Sonia Montaño Virreira y Vivian Milosavljevic División de Asuntos de Género, CEPAL
El impacto de la crisis económica sobre el tiempo, el trabajo y la pobreza de las mujeres
Resumen: Se propone un análisis de la crisis económico financiera desde la perspectiva de género y, consiguientemente, se tratan algunos aspectos habitualmente no reconocidos como relevantes en el análisis de sus efectos y en el diseño de políticas de salvataje y recuperación, como el papel del trabajo no remunerado de las mujeres, antes, durante y después de la crisis. Se anotan los rasgos estructurales de la desigualdad en América Latina y, en especial, de la desigualdad que surge de la discriminación hacia las mujeres, con el objeto de llamar la atención sobre los impactos diferenciados de la crisis en el mercado de trabajo. Se recuperan, asimismo, las lecciones aprendidas de las crisis anteriores analizando información de Argentina, Brasil, Chile, México y Uruguay, para luego identificar las vías de transmisión de la actual crisis y sus efectos diferenciados sobre hombres y mujeres en el ámbito de la pobreza, el empleo y el trabajo no remunerado. Palabras clave: crisis económica, género, pobreza, tiempo, trabajo remunerado y no remunerado Abstract: The paper analyses the economic and financial crisis from a perspective of gender focusing on aspects such as the role of unpaid work of women before, during and after the crisis, not usually deemed relevant in the analysis of the effects of the crisis, nor in the design of rescue and recovery
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policies. The structural features of inequality in Latin America are noted particularly, inequality arising from discrimination against women, in order to draw attention to the differential impacts of the crisis in the labor market. The lessons learned from previous crises are taken into account, analyzing information from Argentina, Brazil, Chile, Mexico and Uruguay, in order to derive a road map leading to the current crisis and to identify the different effects on men and women in the area of poverty, employment and unpaid work. Key words: economic crisis, gender, poverty, time, paid and unpaid work
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Sonia Montaño Virreira y Vivian Milosavljevic División de Asuntos de Género, CEPAL
El impacto de la crisis económica sobre el tiempo, el trabajo y la pobreza de las mujeres
I. La crisis y sus características
tores de finanzas, seguros e inmobiliarias, construcción y manufacturación- el fenómeno glo-
La crisis por la que atraviesan en la actualidad
bal afecta ahora a los sectores orientados a los
los países se diferencia de otras anteriores por
servicios y al comercio mayorista y minorista,
su carácter global, lo que hace del mundo finan-
que en muchas economías industrializadas
ciero y comercial y su desplome una de las vías
están dominados por las mujeres. Existe tam-
más dramáticas de transmisión de sus efectos
bién una preocupación por las mujeres en el
por haberse originado en los países centrales y
mundo en desarrollo que carecen de protección
con las economías más fuertes. A pesar de sus
social (OIT, 2009).
orígenes externos y de la incertidumbre res-
La actual crisis sorprendió a América La-
pecto de su duración, ésta afectará más a los
tina y el Caribe en un período histórico de
países en desarrollo y especialmente a aquellos
bonanza, crecimiento sostenido y progreso
que habiendo apostado a la apertura comercial
que no se apreciaba en la región desde hace
no cuentan con recursos suficientes para miti-
más de cuarenta años.
gar los efectos internos generados por la crisis (CEPAL, 2009a).
En los años previos a la crisis coincidieron varios factores que hicieron posible un auge del
Aunque los sectores que inicialmente tuvie-
crecimiento. La coincidencia de una bonanza
ron que afrontar la parte más dura de la crisis
de los precios de las materias primas (más de
financiera fueron los ocupados mayoritaria-
productos mineros que agrícolas) con condi-
mente por trabajadores varones –como los sec-
ciones de financiamiento externo excepciona-
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El impacto de la crisis económica sobre el tiempo, el trabajo y la pobreza de las mujeres
les, la reducción de la deuda externa y la acu-
La reducción de la pobreza ha sido posible
mulación de reservas, aunque no siempre de
también gracias al trabajo de las mujeres. Esto
austeridad fiscal, han sido factores influyentes
se constata al observar que sin el trabajo remu-
(Ocampo, 2008). El fuerte incremento de los
nerado de las mujeres el nivel de pobreza de los
precios de los alimentos en la primera mitad
hogares biparentales se habría incrementado
de 2008, sin embargo, habría ya causado un
en promedio en 10 puntos porcentuales en los
ligero aumento en la tasa de indigencia,
hogares pobres urbanos y en los rurales 6 pun-
pasando del 12,6% al 12,9%, mientras que la
tos (véase el gráfico 2). Como se señala más
tasa de pobreza descendió del 34,1% al 33,0 %
adelante, el aporte del trabajo no remunerado
a nivel regional (CEPAL, 2009b).
de las mujeres es un factor de similar importan-
En lo social, este crecimiento fue acompa-
cia para el desarrollo.
