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Geosistemas tibios y cálidos
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nes secas (la diagonal árida del continente sudamericano) contribuyen a crear familias de geosistemas, cuyos caracteres específicos y disposición geográfica son netamente diferentes de los Andes del norte, lo que, a lolargo de la historia, ha tenido consecuencias en los modos de utilización humana de la montaña.
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Geosistemas fríos: puna y suni
Las punas se extienden en continuidad en varios miles de km2 sobre los altiplanos y las vertientes de las grandes montañas andinas, desde los 8º hasta los 24º-25º de latitud sur. Constituyen un elemento original de los Andes tropicales del sur (mientras los bosques de altura, con diferencias en la arquitectura y composición de la flora se encuentran en todas las grandes montañas intertropicales húmedas del mundo). La puna es una formación vegetal que pasa de la pradera gramínea de tapiz continuo (champa) a la estepa de matas discontinuas, de plantas resinosas y espinosas. Son paisajes abiertos, aunque en ciertos sitios subsisten restos de bosques ralos de polylepis y buddleia. La punas se encuentran en regiones donde las precipitaciones concentradas principalmente en una estación (de noviembre a abril-mayo) totalizan de 1,000 mm. a 150-200 mm. En la parte superior están limitadas por la región abiótica dominada por el frío (temperaturas medias anuales inferiores a 3°C y heladas diarias) y la sequedad (menos de 150 mm. de precipitación anual). Su límite inferior lo constituyen formaciones de matorrales y arbustivas. Se encuentran entre los 3,700-3,800 m. y 4,700-4,800 m., entre los 8° y 15°de latitud sur, y entre 3,200 y 4,300 m., entre los 15° y 25° de latitud sur.
Los criterios de diferenciación en el grupo de punas están dominados por la humedad y, en menor medida, por la separación térmica regida por las estaciones. Se pasa así de las punas húmedas a las secas, luego a las áridas; de las punas de régimen térmico próximo al ecuatorial (variación de 1°C a 3°C. en las temperaturas medias mensuales) a aquellas en que la separación térmica media por estación puede alcanzar y aun sobrepasar los 10°C. (norte de Argentina). La transición de las punas húmedas a las secas es de norte a sur, pero también con una oposición que se refuerza entre un sector oriental más húmedo y un sector occidental más seco en la misma latitud.
1/ Fundamentos ecológicos 39
El substratum de las punas es variado: mesetas sedimentarias o volcánicas, donde las superficies son residuos de superficies erosionadas del Terciario; mesetas de derrames volcánicos; formaciones lacustres; y expansiones glaciares y fluvioglaciares cuaternarias. Al igual que para los páramos, la pedogenesis y los procesos geomorfológicos actuales se ejercen a partir de formaciones heredadas de los periodos más fríos del cuatemario: morrenas y depósitos periglaciares. Sin embargo, mientras que para los páramos lo esencial de la herencia cuatemaria es glaciar, en las punas los depósitos periglaciares y lacustres son mayores que las expansiones morrénicas.
En todo lugar las temperaturas medias anuales son inferiores a 10°C. La helada siempre se deja sentir, sobre todo en la estación seca, y al año cubre un periodo de más de cien días. Dos gradientes explican la repartición regional de las punas: la gradiente hacia lo árido, con todas las transiciones de la pradera de altura a la estepa salada y desierto frío; la gradiente térmica con la transición hacia los medios abióticos, desnudos y sometidos a la helada todo el año y, hacia abajo, la transición hacia las formaciones forestales arbustivas o de matorrales leñosos, del piso templado.
A escala local, el mosaico ecológico aparece diversificado por la situación topográfica (punas de pendiente a punas hundidas con mal drenaje hacia las turberas); los suelos; el substratum rocoso; la situación de exposición en las latitudes tropicales, con las diferencias entre este y oeste y, a medida que se avanza en latitud hacia el sur, la diferencia entre las pendientes con frente al norte, más asoleadas que las orientadas hacia el sur.
A diferencia de los páramos, desde hace milenios las punas han sido explotadas y utilizadas, primero por cazadores/recolectores, agricultores y pastores de llamas, y por grupos agropecuarios. Esto no significa la no utilización de los páramos. Parece que sí lo fueron, aunque de manera más temporal y marginal que las punas. En 12,000 años, el paso de una biomasa de grandes mamíferos, constituida por cérvidos, camélidos y équidos salvajes, a otra constituida por animales domésticos: llamas, alpacas, ovinos, vacunos, con cambios en la carga animal, han producido modificaciones en la cubierta vegetal. Sin embargo, las transformaciones son también obra de los pastores, que
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han quemado las escasas plantas leñosas de crecimiento lento; de los agricultores que explotan el piso inferior de las punas con cultivos a los que sigue un periodo de descanso. Sin embargo, la ocupación agrícola de las punas ha fluctuado en función de las oscilaciones climáticas, especialmente alrededor de los márgenes de posibilidades agrícolas, pero también en función del crecimiento o disminución de la presión demográfica o de las limitaciones socioeconómicas.
La puna húmeda
Las temperaturas medias anuales fluctúan entre 3°C y 8°C. Durante la estación seca las heladas nocturnas o matinales son casi cotidianas, con mínimas absolutas de -10°C. También pueden producirse heladas en los días claros de la estación lluviosa, si bien en este periodo, de diciembre a marzo, son limitadas y excepcionales.
Los suelos varían en función del substratum y la pendiente. A menudo son moderadamente ácidos: rendzines sobre las formaciones periglaciares de pendiente suave, con una tendencia a la podzolización en las punas muy húmedas con capas de buen drenaje; suelos marrones del horizonte B gris anaranjado; mulls suaves. Rankers en las pendientes fuertes. No obstante en todo lado es importante el tapiz húmico, el ciclo del nitrógeno es lento a causa del frío y deficiente la mineralización de la materia orgánica, loque origina la lentitud en la reconstitución de la fertilidad de la tierra al conducirse el cultivo.
Las 3/4 ó 4/5 partes de las precipitaciones caen de noviembre a abril. Entonces la nebulosidad es fuerte, si bien las mañanas son generalmente despejadas. Durante la estación seca los fuertes contrastes térmicos cotidianos se observan especialmente a nivel del suelo, donde alcanzan de 15°C a 20°C. En agosto las tempestades, nevadas y el granizo pueden provocar a menudo capas de nieve a lo máximo de algunos decímetros, pero esto no dura sino algunos días. El volumen de precipitaciones fluctúa entre 800 y l,400 mm. La pradera recubre el suelo casi completamente con gramíneas (stipa, bromelaceae, festucae), poas, calamagrostis. La mayoría de las especies tienen hojas estrechas, duras y celulósicas. Las especies de estación, que crecen con las lluvias, son las más apetecidas por el