Ecografía Riñón – Bazo Vejiga
Grupo 2
4TO AÑO 2011-2012
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Sumario: Riñón: Hidronefrosis Litiasis renal Insuficiencia Renal – Abscesos Bazo: Esplenomegalia Nódulos Calcificaciones Vejiga: Cistitis Ureterocele Litiasis Vesical Integrantes y tema correspondiente: COLORADO AGUIRRE LEONARDO (HIDRONEFROSIS) ALVARADO AVILA CHRISTIAN (LITIASIS RENAL) JARAMILLO WONG OMAR (INSUFICIENCIA RENAL) MACAS QUEVEDO CRISTHIAN (ESPLENOMEGALIA) MORAN KONTONG ANDREA (NÓDULOS ESPLÉNICOS) BANCHON RIVAS PEDRO (CALCIFICACIONES DE BAZO) TAMAYO ORTIZ KAREN (CISTITIS) CASTILLO GUTIERREZ ZUSSI (UTEROCELE) VERDESOTO ANCHUNDIA SARA (LITIASIS DE VEJIGA)
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Índice Riñón normal…………………………………………………………………………………………………………….4-5 Hidronefrosis………………………………………………………………………………………………………….…5-9 Litiasis renal…………………………………………………………………………………………………………….9-13 Insuficiencia renal……………………….…………………………………………………………..……………13-14 Pielonefritis……………………………………………………………………………………………….………….15-16 Abscesos………………………………………………….…………………………………………………………………16 Bazo normal………………………………………………………………………………………………………….17-19 Esplenomegalia………………………………………………………….………………….……………………..19-20 Nódulos…………………………………………………………………………………………………………………21-26 Anomalías congénitas……………………………………………………………………………………………26-27 Calcificaciones………………………………………………………………………………………….……………27-31 Cistitis……………………………………………………………………………………………………….………….32-41 Ureterocele………………………………………………………………………………………………….……….41-49 Litiasis vesical………………………………………………………………………………………………….…….49-51 Bibliografía…………………………………………………………………………………………………………………52
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ECOGRAFÍA DE RIÑÓN EN CONDICIONES NORMALES.
DIÁMETRO
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Parénquima Renal
HIDRONEFROSIS ¿Qué es la hidronefrosis? La hidronefrosis es una dilatación de la parte interna del riñón donde normalmente se acumula la orina antes de pasar por el uréter hasta la vejiga. Todos los riñones acumulan una cierta cantidad de orina en su interior. La hidronefrosis es una afección en la cual el riñón acumula más orina de lo normal. Esto puede ocurrir porque algo impide que la orina salga del riñón (bloqueo) o hace que la orina fluya en sentido inverso desde la vejiga hacia el riñón (reflujo). Por otra parte, la acumulación también puede ser normal. Algunos riñones simplemente contienen más orina que otros. Los bloqueos pueden producirse en los tubos que llevan la orina de los riñones a la vejiga (los uréteres) o en el tubo que lleva la orina desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo (la uretra). En el caso de la hidronefrosis, los riñones y/o el sistema de drenado son más grandes de lo que deberían ser. Dependiendo del tipo de bloqueo, puede haber una escasez, un exceso o una cantidad normal de líquido amniótico (fluido que rodea al bebé durante el embarazo).
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Etiología: obstrucción a cualquier nivel de las vías urinarias (meato-pelvis) que dificulte la evacuación de la orina. Puede ser: Idiopática: congénita, unilateral, permanente. Obstrucción intra o extra renal: adquirida, bilateral, intermitente. Alteraciones mecánicas: extrínsecas, intrínsecas Riñón: alteraciones congénitas: estenosis pieloureteral, vasos polares que estrechan la unión urteropielica Ptosis Litiasis Tumores Infecciones Uréter: alteraciones congénitas: uréter retrocavo, ureterocele Estrechez Acodadura Litiasis Ureteritis y periureteritis Compresión periureteral Ligadura post quirúrgica de uréter Uretra: alteraciones congénitas: válvulas uretrales posteriores en hidronefrosis bilateral Estrechez Estenosis uretral o del meato Fimosis Alteraciones funcionales: Vejiga neurógena Reflujo vesicoureteral extrínseca por tumor abdominal Fibrosis Síntomas Dolor de costado Masa abdominal
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Náuseas y vómitos Infección urinaria Fiebre Micción dolorosa (disuria) Aumento de la frecuencia urinaria Aumento de la urgencia urinaria Nota: algunas veces, la hidronefrosis unilateral es asintomática
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Es posible tomar una muestra de la orina del feto (neonato) y hacer exámenes de laboratorio para ver cómo funcionan los riñones. La orina del bebé forma gran parte del líquido amniótico a partir del segundo trimestre. La insuficiencia de líquido amniótico (oligohidramnio) puede afectar el crecimiento de los pulmones o de las extremidades del feto. ¿Con qué frecuencia ocurre esto? Uno de cada 500 bebés nace con este problema. Los niños tienen más probabilidades que las niñas de verse afectados. A menudo, la hidronefrosis, que se puede descubrir durante un examen de ultrasonido prenatal, se corrige por sí sola antes de que nazca el bebé o durante su primer año de vida. ¿Cómo se diagnostica? Se puede diagnosticar durante el embarazo por medio de los exámenes de ultrasonido. Si el médico nota que usted tiene mucho o muy poco líquido amniótico, puede ordenar que se haga un examen de ultrasonido. La hidronefrosis se ve en las imágenes de ultrasonido durante el segundo o el tercer trimestre del embarazo (es decir, entre los 4 y los 9 meses). ¿Cómo va a nacer el bebé? La mayoría de los bebés con hidronefrosis tienen nacimiento vaginal. Si el feto no está desarrollándose como los médicos lo desean, si no hay suficiente líquido amniótico o si los riñones del feto continúan agrandándose puede ser necesario inducir el parto antes de la fecha prevista. Cuando usted dé a luz aquí, su bebé tendrá acceso inmediato a nuestros especialistas en neonatología (pediatras especializados en situaciones de alto riesgo) y/o nuestros pediatras urólogos y nefrólogos (médicos que se especializan en riñones y vías urinarias). ¿Es posible que el bebé tenga otros defectos de nacimiento? Dependiendo de la causa de la hidronefrosis y de la medida del bloqueo, su bebé puede o no tener otros defectos de nacimiento. El doctor le hará un examen de ultrasonido para ver si hay otros problemas. Dependiendo de la causa y de la medida de la hidronefrosis, el doctor puede recomendar hacer varios exámenes de ultrasonido para continuar observando los riñones de su bebé. Si el bloqueo ocurre donde el uréter se conecta al riñón, el bebé también puede tener defectos del corazón, la médula espinal y/o el estómago. Si el bloqueo ocurre donde el uréter se conecta a la vejiga, el bebé puede tener deficiencia de desarrollo en el otro riñón, quistes en ambos riñones o enfermedad de Hirschsprung. Si el tubo que va de la vejiga al exterior del cuerpo (la uretra) está bloqueado, el feto puede tener deficiencia de desarrollo de los pulmones y de los riñones y/o desarrollo anormal de la uretra. El veinticinco por ciento (25%) de los bebés con este tipo de bloqueo también pueden tener problemas genéticos (cromosómicos) tales como trisomia 18 y 13. Si su bebé tiene este tipo de bloqueo, los médicos recomiendan hacer exámenes de laboratorio del líquido amniótico (amniocentesis) para ver si los cromosomas del bebé son anormales. ¿Qué puedo esperar después del nacimiento del bebé?
