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YA LLEGO VARGAS TORRES Cuarta Comedia Musical Folclórica Costeña Ecuatoriana en dos actos y un cuadro, original de RODRIGO DE TRIANA, con adaptación de GUIDO GARAY. Estrenada en el Teatro Olmedo de Guayaquil, el 26 de Junio de 1969 con el siguiente reparto: Zenobia: Candelaria: Calamba: Bonifacia: Mampocho: Miceno: Torcuato: Carlino: Emeterio: Manuel : Don Zoilo: Zabulón:
Srta. Marina Mora Srta. Marlene Filbig Srta. Brenda Gainza Srta. Lupe Gainza Sr. Carlos Cañizares Sr. Jimmy Lee Sr. Hipólito León Sr. Guido Garay Sr. Augusto Coloma Sr. Celso Coronel Sr. Juan Santillán Sr. Eduardo Castillo
Director Musical: Maestro Eduardo Alvarado Profesor Colón Silva Percusión: Profesor Flavio Illescas Sax Alto: Sra. Aida Pazmiño de Chávez González Vestuario: Roberto Ortega Decorados: Carlos Llerena Luces: Rulimán Jr. Tramoya: Escenarios y Mancheno Camerinos: DIRECTOR:
GUIDO GARAY
ACTO PRIMERO ESCENA PRIMERA Aparecen Mampocho y Carlino; luego que sale Carlino entra Torcuato. CARLINO:
Tienes razón, Mampocho, si es verdá lo que ha hecho ese malabar de Miceno
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con tu hermana, que aun cuando no es tu "hermana entera", lo es "por parte más segura", que es lo más hermano que puede haber; y dice la historia que los náufragos que sartaron a la playa de San Mateo capitaneados por Illescas, los negros en Esmeraldas jamás fueron esclavos, que venían de España, eran católicos y se declararon libres. MAMPOCHO: Así le oi contar a mi agüelo, que era un negro que sabía muchas cosas del tiempo de los gentiles...(PREOCUPADO Y AFILANDO UN MACHETE CORTO). CARLINO:
Y es por eso que te doy razón; las mujeres, negras o mulatas, no pueden ser víctimas de la sevicia de los blancos o mestizos, sin su consentimiento......, por supuesto.
MAMPOCHO: Es que Zenobia no pudo consentir, si se comprueba lo que chirria Miceno: Zenobia e una chimpa incapaz de acetar una cosa así, que mi mama la tenía muy aconsejáa con lo católico pa que sólo lo hiciera con la venia der cura. CARLINO:
Así debe ser: con la venia der cura, cuando la mujer es cristiana.
MAMPOCHO: Y es por eso que me siento arregionáo, y estoy preparando este gumbo pa cobrajle la cuenta a ese malinche. CARLINO:
Así no, Mampocho: que tú eres un mulato bueno, bien criao, y una cosa así te pondrá juera de la justicia, que por muy poco que se haga en Esmeraldas, te impedirá trabajar honradamente y tendrás que andar chambeando todo el tiempo en el brusquero y chasquear cada vez que se acerquen los policías o los soldados. No hagas eso, que yo te ayudaré a que se haga justicia con Zenobia, ten confianza en mí, no te preocupes por eso, que yo lo arreglaré, que yo lo arreglaré todo en favor de Zenobia. (MUTIS).
MAMPOCHO: (MIRANDO ALEJARSE A CARLINO) La justicia... Hum..... La justicia en Esmeraldas ya sabemo lo que é: farrundunga pa lo negro, y viroló pa lo branco; y e mejó que Mampocho afile su guambo. TORCUATO: (ENTRANDO) Tamo concuejde, Mampocho: ni Zenobia e nega ni Mideno e branco, ni tiene plata como pa comprá la justicia, que es lo que más se vende por acá. Pero debes pensar lo que vas a hacer, porque después pueen pensar que don Carlino ha estao protegiendo er crimen. MAMPOCHO: Si no es crimen e suprimí a un empautáo que desacredita a una mujé que e hermana de un macho, que no le teme a naide. TORCUATO: Guarda ese puñal, Mampocho, que acaso haga farta pa lo que he oído decir ar patrón que se dice en Atacame. 326
MAMPOCHO: ¿Y qué se dice por Atacame? TORCUATO: Que por la bocana de San Francisco llegará, de un momento a otro, en un bongo dende juera, er blanco don Luis Vargas Torres, pa levantar la pelotera. MAMPOCHO: Er niño Luí, er niño Luí Vargas Torre, que le oi decí a mi tío Comine, que 'e la esperanza e lo nego, y don Carlino tiene influencia en Atacame, según dice; pero ete don Carlino cree que se pue jugá con la lágrima e mi vieja y que un creminá que dejó en la montaña sola y botaa una chimpa honráa, pué quedá con vida sin ser castigáo. TORCUATO: Eso es cierto: que un macho no pué arrimarse como mico a la rama pa echar abajo er coco sin mirar a quien pué romper la moteta; pero siempre es güeno que se averigüe si es verdá la fanfarronáa e Miceno. MAMPOCHO: ¿Po qué fanfarronáa? TORCUATO: Porque yo conozco a Miceno: que se alaba de lo que no hace, y pa que le crean enamorador y acotejador, habla y habla sólo de mujeres que dizque se le arriman, trata de convencer a la gente, y llegó a decir que hasta mi Candelaria le enseñaba la bamba pa provocajle. MAMPOCHO: Entonce, Torcuato: ¿me acompaña a despescuezar a Miceno? TORCUATO: (DANDO UN SALTO) ¡Eh! ¿Qué dices, negro empatáo con er brujo? Que eso de separar una cabeza der cuejpo de un machetazo, ta güeno pa cuando tenemos frente a los curuchupas. Si es verdá que la cabeza e Miceno no sirve ni pa un chame, de todos modos Miceno anda con una escopeta, y Torcuato no quiere ser blanco de esa puntería, aun cuando yo no conozco er miedo, ieh! Y si se me se tiemblan las piejnas cuando se me acerca la Candelaria, es porque a ella le tiembla la bamba con pollera y todo, y se le sube y se le baja la porca. MAMPOCHO: Y cuando se le baja la porca, ¿vos no bujéas lo que hay adebajo?
TORCUATO: Güeno .... A veces.... MAMPOCHO: ¿Y qué hay? TORCUATO: ¡Eso sólo me impojta a mí condenáo! Mira Mampocho, que eso que te ha sucedío a ti con esa que es casi tu hermana, o medio hermana, no se arregla ni con un pinchazo, ni con un machetazo. MAMPOCHO: Lo nego no tenemo otro camino que poné la cabeza juera der cuejpo y a ese carioco le pongo la catanga sin dale tiempo pa capescar y alejarse de mi arcance. (LE MUESTRA EL MACHETE)
TORCUATO: No te acerques mucho, Mampocho, que la tentación de probar es mala tentación.
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MAMPOCHO: Es que Miceno tié que pagarla. TORCUATO: Pero yo no tengo que pagarte náa, así que guarda ese guambo que me pone nervioso, guarda, guarda eso hombre, eso es, ahora sí podemos entrarle a la conversa: oye Mampocho: ¿a vos no te impojta lo der matrimonio, verdá? MAMPOCHO: E matrimonio, con o sin cura que lo bendiga, e lo de meno; lo que no aguanto e que Miceno haya dejáo botáa en la montaña de Punta Galera pa adentro a la Zenobia, y que mi mama llore lágrima e sangre po esa mala acción. TORCUATO: Bueno, bueno Mampocho, vos sabes que mi taita es de Cojimíes, que vino a San Francisco y se quedó en er cabo, y que eso der matrimonio es cuestión de porsiaca, que lo mejor es estar arrejunt'ao como perico ligero ar pechiche. MAMPOCHO: Pero que no se burlée y se deje botáa a la moza en la montaña pa que tenga que regresá con la jeta larga a pedí asilo, mientras e macho birlón se larga a cortá caucho y recojé tagua, sin darle siquiera un plato e cambiolín ni un plato e chichibueche. Y 'eso, ¡con esto! (SACA EN ALTO EL MACHETE. TORCUATO RETROCEDE) TORCUATO: Gu... gu... gu... guarda de una vez eso, Mampocho, que er curandero me ha dicho que evite er susto. (REPONIENDOSE) Yo lo que te quiero decir es que ar macho de puro machismo, como yo, se arrima a la bamba que tapa la pollera, y luego se va por otra. Pero como vos dices que tu mama llora tanto el abandono de Miceno como cuando en er armocafre se menéa la caguinca, y va a pedir perdón sin necesidá der machetazo ni de la puñalá que va a venir Vargas Torres, y que dice don Carlino que tenemos que estar listos toos pla la fajazón. MAMPOCHO: Yo no creo en ninguna gualgura ni brujería, y me voy en busca e Miceno pa que la pague de una vez. (SALE) TORCUATO: (TRATANDO DE DETENERLO) Pero oye, ¡Mampocho! Oye! (APARTE) ¡Pero qué negro m 'a condenáo! Y se va derechito a estripar a Miceno, y esto va a terminar en un estripáo.
ESCENA CUARTA Torcuato en escena, y Candelaria que entra agresiva. CANDELARIA: Ar fin te atopo, apiguatao der diablo! (TORCUATO DA UN SALTO Y
ECHA MANO AL MACHETE CREYENDO QUE SE TRATA DE ALGUN ENEMIGO) Pá qué sacas la peinilla, si a una esmerardeña como yo no le asustan ni er jierro ni er bum bum. (REFIRIENDOSE A LOS TIROS)
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TORCUATO: Pero morenita sabrosura: es que Mampocho quiere despachar a Miceno por eso de la Zenobia, y yo creía que er que entraba era Miceno, que está arregionáo, creyendo que toos semos sus enemigos. CANDELARIA: Pero Mampocho tá enloquecío por purita gana; si a la Zenobia no le ha pasáo náa, si tóo lo que acontecío, es que er meloso de Miceno le ofreció matrimonio, y cuando recién iban pa la montaña jue que er condenáo se arrepintió y la dejó plant'aa... Lo vido mi tío Juanuco, que jue er testigo presenciá que la trajo pa su casa. ¡Te lo juro por Cristo! TORCUATO: Pero a Mampocho no hay quien lo convenza de lo contrario, y tá seguro de que Miceno abusó de Zenobia, y quiere descogotajlo. Y eso de quitarle la cabeza a un cristiano.... CANDELARIA: Pero si Miceno no es ningún cristiano, que es un alabancioso que asegura que se bujla de toa pollera que se arrejunta, y entoabía lo hace de bravo y de faite. TORCUATO: Oye, Candelaria: eso de que un macho se arrime y se acolite a la jembra que puede, no es pecáo. CANDELARIA: (AGRESIVA) ¡Cómo que no es pecáo, mardito patucho! Que esa es la desgracia desgraciáa: que too macho cree que toa jembra pué ser suya, porque tié pantalones y covas, y que sin má ni má, atopando la cadera empuja, empuja, y la pobre mujé, tié que dejarse empujá y con tanto empujón, sale chispa y se quema la pollera. TORCUATO: Pero mulatita de mi ombligo: si yo no te empujé más que una sola vez, porque vos decías que te picaba una purga, debajo de la pollera, alabanciosa. CANDELARIA: ¡Pero habrase visto! Ahora eres capaz de decir que juí yo la der arrempujón, cuando juiste vos, recortáo der demonio, er que, aprovechando que mi mama taba con la cara pa la paré.... TORCUATO: Oye Candelaria, ahorita no podemo palabriar de eso der arrempujón, que Mampocho jue a sacarle er tripaje a Miceno, y como Miceno tié muchos amigos, se va a armar la de agárrate que me come er tigre; y lo que tenemos es que evitar que eso se produzca, y contimás si vos asegurás que no pasó náa entre Miceno y Zenobia, sino que jué sólo una quimba para hacerse propaganda de macho enamorador. CANDELARIA: Es que yo estoy der láo de Zenobia y de Mampocho. TORCUATO: Pero otros estan der láo de Miceno, y allí tá lo der jaleo.
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ESCENA TERCERA Entra Calamba, luego Emeterio y Manuel. CALAMBA:
(ENTRANDO DISGUSTADA) Pero habrase visto er tupete de la Zenobia, reclamando porque dicen que Miceno la llevó a dar un paseo por Punta Galera.
CANDELARIA: (PONIENDOSE EN JARRAS) Vos no debes meter er jocico en er bollo, queer Miceno la llevó por er parmerar y la dejó botáa, pa que diga la gente que se la había atarugáo. TORCUATO: Y si no se la atarugó, no ha pasaó náa, pero Mampocho, mal informáo, ta que mao, y, "cabeza abajo". CALAMBA:
¿"Cabeza ar suelo"? ¿Y pa qué tamo los der bando e Miceno? ¿Vos te crees que Miceno ta botáo en la playa? Comete un chame y gomita er tripaje.
CANDELARIA: (ENCOLERIZADA) Eso se lo dices a tu agüela. (EN POSE DE PELEA) CALAMBA:
Pa tu mama, que tá pipona der mulato Jambulú. (AVANZA AGRESIVA)
CANDELARIA: Y la tuya der cura de Atacame. CALAMBA:
¡Ah! ¡Mardecía!
TORCUATO: ¡Un momento! Que cuando pelean dos mujeres, yo estoy de por medio. (TRATA DE APACIGUARLAS) CANDELARIA: (A CALAMBA) ¡Toma si quieres bombo! (LE LANZA UN GOLPE DE PUÑO) CALAMBA:
Pa que chupées. (CONTESTA CON OTRO GOLPE, LOS CUALES IMPACTAN EN TORCUATO)
TORCUATO: No, así no. (LAS MUJERES PELEAN SIN TOMAR EN CUENTA A TORCUATO QUE CAE AL SUELO) EMETERIO:
(ENTRANDO) ¡Eh! ¡Eh! Qué manera de entaligarse de estas mujeres. (SE METE EN EL CENTRO CONTENIENDO A CANDELARIA, MIENTRAS MANUEL QUE ENTRA CASI SIMULTANEAMENTE QUE EMETERIO PERO EN SENTIDO CONTRARIO, DETIENE A CANDELARIA)
MANUEL:
¡Tate quieta, Candelaria!
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TORCUATO: ( D E S D E E L S U E L O, T RA TA N D O D E L E VA N TA R S E INUTILMENTE) Así, así, ¡asujétenlas así!. CANDELARIA: (A MANUEL) Es que esta mardecía ta a favor de Miceno. CALAMBA:
(A EMETERIO) Y esa bandida dice que ta mal lo que se hizo con Zenobia.
EMETERIO:
Que lo que hizo Miceno, ta malo.
MANUEL:
(A EMETERIO) Ya vos ¿quién te mete en er cuento contra Miceno?
EMETERIO:
(ABRIENDOSE DE LA CHIMPA QUE TENIA SUJETA) Que yo toy con Mampocho en defensa de Zenobia. (SE ENFRENTA A MANUEL. AMBOS EMPUÑAN EL MANGO DE SUS MACHETES)
CANDELARIA: Claro que Mampocho ta en er derecho. CALAMBA:
Que eso de que le guste una mujer a un hombre, naide tié que ver.
TORCUATO: (DE PIE LUEGO DE SER AYUDADO A LEVANTARSE POR CANDELARIA) Muy bien dicho, Calamba; que a uno le pueden gustar las mujeres, y hasta atopajle la bamba. CALAMBA:
(CON COQUETERIA) Menos mar que no te gustan los machos.....
CANDELARIA: (A TORCUATO) ¡Ah! ¡Desgraciáo! Con que te gustan las mujeres.... TORCUATO: Ay, no, no, no me gustan las mujeres. TODOS:
¡Qué!
CANDELARIA: Ah, condenáo, ¡con que ahora te gustan los hombres! TORCUATO: No, no, no, mmme, mmme, me gu gustas tú. CANDELARIA: ¡Ah! Eso es otra cosa. De todos modos, Mampocho jace muy bien en castigar a Miceno. CALAMBA:
Y si Zenobia lo quiso, tiene razón Miceno.
EMETERIO: Que no la tiene. MANUEL:
Que sí la tiene.
CANDELARIA: Que no la tiene. CALAMBA:
Que sí la tiene.
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EMETERIO: Que no. MANUEL:
Que si. (CALAMBA, CANDELARIA, MANUEL Y EMETERIO DISCUTEN ACALORADAMENTE QUE NO, QUE SI, A UN MISMO TIEMPO)
TORCUATO: (ALTO TRATANDO DE IMPONERSE EN LA DISCUSION) Que no, y que sí, que sí y que no, que la tiene y no la tiene, que si piensa bien, se piensa mar....
ESCENA CUARTA Dichos y Zabulón y don Zoilo y luego otra vez Carlino. ZABULON:
¡Eh! ¡Eh! ¿ Qué pasa aquí?
DON ZOILO: Er ambiente está caldeáo. ZABULON:
Está que arde.
CANDELARIA: Aquí se va a decidir la cosa: si tiene razón, Mampocho o Miceno. CALAMBA:
Claro, la tiene Miceno.
CANDELARIA: No señora, la tiene Mampocho. CALAMBA:
Como que señora.
CANDELARIA: No te hagas la tonta que la razón la tiene Mampocho. CALAMBA:
La tiene Miceno.
EMETERIO:
No señor, la tiene Mampocho.
MANUEL:
Que la tiene Miceno.
CALAMBA:
Eso es, Manuer, que yo estoy contigo.
MANUEL:
Yo estoy listo. (HACIENDO ADEMAN DE SACAR EL MACHETE)
EMETERIO:
Y yo también. (HACIENDO LO MISMO)
TORCUATO: Y, y, y, y, y, yo cre cre creo que voy a re retirarme. (TRATA DE RETROCEDER PERO CANDELARIA SE LO IMPIDE). CANDELARIA: (A TORCUATO) Quédate aquí patucho. TORCUATO: Ta ta bien. DON ZOILO: (PONIENDO SE ENTRE LOS CONTENDIENTES SEGUIDO DE ZABULON) Pero, ¡qué es lo que les pasa!
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ZABULON:
Si nadie trata der asunto de Miceno y Mampocho.
CANDELARIA: Y Zenobia va a quedar así como así.... TORCUATO: (ACCIONANDO CON LAS MANOS) ¿Cómo así? Como quien dice así, sin que se pueda asegurar que es así (INDICANDO EL EMBARAZO) EMETERIO: Que eso no queda así. ZABULON:
Si de lo que se trata es que don Carlino ha recibido una carta de Panamá...
CALAMBA:
¿Y qué dice la carta?
EMETERIO: ¿Y qué tié que ver una carta con lo que nos preocupa? DON ZOILO: La carta es de don Vargas Torres. CANDELARIA: ¿Y será cierto que viene er señó? CALAMBA:
¿Y qué se hace con lo de Miceno?
TORCUATO: Un momento, gallitos y polluelas: que en entrando lo de don Lui, la cosa cambea, y cuando la marea se vira, er agua se sube ar barranco y er caimán queda en seco. CARLINO:
(ENTRANDO) ¡Qué es lo que pasa aquí!
DON ZOILO: Que casi se echa a perder todo. ZABULON:
Que por lo de Miceno y Zenobia estaban a punto de machetearse todos.
TORCUATO: Menos yo... que estaba en er suelo. CARLINO:
¡Macheteado!
CANDELARIA: Quién va a macheteá a este gallina. Pa que no lo machetéen patrón. (CON SORNA) EMETERIO:
¿Es cierto que usté recibió una carta de Panamá?
CALAMBA:
¿Y que anuncia que viene don Lui?
CARLINO:
Sí. Es una carta confidencial; pero como yo necesito contar con la ayuda de todos ustedes, se lo dije a don Zoilo y a Zabulón.
CANDELARIA: Y pa cuándo avisa er niño Luí que viene.
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CALAMBA:
No seas curiosa, Candelaria.
MANUEL:
Usté sabe, patrón, que pa una cosa así der liberalismo, cuenta con nosotros.
EMETERIO: Y es una pena que no hayamos alejao de Miceno y Mampocho, por lo de Zenobia... CARLINO:
Pero yo cuento con Miceno; me lo prometió.
CALAMBA:
Y que se aguante Zenobia.
TORCUATO: Nada de aguante, Calamba, que tamo ante una cosa seria. DON ZOILO: Así es, Torcuato. ZABULON:
Cuando se trata de pelear al lao der patrón, y por la causa der coroner Lui, no cabe pelearnos entre nosotros.
ESCENA QUINTA Dichos y Miceno; luego Mampocho y finalmente Zenobia. MICENO:
(ENTRANDO) Estoy listo, patrón, pa lo que usté mande. (LOS QUE HAN ESTADO DE SU PARTE LO RECIBEN CORDIALMENTE, LOS OTROS CON INDIFERENCIA)
CARLINO:
Gracias, Miceno, que cuando la Patria nos necesita, tenemos que olvidar nuestros problemas.
CANDELARIA: Y lo de Mampocho, ¿cómo queda? TORCUATO: (A MICENO) Mampocho jue a virolearte, Miceno. CANDELARIA: No seas imprudente, lenguaraz der diablo. CARLINO:
Puede que convenza a Mampocho.
MICENO:
Y si no lo convence, usté, yo lo convenceré con esto. (PALPANDO SU ESCOPETA)
EMETERIO:
Que aquí no se trata de nada de eso.
MICENO:
Si Mampocho esta incómodo por lo de su hermana, ella no lo está.
CANDELARIA: Eso es una insolencia, fanfarrón alabancioso, que mi tío vio que no pasó náa. CARLINO:
Por favor, Candelaria. 334
TORCUATO: Que no comiencen de nuevo, porque entonce yo si que....(AL OIRLO SE LE ACERCA EMETERIO) EMETERIO:
Yo si ¿qué?
TORCUATO: Yo si que.....(TARTAMUDEANDO) Yo si que, ¿qué bonito está el día, no? CARLINO:
Déjense de pelearse, muchachos, que esto es un compromiso serio con el Caudillo que envía al coronel Luis, porque sabe que todos en Esmeraldas queremos a Vargas Torres.
MICENO:
Todos queremos a don Lui, pero yo no aguanto que un mangacho como Mampocho se me haga er faite.
CANDELARIA: Si más mugre eres vos, que ante las jembras te haces er labioso, pero.... MICENO:
Ante los machos, no conozco er miedo.
CARLINO:
Basta ya de insultos, que así no vamos a llegar a ninguna conclusión. (CON TONO ENERGICO) Aquí se me respeta o ven lo que hacen.
CANDELARIA: Si es este pasoso que ta contagiando a tóos. (POR MICENO). TORCUATO: Yo toi con er patrón, y si hay argún lambido que se meta, tendrá que vérselas conmigo. Que soy bien macho. EMETERIO: Que eres bien ¿qué? TORCUATO: Bu.. bu.. bueno, me medio macho no má soy. (SITUANDOSE TRAS CARLINO) ZABULON:
La cosa ha terminao, por ahora, y vamo a lo der niño Lui, que es lo que nos interesa a tóos, como dice er patrón.
MAMPOCHO: (APARECIENDO EN ESCENA, QUIEN AL VER A MICENO TRATA DE AVALANZARSE CONTRA EL, SIENDO DETENIDO POR DON ZOILO) Ar fin te atopé, pinganillo. DON ZOILO: (SUJETANDOLO) Para, Mampocho. (LO DETIENE) MICENO:
(TRATA DE IR AL ENCUENTRO DE MAMPOCHO SIENDO SUJETADO POR ZABULON) Arrejúntate, si te crees un pemperré faite.
ZABULON:
(TRABANDO A MICENO) Quieto, Miceno.
CARLINO:
(A MICENO y MAMPOCHO) Quietos. Que estoy yo aquí, y conmigo la causa de Vargas Torres.
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CANDELARIA: (A MAMPOCHO) Cármate, Mampocho, que ya habrá tiempo. TORCUATO: Además es una ñanga too er barullo que se está armando por gusto. Yo hei dicho "quietos", y tienen que obedecerme. (FANFARRON) CANDELARIA: Si no eres vos, murichente, er que dijo "quietos". EMETERIO:
Que jué er patrón.
MAMPOCHO: Pero, patrón, que lo de Zenobia... CANDELARIA: Si no le ha pasao náa, si Miceno.... MICENO:
Y así haya sido cierto, qué.
CALAMBA:
Deja esa marcriadeza, Miceno, que don Carlino ha ordenáo que te estés quieto.
TORCUATO: Mire patrón, ya que tamos apaciguaos, convendría que usté nos dé un trago de "Juan der Monte", que aunque sea un "mamapunga", nos pondría en paz. CANDELARIA: Eso es, borrachín der diablo: pa tú too se melifica con er trago. MICENO:
Ya lo sabes, Mampocho: después nos atopamos. (DESAFIANTE)
MAMPOCHO: Yo te buscaré, pa probarte que sos una ñisca, y que Zenobia no es
cuarquier cosa. CARLINO:
Repito: silencio. Que termine la pelea, siquiera hasta tener noticias de la bocana de San Francisco o Punta Galera.
ZENOBIA:
(ENTRANDO) Quen no haya arteranza. Aquí toy yo, que soy la curpable de tóo.
MAMPOCHO: (A ZENOBIA) No temas, ñaña, que yo toy adelante, que mi guambo no e
pompo. CARLINO:
Ya sé que tiene filo: pero ahora ese filo lo necesitamos pa secundar a Vargas Torres y al Caudillo. (A MAMPOCHO).
ZENOBIA:
No importa que Miceno sea un súdito alabancioso, que no ha pasao náa, y se trató de argo que sólo jace un cobarde: dejarme botáa en plena montaña y juir como lagartija.
CANDELARIA: Eso jue lo que vio mi tío. EMETERIO:
Y lo demás es plantilla. 336
TORCUATO: Pero, ¿lo de "Juan der Monte", patrón? CARLINO:
Tienes razón, Torcuato: celebremos la próxima llegada del coronel. ¡Bonifacia!
BONIFACIA: (SALIENDO DE LA CASA) Mande patrón. CARLINO:
Haga el favor de pasarnos la damajuana que está adentro, cerca de la hamaca.
BONIFACIA: Güeno patrón. (ENTRA EN LA CASA) CALAMBA:
(A CARLINO) Pero er gaspete, se sube a la cabeza, y la cosa es pa pior.
ZABULON:
Es que aquí ta don Carlino.
EMETERIO: Y no pasará náa. MICENO:
Y si pasa, que pase. (DESAFIANTE).
MANUEL:
(COLOCANDOSE A SU LADO) Te tas quieto, o te largo un quiño. (AMENAZANDO CON DARLE UN PUÑETAZO)
BONIFACIA: (SALE DE LA CASA CON LA DAMAJUANA) Tome er trago, hágase cargo usté don Zoilo. DON ZOILO: (EXHIBIENDO LA DAMAJUANA EN ALTO) Aquí ta "Juan der Monte" . TORCUATO: Viva don Zoilo, y que se caliente er guargüero. TODOS:
¡Viva! ¡Bravo!
CANDELARIA: (A TORCUATO) Eso es lo que te gusta, murichento: chupar a la mogolla. CALAMBA:
(A CANDELARIA) Déjalo chupar tranquilo, Candelaria, que con trago adentro se te pone más sabrosón.
CANDELARIA: (A CALAMBA) Pa mí este patucho es sabroso con trago o sin trago. CALAMBA:
Güeno.....yo decía....
CANDELARIA: A vos que te importa, metida. CARLINO:
(BRINDANDOLE UN TRAGO A MAMPOCHO) Sírvete un trago Mampocho, vamos.
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MAMPOCHO: Lo der niño Lui, pone agua de por medio. (TOMA EL TRAGO).
ZABULON:
Y ahora sí que venga la marimba.
CARLINO:
Sí, en Esmeraldas la marimba es alegría, es canción, es curapenas, y si es consuelo da energía y esperanza.
MUSICA No nos arredra el combate ni nos da temor, ni nos da temor, ni nos da temor. Porque aquí en la tierra verde nos sobra el valor, nos sobra el valor, nos sobra el valor. {En esta tierra esmeraldeña lucharemos por la libertá.} bis {Blancos, negros y mulatos buscaremos la igualdáa} bis Vamos pa la guerra viva Vargas Torres, vamos pal combate en pos de la libertáa. Vamos pa la guerra viva Vargas Torres vamos a entaligarnos en pos de la libertáa. No nos arredra el combate, etc. {Nosotros somos el norte y el pendón del Ecuador.} bis Lucharemos porque impere en la patria algo mejor} bis Vamos pa la guerra, ect No nos arredra el combate, etc. {Vargas Torres es el guía y es ejemplo redentor,} bis {nosotros con él tendremos democracia en Ecuador.} bis Vamos pa la guerra, etc. FIN DEL PRIMER ACTO 338
ACTO SEGUNDO ESCENA PRIMERA Ante el mismo decorado, aparecen en escena Mampocho y Calamba, luego que se va Calamba, entra Zenobia y más tarde Carlino. CALAMBA:
Yo creo que lo de la venida der niño Lui jue un invento der patrón, pa detener la pelea.
MAMPOCHO:
De esa manera, he quedáo en libertá pa cobrajle la cuenta a Miceno.
CALAMBA:
Porque aunque Candelaria y la mesma Zenobia aseguran que tóo jue farfullada der mardito pa plantillar de a por gusto; la maldá ta jecha contra Zenobia, que de la calunia argo queda. Y aunque en verdá yo creo que Zenobia tiene la curpa, y Miceno no la tiene.
MAMPOCHO:
¡Cállate, bochinchera! (INDIGNADO) Que ningún varón debe inventar una marcriadeza que no ha cometío, ni dar lugar pa que lo piensen.
CALAMBA:
Que Miceno no lo ha decido, sino que lo ha dejao creer, y nada más.
MAMPOCHO:
Y te parece poco ese alabancionismo, en vez de decirle a too er mundo que jue mentira y una cobardía dejarla botaa en la montaña.
CALAMBA:
En fin... (TRATANDO DE APACIGUARLO) Yo creo que Miceno no ha cometido otra farta que callar y callar....
MAMPOCHO:
Atarúgate a Miceno, si tanto lo defiendes, que yo sabré lo que se jace en Esmerardas cuando uno cree que la cosa anda torcida.
CALAMBA:
¿Y er compromiso con er patrón?
MAMPOCHO:
Ya pasó, una vez que no vino don Lui y que ni en la bocana de San Francisco ni en la de Punta Galera se ha visto ningún bongo en quince días. Soy libre de hacer lo que me convenga.
CALAMBA:
A tú te tienta er pellejo por fajarte; pero sábelo que Miceno no e manco. (CON SORNA) No e manco, he, ja, ja, ja, ja, ja. (MUTIS)
MAMPOCHO:
(MASCULLADO EN DIRECCION DE CALAMBA) Bruja, enredista..., (AL PUBLICO) Er niño Lui... De eso jue lo que se valió er patrón pa quimebear, y Mampocho tenía que parar er gorpe ante la venida der niño Lui!... Mardita sea la hora en que me parió mi mama.
ZENOBIA:
(ENTRANDO) No blasfemées de tu mama, Mampocho, que es la mesma mía, que nos parió a los dos de distintos taitas: pero la mama es la mesma.
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MONPOCHO Por eso e que gasta lágrima por tu desgracia, y Miceno debe ajustarse a mi
castigo. ZENOBIA:
Pero, no ves que eso no remediaría naa, sino que te güervas un creminá, y quede desamparaa nuestra mama.
MONPOCHO (FUERA DE SI) ¡Es que entoabía quieres a Miceno! ZENOBIA:
No, ya no lo quiero, por la brutalidá con que procedió.... Pero nuestra mama lo que dice es que no debo quedar desacreditaa, y eso quiere decir que me obligue a Miceno a casarse por er cura conmigo, y yo no quiero ya a Miceno.
MONPOCHO En verdá, ¿ya no lo quieres? ZENOBIA:
Te lo juro.
CARLINO
(ENTRANDO) ¡Qué es lo que los preocupa!
MONPOCHO Que Zenobia dice que ya no debo meterme con Miceno, porque ya no lo
quiere. CARLINO:
Entonces, si a Zenobia ya no le importa Miceno, ¿por qué tratas tú de obligarlo a casarse con quien ya no lo quiere?
MONPOCHO Si no es que quiero que se matrimonéen, ni con cura ni sin cura: lo que
quiero es castigar su plantilla de alabancioso, que es lo que jace llorar a mi mama. ZENOBIA:
Más la harías llorar si vos te pones fugitivo.
CARLINO:
No digas eso Mampocho, que me ofendes; la carta es cierta, el que se haya retardao, no es culpa mía. Además, la cosa se viene encima, y yo debo estar listo, con mi gente.
MONPOCHO: Contará con otros, patrón, que yo rebusco a Miceno pa definirla de una
vez. (MUTIS) CARLINO:
Espera hombre... espera... Eso es una locura.
ZENOBIA:
Yo también se lo dije patrón, pero mi hermano es como jue su padre: un negro bruto.
CARLINO:
Ay hija, esto me pone más nervioso: por una parte, el anuncio de que viene Vargas Torres y por otro, que er gobernador de Esmeraldas me anda pisando los talones y hasta me ha mandado a decir con don Ventura, que ya sabe que el coronel vendrá mandao por el caudillo, y que tiene todo listo pa cojerlo en cuanto ponga pie en tierra. 340
ZENOBIA:
¿Y si de a verdá viene?
CARLINO:
Entonces no hay gobernador que valga, porque nos levantamos todos los esmeraldeños, y venga lo que venga.
ZENOBIA:
Entoce, patrón, hay que contener a mi hermano.
CARLINO:
Ayúdame tú, Zenobia, que yo necesito a toda mi gente lista pa la pelotera, y si nos dividimos, los soldados nos hacen chicharrón. (MUTIS)
ZENOBIA:
Yo voy con usté, patrón.
CARLINO:
Bueno, vamos. (VANSE CHARLANDO ANIMADAMENTE)
ESCENA SEGUNDA Casi enseguida sale Torcuato seguido de Candelaria; más tarde entra Miceno y luego Emeterio y Manuel con Zabulón y Calamba. TORCUATO:
(LO SIGUE CANDELARIA) Pero no pinchées, mujer de los infiernísimos, que lo que yo te dijo, es una más verdá que la bendición der santísimo.
CANDELARIA: Ya toy cansada de oirte decir los mesmo, y lo mesmo; y que me lo juras y
juras, de tanto jurar te has güerto un perjuro. TORCUATO:
Pero barajo que ustedes las mujeres son más chirrías que er mesmo diablo que cuando uno les dice “güerno”, enseguida dicen: «júramelo , y si uno lo jura, hacen que haga la señal de la cruz, bese er dedo gojdo, escupa en er suelo y pise diciendo que así quede uno si no cumple lo jurao.
CANDELARIA: Y entonce, como una cristiana puée confiar en un mico brincón, que se
menea ar son de la primera bamba que pasa por delante. TORCUATO:
Yo taba dispuesto a irme contigo a donde er patrón, decijle que, si taba er cura en Atacame pa pedirle er santiamén pa los dos.
CANDELARIA: Eso es: si no está er cura, arrejuntarte no ma, y pa cuando regrese er cura,
vuelas ar monte como cascabel que juye de la quemazón. En mala hora te cruzaste en mi camino, so ñanga murichenta. (MUY TRISTE) TORCUATO:
Pero, confiesa que te impresionó mi figura, ¿verdá? (PRETENCIOSO)
CANDELARIA: (EXAMINANDOLO) ¿Tu figura? Ni que te hubieras tragao un pusandao
con sango e vejde pa mejorá la pinganilla.
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TORCUATO:
(AMOSCADO) Un momento, morenita bambolera: que si no quieres este bocao de güena merienda, hay otras que lo solicitan con menéos.
CANDELARIA: ¡Ah, bandido! ¡Con que otras, no! TORCUATO:
No, no, Candelarita de mi arma: tú, sólo túúúúú.....
CANDELARIA: Ah! Eso es otra cosa. Yo no niego que me gustas, meloso, pero no toy
dispuesta a permitir que te empines sobre mi voluntá, que cuando tabas en er suelo cuando nos agarrramos con Calamba, si no te apupo, no te levantas, alabancioso. TORCUATO:
Es que cuando se enriscan dos mujeres, er macho tiene que ponerse en la mitá, y cuando la mitá se acaba, er suelo es lo más aconsejao pa que lo imiten las jembras.
CANDELARIA: ¡Entonce, quieres decir, que yo tenía también que irme ar suelo contigo! TORCUATO:
No, no, tú sola no, las dos, pa ver cuar de las dos se arrimaba mejor ar pechiche.
CANDELARIA: (FURIOSA) ¡Ah, marimba! ¡Con que eso esperabas vos! ¡Condenao! TORCUATO:
(ASUSTADO, TRATANDO DE CALMARLA) Es que esperaba que fueras vos la que se arrime.
CANDELARIA: ¡En er suelo! TORCUATO:
En la yerbita fresca y con el rocío de la mañana, preciosura.
CANDELARIA: Ay, Torcuato. Pero, ¿y si te resfrías? TORCUATO:
Es que estando a solas contigo entro en calor enseguidititita.
CANDELARIA: Otra vez la melosidá der galanteo, que.. (SUSPIRANDO) Ar fin y ar
cabo es lo que te hace ganar, so pasoso. TORCUATO:
Candelarita....
CANDELARIA: ¿Qué...? TORCUATO:
¿Hummmm...? (HACIENDO GESTO PARA BESARLA)
CANDELARIA: ¿Hummmm...? (ACEPTANDO, PERO EN ESO ENTRA MICENO) MICENO:
(ENTRANDO) ¿Qué pasa aquí?
TORCUATO:
(SOBRESALTADO) ¿Aquí...? Aaaaquí...iba a pasar, pero ahora con tu
342
presencia inoportuna ya no pasará naa. MICENO:
¿Nada?
TORCUATO:
Nada.
CANDELARIA: (AGRESIVA A MICENO) Aquí no pasará lo que pasó con Zenobia, que
sin marcriadeza ninguna la dejaste jeta larga en la montaña, pa que crean lo que naide cree, porque ya se sabe la verdá de lo que no pasó naa. TORCUATO:
(SENTENCIOSO) Aquí la cosa es juraa, santiguaa y con pisotón encima der escupatajo, pa rubricá la promesa.
MICENO:
Eso ta bien pa los que se acogitan ante las mujeres, que yo hago lo que me da la gana con ellas y naiden chista.
CANDELARIA: (ENFRENTANDOSELE) ¡Ajujuyyyy! ¡Qué miedo! Por lo visto eres muy
macho con las mujeres, ¿no?' Que ya Mampocho te anda cufiando pa probar su peinilla en tu pescuezo. MICENO:
(EMPUÑANDO SU ESCOPETA) Y yo le agujerearé er pellejo negro con esto.
TORCUATO:
Vortea pal otro lao eso, Miceno, que er diablo tienta y no hay que anticiparse. (HACIENDOSE A UN LADO)
CANDELARIA: A mí me la puedes poner ar pecho, si quieres, que por acá a las mujeres nos
han enseñao a no juir der pepiteo, so fanfarrón. MICENO:
Tú no te metas en mis cosas, Candelaria, y carga con tu ñisca pa onde te dé la gana, que lo de Zenobia a naide le impojta.
TORCUATO:
¿A naiden?
MICENO:
(ACERCANDOSE AMENAZANTE) ¿Y qué?
TORCUATO:
Que... que... que tienes la cotona arrugaa, Miceno.
CANDELARIA: Lo que es con Torcuato, es conmigo. (PONIENDOSE ENTRE AMBOS
Y DESAFIANTE) EMETERIO:
(ENTRANDO) No, Miceno. No te altivées con las mujeres.
TORCUATO:
Que aquí hay un hombre.
MICENO:
Con que aquí, no.
TORCUATO:
No, no, allí. (SEÑALANDO A EMETERIO)
343
MICENO:
(LEVANTANDO LA ESCOPETA PARA APUNTAR A EMETERIO) Que sea con vos.
CANDELARIA: (ARREBATANDOLE LA ESCOPETA) Emeterio no tiene escopeta y eso
no es limpio. TORCUATO:
(COJIENDO LA ESCOPETA) Esto ta sucio, a lo mejor ni te salía er tiro.
EMETERIO:
(DESENVAINANDO SU MACHETE) A machete.
MICENO:
Ahí te va. (LE LANZA UN MACHETAZO QUE EMETERIO PARA y COMIENZA EL DUELO)
CANDELARIA: Entrale Emeterio. MANUEL:
Que no estás solo, Miceno, yo estoy contigo. (ATACA A EMETERIO)
ZAMBULON: Aguántate Emeterio, que yo estoy a tu lao. (ATACA A MANUEL Y SE
TRENZA EN DUELO A MACHETE, A TORCUATO SE LE DISPARA LA ESCOPETA, LA PELEA SE GENERALIZA) CALAMBA:
Dense, así, como machos.
CANDELARIA: Toma tú como jembra. (LANZANDOSE CONTRA CALAMBA) CALAMBA:
Ay, mardecía.
ESCENA TERCERA En todo el fragor de la lucha aparece Carlino, quien saca su revólver disparando al aire y dice en tono enérgico. CARLINO:
Quieto, todo el mundo.
EMETERIO:
Yo jui atacao.
MICENO:
Pero, patrón....
CARLINO:
No permitiré que entre los míos corra sangre, que la tenemos ofrecida a una noble causa. (CON TONO MAS IMPERATIVO) Envainen los machetes muchachos, que viene Vargas Torres.
CANDELARIA: Patrón: Eso de que viene er niño Lui, ya naide le cree. TORCUATO:
(DANDOSELAS DE VALIENTE Y COLOCANDOSE AL LADO DE CARLINO) Hei dicho, que quietos too er mundo, que viene Vargas Torres. 344
CARLINO:
Y es verdá: debemos estar listos a luchar por la libertá.
CALAMBA:
¿Y por ónde dizque sartó er niño Lui?
CARLINO:
Acaba de llegar don Manuel Díaz, diciendo que el coronel ha desembarcado procedente de Tumbaco en Limones. (LO VAN RODEANDO POCO Y ENTUSIASMANDOSE ANTE LA NOTICIA) Porque no sabía que acá estabamos listos a secundario, y con una partida de valientes ha emprendido camino al sur para atacar Esmeraldas por Atacames, San Mateo y Tachina. (TODOS SE ENTUSIASMAN VIVANDO LA REVOLUCION)
ZABULON:
Viva la revolución.
TODOS:
Viva.
EMETERIO:
Viva el Liberalismo.
TODOS:
Viva.
DON ZOILO: Viva Arfaro. TODOS:
Viva.
TORCUATO:
Viva yo.
TODOS:
Ja, ja, ja, ja, ja, ja.
ESCENA CUARTA Cuando todos están demostrando su contento, aparece Mampocho. Al ver a Mampocho todos callan en un silencio impresionante. MAMPOCHO: (A MICENO) Ar fin te encuentro, malinche, con las chimpas indefensas. CALINO:
Alto Mampocho: que tienes un juramento que cumplir.
MAMPOCHO: (CON ASPECTO TRAGICO) Un momento, patrón. Cumpliré mi
juramento, y si ha llegao er niño Lui, moriré por él, pero antes tengo que cobrar una deuda. MICENO:
¡Cuando quieras, negro e mi....!
MAMPOCHO: Soy negro, sí, ya lo sé,
pero negro con honor,
345
que nunca está en la color la honra que reclamo a usté. El color no está en la piel, la sangre es roja en igual, piensen que el ángel del mal era hermano de Luzbel. Menos mal que en Ecuador terminará ya ese abismo, y será el liberalismo el que borrará la color, por eso vengo, señor a igualar esa distancia: con mi guambo en tu panza a ver si tienes valor.
(MAMPOCHO ATACA A MICENO PERO ES INTERCEPTADO POR ZENOBIA) ZENOBIA:
¡Aaaaaayyyy! No, no ñañito, no.
MAMPOCHO: (FUERA DE SI) Déjame decidir esto a mi manera. ZENOBIA:
No, no, ñañito, que aquí quien debe decidir esto, soy yo.
MICENO:
Que lo decida ella, patrón.
MOMPOCHO: Soy su hermano, don Carlino. TORCUATO:
Siempre la pollera es la que manda, ¿verdá Candelaria?
CANDELARIA: Aquí manda la pollera de Zenobia, y que se diga la verdá. ZENOBIA:
Entre Miceno y yo, no pasó nada de malo, y si no pasó nada de malo, sólo a Dios le toca juzgar ar que quiso hacer daño.
MICENO:
En verdá... no pasó naa... Zenobia dice la verdá.
TORCUATO:
Y si no pasó naa entonce, que jue cuando debió haber pasado, que no pase naa ahora.
CANDELARIA: (A TORCUATO) Cállate er jocico, patucho, que la cosa va en serio. ZENOBIA:
Nosotras, las mujeres der campo, no podemos darnos er lujo de escojer entre el honor y el deber, tenemos que acetar lo que se viene y como se viene. 346
MAMPOCHO: No, ñaña: que pa eso tamos los machos. CARLINO:
No Mampocho: por eso nos hemos comprometido a pelear por implantar la democracia que tanta falta hace en nuestro sufrido Ecuador. Queremos que se respete la voluntá del pobre igual que la del rico, que así lo dicho el caudillo y para eso viene Vargas Torres a esta tierra, pa que unidos los negros con los blancos hagamos con nuestra sangre, más hermoso el tricolor nacional. Y eres tú Zenobia, la que va a iniciar el ejemplo en esta tierra esmeraldeña, ante de que suene el clarín de la victoria, de que la mujer ecuatoriana sea dueña de su corazón y su destino.
ZENOBIA:
Entonce, patrón... (MICENO SE ADELANTA).
MICENO:
Escoje: entre mi amor o tu deber. (TODOS SE ASOMBRAN)
ZENOBIA:
¡Entre "mi amor", has dicho!
MICENO:
Sí, Zenobia: entre mi amor, que un momento sufrió la ofuscación del prejuicio fanfarrón, y la verdá que acaba de decir don Carlino.
MAMPOCHO: Y si en tú existía amor, ¿por qué dejaste que se creyera una mentira? CARLINO:
Porque, desgraciadamente, eso heredamos del dominio de los patrones de otro tiempo: el ponermos medallas con el dolor ajeno.
ZENOBIA:
Ya está dicho, patrón: y que Dios disponga.
MICENO:
Ahora comprendo que he estado en un error: perdóname Zenobia. Yo te amo. (CAE DE RODILLAS ABRAZANDOSE A ELLA)
ZENOBIA:
(ABRAZANDOSE A EL Y LEVANTANDOLO EN EXTASIS AMOROSO) ¡Mi amor!!!!!
MICENO:
(LLENO DE ILUSION Y FELICIDAD) Yo te haré mi esposa.
ZENOBIA:
(A MAMPOCHO) Ya no correrán mas lágrimas de nuestra mama, hermano.
TORCUATO: Y si la cosa se hace con la bendición der cura, hasta yo sacrifico mi libertá, y
junto a Candelaria recibo er "requiescate in pace". CANDELARIA: ¿Er requiétate qué? TORCUATO: Er "resquiescate in pace"., CANDELARIA: Déjate de marcriadezas, Torcuato, que tamo ante una cosa seria.
347
TORCUATO: Si no es ninguna marcriadeza. Mira, Candelarita de mis entretelas, eso
quiere decir, según me lo explicó er cura de Atacames, que tú y yo nos arrejuntamos pa siempre. CANDELARIA: Pa siempre, ¿Torcuato? TORCUATO:
Pa siempre, sabrosura. (SE ABRAZAN)
CARLINO:
Y ahora, unidos todos, impondremos la igualdá, la fraternidá y la justicia.
EMETERIO:
Así se habla, patrón: aquí todos semos iguales.
DON ZOILO: Y tenemos que luchar pa que lo sean en todo el Ecuador. CALAMBA:
Que viva la tierra verde y la libertá e tóos.
TODOS:
Viva.
MICENO:
Pelearemos por la igualdá.
MANPOCHO:
Dame la mano, Miceno, y que Dios nos bendiga a todos, que la color no ofiende y los negros sabremos estar junto a los que proclaman esa igualdá, que se nos quiere negar todavía. (SE DAN LA MANO)
BONIFACIA:
(ENTRANDO) ¡Patrón, patrón! iEr niño Lui con su gente acaba de desembarcar en Atacame!
CARLINO:
¡Ya llegó Vargas Torres!
MICENO:
¡Ar fin vino el hombre sin mancha!
MAMPOCHO:
¡La esperanza e lo nego!
EMETERIO:
¡Viva Vargas Torres!
TODOS:
¡Viva!
CARLINO:
Todos listos, que la pelea comienza, y la justicia nos espera.
MAMPOCHO:
Que Esmeraldas de er ejemplo de la igualdá pa tóos.
TODOS:
Salve, oh tierra, fecunda y gloriosa, salve, madre, de noble existir; sea siempre feliz, venturosa, oh, comarca, de luz tan radiosa, dueña augusta de gran porvenir.
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CARLINO:
Oh, Princesa, gentil y galana, nunca el hada dobló tu altivez, que en las lides de hoy o mañana, Esmeraldas triunfará otra vez.
MICENO:
Nuestra selva erguirase indignada del tirano a la audaz pretensión. Y en la heroica, gloriosa jornada, será ejemplo de gloria en la acción.
EMETERIO:
Desde el mar a las nieves del Ande, por doquier libertad esparciendo van tus hijos heroicos cayendo en la ruta de todo lo grande.
C A R L I N O, MICENO Y EMETERIO:
TODOS: ZABULON: TODOS:
Esmeraldas, altiva y bendita, joya augusta de nuestro Ecuador, cantan himnos de gloria infinita tus hermanos rindiéndose honor. Salve, oh tierra, etc. Viva Esmeraldas. Viva.
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ASI SEMOS LOS MONTUBIOS Sketch cómico y costumbrista de los montubios del Litoral o Costa del Ecuador, original de RODRIGO DE TRIANA, con arreglo, montaje y dirección general y artística de GUIDO GARAY; estrenada en función nocturna del Teatro Olmedo de Guayaquil el día 21 de Abril de 1970 con el siguiente reparto: Rosalinda ........................... Srta. Ambar Haz Tula ................................... Srta. Juanita García Melandro ........................... Sr. Guido Garay Sisebuto ............................. Sr. Celso Coronel Podalirio ............................ Sr. Carlos Cañizares Tiburcio ............................. Sr. Juan Santillán Director: Guido Garay
ESCENA PRIMERA Aparecen Rosalinda y Tula ROSALINDA: (SALIENDO A ESCENA) Qué alegría el verte, Tula. TULA:
Y yo, esperándote pa decirte lo der dicho que se dice en la Rinconada. (SE ABRAZAN)
ROSALINDA: Son decires de la gente, porque Podalirio dizque ha amenazao con venirme
a echar el lazo, pa arrebrujarme y montarme. TULA:
(ADMIRADA) ¡Qué dices!
ROSALINDA: (EXPLICANDO) Montarme, montarme a la grupa de su melao. TULA:
(ALIVIADA) Ah, menos mal; pero ese animar, no cuenta con que le sale la iguana y Melandro le anda pisando las corvas.
ROSALINDA: Aquí no hay más que contar a Sisebuto er peligro peligroso que corremos
las mujeres der sexo débil. TULA:
Déjate de Sisebuto, que es muy bruto.
ROSALINDA: Pero así, bruto y todo, es valiente... cuando no puede correr. TULA:
Pero, argo hay que hacer pa que no nos pique la cascabel.
364
ROSALINDA: Ese Podalirio es muy malo. TULA:
Dicen que tiene pacto con er paticas.
ROSALINDA: Eso no lo creo, porque se le reza tres "padres nuestros".....
ESCENA SEGUNDA Dichos y Sisebuto, que sale a escena misteriosamente. TULA:
Allí está Sisebuto.
ROSALINDA: No creas que no sabe parar en prima..... TULA:
Con la prima, no sé; pero frente a Podalirio....
ROSALINDA: Se evapora. SISEBUTO:
Cállense....; silencio...., que anoche le agarré.
TULA:
¡A quién agarraste, palangana?
ROSALINDA: Alguna borrachera fue lo que agarró anoche. SISEBUTO:
Así, en la penumbra.... Silencio..... lo agarré.
TULA:
Pero, ¿qué agarraste? ¿Un resfriao?
SISEBUTO:
Qué resfriao, ni qué "niño envuerto"... Venía envuerto en un poncho con er machete levantao, dando sartos.
TULA:
¡Dando sartos? ¿Pero quién era ese?
SISEBUTO:
Er mesmo diablo.
LAS DOS:
(PERSIGNANDOSE) ¡Ave María, barajo!
ROSALINDA: (REACCIONANDO) Esas son alucinaciones tuyas, que tiemblas de tu
propia sombra. SISEBUTO:
Er mesmo diablo cojuelo: Podalirio.
TULA:
¿Podalirio?
ROSALINDA: ¿Y qué hacia ese bandido por aquí? TULA:
Es un desarmao, que me quiere robar.
SISEBUTO:
Sí; quiere echarte al anca y picar espuelas, a lo macho. 365
ROSALINDA: ¿Sin la bendición der cura? TULA:
Ese no entra nunca en la iglesia.
ROSALINDA: Pues, se equivoca, er condenao, si piensa que te va a montar. TULA:
(ESPANTADA) ¡Qué!
ROSALINDA: (EXPLICANDO) A montar al anca así no más. SISEBUTO:
Me dijió que no era la cosa con Tula.
TULA:
¿Entonce?
ROSALINDA: ¿Con cuál? SISEBUTO:
Con las dos.
LAS DOS:
(ASUSTADAS) ¿Con las dos? (PERSIGNANDOSE) Jesús, María y José.
SISEBUTO:
Sí; dijo ese condenao, que lo que quería era demostrar que él era más macho y ternejo que Melandro, y que ar viejo Tiburcio lo iba a hacer picadillo pa los gallinazos.
TULA:
Entonces, no hay que tomar muy en serio la cosa: "perro que ladra no muerde" .
ESCENA TERCERA Dichos y Tiburcio. TIBURCIO:
(SALIENDO A ESCENA) No importa, muchachas: yo estoy viejo, y poca farta hago; pero todavía meneo er "cinco clavos", y que se cuide ese bandido.
SISEBUTO:
No, no, don Tiburcio, usted ya no menea nada, habrá meneado antes, en su juventud, pero no se preocupe que estando yo adelante, "requiéscate" pa quien se atreva con sus canas.
TIBURCIO:
Gracias, muchacho.
TULA:
Déjate de fanfarronadas, Sisebuto, que en cuanto veas a Podalirio.....
ROSALINDA: Te da er delirio. TULA:
Un conejo no te arcanza.
366
ROSALINDA: Que se espanta la liebre. SISEBUTO:
(ACCIONANDO COMO SI ESTUVIERA ZURRANDO A ALGUIEN) Qué va, yo a ese Podalirio lo cojo, lo parto, lo corto, lo mato, lo pelo, me lo como, lo, lo.... lo...
ESCENA CUARTA Dichos y Podalirio, después Melandro. SISEBUTO:
(TEMBLANDO AL VER A PODALIRIO) Co, co, co, cojánme, co, co, cójanme, po, po, por que que lo lo lo ma ma ma mato... me me muero....
PODALIRIO: (ARROGANTE) ¿Y tú eres er que iba a defender las hembras? TULA:
(PROTEGIENDO A SISEBUTO QUE TRATA DE OCULTARSE TRAS ELLA Y ROSALINDA) ¿Y qué es lo que buscas, mala yerba?
TIBURCIO:
(TRATANDO DE PROTEGER A LAS DOS) Aquí no pasa naiden.
PODALIRIO: Gallo fino soy, y en cuarquier terreno canto. TULA:
(A SISEBUTO) Atácale, Sisebuto.
SISEBUTO:
(TEMBLANDO Y TARTAMUDEANDO) U u u un mo mo momento Po Po Podaliro.... que que que no no estoy solo, e es de decir que que estas mu mu mujeres no están solas.
TULA:
Aquí hay un hombre.
ROSALINDA: Hay dos. PODALIRIO: Ninguno es macho pa mí. TIBURCIO:
Te equivocas, Podalirio; que donde hay un montubio hay un hombre y por viejo que sea, no te llevas a ninguna.
ROSALINDA: Que se vaya er viejo ar diablo. (ATACA A TIBURCIO CON MACHETE,
QUIEN PARA EL TAJO Y SE TRENZAN EN DUELO CRIOLLO) TULA:
(ATERRORIZADA) Auxilio.
ROSALINDA: (A SISEBUTO) Entrale tú también Sisebuto. SISEBUTO:
Aguántate un pedazo, que que en cuanto cai caiga uno entro yo.
367
MELANDRO: (SALIENDO A ESCENA, DESARMA A PODALIRIO DE UN
CERTERO TIRO DE REVOLVER) Un momento Podalir. PODALIRIO: ¿Y quién le ha dao vela a usté en este entierro? TIBURCIO:
(JADEANDO CANSADO) Toavía puedo defender una hembra.
SISEBUTO:
Si no se mete usté, me lo como.
MELANDRO: No, Podalirio; no es de valientes pelear con un viejo que todavía sabe
defender el honor de las mujeres. PODALIRIO: Entonces, con usted Melandro; pero con machete, que mi revólver lo dejé
en la silla der caballo. MELANDRO: No es de hombres tratar de obligar a las mujeres, a la fuerza. ROSALINDA: Y sin cariño. TULA:
Por el miedo.
ROSALINDA: Abusando que sólo hay un viejo delante. TIBURCIO:
(AMOSCADO) Que no soy viejo, muchacha.
SISEBUTO:
(CON SORNA) Claro que no, no es viejo, sino viejísimo.
ROSALINDA: Contigo a solas, es como si no hubiera naiden. PODALIRIO: Tengo por costumbre, que cuando necesito una hembra, me la llevo. MELANDRO: Mala costumbre, Podalirio; que los montubios de ley, sabemos hacernos
querer, y cuando la hembra nos quiere.... SISEBUTO:
Entonces, nos la llevamos.
TIBURCIO:
Eso es: primero, por las buenas.
SISEBUTO:
Eso era, pa usted.
ROSALINDA: Y después, a correr a la grupa por la sabana. TULA:
Pero siempre con er gusto de una.
PODALIRIO: Mi voluntá es ley. ROSALINDA: En el querer naiden manda. MELANDRO: Acuérdate der cantar, que dice: "Amorfino, no seas tonto, y aprende a
368
tener vergüenza; la gente quiso, querela; la que no, no le hagas juerza". TIBURCIO:
Así semos los montubios.
SISEBUTO:
Eso mismo, así semos los montubios.
ROSALINDA: Más hombre es er que sabe conquistar er corazón que er que asusta. MELANDRO: Ya lo has oído, Podalirio: tú eres macho y nó gallina; aprende a tener
vergüenza, y procura que te quieran. ROSALINDA: Antes que te tengan miedo. SISEBUTO:
Eso, pa los cobardes.
TIBURCIO:
Oye la voz de los viejos, que er tigre come la iguana, pero se muere de rabia.
PODALIRIO: Es que son tres contra uno. MELANDRO: Aquí naide está contra naiden, es que tú eres tan montubio como
nosotros, y donde hay uno, hay ciento. En la ciudá nos tienen por malos y ladrones de mujeres. Se puede ser cuatrero, pero las vacas no son las mujeres. Estas hay que respetarlas, porque todos hemos tenido madre. ROSALINDA: Y nuestras madres no fueron robadas a la fuerza. MELANDRO: Recapacita, Podalirio: que er tener mala fama, lleva ar hueco a los más
faites. PODALIRIO: Tienes razón; mala fama tenemos en las ciudades, y eso no debe ser. TULA:
Es mejor por la güena, y con la guitarra en la mano.
ROSALINDA: A través del "amorfino". TULA:
Y el "Arza que te han visto".
TIBURCIO:
La sabana es grande, y más grande er corazón der montubio.
SISEBUTO:
Hasta me babean los ojos.
MELANDRO: Así semos los montubios, Podalirio: dame esa mano. PODALIRIO: Ta bien Melandro, todos amigos que aquí no ha pasao nada. SISEBUTO:
Son cosas de machos.
TODOS:
(TOMADOS DE LAS MANOS HASTA LAS CANDILEJAS) Así semos los montubios.
369
“EL SOBRINO DE CATARAMA” Comedia folclórica en un acto y un cuadro original de RODRIGO DE TRIANA, con arreglo, montaje y dirección artística de GUIDO GARAY. La escena se desarrolla en una sala de una casa de Guayaquil, época actual.
ESCENA PRIMERA Aparece sentado José María, leyendo "EL UNIVERSO"; luego Roberto JOSE MARIA: Vaya, por fin parece mi tocayo Pepe María se amarró los pantalones y ha
dado la orden al Gobernador de la Provincia, para encerrar y luego mandar al oriente, a tanto chineador y marigüanero, que han convertido a nuestra querida "Perla del Pacífico" en una verdadera "Corte de los Milagros" . ROBERTO:
(SALIENDO A ESCENA) Hola, papi.
JOSE MARIA: Eh, eh, oye Roberto, eso de "papi" no me hace nadita de gracia, como a ti
tampoco te gustaría que te digan por Roberto, "Robi" o "Rubí"... ROBERTO:
Ah, papi, "cógela suave", que a mí me da lo mismo, ser Roberto, Robi o Rubí, con tal de que no me obliguen a seguir estudiando.
JOSE MARIA: (PONIENDOSE DE PIE) Eso es: quieres ser un holgazán, en vez de un
hombre de provecho. Cuánto me arrepiento el haber vendido mi hacienda a mi primo Tobías. Allí te hubiera puesto a trabajar en la agricultura, como trabajan los hijos de mi primo, y no serías un "aniñado", engreído, jugador y farrista. ROBERTO:
Sería un rústico jayán, y no podría "bacilar" todas las tardes en el "Bongo" a las carnes del Bulevar.
JOSE MARIA: La verdad que no entiendo esa jerigonza que hablas, con eso de "bacilar",
"carnes", ¿qué es lo que quieres decir? ROBERTO:
Así hablamos ahora, los chicos de la nueva ola y a gó gó.
JOSE MARIA: Todo podrá ser, pero yo no me acostumbraré jamás a ello. ROBERTO:
Hay que ponerse en la "onda" viejo, "cógela suave", que así anda el mundo ahora.
JOSE MARIA: En fin veo que eres incorregible con tus modismos, pero te diré que
siempre nuestra tradición ha sido agrícola y la revolución que hizo el Nueve de Octubre de nuestra libertad, se ha denominado la "Revolución del Cacao''. Olmedo y Rocafuerte fueron hacendados, como lo fueron
370
los Garaycoa, Lavayen y tantos otros próceres de nuestra independencia, y los frutos de nuestra pródiga tierra costeña han sido los más generosos aportes para sostener al Estado Ecuatoriano. ROBERTO:
Y tendrás que reconocer viejo, que de qué nos ha servido eso, si lo que producimos nosotros se lo reparten en las alturas, y las sobras, y esto si es si es que están de humor, es lo que nos mandan para acá abajo; y yo no quiero servir a los sabidos.
JOSE MARIA: Bueno, algo hay de verdad en lo que dices, aun cuando no en todo, pero de
todas maneras la vida del campo te hubiera hecho mucho bien. ROBERTO:
Pero no dejarás de reconocer que el que se educa en el campo se conforma con un jayán.
JOSE MARIA: Y el que como tú, vive en la ciudad sin oficio ni beneficio, es un parásito. ROBERTO:
Pero un parásito de "película". Que te pasa viejo, que tú estás en la obligación de mantenerme.
JOSE MARIA: Pero si ya eres un hombre, que antes más bien deberías ayudarme. ROBERTO:
Ah, papi, no tienes remedio, estás «chapado a la antigua», como dice mi mami
JOSE MARIA: Todo lo que tú y tu mami quieran; pero yo si no hubiera vendido mi
hacienda por insistencia inaguantable de tu madre, tú serías hoy un hombre de provecho. ROBERTO:
Sería un simple capirano de Catarama; o, algo peor, porque según dice mi mami esa hacienda no queda siquiera al lado de la población sino remontada para adentro.
JOSE MARIA: Mejor: monte adentro, donde se forjan los hombres trabajadores, como lo
fue mi padre, y como lo fui yo, hasta que nos vinimos a la ciudad donde nos hemos enfrascado en una serie de compromisos sociales y majaderías de esa laya. ROBERTO:
Pero, ¡papá! Preferirías verme ordeñando una vaca, laceando un toro o un potro, que brillando en el Tenis bailando a gó gó, si me vieras cuando lo hago con Pituca, toda la gallada nos rodea.
JOSE MARIA: Basta de pavadas, que estoy harto de tanta tontería, tú y tu madre van a
acabar conmigo. ROBERTO:
Tú estás loco viejo, déjate de antiguallas que ahora en esta casa menos tú, estamos a la moderna. 371
JOSE MARIA: (AL PUBLICO) Qué falta de consideración, ahora los padres y maridos,
somos el ludibrio de nuestras mujeres y de nuestros hijos.
SEGUNDA ESCENA Dichos y Floripondio, que sale con una carta en la mano. Luego María Sol, que sale por lateral. FLORIPONDIO: (SALIENDO A ESCENA) Ayyy, señor, acaban de traer esta importante
misiva para usted. (LE ENTREGA LA CARTA). JOSE MARIA: (ABRIENDO EL SOBRE Y LEYENDO) ¡Ah! ¡Qué grata sorpresa! ROBERTO:
(AL PUBLICO) Parece que es algo de "lana", y ya tendré para pagar las cuotas atrasadas que debo al conjunto psicodélico de las "Panteras Verdes".
JOSE MARIA: Está bien Floripondio. Avisa a María Sol, que venga enseguida. FLORIPONDIO: Está bien, señor. (SE RETIRA). ROBERTO:
Parece que han llegado "Las harinas", ¿verdad?
JOSE MARIA: ¿Las harinas? ROBERTO:
La "ésa", papá: "Las harinas", la "pelota", el "vento", la plata.
JOSE MARIA: Eso es lo que siempre buscas, pero te equivocas, es algo mejor que esas
"harinas" que tú necesitas para pagar tus incontables deudas de juego y holgorio. Se me anuncia que viene mi sobrino Terencio. ROBERTO:
¡Tu sobrino de Catarama!
JOSE MARIA: El mismo, ese que yo necesitaba para ponértelo como modelo de trabajo,
honradez y decencia. MARIA SOL:
(SALIENDO A ESCENA) Aquí estoy, papá.
ROBERTO:
Llegas a tiempo, hermanita, para enterarte que tendremos de huésped a un rústico pariente, que desgraciadamente lleva nuestra sangre y apellido.
JOSE MARIA: Es mejor que no blasfemes: se trata de mi sobrino, hijo de mi primo
hermano, a quien no veo desde hace quince años: que lo dejé niño cuando visité por última vez la hacienda, que supongo estará hecho todo un hombre. MARIA SOL:
¿Tu sobrino Terencio?
372
JOSE MARIA: El mismo. ROBERTO:
Imagínate, ñañita, qué nombrecito: "Terencio"; pero qué nombres más raros los que les ponen a los rústicos.
JOSE MARIA: Era el nombre del padre de la esposa de mi primo; del abuelo materno de
ese muchacho, todo un caballero a la antigua, hombre de campo, pero de trabajo honrado. MARIA SOL: Entonces, ese Terencio viene a ser un primo en segundo grado de nosotros. ROBERTO:
Menos mal, que es sólo en segundo grado.
JOSE MARIA: Pero, para mí, es como si fuera en primero, porque mi primo Tobías fue
conmigo siempre un casi hermano y más de una vez me salvó mi propiedad, abandonada por la novelería de tu madre de querer vivir sólo aquí en Guayaquil, y no ir siquiera a visitar lo que fue herencia de mis mayores. MARIA SOL: Y cuándo vendrá a visitarnos tu sobrino de Catarama. JOSE MARIA: (REVISANDO LA CARTA) La carta dice que llegará hoy mismo, pues es
fecha de ayer y dice que vendrá mañana en el mixto de Don Sisebuto. ROBERTO:
Yo lamento no recibir a ese pariente tuyo, papá, porque tengo que salir a verme con un "man", para un asunto urgente.
MARIA SOL: Pero, Roberto: no es correcto que venga un miembro de nuestra familia y
no lo recibamos todos como es nuestra obligación. JOSE MARIA: Para éste los tales "manes" que paran en el bulevar fastidiando con sus
algazaras son primero que el deber. El mixto ya debe haber llegado a la estación, y no tardará en venir. (ROBERTO HACE MUTIS POR EL FORO). MARIA SOL: Yo voy a arreglarme un poco, papá; pues por muy rústico y jayán que sea
ese sobrino tuyo, de todos modos es nuestro primo, y un primo no muy lejano. JOSE MARIA: Dice que viene tres días solamente, y no hubiera querido molestarnos con
el alojamiento, pero como tiene un pequeño dolor en la rabadilla, quiere que le recomendemos a un médico amigo. MARIA SOL: Y supongo que en Catarama no habrá buenos médicos.
373
JOSE MARIA: Es que, como he dicho, él no vive en Catarama, sino en una hacienda poco
lejos de la población, aun cuando dentro del cantón. MARIA SOL:
Con mayor razón para poner de nuestra parte todo empeño en que su estadía sea de lo más amable.
JOSE MARIA: Menos mal, hija mía, que tú eres de mi sangre y de mi corazón; muy
distinta a tu pretenciosa madre y al mequetrefe de tu hermano. MARIA SOL:
Mamá y Roberto son buenos; lo que pasa es que se dejan llevar de ciertas ideas algo raras. Con tu permiso papá, que regreso enseguida. (MUTIS) .
JOSE MARIA: Yo también voy a ponerme el saco, para recibir a mi querido sobrino.
Aunque pensándolo bien, mejor me pongo mi cotona, la prenda tradicional que me gusta, y mi mujer no me deja usarla nunca, aprovecharé esta oportunidad para llevarle la contra a la temática y chiflada de mi mujer. (MUTIS).
ESCENA TERCERA Queda la escena sola un momento. Luego Floripondio, que entra a sacudir el polvo a los muebles, después Terencio. FLORIPONDIO: ¡Ay carambas! Tengo que volver a limpiar los muebles, porque dizque
viene un sobrino del señor. Ay, esto se va a poner interesante. ¿ Será guapo? TERENCIO:
(APARECE POR EL FORO Y MIRA LO QUE HACE FLORIPONDIO) Barajo, que mi tío se maneja güen apero.
FLORIPONDIO: (AL ENTRAR TERENCIO GOLPEA CON SU ESCOPETA POR
ATRAS, CASUALMENTE, A FLORIPONDIO; QUIEN HECHA A CORRER DESPAVORIDO GRITANDO) Ay, Aaaayyy, Auxilio, socorro, que me atacan por la retaguardia. TERENCIO:
(AMOSCADO) ¡Qué le habrá picáo a este julano!
ESCENA CUARTA María Sol sale angustiada al escuchar el grito de Floripondio; luego José María. MARIA SOL:
(SALIENDO A ESCENA) ¡Qué grito ha sido ese! (SE DETIENE A VER A TERENCIO INTIMIDADA).
TERENCIO:
Que no sé qué le ha picao a ese parcero, que parece que ha visto ar descabezao.
374
JOSE MARIA: (SALIENDO A ESCENA ALARMADO) ¡Qué pasa aquí! (SEGUIDO
DE FLORIPONDIO). TERENCIO:
Repito que le ha picao al parcero este que salió pitando como arma que lleva er diablo.
FLORIPONDIO: Ay, perverso, y todavía tratas de disculparte, no le hagas caso Don Petito o
María, que este mal hombre me atacó por la retaguardia. TERENCIO:
¿Quéé dices?
FLORIPONDIO: (ATACANDO A PAÑUELAZOS A TERENCIO) Sí, sí, perverso, me
atacaste por la retaguardia. JOSE MARIA: (INTERPONIENDOSE ENTRE FLORIPONDIO Y TERENCIO)
¿Y quién es usted? TERENCIO:
Terencio.
MARIA SOL: Tu sobrino, papá. JOSE MARIA: ¡Terencio! Has asustado a Floripondio con esa facha que traes, sobrino. FLORIPONDIO: (AL PUBLICO) Ay, pero si ha sido un familiar de la casa, ya me decía un
pálpito del corazón, que esta familia era de "media escalera". (A TERENCIO HACIENDOLE MAL GESTO) Cholo, nunca te diré señor. (MUTIS DE FLORIPONDIO POR LATERAL). TERENCIO:
(A JOSE MARIA) Es que no tuve tiempo de cambiarme de cotona, ni quitarme las espuelas; además cuando tomé er mixto, venía de cacería.
MARIA SOL: ¿Y esos arreos? TERENCIO:
Es que yo me dije: En Guayaquil han de estar caras las gallinas y truje unas pa que se sirvan ustedes en cardo, y estos aguacates y naranjas en las alforjas, y lo que pude traer pa er tío y los primos, que supongo.
