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EL MAÍZ EXPANDE SU TERRITORIO

La conquista tiene nuevos capítulos

EL CULTIVO SE VA AFIANZANDO EN ZONAS DONDE DOS DÉCADAS ATRÁS ERA DIFÍCIL ENCONTRARLO DENTRO DE UN ROL PROTAGÓNICO. AVANCES EN EL MANEJO DE LOS LOTES EN EL SUR, EL OESTE Y EL NORESTE DEL PAÍS.

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El maíz se ha ido imponiendo en zonas que antes eran de exclusivo dominio de la soja. Cada área requiere un ajuste determinado.

Lo del maíz es una atracción creciente. En nuestra edición de agosto desbrozamos cuestiones ligadas al manejo del cultivo en zona núcleo. Ahora, ¿qué sucede en aquellas áreas donde la gramínea tiene menos historia o bien encuentra otras limitantes? Fernando Ross es un especialista de la Chacra Barrow, en el sur bonaerense, donde se verifica un gran aumento del área maicera, sobre todo en los ambientes menos amigables, ayudado por las múltiples virtudes de los nuevos híbridos. El maíz se ha

vuelto más rentable que la soja en esta zona, y con él varias malezas son más fáciles de con-

trolar. “Nos dio la posibilidad de atrasar la fecha de siembra (FS) dada la evapotranspiración de la zona, lo que de todas maneras no siempre genera ventajas claras, como puede pasar este año. A eso se sumó la reducción de densidad y el uso de materiales con tolerancia a insectos. Sin embargo, como la cosecha por lo general se complica y se hace más difícil la rotación, ahora

aparecen productores que optan por un maíz relativamente temprano en las zonas menos

amigables. Es que resulta muy importante poder ir con trigo detrás (el fuerte del ingreso de la zona); implicará aumentar algo la densidad e ir a una FS un poco más anticipada. Eso sí, es fundamental que acompañemos este cambio con nutrición. Si no ponemos N suficiente, no

aumentará el número de granos, en tanto de-

clinará el peso de 1000”.

Ross recomienda caracterizar cada ambiente y luego microambientar; la plasticidad reproductiva de los maíces modernos permite jugar en un rango amplio de densidades más allá del óptimo, sin perder muchos kilos.

HACIA EL OESTE

En el centro del país la historia es otra. Gabriel Espósito, de la Universidad de Río Cuarto, provincia de Córdoba, se queja de los esquemas defensivos sin fundamentos y explica que se pierden

40 qq de rendimiento potencial de maíz por llevar la siembra de principios de octubre a

principio de diciembre. Cuestiona aquellos lotes buenos que se siembran tardíamente en aras de la estabilidad. Lo mismo cuando se lleva la densidad por debajo de valores óptimos o cuando se ajusta la fertilización pensando en los costos, o cuando se hace maíz detrás de un cultivo de servicio (CS) gramínea sin la nutrición adecuada.

La única manera de explorar el techo productivo de un ambiente es ajustar el número de

plantas a la densidad óptima. Definido eso, no puede faltar una adecuada nutrición -N, fósforo (P), azufre (S) y zinc (Zn)- y pronto habrá que sumar las bases de intercambio y el boro. Recién cuando logramos hacer una fertilización

inicial balanceada y ajustada al análisis de

suelo podemos aspirar a un arranque de cultivo en condiciones óptimas. Una vez hecho esto, corresponde equilibrar la densidad elegida con una oferta nitrogenada suficiente; eso se calibra en función del cultivo antecesor (mayor con gramíneas, menor con leguminosas). En el 70 % de los lotes de la región esto no se hace, y es habitual ver maíces en posfloración que ya han perdido las hojas basales en condición de suficiencia de humedad, lo cual es reflejo de que se ha subfertilizado con N. Para el P, el profesional recomienda manejarse con un criterio mínimamente de suficiencia y, si se puede, ir por la reposición; es algo independiente del rinde buscado. Hay una gran pérdida de este nutriente en la Región Pampeana, en muchos casos por debajo de los niveles críticos de 20 ppm. La nutrición con S está vinculada con la pérdida de materia orgánica (MO). También el Zn está muy por debajo de lo necesario y es igualmente independiente del rinde objetivo.

CARBONO VITAL

Nicolás Stahringer es coordinador de la red de nutrición norte de Aapresid. Allí se muestrea y se trabaja poco en el diagnóstico a la hora de abordar la fertilización. De todos modos, es algo que está mejorando.“Estamos tratando de hacer

calibraciones locales, principalmente para N.

Las altas temperaturas hacen que la dinámica de este nutriente sea más intensa que en el sur (tasas de mineralización mucho más elevadas). Y es fundamental generar carbono para una mayor estabilidad de los agregados y aprovechar el agua disponible”, afirma el profesional.

“¿En qué solemos equivocarnos? Compramos el fertilizante más barato, lo ponemos en cantidades insuficientes y desbalanceadas. Ahora, algunos productores líderes están impulsando el cambio. En general existe una mirada muy

cortoplacista de la agricultura, 5 o 6 meses.

Es un error. Desde luego la falta de previsibilidad de la Argentina no ayuda”. No muy lejos, Luis Verri trabaja en el sudoeste de Córdoba. Las rutas 35 y 36 definen claramente dos ambientes distintos. Por un lado, de la ruta 35 al oeste se ven muchos campos

que son agrícolas gracias a la siembra direc-

ta. Ambientes de relieve ondulado, con 80 % de arena, en donde la topografía define zonas de

manejo, en tanto la productividad está atada

a la presencia de napa. “Lo primero que hicimos fue ambientar los lotes y caracterizar esos ambientes. De movida nos volcamos a la densidad y la fertilización variable, además del aporte anticipado de nutrientes. Para llevar adelante planteos de agricultura de precisión hay que conocer el software de análisis de datos. Y es fundamental aplicar la agronomía.

