100 AÑOS MACHU PICCHU MARAVILLA MUNDIAL

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Semana del 4 al 10 de julio de 2011 t %*453*#6$*»/ (3"56*5"

Semanario del Diario Oficial El Peruano | Año 104 | 3a etapa | N° 232

EDICIÓN EXTRAORDINARIA

MACHU PICCHU

MARAVILLA MUNDIAL

Relato de Hiram Bingham / Imágenes de la ciudadela


MACHU PICCHU / 100 AÑOS 2 t VARIEDADES

RESUMEN

MONUMENTO. Los primeros expedicionarios encontraron a la ciudadela cubierta por la vegetación.

5 | CULTURAL Luis Valcárcel puso en valor a la ciudadela y protegió su patrimonio.

8 | PUBLICIDAD Machu Picchu es nuestro principal ícono turístico y publicitario ante el mundo.

11 | PORTAFOLIO Las distintas miradas del Santuario reunidas en 100 años de fotografía.

20 | MÚSICA A 30 años del célebre disco Alturas de Machu Picchu que grabó Los Jaivas.

24 | EL OTRO YO William Luna, cusqueño, relata su pasión por la música folclórica y su gusto por los dibujos animados.

PORTADA DESCUBRIMIENTO DE MACHU PICCHU

TAITA. A mediados de la década de 1950 José María Arguedas visitó Machu Picchu, junto a un grupo de personalidades. FOTO: Eulogio Nishiyama

DIRECTOR FUNDADOR : CLEMENTE PALMA DIRECTORA (E) : DELFINA BECERRA GONZÁLEZ SUBDIRECTOR : JORGE SANDOVAL CÓRDOVA EDITOR : MOISÉS AYLAS ORTIZ EDITOR DE FOTOGRAFÍA : JEAN P. VARGAS GIANELLA EDITOR DE DISEÑO : JULIO RIVADENEYRA USURÍN DIAGRAMACIÓN : CÉSAR FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ TELÉFONO : 315-0400, ANEXO 2030 CORREOS : VARIEDADES@EDITORAPERU.COM.PE MAYLAS@EDITORAPERU.COM.PE Variedades es una publicación del Diario Oficial

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Capital de los incas El 24 de julio de 1911, Hiram Bingham reveló al mundo la majestuosidad de Machu Picchu. El mundo científico lo reconoce como el primero en valorar los monumentos que tenía ante sus ojos. Aquí, los pasajes de su gran hazaña, perennizados en sus memorias.


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ESCRIBE: JESÚS RAYMUNDO TAIPE

E

s un lugar que la naturaleza se encargó de bendecirlo con su aliento eterno. En Machu Picchu, el viento no sopla ni acaricia la piel, sino habla con paciencia y sin miedo de la grandeza inca. Y el cielo, donde también hay vida, desciende con sus nubes hasta las terrazas donde aún germina la esperanza. En cada paso que uno da al recorrer el santuario comprende que la belleza del paisaje es obra de la vida y el hombre. Hiram Bingham, quien hace un siglo buscaba la última capital incaica, se deslumbró al llegar al cañón del Urubamba. "En la variedad de su hermosura y en el poder de su hechizo, no conozco otro sitio en el mundo que se le pueda comparar", decía al observar los nevados que asomaban por encima de las nubes, los precipicios gigantescos y la vegetación espesa con sus orquídeas y árboles.

RUMORES Y NOTICIAS El historiador y profesor de la Universidad de Yale Hiram Bingham (1875-1956) descubrió Machu Picchu motivado por su deseo de identificar la ciudad de Vilcabamba, que era conocida como el último refugio de los reyes incas, que la habitaron entre 1536 y 1572. Llegó al país en 1911, con el propósito de internarse más allá de las nacientes del río Vilcabamba, que a la altura de Chaullay vierte sus aguas en el río Urubamba. En el Cusco, supo que Machu Picchu se encontraría cerca del itinerario que había establecido para llegar a Vilcabamba. Por eso, se detuvo solo por un día en la localidad de Mandorbamba, porque dudaba de que se trataría de la ciudadela que buscaba. Al parecer, la ubicación no coincidía con sus fuentes históricas. Instaló su campamento en las riberas del río, en una playa de arena, cerca de una choza deteriorada de techo de paja. En el lugar conoció al campesino Melchor Arteaga, quien le certificó la majestuosidad de los restos arqueológicos que hoy asombran al mundo. Al amanecer del 24 de julio, la llovizna y el frío hacían tiritar al lugareño, que prefería permanecer en su choza en lugar de acompañarlo. Bingham le ofreció remunerarlo si le ayudaba a llegar al lugar a través del camino ascendente y dificultoso, en un día húmedo. Los integrantes de la expedición –un naturista y un cirujano– no mostraron interés por ir con él. "Era mi trabajo investigar cualquier informe sobre ruinas y tratar de encontrar la capital humana", comentó. A las diez de la mañana, junto con Arteaga y el sargento Carrasco, su custodio oficial, empezaron a trepar las escarpadas laderas, que se encontraban cubiertas con una vegetación tupida. Después de haber caminado durante tres cuartos de hora, Arteaga se internó en la selva hasta llegar a la ribera del río. Allí se encontraba un puente antiguo que ya no permitía cruzar la corriente que rugía por su caudal. Tuvieron, entonces, que quitarse los zapatos para cruzar evitando resbalarse. "Tengo la franqueza de confesar que me arrastré con pies y manos sin avanzar más de unas seis pulgadas cada vez", recordó.

