AIRE PEGASO
Pegaso era un caballo con alas, capaz de hacer surgir agua allí donde pisaba. Un día, Pegaso, comía hierba en el prado cuando vio a lo lejos un objeto que brillaba con la luz del sol. Decidió acercarse para averiguar lo que era. Se quedó asombrado al encontrar un precioso collar rojo con diamantes. Decidió buscar a su dueño.
Primero encontró un pastor con sus cabras: - Hola. ¿Sabes de quien puede ser este anilló? - preguntó Pegaso. - Antes, el saltamontes que vive en aquel matorral me habló de un joven que pasaba muy preocupado- contestó el pastor
Pegaso se despidió del pastor y fue a buscar al saltamontes. - Hola saltamontes. ¿ Sabes de quien puede ser este collar?. - No. Aunque un hombre pasó antes muy triste. La vaca habló con él.- dijo el saltamontes - Adiós y gracias- dijo Pegaso. Siguió caminando hacia donde se encontraba la vaca pastando. - Buenos días vaca. ¿ Sabes de quien puede ser este collar? - preguntó Pegaso por tercera vez. - Sí. Un joven me preguntó por él. Se fue muy triste a su castillo por que yo no lo había visto. - Gracias y adiós- contestó Pegaso.
El castillo del que hablaba la vaca se encontraba muy lejos de allí. Así que Pegaso voló y voló hasta llegar a las puertas del castillo. Una vez allí llamó a la puerta y salió un joven muy triste
- Hola joven. Encontré este collar en el prado y me han dicho que podría ser tuyo- comentó Pegaso. - ¡Qué alegría! ¡Mi collar! Muchas gracias Pegaso. ¿Cómo puedo agradecértelo? - rió el joven. El joven y Pegaso pasearon por el castillo. Se hicieron muy buenos amigos. Al despedirse prometieron seguir viéndose.