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El personal pediátrico del Centro de Cuidado Crítico de Recién Nacidos (Newborn Critical Care Center, NCCC) estará presente durante el parto y continuará atendiendo al bebé en la sala de recién nacidos. Después del parto, los neonatólogos colaborarán estrechamente con los urólogos y nefrólogos pediátricos para atender a su bebé. En la mayoría de los niños con hidronefrosis prenatal, la cirugía no es necesaria y la hidronefrosis desaparece por sí sola en uno o dos años sin causar efectos a largo plazo en los riñones. El tratamiento de cada niño individual depende de la causa de la hidronefrosis (bloqueo, reflujo, normal), lo cual se puede determinar solamente después del nacimiento. Posibles complicaciones Se puede desarrollar insuficiencia renal como complicación de muchos de los trastornos asociados con la hidronefrosis. Tratamiento La colocación de una sonda de Foley puede aliviar la obstrucción. Otras opciones de tratamiento abarcan drenado de la vejiga o alivio de la presión con tubos de nefrostomía colocados a través de la piel (percutáneos) ostents (endoprótesis vasculares) puestos en los uréteres para permitir que la orina fluya del riñón a la vejiga. Una vez que se trata la obstrucción, se debe identificar y tratar la causa subyacente (como un agrandamiento de la próstata).
LITIASIS RENAL ¿QUÉ ES? La litiasis renal, también denominada urolitiasis o nefrolitiasis, es una enfermedad causada por la presencia de cálculos o piedras en el interior de los riñones o de las vías urinarias (uréteres, vejiga). Los cálculos renales se componen de sustancias normales de la orina, pero por diferentes razones se han concentrado y solidificado en fragmentos de mayor o menor tamaño. Según el lugar donde se forma un cálculo, el riñón o la vejiga, se puede denominar cálculo renal o cálculo vesical, respectivamente. CAUSAS Se pueden formar cálculos porque la orina está saturada de sales que pueden producirlos, o porque la orina carece de los inhibidores naturales de este proceso. SÍNTOMAS DE LITIASIS RENAL Las formas de presentación clínica en la litiasis renal son variables dependiendo del tamaño, composición y de la situación de los cálculos en el aparato urinario. Algunos pueden pasar desapercibidos. Cólico nefrítico: dolor, a veces muy intenso, que se produce por el taponamiento de la salida de orina del riñón, que aparece en la zona lumbar ó espalda baja y se irradia hacia el abdomen anterior y hacia los genitales. Es un dolor intermitente, inquietante, que se asocia a nauseas, vómitos, sudoración y sensación de hinchazón abdominal. No suele dar fiebre. Hematuria: es la aparición de sangre en la orina. Puede ser visible a simple vista o no. Se produce por las lesiones que produce el cálculo en su paso por la vía urinaria. Infecciones de orina: los cálculos renales pueden ser causa o consecuencia de infecciones frecuentes de la orina. PREVENCIÓN
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El objetivo del tratamiento médico de la litiasis es prevenir la reaparición de los cálculos. Dejando aparte la corrección de los eventuales excesos de aporte de calcio, fosfato, oxalato y purinas, varias medidas dietéticas generales pueden permitir un mejor control de la enfermedad litiásica, como el incremento en la ingesta de líquidos, preferentemente agua (la primera y más simple de las medidas para prevenir la enfermedad litiásica), seguir una dieta no superior a 2.000 Kcal, con poca sal, limitando las proteínas animales, los azúcares y el alcohol. DIAGNÓSTICOS Los cálculos que no causan síntomas se pueden descubrir por casualidad durante un análisis microscópico rutinario de orina. Los cálculos que producen dolor, en general se diagnostican por los síntomas del cólico renal, junto con dolor de la zona lumbar e ingle o dolor en la zona de los genitales, sin una razón aparente. Los análisis microscópicos de la orina pueden revelar la presencia de sangre o pus así como también pequeños cristales que forman el cálculo. DIAGNÓSTICOS POR IMAGEN Los cálculos renales se pueden detectar utilizando muchas modalidades de imagen diferentes que incluyen radiografía simple, tomografía, ecografía. La ecografía tiene una sensibilidad del 95% para la detección de cálculos renales que es ligeramente inferior a una combinación de radiografía simple con tomografía. Los cálculos de mayor tamaño de 5 mm se detectan en la ecografía con una sensibilidad del 100%. En la ecografía los cálculos renales se ven como focos ecogénicos con sombreado distal nítido.
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Foco ecogĂŠnico con sombra acĂşstica posterior
MĂşltiples litiasis en seno renal
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Múltiples cálculos en polo inferior y pelvis renal con hidronefrosis asociada
GRAN CÁLCULO CORALIFORME CON CALIECTASIA GRAVE DEL POLO SUPERIOR TRATAMIENTOS El 95 por ciento de los cálculos situados en el uréter se expulsan espontáneamente en 3 ó 4 semanas, dependiendo de su tamaño y posición. Cualquier cálculo no expulsado en 2 meses requiere una actuación terapéutica. En función de una valoración de factores tales como la experiencia y tolerancia del dolor, frecuencia de episodios de cólico, profesión, repercusión sobre la vía urinaria, etc., se tomará la decisión
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terapéutica más adecuada, que puede incluir una actitud conservadora con tratamiento del dolor o una actitud intervencionista. Actualmente, entre el 90 y el 95 por ciento de los cálculos pueden eliminarse mediante procedimientos poco agresivos, como la litotricia extracorpórea por ondas de choque, que consiste en romper los cálculos en pequeños fragmentos que se pueden expulsar más fácilmente (con una eficacia del 90 por ciento), o la extracción endoscópica de los cálculos mediante ureteroscopia (a través de los propios conductos urinarios, uretra, vejiga, etc). A veces los cálculos de ácido úrico se disuelven gradualmente haciendo que la orina sea más alcalina (por ejemplo, con citrato de potasio), pero los otros tipos de cálculos no se pueden eliminar con este método. En circunstancias especiales, los cálculos más grandes que causan una obstrucción pueden obligar a realizar una intervención quirúrgica para poder ser eliminados.