ñado por una mejora de los indicadores del
La pobreza femenina también se explica
mercado de trabajo –menor desempleo y
por el escaso acceso de las mujeres a los ingre-
empleos de mayor calidad– que permitieron,
sos, la proporción de mujeres que no tienen
articulados con un conjunto de políticas públi-
ingresos propios en la región alcanza a un poco
cas, reducir la pobreza en la región casi 10
más de un tercio en las zonas urbanas y alrede-
puntos porcentuales, de un 44% a un 34,1%,
dor de un 44% en áreas rurales, en ambos casos
y reducir la pobreza extrema de un 19,4% a
esto se da, como principal motivo, debido a que
un 12,6%. Vale decir, durante el período salie-
las mujeres se hacen cargo de los quehaceres
ron de la pobreza 37 millones de personas y de
domésticos en los hogares.
la indigencia, 29 millones de personas (véase el gráfico 1).
En las áreas urbanas el porcentaje de mujeres sin ingresos se ha ido reduciendo sistemáti-
En lo que se refiere a la pobreza, conviene
camente en el tiempo y con mayor celeridad
recordar que los niveles permanecieron hasta
que en las áreas rurales donde la brecha es
2004 por encima de los anteriores a la crisis
mayor y su reducción más paulatina. A las des-
generando, por lo tanto, un cuarto de siglo per-
igualdades de ingreso se agregan las viejas
dido en este frente. Más aún, el análisis de Ros
desigualdades entre hombres y mujeres, acen-
(2007) citado por Ocampo (2008) indica que la
tuadas, aún más cuando se trata de poblaciones
reducción en los niveles de pobreza desde 1990
indígenas y afrodescendientes. El índice de fe-
estuvo asociada fundamentalmente a los efec-
minidad de la pobreza pasó de 108 entre 1994
tos positivos de la menor dependencia demo-
y 2002 a 115 puntos en 20081. Para la región, la mayor consecuencia de la
gráfica más que al crecimiento económico o al gasto público social.
crisis económica mundial es que se apagaron
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Pensamiento Iberoamericano nº9
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Gráfico 1 América Latina (19 países): evolución de la pobreza y la indigencia, 1980-2008 a/ (En porcentajes)
(Volumen de población)
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de encuesta de hogares de los respectivos países. / Estimación correspondiente a 18 países de la región más Haití.
a
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El impacto de la crisis económica sobre el tiempo, el trabajo y la pobreza de las mujeres
Gráfico 2 América Latina (13 países): magnitud de la pobreza en hogares biparentales sin y con aporte de las cónyuges al ingreso familiar. Zonas urbanas y rurales, alrededor de 2008 (En porcentaje de hogares pobres)
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sobre la base de tabulaciones especiales de encuestas de hogares de los respectivos países.
los motores del crecimiento –orientados en la
Respecto de las brechas de género existen-
mayoria de los casos a la exportacion–: con la
tes entre las tasas de desempleo, se observa
interrupción de seis años consecutivos de creci-
que en siete países las diferencias se reducen
miento sostenido con mejora de los indicadores
respecto de 2008, sugiriendo que la crisis podría
sociales; la recuperación será lenta y gradual.
tener un efecto más igualador en el acceso al
Aunque en 2010 se estima un crecimiento del
mercado laboral de ambos sexos, esto se debe-
orden del 3%, esta es una tasa insuficiente para
ría principalmente al mayor desempleo experi-
revertir los indicadores sociales. La capacidad
mentado por los hombres en 2009 –en la
estatal de los países de implementar políticas
mayoría de los países– (véase el gráfico 3). Si
contra-cíclicas tendrá entonces un rol determi-
además se observa la brecha por grupos de
nante en un espacio macroeconómico estrecho
edad, se tiene que los y las jovenes son sin lugar
y golpeado por la crisis. No es casual que mu-
las dudas los más afectados.
chas miradas se vuelquen al mercado interno,
Si bien en un primer momento el desem-
como ocurrió en el Brasil, país que logró enfren-
pleo afecta más a los hombres, es posible que
tar la crisis con mayor velocidad.
las mujeres se mantengan en el sector informal
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Pensamiento Iberoamericano nº9
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Gráfico 3 América Latina, países seleccionados: Brecha en las tasas de desempleo urbano entre mujeres y hombres, primer trimestre de 2008 y 2009
Fuente: Boletín No 1 CEPAL/OIT, basado en datos oficiales de los países 2009.