El desafío es lograr sistemas estables en el

tiempo. Las respuestas que tenemos por hacer densidad variable están en el orden de los 800 kg/ha en promedio (350 a 2.000 kg/ha)”.

La plasticidad creciente de los materiales disponibles en maíz y la resistencia a insectos han ampliado significativamente su adaptación de múltiples ambientes.

Por cierto, en la fertilización nitrogenada Verri obtiene respuestas de 1.500 kg/ha promedio según el cultivo antecesor. La fertilización fosforada, anticipada, variable, y los planteos de reposición generan respuestas de 700-800 kg/ ha, en tanto la de azufre en lotes sin napa asciende a 850 kg/ha promedio. Interesa el aspecto ecológico de los sistemas, y ahí entran los CS, las mezclas pensando en la flora del suelo, las relaciones carbono/nitrógeno (C/N). “Y hay que romper un mito: aun en

campo alquilado, si uno tiene pocos nutrientes, debe fertilizar, ya que va a llevarse todo el beneficio; la respuesta se la queda el que

siembra”.

EN EL NEA

Mario Gatto se desempeña en torno a Sachayoj, Santiago del Estero. Asegura que

con buen manejo se logran hasta 12.000 kg/ha, pero con un esquema equivocado puede que no se superen

los 3.000 kg/ha. En general los materiales que mejor andan a nivel país son los más adecuados también en esta zona. “Buscamos los mejores

MUNDOS SEPARADOS

Martín Marino tiene su campo en el sudoeste bonaerense, cerca del límite con La Pampa, donde priman dos zonas diferenciadas: al norte, suelos arenosos profundos y, hacia el sur, perfiles más pesados con presencia de tosca. En este ambiente el maíz tardío ocupa el 35 % del área, más un

crecimiento vertiginoso del maíz de segunda,

desplazando a la soja de segunda, con rindes de 35-50 qq y de 50-80 qq en los tardíos de primera. “Para nosotros la prolificidad en el maíz tardío es fundamental, y ahora se empiezan a evaluar otras cosas (macollos, espigas flex) en un ambiente donde la variabilidad se da metro a metro”.

lotes, trabajar con coberturas y ajustar FS. Hay mucha respuesta a la fertilización nitrogenada, al tiempo que son suelos con muy buen contenido de P”.

Adelantando la FS (10-15 días, a la última semana de noviembre o primera semana de diciembre) lograron zafar de Spiroplasma; el cultivo encuentra una menor población de chicharritas, si bien es algo más riesgoso para los rindes potenciales. “Evitamos el tratamiento de semillas y hacemos varias aplicaciones en el lote”, sostiene el técnico. El complejo de achaparramiento del maíz o Spiroplasma es producido por tres patógenos: Corn Stunt Spiroplasma (CSS), Fitoplasma (Maize Bushy Stunt, MBS) y virus del rayado fino (MRFV). Estos pueden aparecer de forma individual o combinada, aunque CSS es el de mayor frecuencia en la Argentina. La enfermedad es transmitida por la “chicharrita” Dalbulus maidis: un hemíptero de 3-4 mm de apariencia traslucida y color amariLa chicharrita del maíz se ha convertido en una seria dificultad para los planteos en el norte del país. De todos modos hay herramientas para combatirla.

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llo. El vector tiene al menos cinco generaciones en el norte argentino, que se desarrollan entre los meses de noviembre y mayo. Ezequiel Krieger también está en esta zona. “Hay mu-

cha variabilidad de ambientes y el mal manejo te pasa

factura. Haciendo bien las cosas la productividad es alta. Es una zona con temperaturas muy elevadas y abundantes lluvias

en verano, con alta mineralización y degrada-

ción acelerada si se maneja mal. Hemos notado mucha respuesta al manejo variable. Todo se mide: prácticas de manejo y respuestas de cada ambiente a densidad y fertilización”. La problemática de Spiroplasma llegó hace tres o cuatro años. Mal manejada genera pérdidas de rendimiento de hasta el 50 %. “Estamos haciendo 3 a 4 aplicaciones de insecticidas por calendario a partir de que se termina la residualidad del insecticida en semilla. Es preventivo; una vez desatado el problema, hay poco para hacer”. Desde Bandera, Santiago del Estero, Esteban Jáuregui afirma que la zona ha entrado en un importante proceso de intensificación desde hace unos años, por influencia de la napa y buenas lluvias. Es fundamental el aporte de nutrientes, en tanto preocupa de manera creciente la incidencia de Spiroplasma, lo que obliga a mirar en detalle la genética que se utiliza. “Hay variabilidad en poca distancia y vamos a empezar a hacer agricultura por ambientes. A su vez, nos sobraba agua en los barbechos largos y el trigo comenzó a jugar un rol fundamental para deprimir la napa; entramos en una intensificación trigo/maíz. La captación de carbono es notable. Los trigos rinden 40-45 qq/ha y los maíces de segunda, entre 80 y 100 qq/ha. En algunos lotes empezamos a ver que andaba mejor un CS (vicia); de hecho, tomamos decisiones según el ambiente”.

Claudio Gianni Fuente: Aapresid

El nitrógeno es un componente esencial para aspirar a altos rendimientos, en especial detrás de un cultivo de servicio gramínea.

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