"APENAS ABANDONAMOS LA CABAÑA Y DIMOS VUELTA AL PROMONTORIO, NOS ENCONTRAMOS CON UN INESPERADO ESPECTÁCULO: UN GRAN TRECHO ESCALONADO DE TERRAZAS HERMOSAMENTE CONSTRUIDAS CON SOSTENES DE PIEDRA. HABRÍA QUIZÁ UN CIENTO DE ELLAS, CADA UNA DE UNOS CIEN PIES DE LARGO POR DIEZ DE ALTO..." RELATO. Hiram Bingham revela en sus memorias la impresión que le causó Machu Picchu cuando la vio por primera vez.


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PRIMEROS PASOS. A medida que avanzaban hallaron más tesoros arquitectónicos, edificios que asemejaban al Templo del Sol.

MÁS EXPEDICIONES Después del primer contacto con Machu Picchu, que en realidad fue corto, Hiram Bingham volvió en 1912, dirigiendo la expedición científica conformada por numerosos y destacados científicos, auspiciada por la Universidad de Yale y The National Geographic Society. Volvió en 1914 y 1915 para explorar el Camino Inca desde Corihuairachina hasta Machu Picchu. Antes de su descubrimiento, en 1911, Bingham visitó el Perú en 1909. En aquella oportunidad se dirigió a Abancay, donde tuvo noticias del conjunto arqueológico de Choquequirao. Basado en sus expediciones, publicó diversos estudios, sobre todo los referidos a Machu Picchu. En 1930, difundió Machu Picchu / a cita del of the incas. Posteriormente, editó libros populares que tuvieron gran demanda en el mundo.

HIRAM BINGHAM QUEDÓ CAUTIVADO DE LA BELLEZA DE LAS LÍNEAS, LA SIMETRÍA DE LOS BLOQUES Y LA GRADACIÓN DE LAS HILERAS QUE CAUSABAN UN EFECTO MARAVILLOSO. "DEBIDO A LA AUSENCIA DE MEZCLA, NO QUEDABAN HUECOS FEOS ENTRE LOS BLOQUES. PARECÍAN HABER CRECIDO UNIDOS..." Luego, lucharon para abrir camino a través de la densa espesura y empezaron a ascender durante una hora y veinte minutos, incluso a gatas y sosteniéndose con las uñas. En ocasiones, encontraron alguna escalera primitiva que les ayudó a no resbalarse por el pasto. Al mediodía llegaron, completamente agotados, a un pequeño cobertizo cubierto, donde varios indios los recibieron con calabazas llenas de agua fresca y les sirvieron camotes sancochados.

TIEMPO DE ASOMBRO Las dos familias que desde hace cuatro años vivían en la zona no solían recibir visitas porque era de difícil acceso. Se creía que el lugar había estado deshabitado durante varios siglos, pero la culminación del nuevo camino motivó que los colonos volvieran a repoblar el lugar de clima agradable. Allí, las terrazas artificiales les permitían sembrar diversos alimentos, como maíz, papas, camotes, caña de azúcar y tomate. En sus memorias, Bingham confiesa que no se encontraba motivado a continuar con el trayecto porque hacía mucho calor y prefería descansar. Desde el lugar, la vista era impresionante: por todas partes habían despeñaderos rocosos, las montañas eran cubiertas de nieve y a lo lejos se observaba el pico del Huayna Picchu. "Continuamos gozando de la maravillosa vista del cañón, aunque todas las ruinas que podíamos divisar desde nuestro helado refugio eran unas cuantas terrazas". Sin mayor esperanza, continuó con la caminata sin el apoyo de Arteaga, quien prefirió quedarse y encargar al niño Pablito Álvarez para que sea el guía. "Apenas abandonamos la cabaña y dimos vuelta al promontorio, nos encontramos

APUNTES t En su condición de explorador, en 1876, el ilustrado viajero Charles Wiener intentó llegar a Machu Picchu. En un plano que incluye en su libro publica los nombres de Matchopicchu y Huaynapicchu. t En 1874, en el Mapa de los valles de Paucartambo, Lares, Ocobamba y la quebrada del Vilcanota, levantado por Herman Göhring, considera los nombres de Machu Picchu y Huayna Picchu. t En Cusco se difundía que Luis Béjar Ugarte había llegado a Machu Picchu en 1894. Y en 1902, Agustín Lizárraga y dos campesinos realizaron un viaje a la zona de Machu Picchu. t Todos los que antecedieron a Hiram Bingham no tenían motivación científica porque carecían de preparación, sino la intención era apoderarse de los tesoros ocultos de Machu Picchu.