o traten de ingresar a él, ya que éste además de
pobreza: en 2006, el 33,2% de los trabajadores
permitirles una fuente de ingresos, es un tipo
informales eran pobres, mientras que, entre
de empleo más accesible debido a la discrimi-
los formales, solo el 15,9% lo era. La región no
nación por sexo y a la mayor escasez de empleo
cuenta, además, con sistemas solventes de
asalariado frente a la crisis. El empleo informal
seguro de desempleo. La disminución que
seguirá siendo una estrategia a considerar para
experimenta el PIB en tiempos de crisis puede
muchas mujeres pues les permite arreglar con
traer aparejado un efecto negativo y un re-
mayor flexibilidad el horario de trabajo y aco-
troceso en la proporción de las mujeres asa-
modarlo a las responsabilidades familiares
lariadas con contrato formal, ya que se ha
domésticas y de cuidado que derivan de leyes
observado un alto grado de asociación entre
no escritas de carácter universal.
estas dos variables. Con la crisis, se observa
Sumado a lo anterior, el PIB por habitante
también una fuerte caída de las remesas
cae en un 13% luego de un crecimiento acu-
(véase el gráfico 4). Esta caída posiblemente
mulado de casi 23% en el período 2003-2008.
impacte en mayor medida a las mujeres recep-
El aumento del desempleo vendrá acompa-
toras de esta fuente de ingresos.
ñado por un aumento del empleo en el sector
Sin embargo, una vez ocurrida esta primera
informal como una alternativa de sobreviven-
etapa de la crisis, es posible imaginar que la
cia. Hay un fuerte vínculo entre informalidad y
fuerza laboral masculina comenzará a orien-
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El impacto de la crisis económica sobre el tiempo, el trabajo y la pobreza de las mujeres
Gráfico 4 Volumen de Remesas
Fuente: CEPAL
tarse hacia los trabajos que habitualmente rea-
remunerado incrementando su uso del tiempo
lizan las mujeres. El desempleo de las mujeres
para suplir aquellos bienes y servicios que antes
tenderá entonces a aumentar. Al mismo tiempo
compraban en el mercado2.
el trabajo no remunerado del hogar se intensificará para ellas debido a la disminución de los ingresos del hogar, incluido para aquellas que antes de la crisis podían contratar servicio
II. Las mujeres y la crisis en América Latina y el Caribe
doméstico pagado. Es decir, al bajar los ingresos, deberán bajar los gastos como alternativa
La crisis ha golpeado a las regiones del mundo
de ajuste. El costo de la crisis sería entonces
de distintas formas. Sin embargo, es importante
doble para las mujeres: puesto que ellas, en
destacar las desigualdades preexistentes entre
cualquier caso, deben intensificar el trabajo no
los hombres y las mujeres en la región, más allá
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Pensamiento Iberoamericano nº9
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de su clase social o su origen, para comprender
reconocimiento del trabajo no remunerado
cómo la crisis las afecta.
en la agenda política reconociéndolo me-
Desde el punto de vista de los derechos
diante norma constitucional, como es el caso
humanos, se reconoció en las Conferencias
del Ecuador, la República Bolivariana de
Mundiales sobre la Mujer –pasaron 15 años
Venezuela y el Estado Plurinacional de Boli-
desde la Cuarta Conferencia en Beijing– y en
via, o de políticas públicas como ocurre en
3 que la
Argentina, Chile, Colombia, México, entre
igualdad y el empoderamiento de las mujeres
otros. Este reconocimiento se tradujo en la
es indispensable para el desarrollo. Las pri-
medición del trabajo no remunerado de las
meras evaluaciones muestran, sin embargo,
mujeres, a través de encuestas de uso del
un lento progreso sustentado en las débiles
tiempo, creación de cuentas satélite, reformas
políticas pro igualdad de la región y en la per-
laborales y previsionales, que son aún recien-
sistencia de prácticas sociales e instituciona-
tes pero que ya muestran la aparición de nue-
les discriminatorias. Existen tres ámbitos que
vas tendencias en las políticas públicas
muestran el estado de desventaja en el que se
(Montaño y Calderón, 2010).
los Objetivos de Desarrollo del Milenio
encuentran las mujeres: el trabajo remune-
Entre lo que habitualmente se denomina
rado, indispensable para entender sus posibi-
población económicamente “inactiva” se en-
lidades de autonomía; el ámbito de la toma
cuentra la población que no recibe remuneración
de decisiones –que indica el ejercicio de su
por las actividades que realiza, en este grupo se
ciudadanía– y el control de su cuerpo a través
distingue a estudiantes, jubilados(as), rentistas,
de la salud y la sexualidad. De esta manera,
incapacitados(as) y también a aquella parte de
cuanto gocen la autonomía económica, la
la población que tiene dedicación exclusiva a
autonomía física y la autonomía política de
las labores domésticas y de cuidado en sus hoga-
las mujeres será un indicador de cómo la cri-
res, y que suele estar conformado por un gran
sis las afectará
4.
