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Kerigma (primer anuncio) – PEIP
¿Qué es el Kerigma?
Teniendo como base el libro de los Hechos de los Apóstoles, podemos tener una idea más clara de lo que es el Kerigma, ya que a grandes rasgos se puede decir que es el primer anuncio de Jesucristo. Esto desde dos puntos de vista:
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1. Anuncio primitivo: Es el que hicieron los Apóstoles a los judíos y a los gentiles, como se ve reflejado en los Hechos de los Apóstoles (Hch, 3, 13-15) (Hch 2, 22-24.36).
¿De
2. Anuncio actual: Es en el que se enfoca el PEIP, y es ese primer encuentro que se tiene con la persona de Jesucristo. Es un elemento fundamental, central, transversal y permanente para la vivencia del encuentro con Cristo. No es un anuncio simple y llano, sino que es motivante para tener una experiencia de encuentro permanente.
qué habla el Kerigma?
En el contenido de este primer anuncio tenemos dos temas fundamentales a tratar:
1. El amor infinito e incondicional de Dios Padre: que es la predicación de Cristo.
2. El misterio amable y adorable de Cristo mismo.
El Plan de Evangelización se interesa en que los misioneros tengan un buen contenido a la hora de transmitir a las demás personas este anuncio de la Buena Noticia de Jesucristo presente en nuestras vidas.
Palabras:
Jesús nos invita a “orar sin desfallecer”, “estad en vela, orando en todo tiempo” (Lc 21,36). Y San Pablo nos invita a ser “perseverantes en la oración” (Rom 12,12), “sed perseverantes en la oración, velando en ella con acción de gracias” (Col 4,2). De ahí que la Iglesia nos invita a la oración: Fiel y obediente al mandato de Cristo, que hay que orar siempre sin desanimarse (Lc 18,1), la Iglesia no cesa ni un momento en su oración y nos exhorta a nosotros con estas palabras: “Por medio de Jesús ofrezcamos continuamente a Dios un sacrificio de alabanza” (Hb 13,15). Ella responde al mandato de Cristo no solo en la celebración eucarística, sino también en otras formas de oración, principalmente con la Liturgia de las Horas, que, conforme a la antigua tradición cristiana, tiene como característica propia la de servir para santificar el curso entero del día y de la noche (SC 83-84).
Preguntas personales y para meditar en familia
¿Estamos convencidos de que más que los bienes materiales, que corren el riesgo de asfixiarnos, necesitamos el alimento que nos ofrece Cristo Jesús?
Con el sacrificio de la Misa, Jesús nos invita a imitarlo, ¿hasta qué punto estamos dispuestos a hacerlo?
¿Estamos dispuestos a recibir el anuncio hecho por Cristo y darlo a conocer a nuestros hermanos?