V. Discurso moral, mala conciencia y autoridad Los buenos y los justos me llaman el aniquilador de la moral: mi historia es inmoral. Nietzsche, Así habló Zaratustra.
Nietzsche entiende la mala conciencia como el hondo dolor al que sucumbieron los hombres cuando fueron encerrados en el sortilegio de la sociedad, cuando su antigua semianimalidad, en el sentido de los instintos salvajes, de guerra, vagabundaje y aventura, cuando este estadio, en el que caminaban como sobre las aguas dejándose llevar por los dichos instintos originarios, infalibles, corporales, inconscientes, fue transformado (este estadio semianimal) por la sociedad y la pesada conciencia, que juzga siguiendo la moral del esclavo; y surgió el espacio interior del alma; los hombres, entonces, tuvieron que cargar a cuestas con ellos mismos, y los instintos, que ya no se desahogaron hacia fuera (hacia la guerra, la imposición de la voluntad y el conflicto; aquí vemos aparecer las relaciones autoritarias), se vertieron entonces hacia el interior del hombre. Se ensanchó, así, el espacio del hombre, que en su estado de semianimalidad comprendía al cuerpo y al deseo encarnado, y que en 45