Pre-renal Es la causa más frecuente de IRA (55%). La insuficiencia renal prerenal, implica que la disminución de la tasa de filtración glomerular es secundaria a hipoperfusion renal. Es potencialmente reversible si el agente causal es eliminado. Causas de IRA prerenal: Hipovolemia Hemorragias, quemaduras, deshidratación Perdida por via gastrointestinal (vomitos, diarrea) Perdida por via renal (diureticos, diuresis osmótica, insuficiencia suprarenal) Secuestro de líquido en el espacio extravascular: pancreatitis, peritonitis, traumatismos, hipoalbuminemia Bajo gasto cardiaco Cardiopatías de diversa indole que cursan con gasto cardiaco bajo (valvulopatias, miocardiopatias, arritmias, taponamiento, pericarditis) Hipertension pulmonar, embolia pulmonar Alteraciones de la resistencia vascular renal y periférica Vasodilatación sistémica (sepsis, anestesia, anafilaxis) Vasoconstricción renal (Hipercalcemia, noradrenalina, adrenalina, ciclosporina) Renal Daños al riñón en sí mismo, esta lesión puede afectar a diferentes niveles estructurales sea glomerular, tubular, intersticial o vascular: Infección, usualmente sepsis (inflamación sistémica debido a infección), raramente del riñón mismo, llamada pielonefritis Toxinas o medicamentos [AINES], antibióticos aminoglucósidos, contrastes yodados, litio) Rabdomiólisis (destrucción del tejido muscular), la resultante liberación de mioglobina en la sangre afecta al riñón.
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Hemólisis (destrucción de los glóbulos rojos de la sangre Mieloma múltiple, debido hipercalcemia Glomerulonefritis aguda que puede deberse a una variedad de causas, como enfermedad de la membrana de basamento glomerular/Síndrome de Goodpasture, granulomatosis de Wegener o nefritis de lupus aguda con lupus eritematoso sistémico Necrosis tubular aguda Hipertensión arterial maligna Vasculitis Post-renal La obstrucción de las vías urinarias es responsable de menos de 5% de las IRA, sus causas son: Medicamentos que interfieren con el normal vaciado de la vejiga Hipertrofia benigna de próstata o cáncer de próstata Piedras del riñón (cálculos renales) Masa ocupante de origen maligno (neoplasia) (como por ejemplo cáncer de ovario, cáncer colorrectal). Catéter urinario obstruido. Nota: la Insuficiencia renal aguda en casos como hipotensión arterial o deshidratación, la ecografía por lo general el riñon aparece normal. Mientras que si es causada por antibióticos, infecciones, intoxicaciones, obstruccion de vías urinarias hay mas posibilidades de presentar cambios en el riñon en la ecografía. Ecografia de Riñon En la ecografía el riñon se lo encuentra aumentado de tamaño, alteración en su ecogenicidad cortical (hiperecogenico). Y también puede presentar perdida de la diferenciación cortico medular.
Riñon en corte sagital que muestra un aumento de tamaño, presenta un incremento en la ecogenia cortical.
Riñon en corte sagital que muestra un marcado aumento de la ecogenia cortical con perdida de la diferenciación de la corticomedular.
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La pielonefritis aguda es un inflamación de los tubulos intersticiales del riñon. La inflamación se puede adquirir por dos rutas. 1. Infecion ascendente (Escherichia Coli) en un 85% 2. Diseminación Hematogena (Staphilococcus Aureus) en el 15%
Se afecta mas frecuente en mujeres de 15 a 35 años . la mayor parte de los adultos presenta dolor en el flanco y fiebre, y se la puede diagnosticar clínicamente con la ayuda de estudios de laboratorio (bacteriuria, piuria, leucocitosis). El tratamiento con antibióticos da a lugar a una mejoría rápida tanto en los hallazgos clínicos como de las pruebas de laboratorio. Solo son necesarias las técnicas de imagen para descrtar posibles compliciones (como la formación de un absceso renal) cuando persisten laos síntomas y las alteraciones de laboratorio. La ecografía la mayor parte de los rilones se ve de un aspecto normal. Si se ve alguna alteración se puede ver los siguientes hallazgos.: Aumento del tamaño del riñon. Compresión del seno renal Alteración de la estructura ecográfica se la puede ver hipoecoica (edema) o hiperecoica (hemorragia) Perdida de la diferenciación cortico medular Masa de bordes mal definidos Si la pielonfritis es focal, las masas de bordes maldefinidos puden ser ecogenas, hipoecoicas o de ecogenia mixta. Las masas ecogenas pueden ser la manifestación mas frecuente de pielonfritis focal.
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Aumento del tamaño del riñon. Compresión del seno renal Corteza hipoecoica (edema) Perdida de la diferenciación cortico medular
El absceso renal es causado debido a una pielonefritis que no fue tratada o que fue tratada incorrectamente, y esta pudo producir necrosis parenquimatosa con formcion de abscesos. Los pacientes que tienen mayor riesgo de presentar abscesos incluen los que tienen diabetes, obstruccion de vías urinarias, cálculos renales infectados, inmunodepresión. Los abscesos renales tienden a ser solitarios y se pueden descomprimir espontáneamente al espacio colector. En la ecografía un absceso renal aparece como una masa compleja redondeada hipoecoica, con frecuencia con cierto grado de transmisión directa. Se puden ver desecho internos móviles. Puede ver tabiques. El diagnostico diferencial incluye: 1. Quistes hemoprrgicos 2. Quistes parasíticos 3. Quistes multiloculados 4. Neoplasias quísticas
Riñon en corte sagital, que muestra una masa quística compleja redonda hipoecoica y que en el interior contiene desechos
Riñon en corte transversal, que muestra una masa quística compleja redonda hipoecoica de paredes gruesas.
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EL BAZO Anatomía normal Es una estructura intraperitoneal situada entre el hemidiafragma izquierdo y el estómago. Se relaciona con las costillas octava a undécima. La superficie superior está en contacto con el hemidiafragma izquierdo y la medial está en relación con el estómago, cola del páncreas, riñón izquierdo y ángulo esplénico del colon. El bazo está cubierto por peritoneo excepto a nivel del hilio.
