Aurelio es un pequeĂąo
cuy, al que sus amigos Rita, una mona muy encantadora, y Marcel, un tigrillo muy deportista, no lo dejan jugar al fĂştbol con ellos.
¡Sí!, eres muy pequeño para este deporte. Aurelio, ¡tú no puedes jugar!
Un dĂa, mientras todos jugaban, Marcel hace un gran tiro y la pelota sale volando y cae en un granero lejano. Los amigos deciden ir en su bĂşsqueda. Como el granero estĂĄ en medio de la selva, todos se alistan rĂĄpidamente sin pensar en llevar a Aurelio.
TĂş no vas. Eres muy pequeĂąo y por tu culpa nos vamos a demorar.
Aurelio insistió tanto que aceptaron a regañadientes.
¡Por favor, llévenme con ustedes! No los voy a retrasar.
Marcel se puso a la cabeza del grupo ya que era el encargado de protegerlos por ser el mรกs fuerte y rรกpido.
Como Aurelio tenía las patas muy cortas se demoró más que los demás y se cansó más rápido, pero a pesar de las quejas, las burlas y la impaciencia de sus amigos no se quejó y siguió avanzando.
Cuando, por fin, llegaron al enorme granero, vieron la puerta cerrada. "Y ahora, 驴por d贸nde entramos?", se preguntaron mirando con resignaci贸n el granero.
隆Yo lo intento!
Rita intent贸 trepar, pero no lo logr贸.
Entonces, Marcel rugió y decidió arañar con sus garras el portón, pero solo logró quedar ronco y con las patas adoloridas.
Finalmente, cuando le tocó intentar a Aurelio, él ya no estaba. "¡Aurelio!, ¡Aurelio!", lo llamaron sus amigos hasta que una vocecita desde el interior del granero les respondió.
¡Hey, aquí estoy!
Aurelio abrió el portón ante la sorpresa de sus amigos. —Aurelio, ¿cómo lo lograste? —Pues fue muy sencillo. Me metí por debajo de la puerta y corrí el pestillo del portón.
Finalmente, pudieron entrar en el granero. La pelota estaba sobre una enorme montaĂąa de paja. Rita rĂĄpidamente la recogiĂł.
Luego, todos asombrados y emocionados exclamaron: "¡Gracias Aurelio! Por ser tan pequeño nos has podido ayudar y abrir la puerta del granero, sin tu ayuda no lo hubiésemos logrado".
Los amigos festejaron a Aurelio.
Al terminar la tarde, todos regresaron al parque como grandes amigos a seguir jugando.
Esta vez incluyeron a Aurelio, pues se dieron cuenta de que lo habían apartado por creer que su tamaño sería una molestia cuando, por el contrario, les había ayudado a que puedan seguir jugando.
Y asĂ fue que los amigos aprendieron algo que les servirĂĄ toda la vida:
ÂĄTodos
somos
importantes y necesarios sin importar nuestras diferencias !
«Aurelio está triste pues sus amigos Rita y Marcel no lo dejan jugar con ellos porque es muy pequeño, pero un buen día esta situación cambiará. A través de esta historia de amistad descubriremos LA IMPORTACIA DE NUESTRAS DIFERENCIAS».
Aurelio, un pequeño gigante © 2012 Llupi © 2012 Santillana S. A., derechos cedidos para esta edición a Natura Cosméticos S.A.
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú: 2012-xxxxx Registro de Proyecto Editorial N°: xxxxxxxxxxxxxxxxxxx Primera edición: enero 2013 Tiraje: 10 000 ejemplares
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