JARANA Origen de la música criolla en Lima
FRED ROHNER
Criollos y numerosas solistas como Esther Granados, Alicia Lizárraga, Jesús Vásquez, Delia Vallejos, Eloísa Angulo, etc., brillaron durante esos años en las radios limeñas y peruanas haciendo de esta música un producto de alcance nacional. Esto, que no pasa inadvertido para quien revise esos cancioneros, ha sido muchas veces invisibilizado por la historia oficial de la música criolla. Desde que en 1944 el presidente Manuel Prado dictaminara una fecha para la celebración oficial de la música criolla (primero se pensó en el 18 de octubre, solo después pasaría al 31), esta dejó de ser únicamente el folclore propio de algunas ciudades y pueblos del país, sobre todo Lima, y poco a poco se volvió la música nacional. Aunque ya para fines de la década de 1950 el huaino y parte de la música andina comenzaban a adquirir mayor importancia, sobre todo comercial, y su audiencia crecía en el Perú, la música criolla se había convertido en la que representaba los valores del país. Debido a esa oficialización, pero también al gusto y al cariño particular, personajes que por su lugar social habrían sido lejanos a este fenómeno se volcaron a la composición y a la interpretación de música criolla; quienes mejor ilustran esto son Isabel “Chabuca” Granda y Alicia Maguiña. En una entrevista para la Radio y Televisión Española de 1977, Chabuca Granda cuenta cómo empieza a cantar y asegura que, luego de su divorcio, descubre que las mujeres también podían hacer música popular. Según señala, en aquella época, las letras de las canciones “eran terribles”, pues hablaban de amores desesperados y sufrimiento. Pero ella, al componer, decide cantar a otros temas. “Me di cuenta de que las mujeres podíamos contar sobre un caballo, sobre un farol, sobre un puente. Y así comencé”, explica.
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» Las mujeres en la música criolla. Desde las primeras grabaciones de música criolla las mujeres tuvieron un rol fundamental principalmente como cantantes. Las hermanas Gastelú, las hermanas Martorel, Las limeñitas, Las criollitas, etc. precedieron a las cantantes solistas que más tarde capitalizaron el fenómeno musical criollo.