JARANA Origen de la música criolla en Lima
FRED ROHNER
CAPÍTULO I | SONIDOS AFRO, INDÍGENAS Y MESTIZOS Como relata el historiador Alberto Flores Galindo, desde su fundación española nuestra ciudad albergó a un conjunto de pobladores de origen muy distinto. El valle sobre el que se iba a construir la tres veces coronada Ciudad de los Reyes había estado habitado por una población indígena local que se integró a los habitantes de la nueva ciudad. Asimismo, los españoles que se instalaron en estas tierras trajeron consigo a un grupo de esclavos de origen africano que muy pronto comenzaron a irradiar sus costumbres y a sumarlas a lo que más tarde podríamos denominar la cultura popular limeña. La legislación virreinal, en un inicio, dispuso que estos distintos grupos debían vivir de forma separada. Por ello, como cuenta Flores Galindo, se crearon barrios y espacios urbanos dedicados a albergar a cada uno de ellos. Los españoles habrían de dominar el centro de la naciente ciudad y los demás tendrían que ir a instalarse a otros espacios periféricos. A los indios, por ejemplo, les fue asignada una zona cercada en lo que hoy constituye uno de los extremos de los Barrios Altos, la parte colindante con El Agustino; a la población de origen afro se la concentró en lo que se denominaba el arrabal de San Lázaro hacia las calles de Malambo, en lo que actualmente es la avenida Francisco Pizarro en el Rímac. Pero si bien los
» El son de los diablos era una danza en la que los afroperuanos, disfrazados de diablos, celebraban la fiesta del Corpus Christi y Cuasimodo. Se desarrolló durante el Virreinato y se bailaba formando comparsas. La coreografía incluye zapateo y movimientos acrobáticos, así como gritos para asustar a los transeúntes.
14
15