Fisiología del bazo Hematopoyesis (hasta 5ta semana de gestación) Función de filtro Función de reservorio Función inmunológica Técnica ecográfica
El paciente no precisa ninguna preparación especial para realizar la eco. Se puede explorar al paciente en varias posiciones: o En decúbito supino: en esta postura se verá bien si el bazo está aumentado de tamaño. o Decúbito lateral derecho: esta es la postura ideal para observar bazos normales o ligeramente aumentados de tamaño. Se deben obtener cortes sagitales y transversales en inspiración mantenida para que le bazo descienda y pueda ser mejor visto. Ecografía normal del bazo Patrón ecográfico
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El bazo es homogéneo con una ecogenicidad interna discretamente menor o igual respecto al hígado.
Tamaño del bazo Se puede calcular de dos maneras: Cálculo del índice volumétrico o Se calculan los diámetros sagital, transversal y anteroposterior, se multiplican entre si y se divide por 27. El índice se oscila entre 8 y 34 en el 95% de los individuos normales. Medida longitudinal o Es más sencilla y se toma la medida longitudinal del mismo pasando por el hilio y se considera esplenomegalia cuando es superior a 13 cm.
Tipos de cortes: 1. Corte coronal
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Corte axial
3.
Corte oblicuo
Alteraciones ecográficas del bazo • Alteraciones difusas – Esplenomegalia – Hiposplenia • Alteraciones focales – Anecoicas/Hipoecoicas • Quiste • Absceso • Infarto – Hiperecoicas • Calcificación
Esplenomegalia Existen varias formas para determinar ecográficamente la esplenomegalia. Por su sencillez, la más utilizada es la medición del eje longitudinal que, en general, es igual o
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inferior a 11 cm, considerándose anormal o aumentado cuando es superior a 12-13 cm. El diagnóstico diferencial de una esplenomegalia es difícil y la ecografía no suele constituir una ayuda en el establecimiento de su etiología. Signos ecográficos de esplenomegalia 1. Tamaño longitudinal >12cm o anchura >5cm 2. Ecogenicidad homogénea 3. Agrandamiento de los polos esplénicos 4. Acentuación de los vasos esplénicos
Causas de esplenomegalia ligera a moderada Hipertensión portal Infección VIH Causa de esplenomegalia marcada Leucemia Linfomas Mielofibrosis Paludismo Kala-azar
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Nódulos o masas esplénicas Las lesiones focales sólidas en el bazo son infrecuentes, pero pueden deberse a muchas enfermedades. Las lesiones focales más frecuentes se deben a infecciones granulomatosas previas, y habitualmente tienen el aspecto de lesiones ecógenas, brillantes y focales con o sin sombra. La histoplasmosis y la tuberculosis son las causas más frecuentes, aunque pueden aparecer granulomas en el bazo en pacientes con sarcoidosis. La calcificación de la arteria esplénica es frecuente y no debe confundirse con la calcificación de la lesión. Las neoplasias malignas del bazo son muy raras, pero se han descrito el linfoma primario y el angiosarcoma.
La afectación del bazo aparece generalmente como un fenómeno tardío en lugar de como una forma de presentación. Las metástasis esplénicas son más frecuentes en el melanoma maligno, el linfoma y la leucemia, pero también pueden aparecer en el carcinoma de ovario, de mama, de pulmón y de estómago. Las metástasis suelen ser hipoecoicas, pero pueden ser ecógenas o de una ecogenicidad mixta.
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Se han descrito hemangiomas del bazo en hasta el 14% de los pacientes a los que se realiza una necropsia. Pero el aspecto típico del hemangioma es mucho menos frecuente en el bazo que en el hígado. Los hemangiomas suelen ser fenómenos aislados, pero pueden aparecer asociados a otros estigmas del síndrome de KlipperTrenaunay-Weber. El aspecto ecográfico de los hemangiomas es variable. Las lesiones pueden tener un aspecto ecógeno bien definido que es similar al aspecto típico de los hemangiomas del hígado.
Pero se han descrito lesiones de ecogenicidad mixta con espacios quísticos de tamaño variable. En ocasiones se han encontrado focos de calcificación. También pueden aparecer linfangiomas en el bazo que pueden tener un aspecto similar al de los hemangiomas. Queda por demostrar si la RM será útil para confirmar el diagnóstico del hemangioma en el bazo como ocurre en el hígado.
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El infarto esplénico es una de las causas más frecuentes de lesiones esplénicas. Si se observa una lesión hipoecoica, en forma de cuña y periférica típica, el primer diagnóstico debe ser el de infarto esplénico.
Pero los infartos esplénicos no siempre tienen ese aspecto nodular o, a medida que progresa la fibrosis, un aspecto hiperecoico. Se ha estudiado la evolución temporal del aspecto ecográfico de los infartos esplénicos y se ha visto que la ecogenicidad de la lesión evoluciona con la edad del infarto. Los infartos son hipoecoicos o carecen de ecos en las primeras fases y progresan a lesiones hiperecoicas con el tiempo.
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Varias enfermedades relativamente raras tienen una frecuencia alta de anomalías esplénicas asociadas. Por ejemplo, en la enfermedad de Gaucher, la esplenomegalia es casi universal, y alrededor de una tercera parte de los pacientes tiene nódulos esplénicos múltiples. Estos nódulos son con frecuencia lesiones hipoecoicas bien definidas, pero también pueden ser irregulares hiperecoicas o de ecogenicidad mixta. A nivel anatomopatológico, estos nódulos representan áreas focales de células de Gaucher asociadas a fibrosis e infarto. En casos raros puede afectarse todo el bazo, de manera que la ecografía muestra una heterogeneidad difusa. En los pacientes con esquistosomiasis siempre hay esplenomegalia, y se ven nódulos hiperecoicos focales en el 5%-10% de los pacientes. También pueden encontrarse múltiples nódulos en pacientes con infecciones sistémicas, sobre todo en pacientes inmunodeprimidos. El aspecto denominado rueda dentro de rueda se ha descrito en pacientes con candidiasis hepatoesplénica. La "rueda" externa se cree que representa un anillo de fibrosis que rodea la "rueda" ecógena interna de células inflamatorias y un área necrótica central hipoecoica. Este aspecto no siempre se ve en la candidiasis esplénica. Los nódulos de algunos pacientes pueden tener aspecto de ojo de toro o ser hipoecoicos o hiperecoicos.
La tuberculosis miliar puede aparecer en infecciones por micobacterias típicas y atípicas y se ve con más frecuencia en pacientes inmunodeprimidos. Se pueden
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observar inmunerables focos ecógenos muy pequeños distribiudos de forma uniforme por el bazo. En la tuberculosis activa se pueden ver lesiones quísticas o con pocos ecos que representan abscesos tuberculosos.
