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Con sabor a... “Descubriendo el Currywurst
Con sabor a...
Descubriendo el Currywurst
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En la posguerra de los años cuarenta, el mundo estaba inmerso en una guerra fría entre dos bloques; esto, hizo que el comercio se frenara y que la escasez fuera una de las características de la segunda mitad del siglo XX en Europa. Es en este contexto que surge la manera más característica de acompañar las tradicionales salchichas alemanas y que resume al mundo en un solo bocado: el Currywurst, condimento que se encuentra en cada esquina del Berlín de hoy.
Los embutidos son, sin duda, los productos más representativos de la gastronomía alemana, pero con el paso de los años ha ido sumando elementos de las diversas culturas que se han cruzado en la capital germana. Así es que nace este platillo que, además de tener salsa cátsup, tiene también una mezcla de especias de origen hindú, conocida como curry.
Este platillo se originó en la calle, el lugar en el que se sigue consumiendo sin importar la extracción social o los gustos alimentarios de quienes lo consumen (bueno, los vegetarianos, veganos, crudiveganos y demás son los únicos alemanes que no son clientes frecuentes de estos puestos), pero, a diferencia de otras comidas callejeras, éste sí tiene creadora con nombre y apellido: Herta Heuwer, quien tenía su puesto en la esquina de Káiser Friedrich Straße en el barrio de Charlottenburg. Se dice que fue ella quien, el 4 de Septiembre de 1949, preparó por primera vez este platillo tan popular.
Sin embargo, tras la publicación de la novela El descubrimiento del Currywust por Uwe Timm, sorprendentemente se atribuye la invención de este platillo a una cocinera del mercado de Hamburgo en el año de 1947, dos años antes que Herta. En ambos lugares hay una placa que conmemora la creación de este simple, pero delicioso condimento.
El Currywurst es tan gustado en Alemania, que incluso la marca de condimentos Heinz, distribuye una salsa especial para que se pueda preparar en casa. La mala noticia es que solo se vende en Alemania. La popularidad de esta combinación de salchicha con salsa de jitomate y curry llevó a los alemanes a abrir un museo en 2009 en Berlín dedicado a ésta, sin embargo no fue muy exitoso y hoy en día está cerrado – la verdad sea dicha, no sonaba como un concepto muy prometedor, mucho menos en una ciudad con tanta oferta cultural como la capital alemana, pues solo ofrecía una sala en forma de salchicha, una prueba del plato y una muestra de olores.
Yo probé el Currywurst por primera vez en 2011, en mi primer viaje a Berlín, y aún lo recuerdo; fue una de las cosas que más me gustaron de ese viaje, pero en retrospectiva, no sabría decirles si fue por el hambre, el precio o por que de verdad me pareció deliciosa. La simpleza de la preparación no le hace justicia a la rica combinación de sabores que crea la salchicha típica alemana – ya sea a la parrilla o hervida –con la salsa antes mencionada. En conjunto logran un platillo que puede salvarte de la innanición y ahorrarte muchos euros, al tiempo que hace gozar tu paladar.
Hay muchos locales en los que se puede probar este tradicional platillo. A mí me tocó descubrirlo debajo de un puente del metro, donde acompañamos el Currywurst conversando con un par de berlineses después de ir a tomar unos tragos. Fue un gran cierre para una noche berlinesa, disfrutando en torno a una salchicha con salsa de curry.