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Tomando como punto de partida los diversos procesos sociopolíticos emergentes en los pasados diez o quince años, justamente como se han desatado en las campañas electorales e incluso en muertes por Covid-19 hacen del modelo informático hoy uno securitario/normativo. Mediante este señalamiento, ya puede apreciarse más concretamente cómo el régimen de la informática no solo se origina para “supuestamente prevenir y esparcir”, sino también para invadir nuestra vida íntima.

Según Chul-Han (2022) “hoy no se explotan cuerpos y energías, sino información y datos”. Queda claro, que la pieza clave para lograr reconfigurar al poder moderno-tardío no es ya necesariamente el control de los medios de producción, sino más bien es el del torrente sanguíneo del Big Data. Es evidente, que se ha vuelto la orden del día cada vez más la difusión de falsas noticias, ciberataques, ciberacosos, ejércitos troles, desarrollo de posverdades, construcción de otros artificios de la realidad, entre otros, con el fin de establecer una sociedad infocrática. Este nuevo régimen en el que nos situamos precisamente hace que las personas se expongan sin ningún tipo de reparo ante lo que le pide el dispositivo o aplicación electrónica. De esta manera va cuajándose un estado de codependencia transparente, en el que el aparato tecnológico solamente ilustrará lo que el individuo quiera consumir e inclusive escuchar. Es en ese sentido, que plataformas como YouTube, Google, Meta (Facebook, Instagram y WhatsApp) ChatGpt, etc. han logrado reajustar los grandes intereses del capital a su antojo vía la digitalización. Ha sido la herramienta de la inteligencia artificial la que caló hondo la situación particular de “la libertad” desde mucho antes que aconteciera el fenómeno pandémico del coronavirus. Sin embargo, fue bajo este problema global del SARS-Cov-2 que se resintieron y manifestaron a flor de piel las modificaciones de un nuevo proyecto político mundial, tanto de salud como socioeconómico. De hecho, son los artefactos de corte “Smart” o inteligentes los que prácticamente las masas consumen y esto es debido a que desde que se suscitó la crisis de la pandemia, el producto tenía que llevar una patente de sanitización responsable para “salvaguardar” a la población.

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En efecto, si reflexionamos más detenidamente sobre estos dilemas socioculturales que tendemos a trivializar y/o excluir de temas centrales, hallamos que esa cultura simpatizante, amistosa, sobresaliente, “Best-seller” y hasta “única” llamada como instrumentos inteligentes son hoy día el perfeccionado rostro del control psicosocial. Ante esta manera de cómo ofrecer una idónea y práctica ambientación de confortabilidad es que se filtra sutilmente el gobierno de nuestros datos. Lo más irónico de todo este rampante y hasta satisfactorio estado de auto-sometimiento es que se da de forma voluntaria.

Así que, esta era que nos encontramos mundialmente ha puesto técnicamente en jaque por completo a eso que denominamos democracia e igualmente sus parlamentos y hasta su división de poderes, dado al nuevo modelo sociopolítico que vino para quedarse que es la informática. Si podemos comprender que, tanto el dispositivo securitario de la información como de salud en general están entrelazados por ese Big Data conoceremos las nuevas resistencias versus despotismos que vivimos.

Más allá de todo, si no nos reeducamos en términos macrosociales sobre los pros y contra que trae consigo la utilización de los recursos técnico- científicos, podríamos transformar esta vulnerable e hipersensible atmósfera psicosocial que se nos presenta en los medios ciberespaciales. Una vez que adquiramos este nivel de conciencia social se desarrollarían otras técnicas o prácticas menos

El legado de la Pandemia

Sabemos que la Pandemia dejó algunos cambios que ahora el reto es decidir si los mismos permanecerán para algunos o continuarán para todos según las circunstancias. Algunos de los mismos son cosas que se decidieron basadas en la necesidad del momento y ha resultado que han añadido valor a lo que se hace.

Uno de los cambios está en el uso de la mascarilla. Antes de la pandemia, ponerse una mascarilla sin ser un trabajador de áreas y/o trabajos que las usaran como parte de su indumentaria, hacía sentir a uno hasta incómodo, pues nos marcaban como con condiciones de riesgo para los demás y para uno mismo. Luego el uso de la mascarilla se convirtió en algo de uso común para quien así desee utilizarla, ya sea para protegerse, o proteger a otros.

