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10. La importancia de los cónsules y vicecónsules

de desgracias naturales (por ejemplo, sismos). En una oportunidad se hizo una colecta con el fin de ayudar a los ecuatorianos porque habían sufrido una de estas catástrofes telúricas. En ciertas ocasiones la Beneficencia China del Perú solicitaba sus aportes en dinero a las diferentes comunidades de chinos del país, hacía la entrega y todo en conjunto a la institución que correspondía. Un ejemplo de ello fue la entrega a Cáritas del Perú con motivo de «recientes catástrofes» por las consecuencias del evento de El Niño en ese año. Cuarenta y ocho años antes, la misma Beneficencia logró colectar de muchos lugares del país, no poco dinero para construir tres maquetas tituladas Divina Armonía, La Llama y El Trabajo, pues se celebraba el cuarto centenario de la fundación española de la ciudad de Lima; esas obras aún son admiradas por quienes vivimos en la capital.

10. La importancia de los cónsules y vicecónsules

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Igual que cualquier otra comunidad extranjera, dentro del grupo de chinos se producían contradicciones entre sus miembros. Mayormente ello ha sucedido en relación con deudas por cobrar u otros incumplimientos en negocios. La solución a estos problemas se daba entre ellos mismos; no acudían a las autoridades peruanas. Otra cosa es que los chinos mismos aceptaban la intermediación de sus vicecónsules que hubo en aquellos pueblos en los que había buen número de orientales. Estos vicecónsules, que en un primer momento se llamaron encargados consulares, tenían el reconocimiento oficial de los gobiernos de China para cumplir sus funciones a pesar que todos ellos, esos encargados, cónsules o vicecónsules, eran de nacionalidad peruana. Claro que no cumplían solo la función de «jueces» cuando había disputas entre chinos, también asumían la defensa de la comunidad y la de sus miembros cuando ocurrían actitudes de injusticia contra ellos de parte del Estado peruano, de las autoridades locales o de cualquier individuo que tuviera un comportamiento incorrecto con una persona de nacionalidad china. En pocas palabas, cumplían la función de ser intermediarios entre las instituciones y la sociedad peruana con las comunidades chinas provincianas, y también era la bisagra entre las decisiones que les llegaba de la Embajada de China en el Perú, con sede en Lima, que a su vez eran órdenes de quienes gobernaban China en ese momento.

Puede ayudar a ver la magnitud de estos intermediarios el Cuadro 9.

Las jurisdicciones corresponden a lugares de concentración de chinos, donde no los había no era necesaria la existencia de un agente consular.

La importante revista Oriental, 48 años después, en su número de abril de 1956, da información corta de algunos de los cónsules chinos que en esos momentos había y que conviene conocer para dar un panorama mayor sobre quiénes eran esos representantes diplomáticos. Leamos los resúmenes que hemos realizado: – Horacio Tassara, era periodista y deportista, era el cónsul en Piura. Se desempeñaba en el cargo desde el año 1930. En esos 26 años había atendido satisfactoriamente los problemas de la colectividad china. – En Nasca tenía el cargo Agustín Bocanegra y Prada desde el año 1937, era comerciante y a su vez publicaba el semanario Rebeldías y desde el año 1924 el periódico Noticias. Fue alcalde y diputado en el año 1950.

Cuadro 9 CÓNSUL, AGENTES CONSULARES Y VICECÓNSULES DE CHINA EN EL PERÚ, AÑO 1911

01 Cónsul 02 Vicecónsul Cargo Apellido y nombre Chung Shang-taek Narciso Salazar Jurisdicción Lima-Callao (Perú) Ica (Ica)

03 Agente consular 04 Agente consular 06 Agente consular 07 Agente consular 08 Agente consular 09 Agente consular 10 Agente consular 11 Agente consular 12 Agente consular 13 Agente consular 14 Agente consular 15 Agente consular 16 Agente consular 17 Agente consular Jorge Pinillos Alberto Tiravanti William J. Nonnaly Maximiliano Bamberger Antonio Delgado Delgado Mario Sanguinetti Nicasio Tillit Pedro Beltrán Paúl Magne Ricardo S. Mier y Terán Nemesio D. Jorquera Enrique Malatesta Benjamín B. Puente Armando Fernández Dávila Trujillo (La Libertad) Pisco (en Ica) Arequipa (Arequipa) Pacasmayo (en La Libertad) Lambayeque (Lambayeque) Chincha (en Ica) Puerto Chancay (Chancay en Lima) Pueblo de Cañete (Cañete en Lima) Iquitos (en Loreto) Jauja y Huancayo (en Junín Chanchamayo (en Junín) Huánuco (Huánuco) Chimbote puerto (Áncash) Moquegua y Tacna

Fuente: Almanaque de El Comercio, 1911.

– El moqueguano Armando Fernández Dávila de 92 años fue cónsul desde el año 1905, cuando era muy joven y tenía ese cargo tanto para Moquegua como para Tacna. – En Áncash desde hacía 30 años el vicecónsul era Juan I Reyna, un comerciante que fue agente de aduana y marítimo en Huarmey y Casma, además de haber sido alcalde de Casma. – En el consulado de China en Pisco estaba al frente el periodista pisqueño Benjamín Zasieta, quien publicaba la revista La Reforma desde 1920, era considerado como «gran amigo del pueblo chino y por eso goza de nutridas simpatías de la colectividad oriental». Zasieta se hallaba en el cargo desde el año 1936. – «En la inquieta y tropical ciudad sanmartiniana de Tarapoto» el vicecónsul era Humberto Razzeto, persona vinculada al comercio farmacéutico. Nació en Lima el año 1875 y en un viaje a la selva decidió quedarse en Tarapoto. – También en la Amazonía, desde el año 1917, como cónsul de China en la ciudad de Iquitos, y en el departamento de Loreto se encontraba Víctor Israel; eran 40 años que colaboraba con la comunidad china. – En Lambayeque y la costa norte peruana era cónsul Eduardo de la Piedra, quien a su vez era apoderado general de la firma Viuda de la Piedra e Hijos de Chiclayo, esta empresa era propietaria de varias haciendas, entre ellas Pomalca. – Y en Pacasmayo desempeñaba ese cargo honorífico Eugenio W. Ibáñez, desde el año 1947, ayudando a más de 400 familias chinas de esa colectividad de la provincia arrocera.

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