INICIOS. El acceso al Santuario era difícil, el lugar había estado deshabitado durante varios siglos.

con un inesperado espectáculo: un gran trecho escalonado de terrazas hermosamente construidas con sostenes de piedra. Habría quizá un ciento de ellas, cada una de unos cien pies de largo por diez de alto. Se veían recientemente rescatadas de la selva por los indios". Después, hallaron muros de casas de piedras, pero que estaban cubiertos por árboles y musgos que habían crecido en varios siglos. A medida que avanzaban, trepando las paredes de las terrazas, encontraban más tesoros arquitectónicos, como la cueva forrada con fina piedra, que podría ser el mausoleo real; un edificio semicircular que se asemejaba al Templo del Sol, en el Cusco, y una muralla de bloques cuidadosamente aparejados. Hiram Bingham quedó cautivado de la belleza de las líneas, la simetría de los bloques y la gradación de las hileras que causaban un efecto maravilloso. "Debido a la ausencia de mezcla, no quedaban huecos feos entre los bloques. Parecían haber crecido unidos. Por la belleza del blanco granito, esta estructura sobrepasaba en atractivo a los mejores muros del Cusco", comentó. Después de trepar por una colina, llegaron a una escalera de bloques de granito. Luego, caminaron por un jardín de verduras y encontraron dos estructuras de granito blanco, con bloques que superaban el tamaño de un hombre y que pesaban de 10 a 15 toneladas. Cada edificio tenía tres muros y se encontraba abierto por un lado. Vio también un templo con tres grandes ventanas. La vista lo dejó hechizado y se animó a tomar fotografías para testimoniar su gran descubrimiento.


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HIRAM BINGHAM Y LUIS E. VALCÁRCEL

Un duelo sin espadas PIONERO. Desde 1913, Luis E. Valcárcel visitó innumerables veces la ciudadela de Machu Picchu. Fue uno de sus primeros investigadores.

¿Cuál es la importancia del indigenista Luis E. Valcárcel en el descubrimiento de Machu Picchu? ¿Qué relación tuvo el autor de Tempestad en los Andes con Hiram Bingham? ESCRIBE: JOSÉ VADILLO VILA FOTOS: ARCHIVO DE LUIS E. VALCÁRCEL

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o primero que Hiram Bingham hizo cuando se preparaba para volver al Perú, treinta y siete años después de su "descubrimiento" de Machu Picchu para el mundo, fue escribirle una carta al doctor Luis E. Valcárcel, anunciando su deseo de, aprovechando su retorno, visitarlo junto a su esposa. "Espero visitar los lugares que usted ha descubierto y explorado desde que yo estuve en la Tierra de los Incas en 1915", le escribe en inglés, en la carta redactada a máquina y fechada el 31 de agosto de 1948. Otra escena muy distinta en la relación entre el famoso historiador norteamericano y el indigenista moqueguano sucedió casi tres décadas antes: Valcárcel persigue a Bingham y el larguirucho gringo le hace un irónico "adiós" con la mano, mientras su embarcación parte por el lago Titicaca rumbo a la isla del Sol. El estudioso peruano se queda en el muelle. Es una situación "embarazosa", que, de acuerdo con Christopher Heaney en el libro Cradle of gold (La cuna del oro. La historia de Hiram Bingham), nunca Valcárcel recordó en sus memorias. La de Bingham (1875-1956) y Valcárcel (1891-1987) es una historia hecha a retazos. Luego de muchos años de ambos encuentros, Valcárcel devolverá la visita a Bingham en Estados Unidos. Ahí vería que un retrato de Simón Bolívar ocupaba un lugar privilegiado en el estudio del académico y político norteamericano. Bingham llegó al Cusco invitado por su compatriota Albert Giesecke, quien acababa de hacerse rector de la universidad del Cusco y pasaría como el gran reformador de este centro de estudios y a cuya sombra se formarían los primeros indigenistas cusqueños. Él le facilitaría in-


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EL 24 DE JULIO DE 1911, EL DOCTOR HIRAM BINGHAM AL FRENTE DE UNA EXPEDICIÓN FINANCIADA EN LOS ESTADOS UNIDOS, REVELÓ AL MUNDO CIENTÍFICO LA EXISTENCIA DE MACHUPICCHU (SIC)... CONCEPTO. Para Valcárcel, desde un inicio, Machu Picchu tuvo un carácter predominantemente mágico-religioso.