número de mujeres. Usualmente las labores de
Durante la última mitad de siglo, las mu-
“ama de casa” se asocian con las mujeres, aun-
jeres han aumentado su presencia en el mer-
que no siempre son reconocidas como “trabajo”.
cado laboral y obtenido logros educativos
Pero no sólo las “amas de casa” invierten una
importantes, pero no lograron la igualdad en el
gran cantidad de tiempo en las labores domésti-
mundo laboral.
cas, la gran mayoría de las mujeres que están
De un tiempo a esta parte los gobiernos y
empleadas con remuneración también dividen
especialmente los Mecanismos para el ade-
su tiempo tratando de conciliar las responsabili-
lanto de la
Mujer5
han puesto el ojo en el
dades domésticas y el cuidado de los demás
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El impacto de la crisis económica sobre el tiempo, el trabajo y la pobreza de las mujeres
(ya sean estos hijos, ancianos o enfermos) ade-
distintos a la familia. Estas labores son absor-
más de las labores de enlace. Estas labores per-
bidas –sobre todo en los países subde-
manecen invisibles para los gobiernos desde el
sarrollados o en vías de desarrollo– casi única
punto de vista económico y político, aunque
y exclusivamente por ese trabajo no recono-
como se ha señalado, se han ido visibilizando,
cido que realizan las mujeres (madres, abue-
sobre todo, a través de las encuestas de Uso
las, tías, vecinas) o las trabajadoras de servicio
del Tiempo y las reformas constitucionales. Es
doméstico que extienden su rol de cuidadoras
decir, las labores de cuidado, (domésticas, de
a empleos muy precarios en la esfera pública.
personas y de enlace ) son actividades dirigidas
El trabajo doméstico sigue siendo la fuente
a la transformación de mercancías, el cuidado
más importante de trabajo para las mujeres.
y mantenimiento de los espacios; el cuidado
En 2008, 1 de cada 10 mujeres que trabajaban
de las personas (niños, enfermos y ancianos); y
de manera remunerada lo hacían en el servicio
las obligadas (actividades de enlace entre los
doméstico remunerado (CEPAL, 2010). Los roles
ámbitos domésticos y públicos, derivadas de
asignados a las mujeres marcan la forma de
las responsabilidades familiares, como acom-
acceso al mercado laboral y perpetúan las
pañar a los niños a la escuela, hacer trámites o
inequidades sociales y de género.
pagar cuentas) (Picchio, 2001), son también los
A fin de ilustrar las problemáticas que
“servicios de apoyo” de los que habla D’arcy de
enfrentan las mujeres para acceder al empleo,
Oliveira (2003).
se puede observar en las encuestas de uso del
Por lo menos 12 países cuentan al menos
tiempo que, por ejemplo, en Ecuador y México
con una encuesta o módulo que mide el uso
las mujeres desocupadas invierten cerca de 38
del tiempo destinado a las táreas domésticas y
horas semanales en las labores del hogar
de cuidado. Aunque estos estudios aún no son
(véase el gráfico 5). ¿Cómo y cuándo buscan
comparables queda demostrado que la divi-
trabajo? ¿Cómo solucionan los problemas
sión sexual del trabajo remunerado y no
domésticos una vez que se insertan en el mer-
remunerado, perjudica más a las mujeres
cado laboral? ¿Cómo se agudiza esto en tiem-
quienes trabajan más horas que los hombres
pos de crisis?
(considerando el trabajo total) y debido a ello,
La necesidad de ingresos y el deseo de tra-
entre otros, ocupan empleos parciales o flexi-
bajar explican la presencia y permanencia de
bles a los que se ven obligadas debido a la
las mujeres en la esfera productiva y laboral
falta de infraestructura social que permita
como uno de los cambios socioculturales más
cumplir las tareas de cuidado infantil, de
notables de las últimas décadas. Esta perma-
enfermos, y de la tercera edad, por agentes
nencia en el mercado laboral se caracteriza por
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Pensamiento Iberoamericano nº9
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Gráfico 5 Promedio de horas semanales en actividades relacionadas a los quehaceres del hogar, según condición de actividad
Fuente: CEPAL-Unidad de la Mujer, Tabulaciones especiales de las Encuestas de Hogares de los países.
Gráfico 6 America Latina (promedio simple 17 países) evolución de la tasa de participación población de 15 años y más, 1994 a 2007
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de encuestas de hogares de los respectivos países.
