Vistahermosa

VISTAHERMOSA

Autora:

Pilar Miguel Gasi贸n

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-Estaba en una nebulosa, no me enteraba de nada, no se si sentía, veía, oía. No guardaba recuerdos de un largo periodo de tiempo- Me contó cuando pudo reaccionar.

Esperanza era una mujer todavía joven: alta, fuerte, con unos ojos que hablaban y una buena salud física, pero sufría largos periodos de depresión, sin causa aparente, que la Ilevaban a la desesperación y a hacer intentos de suicidio.

Ya de jovencita había tenido problemas. Estaba haciendo COU en una gran ciudad, cuando, quizá por haber tornado alguna droga o haber sido herida en su sensibilidad por un chico que no la quería, empezó a pensar que no deseaba levantarse de la cama, que su vida no tenia sentido.

La gente que la rodeaba no la comprendía, su familia y amigos le decían: pon algo de tu parte, anímate, etc., pero estos consejos no le servían de nada.

La situación siguió agravándose, decía que no sabía nada, que había perdido la capacidad de concentración y se sentía muy mal. Llego un momento que se quedo muda y se dejaba manejar como una muñeca. AI ver que no reaccionaba, que seguía con una tristeza inexplicable, la Ilevaron a un psiquiatra que le diagnosticó una depresión mayor y decidieron internarla en un psiquiátrico pequeño, donde la atiborraron de pastillas, le hicieron 2 tratamiento de insulina y le aplicaron electrochoque a lo bestia.

Me contaba que allí se sintió muy mal, avergonzada, tenia sensaciones raras y su relación con los otros internos era muy extraña

Poco a poco, porque los tratamientos que le hicieron tuvieron algún efecto o porque el tiempo paso, se fue encontrando mejor hasta que un día notó que era capaz de comunicarse con los demás y le dieron de alta. Volvió a la normalidad.

Escribió: Estoy bien, ya llevo unos meses que me siento bien, la gente no me da miedo, el tiempo pasa sin darme cuenta, vuelvo a sentir que la sangre corre por mis venas. Vivir es maravilloso y me gusta.

Era inteligente, siguió con sus estudios, se matriculo en la Universidad, tuvo relaciones amorosas satisfactorias y volvió a sentir la ilusión de vivir.

Antes de terminar la carrera de Químicas tuvo algún bajón, acudió a un nuevo psiquiatra que le dio antidepresivos y le dijo que no dejara de tomarlos y fuera regularmente a hacerse revisiones.

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Esperanza no se resignaba a tomar siempre pastillas, además el psiquiatra le cayó mal porque le recomendó acudir a un psicólogo y ella no deseaba que nadie escudriñara en su mente.

AI acabar sus estudios empezó a trabajar en un laboratorio en el que se encontraba muy a gusto con su trabajo y sus compañeros, incluso tuvo un romance bonito con uno de ellos.

Lo pasaba bien, iba a fiestas, viajaba, conocía a gente con la que conectaba e incluso se sentía una persona atractiva, pero todo cambio sin saber como, tuvo una nueva recaída en la que escribió: Tengo una sensación de inutilidad, de no saber hacer nada, de tristeza infinita. ¿Cómo poder sentir ilusiones?¿Cómo perder el miedo a la vida? Quiero encontrar un algo que no se encontrar.

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Le dieron la baja y volvieron a internarla en un psiquiátrico más grande dirigido por unas monjas, le asignaron un psiquiatra al que iba cada día a decirle que se encontraba mejor, pero la atiborraba de pastillas e iba como una zombi.

Hizo buenas amistades con sus compañeros de "cautiverio", tenían laborterapia, que era un trabajo mecánico y aburrido, pero también había un bar en el que charlaba con los compañeros y un jardín en el que veía crecer las flores. Entre las amistades que hizo había un poeta que Ilevaba allí mucho tiempo alguna sus poesías le parecían muy buena pues expresaba sentimientos que compartía.

Podían visitarla familiares y amigos, aunque al principio no le gustaba mucho, luego le hacia ilusión.

Pasado un tiempo, le daban fines de semana para pasar en su casa. Fue recuperándose hasta que le dieron el alta.

AI salir sintió un poco de miedo a volver a integrarse en su mundo y a reanudar su vida, pero lo supero y se sintió con fuerza suficiente para ello.

En su trabajo le propusieron un traslado a Barcelona, con mejora económica y no lo pensó dos veces.