formación sobre la zona donde supuestamente se ubicaba la ciudad perdida de los incas, que Bingham descubriría el 24 de julio de 1911. El profesor norteamericano retornaría al frente de una expedición financiada por la universidad de Yale para seguir estudiando y excavando Machu Picchu. Tenía la carta blanca del gobierno de Augusto B. Leguía para hacer sus trabajos, pero a lo largo de los meses fueron creciendo los rumores y las denuncias en los periódicos, donde se hablaba de excavaciones en zonas no autorizadas, de venta de momias, cosas que hicieron movilizar a los cusqueños y el Estado conformó un grupo para que supervise los trabajos. Así, a los 22 años de edad, Luis E. Valcárcel, quien ya era un estudioso de la cultura inca y había sido uno de los

líderes de la famosa huelga estudiantil cusqueña que duró un par de años, se convertía en el Inspector de Instrucción Departamental del Cusco. Tendría que supervisar la misión encabezada por Bingham. Christopher Heaney recuerda en su extenso trabajo que, a partir de 1913, el ilustre cusqueñista comprobaría que había irregularidades en las excavaciones que hacía el equipo de Bingham, que se estaban perdiendo muchas piezas (también publicaría muchos textos en contra de la expedición en el diario El Sol del Cusco). El tiempo le daría razón. Curiosamente el trabajo de Valcárcel empezó dos meses después de nombrar a Bingham como miembro honorario del Instituto Histórico del Cusco, que acababa de fundar, para evitar el saqueo de piezas arqueológicas. Valcárcel sería Inspector

de la expedición hasta 1915, aproximadamente. "Ellos tuvieron su historia de cal y arena, inclusive mi abuelo ensalza y agradece la labor de Bingham, pero luego comprueba que los rumores y las denuncias de los indígenas tenían sustento: simplemente que en las más de 200 excavaciones que hizo Bingham, quien tenía como centro de operaciones Ollantaytambo, hay casos en que se arrasaba todo y no se dejaban nada para las siguientes generaciones de estudiosos", explica Fernando Brugué, nieto y celoso guardián del legado intelectual de Luis E. Valcárcel. Palabra que algunos podrían contraponer con lo que Christopher Heaney también escribe: "A los cusqueños, el descubrimiento de Machu Picchu les ayudó a investigar sobre la prehistoria peruana".


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APUNTES t En la quincena de setiembre se inaugurará la exposición Machu Picchu y Luis E. Valcárcel, en la casona del Icpna de Miraflores. t Luego se publicará en 10 países, la edición en inglés de su trabajo bibliográfico: Machu Picchu.

MEDIDAS. El investigador dispuso la limpieza de la ciudadela para ponerla en valor y apreciar la belleza del monumento.

EN EL LIBRO, VALCÁRCEL DA SU INTERPRETACIÓN DE MACHU PICCHU COMO LUGAR MÁGICO-RELIGIOSO, QUE ES UNA OBRA QUE TUVO QUE HABER SIDO HECHA POR UN CONSTRUCTOR COMO EL INCA PACHACÚTEC. ÉL DA ESA TEORÍA, QUE HASTA EL MOMENTO NO HA SIDO DESVIRTUADA...

La historia demuestra que, como dice Brugué, "a pesar de las desavenencias que tuvieron, hubo un trato caballeroso". Valcárcel es el primer científico peruano, nos recuerda, en reconocer tempranamente que si bien antes de Bingham hubo otros expedicionarios, el norteamericano es el primero que llega seriamente a estudiar el tema junto a un equipo, que contaba con diversos especialistas y lo último de la tecnología de las máquinas fotográficas Kodak de la época. En Machu Picchu (Buenos Aires, 1964), escribe Valcárcel: "el 24 de julio de 1911, el doctor Hiram Bingham al frente de una expedición financiada en los Estados Unidos, reveló al mundo científico la existencia de Machupicchu (sic). Como sucede con todos los descubrimientos, hubo precursores. En este caso fueron personas sin preparación para apreciar el valor de los monumentos que tenían ante sus ojos. Revela estrechez mental restar méritos a quien fuera el primero en darse cuenta del gran valor de lo que descubría, sobre todo, la cabal apreciación de su trascendencia para el hombre americano". Ahí refuerza la idea de que Bingham se interesó profundamente en el estudio del imperio inca y estaba muy entusiasmado en dar con el último reducto de los incas, en la región gobernada por los llamados "incas del Vilcabamba"; y el norteamericano en ese camino no se satisfizo con las referencia de crónicas sino que indagó documentos de archivos y revisó toda la bibliografía que tuvo a mano. Otro valor central de Valcárcel, pese a haber denunciado las excavaciones de Yale para salvaguardar las piezas arqueológicas, es que su obra sobre la ciudadela inca es el primer libro que escribe un científico peruano estudioso con la mirada andina sobre el monumento incaico. "En el libro Valcárcel da su interpretación de Machu Picchu como lugar mágico-religioso, que es una obra que tuvo que haber sido hecha por un constructor como el inca Pachacútec. Él da esa teoría, que hasta el momento no ha sido desvirtuada. Es su aporte de Valcárcel", explica Brugué. Hay otro valor adicional, Valcárcel, autor de una veintena de libros y promotor de la creación de museos en el país, en 1934 es encargado de poner en valor las zonas arqueológicas más importantes del Cusco y manda limpiar de la vegetación a Machu Picchu y hace un redescubrimiento de Sacsaihuamán. "La historia reconoce a Hiram Bingham como el descubridor para el mundo de Machu Picchu, pero hubo otros personajes, como Luis E. Valcárcel, que pusieron en valor la ciudadela inca", se despide Brugué. La tarde en San Isidro empieza a caer, es momento de dejar la memoria de Bingham y Valcárcel, dialogar desde la eternidad.


