I. La voluntad de verdad Se hallan muy lejos de ser espíritus libres: pues creen todavía en la verdad. Nietzsche, La genealogía de la moral.
Cuando pensamos la autoridad, nos adentramos también en otros ámbitos coextensivos a esta; en la estrecha cercanía se mueve el poder y, por tanto, la sociedad y la política. La forma en que entendamos su fuerza dependerá, no solo de la perspectiva analítica que adopte cada cual, sino también de nuestras propias pretensiones y experiencias personales. Una de estas pretensiones, quizás la más peligrosa, consistiría en la voluntad de verdad: localizar lo verídico de la fuerza en desarrollo de la autoridad, que según ciertos discursos de pretensiones científicas -que aquí comentaremos- acaba autoencarcelando a los individuos en una sujeción desesperante, que los extrae de sí mismos, alineando su conducta y confrontándolos con ellos mismos, con su propio discurso interior, dialogando de forma interminable en el interior de la conciencia, tan permeada por las presiones sociales que provienen del entorno del sujeto. 11