Conocía ya la ciudad y encontró un piso para compartir con una amiga que vivía allí hacia ya un tiempo, estaba en el ensanche y fue descubriendo los encantos de la 5 ciudad.

Hizo nuevos amigos entre ellos una chica andaluza que tenía un hermano homosexual con una pareja majísima, celebraban fiestas en su piso a la que acudían muchos amigos, en los que observaba unas relaciones de las que ella no había conocido.

Salían mucho a las ramblas y alrededores, se juntaban en el Zurich y luego iban al café de la Opera y otos bares de la plaza Real y el casco antiguo, en el que se reunía gente bohemia que a ella le atraía especialmente.

También conoció a otra chica que era de Zaragoza, Dolores, que tenía una pareja y amigos muy simpáticos con los que congenió. Con ellos iba mucho a "L'angelot" que tenia un encanto especial.

Sus amigos fumaban tanto hachis como marihuana, que a ella le gustaba mas, y les daba unas risas, un hambre canina y una sensación relajante que les hacia estar muy bien.

Con una amiga de Dolores, Antonia, hizo con un grupo al que se unieron, un viaje a la India. Era una de sus mayores ilusiones, se sentía identificada con algunos principios de la filosofía hindú y deseaba conocer ese mundo.

Allí, después de Ilegar a Delhi, que le impresionó muchísimo por la miseria que veía, hicieron un recorrido por el norte de la India, visitando templos maravillosos, observando las multitudes que 6 la rodeaban, los diferentes personajes que le Ilamaban la atención, los trajes, el colorido de los sahris...

Estaba eufórica hablaba sin parar con los compañeros y disfrutaba cada momento. No se si por una deshidratación o porque le impresionó muchísimo lo que vió, cayó en un estado casi catatónico y la ingresaron en un hospital en Nepal, pero como no reunía condiciones higiénicas la trasladaron a Bangkok que era la última etapa del viaje.

El grupo volvió a Barcelona y la dejaron sola en el hospital, no se enteraba de nada y fue una de sus hermanas a buscarla para traerla a España. El médico que la atendía no quería que saliera en ese estado, pero su hermana a trabes de la embajada consiguió el permiso.

AI Alegar la ingresaron en el frenopático: (la palabra suena decimonónica y hermética).

En ese (para ella siniestro lugar) contemplaba un árbol con el que se sentía identificada. Conoció a 7 una chica muy maja que pintaba bien y le hizo un retrato,

otros internos parecían sombras deambulando por las habitaciones y el patio del hospital. La observaron unos psicólogos que decían que no veían nada anormal en ella. Se recuperó y volvió a su ciudad y al mismo centro de trabajo, recuperó sus amistades y no perdió el contacto con sus amigos de Barcelona.

De nuevo en su ciudad, además de reencontrarse con los amigos de toda la vida, conoció a personas que se movían en el mundo artístico.

Entre sus nuevas amigas había una encantadora, alegre como un cascabel, que había tenido problemas por consumo de drogas pero ya se encontraba bien.

Comenzaron a salir y formaron un grupo que se reunía en un bar del casco, allí hacían tertulias fumaban y recorrían los bares de la zona en los que había personajes muy curiosos: - Un pintor que la Ilevaba a bares de dudosa reputación, según las personas "normales", en uno de ellos había una prostituta de alto estanding, muy guapa y que se reía de su inocencia respecto al mundo callejero, y porque desconocía el significado de "marrón".

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-Otro al que Ilamaban "el arquitecto", no sabían si lo era, no hablaba casi aunque observaba y escuchaba con atención lo que se decía.

-También Gerardo que físicamente estaba muy bien pero tenia una forma de expresarse altiva y una actitud de superioridad. No se explicaba como su amiga se enamoro de él y se casaron.

-El estaba separado, tenía una hija y había perdido un hijo que iba en bicicleta y le atropello un coche por el barrio. Quizá de a.C. le venia su actitud recelosa y extraña - Miguel era el más bohemio, escribía poemas, algunos le parecían muy buenos. Murió joven a causa de sus excesos con el alcohol y las drogas.

Fue muchas veces con su amiga a un chalet que tenia en la sierra, era precioso, había un jardín con un magnolio y montones de rosas que olían maravillosamente cuando florecían. Detrás de la casa había un pequeño huerto que cultivaban sus dos hermanos. El mayor era alto y fuerte, estaba tomando metadona, pero a pesar de la vida que había Ilevado conservaba una inteligencia y una memoria prodigiosa y se podía hablar de cualquier 9 tema con él.