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MARCA REGISTRADA

El ícono mundial Desde hace un tiempo, Machu Picchu se ha convertido en imagen del Perú ante el mundo, su figura es asociada inmediatamente a nuestro país. Partiendo de este concepto, el Estado ha emprendido campañas para posicionar e identificar al Perú en el exterior. ESCRIBE: SUSANA MENDOZA SHEEN FOTOS: ALBERTO ORBEGOSO SIMARRA

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s un trazo sencillo, amigable, sobre fondo verde, que delinea el ángulo más popular del santuario histórico de Machu Picchu. Ya dio la vuelta al mundo, y ni qué se diga las que ha dado por nuestro país: afiches, trípticos, polos, tazas, platos y todo merchandising posible que permite la recordación del centenario de su descubrimiento. ¿Es efectivo este logotipo creado especialmente para conmemorar su hallazgo, exploración y exhibición al mundo por Hiram Bingham hace una centuria? ¿Qué comunica? El director de Toronja Central de Comunicaciones,

Sandro Venturo, considera que el logo funciona. Que todo el mundo, dentro y fuera del país, reconoce que se trata de la sétima maravilla del mundo moderno, y que además es útil porque unifica las múltiples y diversas actividades que se realizan y se realizarán por el aniversario. "La gente que sabe de Machu Picchu en el mundo tiene la imagen clarísima, así como la tenemos nosotros de la Muralla China o las Pirámides de Egipto, Maya o Azteca. No los vamos a dibujar, pero sí podemos reconocer su imagen. El logotipo del centenario del descubrimiento de Machu Picchu es una buena síntesis y le quita solemnidad". Dice además el sociólogo y comunicador, que en el caso de la ciudadela inca, la zona más conocida del santuario histórico de más de 32 mil hectáreas, esta ya es un ícono, y por tanto su logotipo no requiere

comunicar un concepto o idea, la síntesis de su perfil es suficiente. "Machu Picchu es el gran símbolo de la cultura de los incas, agregarle otros elementos hubiera sido un error". Sobre la reciente marca Perú presentada por Promperú, dijo que el logotipo del Machu Picchu 100 años no compite con ella porque ambos tienen finalidades diferentes. La primera se usará en adelante para identificar a nuestro país en el exterior, y la segunda sólo para un homenaje, sin duda importante, pero puntual.

MARCA PERÚ Esta afirmación la confirma la responsable de la dirección de promoción de Imagen País de Promperú, Isabella Falco. Para ella, el logotipo que dibuja la silueta de Machu Picchu


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LA GENTE QUE SABE DE MACHU PICCHU EN EL MUNDO TIENE LA IMAGEN CLARÍSIMA, ASÍ COMO LA TENEMOS NOSOTROS DE LA MURALLA CHINA O LAS PIRÁMIDES DE EGIPTO, MAYA O AZTECA. NO LOS VAMOS A DIBUJAR PERO SÍ PODEMOS RECONOCER SU IMAGEN.

y que representa la conmemoración de su descubrimiento no se contrapone a la marca país que actualmente impulsa su dirección porque la finalidad de esta es otra. "La Marca Perú es una herramienta de trabajo para promocionar al Perú en el extranjero sobre tres líneas principales: turismo, exportación en inversión. Es moderna, no es un símbolo, no hay una norma que la obligue a comportarse de manera solemne y formal". El diseño del logotipo de Machu Picchu 100 años, también lo impulsó Promperú con la idea de que sea parte de la familia Marca Perú y ambos convivan armoniosamente, comenta la funcionaria y publicista. "La publicidad que ha lanzado Promperú: Turismo en el extranjero, es una foto hermosa de Machu Picchu con el patrón gráfico de la Marca Perú, los trazos, a un lado el logo de Machu Picchu 100 años, y al otro el de Marca Perú. Conversan bien". La idea, explicó Falco, es que en adelante se cree un sinergia para que el Estado no llene de logotipos sus comunicaciones, porque existe una aglomeración de ellos en sus materiales de comunicación. Cuando trabaja de manera articulada los ministerios, OPD y otras instituciones públicas a nivel nacional, cada una coloca el suyo. "La Marca Perú sintetizará la presencia del Estado. En comunicaciones se tolera bien la convivencia de dos hasta cuatro logotipos para comunicar algo porque a partir de ahora de lo que se trata es que la población entienda que se está hablando o refiriendo al Perú".


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LA CONSERVACIÓN DE LA CIUDADELA INCA

Proteger el tesoro El futuro de Machu Picchu es una preocupación permanente. ¿Cómo evitar que el paso del tiempo y las acciones del hombre la afecten? En el libro La geología en la conservación de Machu Picchu se hace una serie de recomendaciones para tomar en cuenta.