Aunque la ecografía es muy útil para encontrar lesiones esplénicas focales, existe un gran solapamiento en el aspecto de diferentes trastornos, de manera que raramente es posible hacer un diagnóstico específico. La biopsia esplénica e incluso la biopsia similar del hígado por la posibilidad de hemorragia. Por tanto, las biopsias esplénicas no se realizan a menudo en la práctica clínica y en la mayoría de lesiones esplénicas no se demuestran o incluso no se diagnostican. Si se encuentra un aspecto atípico de infarto esplénico, se pueden utilizar estudios seriados para confirmar el diagnóstico. Si se encuentra una lesión ecógena bien definida en un paciente sintomático, puede utilizarse la falta de cambios en las ecografías seriadas para confirmar el diagnóstico de hemangioma. Las lesiones calcificadas del bazo pueden seguirse con seguridad mediante ecografías porque es improbable que se trate de ningún trastorno que requiera tratamiento.
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ANOMALÍAS CONGÉNITAS Los bazos son variantes normales frecuentes que se encuentran en el 30% de las necropsias. También se denominan esplenúculos. Se pueden confundir con ganglios linfáticos aumentados de tamaño alrededor del bazo o con masas presentes en la cola del páncreas. Cuando el bazo aumenta de tamaño, los bazos accesorios también pueden hacerlo. Los bazos accesorios ectópicos pueden confundirse con masas anormales o sufrir en casos raros una torsión y provocar un dolor abdominal agudo. Pero la gran mayoría de los bazos accesorios son fáciles de reconocer en la ecografía como masas pequeñas redondeadas, de menos de 5 cm de diámetro. Se localizan cerca del hilio esplénico y tienen una ecogenicidad idéntica a la del bazo adyacente. Una TC o una gammagrafía con hematíes dañados con calor y marcados con Tc 99m pueden confirmar el diagnóstico. El bazo puede tener un mesenterio largo y móvil si el mesenterio dorsal no se fusiona con el peritoneo posterior. El bazo "errante" puede encontrarse en localizaciones inusuales y confundirse con una masa. Puede sufrir una torsión y provocar un dolor abdominal agudo o crónico. Si se hace un diagnóstico de bazo errante en un paciente con un dolor abdominal agudo, el diagnóstico de la torsión puede apoyarse en un estudio mediante Doppler color de flujo que muestra una falta del flujo sanguíneo. Las otras anomalías esplénicas congenitas importantes son la asplenia y los síndromes de poliesplenia. Estos trastornos se comprenden mejor si se consideran parte del espectro de anomalías conocidas como heterotaxia visceral. La disposición normal de las partes del cuerpo asimétricas se conoce como situs solitus. Al trastorno que es una imagen en espejo del anterior se denomina situs inversus. Entre estos dos extremos hay una amplia variedad de anomalías llamadas situs ambiguus. Las anomalías esplénicas en los pacientes con heterotaxia visceral son la poliesplenia y la asplenia. Los pacientes con poliesplenia tienen una dominancia de estructuras corporales del lado izquierdo sobre el lado derecho. Pueden tener dos pulmones con morfología de
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pulmón izquierdo, una ácigos en el lado izquierdo a continuación de una vena cava inferior interrumpida, una atresia biliar, una falta de vesícula biliar, una rotación inadecuada del aparato digestivo y, con frecuencia, anomalías cardiovasculares. Por el contrario, los pacientes con asplenia pueden tener un predominio derecho. Pueden tener dos pulmones con morfología de pulmón derecho, una localización en la línea media del hígado, una posición invertida de la aorta abdominal y de la vena cava inferior, un retorno venoso pulmonar anómalo y riñones en herradura. La amplia variedad de posibles anomalías es responsable obviamente de la amplia variedad de síntomas de presentación, pero la falta de bazo por sí misma origina una alteración de la respuesta inmunitaria, y estos pacientes pueden presentar infecciones graves, como la meningitis bacteriana. La poliesplenia debe diferenciarse de la esplenosis postraumática. Tras una ruptura esplénica, las células esplénicas pueden implantarse por toda la cavidad peritoneal y aumentar de tamaño, lo que produce múltiples restos esplénicos ectópicos. Los estudios nucleares con hematíes lesionados con calor y marcados con tecnecio son la prueba más sensible para detectar la estenosis postraumática y la polinesia congénita. Con este método se pueden demostrar bazos accesorios tan pequeños como de 1cm.
CALCIFICACIONES DEL BAZO LESIONES FOCALES: Quistes Los quistes esplénicos, como los quistes localizados en cualquier lugar del cuerpo, aparecen de forma característica como áreas sin eco con bordes lisos y bien definidos y con realce de los ecos en la profundidad de las lesiones. Cuando son pequeños pueden localizarse dentro del parénquima esplénico. En ocasiones, estos quistes pueden hacerse muy grandes y sobre todo exofitricos. En ese caso puede ser difícil apreciar su origen intraesplénico.
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Los quistes infecciosos pueden deberse a equinococos. No obstante, el bazo es uno de los lugares menos frecuentes de aparición de quistes hidatídicos. Puede identificarse una calcificación en la pared del quiste.
El diagnostico se hace combinando una anamnesis adecuada, la información geográfica, las pruebas serológicas y el aspecto ecográfico. La aspiración con aguja fina puede ser diagnostica, siempre que se haya alertado al anatomopatólogo para que busque los escólex. Los quistes postraumáticos no tienen recubrimiento celular y también se denominan pseudoquistes, las paredes de estos quistes como la de los quistes equinococicos, pueden calcificarse. Estos quistes pueden contener ecos de nivel bajo que pueden ser cristales de colesterol o restos. La hemorragia dentro de cualquier quiste puede dar
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lugar a un líquido ecogeno. Los quistes congénitos primarios, también denominados quistes epidermoides, pueden diferenciarse de los quistes postraumáticos por la presencia de un recubrimiento epitelial o endotelial, se cree que los quistes congénitos surgen de restos embrionarios de las células mesoteliales primitivas dentro del bazo. El líquido que hay dentro del quiste puede tener una mayor ecogenicidad debido a los cristales de colesterol, los restos inflamatorios o la hemorragia.
Los pseudoquistes pancreáticos que se extienden hasta el páncreas pueden diagnosticarse con las características asociadas a pancreatitis. Los abscesos esplénicos pueden tener una característica similar al de los quistes simples, pero el diagnostico puede hacerse fácilmente junto a las observaciones clínicas. Puede haber gases dentro de la cavidad de un absceso del bazo, lo que debe apuntar a una causa infecciosa. El gas puede producir un cuadro confuso si solo se ve una pequeña área de mayor ecogenicidad en el bazo. No obstante puede haber sombra acústica, artefactos anulares o ambos.
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La calcificación de la arteria esplénica es frecuente y no debe confundirse con la calcificación de la lesión de tipo granulomatosa de las infecciones que afectan a este órgano.
