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j. La emigración desde Macao
mostrar sus creencias, se mezclaron biológicamente con nuestra «raza», participaron en la producción de bienes materiales.
Es interesante en esta similitud el aspecto de la alimentación por su intensidad: fue tal el contagio que los costeños comen arroz todos los días, pero en el fogón hemos peruanizado a esta gramínea. Y mucho más se puede decir del traslado de la culinaria china entre los peruanos.
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Actividades sugestivas que se aproximan a los objetivos de esta obra son las destinadas a la emigración. Había 163 empleados —seguramente chinos— de 17 casas de emigración, esas casas seguramente eran de las empresas de los países interesados en cubrir sus necesidades de mano de obra. En relación con esto se hallaban los operarios que construían las barracas. Las barracas eran edificaciones destinadas para «almacenar» a la numerosa gente que iba a emigrar, que justamente había sido seducida y ganada por los 319 corredores de colonos. Este número es elástico, cualquiera podía convertirse en corredor o subcorredor; la cacería para la emigración fue negocio para estos enganchadores directos, para los consulados de los países receptores, para la administración local portuguesa, y para los grandes negociantes que eran esas 17 empresas que señala el censo.
Macao ya tocaba la modernidad que llegaba desde Europa, ya había fotógrafos y relojeros e importación de bebidas espirituosas. No obstante, la imposición inglesa introdujo la importación del opio que se expandió rápidamente; asimismo, la producción de los artistas chinos estaba orientada a satisfacer a los portugueses.
Pero era mucho más intenso el conservadurismo social-cultural milenario a pesar de algo más de 300 años de influencia portuguesa, lo que nos lleva a deducir que esta presencia fue bastante superficial, pues los chinos continuaron en sus concepciones religioso-filosóficas (Confucio y Lao Tsé), en sus preferencias gustativas a veces de exclusiva gran exquisitez, en el mantenimiento de consultas (negocios, viajes, y de todo) a los 88 lectores de la suerte, la intensa manera de mantener o conseguir buena salud principalmente a base de vegetales que los conocían bien, ese número inmenso de pescadores que con sus familias vivían en el mar y el río en sus embarcaciones, su preferencia por la venta al detalle, sus fiestas tradicionales que no decaían sobre todo las celebraciones bulliciosas por el año nuevo lunar. La multitud de oficios y profesiones que muestra el censo corresponden en mucho a su particular modo de existencia.
En las actividades concentradas en el rubro servicio resaltan los chinos que trabajaban como sirvientes para otros chinos y para europeos, en total son 3 800 personas que representaban el 16% de todas las personas censadas. Y en servicios las meretrices eran el 8% de los censados. Como se verá en esta obra —y en otras— la servidumbre doméstica de chinos culíes fue muy importante en su número y en su silenciosa influencia en las familias peruanas; el siglo xix hubo chinos muy jóvenes y hasta niños y niñas que eran sirvientes en Lima y en otras ciudades peruanas.
j. La emigración desde Macao
La emigración por contrato empieza en Macao en 1851. Los primeros que intentarían este negocio fueron dos franceses, Guillon y Durand, y después el macaense José Vicente Jorgue, quienes enviaron a chinos en navíos obligados por un contrato y por un cierto tiempo de trabajo imperativo. La emigración continuó de esta manera por dos años más. En setiembre de 1853, el gobierno local de-
terminó que los traficantes declararan el lugar de los depósitos en los que recibían a los colonos antes de embarcarse y el número de ellos. Hubo unas exigencias más pretendiendo ordenar y humanizar los embarques de los emigrantes.
Después comenzó cierta competencia entre los agentes y por eso debieron utilizar ciertos corredores (o enganchadores) chinos que por dinero iban a los interiores del imperio (en Guandong y Fujián). Sobre el dinero adelantado como enganche hay la información que «los adelantos que ellos (los culíes) declaraban haber recibido no son sino algunos dólares y nos ha ocurrido con todos…»4 .
La competencia entre corredores tuvo éxito, fue creciendo, se captaron más culíes. Y a pesar de haber más fiscalización favorable para los viajeros, los abusos fueron aumentando. Una opinión posterior, y nos parece más certera, afirma que «la mayor parte son víctimas del engaño o la fuerza. Se trate de mayores o menores… además los contratos son hechos con un nombre y los firman otras personas»5 .
En 1856 el gobierno local dio otro reglamento obligando a que los corredores tuvieran licencia por un año y debían dejar una fianza, se daban diferentes penas en caso tratasen mal y engañasen a los colonos, a ellos se les regresaba a sus pueblos, incluso había prohibición de embarque a menores de 18 años, excepto si viajaban con su madre o padre. Se exigió que los contratos se escribieran en lengua china. Igualmente había medidas favorables en cuanto a las condiciones y comodidades durante el viaje.
De 1856 a 1860 la emigración de chinos desde Macao Cuadro 2 fue como se registra en el Cuadro 2. EMIGRACIÓN DE CHINOS DESDE MACAO,
Como iba en aumento, en abril de 1860 recién se nom- AÑOS 1856-1860 bra un superintendente de emigración con el fin que de ma- Lugar N.º nera permanente vigilara los acontecimientos de este tipo de Java 500 viajes. Había diversas reglamentaciones que pretendían que Cuba 28 012 se acaben los abusos. Se puede agregar, para mayor claridad Perú Demeran (Guyana británica) 1 613 760 de esos momentos, que «Las embarcaciones, tanto a vapor Australia 240 como a vela, que son empleadas para el transporte de los tra- Surinam (Guyana holandesa) 500 bajadores chinos a La Habana [igual era al Callao] pertene- Pinang (Malasia) 155 cen a diferentes naciones y consecuentemente no se encuenSingapur 41 tran sometidas a un sistema uniforme de reglamentación»6 . Mozambique Manila 30 45
Los navíos debían ser visitados por el capitán de puerto Total 32 513 antes y después del embarque de los colonos. Se debía tener en cuenta que los chinos contratados por ocho años no podían aceptar una nueva contrata hasta que finalice la primera.
El autor Manuel de Castro agrega que esta emigración ha sido defendida por unos y atacada por otros. Esperamos, finaliza, que en el futuro todo mejore. Los deseos de mejoría de este autor fue real en cuanto al aumento de barcos que partieron con su cargazón humana, pero en un momento decae de manera intensa (ver Cuadro 3) la salida de culíes a Perú y a Cuba, por eso Macao comienza a tomar otra orientación, se convierte en importante lugar de tráfico legal de opio.
4 The Cuba Comission Report, p.133. 5 The Cuba Comission Report, pp. 98 y 132. 6 The Cuba Comission Report, p. 106.