CARLOTTO. Es uno de los autores de La geología en la conservación de Machu Picchu.

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uando a mediados de 2001 un grupo de investigadores japoneses informó al mundo sobre el peligro de un gran deslizamiento que haría desaparecer a Machu Picchu, la alarma empezó a sonar fuerte. La Unesco, que en 1981 había declarado al santuario como Patrimonio Cultural de la Humanidad, llamó a especialistas de diversas partes del mundo –Canadá, Italia, República Checa y Japón– para hacer estudios más concretos y determinar

si efectivamente la ciudadela inca corría serio peligro. Por la parte peruana participaron investigadores de la Universidad San Antonio Abad de Cusco y del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet). Víctor Carlotto Caillaux, integrante de este grupo, recuerda que por iniciativa de la Unesco entre 2001 y 2005 se realizaron diferentes investigaciones de campo. El resultado fue presentado en un taller en Aguas Calientes. Allí todas las

misiones coincidieron en que no existía la posibilidad de que se produzcan grandes deslizamientos. "Todos lo aceptaron, incluyendo los japoneses, pero ellos desconocieron el resultado e insistieron con su versión. Felizmente todo quedó registrado en unas actas que constan en el libro La geología en la conservación de Machu Picchu. "Los únicos riesgos que existen en la ciudad son las lluvias, pequeños asentamientos, deslizamientos y hundimientos, generados por las precipitaciones", apunta Carlotto. Afirma que en la publicación, que acaba de salir su segunda edición a propósito de los 100 años de su descubrimiento científico, se expone una serie de recomendaciones para la conservación del lugar. "Una de ellas es la recuperación y restauración del sistema de drenaje inca. Cuando Machu Picchu funcionaba en la época inca la mayoría de construcciones tenía techos y la ciudad contaba con un buen sistema de drenaje". Lamentablemente, agrega, durante la recuperación de la ciudadela muchos de estos drenajes se perdieron y las construcciones en la actualidad no tienen techo, entonces el agua se infiltra al suelo y eso produce asentamientos y deslizamientos superficialmente. "El INC trabaja bien en la parte central de la ciudadela, donde se ubican el templo principal, el torreón, las tres ventanas y el intihuatana, pero falta los bordes de la ciudad, en especial el sector oriental, donde muchas de las viviendas han colapsado", precisa. Carlotto, cusqueño de nacimiento, no oculta su orgullo por el trabajo de sus ancestros incas. Afirma que a pesar de las fuertes lluvias y deslizamientos que se registran en el valle, Machu Picchu no se ve afectada. "Eso quiere decir que la planificación de los incas fue bien meticulosa, porque la ciudadela está sobre un macizo rocoso sólido. Ellos estabilizaron el suelo antes de levantar sus edificaciones. Fue una planificación de ingeniería y de la parte hidráulica. Lo que hoy se llamaría un plan de ordenamiento territorial, que ahora está de moda, ellos ya lo hacían". Otro ejemplo del desarrollo alcanzado por los incas fue el desastre que ocurrió en el valle en 2010. Las lluvias –con caracteres de diluvio– arrasaron todo lo que encontró a su paso, se registraron desbordes y deslizamientos, pero la ciudadela no fue tocada. Las generaciones venideras gozarán también de Machu Picchu, de su impresionante construcción y belleza natural. Claro, su existencia se aseguraría si las autoridades orientan sus recursos a la restauración y conservación de los sitios aledaños a la ciudadela –el Camino Inca, los centros arqueológicos cercanos y otros–. En dichos lugares debe aplicarse también la técnica del suelo impermeable, que ya protege a la ciudadela. Como vemos, Machu Picchu seguirá maravillando al mundo, pero es nuestra responsabilidad preservarla. Que así sea.

"CUANDO MACHU PICCHU FUNCIONABA EN LA ÉPOCA INCA LA MAYORÍA DE CONSTRUCCIONES TENÍA TECHOS Y LA CIUDAD CONTABA CON UN BUEN SISTEMA DE DRENAJE".


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MUESTRA REÚNE IMÁGENES DEL MISMO BINHGAM O MARTÍN CHAMBI

PIEDRA DE LOS ÁNGULOS FOTOGRÁFICOS

HISTÓRICO. Vista panorámica de la ciudadela de Machu Picchu, publicada en Variedades en 1928. La foto pertenece al cusqueño Luis Figueroa.

Nuestro santuario es uno de esos lugares que parecieran haber estado siempre allí, pues ninguna explicación mellará el asombro que producen las grandes maravillas. Incluso la mirada sobre este varía de forma misteriosas como prueba la exposición Visiones de Machu Picchu: 100 años de fotografía en blanco y negro.


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SU IMPORTANTE TRABAJO DE RESCATE EVIDENCIA QUE LA MARAVILLA PE CULTURALES QUE SURGEN DE ELLA. VALIOSOS TESTIMONIOS QUE TAMB ESCRIBE: MIGUEL ÁNGEL VALLEJO S. PUNTOS DE VISTA. La muestra reúne fotografías de diversos artistas. El criterio de selección respeto la línea de cada autor.

