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Pilotos de tormentas
En este tambo el contexto es igualmente negativo pero las fortalezas consolidadas en el tiempo y la experiencia de quienes lo manejan hacen posible acotar los daños. Pilotos de tormentas
Por CLAUDIO GIANNI REDACCIÓN CHACRA | cgianni@revistachacra.com.ar
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El esquema involucra un planteo basado en el pasto con suplementación externa. El tambo tiene tiempos apretados y no hay demasiado margen de error.
Los números del tambo no son maravillosos, pero algunos sienten el cimbronazo mucho menos que el grueso de los productores volcados a la actividad. Roberto Magnasco es médico veterinario y ha dedicado gran parte de su vida profesional a los rodeos de leche. Hace diez años que está en Fernando María, el establecimiento propiedad de Felicitas y Diego Peluffo, ubicado entre las localidades de Carlos Casares y 9 de Julio, en la provincia de Buenos Aires. “Como cualquier negocio la lechería tiene momentos buenos y malos. Debido al valor de los commodities agrícolas hoy asistimos a una relación negativa entre el precio de la leche y los concentrados. El número del tambo es deficiente; la relación con la soja y el maíz –dos insumos que la vaca consume permanentemente- está muy desfasada”, reconoce el profesional.
Para Magnasco, esto puede durar algunos meses más pero no es nada que no haya ocurrido antes. Ahí es cuándo se revalorizan las fortalezas de los planteos eficientes, que han podido generar reservas para sustentar estos momentos negativos. Quienes no lograron conquistar suficiente solidez económica la tienen claramente más complicada.
“Tarde o temprano se va a revertir –confía el profesional-. Lo que nunca hay que olvidar es que la vaca tiene memoria nutricional; pase lo que pase no se le puede mezquinar la alimentación. Eso llevaría a una caída de producción y si quisiéramos torcer el rumbo cuando la relación de precios vuelva a ser adecuada la vaca no recuperará rápidamente la producción que supo tener. El desafío es contar con una economía sana para bancar estos malos momentos. El planeta va a seguir demandando leche; es un elemento nutricional que no ha podido ser reemplazado. En algún momento saldremos de este escenario”. Mientras tanto hay que ser muy enfático en el consumo de los animales, no darle de menos pero tampoco más de lo debido. “Ahí es donde está la habilidad del nutricionista para bajar costos sin alterar el equilibrio de la vaca. Pasa por buscar algunos productos que cumplan la misma función con un gasto más acotado”, subraya nuestro entrevistado.
Bien plantado
Las fortalezas de este tambo están a la vista. Habitualmente el trabajo se coordina muy bien con los distintos asesores y con los dueños.“Este tambo tiene resultados sanitarios, productivos y reproductivos muy buenos;
Roberto Magnasco es un gran conocedor de las entrañas del tambo y los mecanismos para potenciar sus resultados. El equipo es clave.
El cuidado en la guachera y posteriores recrías debe apuntar a incorporar una madre sumamente productiva al rodeo.
no es algo muy fácil de encontrar. A ciencia cierta no hacemos nada fuera de lo común pero ponemos el foco en el trabajo en equipo y con los propietarios del campo. Los pilares son, por un lado, la carga animal (alrededor de 2 vacas por hectárea), que hace que la producción de leche sea muy buena y es uno de los factores que más impacta en el resultado económico. La otra pata pasa por los índices reproductivos en vacas y vaquillonas, que se sostienen en el tiempo. Es muy importante no tener altibajos en este aspecto. La recría es igualmente eficiente y con muy baja mortandad, lo cual nos permite tener un porcentaje de vaquillonas para salir al mercado. En general los tambos por distintas ineficiencias no logran vender animales; eso aquí ha sido subsanado”.
El manejo de la nutrición es muy fino y en Fernando María cuentan con un encargado que tiene la camiseta bien puesta. Los planes propuestos en el papel se llevan efectivamente a la práctica. Una vez consensuado con los dueños lo que se ha decidido entre los asesores se pone manos a la obra y se cumple a rajatabla.
Aggiornarse
Los tiempos cambian. Hoy se encuentran disponibles herramientas que sirven para detectar celo, o para saber cómo está la salud de la vaca, incluso es posible tener controles lecheros diarios para ver de qué manera evolucionan las hembras. Magnasco cree que éste es el nuevo camino y que se va a ir incorporando mediante un sistema de collares o podómetros; el objetivo es saber qué le pasa a la vaca en cada momento. Asimismo, la incorporación del semen sexado es sumamente útil. Hoy en día, con buenos inseminadores se puede pensar en usarlo en vacas y es una herramienta muy importante para crecer en el tambo o tener excedentes para la venta.
