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Pulso
El amor en tiempos de redes sociales En un mundo apresurado, las aplicaciones han acortado los tiempos para conocer a esa persona antes de llegar al plano real
Por Carlos Uriegas
Frecuencia en el uso de 'apps' para encontrar pareja*
1 vez a la semana 32 % Cada 15 días o más 27 % 1 vez al día 25 % 1 vez cada tercer día 16 %
Parece lejana la época en que se tomaba el teléfono, se giraba el disco y se esperaba con angustia o emoción el tiempo en que el plato regresaba y sonaba el aviso de llamada; antes de que contestaran, solo se esperaba que la voz escuchada fuera la de ella y no la de su padre.
Hoy el contacto es directo, se han reducido protocolos y tiempos para establecer una relación, que en un principio es virtual y posteriormente llega al plano real.
Bertha Díaz, terapeuta del Centro de Asesoría en Desarrollo Humano (CADHU), nos comentó que el principal atractivo o ventaja de las redes sociales en temas amorosos es que se establece un contacto más rápido con la otra persona.
“Las redes sociales ayudan a simplificar en tiempo la posibilidad de acercarte a alguien y entablar una relación, ya que de entrada ves la imagen de la persona y sabes que esa persona está buscando justamente una relación, por lo que se reducen los procesos de conocimiento”.
Al vivir en un mundo tan acelerado en el que hay prisa para todo, el amor no puede estar ajeno. Hay prisa hasta para el amor.
“He encontrado en pacientes que pueden enamorarse más rápido, ya que en las redes se presenta la mejor versión de la persona, no hueles mal, no estás de mal humor, contestas el teléfono cuando quieras y no hay compromiso; anteriormente,
RELACIÓN VIRTUAL
VENTAJAS • Puedes atender a la persona cuando quieras. • La persona no tiene que estar arreglada para verse, basta tomar el teléfono y contestar o escribir. • Las parejas pueden vivir en países distintos y estar en contacto.
DESVENTAJAS • No conoces a fondo a la persona. • Un mensaje de texto puede estar carente de intensión. • Se corre el riesgo de sobreexponer la relación al buscar que las redes sociales la “validen”. • Riesgo de que la persona no sea quien dice ser.
las relaciones implicaban el conocimiento, el mirarse, el detalle el hablarse por teléfono… Hoy esto se ha transformado”, nos comparte Bertha Díaz, psicóloga egresada de la UNAM.
El que se empiece más rápido una relación no implica que esta dure menos tiempo o se viva con menos compromiso. “Eso va a depender de cada pareja, una cosa es cómo se conocen, pero eso no determina cómo va a ser la relación real. Yo conozco parejas que se han conocido por Tinder, se han casado y tienen una excelente relación”.
Una buena ortografía o redacción ahora dice mucho de la persona. Es como estar presentable, comenta Bertha Díaz. En las redes y los textos se da una relación más impersonal y no se necesita mucho valor para hablarle a una persona.
“Antes se asumía más la responsabilidad para enfrentar una relación”.
Actualmente se requiere la validación de la red social, lo que en ocasiones hace que la relación amorosa sea sobreexpuesta. “Estamos en una época muy narcisista, donde queremos presumirlo todo, fotos de la pareja, los viajes, la comida y hacer pública la relación es como si se diera el banderazo de que esto es real y los ‘likes’ son el reforzador de que todo va bien”. La académica citó un caso en el que un joven le dijo que su relación no sería cierta hasta que la viera publicada en Facebook.
Las 'apps' más usadas*
87 %
25 %
12 %
10 %
GLOSARIO DEL AMOR DIGITAL
'Ghosting' Cuando hay una persona que le da un 'like' a alguna foto o una historia y luego desaparece, va y viene. 'Zombieng' Cuando el ‘fantasma’ reaparece. 'Benching' Cuando se le da ‘like’ a una persona, pero se le tiene como segunda opción y se sigue buscando a otras. 'Sexting' Cuando se intercambian imágenes sexuales o íntimas. 'Stalking' Cuando una persona investiga o revisa las redes de una persona, pero no la contacta.
El amor llega por Tinder Jessica Zermeño habla desde su experiencia artística y personal sobre el amor en los tiempos de las redes sociales
Jessica Zermeño es una voz autorizada para hablar sobre el amor en los tiempos de las redes sociales, no solo escribe y actúa en la obra ‘El amor en los tiempos del WhatsApp’, sino que fue a través de la aplicación Tinder que la actriz conoció a su esposo.