Otro cambio que se produjo fue en los sistemas de atención al cliente, que tanto agencias de gobierno como instituciones adoptaron, para poder cumplir con las medidas de distanciamiento principalmente. Muchas de las estrategias que se diseñaron para ello se han mantenido pues mostraron poder ser más eficientes, en unos casos y otros, escogieron por bajar la intensidad ante la falta de recursos humanos, diversos cambios que surgieron; prevención decían algunos, o simplemente porque surgió una oportunidad de manejarse de una manera distinta pero más útil y/o productiva. Mas recientemente se ha estado conversando sobre las modalidades de trabajo que se desarrollaron para mantener la continuidad de los trabajos como lo fueron el trabajo a distancia y la modalidad híbrida.

En aquellos escenarios laborales cuyas condiciones de servicio lo permitían, los trabajadores se mantuvieron en sus hogares y desde allí llevaban a cabo sus tareas. Se establecieron mecanismos de evaluación de resultados y para el cumplimiento, sin tocarse el salario de la mayoría de los que se vieron en la necesidad de moverse a este nuevo escenario laboral. Estas modalidades de trabajo ya están impactando al mundo laboral. De los cambios antes mencionados este es uno de los que representa para la sociedad, las instituciones y gobiernos mayor reto y el que requiere se tomen decisiones, se determine como impacta la legislación laboral y como se definirán.

Este asunto creó una nueva generación laboral que como decimos le cogió el gusto a quedarse en sus casas y ha aumentado el reto de tener disponible los recursos humanos para llevar las plazas de muchos de los servicios que todos, incluyendo los que se quieren quedar en sus casas, necesitamos. Algunos trabajadores prefieren mantenerse en sus hogares y de regresar a trabajar presencialmente requieren aumentos de salario. Asunto que representa una problemática para muchos patronos, aunque para otros, mantenerlos a distancia o de forma híbrida, sigue siendo una opción viable. Si alto numero nos movemos a trabajar a distancia, ¿quién nos atenderá en los hospitales, en los laboratorios, en los supermercados o en entrega de servicios al hogar, etc, etc?

El reto que se discute está en las muchas profesiones y servicios que requieren de llevarse a cabo presencialmente o nos quedaremos sin muchos servicios. Se discute además de los muchos trabajadores que dejaron los trabajos en los que se prepararon, para moverse a trabajos que les permiten quedarse en sus casas y esto ha sido parte de lo que nos ha dejado sin muchos servicios o los tenemos de forma limitada.

La Pandemia nos ha dejado algunos legados, nos toca ahora decidir cuáles de ellos llegaron para quedarse y como los integraremos a nuestro sistema laboral, sin afectar mas lo que ya enfrentamos.

Los lobos, los perros y las ovejas

Cuenta una fábula que, hace muchos años, una manada de lobos se esforzaban por atrapar las ovejas de un gran rebaño. Pero, gracias a los aguerridos perros guardianes que las protegían y guiaban, no lo consiguieron a pesar de haberlo intentado en varias ocasiones. Frustrados, los lobos decidieron usar su malicia y enviaron unos intermediarios a negociar con las ovejas para pedirles que les entregaran a sus perros guardianes, alegando que los perros eran los responsables de que los lobos y las ovejas vivieran enemistados.

El líder de los lobos hizo una oferta a las ovejas diciéndoles que si ellas les entregaban sus perros guardianes, la paz reinaría entre ambos. Las ovejas, que también se sentían hostigadas por los perros porque las dirigían por los caminos de forma ordenada cuando ellas lo que deseaban era correr libres por la campiña, no se detuvieron a pensar que estos las estaban protegiendo de los lobos, dirigiéndolas por caminos seguros para pastar, tomar agua fresca y devolverlas al cuidado de sus dueños cada tarde. Un día las ovejas incautas, sin pensar en las consecuencias, acorralaron a sus perros guardianes y se los entregaron a los lobos. Una vez los lobos se sintieron libres de los perros, se apoderaron de las ovejas y dispusieron de ellas como quisieron.