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El impacto de la crisis económica sobre el tiempo, el trabajo y la pobreza de las mujeres
concentrarse entre los empleos más precarios y
responsabilizan de las tareas domésticas y de
sin protección social, los que aparecen más sus-
cuidado– así en el gráfico 7 se aprecia que en la
ceptibles de combinar con las responsabili-
región existen jornadas parciales de hasta 24
dades familiares que, en general, como se ha
horas semanales. Un 16% de los hombres tra-
señalado, no son compartidas por los hombres,
baja en esta modalidad, mientras que las muje-
sumado a la discriminación que opera desde
res representan un 28%. Por otra parte, las
el mismo mercado hacia las mujeres (véase el
jornadas más largas son más factibles para
gráfico 6). La igualdad en el mercado ha agudi-
los hombres, ya que un 74% de ellos se ubica en
zado la desigualdad en la familia.
esta categoría mientras que solo el 56% de las
La duración de la jornada laboral y la com-
mujeres lo hace.
patibilización con las responsabilidades fami-
El resultado es la sobrecarga de trabajo total
liares es un problema que afecta, sin duda, más
para las mujeres cualesquiera sea la jornada
a las mujeres –puesto que los hombres no se
laboral. Las estadísticas tradicionales de trabajo
Gráfico 7 América Latina (promedio simple 15 países) Jornada en horas semanales de los ocupados urbanos de 15 años y más, alrededor de 2008
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de encuestas de hogares de los respectivos países.
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Pensamiento Iberoamericano nº9
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solo muestran el tiempo destinado al mercado
están casadas o viven en pareja, muchas de ellas
laboral, así los hombres aparecen con jornadas
se dedican exclusiva o prioritariamente a las
más largas. El tiempo destinado a la “casa” per-
labores del hogar y a la crianza de los hijos, por lo
siste invisible en los instrumentos de recolección
que carecen de ingresos propios y, por tanto, de
de la estadística oficial. Sin embargo, aún cuando
autonomía económica siendo mayor su vulnera-
ambos trabajen de manera remunerada a
bilidad frente a cualquier cambio en sus trayec-
tiempo completo las mujeres invierten más de
torias de vida. A menudo ellas son dependientes
dos horas que los hombres a las actividades no
económicamente de sus parejas tanto durante
remuneradas en el hogar (véase el gráfico 8).
su etapa reproductiva como cuando llegan a la
El índice de feminidad de la pobreza
6
edad mayor (véase el gráfico 9).
muestra la sobrerepresentación de mujeres
La intensidad de la pobreza es mayor en
pobres entre las mujeres separadas, viudas,
hogares encabezados por mujeres. El ingreso
solteras y de hogares monoparentales. Cuando
per-cápita de estos hogares es inferior al de
Gráfico 8 Tiempo destinado a actividades no remuneradas según duración de la jornada laboral
Fuente: CEPAL, Panorama Social 2009, sobre la base de tabulaciones especiales de encuestas con preguntas relativas a uso del tiempo en los países.
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El impacto de la crisis económica sobre el tiempo, el trabajo y la pobreza de las mujeres
Gráfico 9 Índice de feminidad según la condición de pobreza Población de 20 a 59 años de edad, zonas urbanas alrededor de 2007 (En porcentajes)
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de encuestas de hogares de los respectivos países.
los hogares encabezados por hombres, es
sector servicios de baja calificación laboral e
decir, tienen menos dinero para adquirir nece-
informal, donde como se dijo, el servicio do-
sidades básicas.
méstico ocupa un lugar preponderante.
La segmentación laboral del mercado en
Resulta difícil comprender la desigualdad
América Latina, se expresa en la concentración
de las mujeres respecto de los hombres a la luz
de mujeres en un número limitado de ocupa-
de sus logros educativos –las mujeres son más
ciones definidas como típicamente femeninas.
educadas que los hombres–, de su acelerado
Generalmente trabajan como maestras, pro-
ingreso al mercado laboral y de los avances,
fesoras, enfermeras, secretarias, dactilógrafas,
aunque leves, en materia de acceso a los servi-
empleadas de oficinas, vendedoras de comer-
cios de salud reproductiva. Solo una mirada a la
cio y peluqueras. Además, se encuentran sobre
discriminación como base del ordenamiento
representadas en actividades vinculadas al
social permite entenderla.
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Pensamiento Iberoamericano nº9
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Gráfico 10 Colombia: características de la vivienda Tiempo en horas semanales destinado a las actividades domésticas según sexo y carga global de trabajo según sexo
Fuente: CEPAL.
La pobreza en la precariedad y las carencias
nómicas de cada país, al tipo de actividades que
de la vivienda también imponen mayores car-
desarrollan las mujeres en cada uno de los paí-
gas de trabajo a las mujeres donde, el abasteci-
ses, a los distintos sectores a los que pertenecen
miento de agua, el acceso a la red eléctrica, el
(agrícola, exportador, público, de salud; entre
combustible que se utiliza para cocinar, la dis-
otros) hay señales que se pueden aventurar en
ponibilidad de servicio sanitario, entre otros,
el cómo y cuánto influirá esta crisis.
