Ciudad ARTE
Björn Sjögren, un viaje a través de la pintura Salió de Suecia en busca de un sueño y su pasión lo trajo a establecerse en Querétaro Por Pat Maldonado y Carlos Uriegas / Fotos: Cortesía
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a historia del artista Björn Sjögren está marcada por la aventura, algo que el sueco lleva en la sangre. Como buen vikingo salió en busca de un sueño, dejó su empresa, partió a Estados Unidos y el arte y el calor lo trajo a Querétaro. “Me mudé a los Estados Unidos en 2001 desde Suecia. Tuve una buena vida. Había fundado una empresa diez años antes y tuve mucho éxito. Pero eso no fue suficiente para mí. Quería más desafíos en la vida. Así que me mudé a Wisconsin, Estados Unidos y comencé mi vida desde cero a la edad de 55 años”, comparte el pintor sueco. Su nueva vida llegó acompañada de tropiezos que tuvo que ir sorteando con el tiempo, tuvo que levantarse tras perderlo todo, pero adquirió experiencia que le sirvió para plasmar su vida a través de una obra que inundó Texas. “Después de diez años duros en Wisconsin, donde perdí todo por lo que había trabajado, me mudé al amigable Texas y comencé mi vida de nuevo desde cero y, antes que en Suecia o en Wisconsin, fue en Texas donde mi carrera artística despegó. Creo que me convertí en el artista vivo o muerto que ha vendido la mayor parte del arte entre San Antonio, Austin y Houston”, recuerda Björn.
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Pero el negocio del petróleo cayó en Texas en el 2016 y muchos de los que mantenían la economía del estado de la estrella solitaria perdieron sus empleos. “Esas personas, principalmente del área de Houston, fueron las que mantuvieron la economía en marcha para muchos negocios en la parte sur de Texas. Entre ellos artistas como yo. Al mismo tiempo, tuve un vecino que ingresó en un hogar de ancianos. Fui a visitarlo. Cuando vi cómo vivía allí, decidí que era hora de mudarme. Estaba solo en los Estados Unidos. Mi familia (hijo, hermanos, padres, amigos) estaban todos en Suecia. Yo estando en un hogar de ancianos en los Estados Unidos ... 'no va a pasar... punto'".
Apuntó al sur y llegó a México A Björn Sjögren le gusta el calor, por lo que regresar a Suecia o subir a Canadá no era una opción, así que pensó en México, ya que además del calorcito del clima, se percató que muchos de sus amigos artistas se habían casado con mujeres mexicanas. “Me gustó el clima más cálido. Luego reflexioné sobre cuántos de mis amigos artistas estaban casados con señoritas de México o de otros lugares al sur de la frontera. Entonces, me conecté a un sitio de citas mexicano”, algo que sin duda funcionó ya que tiempo después, su amiga Claudia se convirtió en su esposa. “Claudia y yo estuvimos una semana en San Miguel de Allende, vi muchos americanos. No me iba a mudar de Estados Unidos a una colonia estadounidense en un país extranjero. Luego, un par de meses después, nos quedamos una semana en Querétaro y nos gustó. Pero no había galerías, por lo que regresé a San Antonio, Texas y luego, un par de meses después, volvimos a Querétaro. Me gustó estar aquí. El idioma era español, no inglés. Por supuesto un desafío, pero me gustan los desafíos. Ya sabía algunos idiomas, así que lo resolví y lo aprendí. Nos mudamos aquí en el verano de 2018 después de casarnos y ahora soy residente permanente”, comenta el pintor avecindado en Querétaro.