Al igual que las ovejas de la fábula, los seres humanos nos sentimos abrumados por quienes asumen la responsabilidad de guiarnos, sostenernos y ejercer con disciplina deberes y facultades que muchas personas no acometerían por el bien del “rebaño”.

Como hijos e hijas, recordaremos que durante nuestra incipiente juventud resentíamos los consejos de nuestras madres y padres, escudándonos detrás de nuestros reclamos de libertad. “Ya soy adulta”, recitábamos con autoridad, sin reflexionar que la libertad es un privilegio muy costoso: conlleva enormes riesgos y responsabilidades. Esto es un hecho que, una vez maduramos, recordamos y atesoramos en nuestra memoria con la nostalgia del desenfado de haber vivido protegidos por aquellos “perros guardianes”: nuestros padres y madres, abuelas y abuelos, tías y todos esos seres que nos guiaban y protegían.

También, como miembros de un componente social, estamos rodeados de lobos que buscan minar a aquellos perros guardianes que, en muchas ocasiones de manera desprendida y desinteresada, nos protegen y luchan desde sus trincheras por nosotros. Los lobos buscan dividir y destruir. Esto podemos observarlo tanto en el contexto familiar y profesional, como en nuestro devenir cotidiano, cuando personas de manera expresa buscan entorpecer la faena de quienes, de manera desprendida y voluntaria, persiguen una mejor vida para todos los miembros de nuestro componente social.

Esto no solo se hace patente en los ataques a esos perros guardianes que defienden nuestros recursos naturales de amenazas que buscan capitalizarlos y monetizarlos para beneficio de unos pocos, sin importar las consecuencias a mediano y largo plazo contra la especie humana. También aplica a las organizaciones que luchan por la equidad de todos y todas. Históricamente, gracias a ellos disfrutamos de aire limpio -a pesar de los esfuerzos de grandes intereses por su destrucción-, agua potable para ahora y futuras generaciones, el derecho al voto de los negros y las mujeres, y muchos otros logros.

Atesoremos la faena de esos perros guardianes que demuestran su desprendimiento y compromiso con todos, ya sean nuestros familiares como aquellos amigos que prueban con su testimonio su lealtad y quienes dan la lucha por la equidad y la justicia.

Impulso a los pequeños negocios

Como parte de mis esfuerzos para que Puerto Rico puede crecer económicamente, exhorto a pequeñas y medianas empresas a aprovechar las oportunidades diseñadas para ellos por parte del gobierno federal, para que puedan expandir sus negocios, Así lo expresé durante el primer evento “Construyendo Puentes Hacia los Mercados Globales” del Servicio Comercial adscrito a la Administración de Comercio Internacional del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, celebrado hoy la sede de la Asociación de Industriales.

Nuestro objetivo debe ser aumentar nuestra capacidad comercial y empoderar a las pequeñas y medianas empresas de nuestra isla para que comercialicen sus bienes, productos y servicios en todo el mundo, de modo que diversifiquemos de manera efectiva la base de exportadores a otros sectores económicos. Y esto incluye a los empresarios social y económicamente desfavorecidos, las mujeres, las personas con discapacidades, los veteranos y todos los grupos minoritarios con acceso equitativo a los programas comerciales y capaces de llegar a los mercados globales.

La Iniciativa de Exportación de Diversidad Global de la Agencia buscar presentar a las empresas de Puerto Rico contactos confiables, información precisa y recursos listos para usar que conducen al éxito comercial al expandir sus rutas de productos y servicios. “Construyendo Puentes Hacia los Mercados Globales” es la primera serie de eventos de su tipo organizada por la Administración de Comercio Internacional.

Según las estadísticas de comercio exterior de la Oficina del Censo, en 2022, Puerto Rico exportó $20,700 millones en bienes, lo que lo convierte en el exportador número 25 entre los 53 estados y territorios exportadores de los Estados Unidos. Nuestros principales destinos comerciales fueron Europa y Asia: Países Bajos ($4.09 mil millones), España ($3.54 mil millones), Japón ($1.56 mil millones), China ($1.53 mil millones) e Italia ($1.34 mil millones)”, añadió González Colón.