Varias enfermedades relativamente raras tienen frecuencia alta de anomalías esplénicas asociadas. Por ejemplo en la enfermedad de Gaucher, la esplenomegalia es casi universal, y alrededor de una tercera parte de los pacientes tienen nódulos esplénicos múltiples.
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CISTITIS INTRODUCCIÓN El tracto urinario normal es estéril excepto la uretra, generalmente colonizada por microorganismos que se encuentran también en recto y periné. El mecanismo común inicial de la infección urinaria es la adhesión de las bacterias a moléculas específicas en la superficie celular del epitelio urotelial seguida por la invasión de éste. El huésped dispone de una serie de mecanismos como son el flujo de orina y moco, la actividad bactericida urotelial, la IgA secretora y antígenos del grupo sanguíneo en las secreciones, que interfieren con la adherencia bacteriana2 evitando la infección. VIAS DE INFECCIÓN Los microorganismos potencialmente patógenos, alcanzan el tracto urinario por alguna de las siguientes vías: 1) ascendente, 2) hematógena y 3) linfática. VIA ASCENDENTE Es la ruta más común. Se han realizado estudios utilizando la punción suprapúbica como vía de acceso para conseguir orina que no hubiera pasado por la uretra, que frecuentemente se halla colonizada, y se ha encontrado la presencia de microorganismos en la orina de personas sin criterios clínicos de infección. El hecho de que la infección urinaria sea mucho más frecuente en mujeres que en hombres, apoya la importancia de esta vía de infección. La uretra femenina es más corta, está en proximidad de las áreas vulvar y perirrectal, con lo que se facilita su contaminación por gérmenes procedentes de estos territorios. Así se ha comprobado que los microorganismos que causan infección urinaria en la mujer se encuentran colonizando previamente las zonas citadas. La presencia de reflujo vésicoureteral facilita el ascenso de los gérmenes hacia la pelvis renal y pueden causar pielonefritis. ETIOPATOGENIA Los microorganismos implicados en la infección urinaria no han cambiado de forma significativa en los últimas dos décadas, permaneciendo la E. Coli como el principal patógeno. Más del 95% de las infecciones del tracto urinario son causadas por una única especie bacteriana. En pacientes con catéteres urinarios o anomalías estructurales del tracto urinario se aíslan con mayor frecuencia otros microorganismos como especies de Proteus, Klebsiclla, Enterobacter. Enterococcus y Estaphylococcus. En estos casos es relativamente común aislar más de un microorganismo. La incidencia de infecciones por Enterococo ha aumentado en los últimos años, y se considera en la actualidad el segundo patógeno nosocomial más frecuente. El Enterococcus Fecalis, la especie más comúnmente aislada, se ha implicado como causa importante de infección del tracio urinario, bacteriemia, endocarditis e infección intraabdominal.
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Por otro lado la instrumentación urológica y los ciclos repetidos de antibióticos favorecen la aparición de organismos multirresistentes y en algunos casos, hongos, especialmente cándida. También se han descrito Staphylococcus coagulasa negativos como una causa común de infección del tracto urinario. Las infecciones cruzadas son también importantes en pacientes hospitalizados, especialmente en pacientes portadores de sonda vesical. Recientemente se ha reconocido el Corynebacterium grupo D2 como un importante patógeno nosocomial. Otros microorganismos implicados son Staphylococcus saprofiticus en mujeres jóvenes sexualmente activas, Staphylococcus coagulasa positivos, que pueden producir abscesos renales o perirrenales por vía hematógena, adenovirus que causan cistitis hemorrágica en niños, Gardnerelia vaginalis, Ureaplasma Urealiticuím y Mycoplasma lominis (estos dos últimos posibles patógenos no demostrados). Los microorganismos anaerobios rara vez son patógenos del tracto urinario. Para que un germen produzca cistitis primero debe colonizar la orina de la vejiga (bacteriuria) y posteriormente producir una respuesta inflamatoria en la mucosa vesical. A esta forma de cistitis se le denomina cistitis bacteriana aguda. Afecta a personas de todas las edades, aunque sobre todo a mujeres en edad fértil o a ancianos de ambos sexos. FACTORES DE VIRULENCIA Las propiedades de adhesión de ciertas bacterias a las células del epitelio de transición del huésped van a determinar la capacidad de colonizar e infectar el tracto urinario normal. Así observamos que solo pocos serogrupos de E. coli (01, 02, 04, 06, 07, 075 y 015) causan una alta proporción del total de las infecciones. Estos factores de virulencia incluyen la capacidad de adherencia a células vaginales y uíroepiteliales, la resistencia a la actividad bactericida del suero, la mayor cantidad de antígeno K21, la presencia de aerobactin que secuestra hierro y la presencia de hemólisis. Mobley, estudiaron los determinantes de la virulencia de E. coli y Proteus mirabilis, para lo cual aislaron los genes que codificaban estos e indujeron mutaciones específicas en ellos analizando los resultados en medios in vitro e in vivo. Concluyeron que la patogénesis de la infección del tracto urinario y de la pielonefritis aguda es multifactorial, ya que la mutación de genes aislados raramente causa una atenuación significativa de la virulencia del gérmen. Las bacterias con mayor capacidad de adherencia a las células vaginales y periuretrales son las que colonizarán las regiones anatómicas adyacentes al orificio uretral. Sranborg-Eden demostraron que los aislamientos de E. coli en pielonefrits tenían mayor capacidad (le adherencia que los aislados en cistitis. Así mismo observaron como la E. co.l.i aislada en orina tiende a adherirse mejor a las células uroepiteliales que las aisladas al azar en las heces. SITUACIONES ESPECIALES NIÑOS
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La frecuencia de infección urinaria en este grupo de edad es de alrededor de 1 -2% y la E coli es el patógeno implicado en más del 90 % de los casos. Es mucho más frecuente en niños durante los primeros tres meses y después de ésta edad es predominante en las niñas. La no circuncisión predispone a la infección del tracto urinario en niños y jóvenes. La infección en niños preescolares se asocia a alteraciones congénitas. Las infecciones rara vez son sintomáticas. ANCIANOS Al menos el 10% de los varones y el 20% ole las mujeres mayores de 65 años presentan bacteriuria, en contraste con los grupos de edad más jóvenes en que la bacteriuria en mujeres es 30 veces más frecuente, en los ancianos tiende a igualarse. La causa de la mayor prevalencia en estos pacientes puede estar en relación con la incidencia en este grupo de uropatía obstructiva por hipertrofia prostática benigna y pérdida de la capacidad bactericida de las secreciones prostáticas en el varón, el pobre vaciamiento de la vejiga debido a prolapso en las mujeres, la contaminación del periné y aumento de la instrumentación vesical. Existe un elevado porcentaje de reinfección en ambos sexos por los mismos microorganismos que en otros grupos de edad. GESTANTES Durante la gestación hay dilatación de los uréteres y pelvis renal con marcada disminución de la peristalsis ureteral, la vejiga también disminuye el tono y aumenta su capacidad. Estos cambios comienzan bacía la séptima semana de gestación y progresan hasta el parto, suelen ocurrir con mayor frecuencia en el lado derecho y en el primer embarazo. En la patogenia de los mismos se a sugerido un papel del hiperestrogenismo que explicaría la aparición de éstos en mujeres que toman anticonceptivos orales. La presencia de bacteriuria asintomática en la mujer gestante es de 4-7%. La marcada dilatación de los uréteres durante los últimos meses del embarazo, permite a las bacterias (de la vejiga alcanzar el tracto urinario superior y producir pielonefritis sintomática. La mayoría de mujeres que desarrollan bacteriuria durante la gestación tienen infección en el primer trimestre del embarazo. Sin embargo entre el 1,5% y 25% de las que sufren bacteriuria desarrollan infección en el último trimestre. El 20-40% de pacientes con bacteriuria temprana en el embarazo desarrollan pielonefritis aguda
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sintomática tardía. En contraste menos del 1% de pacientes con orina no infectada desarrollan pielonefritis. Por lo tanto aproximadamente el 75% de casos de pielonefritis aguda pueden prevenirse tratando la bacteriuria asintomática precoz. DIABETES MELLITUS La bacteriuria es más frecuente en mujeres diabéticas que en aquellas que no lo son, debido a una asociación entre los factores (de riesgo locales y del huésped. Las infecciones del tracto urinario superior también son más frecuentes en este grupo, incluyendo el absceso intrarrenal y otras complicaciones poco frecuentes como la pielitis enfisematosa.