JOSE MARIA: (SE ACERCA A ABRAZARLO) Yo soy tu tío José María. MARIA SOL: (DANDOLE LA MANO A TERENCIO) Y yo tu prima María Sol. TERENCIO:
Que mi tío es muy simpático, y que usté, primita, parece un ángel bajao der cielo pa que me caigan lagañas en los ojos.
MARIA SOL: No deja de ser galante, el primo; pero no tienes por qué tratarme de usté
con tanta etiqueta.
375
JOSE MARIA: Claro: es tu prima. TERENCIO:
Pero como ustedes son de la ciudá grande, y yo soy un campirano hurmide, aunque sí muy ternejo.
ESCENA QUINTA Dichos y Agustina, se vienen de la calle, luego Roberto, que también regresa de la calle. AGUSTINA:
(SALIENDO A ESCENA IN VER A TERENCIO) ¡Ay Jesús! Qué molestia, tanta gente en el comercio. .
TERENCIO:
(QUE HA EMPUÑADO LA ESCOPETA PARA SALIR CON JOSE MARIA) ¡Eh! ¿Y esta doña quién es?
AGUSTINA:
(VIENDO A TERENCIO ASUSTADA) ¡Aaaaayyy! ¡Ay! ¡Dios mío! ¡Ay! (CAE DESMAYADA EN UN SILLON).
JOSE MARIA: (ACUDIENDO A ATENDERLA) Pero, ¿qué te pasa, mujer? MARIA SOL: DANDOLE AIRE CON "EL UNIVERSO" QUE DEJO JOSE MARlA)
Mamá por Dios. TERENCIO:
(AL PUBLICO) A ésta le dio chirincho.
JOSE MARIA: María Sol, tómala de los pies, para llevarla a su dormitorio. AGUSTINA:
(PONIENDOSE VIOLENTAMENTE DE PIE MIRANDO A TERENCIO) ¡Aaaaayyyy! (MUTIS A LA CARRERA POR LATERAL).
JOSE MARIA: (CORRIENDO TRAS ELLA) ¡Agustina! MARIA SOL: (SIGUIENDO TRAS AGUSTINA COMO JOSE MARlA) ¡Mamá! TERENCIO:
Pero, qué les pasa a esta gente! Salen, me ven y... ay, ay, ay, salen disparáos como si hubieran visto ar diablo. En fin se ve que no soy pa vivir en la ciudá; o es quey venido de mala facha, puede que se hayan asustao ar ver la escopeta y er machete, mejor será que los deje.
ROBERTO:
(SALIENDO A ESCENA POR EL FORO) Qué contrariedad, no pude verme con el "man" que me ofreció ayer prestarme unas harinas. (AL VER A TERENCIO SE ASUSTA Y GRITA) ¡Aaaaayyyy!
TERENCIO:
¡Eh! Pero quién eres vos.
ROBERTO:
(ESPANTADO, TEMBLANDO Y TARTAMUDEANDO) Un criminal en mi casa.
376
TERENCIO:
Qué creminar, ni qué siete cuernos.
ROBERTO:
(ARRODILLANDOSE) Por favor, señor chineador; puede llevarse todo lo que guste, si quiere hasta mi hermana, pero no me haga nada, perdóneme la vida.
TERENCIO:
No seas tan mari...nero y levántate, que yo no soy ningún cuatrero ni ladrón.
ROBERTO:
(TEMBLANDO Y TARTAMUDEANDO) Pero, pero yo soy inofensivo. (SE LEVANTA Y HACE MUTIS A LA CARRERA GRITANDO) ¡Mamá!
TERENCIO:
(AL PUBLICO) Me amolaron, confundiéndome con un asartante. Esto si que es estar fregao de la Verónica. Hasta éste que parecía machito, resultó un mari...quita. (DEJA EL MACHETE Y LA ESCOPETA DONDE DEJO LA ALFORJA) Si sale otro ahora, me encontrará desarmao, y ya nos les atacará er culillo. Ve que esta gente de la ciudad se asusta por tan poca cosa.
ESCENA SEXTA María Sol, que sale a escena por lateral; más tarde José María. MARIA SOL:
Lo siento, primo; pero... es que así, con esas armas que tenías, has impuesto temor al empleado Floripondio, a mi mamá Agustina y hasta a mi hermano Roberto.
TERENCIO:
Er que se espantó último, es mi primo Roberto Já, já, já.
MARIA SOL:
Pero ¿por qué te ríes?
TERENCIO:
Porque ese ñaño tuyo, primita linda....
MARIA SOL:
Gracias por el piropo, pero éste que tú dices que se espantó, es mi hermano Roberto, y, por lo tanto, tu primo.
TERENCIO:
Yo no sé de estas cosas de la ciudá, María Sol: pero me parece que un hombre macho y ternejo, se espante y le entre miedo ar ver a otro cristiano que esté con un machete y una escopeta.
MARIA SOL:
Son armas que en Guayaquil sólo se ven en las fotografías de los diarios cuando lo de las invasiones del litoral.
TERENCIO:
Yo lo que me estoy dando cuenta, es quey hei hecho muy mar en venir a Guayaquir, ya que los que vivimos en er campo, comemos chucula y vejde asado que tumbamos cacao y manejamos er garabato y er machete, resurtamos unos seres raros en medio de ustedes.
377
MARIA SOL: De ninguna manera. Es algo raro, sí; pero, tú tienes nuestra sangre, y eres
bienvenido a nuestra casa. TERENCIO:
No, muñeca: es mejor que yo vaya con la desilusión de que, en vez de encontrarme a unos primos que toa la vida quise conocer y tratar de cerca, me hey encontrao con gente que se asusta apenas me ve. (COMIENZA A RECOGER SUS COSAS).
MARIA SOL: Tú no puedes marcharte, sin siquiera hablar con mi papá, tu tío. JOSÉ MARIA: (SALIENDO A ESCENA) De ninguna manera, sobrino. Tú has venido a
mi casa, a casa de tu tío y de tus familiares: Y, además, tienes que hacerte examinar de un médico. MARIA SOL: Y yo tendré mucho gusto en acompañarte en tus diligencias. TERENCIO:
Eres un ángel del cielo, primita, y bendito sea er vientre de tu mamá que te concibió tan güena y generosa.
JOSE MARIA: Eh, eh, un momento: que yo tuve que ver mucho en su venida al mundo. TERENCIO:
¿Está seguro tío?
JOSE MARIA: ¡Quééééé! TERENCIO:
Digo, que lo felicito también, tío. Pero nosotros los de pó allá, hemos recibido una educación distinta: nos enseñaron desde chiquitos a rezar y montar caballo, a manejar er machete, a tumbar cacao, a ser cristianos y a trabajar pa er bien de nuestros hijos, y a pensar en la patria y el respeto a los mayores.
MARIA SOL: Cualidades admirables, por cierto. JOSE MARIA: En cambio, nosotros aquí en la ciudad, tenemos que constituirnos en
vigilantes perpetuos de nuestros hijos, disgustándonos a cada rato porque no siguen el camino recto trazado por nuestros mayores. MARIA SOL: No se podrá quejar de mi papá. JOSE MARIA: No lo digo por ti, María Sol, tú lo sabes. TERENCIO:
A que lo dice por er primo Roberto.
JOSE MARIA: ¿Y por qué lo supones? TERENCIO:
Porque er primito ese, me parece medio raro.
378
MARIA SOL:
No es tan raro, como tú crees; es que es muy joven todavía.
TERENCIO:
A ese edad, ya había yo domáo siquieria una docena de potros chúcaros; había enlazao ar ganado ar pial; había matáo tres tigrillos, y hasta me había pegao la primera juma.
JOSE MARIA: ¡Qué! TERENCIO:
Claro. Pero también mi taita me había dáo la primera paliza por disoluto y haber jalao aguardiente.
JOSE MARIA: Bien hecho. TERENCIO:
Sí tío: bien hecho, esa paliza me hizo mucho bien.
MARIA SOL:
¿Cómo?
TERENCIO:
Porque gracias a esa paliza que me dio mi taita, no gorví a beber aguardiente nunca más, y me dediqué a trabajar con toda mi juerza, y a obedecer a mi mamá cuando me mandaba a la escuela.
MARIA SOL:
¡Y qué! ¿Por allá también ha ido Don Bolívar San Lucas?
TERENCIO:
Ojalá que en todas las provincias del Ecuador tuviéramos un patriota como Don Bolívar San Lucas, pero desgraciadamente no es así y sólo ustedes aquí en el Guayas tienen esa suerte.
MARIA SOL:
¡Entonces!
TERENCIO:
Es una escuela de la hacienda que fundó mi mamá pa que aprendamos a leer todos los de la hacienda, y allá la maestra nos enseña er Catecismo, y nos aconsejaba que seamos buenos y no nos dediquemos a la farra y a la ociosidad, que es la madre de todos los vicios.
JOSE MARIA: La verdad, hija mía, la verdad: tu hermano no se hubiera contagiado con
este medio de jipismo, sicodelismo y a gó gó que lo rodea, y sería un hombre de provecho, no importa que mi sobrino sepa los defectos de la familia, ya que si no los sabe a tiempo, se enterará apenas esté unas horas más con nosotros. TERENCIO:
Perdone, tío; pero yo me voy enseguida: ar potro chúcaro no se lo puede arrinconar en er bramadero, y yo soy chúcaro y gerrero, y no sirvo para tanto melindre ni recovejo, porque er gallo fino en cuarquier terreno canta, pero enjabao no hecha ni una, porque la traba la socola.
MARIA SOL:
No te entiendo lo que quieres decir, pero en esta casa debes sentirte como en la tuya, primo.
379
JOSE MARIA: Naturalmente: para eso eres mi sobrino y mi huésped. TERENCIO:
Yo vine aquí pensando que sólo iba a encontrar brazos abiertos y manos anchas que me iban a estrechar, porque dende chiquitito oí hablar de ustedes a mi taita y a mi mamá; pero cuar es mi sorpresa, que al entrar hay un parcero que sale como arma que lleva er diablo, después viene un jovencito con candillera y chirincho, y por úrtimo......
MARIA SOL:
Mi mamá, primo, mi mamá.
TERENCIO:
Sí, tu mamá, que parece que hubiera visto ar paticas y le coge la temblazón con menéo de barriga.
JOSE MARIA: De todos modos, Terencio, tú no puedes irte sin hacer lo que tenías
resuelto realizar en Guayaquil. Ven conmigo a la habitación que hemos separado para ti, y ya trataremos de que también esas sorpresas que te han llamado tanto la atención. MARIA SOL:
Vamos, primo, y no te preocupes.
TERENCIO:
Vayan ustedes, no más, que yo los sigo.
MARIA SOL:
No tengas cuidado. (MUTIS DE JOSE MARIA Y MARIA SOL).
TERENCIO:
(AL PUBLICO) ¡Que regüenota que es mi prima! Y con esa minifarda a la úrtima moda "se me arborotan las células y no sé donde tengo las hormonas"; pero viéndolo bien, er refrán dice que "er primo, se arrima a la prima"; y a mí me han entrado unas ganas.... de entrarle como er cuchucho.
ESCENA SEPTIMA Dichos y Roberto, que sale a escena seguido de Agustina. Terencio se ha sentado cómodamente en un sofá. Roberto asoma la cabeza como si tratara de entrar a un sitio peligroso; luego Agustina en la misma actitud. ROBERTO:
¿ Se puede, primo?
AGUSTINA:
¿Se puede, sobrino?
TERENCIO:
¡Eeeeehh! ¿Quién es?
ROBERTO:
Hemos dicho, que si se puede
AGUSTINA:
Sí, que sí se puede
TERENCIO:
¿Pero, cómo no van a poder entrar en la sala, si es de ustedes? Ve qué cosas más raras las de esta gente.
380
ROBERTO:
Es que, como estabas armado con metralleta.
AGUSTINA:
Ay Jesús, qué miedo la metralleta.
TERENCIO:
Pero, barajo, que ustedes son esageráos, qué metralleta, ni qué niño envuerto, si lo único quey traído es mi escopeta y la cuchilla de viaje por si acá, como aquí en la ciudá hay tanto mañoso y arranchador.....
ROBERTO:
De todas maneras son armas peligrosas.
AGUSTINA:
Y que se pueden disparar en cualquier momento.
TERENCIO:
Cómo se va a disparar mi escopeta, si no está cargada.
AGUSTINA:
Es que el diablo las carga, sobrino.
TERENCIO:
Déjense de abusiones, tía, y pensé que hey venido con arguna plata, y hay que ser precavido, porque en la misma estación de los mixtos abundan los chineadores y hay que estar preparado pa todo en esta bendita ciudá.
ROBERTO:
Has dicho que traes "lana", primito. (ENTUSIASMADO).
TERENCIO:
¡Quéééééé!
ROBERTO:
"Lana", primito, "vento”, lo que alegra la vida.
TERENCIO:
Pues ahora te entiendo menos.
AGUSTINA:
Mi hijo quiere decir: dinero, sobrino, si has traído dinero, y me alegra mucho que vengas prevenido.
TERENCIO:
Pero qué manera de hablar más rara que tienen aquí en la ciudá, y después nos critican a nosotros que dizque estropeamos er Castellano.
ROBERTO:
Ya te pondrás en la "onda" Terencio, déjamelo a mí, que te presentaré a mi gallada de Boca-Nueve, pero eso sí las "harinas" son lo principal, supongo traerás algo.
TERENCIO:
Claro que sí: traigo er producto de la cosecha, por si acá.
ROBERTO:
Yo tendré mucho gusto de servirte de cicerone.
TERENCIO:
¡Se sis qué!
AGUSTINA:
Roberto quiere decir que él te servirá de guía, llevándote a los sitios más pintorescos, históricos y atractivos de Guayaquil, pero, naturalmente cambiándote de ropa, porque así...
381
TERENCIO:
Eso sí: traigo en la arforja un pantalón de bayeta y una cotona nueva bien tiesa.
ROBERTO:
No, con esa ropa no, primito, yo te prestaré mi pantalón verde eléctrico con rayas anaranjadas y buzo colorado con rayas azules, y te verás de película para ir con mi gallada al baile sicodélico de las panteras celestes.
FLORIPONDIO: (QUE HA SALIDO A ESCENA Y OYE LAS ULTIMAS FRASES DE
ROBERTO) Ay, no, ni niño Robert, lo mejor que pueden hacer con este mojino, es que le diseñen una cachina al último alarido de la moda masculina en la casa Sotomayor. ROBERTO:
Arranca, arranca de aquí metiche, que tú no tienes por qué intervenir en esto.
AGUSTINA:
(ENERGICA) Floripondio, a la cocina. (ECHAN A FLORIPONDIO).
TERENCIO:
Bueno, gorviendo a la conociencia de la ciudá, la verdá primo es que po allá pa adentro, me han dicho que aquí en Guayaquir, a más del bulevar y er centro que son muy bonitos, hay una calle de la quey siempre oigo hablar a los que vienen pa acá y creo que se llama....
AGUSTINA:
¿El malecón?
TERENCIO:
No, no, se llama...
ROBERTO:
Pichincha, Pedro Carbo....
TERENCIO:
No, no....
AGUSTINA:
Rocafuerte, Boyacá....
TERENCIO:
No, no si es con número, se llama....
ROBERTO:
Diez de Agosto, Cinco de Junio.....
AGUSTINA:
Seis de Marzo.....
TERENCIO:
No, no, espérense, que ya me acordé se llama....
AGUSTINA Y (ANHELANTES) ¿Cómo? ROBERTO:
TERENCIO:
La dieciocho.
FLORIPONDIO: (QUE HA VUELTO A SALIR A ESCENA OYENDO LAS ULTI-
382
MAS FRASES) Ay qué horror, con razón es que en estos tiempos modernos la juventud está perdida. TERENCIO:
La dieciocho tía, la dieciocho, ya me acuerdo bien, esa calle es bien mentada por mi tierra, y he oído hablar mucho de ella.
AGUSTINA:
(ESCANDALIZADA) ¡Ay Jesús! Qué horror sobrino, te han engañado, esa calle pertenece al suburbio y dos jóvenes decentes como Roberto y tú no deben andar por esos andurriales.
ROBERTO:
(A TERENCIO) Metiste la pata.
TERENCIO:
Perdón tía, yo no sabía....
AGUSTINA:
Te disculpo sobrino, tú no estás al cabo de saber las cosas de esta ciudad ya que es la primera vez que vienes.
FLORIPONDIO: ¿Ay sí? Pues yo sí que no te disculpo, mojino corrompido que tratas de
pervertir al niño Robert. (A TERENCIO). AGUSTINA:
Floripondio: a la cocina.
FLORIPONDIO: Pero si yo lo que trato es de salvar la virtud del niño Robert. AGUSTINA:
A la cocina, Floripondio.
ROBERTO:
Fuera metiche. (ECHAN ENTRE TODOS A FLORIPONDIO). Bueno, pero lo principal ahora, mi querido Terencio, es saber si me puedes proporcionar un pequeño préstamo.
TERENCIO:
No hay ningún inconveniente, con tar de que no pase de cinco mir sucres.
AGUSTINA:
No, por Dios, sobrino; mi hijo, sólo tiene una pequeña deuda de honor en el club, que no he podido solucionársela yo, porque el tacaño de José María me ha negado la miserable suma de mil sucres.
TERENCIO:
(TRATANDO DE SACAR DINERO DE UN PAÑUELO DEL BOLSILLO DE ATRAS). Si es tan poca cosa....
ESCENA OCTAVA María Sol, que sale intempestivamente a escena, más tarde José María. MARIA SOL: (SALIENDO VIOLENTAMENTE A ESCENA) Un momento Terencio,
te prohíbo que entregues dinero a mi hermano.
383
AGUSTINA:
Si es sólo por pocos días, hasta que yo pueda obtenerlo del tacaño de tu padre.
ROBERTO:
Y se trata de cancelar una deuda de honor.
MARIA SOL: ¡Deuda de honor! Así que para ti el honor está en el juego, en beber whisky
y mezclarte con mujerzuelas en las boites. TERENCIO:
Pero primita, si no es sino una poquita cosa, con lo que pagaría así la estadía en esta casa.
MARIA SOL: Repito, que de ninguna manera. ROBERTO:
No te metas, María Sol, en lo que no te incumbe, así que "date la chapeta".
MARIA SOL: ¡Qué dices! ROBERTO:
Que te "des la chapa", que te vayas.
MARIA SOL: Lo que es de aquí no me muevo. AGUSTINA:
No intervengas tú hija, piensa que te está hablando tu madre.
MARIA SOL: No permitiré que cuentéen a Terencio. TERENCIO:
Si naiden me está "cuenteando”. No te pongas así, primita, que hey traído cincuenta mir sucres, que es er producto de la venta de la cosecha de mi parcela.
MARIA SOL: Siento mucho, mamá, que usted, en su ceguera por patrocinar las tu-
nanterías de Roberto, no sólo se convierta en una "lanza" al sacarle a escondidas el dinero; a mi papá, sino que permita que mi hermano le haga un "levante" a mi primo, apenas ha llegado a esta casa y siendo nuestro huésped. AGUSTINA:
¡Levante!
ROBERTO:
¡Levante! no ñaña, pique, no más, un piquecito de confianza.
FLORIPONDIO: (QUE HA VUELTO A SALIR A ESCENA Y ESCUCHANDO LAS
ULTIMAS FRASES). Ay, un piquecito no más, lo que es a mí pueden picarme todo lo quieran, píquenme, píquenme. AGUSTINA:
Floripondio, a la cocina.
FLORIPONDIO: Ay, señora, pero un piquecito no más, no tiene de malo, píquenme,
píquenme.
384
ROBERTO:
Fuera mariposón. (TODOS ECHAN A FLORIPONDIO).
MARIA SOL: (ENFRENTANDO A ROBERTO) Pero qué sinvergüenza que eres. Eso
quiere decir, que nuestro padre hospeda a su sobrino, en su casa, y éste tiene que pagar el alojamiento en casa de su tío. TERENCIO:
Pero si no es mucho er machetazo que me da tu hermano.
MARIA SOL: Pero es una sinvergüencería, Terencio. No te das cuenta que ese dinero ni
te lo devolverá jamás el tramposo éste, ni servirá para otra cosa que para chupar con su "gallada". TERENCIO:
¿Y por chupar aguardiente no le ha dao una gorpiza mi tío?
ROBERTO:
¡Aguardiente! Qué va. Yo tomo whisky legítimo escocés "JHONNIE WALKER", etiqueta negra, que importa ese gran guayaquileño que es Don Juan Francisco Rojas, pa que lo sepas.
AGUSTINA:
Sí de Don Francisco, que recuerdo que era muy galante conmigo cuando soltera frecuentaba los bailes del Club de La Unión.
TERENCIO:
Sí, también por la arrinconada se conoce er nombre y la labor que en bien de la humanidad ha hecho ese gran guayaquileño que es Don Francisco Rojas, pero er día que yo llegué jumo a mi casa, mi taita me jáló una gorpiza, que hasta ahora me acuerdo, y no estuvo preguntando si la juma jué con puro o con whisky, y me cargó a bejuco no má. Y si pa eso es que quieres la plata, pues no te la doy. (AMARRA EL PAÑUELO Y LO GUARDA EN EL BOLSILLO).
JOSE MARIA: (SALIENDO A ESCENA) ¿Qué es lo que pasa aquí? AGUSTINA:
Nada, que nuestro sobrino querido sacó el pañuelo...(TRATANDO DE DISIMULAR).
ROBERTO:
Y María Sol se lo hizo guardar de nuevo.
MARIA SOL: Porque en ese pañuelo, Terencio trae el dinero que ganó con el sudor de su
frente durante todo el año, y es el producto de su trabajo honrado, de su sacrificio de hombre honesto dedicado a la tarea agrícola, que es la base de la riqueza nacional. TERENCIO:
(DEMOSTRANDO ALEGRIA) Viva "Pechereque" Ponce, primita, eso es tener pico dulce y decir las cosas sin agacharse en er barranco.
JOSE MARIA: Esto es una verdadera sorpresa y una vergüenza para mi casa. AGUSTINA:
Tanta bulla, por un simple préstamo a corto plazo, para que mi pobre hijo cumpla con sus compromisos sociales.
385
ROBERTO:
Eso es: compromisos sociales.
MARIA SOL: ¡Compromisos sociales! Ustedes llaman compromisos sociales a las
juergas y fantochadas de mi hermano con los vagos que él llama su "gallada". Yo entiendo que el compromiso social es, en primer término el trabajo, el cumplir con el deber de guardar la dignidad del apellido y la posición por medio de la formalidad y la buena reputación. JOSE MARIA: Exacto, mi hija tiene razón. AGUSTINA:
Pero también el acudir a los lugares de moda, donde concurre la juventud.
ROBERTO:
Y si en reuniones, se juegan las "harinas", saber pagar la deuda.
MARIA SOL: Pero pagarla con el producto del trabajo, y no "picando" al padre, a la
madre, o al primo que se hospeda inocentemente en su casa, creyendo en la sinceridad de la hospitalidad familiar. TERENCIO:
¡Qué inteligencia la de esta muchachona! Si parece disputada ar congreso más mijor que esos políticos descurseadores que llegan por Catarama a conseguir votos.
JOSE MARIA: Yo entré, sin saber qué era lo que se discutía; pero ahora ya estoy enterado
del chantaje. ROBERTO:
¡Papá!
AGUSTINA:
¡José María!
FLORIPONDIO: (QUE HA SALIDO A ESCENA ESCUCHANDO LAS ULTIMAS
FRASES) Ay, cómo se me puso, a mí, mis pálpitos no me fallan; este mojino sólo ha venido a crear problemas en este honorable hogar, fuchi, mojino perverso, fuchi. (TRATANDO DE ECHAR A TERENCIO A PAÑUELAZOS). AGUSTINA:
Floripondio, a la cocina.
FLORIPONDIO: Pero señora.... TODOS:
¡Fuera! (ECHAN A FLORIPONDIO).
MARIA SOL: Puede que el término que ha empleado papá sea un poco duro; pero, de
todos modos, se pretendía realizar un "abuso de confianza", valién-dose de la buena fe y la sinceridad de un familiar sencillo, pero que supuso afianzaría los lazos de parentesco con los primos de la ciudad, sin pensar que, si la ciudad tiene muchas cosas buenas, también encierra la asechanza y la perfidia; 1o que no hay en el campo.
386
TERENCIO:
Eso sí primita de mis entretelas: allá semos limpio a limpio, y a "carzón quitao".
AGUSTINA:
Atrevido.
TERENCIO:
Quiero decir, que allá semos sin rodeos y derechos, como cuando er lagarto arranca pa coger la presa. Montamos con montadura y a pelo, y cuando er chumbote cae de jocico, le torcemos la beta en er bramadero.
AGUSTINA:
Qué lenguaje tan vulgar.
JOSE MARIA: Podrá ser vulgar pero es sincero y lógico. MARIA SOL:
Y aún cuando a ustedes les choque, ese modo de decir las cosas, así con franqueza, me gusta.
TERENCIO:
Y tú me gustas más; primita de mi arma.
AGUSTINA:
¡Ay, Dios mío! Ahora sólo falta que este rústico de mi sobrino político y lejano...
ROBERTO:
No tan lejano, mamá, que lo tenemos aquí mismo y en nuestra propia casa.
AGUSTINA:
¡Qué barbaridad! Ahora sólo falta, que me ponga a enamorar a mi hija. Haz algo José María, haz algo.
JOSE MARIA: ¡No hago nada! ¡Nada! Entiendes; y además, no creo por el hecho de que
María Sol sea más comprensiva que ustedes Terencio pretenda tal cosa. TERENCIO:
(A MARIA SOL) Agárrate a la gurrupera, que voy a clavar las espuelas.
MARIA SOL:
¡Qué dices!
TERENCIO:
Que ya se ha dicho, y lo guervo a repetir: me gustas María Sol, y, si no es una malacrianza, que sepa todo er mundo que me gusta esta jembra.
AGUSTINA:
Qué horror, pero qué cosas dices, atrevido.
ROBERTO:
(AL PUBLICO) Pero este "man" esta "crazy", ni siquiera me presta la "lana" y quiere "levantarse" a mi hermana.
JOSE MARIA: Espero Terencio, que eso lo has dicho ante las frases duras de mi mujer. TERENCIO:
Que va en serio, tío, y si no les ha gustáo la maroma; me largo pa Catarama; pero lo que me acaba de salir der buche, lo dije porque lo mandaba er corazón.
387
MARIA SOL:
Terencio: esto es una verdadera sorpresa....yo no lo sospeché....
TERENCIO:
Comprendo que es un atrevimiento, y acaso una malacrianza, pero, dende que te vi tan linda y hablaste conmigo con tanta durzura y amabilidá, te me juiste metiendo pa dentro, que aunque me regrese a Catarama ahorita mesmo, te llevaré conmigo no en la alforja, sino en mi corazón.
MARIA SOL:
Terencio, yo...
AGUSTINA:
Ah, bandido, pues si se te metió pa dentro, yo con un sachorcho te la saco, y no pienses más en lo que no podrás alcanzar nunca.
ROBERTO:
Ni trepándonte en el Apolo XIV (AL PUBLICO) Pero, habrase visto la "pana" de este "sabido" de Catarama.
JOSE MARIA: Un momento que aquí en mi casa mando yo, y ustedes no pueden decidir
sobre el sentimiento de mi hija, que ya es mujercita que razona, piensa muy bien y sabe lo que hace. MARIA SOL:
(BESANDO TIERNAMENTE A JOSE MARIA) Qué bueno eres papá.
AGUSTINA:
Esto es el colmo, qué dirán mis amigas del Club Nacional, cuando se enteren. (A ROBERTO) Imagínate, Roberto: las Tutivén, las Roccatagliatta... .
JOSE MARIA: (A MARIA SOL) Es que yo me he dado cuenta que Terencio es un buen
partido para cualquier chica honesta, pues es honrado y muy trabajador, y además veo que te gusta picarona. TERENCIO:
Por favor, no se preocupen ustedes, que yo tomaré mis alforjas y me regresaré a Catarama, aunque con er corazón hecho picadillo. (EN TONO TRISTE SE ACERCA A RECOGER LA ALFORJA).
MARIA SOL:
Nó, Terencio: si soy yo quien debe decidir, te suplico que te quedes, no te vayas...
ROBERTO:
(AL PUBLICO) Pero esto es el colmo, no me rinde la "lana", y por lo visto se "levantó" a mi ñaña.
AGUSTINA:
Por favor, sobrino estimado, ya que mi hija se empeña. (A ROBERTO) Es preferible seguirle la corriente a tu hermana, no sea que vaya a cometer una locura, pues bien se ve que el catarameño le ha impresionado.
JOSE MARIA: Terencio: mi hija te ha pedido que te quedes, y yo también, y respecto a lo
otro...
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TERENCIO:
Lo otro, lo que dije de mis sentimientos, es cosa que se va conmigo a Catarama, y allá, cuando er gallo me dispierte en la madrugada, rezaré por el arma de mi vieja que se jue pa er cielo, dejándome guérfano con sólo mi viejo, que ya está a la que por un momento me hizo perder la razón. (MIRANDO A MARIA SOL).
MARIA SOL: (RUBORlZANDOSE) Ay, Terencio; pero, aún cuando no lo creas, yo
también te quiero y me he enamorado sinceramente de tu bondad y tu noble corazón. AGUSTINA:
María Sol, pero...
JOSE MARIA: (INTERRUMPIENDOLA) Lo siento, Agustina: pero nuestra hija acaba
de decidir su porvenir. ROBERTO:
¡Qué barbaridad! (AL PUBLICO) Este catarameño resultó "levantón" de peso.
TERENCIO:
(LLENO DE ALEGRIA) Por la fiebre de la iguana. Ahora sí que se me vino er cielo de bruces. (ACERCANDOSE A MARIA SOL).
MARIA SOL:
Sí, Terencio: las mujeres que vivimos en la ciudad, encandelilladas por luces artificiales, no ven que la felicidad verdadera está en las manos encallecidas del hombre de trabajo, que pone en su hogar su mayor preocupación, para bien de su esposa y de sus hijos; y yo he visto ese tesoro en ti, y no lo quiero perder.
AGUSTINA:
Reflexiona, muchacha, reflexiona.
TERENCIO:
Usté se calla, doña tía: que acaba de hablar la divina providencia por boca de este ángel.
JOSE MARIA: Tenemos que aceptar los hechos, como se vienen, cuando son correctos.
Ahí tienes mi mano, muchacho, y cuenta con mi apoyo. (LE EXTIENDE LA MANO QUE TERENCIO ESTRECHA CON EMOCIÓN). FLORIPONDIO: (QUE HA OIDO LAS ULTIMAS PALABRAS, SALIENDO A
ESCENA). Pero lo que es yo, sí que no lo acepto, que se avasalle así la posición social de la niña María Sol. (A MARIA SOL). Ay, niña, pero qué es lo que le ha visto a este mojino. AGUSTINA:
Floripondio: a la cocina.
FLORIPONDIO: ¿A la cocina? Ir yo a la cocina? Vaya usted señora, que lo que es yo si que
nunca estaré de acuerdo con la igualdad social, así que ante este atropello a la alta clase social yo renuncio, renuncio y renuncio. 389
JOSE MARIA: Conque renuncias, eh. FLORIPONDIO: Ante este cataclismo social, sí. JOSE MARIA: Pues entonces te vas de una vez. (TODOS ECHAN A FLORIPONDIO
ESTREPITOSAMENTE). ROBERTO:
Bueno, al menos me queda la esperanza de sacarle la moquiñaña, con el pretexto de mi hermana. (AL PUBLICO).
JOSE MARIA: Vamos a la mesa, donde podremos ampliar esta conversación. TERENCIO:
(A MARIA SOL) Ese tal Floripondio, jue er primero que se espantó al verme.
MARIA SOL:
No te preocupes de lo pasado Terencio, y pasemos al comedor. (LO TOMA DEL BRAZO AFECTUOSAMENTE).
AGUSTINA:
(IMPLORANDO AL CIELO). Hágase Señor tu voluntad.
ROBERTO:
(APARTE A TERENCIO). ¿Y las "harinas" primito?
TERENCIO:
Te las daré cuando seas mi cuñado.
JOSE MARIA: (AL PUBLICO) Que esta comedia os agrade,
Y que sirva también de lección; a todos los que no creen en los dictados del corazón. ROBERTO:
Y fue así como se levantó a mi hermana.
TODOS:
(AVANZANDO UNIDOS DE LAS MANOS HASTA LAS CANDILEJAS) El sobrino de Catarama.
NOTA: El sobrino de Catarama fué estrenada también con el nombre de El Primo de Baba.
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LA DULCE PIÑA DE MILAGRO Comedia folklórica costeña ecuatoriana en dos actos y dos cuadros, original de RODRIGO DE TRIANA, con arreglo, montaje y dirección general de GUIDO GARAY, estrenada el 2 de septiembre de 1970 en el Teatro Olmedo de Guayaquil, con el siguiente reparto: Gardenia Perpetua Maclovia Pregonera Oscar Torcuato Casimiro Mustafá Chun Chin Fa Jefe politico Nicomedes Simplicio Soledispa
Srta. Ambar Haz Srta. Colombia Delgado Srta. Juanita García Srta. Mireya Minchala Sr. Delgado Sr. Hipólito León Sr. Ernesto Chávez Sr. Carlos Cañizares Sr. Celso Coronel Sr. Guido Garay Sr. Juan Santillán Sr. Eduardo Castillo Sr. Eduardo Castillo
Director: Guido Garay
PRIMER ACTO ESCENA PRIMERA Antes de levantarse el telón, aparece la pregonera, con su charol, ostentando varias piñas, unas peladas y otras con su corteza. Gritará desde antes de aparecer en escena, y luego se detiene, y sigue gritando el pregón de su mercancía. PREGONERA: ¡Piiiiiiiiiiiñas! ¡Piiiiiiiiiñas! A las buenas y dulces piñas milagreñas.
Piña. Piiiiiiiiiiña milagreña vendo. (SE DETIENE EN EL CENTRO DEL ESCENARIO Y CON UN PAÑUELO SE SECA EL SUDOR DE LA FRENTE) Qué barbaridad, ya en Milagro la gente está cansada de comer piñas. Todas las llevan a vender en Guayaquil; y la piña milagreña es más sobrosa aquí en Milagro, que en ninguna otra parte. (CONTINUA SU CAMINO Y SIGUE GRITANDO HASTA QUE DESAPARECE POR EL OTRO EXTREMO) Piña. Piña. Piiiiiiña milagreña, la mejor piña del mundo. Piñeraaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
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ESCENA SEGUNDA Se levanta el telón, y aparece una calle de la ciudad del Milagro, el bobo Simplicio en escena. SIMPLICIO:
Ve, ve, veeeee (SEÑALANDO HACIA ARRIBA) ve, ve, esa palomita que vuela, y la bola que vola, vuela bola, vola vuela, vela bola, vela bola.
ESCENA TERCERA Perpetua, que entra con una canasta de piñas al brazo. SIMPLICIO:
(SEÑALANDO AL CIELO) Vela bola, vela bola, palomita, vela bola....
PERPETUA:
(MIRANDO TAMBIEN AL CIELO) Elé, pero que tan es lo que véis, pes, Simplicio.
SIMPLICIO:
Vela bola, palomita, vela bola.
PERPETUA:
(QUE SIGUE LOS MOVIENTOS DE SIMPLICIO) Pero, ¿que tan es? Vela bola, bola vela, mudo idiota.
SIMPLICIO:
(SEÑALANDO AL CIELO) Vela bola, bola vela. (MIENTRAS PERPETUA SIGUE SUS SEÑAS, LE ROBA UNA PIÑA DE LA CANASTA)
PERPETUA:
Pero, mudote. ¡Qué bola, ni qué vela! (SIMPLICIO ECHA A CORRER Y PERPETUA CAE EN CUENTA DEL HURTO)
SIMPLICIO:
(HACIENDO MUTIS) Piña, piña, piña, piña.
PERPETUA:
Chúa, chúa, ladrón descarado, ladrón infeliz. (LO PERSIGUE)
ESCENA CUARTA Salen Gardenia y doña Maclovia, conversando animadamente. MACLOVIA:
De ninguna manera, hija mía. Ese mozo Oscar es un simple trabajador, y no es posible que se permita mirarte fijamente. Está bien un simple saludo, pero que te mire en esa forma.....
GARDENIA:
Pero mamá: tú crees que yo voy a tomar en cuenta a un simple trabajador del ingenio Valdez.
MACLOVIA:
Eso digo yo: pero, de todos modos, yo noté que tú también te fijabas mucho en ese "don nadie"; y eso, es avasallar la distinción de nuestra estirpe.
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GARDENIA:
No seas tan orgullosa mamá, que Oscar es un conocido y nada más; pero tampoco debemos olvidar que nuestros antepasados fueron agricultores.
MACLOVIA:
Justo, justo, justísimo, eso: agricultores, señores dueños de haciendas, no peones de ingenio como el tal Osear, que vaya uno a saber de dónde proceda.
GARDENIA:
Pero goza de la confianza de don Edmundo Valdez, y dicen que es un magnífico trabajador: honrado y responsable, cualidades muy raras en estos días, en que todos se sienten líderes sindicales y no trabajan, sino que viven a expensas de los honrados trabajadores que ingenuamente los mantienen.
MACLOVIA:
Vaya, te convertiste en la apolagista de las cualidades del cholo, ese, que por muy buen trabajador que sea, al fin y al cabo no es más que eso un trabajador, por más que tú dices sea honrado y goce de la confianza del ingeniero Valdez, nuestro muy distinguido amigo.
GARDENIA:
Ay mamá, qué cosas tienes, yo digo no más lo que todo el mundo sabe que Oscar es un buen muchacho.
MACLOVIA:
Pero no es de buena familia y eso no te conviene.
GARDENIA:
Pero con el saludo nada se pierde, lo cortés no quita lo valiente.
MACLOVIA:
Debes tener cuidado, porque.....
GARDENIA:
¡Qué anticuada eres, mamá!!!!!
MACLOVIA:
¡Anticuada, yo....!!!!!
GARDENIA:
Vamos, mamá, que se nos hace tarde.... (VANSE DISCUTIENDO ACALORADAMENTE)
ESCENA QUINTA Regresa Perpetua, luego de perseguir a Simplicio, de inmediato Casimiro. PERPETUA:
(AL PUBLICO) El muy ladrón desgraciado, infeliz, con el cuento de la bola vela, se voló una de mis ricas y sabrosas piñas, que la tenía separada para don Edmundo Valdez, que la había encargado jugosa y dulce, suave resbala.
CASIMIRO:
(ENTRANDO) ¡Qué te sucede longuita!
PERPETUA:
Longa será tu abuela, mono atrevido; que yo seré una vendedora de piñas, pero niña soy, señorita.
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CASIMIRO:
Está bien, niña o señorita, como tú quieras, pero no están buenas las piñas que llevas.
PERPETUA:
¡Que no están buenas! Apruebe si quiere, para que vea que están ricas dulces como els almibars.
CASIMIRO:
La que está rica eres tú, que eres una piña madurita y provocativa.
PERPETUA:
(AGRADANDOLE EL PIROPO) Siempre usté con sus melocidades, como que le contagia els azucars del ingeño.
CASIMIRO:
No se dice "ingeño", que yo trabajo es en el "ingenio" Valdez, no es ningún "ingeño".
PERPETUA:
Ta tay, no se bursle, que nosotros hablamos mejors el casteliano que ustedes los monos que se comen las eses.
CASIMIRO:
A ti es que quisiera comerte, mijita linda.
PERPETUA:
Vaya pes, que se ha creído, que yo soy de comers no más, así como así.
CASIMIRO:
No te pongas difícil, mamacita.
PERPETUA:
Deje trabajars, que un señor empleado como usted, se va a hacers faltars el respeto, yo una chica seria soy.
CASIMIRO:
Es que tú siendo tan guapa como eres, no sabes vender las piñas. Tu forma de pregonar no es conveniente.
PERPETUA:
¿Y cómo es que tengo que gritars?
CASIMIRO:
Mira: lo primero que tienes que hacer, es sonreír con coquetería...
PERPETUA:
Pero eso es para las coquetas, que yo seria soy.
CASIMIRO:
Pero es que yo no me refiero a la coquetería vulgar de las coquetas. Para que lo sepas: toda mujer tiene una coquetería natural, sex appeal, como dicen los gringos, y si tú aplicas al negocio el encanto natural que tienes, tus piñas se venderán.
PERPETUA:
Entonces, ¿cómo tengo que hacers?
CASIMIRO:
Vente conmigo y tras la clínica del doctor Enrique Andrade te mostraré.
PERPETUA:
¡Qué!
CASIMIRO:
Eeeeehh, la forma de desarrollar tu sex appeal, para que aplicado a tu negocio, te rinda mejores utilidades. (LA VA A ABRAZAR) 406
PERPETUA:
(RESISTIENDOSE AL ABRAZO) Deje, deje (LO RECHAZA) Eh, eeeehhh, un momento, pero tras esa clínica, queda els río, els barranco dels río....
CASIMIRO:
Justamente: es mirando desfilar las burbujas de agua del río Milagro que las mujeres de esta tierra poseen el milagro de su atractivo y su gracia.
PERPETUA:
Entonces..... ¿Vamos als río?
CASIMIRO:
A donde tú quieras, mamacita.
PERPETUA:
Pero no me vendrá con melosidades, ni sobajéos... porque ustedes los empleados del "ingeño"....
CASIMIRO:
Pondré todo el ingenio que me sea posible, para que tu negocio no falle.
PERPETUA:
Todo sea pors els negocio, pes, ¿vamos......? (TOMA LA CANASTA)
CASIMIRO:
A la orilla del río, serranita linda, a la orilla no más. (MUTIS) ESCENA SEXTA
Entran en escena don Mustafá Kalil Kaliffa con Chun Chin Fá, luego Torcuato. MUSTAFA:
Ya de digo, Chun Chin Fá, que la bida esda gara.
CHUN CHIN:
La vila no ta cala, Mutafá: la picaldía ta balata; como decía Confusio, si la vila vale mucho, la vila se vila.
MUSTAFA:
Borque, yo de digo, chinito guerido, que la dienda esda gada día gon menus gende gon blada.
CHUN CHIN:
Yo soy comelciante viejo, señol tulco.
MUSTAFA:
Un momento, chino adrevido, que yo no soy durco, de la durquía, que soy árabe, que es disdindo de lo duro mahometano: yo soy grisdiano "jarama tajuya de la jerifunda".
CHUN CHIN:
Pelón, don Mustafá; pelo así dice la gente.
MUSTAFA:
La gente bruda, ignorande de la bestia: que yo me llamo Mustafá Kalil Kaliffa, gomerciande árabe del Milagro, venido esde baís gon basaborte, y no medido en biba, gomo bienen ustedes los chinos.
CHUN CHIN:
Yo no vine "empipáo", don Kali Kaliffa Mustafá.
MUSTAFA:
Mustafá Kalil Kaliffa.
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CHUN CHIN:
Eso mismo: Kaliffa Mutafá Kalil.
MUSTAFA:
No hombre, al revés.
CHUN CHIN:
Al levé, qué!
MUSTAFA:
Mustafá Kalil Kaliffa, "jaramucha trucha mucha".
CHUN CHIN:
Pué ahola entiendo meno.
MUSTAFA:
Mustafá Kalil Kaliffa.
CHUN CHIN:
Bueno, como quiela uté llamalse, pelo lo cielto e que yo viene con pasapalte visáo pol mi cónsul Félix Chan Kuon.
TORCUATO:
(ENTRANDO) No discutan, parceros, que de todos modos ar fin, ar cabo, ustedes se ponen de acuerdo pa acogotar ar pobre pueblo.
MUSTAFA:
¿Qué dices montubio adrevido?
CHUN CHIN:
Ta liciendo una veldá, amigo Kalil.
TORCUATO: Yo lo que digo es que ustedes, queridos patrones... MUSTAFA:
Sí, patrón árabe y chino. Lo que yo me permito preguntar a ustedes, como hijo del Milagro y de Chirijo que soy, es que si les gusta la piña milagreña.
MUSTAFA:
¿La biña?
TORCUATO:
No: la piña, no la "biña".
MUSTAFA:
Eso mismo: la "biña".
TORCUATO:
La piña, piña.
MUSTAFA:
Bero si eso mismo digo yo: la "biña".
CHUN CHIN:
La piña milagreña e muy sablosa.
TORCUATO:
Eso piña, me alegro que en la China se diga mejor el nombre de nuestra rica fruta.
MUSTAFA:
Bero, la bruta....
CHUN CHIN:
FIuta, don Kalil, fIuta.
MUSTAFA:
Bero si eso mismo digo: la bruta.
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TORCUATO:
Ni bruta, ni fluta, ni flauta: fruta, dignos exponentes de la tierra de Nasser y Chiang Kay Sek Piña y piña durce.
MUSTAFA:
Bero, es que nos saben, la últitna....
CHUN CHIN Y (RODEANDO ANHELENTES A MUSTAFA) ¿Cuál es, que...??? TORCUATO: MUSTAFA:
Que no hay ninguna sola biña en el Milagro....
TORCUATO:
¡Eso no puede ser...!!!!
CHUN CHIN:
¡Que balbalidá!!!
MUSTAFA:
Que algún judío vino de Guayaquil y la agabaró doba y se agabó.
CHUN CHIN:
Lo julilo se atlaviesan en todo lo negocio.
TORCUATO:
Pues corro a decirle a la Perpetua, esta novedá pa que se ponga las botas, vendiendo su existencia de la durce piña de Chirijo. (MUTIS)
MUSTAFA:
Bero es una logura gombrar bara bender barato.
CHUN CHIN:
Bueno, cuando la melcalelía ha cotáo poco si se puede hacel una lebajita.
MUSTAFA:
Claro, y entonces se buede dener una modesta ganancia del ciendo bor cien do.
CHUN CHIN:
Pelo cuando el cliente e honlalo, si se le puele fial.
MUSTAFA:
Así debe ser, endre gomerciantes honrados.
CHUN CHIN:
Eso mimo compale Mustafá. (VANSE DISCUTIENDO DE NEGOCIOS) ESCENA PRIMERA
Oscar y Casimiro, que viene discutiendo, luego Torcuato. OSCAR:
¿Qué te pasó; que te vi mojado que fuiste a tu casa a cambiarte de ropa?
CASIMIRO:
Es que sin querer me caí al río.
OSCAR:
Qué raro, y ¿Cómo así te caiste?
CASIMIRO:
La verdad, Oscar, es que esa longa Perpetua es bien jachuda.
OSCAR:
Pero ¿qué tiene que hacer tu caída en el río con la Perpetua?
CASIMIRO:
Es que verás: esa longuita se pone cada día más provocativa, y pensé que
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podría engañarla, así "que me la llevé al río creyendo que era fácil, pero me resultó avispada", y la muy resabiada me dio tal empujón cuando intenté besarla que fui a parar derechito al agua y ella salió corriendo dejándome en la triste situación de un don Juan remojado. OSCAR:
Ja, ja, ja, pues no hay duda que necesitabas refrescarte, y ella lo comprendió así, ja, ja, ja, ja.
CASIMIRO:
Pues a mí no me hace nadita de gracia.
OSCAR:
Claro, qué te va a hacer, si fuiste "por lana" y saliste mojado. Ja, ja, ja. Bueno, dejemos a un lado tus fracasados lances amorosos y comentemos sobre la situación económica de nuestro país: yo sostengo, Casimiro, que el ansia de ganar dinero, por otra caña para vender los ingenios, y, por otro arroz para las piladoras, y nuestros tradicionales frutales, se echan al olvido. Ya no hay piñas, la tradicional y sabrosa piña milagreña, la mejor de América.
CASIMIRO:
Del mundo entero, hombre, que cuando don Ovidio Morla estaba en París mandaba a Chobo en busca de piñas, y escribía que era el mejor regalo para los embajadores europeos: la mejor piña del mundo.
TORCUATO:
(ENTRANDO) ¡Efectivamente! La mejor piña der mundo, y no es verdá que se ha acabáo, sino que la han acaparáo.
CASIMIRO:
¡Qué dices!
OSCAR:
¡Que la piña milagreña esta acaparada! ¡y por quién!
TORCUATO:
Ese es un gran secreto como el de la Santísima Trinidá, que dice er señor cura.
OSCAR:
Luego: no es verdad que los agricultores no han sembrado piñas este año.
TORCUATO:
No es verdá. Todos han sembráo; lo que pasa es que una sabida compró todas las cosechas de las haciendas vecinas.
CASIMIRO:
¡Una sabida!
TORCUATO:
Una sabidisisísima, de esas que vienen con follón, trabajan y se menean todo er tiempo, guardan hasta la respiración, regresan al año siguiente con harta carga de papas, la venden, meten la plata en er borisicón y van y vienen como lanzadera de máquina de coser, y un buen día se güerven acaparadoras.
CASIMIRO:
Este es un hecho que debe denunciarse, porque afecta el prestigio de la tradición milagreña, de dar cada día mejor piña.
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OSCAR:
Sí, hay que hacerlo ante la Dirección de Subsistencias.
TORCUATO:
No, don Oscar, déjense de Subsistencias, porque onde interviene la oficina de Subsistencias, allí sí que se pone más cara y escasa la piña.
OSCAR:
Y ¿qué hay que hacer, entonces?
TORCUATO:
Que esa piña acaparada se venda aquí, a bajo precio.
OSCAR:
Y cómo se consigue eso, si está toda vendida a la acaparadora.
TORCUATO:
Ustedes son güenos amigos de don Nico.
OSCAR:
Don Nicomedes: el padre de Gardenia.
TORCUATO:
Er mesmo. Ustedes no saben que don Nico tiene una deuda con er Segurisísisimo Sociar, que es lo más seguro de agarre y no gomitar -así se muera er afiliado- que hay en er país.
CASIMIRO:
Algo había oído decir sobre la compra del solar y la edificación de la casa de don Nicomedes, que la había hecho con el Seguro.
TORCUATO:
Pues, como las cosechas de Chirijo no han sido güenas, don Nico, que tiene muchos gastos por las novelerías de doña Maclovia y la niña Gardenia, que no reparan en gastos pa darse "lija"...
CASIMIRO:
El eterno problema de los pobres maridos, con mujeres llenas de "lere lere".
OSCAR:
Es verdad, pobre don Nicomedes, tan buena persona que es. Aún cuando yo creo que la de las novelerías ha de ser doña Maclovia, porque Gardenia, me parece muy buena chica.
TORCUATO:
Lo mejor que puede hacer don Nico, es comprar a bajo precio esa existencia de piñas, y venderlas aquí a precio módico.
OSCAR:
Y esa sabidisísima caparadora, ¿se la venderá?
CASIMIRO:
Y ¿ dónde estaría la ganancia?
TORCUATO:
La ganancia estaría en la cantidad, como dice er chinito Chun Chin Fá. Si hay cien mil piñas acaparadas, con rial que gane en cada piña, son diez mir sucres.
OSCAR:
Eres un gran financista Torcuato, deberías estar en la Junta Monetaria.
TORCUATO:
Pa ser miembro de la Junta Monetaria no se necesita ser financista sino que argún parcero der Gobiegno lo nombre a uno y "suas que te pica
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er pavo", a dirigir las finanzas de nuestro sufrido Ecuador. OSCAR:
Es la pura verdad, aquí en nuestro país, a todos los puestos claves de la Admistración Pública se va por favoritismo, es mejor tener una buena palanca en el Gobierno, que ser versado en la materia que requiera el puesto que se va a ocupar.
TORCUATO:
Pero eso es que la economía de nuestro país va de tumbo en tumbo, de mal a peor.
CASIMIRO:
Claro que sí, pero volviendo a lo que nos interesa, con esos diez mil Sucres paga don Nicomedes su deuda al Seguro, y las piñas se venden baratas.
TORCUATO:
Eso mesmo es lo que yo digo: pero para eso ustedes, que son sus amigos, deben visitar a don Nico, y decirle que saben a ciencia cierta, que Perpetua quiere venderle a él toda la acaparazón.
CASIMIRO:
Con Perpetua, esa longa audaz, la que ha hecho ese negociado.
OSCAR:
Y la muy ladina, parece que estuviera a pedir caridad.
TORCUATO:
No me la menéen mucho, que esa longuita se tiene que entender conmigo, y les aseguro que gracias a ese entendimiento, Milagro perderá su fama de primera productora de la mejor piña der mundo.
OSCAR:
Ahora mismo nos encaminaremos a casa de don Nicomedes y lo induciremos.
TORCUATO:
Eso es, que yo espero aquí a ver cuár es er resurtáo de la gestión.
OSCAR:
Entonces, hasta luego, Torcuato. (A CASIMIRO) Vamos Casimiro.
CASIMIRO:
Vamos.
TORCUATO:
''Esa es tu forma Cajamarca".
ESCENA OCTAVA Torcuato en escena y Perpetua, que entra agitada por lateral. TORCUATO:
Bendito sea er cielo y todititititos los ángeles der Purgatorio.
PERPETUA:
¡Horrors! ¡Me muerro! ¡Qué herejía dices montubio mudo! ¡No sabías que en el purgatorio no hay ángeles!
TORCUATO:
¡Ya lo sé, Perpetuita de mis entrelas! Pero los ángeles bajan ar purgatorio pa ver a los que nos estamos quemando y padeciendo.
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PERPETUA:
¿Y vos estarás quemándote y padeciendo?
TORCUATO:
Mira sierruquita linda, acabas de entrar por esa calle, y ar verte tan linda, me pareces un ánger bajáo der cielo, que viene a ver a este pobre pecador, pa tratar de remediar sus angustias.
PERPETUA:
(HALAGADA) ¡Me muerro! Que meloso te has vuelto, Torcuato.
TORCUATO:
Tú sabes preciosura, que siempre que te veo se me arborotan las células.
PERPETUA:
¡Las células! Déjate de malacrianzas, Torcuato.
TORCUATO:
Las células qúe están cerca de mi corazón, preciosa.
PERPETUA:
¡Me muerro! Como ustedes los de allá de Chirijo, los que dan hablando cosas raras.
TORCUATO:
Oye sierruca linda, tú sabes bien que dende que te vide, te eché er ojo porque la verdá me gustas, y yo quisiera que no me mires con malos ojos, preciosura.
PERPETUA:
Peor es que vos eres contagiado dels ingeño, en eso la melaza, por lo meloso.
TORCUATO:
Y es por eso que le estás dando "pelota" a don Casimiro.
PERPETUA:
¡Horrors! ¡Me muerro! ¡"Pelota" yo! Ca no, ni "bola", que don Casimiro es un meloso que sólo quiere aprovecharse de que es un empleado del ingenio, para ver si yo caigo.
TORCUATO:
¿Y tú no caes?
PERPETUA:
¡Caers yo! Els fue que cayó als río. Yo busco un hombre que quiera casarse conmigo por la Ley y la bendición de taita cura, y no sólo servirs de juguete, porque esa es la desgracia de las que nos dicen "longas", por venirs a la costa, estamos desamparadas sin protección como si no fuéramos dignas de respeto, y de teners un hogar decente.
TORCUATO:
(ACERCANDOSELE INSINUANTE) No te aflijas, mi linda cara e "güagüa e pan", serranita lágrima barata; que aquí este matapalo juerte y ternejo pa que te arrimes a él, sin temor a las tempestades.
PERPETUA:
Pero usté quiere sólo vivirs aquí, en el Milagro.
TORCUATO:
Eso sí, soy Milagreño de nacimiento: mi cuna jue Chirijo, que está pegao ar Milagro, y si tú quieres arrimarte ar guayabo, que sea a orillas de este lindo río Milagro, que cuando refleja tu cara de "purito capulí", se visten de plata sus aguas y hasta la canoa se detiene pa que no se la lleve la revesa. Pero
413
sólo una cosa de malo tienen ustedes las borsiconas.... PERPETUA:
¡Bolsicona yo!
TORCUATO:
Aquí siempre se les ha llamáo borsiconas a las que traen muchos follones, trabajan en la molienda, venden lo que pueden por las calles o en kioskos, se meten la plata en un borso que llevan junto ar "rebozo", regresan a su tierra, traen papas compradas allá baratas, las revenden carisísimas aquí, y arzan con la plata pa su tierra, pa regresar de nuevo en la misma forma, y cuando ya tienen bastante plata, cambian er follón por traje y se quedan en su "llacta" como señoras comerciantes.
PERPETUA:
Pero, eso es un trabajo honrado, y tan picardía no es.
TORCUATO:
Sí, pero cuando están aquí, sólo comen máchica, mote, papas y no dejan en er pueblo nada güeno, sarvo raras excepciones, que se quedan por acá pa que allá los señores no les sigan llamando "longas".
PERPETUA:
Eso es verdad en parte Torcuato; pero es que una tiene que vivir en su tierra donde no hay tantos peligros como acá.
TORCUATO:
Güeno: pero eso es cuando la longa se queda solita, y no acompañada de un marido de ñeque y remezón.
PERPETUA:
Lo que yo quiero es construirs mi casita en Cuenca, para vivir tranquila con mi mamitica y mis ñañas, poners debajo de la casa mi tienda, y esperars els día en que Dios me recoja.
TORCUATO:
Pero, oye, serruca arborotadora: no es mejor que compres aquí un terreno, levantes tu casita en un lugar que vale más con eso que dicen la plus valía, que traigas acá a tu mamitica, y vivas hasta la hora de estirar la pata en compañía de las dos docenas de guaguas que yo te proporcione.
PERPETUA:
¡Dos docenas! ¡Horrors! ¡Me muerro! (PERSIGNANDOSE) Válgame Virgen Púrisima.
TORCUATO:
Es que argo hemios de hacer cuando no tengamos que hacer nada.
PERPETUA:
Pero me faltarían lo menos diez mil sucres para completars para el terreno y la casita.
TORCUATO:
¡Diez mir sucres! Pues yo te los daría de contado, y vamos al raje.
PERPETUA:
¡Que es pis la raja!
TORCUATO:
Al raje, longuita, al raje: es decir "jáfana jáfana".
414
PERPETUA:
¡Horrors, jafa, jafa, qué! Ahora entiendo menos, Torcuato.
TORCUATO:
Al raje, preciosura, es decir, ganancias a medias. Yo sé que tú has acaparado toda la existencia de piñas de los alrededores.
PERPETUA:
¿Y quién te vino con el cuento?
TORCUATO:
La viuda del Tamarindo.
PERPETUA:
Horrors, me muerro, qué miedo. (SANTIGUANDOSE)
TORCUATO:
No te asustes, longuita futura madre de mis dos docenas de pipones. Yo sé que has acaparado esas piñas, y que piensas ganarte un montón de plata.
PERPETUA:
Pero así es el negocio, pes.
TORCUATO:
Pero un negocio sucio, porque con eso estás desacreditando ar Milagro como cantón productor y vendedor de las mejores piñas der mundo; y mañana los milagreños pueden cojerte odio por acaparadora y hasta lincharte.
PERPETUA:
Ah, pero es que yo me iré a mi tierra.
TORCUATO:
Entonces perderías las dos docenas que te he ofrecido, gratis.
PERPETUA:
Es que vos te irás conmigo.
TORCUATO:
Te equivocas: tú te quedas aquí conmigo, y pondremos en la casa tela metálica pa los mosquitos, que es lo que te enroncha.
PERPETUA:
Pero, Torcuato.....
TORCUATO:
Lo dicho ta dicho: yo te doy los diez mir sucres, y así dejas la sapada der acaparamiento de "la durce piña der Milagro"; y no tendrás nada que reprocharte en tu conciencia, ni en la de las dos docenas de nuestros hijos, y cuando Milagro recupere su prestigio de vendedora de la mejor piña der mundo, y er pueblo pobre pueda comprarla barata, entonces yo avisaré a todos lo que has hecho; te lo agradecerán, serás bien querida en er Milagro, y, ya sabes: dos docenas.
PERPETUA:
Con unita me conformaría, Torcuato.
TORCUATO:
No está demás una docenita más, que para mantenerlos trabajaremos tú y yo; tú con esa picardía de serrana viva que tienes y yo con mi machete y mi garabato, cortando piña, pa prestigio de esta bella cuidá, que no puede dejar de vender este año su gran piña. 415
PERPETUA:
Y yo: ¿qué ganaré?
TORCUATO:
A más de las dos docenas prometidas, vas a ganar un rial en cada piña y yo me gano otro rial, pues en vez de venderlas a cinco riales, se venden a seis, y como tú ar'or mayor las has compr'ao a cuatro riales....
PERPETUA:
Tú sabrás mucho de garabato y macheteo; pero estás mal de cuentas, pues perfectamente las podríamos vender a ocho riales y así ganamos nosotros dos riales por ñuca.
TORCUATO:
Ahí sí que me la ganaste, pachuca. Cerramos er negocio, y como ya sé que las piñas te han llegadao a una gran bodega, y mañana te viene otra partida más, desde hoy mesmo se comienzan a vender a ocho riales.
PERPETUA:
¿ Y las dos docenas?
TORCUATO:
Pues me voy ahorita mesmo a hablar con er Jefe Político y er señor cura, y si se puede....
PERPETUA:
Si vos no podés, te doy ayudando.
TORCUATO:
Esa es la forma, pachuquita linda, y así completaremos las dos docenas.
PERPETUA:
¡Las dos docenas de golpe!
TORCUATO:
No mijita, poquito a poco, que en la demora está er gusto.
PERPETUA:
¿Y los míos quedarán en Cuenca?
TORCUATO:
A tu mamicitica, la traes pa la Cuaresma, y a tu ñañita, después.
PERPETUA:
Entonces, voy en busca de la iave de la bodega, para dártela a ti, mi futuro esposo.
TORCUATO:
(ABRAZANDOLA) Así: limpio a limpio, y nada detrás de la Clínica der dotor Enrique Andrade.
PERPETUA:
Que pasó pes, si els Casimiro no logró nada.
TORCUATO:
Nada, o casi nada.
PERPETUA:
Naditica, porque en cuanto quiso ponerse meloso le empujé para els río, para que se refrescara.
TORCUATO:
Entonce, no pasó nada, ni casi nada siquiera.
PERPETUA:
Naditica chunguito de mi vida.
416
TORCUATO: Así me gusta, enterita y completita sólo pa mí. PERPETUA:
Ahora esperame no más, que enseguidititita vuelvo con la iave.
TORCUATO: Aquí te espero longuita de mis entrelas. (MUTIS DE PERPETUA)
ESCENA NOVENA
Torcuato en escena, y Oscar que entra seguido de Casimiro. OSCAR:
¿Y qué resultado nos das, Torcuato?
CASIMIRO:
¿Conseguiste algo?
TORCUATO:
(ARROGANTE) Claro que conseguí, conseguí todo. Yo no ando con "casi", pues allí onde otros no consiguen nada, yo consigo todo. Ahora mesmo me trae la llave de la bodega.
OSCAR:
¿Te costó mucho trabajo convencerla?
TORCUATO:
No, er trabajo vendrá después, porque tengo que completar dos docenas.
CASIMIRO:
¡Dos docenas de qué!
TORCUATO:
Dos docenas de pipones, don Casimiro, pero no se preocupe, que esas dos docenas las voy a hacer yo, que yo si miro muy bien y no ando con casi y donde pongo er ojo....
OSCAR:
(ENTUSIASMADO) Has resultado el salvador del prestigio piñero de Milagro.
TORCUATO:
Pero, trabajito que me van a costar las dos docenas, pero tengan la seguridá, que el Milagro hará er milagro de "la durce piña der Milagro". ESCENA DECIMA
Dichos y Soledispa que entra por lateral izquierda. SOLEDISPA:
(ENTRANDO) ¡Ayy! He tenido que hacer un viaje especial para poder saborear, en su propio lugar de origen, el dulce y apetecido frutal que produce la campiña milagreña.
TORCUATO: CASIMIRO: Y OSCAR
(ADMIRADOS) ¡Eehhhh!!!
TORCUATO:
(AL PUBLICO) Y este pájaro, ¿de ónde salió? 417
SOLEDISPA:
¡Ay! Qué cosas dices montubio rústico, ¿me confundes con alguna ave por mi vistoso plumaje? Para que lo sepas, esta "cachina" es el último alarido de la moda masculina, creada por Sotomayor.
LOS TRES:
¡Quéeeeeee!!!! (ADMIRADOS)
SOLEDISPA:
No, chicos locos, yo soy Justo Justino Floripondio del Rosal y Soledispa, para servirlos, que vengo a esta ciudad a regalarme con el apetitoso y delicado frutal, que se esconde dentro de una corteza áspera, y que vulgarmente le dicen piña, cuando debería tener un nombre más fino y afín con su sabrosa pulpa que hace las delicias de los paladares delicados como el mío.
TORCUATO:
¡Barajo, con er tipo este!
CASIMIRO:
Por lo visto, le roncan los timbales.
OSCAR:
Estos gallos que a veces vienen por aquí traen mala suerte.
TORCUATO:
¡Gallo! Si más bien parece gallina, por los modales.
SOLEDISPA:
¡Ay, gallina! (AL PUBLICO) Qué montubio más ridículo: tan patucho y con ese machetote, no hacen juego, no hacen juego.
TORCUATO:
Oiga, usté, conmigo no se meta, que soy bien macho.
SOLEDISPA:
¡Ay, macho! (AL PUBLICO) Así es como deben ser los hombres.
CASIMIRO:
Siga su camino y no moleste la paciencia.
SOLEDISPA:
¡Ay, esa es la manera de tratar a los turistas, que vienen por acá! ¿ Qué dirá don Rodrigo de Triana cuando se entere, él que tanto se preocupa por el desarrollo turístico de las ciudades de la Costa. Fíjense que yo he venido expresamente a regocijarme con el verde verdor de la campiña milagreña.
OSCAR:
Pues tome el colectivo de vuelta.....
SOLEDISPA:
¡Colectivo! Ay, no; yo no viajo en esos medios de locomoción moderna, más romántico es el ferrocarril, uno se sienta tranquilo en su vagón y la máquina pita: Pú púúúúúú y chucu chucu chucu chucu. (MUTIS)
TORCUATO:
(TRATANDO DE SACAR SU MACHETE Y SEGUIR A SOLEDISPA) Yo me desgracéo con este mariposón.
OSCAR:
(CONTENIENDO A TORCUATO AYUDADO POR CASIMIRO) Cálmate Torcuato.
418
CASIMIRO:
Déjalo tranquilo, que ya se fue. (A TORCUATO) ESCENA UNDECIMA
Dichos y Pregonera, que entra con su canasta de piñas. PREGONERA:
Piña, piña milagreña a sólo ocho reales, la rica piña, a ochenta la rica piña milagreña.
OSCAR:
¡Bravo! Se abarató el precio de la piña. (AL PUBLICO)
CASIMIRO:
(A TORCUATO) Te felicito Torcuato. Hay que ir a donde don Nicomedes a darle la buena noticia.
OSCAR:
(ENTUSIASMADO CON CASIMIRO, DIRIGIENDOSE A TORCUATO) Eres un genio.
TORCUATO:
(CON PICARDIA A CASIMIRO) Eso no es nada, que el que la sigue la consigue, y el que no....
CASIMIRO:
(AMOSCADO) ¿Qué pasa?
TORCUATO:
La ve conseguir. No se pique patrón branco, que la patucha está muerta conmigo. MUSICA
CHUN CHIN:
Es la piña milagleña, de liquísimo sabol.
TODOS:
¡Piña!
MUSTAFA:
Es muy dulce cual azúcar, de Valdez la mejor.
TODOS:
¡Piña!
CASIMIRO:
Es la piña y el azúcar, con el suculento arroz.
TODOS:
¡Piña!
TORCUATO:
Son la base en el Milagro y la riqueza de Ecuador.
TODOS:
¡Piña!
TORCUATO:
(ENTRANDO CON UNA PIÑA EN LAS MANOS MOSTRANDOSELA AL PUBLICO) Ay, qué piña tan sabrosa, se produce en Ecuador.
TODOS:
(ADMIRADOS) ¡Quéeee!!!!
419
SOLEDISPA:
(EXPLICANDOLES) Que la piña y el azúcar....
TODOS:
(INTERRUMPIENDO A SOLEDISPA Y ECHANDOLE) Fuera contigo. (LO ECHAN Y AVANZANDO A LA BOCA DEL ESCENARIO LUEGO DE ECHAR A SOLEDISPA) Son la piña y el azúcar la riqueza de Ecuador. Fin del Primer Acto SEGUNDO ACTO
DECORADO:
Interior de una casa acomodada de la ciudad de Milagro. En la casa de don Nicomedes. Su arreglo apropiado de acuerdo con las indicaciones del director. Aparecen en escena Maclovia y Gardenia, luego Oscar. ESCENA PRIMERA
MACLOVIA:
Esto no puede ser. Tiene que tratarse de una equivocación lamentable.
GARDENIA:
Claro, papá no tiene negocio de piñas.
OSCAR:
(ENTRANDO) Doña Maclovia, doña Maclovia.
MACLOVIA:
(LEVANTANDOSE SOBRESALTADA) Eh, qué pasa, qué sucede...
GARDENIA:
(LEVANTANDOSE TAMBIEN UN POCO CORTADA) Que hay...
OSCAR:
Eh, disculpe, doña Maclovia: pero no pude, como buen milagreño que soy, el contenerme de congratular a don Nicomedes y su honorable familia, por haber salvado el prestigio y la tradición del Milagro.
MACLOVIA:
¿De qué prestigio y tradición, habla usted, joven veleidoso?
GARDENIA:
Mi padre ha sido siempre un hombre honesto y que se ha preocupado por el prestigio de su ciudad natal.
MACLOVIA:
Por eso me sorprende lo del negocio de piñas, que según sé es de la longa Perpetua.
OSCAR:
Si ya lo sabe todo el pueblo que don Nicomedes y Perpetua....
GARDENIA:
¡Quéee!!! ¡Mi papá con la serrana Perpetua!
MACLOVIA:
¡Ay, Dios mío! ¡Cómo es posible! ¡Mi marido con esa longa, y a su edad! Ay, a mí me va a dar algo.
OSCAR:
Pero cálmese por favor, cálmese: ¿qué es lo que les extraña? Si don
420
Nicomedes es un gran hombre, pues para hacer ese asunto con Perpetua, debió pensar en el buen nombre de Milagro. MACLOVIA:
¡Ay! ¡Pero qué barbaridad dice este hombre! De dónde saca que para hacer esa... porquería, haya tenido que pensar en el buen nombre del Milagro.
GARDENIA:
Me llena de vergüenza y oprobio sólo pensar que mi papá haya podido....
OSCAR:
Pero yo no veo nada de malo es ese asunto entre Nicomedes y Perpetua, un negocio así, no se puede despreciar.
GARDENIA:
¡Negocio! ¿A qué negocio se refiere usted?
MACLOVIA:
A un negocio sucio y ruin, al que se ha dedicado el sucio viejo de mi marido; y me voy en busca de él para romperle un palo en la cabeza. (MUTIS)
GARDENIA:
Pero cómo pudo papá hacer una cosa así. (LLORANDO DESESPERADA)
OSCAR:
Pero si no ha pasado nada malo, eso es un negocio como cualquiera... Ahhh!!! Ya caigo... lo que pasa es que ustedes han entendido mal, pues al decirles que don Nicomedes se ha entendido con Perpetua en el negocio de las piñas, han imaginado que se trataba de un entendimiento amoroso.
GARDENIA:
(SECANDOSE LAS LAGRIMAS) Entonces, sólo se trata, en realidad, de una transacción comercial...
OSCAR:
Exacto.
GARDENIA:
Ay, por fin respiro, eso es otra cosa....
OSCAR:
No se vaya, que he aprovechado de esta oportunidad para poder verla y hablarle.
GARDENIA:
¡Con que esa ha sido su intención! Y mire lo que ha hecho....
OSCAR:
Perdóneme Gardenia, y disculpe mi atrevimiento, es que... yo me di cuenta que... cuando la miraba en la iglesia, usted también miraba para donde yo estaba.
GARDENIA:
Pero yo miraba... al cuadro de la Dolorosa, al pie del cual usted estaba parado.
OSCAR:
Vamos, confiese usted que, más que a la Dolorosa, miraba al que tenía cara de dolor y angustia.
421
GARDENIA:
(RUBORIZANDOSE) Bueno, este yo...
OSCAR:
(TOMANDOLA DE LA MANO) Usted sabe que la quiero.
GARDENIA:
(SOLTANDOSE DE LA MANO DE OSCAR) Ay, Oscar....
OSCAR:
Te adoro, Gardenia mía..... sé que tal vez no pueda merecerte por ser un simple trabajador del ingenio, pero...