En el evento, junto a Arun Venkatraman, secretario adjunto de Comercio para Mercados Globales, y director general del Servicio Comercial de los Estados Unidos y del Exterior del Departamento de Comercio federal, la comisionada hice entrega a tres empresas el Premio al Logro de Exportación.

Como miembro del Comité de Pequeños Negocios de la Cámara de Representantes federal, he promovido la protección y expansión de este sector económico como cuando trajo por primera vez a Puerto Rico el Women Export University de la empresa de transporte de paquetes, United Parcel Service, Inc. (UPS).

Además de haber radicado y apoyado legislación para ayudas luego de los desastres naturales: como mi iniciativa de alivio contributivo federal a los patronos afectados por el huracán María que retuvieron empleados y el financiamiento de otros programas; creación de programas durante la pandemia como el de Protección de Pago de Cheques (PPP) del que se aprobaron 70,000 de estas ayudas en Puerto Rico traduciendo esto en $2.8 billones y salvando cerca de 600,000 empleos. entre otros.

Las enmiendas al presupuesto para el año fiscal 2023-2024 y la Reforma Contributiva propuestas por la Cámara de Representantes buscan devolverle al gobierno su propósito de servicio a los segmentos de nuestras comunidades que requieren una atención más enfocada en sus necesidades y particularidades.

Uno de ellos es la Universidad de Puerto Rico (UPR), que se ha visto amenazada por políticas públicas de austeridad que solo resultan en continuar menoscabando mucho más que la habilidad de nuestro primer centro docente de ofrecer educación superior de calidad para nuestra gente. Estas políticas austeras resultaron en recortes a la UPR ascendentes a más de $300 millones en años recientes, causando que el programa de Residencias en Neurocirugía perdiera su acreditación a mediados de 2021, arriesgando la preparación de especialistas en este campo. Asimismo, el Recinto de Ciencias Médicas se vio en peligro de perder la acreditación por no cumplir con ciertos requerimientos. Continuar reduciendo el presupuesto de la UPR solo resultará en seguir socavando la crisis que sufre Puerto Rico en el área de salud pública y la disponibilidad de servicios médicos.

Por ello, el Proyecto Sustitutivo del RCC 454 propone la distribución efectiva de unos $58 millones adicionales para la UPR en varias áreas, incluyendo el pareo de fondos para investigación y en lograr subsanar todo lo relacionado con las acreditaciones profesionales e institucionales tan necesarias para la preparación de nuestros médicos.

Asimismo, esta medida asignará $20 millones para que el Departamento de la Familia ofrezca servicios a cientos de adultos mayores que son abandonados en los hospitales del país, dejados a merced de la precariedad. Es hora de que nuestro gobierno asuma la responsabilidad de asegurar una vida digna a miles de ancianos desprovistos de los cuidados y el acompañamiento que merecen.

Al tiempo, estamos trabajando en aprobar una Reforma Contributiva abarcadora que establezca una nueva escala de contribución sobre ingresos para individuos, proveyendo también un ajuste por inflación o costo de vida, así como para las deducciones y exenciones. También buscamos una reducción en la tasa contributiva de las pequeñas y medianas empresas, que son las más aportan al fisco y mayor número de puertorriqueños emplean, mediante la simplificación y reducción de la contribución sobre ingresos al introducir una escala progresiva a la contribución pagada y eliminando la contribución adicional.

Asimismo, se eliminaría la Presentación de los informes anuales ante el Departamento de Estado (DE), solo exigiendo el pago de derechos anuales, eliminando también la radicación de estados financieros ante el DE. También, daría a los municipios la opción de integrar el cobro de IVU Municipal y simplificaría el proceso de obtención de licencias de Rentas Internas trayéndolas de vuelta a SURI, entre otras medidas de justicia para nuestros empresarios y comerciantes.

La Cámara de Representantes está trabajando para aliviar la carga a nuestros pequeños y medianos negociantes, mientras logra aprobar el tercer presupuesto balanceado desde la llegada de la Junta de Supervisión Fiscal, y llevar a este ente federal a su fin en el escenario fiscal de Puerto Rico.

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