FAJARDOEDITORIAL. ¡PLAGA DE GOBERNANTES! PRIMITIVO

EDITORIAL gobernantes Peste de

SON como termitas africanas, o como plagas egipcias. No es problema de hoy, la herencia viene de la legislatura de Los políticos son la carcoma de la civilización, tan ne2004, cuando la desgracia del 11-M aupó en tren al poder a un fastos como costosos e innecesarios. Y los peores milizoquete forjado en el abyecto yunque de la miseria moral. Ese tan en el Gobierno que nos ha caído a los españoles encima avieso idiota, ruin y despreciable del Bobo solemne sembró la como una peste bíblica. Son ellos, que se autodenominan prosemilla del guerracivilismo, dio alas al independentismo, negó gresistas, los que han hecho del progreso algo reversible. Pensál a crisis (“la economía es un estado de ánimo”, llegó a decir) y bamos que no había marcha atrás e n el proceso evolutivo de la con su incompetencia se tragó en dádivas sectarias el superávit condición humana, cuyas aspiraciones eran a una vida mejor, heredado hasta llevarnos a la ruina, lo que le costó el puesto y en todos los sentidos, en todos los ámbitos, en todas las geograun retiro dorado para ejercer de mamporrero de las narcodictafías. Progresión aritmética e ineluctable. Progreso era futuro. duras centroamericanas y arremeter contra el “imperio del

Con la pandemia del coronavirus hemos comprobado en mal”, que para los retroprogres ricos y lerdos es Yanquilandia. nuestras trémulas carnes lo fallido del axioma. Tan equivocaPara colmo de males y confisc arnos vida y peculio, la gota dos estábamos... La regresión es posible, pero geométrica y fulmalaya nos cayó con el Berberecho en 2012, que perdió la pelominante, hacia al pasado de un plumazo. Lo estamos sufrienta nada más tocar pelo de po der y, para sacarnos del pozo dondo. Tuvimos una primera alerta cuando se desmembraron los rascacielos de Nueva York y el mundo occidental dejó de ser el que era y nuestro sistema de vida democrático tembló de incertidumbre y miedo. el fariseo liberticida de la «Moncloaca» confunde progresismo con «regresismo». Por de nos metió el otro, nos espulgó hasta la hijuela recortando derechos y sustentos y machacando por vía impositiva con desmedida rapiña a los de siempre, en vez de suprimir gastos superfluos y arrancar preDesde que el queroseno demolió la ureso estamos de vuelta bendas a las sanguijuelas autonómicas pedimbre carnosa de las torres gemelas y con ello se sacrificó la libertad en favor de la seguridad, se nos esfumó el c oncepto de inmutabilidad de aquellos pilares básicos que considerábamos indestructibles. Aún a otra dictadura: la suya. es el culpable de que se haya vuelto reversible el progreso. rif éricas y centrífugas, con las que se mostró pastueño y gallináceo –de aquellos áridos, este cenagal–. Propagaba a los cuatro vientos cual milagro su política de austeridad mientras permitía que se queasí, nos acomo damos al horror y seguimos adelante con dignimara la clase trabajadora, los bancos se forraran y los suyos ludad, como si nada pasara, pero comprendimos que ya no había cieran su desatada cleptomanía asaltando las arcas del Estado. ni principios inamovibles, ni verdades absolutas, ni leyes intoLa calamidad arreció hace dos años, cuando el siniestro descables, ni respetos sagrados, ni nada permanente en esta vida. tino nos legó en horripilante moción de censura al iluminado

Y llegó la pandemia hace cuatro meses para darnos el estocatelepredicador Sanchinflas, que ahora, arracimado con los pezo en el morrillo de nuestros conocimientos y convencimienrroflautas de ocasión y casoplón, está doblegando el impulso tos y revocar la ley de la evolución de las sociedades civilizahacia delante de la sociedad. Este chulángano demagogo y redas. Tanto carcomió el pánico nuestra fragilidad que muchos torcido, junto a su compinche tóxico y populista radical, el vicorrieron al notario a redactar su testamento. Ahora sabemos ce Che Pandemias, está superando a todos sus predecesores. que nada se sustenta y lo único verdadero que nos queda es el Ante la angustia de los ciudadanos en el paro, ha demostrado hambre, la zozobra y el amor, tan inmarcesible como la belleza. como probada virtud una incapacidad oceánica para cualquier

Si sobre la zona cero de la Gran Manza na el terrorismo secometido, y con su cesarismo, aunado al coronavirus que por su pultó la libertad, un lustro después nos aplastó la calamidad inep titud ha ocasionado 45000 muertos, nos arrastra a la ruina económica de la crisis, enterrando el espejismo del estado del absoluta cercenando las causas liberadoras del ser humano. bienestar. En el funeral se acabó el progreso para siempre. ColLa arbitrariedad, autoritarismo, opacidad y mentiras con que mo de males del convulso siglo XXI, una década después nos ejerce el mando y elude responsabilidades nos llevan a la receha diezmado la pandemia. Ya no avanzamos, hesión y al caos político, moral, económico y social. mos caído en un bucle espacio-temporal regresanEstá coartando nuestras libertades, corrompiendo do a lo peor del pasado, a la peste de hac e un siy politizando las instituciones, imponiendo la cenglo, al crack económico de hace 90 años, a la sura, el pensamiento único y el revisionismo hishambruna de la postguerra civil española de hace tórico, derribando el régimen constitucional, hu80 años, a la crisis del petróleo del 73, a la del 93. millando al Estado y secuestrando la democracia.

Como siempre, en los momentos de infortunio Con él, años de horror e ignominia nos aguardan. de la historia, esa que los políticos desprecian porEl fariseo liberticida de la Moncloaca y su jauría que ignoran y se empeñan en usar como hacha de de “pandemitas” confunden prog resismo con regreguerra adaptándola a su arbitraria conveniencia y sismo. Por eso estamos de vuelta a otra dictadura: espurios intereses, nos ha tocado un Gobierno inla suya. Estos gobernantes son los culpables de que solve nte, inútil para combatir los males que aquePrimitivo Fajardo se haya vuelto reversible el progreso. Son una plajan a la nación y hábil para crear otros nuevos. fajardo@opmachinery.com ga de piojos anidando en la cabeza del pobre. •