GARDENIA:
Eso no, Oscar, no digas eso, que para mí el hombre soñado, es el hombre de trabajo, que con sus encallecidas manos lleva a su hogar el pan honradamente ganado con el sudor de su frente.
OSCAR:
(ARROBADO) Entonces.....
GARDENIA:
(ANHELANTE) Si....
OSCAR:
(TOMANDOLA DE LAS MANOS) Te amo Gardenia mía. (LA ATRAE HACIA SI)
GARDENIA:
(ABANDONANDOSE EN BRAZOS DE OSCAR) Yo también, mi vida. (SE ABRAZAN Y BESAN CON FRENESI) ESCENA SEGUNDA
Dichos y Casimiro, luego el Jefe Político; después Torcuato, Chun Chin Fá y Mustafá. CASIMIRO:
(ENTRANDO) Buenas... ¡Eeehhh! (SORPRENDIDO AL VER A GARDENIA EN BRAZOS DE OSCAR)
GARDENIA:
(SEPARANDOSE RAPIDAMENTE DE OSCAR) ¡Eeeeehhh!! ¡Quéeee!!! !
OSCAR:
(SORPRENDIDO TAMBIEN) ¡Eeeeehhh!!! (REACCIONANDO INMEDIATAMENTE) Casimiro, amigo mío, soy el hombre més feliz del mundo.
CASIMIRO:
Se ve y se nota mi hermano.
GARDENIA:
(CORRIDA) Oscar me ha dicho que me quiere y yo...
OSCAR:
Me ha aceptado, y ahora lo que tengo que hacer es hablar con don Nicomedes, para pedida en matrimonio.
CASIMIRO:
Felicidades tortolitos. (APARTE AL PUBLICO) Hay gente que tiene suerte, en cambio a mí, ni la longa Perpetua me da bola.
OSCAR:
Tú serás testigo de mi felicidad eterna.
422
JEFE:
(ENTRANDO) Buenas tarsdes, señores.
TODOS:
(SORPRENDIDOS) Buenas tardes, señor Jefe Político.
JEFE:
Hey sido notificado pors doña Maclovia, de que aquí se comete un público adultericidio con el pretexto de un negocio de piñas, entre mi paisana Perspetua y el esposo de la ofendida: don Nicomedes.
GARDENIA:
¡Qué dice! ¡Que horror! Ay, Oscar.
OSCAR:
Eso no puede ser.
CASIMIRO:
Don Nicomedes es un caballero.
JEFE:
Claro que es un cabaliero, quién dice pis que no es un cabaliero: don Nicomedes es un cabalierazo, quién dice que no, pero por los visto es un cabaliero muy aforstunado con las damas.
OSCAR:
Eso no puede ser, don Nicomedes es un hombre formal.
GARDENIA:
Claro, papá es incapaz....
JEFE:
Incapaz, niña Garsdenia, incapaz dijó, elé pues por lo visto es muy capaz, de eso y mucho más, ya que doña Maclovia me ha mandado a decirs, que tengo que examinars la piña de Perspetua donde está la prueba del delito.
TORCUATO: (ENTRANDO) Un momento, señor Jefe Político, que lo que es la piña de
Perpetua la examino sólo yo y naiden más, por más Jefe Político que usted sea. JEFE:
Entonces vas preso.
TODOS:
¿Pero, por qué?
JEFE:
Por oposición a mi autoridad.
TODOS:
Pero si no se ha opuesto a nada.
JEFE:
¿No se ha opuesto?
TODOS:
No señor Jefe Político.
JEFE:
Bueno, pero de todas maneras, ¡va preso!
TODOS:
Bueno, si no se ha opuesto a mi autoridad, vas preso por cómplice en este adultericidio.
TORCUATO: Pero por qué, señor Jefecito, si yo no hei adulteráo nada.
423
JEFE:
Has cometido el delito de complicidad en el adultericidio practicado por Perspetua y don Nicomedes, confesando tu culpa infraganti "velis nolis", según dice la ley.
TORCUATO: ¡"Velis nolis"! JEFE:
"Velis nolis", o algo parecido, según dice en latín el Derecho Romano.
CHUN CHIN:
(APARECIENDO POR EL FORO SEGUIDO DE MUSTAFA) ¡Veli noli! ¡Veli noli!
MUSTAFA:
No, chinito guerido: "veli noli", no, que el ladín es barecido al árabe, se dice: "Jatúcha frojorobábala jal, jal, jal"!
TORCUATO: La tuya. MUSTAFA Y TODOS LOS DEMÁS AD¡Quéeee!!! ! MIRADOS TORCUATO: Por si acaso. TODOS:
(BARULLO) ¡Aaaaahhhh!!!
JEFE:
Silencio, que aquí la autoridad soy yo.
TORCUATO: Pero, señor Jefe Político, si quien se está queriendo meter con la piña de
Perpetua, es usted abusando que es la autoridad. JEFE:
Qué abuso, ni qué abuso, es que la denuncia de doña Maclovia, dice que hay un rendimiento adúlstero entre su esposo...
TORCUATO: Pero qué le pasa patrón Jefe, que soy bien macho... JEFE:
Pero no seas tan bruto; (APARTE AL PUBLICO) Pero qué animales que son estos monos montubios. (A TORCUATO) Me refiero es al esposo de doña Maclovia, don Nicomedes.
TORCUATO: ¡Ah! Eso es otra cosa. CASIMIRO:
Por favor, eso tiene que ser una equivocación de doña Maclovia.
OSCAR:
Claro, se tratará simplemente de un negocio de piñas.
CASIMIRO:
Gracias al cual, don Nicomedes ha podido mantener el bajo precio y el fácil mercado de la fruta.
424
MUSTAFA:
La biña milagreña, esdá barada, gracias a don Nicomedes.
CHUN CHIN:
No se dice la "biña", que lo chinito sabemo plonunciá muy bien el castellano.
TORCUATO: Aquí ha habido una equivocación de la patrona. Don Nicomedes nada
tiene que ver con eso que usté supone, don Jefecito. MUSTAFA:
Glaro, don Nicomedes es bersona gorrecda, ingapaz de fijarse en cholas serranas sucias: "Juatruchala jaramuta jal, jal, jal"!
TORCUATO: ¡Eeeehhh! Un momento don Mustafá: que Perpetua no es longa, ni
serrana sucia, que se baña todos los días. CHUN CHIN:
Cielto, cieltísimo, pol que Pelpetua se baña en lío Milaglo con jabón pelfumao que compla en mi tienda.
JEFE:
Bueno, bueno, pero ¿ dónde está el esposo de la agraviada?
CHUN CHIN:
Nicomede ta haciendo negocio con piña de Pelpetua.
MUSTAFA:
Glaro, la biña, la biña de Berbetua.
CHUN CHIN:
Nicomede, glan comelciante.
OSCAR:
Pero qué lamentable confusión ha sido ésta.
JEFE:
Qué confusión, ni qué niño envuelto, si está clarito, elé pis, que doña Maclovia me mandó a decir que venga a comprobar el delito de adultericidio que cometía su esposo con Perpetua, para plantears el divorcio.
OSCAR:
Pero eso es absurdo.
GARDENIA:
Imposible que papá....
CASIMIRO:
Claro, eso es imposible, don Nicomedes no puede...
CHUN CHIN:
Clalo, clalo, ya no puele, qué va a polel, si ya ta viejito.
MUSTAFA:
Si gome la "bruta" árabe: "jatuch", si buede.
TORCUATO: ¡Ja qué! MUSTAFA:
¡"Jatuch" !
CASIMIRO:
¡"Jatuch" !
OSCAR:
¡”Jatuch" !
425
JEFE:
¡"Jatuch"!
GARDENIA:
¡"Jatuch" Ay, ¡Jesús! Eso parece un estornudo.
TORCUATO:
¡Qué "Jatuch", ni qué fruta árabe, que don Nicomedes no tiene que ver nada con Perpetua, que va a ser mía.
JEFE:
Entonces: no sólo es un adultericidio, sino un triángulo amoroso.
TORCUATO Y LOS DEMÁS: ¡Quéeee!!! JEFE:
Chriángulo, chriángulo amoroso, pis, ya olí con mi olfato de Sherlock Holmes, que la cosa era complicada.
OSCAR:
Por favor señor Jefe Político, es una equivocación.
CASIMIRO:
Ay, ¿hasta cuándo durará este tormento?
CHUN CHIN:
(A MUSTAFA) Bueno, tal vez la piña de Pelpetua tlastonó a Nicomede, quién sabe.
JEFE:
Eso es: la piña de Perpetua, tan fresquita y rezogante, ha trastornado al respetable don Nicomedes, que al fin y al cabo, es un hombre.
MUSTAFA:
Bueno, la verdad es que la biña de Berbetua trasdorna a cualquiera.
TORCUATO:
Un momento, don Mustafá: que eso de la piña de Perpetua, sólo me concierne a mí.
OSCAR:
Es indispensable que esté presente Perpetua, para aclarar este asunto.
CASIMIRO:
Y don Nicomedes también.
CHUN CHIN:
Nala de excusalo, don Mustafá, nala de excusalo, sino acusalo, entiende.
MUSTAFA:
Bero, si yo lo que digo es gue está exgusado, borgue dodo ha sido un negocio de biña milagreña, o es gue en el quinto velasquismo no se buede hacer negocio de biña ya.
ESCENA TERCERA Dichos y Simplicio, que entra primero; luego don Nicomedes seguido de Perpetua. SIMPLICIO:
Vela bola, yuca, vela bola, yuca. (ENTRA SALTANDO y DANDO VUELTAS )
MUSTAFA:
(AL PUBLICO) Es de biene gon el güento de siempre, bela bola, y se lleva lo que buede.
426
CASIMIRO:
(ACERCANDOSE AL FORO) Un momento, señores, que allí viene don Nicomedes.
CHUN CHIN:
Qué bueno, ahola se aclalalá tolo.
OSCAR:
Señor jefe Político, con tacto por favor, con tacto...
JEFE:
Contacto dijó, conmigo, no hay contacto, sino con la plata en la mano, afloje la lana si quiere contactarse conmigo.
OSCAR:
Quiero decir con tacto, con prudencia, que se trata de mi futuro suegro.
NICOMEDES:
(ENTRANDO CON PERPETUA) ¿Qué es lo que sucede aquí?
JEFE:
Don Nicomedes: con la prueba de su delito.
NICOMEDES:
¡Quéeee!!!!
JEFE:
Delito de adultelricio "Velis Nolis", como dice en latín el derecho romano.
NICOMEDES:
Pero, ¿qué le pasa? ¡está usted loco!
SIMPLICIO:
Loco vela bola yuca loco loco.
TODOS:
Fuera bobo. (ECHAN A SIMPLICIO)
JEFES:
Adultericidio de la yuca con la bola, eh...
NICOMEDES:
Esto es absurdo.
CHUN CHIN:
Asulo, asulo, pol la ela viejita de don Nicomede.
MUSTAFA:
Yo no creo que la biña de Berbetua....
NICOMEDES:
Se trata de una proposición, señores, y en eso no hay nada de malo.
CASIMIRO:
Sencillamente, Perpetua tiene acaparadas las piñas.
OSCAR:
Y como sabe que don Nicomedes es un caballero honorable, le vende toda la existencia.
TORCUATO:
Y lo hace al fío, sin interés.
MUSTAFA:
¡Al fío! Bero eso es una logura: Jábala, jábala, crutra muchra jal, jal, jal" .
JEFE:
Le ha dado la piña al fío, eh, ejem, ejem.
427
ESCENA CUARTA Dichos y Maclovia, que ha escuchado las últimas palabras. MACLOVIA:
(ENTRANDO) Pero qué cinismo de longa: todavía al fío. (A PERPETUA) Follona descarada, te voy a dar, te voy a dar. (SE ABALANZA A PEGARLE SIENDO SUJETADA POR CASlMIRO Y GARDENIA)
GARDENIA:
Por favor, mamá.
CASIMIRO:
Pero eso no es verdad.
OSCAR:
Claro, todo ha sido un mal entendido.
TORCUATO: Sí, es cierto señores: yo hablé con Perpetua, para que sea al fío. MACLOVIA:
(TRATANDO DE AGREDIR AHORA A TORCUATO) ¡Ah, bandido! ¡Con que tú has sido el alcahuete! (SIENDO CONTENIDA POR GARDENIA)
OSCAR:
¡Señora!
GARDENIA:
¡Mamá!
CASIMIRO:
¡Eso no es así!
CHUN CHIN:
Don Nicomede, e incapaz, ya no puele.
MUSTAFA:
Glaro, ya no buede, le hace falda el segredo del Rey Salomón.
NICOMEDES:
Serénate, Maclovia.
MACLOVIA:
Serénate tú, viejo corrupto, no te da vergüenza a tus años andar hecho el baboso tras esta follona zarraspastrosa.
PERPETUA:
¡Zarraspastrosa yo! Ele, que me baño todos los días en els río Milagro.
MUSTAFA:
¡Bero al fío!
CHUN CHIN:
No vale al fío.
PERPETUA:
Aunque peguen, aunque maten, yo estoy de acuersdo con don Nicomedes.
JEFE:
Confesó la culpable.
NICOMEDES:
Usted está loco.
JEFE:
¡Loco yo!
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PERPETUA:
Loco no, loquísimo.
JEFE:
Vamos, vamos, más respeto a la autoridad, que esto tiene que aclararse.
MACLOVIA:
(TRATANDO DE AGREDIR A PERPETUA) ¡Ah, sinvergüenza: todavía al fío!
MUSTAFA:
Debió haber sido gon la blada a la mano.
MACLOVIA:
(SUJETADA POR GARDENIA Y TRATANDO DE ZAFARSE DE ELLA) Peor con la plata, que la necesitamos para el hogar.
OSCAR:
Señora por favor.
GARDENIA:
Mamá por Dios.
NICOMEDES:
Pero ¿qué es lo que te pasa mujer?
MACLOVIA:
Qué mujer, ni qué mujer, ahora quisiera ser hombre, para romperte la crisma, viejo sucio. (ZAFANDOSE DE GARDENIA Y AGREDIENDO A NICOMEDES)
GARDENIA:
No, no, mamá por Dios.
CASIMIRO:
Por favor doña Maclovia.
GARDENIA:
Mamita, mamita por Dios.
MACLOVIA:
¡Aaaaayyyy! (SE DESMAYA EN UNA BUTACA)
TORCUATO:
(SALIENDO DE SU ESCONDITE) Barajo con la branca, que resurtó se más jachuda que la suegra de mi compa Jacinto.
MACLOVIA:
(VOLVIENDO EN SI) Aaaaay, "aaaayyy, el corazón me duele".
OSCAR:
(A MACLOVIA) Serénese doña Maclovia, y deje que Gardenia le explique lo de la piña.
GARDENIA:
Serénate, mamá.
MACLOVIA:
No me nombren la piña, la maldita piña de Perpetua.
OSCAR:
No señora: el negocio que propuso Torcuato a Perpetua.
MACLOVIA:
Al alcahuete.
TORCUATO:
Un momento, doña Maclovia, que yo no soy arcahuete de naiden.
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PERPETUA:
Si no ha sido nada de lo que usted se imagina; eso de las piñas es un negocio entre don Nicomedes y yo.
OSCAR:
Claro, Perpetua compró toda la existencia de piñas que había, para acapararlas y venderlas caras aquí en Milagro.
TORCUATO: Y entonces yo intervine, porque como estoy "bacilando" a Perpetua. PERPETUA:
(ARREMETIENDO CONTRA TORCUATO INDIGNADA) Ah, desgraciado: con que: "vacilón": no más ha sido!!!!
MUSTAFA:
(BAILANDO CON CHIN CHUN FA) "Bacilón, que rico bacilón...
CHUN CHIN:
Cha cha cha, que lico cha cha cha"
TORCUATO: (IMPLORANDO A PERPETUA) No mamacita linda, que lo de las dos
docenas va en serio. PERPETUA:
(AFLOJANDO A TORCUATO) Ah, eso es otra cosa.
CASIMIRO:
(EXPLICANDO A DOÑA MACLOVIA) Y, entonces, Torcuato convenció a Perpetua que el acaparamiento le acarrearía dificultades y que sería mejor buscar una persona honorable para que vendiera baratas las piñas salvando así el prestigio tradicional de "La dulce Piña de Milagro".
OSCAR:
Claro, y esa persona honorable fue don Nicomedes.
NICOMEDES:
Yo no vi ninguna cosa oscura en el negocio: en total, me ganaba luego de algún trabajo, unos diez mil sucres.
GARDENIA:
Justamente la cantidad que papá tiene que pagar al Seguro Social
MACLOVIA:
Ahora voy comprendiendo, porque la verdad es que este viejo ya no sopla ni conmigo, peor con otra.
MUSTAFA:
Glaro, y así bodremos todos gombrar biña barada.
TORCUATO:
Así mesmo es.
JEFE:
Bueno, bueno, pis, parece que ya se va aclarando la cosa, gracias a la presencia de mi autoridad.
MUSTAFA:
Lo que no gombrendo es lo de al fío.
CHUN CHIN:
E que a la sencilla también se hacen bueno negocio.
OSCAR:
Ahora comprenderá doña Maclovia....
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MACLOVIA:
Lo que acabo de comprender es que, aprovechando de la confusión, usted ha logrado que Gardenia le dirija la palabra.
GARDENIA:
Mamá: es que ante la rebaja de la piña, había que rebajar todo.
MACLOVIA:
No creo, Gardenia: que te hayas rebajado al extremo de aceptar a este don Naide.
GARDENIA:
Pero mamá, Oscar es un hombre honrado y muy trabajador.
OSCAR:
Bueno, señora, si usted cree que yo no merezco a Gardenia...
NICOMEDES:
No, Oscar, usted es un honrado y eficiente trabajador del Ingenio y con mucho futuro dentro de esa colmena de trabajo que es Valdez y que más atributos para aspirar a la mano de mi hija.
TORCUATO: Que don Oscar no sólo aspira a la mano, sino a toditititito lo de su
hija.
MACLOVIA:
Estás oyendo Nicomedes, esto es el colmo.
CASIMIRO:
Bueno, pero lo principal es que don Nicomedes ha salvado la tradición milagreña.
JEFE:
Y ahora, ¿cómo levanto el acta del proceso?
SIMPLICIO:
(ENTRANDO) Vela bola, yuca, yuca.
JEFE:
Yuca para tu abuela.
SIMPLICIO:
Vela bola...
TODOS:
Fuera bobo. (LE ECHAN BARULLO GENERAL)
JEFE:
Que se calle todo el mundo pis, que al fin, tenemos que entendernos.
TORCUATO: Yo ya estoy entendío con Perpetua, ¿verdá? PERPETUA:
Claro papitico, y compraremos una casita aquí en Milagro.
OSCAR:
Bueno, con el permiso de ustedes, pido disculpas y me retiro.
GARDENIA:
(IMPIDIENDOLE IRSE) No: tú no te vas, mientras no se arregle todo aquí.
MACLOVIA:
(ADMIRADA) ¡Pero, habrase visto, ya lo "tutéas"!
GARDENIA:
(DECIDIDA) Sí mamá: amo a Oscar con todo mi corazón y nada ni nadie podrá apartarme de él.
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OSCAR:
Yo también te idolatro, mi vida.
MACLOVIA:
Ay, Dios, a mí me va a dar algo, a mí me va a dar algo.
NICOMEDES:
(CORTANTE) No te va a dar nada Maclovia, serénate, que yo ya he dado mi consentimiento.
OSCAR:
Cuanto agradezco su bondad don Nicomedes.
NICOMEDES:
No me digas don Nicomedes, llámame suegro.
GARDENIA:
Eres un ángel papá.
PERPETUA:
Y ¿qué hacemos con las piñas?
TORCUATO:
Pues venderlas, mamacita.
CASIMIRO:
Si el azúcar ha dado tanto trabajo y prestigio a Milagro....
OSCAR:
El arroz ha hecho crecer su industria....
CHUN CHIN:
Pelo la piña....
MUSTAFA:
La glan piña...
MUSTAFA:
Es muy buena bruta.
CHUN CHIN:
No sea bluto, se dice fluta, no bluta.
MUSTAFA:
Bruto será Confucio.
CHUN CHIN:
Mahoma.
MACLOVIA:
(AL JEFE POLITICO) Señor Jefe Político: retiro mi divorcio.
JEFE:
Eh, eh, un momento, qué pasó pis, pero de todas maneras tendrán que rendirme algo por la movilización.
PREGONERA:
Piiiiiña, piiiiiiña, a la dulce y rica piña de Milagro sólo a ocho reales, ¿quieren comprarme una, por favor?
CASIMIRO:
Yo te compro una mamacita.
PREGONERA:
¡Qué dice!
CASIMIRO:
Que te compro las piñas y si quieres a ti también mijita linda.
PREGONERA:
No sea pesado....
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CASIMIRO:
Pero si yo soy peso pluma, no más, mijita linda.
PREGONERA:
Modérese señor Casimiro, o se lo digo a mi marido.
CASIMIRO:
(AL PUBLICO) Qué mala pata tengo, nadie me da bola.
SIMPLICIO:
(QUE HA ENTRADO UN POCO ANTES, A PREGONERA) Vela bola...
PERPETUA Y TORCUATO
(AL PUBLICO) ¡Y éste es el milagro!!!
TODOS:
De "La dulce Piña de Milagro"!
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LOS LANCEROS DEL DAULE Comedia folklórica costeña ecuatoriana en dos actos original de RODRIGO DE TRIANA, con arreglo, montaje, adaptación musical y dirección general y artística de GUIDO GARAY. Estrenada el 6 de octubre de 1970 en el Teatro Olmedo de Guayaquil con el siguiente reparto: PEPITA:
Srta. Colombia Delgado
CASIANA:
Srta. Marlene Filbig
CARMEN:
Srta. Carmen Delgado
CARLOS:
Sr. Guido Garay Jr.
TORCUATO:
Sr. Celso Coronel
MARIANO:
Sr. Carlos Cañizares
FRANCISCO:
Sr. Guido Garay
TENIENTE GOBERNADOR: Sr. Ernesto Chávez ZABULON:
Sr. Eduardo Castillo
DON ZOILO:
Sr. Juan Santillán
DIRECTOR:
GUIDO GARAY PRIMER ACTO
(A TELON CORRIDO)
MUSICA
Arbolito de naranja, peinecito de marfil, para la niña más bonita del Colegio de Guayaquil. La Chanita y la Juanita se fueron a comer limón, encontraron el árbol seco y se dieron de bofetón. 442
ESCENA PRIMERA Torcuato en escena, luego Mariano. TORCUATO:
Argo tá preocupando a la gente der pueblo, que ha güerto a la tranquilidá dende que hace ocho años se mandaba de aquí, a escondidas por supuesto: la pórvora, las piedras de chispa, lanzas, fusiles y vituallas pa esos que andaban por Quito u otros lugares en contra de su sacrarea majestá y que eran cosas que venían de Guayaquir a escondida también. Yo me acuerdo de eso, y que, me parece que don Fajardo y don Caiche taban en la combinación, y que jue cuando er patrón todavía no se matrimoniaba con la branca doña Manuela. Parece que argo parecido ta sucediendo ahora.
MARIANO:
(ENTRANDO SIGILOSAMENTE, LO CUAL SORPRENDE A TORCUATO) Güenos días de Dios, Torcuato.
TORCUATO:
¡Barajo, Mariano! Que me das una sorpresa.
MARIANO:
Es que vos te asustas hasta de tu propia sombra, por lo que andas arcagüeteando a Cajlo con la Pepita.
TORCUATO:
Oye, Mariano: yo no arcagüeteo a naiden, sino que Cajlo es compañero de trabajo mío en esta misma hacienda, y el amo ha dicho que tenemos que ser como hermanos tóos; y ar mi señor don Francisco hay que obedecejle, porque no orvidéis que nos ha dao gratis la libertá, y ya no semos "conciertos" o siervos, como antes.
MARIANO:
Si, pero yo supe por doña Casiana, que quien imploró la libertá de Cajlo juiste vos; y que don Francisco ta dando libertá a los siervos por seguir una costumbre que dizque tan llevando por er Perú, unos marinos chilenos que manda un pirata inglés.
TORCUATO:
Yo no sé, si esos de los que hacen por lo der Perú, sean piratas, ni menos que mi amo, don Francisco, la haya jecho por seguir lo que jacen los enemigos der Rey, nuestro señor; que a los pobres peones nada nos cuentan de la novedades de otras tierras.
MARIANO:
Pero vuestro amo es muy amigo de los desafectos a su majestá, y yo quiero que vos averigües lo que se rumoréa por Daule, porque mi amo, don Valentín, es muy católico y sevirdor del rey y de su causa, y si vos no meneas la lengua, te jago jablar yo, o te corto er pescuezo. (AMENAZA A TORCUATO TOMANDOLO POR EL CUELLO DE LA COTONA). ESCENA SEGUNDA
Dichos y Carlos que entra por lateral derecho, luego Casiana
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CARLOS:
(SALIENDO A ESCENA) Tente cobarde.
MARIANO:
(SOLTANDO A TORCUATO) Me alegro que vengas vos, que tenemos que ajustar cuentas.
CARLOS:
Cuando quieras y como quieras.
MARIANO:
Ahorita mesmo, vas a probar er filo de mi jierro. (SACA SU MACHETE Y ATACA A CARLOS)
TORCUATO:
Entrale Cajlito, que yo te ayudo. (TRATANDO DE SACAR SU MACHETE QUE A PROPOSITO NO LO PUEDE SACAR DE LA VAINA)
CARLOS:
Déjame sólo Torcuato, que pa este gallina, yo solo me basto. (LUCHA CON MARIANO FEROZMENTE A MACHETE, HASTA QUE LOGRA DESARMARLO)
TORCUATO:
Remátalo, Cajlito, que ya es tuyo.
MARIANO:
(TEMBLANDO Y ARRODILLANDOSE) Perdón, perdón, Cajlo, no te creo capaz de matar a un hombre desarmáo.
CARLOS:
Alevántate, cobarde, y ve a unirte con los godos, que nosotros los independentistas sabemos dar cuartel al vencido.
MARIANO:
(SE LEVANTA TEMBLANDO Y SALE CORRIENDO, Y AL HACER MUTIS, SE VUELVE GRITANDO) Ya me la pagarás, esgraciáo.
TORCUATO:
(HACE ADEMAN DE SEGUIRLO APROVECHANDO QUE EL OTRO ESTA DESARMADO) Para maripozón.
CARLOS:
(CONTENIENDOLO) Ejalo irse nomás, que "perro que ladra: no muerde" .
CASIANA:
(SALIENDO A ESCENA UN POCO ANTES OBSERVANDO LA DERROTA Y HUIDA DE MARIANO) Jesús, María y José, (PERSIGNANDOSE) Vírgen Santísima, parece que el magnánimo Señor de los Milagros me ha iluminado para, desde lejos, haber contenido este desangre que se iba a producir frente a la casa de mi comadre doña Manuela.
CARLOS:
Con todo respeto, misiá Casiana, puede que hayan sido vuestras oraciones lo que impidió que una cabeza rodara por el suelo.
TORCUATO:
Y yo sí creo que er cielo y hasta er infiejno oyen a doña Casiana.
CASIANA:
Te parece, simpático, montubio rústico.
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ESCENA TERCERA Dichos y Manuela, que sale de la casa. MANUELA:
(SALIENDO DE LA CASA) Me pareció escuchar ruidos de disputa....
TORCUATO:
¡Ruido de dis qué!
MANUELA:
De dis.... modérate Torcuato.
CASIANA:
Bienvenida, distinguida doña Manuela. Su presencia acabará de poner paz donde se prendía la chispa.
MANUELA:
Pero, ¿por qué se iba a producir un altercado entre los míos?
CASIANA:
No, señora, es que no fue entre los de esta hacienda.
MANUELA:
Serenidad y paz, que se acercan su señoría, el teniente gobernador con mi querido esposo.
CASIANA:
Como se acerca el teniente de gobernador, mejor sería disimular improvisando un baile, por supuesto con vuestra venia doña Manuela que sois el ama.
TORCUATO:
Eso mesmo doña Casiana, (A CARLOS) que aprovecharé de la danza pa "arrejuntarme ar guayabo".
MANUELA:
Está concedido el permiso, así que podéis empezar.
TORCUATO:
Si no lo toma por farta de respeto, le pido la mercé de que vuecencia sea mi pareja, doña Casiana.
CASIANA:
Aun cuando se rebaje mi alcurnia, en aras de la paz, accedo. Tomad mi bella y virginal mano.
TORCUATO:
(AL PUBLICO) ¡Ayyyy! Cómo quisiera subímela hasta er codo. MUSICA
Corre que te pincho, que te coje el toro, con la muchachona que te guiña el ojo, y que si te pincha la suegra es un loro, que habla por los codos y te deja cojo.
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Corre, corre, corre, que yo me hago toro, con la muchachona que te guiña el ojo. (TERMINANDO EL BAILE HACEN MUTIS MENOS MANUELA QUE QUEDA EN ESCENA) ESCENA CUARTA Manuela en escena y el teniente gobernador que entra seguido de Francisco. TENIENTE:
(ENTRANDO SEGUIDO DE FRANCISCO) Alabado sea el Señor. Parece que por aquí hay alegría.
MANUELA:
(AL TENIENTE) Bienvenido sea Usía. (A FRANCISCO) Al fin llegas, esposo mío, (LO ABRAZA Y BESA CON CARIÑO) si desean pasar al salón, (AL TENIENTE) vuestra señoría puede disponer.
TENIENTE:
A vuestros pies, digna patrona, pero prefiero quedarme aquí afuera para platicar un poco, pues ando apurado y traigo una preocupación y un signo de alarma, don Francisco.
FRANCISCO:
Si en algo puedo ser útil a vuestra señoría....
TENIENTE:
Hay rumores de que los rebeldes que luchan contra nuestro Rey por el Perú y Nueva Granada, tratan de ponerse de acuerdo con algunas personas de Guayaquil, y como ya sabemos ciertas ideas que en forma malsana dominan a algunos de esta gobernación, me temo que los rumores sean ciertos.
MANUELA:
Nosotros tenemos algunos amigos en Guayaquil y nada sabemos de malas intenciones para con su majestad, que parece que sigue gozando de sus dominios en la península.
FRANCISCO:
Así es, aún cuando en América va perdiendo tierras....
TENIENTE:
Es un mal contagioso, don Francisco, y hasta mis oídos han llegado noticias de que, por encima del celo desplegado por el gobernador don Pascual Vivero, han vuelto los conciliábulos que en el año 16 se descubrió que estaban en comunicaciones con un sacerdote, creo que de apellido Clavijo, de Acapulco.
MANUELA:
Pero, no creo que pasen de simples ideas....
FRANCISCO:
Vuestra Señoría sabe que, por el envío y venta de mis productos 446
agrícolas, tengo muy buenas conexiones con los más poderosos e influyentes de Guayaquil, y, a la verdad, que ninguna noticia tengo de tales ajetreos. (DISIMULANDO) TENIENTE:
De paso para Santa Lucía y el Balzar han venido en canoas los Fajardo, y dicen también que el sargento Vargas, Pavón y otros de la caballería del "Daule", han conversado reservadamente con Caiche, Caicedo y Tutivén, para que vayan a Guayaquil con otros de esta jurisdicción a engrosar dicho escuadrón.
MANUELA:
Eso mismo demuestra que no hay malas intenciones anti-españolas y lo que buscan es robustecer más todavía a los defensores de su majestad el rey, nuestro señor.
FRANCISCO:
Vuestra merced sabe el alto aprecio que os profesamos, y si alguna estimación se me guarda en Daule, ella está a vuestras órdenes por si hubiera algún intento descabellado.
TENIENTE:
Cuánto me alegra oirlos hablar con un súbdito leal a la causa del rey nuestro señor, y ahora sí, con vuestro perdón, me retiro, sabiendo que cuento con amigos que estarán conmigo, a más de don Valentín de Suárez, vuestro vecino, que, a más de ser un buen católico, es un verdadero defensor de la causa real.
MANUEL:
A nosotros nos ha criticado don Valentín por haber dado libertad a nuestros siervos, pero se trata de peones que han nacido aquí y de cuya fidelidad no dudamos.
TENIENTE:
Una apreciación muy ligera de don Valentín, que yo ya aclaré, al manifestarle que nuestras leyes otorgan a los amos el derecho de libertar a sus siervos y peones, y que en eso nada hay que pueda afectar a las Leyes de Indias reformadas por las Cortes.
FRANCISCO:
Cuánto os agradezco, usía, por vuestra opinión en nuestro favor.
TENIENTE:
Es mi deber aclarar lo que mal se interprete en relación con el justo acatamiento a nuestras sabias Leyes de Indias y con el perdón de vosotros me retiro, pues tengo que seguir visitando a los leales vasallos de nuestro señor el rey.
FRANCISCO:
Con vuestro permiso, os acompañaremos hasta la entrada del pueblo. (MUTIS DE LOS TRES EN ANIMADA CHARLA) ESCENA QUINTA
Aparece Casiana, seguida de Torcuato, luego Carlos. Más tarde Pepita.
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CASIANA:
(SALIENDO A ESCENA) Válgame Dios Todopoderoso, con ese inicio de machetazos, aumentada a las malas noticias que circulan por la villa.
TORCUATO:
En cuanto a la pelea, vuestra mercé sabe que Mariano es belicoso, y parece que quiere, por las malas, quitar de en medio a Cajlo, en er cariño de Pepita; y en lo de los rumores, su majestad sabe que aquí cuenta con Torcuato pa su seguridá, que también la pongo a vuestros pies de reina y soberana, doña Casiana.
CASIANA:
Gracias, amable campesino rústico y jayán, que en medio de tu brutalidad innata, parece que tienes mejor corazón que el resto del vulgo montanés.
TORCUATO:
Si de esos labios de claveles salen esos insurtos, pa mí son como caricias de fresco rocío que aumentan las flores der mejor jardín Dauleño. (AL PUBLICO) Lo que es yo a esta jembra, le entro como er cuchucho.
CASIANA:
Lástima que entre tú y yo haya un abismo de diferencia social, que hasta limita el conversar siquiera, por más que el respeto y la mesura con que me tratais, admita escucharos, pero como ya hay cierta perniciosa liberalidad en nuestra clase, es posible que en el futuro pueda seguir admitiendo tales atrevimientos. (HACE MUTIS CONTONEANDOSE PROVOCATIVAMENTE)
TORCUATO:
(MIRANDO ALEJARSE A CASIANA) Esta jembra tá jecha y en la edá der arboroto, y pueda que Torcuato con paciencia y saliva.....
CARLOS:
(ENTRANDO POR LATERAL) Qué te pasa Torcuato, que te veo babeando por esa jembra pretenciosa.
TORCUATO:
No es tan pretenciosa, Cajlo; que está en la edá de ñeque y remezón la branca Casiana.
CARLOS:
Te das cuenta, Torcuato, qué nombre tan raro tiene: Casiana.
TORCUATO:
Es que dicen los viejos, que como nació en la madrugada der 27 de julio le pusieron Casi Ana, por cuanto el 26 es er día de Santa Ana.
CARLOS:
Menos mar que no fue varón.....
TORCUATO:
¿Por qué?
CARLOS:
Porque entonces le hubieran puesto Casi Ano.
TORCUATO:
Déjate de bromas Cajlo, que de lo que debemos preocuparnos es de los decires de los que andan ijiendo por el pueblo, que se dice de una posible regüerta, er perverso de Mariano anda cufiándose porque sabe nuestro
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compromiso con la revolución, pa ir a soplárselo ar teniente e gobernador. CARLOS:
Y qué sabes vos de esos decires.
TORCUATO:
Parece que er amo tuvo una conversa con los que vinieron escondíos y de noche, desde Guayaquir.
CARLOS:
Si er patrón no lo ve mal, yo estoy listo a meterme en la fajazón junto con los der "Daule", que allí tengo a mi hermano Tobías y 3 primos.
PEPITA:
(QUE HA ESCUCHADO LAS ULTIMAS PALABRAS, SALIENDO A ESCENA) Mucho sentiría tu ausencia: Cajlo, con er peligro de Mariano que es muy atrevío.
CARLOS:
No te preocupes: Pepita, que lo que es, ese cobarde ya no volverá aquí.
TORCUATO:
Claro, porque yo lo corrí.....
CARLOS:
¡Qué, quéeee!
TORCUATO:
Eeeee es decir, que Cajlo lo corrió pa siempre de estos pagos.
PEPITA:
Pero de todas manera: tengo miedo.
CARLOS:
(CON CARIÑO A PEPITA) No te preocupes, que no volverá a importunarte ese marváo.
TORCUATO:
Por lo visto, aquí no hay necesidá de testigos "oculares" ni "auditivos", como dice er señor teniente de la justicia, así que yo clavo las espuelas y pico pa la sabana. (MUTIS SIMULANDO EL GALOPE DE UN CABALLO)
CARLOS:
MUSICA
Me dió la muerte, con sus caricias, con sus delicias, el dios amor; y hasta en mi pecho, quedó enterrado mi corazón. Me das nueva vida, nuevo embeleso,
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quiso en un beso, darme amor, y en tus pupilas negras tranquilas, cual luz del cielo amor brilló. PEPITA:
¡Ay! Cajlo....
CARLOS:
Pepita: que sea ésta la oportunidá pa decirte lo que siento.
PEPITA:
Yo lo hei comprendío... Cajlo... pero tengo que decijle a mi madrina.
CARLOS:
Si ya lo adivinaste quiero que sepas....
PEPITA:
(ANHELANTE) ¿Qué?
CARLOS:
(ATRAYENDOLA HACIA SI) Te quiero..... ESCENA SEXTA
Dichos y Zabulón que entra agitado, a la carrera, luego Francisco, Manuela, Casiana y Torcuato. ZABULON:
¡Cajlo! ¡Cajlo!
CARLOS:
(APARTANDOSE DE PEPITA SOBRESALTADO) ¿Qué te pasa?
ZABULON:
Que la cosa tá que arde, acaba de llegar ar pueblo don Ciriaco y tá palabrando gente pa salir hoy mesmo pa Guayaquir y unirnos ar escuadrón Daule, onde nos esperan los complotáos.
PEPITA:
¿Entonce, es cierto lo de la regolución?
CARLOS:
No te preocupes, que si la cosa sale bien, regresaré por tí vida mía.
FRANCISCO:
(SALIENDO A ESCENA) ¿Qué os pasa, muchachos?
ZABULON:
Patrón, no se lo queríamos decir.... pero.....
PEPITA:
Parece que los rumores son ciertos.
FRANCISCO:
Ya lo sabía, y lo vengo confirmando en el pueblo.
CARLOS:
Pero, vuestra señoria, sabrá comprendernos.
FRANCISCO:
Estoy de acuerdo con vosotros, muchachos, es la hora de la Patria.
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FRANCISCO:
Que sea lo que Dios quiera; tenemos que acudir al llamado de la Patria en pos de la Libertad.
TORCUATO:
¡Viva la Libertá!
TODOS:
(MENOS CASIANA) ¡Viva!
ZABULON:
¡Viva la Patria!
TODOS:
¡Viva!
FRANCISCO:
Y que la aurora del nuevo día sea para nosotros una aurora de Libertad.
TODOS:
MUSICA
Saludemos gozosos, en armoniosos cánticos, esta aurora gloriosa, que anuncia Libertad, Libertad. Libertad. FIN DEL PRIMER ACTO SEGUNDO ACTO
(A TELON CORRIDO) MUSICA
Capitán de un buque me entregó un papel, diciendo si quiero casarme con él, yo le contesté, con tinta y papel, que sí me casaba, pero no con él. El joven anduvo con este papel hasta que mamita lo llegó a saber: "Ven acá, muchacha, dime la verdad, si con este hombre te piensas casar". ."Mentira, mamita, mentira papá; que yo soy muchacha y me piensa engañar".
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MANUELA:
(SALIENDO A ESCENA) ¿Qué sucede, Francisco....?
PEPITA:
Las noticias son malas, madrina.
FRANCISCO:
No te preocupes, mujer: es que esta noche sale la canoa de montaña río abajo, aprovechando la vaciante, y en ella irán nuestros hombres.
MANUELA:
Pero, ¿permitirás que salgan nuestros peones, contra su majestad?, ¡que Dios tenga en su amparo!
FRANCISCO:
Me siento orgulloso de mis hombres, que van en pos de la Libertad.
MANUELA:
¡Pero, entonces, quieres decir, que tú también estás comprometido!
FRANCISCO:
Perdóname, Manuela; pero el callar hasta en lo íntimo, es prudente cuando está en juego nuestra futura liberdad.
CASIANA:
(SALIENDO A ESCENA) ¡Qué oigo, San Judas Tadeo! (PERSIGNANDOSE)
TORCUATO:
(QUE HA SALIDO TRAS CASIANA) Menos mar que le agregó er "Tadeo", que ahora lo que menos farta jace son los "Judas" y con la venia de mi patrón y señor, yo sé que mi brazo farta en er "Daule" . (JACTANCIOSO)
ZABULON:
Todos semos necesarios, Torcuato, que don Dionisio Fajardo ha dicho que sus hermanos mandan por er mayor número que se pueda.
PEPITA:
¡Y nosotras quedaremos solas!
ZABULON:
Nos esperan... si es que regresamos.
CARLOS:
Ruega a Dios por nosotros y por la santa causa de la Libertá.
CASIANA:
Hay que avisar al señor teniente gobernador, para evitar este sacrilegio.
TORCUATO:
Onde usté haga er papel de "Judas": le aprieto er gañote.
CASIANA:
(ASUSTADA) ¡Quéeeeee!!!
TORCUATO:
(AMENAZANTE) Que le aprieto er gañote, como a gallina chirapa, hasta que muera, ¿entiende?
CASIANA:
¡Ay, Jesús! ¡Montubio rústico y montaraz, serías capaz de hacer eso! (ASUSTADA)
TORCUATO:
Si suerta la "sin güeso" contra nosostros, soy capaz de eso y mucho más.
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"Ay niña los hombres, no dicen verdad, menos los marinos que os engañan más". ESCENA PRIMERA El mismo decorado. Aparecen en escena Manuela y Pepita, luego Francisco. MANUELA:
Es extraño que todavía no regresen, si Avilés, que pasó para el Balzar dijo que la revolución fue el día nueve.
PEPITA:
Sí, madrina, y si mar no recuejdo, fue la víspera que marcháramos de aquí que se produjo er gorpe, y ya tamos veinte y noi se sabe nada de ellos. ¿Les habrá pasáo argo malo?
MANUELA:
El Señor quiera que no sea así, ahijada. Y a propósito de tus cavilaciones: Carlos y Mariano se batieron, creo que no tanto por nuestra naciente nacionalidad, sino por ti, según se vio.
PEPITA:
Es que yo....
MANUELA:
Si, ya me doy cuenta de tus simpatías por Carlos, pero ese pleitista de Mariano trató de hacerlo a machetazos, ¿verdad?
PEPITA:
Yo nunca le di motivos pa galantearme, pues tenía que pedirle a vuestra mercé er permiso primero.
MANUELA:
Con respecto a Carlos, lo tienes, Pepita; pero te aconsejo que te alejes cuanto puedas de Mariano, que tiene mala entraña, y aunque su patrón lo tiene de "guardaespaldas", no muestra buenas intenciones para con persona alguna.
CARMEN:
(SALIENDO A ESCENA) Buenas noticias, mi ama.
MANUELA:
¡Qué! ¡Ha llegado alguien de Guayaquil!
CARMEN:
Daule se unió apenas se supo lo der nueve en Guayaquir.
MANUELA:
Eso ya lo sabíamos, y que, felizmente, se ha respetado al señor exteniente gobernador.
CARMEN:
Por la intervención de don Francisco.
MANUELA:
Ha hecho bien Francisco al proteger a ese buen amigo.
PEPITA:
Y cuáles son las buenas nuevas, porque lo de Daule, ya lo sabíamos.
453
FRANCISCO:
(SALIENDO A ESCENA) Que los míos llegaron a Guayaquil, con las bien provistas lanzas que llevaron de aquí.
MANUELA:
¡Y vos les presparásteis, Francisco!
FRANCISCO:
Lo confieso, Manuela: yo me temía que allá no tuvieran material suficiente para el refuerzo, y quise que mis hombres fueran bien provistos. ESCENA SEGUNDA
Dichos y Casiana. CASIANA:
(SALIENDO A ESCENA) ¡Dios me libre! Los suyos dizque se sumaron a los insurrectos del Daule, y en el pueblo se blasfema gritando: "Abajo el rey".
P E P I TA : Y CARMEN
¡Abajo!
CASIANA:
(SORPRENDIDA) ¡Queeeeeee! ¡Viva el rey!
P E P I TA : Y CARMEN
¡Abajo!
CASIANA:
¡Eeeeehhh! ¡Pero habrase visto atrevidas, que desacato es éste!
PEPITA:
Que aquí en esta hacienda todas semos independentistas.
CARMEN:
Claro, todas, entiende.
CASIANA:
(PERSIGNANDOSE) ¡Ay! ¡Jesús, María y José! Que atrocidad, qué malagradecidas, como si Daule no hubiera recibido mercedes de su sacra real majestad.
PEPITA:
Qué sacra real, ni qué niño envuerto, ahora semos republicanas.
CARMEN:
Eso mismo, republicanas.
CASIANA:
Qué barbaridad, ahora mismo castigaré vuestro atrevimiento, malvadas. (SE AVALANZA A PEGARLES, SIENDO DETENIDA POR MANUELA Y FRANCISCO)
MANUELA:
¡Cálmese, cálmese comadre...!!!!
PEPITA:
Qué se va a calmar, si le hace falta Torcuato, ja, ja, ja. (RIENDO)
MANUELA:
Cálmese que ya vendrá a tranquilizarla. (RIENDO TAMBIEN COMO PEPITA)
454
CASIANA:
(FORCEJEANDO CON MANUELA Y FRANCISCO) Pero habrase visto descaro, suélteme comadrita, que quiero romperles el hocico.
MANUELA:
Cálmese, comadre, que ya todo pasó.....
CASIANA:
(CALMANDOSE) ¿Que ya pasó? ¡Pero, cómo que pasó, ¡Dios mío!
PEPITA:
(CON SORNA) No se preocupe doña Casiana, que creo se ha sarváo Torcuato y viene de capitán, ja, ja, ja.
CARMEN:
Ja, ja, ja, de capitán. (BURLANDOSE DE CASIANA)
FRANCISCO:
¡Bueno, bueno, quizá ser Sargento! ¡Puf! No me interesa. Si llegara a coronel, tal vez admitiría sus galanterías.
MANUELA:
¡Pero habrase visto! ¡Torcuato se ha atrevido a galantearla, comadre!
CASIANA:
Bueno... este... comadre... vuecencia sabe que... ante este favor republicano que por todos lados nos circunda, había que ceder un poquito.
PEPITA:
¡Y usté cedió doña Casiana!!!
CASIANA:
¡Ceder yo! Qué te has imaginado atrevida, ocupa tu puesto; para que lo sepas yo he sabido resistirme a los asedios de los galanes más irresistibles de Guayaquil.
CARMEN:
Bueno, pero tal vez a lo mejor, Torcuato, tuvo más suerte. (CON SORNA)
PEPITA:
Claro, quien sabe....
CASIANA:
Ya mismo se callan lenguaraces murmuradoras, para que lo sepan Torcuato no precísamente ha tratado de galantearme, no; porque no se lo hubiera permitido, pero sí reconozco me ha endilgado ciertas expresiones halagadoras, referentes a mi palmeril silueta de mujer tropical, que pueden pasar, por su ignorancia.
CARMEN:
¡Atención! Por allá parece que viene un grupo de personas. (TODOS MIRAN CON AVIDEZ, PARA DONDE SEÑALA CARMEN)
PEPITA:
Sí, y parece que se dirigen para acá.
MANUELA:
Parece que son los nuestros.
PEPITA:
Son ellos.
CASIANA:
¡Y con ellos viene el "coronel" Torcuato!
CARMEN:
Vamos a recibidos. 455
PEPITA:
Si, vamos a su encuentro. (MUTIS DE PEPITA Y CARMEN)
FRANCISCO:
(A CASIANA) No se desanime doña Casiana, que en estas revoluciones es cosa fácil llegar a general.
CASIANA:
¡Ay, qué mono se verá mi Torcuato, con sus galones y charreteras! ESCENA TERCERA
Dichos y Carlos, Zabulón, Torcuato, don Zoilo y más libertadores, que vienen armados marchando, escoltados por Pepita y Carmen. TORCUATO: CARLOS, ETC: MUSICA
Aquí estamos los valientes, que venimos de luchar, en este nueve de octubre, de nuestra libertad. Ya sacudimos el yugo del tirano español, y ahora somos todos libres, en todo el Ecuador. TODOS A CORO: (MENOS CASIANA):
CASIANA: INDIGNADA
¡Viva Guayaquil la heroica! ¡Viva! ¡Cuna de Libertad! ¡Viva! ¡Salve oh tierra de Antepara, y de Olmedo: el Cisne Triunfal! Por Guayaquil vencimos, y humillamos al traidor, y dejamos derrotado para siempre al español. ¡Hay que horror! ¡Cuánta insolencia! Contra su real majestad; 456
ya verán qué poco dura, vuestro triunfo infernal. PEPITA: (A CASIANA):
"Vade retro", ña Casiana, que ya España se fregó, y aquí estamos todos listos a morir por Ecuador. ¡Viva Guayaquil la heroica! ¡Viva! ¡Cuna de Libertad! ¡Viva! ¡Salve oh tierra de Antepara, y de Olmedo: el Cisne Triunfal! Por Guayaquil vencimos, y humillamos al traidor, y ahora somos todos libres en todo el Ecuador.
TODOS:
TORCUATO:
¡Viva la libertá!
TODOS:
(MENOS CASIANA) ¡Viva!
CARLOS:
Ya tenemos Patria libre, don Francisco.
ZABULON:
¡Viva la Patria!
TODOS:
(MENOS CASIANA) ¡Viva!
TORCUATO:
Ya lo sabe, misia Casiana: aquí ta er coroner Torcuato Tentetieso.
CASIANA:
Ay, mi coronel, ahora sí (AL PUBLICO), ahora sí podré aceptar tus requiebros amorosos.
PEPITA:
¡Que te hicieron coroner!
TORCUATO:
¡Te jicieron! Me jice yo mesmo.
CARMEN:
Pero, ¿cómo pudo ser eso?
TORCUATO:
¿Que cómo pudo? Nada, que ahora que impera la libertá, cada cristiano puede jacer lo que le venga en gana, y a mí me ha dáo la gana de jacerme coroner pa impresionar más mejor a misia Casiana.
457
TODOS:
(RIEN DE TORCUATO) Ja, ja, ja.
PEPITA:
Entonce eres un coroner de mentirijillas.
FRANCISCO:
Bueno, bueno, basta de bromas, y cuenten, cómo fue la revolución del día nueve.
CARLOS:
Nosotros llegamos justo en la madrugada der nueve, cuando se produjo er gorpe.
ZABULON:
Llegamo casi a las dos de la mañana y apegamos la canoa de montaña ar lao der castillo de San Cajlo.
CARLOS:
Sartamos a tierra en momentos en que dende adentro der cuarter sonó un disparo, y entonces corrimos ar cuarter, onde nos recibieron los Fajardo, Vargas y Pavón.
TODOS:
Y el disparo.
CARLOS:
Jue mi capitán Urdaneta, un venezolano tejnejo de los que encabezaron la regüerta, que disparó contra er comandante Magallar, chapetón que se oponía al movimiento.
TODOS:
¡Y lo mató!
CARLOS:
Pues sí, ya que si no lo adelanta mi capitán Urdaneta, er muejto hubiera sido él, y quién sabe si a lo mejor se nos vorteaba la tortilla, porque er comandante Magallar tenía fama de ser bien tejnejo.
MANUELA:
¿Y Torcuato? ¿Qué hacía Torcuato entretanto?
CARLOS:
Torcuato jue prudente y se coló por la caballeriza der "Daule".
TORCUATO:
Es que la prudencia, es la madre de la sabiduría, según dice er dotor Olmedo, y además, había que asegurar las cabalgaduras, pa que en caso fallara er golpe, montar a caballo y salir pitando, que er que juye vive, como dice er patillo.
CASIANA:
Ay, bárbaros, hijos de Caín, como pudieron cometer un crimen así, que yo conocí al comandante Joaquín Magallar, cuando el año pasado estuvimos en Guayaquil y creo que se prendó de mis encantos, pues recuerdo que alguna vez me miró de reojo, cuando yo de propósito pasaba por el cuartel para ir a misa.
TORCUATO:
Pues orvídese der comandante, que aquí tiene un coroner que vale por un regimiento.
CASIANA:
Ay, Torcuato, ¿en verdad eres coronel?
458
FRANCISCO:
Bueno, no interrumpan, prosigue la narración Carlos que a todos nos interesa.
CARLOS:
Pues entramos faites con mi capitán Luis Urdaneta, y otro más que se llama....
TORCUATO:
Fiebres Cordero, otro venezolano tejnejo con quien me tocó actuar.
CASIANA:
¡Fiebres! Qué apellido tan raro.....
FRANCISCO:
Ha de ser Febres, Febres Cordero.
TORCUATO:
Eso es, Febres Cordero, mi capitán León de Febres Cordero a quien ayudé muchisísisisimo en la pelotera.
ZABULON:
Pero si vos te quedaste en la caballeriza.
TORCUATO:
Eso mesmo, si ya hey dicho que estaba preparando la cabalgadura de mi capitán Febres Cordero, por si aca. Uno no sabía lo que podría pasar y yo me preocupé por cuidar una vida tan valiosa.
CASIANA:
Y lo del grado de "coronel".
TODOS:
(RlEN) Ja, ja, ja.
TORCUATO:
Que cuando juimos ar galope a la artillería, er coroner Escobedo me dijo que si continuaba así, prestando desinteresadamente mis servicios a la Patria, después de unos diez años podría ascender a cabo.
TODOS:
(RlEN DE TORCUATO) Ja, ja, ja.
PEPITA:
(CON SORNA) Pues a ese paso no llegarás ni a sargento, peor a coroner.
FRANCISCO:
Déjense de bromas, (A CARLOS) y sigue.
CARLOS:
Güeno, los "pardos" y la caballería de reserva, todos habían estao apalabréaos, y apenas llegamos con nuestro escuadrón, gritaron a favor de la Patria.
CASIANA:
¿Y su excelencia, el señor gobernador Vivero?
TORCUATO:
Nada de excelencia, que ahora se acabó tanta cursilería.
CARLOS:
A ese lo tomó preso un tar casique de apelativo Arvarez.
CASIANA:
¡Qué barbaridad!
ZABULON:
Y nos notificaron, patrón, pa que nos enroláramos en una división que se llama "Libertadores de Quito".
459
FRANCISCO:
Y para qué van a ir a exponerse en una empresa tan riesgosa, si ya Guayaquil y todo el litoral es libre.
CARLOS:
Es idea del dotor Olmedo, quien dice que mientras Quito continúe en poder de los chapetones peligrará nuestra independencia.
FRANCISCO:
Respeto como el que más la opinión del Ilustre doctor José Joaquín de Olmedo, pero ojalá no tengamos que arrepentirnos en un futuro no lejano, de este paso que vamos a dar.
MANUELA:
Y se anotaron todos para subir a Quito.
ZABULON:
Tuvimos que acejlo, porque era orden de la junta.
MANUELA:
¡Junta! ¿Qué Junta?
CARLOS:
La junta de Gobiejno, que se integró ese mismo día nueve, y que está formada por er dotor Olmedo, don Francisco Roca y mi coroner Ximena.
ZABULON:
En la que también actúa como secretario er dotor Marcos.
CARMEN:
Pero hasta aquí los únicos que cuentan son Cajlo y Zabulón ¿y tú Torcuato que hacías? (DA UN EMPUJON A TORCUATO)
CASIANA:
Ay, pero no me toques a mi "coronel" Torcuato.
TORCUATO:
No me defiendas, que yo me alcanzo pa todas. (A CARMEN Y LOS DEMAS) Pero si ya hey dicho que jice la parte más labrada de la regolución preparando la cosa pa en caso de una derrota.
TODOS:
(RIEN MENOS TORCUATO) Ja, ja, ja.
FRANCISCO:
Bueno, menos mal, que prácticamente la revolución ha triunfado y se ha consolidado, aunque pensándolo bien, creo que corremos peligro que venga un ataque realista desde el Perú.
CARLOS:
Oí decir que pa allá, salió en un buque, mi coroner Villamir, pa entenderse con unos barcos chilenos.
MANUELA:
Bueno, está bien que hayan luchado por la independencia de Guayaquil, pero si van a Quito, quedará esta hacienda abandonada. ¿Con quiénes vamos a trabajar?
FRANCISCO:
No te preocupes mujer, buen número de hombres quedan todavía por Daule y los mismos que han seguido fieles a Valentín y están por ahora prófugos vendrán luego a buscar trabajo. Bueno muchachos, vamos pa dentro a celebrar er triunfo de la revolución, que ha hecho a Guayaquil independiente.
460
TORCUATO:
Eso es, celebremos la victoria de la revolución.
ZABULON:
Viva Guayaquil Independiente.
TODOS:
¡Viva!
TORCUATO:
¡Viva Daule!
TODOS:
¡Viva! (ENTRAN TODOS A LA CASA LLENOS DE JUBILO) ESCENA CUARTA
Entra en escena Mariano, todo rangalido, pero con machete. MARIANO:
(AL PUBLICO) Es verdá, nos han derrotáo, pero entoavía me queda er placer de la venganza, y yo no permitiré que Pepita sea de Cajlo, primero muerta carajo. (BUSCA AFANOSAMENTE DONDE EMBOSCARSE PARA PODER CUFIAR A SU ENEMIGO) Por aquí en er barranco me emboscaré a ver qué pasa. (SE OCULTA) ESCENA QUINTA
Pepita y Carlos, y Mariano que permanece para salir luego. CARLOS: (SALIENDO CON PEPITA) MUSICA
Tus ojos son dos luceros en las noches de tus ojeras, serán soles mañaneros cuando pienses que me quieras. PEPITA: (A CARLOS) Si me miras me asesinas, si no me miras me muero, por tus miradas divinas, haré lo que nunca quiero. Por tus miradas divinas, haré lo que nunca quiero. CARLOS: (A PEPITA) Por tus miradas divinas, haré lo que nunca quiero.
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PEPITA: (A CARLOS) Ay, Carlos cuando te vayas, recuerda cuanto te quiero, no olvides que soy tuya y si no regresas me muero. CARLOS: (A PEPITA) Yo te aseguro Pepita, que mi amor es muy sincero, te prometo que regreso, pues bien sabes que te quiero. LOS DOS: {Por tus miradas divinas, haré lo que nunca quiero} bis CARLOS:
No te preocupes mi amor, que en cuanto regresemos de Quito, vendré por ti.
PEPITA:
Mejor es que no te vayas, mi vida, tengo miedo.
CARLOS:
De que si lo nuestro será un paseo, pues er germen de la revolución ta prendido por todos láos.
PEPITA:
Es que siempre, una no sabe lo que puede pasar..... (MARIANO SALE DE SU ESCONDITE SIN SER VISTO Y SE APROXIMA A CARLOS)
CARLOS:
Tonterías, mi amor, ya verás cómo todo se arregla.
PEPITA:
Yo ya habre con mi madrina y tengo su consentimiento.
CARLOS:
Eso ta güeno, pa poder casarnos con todas las de la ley. (ATRAYENDOLA HACIA SI)
PEPITA:
(INICIANDO UN ABRAZO CON CARLOS) Cuanto antes mi vida. (AL CULMINAR EL ABRAZO PEPITA VE HORRORIZADA POR ENCIMA DEL HOMBRO DE CARLOS A MARIANO QUE SE PRECIPITA POR LA ESPALDA DE ESTE CON EL MACHETE EN ALTO) ¡Aaaaaayyyyy!!!! Cuidado Cajlo.
CARLOS:
(VOLTEANDO RAPIDAMENTE Y SUJETANDO LA MANO HOMICIDA DE MARIANO) Tente cobarde.
MARIANO:
(LLENO DE FURIA) Voy a beberte la sangre; ¡carajo! (SE TRABAN EN REÑIDA LUCHA Y PEPITA GRITA DESESPERADA)
462
PEPITA:
¡Aaaaaayyyy!!! ¡Auxilio!!! ¡Socorro!!! Asesinan a mi Cajlo! (CARLOS HA LOGRADO ZAFARSE DE MARIANO Y ECHANDO MANO SU MACHETE SE TRENZA EN DUELO MORTAL CON EL)
TODOS:
(SALIENDO EN TROPEL) ¿Qué pasa Pepita?
PEPITA:
¡Ayyyyyy! Mariano atacó por la espalda a mi Cajlo.
CASIANA:
Hay que separarlos, intervén Zabulón.
ZABULON:
Déjenlos no más, patrona, que se están fajando como machos.
PEPITA:
Por favor que matan a mi Cajlo.
CASIANA:
Torcuato, avisa a Francisco por favor.
TORCUATO:
(CON VOZ TEMBLOROSA Y APAGADA) ¡Don Franciscooooo! ¡Don Franciscooooo!
CASIANA:
Grita más fuerte, que no te oye.
TORCUATO:
(CON VOZ MAS APAGADA POR EL MIEDO) ¡Don Franciscooo!
PEPITA:
(GRITANDO DESESPERADA) ¡Don Francisco! Que matan a mi Cajlo.
FRANCISCO:
(SALIENDO A ESCENA, DISPARA SU ESCOPETA DESARMANDO A MARIANO) Para cobarde.
CARLOS:
Déjeme solito patrón, que me lo como.
FRANCISCO:
Basta ya, que vuestra sangre ahora la necesita la Patria.
ZABULON:
Tiene razón, patrón; pero ar traidor hay que jacerle pagar muy cara su traición.
CARMEN:
Claro que sí, y ahorita mesmo.
CASIANA:
No, no, pobrecito.
ZABULON:
(INCITANDO A LOS DEMAS) Muera el traidor. (LO TOMAN PRISIONERO Y TRATAN DE LINCHARLO) MUSICA
TODOS: (MENOS CASIANA y FRANCISCO) ¡Muera! ¡Muera! A él, a él, a él. ¡Muera! ¡Muera! ¡Muera!
463
(HABLADO SOBRE LA MUSICA) Muera, a él, a él. (CANTANDO) ¡Muera el prisionero! ¡Muera sin piedad! ¡Muera sin piedad! (HABLADO SOBRE LA MUSICA) Muera. (CANTANDO) ¡Ya de nuestras manos no se escapará! A él. MARIANO: (SOLO) Contened vuestra ira, y tened compasión, yo soy un hombre indefenso que lucha por el rey, por amar a Pepita estoy ya preso aquí, dejadme por lo menos me pueda defender. CORO: Muera el prisionero, muera sin piedad. MARIANO: (SOLO) Esa es vuestra idea de la libertad. CORO: ¡Ya de nuestra manos ¡no se escapará! FRANCISCO:
(SOLO) ¡Atrás! ¡Atrás! (INTERPONIENDOSE ENTRE EL PRISIONERO Y SUS ATACANTES). (HABLADO) Atrás, no muchachos con sangre fratricida la gloriosa bandera que el doctor Olmedo elevara en el Cabildo.
TODOS:
(DE MALA GANA) Ta bien patrón.
ZABULON:
¿Y qué hacemos con er, patrón?
FRANCISCO:
Amárrenlo, para llevarlo prisionero a Guayaquil, y que sean las autoridades republicanas, legítimamente constituídas, las que se encarguen de juzgar y sancionar su traición.
MARIANO:
(CABIZBAJO Y ARREPENTIDO) Yo no taba contra mi Patria, vine a defender mi cariño.
464
ZABULON:
Pero las jembras no se las conquista a machetazos.
CARMEN:
Y menos tratando de asesinar por la esparda al jombre que una quiere.
PEPITA:
(A MARIANO) Yo jamás tey dao, pa que puedas aspirar a mi cariño, que soy de Cajlo y de naiden más, pa que lo sepas.
CARLOS:
Agradece a don Francisco, quey a estas horas ya serías pasto de los gallinazos.
MARIANO:
Perdón, perdón don Francisco, (HINCANDOSE DE RODILLAS) no mey mande a Guayaquir, quey allí fijo que me afusilan.
FRANCISCO:
No, Mariano, las nuevas autoridades del Estado Libre de Guayaquil Independiente, resolverán tu caso con equidad y justicia, tendrás un jurado imparcial y un defensor, ya pasó la época de la opresión y de la tiranía. Llévenselo.
MARIANO:
(CONDUCIDO POR ZABULON, TORCUATO) No me lleven, perdón, perdón por Dios.
TORCUATO:
Camina cobarde, caminando.
MANUELA:
Ay, Dios mío, por fin terminó este mal rato.
PEPITA:
Pa mí no madrina, pues mi Cajlo, partirá dentro de poco.
CARLOS:
Pero regresaré, no tengas cuidado.
TORCUATO:
(REGRESANDO) Ya quedó er traidor bien aseguráo en er calabozo.
ZABULON:
Hasta er amanecer en que lo bajaremos a Guayaquir.
FRANCISCO:
Al amanecer, que no es un amanecer cualquiera la luz que raya en el horizonte, si no la aurora bendita que anuncia Liberdad. MUSICA
TODOS: Ves esa luz amable, que irradia, por el oriente, cada vez más luciente en gracia celestial, esa es la aurora plácida que anuncia Libertad, esa es la aurora plácida que anuncia Libertad. Libertad, Libertad.
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“NO HAY TACO PARA EL BANANO” Sainete costumbrista del Litoral Ecuatoriano en un acto, cuadro original de RODRIGO DE TRIANA, con arreglo, montaje y dirección general artística de GUIDO GARAY ESCENA PRIMERA SOCORRO:
¡Ay Jesús qué calors en esta tierra de los monos! Desde que una amanece suda y suda; toditito le suda a una, y lo pior es que hay que bañarse siquiera una vez al mes. (CONTINUA LA LIMPIEZA) Porsque será de Diosito ha hecho tan caliente la tiesrra de los monos, por eso a de sers que son tan alsterados, que una no puede salirs a la calle, que enseguidita empiezan a bacilars.
GERALDO:
(SALIENDO A ESCENA) ¿ Se puede?
SOCORRO:
Adelante, Don Geralsdito; y disculpe que todavía no esté todo arreglado.
GERALDO:
No importa, la culpa la tengo yo, por venir a ver a Simón tan temprano.
GERALDO:
Vea que ustedes las fámulas son curiosas....
SOCORRO:
Las fa mulas! Horrors, me muerro, qué grosero, porque una es pobre y trabaja no hay derecho que nos llamen mulas.
GERALDO:
Yo no le estoy diciendo mula Socorro....
SOCORRO:
Pero si me lo acaba de decirs, que soy una fa mula.
GERALDO:
No, muchacha, no; yo le he dicho "fámula" que quiere decir empleada del servicio doméstico, como decía mi compadre Filomeno Alchundia, que era maestro de escuela y sabía de términos complicados.
SOCORRO:
Elé pes, como acá en "monilandia" lo que todos dan hablando en difícil y uno no le da entendiendo nadita. Yo preguntaba nomás si era alsgo ursgente lo que tenía que hablars con Don Simón, porsque ahorita está de un humors de a perro, con eso del banano.
GERALDO:
Justamente, de eso, del guineo era que venía a hablar, porque la crisis nos afecta a todos los que tenemos guineales.
SOCORRO:
¡Gueneyo! Ciersto: así le decimos en la Sierra, y acá abajo me encuentro que todos le dicen "banano". Voy a llamars a Don Simón. Con su permiso Don Geraldito. (MUTIS POR LATERAL)
GERALDO:
(AL PUBLICO) Ciertamente, que lo del banano nos tiene alarmados. De puros noveleros echamos abajo hasta las huertas de cacao, que era algo
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seguro, y ahora estamos sometidos al vaivén de la fluctuación cambiaria, a la inestabilidad de los mercados, a la competencia de Centroamérica. Es una vaina. ESCENA SEGUNDA
Dichos y Simón. Luego Serapia. SIMON:
(SALIENDO A ESCENA) Vaya, vaya, por fin llegaste viejo. (DANDO LA MANO A GERALDO).
GERALDO:
Pues aquí estoy Simón, pa compartir contigo las inquietudes bananeras o guinelísticas del momento.
SIMON:
Eso: guinelística, mejor que bananística, que toda la vida se ha llamado nuestro sabroso producto: guineo.
GERALDO:
Tienes razón, Simón: acaso por haberle cambiado de nombre de guineo a banano es que han venido dificultades y angustias. Es como cuando a uno en la calle lo llaman por un apodo, que no se sabe si es con uno la cosa.
SIMON:
Pero en resumidas cuentas, ese afán loco hacia el monocultivo, sin prever la competencia de otros productores, nos ha obligado a depender, tanto nosotros como la economía nacional, de un solo producto: nuestro rico banano.
GERALDO:
En realidad: "No hay taco para el banano", pero las trabas y cortapisas que nos ponen a los productores, hacen que la fruta encarezca y se nos venga encima el fantasma de la competencia Centroamericana.
SIMON:
Eso de la Feria Mundial del Banano, que se realiza todos los años en Machala está probando la bondad de nuestra rica fruta, aun cuando, en el aspecto artístico deje mucho que desear, por cuanto, como en las demás ferias que se realizan en el país se dé preferencia a los artistas extranjeros, en perjuicio de nuestros muy buenos artistas nacionales, que como nuestro banano, son buenos de verdad.
GERALDO:
Tienes razón, así como aquí no apreciamos en todo su valor a nuestros artistas nacionales, tampoco consumimos nuestro rico guineo. Ya casi no lo comemos y a muchos turistas que vienen por acá les ha sorprendido que lo que menos se consume en casa, es precísamente nuestro exquisito banano de fama internacional.
SIMON:
Es algo parecido a lo que te sucedió a ti.
GERALDO:
¡A mí!
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SIMON:
Claro, a ti, que teniendo una mujer joven y guapa, buscaste fruta del cercado ajeno y te enredaste con....
GERALDO:
(INTERRUMPIENDO A SIMON) Eh, eh, esas fueron cosas de "mi despreocupada juventud", como dijo Don Neftalí Bonifaz.
SIMON:
Nada, nada: que a nosotros los ecuatorianos nos gusta, si no lo ajeno, cuando menos lo que no se hace en casa. Si lo sabré yo....
GERALDO:
Ya, ya lo sé: como que tú también te enredaste más de una vez con una "striptsera" del "Tropicana"; una colombianita, caleña, por más señas, que creo se llamaba Salima, según me contó en alguna ocasión que por allá anduve, el "chivo" Echeverría.
SIMON:
Já, já, já, así que tú también has andado por allá, cuando vas a Guayaquil, eh?
GERALDO:
Bueno, lo confieso, que me gustaba una panameñita que llaman Siria, pero eso fue hace tiempo, y una sola vez que me llevó Gustavo, que andaba enamorado de la panameñísima Alzia Scarlet.
SIMON:
Ah, bandido, entonces, qué me criticas....
SERAPIA:
(SALIENDO SUBITAMENTE A ESCENA) ¿Hablaban ustedes?
SIMON:
(SIMON DE PIE GAGUEANDO POR LA SORPRESA) Eeeeeh, es que Geraldo, decía que....
GERALDO:
(GAGUEANDO TAMBIEN Y DE PIE) Eeeeee es que hablábamos de relaciones internacionales.
SIMON:
Eeeeeeeso mismo, de la conveniencia de estrechar más las relaciones con nuestros hermanos países vecinos de América.
GERALDO:
Sí, hay que darle impulso a estas relaciones.
SERAPIA:
No me hablen de impulsos, que recuerdo lo llevó a usted a tener cinco mujeres a cargo.
SIMON:
Media docena, dirás mujer.
GERALDO:
Eh, eh, un momento, Simón: que no fueron más que cinco.
SERAPIA:
Claro como que la sexta, que era muy jovencita, se le fue con un chofer de taxi.
SIMON:
No mujer, con un chofer de camión.
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SERAPIA:
No señor, de taxi.
SIMON:
De camión.
SERAPIA:
(DISCUTIENDO ACALORADAMENTE) De taxi.
GERALDO:
(INTERVINIENDO PARA APACIGUAR) No discutan por gusto: fue con un chofer de colectivo.
SERAPIA:
Bueno, colectivo o taxi, por ahí van, pero camión: (A SIMON) Cretino.
SIMON:
Bueno, yo creía....
SERAPIA:
(DESPECTIVAMENTE A SIMON) ¡Bah! (A GERALDO) Bueno, bueno: olvidémonos lo pasado por sucio que sea, y pensemos que en nuestra casa se están produciendo vientos que van a parar en tempestades.