son todos factores que impactan negativamente a las mujeres, tal como se observa en el caso de Colombia (véase el gráfico 10). Si bien es difícil aún predecir el impacto que
III. Lecciones de las anteriores crisis económicas
esta crisis podrá tener en cuanto al trabajo remunerado y no remunerado de las mujeres
Lo que se vio en crisis anteriores hace pensar
en América Latina, debido a las grandes dife-
que la crisis puede alentar la permanencia de
rencias de las realidades político, social y eco-
las mujeres en el trabajo remunerado, “prote-
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El impacto de la crisis económica sobre el tiempo, el trabajo y la pobreza de las mujeres
gido” se trata de sectores menos golpeados por
en general un descenso respecto de los años
la crisis (como educación, salud y administra-
que anteceden al “año crisis”. Esto estaría sugi-
ción pública en general) o abrirles nuevas opor-
riendo que no hay una relación directa entre cri-
tunidades y desafíos.
sis y mayor pobreza femenina, pero sí que la
Siendo el comercio internacional el sector más afectado dependerá del tipo de inserción
crisis consolida la sobrerepresentacion estructural de las mujeres en estos grupos.
de los países en el mercado global para ver el
La desventaja de los hogares encabezados
impacto diferenciado. Si se trata del sector
por mujeres se debe principalmente a que
pecuario, minería o automotriz la crisis ten-
éstas son, con frecuencia, las únicas o las prin-
derá a afectar más a los hombres, por el con-
cipales perceptoras de ingresos. Además, los
trario, en el caso de la industria maquiladora
ingresos que perciben suelen ser inferiores
de Centroamérica, o la agroindustria pueden
a los de los jefes de hogar hombres. Esta si-
ser las mujeres dependiendo del rumbo de la
tuación, aunada a la ausencia de políticas
crisis y del tipo de inserción internacional las
pertinentes, determinan que los costos de la
más afectadas.
vulnerabilidad recaigan principalmente en las
Los efectos de la crisis sobre la inserción
mujeres jefas de hogar y que la intensidad
laboral pueden, en algunos casos, empeorar
de la pobreza se agudice en tiempos de crisis
la situación de las mujeres pero, en otros, con-
en los hogares a cargo de mujeres. En todos los
vertirse en una oportunidad para acceder a
países la proporción de hombres sin ingresos
nuevos ámbitos laborales. Esto dependerá de
propios aumenta en el “año crisis”, posible-
las políticas de largo plazo que implementen
mente debido al desempleo, no obstante no
los países, incluidos los marcos regulatorios, el
sucede lo mismo con las mujeres cuya tenden-
respeto a los derechos de los trabajadores y
cia en el tiempo no se altera ni se estanca, con
la capacidad de las mujeres de integrar sus
mayor o menor intensidad se observa la ten-
demandas en las negociaciones.
dencia ya observada al descenso; esto sugiere
Otra de las manifestaciones más estructu-
la necesidad de contrastar algunas hipótesis
rales que se observa en la región es la mayor
relacionadas con las actividades que realizan
cantidad de mujeres pobres e indigentes res-
las mujeres en tiempos de crisis y que les per-
pecto de los hombres en la misma condición,
miten generar o percibir algún tipo de ingreso.
antes y después de las crisis. No obstante,
Pareciera que las mujeres atraviesan las crisis
durante los períodos de crisis, la relación muje-
equipadas de las mismas herramientas que les
res-hombres no aumenta entre los pobres y el
permiten soportar la precariedad en épocas
índice de feminidad en la indigencia muestra
de no crisis.
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Pensamiento Iberoamericano nº9
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Las que entraron al mercado laboral, por lo
de obra femenina; las medidas para superar la
general, no retornan a sus hogares, sus ingre-
brecha salarial; las condiciones de trabajo; el
sos propios disminuyen la pobreza de sus
acceso al crédito del sistema financiero formal
hogares, crean la expectativa de autonomía y
y a los sistemas de protección social, incluidos
aprovechan las escasas oportunidades de la
los servicios de cuidado. Las políticas de
apertura comercial o el empleo formal para
fomento a las medianas y pequeñas empresas
diversificar sus actividades. Lo que no consi-
por lo menos debieran mejorar el acceso al sis-
guieron romper pues el Estado y las políticas
tema financiero, desvincular a las mujeres
no las acompañaron, fue la doble jornada
pobres de programas asistenciales de micro-
laboral que se asienta sobre estructuras arcai-
crédito y permitirles un acceso equitativo a las
cas de discriminación como el trabajo domés-
oportunidades que brinda el mercado.
tico remunerado, insuficiente e injusta manera de compensar su esfuerzo.