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a muestra, que se exhibe en el Icpna de Miraflores, reúne a veintidós fotógrafos, desde las primeras imágenes tomadas por la expedición de Hiram Bingham. Pasa luego por el gran Martín Chambi y la escuela del Cusco con las tomas de Eulogio Nishiyama, una de las cuales ha capturado a José María Arguedas. Y también presenta a fotógrafos extranjeros, como Edward Ranney o las tomas aéreas de Linda Connor. Visiones de Machu Picchu: 100 años de fotografía en blanco y negro es curada por un amante del Cusco, el fotógrafo Javier Silva. "Fue un proyecto que tomó dos años, un largo trabajo de búsqueda en archivos, incluso familias que tenían colecciones", afirma. El curador consultó instituciones como el Instituto Bartolomé de las Casas, el Museo de la Nación, el Museo Arqueológico y colecciones particulares. El criterio de selección respetó la línea principal de cada artista. "Busqué que todos los seleccionados aparezcan con la estética que los caracterizaba: si era retratista, incluía un retrato", explica el curador. De esa forma, "quería mostrar lo que hacía el fotógrafo, cómo miraba. La idea general era también dar una visión de la fotografía en estos cien años", agrega. Y para Silva no ha habido un cambio radical en las tendencias. "Veo que sigue existiendo la visión del fotógrafo detrás de lo que está tratando de entender. Han cambiado las técnicas, de las placas de vidrio enormes cargadas en mulas a la imagen digital, pero la mayor distinción es que cada uno tiene su propia estética", dice.

BINGHAM, PADRE DE INDIANA JONES El explorador posa siempre sereno en una mezcla de aventurero con hombre de ciencia. "Era intrépido y decidido, muy de su tiempo, en que varios salieron a

CINE. En 1953 un joven Charlton Heston viajó a Machu Picchu sin fines turísticos, sino para trabajar en la película El secreto del Inca. Foto de Eulogio Nishiyama.


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LA FORMA DE TUS SUEÑOS Parafraseando la novela El halcón maltés, Machu Picchu tiene la forma de la que están hechos los sueños. "A pesar de los cambios tecnológicos y de estilo, cada fotógrafo tiene su sello", concluye el curador. Silva es un apasionado por Cusco que luego de varios trabajos en festividades propias de esta región, como la fiesta del Señor de Qoyllur Rit'i, retrató él mismo el santuario hace algunos años.

ERUANA NO ES SOLO EL SITIO HISTÓRICO, SINO TAMBIÉN LOS PRODUCTOS BIÉN DEBERÍAMOS PREOCUPARNOS EN PRESERVAR. conquistar el mundo. Indiana Jones nace de Bingham", señala el curador. Sobre la faceta como fotógrafo de Bingham, Silva reconoce que "hizo un trabajo muy científico. Indicaba a su equipo qué tenía que tomar, con ciertas normas, apuntando las horas". Asimismo, el curador reconoce que "iba con la tecnología de punta de ese momento, con esos equipos que le da la misma Kodak. Estéticamente, hace muchos retratos de los trabajadores, muy bien hechos. Las de registro son bellas porque las tomó en el momento adecuado, la luz era precisa". Con las pesadas cámaras de la época, difíciles de cargar, además de costosas, esta expedición supo captar las piedras escondidas bajo la maleza, el amanecer casi abstracto entre las nieblas y la maravilla. Y a Bingham casi como una estrella de cine, siempre. Una pequeña digresión. Es que cabe recordar una postal que no pudo ser incluida en esta muestra, pero que aparece en el libro El paraíso perdido de los incas, escrito por el mismo Bingham, en la cual aparece un oficial del Ejército peruano acompañado por un niño. La fechó el mismo explorador el 24 de julio de 1911, y reza "El Sargento Carrasco acompañado de un niño que vive en las ruinas". ¿Cómo llegó Bingham a Machu Picchu? ¿Escoltado por un representante del Estado peruano?

EL SANTUARIO PARA LOS CUSQUEÑOS Martín Chambi es el fotógrafo cusqueño más famoso, pero nació en Carabaya, Puno. Él hizo sus pinitos con los hermanos Vargas en Arequipa antes de llegar al Cusco, donde lo albergó otro grande, Luis Figueroa Aznar, ambos presentes en la exposición. Con las enormes cámaras de la época, desde la década de 1920, supieron captar en las pesadas placas una serie de retratos en Machu Picchu, aunque pesa una leyenda