SÍNTOMAS DE INFECCIÓN URINARIA O CISTITIS Disuria Necesidad urgente y frecuente de orinar. Picazón o quemazón en la uretra al orinar. Enrojecimiento de la vulva y picor vaginal (en las mujeres). Dolor en las relaciones sexuales. Color turbio, lechoso (espeso) o anormal de la orina. Hematuria . Fiebre y escalofríos (la fiebre puede significar que la infección ha alcanzado los riñones). Vómitos y náuseas. Dolor en el costado o espalda (indica infección en los riñones). A menudo, las mujeres sienten una ligera presión por encima del hueso púbico y muchos hombres sienten una dilatación del recto. Estar más irritable de lo normal. Los síntomas infantiles, por su parte, pueden confundirse con otros trastornos; además, se encuentran ante la dificultad de no saber expresar qué les pasa. No obstante, si un niño presenta una infección urinaria puede manifestar los siguientes indicios: - Estar más irritable de lo normal. - No comer como lo hace normalmente. - Tener fiebre sin motivo aparente que además no acaba de desaparecer. - No poder aguantarse la orina. - Sufrir alteraciones en su desarrollo. - Estar más irritable de lo normal. No comer como lo hace normalmente. Tener fiebre sin motivo aparente que además no acaba de desaparecer. No poder aguantarse la orina. Sufrir alteraciones en su desarrollo
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DIAGNOSTICO: Las pruebas y análisis que tendrán que realizarse al paciente dependerán de la zona donde se presume que radica la infección y de los síntomas que éste padezca. Algunas de las pruebas más generales son las siguientes: Examen físico: El médico palpa la zona abdominal y pélvica del paciente para detectar los lugares con dolor o con enrojecimiento. Análisis de orina: Con una muestra de orina del paciente se examina si ésta contiene algún agente infeccioso (germen nocivo). Cultivos de orina, líquido vaginal o líquido uretral: Se siembra una gota de algunos de estos líquidos en una placa con nutrientes para bacterias y, después de transcurridas varias horas para que éstas crezcan, se determina qué tipo de bacteria es la causante de la infección y qué antibióticos pueden resultar efectivos (antibiograma). Cistoscopia: Consiste en introducir por la uretra un tubo provisto de lentes y luz para observar directamente el estado de la uretra y la vejiga urinaria. Ecografía abdominal: para observar las paredes de la vejiga. Urografía IMÁGENES Cistitis enfissematosa
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Cistitis Tuberculosa
Cistografía, vejiga pequeña tuberculosa con reflujo masivo en un uréter dilatado que termina en reniculo de morfología.
anómala
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Cistitis glandular
M煤ltiples defectos murales y gran defecto de repleci贸n intraluminal de la vejiga
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ECO
Cistitis : La ecografÏa transversal muestra un engrosamiento de la pared vesical(puntas de flechas)con seudopòlipos.
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TRATAMIENTO Por lo regular, se recomiendan los antibióticos tomados por vía oral, debido a que hay un riesgo de que la infección pueda diseminarse a los riñones. Para una infección vesical simple, usted tomará los antibióticos durante 3 días (mujeres) o de 7 a 14 días (hombres). Para una infección de la vejiga con complicaciones, como embarazo o diabetes, o una infección renal leve, usted por lo general tomará los antibióticos durante 7 a 14 días. Es importante que termine todos los antibióticos, incluso así se sienta mejor. Las personas que no terminan sus antibióticos pueden presentar una infección que es más difícil de tratar. Los antibióticos que normalmente se usan abarcan trimetoprim-sulfametoxazol, amoxicilina, Augmentin, doxiciclina, y fluoroquinolonas. Puede recomendare fármacos para aliviar el dolor urente y la necesidad imperiosa de orinar. El clorhidrato de fenazopiridina es el más común de este tipo de fármaco. Toda persona con una infección renal o vesical debe tomar bastante agua. Algunas mujeres tienen infecciones vesicales recurrentes o repetitivas y el médico puede sugerir varias maneras diferentes de tratarlas. Tomar una sola dosis de un antibiótico después del contacto sexual puede prevenir estas infecciones, las cuales ocurren después de la actividad sexual. Algunas mujeres posiblemente necesiten tomar una tanda de antibióticos por 3 días en casa para las infecciones, con base en sus síntomas.