GERALDO:
Como no sean esos vendavales del Caribe, que arruinan las bananeras centroamericanas, que tanto nos benefician a nosotros....
SERAPIA:
No señor, se trata de su sobrino, Tiburcio, anda, como dicen vulgarmente "echándole los perros" a nuestra hija Simona, lo cual no está bien, porque ese Tiburcio....
GERALDO:
Eh, eh, que es mi sobrino, doña Serapia.
SIMON:
Pero, amigo mío: Tiburcio no es un mozo de porvenir, que digamos.
SERAPIA:
Y además, tiene el defecto, que imitó a su tío, de enamorar a varias mujeres al mismo tiempo; y dicen las malas lenguas que hasta las sirvientas.
GERALDO:
Bueno, eso es un buen síntoma, doña Serapia, porque es preferible que a un hombre le gusten las mujeres, aunque sean sirvientas, antes que....
SIMON:
Claro, antes que lo eso otro que tú sabes.
GERALDO:
Cómo que tú sabes, yo no sé nada de lo otro.
SERAPIA:
Como que buen síntoma Don Geraldo, ¿le parece a usted buen síntoma andar de zaguán en zaguán enamorando a las empleadas?
SIMON:
Claro, claro, eso no está bien Geraldo.
SERAPIA:
Tú no digas nada, que algunas veces te he pillado guiñándole el ojo a las empleadas.
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SIMON:
Eh, eh, qué te pasa mujer, eso sí que no Serapia, has visto mal.
SERAPIA:
Nada, nada, que he visto muy bien, y por lo visto, ese Tiburcio es de tu misma calaña, y yo no quiero que mi hija tenga la misma mala suerte que yo, de casarse con un mujeriego empedernido.
GERALDO:
(RIENDOSE DE SIMON) Je, je, je, así que tú también has sido sirvientero.
SIMON:
Bah, esas son exageraciones de mi mujer, que siempre está viendo lo que no existe por sus celos exagerados, y en lo que respecta a tu sobrino, desgraciadamente en esta época de hipismo, la juventud se vuelve cada día más sicodélica y gogotera. ESCENA TERCERA
Dichos y Torcuato, que sale a escena con una alforja y arreos de campo TORCUATO:
Buenos días patrones.
TODOS:
Muy buenos: Torcuato.
GERALDO:
¿ Y qué hay del embarque de guineos?
SIMON:
¿Ya han llegado los compradores para el corte?
TORCUATO:
Ah, patrones, como no baje la Santísima Virgen y er San Jacinto de Yaguachi, no se arreglará eso der bananéo.
SIMON:
¡Del "bananéo"!
GERALDO:
(A TORCUATO) Lo del banano, querrás decir.
TORCUATO:
Mesmamente: lo der guineo banano, u viceversa.
SIMON:
Lo ven, es un desastre, se pudre en las matas.
GERALDO:
Pero, al fin se ha de encontrar alguna solución. Nuestro país, y especialmente la Costa, tiene recursos inagotables. Recordemos lo de la "escoba de la bruja" del cacao, que cuando menos lo pensamos, surgió la bonanza.
SIMON:
Es verdad que nuestra tierra es privilegiada, y a veces estoy por creer en los milagros de que habla mi mujer.
SERAPIA:
Es que tienes tque creer, porque la casi totalidad del Ecuador es católico, apostólico y romano, y la niña Narcisa es muy milagrosa.
488
TORCUATO:
Mesmamente, patrona: la niña Narcisa es muy milagrosa y es la santa costeña, la santa montubia y ella desde er cielo no puede abandonar a su tierra.
GERALDO:
Bueno, puede ser, pero la verdad es que, como bien dice mi comadre Serapia, la cosa se compondrá.
TORCUATO:
Y yo conozco ar que está encontrando er remedio, acaso inspiráo por un angelito bajao der cielo a esta parroquia de "Palo Largo".
GERALDO:
Un momento, que ya no se llama "Palo Largo".
SIMON:
El Supremo Gobierno la bautizó con el nombre de San Fulgencio.
GERALDO:
Claro, tenía que ser el gobierno, el que bautice a una parroquia con el nombre de un Santo del calendario cristiano.
TORCUATO:
No se burle usté, Don Geraldo, que aun cuando los que están arriba sean coloráos todos aquí semos Católicos, como taita Arfaro.
GERALDO:
Bueno, pero, ¿quién es ese mortal que ha encontrado el remedio para esta crisis bananera?
GERALDO Y SIMON:
(A UNA SOLA VOZ) Sí, ¿quién?
TORCUATO:
Por favor, agarren a doña Serapia.
TODOS:
¿Qué dices?
TORCUATO:
Que ña agarren bien a doña Serapia, porque la cosa es de ñeque y remezón.
TODOS:
(ADMIRADOS) ¡Quéeeee!
TORCUATO:
Aguántense un pedazo, patrones: er que ha encontrao la solución pa lo der guineo es....
TODOS:
(ANHELANTES) ¿Quién?
SERAPIA:
La niña Narcisa.
TORCUATO:
No patrona, la niña Narcisa, no.
GERALDO Y SERAPIA:
Entonces, ¿quién?
SIMON:
Sí hombre, acaba de decirlo de una vez. 489
GERALDO:
Sí, Torcuato, acaba, acaba pronto.
TORCUATO:
(ADMIRADO) ¡Quééééé!
GERALDO:
(EXPLICANDO) Que acabe de decirlo de una vez.
TORCUATO:
(ALIVIADO) ¡Aaaaaah! Pues bien: quien ha encontrao la solución pa el problema der banano es...
TODOS:
(ANHELANTES) ¿Quién?
TORCUATO:
Agárrense juerte....
SERAPIA:
Ay, Torcuato, que nos desesperas: acaba, acaba de una vez.
TORCUATO:
Pues bien, quien ha encontrao la solución a toditititos los problemas er banano es don Tiburcio.
TODOS:
(ADMIRADOS) ¡Quééééé!
TORCUATO:
Ya lo hey dicho: don Tiburcio.
SERAPIA:
¡Qué barbaridad! Ese cretino, mejor no hubieras acabado, Torcuato.
SIMON:
¡El baboso que anda bacilando a mi hija!
GERALDO:
(ORGULLOSO) Mi sobrino.
TORCUATO:
Er mismísimo don Tiburcio, y quien lo ha ilumináo y lo ha inspirado a encontrar la solución der problema der banano, es ese angelito, der que está enamorao perdidamente.
SERAPIA:
Perdidamente: claro que es un perdido; pero ese tarambana es un perdido desde hace mucho antes de conocer a mi hija.
SIMON:
Bueno, no es tanto mujer, un poco novelero, no más.
SERAPIA:
Y nueva olero todavía, eso no lo sabía.
SIMON:
No mujer, novelero no más, no nueva olero.
GERALDO:
(ORGULLOSO) Bueno, no se piquen, que tenía que ser de mi sangre y de mi estirpe el man que encontrara la solución del problema, así que con ustedes chau y hasta la próxima, que voy a buscar a mi sobrino para felicitarlo. (MUTIS POR EL FORO).
SERAPIA:
Eso sí que no lo aguanto: puede seguir el problema bananero sin solución, pero lo que es yo no permitiré que mi hija se case con semejante cuchucho. (MUTIS POR LATERAL MUY DISGUSTADA).
490
TORCUATO:
Se calentó la branca. Por argo jue quey yo dije que la agarren, porque sabía que la noticia le iba a provocar chirincho.
SIMON:
Pero, de dónde has sacado tú que ese man ha encontrado la solución de la crisis del banano.
TORCUATO:
Simón.
SIMON:
Eeeeem, atrevido, desde cuando me tuteas.
TORCUATO:
Yo no lo hey tutéao, patrón, sencillamente le hey dicho que Simón.
SIMON:
Cómo es eso, me vuelves a decir Simón, y dices que no me tuteas.
TORCUATO:
No señor: yo no lo hey tutéao, hey dicho que simón, que esta noche lo sabrá patrón.
SIMON:
Y por qué esta noche se sabrá lo del proyecto de Tiburcio.
TORCUATO:
Porque me dijió que si esta noche logra hablar con la niña Simona, le contará a uste er proyecto y er resultao de los análisis que le han mandao de Guayaquir.
SIMON:
¡Análisis has dicho!
TORCUATO:
Eso dijió er blanco: que había mandao a Guayaquir unas muestras de un menjurje de banano, y que ya le habían contestáo.
SIMON:
¡Menjurje, dijiste!
TORCUATO:
Sí, patrón, argo así como "chucula".
SIMON:
A lo mejor tiene la solución. Y pensar que mi mujer ha venido estorbando los amores de mi hija con ese joven. (A TORCUATO) Yo no creo mucho en una solución, pero tampoco se puede negar que alguien piense en salvar la producción del banano.
TORCUATO:
Eso mesmo decía don Tiburcio, y se refería a esos análisis y a otras cosas que yo no entiendo. Lo importante, patrón, es que lo dejen hablar con la niña Simona, pa que desembuche.
SIMON:
Acaso tengas razón. Cuando menos, hay que ver de qué se trata. Lo primero que haré es invitar a mi mujer a visitar a la comadre Mercedes, y así dar oportunidad para que hable ese joven con mi hija.
TORCUATO:
¿Y si ella se les quiere er en la gurrupera?
491
SIMON:
Ya me daré maña para que Simonita se quede en casa, porque tampoco conviene que mi hija salga a hablar con ese joven ni en el corral, ni en la huerta.
TORCUATO:
¿Me permite un consejo, patrón?
SIMON:
¿Cuál?
TORCUATO:
Que mande pa acá, primero, a la serrana Socorro, y entonces yo la alecciono pa controlar entre los dos la palabriada de los enamoraos.
SIMON:
Tienes razón, Torcuato. Confío en tu fidelidad. (MUTIS POR LATERAL).
TORCUATO:
Me salió la cosa de lomo pintao. Er propio patrón me manda la longa que tanto me gusta, y me comisiona pa que yo haga de arcagüete entre la niña Simona y don Tiburcio, que es una gran persona. En fin, don Tiburcio dice que le vinieron los análisis de no sé qué cosa der banano, que ahí está la pelotita der asunto; y hasta a mí me ha entrao curiosidá de saber cómo es la cosiaca. ESCENA QUINTA
Torcuato y Socorro, que sale a escena barriendo. SOCORRO:
¡Ay, Jesús, que me topo con els enemigo malo! (SE PERSIGNA).
TORCUATO:
Un momento, serranita: carita e guagua e pan; que aquí se trata de un asunto peliagudo y de agárrate que me agacho.
SOCORRO:
Alsguna barsbaridá ha de sers, como todo lo que se les da ocurriendo a los monos montubios.
TORCUATO:
Que tengo el encargo de que se palabrée a la niña Simona con er blanco don Tiburcio, sobre el banano.
SOCORRO:
¿Y tú vas a dars interviniendo para que los enamorados hablens dels gueneyo?
TORCUATO:
Precísamente de la precisión precisa, preciosa, porque a los enamorados les encanta er guineo.
SOCORRO:
¡Ah, sí! ¿Y cómo vas a dars haciendo para que hablen dels gueneyo de don Tiburcio?
TORCUATO:
Es que er blanco Tiburcio tiene la solución pa la quiebra que está sufriendo
492
er guineo, y no sembucha a naiden er secreto, sino a la niña Simona; ¿me entiendes? SOCORRO:
Bueno, pes, ¿y cómo haremos?
TORCUATO:
En cuanto don Simón y doña Serapia sargan pa onde la comadre Mercedes, tú me avisas, y yo le soplo er soplete a don Tiburcio, pa que venga.
SOCORRO:
¿Y vendrá solito?
TORCUATO:
Conmigo, por supuesto.
SOCORRO:
Entonces, ¿yo también estaré en la entrevista?
TORCUATO:
Ah, longuita güenamoza: ¿con que te gusta estar donde estoy yo?
SOCORRO:
Bueno....
TORCUATO:
¡Güeno! Eso tá güeno.
SOCORRO:
Digo que bueno, que está bueno para cuidars a la niña Simoñita, alabancioso. (INICIA MUTIS).
TORCUATO:
Ay, Socorro, Socorro.
SOCORRO:
(REGRESANDO SOBRESALTADA) Ay, Torcuato, ¿qué te pasa?
TORCUATO:
Nada, ¡qué me va a pasar!
SOCORRO:
¡Tatay, pero si me das llamando!
TORCUATO:
Yo no te estoy llamando, preciosura, es que ante esos anderes de potranca maltocita que tienes, no me queda otra cosa que pedir socorro, mamacita.
SOCORRO:
(DISGUSTADA) ¡Qué horrors!, lo de cosas que das diciendo, mono atrevido. (VASE CONTONEANDOSE EXAGERADAMENTE).
TORCUATO:
Y después dicen que la serranas no se menean, esta longa me tiene loco, y por lo visto busca un chalán con espuelas de plata, y ese voy a ser yo, que en cuanto veo una jembra mapudita, la arrebrujo como mogote e yerba con er garabato, y arzo con ella a la grupa der pintáo.
SOCORRO:
(DESDE DENTRO) ¡Torscuato! ¡Torscuato!
TORCUATO:
(AL PUBLICO) No les dije, a esta longa ya la tengo muejta, como que para argo me sirve la yerba der "sígueme, sígueme y vente conmigo". 493
SOCORRO:
(SALIENDO A ESCENA) ¡Torscuato! ¡Torscuato!
TORCUATO:
Aquí estoy, mijita linda, listo pa hacerte er favor.
SOCORRO:
Déjate de atrevimientos Torcuato.
TORCUATO:
Pero si entoavía ne mey atrevío a nada contigo, mamacita.
SOCORRO:
Avívate, montubio mudo, que pors estars pensando en la maldad, no te das cuenta que ya va viniendo er Tiburcio y ya bajaron los patrones pors la puersta dels corrals.
TORCUATO:
No me has dicho nada longuita: que corro a soplarle la noticia a don Tiburcio, y vos espérame en er tabladillo, pa palabriar un rato y ver si oímos lo que dicen los blancos.
SOCORRO:
Horrors, me muerro, eso es pecado, el oirs lo que hablan otros.
TORCUATO:
Es que a lo mejor dicen cosas que a ti te entusiasmen, y así me habré ahorrado palabriar tanto pa convencerte.
SOCORRO:
Ay Jesús, con eI filático mono montubio; como si necesitaras aprenders palabras para decirs cosas que gusten.
TORCUATO:
Ay, mamacita linda, es que a tu lado hasta er más lerdo se inspira.
SOCORRO:
No molestes, que tengo que trabajar. (MUTIS POR LATERAL).
TORCUATO:
Güeno mijita, que yo voy a avisar a don Tiburcio. (MUTIS POR EL FORO). ESCENA SEXTA
La escena queda sola un momento, aparecen Socorro con Simona; luego Tiburcio. SOCORRO:
Y mismito ñiña Simoñita, vensdrá don Tiburcio, y lo que usted debe darsle sacando es els gueneyo.
SIMONA:
(RUBORIZADA) ¿Qué dices?
SOCORRO:
(EXPLICANDO) Es que els Torscuato me dijo que don Tiburcio tenía que decisle no sé que cosa dels gueneyo.
SIMONA:
Entonces, Tiburcio vendrá aquí, ahora que han salido mis padres!
SOCORRO:
Ya mismito dará viñendo, ji, ji, ji.
SIMONA:
Pero eso es una imprudencia.....
494
SOCORRO:
Espere no más, patroncita, que ya mismito viene. (INICIA MUTIS).
SIMONA:
(TRATANDO DE DETENERLA) Pero, yo..., tengo miedo...
SOCORRO:
Quiersdé patruncita, y no se le olsvide de sacarsle els gueneyo. (MUTIS RIENDO) .
TIBURCIO:
(SALIENDO A ESCENA POR EL FORO) Simona....
SIMONA:
¡Tiburcio! ¡Esto es peligroso! Tú sabes, por mamá....
TIBURCIO:
No importa, Simoncita mía. (SE ACERCA Y LA TOMA DE LA MANO) Mi ilusión no es sólo hablar a solas contigo, es algo tal vez más transcendental. Sólo el amor es capaz de inspirar ideas a los hombres.
SIMONA:
Tienes razón. He oído decir que las mejores ideas de los hombres han sido inspiradas por las mujeres que ellos han amado.
TIBURCIO:
La preocupación en estos momentos, es el problema del banano, que se encuentra en manos de unos pocos sabidos que son los que distribuyen los cupos de exportación, y como tu padre está sufriendo una gran pérdida, al no poder exportar su banano, he considerado indispensable hacer algo. Es decir, que yo, que jamás he trabajado, ahora he resuelto hacerlo, para solucionarle este asunto que devolverá la tranquilidad a tu hogar, a mis familiares y a muchos ecuatorianos.
SIMONA:
Eres todo un hombre, Tiburcio; y me siento orgullosa y feliz de que mi persona haya influído en tu noble decisión.
TIBURCIO:
No es nada del otro mundo. He venido recogiendo datos de las cualidades dietéticas, alimenticias del banano y por lo tanto puedo ofrecer una documentación perfecta de los poderes alimenticios de nuestro banano, y por ello convencer al pueblo de que su consumo dentro de nuestro propio país nos beneficiará a todos, ya que esto beneficiaría a la salud y la alimentación de nuestro pueblo. En una palabra, debemos convencernos todos de que no hay taco para el banano.
SIMONA:
Es cierto, pues yo he oído decir que nuestro banano es el mejor del mundo.
TIBURCIO:
No sólo el mejor, sino el más sabroso y nutritivo.
SIMONA:
Tienes razón, ¡qué rico es nuestro banano!
TIBURCIO:
Sí, mi vida, piensa un momento en lo bueno que sería que nuestro pueblo de todo el Ecuador se convenza del inmenso poder alimenticio de nuestro banano, ya tendríamos un mercado interno muy bueno, ya que siendo
495
cinco millones de ecuatorianos, y que cada ecuatoriano, como mínimo, consumiera unos cinco bananos diarios, habría un consumo de veinticinco millones de bananos diarios, imagínate amor. SIMONA:
Uy, Tiburcio, qué inteligente eres, pues eso equivaldría a un consumo de setecientos cincuenta millones de bananos al mes.
TIBURCIO:
Nueve mil millones de bananos al año, mi vida.
SIMONA:
Qué barbaridad, no hay taco para el banano, todo lo que a esta maravillosa fruta se refiere es una verdadera danza de los millones.
TIBURCIO:
Y eso que cinco guineos diarios, no es nada.
SIMONA:
Claro, se podrían comer muchos más, en lugar de arroz por ejemplo.
TIBURCIO:
Bueno, tanto como eso, no, pero sí podríamos comer los ecuatorianos entre siete y diez guineos diarios.
SIMONA:
Ay, Tiburcio, a tu lado me pasaré toda la vida saboreando el banano.
TIBURCIO:
Y yo te daré todo el banano que quieras, mi vida.
SIMONA:
Bueno, pero, un momento: ¿Cómo se probaría el gran poder alimenticio del banano ante nuestros compatriotas, que en su gran mayoría no comen guineo?
TIBURCIO:
(SACANDO UNOS PAPELES CON GESTO TRIUNFAL) Aquí están los últimos análisis que me devolvieron de Guayaquil, cuando mandé productos de banano para que sean analizados. Es algo formidable.
SIMONA:
Ay, ¡qué bueno! y ¿qué dicen esos análisis?
TIBURCIO:
(ENSEÑANDO UN PAPEL) Este se refiere al aspecto dietético, asegura la calidad de proteínas y vitaminas que tiene el guineo.
SIMONA:
¡Qué bueno!
TIBURCIO:
(ENSEÑANDO OTRO PAPEL) Este es, acaso el más principal de todos, porque confirma las noticias cablegráficas y comentarios publicados en la prensa de Guayaquil.
SIMONA:
¿Sobre qué?
TIBURCIO:
Sobre nuestro banano, mamacita, sobre nuestro banano.
SIMONA:
¡Nuestro banano! Yo no tengo banano....
TIBURCIO:
Bueno, pero tu papá sí tiene, que viene a dar lo mismo, pues lo que es de los padres es de los hijos.
496
SIMONA:
¡Ah!
TIBURCIO:
Y siguiendo con las cualidades de nuestro banano, te diré, que al provocar una digestión normal, de hecho rebaja colesterol y mantiene la presión arterial bastante baja; o sea, que resulta una garantía para las personas que lo comen, pues no se enfermarán del corazón, y antes por el contrario, les evita ser afectadas.
SIMONA:
Ay, Tiburcio, entonces, yo lo voy a comer de preferencia, sobre todo el tuyo.
TIBURCIO:
Pues sí, debemos comerlo todos los enamorados sin esperar que los años caigan sobre nosotros.
SIMONA:
Claro, hay que comer el banano a tiempo, sobre todo nosotras las mujeres solteras.
TIBURCIO:
Bueno, de hecho las casadas, comen mucho más, pero si hay algunas solteras que dan sus buenos atracones de banano, aunque a veces esto les traiga malas consecuencias.
SIMONA:
Bueno, pero volviendo a lo de los análisis, ¿todo eso será verdad.... ?
TIBURCIO:
Cosa lógica, mi vida: el guineo, tomado con leche, es riquísimo, y no engorda.
SIMONA:
Pero toda fruta tiene azúcar, y para los diabéticos por ejemplo....
TIBURCIO:
El banano ecuatoriano la tiene en muy poca cantidad, y, en cambio es muy digestivo; y si una persona diabética come banano en cantidad moderada, le hará mucho bien.
SIMONA:
Me dejas alelada, Tiburcio.
TIBURCIO:
No, mi amor: no te aleles por tan poco; es que comencé preocupándome del asunto por ti, para poder resolver el gran problema bananero que tanto afecta a tu hogar.
SIMONA:
Eso es mejor que protestar, instruirse y ver la forma de solucionar el problema, creando un mercado interno para nuestra rica fruta.
TIBURCIO:
Claro que sí, pero no creas que me quedé allí.
SIMONA:
¡Ah, no!
TIBURCIO:
¡Anona!
SIMONA:
¡Anona! ¿Qué anona? 497
TIBURCIO:
Anona, eres tú la que acabas de decirlo.
SIMONA:
Yo no he dicho anona.
TIBURCIO:
¡No has dicho! Si lo acabas de decir, supongo te referirás a esa otra rica fruta de nuestra región: anona.
SIMONA:
Tas loco, yo no te he dicho anona, yo que he dicho admirada es que, ¡ah no!, es decir, me admiraba que no te hallas quedado allí y que hayas ido más lejos.
TIBURCIO:
¡Ah! Eso es otra cosa, efectivamente, pensé en otra fruta nuestra muy buena para combinar con el banano.
SIMONA:
Y ¿cuál es?, dime pronto, ¿ cuál es?
TIBURCIO:
Pues los cocos.
SIMONA:
¡Los cocos! Y ¿qué tiene que hacer el banano con los cocos?
TIBURCIO:
Que hacen una combinación perfecta: el banano y los cocos, pues si mezclas coco rayado y hervido con miel de abeja y un amasado de banano, te da por resultado mi descubrimiento del siglo el "banacoco", que hará las delicias de las golosas.
SIMONA:
Ay, Tiburcio, ¿cuándo me haces probar el banacoco?
TIBURCIO:
En cuanto nos casemos, mi vida. (LA ATRAE JUNTO ASI y VAN A BESARSE) . ESCENA SEPTIMA
Dichos y Torcuato y Socorro que interrumpen el beso de los enamorados. TORCUATO:
(SALIENDO A ESCENA VIOLENTAMENTE) "Banacoco" ¡Eso tá güeno don Tibur!.
SOCORRO:
(IRRUMPIENDO EN LA ESCENA AL MISMO TIEMPO QUE TORCUATO) Claro pes, que dels banano y los cocos tienen que salirs cosas riquísimas.
TORCUATO:
Clarón: cosita rica, longuita, cara de caramelo durce.
TIBURCIO:
Pues claro, y ya verán como la gente se dedica al banano y a los cocos sembrando y cosechando que será un contento.
SIMONA:
¿Y qué más se te ha ocurrido?
498
TORCUATO:
Claro, ¿qué más?
TIBURCIO:
Aquí está, en la respuesta del distinguido industrial español Dr. Guillermo Serra (SACANDO OTRO PAPEL), que está encantado en poner en práctica mi receta de una mezcla de banano con guayaba de chocó y miel de caña, que resultará un gran alimento.
SIMONA:
Ay qué bueno, así se sembrarán todos esos frutos en gran escala y retornaremos al policultivo, en vez del monocultivo.
SOCORRO:
Claro pes, y así ya no darán diciéndoles monos.
TODOS:
¡Qué dices!
SOCORRO:
Claro pes, ahorita me doy dando cuenta de porsque es que les diciendo monos, pes, ha sido pors lo del monocultivo.
TORCUATO:
Arranca pachuca: ¡que brutalidá estas iciendo!
SOCORRO:
Monocultivo, pes, que quiero decirs lo que cultivas los monos.
TIBURCIO:
No seas bárbara, Socorro: monocultivo quiere decir un solo cultivo, o sea dedicarse sólo a una cosa.
SIMONA:
Claro, mono es raíz latina que significa uno.
SOCORRO:
Qué latino, ni qué niño envuelto, quiersdé pes patruncita, si yo siempre he sabido que es a los costeños que se les dice monos, no a ningún latino.
TORCUATO:
Calla, que tú de estas cosas no entiendes nada.
SOCORRO:
Y vos sí mono sabio. (LO TUERCE Y LE SACA LA LENGUA).
SIMONA:
Lo cierto, Tiburcio mío, es que has encontrado la solución a nuestro tremendo problema.
TORCUATO:
Lo que no me convence de la guayaba, es que afloja un poco la panza, pues recuerdo que de chico mi mamá me daba durce de guayaba mezclado con guineo cuando estaba estreñido.
SIMONA:
Pero de todos tus descubrimientos el del empleo del banano entre nosotros mismos es lo principal.
SOCORRO:
Claru, patruncita, el gueneyo es colosal.
TORCUATO:
Eso es, no hay taco para el banano.
SOCORRO:
(ALERTADA) Con su permiso patruncitos.
499
TIBURCIO:
¿ Qué pasa?
SOCORRO:
Es que ya mismito regresan los patrones mayorengos.
TIBURCIO:
(A SIMONA) Bueno, entonces tenemos que despedirnos mi amor.
SIMONA:
Ay, que lástima, pero si sólo has estado un momentito.
TORCUATO:
(A SOCORRO) Hacete la disimulada, pa que puedan arrejuntarse su poquito.
SOCORRO:
Ay no pors Dios, cuidado nos pillan los patrones. (A SIMONA) Rapidito ñiña Simoñita.
TIBURCIO:
(BESANDO A SIMONA) Hasta otro rato, mi vida.
SIMONA:
(CONTESTANDO EL BESO DE TIBURCIO) Hasta pronto, mi amor. (MUTIS DE AMBOS EN SENTIDO CONTRARIO).
SOCORRO:
(SUSPIRANDO) Ay, qué despedida tans romántica.
TORCUATO:
¿Y cómo la viste si estabas de espardas?
SOCORRO:
Bueno, es que sólo la vi a medias....
TORCUATO:
Es por eso que dicen que las mujeres son tan curiosas; que tienen ojos por todas partes.
SOCORRO:
Yo sólo tengo dos ojos, los de la cara, lo que pasa es que vi la despedida de la ñiña Simoñita con els rabo, ji, ji, ji. (CON PICARDIA).
TORCUATO:
(ASOMBRADO) ¡Qué cosa!
SOCORRO:
Con els rabo, pes, ji, ji, ji.
TORCUATO:
(MAS ASOMBRADO AUN) ¡Con el ojo del rabo!
SOCORRO:
No seas bruto, quiero decirs con els rabo del ojo, animal.
TORCUATO:
Aaaaaaah, "como no explicas".
SOCORRO:
Pero als fin ni siquiera te has de acordars de lo que según el ñiño Tiburcio, se puede hacers con els gueneyo.
TORCUATO:
No se dice gueneyo, si no banano.
SOCORRO:
"Tú no eres quien", va a darsme enseñando a hablars bien el casteliano, montubio mudo, que ustedes se comen las letras dels alfabeto y pronuncian muy mal, diciendo "pelao", por pelado; trucao, pors
500
TORCUATO:
(AL PUBLICO) Metí la pata con espuela y todo.
SOCORRO:
Nada, naditica es que, se ha descubierto un descubrimiento, pes.
SIMON:
Descubrimiento, ya me imagino....
SERAPIA:
¡ Quéééééé!
SIMON:
Que en la botica de mi compadre Filiberto, me contaron que el joven Tiburcio.. .
TORCUATO:
(AL PUBLICO) La embarramos.
SOCORRO:
Un momento pes, y con els persdón de sus mercedesd; yo doy creiendo que quien ha descubierto lo dels gueneyo con los cocos, merece respeto.
SERAPIA:
(ADMIRADA) ¡El guineo con los cocos! Y ¿qué es eso?
SOCORRO:
Es algo riquísimo patruncita. ESCENA NOVENA
Dichos y Simona, que alcanza a oir las últimas frases. SIMONA:
(SALIENDO A ESCENA) Si mamá: y eso se consigue realizando una serie de combinaciones alimenticias de nuestro banano o guineo, lo que facilitaría el consumo entre nosotros mismos, solucionando en parte la venta de la fruta.
SERAPIA:
Y eso qué tiene que ver con ese atrevido de Tiburcio, que te está calentando las orejas.
TORCUATO:
Es que usté llama atrevido que le calienta las orejas y no sé qué cosas ma a la niña Simona....
SIMON:
Nada más que las orejas, so majadero.
TORCUATO:
¿Ta usté seguro, patrón?
SIMON:
Claro que sí, atrevido.
TORCUATO:
Bueno, yo decía no más "por si las moscas".
SOCORRO:
Claro pes, que yo estuve dando vigilando todo.
SERAPIA:
Con que vigilando todo, ¡eh! Es decir que eres una alcahueta.
SOCORRO:
Señorita, pors favors: que yo siempre la doy vigilando a ñiña Simoñita.
502
trucado: cacao pors "cacado". TORCUATO:
Eh, eh, un momento, "nada jabón", ahí sí que no: se dice cacao, no cacado.
SOCORRO:
"Cacado", señors, "cacado", que ustedes son los que pronuncian mal y dan diciendo también cocoa en lugars de "cocoda", que es la pronunciación correcsta.
TORCUATO:
Tas loca, no sabes lo que dices.
SOCORRO:
Cállate la boca, que ahí vienen los patrones. ESCENA OCTAVA
Dichos y Simón con Serapia, que salen a escena por el foro. SOCORRO:
Buenas tardes, patruncitos.
TORCUATO:
Güenas tardes de Dios.
SERAPIA Y SIMON:
(AL UNISONO) Buenas tardes.
SERAPIA:
(SOLA) ¿No ha habido novedad durante nuestra ausencia?
SOCORRO:
Naditica patruncita, naditica, sólo que el gueneyo se junta con los cocos.
SERAPIA Y SIMON:
(ADMIRADOS) ¡Quééééé!
SOCORRO:
SERAPIA Y SIMON: SOCORRO:
Eso mismo, patruncitos, eso mismo: que el gueneyo con los cocos se juntan y resultan una cosa muy rica.
(MAS ADMIRADOS AUN) ¿Qué dices? ¿Estás loca? (ENTUSIASMADA) Claru patruncitos, els gueneyo y los cocos se juntan y resulta el guenecoco.
SERAPIA Y SIMON:
(MIRANDOSE ASOMBRADOS) ¡Qué barbaridad!
TORCUATO:
(ACLARANDO A SOCORRO) Guenecoco, banacoco, querrás decir.
SIMON:
Guenecoco, banacoco, pero ¿de qué diablos hablan ustedes?
501
TORCUATO:
Pero er julano que usté dice, tiene muchas güenas ideas pa mejorar er banano y sacarnos de apuro.
SERAPIA:
Ese inútil no se saca de apuros ni a él mismo, menos va a sacar a otros.
SIMONA:
Perdone, mamá: pero aun cuando usted no acepte como mi pretendiente a Tiburcio, es hora de decir, si se aceptan sus proyectos, pues si se los acepta resolverá todo un problema nacional, que a todos nos afecta.
SERAPIA:
Ajá, ¿con que esas tenemos?
SIMON:
(AL PUBLICO) Sonó el bonche.
TORCUATO:
Eh, eh, un momento mi blanca: que la idea de don Tiburcio, es muy buena.
SOCORRO:
Si señorita, muy buena.
SIMON:
Bueno, pero veamos en que consisten esas ideas.
SERAPIA:
¿Con que todos ustedes están de acuerdo con las ideas estrambóticas del pelafustán ese?
SIMONA:
Pero mamá.....
SIMON:
Claro, escuchemos las opiniones que al respecto tiene Tiburcio, puede que sean buenas.
SERAPIA:
¿Con que tú también lo defiendes? viejo alcahuete.
SIMONA:
Pero, mamá, sé comprensiva, de todos modos, lo que tanto buscaban, al fin se encontró la solución, siquiera en parte del problema del banano, y, aún cuando mamá no lo reconozca, pero es así. ESCENA DECIMA
Dichos y Geraldo, que entra por el foro como un desesperado. GERALDO:
Adónde, dónde, dónde.....
SIMON Y TODOS:
(RODEAN A GERALDO) ¿Adónde, adónde qué????
GERALDO:
¿Adónde se habrá metido ese muchacho: salvador de nuestra crisis bananera?
SIMONA:
¿A quién busca don Geraldo? 503
GERALDO:
A Tiburcio.
SERAPIA:
Pues búsquelo en la cantina, que es su lugar favorito, no aquí en mi casa.
SIMON:
Pero, ¿por qué buscas con tanto afán a tu sobrino?
SIMONA:
(AL PUBLICO) No me importa que sepan que ha estado hablando a solas conmigo.
TORCUATO:
(A GERALDO) A que lo busca por lo del banano.
GERALDO:
Exacto: ese muchacho es un genio; yo estoy enamorado de su talento.
SERAPIA:
(HACIENDO BURLA DE GERALDO) Ay, ay: enamorado, pues entonces no pierda el tiempo, a ver si deja él de molestar a mi hija, y se dedica mejor a usted.
GERALDO:
(Qué pasó pues, acaso a mí me gusta el "arroz con chancho" mantan tiru tiru lá?
SOCORRO:
Don Gelasdo no parece que fuera dels otro equipo.
GERALDO:
Es sencillamente genial, no sólo porque coincide con el columnista Porthos, seudónimo del gran periodista guayaquileño Adolfo H. Simmonds, sobre el hecho de que el guineo vino al mundo antes que el hombre.
SOCORRO:
Elé pes, qué herejía tan grande da diciendo don Geraldo, (que els gueneyo vino als mundo antes que els hombre?
TORCUATO:
Pero, ¿es tan antigua esa planta?
TIBURCIO:
Bueno, según Porthos ha investigado, el banano no es ni árbol, ni arbusto, ni planta.
SOCORRO:
Me muerro, elé pes, ¿qué tan es pes el gueneyo, entonces?
SERAPIA:
Pero, si el banano apareció en el mundo antes que los hombres, cuando apareció Eva, ¿ya había bananos?
SIMON:
No mujer, qué va, fue con los primeros hombres que aparecieron en el mundo los primeros bananos.
GERALDO:
Sí señor, y de todas las calidades, unos más grandes, otros más chicos.
SIMON:
Unos más gruesos, como el "gross michel"; y otros más delgados como el "cavendish".
504
TIBURCIO:
Bueno, pero, no sólo he estudiado la genealogía bananal sino que quiero aprovechar de la próxima Feria Mundial del Banano, que todos los años se celebra en Machala, para demostrar que nuestro banano es mucho más alimenticio que los huevos, la carne, la leche, pues tiene muchas más vitaminas y proteínas que estos alimentos.
SOCORRO:
(DESPECTIVAMENTE) ¿Y qué sacamos con saber todo eso?
SIMON:
¿Es que no te das cuenta, que cuando nuestro pueblo se convenza de la proteína alimenticia de nuestro banano, todos nos dedicaremos a comer banano y banano, día y noche?
SOCORRO:
(PREOCUPADA) ¿Y no tan dará haciendo daño el banano de noche?
SERAPIA:
Qué va: de noche es cuando es más sabroso, aun cuando por la edad de Simón, hace mucho tiempo que me tiene a ración.
SIMON:
Bueno, este, es que a veces, puede resultar indigesto.
TORCUATO:
Lo que es yo, si que no tengo ningún problema, gracias a la chucula y er buen majao e vejde.
TIBURCIO:
Bueno, como iba diciendo, Porthos coincide conmigo, en eso de que hay que sembrar tambien plátano dominico, guinea de oro, barraganete....
SERAPIA:
Eso es: el barraganete, es el mejor.
SIMONA:
Pues sí, debemos emprender una gran campaña para que no se pierda la costumbre de preparar los sabrosos platos criollos como el majao....
TORCUATO:
La chucula.
SIMON:
Los chifles.
SERAPIA:
Las empanaditas de verde.
GERALDO:
La rica torta de maduro.
SIMON:
Las exquisitas bolas de verde.
TORCUATO:
La sabrosísima cazuela.
SOCORRO:
Ay sí, pero lo mejor es els versde asado, enterito y gransdote.
SIMONA:
Ay sí.
SERAPIA:
Se me hace agua la boca, sólo en pensarlo.
505
SIMON:
¡ Quéééé!
SERAPIA:
En pensar en el verde asado.
TODOS:
¡Aaaaaa!
TORCUATO:
(ENTUSIASMADO) ¿Y ónde dejan er bolón relleno y er sancocho casero? .
GERALDO:
¿Y la colada de harina de plátano, que pone fuertes a los muchachos?
SIMON:
¿Y los tucos de verde, que ahora lo llaman "patacones"?
TORCUATO:
¿Y er maduro ornao, ónde lo dejan? Junto ar talón de negra y la tortilla "maríapipona".
SOCORRO:
Pero nos hay como els versde asado, gransdotote.
TORCUATO:
Ay sí, cuanto más grandote mejor.
SERAPIA:
(ENTUSIASMADA) Ay, ay, ay, no sigan que se me hace agua la boca.
GERALDO:
¿Y la bola de majao con chicharrón y manteca de chancho?
TORCUATO:
¿Y er barraganete pisotéao con pilón en plasta e leche?
SOCORRO:
¡Ay! pobre barraganete.
SIMONA:
Mejor es el barraganete asado.
SERAPIA:
Ay sí, denmen a mí un buen barraganete asado y una taza de café puro, y para qué más.
SIMON:
Es formidable, es grandioso lo que se puede hacer con nuestros maravillosos productos tropicales.
SERAPIA:
Si eso logra ese pelafustán, le permitiré que llegue hasta la esquina a ver a mi hija.
SOCORRO:
Ay patrona, de lejito no vale, déjelo llegars no más hasta el zaguán.
SERAPIA:
Eso sí que no.
TODOS:
¿Por qué?
SERAPIA:
Porque son peligrosos los amores detrás de la puerta.
TODOS:
¡Aaaaaaaah!
506
SIMON:
Bueno, si eso se lleva a efecto....
SOCORRO:
Quééééé, patrún, ¿ lo de detrás de la puerta?
SERAPIA:
Un momento, ¿qué se imagina?, ¿acaso mi hija es zaguanera?
SIMONA: SIMON:
¡Ay, Jesús! No, no, me refiero es a los proyectos bananeros.
GERALDO: SIMONA:
Bueno, pero yo si creo, con el perdón de ustedes, que Tiburcio debe ser recibido en la sala, ¿verdad? Claro que debe ser así, no ven que es el salvador de esta situación económica apremiante, mamá....
SERAPIA: SIMON:
Bueno, este....
SERAPIA:
Anímate mujer, decide de una vez, que se trata de un buen muchacho.
TORCUATO:
(AL PUBLICO) ¡Todo sea por el banano! (A LOS PRESENTES). Que pase pues.
SIMON:
(AL PUBLICO) No hay taco para el banano, que abre todas las puertas, por cerradas que éstas sean.
TODOS:
Socorro....
SIMON:
(ALARMADOS CORRIENDO HACIA SIMON) ¿Qué le sucede, qué pasa, qué es?
SERAPIA:
Nada, ¿qué me va a pasar?
TORCUATO:
(CONTRARIADA) Pero si estás pidiendo socorro...
SIMON:
(AL PUBLICO) ¡Clarón, se habrá vuelto "crazy"!
SERAPIA:
Estoy indicando a Socorro, aquí, a la empleada...
SIMON:
¿Qué te pasa con la empleada? (ACLARANDO A SIMON) ¿Qué te pasa?
SERAPIA:
(ALARMADO) Pero mujer.... SIMON:
507
SERAPIA:
(SECA Y CORTANTE) Qué.....
SIMON:
Que le diga al joven Tiburcio que suba.
SERAPIA:
Aaaaahhh, eso es otra cosa, Socorro: dígale a ese mequetrefe que gracias al poder del banano le concedo la gracia de poder venir de visita a mi honorable hogar.
SOCORRO:
Enseguidititita, patruna.
SERAPIA:
(AL PUBLICO EN ACTITUD HIERATICA) Hágase Señor tu
ESCENA UNDECIMA Dichos y Floripondio que sale a escena por el foro, dengueándose y lleno de aspavientos y ademanes femeninos. FLORIPONDIO:
(SALIENDO A ESCENA) Ay, ay, ay, con el perdón de vosotros distinguida concurrencia, ¿hay aquí por casualidad algún buen hombre que pudiera indicarme en dónde podría entrevistarme con el distinguido joven Tiburcio?
TODOS:
¡Quééééé! (ADMIRADOS ANTE LA FACHA DE FLORIPONDIO)
SERAPIA: FLORIPONDIO:
(DISGUSTADA) ¿ Qué desea usted aquí, en mi casa, Floripondio?
SERAPIA:
Ya lo he dicho hermosa dama: entrevistarme con el salvador de la crisis bananera, ay, porque yo también necesito salvarme.
TORCUATO:
No digo, ese hombre es tan relajado que hasta Floripondio lo anda buscando.
FLORIPONDIO:
TODOS:
(INTRIGADO) Y este julano, ¿quién es? Ay, joven montaraz del monte montuoso, te disculpo el delito de no conocerme, dada tu baja condición social de simple trabajador del agro costeño, que no se iguala a la mía de alto exponente de Jife Life, pero aunque un hondo abismo social nos separe, me has caído en gracia, así que te daré el gustito de presentarme: Yo soy Justo Justino Floripondio del Floral y Soledispa, y vengo hasta vosotros con ansias, ay, con unas 508
FLORIPONDIO: SIMON: FLORIPONDIO:
Ay, sí, unas ansias locas, locas de conocer al salvador, al milagroso, ay porque yo también necesito salvarme. (ARRIMANDOSE A SIMON). (RECHAZANDOLO) Anda que te salve tu abuela.
TORCUATO:
(COMPUNGIDO AL PUBLICO) Ay, qué malo, soy un incomprendido.
FLORIPONDIO:
(PARA SI Y AL PUBLICO) Pero qué manera más rara de vestirse la del man éste.
SIMON:
Ay, qué sabes tú de gustos montubio rústico, para que lo sepas, esta cachina es el último alarido de la moda masculina creada por Sotomayor.
GERALDO:
(A GERALDO CON SORNA) Por lo visto, Floripondio anda en busca de tu sobrino Geraldo, je, je, je.
FLORIPONDIO:
¡De mi sobrino! Eso sí que no lo consiento. (A FLORIPONDIO) Oiga usted so majadero, ¿y para qué quiere entrevistarse con mi sobrino?
GERALDO:
Ay, usted es tío del hombre que busco, ay, si debí suponerlo, por lo guapo... (TRATANDO DE ARRIMARSE A GERALDO, PERO SIENDO RECHAZADO VIOLENTAMENTE POR ESTE).
FLORIPONDIO: TODOS: FLORIPONDIO:
(RECHAZANDO A FLORIPONDIO) Déjese de atrevimientos, y conteste mi pregunta: ¿para qué quiere verse con mi sobrino?
TODOS:
Ay, eso nunca lo sabrás. (ADMIRADOS) ¿Cómo?
FLORIPONDIO: SIMON:
Ay, no insistan, que eso nunca lo sabrán. (INDIGNADOS EN TONO AMENAZADOR) Con que nunca lo sabremos, eh...
FLORIPONDIO: SIMON:
Ay, no, no y no, jamás, jamás, jamás curiosos, que eso no le incumbe a nadie, más que a él y yo. Con que no le incumbe a nadie más que a él y a ti...
TODOS:
Sí, sí y sí.
509
ESCENA DUODECIMA Dichos y Tiburcio que sale escena un poco corrido, introducido por Socorro. SOCORRO:
(HACIENDO PASAR A TIBURCIO) Venga no más patruncito, que els gueneyo convenció a doña Serapia.
TIBURCIO:
Buenas tardes con todos.
TODOS:
(A CORO) Buenas tardes.
GERALDO:
(EN TONO DECLAMATORIO) Entra triunfal sobrino, me siento orgulloso de ti.
SIMONA:
(ACERCANDOSE A TIBURCIO) Mamá, ya aceptó, no tengas cuidado.
SIMON: TORCUATO: TIBURCIO:
(A TIBURCIO) Bienvenido joven inventor. (AL PUBLICO) No hay taco para el banano.
SERAPIA:
Mucho me honra que la señora Serapia haya comprendido mi sinceridad.
TORCUATO:
No, joven, a mí, su sinceridad me importa un pepino, lo que me interesa es el banano.
SIMONA:
Claro patrona. (AL PUBLICO CON JUBILO) No hay taco para el banano.
SERAPIA:
Mamá se refiere al problema bananero resuelto ya, gracias al talento de Tiburcio.
TIBURCIO: TODOS:
Qué gran cosa sería que se llegara a convencer a todo el mundo en nuestro país, sobre las excelencias del banano ecuatoriano.
SOCORRO:
Precísamente, señora: mire usted esta respuesta que me llegó últimamente.
TORCUATO:
(ANHELANTES) A ver, veamos. (ADMIRADA) ¿Els banano?
TIBURCIO:
No longuita de mis entretelas, el banano todavía no; sino la respuesta que ha recibido don Tiburcio. 510
TODOS:
(ADMIRADOS INTERRUMPIENDO A TIBURCIO A CORO) ¡Banacoco!
TIBURCIO:
(EXPLICANDO) Sí, del banano con los cocos...
TODOS:
(ADMIRADOS Y A CORO) El banano con los cocos...
TIBURCIO:
Sí señores: una mezcla que hice de banano con coco, que yo la denominé "banacoco", y que pienso que se puede imponer en el consumo nacional si es que encuentro apoyo para poder montar esta industria alimenticia.
GERALDO: SIMON: TORCUATO: SOCORRO:
Cuenta con mi apoyo, sobrino. Y el mío también muchacho; pero apoyo moral, porque plata no hay.
SIMONA:
(AL PUBLICO) Eso probará una vez más que no hay taco para el banano.
TODOS:
Y los cocos.
TIBURCIO:
Pues el banano con los cocos serán la salvación de nuestra economía.
GERALDO:
(ENTUSIASMADOS) Estamos salvados.
SOCORRO: SIMON:
Pero hay que reconocer una verdad: que todo esto ha sido posible obtener, gracias al ángel de la guarda que ustedes tienen en esta casa.
TIBURCIO:
Que por lo visto, es lo que te inspiró esta idea salvadora.
SIMONA: TIBURCIO: SERAPIA: SIMON: SERAPIA: TORCUATO:
Y lo iluminó. Sí muchacho, por lo tanto te mereces un premio. (INDICANDO CON LA MIRADA A SIMONA) El único que he buscado. Tiburcio, gracias al banano, estaré contigo toda la vida. Y a los cocos también mijita, no lo olvides. (SE ABRAZAN). (INTERPONIENDOSE ENTRE TIBURCIO Y SIMONA) Un momento: jóvenes aprovechados, primero hay que ir a la Iglesia. 511
TIBURCIO:
SOCORRO: TORCUATO: SOCORRO: TORCUATO:
SOCORRO: TORCUATO: SOCORRO:
SIMON Y SERAPIA) Güeno, y que luego esa industria se establezca en esta parroquia de "Palo Largo", pa dar trabajo y dinero ar pueblo. Claro, primero "lo donde uno", y que aquí se produzca y se mande a vender a Guayaquil. ¿Y nosotros entraremos a trabajars en la fábrica? Clarón mijita linda, y con lo que te va a gustar el "banacoco". Ay sí, Torcuato, el gueneyo de por sí es sabrosísimo y con el aditamento de los cocos, sería una delicia. De rechupete, mamacita linda, de rechupete, ya lo probarás y te encan- tará, estoy seguro. (SORPRENDIDA) ¡Cómo! Cuando nos casemos, mamacita.
TIBURCIO:
Ah, eso es otra cosa. (SE ABRAZA MUY MIMOSA A TORCUATO).
SERAPIA:
(A SERAPIA) Mil gracias, señora; si todos los ecuatorianos tuviéramos un motivo de inspiración como mi adorada Simona, saldrían muchas ideas para beneficio de la economía de nuestro país. Es pródiga en ricos frutos, (AL PUBLICO)
SIMON:
(ASINTIENDO Sí señor. nuestra región, COMPLACIDA) mi querido hermano: pero gracias a Tiburcio vemos TODOS:
512
CUANDO ENTRA LA PICAZON o AMOR CON INTERES Sketch montubio de RODRIGO DE TRlANA, con arreglo, montaje y dirección general y artística de GUIDO GARAY; estrenada el día 28 de Agosto de 1969, en el Teatro Capitol de la ciudad de Manta, (Provincia de Manabí); con el siguiente Nicanora:
Srta. Lupe Gainza.
Cantalicio:
Sr.
Carlos Cañizares.
Sisebuto:
Sr.
Celso Coronel.
Torcuato:
Sr.
Jimmy Lee.
El escenario simula una finca en la provincia de Manabí. NICANORA:
CANTALICIO: NICANORA: CANTALICIO:
(SALIENDO A ESCENA) La verdá de lo verdadero, es que mi mamá dice que ya es tiempo que yo me decida a conseguir marido, porque dice er señor cura de Bejuco, que la mujer femenina que no se arrejunta con argún macho por medio de la bendición de la Iglesia, corre peligro peligroso de andar de mano en mano, y tener hijos de distintos taitas, pa que la gente diga que es una coleccionadora de maridos o que tiene hijos como colcha de bregué. Pero er problema ta en que yo toy solicitada por dos manes ar mesmo tiempo: Cantalicio y Sisebuto; y er señor cura de Bejuco no va a querer casarme de la mitá pa arriba con el uno, y de la mitá pa abajo con el otro..., y lo peor es que yo creo que los dos quieren principarmente de la mitá pa abajo, y francamente no sé qué hacer. (SALIENDO A ESCENA ENTUSIASMADO AL VER A NICANORA) ¡Ajajajajayyyyy! ¡Santa Gertrudis! Por fin te encuentro, Nicanora. Barajo, que me has dado un sustísimo, Cantalicio.
NICANORA:
SISEBUTO: NICANORA: SISEBUTO:
Es que te andaba buscando pa palabriar sobre lo que te dije cuando nos atopamos en la güerta. Pero es que tú me propusiste arrejuntamiento no más, y mi mamá dice que si no es con la bendición der señor cura, no hay arrejuntada. (SALIENDO A ESCENA) Tu mamá tiene razón, Nicanora; y yo estoy dispuesto a que la arrejuntada sea con er bendito der cura. 513
NICANORA:
(SOSEGADA) Ah, eso es otra cosa; yo había entendío arguna cosa mala con er santo varón der señor cura de Bejuco.
SISEBUTO:
Pero, por quién me has tomao, Nicanora.
CANTALICIO:
(A SISEBUTO) Y a ti, Sisebuto, ¿quién te mete en esto? Que yo le he propuesto arrejuntamiento a Nicanora primero que tú.
SISEBUTO:
Y eso qué, si a mí también me gusta esta jembra, y si su mama ha dicho que sea con lo de la Iglesia, yo acepto, y tú te quedas ajuera der corral a verle la jeta a la vacona parida.
CANTALICIO:
(EMPUÑANDO SU MACHETE) Eso se lo dices a tu agüela.
SISEBUTO:
(EMPUÑANDO EL SUYO) A la tuya, que lo de Nicanora, es cosa mía.
NICANORA:
CANTALICIO: SISEBUTO: CANTALICIO: SISEBUTO: CANTALICIO: SISEBUTO: NICANORA: CANTALICIO: NICANORA: SISEBUTO: NICANORA: CANTALICIO: NICANORA:
(INTERPONIENDOSE VIOLENTAMENTE ENTRE LOS DOS) ¡Un momento, arborotáos! que er conquistar a una jembra como yo, no es cosa de machetazos. ¿Y cómo se defiende entonce lo que es de uno? ¿Cómo que de uno? De uno, o sea mía. (ADMIRADO) ¿Mía? Mía no, si no mía. (DESAFIANTE) Eso lo veremos entre los dos. (DISGUSTADA) ¿Cómo que van a ver los dos? verá uno solo, y eso con la bendición del cura, porque si no no verán nada. (APENADO) Nada, nada. (CORTANTE) Nada. ¿Naditita? (SECA Y CORTANTE) Nada. Tanta cosa con la bendición der cura, cuando con o sin la bendición der cura, no se hace lo mesmo. Eeer que se haga o no se haga lo mesmo con o sin bendición der cura no es lo principal. 514
la
SISEBUTO:
(DESPISTADO) Y entonces....
CANTALICIO:
¿Qué cosa es lo principar?...
NICANORA:
Lo principar es lo que decida la dueña der cuejpo que se disputa; que en este caso soy yo.
LOS DOS:
¿Que se diz qué?
NICANORA:
Que se disputa.
CANTALICIO:
Claro, ¿qué decides?
NICANORA:
Mi mama me ha dicho que yo debo de arrejuntarme ar que tenga más inteligencia en la moteta.
CANTALICIO:
¿Y cómo se puede probar eso?
SISEBUTO:
Eso es, ¿ cómo se puede?
NICANORA:
Quiero que cada cuar de los dos, cuente lo que ha jecho este año y er que haya jecho más mejor, con ese me voy onde señor cura de Bejuco....
CANTALICIO Y SISEBUTO NICANORA:
CANTALICIO: SISEBUTO: NICANORA: CANTALICIO: SISEBUTO: NICANORA: LOS DOS: NICANORA:
(AL MISMO TIEMPO) ¿Pa que nos dé bejuco? (ACLARANDO) No chicos locos, qué les pasa, pa que me den bejuco entre los dos no, sino onde er señor cura de Bejuco pa que nos dé er santiamén. Ah,pues entonces yo la gano. ¡Gano! Ganariola, er que va a ganar soy yo, porque soy más mentiroso que tú. (ENTUSIASMADA) A ver, a ver.... A ver, ¿a ver qué? (ENTUSIASMADO) Sí, sí a ver ¿qué nos vas a enseñar? Tas loco, yo sin la bendición der cura no enseño nada, quiero decir a ver cuéntenme sus hazañas. (DESILUSIONADOS) Ah. (IMPACIENTE) Bueno que les pasó, que estoy esperando, a 515
CANTALICIO:
SISEBUTO: NICANORA: SISEBUTO: CANTALICIO: SISEBUTO: CANTALICIO: SISEBUTO: CANTALICIO: SISEBUTO: CANTALICIO: SISEBUTO:
NICANORA:
Pues yo en er mes de enero sembré diez cuadras de argodón cuando no había agua, en plena sequía, y la regué con purita saliva; y escupe, escupe, escupe, escupe y escupe, y de tanto escupitajo, creció er argodón y vendí toda la cosecha a buen precio. Te fijas, qué inteligencia. (ADMIRADO) Barajo con la saliviadera der escupitado. Este sí que es er rey de los mentirosos. (A SISEBUTO) Y vos, ¿qué hiciste Sisebuto? Yo también me enfrenté a la sequía con dos vaconas, y cuando no tuve agua que darle, pues escupía... (INTERRUMPIENDO) Eh, eh, un momento, que eso der escupitajo lo inventé yo pa resolver er problema de la sequía, no te hagas er sapo. Como que tú inventaste... Claro que sí. Es que yo escupía por abajo. (ADMIRADO) ¿Que escupías por abajo? Claro y a chorros. ¿Y a chorros? Sí hombre sí, por abajo, tú me comprendes, en chorros, y la yerba creció, y vendí las vaconas a buen precio, pa que veas, ¿qué más inteligencia en la moteta quieres?
SISEBUTO:
(ENTUSIASMADA) ¡Aaaaayyyyy! Eso quiere decir que a pesar de la sequía los dos están aplatanados, ay, no sé por cual decidirme....
NICANORA:
(A NICANORA) Por mí.
TORCUATO:
(A NICANORA) Por mí.
CANTALICIO:
(COQUETA) Ay, ay.
CANTALICIO Y SISEBUTO
(SALIENDO A ESCENA CON UN BUYUCO DE VENTO) Eso no es nada, Nicanorcita de mi arma, no tomes en cuenta a estos dos pelaos, que a mí me acaban de nombrar tesorero de la junta parroquial de Bejuco, y ya estoy empuñando de lo
516
TORCUATO:
(ACLARANDO) No, no, la pelota.
CANTALICIO Y SISEBUTO:
(AL MISMO TIEMPO ADMIRADOS) ¿La pelota?
TORCUATO:
No sean mal pensados, me refiero al vento.
CANTALICIO Y SISEBUTO:
(DESPISTADOS) ¿Qué viento?
TORCUATO:
¿Cómo que qué viento? Nada de viento, me refiero es a las harinas.
CANTALICIO Y SISEBUTO: TORCUATO:
NICANORA:
(AL MISMO TIEMPO) Ah, es panadero. Qué panadero, ni qué niño envuerto, me refiero es a la esa, los chim- bilines, la lana, la plata, tontos.
TORCUATO:
(INTERRUMPIENDO) Ay Torcuato, me voy contigo pa onde er cura de Bejuco, porque eres er que me ofrece un mejor provenir.
NICANORA:
(ABRAZANDO A NICANORA) Pa er bejuco, mijita linda, pa er bejuco.
CANTALICIO:
(ABRAZANDO A TORCUATO) Sí, sí, vamos pa er Bejuco Torcuato, cuanto antes mejor. (MUTIS POR LATERAL ABRAZADOS)
SISEBUTO:
(DESESPERADOS) Se van, se van pa er Bejuco. (DESILUSIONADO) Y a nosotros que nos parta un tuco.
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EL ESPECTRO DEL DESCABEZADO Comedia Folklórica costeña ecuatoriana en 2 actos y un cuadro, sobre tema costumbrista del cantón Daule, de la Provincia del Guayas, original de RODRIGO DE TRIANA, con arreglo, montaje y dirección general y artística de GUIDO GARAY. Estrenada en el teatro de la Casa de la Cultura de Guayaquil el 30 de junio de Leonor: Srta. Lolita Menéndez Evangelina: Sra. Lupe Gainza Carmelina: Srta. Vélez Magdalena: Srta. María Auxiliadora Vélez Serafín: Sr. Guido Garay Jr. Torcuato: Sr. Carlos Cañizares Melquíades: Sr. Celso Coronel Don Zoilo: Sr. Juan Santillán Director: Guido Garay
PRIMER ACTO ESCENA PRIMERA Aparecen sentados Melquiades y Carmelina, él en un sillón, leyendo "El Universo" de Guayaquil. Carmelina estará sentada en una butaca, cosiendo una prenda de vestir. Ella llevará anteojos, que se los quitará al entablar la CARMELINA:
¿Qué cosa interesante trae "El Universo”, Melquiades?
MELQUIADES:
Qué cosas dices, mujer, "El Universo" siempre es interesante, uno puede darse cuenta inmediatamente de todo lo que le interesa, en lo que respecta a mí, por ejemplo, acabo de leer que posiblemente el cacao mejorará de precio este año, y que el guineo aumentará su exportación.
CARMELINA: MELQUIADES:
CARMELINA:
Oye Melquiades: eh, perdona que te interrumpa, pero, ¿por qué es que ahora le llaman "banano" al guineo? Porque los gringos le dicen así, y como nosotros imitamos todo lo de "gringolandia", también le decimos "banano" a la fruta que toda la vida se llamó aquí guineo.
530
MELQUIADES:
CARMELINA:
MELQUIADES:
Nada más, Carmelina, nada más; y lo que más siento es que están echando abajo hasta las huertas de cacao para sembrar guineos, como lo hizo en su hacienda de Vinces nuestro compadre el poeta Sergio León Aspiazu, bueno, y como lo hemos hecho nosotros también. Yo pienso como tú, y lamento que la situación económica nos haya obligado a tomar esta medida ante las urgencias del banco. No es tanto por el pago de los dividendos de la hipoteca, sino que estamos viendo los resultados favorables del guineo, que
ESCENA SEGUNDA Dichos y Evangelina, que entra aparatosamente por lateral. EVANGELINA:
Eso, eso, hay que echar abajo todo lo antiguo, lo arcaico, lo preshistórico, lo antidiluviano, e implantar lo moderno, lo actual, lo cotemporáneo, lo 71: ay, así que está muy bien el cultivar el rico banano "Cavendiche" y "Gross Michel", como le dicen los gringuitos de "United States of America" .
MELQUIADES:
(CORTANTE) Qué "Cavendiche", ni qué niño envuelto, habla castellano: se dice guineo de seda y barraganete, que estoy harto de tanta americanada; y en lo que respecta al cacao, no he permitido que se echen abajo todas las huertas. La "Piedrahita" ha quedado en pie.
CARMELINA: EVANGELINA:
MELQUIADES:
EVANGELINA:
CARMELINA:
¡La "Piedrahita"! Yo siempre he tenido curiosidad de saber por qué le pusieron ese nombre a esa huerta. Será porque al lado hay unos litos, que viene de "litis", que quiere decir "piedra" en hebreo hecho griego, según decía mi padrino Buenaventura Navas. José Buenaventura Navas fue un hombre de mucho juicio y de mucha ilustración, y un buen poeta además; y casualmente él fue quien me informó que el nombre de "Piedrahita" viene desde cuando era joven el Dr. Vicente Piedrahita Carbo, vino a visitar la hacienda, invitado por mi abuelo, y allí se sirvieron un almuerzo campestre, quedando desde entonces tal nombre en recuerdo de tan ilustre ecuatoriano. Sin embargo, esa huerta debió echarse abajo primero que todas, porque según el rústico jayán de Torcuato, de allí es que
531
EVANGELINA: MELQUIADES: EVANGELINA:
la luna, y se oye graznar la lechuza, se escucha un galopar lejano, que poco a poco se va acercando, hasta aparecer un jinete sin cabeza, que infunde pavor y espanto a los pocos que lo han visto, al extremo de caer desmayados echando espuma por la boca. (CHILLANDO) ¡Aaaaayyyy!!! ¡Jesús, qué miedo!!! Cállate, Evangelina, que pareces una chiquilla asustada, esos son decires, cuentos, supersticiones de la gente de campo. (TRANQUILIZANDOSE UN POCO) Pero de todas maneras,
ESCENA TERCERA Dichos y Magdalena, que sale a escena seguida de Joselito. MAGDALENA:
Algo alcancé a oir de lo del "Espectro del descabezado".
JOSELITO:
Torcuato nos dijo anoche que quien entra en esa huerta cuando está el fantasma a caballo, sale con una dosis de atracción amorosa, que no hay quien resista su contacto o presencia. Ja, ja, ja. (RIE COREADO POR MAGDALENA)
MAGDALENA:
Ja, ja, ja, qué cosas tienen los campesinos, ja, ja, ja.
CARMELINA:
Bueno: yo no creo exactamente, a pie juntillas en "El espectro del descabezado", pero admito que un alma en pena puede andar por allí.
MAGDALENA: MELQUIADES:
EVANGELINA:
MELQUIADES: EVANGELINA:
(SONRIENTE, AL IGUAL QUE JOSELITO) ¡Ay, mamá! Yo no entiendo mucho de esas cosas de espiritismo, a las que era tan aficionado el boticario Layana, pero algo debe haber en esa huerta cuando hasta a mí me dio recelo echarla abajo; aun cuando, repito, que yo no he visto ni oído nada por allí, es un decir de todos los peones. Bueno, pero "cuando el río suena, es porque piedras trae", porque cuando algo se dice, es porque el decir algo, y más vale un "pájaro en la mano, que ciento volando". Déjate de pájaros, que ya pasó tu época, y es mejor que no refranees mucho.
532
MAGDALENA: JOSELITO:
estirpe de adventizos jayanes montubios, pseudo campiranos, como está sucediendo, para oprobio de nuestro blasón colonial. Ya sé por qué dice eso mi tía.
MELQUIADES:
Yo también; por Serafín, que le está carburando a nuestra prima Leonor.
JOSELITO:
(ADMIRADO) ¡Carburando!
EVANGELINA:
Carburando o bacilando, "echándole los perros"; es decir "carreteando", como decían en tu época papá.
CARMELINA:
Ay, que terminachos tan simpáticos los que usa ahora la juventud sicodélica y a gó gó.
JOSELITO:
Bueno, la realidad es que Serafín, el mayordomo, le hace el amor a Leonor y en eso yo no veo nada de malo: tal para cual.
EVANGELINA:
CARMELINA: EVANGELINA:
Exacto, porque mi primita es bastante rústica también. ¡Un momento! Que aquí yo, por ser la más leída y escribida, ser pedagoga en pedagogía substancial y polifónica como Enma Esperanza Ortiz, soy la guardiana del ilustre apellido de los Tutivén y Lavacueros. Pero, ¿qué tienen que ver los Lavacueros con los Tutivén?
JOSELITO: CARMELINA: MELQUIADES:
Según la genealogía genealógica de los antecesores que nos antecedieron desde la colonia, el capitán de milicias reales de su majestad sacrarreal que vino a establecerse como Justicia Mayor del corregimiento de Daule, era Tutivén y Lavacueros, según me aseguraba don Manuel Bajaña, fue de los Lavacueros del Escorial. Y, claro, quien lavaba cueros en el Escorial, debió ser una persona muy importante. (CON SORNA)
JOSELITO: EVANGELINA:
Como que el rey Felipe II dizque tuvo varios hijos naturales.
MELQUIADES:
Por supuesto, en cada "cuero". (TODOS RIEN MENOS EVANGELINA)
JOSELITO:
(RIENDO) Ya no se dice "cuero", sino "carne", papá.
MAGDALENA:
533
EVANGELINA:
(CON ARROGANCIA) No señor, de esta cutiembre familiar, que no puede renegar de su estirpe.
MAGDALENA:
Pues, siga usted, tía Evangelina, defendiendo los pergaminos familiares que nosotros vamos a un "party". ¿Verdad Joselito?
MELQUIADES:
(DE MAL TALANTE) ¿A un qué?
MAGDALENA:
A un "party", papá.
MELQUIADES:
A una reunión querrás decir, habla castellano niña, que estoy harto de tanta americanada.
JOSELITO:
Bueno, como tú quieras, pero que quede la premisa de "tal para cual". (A MAGDALENA) ¿Vamos ñañita?
MAGDALENA:
Vamos. (MUTIS DE MAGDALENA Y JOSELITO POR EL FORO)
EVANGELINA: MELQUIADES:
CARMELINA: EVANGELINA:
MELQUIADES:
CARMELINA: EVANGELINA:
(VIENDO IRSE A LOS DOS) ¡Oh, loca juventud! "Juventud: divino tesoro", querrás decir, pues que Magdalena y Joselito vienen de vacaciones a divertirse en la tierra que los vio nacer, en nuestra casa, y no les interesa estar viendo conveniencias conyugales, y van en busca de sus amigos para que los días que estén aquí no les sean aburridos. Yo creo, que Melquiades tiene razón. Que no la tiene, que no la tiene, mi contradictorio hermano, que no se da cuenta que nuestra sobrina que lleva nuestra sangre, aun cuando no saliera de nuestros vientres inmaculados. Mira Evangelina: yo agradezco tu preocupación por lo de nuestros apellidos y antecesores, que creo sinceramente que fueron buenas personas y nos legaron buenas costumbres; pero eso de que trates de apocar, de humillar a mi ahijado Serafín, por el hecho de ser hijo de un viejo y querido administrador nuestro, y que por sus méritos, trabajo e inteligencia ha llegado a ser nuestro mayordomo, mereciendo la confianza nuestra, no lo creo justo, porque Serafín es un buen chico, modesto pero muy valioso. En eso estoy de acuerdo contigo. Sí, pero una cosa es que sea un buen mayordomo, y otra cosa es que pretenda mezclar su sangre plebeya con nuestra rancia alcurnia, por más que nuestra sobrina carnal sea huérfana y se 534
MELQUIADES:
EVANGELINA: MELQUIADES: CARMELINA:
A mí no me interesan los apellidos de antecesores, pero lo que es Serafín es bien trabajador, buen chalán, honrado y merece una buena mujer como es mi sobrina Leonor, o cualquierita mejor que ella. Eso no, que el revolcarse por el lodo es propio de cerdos, cochinos, vulgo chanchos porcinos. (SONRIENDO) Pues se les regala una buena cama, como regalo de bodas.
EVANGELINA:
(SONRIENDO) De esas confortables y modernas con colchón de espuma.
CARMELINA: EVANGELINA:
No hablo del lecho conyugal, del himeneo, ora pro nobis. Hablo del revolcón de los apellidos en el fango de una democracia sui géneris.
CARMELINA:
Yo no creo, tampoco, que la cosa es tan verdad como tú crees, más bien parece que se tienen simpatía, y nada más. Ciega de los ojos y del alma enceguecida, Carmelina: que yo sé que ya se entienden por alfabeto de mano.
EVANGELINA: MELQUIADES:
Verdad es que yo deseara para mi sobrina una persona un poco mejor, justamente porque quedó muy pequeña huérfana y ha carecido de la educación que tienen mis hijos, por ejemplo; y aun cuando ella no es mi sangre, lo es de la de mis hijos y mi marido. Hubiera deseado para ella un profesional. Eso: uno que tenga título académico de academia universitaria universalista.
EVANGELINA: MELQUIADES: EVANGELINA: CARMELINA:
Pero mi sobrina es una chica sencilla, campesina por su educación: mi hermano se casó también con la hija de un mayordomo y fue inmensamente feliz mientras ella vivió, después se dedicó a criar modestamente a su hija hasta que en mala hora le tocó una bala de los cuatreros, y la niña quedó totalmente huérfana. Al fin y al cabo, todos nosotros somos campiranos: montubios. No blasfemes, hermano, que nosotros somos decendientes directísimos del capitán de las reales milicias de su majestad. Ya, ya, ya lo sabemos: don José Joaquín de Tutivén. Y Lavacueros, por si acaso, de los cueros reales, que no es lo 535
MELQUIADES:
Pero, como no hay profesional a la vista, que mi sobrina se conforme con Serafín, que sabe clavar muy bien las espuelas.
CARMELINA:
Estamos de acuerdo. (MUTIS POR LATERAL)
EVANGELINA:
Qué vulgaridad: parece que no fueras hermano de una pedagoga del magisterio, como yo.
MELQUIADES:
Déjate de tanta palabrería, y vive la realidad. Por eso te estás quedando solterona.
EVANGELINA:
¡Solterona yo!, ¡Qué va!; todavía levanto pollos pa que lo sepas; sino que tengo mucho tiempo todavía, dada mi juventud, para seguir eligiendo el que más me convenga, para saborear las delicias del himeneo.
MELQUIADES:
Pues a ese paso, no saborearás ni el himeneo, ni nada. (VASE
ESCENA CUARTA Evangelina sola, luego Torcuato, que entra por el foro, con alforja. EVANGELINA:
TORCUATO: EVANGELINA:
TORCUATO:
EVANGELINA:
TORCUATO:
¡No me entra, no me entra, no me entra! Se me queda como un torozón eso de que mi sobrina de mis entrañas vírgenes e impolutas pueda contraer nupcias con un jayán. Pero eso del "espectro del descabezado" me ha dejado patidifusa y contumélica. Y eso de que, quien esté en la huerta cuando llega "el espectro del descabezado", se satura de un hálito tentador, capaz de seducir a la persona que se le acerque, es algo que si yo lo hubiera sabido hace algunos años, no estuviera ahora de candidata para vestir santos, por cierto. (ENTRANDO) Güenos días de Dios. (SOBRESALTADA) "El espectro del descabezado"; protégeme Narcisa (PERSIGNANDOSE y ARRODILLANDOSE CON LOS BRAZOS EN CRUZ) (AL PUBLICO) Lo que sé es que esta blanca me confundió con er Tintín. (ACERCANDOSE A EVANGELINA Y DANDO A CONOCER) Se ha espantáo, niña Lina; soy yo Torcuato Tentetieso. (TRATANDO DE DISIMULAR EL SUSTO) ¡Ay! A mí es que casi me dejas tiesa del susto, y es que así.... tan de sopetón... me pareció un extraño. 536
EVANGELINA:
Gracias, Torcuato, deja la alforja a un lado de la puerta, que le avisaré a Melquiades o a Carmelina en cuanto salgan.