“La idea es apuntar a altas produccio
nes por hectárea, y eso se puede logar con volúmenes individuales más elevados o aumentando las cargas. Sin embargo, tener una producción muy abultada no asegura la mejor renta. La agrupación de productores a la hora de vender la leche es un camino a explorar; es decir, ofrecer volúmenes importantes puede ser una vía para mejorar el negocio. Pero poco importa tanto como armar equipos de gente que funcione bien. El tambo es como una caja de cambios: todos los engranajes deben moverse sincronizadamente para llegar a la máxima velocidad. Si alguno se traba, con el tiempo la máquina va a ir parándose. Por eso la importancia del equipo, y de que la gente se sienta cómoda en la empresa”.
Pasto más agregados
Mauricio Santa María es el responsable agronómico del planteo, que implica alimentar a unas 450 vacas en ordeñe. En Fernando María no sólo se genera leche sino además se le da trabajo a mucha gente. Ligado a Aapresid, Santa María pone de relieve las virtudes de este esquema pastoril con suplementación externa. “La siembra directa pasa a ser una herramienta clave en este caso; en el tambo los tiempos de rotación son mucho más acotados que en la agricultura de renta. El esquema forrajero implica la implementación de verdeos y pasturas en marzo. Las praderas son a base de alfalfas y festucas. En realidad se trata de festucas mediterráneas que se han adaptado muy bien a la zona, con altas productividades de materia seca por año, incluso con picos de hasta 14.000 kg/ha/año. En el caso de los verdeos de invierno lo que mejor funciona es el raigrás, una especie que se acomoda muy bien a estos planteos y con muy buena producción en kilos de materia seca y calidad de forraje”, reseña el asesor.
CON CUIDADO
“Esa pastura que intentamos dure tres años se quema al cabo de ese período y entramos en un verdeo de invierno. De ahí pasamos a un maíz para silo y luego a otra pastura al año siguiente. En este planteo no hay soja para pensar en una limpieza del lote. Por eso le damos mucha importancia al control de malezas en presiembra y durante el establecimiento de la pastura”. (Santa María)
El silo de maíz es el elemento que balancea la dieta durante todo el año; así se redondearían unos 21 kg de materia seca ofrecidos a la vaca, complementados con el balanceado de sala, con el silo y subproductos que en determinado momento del año pueden aportar una oportunidad para generar más
Maíz para silo. La metodología de picado es tan importante como elegir híbridos que generen mucha biomasa y también grano.
leche con menos costo. Por ejemplo, afrechillos, megafardos de alfalfa y otros. Pueden implicar mayor cantidad de litros libres porque las vacas rinden por sobre lo habitual.
Apretado
El tambo cuenta con una pequeña ventana de acción para desarrollar las rotaciones. Obliga a ser muy eficientes en la oportunidad de cada tarea, tener en claro qué tipo de agroquímicos se utilizarán en cada caso, y cuándo. “La ventana óptima es estrecha porque estamos saliendo de un cultivo y entrando automáticamente en otro; acá no hay barbechos largos porque el tambo necesita generar leche todo el tiempo. El canal de comunicación entre el asesor, el encargado del campo y los contratistas no admite desinteligencias. Lo mismo con la logística”, reconoce Santa María.
El momento de la siembra tampoco tolera improvisaciones, hay que hacer todo en poco tiempo y con los mínimos errores posibles para que esa pastura dure al menos tres años. Por supuesto el clima también juega; ha habido años en que la seca ha operado en contra para la persistencia de la alfalfa y obligó a tener que reconstruir la cadena forrajera. Y no se trata por cierto de una inversión menor. “La semilla de alfalfa cuesta entre los 8 y 12 dólares el kilo. En estos planteos estamos usando 14-15 kilos de alfalfa con unos 6-7 de festuca y tenemos que lograr depositar esa semilla a una profundidad y en las condiciones adecuadas para que se transforme en una planta productivamente útil. Eso exige regular sin errores velocidad de siembra y profundidad en el equipo. Por lo demás, compramos semilla pelleteada que permite tener una mejor emergencia”.
Metas definidas
El objetivo es generar toda la biomasa posible y cosecharla de manera eficiente. Por eso estas pasturas reciben una importante refertilización nitrogenada en marzo, y la vaca eleva a su vez los valores de fertilidad mediante heces y orina. “Entre todos sus establecimientos la Regional Casares-9 de julio de Aapresid tiene un promedio de 7 ppm de fósforo; los lotes de nues
VARIANTE FORRAJERA
“En campos más quebrados el aporte de trébol rojo genera muy buena producción de forraje con menor persistencia; dura dos años y en el tercero queda sólo la festuca, que perdura un buen rato. Este mix se puede utilizar en la recría, que se lleva a cabo en un campo distinto. Junto con la consociación con trébol blanco, esta mezcla se comporta muy bien en lotes con problemas de encharcamiento en esta zona”. (Santa María)
NO DEFINE NADA
“Yo no creo que la suerte de un planteo dependa de ciertas características de manejo. Puede haber éxito tanto con sistemas pastoriles como con los confinados, y fracasos en ambos casos. El hecho de que sea pastoril no es garantía de nada. El nuestro es un planteo de este tipo y a nosotros nos funciona muy bien, pero eso obedece a otras razones”. (Magnasco)
tro tambo están entre 30 y 40 ppm. La vaca se ha transformado en una herramienta mejoradora de suelos; hay un constante reciclado de nutrientes, incluso los generados por la suplementación externa”, opina Mauricio.