Por otro lado, deben tomarse en cuenta el acceso a activos y a la propiedad de la tierra ya que en la mayoría de los países las mujeres acceden menos que los hombres a la propiedad
IV. Políticas
formal. Es fundamental fortalecer las instituciones para facilitar la participación de las mujeres
Las políticas de conciliación de la vida familiar
en los procesos de negociación ya que general-
y laboral y de corresponsabilidad son una
mente ellas no forman parte de estos por la per-
asignatura pendiente de la región. En ese sen-
sistencia de normas culturales que las excluyen.
tido, la representación política de las mujeres
La capacidad de atender por medio de sub-
en el ámbito público y la adopción de agendas
sidios, transferencias condicionadas y otros pro-
de igualdad de género como parte de la
gramas dirigidos a los sectores más vulnerables
agenda política principal es crucial. Esto aún
es proporcional a la aplicación previa de políti-
no ha ocurrido.
cas contracíclicas que permitirán poner en mar-
En este marco, se hace necesario entender
cha políticas sociales. Mientras la mayoría de
mejor las causas por las que ellas se ven afec-
los programas de transferencias condicionadas
tadas de manera desproporcionada por las
toman a las mujeres como destinatarias o inter-
políticas comerciales y por las barreras de la
mediarias de las transferencias monetarias y, en
globalización. Varios son los factores que
algunos países, como Brasil o México que se
determinan esta situación. En primer lugar, se
han convertido –sobre todo por su magnitud–
deben considerar cuáles son los sectores que
en referente obligado para paliar los efectos
tienen mayor potencial para absorber mano
inmediatos de la crisis, la generalización de los
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El impacto de la crisis económica sobre el tiempo, el trabajo y la pobreza de las mujeres
mismos a toda la región plantea el riesgo
tivos (tierra, crédito, tecnología, agua, semi-
de consolidar perspectivas de corto plazo en la
llas). El sentido de urgencia de estas medidas
política social, alejando a las mujeres del
tiende a hacer desaparecer la preocupación
empleo de calidad y de políticas universales de
por la igualdad de género y pone en evidencia
seguridad social.
la limitada presencia de esta preocupación en
A pesar de algunos impactos positivos, los
las agendas gubernamentales.
programas de transferencias se apoyan en el
Estas medidas de corto plazo se llevan a
trabajo no remunerado de las mujeres y en la
cabo en medio de un debate público sobre los
movilización de su capital social como un dato
desafíos que se debe enfrentar a la hora de
no cuantificado pero imprescindible del éxito
orientar las políticas:
de esos programas (CEPAL, 2007). Son ellas las que cumplen los requisitos, se movilizan
•
El papel del Estado, su cercanía con el sec-
para intermediar entre los subsidios estatales
tor privado, la magnitud de la regulación y
y los receptores en los hogares, convirtiéndose
la orientación de las medidas de salvataje
en el andamiaje institucional invisible, que sin
es uno de los temas centrales. ¿Cuál será la
remuneración ni reconocimiento de su carga
nueva ecuación entre Estado, mercado y
familiar y laboral, constituyen a menudo la
sociedad? Este debate se mueve entre la
única puerta de entrada a la protección social.
restauración del paradigma neoliberal que
Así, las mujeres terminan siendo las responsa-
le asigna al Estado un rol mínimo en la
bles del cumplimiento de las condicionalida-
negociación con el sector privado o un
des programáticas impuestas tales como la
papel más activo que permita seguir de
inmunización, la atención de salud y la escola-
cerca los procesos de cambio en los merca-
ridad de niños y niñas. En este contexto, las
dos hasta fortalecer el papel del Estado
mujeres no son sujetos de derecho por sí mis-
como empleador a través de inversiones en
mas, sino que son el puente entre el Estado, la
infraestructura yendo más allá del fortaleci-
familia y la comunidad para la recepción de
miento de la regulación como papel princi-
servicios sociales.
pal. Es necesario plantear la necesidad de
Menos fuerza tienen las iniciativas de
sinergias entre la inversión en ámbitos
acceso al empleo que pudieran modificar
de creación de empleo y el acceso de las
la segmentación vertical y horizontal en el
mujeres al trabajo remunerado. Por un
mundo laboral, así como las políticas de conci-
lado, inversión en infraestructura física
liación entre la vida pública y privada o las
–como caminos secundarios en el área
de acceso a los recursos y a los activos produc-
rural, sistemas de recolección de agua y
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Pensamiento Iberoamericano nº9
Sonia Montaño Virreira y Vivian Milosavljevic
electricidad– para disminuir la demanda
intra y extra regional para restablecer el
sobre el tiempo de las mujeres. Por otro,
comercio como paradigma de desarrollo y
inversión en servicios de cuidado infantil no
principal motor del crecimiento, que per-
asociados únicamente al empleo formal,
mita crecer con mayor igualdad, prestar
para permitir a las mujeres justamente salir
atención al salvataje de los pequeños
a buscar empleo; por último, inversión en
productores –donde además predominan
servicios que ocupen mano de obra feme-
las mujeres– fortaleciendo su capacidad
nina alentando la contratación, por medio
emprendedora y la posesión de activos,
de incentivos, capacitación y otros. En todo
proteger la fuerza de trabajo a través de
esto el papel del Estado como promotor y
seguros de desempleo, brindar apoyo a tra-
regulador es imprescindible.