TORCUATO:
Muy bien, niña Lina; pero tenía un recao pa la niña Leonor.
EVANGELINA:
Para Leonor! ¿Recado de quién?, ¿de ese rústico pretendiente de Serafín Pajonal? .
TORCUATO:
Nada de Pajonal, déjese de pajas, niña Lina, este eee (AL PUBLICO) Ya la embarré: metí la pata con corva y todo. (DISIMULANDO). Este, eee no, no, pre precisamente de Serafín, sino de la mamá de Serafín...
EVANGELINA: TORCUATO:
(DEPONIENDO SU ACTITUD AGRESIVA) Aaaaah, eso es otra cosa.
EVANGELINA:
Si, de la mamá de Serafín, que mandaba decirle que los pollitos que le dijo que le cuide, están pollones.
TORCUATO: EVANGELINA: TORCUATO: EVANGELINA: TORCUATO:
¡Ah! Respiro con respiración de sístoles y dístoles. ¡Der tolete! ¿Qué dice del tolete? ¿ Qué tolete? Er tolete ese que acaba de decir. Ya no he dicho tolete, sino sístole y dístole.
EVANGELINA:
Pues ahora entiendo menos, sístole, dístole, "qué es lo que quiere decir pa darle diciendo".
TORCUATO:
Nada, nada, tus oídos sabaneros no pueden captar las emisiones lexicográficas de mi cacumen lingüístico.
EVANGELINA: TORCUATO: EVANGELINA:
Así ha de ser, doña difícil. Oye Torcuato. Qué.
TORCUATO:
¿Tú sabes eso del "espectro del descabezado"?
EVANGELINA:
Várgame la niña Narcisa.
TORCUATO:
Ese que dices que se aparece en la huerta Piedrahita. Sí niña: es la purita verdá, por eista cruz bendita que yo hey 537
EVANGELINA:
¿Y viste al descabezado?
TORCUATO:
Qué va, a quien vi fue al cabezón de Serafín que andaba por allí, porque si hubiera sido er descabezao de verdá, en cuanto se oyhe er galopar der caballo en que viene montáo, hay que salir pitando, porque onde uno le vide, cae muejto echando espuma por la boca.
EVANGELINA: TORCUATO:
EVANGELINA: TORCUATO: EVANGELINA:
(PERSIGNADOSE) Jesús, María y José. Y hay que juir en sentido contrario, alejándose de la güerta, porque onde uno entra en ella er descabezao anda por allí, sale con un olor de conquistador pa las mujeres o pa los hombres, según quien sea er que se sea, es la purita verdá; porque la difunta Perpetua Tobar, cuando salió de ahí que estaba merodeando er "descabezao", se le arrejuntaron seis hombres de gorpe. (INTERRUMPIENDO A TORCUATO) ¡Ay! ¡Cómo no se me arrejuntan a mí! Eeee que a punta de topetazos la mandaron ar cementerio.
TORCUATO:
(NERVIOSA) Entonces, aléjate, Torcuato, porque puedes tentar a mi angelical pensamiento tripartito.
EVANGELINA:
Yo no sé eso de la tripa, pero lo que le digo es que yo oi ar "descabezao" entrar en la güerta, pero yo no entré, y como yo no entré en la güerta, no me tocó er tener la tentación pa naiden.
TORCUATO:
EVANGELINA: TORCUATO:
EVANGELINA: TORCUATO: EVANGELINA:
Ay, entonces, apróximate, no más, Torcuato, que ya sé que no seré víctima propiciatoria de una libidinosidad de estupro. Güeno, yo no entiendo lo que usté dice en ese intríngulis de "biliosidad" y "esputo"; pero si le digo que Serafín entró en la güerta cuando merodeaba er "espectro", y le cogió er maleficio. (AFIRMANDO COMO ILUMINADA) Ay!, Torcuato: allí está, allí está. (ASUSTADO, DANDO UN SALTO Y MIRANDO PARA TODOS LADOS, CORRE A ESCONDERSE TRAS UNA BUTACA) Narcisa bendita, sárvame der "descabezao", pero onde tá,
538
do la atracción visual-carnal psicológica y amorosa irresistiblemente ante la proximidad de Serafín". TORCUATO:
Quién sabe, niña Lina; pero usté también ha estado cerca de Serafín, y no ha sentido cosquillas, ¿verdá?
EVANGELINA:
Yo no he sentido cosquillas porque siempre me he mantenido alejada de todo plebeyo, pero ya sabré poner tierra de por medio para que no me vengan malos pensamientos cuando el "cabezón" esté cerca...
TORCUATO: EVANGELINA: TORCUATO: EVANGELINA: TORCUATO: EVANGELINA:
TORCUATO: EVANGELINA:
(ADMIRADO) ¡Er cabezón, niña Lina! ¿Cuar cabezón? Eeeee, quiero decir el "descabezado". Lo que pasa es que tengo cierta duda. ¿Cuál, niña Lina? Que mi hermano haya sido embrujado por Serafín. ¿Cómo va a creer semejante cosa?, ¡várgame Dios! Sí, Torcuato: porque mi hermano se muestra muy partidario de Serafín, y no hay otra explicación para esa sistemática defensa que le hace, y hasta creo que por medio de onda larga ha estado radioperifoneando a mi cuñada Carmelina, que también acepta en parte tal despropósito de unión entre Serafín el jayán y mi sobrina Leonor Tutivén y Lavacueros.
ESCENA QUINTA Torcuato solo, luego Leonor, que sale airosa al ver a Torcuato. TORCUATO:
LEONOR:
¡Qué culillo le ha dao a ña Evangelina con éso de que Serafín está compactao con er "descabezao"! Y viéndolo bien, no estaría mal esa compactación entre er "descabezao" de la güerta y er "cabezón" de Serafín, pero la verdá es que yo no sé por qué esta yegua se ha quedao sin chalán, porque todavía está de ensillarla, y aunque corcovée un poco, ar fin se le saca er paso. No sé por qué argunas brancas que se quedan sin jinete y hasta mueren de viejas sin conocer lo que es güeno.
539
TORCUATO:
(SONRIENTE AL VERLA) Niña Leonor, está usté como la flor de la maravilla o como esos girasoles que se engalanan cuando el astro rey las besa con calor de luz.
LEONOR:
Qué galante has venido hoy, Torcuato.
TORCUATO:
Como que mi jefecito me ha dao un encargo pa usté.
LEONOR:
(ACERCANDOSE INTERESADA, MIRANDO A TODAS PARTES CON TEMOR) De Serafín.
TORCUATO:
Sí, niña; pero cuidado se le sarta er corazón, que lo que traigo en er buche, es como cuando er cura dice "amén".
LEONOR:
Pero, ¿qué dice Serafín? ¿No está resentido porque el sábado por la noche, no me asomé cuando él silbó?
TORCUATO:
Serafín no puede resentirse con quien tanto quiere, niña. El sabía que su tía Evangelina le pisaba los talones y olía el rastro.
LEONOR: TORCUATO:
LEONOR: TORCUATO: LEONOR: TORCUATO:
Eso es verdad. Yo no sé por qué mi tía se indigna cuando piensa que Serafín piensa en mí. Es que su tía es mal pensada, y quiere que nadie piense pensando, porque en el pensar es que se piensa cuando pensando se pierde er pensamiento, como decía mi compadre Dagoberto er curandero. Mi tía quiere que yo me case con un doctor o un ingeniero, y no piensa que yo soy una pobre muchacha huérfana, criada por mi tío Melquiades. Pero oígame usté, niña Leonor: ¿usté no cree que un ingeniero pierde la línea y se le cae la plomada y er compás, si la mira mucho? Ella quiere para mí también un doctor....
TORCUATO:
Yo no sé de medicina, pero si es médico y usté está cerca, se llena er camposanto con tanta receta enrevesada que le saldría, por estar contemplándola; y si es abogao, pierde hasta er juicio final y se va al infiejno.
LEONOR:
Has venido muy galante, Torcuato; pero no me has dicho lo que me manda a decir mi adorado Serafín.
LEONOR:
540
TORCUATO:
Que eso de que usté dice que no puede casarse con un doctor o con un ingeniero porque es una pobre güérfana, es lo que a usté le anima a aceptar a Serafín, ¿verdá?
LEONOR:
No: de ninguna manera. Así tuviera proposición de príncipes y reyes, yo prefiero a mi Serafín, porque lo quiero, lo quiero, Torcuato; lo quiero como a mi propia vida.
TORCUATO:
(DANDO UN SALTO DE ALEGRIA) "Echa la cabuya al agua, y dale güerta ar guayacán"! Eso es lo que quería oír de esos labios de cerezas, y no que hay dotores, ingenieros y palos pintaos. Así, limpio a limpio y a carzón quitao, como quieren las jembras de mi lindo Daule a los machos que saben echar er pie.
LEONOR:
TORCUATO: LEONOR: TORCUATO:
Pero, es que yo soy así, y mi tío dice que Serafín es buena pareja para mí, no sólo porque es su ahijado, sino porque es trabajador, honrado y correcto. Y yo lo quiero, por eso, por eso otro que ninguna mujer puede explicarse cuando viene la simpatía: eso tan sublime que se llama amor. La comezón, niña, la comezón que hace er cupido en er corazón. ¿Y qué es lo que me ha mandado a decir Serafín?
LEONOR:
TORCUATO:
Se lo desembucho, niña: Serafín dice que, si mucho friega ña Lina y convence a sus tíos, él viene en er melao, la pone a la grupa, clava las espuelas a la bestia, y "júyele, júyele, que lleva jierro".
LEONOR:
Eso no, que yo sería incapaz de ofrecer una contrariedad a mis tíos Melquiades y Carmelina. Las cosas pueden enderezarse y lograr que se hagan bien.
TORCUATO:
Pero, sería conveniente que mejor se lo diga usté al mismo Serafín, que está esperando en la esquina.
LEONOR:
Es una imprudencia que entre así, sin ser llamado por mi tío, como mayordomo.
TORCUATO: LEONOR:
El amor no espera, porque desespera. (LANZA UN SILBO AGUDO O CHIFLIDO, ACERCANDOSE A LA PUERTA DEL FORO) 541
ESCENA SEXTA Torcuato y Serafín, que aparece en el foro, entrando casi simultáneamente Melquiades, Carmelina y Evangelina. MELQUIADES:
¡Qué chiflidos son esos!
SERAFIN:
Buenas tardes, patrones.
TORCUATO:
Esos chiflidos eran pa llamar al panadero.
CARMELINA:
¡Al panadero! ¡Yo creí que era incendio, Jesús, María y José!
EVANGELINA:
Sí, cuñada: está claro que es incendio, como que se ha metido en nuestra casa un bombero con manguera y todo, para llevarse a una que está que arde.
MELQUIADES:
(ALELADO) Bombero, manguera, no entiendo....
SERAFIN:
Que yo venía... venía a...
MELQUIADES:
Hay algo nuevo en la hacienda.
CARMELINA:
Pero Melquiades no te ha mandado llamar, Serafín.
MELQUIADES:
Algo grave tiene que haber pasado en la hacienda, cuando has venido.
SERAFIN: EVANGELINA: CARMELINA: MELQUIADES: EVANGELINA: TORCUATO: SERAFIN: EVANGELINA: TORCUATO: CARMELINA: MELQUIADES:
Miren ustedes que... (ACERCANDOSE A EVANGELINA) (CHILLANDO) No, no, que no se nos acerque este hombre, que afecta a mi virginidad. ¿Qué dices? ¡Estás loca! "El espectro del descabezado", que no se acerque a mí. Metí la pata. ¡EI espectro! ¡Qué espectro!!!! (TRATANDO DE IMPEDIR QUE MELQUIADES SE ACERQUE A SERAFIN) No, no te acerques, que puedes peligrar. (AL PUBLICO) Huuuu, yo creo que a esta branca se le está arborotando er padrejón. Pero ¿qué te pasa Evangelina?, reacciona. 542
SERAFIN:
Yo quiero explicarle. (AVANZANDO HACIA EVANGELINA)
EVANGELINA:
(DESESPERADA) No me toque, no se acerque, que me atrae, me lanza al pecado carnal, ayy, Jesús, María y José; y yo no quiero pecar.
CARMELINA: EVANGELINA: TORCUATO: EVANGELINA: MELQUIADES:
Ay, por Dios, qué es lo que le pasa a Evangelina. (AGITADA) Ay, el pecado carnal. (AL PUBLICO) Ahora sí que a esta branca se le arborotó er padrejón. Ay, yo no quiero pecar. (MUTIS HACIENDO ASPAVIENTOS)
SERAFIN:
Evangelina, serénate. (TODOS CORREN TRAS EVANGELINA, MENOS SERAFIN y TORCUATO)
TORCUATO:
Pero ¿qué es lo que le pasa a esta bendita mujer? me ve, se asusta y sale corriendo.
SERAFIN: TORCUATO:
Es que se ha jormao un entredicho: yo ley conté lo der "espectro" que se aparece en la güerta; y que tú habías entrao en ella, cuando se oía er galopar der "descabezao". Pero qué bruto eres, ahora creerá que estoy hechizado.
SERAFIN:
Clarón, y que er hechizo, es lo que ha influído pa que su sobrina se enamore de ti.
TORCUATO:
Pero, ¿cómo has podido hacer semejante bobera?
SERAFIN:
(RIENDO) Y al entrar y verte aquí en la sala pensó que le ibas a "ejecutar" el número aquí mismo, y sin más ni más, ja ja ja.
TORCUATO: SERAFIN:
TORCUATO: SERAFIN:
Buena la hiciste, majadero. Pero "no hay mal que por bien no venga". Pero me has fregao tada la entrevista con Leonor, has provocado un escándalo y a mí me van a sacar a puntapiés de esta casa, y a lo mejor hasta perderé mi empleo de mayordomo. Serénate, Serafín, y siéntate en esta butaca, a mi lao.
TORCUATO:
Bueno estoy p'sentarme tranquilamente, mientras adentro chilla la tía contra mí.
543
SERAFIN:
Pero, ¿qué es lo que pasó entre Leonor y tú?
TORCUATO:
Pasó, que la jice desembuchar.
SERAFIN:
No te entiendo.
TORCUATO:
Estaba muy bonita.
SERAFIN:
Eso ya lo sé, siempre está bonita.
TORCUATO:
Pero estaba más bonita cuando yo le dije que traía recado tuyo, y como me dijo que la tía fregaba la pita queriendo que se case con un dotor o ingeniero, me dijió que era güérfana y que ningún dotor o licenciao se enamoraría de ella; y entonce yo le dije que si era por eso que te había hecho caso a vos, y me dijió....
SERAFIN: TORCUATO:
SERAFIN: TORCUATO:
¿Qué te dijo? (ANHELANTE) ¿Qué te dijo? Me dijió que no, que te había hecho caso a vos porque te quería con toda la vida y con todo er corazón, que lo tiene como majáo de vejde, y que tú eras todo para ella. (TRANSPORTADO) Bendito sea Dios. Y ya ves cuál fue el resultao der cuento der "espectro del
ESCENA SEPTIMA Dichos y Joselito y Magdalena, que entran por el foro. SERAFIN:
Bendito sea "el espectro del descabezado".
JOSELITO:
(AVANZANDO) ¿Qué "espectro", Serafín?
SERAFIN:
Del amor, del amor sublime, de ese jugarse la vida por la mujer amada, quererla, que lo quieran.
MAGDALENA:
Pero ¿cuál es "el espectro" en verdad?
TORCUATO:
El que tiene Serafín, metido en er cuejpo, el de la güerta cuando está er "descabezao" a caballo.
JOSELITO:
No me toques, entonces, Serafín, no te acerques.
MAGDALENA:
Ay, como fuera el "espectro" a Guayaquil y le entrara a Polocho, para decidirlo.
544
SERAFIN:
Pues el "descabezado", acaba de hacer un milagro: algo que yo quería saber, y parece que el cielo se hubiera compadecido de mí. Es por mí, y no porque no se acercan ingenieros, licenciados, ni doctores: es por mí, y es mío ese corazón precioso, mío, mío, mío. (MUTIS EBRIO DE FELICIDAD)
TORCUATO:
Sí, niña Magdalena y niño Pepe: y todo ese jue por mí, por mí mismo, porque yo hice er hechizo de la güerta, por mí, por mí. (MUTIS)
MAGDALENA: JOSELITO:
(SORPRENDIDA) Estos dos están locos. FIN DEL PRIMER ACTO
SEGUNDO ACTO ESCENA PRIMERA El mismo decorado, aparecen Melquiades y Carmelina. CARMELINA:
MELQUIADES:
CARMELINA: MELQUIADES:
CARMELINA: MELQUIADES:
Yo no creo mucho en eso del "espectro del descabezao" pero cuando vivíamos en la hacienda, recuerdo que los peones hablaban mucho de eso. Pero el escándalo que hizo Evangelina, llegó a contagiar hasta a mis hijos. Daule está lleno de leyendas, y hay gente por Santa Lucía que por las noches oye correr un ferrocarril. Eso es una sugestión que provoca en la gente sencilla del lugar una historia cierta, pues debes saber que en la hacienda Chonana, corrió el primer ferrocarril ecuatoriano. ¡Y es eso cierto! Claro, recuerdo que lo relataba mi abuelo, y que la línea de rieles iba desde Chonana hasta Santa Lucía, para sacar los productos de la hacienda hasta la orilla del río y embarcarlos
ESCENA SEGUNDA Dichos y Torcuato, que salva por el foro, luego Leonor, Joselito y Magdalena. TORCUATO:
Güenos días patrones.
545
MELQUIADES:
Aquí está el autor de la catastrofe de ayer.
LEONOR:
(ENTRANDO) No se dice catastrofe, sino catástrofe.
CARMELINA:
Claro de la catástrofe que causaste, contándole a Evangelina lo del "espectro del descabezado".
TORCUATO:
Pero si mesmamente es la puritita verdá.
MELQUIADES:
Yo no creo en espectros, pero lo peor es que dijiste que Serafín estaba hechizado.
JOSELITO:
Y por cierto, a mí me entró temor que me seduzca el hechizo.
MAGDALENA:
(QUE HA ENTRADO CON JOSELITO) Y a mí también me entró recelo.
MELQUIADES:
No hay por qué preocuparse, esas son leyendas campesinas, como las hay en todas partes.
MAGDALENA:
Bueno, papá, queríamos pedirte permiso...
MELQUIADES:
Ya me imagino alguna novelería de bailes o picnics.
JOSELITO:
Ajá caíste papá, no se dice picnic, que eso es una americanada, en castellano se dice paseo campestre.
MELQUIADES:
Eeee tienes razón, hijo, es que con tantos modismos gringos, hasta uno se contagia.
MAGDALENA:
Danos permiso papá: que vamos a dar un paseo en lancha y almorza- remos donde el egresado Erleen Ronquillo Bonilla.
JOSELITO: MELQUIADES:
Sí papá, donde tienen un tocadiscos con los últimos "long plays".
MELQUIADES:
(DISGUSTADO) Qué "long plays", ni qué niño envuelto. En castellano se dice: disco de larga duración o microsurco.
JOSELITO:
Es que "long play", suena mejor papá, es más "chic".
MELQUIADES:
Chic, chic, ese es un modismo francés, en castellano se dice distinguido.
MAGDALENA:
Pero de todas maneras, "chic" suena mejor, papá.
JOSELITO:
(AL PUBLICO) Allí tienen ustedes el fruto del engreimiento con 546
MELQUIADES:
¡Los últimos qué!
MAGDALENA:
Los últimos "hits", papá.
MELQUIADES:
Habla castellano, niña se dice los últimos éxitos, no "hits".
MAGDALENA:
Ay, déjate de necedades papá.
JOSELITO:
(A LEONOR) ¿Quieres venir al paseo Leonor?
MAGDALENA:
Claro, ¿vienes Leonor?
LEONOR:
Si mis tíos me dan permiso... pero la verdad, es que no me siento bien, tal vez otro día, gracias.
MAGDALENA:
No te hagas de rogar, que no te rogaremos.
LEONOR:
No es por eso, es que no tengo ganas...
ESCENA TERCERA Dichos y Evangelina, que entra por el foro. EVANGELINA: CARMELINA: MAGDALENA: EVANGELINA:
TODOS: EVANGELINA: LEONOR: MELQUIADES: TORCUATO: MAGDALENA:
(ENTRANDO AGITADA Y NERVIOSA) Buenos días con todos. ¿Por qué vienes tan sofocada, Evangelina? Parece que hubieras visto un fantasma. Es que, al llegar a la esquina, casi me doy de bruces... ¿a que no adivinan con quién? (ANHELANTES) ¿Con quién? Con Serafín Pajonal. ¡Serafín! ¿Está aquí? ¿Y por qué te asusta tropezar con mi ahijado? (A EVANGELINA)
CARMELINA:
(AL PUBLICO, RIENDO PARA SI) Ha de ser por der "descabezao".
EVANGELINA:
Pero, Serafín es guapo....
547
LEONOR: JOSELITO: CARMELINA: MELQUIADES:
Que es eso del "descabezado", y ¿qué tiene que hacer con Serafín? Sí, porque Serafín es más bien cabezón. Es una leyenda, que a lo mejor tiene algo de verdad, respecto a la huerta "Piedrahita".
TORCUATO:
Tal vez un invento de algún supersticioso, que con el devenir del tiempo...
JOSELITO:
(INTERVINIENDO) Les juro por la virgen de Banife, que es verdad todo eso, y que Serafín está hechizado.
EVANGELINA: MAGDALENA: CARMELINA: EVANGELINA: MELQUIADES: JOSELITO:
Hummm, "puede ser, aunque tal vez quién sabe". Yo creo, que es la pura verdad, como dice Torcuato. Y yo propongo que llevemos a Torcuato al paseo. Y Evangelina también los puede acompañar. Ay, a mí me encanta todo lo que es juventud, vida, alegría, lozanía jocunda y perifoneadora, así que los acompaño encantada.
EVANGELINA:
Entonces, que vaya Evangelina como compañía, y Torcuato para que les cuente lo del "Espectro del descabezado".
TODOS:
Cierto, será un lindo paseo.
MELQUIADES:
Entonces, como dijo Napoleón en la batalla de wather closet... (ASOMBRADOS) ¡Quéeee!!!
EVANGELINA: TODOS:
(DISGUSTADO) Déjate de americanadas, que estoy harto de ellas, en castellano se dice "servicios higiénicos".
MELQUIADES:
Qué higiénicos, ni qué niño envuelto, me refiero es a la gran batalla de "water clos", que perdió Napoleón.
EVANGELINA:
(RIEN DE EVANGELINA) Ja ja ja. (INDIGNADO) ¡Water clos! Waterloo, querrás decir.
CARMELINA:
"uaterlo", "water clos"; "water clos", "waterló", "lo mismo da Chana que Juana", así que vámonos en busca del placer que nos proporcionará la campiña Dauleña. 548
LEONOR:
No les pasará nada, tía: ellos ya son grandes y saben cuidarse.
MELQUIADES:
Yo también voy a la calle, y avanzaré hasta el muelle para ver en qué y cómo se embarcan. (MUTIS)
MAGDALENA:
Chau mami. (MUTIS)
JOSELITO:
"Chausito", "mother". (MUTIS)
EVANGELINA:
"Au revoir" con todos, voy a inspirarme en el verde verdor de la campiña dauleña. (MUTIS)
TORCUATO:
Hasta la güerta patronas. (MUTIS)
Leonor y Carmelina, solas.
ESCENA CUARTA
CARMELINA:
(A LEONOR) Se van todos, y quedamos las dos solitas.
LEONOR:
Yo tengo mucho gusto en acompañarla, tía.
CARMELINA:
Ya lo sé sobrina, y a pesar de que mis hijos están adquiriendo una educación muy buena en Guayaquil, a veces pienso que mejor hubiera sido haberlos educado aquí, para que fueran sencillos y buenos como tú, sin tanto alboroto y novelerías.
LEONOR:
Pero mis primos son buenos, tienen nobles sentimientos: lo que pasa es que como se educan allá en colegios caros y en contacto con "aniñados" de la nueva ola y a gó gó, su educación es algo distinta a la nuestra.
CARMELINA:
LEONOR:
CARMELINA:
Es verdad, tal vez en mí influyó el hecho de que como mi cuñada se dedicó al magisterio, por tratar de superarse, se metió en la cabeza docenas de libros, se atiborró de pedagogía, quiso saberlo todo en poco tiempo, y como no tuvo una instrucción de Colegio, se le enredó el entendimiento, y quiere presumir de preparada y decirlo todo, sin decir nada, y eso es lo que no quise que pasara con mis hijos. Bueno, pero ahora en Daule, sí tenemos buenos planteles de educación, lo que no había en tiempo de mi tía Evangelina; que a propósito de ella, me permito preguntarle si nunca tuvo una propuesta matrimonial. Claro que las tuvo, y muy buenas, pero como ella se creyó intelectualmente superior a sus pretendientes, no aceptó a 549
LEONOR:
Pero eso de "Lavacueros" no me parece muy honroso.
CARMELINA:
Ella se ha dado mañas para descubrir que eran cueros reales y que eran Lavacueros del Ecuador real, y no sé cuantas chifladuras más. Y a propósito de propuestas matrimoniales, ¿qué hay de verdad con lo de Serafín?
LEONOR:
Bueno, madrina: algo hay de verdad en eso de Serafín; pero yo no encuentro nada de malo, ya que es como un miembro de la familia, que trabaja con ustedes y que tiene buenas intenciones.
CARMELINA:
LEONOR: CARMELINA: LEONOR:
CARMELINA:
LEONOR:
Yo no digo lo contrario: pero yo hubiera querido para ti una persona de mayor figuración y, sobre todo, que no tuviera la tenaz oposición de mi cuñada Evangelina, y es seguro que hasta la de mis hijos, que en Guayaquil están enrolando con gente "popof'..... “Popof'” No entiendo.... Quiero decir, gente conocida. Comprendo que todo eso lo hacen ustedes porque me quieren, y también por lo del apellido, como dice tía Evangelina; pero usted sabe, madrina, que la simpatía nace del corazón, y por más que a mí me quieren convencer que debo dejar esta vida dauleña y hasta la vida del campo, no me convencerán nunca, porque yo nací y me crié en la hacienda, vine a Daule ya crecidita, pero cada vez que visito la hacienda siento como que regreso a mi tierra y a mis costumbres, y Serafín es de la misma madera que yo: dauleño ciento por ciento. Te comprendo y te doy razón. Melquiades no se opone casi a esto, y creo que sería fácil convencer a los muchachos y luego
ESCENA QUINTA Leonor queda sola, luego entra Serafín. Leonor distraída no lo ve al principio. SERAFIN:
(CON TERNURA) Leonor, Leonor.
LEONOR:
(ASUSTADA) ¡Ay, Dios mío!
SERAFIN:
No te asustes, niña de mis ojos, que aquí está quien bien te quiere.
LEONOR: SERAFIN:
Pero.... así, entrando a hurtadillas, como un ladrón....
550
LEONOR:
Mi corazón y toda yo soy tuya, y 1o sabes de sobra por las muchas veces que te lo han dicho mis ojos.
SERAFIN:
Pero necesitaba que me lo digan tus labios, porque con la oposición de los tuyos, especialmente de la tía Evangelina, puede que algún día esos ojos que hoy me miran con cariño, algún día me vean con indiferencia.
LEONOR:
Cuando mis ojos miran así, no engañan. SERAFIN:
LEONOR:
(TOMANDOLA DE LAS MANOS) Si algún día se me presentara la dicha de ofrecer mi vida por ti o por algo tuyo, ese día será el más feliz de mi vida, porque ofrecer lo que es de uno por la mujer que se quiere, es regalar un tesoro para el propio corazón.
SERAFIN:
Ojalá nunca expongas tu vida, porque me pertenece.
LEONOR:
(INICIANDO EL ABRAZO) Te quiero, Leonorcita mía.
DON ZOILO Y RAMONA:
(ACEPTANDO EL ABRAZO) Y yo te adoro, mi vida. (VAN A BESARSE CUANDO SON INTERRUMPIDOS POR DON ZOILO Y RAMONA QUE SALEN A ESCENA A LA CARRERA GRITANDO)
LEONOR: SERAFIN:
¡Don Melquiades! ¡Don Melquiades!
RAMONA:
(SEPARANDOSE DE SERAFIN ASUSTADA) ¡Ay, qué pasa!
DON ZOILO:
(SORPRENDIDO) ¡Qué sucede! ¡Qué hay!
LEONOR:
¡Que la lancha va al garete y se la lleva la corriente! ¡Y todos gritan desesperados a bordo!
SERAFIN:
(GRITANDO DESESPERADA) ¡Dios Santo! ¡Se ahogan Magdalena y Joselito!
CARMELINA: LEONOR:
(TOMANDO UNA RESOLUCION, DECIDIDO) No te preocupes Leonor, que corro a salvarlos. (MUTIS A LA CARRERA POR EL FORO)
RAMONA:
(ENTRANDO DESOLADA POR LATERAL) ¡Ay, Dios mío!!!
551
DON ZOILO:
Vamos. (MUTIS DE RAMONA Y DON ZOILO A LA CARRERA POR EL FORO)
LEONOR:
Protégelos Narcisa de Jesús.
CARMELINA:
Si Narcisita linda, Sierva del Señor, salva a mis hijos. (LEONOR Y CARMELINA SE ABRAZAN DESESPERADAS)
LEONOR:
CARMELINA: LEONOR:
CARMELINA: LEONOR:
CARMELINA: LEONOR:
(TRATANDO DE CALMAR A CARMELINA) Serénese tía, que Serafín fue corriendo a salvarlos. Ojalá, Dios quiera que llegue a tiempo. No se preocupe tía, que Serafín los salvará. Voy a ver. (SE ACERCA AL FORO PARA VER POR LA PUERTA DE CALLE) Ay, Narcisa de Jesús, salva a mis hijos. (GRITANDO DESDE EL FORO) Allá vienen tía, (CORRIENDO HACIA CARMELINA) la niña Narcisa los ha salvado. Alabado sea, sí, son ellos, son ellos... (CORRIENDO HACIA
ESCENA SEXTA Dichos y Melquiades con Joselito, que viene sucedido. CARMELINA: JOSELITO: CARMELINA: MELQUIADES: LEONOR: MELQUIADES: CARMELINA: MELQUIADES:
(DESESPERADA) Hijo, hijo mío, ¿te ha pasado algo, dime por favor? Casi nos hundimos, mamá. (FUERA DE SI) Ay, hijo te has salvado, gracias a la niña Narcisa, que desde los cielos veló porque nada te sucediera. Pero lo que es, sí se han llevado el gran susto. Pero, ¿ y Magdalena, y los demás? Allí vienen, con Serafín. (MELQUIADES) ¡Y Magdalena y Evangelina!!! Pero si acabo de decir, que atrás vienen, no se preocupen, que
552
LEONOR:
Pero, ¡cómo ha sido!!!
JOSELITO:
(RECOBRANDOSE POCO A POCO) Pues lo cierto, es que no era el paseo en lancha, sino en canoa a motor, y la verdad es que yo no soy muy práctico en el manejo, así que al pasar por el estero de Banife la fuerte corriente no arrancó el motor de fuera borda, el cual se hundió en las aguas y quedamos al garete.
CARMELINA:
¡Ay, Jesús! ¡Qué imprudencia!
LEONOR:
¿O sea que quedaron a merced de la corriente?
JOSELITO:
Eso mismo, así que nosotros nos aferramos a los bordes de la canoa, pero la "vaciante" nos arrastraba con fuerza, y gritábamos desesperados.
MELQUIADES: LEONOR: MELQUIADES:
CARMELINA: LEONOR: MELQUIADES:
Al oir los gritos de auxilio Serafín cruzó corriendo el puente de Benife. ¡Serafín! Sí, Serafín se arrojó inmediatamente al río, y nadando vigorosamente contra la corriente llegó junto a la canoa, y ayudado por Torcuato, lograron traerla hasta la orilla. Qué noble acción, Serafín ha salvado a mis hijos. ¡Es un héroe!
LEONOR:
Sí, Carmelina, ha sido una noble acción la de Serafín, que compromete nuestra gratitud.
CARMELINA:
(QUE SE HA DESPLAZADO HASTA LA PUERTA DEL FORO) ¡Aquí viene Serafín con Magdalena!
ESCENA SEPTIMA Dichos y Serafín que viene con Magdalena en brazos. SERAFIN:
(ENTRANDO CON MAGDALENA EN SUS BRAZOS) Aquí están, sanos y salvos.
MAGDALENA:
Gracias a Serafín, todo ha sido un mal rato y el consiguiente susto.
CARMELINA: MELQUIADES:
Ay, hijita, gracias a Dios, ya todo pasó. Lo que es de hoy en adelante no me vienen más con permisos 553
MAGDALENA:
No volverá suceder más, papá.
MELQUIADES:
(ARREMEDANDO A MAGDALENA) "No volverá suceder más, papá". Claro que no volverá a suceder, porque no permitiré más paseos, ni novelerías. (A SERAFIN) No sabes Serafín la inmensa gratitud que hemos contraído contigo, muchacho: eres todo un hombre.
CARMELINA: SERAFIN:
MELQUIADES: LEONOR: MELQUIADES:
Que Dios te lo pague y te bendiga, Serafín. Nada tienen que agradecerme; era la oportunidad que yo buscaba para pagar lo mucho que les debo, y para ofrecer mi vida por algo que Leonor quiere: Eso completó la hombría propia de los dauleños: "por el bien y por la dama". Serafín yo....
ESCENA OCTAVA Dichos y Evangelina, que entra chillando histérica, en brazos de Torcuato. EVANGELINA:
¡Aaaaayyyy!! (PATALEANDO Y GRITANDO DESAFORADAMENTE) ¡Aaaaayyyy!!! Válgame San Celdario...
TORCUATO:
(DEJANDOLA CAER EN UNA BUTACA) Cármese ña Evangelina,que ya pasó todo er susto.
EVANGELINA:
(LEVANTANDOSE DE GOLPE) Mi héroe, mi salvador: Torcuato Tentetieso, soy toda tuya: ¡Tómame! ¡Tómame! (TRATANDO DE ABRAZAR A TORCUATO)
TORCUATO:
(APARTANDOSE DE EVANGELINA ASUSTADO) Aguántese un pedazo, niña Lina, pues ahorita mesmo voy a buscar ar señor cura, pa que nos imparta er "sécula seculorum".
EVANGELINA:
Sí, Torcuato de mi vida, vamos al "sécula", al "sécula seculorum".
JOSELITO: MAGDALENA: EVANGELINA:
Pero qué horror, tía, que dirán nuestras amistades. Pero tía. (CORTANTE) Nada, que Torcuato es mi héroe y mi salvador; y como los antiguos caballeros andantes, me ha salvado del hórrido piélago de las aguas agitadas y turbulentas, y además 554
LEONOR:
(ACERCANDOSE A EVANGELINA LLEVANDO DE LA MANO A SERAFIN) Entonces, tía, ¿ aceptas que me case con Serafín?
EVANGELINA:
MELQUIADES:
TODOS:
(ENCANTADA) ¿Con tu caballero Serafín? Por supuesto, sobrina, que ya es tiempo que democraticemos nuestra rancia estirpe de los Lavacueros, de acuerdo con la corriente que corre en los actuales tiempos de alternabilidad social. (INTERVINIENDO CEREMONIOSAMENTE) Eso está muy bueno, que hayas dejado a un lado las tontas chifladuras de tu rancio pasado; al no oponerte al himeneo de nuestra sobrina Leonor con Serafín Pajonal, su tortolito enamorado. Y aún cuando nos asalta el temor de que tú encuentres tu felicidad con Torcuato el avispado; alegrémenos no más todos por el feliz resultado:
555
TORCUATO OLIGARCA Skech costumbrista del Litoral Ecuatoriano original de RODRIGO DE TRIANA con arreglo, montaje y dirección general y artística de GUIDO GARAY. Estrenada el 30 de junio de 1971, en el teatro de La Casa de la Cultura de Guayaquil, con el siguiente reparto: TORCUATO: Sr. Guido Garay NICANORA: Srta. Lupe Gainza DIRECTOR: TORCUATO:
PATRON: TORCUATO:
PATRON:
TORCUATO:
PATRON:
Sr. Guido Garay (SALIENDO A ESCENA) Este patrón que yo tengo, es una mamada, como dice don Finor, er vaquero, que es leído y escreibido y hasta tiene televisión, donde dizque sey meten los que cantan y hasta los políticos pa insurtar ar prójimo que ta adebajo: porque ahora es costumbre que los políticos der mamey, injuréen a los que no tan en la maroma; pero cuando los de adebajo dicen argo de los de arriba, le mandan a los de la Rural, los apretinan y "suás que te pica er pavo" ar calabozo por lengua larga. Así es er mundo: "er que monta manda", y como ellos tan montaos hace ratisísisimo en er potro der poder.... (SALIENDO A ESCENA) ¡Por fin te encuentro Torcuato! Y qué se le ofrece a su mercé con este servidor, que la Nicanora dice ya no le sirvo de mucho, porque con la actual escasez der pepiteo, cada día estoy más flacucho. Que esta madrugada te atrasaste en el ordeño y la leche llegó tarde al pueblo; y ya se me han quejado varios clientes, porque han tenido que tomar café puro, en vez de café con leche. Entonce no hay problema, pues er café puro con majao e vejde y chicharrones es lo que da consistencia, patrón, mucho mejor que er pancito que cada día lo hacen más chico, y más chico, que va a llegar er día en que uno dará la peseta ar panadero a cambio de nada.
TORCUATO:
Bueno, bueno; pero lo que es los niños, y sobre todo los niños escolares, necesitan la leche como base de alimento.
PATRON:
Oiga patrón: yo soy flacucho, pero er majao con café puro es lo que me tiene ternejo, como dice don Zoilo, que mientras más 556
TORCUATO: ¡Quéeeee!!!! Que los médicos tienen tetas. PATRON:
¿Qué dices?
TORCUATO: Yo no hey dicho nada, es usté que acaba de decir que hay médicos con
tetas. PATRON:
Pero qué bruto eres, cómo voy a decir yo semejante disparate. Dietético es lo referente a la dieta, a la comida, y los médicos que se dedican a esta especialidad son los que toman este nombre.
TORCUATO: Es que usté es mal pensao patrón, yo me refiero es a los médicos que
tienen "tetas", en er Seguro, en la Sanidad, es decir, que tienen varios empleos y maman suerdo en todos ellos, y es er afiliado er que paga y er pobre paciente está horas y horas sin recibir la atención que necesita pa aliviar sus dolencias. PATRON:
Pero si estoy diciendo el médico dietético, de dieta, hombre.
TORCUATO: Güeno, pues si es que están a dieta, es mejor que no tomen leche, por- q u e
la leche infla la panza y hata da cagarruta. PATRON:
Pero....
TORCUATO: Si patrón, no se haga er tonto, por si aca arguien der gobiegno, lo está
escuchando, que lo compriendo, que usté se ha de referir a ciertos médicos sin clientela, que en lugar de venir ar campo donde hacen tanta farta, se la pasan en la ciudad palanqueando cargos públicos, y palanquean puestos incluso que nada tienen que ver con su profesión, y hay argunos que se prienden ar mamey y esos son los médicos con tetas güenas como ministerios. PATRON:
Bueno, basta de majaderías, para disculpar tu incumplimiento en el ordeño.
TORCUATO: Güeno patrón, pero yo también quería verme con usté y valga la oca- sión
pa hacejle una preguntita que me tiene intragao. PATRON:
No estoy para preguntas ahora, Torcuato; que estoy para resolver lo del problema de la leche tardía.
TORCUATO: Justamente, lo que tenía que prejuntajle es lo de la güena leche. PATRON:
¡Qué!
TORCUATO: Lo de la güena leche, aun cuando por lo visto usté está de muy mala leche
hoy día.
557
PATRON:
¿Qué dices?
TORCUATO: Que don Finor, er vaquero...... PATRON:
Ese Finor, por estar hasta tan tarde frente a la tevé....
TORCUATO: ¡Te ve! ¡Quien te ve! PATRON:
¡Cómo que te ve! ¿Quién me ve?
TORCUATO: Eso mismo digo yo, ¿quién te ve? PATRON:
Pero qué es lo que te pasa, atrevido, ¿desde cuándo me tuteas?
TORCUATO: Yo no lo tuteo patrón, usté jué er que dijió que te ve, que te ve, y la verdá es
que naiden nos está viendo. PATRON:
Pero qué bruto que eres, yo no me refiero a que alguien nos ve, sino a la TV, a la televisión, animal.
TORCUATO: A la televisión, ¿cuál televisión? PATRON:
A la de Finor el vaquero, que por estar viendo las novelas y seriales, se queda dormido y no despierta a tiempo a los ordeñadores, para que la leche llegue temprano al pueblo.
TORCUATO: Bueno, a propósito de la televisión, don Finor me ha dicho, que ha oído y
visto por la televisión una palabrita que tar vez usté, como bien instruccinao, me la puede explicotear. PATRON:
¿Y qué palabrita es esa?
TORCUATO: Una que ta de moda pa fregar ar prójimo, sea dicha por los de abajo, o por
los de arriba, que quieren que los que ayer taban trepaos, ten ahora abajo; como er "guinguilingongo". Esa palabrita es "oligarca". PATRON:
Tienes razón, Torcuato, ahora en los discursos de los políticos que gobiernan, como de los que no gobiernan, igual los que mandan y los que nada tienen que mandar, la palabra de moda es "oligarca".
TORCUATO: Eso es, pero yo quiero que usté me explicotee más mijor eso de "oligarca" . PATRON:
Pero yo no soy "oligarca".
TORCUATO: Pero si yo no estoy ijiendo que usté es "oligarca", sino que me explicotee er
significado de "oligarca". PATRON:
Bueno, este, según los diccionarios y enciclopedias que yo he consultado, en la Grecia..... 558
TORCUATO: (INTERRUMPIENDOLE) ¿En gracia de qué? PATRON:
No Engracia, sino en Grecia.
TORCUATO: Pero Engracia era una jembra regüenota, que lo dejó con la nariz larga
cuando se jue con er Jabao, ¿ se acuejda? PATRON:
No me recuerdes majaderías, se trata de Grecia, Grecia, que es un país de Europa muy antiguo.
TORCUATO: Güeno, pero Engracia, no era ninguna antigüedad, que era maltonciata y
regüena ¿se acuejda? No se haga er zoquete. PATRON:
Déjate de atrevimientos, que no estoy para bromas, te estoy diciendo que Grecia es un país Europeo, en la península Balcánica, muy antiguo.
TORCUATO: ¿Y qué tiene que ver lo de la antigüedá, con lo de ahorita? PATRON:
Pero no me interrumpas, y déjame explicarte, que nuestro idioma, el castellano, que hablamos tú y yo, proviene del griego, del idioma griego, de esa Grecia que te digo, y también del latín, que también es otro idioma antiguo.
TORCUATO: Y dale con la antigüedá y vejeces, patrón; que si la gallina vieja da güen
caldo, cuando me arrejunté a la Encarnación, nadita le encontré, ni er cardo, que lo jacia siempre o demasiado simple o demasiado salao. PATRON:
Pero nosotros tenemos que atendernos a los orígenes de nuestro idioma, y cuando mandaban los monarcas, o sea los reyes, los del pueblo bajo....
TORCUATO: ¡O sea los patuchos! PATRON:
No seas bárbaro, no me refiero a la estatura, sino al pueblo, al "mero" pueblo, como dicen en México, a quienes por su condición económica forman la masa consumidora: a los de abajo, a los pobres, a los que no tienen nada y tratan de tener algo con su trabajo y su esfuerzo.
TORCUATO: ¡Ah! Entonce, entre esos estoy yo. PATRON:
Pero tú no tendrás más, porque no trabajas, ocioso.
TORCUATO: No exagere patrón, quey yo trabajo siempre quey no sea día feriao. PATRON:
Bueno: los que estaban cansados de que los mande el monarca.....
TORCUATO: ¿El qué?
559
PATRON:
El monarca.
TORCUATO: U sea el rey de los monos. PATRON:
No seas bruto: el monarca es el rey, de la gente, no de ningún mono.
TORCUATO: ¡Ah! PATRON:
Pues bien, cuando el pueblo se cansó de ser mandado por el rey o monarca, le hicieron la revolución y fundaron la democracia: que viene de la palabra "demos" que quiere decir "pueblo" o sea todo el pueblo; pero como no era posible que todos gobiernen, se resolvió que todos elijan a los pocos que deben gobernar; y esos pocos, elegidos por la mayoría popular, fueron los que gobernaron.
TORCUATO: ¿Entonce, los que mandan y están en la maroma, ¿eran los que antes
estaban adebajo como yo? PATRON:
Efectivamente: al no gobernar el monarca, ni el rey, ni el emperador, sino el presidente y sus ministros elegidos por la mayoría del pueblo, o sea del "demos".
TORCUATO: Un momento, patrón: no confunda er cerebelo, como dice er boticario; los
que estaban adebajo eran los "demos": es decir, los que siempre daban. PATRON:
Eso es: el Pueblo.
TORCUATO: Si, ya sé: er "demos" es que demos todo, sin recibir nada; u sea esa mayoría
popular que da todo a los menos que mandaban, ¿no es así? PATRON:
Eso mismo, Torcuato, eso mismo, pero recuerda que los que mandan son elegidos por la mayoría del pueblo, pues alguien tiene que mandar en un país, y es preferible que mande el elegido por la mayoría popular, como es nuestro sistema republicano, y no un monarca o rey que ejerce el poder por herencia y rige a la nación con leyes de acomodo.
TORCUATO: Güeno, todo está muy bien explicoteá. Acerca del "demos" que es er
pueblo, de monarca, que es er rey, der sistema republicano que es er que nos da derecho a elegir Presidente y Consejeros, pero hasta ahora no me dice cuáles son entonces los "oligacas", quey es lo quey me interesa. PATRON:
Bueno, realmente, los oligarcas son los sabidos que reemplazaron a los monarcas, los que echaron abajo al absolutismo de los reyes, los que subieron con 1a democracia, los demócratas.
TORCUATO: ¡ Güeno, güeno, y entonce, si los oligarcas son producto de la democra-
560
cia, por qué es que la palabrita "oligarca" se usa ahora como argo que arrebaja ar cristiano, si jue producto de la elección de mucho pa terminar con er gobiejno de uno solo! PATRON:
Allí esta la pelotita, Torcuato, es que, como todas las cosas de la vida, una vez que subieron los de abajo, los más sabidos, formaron un grupo, y para no dejarse tumbar por otro grupo de avispados, vieron la manera de mantener una fuerte argolla, trinca u oligarquía, lo que se llama una "clase privilegiada" que procuraron dominar por medio del dinero, los entronques, la influencia.
TORCUATO: Entonce, los que estaban adebajo, resurtaron los más sabidos que ahora
tan arriba, y como siempre hay gente abajo de la maroma, estos que no pudieron subir ar mame, han llamao "oligarcas", a los sapos vivos que han lograo subir pa arriba, y ahora tan en er mamey, ahora voy comprendiendo la cosiaca, ¿verdá patrón? PATRON:
Desgraciadamente es así, Torcuato; la democracia echó abajo a la aristocracia y o sea a la monarquía, pero los que subieron formaron la oligarquía.
TORCUATO: Entonce los oligarcas son los demócratas más sabidos que los demás, y
quiere decir que uno de abajo, de abajito como yo, sí puedo aspirar a ser oligarca. PATRON:
Realmente, "oligarquía", es el círculo de "palos gruesos" que dominan una ciudad, un pueblo, un país, con el poder de su influencia y su dinero.
TORCUATO: ¿Así sea pobre? PATRON:
No seas bruto, la plata es lo principal para ser oligarca, y además: astucia, habilidad, picardía, para lograr dominar a los demás.
TORCUATO: (COMPUNGIDO) Entonce, yo no tengo esperanza de ser oligarca. PATRON:
¿Pero por qué?
TORCUATO: Porque yo no tengo mas que una sola jembra: Nicanora. PATRON:
¿Pero, estás loco, ¿qué tiene que hacer que tengas una sola mujer, para que no puedas lograr tu aspiración de ser oligarca?
TORCUATO: Pero si usté ahorita mesmo acaba de decir que pa ser oligarca se necesita
tener tres mujeres. PATRON:
Pero qué barbaro mentiroso te has vuelto, en qué momento he dicho yo tamaño desatino. 561
TORCUATO: (PORFIANDO OBSTINADAMENTE) Pero si usté acaba de decir que
pa ser oligarca hay que tener a Habilidad, a Astucia y Picardía. PATRON:
Eres el colmo de la estulticia, en dónde tienes la cabeza, esas no son mujeres, son condiciones, cualidades que debe tener el individuo común, que quiere llegar a convertirse en oligarca.
TORCUATO: ¡Aaaah! Eso es otra cosa. PATRON:
Así que claro que puedes, porque en esta época en que manda el dinero y proporciona influencia mayor, el que tiene dinero o es mandamás en una empresa de gran capital, puede ejercer mayor dominio que el que no tiene, y entonces los que gobiernan a nombre de la mayoría del pueblo acusan de oligarcas a esos que dominan a ese pueblo de donde salieron.
TORCUATO: Lo que yo veo, patrón, es que sigue er "guinguilingongo". Los oligarcas de
ahora son los mesmos de abajo que por arguna sapada tan arriba, y una vez arriba prendidos der "mame", no se dejan caer, por los tirones que damos los de abajo, que aspiramos también, onde llegan a caer los de arriba, a convertirnos en oligarcas en uso y abuso de las jugosas canonjías der maney. PATRON:
Pues por lo visto Torcuato, con tu mentalidad campesina y sencilla, has dado en el clavo de esta confusión que ha provocado en todos nosotros el empleo de la palabra oligarca, que con tanta profusión se dice y se repite por la televisión tal como te lo ha dicho el vaquero Finor.
TORCUATO: Güeno patrón, ¿quiere decir, que si la Nicanora se arrejunta conmigo ar
maney der amor, y me obedece en todo, ¿yo sería el oligarca de Nicanora?. PATRON:
Exacto, pero procura no abusar de ese mando, porque puede sucederte lo que a los monarcas: que fueron derribados por los oligarcas, y en muchos casos los oligarcas pueden ser echados abajo por otros oligarcas más sabidos que ellos. Bueno, Torcuato, te dejo porque con tanto hablar de oligarcas me he acordado que tengo que cubrir un vencimiento en el banco, y esa sí que es una oligarquía: la oligarquía bancaria del Ecuador, que sólo presta plata, al que plata tiene, y no fomenta a los hombres de ideas, pero sin bienes, como hace la banca de otros países por ejemplo, así que chau Torcuato, y procura levantarte temprano para el ordeño. (MUTIS)
TORCUATO: (AL PUBLICO) Bien dicen er cacao tiene baba, y que la pepa ta en
medio de lo baboso, que sólo poniéndola ar sol en er tendal es que se pone seca y dura; y así es la moteta der cristiano, que hay que ponejla
562
ar calor de los libros pa que deje lo baboso. Y pensar que hay tanto baboso que se quiere dar de sabedor de lo que no sabe, porque dice er dicho diciendo lo que dice, que er que es tonto cree que sabe, porque no sabe, que no sabe nada. NICANORA: (SALIENDO A ESCENA) Oye, Torcuato. TORCUATO: (DANDO UN SALTO ASUSTADO) Por San Fruncido, patrón de los
oligarcas. NICANORA: ¡Qué San Fruncido, ni qué niño envuerto! Dónde te hías metío, conde-
nao, que seguramente tabas dándole ar guachucho en la cantina. TORCUATO: Un momento, Nicanorcita de mi entretelas. NICANORA: Qué telas, ni qué niño envuerto. Cómo te atreves a levantajme er gallo,
con estas formas que Dios me ha dao, pa que lo sepas, too er mundo me dice que toy "tentaora", y si tú no te animas, te quedarás con la baba en er jocico, como er tigre sin presa. TORCUATO: ¡Ah! Es que nosotros los oligarcas. NICANORA: ¿Qué cosa? TORCUATO: Que yo soy er oligarca. NICANORA: Déjate de insolencias conmigo. TORCUATO: Mira, montubia brutísima.... NICANORA: ¡Qué dices! Bruta yo, te voy a dar, te voy a dar. TORCUATO: ¿Qué me vas a dar? Un besito, mamacita. NICANORA: Bueno, sí, pero primero cierra los ojos. TORCUATO: ¡Cómo! NICANORA: Que cierres los ojos, pa que el beso sea más romántico. TORCUATO: (CERRANDO UN SOLO OJO) ¿Así? NICANORA: No, los dos. TORCUATO: Cómo los dos, con uno solo, conmigo. NICANORA: Me refiero a los dos ojos, mira así. (CIERRA LOS OJOS) TORCUATO: (CIERRA LOS OJOS Y NICANORA LE DA UNA TREMENDA
563
BOFETADA) ¡Ah! NICANORA: Toma pa que chupes. TORCUATO: (REPONIENDOSE DEL GOLPE Y FROTANDOSE LA CARA) Eh, no
te pongas así, mijita linda, que er ser montubia y bruta no es ninguna ofensa, que así semos los que semos, porque no leímos los libros, como er patrón..... NICANORA: Pero cómo es eso de que eres olicaca. TORCUATO: No es olicaca,. sino oligarca, entiendes, oligarca. NICANORA: Bueno, pero cómo es eso. TORCUATO: Aguántate un pedazo, y oye como es la cosiaca. NICANORA: Un momento, eso de oligarca me suena, me parece que esa palabrita la
dijo un día un "cabezón" que anda queriendo formar una dizque cooperativa pa hacer una guerrilla pa que naiden trabaje y todos coman gratis de lo que trabajan otros, así como lo hacen ellos. TORCUATO: Eso, eso mesmo es justamente una oligarquía: un grupito que manda a los
burros que lo siguen. NICANORA: Pero ni ese "cabezón" ni sus compinches tienen autoridá pa mandar a
naiden. TORCUATO: Ah, pero una vez que ten arriba en la maroma, con er cuento de la
revolución sociar, mandarán a los demás, y serán también oligarcas. NICANORA: Pero yo toy segura de que tú no sirves pa oligarca. TORCUATO: ¡Cómo que no sirvo! Si justamente jueron los de abajo, los de abajito como
yo, los que formaron una trinca que trincaba, y como trincaban eso de abajo, subieron y se jicieron oligarcas porque mandaban sobre los demás; y como yo me voy a casar con vos, con o sin la bendición der cura, que pa hacer eso rico que tú sabes, es lo mismo en la malacrianza. NICANORA: (INDIGNADA) ¡Qué ices mal hablao! TORCUATO: Que me arrejunto a vos, preciosura.... NICANORA: Ay, Torcuato, ya era tiempo. TORCUATO: Y como en la arrejuntada "er que monta manda", yo seré er oligarca
er bijao que nos acobije en la loma.
564
bajo
NICANORA: Pero vos mandarás de la escalera pa er corral, que la que manda bajo er
bijao es la pollera. TORCUATO: Eso ta por discutirse, porque si en er arrejunte combinamos la montada,
entonce podrás tener derecho a ser la oligarca, pero eso únicamente mientras temos en la arrejuntada, porque en todo lo demás tendrás que obedecerme, te dé o no te dé plata. NICANORA: (DESAFIANTE) Eso te crees tú, oligarca. Que si no aflojas pa er vejde y er
sango con arroz, te doy con er plazarte que domina ar potro. TORCUATO: (COMPUNJIDO) Güeno, güeno: yo te doy la plata, pero vos tendrás que
obedecerme, y como el que da la plata es er que manda, yo seré er oligarca y vos la chusma. NICANORA: Pero cuando la chusma se calienta, el oligarca se cae pa er suelo, y
entonce monto yo. TORCUATO: Es decir, que tu serías la oligarca momentáneamente, no más, ¿verdá? NICANORA: Me gusta la frase: "er que monta manda", y si tú eres er que está adebajo... TORCUATO: NICANORA: TORCUATO: NICANORA: TORCUATO: NICANORA: TORCUATO: NICANORA: TORCUATO:
. Pero eso es por mayoría de votos, mujer, que en la votación está la esencia de la democracia. Pero de qué mayoría de votos hablas, ¡si sólo semos dos! Es que er macho siempre vale por dos, y la jembra vale sólo por uno; así que de todas maneras yo gano. Qué vas a ganar, tú sólo puedes ganajme con la "esa". ¿Cuál "esa"? La "esa", la "pelota", la plata, que es lo principar pa una mujer como yo, que me gusta cambiar de vestido, de porca y pollera. Güeno, pero también se puede ser oligarca sin plata. ¡Sin plata! Sí, Nicanorcita de mi arma; pues según dice er patrón, el oligarca se jizo en después que tumbaron a los reyes, y los más sabidos der pueblo mesmo que se acomodaron, se gorvieron oligarcas, mamando der mamey
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que una vez que suben se orvidan de los de abajo, sarvo raras exepciones. NICANORA: ¡Entonce los que mandan ahora son los oligarcas! TORCUATO: Clarón mijita linda, ar fin diste. NICANORA: Entonce los que quieren tumbar ar gobiegno, ¿esos no son oligarcas? TORCUATO: También son oligarcas, preciosura. NICANORA: Pero tú tas loco, esto es un enriedo, oligarcas los der gobiejno, oligarcas los
que quieren tumbar ar gobiejno, ¿cómo es esto? TORCUATO: Paciencia y saliva, mamacita linda, que "con paciencia y saliva, la
araña se tragó a la hormiga". NICANORA: Déjate de refranear y aclárame la cosa. TORCUATO: Es que verás ahora manda una oligarquía, la oligarquía de gobiejno, y las
demás oligarquías estan juera der mame. NICANORA: ¡Entonce hay varias oligarquías! TORCUATO: Clarón mijita linda, qué inocente eres, mira: er pueblo de todo er mundo
es bueno, buenísimo, especialmente el nuestro, que tiene nobles sentimientos, así que como er sistema republicano exige, que er pueblo pa elegir sus mandatarios, debe hacerlo formando los llamados partidos políticos.... NICANORA: Ah, ¿u sea que en todos los partidos políticos está er pueblo? TORCUATO: Lógico, Nicanorcita, lógico. NICANORA: ¿Como lógico?, ¿qué te pasa, acaso yo toy loca? TORCUATO: No mijita, lo que te quiero decir, es que nuestro pueblo, los jombres y
jembras de nuestro pueblo, jorman las llamadas bases de todos los partidos políticos, así que tu verás siempre legítima gente güena der pueblo en el Partido Liberal, en el Partido Conservador, en er Partido Socialista, en fin en toditititos ese montonazo de partidos políticos que hay ahora en nuestro sufrido Ecuador. NICANORA: Entonce, en qué quedamos, pues si todos los partidos políticos están
formados por gente der pueblo, gente güena, entonce todos los partidos políticos son güenos. TORCUATO: Es que aquí es onde viene la sapada, que los más sabidos de esos parti-
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dos políticos jormados todos ellos con gentes güena der pueblo, forman la oligarquía, u sea una trinca, lo más sapos, los más yambarosos, los dotores, los universitarios, los licenciaos, y eso engañan a sus güenos compañeros der partido y se hacen nombrar por ellos Diputaos, Concejales, Consejeros, en fin todo y cuanto hay de canonjías políticas, pero una vez elegidos entran solos ar mame y dejan ar pueblo ajuera. NICANORA: Entonce, ¿esos son los oligarcas? TORCUATO: Clarón Nicanorcita: los oligarcas están en todos los partidos políticos, u
sea que existe una oligarquía conservadora, una oligarquía liberal, una oligarquía socialista.... NICANORA: (INTERRUMPIENDO A TORCUATO) Que barbaridá, con razón es
que nuestro país esta fregao con tanto oligarca. TORCUATO: Y no sólo en la política, en todas partes se jorman oligarquías, así por
ejemplo se jorma la oligarquía de los grandes productores de banano y ellos solos quieren exportar, dejándonos ajuera de los cupos de exportación a los pobres pequeños agricultores. NICANORA: Tú sí que tas resurtando un sabio, como dice doña Adelina, la de la
brujería que siempre ta mentando a unos «sabios de la Grecia». TORCUATO: Eso mesmo: si es de allí, de la Engrecia esa, que dice er patrón que viene la
oligarquía, que era de los que taban abajo y de esos que taban abajo unos pocos, los más sabidos, se treparon pa arriba. NICANORA: Güeno déjate ya de tanta oligarquía, que parece que es un mal que no
tiene remedio, y dime si es verdá lo que me prometiste de arrejuntarnos pa siempre. TORCUATO: Efectivamente, pero siempre que sea con una condición. NICANORA: ¡Condición! ¿Cuar condición pones relamido? TORCUATO: Que me arrejunto con tú, pero siempre y cuando yo sea er oligarca de la
arrejuntada. NICANORA: Güeno, tu serás el oligarca, pero sólo en la arrenjuntada, u sea en esos
momentos, porque en la choza mando yo. TORCUATO: Ta bien, tú serás el oligarca en las madrugadas cuando jace frío, mi
Nicanorcita suburbana. NICANORA: ¡Suburbana! Arto Torcuato, que no permitiré que me pongas los cachos
con ninguna doña "Suburbana".
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TORCUATO: No mijita linda, suburbana no es ninguna jembra de carne y hueso, sino la
población suburbana que vive en los suburbios de las ciudades, y que son las engreídas y mimadas, antes de cada elección por supuesto, por los oligarcas que están en el poder. NICANORA: ¿Así que suburbana, ¿no es entonce ninguna jembra? TORCUATO: Güeno depende de cómo se mire la cosiaca, pues a veces los políticos
sabidos u sea los oligarcas enamoran a la suburbana pa mantenerse trepaos en la maroma. NICANORA: Ah, bandido, así que a cuenta de oligarca a lo mejor te pones a enamorar a
la suburbana, y eso sí que no te lo consiento. TORCUATO: No mamacita, si doña Suburbana también tiene sus amoríos, que son los
oligarcas der suburbio, lo que jacen trincas pa ofrecer su apoyo de la mayorías a los políticos, y se güerven tan oligarcas como los oligarcas políticos en er guinguilingongo der sube y baja, así que yo seré oligarca pa tu preciosura.
NICANORA: (ABRAZANDO A TORCUATO) Entonce: ¡Viva Torcuato oligarca! TORCUATO: ¡Viva! Y ahora sí, ¿vamo pa el arrejunte? NICANORA: (RUBORIZADA) Ay, Torcuato...... TORCUATO: Vamo no ma, mamacita. NICANORA: (SUSPIRANDO) Bueno.... TORCUATO: Pal arrejunte, mijita linda, pa el arrejunte:
Pues ya que no soy de la política jerarca, no queda más consuelo por ahora, que contentarme con ser el oligarca en er arrejunte con mi montubia Nicanora.
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CRISPIN CEREZO Zarzuela en tres actos de tema histórico-novelado. Libreto de RODRIGO DE TRIANA, música de CARLOS ARIJITA. Acción en el Litoral Ecuatoriano, año 1884. PERSONAJES: LEONOR CARCHI:
Mujer joven, ataviada a la usanza campesina costeña, usa botas de montar; cartuchera, pistola al cinto; pollera, polea, trenzas largas caídas a los costados, rematadas por anchos lazos de cintas, pañuelo de color subido al cuello, ajorcas, sombrero alón, etc.
NICASIA RUGEL:
Ataviada a la usanza campesina.
MARÍA GAMARRA DE HIDALGO: Dama de rango, ataviada para paseo campestre o
estadía en el campo. Saldrá a escena poniéndose una manta de seda negra. DOÑA MICAELA:
Negra, esmeraldeña, mujer de un pequeño caoque, rezago colonial en Quinindé.
CRISPIN CEREZO:
Joven campesino de apuesta presencia, ataviado a la usanza montubia: cotona, polainas, espuelas "rocadores", pistola al cinto con cinturón de balas y "canana" cruzada al pecho, machete sujeto por una faja un poco ancha, sombrero alón, pañuelo grande al cuello, etc.
LUIS SANDOVAL:
Hombre de 35 años, bigote corto, patilla, es el segundo jefe del grupo de guerrilleros, después de Cerezo, en el segundo acto.- En el tercer acto vestido militar de capitán de esta época.
FRANCISCO TIGREROS:
Mayordomo de la hacienda de Hidalgo; barba poblada, 30 años de edad. Traje apropiado en el primer acto con aditamentos de guerrillero en el segundo y tercero.
EDUARDO HIDALGO ARBELAEZ: Propietario de la Hacienda La Victoria, bigotes
rectos, patillas, cotona sin pañuelo al cuello, pantalones largos sin polainas; hombre culto y de maneras elegantes; unos 40 años de edad.
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NICOLAS INFANTE DIAZ:
Ademanes enérgicos. Barba poblada y negra. Polainas y poncho. Alto, grueso. Medio cojo de la pierna derecha. 40 años.
LUIS VARGAS TORRES:
Gallardo; 28 años, bigotes cortos y patillas cortas; sombrero alón, polainas, poncho sobre traje ciudadano. Mediana estatura.
JUSTO INFANTE DIAZ:
Hermano de Nicolás. 35 años. Bigotes anchos y espesos.
JUAN CEREZO:
Hermano de Crispín. Bigotes cortos. Atavío campesino. Con polainas, pistola, machete, cotona y cinturón de balas.
JOSE GABRIEL MONCAYO:
Bigotes largos y rectos. 35 años. Estatura media.
EMILIO ESTRADA CARMONA:
28 años. Bigotes y patillas cortas. Alto.
JOSE FRANCISCO BORJA LAVAYEN: Bigotes, una pequeña perilla, patillas, estatura
media. DR. MARCOS ALFARO DELGADO:
Sin polainas, como Hidalgo, con chaqueta de la época, anteojos, poncho encima, que se lo quita apenas entra en escena. Ajustarse a los retratos que de él se conservan, de esa época. Bajo.
FILOMENO PESANTES:
Alto, 30 años, etc.
JOSE MARTINEZ:
Chiquillo ambateño, de 14 años, poncho montubio y sombrero de alas cortas.
ADOLFO CASTRO:
Comandante revolucionario.
MANABITA:
Montubio.
MONTUBIOS 1o. 2o. y 3o.
Montubios.
MONTUBIOS 1o. 2o. y 3o.
Montubias.
Más detalles y atavíos a juicio del Director. Cuerpo de baile típico, soldados del gobierno, coro de montubios y de montubias, campesinos peones de hacienda, etc. etc.
ACTO PRIMERO Representa un matorral en la sección "Gallinazo" de la hacienda "La Victoria" situada en la
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confluencia de los cantones Baba, Babahoyo y Puebloviejo, Provincia de Los Ríos, que se supone está a orillas del estero Chapulo. En el cuadro habrá un tronco ancho de árbol, en el cual se podrán sentar tres o cuatro personas. Se oye a lo lejos el sonar de una campana, llamando a los peones al descanso, en la terminación de las faenas agrícolas.
MUSICA CORO:
Yo terminó la faena y es hora de descansar la cosecha ha sido buena en este duro bregar.
HOMBRES:
Vamos, mujer, a la casa, que es hora de cocinar.
TODOS:
Pronto: se apaga la brasa y el verde se va a secar.
(DEJAN LAS FAENAS; UNO COJE UNA GUITARRA Y TOCA MIENTRAS LOS DEMAS COREAN) TODOS:
Hay que tumbar la naranja el potrero hay que rozar, llevar el agua a la zanja y el gramalote regar. En invierno y en verano tenemos que trabajar; el cacao es fruto sano y el arroz hay que rozar. Cacao, naranja, guineo, mangos, zapotes, melón, y yerra, el caracoleo, con calor y sudor. El garabato y machete son ideal para cortar los frutales ricos del Litoral del Litoral, del Litoral.....
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(SE OYE A LO LEJOS LA CAMPANA DE LA HACIENDA EL ANGELUS. EMPIEZA A OSCURECER. TODOS SE ARRODILLAN. LOS ACOMPAÑA EL CANTO DEL SOLISTA) S O L I S TA Y TODOS:
La campana nos avisa que es hora de meditar; que Dios mande la brisa y el Angelus pa rezar. Al que trabaja en la vida el cielo compensará, que Dios bendijo el trabajo pa el hombre en su bienestar.
(TODOS SE PONEN DE PIE, VUELVE A COGER LA GUITARRA UNO Y TODOS CANTAN) Cacao, naranja, guineo, mangos, zapotes, melón, y yerra, el caracoleo, con calor y sudor. El garabato y machete son ideal para cortar los frutales ricos del Litoral del Litoral, del Litoral.....
ESCENA SEGUNDA Entra Tigreros, seguido de Martínez. Ambos se sientan en el tronco. TIGREROS:
Me deja patitieso y estirpao lo que me cuentas der proyecto que tiene er coronel Vargas Torres.
MARTINEZ:
Es como le dijo, don Tigreros.
TIGREROS:
Pero, oye muchacho imberbe sin barbas, ¿Cómo es que tú, tan mocito, andas metido entre los revolucionarios, que es gente de ñeque y remezón, como paloma entre gallinazos?
MARTINEZ:
Es que mi papá murió en los combates de Manabí, cuando a principios del año pasado avanzó desde Esmeraldas, y al morir le pidió al coronel
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Vargas Torres que se hiciera cargo de mí, que también soy huérfano de madre... (ALGO TRISTE) TIGREROS:
¡Por San Jacinto de Yaguachi!... ¡Sin padre y sin madre!.....
MARTINEZ: Así es, don Tigreros; y es desde entonces que el coronel es como mi
segundo padre.... TIGREROS:
¿Pero tú no sabes, que el mono en la pampa es naiden, pero en la rama es persona?
MARTINEZ: No le entiendo, don Tigreros. TIGREROS:
Quiero decirte, que tú eres de la Sierra, de Ambato, que es una ciudad, y luego vienes a Guayaquil, que es otra ciudad y como todo ciudadano de la ciudad, en er campo no puedes servir pa nada. Er viejo refrán dice que "La simona es morena en todo, menos en pelar la mona"....
MARTINEZ: Le entiendo menos, don Tigreros.... TIGREROS:
Francisco... Francisco Tigreros, o Pancho, como me decían los patrones. Eso de Tigreros, es mi apelativo, u nombre, u apelativo patronímico sin patrón; que siendo yo er "tigreros", soy er que manda a los tigres, y teniendo tigres er lagarto se queda al pie del algarrobo, y si el algarrabo se descuerga, me agarro ar gramalote pa que no se me cuele la iguana, que es la que hace cosquillas cuando canta la pacharaca...
MARTINEZ: (MEDIO ALELADO) Caray; le entiendo menos ahora don Pancho. TIGREROS:
Es que Uds. los de allá arriba no entienden el idioma castellano de Castilla, que enseñaron los españoles de España a los cristianos gentiles que no sabían nada de Cristo por acá, cuando andábamos con taparrabos....
MARTINEZ: ¿Y Ud. también andaba con taparrabo, don Francisco? TIGREROS:
Yo no me acuerdo bien, pero seguramente que fue así....
MARTINEZ: Es mejor que se haya olvidado, porque no se le vería bien con tan poquita
ropa.... TIGREROS:
¡Qué sabes tú de estas cosas, muchacho calzón sucio! Pa que te enteres: todas las mujeres der pueblo se han arrodillado ante mí, sin tapanada.
MARTINEZ: Ud. bromea, don Pancho.... TIGREROS:
Nada de bromas, que ésta es sagrao. Todas las mujeres der pueblo se han arrodillado delante de tu amigo don Pancho, cuando er señor
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cura me contrataba pa que haga de Cristo en la tercera hora de la agonía er jueves Santo. Mira: me ponía así. (HACIENDO LA FIGURA DE CRISTO EN LA CRUZ)
ESCENA TERCERA Dichos y Nicasia. Martínez la ve, y se quita el sombrero. MARTINEZ: Buenas tardes, señorita..... NICASIA:
Buenas tardes, jovencito... (VIENDO A TIGREROS) ¿No hay una lanza por ahí para hacer a este espantapájaros un Cristo de verdad?
TIGREROS:
No. Es que er diablo se ha atrevido a poner una avispa en las plantas de la Virgen, y ésta viene preocupada, como buscando un ángel....
NICASIA:
No, Pancho: es que hay que decir a Don Eduardo Hidalgo, que esta noche, al comenzar a oscurecer, vendrán los que piensan alzarse en armas, y, entre ellos, Cerezos; y Crispín en estas trifulcas anda siempre con Leonor, la "Cacica", que es mi amiga desde que en Daule hicimos juntas la novena de la Virgen de Mercedes.