Uno de los problemas más delicados en este sistema pasa por el control de malezas. Rama negra, cardos, ortigas y otras tienen en el sistema tambo un control complicado luego de que ha emergido la pastura. “Debemos movernos rápidamente, resetear el lote en ese breve interregno desde que se sale de la pastura y pasa a un maíz para ensilar, y también en el pasaje inverso”.
Bien pensado
Como fuere, la cadena funciona aceitadamente. La festuca mediterránea tiene un desarrollo inverno-primaveral, que es cuando la alfalfa grado 6 con dormición invernal tira mucho menos. La gramínea pierde crecimiento llegado el verano y ahí la responsabilidad de generar pasto pasa a la leguminosa. “Ambas curvas de crecimiento se balancean muy bien. Y para el ensilado buscamos híbridos que generen muy buen volumen de materia seca junto con una importante producción de granos; el aporte de energía nos interesa especialmente. Se puede pensar en 12-15 mil kilos de materia seca por hectárea si las cosas se hacen bien. Este maíz nos deja el lote con muy poco residuo para la implantación de una pastura o un verdeo y nos da alimento para cubrir el bache invernal”.
Para la confección del silo prefieren la bolsa a otras alternativas. “Tratamos de que la fibra sea lo más larga posible, porque además de sus virtudes intrínsecas hace que la cantidad de impactos de la picadora sobre el grano resulte menor. Exigimos asimismo el uso del cracker, de modo de romper el grano, no solo para una mejor
AVANZAR EN LA CADENA
“Lo importante es llevar adelante lo que uno sabe hacer y aquello que realmente le gusta. Es tan válida la posición del que entrega la leche a la usina como el que la convierte en quesos. A veces uno se entusiasma con industrializar el producto y eso tampoco es un certificado de rentabilidad. Hay momentos en que anda bien y otros en que tiene problemas. Y además hay que saber vender los productos. Todo depende de la idiosincracia de cada productor”. (Magnasco)
fermentación sino también para un mayor aprovechamiento por parte de la vaca y obtener de esa manera una productividad individual por cabeza ciertamente redituable”. EMPRESA | GERENCIAMIENTO
Avanza la época de picado de maíz, que se perfila como una gran temporada en muchas regiones. Un grupo de técnicos del sector repasa los aspectos clave para lograr una reserva de óptima condición. SILAJE: LA CALIDAD, SOBRE TODO
El trabajo de la picadora es clave para un buen resultado en el silo.
Luego de atravesar un 2018 marcado por un escenario climático complejo, con pocas y leves lluvias en gran parte de la región pampeana argentina que redujeron fuertemente la producción y disponibilidad de reservas forrajeras, el panorama productivo para este año parece revertirse, a partir del buen estado de los maíces de siembra temprana. En busca de recuperar rentabilidad y responder a la necesidad de maximizar la cantidad de materia seca cosechada por hectárea, se plantean una serie de recomendaciones para ensilar el cereal. Al evaluar qué lotes o sectores del campo son los que se van a picar este año, hay que comenzar por considerar distancias cortas a sitios más próximos, pero siempre que logren las condiciones objetivo.
En caso contrario, hay que definir la conveniencia de traer más calidad y cantidad de mayor distancia, ya que no siempre el acarreo representa un incremento de costo. Al momento de dimensionar la cantidad de material a ensilar, y por ende el número de hectáreas a picar, se debe considerar la materia seca requerida para alimentar el rodeo un año, a lo que hay que sumar un margen de seguridad que, normalmente, se considera de 2 o 3 meses más.
Picado
Durante la cosecha es importante definir la altura de corte, según el contenido de materia seca que se haya determinado, tomando el concepto de que a mayor altura, se disminuye el contenido de humedad. Para definir el momento de picado, hay que conocer el porcentaje de materia seca que posee el cultivo, dado que no existe una correlación marcada Aprovechar la ventana óptima de picado lleva a obtener muy buena materia para la confección del silo.
entre la “línea de leche” que presentan los granos y el porcentaje de materia seca de la planta.