El pequeño era dulce y delicado, decía que entendía el lenguaje de los pájaros y entre los manzanos y plantas del huerto. Tenían marihuana que luego recogían, limpiaban y fumaban al calor de la chimenea, con grandes risas. Luego dormían de forma relajada.

Como sintió un pequeño bajón le aconsejaron un psicoanalista, que era muy extraño. Cuando iba a su consulta ponía una especie de cronometro, ella tenía que ir hablando de lo que se le ocurriera, contar sus sueños, etc. El no intervenía nada, salvo cuando, le preguntaba algo directamente. AI sonar un pitido acababa la sesión de inmediato. AI ver que las sesiones eran muy caras y que no le servían para nada más que para rumiar sus pensamientos, dejó de acudir.

Estuvo bastante tiempo encontrándose bien, creía que sus pesadillas habían acabado, pero volvió a sentir insomnio, a pensar que no sabía que hacer, no quería volver al sufrimiento que le provocaban sus depresiones y escribió: Estoy agotada y me siento adormecer Los párpados se me cierran Tengo ganas de dormir, soñar no más Descansar mi cabeza en un hombro fuerte De cualquiera que me de cobijo protección 10 Siento que me hundo cada vez más.

Harta ya de estar harta, se metió en su bañera, tomo muchas pastillas y se cortó las venas con una cuchilla.

La encontró su madre que había ido a verla, Ilamó asustada a una ambulancia, le hicieron una cura de urgencia y cuando estuvo consciente se encontró de nuevo en el psiquiátrico que ya conocía y en el que volvió a ver pacientes que ya habían estado con ella y otros nuevos.

Uno de ellos, alcohólico, le pareció un personaje de cuento, un caballero pero a la antigua, era alto, delgado y con un rostro de facciones duras y afiladas, cuando salió la invitó a ir a su casa, vivía en un piso de una calle céntrica de la que era el propietario, a pesar de su dinero tenia el piso amueblado con muebles viejos y sucios, con unos sillones en los que se acumulaba la11 mugre.

Hablaban de todo y le encantaba lo inteligente que era. Dejo de verle un tiempo y cuando lo volvió a ver se encontró fatal, porque él casi no coordinaba sus pensamientos. AI poco tiempo le contaron que había muerto y había dejado su fortuna a los gitanos. Lo sintió mucho porque pensó que había desaparecido una persona genial.

Salió de nuevo del pozo y empezó una relación seria con Juan, un amigo que conoció y le pareció guapo y alegre. El estaba separado y tenía una hija adolescente, aunque al principio esta fue reacia a la nueva pareja de su padre, luego empezaron a Ilevarse bien, iba a comer con ellos los domingos y realizaron excursiones juntos.

Alquilaron un piso amueblado cerca de un parque, y le pusieron un toque personal con cuadros y adornos que aportaron ambos y traían de sus viajes.

Se querían, el participaba en las tareas caseras y durante las vacaciones hacían viajes a lugares en los que disfrutaban del arte, la naturaleza y las costumbres de sus gentes.

Uno de ellos lo hicieron con los amigos homosexuales a Marruecos, la pareja lo conocía bien y los Ilevaron a las ciudades 12 más interesantes.

Les gustó especialmente Esaohuira, allí tuvieron momentos muy felices. También les encantó el exotismo y la acogedora gente del país.

Estuvo dos o tres años viviendo bien, considerándose una persona normal. En su trabajo estaba a gusto, también en sus relaciones sociales y familiares.

La relación con su pareja se fue deteriorando, quizá porque cuando tuvo un bajón le pareció que él no la comprendía, o porque el amor se acaba y se hace difícil la convivencia diaria. AI final se separaron aunque creo que no fue un trauma para ninguno de los dos.

Se fue a vivir sola y seguía encontrándose a gusto con ella misma y con los demás. En las vacaciones disfrutaba mucho viajando.

Entre los numerosos viajes que hizo, tanto por el extranjero como por España, uno que le gusto mucho fue al país vasco, Fue sola, en su coche y comenzó el recorrido en Vitoria, que le pareció una ciudad tranquila y encantadora. Siguió por Bilbao, que lo recordaba como una ciudad oscura y contaminada y notó un cambio maravilloso. Se alojó en un pequeño hotel del casco viejo, en el que disfrutó de sus tapas. Recorrió el museo Guggenheim, del que le gusto mucho su estructura y una exposición itinerante de arte 13 africano, aunque el resto de las salas no le convencieron.

