambleas decisorias, etc., son posibles, queremos demostrar como ya hemos hecho cuando hemos participado en las mesas de negociación, que otro sistema es posible. Queremos estar en las mesas, presentar y defender las reivindicaciones colectivas y NO firmar ningún acuerdo sin que previamente sea ratificado por la mayoría, bien a través de referéndum, bien a través de asambleas. Ya lo hicimos posible cuando accedimos a las mesas (1982 en Seguridad Social). Uno de nuestros objetivos principales es mostrar las reivindicaciones del colectivo y si estas son rechazadas levantarnos de las mesas y plantear las movilizaciones necesarias acordadas colectivamente para llevarlas a buen puerto, nada más y nada menos. No somos ni gestoría, ni conseguidores de nada que no cuente con el suficiente respaldo de la plantilla. La labor sindical o es colectiva o no es, por ello ir en nuestras listas no es usurpar la voluntad de nadie. Nuestra función se limita a la de ser meros portavoces de lo que el personal demanda y mientras este se comprometa a luchar por sus intereses. Nosotros no sustituimos a nadie, acompañamos, eso sí, con el compromiso de no abandonar la lucha. Por todo ello nos atrevemos a escribirte estas letras con el fin de que, si puedes y quieres nos ayudes en una candidatura con nuestras siglas, CGT-CAT, en tu provincia, o bien nos indiques si conoces a alguien que pueda tener interés en participar con nosotros. Esto sólo es posible cada cuatro años con la convocatoria de elecciones,…