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7. Instituciones chinas en un valle costeño

7. Instituciones chinas en un valle costeño

El valle del Jequetepeque está ubicado al norte de la región La Libertad, colinda con la región Lambayeque. Fue una de las primeras cuencas en recibir inmigrantes a comienzos de la década de los años 50 del siglo xix, y Chepén fue el poblado del valle donde se concentraron, primero los exculíes y después chinos arribados en posteriores oleadas.

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En el año 1876 la provincia tenía una población total de 15 768 habitantes y los 2720 chinos que en ese momento había significaban el 17.3% de ese total de la población provincial. Y el distrito de Chepén, con 1173 chinos, era donde más orientales residían, representaba el 43.2%.

En este valle hubo dos beneficencias; ellas funcionaban con dinero, de chinos ricos pero eso no era todo, hubo aporte de chinos sin mucho dinero, donaciones, y de otra gente. Toda esa ayuda económica permitía —decía un diario local—, «hacer menos penosa la existencia de ancianos que están lejos de su patria, que no tienen los cuidados que sus familias les darían y que no merecen pasar los últimos años de su vida en medio del abandono y desamparo».

La Beneficencia China de Chepén, al igual que la otra, cumplió tareas diferentes según el momento histórico. Ya existía más o menos el año 1920 y perduró hasta aproximadamente 1940; a continuación las funciones que efectuaba las asumió el Centro Comercial Chino (CCCh); pero ya para este año los exculíes se habían extinguido.

Los chinos de Pacasmayo, puerto del valle, también tuvieron su Beneficencia que renovaba cada cierto tiempo su junta directiva; poseía propiedades cuyas rentas servían para la ejecución de obras benéficas, con esos fondos se logró construir un cementerio donde fueron sepultados muchos de los inmigrantes asiáticos de la provincia que fallecían.

Como había bastantes chinos viejos abandonados, sin familia y que no se habían casado, estas beneficencias servían para alojarlos hasta que morían y de allí enterrarlos. Recibían sustento ya que no trabajaban, esos eran los viejos culíes y tenían personal que los atendía, señores y señoras que les daban de comer hasta que fallecían, y este personal ayudaba en el entierro.

Fue de mucha importancia el partido político chino Kuo Min Tang que en Chepén, el 1 de mayo de 1927, instaló su sede política que era de todos los adherentes de los diferentes pueblos de la provincia de Pacasmayo.

Como parte de sus quehaceres políticos la comunidad china del valle —aunque con más notoriedad en Chepén— celebró o conmemoró tanto el natalicio como la fecha de defunción del líder Sun Yat-sen y celebró también a otros héroes de la larga lucha por consolidar la República de China.

La vida política del KMT fue activa en el valle, y sus miembros participaban en reuniones departamentales y nacionales. Las ceremonias no solo fueron en Chepén y Pacasmayo, en menores dimensiones sucedía en San José, Guadalupe, Pueblo Nuevo, Chilete.

Debido a la segunda guerra chino-japonesa (julio 1937-1945) las mujeres de la comunidad chinoperuana organizaron en Lima la Cruz Roja de la Colonia China, que tenía como principal objetivo auxiliar a las víctimas de la guerra. Con este fin hicieron una serie de actividades para reunir fondos. Las mujeres chinas del valle con muy buena voluntad organizaron lo que llamaban ropero chino, que tenía como fin rifar vestimenta que donaban las casas comerciales y el dinero reunido lo enviaban a la Cruz Roja China de Shanghai; promovieron kermeses sociales en beneficio de los niños huérfanos de

la guerra; hicieron una colecta que les permitió enviar al gobierno de Chungking una buena cantidad de dólares hongkoneses. Y solo unos meses después estas mismas damas organizaron una nueva rifa. En todos estos años hubo eventos como los anteriores y en otras modalidades hasta que finalizó la Segunda Guerra Mundial con la derrota de alemanes, japoneses e italianos.

Al igual que en muchos lugares, los chinos del valle organizaron su Centro Comercial Chino (CCCh) que estuvo formado por la numerosa colonia china residente en esta provincia. Inicialmente se pretendía lograr un local donde reunirse y a la vez tratar sobre asuntos comerciales y los que se deriven con relación a las situaciones delicadas que pudieran surgir con/entre los asociados, debía respetarse en todo momento el principio de autoridad y acatar las leyes peruanas que regían a todos. En 1933, los miembros del CCCh logran el objetivo de tener un local. El capital necesario se obtuvo de donaciones de los miembros, y de eventos que realizaban con este fin. Y no se quedaron en un solo local, compraron otro para arrendarlo y así tener ingresos fijos para sus actividades. El local también fue velatorio y de vida social (cumpleaños, matrimonios); lo prestaron a los socios chinos para estas u otras actividades que requirieran.

El CCCh era del valle, su sede central estaba en Chepén —poblado con el mayor número de comerciantes— pero era de toda la provincia de Pacasmayo, había un anexo en el puerto de Pacasmayo.

Los miembros activos cotizaban regularmente y en ocasiones se pedía una colaboración especial para una actividad específica.

En el CCCh estaban o podían estar representados todos los chinos que eran comerciantes y los que no lo eran. El nombre centro comercial tan solo era porque lo eran la mayoría pero también hubo un miembro que era peluquero chino y los modestos pulperos. Pero en verdad, ellos no entraban a la directiva, pues no tenían actitud gerencial. Hubo bastante unión.

La directiva era elegida por cinco años. En las elecciones internas no había más de una lista, entre ellos por consenso se elegía considerando capacidades y liderazgo reconocidos. Se trabajaba sin plan de trabajo aunque había actividades conmemorativas anuales ineludibles; a su vez aparecían quehaceres conforme a las realidades circunstanciales y a las necesidades del momento.

Los festejos anuales regulares que tenía el CCCh eran el Año Nuevo Lunar o chino, el año nuevo «peruano», el 10 de octubre, 28 de julio. Carnavales no era promovido por el Centro. En las celebraciones del 10 de octubre se ofrecía, durante los 3 días de festejos, un té a mediodía para todas las familias, para los residentes y para los que estaban de visita que se hospedaban en casas de parientes o amigos. Los convidados podían ser chinos como peruanos.

Como pasaron los años y en tanto algunos chinos retornaban de manera definitiva a China con toda su familia, y que los chinos viejos —los que hablaban en chino-cantonés— iban falleciendo, algunos de los miembros del CCCh se preguntaron, ¿cómo quedaría la institución en el Perú? Se daban cuenta, a su vez, que había muchos injertos a los que no se les reconocía como chinos por no saber el idioma, fue surgiendo así la idea de crear un organismo que los agrupe.

El Cheng Lhin Club nace el 10 de octubre de 1954 como expresión juvenil de los integrantes del Centro Comercial Chino. El nombre, en idioma castellano significa Eterna Juventud. El Cheng en estos últimos años ha reiniciado una serie de actividades.

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