Una de las cosas que más le gustó fue una representación de ballet contemporáneo en la que se sentó al lado de una joven que le dijo en vasco algo que no entendió y al preguntarle le contestó: "es que soy aberchale", Esperanza le respondió que ella era madrileña, se estableció una corriente de simpatía y se fueron en el intermedio a fumar un cigarrillo, la joven le contó que era malabarista, que iba con un grupo por los pueblos y le encantaba la danza.

La última etapa la hizo en San Sebastián a la que fue en un viejo tren que pasaba por lugares bellísimos. En la ciudad recorrió los monumentos, le encantó la amabilidad de la gente y disfrutó sobre todo de sus maravillosas playas, en la Concha bajó hasta el mar para disfrutar del agua, de su olor y color y cuando tuvo que regresar sintió pena por no poder disfrutar mas días de aquel país verde.

El tiempo iba pasando, tuvo un nuevo internamiento en la clínica psiquiátrica y al recuperarse en la empresa le propusieron una jubilación anticipada por enfermedad en la que cobraría el máximo de su salario. AI principio se sintió un poco discriminada, pero se dio cuenta que tenían razón, pues las sustituciones 14que le tenían que poner en sus bajas podía afectar al trabajo en equipo, y lo aceptó.

En el intermedio a fumar un cigarrillo, la joven le contó que era malabarista, que iba con un grupo por los pueblos y le encantaba la danza.

La última etapa la hizo en San Sebastián a la que fue en un viejo tren que pasaba por lugares bellísimos.

En la ciudad recorrió los monumentos, le encantó la amabilidad de la gente y disfrutó sobre todo de sus maravillosas playas, en la Concha bajó hasta el mar para disfrutar del agua, de su olor y color y cuando tuvo que regresar sintió pena por no poder disfrutar mas días de aquel país verde.

El tiempo iba pasando, tuvo un nuevo internamiento en la clínica psiquiátrica y al recuperarse en la empresa le propusieron una jubilación anticipada por enfermedad en la que cobraría el máximo de su salario. AI principio se sintió un poco discriminada, pero se dio cuenta que tenían razón, pues las sustituciones que le tenían que poner en sus bajas 15 podía afectar al trabajo en equipo, y lo aceptó.

Creyó que se sentiría un poco desorientada, sin saber bien que hacer, pero seguía teniendo el apoyo de su familia y amigos y fue buscando actividades, además disfrutaba de más tiempo para dedicarse a si misma y los demás.

Se apuntó a un gimnasio en el que hacía deporte y disfrutaba en el spa, colaboro con una ONG, hizo un curso de manualidades en el que podía hacer trabajos creativos y bellos e iba pasando el tiempo.

Sin embargo, volvió a sentirse muy mal. Decía: No se para que estoy aquí., no sirvo de nada, no soy nada, me siento perdida y sola, tengo ganas de desaparecer.

La familia, alarmada, volvió a internarla, todavía quedaba mucha gente de su primer ingreso, se sentía en un estado vegetativo, el psiquiatra que la atendía no sabia que hacer, decidieron trasladarla a otra clínica más pequeña. Se Ilamaba Vistahermosa.

El psiquiatra que la atendía la trataba muy bien y aunque ella no quería, le hizo dar una serie de tratamientos de electrochoc, que junto con la medicación lograron que fuera mejorando.

Estuvo bastante tiempo sin darse cuenta de lo que pasaba, pero como el Ave Fénix, resurgió de sus cenizas, iba a la psicóloga, hablaba con sus compañeros, sobre todo con un joven 16 andaluz, con el que iba a tomar helados,

también con una abogada de Barcelona, que estaba ingresada por consumo de drogas y con otra chica que tenia anorexia, se sentía a gusto con ellos y en aquel lugar.

AI final le dieron el alta, cuando se marchaba, volvió la vista atrás y dijo: No se si tendré que volver, pero creo que puedo disfrutar cada día como si fuera el ultimo, no sentirme estigmatizada por mi enfermedad, volver a sentir el cariño de los míos y dárselo yo también. Espero que la vida me reserve momentos felices.

Septiembre 2008

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