MARTINEZ: ¿Y por qué le dicen la "Cacica"? TIGREROS:
Porque dicen los decires de los que dicen diciendo, que su tataragüelo fue Cacique de los Chonanas de Santa Lucía y como es jachudísima y berraca pa la pelea, le dicen la "Cacica".
NICASIA:
Y si viene Cerezo, ella vendrá con él.
TIGREROS:
Como que andan arrejuntaos en cada pelotera, por más que Crispín tiene una legítima en Palestina, otra en Vinces, y otra que era de Colimes y creo que se le ha ido pa Guale. ¿Te vas enterando y acostumbrando? (A MARTINEZ)
MARTINEZ: Eso se llama "poligamia". NICASIA:
A Uds. no les importa lo que haga un hombre macho y valiente.
MARTINEZ: Si, don Pancho: es mucha valentía el enredarse con cuatro. TIGREROS:
Cállate, muchacho, que tú no sabes de aritmética famenina.
NICASIA:
Pues tú, que sabes tanto, ten cuidado como sumas, porque en una de éstas te rompo la tabla de multiplicar.
TIGREROS:
Lo que me llama la atención, es que la "niña de mis ojos", en vez de buscar a quien bien la quiere, venga por una amiga que no ha venido.....
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MARTINEZ:
Ah, don Francisco: ¿Con que esas tenemos?
TIGREROS:
Ya la quisiera tener, muchacho......
NICASIA:
(SONRIENTE) Es que eso no me alcanza a machetazos o dando pinchazos con espinas de naranja. Eso se logra con la sinceridad del corazón y el buen comportamiento.
TIGREROS:
Pero Nicasia de mis torturas torturantes, si yo vivo suspirando tanto, que la barriga se me infla de viento.
MARTINEZ:
¿Tanto aire traga, don Tigreros? ¿Y cómo lo saca?
TIGREROS:
¡Cada vez que me acuerdo de ti, majedero! ¡Lárgate a los infierniosL... (LO AMENAZA CON DARLE UN PUNTAPIE, Y MARTINEZ HUYE)
MUSICA TIGREROS:
Ay, mírame a los ojos dauleña mía; ay mira sin enojos; dime que sí; que quien por ti suspira y se postra así de hinojos, mirándome a los ojos hablará mi amor por ti.
NICASIA:
Si te miro a los ojos ya no respiro; si miro sin enojos, ¡Pobre de mí! que quien por mi suspira y se postra así de hinojos, se nublan los ojos en un loco frenesí.....
LOS DOS:
Ay, ay, dauleña mía es lo mejor hacer cantar el corazón.
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Ay, ay, dauleña mía, qué lindo es quererse así con ilusión. (ENTRAN EN ESCENA MONTUBIOS Y MONTUBIAS Y CANTAN DE NUEVO TODO EL NUMERO, EVOLUCIONANDO AL ESTILO CAMPESINO).
ESCENA CUARTA MARTINEZ: (SALIENDO SONRIENTE, LOS DEMAS HICIERON MUTIS) Yo vine
para entrar en una revolución, y me encuentro con una derrota amorosa. TIGREROS:
No ha sido una derrota total, jovencito; que tú no te fijaste que era "como que me gusta y no me gusta, pero me gusta sin decir me gusta" .....
MARTINEZ: Tal vez le faltó ligereza en el ataque, don Pancho. TIGREROS: Tal vez tengas razón, muchacho, porque hay un dicho que dice: "Pa
enamorar la montubia, no se necesita plata; tener er cuerpo ligero, y echarle mano a la pata". (SE SIENTA MARTINEZ Y LUEGO TIGREROS) MARTINEZ: Le faltaron las dos últimas cosas: tener el cuerpo ligero y echarle la
mano a tiempo..... TIGREROS:
Silencio, muchacho, que se oye ruido de como que acodera canoa. (AMBOS SE PONEN DE PIE. MARTINEZ AVANZA HACIA LATERAL DERECHA, QUE ES POR DONDE SALEN LOS QUE LLEGAN)
MARTINEZ: Ya saltan a tierra, don Pancho. TIGREROS:
(QUE AVANZA HASTA DONDE ESTA MARTINEZ) Sí; son el patrón don Eduardo Hidalgo y el coronel Filemón Pesantes.
MARTINEZ: Al patrón ya lo conozco. (SE QUITAN LOS SOMBREROS RESPE-
TUOSAMENTE CUANDO ENTRAN LOS QUE LLEGAN)
ESCENA QUINTA Dichos y Eduardo Hidalgo Arbeláez con Filomeno Pesantes. HIDALGO:
(A PESANTES) Esta es la orilla del estero Chapulo, que desemboca en el Babahoyo. O sea, el sitio de la cita, en el sector llamado Gallinazo. No convenía que la reunión tuviera lugar en la casa de la hacienda, ya que está frente al camino que conduce a Pimocha, y pueden notar los gobiernistas que pasan por allí.
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TIGREROS:
Buenas tardes, patrón.
MARTINEZ: Buenas tardes, don Eduardo. HIDALGO:
Buenas tardes tengan Uds.
PESANTES:
(EXAMINANDO EL SITIO) Me parece un sitio ideal, Eduardo. Siempre Eduardo Hidalgo Arbeláez se ha distinguido por su prudencia y sensatez.
HIDALGO:
No crea Ud., Pesantes, que ha sido idea mía; fue María la que escogió este lugar, como el más oculto.
PESANTES:
¡Ah, doña María! Con razón decía afectuosamente el general Alfaro cuando el 9 de julio último entró a Guayaquil, "María Gamarra de Hidalgo es una ñata con más olfato que los canes de Sarasti".
HIDALGO:
¡Alfaro!, ha mencionado Ud. un nombre que ya es un símbolo en nuestra patria.
PESANTES:
¡Por ello nos reuniremos esta noche aquí, y juro que Filomeno Pesantes sabrá comandar la tropa que nos llevará al triunfo!
TIGREROS:
(QUE SE HA ALEJADO AL SITIO DE OBSERVACIONES) Don Eduardo: se acercan el coronel Nicolás y Justo Infante.
PESANTES:
(AVANZAN Y LOS LLAMA) Los hermanos Infante Díaz.
HIDALGO:
Ahora sí creo que por Vinces se hará algo.
PESANTES:
Y con coraje y decisión, por cierto, como que Nicolás tiene la jefatura del partido.
ESCENA SEXTA Dichos y Nicolás y Justo Infante Díaz. Primero entra Nicolás con aire de altivo, tras él su hermano Justo, sonriente. Ambos, luego del saludo, se abrazan con Pesantes e Hidalgo. NICOLAS:
Puntual a la cita, Eduardo.
JUSTO:
Así hubiera sido a media noche, los Infante Díaz no faltan a su palabra, amigos.
NICOLAS:
Olvidemos lo pasado, y pensemos en que no hay que perder tiempo. Tengo sobre mis hombros la responsabilidad que me dejó el general, con la Jefatura del Partido, y sólo lamento que Vargas Torres se encuentre tan lejos. 577
MARTINEZ:
Llega de un momento a otro, mi coronel.
NICOLAS:
¿Eh? (SORPRENDIDO. LOS DEMAS TAMBIEN MUESTRAN SORPRESA, MENOS HIDALGO)
JUSTO:
Pero si Vargas Torres creo que recién sale de Panamá rumbo a Tumbaco, según últimos informes.
PESANTES:
Debe haber una equivocación en todo esto.
HIDALGO:
Este chicuelo ambateño, de apellido Martínez, ha venido de parte de Vargas Torres, a decirme que el coronel ha engañado al Gobierno haciéndole creer que atacaría Esmeraldas avanzando por mar desde Tumbaco; pero que, en forma secreta inclusive para nosotros, avanzó en una balandra a Manglaralto, para ver si llega esta noche aquí, e informarnos del viaje del general en el barco que ha comprado en Panamá.
NICOLAS:
Ese esmeraldeño está jugándose la vida en semejante travesía por terrenos bien guardados por los gobiernistas.
TIGREROS:
(DESDE SU PUESTO DE OBSERVACION) Don Eduardo: en una canoa se acercan, al parecer, don Emilio Estrada, el Dr. Marcos Alfaro y el coronel José Gabriel Moncayo.
HIDALGO:
Caramba, Pancho, que tú no te has olvidado de la cara de ninguno de los del 9 de julio....
ESCENA SEPTIMA Dichos y los mencionados por Tigreros, que al entrar se abrazan con todos. Luego se sientan unos en el tronco, otros en el suelo; se brindan cigarrillos de envolver, otros prenden cigarros, etc. HIDALGO:
(AL VERLOS ENTRAR) Bienvenidos, correligionarios.
NICOLAS:
Ya vamos engrosando filas, colegas.
JUSTO:
Se va a desbordar el estero Chapulo.
PESANTES:
Parece que se toca a somatén.
ALFARO:
Sí que es valentía la de Ud., Eduardo, al exponer su propiedad y su fortuna, organizando una cita tan peligrosa en los momentos actuales, cuando ya se sabe por el cónsul del Ecuador en Panamá, que el general prepara una expedición.
HIDALGO:
Esta angustia de la patria lo exige, Dr. Alfaro. 578
MONCAYO:
El lugar es magnífico, por cierto. Yo estoy dispuesto a jugarme el todo por el todo. Si falla o no la expedición del general, atacaré Vinces por Maculillo.
MARTINEZ: (AVANZANDO DESDE SU PUESTO) Con perdón de Uds., señores
jefes: tengo el honor de anunciarles la llegada del coronel don Luis Vargas Torres. MONCAYO:
¡Eso es imposible!, si Vargas Torres anda por Tumbaco a estas horas.
NICOLAS:
Aunque parezca mentira, tendremos la honra de contar aquí con la presencia del pundonoroso militar esmeraldeño, honra y prez de la velentía ecuatoriana.
TIGREROS:
(DESDE SU PUNTO DE OBSERVACION) El coronel Vargas Torres con don José Francisco Borja.
PESANTES:
Borja, que con derecho ostenta el grado de Alférez de Navío de la Marina Real Italiana, es otro hombre audaz y decidido.
ESCENA OCTAVA Dichos y Vargas Torres, que entra con aire jovial, seguido de José Francisco Borja Lavayen. Todos levantan el brazo saludándolos. VARGAS:
¡Viva la patria, colegas!
BORJA:
¡Por una patria mejor!
NICOLAS:
Si no lo viéramos, nos parecería mentira, coronel. (SE ABRAZAN, ASI COMO CON LOS DEMAS)
ESTRADA:
Me convenzo que se asegura el éxito de la campaña.
JUSTO:
El anfitrión lo ha sabido hacer todo muy bien.
HIDALGO:
María y yo hemos estado trabajando incansablemente desde que el general nos anunció la posibilidad de realizar una expedición.
BORJA:
Que la esperamos con ansiedad.
VARGAS:
De sufrir un revés, yo pienso salir a Puerto Pizarro, subir a la serranía peruana y entrar por Macará a Cariamanga camino de Loja.
PESANTES:
Si esa expedición fracasa, para secundar a Ud. en su segundo plan, coronel Vargas Torres, yo me valdré de mis conexiones en Santa Rosa y Machala para formar una columna, con la cual ocuparé Zaruma y emprenderé camino a Zaraguro para encontrarnos allí, cerca de Loja, tomando al enemigo entre dos fuegos.
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ALFARO:
Mas, piensen que Cuenca es una plaza fuerte, y que la manda un hombre decidido, como Antonio Vega, secundado por Muñoz Vernaza, y que su gente no arriará la bandera sino cuando ambos estén muertos.
BORJA:
Creo que la expedición del general, con la ayuda del coronel Vargas Torres y actuando como capitán del barco Andrés Marín, no tiene por qué fracasar.
JUSTO:
El "Nueve de Julio" resulta peligrosísimo para un barquito de madera armado en guerra, como sé que es el "Alajuela".
HIDALGO:
Y más, si logran arreglar la maquinaria del "Huacho", que iría como barco auxiliar.
JUSTO:
Si el coronel Moncayo piensa atacar por Maculillo, y avanzar para combatir por estero de Lima o Vinces, lo conveniente sería que yo emprenda viaje en unión de Estrada, hacia Palenque, para preparar la gente, y que Nicolás se alce en armas, atacando Vinces para asegurar el camino a Babahoyo.
ESTRADA:
El plan me parece de perlas; pero para que sea completo no podemos descuidar la captura de Balzar, en cuyas cercanías podría ayudarnos Juan Miguel Triviño.
HIDALGO:
Piensen que, por el momento, Balzar es plaza fuerte. Allí hay una buena dotación de tropa y necesitamos que alguien ataque desde Colimes o Santa Lucía, interrumpiendo el camino terrestre y fluvial de Daule.
NICOLAS:
Recibí una carta de un joven natural de la hacienda Palestina, llamado Crispín Cerezo, que me ofrece levantarse con su gente, tomar Santa Lucía y Colimes, atacar Balzar para asegurar nuestro posible avance o retirada a Manabí.
HIDALGO:
Tengo noticias que Cerezo vendría también.
ALFARO:
He oído a mi hermano Eloy, mencionar con afecto a Crispín Cerezo.
ESTRADA:
Ese Crispín Cerezo fue uno de los que atacó por el Salado cuando Eloy avanzaba por el cerro del Cementerio sobre Guayaquil, el 9 de julio último, y es un joven valiente hasta la temeridad.
HIDALGO:
Pues no tardará en venir.
VARGAS:
Lo extraño es que ya no esté aquí. Siempre ha sido puntual a las citas de honor.
NICOLAS:
Y entiendo que a las de amor.
580
ALFARO:
Es que Cerezo no vendrá solo. Sé que ha reunido a sus guerrilleros para empezar la campaña esta misma noche.
HIDALGO:
Además, es justificada su tardanza, pues siempre anda a la grupa de su caballo una hermosa y valiente mujer: la "Cacica Chonana" Leonor Carchi.
JUSTO:
Es la herencia árabe que vino mezclada con lo español, y Cerezo no pudo escapar a la tentación del harem, pues he sabido que con una anda en los combates, y otras combate en la pa.
NICOLAS:
Es que con una real hembra a la grupa, se gana cualquier combate.
TIGREROS:
(QUE SE ALEJO AL PUESTO DE OBSERVACION) Allí atracan tres canoas repletas de gente, que no son los soldados del gobierno.
HIDALGO:
Vamos a asegurarnos quiénes son. (AVANZAN VARIOS)
MONCAYO:
Es el guerrillero montubio que nos hace falta.
TIGREROS:
Señores: el valiente guerrillero de Palestina: Crispín Cerezo.
ESCENA NOVENA Todos de pie manifiestan alegría, y a coro Estrada, Pesantes, Borja, los Infante, Hidalgo, Vargas Torres, Alfaro, Tigreros, y Martínez, cantan:
CRISPIN:
La causa de la Patria ya se acerca a su final: faltaba el guerrillero montubio en el erial. La raza es tan bravía que nos lleva con fervor a la cita más sagrada de esta libertad y honor. (ENTRANDO EN ESCENA) Soy guerrillero del Litoral, soy montubio en este erial, de Palestina soy liberal. Por los caminos de tus vergeles van guerrilleros de mis legiones, ciñen su frente verdes laureles,
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brota en sus labios rudas canciones; el sol de Octubre nos puso brillo sobre los pliegues de mi bandera, novia y sudario de guerrilleros de la montaña y de la pradera. Costeño, montubio, toda mi raza va luchando por su bandera. Costeño, montubio, hasta mi sangre yo daré por la montonera. Montubio, el cacao y la naranja con vigor florecerán. Montubio, montubio tu destino está trazando, montubio del Litoral. HIDALGO:
(SALUDA A CEREZO, QUE ES ABRAZADO POR TODOS) Creo que estamos todos a los que cité, ahora llamaré a mi peonada y engrosaremos las huestes.
CRISPIN:
Lo que Uds. digan, señores, que mi gente está lista.
HIDALGO:
Pancho: haz la llamada de costumbre, y tú, chico Martínez, toca la campana para que vengan todos.
TIGREROS:
Está bien, patrón. Vengan conmigo, si quieren ver mis pulmones por la bocina, y como al soplar se endereza la corneta.
MARTÍNEZ: Vamos, don Pancho. (SALE DE ESCENA CON TIGREROS) NICOLAS:
Cerezo: ¿ha venido Ud. sólo con sus guerrilleros, o también con su fama de hombre galante?
CRISPIN:
Con el arrojo va siempre el amor, mi coronel, y conmigo viene una guerrillera que trae en sus venas sangre de los valientes o indómitos chonanas: Leonor Carchi.
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HIDALGO:
¿Y por qué no tenemos el honor de conocer a tan valiente guerrillera?
CRISPIN:
Con mucho gusto. (HACE SEÑAS A UN GUERRILLERO QUE VAYA A BUSCARLA)
ALFARO:
¿Y esa mujer está decidida a enfrentarse con tantos peligros?
CRISPIN:
Leonor Carchi ha prometido no separarse de mí hasta que alcancemos la victoria.
HIDALGO:
Señores: vamos a recibir como se merece a una mujer que expone su vida por la causa de la patria. Honor a Leonor Carchi....
ESCENA DÉCIMA Dichos y Leonor, que entra seguida del guerrillero que fue por ella. LEONOR:
¡EI honor es mío, caballeros! (LA SALUDAN TODOS. HIDALGO LA VA PRESENTANDO DE UNO EN UNO, QUE SE CUADRAN MILITARMENTE Y LE DAN LA MANO)
MONTUBIO 1: (MANUEL CEREZO) Yo creo que es una imprudencia el que vengan
mujeres para una campaña de dudoso éxito. MANUEL:
Traté de convencer a mi hermano Crispín para que no trajera a la Cacica, porque, además, Crispín se casó en Palestina con una señorita Villamar.
MONTUBIO 1: Y tiene otra por Colimes. JUAN:
Pero ella se empeñó en venir a la pelea, para estorbar la mancha.
VARGAS:
(QUE HA ESCUCHADO LA CONVERSACION) La cacica Carchi, heredara de los jefes aborígenes de Santa Lucía o Chonana, tiene sangre de valientes y no teme a nada.
ESTRADA:
(A LEONOR) Pero Leonor, ¿Cómo siendo Ud. una mujer tan hermosa se ha atrevido a venir a esta campaña?
NICOLAS:
Piense Ud. que la guerra no es para mujeres.
HIDALGO:
¿Quién la indujo a Ud. a afrontar tantos peligros?
LEONOR:
Me indujo el amor a mi Crispín, y, ante todo, a la causa; ¡y esa hermosura con que don Emilio Estrada me adorna, no la luzco por mi físico, sino por la sangre que me legaron mis antepasados si algún día tengo la dicha de ofrendarla a mi Patria!
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Sangre chonana en mis venas, amor hispano en mis ojos, brillo de esteros y ríos que iluminan mi vivir. El Daule me dio su canto, Balzar claveles tan rojos como son los labios míos que dan amores de dulce encanto. Es el paisaje bravío de las endechas de mi Crispín. Patria me invita a la guerra; amor me lleva a la gloria; mi sangre riega la historia cual generoso pendón de amor; el sacrificio que encierra una chonana que así luchó. La mujer que en la vida sigue la ruta de su destino por el largo camino donde se enlazan Patria y Amor, pensamientos unidos hacen escudo del corazón, cual bandera gloriosa que sube al cielo como oración. Ante la patria me inclino, y por amor es mi canto; patria y amor, don divino que unidos calman mi triste llanto, si en el vivir la tristeza se torna en luces del corazón. ¡Por conseguir Patria y amor!.....
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(SE OYE A LO LEJOS EL TOQUE DE LA CAMPANA Y VAN SALIENDO LOS CAMPESINOS) NICOLAS:
Parece que ya se podrá marchar Cerezo con un pelotón bien armado.
LEONOR:
Ahora tendremos más gente con que atacar.
NICASIA:
Eres valiente, Leonor, y no piensas en el peligro.
LEONOR:
Teniendo al lado a mi amor, la vida no vale nada.
JUSTO:
Si ya hay un pelotón, debemos encaminarnos hacia Palenque.
ESTRADA:
No, don Justo: lo de Palenque lo organizamos con Ud. y su hermano, el coronel. Conviene que estos vayan con Cerezo.
HIDALGO:
(A LOS CAMPESINOS QUE HAN IDO SALIENDO POCO A POCO) En lo que respecta a mis peones, que son "conciertos" y el menos debe trescientos pesos, quedan canceladas sus deudas si se unen a las tropas libertadoras....
(EMOCIONADOS DE ALEGRIA LANZAN LOS SOMBREROS AL AIRE Y VIVAN AL PATRON) LEONOR:
(CON RESOLUCION) Vamos, valientes, que el clarín nos llama.
CRISPIN:
Señores: cumpliré con el gran deber que me han encomendado. Les prometo que llegaré a Esmeraldas. (A GUERRILLEROS Y CAMPESINOS) ¡En marcha!...
ESCENA UNDÉCIMA Al escuchar la orden de Cerezo, comienzan a evolucionar en escena dispuestos a emprender la marcha. Aparece en el fondo María Gamarra de Hidalgo, que con paso elegante y altivo avanza hasta el centro del escenario. Al verla, los presentes hacen una inclinación y para la marcha. María trae en su brazo, doblada, la bandera de Guayaquil, que la irá desdoblando muy lentamente. MARIA:
Un momento, valientes patriotas: recordemos que nuestro general Eloy Alfaro dejó en su manifiesto de Portoviejo, una ruta y programa que seguir el mandato federal; y todos, ante el bicolor, símbolo de la libertad desde el 9 de octubre del ochocientos veinte, tenemos que jurar ¡"Federación o Muerte"!
NICOLAS:
Doña María Gamárraga de Hidalgo: puede Ud. asegurar al general Alfaro, que todos los que estamos presentes sabremos defender con nuestras vidas el juramento de los Chapulos. 585
MARIA:
El sol de Octubre surgía por Oriente esplendoroso, y un pueblo altivo y glorioso su libertad exigía. Del cielo son los colores del pabellón libertario, que hicieron resplandores. Olmedo, Jimena, Roca, Antepara y Villamil forjaron en Guayaquil la libertad que se invoca. Un crespón vino después, que todo de luto cubre: luto en la estrella de Octubre, al ver grillos en los pies. Hubo que vencer la suerte en batallas fraticidas: nuevo sol, nuevas heridas que consagré a Rocafuerte. Hoy Vargas Torres, Infante, Pesantes, Crispín Cerezo, la gloria le otorga un beso al guerrillero valiente. Hidalgo, Estrada, Moncayo, Leonor Carchi y José Borja, la libertad que se forja cual de Júpiter el rayo. Todos en este momento y ante el bicolor sagrado, de patriotismo inflamado han prestado juramento. Que Dios los oiga en la altura,
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que los proteja en la brega, que si alguien la vida entrega, que sea de gloria futura. Brille la estrella de Octubre, que brille el alma valiente, que el sol que viene de Oriente sea triunfal luz que nos cubre. Valor, valor, la victoria será vuestra en la pelea, que triunfe la noble idea, que así lo exije la gloria. LEONOR Y CRISPIN:
TODOS:
La causa de la Patria ya se acerca a su final, seremos guerrilleros en lucha liberal. La raza es tan bravía, que nos lleva con fervor a la lucha más sagrada de esta libertad y honor. ¡Para luchar por el honor!...... FIN DEL PRIMER ACTO
ACTO SEGUNDO La escena tiene como decorado un aspecto triste y casi tétrico, con ceibos retorcidos y fantasmales, en primer término; montañas cerradas con algunas matas de cacao en segundo término. Es un improvisado campamento de los guerrilleros entre Portoviejo y Calceta, provincia de Manabí. Algunos guerrilleros están acostados en el suelo, arrimadas las cabezas a troncos y hojas están Juan, Tigreros, Martínez, Nicasia, Montubios 1, 2, 3 y 4, Montubias del Coro de Baile. También Montubios 1, 2, 3 y 4 (guerrilleros). Montubio-guerrilleros 3 tiene una guitarra en la mano, y cuando se indique tocará estilo "amorfino". Dos de los guerrillerosmontubios fuman cigarros. Luego Borja y Manabita.
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MONTUBIO 1: Oye, Pacharaco: vamos a animarnos un poco, con un canturrero. (LA
MUSICA DE ORQUESTA SUENA MUY DESPACIO) MONTUBIO 2: Tienes razón, Picudo! Te desafío a un "amorfino". MONTUBIO 3: (LEVANTANDOSE) Oye tú, Jabao; agarra la guitarra! (MONTUBIO 3
Y SE LEVANTA Y AFINA O TEMPLA LA GUITARRA) MONTUBIO 1: (CANTANDO) Quien me puede descifrar
la cifra de la mortaja; cuando me vaya a enterrar, si es que me sube o me baja. MONTUBIO 3: Ahora te quiero ver, Picudo. MONTUBIO 2: Si te pones boca-abajo
al infierno te has de ir; si en er infierno hay trabajo tu hembra se va a divertir. JUAN:
(SALIENDO A ESCENA) Buena está la diversión en medio de tanto cansancio.
MONTUBIO 3: (HABLADO) ¡Ahora viene la güena, Picudo! MONTUBIO 1: Una vez dizque pescaron
TIGREROS: JUAN:
un enorme tiburón, y der buche lo sacaron a tu taita sin carzón. (TODOS RIEN) (HABLADO) Eso si es difícir de contestar, Pacharaco. (HABLADO) Vamos a ver cómo sale el preguntado.
MONTUBIO 2 (CANTANDO): Si er viejo salió pelao
sin camisa y sin carzón, la curpa jue de tu mama que estaba en er tiburón. (BAILE Y CANTO-AMORFINO)
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MUJERES: HOMBRES: TODOS:
(BAILE) MUJERES: HOMBRES: TODOS:
Dale, dale y no te abobes, que la chola te tumbó Si la chola tumba y tumba, caramba, éste se fregó. Amorfino de mi tierra del montubio es la canción, te penetra por las venas, caramba, hasta el corazón. La mujer es la que manda desde Adán hasta su fin.... La mujer y la manzana te arman la de San Quintín. Amorfino de mi tierra, etc.
(NICASIA Y BAILARINAS VAN ENTRANDO) (HABLADO) JUAN:
(AL TERMINAR EL BAILE, QUE COREAN CON PALMADAS TODOS) Estamos en Manabí y ha caído muy bien el baile "amorfino". Les invito a todos un trago.
MONTUBIO 1: Ha sido una gran idea la der Picudo, er quitarse er sueño. JUAN:
Anímense, muchachos.
TIGREROS:
Cuando siempre nos están atacando por sorpresa los gobiernistas.
MARTINEZ:
Que no nos dejan avanzar.
JUAN:
(VIENDOLOS TOMAR A PICO DE LA BOTELLA) Así, muchachos para reponer las fuerzas.
NICASIA:
Vamos a preparar la merienda, que esta gente necesita alimentarse. (HACE MUTIS Y TRAS ELLA LAS DEMAS MUJERES)
MARTINEZ:
En verdad, don Francisco, que yo no pensé que esta guerra sea de tanto peligro y tan seguidas peleas y tiroteos.
TIGREROS:
Qué duros han sido los serranos de Darquea pa er plomo.
MONTUBIO 2: (QUE LOS HA ESCUCHADO) Son cuerudos y nos dieron mucho que
hacer en Santa Lucía y Colimes.
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TIGREROS:
¿Y der comandante de Barzar, donde casi me viran der caballo?
MONTUBIO 1: ¡Ah, er combate de Barzar jue cosa dura! Allí desmontaron a don Manuer,
matándole er caballo, y también atravesaron er sombrero de la Cacica, de un balazo. MARTINEZ: Qué valiente la Cacica muy cerca de don Crispín, disparando a derecha e
izquierda, mientras su marido arremetía con el machete cuando se le acabaron los tiros de la carabina. TIGREROS:
A mí casi se me salió er bofe, soplando y resoplando la corneta, pa animar a los" chapulos".
MARTINEZ:
(A TIGREROS) Pero no se le salió.
TIGREROS:
Se me salieron los purmones, pero los recogí del suelo y me los tragué, pa que se coloquen en su sitio.
MARTINEZ: ¿Cómo dice?.... (TODOS RIEN AL ESCUCHAR A TIGREROS Y VER
IA CARA DE SORPRESA DE MARTINEZ) JUAN:
(MONTUBIO 1 Y 2) Ya está el corneta contando sus arbustos.
MONTUBIO 1: (A MONTUBIO 2) Estamos descuidando la guardia, Serapio. MONTUBIO 2: Vamos a darle una güerta, no se vaya a incomodar er jefe... (HACEN
MUTIS) JUAN:
Sí, hay que estar alerta con estos ataques sorpresivos, ya hemos perdido varios de los que salieron con nosotros desde el Estero Chapulo. Menos mal que se nos agregaron algunos manabitas.
ESCENA SEGUNDA Dichos y los montubios 1 y 2, que regresan alarmados, corriendo. Al verlos entrar así y pararse bruscamente, todos toman sus armas y se ponen alertas. MONTUBIO 1: ¡Silencio! compañeros: se acerca alguien. JUAN:
Avisen al teniente Sandoval. (MUTIS DE MARTINEZ)
TIGREROS:
¿Toco a guerrilla? (HACIENDO ADEMAN DE TOCAR)
JUAN:
No. Primero veremos de qué se trata.
ESCENA TERCERA Dichos y Sandoval, que entra con Martínez. Luego Crispín y Borja, según se indique.
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Borja viene ataviado de combatiente, pero con ropas estropeadas. SANDOVAL: ¿Hay algún peligro? JUAN:
No sabemos, teniente. Es alguien que se ha atrevido a cruzar la línea de centinelas.
SANDOVAL: Descuido lamentable de la guardia. (A JUAN) Avisa a tu hermano, que yo
pediré el "santo y seña". (MANUEL HACE MUTIS EN BUSCA DE CRlSPIN. LOS GUERRILLEROS LEVANTAN SUS FUSILES, COMO APUNTANDO A ALGUIEN QUE SE SUPONE QUE SE ACERCA POR LATERAL) SANDOVAL: (EN VOZ ALTA) ¿Quién vive? BORJA:
(DESDE DENTRO) ¡La patria!
SANDOVAL: ¿Qué cuerpo? BORJA:
¡Liberal!...... (VOZ DE BORJA ES LEJANA)
SANDOVAL: ¡Que pase, liberal!.... (GUARDANDO LA PISTOLA Y A LOS
GUERRlLLEROS) (LOS GUERRILLEROS BAJAN LAS ARMAS) CRISPIN:
(ENTRANDO EN UNION DE JUAN) ¿Qué pasa en el campamento?
SANDOVAL: Que se acerca uno de la causa. BORJA:
(AL ENTRAR, ESCUADRA MILITARMENTE, Y LOS PRESENTES TAMBIEN LO HACEN, DOS GUERRlLLEROS ENTRAN CON BORJA) ¡Cerezo! (DEMOSTRANDO ALEGRIA)
CRISPIN:
(QUE LO RECONOCE Y AVANZA A ABRAZARLO) ¡Comandante Borja!
BORJA:
(LUEGO QUE SE ABRAZA CON CEREZO, MIENTRAS LOS DEMAS SONRIEN) Apenas me enteré de los fracasos de Estero de Lima y Piscado, he tratado de alcanzarlo, para comunicarle que quien quedó como Jefe Militar del liberalismo, cayó preso y le llevaron a Palenque, donde le fusilaron, después de un Consejo de Guerra sumarísimo.
CRISPIN:
¡El coronel Infante!.....
SANDOVAL: ¡Sufrimos un desastre!... (TODOS SORPRENDIDOS Y CONTRARIADOS) BORJA:
Desgraciadamente, amigos: y no sólo uno, que fueron dos seguidos....
591
JUAN:
Y, ¿ Cómo fue eso?
BORJA:
Infante lanza su proclama se alza en Palenque, toma Vinces. Por otra parte, Moncayo ataca por Maculillo, obteniendo un triunfo completo, pero comete la imprudencia de buscar al amigo en el estero de Lima donde una bala le penetra en la cabeza la gente, al verlo caer, se desconcierta y se retira en desorden, perdiéndose la mejor retaguardia para Infante.
CRISPIN:
Y lo de Infante, ¿ Cómo fue?
BORJA:
¡Algo increíble; Cerero!
SANDOVAL: ¿No dice que lo llevaron preso a Palenque, primero? BORJA:
Después de entrar triunfante a Vinces, Infante, su hermano Justo, Estrada Marcos Alfaro y el que habla, nos situamos con cincuenta hombres apenas en Piscano. Al darse cuenta el enemigo de nuestro poco número, hizo un movimiento envolvente, con fuerzas muy superiores y nos atrapó frente al río.
CRISPIN:
¿Y fue allí que capturaron al coronel?
BORJA:
No. Avanzamos a una hacienda de un amigo de Infante. Ese mismo amigo mandó decir a las autoridades gobiernistas, que estabamos allí, y llegó la tropa, rodeó la casa del delator, cayendo presos Infante, Estrada y el doctor Alfaro, pudiendo evadirnos don Justo y yo.
CRISPIN:
¡ Qué canallada!
BORJA:
¡Un trago, muchachos, un trago!
CRISPIN:
¡Un trago para el comandante, pronto! (MANUEL LE OFRECE LA BOTELLA DE LA QUE BORJA BEBE)
BORJA:
No soy comandante, amigo Cerezo; apenas alférez de navío; que quien merece la comandancia y el coronelato efectivo, es Ud. bravo guerrillero.
SANDOVAL: Pero entiendo que el grado de alférez de navío, correponde aquí al de
teniente de ejército. JUAN:
Como tú, teniente.
SANDOVAL: Apenas soy un guerrillero. En el ejército sólo llegué a subteniente, y, en
cambio, el general Alfaro llamó a don José Francisco «comandante» Borja, cuando Ud. hizo fuego cerrado contra la trinchera del Manicomio, el 9 de julio del anteaño pasado.
592
CRISPIN:
Y, a propósito, don José Francisco: le presento a mi teniente, que es el segundo jefe de mi "partida".
SANDOVAL: (TENDIENDOLE LA MANO, QUE BORJA ESTRECHA) Luis
Sandoval, a sus órdenes! BORJA:
Yo conozco su nombre y su valiente actuación, teniente Sandoval.
CRISPIN:
Lo que no me explico es la derrota, prisión y, sobre todo, el fusilamiento de Infante.
BORJA:
A Infante lo entraron amarrado a Palenque y lo fusilaron al amanecer del primero de enero, cerca de la plaza del pueblo.
CRISPIN:
¡Fusilado Infante!.... ¡Muerto Moncayo!... ¡Qué desastre!....
BORJA:
Supe que Infante murió como todo un hombre: frente al pelotón reclamó su grado militar y el derecho de mandar a la compañía que debía matarlos negándose a ser atado y arranchando de las manos del oficial la venda con que se prentendía vendarlo.
CRISPIN:
¡Así se portan los hombres!
BORJA:
Ahora sólo confiamos en Uds. y en la expedición marítima; aunque esa expedición ya debería de estar frente a las costas del Ecuador, por mucho que se haya atrasado.
SANDOVAL: A nosotros se nos ha retardado mucho el avance, y estamos en plena
montaña, sin saber nada de lo que pasa en el resto del país. CRISPIN:
Yo envío a un posta para que se acerque a Portoviejo y Montecristi, y me traiga noticias del "Alajuela".
BORJA:
¿Y no se puede acercar a la orilla del mar?
CRISPIN:
Venimos peleando incansablemente, pueblo tras pueblo, ciudad tras ciudad; por donde quiera nos cierran el paso.
BORJA:
Si Uds. llegan a Esmeraldas, tras este incesante batallar, escribirán para la historia una segunda trayectoria de Aníbal.
JUAN:
(A BORJA) Pase Ud. al campamento del comandante, donde podrá descansar.
SANDOVAL: De ninguna manera; tengo que seguir cabalgando, burlando Portoviejo y
llegar a Charapotó, donde una balandra del joven Atasio Santos, se dará a la vela rumbo al norte.
593
CRISPIN:
Yo juré ante doña María Gamarra de Hidalgo y todos Uds. y llegaré con los míos a Esmeraldas.
BORJA:
Ya he tomado respiro y salgo con dirección a Charapotó. Así pues, adiós, y que el ideal de salvar la patria continúe dando ánimo a tan heroica trayectoria. (SE ABRAZAN CON CRISPIN, DANDOSE LA MANO CON SANDOVAL Y JUAN, Y UN SALUDO GENERAL AFECTUOSO A TODOS. HACIENDO MUTIS ACOMPAÑADO POR VARIOS DE SUS GUERRILLEROS, QUE REGRESAN DESPUES)
CRISPIN:
¡Buena suerte, comandante Borja! (VIENDOLOS PARTIR). ¡Todos a ocupar sus puestos, que al amanecer tenemos que atacar y seguir nuestro camino!
JUAN:
(A LOS DEMAS) Me han entristecido las noticias traídas por el comandante Borja; pero, ante la realidad, hay que reaccionar y obedecer las órdenes del comandante.
ESCENA CUARTA Dichos y Manabita, que entra con demostraciones de enorme cansancio. MONTUBIO 1: ¡Comandante: ahí viene er manabita que mandó a reconocer er campo! JUAN:
Ayúdenle, que apenas puede caminar. (ENTRA MANABITA SOSTENIDO POR DOS GUERRILLEROS. FRENTE A CRISPIN, TRATA DE CUADRARSE MILITARMENTE)
CRISPIN:
No te preocupes, muchacho, y cuenta lo que pasa por allá.
MANABITA:
(SENTANDOSE EN UN TRONCO) Ay, comandante; fracasó la expedición marítima der general Alfaro.
SANDOVAL:
(CON SORPRESA, IGUAL QUE TODOS) ¿Qué dices?
MANUEL:
¿Que fracasó lo del "Alajuela"?
CRISPIN:
¡Habla pronto, hombre!
MANABITA:
Sí, teniente, y allí hizo huir al "Nueve de Julio", y se vino a Esmeraldas, y de allá a Bahía, donde tomaron la plaza, salió hacia Manta, y frente a Jamarijó fue er combate.
CRISPIN:
¿Y contra quiénes peleó el "Alajuela"?
MANABITA:
Contra er "Nueve de Julio" y er "Gaucho" y otro barco chiquito, y luego de abordar ar “Guacho”, hacer una matansísima horrible en las
594
tropas que allí venían, se reviró er "Nuevo Julio; pero como las balas mataron ar capitan....” SANDOVAL:
¡Andrés Marín!....
MANABITA:
Entonces er propio general aplicó una mecha a varias partes del barco, pa que se destruyeran antes que cayera er buque en poder del enemigo.
CRISPIN:
Entonces, ¿El general murió quemado?
MANABITA:
No, mi comandante; según me dijo er joven Zenón Sabando, como er general no sabe nadar, un señor Trejo lo metió en una barrica, echó la barrica ar mar y lo empujó hasta la playa.
SANDOVAL:
Pero, ¿Dónde está el general y los que se han salvado con él?
MANABITA:
Trató de avanzar por Jaramijó para juntarse en Montecristi con su hermano el coronel Medardo; pero éste emprendió camino hacia Esmeraldas. Entonces er general don Eloy no le quedó otro remedio que seguir la misma ruta.
JUAN:
¿Quiere decir, que el general va camino de Esmeraldas?
MANABITA:
Mismamente, y a lo mejor ya está cerca de Esmeraldas, porque del desastre der buque ya hace más de tres meses.
SANDOVAL:
¿ Qué cosa?.. y nosotros sin saber nada.
CRISPIN:
Mayor razón, Sandoval, para aligerar nuestro avance a Esmeraldas, y ver si alcanzamos al general. ¡Todos a sus puestos!... (MUTIS)
TIGREROS:
¡Qué gorpe más duro pa la causa!
MARTINEZ:
Y para nuestro avance y proyecto del comandante.
TIGREROS:
Gran contrariedad también para la "Cacica" Leonor.
SANDOVAL:
Leonor... Leonor... ¡Siempre la "Cacica" en los labios de Ud.!
JUAN:
¿Qué te pasa, Sandoval? Es natural que se nombre a esa mujer en nuestro avance, no sólo porque viene con nosotros, sino porque se ha portado como una heroína.
SANDOVAL:
Crispín y Leonor mitigan sus penas uno en brazos de la otra.
TIGREROS:
Mi teniente; me parece que para eso es su mujer.
SANDOVAL:
Crispín no la puede hacer feliz, como ella lo merece por su belleza, por su valor, por su arrojo....
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JUAN:
¿Qué te pasa Sandoval? Crispín no es sólo mi hermano, sino nuestro jefe; y estoy por creer lo que ya se viene comentando en el campamento.
SANDOVAL: ¿De mí? ¿Y qué pueden decir de mí? JUAN:
Que te has enamorado de Leonor.
SANDOVAL: Pues sí. Y sépanlo de una vez todos; me he enamorado de Leonor con toda
la fuerza de mi pasión. Cada vez que la veo combatir con tanto arrojo, se aviva más mi admiración y mi amor por ella. Cerezo no le puede dar su nombre, ni honrarla como ella se merece, porque es casado y está enredado por otros lados. Yo, en cambio, la quiero sinceramente; si tú quieres... ingenuamente, sin mirar ni buscar antecedentes; con ternura y nobleza, porque ella, en medio de todo, es una mujer sencilla y de corazón emotivo; y yo la quiero así, como es: buena..., sensible... .
MUSICA Niña del vestido blanco, del pañuelo carmesí, deja que vele por ti, aunque a mí me cueste tanto. Tus ojazos son tan negros, que invitan penas a mi corazón, como noches son de angustia en el camino del corazón. Mis pesares son rosarios en oraciones de la pasión; tus encantos son breviarios en el holocausto de mi ilusión. Leonor; la vida te daré; no importa sufrir, si el amor es dolor. ¡Leonor!
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tu amor alcanzaré, porque ya no es vivir el vivir sin amor. Ven, mujer, que sueño con tus besos; quiéreme con locos embelesos. ¡Leonor! ven calma mi dolor; ¡yo daré la vida por tu amor!... JUAN:
(ACERCANDOSE A SANDOVAL- HABLANDO) Eso no está bien, Sandoval. Leonor quiere a Crispín, sea como sea.
SANDOVAL:
Sí, ella es de él, íntegramente; pero él no es de ella, como debería serlo.
JUAN:
Eso no tiene por qué importarte a ti; es cuestión de ella; y esa locura tuya puede provocar distanciamiento, que llevará al fracaso la campaña. (TODOS APOYAN MUDAMENTE A JUAN, DISGUSTADOS CON SANDOVAL)
SANDOVAL:
Lo siento, Juan; ¡pero mi amor está por encima de todo!
JUAN:
Tu locura, dirás; pero si es así, allá tú, que yo sólo te hago recuerdo del juramento que prestamos en el estero Chapulo, y que has sido tú el primero en cumplirlo, abriendo inmediatamente operaciones. (HACE MUTIS Y LO SIGUEN LOS GUERRILLEROS MIRANDO RECELOSOS A SANDOVAL)
ESCENA QUINTA Dichos y Nicasia. Luego que hace mutis Sandoval entra en escena Leonor; pero antes, Leonor según se indique, saldrá a escena y se esconderá tras de un árbol, para escuchar las últimas frases entre Sandoval y Nicasia. NICASIA:
Teniente... .
SANDOVAL: (COMO SORPRENDIDO) Nicasia: ¿Qué quieres?
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NICASIA:
Perdón, teniente, pero he estado escuchando sus palabras y las de don Juan, y no puedo creer semejante cosa.
SANDOVAL:
(COMO DISGUSTADO) ¿Por qué?
NICASIA:
No puede ser, acaso Ud. lo dijo por molestar a don Juan, dígame Ud. que no es cierto, que es una equivocación más.
SANDOVAL:
Cómo es posible que tú, siendo tan amiga de Leonor, puedas tolerar y admitir que esté ella en brazos de un hombre que no la puede hacer su esposa, mientras yo la quiero con el amor más noble y honrado, para llevarla al altar, por más que ella esté enceguecida por esa parte novelesca y esa atmósfera de conquistador de mujeres que rodea a Crispín.
NICASIA:
Mi teniente; le pido que recapacite; que comprenda que el amor es ciego y se coloca por encima de las conveniencias que llaman "sociales", cuyas ideas no llegan claramente a nosotras las campesinas. Piense que Leonor es una campesina como yo; que ni ella ni yo hemos tenido esa educación de los patrones, pues Leonor apenas sabe quién es su padre, un señor Carchi que dizque descendía de los caciques de Chonana y que, viviendo en Daule, iba a la hacienda Chonana a comprar ganado. Ella no puede apreciar lo que Ud. dice. (ENTRA LEONOR Y SE ESCONDE DETRAS DEL ARBOL)
SANDOVAL:
(SERENO) Tienes razón, Nicasia; el amor es ciego, tan ciego que yo estoy dispuesto hasta a olvidar el sagrado juramento que hicimos, y conseguir a esa mujer, que acaso por la propia sencillez que tú sabes de decir, se hace mas acreedora ante mis ojos, de todo respeto y veneración. ¡Y tú, que ahora conoces mi noble amor por Leonor, sabrás perdonarme si algún día llego hasta la traición!..... (SANDOVAL HACE MUTIS, Y NICASIA QUEDA SOLA)
LEONOR:
(AVANZANDO AL CENTRO) Nicasia... (CON TRISTEZA)
NICASIA:
(SORPRENDIDA, PRIMERO, AVANZA Y LA ABRAZA) ¡Leonor!..
LEONOR:
Lo he escuchado todo.
NICASIA:
Debes tener mucho cuidado, Leonor, pues ese hombre ha jurado vengarse de Crispín.
LEONOR:
Vengarse, ¿De qué? ¡Si Crispín no le ha hecho nada...!
NICASIA:
El está locamente enamorado de ti, y quiere conseguirte aunque sea a la fuerza. Hay que cuidarse de un enemigo disfrazado.
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LEONOR:
Ya no hay tanto disfraz; pero debe saber Sandoval, que mi amor por Crispín es tan puro como es mi linaje.
NICASIA:
Sandoval conoce todos los secretos de nuestra expedición, y su traición, si es que llega a realizarla como ha dicho, puede sernos fatal. Te suplico, por Dios, Leonor, que pienses muy bien tus decisiones. (MUTIS)
MUSICA (CANTA EMOCIONADA) LEONOR:
Dios mío, si el destino castigó mi vida que tan pronto se nubló por algo que no fue de mi deseo y en mi sino sólo veo un abismo que se abrió. ¡Dios mío!, No merezco este dolor; mi vida yo a Crispín di con fervor; y en sus brazos sólo quiero las caricias de su amor.
SANDOVAL:
(SALIENDO A ESCENA) Quiero sólo tu cariño y en el tu honor y nobleza; no pienses que tu belleza me cautivó como a un niño. Eres, Leonor, tan hermosa, pues por ti debo luchar; yo te quiero por esposa amante y cariñosa, llevándote al altar.
LEONOR:
El amor es una cosa que brota como rosa; es flor, beso, oración;
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no se tira en el camino en burla del destino de cruel desilusión. Yo sentí el amor un día como una epifanía brotar del corazón; y no puedo repartirlo, y debo sentirlo como dulce ilusión.
SANDOVAL:
Si el amor es una cosa que brota como rosa, y es flor del corazón; pide tú el amor que es tuyo, que debe ser tu orgullo, tu vida y blasón. No te entregues a ese hombre, que dio su honor y nombre antes de verte a ti. ¿No comprendes que te engaña en una suerte extraña de un loco de frenesí?
LEONOR:
Si mi cariño ha nacido sabiendo que otras mujeres se reparten sus quereres sin el calor de mi nido; sé que mi raza y mi orgullo me reclamaron el deber; mas mi amor es siempre suyo y busco el dulce arrullo en mi alma de mujer.
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SANDOVAL:
(ENERGICO) ¡Leonor, mía serás!
LEONOR:
(AIRADA) ¡Eso nunca lograrás!
SANDOVAL:
(INTENTA ABRAZARLA) ¡Ven a mí!
LEONOR:
(LO RECHAZA) ¡No, jamás!
LOS DOS:
¡Ah!.....
DUO: EL: ELLA:
Pues mi intento rechazado Y por este amor infame en este amor burlado será tu perdición. será tu perdición. ¡Sabré lograr mi amor! ¡Jamás tendrás mi amor!
(SANDOVAL HACE MUTIS) LEONOR:
(HABLADO) Virgen de las Mercedes; ampárame; escucha mis ruegos, y que este odio no caiga sobre la sagrada empresa de libertad que nos lleva a los combates. ¡Ten piedad de nosotros, tú que contuviste en tu pecho los puñales del dolor y de la ingratitud! ¡Apiádate de mi! (SE SIENTA LLORANDO)
ESCENA SEXTA Entra Crispín, y al verla llorando se acerca a ella. CRISPIN:
(CON TERNURA) ¡Amor mío! ¿Por qué lloras? ¿Qué tienes?.. Nunca pensé que mi amor nublara tus lindos ojos, si necesito el fulgor de esa luz en mis abrojos. Tienes mi fe, eres guía, eres canción en mi pena;
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en mi noche, luz del día, en mi mar, agua serena. Busco la paz en tu pecho, busco amor en tus pupilas, en tus miradas tranquilas mi fatiga quiere un lecho. Amor, amor es querella, es mi canción y es mi anhelo; es lucero como estrella ¡al elevarse hasta el cielo!....
MUSICA Mi amor es tuyo, las aves que desde el cielo nos miran, al vernos juntos suspiran por ese amor que tú sabes. Te veo en las madrugadas abrir tus ojos perleros, sentir un dulce "te quiero" cual flor de las alboradas. La montaña y los ríos, los arroyos, han sentido nuestro amor, que se hace nido en el bosque y en el mar. La selva tembló al mirarte, la laguna se hizo cielo, y mi impulso es un anhelo cuando te quiero besar. Yo sé que soy al primero que diste tu amor y vida;
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mi sangre brota en la herida por ese amor que yo quiero. LEONOR:
(HABLADO) ¡Mi amor; no sabes cuánto bien me hacen tus palabras! Han terminado mis lágrimas y ha renacido mi esperanza. (SE ABRAZAN)
ESCENA SÉPTIMA Dichos y Sandoval, que entra con aire desafiante. SANDOVAL:
Crispín; entre nosotros nunca ha existido el engaño. Las lágrimas de Leonor son porque yo le he dicho que la quiero con toda mi alma. Y a pesar de ser tuya, estoy dispuesto a defender este amor donde sea y como sea. (CRISPIN SE EXTRAÑA AL OIR TODO ESO)
LEONOR:
¿Qué pretendes?
CRISPIN:
Leonor: ¿Tú has dicho que le quieres? ¿Has dado a Sandoval alguna esperanza?
LEONOR:
¡No!
SANDOVAL:
Es verdad; ella se ha negado; pero mi cariño es más fuerte que esa negativa, y estoy dispuesto a luchar por él.
CRISPIN:
Sandoval: recapacita; eso es una locura...
SANDOVAL:
Repito que estoy dispuesto a conquistar este amor en el terreno que ¿ O es que no eres hombre?
CRISPIN:
Tú lo has dicho, Sandoval. ¡Defiende tu mal amor como un hombre! (DESENVAINA LOS MACHETES. LEONOR SE INTERPONE)
LEONOR:
(GRITANDO) ¡No, por Dios! ¡A mí, guerrilleros! (ENTRAN LOS GUERRILLEROS Y LAS MUJERES)
JUAN:
¡Crispín, qué vas a hacer!
TIGREROS:
(A SANDOVAL) ¡No, teniente, que se trata del comandante!
NICASIA:
La pelea no debe ser entre nosotros, sino contra el enemigo.
MANUEL:
¡Hay un juramento que cumplir!
LEONOR:
¡Crispín: piensa en Alfaro!
CRISPIN:
(GUARDANDO EL MACHETE) Tienen Uds. razón Primero, el jura-
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sea.
mento, el ideal y el honor. Ahí está mi mano, Sandoval. Olvidemos lo pasado. (EXTENDIENDOLE LA MANO, QUE SANDOVAL NO ESTRECHA) SANDOVAL: Olvidar? Yo nunca podré olvidar! (TIRA EL MACHETE AL SUELO); Y
como en estos momentos no podemos pelear entre los dos, me voy para siempre; pero juro que buscaré la forma de conquistar a esta mujer. (MUTIS CON AIRE VIOLENTO) LEONOR:
¡No le dejen ir! ¡El sabe nuestros planes y nuestra ruta! (LOS GUERRILLEROS INICIAN EL MUTIS PARA ALCANZARLO)
CRISPIN:
¡Quietos! (SE DETIENE ANTE LA ORDEN)
JUAN:
¡Si lo dejamos ir, nos puede traicionar!
CRISPIN:
Es peligroso, pero no creo que llegue a tanto. Déjenle marchar, que una golondrina no hace verano. Y tú, no te preocupes, Leonor, que nuestro ideal y nuestro amor son más fuertes que la traición y el odio. (A LOS GUERRILLEROS) Y Uds. mis valientes "montoneros", la patria sabrá premiarlos por haber llegado combatiendo hasta más de la mitad de Manabí en esta brega que nos abrirá las puertas de Esmeraldas. Guerrilleros; Manabitas; ¡En marcha!
MUSICA LEONOR Y CRISPIN:
Nos vamos hacia Esmeraldas de tierras de Manabí, sembrando las libertades; ya con el honor cumplí; palabra de guerrillero es blasón que Cristo en mí...
(REPITEN EL VERSO GUERRILLEROS. LUEGO MUJERES, Y TODOS VAN HACIENDO MUTIS, CON SOLO EL CANTO SENCILLO Y ORIGINAL DE "LA IGUANA", PERO EN COMBINACION DE VOCES, CONTRACANTOS, Y CON GOLPES DE TAMBOR). FIN DEL SEGUNDO ACTO
TERCER ACTO DECORADO: Cobertizo de caña con hojas de palma de coco; tras ello, decorado donde
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se ve el campo de Quinindé (Esmeraldas), y lejos el río. A la izquierda, casa de caña con puerta de donde parte el cobertizo. Candiles iluminan la escena; se está antes del amanecer. En la escena hay mesas rústicas y pequeñas butacas; aperos de labranza por el suelo y las paredes; carabinas, fusiles y escopetas formando el típico trípedo por distintas partes.
ESCENA PRIMERA Al levantarse el telón aparecen en la derecha Tigreros y Martínez con algunos guerrilleros adormilados. A la izquierda y sentados alrededor de una mesa, doña Micaela con algunos negros guerrilleros, los que lloran y se lamentan al ritmo de la música afro-esmeraldeña.
MUSICA LEONOR
Murió el negro Bambú, se fue pa'r cielo, se fue; huérfanos quedan los hijos y el pueblo de Quinindé.
(BIS TODOS)
CORO LEONOR
(HABLADO) TIGREROS:
Drumi que drumi, mi negro, mi amor, tu último sueño te voy a velar; muere mi alma de tanto poner, los negros clamaron ¡"venganza, Señor!" Drumi que drumi, mi negro murió; los guerrilleros tu honor velarán. En la venganza todos tus fieles sabrán, y con gran arrojo y coraje pelearán.
(DESPERTANDOSE) Caray, que esta pena de los negros es algo que llega al alma de pura tristeza. (A MARTINEZ, QUE DUERME) Oye, Martínez, despierta que se acerca la aurora.
MARTINEZ:
(DESPEREZANDOSE) Ah..., don Pancho es que este canto triste por la muerte del cacique negro de Quinindé, provoca sueño.
TIGREROS:
Pero hay que estar listos por siaca vienen los gobiernistas desde Esmeraldas, y hemos dejao de hacer guardia porque er comandante quiso que todos acompañemos a los buenos negros en er velorio.
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MARTINEZ: De todos modos, el buen corazón del jefe puede resultar un perjuicio,
porque los únicos que conocen el paraje son estos negros, que por el velorio han descuidado la vigilancia de la orilla del río. MONTUBIO 1: (TAMBIEN DESPEREZANDOSE) Hemos caminado muchas leguas,
desde Palestina, compadre. MONTUBIO 2: Y peleando cada ratito. MONTUBIO 3: Lo que yo no me explico es por qué er Comandante no nos hizo quedar en
Atacames, donde estaban er Comandante don Adorfo Castro, que nos atendió tan bien. MONTUBIO 1: Y qué valiente er Comandante Castro, guiándonos hasta aquí. MONTUBIO 2: Si no juera por er comandante Adorfo Castro, mi coronel Cerezo y no-
sotros no hubiéramos llegado a Quinindé. TIGREROS:
Si don Crispín no nos dejó en Atacames, es porque allí estábamos muy cerca de Esmeraldas, que es una plaza fuerte con seiscientos sordaos bien atrincherados y voluntarios que se arrejuntaron pa recibirnos en palomeó.
JUAN:
La verdad es que aquí en Quinindé estamos expuestos a un ataque de un momento a otro, pues en el encuentro de Coaque con la patrulla, vi claramente que quien mandaba la partida gobiernista era Sandoval, nuestro propio teniente que se ha pasado al enemigo.
MONTUBIO 1: Eso es una traición. JUAN:
Y traición de gran peligro para nosotros.
MONTUBIO 2: Y todo porque er jefe tiene el amor de la "Cacica"... TIGREROS:
Ya decía yo lo dicho: ¡"Las mujeres en la guerra son estorbos pa er macho!"...
MONTUBIO 3: ¡Pero no se puede negar que nuestras mujeres se han portao valientes y
no han estorbado en ningún momento!! MARTINEZ: Y don Tigreros, por arrimarse a la Nicasia, se iba olvidando de la cor-
neta en Atacames. TIGREROS:
(CON JACTANCIA) ¡Un momento! Dicen que el amor es ciego, y cuando toco "arrejúntale ar guayabo", mi corneta suena a flores, y Nicasia cae rendida por er dios "escupido"...
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JUAN:
Querrás decir "Cupido".
TIGREROS: Es que yo, después de tocar la corneta, escupo; y hago el amor
"escupido".... (TODOS RIEN) LEONOR:
(QUE HA PERMANECIDO EN SILENCIO) Muchachos; no se rían que hay un compañero muerto, y se portó como un valiente en la defensa de Atacames, donde lo hirieron.
JUAN:
Tienes razón, Leonor: el viejo "cacique" de Quinindé ha sido un valiente, y estamos en el deber de respetar el dolor de estos buenos negros que se han unido a nuestra causa. Creo que es hora de realizar el entierro antes que amanezca y puedan sorprendernos los enemigos.
MICAELA:
Lo enterraremos en er camposanto de Quinindé, que es donde están sus antepasados.
LEONOR:
Como usté diga, doña Micaela. Estamos en el deber de sentir como propio el dolor de Uds.
MICAELA:
Que Dios se lo pague a todos.
MANUEL:
Vamos a sacar el cadáver, muchachos. (TODOS ENTRAN EN LA CASA TRAS JUAN)
MUSICA SALEN DE LA CASA MUJERES NEGRAS CON BANDEJAS DE VELAS ENCENDIDAS, CANTANDO MAS QUE CON LETRA CON LAMENTOS RITMICOS. CUATRO GUERRILLEROS SACAN EL CADAVER EN UNA PARIÑUELA DE CAÑAMO. LOS NEGROS SALEN CON ANTORCHAS ENCENDIDAS Y CON LAMENTOS MUCHO MAS FUERTES. SEGUN AVANZA EL CORTEJO, LA MUSICA ES MAS FUERTE, HASTA EL MUTIS. QUEDAN EN ESCENA LEONOR Y NICASIA. LEONOR LLORA IMPRESIONADA POR EL DOLOR DE LOS NEGROS. NICASIA:
No llores, Leonor. No es posible que una mujer como tú, que se ha burlado de la muerte y que ha dado ejemplo de valentía hasta a los hombres, se muestre tan sensible ante un hecho corriente.
LEONOR:
No es sólo eso, Nicasia. Tengo un presentimiento de tragedia y amargura, que se ha avivado ante el espectáculo y cantos de estos negros.
NICASIA:
De todos modos, Leonor, tienes que sobreponerte y seguir demostrando valor.
LEONOR:
No Nicasia, por mucho que lo intente, no puedo sobreponerme.
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NICASIA:
Te dejo, pues está cerca el amanecer y tengo que ayudar a las cantineras a preparar el desayuno. (MUTIS)
LEONOR:
(QUEDA SOLA UN INSTANTE) Virgen de las Mercedes: Ampárame (AGACHA LA CABEZA COMO VENCIDA POR EL SUEÑO)
ESCENA SEGUNDA Entra Sandoval ataviado como capitán del ejército nacional, seguido de un soldado con fusil en mano. La actitud de ambos es sigilosa, pues han entrado escondiéndose en el campo revolucionario, atravesando el río Quinindé. Por señas Sandoval dice al soldado que se retire. Luego se acerca a Leonor, llamándola en voz baja. SANDOVAL: Leonor..... LEONOR:
(PONIENDOSE DE PIE, SORPRENDIDA) ¿ Quién?
SANDOVAL: Soy yo..... LEONOR:
¡Tú!.... ¡y con ese traje! ¡Traidor!
SANDOVAL: Nada ganarás con tus ofensas. No tenéis salvación. ¿Ya ves? Estoy en esta
orilla, y conmigo pasó toda la tropa. Estáis completamente rodeados, al amanecer daré la orden de ataque. LEONOR:
Traidor, mil veces traidor! ¡Lárgate de aquí, o llamo a Crispín para que te mate como a perro.
SANDOVAL: Si estoy en campo contrario, no es por traición; no puedo verte en
brazos de otro. LEONOR:
¡Faltaste a tu juramento!
SANDOVAL: Combatí al lado de Uds., hasta que los celos me cegaron. Cumplí el
juramento de los "chapulos"... hasta donde me fue posible. ¡Contra el corazón, nadie manda! (INTENTA ACERCARSELE) LEONOR:
¡Atrás, no me ataques, infame!
SANDOVAL: Si vienes conmigo, mandaré retirar la tropa, y salvarás la vida de tu
amante y de todos los "chapulos". LEONOR:
Mi vida y muerte están unidas al hombre que amo. ¡Vete!
SOLDADO:
(ENTRA Y SE DIRIGE A SANDOVAL) Mi capitán: abandone el campamento, que vienen los guerrilleros.
SANDOVAL: Por favor, Leonor: sálvate y salva a los tuyos. ¿Vamos?
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LEONOR:
¡Te desprecio! ¡Me inspiras asco! ¡Vete!
SANDOVAL: ¡Te he pedido por las buenas; pero ten la seguridad de que serás mía por la
fuerza, pues hoy es el último día de Crispín Cerezo! (MUTIS CON EL SOLDADO) LEONOR:
(SIGUE A SANDOVAL HASTA QUE SALE) ¡Traidor! ¡Que Dios te castigue la infamia! (CAE LLORANDO AL LADO DE LA MESA)
ESCENA TERCERA Entran los guerrilleros con Juan, Tigreros y Martínez. Al verla así, se acercan y la rodean. Luego Nicasia. MANUEL:
¿Qué te pasa, Leonor?
MARTINEZ: Señorita, ¿Por qué llora Ud.? LEONOR:
No es nada, compañeros; es que la angustia de la Micaela y los pobres negros, me llegó al alma.
JUAN:
Le hicimos un entierro lo más digno posible.
TIGREROS: Allí se quedó doña Micaela, la pobre viuda, rezando con argunos negros
que sienten la misma pena por la muerte de su jefe. LEONOR:
Juan: por causa del entierro del cacique, ¿No habéis descuidado la guardia?
JUAN:
Tienes razón, Leonor: muchachos, cada uno a sus puestos y redoblar la guardia, si es necesario.
NICASIA:
(ENTRA CORRIENDO) ¡Leonor los gobiernistas atacan por todos los lados! (SE OYEN DISPAROS)
JUAN:
¡Avisen a Crispín y al Comandante Castro!
NICASIA:
¡Al frente de la tropa viene Sandoval!..... (TODOS RECOGEN SUS ARMAS Y SE APRESTAN A LA DEFENSA)
TIGREROS: ¡La traición se vino encima! LEONOR:
¿ Seré yo la causante?
ESCENA CUARTA Entran Crispín y Castro, que alcanzan a escuchar las palabras de Leonor. Ya algunos han salido con sus armas al combate, cuyos tiros se escuchan más cerca.
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CRISPIN:
No, Leonor: tú no eres causante ni culpable de nada. El que tiene alma de traidor, procede siempre así.
CASTRO:
Señora: no se preocupe Ud., que sabremos vengar esta traición.
CRISPIN:
(SE DIRIJE A LOS GUERRILLEROS QUE AUN QUEDAN) Al combate, valientes "chapulos"! ¡A cumplir el juramento! (SALE Y TRAS EL TODOS CON GRAN ALBOROZO Y DECISION). (QUEDA LEONOR CON NICASIA Y LAS OTRAS MUJERES)
LEONOR:
¡Que Dios te proteja, amor mío!... (EMPIEZA A AMANECER)
NICASIA:
No temas, Leonor, que la traición no triunfará sobre la justicia.
LEONOR:
(CAE DE RODILLAS ANTE LA IMAGEN DE UNA VIRGEN) Madre del cielo... (LA IMAGEN ESTA AL LADO DEL PORTAL DE LA CASA. TODAS HACEN LO MISMO)
MUSICA (RECITADO SOBRE LA MUSICA) Santa madre, dales vida, protégelos en la brega, por ello mi alma se entrega besando a tu hijo la herida. Ellos entregan su sino en aras de un ideal; no puede triunfar el mal si tú guias su destino. (CANTANDO)
Virgen mía, escucha desde el cielo mi voz, tú que viste la muerte de tu hijo, mi Dios! MUJERES:
Nuestros ruegos se unen a implorar tu favor.
LEONOR:
Ten piedad, oh madre, de este gran dolor!
TODAS:
Sálvanos, señora,
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NICASIA: LEONOR:
suplicamos, por favor! (SE LEVANTAN) Calma, Leonor y olvida ya tu amargos amores. ¿Que yo lo olvide? Nunca podría; si quiero ser de Crispín para siempre, ¡suya, suya! Yo podría olvidar sus promesas y agravios, mas no puedo olvidar el calor de sus labios. ¡En los años primeros le entregué mi querer, es la fuerza que impone para toda la vida la ilusión de mujer!
MUJERES:
LEONOR:
¡Quisiera que fuera mío, realmente mío, y sólo mío! Pobre Leonor, destino cruel te ha de seguir toda la vida.... ¡Lo quiero, amor sincero es lo primero Para mi amor......
(AL TERMINAR EL CANTO SE OYEN DISPAROS CADA VEZ MAS CERCANOS. EMPIEZAN A ENTRAR HERIDOS. LAS MUJERES SE ACERCAN SOLICITAS A ATENDERLOS) NICASIA:
¡El enemigo avanza, Dios mío!
MONTUBIO 1: (QUE TRAE A OTRO HERIDO) ¡Nos están haciendo una verdadera
matanza! LEONOR:
¿Y Crispín?
MONTUBIO 1: ¡Está peleando como una fiera!
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MONTUBIO 2: (ENTRA HERIDO) No hay manera de defendernos. Nos atacan por
todos lados. NICASIA:
¡Qué horror! ¡Acabarán con nosotros!....
LEONOR:
(GRITANDO) ¡Crispín!.... (CORRE DESESPERADA HACIA EL FONDO, TIGREROS Y MARTINEZ ENTRAN CON CRISPIN, HERIDO EN EL BRAZO IZQUIERDO) ¡Crispín: mi vida!
CRISPIN:
No es nada, Leonor... ¡Aún puedo pelear con la derecha!....
TIGREROS:
Estamos derrotados, señora... (AVANZA CON EL HERIDO)
LEONOR:
(ABRAZA A CRISPIN Y LE AYUDA A SENTARSE AL LADO DE LA PUERTA DE LA CASA) Toma mi pañuelo, toma, para que descanse tu brazo. (SE QUITA EL PAÑUELO GRANDE QUE LLEVA AL CUELLO Y LE HACE CABESTRILLO)
CRISPIN:
No importa, amor mío, que me hayan herido; pero nuestro ideal triunfará de todos modos, con o sin Crispín Cerezo; ¡te lo juro!
ESCENA QUINTA Dichos y Sandoval, que entra por la derecha seguido de varios soldados uniformados a la época, estilo francés, y que amenazan a todos con sus fusiles. Música de fondo hasta el final. LEONOR:
(AL VER A SANDOVAL) ¡Se consumó tu traición, infame!
SANDOVAL: Llegó mi hora. ¡Me arrastré por los caminos por seguir tras de tu amor me
humillé miserablemente, y ahora es el momento de mi venganza! CRISPIN:
¡Cobarde! ¡Valiéndote de nuestros secretos para ayudar al enemigo y guiarlo hasta aquí!
SANDOVAL: Ahora soy el vencedor, y nada ni nadie podrá quitarme la mujer que
quiero. CRISPIN:
(A LEONOR) Lo que me desespera, es saber que no puedo defenderte. Todavía tengo libre la mano derecha, y sólo una bala en mi pistola. ¡Te brindo la oportunidad de que seas tú, y no tus soldados, el que se dé el lujo de matar a Crispín Cerezo, en duelo desigual, de hombre a hombre!
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SANDOVAL:
¡Quítate de en medio, Leonor, y que se cumpla la sentencia!
LEONOR:
Crispín, si te matan, yo caeré en manos de ellos. ¡Tienes una sola bala; mátame a mí!, que enseguida te matarán, y moriremos los dos, pero ¡yo no seré del traidor!...
SANDOVAL:
¡Leonor!....
CRISPIN:
¡Crispín Cerezo no sabe matar mujeres!....
LEONOR:
¿Quieres que yo sea de Sandoval?
CRISPIN:
¡No! ¡De nadie más que mía!... (VOLVIENDO LA CABEZA, DISPARA CONTRA LEONOR)
LEONOR:
Crispín... amor mío (CAE MUERTA)
SANDOVAL:
¡Leonor! (LOS SOLDADOS HACEN FUEGO CONTRA CRISPIN, Q U E P O C O A P O C O S E D E S P L O M A , I N T E N TA N D O ARRASTRARSE HASTA LEONOR, Y MURIENDO ANTES DE CONSEGUlRLO. ENTRAN A ESCENA MICAELA Y LOS NEGROS, Y SIN LETRA ENTONAN UN SALMO NEGRO. SANDOVAL CANTA LLENO DE EMOCION, MIENTRAS CAE EL TELON LENTAMENTE)
(SUPLICANTE)
SANDOVAL: (CANTANDO) ¡Mataron mi ilusión;
Ya no existe mi amor sólo queda el dolor de un pobre corazón!...
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COSQUILLAS Letra de: Rodrigo de Triana Música de: Francisco Paredes Herrera Conocí yo las ardillas ante que los papagayos, después las manitas pillas, para hacernos las cosquillas donde no tenemos callos Shssses, Cállese se apagó la luz.
Se acerca mi suegra, luego mi mujer para la una tengo dos palos en cruz, para la otra tengo ( para mi mujer) ay tengo cosquillas para mi mujer. Tra la ra la ra, que barbaridá.
En automóvil se pillan cosas tan requeteraras, si son solteras te chillan, si son casadas cepillan algo que nunca pensaras... Tra la ra la ra, qué barbaridá.