En el caso de enfrentarnos con un cultivo muy seco (más de 40 % de materia
seca), hay que trabajar disminuyendo la altura de corte, ya que la parte basal de la planta contiene más humedad, facilitando la compactación del silo. En cultivos enmalezados, hay que cortar con el cabezal a mayor altura para
disminuir las roturas, aumentar la capacidad de trabajo y mejorar la calidad y contenido energético del material picado.
Por su parte, durante la jornada de trabajo, es recomendable monitorear el porcentaje de materia seca del cultivo, al menos 3 o más veces por bolsa o cada 10-15 carros.
Es muy importante controlar y regular permanentemente el tamaño, uniformidad de picado y partido de grano. Si se observa material deshilachado, lo fundamental es avisar al contratista para que realice los ajustes necesarios en la picadora. Respecto a la máquina, puntualmente, no existe una receta fija para la frecuencia de afilado de cuchillas de la picadora. Debe hacerse cuando se observe falta de prolijidad en el corte. Para mantener la calidad de trabajo y la vida útil de la cuchilla es preferible realizar varios afilados durante el día, con menos pasadas de piedra, que un afilado prolongado una o dos veces por día.
El quebrado de los granos es un proceso indispensable para incrementar su aprovechamiento a nivel ruminal, fundamentalmente cuando presentan mayor porcentaje de endospermo duro. Al utilizar el sistema procesador de granos (cracker), disminuye la capacidad de trabajo en un 15 % e incrementa el consumo de combustible en un 25 %, pero esto es una “inversión” -no un gasto- para que el silo sea una fuente energética que incrementará la producción de carne y leche.
A medida que los granos presenten mayor cantidad de endosperma ceroso, es clave disminuir paulatinamente la distancia y/o incrementar la velocidad de los rolos quebradores de granos, lo que favorecerá siempre la ruptura de todos los granos. Por su parte, al trabajar sobre cultivos que presentan bajos niveles de materia seca (cercanos al 32 %) y con granos cuyo endosperma está mayormente
El quebrado de granos es un proceso indispensable para incrementar el aprovechamiento a nivel ruminal.
Para conseguir un silo de calidad es importante realizar análisis físico-químicos de los ensilados para tener parámetros de calidad sobre lo suministrado en la hacienda.
lechoso, es conveniente no activar el procesador de granos. En este último caso, lo recomendable es incrementar la longitud teórica de picado a 20 milímetros y disminuir la velocidad de giro de los rolos alimentadores, dado que el material más turgente se desliza con mayor facilidad.
Silaje
Al momento de confeccionar el silo, idealmente, hacerlo en terrenos firmes, altos, lejos de la sombra de los árboles, pero, fundamentalmente, cercanos al patio de comidas donde se realiza la carga del mixer.
Para esto hay que acondicionar el terreno. Esto implica compactar, nivelar y dar pendientes para evitar la acumulación de agua. Cuando se ensila en bolsas, es necesario controlar el estiramiento del material, maximizándolo sin sobrepasarse del 10 %, lo que permitirá almacenar la mayor cantidad de materia seca por metro lineal de bolsa y no perder las propiedades físico - mecánicas del plástico.
El uso de aditivos para el silo, que mejoren la fermentación y/o reduzcan el deterioro aeróbico, puede ser considerado como una herramienta más de apoyo para conservar la calidad en el producto final. El uso de aditivos para el silo es una herramienta más de apoyo para conservar la calidad en el producto final.
En general, los inoculantes están compuestos por bacterias y enzimas que permiten, de forma natural, una rápida acidificación del material ensilado, aportando una cantidad de ventajas entre las cuales se destacan la estabilización del forraje, evitar la proliferación de hongos y el desarrollo de micotoxinas.
A medida que se van terminando de llenar las estructuras, tanto para bolsa o puentes, se debe priorizar la inmediatez del sellado para dar hermeticidad y reducir la oxigenación al mínimo posible. En estos casos siempre es fundamental conocer qué forrajes tenemos en el campo, con lo cual hay que realizar análisis físico-químicos de los ensilados, antes del suministro. Estas muestras deben tomarse en forma representativa y enviarse refrigeradas inmediatamente al laboratorio, para conocer qué brindamos al rodeo.
Nota de la redacción: Las recomendaciones técnicas de este artículo surgieron de un trabajo conjunto que llevan adelante varios especialistas del sector: Guillermo Piñero de la empresa HAB, Juan Monge de la Universidad Nacional de Villa María, Fernando Opacak y Fernando Clemente de la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros, Pablo Cattani (asesor privado), José Costamagna (asesor privado), Javier Barnech de la empresa De Laval, Oscar Quiroz (Chr Hansen) y técnicos de INTA Agroindustria Federico Sánchez, José Peiretti, Facundo Mendez y Gastón Urrets Zavalía.