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MONDO CANE (1962) La antropología extrema

ANGST (1983) Sin dorar la píldora

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En la actualidad es normal encontrar en internet un catálogo amplio de videos de todo el mundo, impresionantes, asombrosos y en muchos casos, perturbadores. El triple matrimonio entre de la globalización, las nuevas tecnologías y un planeta repleto de prácticas que definen por todos los polos posibles la palabra tabú. Ahora, imaginen la ola de sorpresa y asombro que causó en la década de los 60 la película Mondo Cane dirigida por la terna de italianos compuesta por Gualtiero Jacopetti, Paolo Cavara, Franco Prosperi y fundadores del movimiento cinéfilo Mondo, el cual es descrito por el canal de YouTube La filmoteca maldita como el mejor ejemplo de antropología extrema. La película, es en realidad un semidocumental compuesto por videos de distintas culturas del mundo, presentadas con una artesanía en edición y narración espléndida. En un momento estamos en Tabark, la mayor de las Islas de Bismark en donde se encierra a las mujeres más bellas de la tribu en jaulas de madera y se las alimenta con yuca y papa por tres meses para que logren el peso deseado del jefe de la tribu y al siguiente observamos un gimnasio estadounidense exclusivo para mujeres de avanzada de edad que buscan recuperar o conocer un nuevo amor, envueltas en maquinaria que les mueve las carnes para saltar a un sauna japonés y su especial (pero de lejos único) culto al cuerpo. La película es un salto constante entre países, culturas y tradiciones que, al ser observadas bajo esta edición y las reflexiones del narrador, se entienden como caras de un mismo dado, como tabúes que cuentan con más en común de lo que desearían aceptar.

¿Por qué verla?

Estamos frente a un viaje a los inicios de lo que luego se convertiría viciosamente en el shockumentarie, o videos destinados a servir de muro de choque para el público, su buen gusto y buenas prácticas. Sin embargo, Mondo Cane es, en muchos sentidos, una obra del arte de la edición, de la banda sonora y de la narración. La música usa la forma del tema y variaciones para unificarse con una narración reflexiva, inteligente y mordaz para contarnos una historia sin trama: las culturas del mundo.

Dentro del conjunto de apócrifos subgéneros del cine se encuentra el destinado a presentar en pantalla las vidas y andanzas de asesinos en serie, ya sea fictos o los a veces más imaginativos de la vida real. Todo esto ha creado una suerte de idealización de la imagen del asesino, desde el carismático Ted Bundy interpretado por Zac Efron, hasta el más reciente personaje de Lars Von Trier, Jack, el artista de la carne. Algunos dirían que el dilema moral circunda al subgénero desde el simple hecho de intentar justificar a los asesinos poniéndonos en sus zapatos y volviéndolos casanovas del cuchillo. Pero, ¿qué opinarían aquellas personas que dudan del subgénero si se les presentara una película que nos pone en los zapatos del asesino, pero no para comprenderlo, sino para sentir lástima de su asquerosidad e inhumanidad? Es este el caso de Angst, dirigida por Gerald Kargl y basada en la vida y el caso de un asesino serial alemán que burló el sistema de reinserción social y mató a tres personas el mismo día que se le otorgó la libertad condicional. Su título, Angst (angustia en español) es el epítome de la sensación constante que la película ofrece y entrega de manera efectiva. La angustia de ver cómo algo no sale como se planeó y cómo cada decisión es más errónea que la anterior en esas situaciones donde nos damos cuenta que todo empeora más y más. Ahora imaginen esa sensación tan conocida por todos, aplicada al plan de un triple asesinato y tendrán la experiencia visual y sensorial de Ansgt.

¿Por qué verla?

La película, no solo ofrece un vuelco a las convencionalidades del cine de asesinos en serie y de suspenso en general, sino que también, es un viaje corto pero energizante a las posibilidades técnicas de una filmación que se sumerge en un sentimiento tan fundamental como lo es la angustia. Tanto la actuación retadora del actor principal —y de nadie más— como la música techno ambientadora y el movimiento constante y vivaz de la cámara, ofrecen una experiencia que puede llegar a trastornar al final, a enojar, a asquear, pero no a dejar indiferente. No es gratuito que Gaspar Noé la haya denominado como una de sus películas inspiradoras.

Serrana me das candela

Juan J. Mesa grafiasdeunsofiante.com

Acá has de estar aunque tu recuerdo haga palidecer la rosa pues mi juicio errante sería si no fuera en el poema tus ojos verdes de platería verdes como el trigo verde

En tu trazo liviano cuenta el canto coral danzas en el pasto de una tierra fecunda y el fruto son tus ojos verdes verdes como la albahaca verde

Quiero el resplandor dando forma a mi portal de tu piel de luna tras la celosía, porque solo llego a ti en el sueño de tus ojos verdes verdes como la uva verde

Si el jitón cubre como éter tus pezones que imagino no hay pena en el idilio, hago con la tibieza que aviva tu cabello una estrofa que te aclama y a tus ojos verdes verdes como el futuro verde

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