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SILENCIO CÓMPLICE
¿Qué esperan las provincias?
NO DIJERON NADA CUANDO LES REIMPLANTARON RETENCIONES A SUS PRODUCTOS, LE QUITARON “ALIMENTOS” AL MINISTERIO DE AGRICULTURA, Y CAMBIARON LAS REGLAS CON LOS BIOCOMBUSTIBLES. TAMPOCO LO HICIERON CUANDO SE MODIFICARON PARTIDAS DEL FONDO HÍDRICO.
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Por SUSANA MERLO ESPECIAL PARA CHACRA | contenidos@revistachacra.com.ar
Es un silencio que aturde. Porque además de los fuertes incrementos de impuestos nacionales, que en general corren en detrimento de los provinciales, no generaron más que alguna tibia queja por parte de las provincias. Mientras tanto, las chances de estatizar el uso de recursos como el propio Río Paraná, por ejemplo, están cada vez más cerca. Y todo esto condimentado hasta con alguna amena-
za velada (o no tanto) sobre la propiedad de la
tierra. Recién el nuevo cierre de las exportaciones de carne vacuna de fines de mayo provocó algún movimiento de protesta de parte de los gobernadores al Ejecutivo Nacional, al menos de la Región Centro (Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos). Son apenas una muestra mínima de los mu-
chos recursos provinciales que se siguen
transfiriendo a la Nación, absolutamente sin contrapartida y, peor aún, para que el Presidente de la República y su equipo sigan avanzando
(al margen de las declaraciones) con políticas
netamente antiproductivas que no solo empobrecen a los productores y a los pueblos de todo el país, sino que están comprometiendo a toda la Argentina.
¿Puede ser que los mandatarios provinciales no se den cuenta de lo que está pasando?, ¿o será que forman parte de semejante entra-
mado?, y si no es así: ¿habrá que pensar que la incapacidad es tan grande que necesitan del diezmo de la Nación, ya que no son capaces de defender ni de administrar los recursos de sus distritos? En todo caso, cualquiera de las respuestas es penosa, indigna y, hasta se podría decir, irresponsable porque…¿cómo habría
que calificar a quien administra un recurso ajeno y lo pierde, lo debilita o lo funde? ¡Y sin hacerse cargo!
INSÓLITO
Lo más exasperante es el desconocimiento de la mayoría de los funcionarios y de muchos de sus propios dirigentes. Por caso, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, afirmó en relación al cierre de las exportaciones, que estamos en “proceso de reordenamiento del
sector de la carne”, y “buscando llevar la producción a unos 5 millones de toneladas, para asegurar el abastecimiento al mercado local”, algo que nunca estuvo en riesgo. ¿No tiene idea o, antes bien, se mueve como el tero, que grita para un lado, pero el nido lo tiene en el lado opuesto? De hecho, la mayoría de los miembros del Gabinete o no sabe nada de su materia o declaman a favor de “crecer, producir, y exportar” solo para distraer, mientras hacen exactamente lo contrario a ese objetivo. El ejemplo de la carne es palmario. ¿En
serio piensan duplicar la producción cerran-
do las exportaciones? ¿De verdad hay que creer cuando proponen crecer, agregar valor, incorporar procesos, cuando dejan a los biocombustibles en un inexplicable vacío legal o arman una nueva ley para acotar más aún sus ingresos, después de que se hicieron cuantiosas inversiones? ¿Cómo creer que el objetivo es crecer cuando faltan insumos, no hay cubiertas ni partes de máquinas, y un producto básico como el com-
bustible aumentó ya ocho veces en lo que va
del año? ¿Habrá algún gobernador que quiera tomar estas consignas para su provincia, o ninguno se anima? En una época cada vez más remota, la Argentina era federal.
DAÑOS COLATERALES
Ante semejante escenario, los productores se debaten entre el malhumor y la preocupación. No se puede arrancar en el corto plazo y para colmo, a futuro, tal vez su tierra ni siquiera va a pasar a sus hijos, lamentablemente.