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GUIDO GARAY y sus obras
CURRICULUM VITAE DE GUIDO GARAY GUIDO GARAY nació en Guayaquil, en una casa que estaba situada en la calle Chanduy (Hoy Fco. García Avilés) entre 9 de Octubre y Vélez, frente al lado derecho de la Sociedad Filantrópica del Guayas, el 9 de Diciembre de 1921; abajo de la del Sr. Cnel. Asisclo G. Garay Portocarrero y Sra. Josefina Vargas-Machuca Lemenoret. De estado civil casado desde el 6 de julio de 1945, en que contrajo matrimonio civil y eclesiástico, este último, en la basílica de la Merced, con la Srta. guayaquileña María Piedad Arellano Bohorque; son sus hijos: Ab. Guido Garay Arellano, casado con la Sra. Ab. Alicia Cordero Pesantes de Garay; Lcdo. Ezio Garay Arellano y Sicólogo Clínico Gregory Garay Arellano, casado con la sra. C. P. A. Patricia Contreras Litardo de Garay. Son sus nietos: Guido y GUIDO GARAY Alexandra Garay Cordero; y, Gregory, Francisco y María José Garay Contreras. Sus estudios pre-primarios los efectuó en el Jardín de Infantes que estaba situado en la esquina Sureste de las calles Chanduy (García Avilés) y Luque, bajo la dirección de la Srta. Prof. Blanca Salvador Vela y la preparatoria en el Liceo Ariel. Cursó la escuela primaria en el Colegio San José de los HH. CC. de Guayaquil, del primero a quinto curso, terminando su instrucción primaria en el Colegio particular Eugenio Espejo de la ciudad de Riobamba, que dirigía el Sr. Prof. Amable T. Quiroz, en Julio de 1933. Este mismo año, en sus últimos meses ingresa como oyente al primer año de educación media en el Instituto Nacional, plantel particular dirigido por el Sr. Prof. José Mendoza C., matriculándose, previo el examen de ingreso en el Colegio Nacional Vicente Rocafuerte, para poder estudiar secundaria como se llamaba a la educación media en esa época; examen que aprobó, matriculándose en el curso lectivo 1934/1935 en el mismo Instituto Nacional, que lamentablemente perdió en la materia de Matemáticas. Al año siguiente: curso lectivo 1935/1936, ocurre lo mismo y en la misma materia, esta vez en el Colegio Nacional Vicente Rocafuerte; por lo cual su padre Asisclo Garay lo lleva a trabajar como Cajero de la Imprenta Sucre de su propiedad, que estaba situada en la calle Chile entre Vélez y Luque en 1936. El gerente de la Imprenta J. D. Ortiz M. le cedió el pequeño negocio de venta de libros y revistas R K O de su propiedad, que funcionaba en un costado del local de la Imprenta. Por diferencias familiares (celos de los hijos mayores del padre), Guido Garay es separado de este trabajo por su padre e ingresa a estudiar Contabilidad en el Liceo América dirigido por el Dr. Pedro José Huerta y Lcdo. Carlos Estarellas Avilés, matriculándose en el curso lectivo 1937/1938, ganado el primer año, pero perdiendo el segundo 1938/1939 por enfermedad, en que estuvo recluído en el Hospital de Enfermedades Infecto Contagiosas (Antiguo Lazareto). Renueva 619
sus estudios aprobando el segundo año en el curso 1939/ 1940, para finalmente cursar el tercero y último año, en el curso 1940/1941, graduándose de Contador Mercantil el 31 de enero de 1941; presentándose de inmediato como conscripto voluntario en el Batallón de Infantería No. 5 Guayas, efectuando su servicio militar hasta Febrero de 1942, en que es licenciado como soldado de línea, pues en los aciagos días del conflicto internacional con el Perú, en el mes de Julio de dicho año, fue ascendido junto con todos sus compañeros para afrontar esta emergencia, tocándole hacer servicio de cobertura en Santa Elena, con sede en Manglaralto, ante el peligro inminente de una invasión que felizmente no se produjo. Desde pequeño demostró inclinaciones para la música, el canto y el baile, pero no fue sino en 1940 en que ingresa a la Asociación Musical "Angelo Negri", en que tiene la oportunidad de desarrollar su vocación artística, habiendo ingresado como simple corista, logró destacarse en las obras líricas como la zarzuela "Marina" en el Teatro 9 de Octubre de Guayaquil y Sucre de Quito, interpretando el importante rol de Pascual, el celoso novio de Marina, bajo la dirección del maestro italiano Angelo Negri. De 1942 a 1945 presta sus servicios como ayudante de Cooperativas, y luego ascendido a Ayudante de Cartera del Banco Hipotecario del Ecuador (Hoy Banco Nacional de Fomento) en la época que dirigían el Banco don Clemente Yerovi Indaburu y don Alberto Roca Boloña. Siendo presidente en estos tiempos (1942) del "Happy Boy's Club", entidad social integrada por señoritas y jóvenes de esos años. De 1945 a 1946 es Oficial de Emisión de Especies (Hoy Departamento Financiero) y después Secretario-Habilitado de la Oficina de Terrenos de la M.I. Municipalidad de Guayaquil, durante la presidencia (en aquella época no había alcaldes) del Dr. Rafael Mendoza Avilés. En 1946 trabaja en la Cía. de Construcciones Ecuatoriana, como ayudante del Contador General Sr. Jalón. De 1947 a 1952 presta sus servicios en la Oficina de Pagaduría del Hospital Territorial Militar de Guayaquil con el grado castrense de sargento. En 1953 hasta 1959 es Contador-Revisor de la Dirección General de Sanidad, (Hoy Dirección General de Salud). De 1954 a 1957 fue contador del Hotel Ritz de Guayaquil, simultáneamente cuando desempeñaba el cargo de Contador-Revisor de la Dirección General de Sanidad, trabajo que realizaba en sus horas libres. En 1959 se separa voluntariamente de la Sanidad para hacerse cargo del Salón "Pic-Nic", bello sitio de turismo situado en aquella época en las riberas del Estero Salado, de propiedad de su primo político Luis Aguas Escandón; negocio en el que no prospera, y tiene que abandonar, cediéndolo a sus hermanos menores; para, en este mismo año (1959), llamado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, cuyo presidente era el Dr. Carlos Zevallos Menéndez, organizar el Conjunto de Opera de esta entidad cultural; permaneciendo en este cargo desde 1959 hasta 1965, en que se separa voluntariamente de esta Institución para dirigir el Cuadro Folklórico Montubio. De 1961 a 1962 es Fiscalizador del Impuesto a la Renta en las Oficinas del Ministerio del Tesoro de Guayaquil y Quito. En 1963 hasta 1964: Profesor de Educación Musical del Colegio Americano de Guayaquil; pero durante todos estos años actuando en programas de alta jerarquía artística como la “Hora Católica" en C. R. E. primero, y en Radio Cenit después, que dirigía la Soprano española Eloísa Marcet, con el acompañamiento del pianista guayaquileño Bolívar Arellano; ORPLA (Organización Radioprogramas Literarios Artísticos) en Radio Atalaya, bajo la dirección del tenor guayaquileño Alfonso Calero Benítez y del pianista alemán Prof. Juan Radiel; “Vida Porteña” en C. R. E. que dirigía el promotor cultural 620
guayaquileño Sixto Vélez y Vélez; NIF (Núcleo Intelectual Femenino) bajo la dirección de la maestra, compositora y concertista Srta. Zulema Blacio Galarza, que se transmitía por Radio ''El Mundo"; Segundo premio (El primero fue Beatriz Parra) en el concurso de canto "Buscando una voz en el Ecuador" conducido por el barítono español Luis Gamartí en C. R. E.; Grupo Cultural "Oasis" dirigido por la poetisa María Eugenia Puig en C. R. E. (Compañía Radiodifusora del Ecuador) etc. También en diferentes épocas Guido Garay mantuvo programas propios en estaciones de Radio "Ondas del Pacífico" en 1945; en Radio "La Voz del Litoral" en 1946, en Radio "Excelsior", estas dos últimas estaciones ya desaparecidas, etc. En 1953 hasta 1957 hizo estudios oficiciales de Canto con la soprano estadounidense Nadina Foster en el Conservatorio de Música "Antonio Neumane", que pertenecía en aquella época como Instituto Anexo a la Universidad de Guayaquil; habiendo terminado los cursos de Teoría Musical y Solfeo, mereciendo la medalla de ''La Filantrópica" al mejor alumno del Conservatorio en 1954, y cuatro menciones honoríficas por su sobresaliente desempeño en las asignaturas de Canto, Teoría Musical y Coro Mixto. Durante sus años de estudiante del Conservatorio actuó representando oficialmente al plantel en actos solemnes y de concierto en el paraninfo de la Universidad y Facultades de Derecho, Economía, etc. siendo solista del Coro Mixto del Conservatorio y del Coro de Cámara "Guayaquil" bajo la dirección del maestro húngaro Jorge Roberto Rayki, en una época Director Artístico del Conservatorio, actuando en la ópera ''Boris Goudunoff", como solista, en el rol de Tchelkalov, que en forma de concierto presentó el Conservatorio en el antiguo y ya desaparecido Teatro Olmedo de Guayaquil, bajo la dirección del maestro Rayki. Miembro fundador y solista del Coro "Ciudad de Quito" de la Capital en 1952, bajo la dirección del Prof. Numberto Carrillo Velasco. Primer Barítono de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil en 1958 y de la Orquesta de Cámara en 1965 y 1966 bajo la dirección del maestro Eduardo Alvarado. En 1960 crea la Academia de Canto "Guido Garay", presentando con éxito a sus alumnos en el Canal 4 de Televisión y actos públicos artísticos; labor que interrumpe al ingresar como Fiscalizador del Impuesto a la Renta en 1961. En 1959 es llamado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, para organizar el Coro del Conjunto de Opera de esa Entidad Cultural, en el que permanece interpretando roles estelares como primer Barítono en las óperas: "Cavallería Rusticana", "Yl Pagliacci", etc.; Operetas: "La Viuda Alegre", "El Conde de Luxemburgo", etc.; Zarzuelas: "Luisa Fernanda", "Los Gavilanes", etc., bajo la dirección del maestro español Carlos Arijita; permaneciendo en estas actividades hasta Agosto de 1965; en este mismo año es presidente fundador de la ''Asociación de Arte Guayaquil", logrando aprobar sus Estatutos por Acuerdo No. 303 del Ministerio de Educación Pública en Abril 29 de 1966, cuyo objetivo fundamental es: "Fomentar el Arte Lírico en todas sus manifestaciones, con el objeto de difundir la cultura musical en el pueblo ecuatoriano". Primer Barítono del Orfeón Universitario en 1963 a 1964, bajo la dirección del maestro español Carlos Arijita.
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En 1945 junto con otros ex-alumnos del Colegio San José de los MM. CC. funda la Asociación de Ex-Alumnos Lasallistas (Hoy Asociación de Ex-Alumnos Lasallanos), siendo Tesorero fundador de la misma. En noviembre de 1965 junto con Rodrigo Chávez González (Rodrigo de Triana) fundan el Cuadro Folclórico Montubio, con ocasión de los V Juegos Deportivos Bolivarianos, tomando como base para ello las antiguas tonadas campesinas, salvadas del olvido por el compositor y folclorista chonense Manuel de Jesús Alvarez, como ''La Iguana", el “Amorfino" y "La Caminante", dedicándose por entero desde esa fecha a la investigación y difusión del Folclor Litoralense por medio de presentaciones personales al frente del Cuadro Folclórico Montubio en Teatros, Canales de Televisión, Estaciones de Radio, Coliseos, Ferias y en las calles de Guayaquil, Quito, Caracas y Barinas (Venezuela), Cuenca, Esmeraldas, Portoviejo, Babahoyo, Machala, Bahía de Caráquez, Chone, Manta, Jipijapa, Paján, Quevedo, Ricaurte, Pasaje, Arenillas, Huaquillas, Salinas, Otavalo, Gualaceo, Quinchivana Central, Daule, Durán, Lomas de Sargentillo, Bucay, Milagro, Yaguachi, Santa Elena, El Mate, etc. etc. Filmando video-tapes para la Televisión de Guayaquil, Quito, Radio Caracas Televisión Canal 2 de Caracas (Venezuela); y para la Televisión española en el programa "Con otro acento" que se transmitía en Madrid y varias otras ciudades españolas. Grabando programas radiales para la Radio Cultural Francesa con sede en París. Habiendo estrenado en escenarios de jerarquía, como los teatro Olmedo, 9 de Octubre, Guayaquil, etc. de Guayaquil, Municipal de Machala, Quevedo de Quevedo, etc., 14 obras teatrales de ambiente vernacular costeño como las comedias musicales: "Los Manabitas somos así", "Pedro Vinces, el Bandolero Romántico", "Machete, Garabato y Corazón", "Ya llegó Vargas Torres", ''Los Lanceros del Daule". Las comedias: "El sobrino de Catarama", "El espectro del descabezado", "La dulce piña de Milagro", "No hay taco para el banano", y los sainetes: “Así semos los montubios", "Cuando entra la picazón", "Torcuato y Nicanora", "Patrón y Torcuato" y "Torcuato oligarca". Grabando dos discos de larga duración: "Fiesta Montubia" y “Alma Montubia", en que se recogen las tradicionales tonadas chonenses como "El baile del sombrerito", "Chigualo Chonense", "Contrapunto de la Mariposa y el Colorao", etc., recogidas por Guido Garay durante su estadía en Chone en Marzo y Abril de 1972, en que prestó servicios al Colegio Normal Eugenio Espejo de esa ciudad manabita, formando el conjunto folclórico del plantel, que triunfara en el primer y único festival folclórico de los Colegios Normales de la República, organizado por el Ministerio de Educación, supervisado por la distinguida folclorista ambateña Srta. Prof. Virginia Rosero Verdesoto, y que tuvo lugar en el Coliseo de la Capital en Mayo de 1972 con la presencia del señor presidente de la República. En 1978 Guido Garay fue Coordinador Artístico del H. Consejo Provincial del Guayas. Siendo además de Cantante en la cuerda de Barítono: Actor, Director teatral, Coreógrafo, Bailarín y Folklorista, compositor en letra y música de varios temas musicales, como el Himno de la Escuela Fiscal No. 332 "Carlos Julio Arosemena Tola"; las canciones: "Guayaquil de mi ilusión", "Por tí, sólo por t¡", "Desde que te vi, "Solo tú eres mi único amor", etc.; tratando en todos estos temas de crear un ritmo de acuerdo con la idiosincracia regional costeña. También ha escrito y publicado artículos periodísticos sobre el Folklor Costeño como: 622
“Proyección Folklórica Costeña" (Suplemento Dominical de "EL UNIVERSO", Dic. 20/70); "Común Origen de los bailes tradicionales hispanoamericanos" ( Suplemento Dominical de Diario "EL UNIVERSO", Feb. 7 / 71); "La Música Nacional" (Suplemento Dominical de Diario "EL UNIVERSO", Mayo 9 / 71); "Bailes Tradicionales Ecuatorianos" (Suplemento Dominical de Diario "EL UNIVERSO", Feb. 27 / 72), etc. Ha sido corresponsal en Lima, Perú, de la revista guayaquileña "Suceso", de Agosto de 1962 a Abril de 1963. Redactor fundador de la primera revista musical: "Lira" órgano periodístico de la Asociación de Estudiantes del Conservatorio, logrando aprobar sus Estatutos en Acuerdo No. 1093, de Octubre 20 de 1953, del Ministerio de Educación. Colaborador de la revista guayaquileña "Caskabel Internacional", etc.; ha publicado su ensayo: ''La proyección Estética Costeña" - Noches de Folclor Social para profesores y alumnos de las Escuelas y Colegios de la Costa Ecuatoriana, en la revistá Opus # 16 del Banco Central de Nov. / 87 "Estampas de Guayaquil"(2 ediciones), editado por Katia Murrieta, bajo el auspicio del Colegio de Abogados la primera y de la Fundación Pedro Vicente Maldonado, la segunda. Ha presentado una serie de Conciertos divididos en cuatro partes, en que cada una de ellas interpreta a los Clásicos, Operísticos, Líricos Españoles y la última parte con compositores nacionales costeños, para demostrar prácticamente que también se puede elevar a las Salas de Concierto la Música Nacional Litoralense. Ha dictado conferencias sobre Folklor Costeño en Instituciones y Colegios, y seminarios de danza vernacular costeña en la Biblioteca Municipal ''Pedro Carbo" de Guayaquil, auspiciado por el Centro Municipal de Cultura en 1983 y 1984; ha sido también profesor de bailes folklóricos costeños en el Colegio Nacional “Ana Villamil Ycaza", particular "13 de Abril", Normal "Eugenio Espejo" de Chone, Liceo "Vida Nueva", primer director del Taller de Danzas del Frente de Artistas Populares (FAP), del Grupo Folclórico del Club Kiwani Guayaquil Norte, director fundador del Cuadro Folclórico Montubio, etc, etc. En la actualidad es profesor de Educación Musical de las Escuelas Fiscales: No. 332 "Carlos Julio Arosemena Tola", No. 362 ''Agustín Vera Loor", No. 328 "Ramón Agurto Castillo", No. 331 "Esperanza Cantoilugi" y Animador y cantante del programa radial "Melodías Inolvidables" que se transmite por tele radio; y colaborador del programa radial "Guayaquil de ayer" que produce y dirige la Dra. Katia Murrieta por la Radio Nacional del Estado, gracias a la Dra. Katia. Además ha colaborado en varias revistas y periódicos con artículos sobre costumbrismo y Folklore Ecuatoriano. 1.- SOCIEDAD FILANTROPICA DEL GUAYAS: A la Conducta y Aplicación 1954 2.- CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA, NUCLEO DEL GUAYAS: Segundo en Concurso de Canto ''Buscando una voz", 1957 3.- CIRCULO FEMENINO DE LA CULTURA HISPANICA: Al mérito Artístico, 1965 4.- H. CONSEJO PROVINCIAL DEL GUAYAS: Al mérito, 1967
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5.-
CAMARA DE AGRICULTURA DE LA II ZONA: Al Actor y Cantante, 1967
6.-
ASOCIACION DE MANABITAS DE GUAYAQUIL Por Bodas de Plata Artísticas, 1967.
7.-
CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA, NUCLEO DE EL ORO: Lira de Oro, 1972.
8.-
CIUDADANOS ORENSES RESIDENTES EN GUAYAQUIL: Escudo de Machala, 1973.
9.-
INTEGRANTES DEL PRIMER SEMINARIO DE DANZAS FOLKLORICAS COSTEÑAS AUSPICIADO POR EL CENTRO MUNICIPAL DE CULTURA: Lira de Oro, 1983.
10.- LAS INSTITUCIONES CIVICAS Y CULTURALES DEL PAIS, Enero 17 de 1991. 11.- ASOCIACION DE ARTISTAS POPULARES DEL GUAYAS, Enero 20 de 1992 12.- MARIANA ROLDOS AGUILERA, 1992, Medalla al Mérito. 13.- GOBIERNO NACIONAL AL MERITO CULTURAL DE CLASE. Julio 7 de 1993. 14.- ACURES, Agosto 26 de 1994, al pionero del folklore costeño. 15.- ASOCIACION GARCIA AVILES. Diciembre 4 de 1995, condecoración por valioso apoyo a la Institución. Los siguientes DIPLOMAS: 1.-
CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA, NUCLEO DEL GUAYAS: Curso de Teatro y Radio Teatro, Abril de 1946, Guayaquil.
2.-
CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA, NUCLEO DEL GUAYAS: Segundo Lugar en la quincena teatral, Marzo 26 de 1975, Guayaquil.
3.-
CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA, NUCLEO DEL GUAYAS: Participante en la quincena teatral organizada por el Núcleo, Marzo 26 de 1975, Guayaquil.
4.-
CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA, NUCLEO DEL GUAYAS: Primer Festival Folclórico de la Provincia del Guayas, Mayo 9 de 1975, Guayaquil.
5.-
C O M I T E O R G A N I Z A D O R D E L O S V J U E G O S D E P O RT I V O S BOLIVARIANOS: Participante, Diciembre 5 de 1965, Quito.
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6.-
CAMARA DE AGRICULTURA DE LA II ZONA: Mantenimiento del Folclor del Hombre del Agro Costeño, Mayo 20 de 1968, Guayaquil.
7.-
U. N. E. UNION NACIONAL DE EDUCADORES, NUCLEO DE CHONE: Notificando: Acuerdo No. 04 del Sr. Director Provincial de Educación por el que se designa con el nombre de GUIDO GARAY la escuela Fiscal de la Chorrera arriba de la parroquia Canuto del Cantón Chone, Abril 13 de 1979, Chone.
8.-
FRATERNIDAD CARLOS ARIJITA: Destacado barítono y actor nacional por gran aporte a la cultura musical del País, Guayaquil Agosto 14 de 1987.
9.-
CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA, NUCLEO DEL GUAYAS: Como constancia de su asistencia al cursillo de Paleontropología dictado por el Dr. Enrique Boloña Rodríguez, Diciembre 5 de 1980, Guayaquil.
10.- CENTRO COMERCIAL ALBAN BORJA: Festival de Coros y Villancicos, Diciembre 22 de 1984, Guayaquil. 11.- LOS ORGANISMOS DE CULTURA Y EDUCACION QUE CONFORMAN EL EQUIPO INTERDISCIPLINARIO EN LA COMUNIDAD ESTUDIANTIL DE NIVEL SECUNDARIO DE GUAYAQUIL, Guayas y Esmeraldas, ESMERALDAS DEL PROYECTO LA DANZA AUTOCTONA COSTEÑA: Por su exposición en el Seminario sobre Folclor Social (23, 24 y 25 de Abril de 1985), Guayaquil, Abril 25 de 1985. 12.- LA DIRECCION DE EDUCACION DE LOS RIOS Y EL DEPARTAMENTO PROVINCIAL DE CULTURA: Por haber participado como Instructor en el Seminario Taller "CERAMICA, PINTURA Y DANZAS", organizado por el Departamento Provincial de Cultura del 27 al 31 de Octubre de 1986, Octubre 31 de 1986, Babahoyo. Los siguientes DIPLOMAS DE HONOR: 1.-
UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL, ASOCIACION DE ESTUDIANTES DEL CONSERVATORIO ANTONIO NEUMANE: Noble y desinteresada colaboración, 1958 Guayaquil.
2.- M. l. MUNICIPALIDAD DE GUAYAQUIL: Encomiable labor de incrementar el Arte Folclórico Nacional, Diciembre 9 de 1976, Guayaquil. 3.-
FEDERACION DE PADRES DE FAMILIA DE LOS PLANTELES MUNICIPALES DE EDUCACION DE GUAYAQUIL: Maestro Ejemplar, Enero 14 de 1977, Guayaquil.
Las siguientes MENCIONES HONORIFICAS: 1.-
UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL, CONSERVATORIO DE MUSICA ANTO-
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NIO NEUMANE: Dedicación y capacidad en Teoría de la Música, Enero 30 de 1954, Guayaquil. 2.-
UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL, CONSERVATORIO DE MUSICA ANTONIO NEUMANE: Dedicación y capacidad en Coro Mixto, Enero 30 de 1954, Guayaquil.
3.-
UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL, CONSERVATORIO DE MUSICA ANTONIO NEUMANE: Distinguido en estudio de Canto, Enero 31 de 1955, Guayaquil.
4.-
ASOCIACION DE PERIODISTAS GUAYAQUIL: Dedicada y constante preocupación porque el Arte del Litoral encuentre su personalidad y por el triunfo obtenido en Colombia y Venezuela, Noviembre 11 de 1966, Guayaquil.
5.-
M. I. CONCEJO CANTONAL DE GUAYAQUIL: Por dar a conocer por primera vez en el exterior, los aspectos típicos de la región litoralense, Enero 16 de 1967, Guayaquil.
6.-
GRAN CONFRATERNIDAD UNIVERSAL: Valiosa labor en bien de la difusión de nuestra Cultura autóctona, Octubre 27 de 1981, Guayaquil.
7.-
FAP, FEUE Y FESE, FRENTE DE ARTISTAS POPULARES, FEDERACION DE ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS DEL ECUADOR, FEDERACION DE ESTUDIANTES SECUNDARIOS DEL ECUADOR, VIII FESTIVAL ROSA DE AGOSTO: Fiel exponente de los valores de la Cultura quien con su tesonera labor de difusión y popularización del Arte Ecuatoriano, representa el vivificante ejemplo para las generaciones presentes y futuras, Agosto 21 de 1982, Guayaquil.
8.-
Confraternidad "Amigos siempre amigos": Mención de honor al mérito educativo, por su tesonera labor artística y cultura, abril 13 de 1996.
9.-
Sociedad Hijos del Trabajo: Acuerdo de reconocimiento y condecoración por su labor en la cultura folklórica nacional: 5 de junio de 1996.
Los siguientes ACUERDOS: 1.- PROMOCION GUADALUPANA DE 1924, CENTENARIO DE AYACUCHO DE LIMA, PERU: Miembro Honorario, Noviembre 19 de 1962, Lima. 2.- ASOCIACION DE PERIODISTAS GUAYAQUIL: Sostenedor del Arte Lírico Teatral en el Ecuador, Febrero 2 de 1965, Guayaquil. 3.- ASOCIACION DE ARTE GUAYAQUIL: Activa labor en la dirección y orientación de actividades artísticas, Julio 2 de 1966, Guayaquil. 4.- ASOCIACION FRANCISCO GARCIA AVILES: Por fomentar el Arte y la Cultura en beneficio del Pueblo y de la Patria, Noviembre 7 de 1966, Guayaquil.
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5.-
ASOCIACION ORENSE: Por labor de difusión de Música, Cantos, Bailes y escenas costeñas, Abril 4 de 1967, Guayaquil.
6.-
PERSONAL DE EMPLEADOS Y TRABAJADORES DEL TALLER MECANICO DEL FERROCARRIL DEL SUR, CON ASIENTO EN BUCAY: Invalorable aporte al mantenimiento y desarrollo del Folklore Montubio del Litoral Ecuatoriano, Diciembre 16 de 1967, Bucay.
Las siguientes MENCIONES Y DIPLOMAS DE RECONOCIMIENTO: 1.-
FRENTE DE ARTISTAS POPULARES: Por la valiosa y decidida colaboración a las actividades realizadas por el FAP, Febrero 29 de 1980, Guayaquil.
2.-
FRENTE DE ARTISTAS POPULARES: Por la valiosa y decidida colaboración a las actividades realizadas por el FAP, Marzo 11 de 1983, Guayaquil.
3.-
LA COMISION PLURAL DE EDUCACION, EL DEPARTAMENTO MUNICIPAL DE EDUCACION Y CULTURA Y EDUCADORES MUNICIPALES ASOCIADOS (EMA): En reconocimiento a los relevantes méritos puestos al servicio de la niñez ecuatoriana y como expresión de homenaje que el cantón y la sociedad le deben por su magnífico desempeño en la labor educativa que realiza, Diciembre 16 de 1983, Guayaquil.
4.-
GRUPO DE DANZAS FOLKLORICAS TANDANAJUSPA: DEL FRENTE DE ARTISTAS POPULARES: Por la valiosa y decidida colaboración prestada a las actividades del Grupo en favor de la trascendental labor en la difusión de la danza folklórica ecuatoriana, Enero 21 de 1984, Guayaquil.
5.-
LA COMUNIDAD SALESIANA DE LA PARROQUIA SAN JUAN BOSCO: por su puntual asistencia y brillante participación en el curso pro evangelación y apertura al corazón de los ecuatorianos por la venida del Santo Padre al Ecuador, Su Santidad Juan Pablo II, en Enero 29 de 1985, Enero 13 de 1985, Guayaquil.
Los siguientes BOTONES DE HONOR 1.-
Radio Caracas Televisión Canal 2, Octubre de 1966, Caracas.
2.-
Corporación Ecuatoriana de Turismo ( CETURIS) Octubre de 1966, Quito.
3.-
Comité Ejecutivo de las Fiestas de Quito, Diciembre de 1966, Quito.
37 Acuerdos y Diplomas más, de diferentes instituciones culturales oficiales y particulares, 4 placas, 5 trofeos y 1 botón de honor de la Sociedad de Shigualeños Residentes en Guayaquil, Octubre 21 de 1989. 1 placa del Centro Municipal de Cultura: "Homenaje al Maestro Ecuatoriano", 13 de Abril de 1987, etc.
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LA PROYECCION ESTETICA COSTEÑA INTRODUCCION
Por: Guido Garay
Es el mar vehículo de cultura por excelencia; así, el continente europeo es culturizado por los navegantes fenicios, que desde Asia Menor llevan la escritura alfabética y más adelantos científicos y culturales de la época, a aquellas comarcas entonces ajenas a la civilización. Así mismo, aquí en lo que hoy es Ecuador, es del mar que vienen los primeros pobladores que quizás fueron los Caras o Quitus, como ahora los llaman los interesados en presentar a nuestro país como una nación constituída tal como ahora es, cuando en realidad, antes de la conquista europea, lo que hoy es Ecuador estaba habitado por diversas tribus de americanos con lenguas, religiones, costumbres y hasta razas diferentes entre sí, tal como lo han probado científicamente los arqueólogos de la Costa. Y es del mar que llegan los conquistadores europeos a estas tierras costeñas, cuyos pobladores asimilaron rápidamente la cultura de sus conquistadores, perdiéndose lamentablemente sus lenguas y dialectos, costumbres y tradiciones. Es por esta razón, y de acuerdo con el folklorólogo guayaquileño Sr. Rodrigo Chávez González (Rodrigo de Triana), el folklore de la costa ecuatoriana es mestizo o criollo como se acostumbra denominar toda manifestación que aglutina en sí ancestro cultural Europeo Americano. Ahora bien: para una mayor claridad en nuestra exposición vamos a explicar someramente, todo lo referente a la complicada ciencia folklórica, de la cual, una parte de ella es el folklore social; y de este folklore social procuraremos, por ser nuestra especialidad, extendernos un poco en lo referente a canción, danza y música, pues es de aquí que se crea, con la base cierta del material anónimo y No Institucionalizado o sea propiamente folklórico: las proyecciones estéticas, conocidas generalmente, aunque mal empleado el término, como folklore de un lugar, región o país. 1.- ¿Qué es folklore? Folklore es la ciencia que estudia los hechos culturales de los pueblos; o sea la evolución cultural anónima y no institucionalizada. 2.- Etimología de la palabra folklore. El nombre folklore proviene de las palabras del idioma inglés folk: que significa vulgo, pueblo; y, lore: que equivale a conocimiento, saber; o sea el conocimiento vulgar o saber popular. Para mayor comprensión, podríamos decir el saber popular que se hereda de padres a hijos, los conocimientos que se aprenden en el hogar, vecindad, barrio, lugar, antes de ir a la escuela.
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3.- Condiciones necesarias para que un hecho popular sea considerado folklore. Para que un hecho popular sea folklórico tiene que reunir en sí las siguientes condiciones: 1o. ser anónimo; y, 2do. ser no institucionalizado. 4.- Qué se entiende por ser anónimo? Ser anónimo es desconocer completamente el autor o autores del hecho folklórico. Ej.: "la pájara pinta", "Chigualo", "La suerte del gallo", etc. 5.- Qué es ser no institucionalizado? Es el aprendizaje del hecho folklórico sin ir a la escuela o colegio. Es todo lo que aprendemos solos en nuestro hogar, con los compañeros de barrio, etc, Ej: El juego de la rayuela, trompos, rondas, etc. Sin estas condiciones: ser anónimo y ser no institucionalizado, el hecho popular no puede ser considerado folklórico. Además, aunque no en calidad "sine qua non", el hecho popular para ser considerado folklórico deber reunir en sí, a más de las condiciones forzosas de ser anónimo y ser no institucionalizado: 3o. ser antiguo, 4to. ser funcional y 5to. ser prelógico. 6.- ¿Qué es ser antiguo? Ser antiguo es como su nombre lo indica: que el hecho folklórico o costumbre venga sucediéndose a través de los años. Ej.: La tradicional fiesta de San Pedro de Guayaquil, de San Jacinto de Yaguachi, etc. 7. - ¿Qué es ser funcional? Como su nombre 1o indica, ser funcional es que el hecho popular suceda, se produzca, funcione, Ej.: los juegos en los soportales de las casas como "Mirondón Mirondela", "Periquito Pericón", etc. 8.- ¿Qué es prelógico? Ser prelógico son los conocimientos que adquirimos sin darnos cuenta, antes de tener uso de razón; o quizás lo que hacemos por intuición. Es el predominio del instinto sobre la lógica antes de culturizarnos. Esta condición podemos observarla en personas adultas especialmente en nuestros campos por no haber recibido los beneficios de la alfabetización. 9.- Diversas clases de folklore. La ciencia folklórica se divide según los hechos culturales populares que estudia, así tenemos: lo. Folklore poético: que a su vez se subdivide en: a) cancionero; b) romancero; c) refranero; y, d) adivinanzas. 2o. Folklore narrativo: a) mitos; b) leyendas; c) cuentos; d) casos; e) chistes; y, f) cachos. 629
3o. Folklore lingüístico: a) apodos; b) caló; c) pregones; y, d) mímica. 4o. Folklore mágico: a) brujería; b) tabúes; c) fetichismo; y, d) creencias. 5o. Folklore ergológico: a) cocina; b) cerámica; c) habitación; d) transporte; e) esculturas comestibles (guaguas de pan, etc.); f) trabajos en cuernos y huesos; g) trabajos en cuero; h) trabajos en papel; i) pirotecnia. 6o. Folklore social: a) fiestas; b) actos dramáticos; c) música; d) baile; e) juegos de prendas; f) juegos de competición entre humanos; g) juegos de azar; i) disfraces; j) ferias; y k) familia. 7o. Folklore interdisciplinario: a) psicoanálisis; b) educación: y, c) criminología. Todas estas manifestaciones de cultura popular serían muy interesantes y de provechoso estudio, pero como el motivo principal de este trabajo son los bailes y la música, dejaremos para otra oportunidad lo relativo a las fiestas, actos dramáticos,y demás manifestaciones del folklore social y nos concretaremos a los bailes; aún cuando creemos preciso explicar algo sobre folklore y moda. 10.- Folklore y moda. Folklore es lo contrario de moda. Mientras la moda pasa, el folklore se mantiene. Así tenemos muchas músicas, danzas y canciones que rápidamente pasan de moda. algunas se mantienen un poco de tiempo más que otras, pero al fin pasan. En cambio, la música, danza y canción folklórica permanecen, viven en el alma de los pueblos. Podríamos atrevernos a decir que, en lo relacionado a música, danza y canción, folklore es lo clásico del pueblo, lo que nunca pasa de moda. 11.- Música folklórica. Parte importante del folklore social: son las melodías populares anónimas que han llegado hasta nosotros por tradición oral. Ej.: ''La casita lejana", 'Amor de capitán marino", etc. La música y canción folklórica se caracterizan, como todo folklore, por ser anónimas y ser no instucionalizadas; por eso es absurdo lo que oímos todos los días a los locutores de radio y televisión, y leemos publicado en diarios y revistas por cronistas "especializados", que llaman folklórica a toda producción de autor nacional conocido. 12.- Baile folklórico. Parte del folklore social; son las danzas populares cuyos pasos y figuras, así como la música de acompañamiento llegan a las nuevas generaciones como legado de sus antepasados. Ej.: "El Galope", 'Andarele", etc. 13.- Diferencia entre la música folklórica y música ligera. La diferencia entre la música y canción folklórica y la música ligera (mal llamada
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popular), es que la música folklórica es anónima, tal como decimos en el numeral 12.-; en cambio la música ligera (mal nombrada popular), se conocen los autores de ella. Por esta razón piezas sumamente populares como "Guayaquil de mis amores" cuyos autores son Lauro Dávila (letra) y Nicasio Safadi (música); "Manabí" de Elías Cedeño Jerves y Francisco Paredes Herrera, a pesar de su popularidad no son folklóricas. 14.- Las proyecciones estéticas. La proyección estética llamada también: costumbrismo, nativismo, tradicionalismo, criollismo; y también aunque mal empleado el término; folklore, es el espectáculo que se crea, tomando como base músicas y danzas folklóricas, interpretadas por lo general por grupos de bailarines cultos, y que se adornan para mayor agrado del público con giros y figuras de la danza académica. 15.- Importancia de la proyección estética. Aún cuando rechazada por los puristas y estudiosos serios del folklore, nosotros creemos que la proyección estética es necesaria, y su cultivo debe intensificarse en escuelas y colegios, porque además de preservar y difundir la música, danza y canción folklóricas, crea tanto en el alumno que la interpreta como en el público que la mira, una sensación de nacionalidad, de amor al terruño, de arte propio nacional. Es por esta razón que en todos los países, unos más, otros menos, los ministerios de educación pública se preocupan por la enseñanza de las danzas regionales en los planteles de educación. 16.- Veracidad de la proyección estética. Las proyecciones estéticas son verdades artísticas, verdades científicas; como ya hemos visto en el numeral 15.- el coreógrafo o director teatral, se inspira en un motivo real, por ej.: la siega, y con ese tema crea, valiéndose de una tonada folklórica, una coreografía que viene a ser un simbolismo artístico del acto campesino de segar las mieses, con el objeto de presentar al público, exaltándolo, una figura simpática o heroica del hombre que entrega sus energías a la noble tarea de cultivar la tierra. 17.- La proyección estética interandina. En nuestro país, prácticamente las proyecciones estéticas son recientes, habiendo comenzado en Quito en forma estable con Marcelo Ordóñez, quien con apoyo del Centro Ecuatoriano Norteamericano creó un grupo de Danzantes Interandinos, tomando como base conocidas músicas y canciones de autores nacionales conocidos, es decir no folklóricos; al mismo tiempo, la profesora de danza clásica Sabina Naundorff de Hirtz, que en su academia particular de "ballet" montó un espectáculo así mismo de danzantes interandinos, con música y canciones como "La bocina" de Rudecindo Inga Vélez, “Apamuy Shungo" de Gerardo Guevara, etc., todos los autores conocidos y por lo general vivos aún . Fue con ese grupo de Sabina Naundorff de Hirtz, que la danzarina nacional Patricia Aulestia logró, con el apoyo de la Corporación Ecuatoriana de Turismo (CETURIS), algunas presentaciones dentro y fuera del país. 631
18.- La proyección estética costeña. Aún cuando a raíz de la fiesta de la raza se había intentado, desde el año 1926 y siguientes con los recursos de Madrina criolla y Rodeos Montubios, organizados por Rodrigo Chávez González (Rodrigo de Triana); en realidad, es desde noviembre de 1965, en que el propio Rodrigo de Triana crea, con apoyo del Comité Olímpico, organizador de los V Juegos Deportivos Bolivarianos, el Cuadro folklórico montubio, que puede decirse nace la proyección estética costeña, para lo cual del valioso asesoramiento de Rodrigo, recogí las tonadas tradicionales como ''La iguana", "Amorfino no seas loco", "Mancha negra mi poncho" y "La casita lejana", para luego de escasos veinte días de ensayos subir a escena estas tonadas en memorable función en el sensiblemente desaparecido Teatro Olmedo de Guayaquil el 23 de Noviembre de 1965, debutando con los experimentados conjuntos de Bolivia, Panamá y Perú. Desde aquella fecha, no hemos desmayado en nuestro propósito y hemos logrado recoger algunas tonadas y reconstruir o resucitar algunas danzas casi perdidas ante el empuje avasallador del progreso, las carreteras, el radio transitor, que, al penetrar en nuestros campos han silenciado para siempre las tradicionales tamboras y flautas, instrumentos musicales de nuestros campesinos de antaño. 19.- Instrumentos musicales costeños. En las provincias de Manabí, Los Ríos y Guayas, tenemos las flautas de caña gadúa, que son cunutos de caña delgados unos, más gruesos otros, que a más de sus dos orificios naturales, se les hace otros dos más pequeños, a un costado, cerca de sus extremos y que se los cubre con tela araña de monte, estas flautas producen sonidos de acuerdo con la intensidad con que se sople dentro de ellas. También tenemos la tambora de cuero de zaino o puerco de monte, que es una especie de rústica tumbadora, aunque más corta y más ancha que este instrumento de percusión antillano. A estos instrumentos rudimentarios se suma la voz humana, y el rítmico taconar con el pie para conservar el compás. En la provincia del Guayas, se acostumbraba, en lugar de la tela de araña de monte, pegar con muyuyo (fruto pequeño de un arbusto del litoral que produce una "leche" o resina pegajosa), hojas secas en las flautas, según nos obsequiara don Juan Rugel del Recinto El Mate en el Cantón Daule: cuatro flautas y sus respectivas hojas de repuestos, pues tal como acontece con las lengüetas o cañas de las embocaduras de los instrumentos cultos de madera (clarinete, oboe, fagot, etc.), se gastan con el uso y hay que reponerlas. En la provincia de Esmeraldas tenemos distintos instrumentos musicales y son: marimba, bombo, conuno y guasá. La marimba es un instrumento parecido al xilofón, pero cuya armazón es de madera y las tablillas de sonido son de pambil (chonta), que se toca con palillos que en sus extremos tienen una bola de caucho bruto. Para tocar este instrumento se necesitan dos personas, 632
la una lleva parte más dificil o sea la melodía, y que se coloca en el lugar donde están las tablillas que producen los sonidos agudos, y la otra que hace el acompañamiento y que corresponde a los sonidos graves. El bombo rudimentario pende de un armazón de madera, sujeto a él por una tira de zapán (bejuco muy común en la selva del litoral), o una soga de cabuya y se toca en la piel y en los costados con un palo. El cununo, como la tambora montubia, es una especie de tumbadora rústica, más corta y más ancha que ésta, y que se toca con las palmas de las manos. El guasá es un mate de forma alargada que en su interior se ha introducido algunas semillas o pepas que al agitarlo ritmicamente con las dos manos produce un sonido semejante al de las maracas antillanas. 20.- Conjunto musical esmeraldeño. Podríamos llamar conjunto típico esmeraldeño a los grupos conocidos como marimbas, pues este nombre genérico se da a la reunión de músicos que tocan estos instrumentos. Por lo regular un conjunto típico esmeraldeño o "Marimba" se compone de: una marimba, un bombo, dos cununos y dos guasá; a estos instrumentos primitivos se añade la voz humana, pues todos los integrantes cantan en coro al unísono en ciertos momentos, y los solistas, hombre y mujer, lo hacen en una tesitura (registro vocal) sumamente agudo, animándose entre sí sendos tragos de "Juan der Monte" (aguardiente de caña de superior calidad); y, a falta de esto, aunque sea de "Mamapunga" (aguardiente de caña de ínfima calidad). Creo del caso consignar que si no hay licor, no hay música, los músicos tienen que beber copiosamente para inspirarse mejor. 21.- Conjunto musical montubio. Podríamos nombrar conjunto típico montubio el formado por dos flautas de caña gadúa, una aguda y otra grave y dos tamboras de cuero de zaino. En esta forma, o, por mejor decir, con este acompañamiento musical, presenté en el Primer Festival Folklórico de Colegios Normales de la República al Conjunto de Danzas Criollas que preparé en el Colegio Normal "Eugenio Espejo" de la ciudad de Chone y que tan lucida actuación tuvo en el Coliseo de Quito, en las presentaciones que efectuó los días 5 y 6 de mayo de 1972, que merecieron "cerrar con broche de oro" dicho festival, según palabras textuales de la profesora Virginia Rosero Verdesoto, Coordinadora del Ministerio de Educación Pública en dicho Festival. Lamentablemente fue el primero y el último, pues no ha vuelto a repetirse. De ese inolvidable evento, en que participaron los alumnos, futuros maestros, de los colegios normales de la costa, sierra y oriente, guardo gratos recuerdos, como cuando la noche de clausura, al terminar su actuación la brillante delegación manabita del Colegio Normal "Eugenio Espejo" de Chone, con la cual terminaba la función, el alumno Jaime Barberán entre ensordecedores aplausos y aclamaciones del inmenso público allí reunido obsequió al señor Presidente de la República, Gral. Guillermo Rodríguez Lara, el machete 633
que portaba para la escenificación de la tradicional danza manabita "La Iguana", como un símbolo característico del hombre que hace la riqueza de la patria ecuatoriana, el montubio del Ecuador. También recuerdo con cariño, cuando Virginia y yo cambiamos obsequios: ella me regaló un auténtico rondador salasaca de su bella tierra ambateña , y yo una legítima flauta de caña gadúa del recinto El Mate de mi querida tierra del Guayas. 22.- Los bailes esmeraldeños. Los bailes esmeraldeños que conozco por haberlos presenciado en la ciudad de Esmeraldas ejecutados por la "Marimba" (conjunto musical esmeraldeño) del Escolástico Solís, en marzo de 1966, con su primer bailarín Remberto Escobar y más ejecutantes todos ellos folklóricos por no poseer ninguno de sus integrantes una cultura artística académica son: Andarele, Caderona, Caramba, Torbellino, Berejó, Agua Corta, Agua Larga, Fabriciano, (Danza guerrera), Bambuco y Polca. De todos estos bailes sumamente vistosos e interesantes, lamentablemente sólo he podido montar o culturizar el Andarele y la caderona, gracias a la colaboración desinteresada de la Prof. Zulema Blacio Galarza, quien puso en el pentagrama musical la melodía del Andarele de acuerdo con mis indicaciones. 23.- El Andarele. El Andarele, danza tradicional esmeraldeña, tiene pasos y coreografía propios y consiste de un ritmo de Dos por Cuatro, y sus pasos y figuras he procurado conservarlos lo más apegado al original. Teniendo también su propia letra, que se deja a la inspiración momentánea de los cantantes, Y pa qué me parió mi madre para ser tan desgraciado. No nos asusta el combate, ni nos da temor; ) bis porque aquí en la tierra verde nos sobra el valor. ) bis En esta tierra esmeraldeña luchamos por la libertad, ) bis negros, blancos y mulatos buscaremos la igualdad. )bis No nos asusta el combate, etc, Nosotros somos el norte
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y el pendón del Ecuador, ) bis lucharemos porque impere en la patria algo mejor, ) bis No nos asusta el combate, etc. Este Andarele lo escogimos para incluirlo como tema musical de la comedia musical costeña "Ya llegó Vargas Torres", de la autoría de Rodrigo de Triana, quien le adaptó una letra de su inspiración de acuerdo a la temática de la obra, letra que a su vez fue arreglada por mí y que creo del caso transcribir por haber sido recibida con beneplácito por el culto público y estar grabada además en el disco "ONIX" LP No. 50105 "FIESTA MONTUBIA" por el Cuadro Folklórico Montubio de mi direción, y cuyo título es "Viva Vargas Torres": Vargas Torres es el guía y es el ejemplo redentor, ) bis nosotros con él tendremos democracia en el Ecuador. ) bis 24.- Coreografía del Andarele. La danza del Andarele se inicia saliendo a escena las parejas sueltas en sucesión, tanto el varón como la mujer llevan el pañuelo verde en la mano derecha, que lo tremolan al viento, al mismo tiempo que flexionan el tronco del cuerpo sincronizando con los movimientos del brazo, la mano y el pañuelo en dirección a sus respectivas parejas. El paso del Andarele es a manera sensual, dos pasos y medio adelante y medio paso atrás, dando vueltas y adornándose a sí mismo y a la pareja con el pañuelo, descansado y apoyando el peso del cuerpo las mujeres en las caderas a semejanza del merengue dominicano. Una vez todos en escena, dan una vuelta completa al escenario, hasta quedar en una posición de una V con la abertura para el público. En esta posición danzan los bailarines levantando ambos brazos, tomadas las puntas de sus pañuelos con ambas manos, de tal forma que queden los pañuelos a la vista del público; en esta posición saltan ritmicamente al compás de la música: un dos, un dos, tres; cayendo siempre sobre sus talones con mucho brío y energía. Luego, el varón girando sobre sí mismo a gran velocidad taconea fuertemente en el suelo con el talón del pie derecho, mientras salta con el izquierdo, y con el brazo derecho hace girar rápidamente el pañuelo como molinillo a gran velocidad sobre su cabeza, mientras la mujer danza a su alrededor provocativamente tremolando su pañuelo y acentuando el ritmo de la danza con las caderas. Una vez realizadas estas figuras, las parejas inician una vuelta completa al escenario hasta quedar en línea recta frente al público en el foro. Conseguida esta posición y de acuerdo con el acompañamiento musical, todos los bailarines y bailarinas tomando sus pañuelos con ambas manos en alto, al máximo por encima de sus cabezas, avanzan saltando, siempre cayendo sobre sus talones hasta la boca del escenario, de ser posible hasta las candilejas, y una vez allí frente al público giran y hacen mutis por el lateral izquierdo con el paso original, por parejas seguidas en fila india; la mujer delante marcando el ritmo provocativamente con las caderas y el hombre en actitud implorante tras su pareja hasta el final.
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25. - La Caderona. La caderona, danza tradicional esmeraldeña, tiene como el Andarele pasos y coreografía propios; en ritmo acelerado de seis por ocho, salen a escena los bailarines y bailarinas violentamente y a gran velocidad; las mujeres por lateral izquierdo y los varones por lateral derecho, dando la vuelta completa al escenario independientemente los hombres y las mujeres, encontrándose briosamente los bailarines y bailarinas en el centro del escenario formando una media luna o semicírculo frente al público, danzan individualmente por parejas, dando vueltas sobre sí mismos tomados de las manos a gran velocidad. De esta posición parten para dar otra vuelta completa al escenario hasta quedar frente al público en línea recta en el foro, para iniciar un violento avance zapateando hasta las candilejas, de acuerdo con el montuno de la pieza, allí frente al público llega al clímax de la danza, y con gran euforia inician la retirada por lateral derecho las mujeres delante y los hombres detrás, por parejas, llevando los varones a las mujeres por la cintura tomada con ambas manos. Esta danza, como el Andarele, la recogí del conjunto típico esmeraldeño (Marimba), de Escolástico Solís en 1966; y he procurado mantener en ella sus pasos y coreografía originales. Así como el Andarele , la danza de la Caderona tiene su letra propia, que por lo regular se deja a la inspiración momentánea de los cantantes, es decir que los cantantes improvisan, manteniendo inalterable únicamente el estribillo que dice así: Caderona, caderona, caderona vení menéate, con tu cara de mate caderona vení menéate. Como en las presentaciones del Cuadro Folklórico Montubio, como en todo conjunto de proyección estética al culturizar las tonadas folklóricas (anónimas y no institucionalizadas), no es posible dejar nada a la improvisación, me he permitido adaptar una letra de mi cosecha a esta Caderona, que es como la presentamos nosotros y que está grabada en el disco "ONIX" LP No. 50129 “ALMA MONTUBIA", por el cuadro folklórico montubio de mi dirección: Caderona, caderona, caderona vení menéate, con tu cara de mate caderona vení menéate. Ay caderona, caderona, caderona meneá la bamba, con cunuco y con guasanga caderona meneá la bamba, Por las calles de Esmeraldas caderona meneá la bamba, al sonar de los cununos
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Caderona meneá la bamba. Ay caderona, yo te quiero, yo te quiero bailar malamba, al sonido de los cueros caderona meneá la bamba. Ya se va la caderona con su ritmo de sabrosura, ya que se va muy meneona perseguida por la gualgagura. El paso de la Caderona es similar al de la antigua Rumba cubana, moviendo los hombros y las caderas las mujeres sincronizadamente y los varones únicamente los hombros y la cabeza, sin cambiar el paso hasta llegar al montuno, en que lugar del paso sensual inicial, se pasa a un enérgico zapateado con gran brío y energía. 26.- Origen de los bailes esmeraldeños. A excepción del Bambuco y la Polka, la gran mayoría de los bailes esmeraldeños son de ascendencia africana: esto no debe extrañarnos puesto que propiamente en América no ha existido una verdadera música autóctona, tan es así que hasta el tango argentino es de ascendencia africana, pero que al venir dos generaciones de americanos, estos ritmos foráneos han pasado a ser parte del acervo musical propio americano; de allí la similitud entre los diversos bailes hispanoamericanos, que siendo un mismo el ritmo y compás, lo único que cambia es el nombre, pues el Carnavalito argentino en Bolivia se llama Huaino; el Cachullapi ecuatoriano es similar al Huapango mexicano; etc.. En lo referente a los bailes esmeraldeños nosotros encontramos similitud entre el Andarele y el Merengue dominicano y la Conga Haitiana; y de la Caderona con la antigua Rumba cubana. 27.- Los bailes manabitas. Al contrario de la provincia de Esmeraldas, en Manabí, prácticamente los bailes, tonadas y músicas tradicionales han desaparecido, pertenecen al folklore muerto, quizás remontándose en algunas localidades alejadas de las carreteras podría recogerse algo todavía vivo, pero lo creo dudoso, lo que podría recogerse quizás es de boca de ancianos o personas mayores que recuerden todavía tiendas, juegos de prendas, rondas y bailes, como el Florón, la Casiquilla, la Iguana, los Chigualos, la Caminante, el Baile del sombrerito, los Monos, etc,; esta provincia se ha culturizado y al igual que sus hermanas Guayas, Los Ríos y El Oro, han dejado a un lado lo tradicional, silenciando para siempre las tamboras de cuero de zaino y las flautas de caña gadúa, para dar paso al culto instrumento árabe: la guitarra. Esta falta de folklore social vivo, no ha sido obstáculo para que espíritus patriotas y soñadores como el de don Rodrigo Chávez González (Rodrigo de Triana) hayan reconstruído las danzas tradicionales manabitas como "La Iguana"; el "Amorfino" y el "Moño", también llamado “Agárrate que me agacho", tomando en consideración que don Rodrigo todavía alcanzó estas manifestaciones populares por haber radicado en diferentes localidades
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manabitas por los años 1927 y siguientes, en que por lo difícil de las vías de comunicación (recuérdese que para viajar de Guayaquil a Chone demoraba 3 y hasta 4 días), se mantenía todavía el costumbrismo localista en esas regiones. Es así que gracias a don Rodrigo Chávez González, quien las reconstruyó, podemos brindar a consideración del culto público las tradicionales danzas manabitas: “La Iguana”, “Amorfino” y “Moño”. 28.- La Iguana. La conservación de la música de La Iguana se debe a la preocupación patriótica de Manuel de Jesús Álvarez, compositor y folklorista chonense, quien estudió en la ciudad de Panamá, donde hizo sus estudios musicales, siendo un verdadero maestro del piano que leía y escribía la música, y siendo él mismo autor de bellas composiciones musicales. Esta música de la Iguana la recogí por indicación de don Rodrigo de Triana, del folleto Estudios folklóricos sobre el montubio y su música por Manuel de Jesús Álvarez, editado en la imprenta La esperanza de Chone en el año 1926, que reposa en la Biblioteca Municipal de Guayaquil, y que como ironía del destino no lo hay en la Biblioteca Municipal de Chone, ni siquiera sus familiares conservan un ejemplar, por lo que considero sumamente valioso el que reposa en la Biblioteca Municipal de mi querida ciudad; quizás es el único ejemplar que queda de la preocupación de un patriota y un artista como don Manuel de J. Álvarez, preocupado porque las nuevas generaciones conocieran la música típica de su provincia. 29.- La música de La Iguana. La música de La Iguana, según la versión única que se conoce debida a Manuel de Jesús Álvarez en su folleto "Estudios Folklóricos sobre el Montubio y su Música", está escrita en tonalidad de Fa Mayor, en compás de Dos por Cuatro, partitura completa para piano, con indicaciones para el acompañamiento imitando a la tambora, y con la letra, aunque incompleta para el canto; en mi estadía en Chone en marzo y abril de 1972, contratado por el Colegio Normal Eugenio Espejo de esa hermosa ciudad manabita, para preparar el conjunto folklórico de dicho colegio que, por mandato ministerial, tenía que intervenir en el Primer Concurso Nacional de Conjuntos Folklóricos Normalistas, en mayo de dicho año; recogí el resto de la letra de La Iguana, quedando definitivamente así: Si quieren saber señores, la virtud de las iguanas, ) bis pues se suben por el tronco y se bajan por las ramas. )bis Estas malditas iguanas se han comido mi jabal, y ahora tengo el trabajo de volverlo a resembrar ) bis Si quieres comer iguanas, vamos al platanal, )bis que con los rayos del sol 638
se salen a calentar. ) bis Si quieres comer iguana, por qué no me dijiste, que en mi casa tenía una ¿por qué no te la comiste? )bis 30.- Coreografía de "La Iguana'" Los pasos de baile y la coreografía de La Iguana son reconstruídos por don Rodrigo de Triana, quien de acuerdo a lo que él todavía alcanzó en su estadía en la provincia de Manabí, por los años de la década de 1920 a 1930, montó esta danza, la primera con que inició sus ensayos el Cuadro Folklórico Montubio en el año de 1965. Esta danza se inicia estando colocado los bailarines y bailarinas en el escenario, por parejas, hombre y mujer; puede hacerse el número par o impar de parejas, de ser impar, tendríamos una pareja central al fondo del escenario dispuestas en forma de V con la abertura hacia el público. Al iniciarse los primeros acordes de La Iguana, la pareja central avanza caminando airosamente al compás de la música hasta la boca del escenario, saludando ceremoniosamente con una profunda venia al público y regresando a su puesto, mientras las otras mujeres separándose de sus respectivas parejas avanzan al centro del escenario y se saludan con una venia, mientras la pareja central comienza a bailar en su propio terreno. Regresan las "montubias" a sus puestos y es ahora los varones quienes se desplazan al centro del escenario para saludarse con una apretón de manos entre sí, regresando donde sus compañeras y danzando con ellas girando, ellos con el brazo izquierdo ciñendo el talle de su compañera y sacando su machete con la mano derecha, manteniéndolo en alto, mientras las "montubias" danzan con ellos tomándolos con una mano del hombro y con la otra el ruedo de sus polleras con mucha gracia. Cada cuatro compases de danza los hombres se separan de sus compañeras para trabarse en duelo a machete entre sí, siendo separados la primera vez por sus compañeras; luego de cuatro compases de danza, los varones se desplazan al centro del escenario y con sus machetes por debajo del cual pasan danzando la pareja central y "las montubias" para una vez realizado el paso de todos trabarse nuevamente los macheteros en duelo criollo, siendo separados nuevamente por sus compañeras, formando una línea recta frente al público los hombres tras las mujeres, para luego voltear el cuerpo de las mujeres quedando frente a los varones, retrocediendo los "montubios" al compás de la danza hasta el foro, en donde tomando las mujeres los machetes se colocan tras los hombres simulando darles de machetazos en la espalda; y siempre al compás de la música avanzan hasta la boca del escenario, para luego bajar nuevamente al foro, siempre los hombres perseguidos por las mujeres, para una vez estando todo el cuerpo de baile en línea recta en el foro del escenario, de frente al público, iniciar una disputa por la posesión del machete, saliendo triunfantes los varones que recuperan su arma y la guardan en su vaina. Todos estos movimientos deben coincidir con la música, pues una vez recuperado el machete todos cantan la letra de La Iguana con mucha gracia y picardía; avanzando hasta la boca del escenario en los compases de intro-
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ducción para la tercera estrofa, cantando ésta y la cuarta estrofa, para iniciar de inmediato una vuelta completa al escenario por parejas: las mujeres delante y los hombres detrás; hasta quedar nuevamente en línea recta frente al público, iniciando entonces un enérgico zapateado las bailarinas, mientras los bailarines tras ellas con sus machetes simulan el acto campesino de la "socola" o roza por el lapso de cuatro compases musicales, para de inmediato juntarse a sus parejas zapateando también y rodeándolos el talle con el machete tomando con la mano derecha de la empuñadura y con la mano izquierda de la hoja, asi mismo durante cuatro compases musicales, para luego dando un paso atrás los varones, iniciar una vuelta al escenario, guardando sus machetes y desanudando los pañuelos. Esta vuelta es simultánea, tanto los hombres como mujeres; los varones por la izquierda y las señoritas por la derecha, que también han desanudado sus pañuelos y todos con los brazos en alto, bien extendidos los pañuelos, de tal forma que el público pueda apreciar el color de los mismos, luego de dar la vuelta completa al escenario, quedan los varones y mujeres frente a frente danzando en su propio terreno a los costados del escenario, al pie de los "rompimientos" o "bambalinas"; para ir paulatinamente desprendiéndose cada uno de su grupo y tomándose de las manos en el centro del escenario forman una línea recta giratoria a la que se van adhiriendo por parejas formando las bailarinas con sus pañuelos la bandera de Guayaquil y los varones la bandera del Ecuador. Una vez que se han adherido, todos formando las dos banderas, se rompe la línea quedando las "montubias" delante de los "montubios", arrodillándose éstas, pasando los varones danzando en su derredor y luego levantándolas del talle, para iniciar una última evolución alrededor del escenario y entrando tras bastidores por parejas, terminando en esta forma la danza de La Iguana. 31.- EL AMORFINO. Así como "La Iguana", el hecho de haber llegado hasta nosotros la letra y música del ''Amorfino'', se debe al músico y folklorista chonense don Manuel de Jesús Álvarez, habiéndola recogido por indicación de don Rodrigo de Triana del folleto "Estudios Folklóricos sobre el Montubio y su Música" ya mencionado anteriormente, aquí y por indicación de Rodrigo, por ser muy corto el Amorfino, le añadimos la música y la letra de la "Caminante", haciendo una sola pieza musical de las dos, por ello es la única pieza que cambia de tono, pues el Amorfino está escrito en la tonalidad de Do Mayor y la Caminante en la tonalidad de Re Menor. Estos arreglos no deben llamar la atención, pues todo músico, y con mayor razón si es folklorista, sabe que al culturizar una tonada, lo importante es presentarla en tal forma que agrade al culto público, cuidando conservar en el "arreglo" la mayor fidelidad posible al original, a esta pieza musical que es la unión del ''Amorfino'' y la "Caminante" recogidas por Manuel de J. Álvarez ya mencionado la intitulamos ''Amorfino no seas loco". 32.- LETRA Y MUSICA DE "Amorfino no seas loco". La primera parte de ''Amorfino no seas loco", como ya hemos dicho está compuesta en la tonalidad de Dos por Cuatro; y la segunda parte en la tonalidad de Re menor y compás igual de Dos por Cuatro, siendo su letra la siguiente: 640
Amorfino no seas loco y aprende a tener vergüenza, la que te quiso querela, la que no, no le hagas fuerza. Tu madre está en París, tu padre está en batalla, el día que te vayas no me dejes de escribir consuélame con tus letras para yo poder vivir. Esta pieza está grabada por el Cuadro Folklórico Montubio de mi dirección en el disco ONIX LP No. 50129 "ALMA MONTUBIA". 33.- Coreografía de "Amorfino no seas loco". Los pasos y coreografías de “Amorfino no seas loco” fueron montados por Rodrigo de Triana, de acuerdo, según él manifiesta, a lo que recordaba haber visto en las fiestas de campo de la provincia de Manabí en los años de su primera estadía en dicha provincia en la segunda década del presente siglo; y es la siguiente: dispuestas las parejas en forma de V en el escenario, al iniciar los primeros compases las bailarinas y bailarines danzan en su propio terreno golpeando el suelo con el pie derecho, como cargando todo el peso del cuerpo hacia este lado luego al izquierdo, así sucesivamente. Luego, las bailarinas cantan solas la primera parte, o sea el estribillo, increpando a los varones y éstos contestan cantando la segunda parte; terminando lo cual, cambian las mujeres de pareja cruzando el escenario en busca del compañero que tienen al frente. De inmediato danzan cuatro compases tomados de la cintura, para luego el varón desenvainar su machete y simulando cortar algo al ras del suelo, su compañera salta sobre el machete al momento que éste toca el suelo. Esta figura se repite cuatro veces seguidas, para pasar al "punta y talón", seguido de "la puerca raspada", que consiste el primero en dar pasos alrededor de la pareja tocando el suelo un pie con la punta y el otro con el talón; y "La puerca raspada": dar pasos golpeándose las pantorrillas, con el empeine del pie; durando estas figuras el lapso de cuatro compases musicales cada una, para luego tomarse de la cintura e iniciar la retirada dando una vuelta completa al escenario por parejas, haciendo mutis por lateral derecho. . 34.- "El Moño" o "Agárrate que me agacho". Es un baile manabita, así como “La Iguana” y el “Amorfino no seas loco”, montado por don Rodrigo de Triana, la pieza musical que utilizamos es el "Moño", "Celos", letra de J. Toral del Pozo y música de Manuel de Jesús Álvarez. Los pasos y coreografía son reconstruidos como ya hemos dicho por Rodrigo de Triana de acuerdo a lo que vio en sus giras por la provincia de Manabí cuando todavía en algunas localidades campesinas manabitas se interpretaban estas danzas. 35.- Letra y Música del moño "Celos". El Moño o "Agárrate que me agacho" Celos, es una jocosa composición musical en tonalidad de Sol mayor y compás de Dos por Cuatro, cuya letra es la siguiente: Tengo celos, tengo envidia del agua clara del río. (hablado) Agárrate.
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Que cuando vas a bañarte te acaricia a su albedrío. (hablado) Agárrate. Te humedece, te refresca, te da sensación de frío (hablado) Agárrate. Y yo pienso a todas horas en mi loco desvarío: que no pueda hacerte nada, seré yo menos que el río. El moño "Celos" está grabado en disco "ONIX" LP No. 50129 "ALMA MONTUBIA", por el Cuadro Folklórico Montubio de mi dirección. 36.- Coreografía del "Moño" o "Agárrate que me agacho". Con los primeros compases salen las parejas en fila india hasta ponerse en línea en la boca del escenario, en donde saludan al público con una profunda venia, dando luego un giro y encolumnados dar vueltas al escenario, una pareja tras otra, y los varones tratando de coger la pierna de las mujeres por el tobillo al grito de: Agárrate, saltando ella dando la vuelta rápidamente y gritando: “Ay”. Quedando al término de la primera parte de la música y comienzo del estribillo en forma de media luna frente al público, cruzando los varones entre sí, dando las vuelta alrededor de la pareja contraria; para iniciar otra vuelta completa al escenario, los "montubios" tras las "montubias" e iniciar un cambio de manos formando una ronda en el centro del escenario, para volver a la posición de media luna, al repetir el tema del agárrate, en que los varones tratan de coger las piernas (por el tobillo) a sus compañeras, primero por delante luego por atrás y por delante nuevamente. Tomándose todos de la mano hasta quedar en línea e ir haciendo mutis al compás de la música por lateral derecho. Los pasos y coreografía del moño o agárrate que me agacho, fueron montados por Rodrigo de Triana en el año 1966. Los de La Iguana y Amorfino no seas loco fueron escenificando en 1965, por Rodrigo mismo, pues estos dos: "La Iguana" y “Amorfino no seas loco” fueron, junto con el “Alza que te han visto”, los tres únicos bailes con que inició sus actuaciones el Cuadro Folklórico Montubio el 23 de noviembre de 1965. 37.- Origen de los bailes manabitas. Los bailes manabitas son de una clara ascendencia europea, posiblemente venidos de la península Ibérica hasta Buenos Aires y de allí cruzando los Andes Chilenos a Santiago y luego a Lima, que fue durante la colonia la distribuidora de los bailes, músicas y canciones de la época, para pasar a las costas de Manabí y tomar carta de naturalización al cantarlas, bailarlas y vivirlas, generaciones de manabitas que las han conservado hasta la fecha, y como en el caso del folklorista y compositor chonense Manuel de Jesús Álvarez, con celo patriótico digno de reconocimiento plasmarlas en el papel pautado para conocimiento de las generaciones futuras. 642
38.- Los bailes riosenses. Según Rodrigo de Triana, los bailes tradicionales de la provincia de los Ríos son: el ''Alza que te han visto" y la "Contradanza", que pertenece al folklore muerto como ya hemos dicho en el numeral 28; pero que el Cuadro Folklórico Montubio al presentarlos en sus funciones los ha salvado del olvido. 39.- El "Alza que te han visto". El ''Alza que te han visto", de acuerdo con la descripción de Rodrigo de Triana, es un baile de origen colonial, que acostumbraban ejecutarlo los arrieros en la ciudad de Bodegas (Babahoyo) a mediados del siglo pasado, cuando no existía otro medio de comunicación entre Guayaquil y Quito que la carretera García Moreno o Vía Flores, como también se las llamaba. De allí subió a la Sierra, como la mayoría de las tonadas de antaño, popularizándose en esta región. 40.- Letra y música del "Alza que te han visto". El Alza que te han visto" es una alegre danza en compás de dos por cuatro en la tonalidad de Fa mayor; de autor anónimo tanto en letra como en música, por lo tanto folklórica ciento por ciento; y cuyos versos son los sigientes: Alza y alza que te han visto, no te han visto, visto nada; sólo, sólo te han visto la enagua, enagua bordada. De los dos que están bailando si me dieran a escoger, yo, como más inocente, escogiera la mujer. Ya salieron a bailar la rosa con el clavel la rosa regando flores y el clavel a recoger. La chica que está bailando se parece a Santa Rita, y el galán que la acompaña parece ánima bendita. Del cielo cayó un pintor para pintar tu hermosura y al ver tu cara tan linda se le cayó la pintura. Ya salieron a bailar, etc. Río arriba, río abajo, río de la Magdalena, que fiero ha sabido ser amores en tierra ajena. El montubio es caradura la montubia es primorosa, si me dieras una rosa yo te daré mi ternura. Ya salieron a bailar, etc. El ''Alza que te han visto" está grabado en disco "ONIX" LP No. 50105 "FIESTA MONTUBIA", por el grupo folklórico de mi dirección.
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41.- Coreografía del "Alza que te han visto". Los bailarines y bailarinas se sitúan en línea frente a frente a los costados del escenario, iniciando la danza avanzando cruzándose entre sí cuatro veces; luego evolucionan hasta quedar frente al público: las mujeres delante y los hombres detrás. Baten palmas los varones y las chicas se voltean y danzan alegremente dando la vuelta tomados de la máno, cambiando éstas por cuatro ocasiones, para de inmediato dar una vuelta completa al escenario y formar una rueda en el centro del mismo. Allí, mientras todos baten palmas, una por una todas las parejas, a su debido tiempo y por turno, danzan alegremente en el centro de la rueda tomados de la cintura hasta que una vez todas las parejas han danzado en el centro de la rueda turnándose, iniciar otra vuelta al escenario hasta quedar las bailarinas en la boca del mismo, zapateando enérgicamente, mientras los varones zapateando también las galantean y tomándolas de la cintura a dos cm. los sombreros por lateral derecho. 42.- La contradanza. La contradanza es un baile de origen europeo, inglés, para ser exactos, pues su nombre castellano de contradanza proviene del idioma inglés country dance, o sea danza o baile campestre, esta danza se practicaba en los campos de Inglaterra y de allí pasó al continente, primero a Francia y luego a España a través de los Pirineos y a América con los conquistadores y colonos peninsulares. La contradanza que presenta el Cuadro Folklórico Montubio es una del siglo pasado que intitula "Rosalía", facilitada por obtener de ella una fotocopia por la distinguida dama guayaquileña Sra. Esperanza Matéus de Peña, a don Rodrigo de Triana, en el año 1966, cuyo autor firma con las iniciales A.B.C. y que carece de letra. 43.- Música de la contradanza "Rosalía". La contradanza "Rosalía", está escrita en compás de Tres por Cuatro la introducción, seis por ocho el estribillo; en la tonalidad Fa mayor. 44.- Coreografía de la contradanza "Rosalía". Al iniciarse los primeros compases de la contradanza, salen al escenario los bailarines encolumnados por parejas, saludando al público con profunda venia, quedando de frente al respetable y volviendo a saludar nuevamente con profunda inclinación, varones y mujeres tomados de la mano, para luego soltarse y danzando con elegancia, distanciarse los varones de sus parejas en sentido de profundidad, para avanzar a ocupar los vacíos que dejan las bailarinas entre sí, esto por cuatro veces, para la señal de una palmada de los varones dan vueltas las mujeres y tomados de las manos danzan girando y cambiando de manos por cuatro veces, para después, frente a frente, iniciar los cruces de varón y mujer saludándose entre sí; los varones con el sombrero y las mujeres provocativamente en gesto muy femenino de coquetería, estos cruces se ejecutan cuatro veces también, terminados los cuales se toman las parejas de las manos e inician una vuelta al escenario hasta formar una rueda, que la cierran completamente tomándose todos las manos cruzadas sobre sus propios cuerpos, girando en derredor y
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uniéndose y separándose rítmicamente al compás de la música, con mucha gracia y picardía. Rompiendo la rueda después de cuatro compases, únicamente del lado de la bailarina más graciosa, continuando tomados de las manos y avanzando y retrocediendo del foro a las candilejas por dos veces e iniciando el mutis por lateral izquierdo siempre con mucha gracia y saludando con simpatía en acto de despedida la bailarina que ha quedado al extremo de la fila con la mano que le queda libre hasta entrar entre bastidores. 45.- Origen de los bailes riosenses. Como en el caso de los bailes manabitas, los bailes riosenses son de una clara ascendencia europea, lo cual no debe extrañarnos, pues la totalidad de los bailes y canciones hispanoamericanos tienen este origen, cuando no africano, como en el caso del tango argentino y el Folklore Incaico ecuatoriano. 46.- Los bailes guayasenses. En la provincia del Guayas tenemos "Er galope, el "Corre que te pincho" y el ''Amorfino guayaco", todos ellos pertenecientes al folklore muerto, pero que han sido actualizados gracias a Rodrigo de Triana, que los montó con los jóvenes del Cuadro Folklórico Montubio de mi dirección. 47. - "Er Galope". La música y letra de ''Er Galope" fue recogida por Rodrigo de Triana en el Recinto El Mate, del cantón Daule, en la provincia del Guayas, de boca de don Juan Rugel, patriarca manteño, quien se la dictó y tarareó indicándole además el paso de baile y las evoluciones dancísticas del mismo. Don Rodrigo de Triana, se valió de la distinguida Profesora y concertista Srta. Zulema Blacio Galarza para perennizarla en el papel pautado. Algunos opinan que el paso de esta danza tiene relación con el galopar de los caballos, pero para mi concepto creo sea quizás una derivación del "Galope", antigua danza francesa, muy en boga a principios del siglo pasado, traída por los ricos hacendados que una vez independizados estos pueblos de España hicieron de París el lugar favorito de su residencia y de la educación de sus hijos. 48. - Letra y música de "Er Galope". "Er Galope" es una alegre danza en tonalidad de Mi mayor y en ritmo de Dos por cuatro, de autor anónimo, tanto su letra como su música, habiendo llegado hasta nosotros según lo explico en el numeral anterior; y su letra es la siguiente: A mí no me gusta el cauje, ni tampoco el camister, ni la guayaba cajer ni la ciruela tampoco, por ahí dicen que el melón es el rey de la fruta; el plátano a mí me gusta verde, amarillo y pintón. Me dices que no me quieres porque soy de clase baja,
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si quieres querer a reyes cuatro tiene la baraja, echa la cabuya al agua, dale vuelta al guayacán: Verás las cosas del mundo que alrevesadas están. “Er Galope" está grabado por el grupo folklórico de mi dirección en el disco "ONIX" LP No. 50105 "FIESTA MONTUBIA". 49.- Coreografía de "Er galope". Con los primeros compases salen a escena los bailarines por lateral derecho y las bailarinas por lateral izquierdo encolumnados en fila de uno en fondo, con el característico paso brincadito de esta danza, dando una vuelta completa al escenario, cuidando que las bailarinas lo hagan siempre de preferencia hacia el público; terminado lo cual quedan frente a frente los bailarines en un costado y las bailarinas en el otro, cruzándose entre sí cuatro veces, terminada esta evolución, dan otra vuelta completa al escenario, para quedar en la misma posición que la primera vez y volviendo a cruzarse de lado nuevamente otras cuatro veces y volver a dar otra vez una vuelta completa al escenario y volver a cruzarse nuevamente por cuatro veces consecutivas, esta vez de frente; volviendo a dar otra vuelta completa al escenario y encontrándose en el centro de éste, tomarse de la mano por parejas y hacer mutis manifestando gran alegría. 50.- El "Corre que te pincho" EL "Corre que te pincho", al igual que "Er Galope", fue recogido por Rodrigo de Triana, quien no recordaba la fuente de la cual lo tomó, posiblemente quizás del cantón Yaguachi o algún otro lugar de la provincia del Guayas, habiéndome tarareado varias veces, a la vez, se la dicté al maestro Custodio Sánchez Meza, quien la perennizó en papel pautado. Esta danza fue montada por Rodrigo de Triana para la comedia musical "Los lanceros de Daule", que se estrenó con motivo del sesquicentenario de la independencia de Guayaquil en el antiguo Teatro Olmedo de esta ciudad, en función nocturna del día 6 de octubre de 1970. El "Corre que te pincho" es prácticamente una Jota, su origen es remoto y pertenece por lo tanto al folklore muerto, revivido gracias a la preocupación de Rodrigo de Triana. Por esta razón, el maestro Custodio Sánchez la denominó como Jota Montubia; lo cual no debe extrañarnos, pues el mismo ritmo de jota es muy común en nuestro país, al que los interesados en el andinismo han bautizado como Albazo, tal el caso del conocidísimo "La Naranja" cuyos primeros versos son: ''La naranja nació verde y el tiempo la maduró", etc., que es una jota serrana. Quienes algo conocemos de música sabemos que los ritmos en realidad son muy pocos; y, que lo único que se hace cada cierto tiempo es cambiarles de nombre. Tal es el caso de los ritmos tropicales que en la actualidad se les denomina "Salsa", pero salvo alguna que otra innovación en los arreglos, en la misma música tropical de siempre. 51. - Letra y Música de "Corre que te pincho".