“Para mí las aplicaciones fueron un medio que de verdad me ayudó, ya que en mi ámbito no había mucha oportunidad para conocer a alguien; el mundo del teatro es muy cerrado y muchos de los actores que podría por conocer, el 80 por ciento, son ‘gays’, así que lo que te toca a ti pues ya está muy manoseado”, comenta la comediante desde el camerino del Teatrito La Mirruña.
“Los actores somos muy cerrados y convivimos mucho entre nosotros, así que había que buscar por otro lado y tomar alternativas, por lo que abrí un perfil en Tinder, por recomendaciones de una amiga que había conocido a alguien por este medio. Fue muy satanizado, me decían que me iba a ver como carne de exhibidor, y sí es cierto, pero también nosotras hacemos lo mismo (con los hombres)”.
Jessica vio el lado práctico para entablar el primer contacto por Tinder, ya que de entrada podía elegir y mostrar lo que ella quisiera, pero siempre lo hizo apegada a la realidad. “En mi perfil yo puse que estaba buscando a mi ‘príncipe azul’, siempre
fui muy clara para alejar a aquellos que quisieran una relación menos seria”, ese fue el primer filtro que usó Jessica y fue así como conoció al sapo que habría de convertirse en príncipe. Cuando Jessica se quejaba más de los hombres y de la falta de compromiso, conoció a Víctor y fue cuando empezaron a dejar lo virtual para llegar al mundo real. Dejaron así los textos para dar paso a las palabras dichas a los ojos.
“Yo lo invité a ver una obra de teatro, le dije que iba a ir con amigas y en un lugar en el que todos me conocen, por si pasaba algo, la gente estuviera presente”, esto para estar segura de que la persona de la aplicación era la misma que llegó hace dos años al Corral de Comedias. “Comenzamos a conocernos, se empezó a dar una relación muy padre, un día se animó y me pidió que fuera su novia, tiempo después se animó y me pidió matrimonio, nos casamos”, recuerda Jessica, quien tiene claro que las redes solo fueron el contacto para conocer a su pareja y tras vivir un noviazgo de dos años y medio fue que se casó con Víctor.
Sobre la obra que escribió, surgió como una crítica social para aquellas personas que sí se instalan permanentemente en las redes y que se anteponen a las relaciones humanas. La historia es una comedia de una chica que se enamora, se hace novia, la cortan, vive el duelo y sufre por WhatsApp.
26.6 % de las mujeres buscan pareja en estas aplicaciones tras terminar una relación.*
49.5 % de los hombres que usan este tipo de aplicaciones, la usan como 'app' de despecho.*
APPS PARA ENCONTRAR PAREJA
TINDER El sitio clásico para ir de cacería. Prepara, apunta y ¡fuego!
ADOPTA UN CHICO Un espacio para aquellas chicas que quieren seleccionar a la carta.
BADOO Un chat donde las palabras son el preámbulo para los hechos.
HAPNN ¿Te urge? Contacta a tu futura cita en tiempo real.
FACEBOOK PAREJAS El espacio para que los 'chavorucos' pasen del 'like' a lo real.
BUMBLE El 'Sólo para mujeres', en versión 'app'.
La terapeuta clínica de CADHU comenta que hay casos de ansiedad en que las personas sufren si no publican de forma inmediata lo que están haciendo, “lo que genera una incapacidad de disfrutar lo que estás haciendo”.
“Lo que también trae a la gente a consulta es la frustración por ver que la amiga o conocida tiene una vida feliz, con su pareja, viajes, pero lo que se sube a las redes es lo bueno de cada quien, no todo lo que sucede realmente”.
Aunque se pudiera pensar que la mayoría de la gente solo busca un encuentro casual a través de las redes, hay muchas personas que realmente están en la búsqueda de un compromiso y una relación con larga duración.
“Cuando buscamos pareja por estos medios, me tengo que preguntar por qué es más fácil para mí interactuar con una persona de manera virtual que ir a buscar gente en algún lugar en el que puedo encontrar personas más parecidas a mi; si me gusta leer puedo, ir a un club de lectura, por ejemplo”.