vés de subvenciones y otros estímulos fiscales, centrados en el mejoramiento de la
•
La creciente internacionalización de la eco-
empleabilidad, las capacidades, y habilida-
nomía ha modificado las condiciones labo-
des de los trabajadores y trabajadoras en
rales en función de obtener mayores tasas
todo tipo de situación.
de retorno de las inversiones y menores costos laborales, lo que en general ha mini-
•
En cuarto lugar –y directamente relacio-
mizado los derechos de los trabajadores y
nado con el tema anterior– se percibe la
las trabajadoras, con un fuerte impacto en
necesidad de repensar los patrones de con-
la fragmentación sindical. Ello implica
sumo desde la perspectiva del desarrollo
avanzar en otro desafío que es el mejora-
sostenible dejando atrás el consumo indis-
miento y regulación de las condiciones
criminado de bienes como motor de la eco-
laborales, que revierta los procesos de flexi-
nomía (Jain, 2009).
bilidad laboral y avance en marcos nacionales y globales de reconocimiento de los
•
La necesidad de una gobernabilidad global
derechos básicos de trabajadores y trabaja-
renovada que permita escuchar las voces
doras, que permita reforzar la capacidad
de los países víctimas de la crisis buscando
de negociación colectiva, incluyendo las
un balance adecuado entre la eficacia de
demandas de igualdad de las mujeres.
las instituciones y la participación y representación de los Estados.
•
Otro desafío tiene que ver con las políticas que contribuyan a alcanzar niveles de com-
•
petitividad adecuados para una inserción
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Los esfuerzos de los paquetes de salvataje debieran incluir especialmente un recono-
El impacto de la crisis económica sobre el tiempo, el trabajo y la pobreza de las mujeres
cimiento al trabajo de cuidado realizado
Finalmente, el tipo de políticas sociales
por las mujeres protegiendo la inversión
anticíclicas –caracterizadas por un fuerte gasto
social en servicios. Esto implica generar un
en infraestructura, en vivienda, rebajas de
esquema institucional que promueva la
impuestos, etc.–, tiende a dejar un menor mar-
participación económica de las mujeres con
gen de flexibilidad para implementar variacio-
equidad y que contenga entre sus ejes
nes en los niveles de gasto social tendientes a
(Giosa y Rodríguez, 2009):
contrarrestar el empobrecimiento de las condiciones de vida de los sectores más vulnerables
i) Incorporar la cuestión del cuidado y la
de la población.
conciliación a la agenda de las políticas públicas. ii) Fortalecer la regulación del mercado laboral a favor de la conciliación entre vida familiar y laboral. iii) Promover la incorporación de los hombres en las actividades de cuidado. iv) Priorizar la inversión social pública en servicios de cuidado. v) Avanzar en la promoción de acciones de conciliación a nivel de las empresas. vi) Promover la incorporación del tema en el ámbito de las negociaciones colectivas. Como corolario, se trata de recuperar el enfoque de derechos y cimientos de la igualdad, fortaleciendo el lenguaje de la seguridad frente a la incertidumbre de la crisis. Adicionalmente, la falta de sistemas de protección social solventes –seguros de desempleo, atención en salud, entre otros– agravan la situación de los trabajadores y trabajadoras en el sector informal.
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Pensamiento Iberoamericano nº9
Sonia Montaño Virreira y Vivian Milosavljevic
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El impacto de la crisis económica sobre el tiempo, el trabajo y la pobreza de las mujeres
Notas
1
2
3
4
5
6
El índice de feminidad de la pobreza indica el número de mujeres pobres que hay por cada 100 hombres pobres. Otra consecuencia posible aún sin documentar es el aumento de las deudas bancarias. Las reuniones a las que se hace referencia son: La Conferencia Mundial de Derechos Humanos (Viena, 1993); la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (El Cairo, 1994); la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, realizada en Beijing, 1995 y la Cumbre del Milenio, en el marco de la Asamblea del Milenio (quincuagésimo quinto período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas) en Nueva York, 2000. Véase el Observatorio de igualdad de género de América Latina y el Caribe [en línea]: http:// www.cepal.org/oig/ Todos los países de América Latina cuentan con entidades normativas para el diseño de políticas de igualdad. Este índice mide la relación entre el número de mujeres y hombres en la población después de ser ajustado por la estructura demográfica, y corrige el efecto de un número mayor de mujeres en la población permitiendo un cálculo no sesgado. Concierne a las mujeres de entre 20 y 59 años de edad en zonas urbanas. Es superior a 100 cuando hay una sobrerrepresentación de las mujeres dentro del conjunto de hogares pobres.
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