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La letra y música de "Corre que te pincho" al igual que de "Er Galope", es de autor anónimo, lo mismo que su música; habiendo llegado hasta nosotros por tradición oral. El compás del "Corre que te pincho" es de Tres por Cuatro y su tonalidad es de Mi bemol mayor; siendo su letra la siguiente: Corre que te pincho, que te coje el toro con la muchachona que te guiña el ojo, y si te pincha la suegra es un loro que habla por los codos y te deja cojo. Corre, corre, corre, que me hago toro; con la muchachona que te guiña el ojo. El "Corre que te pincho" está grabado en disco "ONIX" LP No. 50129 "ALMA MONTUBIA" por el Cuadro Folklórico Montubio de mi dirección. 52.- Coreografía del "Corre que te pincho"'. Salen alegremente a escena los bailarines y bailarinas por parejas, quedando de frente al público en forma de media luna, cruzándose entre ellos haciendo el ademán de astados las señoritas y los jóvenes esquivándolas a la manera de los toreros, por cuatro veces, para luego iniciar una vuelta al escenario y desprendiéndose de sus respectivas parejas, los varones saludan entre sí por cuatro veces consecutivas, volviendo al tema del esquive a las bailarinas que simulan astas con las manos, para luego zapatear enérgicamente e iniciar una última vuelta al escenario despidiéndose los varones con sus sombreros. 53.- El Amortino guayaco. El Amorfino guayaco es una denominación creada por mí, pues Amorfino para el montubio significa: baile, canto, fiesta, farra, música en general, cualquiera que sea su ritmo. Para mayor claridad diré que para el campesino costeño Amorfino puede ser un tango, san juanito, rock and roll, valse, pasillo, cueca, etc. Por esta razón, al crear Rodrigo de Triana una coreografía para el Amorfino ''Alborada'', cuya letra y música corresponde al compositor contemporáneo Virgilio Cornejo Falquez, se me ocurrió llamarlo amorfino guayaco para diferenciarlo del amorfino "Tus ojos" de la autoría del compositor chonense ya fallecido Manuel de Jesús Álvarez, con letra de Rodrigo de Triana, al cual bauticé como Amorfino manaba para diferenciarlos, pues el ritmo musical es distinto, por estar escrito "Tus ojos", de Rodrigo de Triana y Manuel de J. Álvarez en compás binario de Dos por Cuatro, y el amorfino ''Alborada'', de Virgilio Cornejo Falquez, en compás ternario de Tres por Cuatro. Queda aclarado pues que Amorfino no es un ritmo musical, por eso los he diferenciado: ''Amorfino guayaco" alegre y retozón compás de Tres por Cuatro; y, ''Amorfino manaba", romántico y soñador ritmo de Dos por Cuatro. 54.- Letra y Música del amorfino guayaco "Alborada"'. El amorfino guayaco ''Alborada'', letra y música del compositor contemporáneo
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Virgilio Cornejo Falquez, está escrito en compás de Tres por Cuatro y en tonalidad de Mi bemol mayor, cuya letra es la siguiente: Mi sombrero y mi cotona yo los visto con honor, porque expresan de mi raza su grandeza y tradición. Mi machete y este poncho acreditan mi valor, y si alguno lo dudara yo se lo puedo probar. Coro: Soy, soy, soy, soy, soy, Solista: Como el cielo claro y ancho de mi tierra tropical. Coro: Soy, soy, Solista: Como el agua de mis ríos que cantando alegre van. Coro: Soy, etc. Solista: Soy vaquero en mi monta, soy derecho pa enlazar. Coro: Soy, etc. Solista: Soy amigo de mis ríos, de mis campos y del sol. El amorfino guayaco "Alborada" está grabado en disco "ONIX" LP No. 50105 "FIESTA MONTUBIA" por el grupo folklórico de mi dirección. 55.- Coreografía del amorfino guayaco "Alborada". Al grito de "Viva la santa", que es coreado por todos los bailarines, salen violentamente a escena danzando tomados de la mano, colocándose frente al público en forma de V; con la abertura para el respetable. En esta posición danzan alegremente, dando vueltas sobre sí mismos, cambiando de manos, primero las mujeres, luego los hombres y por último ambos danzarines: hombre y mujer simultáneamente, hasta llegar al estribillo, en que los varones forman una línea en el foro y las señoritas otra fila en la boca del escenario, avanzando hasta ellas los varones cantando el estribillo: soy, soy, etc. Haciendo un "tutti" final todos al pie de las candilejas en forma apoteósica. 56.- Origen de los bailes guayasenses. Como los manabitas y riosenses, los bailarines guayasenses son de una clara ascendencia europea, pero desde luego con el sabor criollo propio de su vivencia por muchos años en estos lares. 57.- El baile orense. En la provincia de El Oro, de acuerdo con los estudios efectuados por Rodrigo de 648
Triana, tenemos la polka orense o polka montubia, que es una derivación de la polka europea, lo cual no debe extrañarnos por cuanto en el vecino país del sur: El Perú, se cultiva mucho este ritmo de polka, y está considerado como nacional por su vivencia entre ellos, es por esta razón que en la ciudad de Lima hemos tenido la oportunidad de escuchar polkas peruanas, acompañadas por conjuntos musicales típicos en que intervienen trío de guitarras, cajón y palillos (castañuelas), que por lo regular son tocadas por el cantante del grupo. Rodrigo de Triana montó con el Cuadro Folklórico la polka "Los traviesos" del compositor arenillense Mauro Matamoros; y yo, para incorporar esta pieza en la comedia musical de Rodrigo de Triana, "Machete, garabato y corazón", que se estrenó en el sensiblemente desaparecido Teatro Olmedo de Guayaquil, el 3 de diciembre de 1968, le adapté una letra de mi cosecha, para seguir el tema de la obra; grabándola en el mes de julio de 1973 en el disco "ONIX" LP. No. 50105 ''FIESTA MONTUBIA" con el nombre de "General Serrano", personaje histórico sobre el cual gira la obra "Machete, garabato y corazón"; y que salió a conocimiento del público en octubre de dicho año. 58.- Letra y Música de la polka orense "General Serrano". La música de la polka orense "General Serrano" fue compuesta, como ya dije en el numeral anterior, por el compositor arenillense recientemente fallecido Mauro Matamoros, con el nombre de "Los Traviesos", en compás de Dos por Cuatro; en la tonalidad de Si bemol mayor la primera parte y en Fa mayor el estribillo; al tomarme la libertad, con autorización del autor, de incluirla en la comedia musical "Machete, garabato y corazón", le adapté la siguiente letra que me pertenece: Ha sonado la hora ya de luchar por la libertad, la provincia El Oro está en pie, con decisión y con fe; hay que terminar con la opresión y que impere la razón, por eso nosotros con pasión proclamamos con emoción: Viva Manuel Serrano, nuestro caudillo y nuestro hermano Viva Manuel Serrano, que a la victoria nos llevará. Ha sonado la hora ya de luchar por la libertad, la provincia El Oro está en pie con decisión y con fe, hay que terminar con el dolor
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que impera en Ecuador y hoy juramos por nuestro honor: que lucharemos con ardor. La provincia de El Oro no puede faltar, a la cita triunfal por la libertad; y por eso nosotros estamos aquí siguiendo a Serrano que al triunfo nos llevará 59.- Coreografía de la polka orense "General Serrano". Salen las parejas majestuosamente a escena saludando al público con una profunda reverencia, luego de lo cual inician la danza tomados de las manos con el paso característico de esta danza, para enseguida dar una vuelta completa al escenario y quedar frente al público en forma de media luna, con la abertura para el respetable; y, en esta posición, dar vueltas sobre sí mismos cambiando de manos; pasando luego a bailar por parejas, dando rapidísimas vueltas, haciendo mutis por lateral derecho a gran velocidad. 60.- Origen del baile orense. Igual que sus hermanas Manabí, Los Ríos y Guayas, el baile orense es de ascendencia europea, y no podía ser de otra manera, ya que estas cuatro provincias formaron el antiguo Departamento de Guayaquil; y, concretándose a la polka orense, según Rodrigo de Triana, esta danza se popularizó al ver los peones de las haciendas orenses bailar a sus patronos que la trajeron de Europa. Cambiando un poco sus figuras y viviéndolas a su manera, pasó a ser parte del folklore dancístico de esta provincia.
CONCLUSION Estos son, a grandes rasgos, algunos de los bailes costeños reconstruídos por don Rodrigo Chávez González (Rodrigo de Triana), para el Cuadro Folklórico Montubio de mi dirección, dejando para otra ocasión la descripción del "Baile del sombrerito", "La suerte del gallo", "Amorfino manaba", y algunos más recogidos y montados por Don Rodrigo y por mí, que las hemos presentado en los escenarios e incluso su letra y música las hemos grabado en los discos de larga duración marca "ONIX" LP No. 50105 "FIESTA MONTUBIA" y No. 50129 "ALMA MONTUBIA", que distribuye la firma Almacenes de Música J.D. Feraud Guzmán. Creo del caso recordar en esta oportunidad las palabras del distinguido etnólogo y folklorista Prof. Alfredo Costales Samaniego y su digna esposa Sra. Lcda. Piedacita de Costales, con quienes tuve la oportunidad de departir en diversos actos de proyección estética nacional, en las inolvidables festividades de la fundación de Quito, en diciembre de 1966, quienes me dijeron que "lamentablemente todo un inmenso tesoro de danza, costumbres y más manifestaciones de cultura popular se está perdiendo irremisiblemente en la provincia del Guayas, al no preocuparse nadie por ir a estudiarles en Juntas, Colonche, Sacachún y más 650
parroquias, Sacachún y más parroquias, recintos y localidades de esa parte de su provincia". Ojalá que en el futuro las entidades culturales oficiales de nuestra provincia, dejando a un lado la cursilería y el extranjerismo, vuelquen su inquietud por la indagación científica, tal como la recomiendan los esposos Costales Samaniego, y que ojalá no sea ya demasiado tarde.
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SERGIO LEON ASPIAZU Y SUS OBRAS
SERGIO LEON ASPIAZU La imagen y el recuerdo de SERGIO LEON ASPIAZU están muy en lo profundo de mi corazón. Y diré por qué: Fluminense, nacido en Guare de Baba; orgulloso -como pocos- de su estirpe; cultor y amante del floklore; dueño de una tertulia insuperable, salpicada no sólo con haces de inteligencia sino con profundas reflexiones extractadas de sus lecturas vastas y de una infinita sabiduría popular; hombre abierto al diálogo, generoso de alma y de recursos: a la par que abría su espíritu, abría sus manos siempre llenas. Dotado de un irreemplazable sentido nato del humor: de sus labios y sus ojos desprendíanse con espontaneidad "perlas" que sólo a él podrían habérsele ocurrido. Hombre grande en toda la extensión de la palabra; grande y bueno; grande y sin barreras, y cuya voz aún resuena en mis oídos cuando montado en un caballo blanco recorría "Casa Vinces" para dar instrucciones a su gente, que le obedecía con respeto y con cariño. SERGIO LEON ASPIAZU, quizás uno de los últimos patriarcas de Los Ríos, eso debe ser para nosotros- como un Martín Fierro arrancado, no de la pampa argentina, sino de los bosques vinceños o de las montañas de Baba o de los ríos de ese trocito de Costa, en donde él se yergue entre las sombras, para dicha de quienes lo conocimos y queremos y para honra del suelo que lo cobijó. En la publicación de estas páginas de su autoría y correspondiendo a un pedido de su viuda, doña Argentina Feraud de León, diré por qué no lo he olvidado: entre él y mi padre, D. Justino Cornejo, hubo un afecto de hermanos que se transmitió a sus hijos; entre él y mi padre hubo caminos paralelos en aquello del culto al terruño y en aquello de una búsqueda constante de una identidad nacional. Hablar de Sergio León Aspiazu es como si hablara de mi padre: por eso mi recuerdo para él es fresco como fresca está la herida que quedó abierta con su muerte. AB. MARIGLORIA CORNEJO COUSIN
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SERGIO LEON ASPIAZU NOMBRES: Sergio Edgardo León Aspiazu LUGAR DE NACIMIENTO: Parroquia Guare del Cantón Babahoyo Provincia de Los RÍos. FECHA DE NACIMIENTO: Junio 6 de 1906. PADRES: Señor Oscar León Mosquera y Señora María Aspiazu Ramírez. De origen cuencano, el primero, emparentado con familias de mucha cultura, entre los que se cuentan los Mosquera Corral- Cordero y León, etc., afincándose inicialmente en el Cantón Vinces y luego en Baba, en razón de sus actividades comerciales y también agrícolas, contrayendo matrimonio con doña María Aspiazu, con quien procrearon nueve hijos: Ricardo, Nilo, Saadi, María Antonieta, Nelly, Aracely, Sergio, Oscar Gabriel y Rosita León Aspiazu. HIJOS: De su primer matrimonio con doña Sara Guerrero Rosado, le sobreviven sus hijos Carol, Douglas, Ileana y Miriam. Posteriormente, contrae segundas nupcias con doña Argentina Feraud Aroca, con quien procrea a su único hijo, Sergio José D. León Feraud. SU VIDA: Su espíritu, sus vivencias, acaso demasiado superiores o incomprendidas para la etapa terrenal en la cual sufrió, triunfó y legó los mejores y mayores recuerdos para sus familiares y amigos, al igual que para sus compatriotas, son perennes y constan en las páginas de la cultura y folclor ecuatoriano. Desde muy niño fue inquieto y verdaderamente superior, cuando estudiaba enviado por sus padres al único colegio salesiano en Guayaquil, se escapaba para cantar y versificar con sus mejores amigos. Luego, en sus vacaciones, en la hacienda de sus padres, enamoraba a una doncella gitana de un circo de la época y se escapaba con ella ignorando los riesgos. Cuando se inició la primera Cabalgata montubia desde Vinces a Guayaquil, con ocasión del Día de la Raza, participó en ella y así fue conocido como Sergio El Montubio de Guare, como lo narra Rodrigo Chávez González en sus crónicas de Guayaquil. Como Senador de su Provincia, conjuntamente con el Doctor Mauro Velásquez y su hermano Oscar Gabriel, que también fue legislador, a más de participar en la Asamblea Nacional Constituyente en 1944, fueron los gestores de que la Ciudad de Babahoyo sea declarada Capital definitiva de la Provincia de Los Ríos. Fue un próspero agricultor y uno de los iniciadores del cultivo bananero en el Ecuador, en donde hizo fortuna, la cual perdió por las políticas agrarias que siempre descuidaron el sector 654
agrícola, y que luego recuperaría. Fundador de la Asociación Nacional de Bananeros del Ecuador (ANBE), de la extinguida Asociación Nacional de Hijos de Los Ríos, de la Federación Nacional de Bananeros del Ecuador (FENABE), siendo su presidente. Además fue Vicepresidente del Concejo Cantonal y Miembro de la Sociedad Bolivariana. Su Filantropía y conocimiento de la problemática social lo llevaron a efectuar una de las mayores donaciones de tierras agrícolas efectuadas en la Costa Ecuatoriana en favor de los campesinos que laboraban en su Hacienda "Casa Vinces", quienes constituyeron en memoria de su esposa fallecida la Cooperativa Agrícola Sara Guerrero de León Aspiazu. Recibió la Condecoración al Mérito de la Reforma Agraria otorgada por el Gobierno Militar de entonces. Su actual esposa, doña Argentina Feraud de León, tomó la ardua tarea de concluir la crianza y formación académica de su último hijo Sergio José D. León Feraud, agrónomo graduado en la Escuela Agrícola Panamericana Zamorano. Así también, doña Argentina recogió de sus apuntes y escritos, versos que cantan aspectos de su propia existencia y los llevó a la música... Incluso el Sello distintivo de su marca discográfica NOEL, no es sino el apellido LEON invertido. Ella ha hecho una recopilación de sus escritos: Agreste Agrario, Ensayo Folclórico Bolivariano, Bolívar Unico, Yo me llamo Guayaquil. El 3 de Noviembre de 1973, estando en una reunión familiar, alguien le dijo que hiciera unos versos para Quito y allí compuso "Ya Quito está de Fiesta", "Imagen de Quito". Su deseo fue de que sea grabado, no se musicalizó, y se grabó recitado en las voces de las señoritas María Eulalia y Monserrat Butigñá Martínez, para que se escuchen en las fiestas de Quito. Salió de viaje a recorrer su Hacienda el 3 de Diciembre de 1973, luego llegó a Babahoyo, donde le sobrevino un fatal infarto. En el hospital de Babahoyo, creían que deliraba cuando decía que Quito estaba festejando con sus poesías, después lo trasladaron en ambulancia a Guayaquil, luchando la ciencia y su espíritu, dejó de existir el 18 de Diciembre de 1973. No hubo manifestación humana y hasta crónica o publicación de la cual él no se ideara el "contrapunto", versos de aútenticos amorfinos a los cuales musicalizaba, elucubraba sus propios chistes y cachos. Fue un verdadero autodidacta y hombre culto, con toda certeza, los volúmenes de su extensa biblioteca superaban unos dos mil ejemplares, incluídas las enciclopedias más calificadas. Se cuenta que cuando en el año de 1902, su padre, Don Oscar León Mosquera, poseedor entonces de una de las más ricas bibliotecas existentes en una hacienda y consistentes en innúmeros volúmenes editados en el extranjero, sus libros ardieron tres días con sus noches a consecuencia de un misterioso incendio en su casa. Si como humano tuvo sus equivociones, sus aciertos fueron mayores y sus recuerdos permanentes. Ab. Allan León Guerrero. 655
ACUARELAS PORTEÑAS Yo me llamo Guayaquil... ¡heme aquí..! Carimorena, tostada al sol y rebuena, sobreviviendo ante el mal. ¿Y a qué llaman tropical...? ¡Eso que no siento pena! Pena... ¿Por qué pena? ¿Por las plagas y por todo? ¿Aguacero, incendio, lodo, piratas, malos vecinos que cerraron los caminos para vivir a mi modo? ¿Y qué dicen de mi temple? Al calor de la pelea si la adversidad plantea, Guayas, Quil o la leyenda huancavilca, aviva, encienda, del estoicismo la tea. ¿Vanidosa por mi ayer? Ciertamente enorgullece o insensiblemente crece una llama en la garganta: ¡Guayaquil por la Patria! es un lema que ennoblece. Presumido autorretrato que me distingue entre mil; el bouquet de Guayaquil con balcones, con jardines y el perfume de jazmines de mi barrio Villamil. Mi rubor de criolla sale
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al marco de la ventana contemplando la sabana de otro río que hace el aguaje, paraíso del sin traje de barriada suburbana. Espigada... Exhuberante ... es el piropo corriente del vividor o viviente, que en el fondo poco halaga; el problema va a la zaga: ¡la invasión de mucha gente! Guayaquil labró fortuna saliendo al campo, a buscar el cacao para exportar; y con la reforma agraria "al revés y a la contraria", manda acá a los campesinos sin oriente ni destinos ¡y me exponen a reventar! Alarma mi crecimiento... mi desarrollo es total ya no quepo en el portal desde que bajé del Cerro, y con Roura Oxandaberro considérome inmortal. . ENVIO A Orellana, calles, bronces, un tributo permante, Como gloria a tí querría, un blasón para la ría Y le dés tu nombre al puente.
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SANGRE MONTUBIA Letra de: Sergio León Aspiazu Música de: Nicasio E. Safadi Reves A nadie le echo la culpa de mis oscuras hazañas y de mis menudas mañas que para vivir me di y la trama que tejí se la aprendí a las arañas qué paradas que tiré qué paradas que tiré. Pensando alegrar mi vida me encaminaba a la farra ni mi machete en el cinto con este canto yo lo pinto y qué apuros que pasé y qué apuros que pasé. Me enamoré de la mujeres que me dieron flechas y lao desde Vinces a Balao y con todos mis rivales hicimos cuentas cabales porque así les he reizao. A nadie le echo la culpa de mis oscuras hazañas y de mis menudas mañas que para vivir me di y la trama que tejí se la aprendí a las arañas qué paradas que tiré qué paradas que tiré. Pensando alegrar mi vida me encaminaba a la farra sin faltarme la guitarrra ni mi machete en el cinto con este canto yo lo pinto como si fuera una garra y qué apuros que pasé y qué apuros que pasé. 658
MEMORIAS DE AGRESTE AGRARIANO Por: Sergio León Aspiazu NOTA DEL AUTOR: La mayoría de las formas populares y vulgarismos son comunes a España y América. Aquí hay acepciones y matices típicamente ecuatorianos. En todas las zonas rurales se hallan voces y dichos nativos incorporados al idioma a partir de la Conquista y se supone que así deben haber hablado los primeros españoles que vinieron y se les pegó a nuestros criollos. El que escribe o el que pinta con la pluma o el pincel obligado está a ser fiel con lo que tenga guardao; de lo vivo a lo pintao lo hará ver en el papel. Que no cojan al montubio para hacerle su retrato encajao en un relato embadurnao malamente, porque denunciaré al Teniente, por injuria y por maltrato. El Político Teniente es figura principal de su parcela insular, en la que él hace y deshace y adonde el montubio nace, es su feudo parroquial. Cuando el cura del recinto se enfrentó con mi padrino, con mi nombre no convino, y le impidió que proteste y me colocó el de Agreste; ¡sé que el nombre hace el destino! Y como Agreste Agrariano eché cuerpo, maña y bríos y me criaron unos «tíos» de esos «tíos» que uno se halla
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y vive dando malhaya del postizo apelativo.... ¡Jay! ¡qué tíos; válgame Dios! me cargaron a patadas, sólo entendí a bofetadas los consejos y maneras pa ser hombre de a de veras que hacen grandes tracaladas. De Colimes para adentro fueron mis benefactores montubios o señores, "bozalones" en su trato que vivían del abigeato ¡y en eso eran profesores! "Es más fácil aprender a robar que a ser honrado" le oí al Cura el "predicado" y como tiempo no había aprendí la picardía porque en casa había el dechado. Del bautizo a "la confirma" de "la confirma" a la huída llevo cuenta de mi vida; y volví al hogar "paterno" "a la soga", el mismo infierno, fue escoger como guarida. Los recuerdos anudados y en el desorden que anduve de lo que hice y retuve que lo pasen al papel;
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vean en todo eso a Luzbel y al plumario Pancho Arube. Me pegué al vicio "endiablao" de salir a la "galleras" a "jalarme" borracheras o a jugarme la camisa; pelea de gallo o trompiza ¡una misma cosa era! Los encuentros al machete con amigos y enemigos en mi pellejo testigos tienen boca y son los tajos que sumado a golpes bajos hacen la hernia del ombligo. Cuando se pierde la cuenta de las veces de estar preso, en mi memoria regreso: lo veo clarito al Teniente, el Juez más condescendiente; yo soy pícaro por eso.... Todo "cuatrero" en la cárcel lo que quiere es su salida; por una vaca es su salida; por una vaca parida que al Político se ofrezca lo echa afuera con la "fresca" y libertá se respira. "Cumpla con la autoridá" dice el Juez al aflojarnos, quien así sabe ayudarnos
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y de la cárcel nos saca se merece bien la vaca que tendremos que robarnos. En los sumarios mayores por herida grave o muerte se requiere mucha suerte pá hallar Juez humanitario, bartero en el sumario y te libre de perderte. Mi patrón, tutor, padrino, mandaba pavos al Juez y en el pueblo cada vez, que con el Juez se topaba del buen trago le atizaba al derecho y al revés. Entre la conversa o parla que mi patrón promovía de a caballo, me decía: "aprende esto, siempre Agreste, ten al Juez, aunque te cueste y ganarás la porfía". En la gran revolución por la causa de Montero, mi padrino, un montanero, que en mi relato retrato reunió a bravos y un hato sin dejar de ser cuatrero. Al entrar a Catarama con doscientos forajidos dimos pruebas de bandidos; "militar y obligatorio" se hizo el saqueo y forzorio con buenos frutos rendidos....
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Guitarra, viejo estruendo con que todo se expresaba sin "amorfino" se cantaba; verso bueno o regular obligaba a contestar al son que se le tocaba. Una noche, bien me acuerdo a mi pueblo vino un poeta que me dejó la receta pa cantar en contra-punto; y me dijo: "ponle asunto a la punta de la beta". La beta es como la plana que le ponen en la escuela como el hincón de la espuela que al caballo le da aliento; es allí que el talento amorfinero revuela. El cantor que le endereza al contrincante su endecha le dispara como flecha, la "chupadera", de frente y un buen trago de aguardiente hará histórica la fecha.... Cuando el "brindi" es dirigido en un tono bien trazao tiene que ser contestao al punto y pie de la letra, si el montubio no enjareta queda descalificao. En el canto popular esta comparancia hago: “compadrón, mándese un trago"
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dice la jerga argentina 'y aquí, en cualquier cantina dicen: "mande y yo lo pago". No le hey pasao la cabeza al profesor de amorfino, pero remedo su "tino" si no le gano imito sólo mete un pedacito de su espuela, el gallo fino. La galantería montubia va primero a la chingana, luego al pie de la ventana su sangre ardiente se agita y al cantar se desgañita hasta entrada la mañana. Con las reglas que hay en todo, el cantor enamorado cuando en verso se ha expresado y algo su empeño lo tuerza: "no te quiso, no hagas juerza" ¡aunque pierdas lo cantado! Pero el canto siempre alcanza.... si a una hembra se pretende contagiosa llama prende; -nunca falla lo que captoy termina eso en un rapto, boda criolla, ¡quién no entiende! El casarse tras la puerta y con hembra parindera tener hijos 'onde quiera', como el Manaba Delgao con trescientos, bien regaos brava prueba de machera.
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La mujer de todo rico es o se hace la machorra, (con su plata todo borra) pero a veces hace mal.... va a la calle el ganancial que en la casa adrede ahorra. El punto y coma que doy al escribirle mis relatos no es pa que pague los platos rotos, por la mía torpeza; no imprento de mi cabeza lo que de pintar yo trato. Ciertamente, que entrevero las costumbres y amoríos de todititos los míos como decurre la vida en la zona conocida: Manabí, Guayas, Los Ríos. La linda zona que nombro de los montubios, cantera, es la zona costanera con la fama de bravía que va perdiendo energía por la máquina impuestera. Esa zona renombrada da posada al peregrino que se extravía del camino perseguido del Rural; negar techo se ve mal, negar pan un desatino. Quien en busca de un auxilio a una puerta criolla llega
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¡ningún favor se le niega! y todo apoyo le espera y estaré bajo bandera; ¡son virtudes que se heredan! Los que viven en ciudades nuestras cosas las ven mal.... ni en el trance más falta de ver a gente en escombros dejan de fruncir los hombres; ¡ni les viene, ni les va! En la sabana montubia, ¡bendito Dios! yo nací, creo en Vos porque te vi en la imagen de mis padres de parientes y comadres que me hacían sentirte en mí. Con las pruebas a la vista se chupaba bastantísimo dando gracias al Altísimo planeando un nuevo velorio, mejor dicho un gran jolgorio que en mi pueblo es mentadísimo. En solemne procesión se recorren los sembríos y se reza con más bríos; y hasta en alta voz se reza con el santa a la cabeza desde el Guayas a Los RÍos. En los predios de la Fe vive el montubio creyente
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que se postra reverente, contribuyendo al milagro que se realiza en el agro con el sudor de la frente. Frijol y chochos se dan sólo a los cuarenta días, mas parecen brujerías el prodigio que eso encierra, la bondad de mi tierra que hoy no tiene garantías. En tropel muchos sucesos de la vida campesina, son como agua cristalina de un sonoro manantial; soy archivo y capital fui fortuna y ¡hoy soy ruina! En trescientos días del año de romperse trabajando ¡mas parece petardeando! procurándose el sustento y cree el Banco de Fomento ¡que le estamos es robando! La legislación bancaria, "solamente un banco opera con la clase majadera"; la exigencia tanto asusta que el papeleo nos disgusta porque trae la negadera.... El pudiente agricultor, no agricultor, mismamente,
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"soy montubio" ¡dice y miente! y le empriesta plata al banco, por su influencia de blanco y al pagar lo hace "caliente". Todo esto, que remezco, creo que es de mi incumbencia y tiene gran trascendencia al tocar la agricultura y porque eso esta criatura cucharetea su ingerencia. Si el árbol nace torcido el refrán-consejo reza: "dende chico se endereza"; y quien fundó el Ecuador fue un torcido Dictador ¡nuestra historia mal empieza! Se llamó Juan José Flores aquel bravo General, su pecado original: de la Patria hizo y deshizo y como hizo lo que quiso, tal principio, tal final. "Dende allí para adelante el bienestar es quimérico y lo histórico es histérico; nuestra Patria perdió el rumbo, aún está de tumbo en tumbo y va atrás, en lo hemisférico". Así habla mi maestro de la escuela del recinto, que orgulloso yo lo pinto por su encendido civismo
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y que esto sigue lo mismo lo da escrito, Maestro Chinto. Si el Ecuador es agrícola y conocen que es verdá, ¿por qué tanta terquedá o ceguera o "daltonismo" apoyando al precarismo? ¡otra industria falsa, más! El precarismo total es lo de la agricultura, la "masgogia" y la diablura, con mil planes en teoría.... como en la ganadería se fomenta con usura. Todo montubio que quiere a la Patria ecuatoriana, al discurso y la "macana" que ya dura siglo y medio, le busca "contra" o remedio, ¡pero hoy y no mañana! Los montubios otrora buenos, andan todos rangalidos acusados de bandidos, por la mala consejera que es una hambre duradera que a todos tiene sumidos. Han salido leyes nuevas "fabricadas" en la sierra, endiablando lo que es tierra... El propietario "parado" invasor infomentando.... ¡es un estado de guerra!
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El Ecuador de mi abuelo, cacaotero, agricultor, daba brillo al Ecuador en París, con su moneda y hoy que ya nada le queda llega el "iera" arrasador. "Cada loco con su tema" siendo yo agricultor que ama tanto al Ecuador; no hay Noé para el montubio y en estotro gran diluvio no tendremos salvador. De las plagas que azotaron al país más aguantón que de rico a pobretón se le pasa y se le estruja, fue la Escoba de Bruja; ¡aún siente el bofetón! Dicen que el monocultivo sólo crisis ha causao, solo se sembró cacao, que es cultivo de los "monos" pero existe gran encono porque el Agro se ha olvidao. La política, otra plaga, que la menciono con miedo; todo lo politiquero a la Patria causó daños y son ciento cincuenta años que Juan Flores da herederos.... Hemos nadado en cacao y campeones en bananos
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fuimos los ecuatorianos, el petróleo está que "pringa" la ocasión la pintan "gringa" y en un gran peligro estamos. Mis pobres coplas me llevan como esas viejas charlonas a arremangar la cotona, del que tiene una "hacienda"; vieja sarna la impaciencia que al rascar encomezona..... Otra plaga, los kikuyos, ni me güele, ni me apesta; la dictadura es su fiesta, creando impuesto a "troche y moche" con sus sueldos de derroche ¡y es el pueblo que le cuesta! Las calamidades nuestras, nos decía el Padre Gerónimo, se las dice con seudónimo, pa evitar que los mandones nos hospeden en prisiones como autor de los anónimos. Ciertamente que se arriesga cuando se piensa en voz alta y a la verdá no se falta, si en mi canto se ve ofensa "no es buen gringo quien mal piensa" el lema inglés, bien ensarta. Mi debilidá y mi fuerte son las cosas campesinas y las pobrezas vecinas, reclamando la atención 671
del que mande en la nación, no encerrao en oficinas. Darse cuenta de las cosas, sin que un séquito lo siga y al corrompido persiga pa que sea un empleado bueno, hizo así García Moreno: ¡el que manda a eso se obliga! Las cosas malas y buenas cuando a la Patria tratan de patriotismo arrebatan; y el más bufo de los males fue el de Wetland de Pascuales, las serpientes chicas, matan. En contraste, el año diez. que al citarnos la frontera con alta fiebre guerrera, por la Patria y su buen nombre, ¡Ecuador como un solo hombre fue en defensa de su tierra! Se dijo que mal armados defendíamos la nación; patriotismo y decisión "corta el hilo que enredare"..... lo grabó Gonzalez Suárez en sacrosanta visión. "La diplomacia y sus hilos" de falsedad repleta, al machete y la escopeta alistadas desde el diez oirán corear esta vez: la Patria se respeta.... Quiero hacer un punto aparte
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porque mi sangre en hervor se encoraja de fervor y acabada mi paciencia, atingida mi conciencia, doy un viva al Ecuador. Lo que cuento a mi escribiente da en llamarlo biografía, lo que hace que me ría de todita esa cuestión; yo le pondría confesión a la gran majadería. Es tan simple la existencia de los montubios en masa, que con una sola casa que se pueda conocer, se podrá tocar y ver a la general desgracia. Cocina, mesa y fogón colocados en cuatro palos, en que se hacen los más malos alimentos que da Dios, con la base del arroz ¡y unos plátanos, no malos! Con el canto de los gallos el montubio se levanta y la montubia se planta a aliñar su "dos en uno": es almuerzo y desayuno con que a la "leona" se espanta. Una cuartilla de arroz cómense por la mañana y tuavía quedan con gana; en el campo el que se raja
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come más porque trabaja a eso llaman "vida sana". Si se coge por la punta a la casa campesina, al mirar a la cocina; el fogón jamás se apaga aunque poca cosa se haga, nadie en la leña se fija. Lo que da en llamarse lujo atrincada a la solera son hamacas que cualquiera echar puede su mecida, pedir allí su comida en constante mecedera. Fresca alcoba familiar del montubio botarate, es un toldo y un petate; la pobreza allí se ensaña, la pared rala de caña ¡nadie cambia aunque lo mate! La vestimenta montubia, el pantalón y cotona y el sombrero de corona, en espuelao el talón su machete al cinturón; otra cosa desentona. Sobre el lomo del caballo pasaría la vida entera en actividad vaquera, conoce cruces y vados el cardumen de pescado y donde el venado ceba.
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Eso sí, no puede ver a la Política Rural, que les quita su puñal, para batirse al machete la Rural siempre se mete para hallar su "papayal". Si persigue a los ladrones dando al campo garantías, ¿por qué es que todos los días dan razón de los abusos y de heridos y contusos que dejó la Policía? El montubio en desamparo abandonado a su suerte, ni en artículo de muerte tiene ayuda del Gobierno, ojalá que sea más tierno en su trato, quien es fuerte. Con la sonrisa en los labios quise que lo referido al plumario que he escogido haga suaves mis dolamas porque bajo las escamas un arpón llevo prendido. Nada saco con ser saco de reclamos y de quejas como lo hacen nuestras viejas. ¿Me alzaré en armas, como antes? Si resucita Cervantes la pelea será con tejas.... Aunque ya nadie pelea y la montonera es cuento por la falta de armamento;
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ya nadie lava una ofensa se ha prohibido la defensa, se halla el arma en prohibiento. Y es de ver en los poblaos robo, asalto, orden del día, se comenten "fachurías" con fusil y con metralla; al ladrón nunca se le halla, ni con perros policías. El asalto a mano armada en el campo es diaria alarma y si está prohibida el arma ¿por qué el bandido la tiene? Ese asunto sí conviene que se estudie y no con calma. En camisa de once varas que me meto, voy sintiendo y si estuviera mintiendo, lo que llaman farfullando, tendría las piernas temblando, por lo mal que estaría haciendo. Con las cartas en la mesa y con las sartas viradas son mis cosas relatadas; Y si Arzube, el escribiente, se le antoja un ingrediente la verdá no pierde nada. Me parece que bastante traté lo desagradable y en un relato no es dable con lo malo ganar fama; enemigo soy del drama, ¡lo penoso es detestable!
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Aunque la alegría del pobre dicen que muy poco dura yo hey hecho travesura a lo largo de la vía.... (de mi vida, es que decía) pues pa mi fue una lindura. Recorrí cinco provincias y a mí mismo me sorprende y mucha gente no entiende; pues pa allá y pa acá se anda y de continua parranda, ¡la aventura a uno lo vende! Forastero en todas partes ¡en mi zona! ¡oigan eso! de regreso, de estar preso, al raptarme una menor, en Junquillo es un honor ¡y hasta me aplaudían por eso! Toda polla casadera sazón de corte 'e sandía, con la vista me decía: ¡ey! ¡montubio! ¡pela el ojo! sea como eres, no te aflojo, y a pocas nadas se juía... Salía de una, entrando en otra, venía la "jierra 'e ganao" de un recinto muy mentao; habían jinetes y potros muy mañosos unos y otros miba allá con mis corotos... Mis corotos son trebejos que adonde voy me los llevo, los empeño cuando debo, alforja, rienda y montura,
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mi riqueza y mi ricura ¡y me honro de tenerlos! El arte de echar un lazo dedicao a una hembra buena, como a desafío suena y la pendencia se siembra, si pretende otro la hembra y de coraje se llena... En el corral de la jierra a los bravos se les mete, pa que crucen su machete; todo el mundo "jinchonea" y cometen la pelea que puede acabar en muerte. Si la jierra es muy nombrada y no defrauda al que ha ido a ver arte tan lucido, no faltará el año entrante por el dato resultante: ¡cuatro muertos y un herido! Nunca falta una res brava en las fiestas de a de veras, se torea de mil maneras cuerpo a cuerpo y sin la capa y si el montubio no escapa se le ve tripas ajuera. Se las recoge y torea con la escasa sangre fría que le queda todavía; allí al toro se le engaña con el poncho hacen "pestaña" ¡hasta que zurzan la herida!
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Si el padrino del herido por su ahijado saca la cara sobre la res se vara, toreará si sé que se ofrece el detripado merece ¡una prueba noble y cara! Todo lo que en jierra ocurre lo ha movido el aguardiente; y hasta algún pico pendiente que entre montubios había la borrachera lo hacía como si juera reciente. En el campo, las noticias, vuelan a lo periodista, sin que falte un vigüelista que jinchonee y haga tiento y de un gran resentimiento se antoje pasar revista. Así se hacen las camorras: "por aquí anda Jacinto, con su machete en el cinto, y Juan Bravo anda también por saber quién es el quien que lo hirió por allá, en el Tinto". Esa puya hecha amorfino pespunteao en la vigüela es como sonar la espuela del chúcaro en el hijar y los dos se ha de fajar si el fierro deja la suela. Se refiere es al machete que por gusto no se carga; y una vez que el fierro salga
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pa dirimir la pendencia va a parar a la Tenencia por los "filizos" que largan. Si hay un muerto hay un doliente y el que triunfa quiere más, siga el sable, tis con tas, sin parar la machetiza el aguardiente la atiza allí nadie da pie atrás. Llega después la Rural de atropello, en pelotón, cae Sansón y los que son, a los montubios se insulta; no hay sumario, si es que hay multa... fue decente el encontrón. Una gran encerradera con atrasos y perjuicios por comprar al Juez y al juicio, se venden vacas paridas pero la cura de heridas siempre la hacen los testigos. Al arreglo que se llegue cuando la trifulca pasa, el herido oculto en casa evitará a los rurales; es curao con vegetales que el curandero prepara. Hay el monte "estanca sangre" la yerba mora, molida, que costrea pronto la herida y la mosca montañera que al corte hace gusanera y la cura es enseguida
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El guasango, el matasarna el cogollo de guayaba, el bejuco come pava; pura ciencia campesina con surtida medicina que en el monte no se acaba. Pa la cura del mal de ojo, ojo bobo y ojo vivo sólo la receta escribo, aprendida de mi abuelo: tres cogollos de cirgüelo y tres nalgadas al chico. Nunca la hizo de travieso pa curar a los cristianos, pero no negué mis manos atendiendo al quejumbroso que sintiéndose enfermoso toca el sentimiento humano. Por la santa cruz de Dios, buscando a veces partera a caballo y a carrera de Lascano a Picoazá, por salvar a una mamá caminé como la arriera. De esos servicio saqué muchos y buenos ahijaos que se creen por mí salvaos por cumplir con un deber; es mejor eso tener, que a un mal hijo desgraciao. Cuando se ven malos hijos, gentes serias atestiguan y de asco se santiguan,
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por hallarse maldecidos y del diablo despedidos cuando su infamia averiguan. Si mi relato que entrego a manos del escribiente como el río en la creciente va arrastrando palizadas, quien recoja aguas mezcladas esperará que se asienten. Quien ordena un relato y se jacta de entendido, de leído y escrebido, hace historias con la historia sacando de su memoria lo que nunca ha sucedido. Esto mío, al natural, es una radiografía, (me lo dijo Primo Díaz) cuando yo le fui a anunciar que mi vida iba a contar si escribiente conseguía. Si radiografía es algo que mi ignorancia no atina yo con Primo tendré inquina; sólo le pedí un consejo por gallego y por viejo y de laya franca y fina. Pensará sólo el que sabe que lo que cuento es lo real, de la loma al pajonal; y si no vale mi cuento algo vale un buen invento si se puede escribinear.
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Si me acusan de que invento ¡esta vez sí se vararon...! pues a mí me amamantaron las escenas campesinas de lucidas en vitrinas porque a nuestra raza honraron. Corren en pos de un amigo que en miseria se debate y vender hasta el petate por alguna ayuda darle, no precisa que lo parle; ¡eso se hace cualquier rato! Que la Policía, a la brava, a un montubio lo encañone y a culata en los riñones lo atropelle malamente, es lo que tiene caliente a las diez generaciones. Y la emboscada montubia preparada de exprofeso da la libertá al preso, aunque se agraven los males caerán "secos" los rurales y otros más... cuando regresen. Nunca vi a sangre fría que un montubio amachetee a otro, que no le pelee; ¡es con la sangre caliente calentada al aguardiente cuando el manso buey cornea! Dicharachero y bromista con humor para vender ¡sólo así se hace entender;
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así saluda a su amigo: ¿"te calientas si te digo: que cómo está tu mujer"? Son los celos los que mueven los más terribles disgustos y para alejar los sustos del montubio ya mohino "soy pa tu hijo, su padrino" y chuparemos con gusto. Ser compadres los montubios es como si hermanos fueran y no es raro que se quieran, sin pelear en los jamases; en el disgusto, las pases; se respetan entre fieras. Quien concoce al campesino trabajador a jornal, que desmonta el pajonal y destronca la montaña, que averigüe con qué maña es tan rudo y tan vital. Atraviesa montarrales para llegar a las siete con su afilado machete a cumplir con su tarea, el Mayordomo lo arrea pa que en su labor apriete. Lo que gana en la semana con la comida tan cara alcanza a "media cuchara", el diario arroz con sardina va asentarlo a la cantina que la suerte le depara.
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El desmonte es la parcela pa alcahuetear a la hambruna, eso es toda su fortuna; cuando llega la cosecha la venta la tenía hecha... y gastó todo en las tunas. Ciertamente, que el arroz se fomenta a precio infame, no hay por eso quien reclame, si el montubio nunca paga: "lo jodió mi arroz la plaga y la tierra estoy que lambo". En los tiempos, no lejanos si el montubio algo vendía con puntualidá cumplía; y con la Ley de Palenque que es la ley-contrafomenque cimentó la picardía. En la Tenencia, aunque el Juez use su bravuconada el montubio no echa nada, esgrimiendo este alegato "por pagar arroz barato pierdan soga y pierdan cabra" De la Ley legalizada por el Gobierno y sus Jueces, el pueblo sufre reveses, por escándalos terribles, porque si hay Jueces vendibles que hasta solitos se ofrecen... Cuando matan a un montubio el proceso sumarial
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que envolverá al criminal, tranquiliza a los dolientes, porque creen sinceramente de que el reo irá al Penal. El descarao abogao y de muchos tribunales siempre han sido los metales... Y con "ley de propia mano" vengose al padre, al hermano, por los vacíos judiciales.... Pierde mérito el relato si se da milagro y santo, ¡yo no puedo exprimir tanto....! pero es verdá verdadera que una brava montonera es de sangre, robo y llanto... El llamarse revoltoso y del Gobierno enemigo no me importó a mí ni un higo; la gente buena así era protegía a la montonera y al milicio, "ni le digo!" Esos tiempos que a caballo los caminos y senderos los vaqueanos, los arrieros, las distancias dominaban, veo con pena que se acaban con los nuevos carreteros. A ese cruce que ahorraba horas se llamaba "cortesía"; el montubio amanecía en el lomo del caballo,
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la asentadera con callo ¡hasta lujo parecía! En la ley "ojo por ojo" que familias acabaron y ni pa contar quedaron; perdió valor el sumario venga el hueco y un rosario a los reos que así pagaron. Esas leyes cojitrancas, hasta el respeto perdieron y la venganza extendieron; propias leyes manabitas ley de selva necesita ¡y solo así se entendieron! Hubo un pleito tan tremendo que unos ricos litigantes con billetes de a bastante, al Juez quisieron comprarlo; y tuvieron que matarlo porque jugaba a dos ases. Esta historia tan corriente ¡cuantas veces la hey contao! que el Juez y los abogados sus ventajas secretean y a los clientes que pelean al final dejan pelaos. Mas parezco tinterillo al llegar a estas alturas porque leyes y basuras al papel las pasa Arzube, y todo eso lo retuve que se oyó en judicaturas.
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Vuelve la galantería a pasearse en mis sentidos y no son pasos perdidos, ni es que recoja mis pasos; mis amores a retazos no puedo echar al olvido. Sube la temperatura del que se halla enamorado a más de cuarenta grados, y ni el que sufre lo alvierte y no hay médico que acierte cuando el hombre está "flechado" El tremendo mal de amores hasta la vista la empaña, es más pior que tos de España, todo el ser lo compromete uno mismo es alcahuete (auto-gol ahora llama) La serenata y la ronda a la noche la hace día y a su amor seguiría como a su amo sigue el perro, en enamorar no hay yerro ¡siempre triunfa el que porfía! Hasta el flaco don Quijote dizque tuvo a Dulcinea y aunque la gente no crea lo que dice la novela, yo saqué con mi vigüela la mujer de carne y hueso. Jovachona y entecada y con ojos de candela, saltaba si mi vigüela
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bordoneaba poco a poco y mi potro talamoco relinchaba en las pajuelas. Ni relámpagos ni truenos, ni los fuertes aguaceros que inundaban los potreros, una falta me anotaron en las noches que pasaron fui puntual dando serenos. La inspiración a torrentes es de suyo que se explica, el montubio versifica por personales motivos: sentimientos de amor vivos lo hacen pior que catarnica. Si había luna, por la luna, noche oscura, por lo negro, se convenció hasta mi suegro un montubio noble y viejo, que en amores yo no cejo y de su hija me hizo entrega. De la vida campesina los relatos inventados son por falsos, desechados, vale más lo natural, lo sencillo, lo frugal, nos lo dijo el sabio Campos. Si la familia montubia a nuestra laya no está hecha viene el diablo y la desecha; dice el rezo al comenzar: "a los padres hay que honrar" el mal hijo eso desecha.
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Y tras del ejemplo caigo a darle palo a la historia exigiendo a mi memoria parecido aproximao de lo que a mí me han contao de los nuestros y su gloria. Dicen que en la Costa fue la Villa Ilustre de Baba la ciudá que más sonaba, tierra adentro, a gran distancia, Baba fue de gran prestancia; el pirata allá no entraba. Todos los españolientos que eran dueños y señores de los asientos mejores, resolviendo ir pa Baba como haciéndose la pava a los otros asaltadores... Y con Baba, ya a la vista ese asiento principal de la Hacienda Colonial, vamo a ver cómo salimos, de lo que somos y fuimos en un tiempo inmemorial. Fue una tribu la babieca, cuya sangre si llevamos, al pelear, es la que usamos, y aunque nos queda un poquito que nos perdonó el mosquito, ¡patria chica, aquí estamos! Llamo yo, zonas montubias ¡lo guayaco, lo costeño!
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donde no hay nada pequeño; generosidá, franqueza, el corazón, la cabeza, de lo que el montubio es dueño. Nos cruzó la Providencia, resultao de la Conquista: español con Huancavilca, con cierto orgullo pa mí, a eso llaman "pedriguí" y en cristiano gente lista. Y en cuatro siglos de "cruce" nuestra raza, siempre abajo, sobresalimos en trabajo, valga la comparación: "sostenemos la nación y nos mandan al carajo". Todo lo que aquí sembramos con un esfuerzo tan duro, se convierte en oro puro, el cacao, café y arroz, nuestra mano y la de Dios a la Patria da un Seguro. Si a rezar nos enseñaron, con el ejemplo de Cristo, en la cruz nos hemos visto; pero Cristo resucita y ese derecho se quita al montubio, aunque sea lista. Nuestro infierno propio y que es este verde "paraíso" que Dios nos hizo; hoy Edén, y luego infierno,
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soportamos el invierno en el lodo, como piso. Nuestro capital humano "demás-gogio", tan trillado, se halla desvalorizado, al igual que nuestro Sucre hecho así, para que lucre sólo el capitalizado. Tierra adentro trabajando cuatro siglos, bien vividos en los bosques muy tupidos, ¿"y qué es tupido, indagan"? y respondo: "vean, no se hagan.... ay! que estúpido que hey sido!". ¡Cuatro siglos, como se oye! de Colonia a Patria propia unas veces en la inopia, y derrochando en festejos; si en el mundo hubo pendejos el montubio es una copia. Inventaron la palabra regional, "regionalismo", para que el federalismo, del que Olmedo pontifica todo hijo y Patria Chica pruebas den de su civismo. Y solamente por eso que al montubio en gloria cubre y se corea desde Octubre de mil ochocientos veinte: "Guayaquil lndependiente", ¡nos han sacado la mugre!
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A mi cepa huancavilca con mil brotes hecho espinas por las necias disciplinas, de rebelde, lanzo un grito, que una vez que llega a Quito lo extravían mil oficinas. La verdadera hermandad, no es que "yo llegué primero y estoy arriba del cerro".... "y el que monta es el que manda"; centenaria cuchipanda ¡la denunció ya mi abuelo! Si la suerte de la Patria se ventila en los Congresos los tremendos retrocesos, que sufrimos y palpamos: porque en provincias mandamos a los más analfabetos. "Siempre imponen su querer".... los que tragan más saliva, mejor dicho, es que está arriba; mi Honorable provinciano se le lleva de la mano pa que su apellido inscriba. ¿Habrá el día de la igualdá? "justicia distributiva", ¡me enseñaron que así escriba! la divisa "federal" porque es esfuerzo local es la competencia viva. Hasta en la familia existe un sistema imponderado,
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de que el hijo emancipado gane el pan con lo que suda, y si no le alcanza acuda al que en ley está obligado. Arzube, sigue escribiendo, con amor, que eres de Baba, cuando tu abuelo tocaba la ranciera de su suelo se ajumaba con mi abuelo, que buen trago "trasiegaba" Baba, para orgullo nuestro, asentó a la mejor gente en el Guayas residente; en canoa, balandra o chata, y muchas veces, a pata, ¡su acogida fue evidente! Gente fina nació en Baba, por aquella contingencia de salvarme con urgencia del ataque del pirata y no sólo fue la plata que salvaron, nuestra herencia. Los Martínez, los Aguirre, los Martiz, los Avilés, los Aspiazu, que eran diez, y los Cuadra y los de Icaza ocuparon esa plaza de gente fina que ahora ES. En Baba, como en España, (aunque en Baba no hubo moros) se lidiaban buenos toros en el tiempo, a cierto tranco;
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el Cronista Chávez Franco nos lo cuenta en lindos modos. Hasta cruce de toreros, literáticos de ancestro, en referir somos diestros nuestra historia montubiera; dando gracias a que hubiera ¡Campos y Chávez de maestros! Montubiada pa mí es todo, del quehacer del litoral, trato de regional (sin segundas intenciones) como se hace en las canciones que se canta al guayabal. Rascabuchando la historia me enorgullece la herencia al venir la independencia. El montubio dizque ha fuído el "soldao desconocido" ¡que libertó la querencia! Peleó en Chone y otras partes, por Olmedo y sus ideas que contuvo, a la pelea, en guerrilla y mano a mano al conquistador peruano que lo nuestro ambicionea. "Guayaquil Independiente", del montubio fue ese grito y el Libertador en Quito al ganar por puesta 'e mano
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afianzó lo colombiano; ¡San Martín quedó chiquito! Los abrazos y las farras de quintal y medio de años, mas parece que dos ñaños no dejan ver en el bronce el zafarrancho de entonces por la Perla y oro en paño. Duele que el anonimato del montubio, sume y siga y en América se diga maravillas del criollaje el montubio está de paje ¡solamente por desidia! Nadie puede creer el "charro" el "gaucho" o "roto" araucano, ¡y hasta el "paisa" colombiano a basurearnos se mete! "en su tierra no es profeta" el montubio ecuatoriano. El patriotismo montubio y su casta de valiente mas lo jalan pa 'l Oriente, se lo exige su decoro, porque la invasión de El Oro ¡es un gran pico pendiente! Estimulados por Tarqui, ser montubios y anhelar borrar penas y a la mar..... de domésticos fracasos, de la Patria los rechazos se podrán reinvindicar.
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De mi canto o referencia de la gente de mi casta, me parece que esto basta; siete veces más retuve de lo que dicto a Arzube y lo dejo pa otra tanda. Si al final de mi cuestión se me exigiera firmar, va mi huella digital; hoy día todo es comprobante y si eso no es bastante: soy un montubio cabal. Los que escarban los archivos de la Patria y de sus cosas aclaren cosas borrosas, que a nuestras glorias empañan boten toda telaraña y vejeces polvorosas. No vivan arrinconaos porque criolla Guayaquil, como el Prócer Villamil; Guayaquil siempre es muy mona a mí me dan en la anona por mi montubio perfil. En trances muy apurados sometidos hasta a traiciones, y a horrendas invasiones, Guayaquil de mis Amores; sus montubios defensores se venían de Babahoyo. A caballo, a pie o en balsa, a Guayaquil se venía porque su soberanía 697
peligraba, alguien lo dijo, y con Bolívar en Buijo todo se redimiría. Es la gloria más completa de que montubios pelearon que su vida ofrendaron, codo a codo con Bolívar ¡eso es dulce como almíbar! ¡aunque sí nos olvidaron! Del olvido en que nos sumen salí a hacer esos apuntes, pa evitarte que preguntes si es que vivo o es que muero; que la historia sepa, quiero, que no trate de ese asunto.
AGRESTE AGRARIANO.
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ENSAYO EPICO FOLKLORICO “BOLIVAR UNICO”
Albricias, Grito; Eco, que dura cinco siglos, avise del vigía, desde el anonimato, es Rodrigo de Triana, el centinela alerta; parece decir: ¡guerra! y lanzarse al ataque a la tierra que acoge ¡a los desorientados! ¡Tierra! ¡Tierra...! nombre así repetido, es nombre y apellido de aquel hallazgo ilímite de futuro infinito; A cambio de Cipango es un caso fortuito; mina de superficie su exhuberante flora, y riquezas de fábulas sus entrañas auríferas; Sus ríos como océanos son los caminos líquidos, caminos que andan solos desde el pesón andino hilando geografías hasta el charco Pacífico El Todopoderoso El Dios de nuestra Tierra, llegando a los creyentes
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figurará en un lomo; "Nunca se pone el sol en los predios de Iberia;" ( desaprensivamente fomenta la soberbia) Mientras los indios gimen Dios Sol, es eclipsado; Pesará quien lo adoro y el Dios Crucificado Impuesto por la espada y por la Cruz en alto, la altísima morada estará señalando; y obligando que temerle temerle y respetarlo. Confundida la raza alza al cielo las manos y encamina sus creencias hacia el Dios de los blancos. Doblega y avasalla la fuerza catequista que impone, esclavizante, encomiendas y citas, y someten al indio evaluando su vida. La historia se adereza con macabros prestigiosos; relatos que espeluznan e hieren lo más íntimo; como la rama de oro que era el precio exigido, que calvaría a Atahualpa el gran Cacique Indio.
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En el moderno asalto aquella estampa indigna, sobrevive de pauta con las manos arriba. Por el mil ochocientos así andaba América; y con el San Benito que de Colón saliera, el gentilicio erróneo aplicado al colono, sangre ibérica, en la mayordomía más grande del planeta. La santa Inquisición, leña verde quemaba, y calentaba hierros desde su hoguera santa, para hecer del indiaje su propiedad privada. El estigma del fuego aplicado a la espalda, despierta siglos muertos revive las cruzadas, y en Mártires y Santos condenarse otra raza. El mundo indio, que Colón le diera al viejo mundo en azarosa brega, tuvo niñez simpática, y adolescencia huérfana, conviertiéndole todo en mezcolanza negra.
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El tráfico de los esclavos fue adrede complacencia; la diplomacia corsa, con patente de rey, gesta el crimen del descrimen que es crimen del que ordena; clasificando al paria al mestizo, al mulato, imponiéndoles el yugo, y hasta el boro indiano llegó a ser niño expósito; y previo al desembarco como infame nodriza la conquista se ha alzado desmembrando la estirpe, con infernal trazo; con descargas unánimes, como negros presagios. Furor civilizado, arreando calaveras, veteando nuevos rumbos con lunas marineras; así arribó Las Casas, descubridor de penas del incaico martirio por quien un rezo eleva; aunque el Consejo de Indias, su anhelo le intercepta. Por un Las Casas, guácharos muchos Lorves se acercan, sedientos de exterminio; foménicos de guerra. Y surge el Rumiñahui la actitud más enhiesta, de mantenerse firme
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con heroica guapeza Mientras que Yaguarcocha ofrece una batea desbordante de sangre al sediento que llega. Comienzan en Guananí tres siglos de tragedia, para la raza incaica, para la madre tierra, que aduerme tallos tiernos cuando el dolor despierta. Pero el Mesías Indiano ya modeló su estampa y deshoja en la hora su...LEVANTATE Y ANDA...; y en un quehacer de cíclopes y en concepción de Patrias, se lleva rumbo al bronce la Gloria a sus espaldas. Lo acuna Venezuela, Lo ve partir Caracas y un clamor libertario hasta Quito restalla, y promueve ciclones; nadie ataja su marcha; y en su mula llanera bravas huestes comanda; que le siguen a pie o a caballo, donde alzan, a la nueva bandera que a las luchas los lanza. Enseguida la empresa más esfuerzos reclama; y se surcan los ríos
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en canoas y en balsas, del Magdalena al Rimac del Orinoco al Guayas, y en el telar del tiempo se van tejiendo Patrias. Incansable jinete, más corredor que el viento; tenaz en el combate vaqueano en los senderos; sorpresivo y ubicuo, con su temple de acero sorprendió al enemigo, que preguntaba inquieto: ¿Qué manantial lo nutre, de valor tan intenso? Sabiendo la pobreza, de su escuálido ejército, encendía los ánimos antes del choque bélico; apelaba al recurso de su palabra mágica, con la arenga optimista: "Las armas que nos faltan" "Las tiene el enemigo". Y Páez interpretaba combatía, y las lograba. Lograr la Independencia para alcanzar la Patria, en ese maremágnum de marcha, y contramarcha; entre Caínes, apreció el dolor de la infamia y pequeñas rencillas, que pone a retaguardia. Al glosar los sucesos, de la simpar campaña,
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se elevan descollantes, la carta de Jamaica; que pudo ser escrita: Sentida y expresada, entre Erasmo y Bolívar y en Lincoln asociada; Ahí se alza Bolívar, destilando su ingenio; se perfila vidente señorial y sereno, Libertador de esclavos Orientador de pueblos. Esa carta, hizo bases, para la insurreción, con el perfil jurídico de una Constitución; signando libertades, abrió sitio en Bolivia, entre odios parroquiales, cercada, combatida, y airosa, soportando los dardos de la envidia. Esa carta retrata, el sueño de Bolivar; y Sucre ya lo sabe, y apoya su consigna; Sucre, su adelantado que igual rumbo seguía cincelaba batallas con su espada bravía; en Junín, y Ayacucho, en Chone, y en Pichincha. La Batalla de Tarqui, por ser un mal endémico, fue calificada
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de problema doméstico por Sucre y Bolívar, Centauros verdaderos. Lo habrán visto los Astros, en las noches calladas, cargado de humanismos redactando problemas; Acunó en sus vigilias la visión de una patria, en Lima, en Bogotá, allá en Loja, o en Guayas. y a los depredadores con un estilo ríspido, les dedicó un decreto, que lo firmó en Trujillo para dar en el blanco, pero en el blanco mismo de la conducta negra de Boves y Morillo; y el odio de los bárbaros se les desata en guerra, y responde Bolívar con mayúscula entereza, ya, en lucha cuerpo a cuerpo ya, en la batalla abierta. Cartagena, abrió paso a Bolivar, que combatió endiablado para vencer en Cúcuta, y vengar a Lozano; y esa venganza suya, llega a Caldas, el sabio; Vengó a Camilo Torres. a Pombo, y otros grandes, víctimas de atropellos que el verdugo Morales, con Sámano, y Morillo
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en su sed insaciable, por ambición de mando, les bebieron la sangre. Así, se vió al Mesías, transmontando los cerros venciendo las distancias Vadeando ríos tremendos; a pie, a caballo, en mula, seguido por su ejército, empujando cañones, o sorteando algún riesgo; o venciendo emboscadas, en un Quito estratégico. Así actuaba el Bravo, para pensar al fin: QUIEN PELEA POR EL CARO DERECHO DE SER LIBRE DA GLORIA EN SU BOTIN. Era un Platón guerreante; después de la victoria, al pueblo liberado le ofrecía sus planes, planes, realizaciones, de beneficio público, que reparaban daños. Sus frases, vencen siglos: "soldados colombianos:" "en la Paz, y ya libres," "el sable de batirse" que vaya a despojar" "nuestras montañas vírgenes" Y regaló, el millón de soles que el Congreso del Perú, le donara; Bolívar, precursor, de la Reforma Agraria. Si en el banco patriota, había falta de armas,
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suplíanse con ideas para las mil batallas; y ensáyase un Congreso reducido en Curiacu, pero fue el de Angostura, un Congreso más amplio para las seis naciones que buscan norte claro. Bolívar, es clamor tierra con su inmortal preclama busca abolir discordias necias y ensangrentadas: "Dignaos Legisladores," "concederme indulgencia" "a cuanto aquí expongo," "y expresa mi conciencia;" y tras de su mensaje, abandonó Angostura, y en el Bajo de Apuré de nuevo entró la lucha. El inmortal Congreso, lo integraron varones de virtudes excelsas y recias convicciones: representadas, fueron: Cumaná, Caracas, Barcelona, Guayana, Barinas, Margarita y la Nueva Granada. pero insistió más tarde, y hasta Angostura llega y opaca sus designios apresándolo Zea. y Juan Bautista Arismendi
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pasó con normas sucias, de prisionero, a Jefe de Congreso y República. Así se emporcó América, por ambiciones burdas, por odios y traiciones y política impúdica. Llano de San Miguel el Estado Mayor que Bolívar preside a Saublete agrupó a Santander, y Anzoátegui y Coroneles Plaza Chinto, Lara y Salom. Dispuestos a combatir, contra fuerzas realistas; siete mil españoles que jugarán sus vidas; para el citado encuentro los hace escojer Pisbas, Santander hará el resto, pero ataca Bolívar: Se tendrá por vivas Pamplona y el Socorro, hasta Trapiche Toche Vaderando a Ricoporo; jorobas de montañas, Pisbas, es un frío páramo, y él, alienta a su tropa y dice a los soldados: EL CALOR DE LA SANGRE, SE CONSIGUE PELEANDO... En el espejo brujo, de la Laguna Totav se acicaló el coraje
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la desgreñada tropa. Desde Corrales a Gámesa sólo hay una batalla, donde el Teniente Reyes, nació Capitán Patria; voluntad de Bolívar, justiciera y honrada. Casi a renglón seguido Berreiro por la espalda ataca a los patriotas, con alocada audacia, Flanqueando batallones que Santander mandaba; Bolívar, manda a Rook a arrojarse a la altura: Rendón y sus jinetes también van a la lucha, y criollos y españoles, vida por muerte cruzan. "SALVE A LA PATRIA" "GRITA EL LIBERTADOR," su voz hace de ariete dominando la acción. En Bonza, se acuartelan, ahí lloró el valor, por amputarle el brazo, al bravo gringo Rook que a los tres días, la muerte llevó; cubierto con la cruz de los Libertadores y el conmovido elogio, del padre de naciones. "El día que la República" "haga historia el valor"
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"honrará la memoria," "del bravo gringo Rook." Desde Gameza, arde el pantano de Vargas Ventaquemada, y Boyacá contemplan que una estampa, peleando lanzan en mano se mueven entre las balas, el gran Negro Primero, Titán en la batalla murió junto a Bolívar sonriéndole a la causa. Mil seiscientos realistas cayeron prisioneros, oficiales y jefes, municiones, pertrechos; entre los derrotados Bolívar descubierto, al Oficial Vinoni uno de los traidores desde Puerto Cabello y ordenó que lo ahorcaran en la plaza del pueblo. Carabobo, es el hito, ya, a su cuna regresa, y un ejército fuerte buscando su querencia, forgueado hasta el exceso, pelea con vehemencia, y el Mariscal La Torre, con Cires, y Correa defienden el Oriente, para las causa Ibérica, mas Bermúdez y sus bravos con guerrilleras tácticas,
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en el Caño Amarillo y en el Valle de Aragua, rindió al realista Isturi, que era, rendir a España. Y triunfando en Guatirí llegó, arribó a Caracas victorioso y absorto ya que huía a la Guaira la población realista, con el miedo a la espalda. Las tropas de Bermúdez a la Guaira golpea, y en Laguneta vencen el Brigadier Correa; Cires, ya es prisionero y para ampliar la gloria toman el mismo día el pueblo La Victoria. Mientras tanto, Urdaneta partía de Maracaibo, y a realistas dispersos peleaba, derrotándolos. Y en Camarigure, Mitare y Casigua igual en Carabobo la campaña bravía tuvo oxidio de fuego que Bolívar atisa, cuando pasa revista: Nariño, Plaza, Páez, Briceño, Méndez, Salom, Torres, Caro y Farriar O'Leary, Ibarra, Rendón; "La Batalla está encima vence el coraje,
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en la acción". Bravía, interminable la lucha guerrillera a que se dio Bolívar por libertar a América. Trazó el camino nuevo, con su pluma y su espada, plasmando su figura en quecima Anquehuanca; en voz sonora y firme sobrevive en proclamas, en Leyes y Decreto. que a caballo dictaba; así trepó hasta el bronce su aurora libertaria. Las mezquinas pasiones, las rastreras infamias, le clavan al Mesías sus dardos por la espalda. La noche septembrina, el largo interinazgo, los insultos escritos cuartelazos fraguados; lo trasadó la sombra del instinto más bajo quieren borrar su tiempo pero el intento es vano. Aún faltan once días once soles le quedan, para el adiós, al Ande, para el beso a la tierra y llevarse en los ojos, la dimensión de América. El grito del clarín,
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le musicó el ocaso, y en un transporte digno de un gran actor dramático, en heroico raconto epiloga este cuadro: YO FUI COMO EL RELAMPAGO QUE RASGO LAS TINIEBLAS, QUE BRILLO EN EL ESPACIO, Y EN EL VACIO ME PIERDO, HACIA LA NADA VIAJO. Y desciende en silencio cuando sube a la historia; y canta Juan León Mera; “y el Pichincha decora" la vívida, y vívida escena de la gloria, que tiene siglo y medio y nos muestra, ante el orbe, desde la luz del Himno, muy leales, y muy nobles, porque, el Mesías de América vigila desde el Bronce.
SERGIO LEON ASPIAZU
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INDICE A la memoria de Guido Garay: Dra. Katia Murrieta Prefacio: Dr. Angel Felicísimo Rojas Introducción: Katia Murrieta Mis vivencias con Guido Garay: Katia Murrieta ¿Por qué reeditamos este libro? : Dra. Elsa Alarcón Soto Rodrigo de Triana y su aporte a la literatura ecuatoriana: Katia Ayala Murrieta Figuras Estelares del Ecuador: Rodrigo Chávez González Carta de la familia Chávez- Pazmiño a Katia Murrieta Biografía de Rodrigo Chávez: Dr. Rodolfo Pérez Pimentel A través de mi lupa (crónica). . Columna periodística que cumple 30 años (crónica) El Teatro de Rodrigo de Triana: Guido Garay OBRAS DE RODRIGO DE TRIANA Pregones de Guayaquil Guayaquil base de la nacionalidad y fuente de unidad nacional Malpelo Trayectoria y muerte de Pedro Vinces, el Bandolero Romántico Exodo Patrón, Torcuato y Nicanora Los Manabitas somos así Pedro Vinces, el Bandolero Romántico Machete, garabato y corazón Ya llegó Vargas Torres Así semos los montubios El sobrino de Catarama La Dulce Piña de Milagro Los lanceros del Daule No hay taco para el banano Cuando entra la picazón o Amor con interés El espectro del descabezado Torcuato Oligarca Crispín Cerezo Cosquillas GUIDO GARAY Y SUS OBRAS Curriculum Vitae de Guido Garay Proyección estética costeña SERGIO LEON ASPIAZU Y SUS OBRAS Sergio León Aspiazu (semblanza): Ab. Marigloria Cornejo Cousín Biografía de Sergio León Aspiazu: Ab. Allan León Guerrero Acuarelas Porteñas Sangre Montubia Memorias de Agreste Agrariano Ensayo Epico Folklórico Bolívar Unico Indice 715
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