Ureterocele El Ureterocele es una dilatación quística congénita del uréter submucoso terminal, debido a un defecto muscular intrínseco en la pared ureteral. La teoría más aceptada sobre la causa de este defecto muscular es que se debe a la persistencia de la membrana de Chwalla, una capa epitelial que separa el conducto de Wolff del seno urogenital en el momento de la formación de la yema ureteral. La incidencia de Ureterocele en series de necropsias varia de uno en 500 a uno en 4,000, es cuatro veces más frecuente en ni.as y en un 15% de los casos es bilateral. Además el Ureterocele puede presentarse en un sistema colector único o doble, puede causar obstrucción o reflujo y puede acompañarse de displasia renal o atrofia obstructiva. Debido a este amplio espectro de anomalías, las cuales producen efectos muy diversos sobre las porciones superior e inferior del aparato urinario, el Ureterocele puede manifestarse y tratarse de múltiples formas constituyéndose en el trastorno urológico pediátrico más controversial. Debido a que las anomalías ureterales se
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asocian mayormente con duplicidad del riñón tenemos que la presencia de 2 uréteres bien formados van a drenar a sus respectivos polos y se vacían por separado en las vías genitourinarias, conociéndose como duplicación completa. Cualquier uréter cuyo orificio desemboque en un sitio distinto del normal se conoce como uréter ectópico. A. Ureter Bífido: polo superior e inferior se unen proximales a la vejiga B. Uréteres dobles
Clasificación Stephens clasifico a los Ureterocele en: U. Estenótico: aquel cuya desembocadura estrecha de encuentra dentro de la vejiga. U. Esfinterico: es aquel que tiene un orificio distal al cuello vesical. U. Esfinteroestenotico: es aquel que tiene un orificio estenotico y distal al cuello vesical. Cecoureterocele: aquel que tiene un orificio intravesical y una prolongación submucosa que se extiende hasta la uretra.
Según la Clasificación de la sección de Urología de American Academy of Pediatrics: Según Lugar: o Intravesical: si está dentro de la vejiga o Ectópica: si se encuentra en el cuello vesical o en la uretra.
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Según el Numero de Sistema Colector: o Único o Doble
Ureterocele Intravesical de Sistema Único
Ureterocele Intraves. de Sistema Doble
Embriología A las 4 semanas de gestación surge una evaginación que es el brote ureteral que interactúa con una masa de mesénquima que constituye el blastema metanefrico. Esta interacción ocasiona la ramificación del brote ureteral normal. Después de salir el conducto mesonefrico el brote ureteral puede convertirse en una estructura bífida o dividida. La división forma dos sistemas colectores separados que finalmente se unen en un uréter común denominándose Riñón doble con Ureter bífido. Si a partir del conducto mesonefrico se originan dos brotes ureterales separaos se producen dos interacciones separadas y completas entre el ureter y el blastema metanefrico dando como resultado dos unidades renales separadas y sistemas colectores, uréteres y orificios ureterales separados. En estos casos siempre se va a aplicar la ley de WeigertMeyer en donde el orificio del polo inferior es más craneal y lateral que el orificio del polo superior que es más caudal y medial y el orificio inferior en realidad es el orificio del polo superior y el llamado orificio superior corresponde al del polo inferior.
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Síntomas La gran mayoría de Ureteroceles se diagnostican mediante ecografías realizadas a la mujer en su embarazo, sin embargo estos pueden pasar desapercibidos y podemos encontrar casos en niños o adultos que suelen caracterizarse por dolor lumbar y frecuentes infecciones urinarias consecutivas. Entre algunos de los síntomas que se pueden presentar tenemos: Dolor abdominal Dolor de espalda, posiblemente en un solo lado Sangre en la orina Dolor urente al orinar (disuria) Fiebre Dolor de costado en un lado puede irradiarse hacia la ingle, genitales, muslo intensos espasmos Orina con olor fuerte Incontinencia urinaria Infección urinaria Polaquiuria y tenesmo vesical Tejidos del Ureterocele que salen (prolapso) a través de la uretra femenina hacia la vagina
Diagnostico
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Existen pocas entidades que planteen un desafío clínico tan grande como los Ureterocele. Siempre se los relaciona con otras anormalidades como la hidronefrosis. Recordando que tiene las incidencias en mujeres (4:1) y es exclusiva de personas de raza blanca. En la Ecografía realizada en la mujer embarazada vamos a observar en los riñones dos pelvis renales separadas por sus hilios ecogénicos. El polo superior va a tener un uréter dilatado que va a producir una hidronefrosis. Este hallazgo debe indicar al médico el estudio de la vejiga para confirmar presencia de Ureterocele. El diagnostico ecográfico plantea varias dificultades:
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Litiasis vesical Definición Son acumulaciones duras de mineral que se forman en la vejiga urinaria. Causas, incidencia y factores de riesgo Los cálculos en la vejiga son por lo general la consecuencia de otros problemas urológicos, que pueden ser: infecciones del tracto urinario, divertículo en la vejiga, vejiga neurógena o agrandamiento de la próstata. Aproximadamente el 95% de los casos de cálculos en la vejiga se presenta en hombres y son mucho menos comunes que los cálculos renales. Los cálculos vesicales pueden aparecer cuando la orina que se encuentra en la vejiga se concentra y los materiales se cristalizan. El paciente siente los síntomas cuando el cálculo irrita revestimiento de la vejiga o cuando el cálculo obstruye el flujo de orina desde este órgano.
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Síntomas
Urgencia frecuente para orinar Interrupción del chorro urinario Dificultad en la micción Incapacidad para orinar, excepto en ciertas posiciones Sangre en la orina Presión o dolor abdominal Dolor o molestia en el pene Orina de color anormal u orina de color oscuro Infección del tracto urinario o disuria (micción dolorosa) o urgencia urinaria o fiebre Signos y exámenes El examen físico, incluyendo un examen rectal, puede revelar un aumento de tamaño de la próstata, así como otras afecciones urológicas. El análisis de orina puede mostrar la presencia de sangre o de una infección. Un urocultivo (de toma limpia) puede revelar infección. La radiografía de la vejiga o de la pelvis puede mostrar la presencia de cálculos. Una cistoscopia puede revelar un cálculo en la vejiga. La ecografía de vejiga muestra imágenes hiperecogénicas móviles con sombra acústica posterior
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Ecografía transabdominal. Sección transversal (izq) y longitudinal (dcha) a nivel de hipogastrio. Vejiga de paredes normales con calculo en la pared posterior
Pronóstico La mayoría de los cálculos se pueden expulsar o eliminar sin causar daños permanentes en la vejiga, pero pueden reaparecer si no se corrige la causa subyacente. Si los cálculos se dejan sin tratamiento pueden causar infecciones repetitivas en las vías urinarias o daño permanente a la vejiga o a los riñones. Complicaciones Uropatía obstructiva bilateral aguda Cáncer vesical en casos graves y prolongados Disfunción crónica de la vejiga (incontinencia o retención urinaria) Obstrucción de la uretra Recurrencia de los cálculos Nefropatía por reflujo Infección urinaria Situaciones que requieren asistencia médica Se debe buscar asistencia médica si los síntomas indican que la persona tiene cálculos en la vejiga. Prevención El tratamiento oportuno de las infecciones del tracto urinario o de otras enfermedades urológicas puede ayudar a prevenir los cálculos en la vejiga.
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