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"BUSQUÉ QUE TODOS LOS SELECCIONADOS APAREZCAN CON LA ESTÉTICA QUE LOS CARACTERIZABA: SI ERA RETRATISTA, INCLUÍA UN RETRATO", EXPLICA EL CURADOR. DE ESA FORMA, "QUERÍA MOSTRAR LO QUE HACÍA EL FOTÓGRAFO, CÓMO MIRABA. LA IDEA GENERAL ERA TAMBIÉN DAR UNA VISIÓN DE LA FOTOGRAFÍA EN ESTOS CIEN AÑOS..." sobre el legado de Figueroa. "Él estaba casado con una mujer muy rica, era bohemio, y ubicó a Chambi en la sociedad cusqueña, pero ambos eran un equipo. No tenemos certeza del archivo de Figueroa, solo la de su foto panorámica publicada en Variedades (reproducida en la muestra)", comenta Silva. El misterio sobre el legado de Figueroa. Varias décadas después irrumpirá el gran Eulogio Nishiyama, de la Escuela de Cine del Cusco, con escenas también documentales. "Ya es un poco más moderno, trabaja con cámaras de 35 milímetros y tiene un nuevo acercamiento a las cosas. Antes, con las cámaras grandes, uno tenía que previsualizar mejor lo que había que fotografiar, era un gran gasto y más difícil hacerlo", explica el curador. Nishiyama, quien también participara en películas como Yawar Fiesta, basada en la novela del Taita, tuvo antes acercamiento directo al escritor, al retratarlo en la década de 1950, cuando este fue al santuario, cámara en mano, mirada firme y curioso sombrero. Silva aclara que "Arguedas fue a inaugurar la Casa de la Cultura del Cusco, en una imagen casi inédita, y visita el santuario junto a Luis E. Valcárcel e importantes periodistas".

DESDE EL AIRE, DESDE EL EXTRANJERO Entre la importante presencia internacional en la exposición destaca el estadounidense Edward Ranney, "especializado en paisajismo, con cámaras de 8 a 10 pulgadas, con algunas tomas un poco abstractas. Amaba mucho al Perú, lo ha retratado más que cualquier fotógrafo peruano. También promocionó a Chambi, llevó sus trabajos al Museo de Arte Moderno de Nueva York", comenta el curador. Si la de George Johnson fue la primera fotografía aérea sobre nuestra maravilla, brillan también las de Linda Connor y Marilyn Bridges, casi canónicas sobre Machu Picchu. "Connor es una importante profesora universitaria, Bridges también ha fotografiado desde el aire las Líneas de Nasca, hasta las pirámides de Egipto", dice Silva. Curiosamente, los trabajos de artistas foráneos no fueron los más difíciles de encontrar. Silva afirma que "fueron los de la Escuela del Cusco, pues muchos archivos se han perdido". Su importante trabajo de rescate evidencia que la maravilla peruana no es solo el sitio histórico, sino también los productos culturales que surgen de ella. Valiosos testimonios que también deberíamos preocuparnos en preservar.

CICLO DE CONFERENCIAS En paralelo a la muestra, se realizará el coloquio interdisciplinario Reflexiones en torno al centenario del descubrimiento científico de Machu Picchu. Mañana martes 5 será la mesa Arquitectura y urbanismo inca, a cargo de los arquitectos Germán Zecenarro, José Canziani y Enrique Guzmán, y el ingeniero Jesús Puelles. El evento seguirá el lunes 11 de julio con el tema Patrimonio arqueológico e industrias culturales, en el que participarán Daniel Alfaro, del Ministerio de Cultura, el experto en tecnologías de la información Max Ugaz y Renzo Sánchez, gerente general de ArtiGames: Machu Picchu Virtual en 3D. Después, el 18 se tocará el tema Patrimonio arqueológico como recurso turístico cultural sostenible, a cargo de la historiadora Mariana Mould de Pease, el experto en turismo Manuel Bryce y el arquitecto Víctor Pimentel. La última jornada se realizará el lunes 25 con El legado prehispánico y la construcción de la identidad cultural, tema que desarrollarán el psicoanalista Max Hernández, el artista Fernando de Szyszlo, el arquitecto Enrique Ciriani y el cineasta José Carlos Huayhuaca.

APUNTE t Visiones de Machu Picchu: 100 años de fotografía en blanco y negro se exhibe en el Icpna de Miraflores (avenida Angamos Oeste 120). Hasta el 14 de agosto.


CIEN AÑOS Lunes 4 de julio de 2011 t 15

VISITANTES ILUSTRES

Posando con el gigante Como un acto magnético, la montaña llama también a las celebridades, que solas o con sus seguridades llegan y, como cualquier mortal, sacan sus imágenes en esta, una de las Siete Maravillas del Mundo. ESCRIBE: JOSÉ VADILLO VILA

PIEDRA LATINOAMERICANA El primer "famoso" del que se tiene referencia pisó Machu Picchu fue Ernesto "Che" Guevara: En 1951 llegó acompañado de su amigo y colega, Ernesto Granado, cuando ambos recorrieron más de 8 mil kilómetros sudamericanos en nueve meses. La cinta del brasiñero Walter Salles, Diarios en motocicleta (2004), retrata a un jovencísimo "Che" boquiabierto ante tanta belleza del prodigio de la piedra sobre piedra inca, desafiando la naturaleza. Quien dio vida en la ficción al mítico médico revolucionario es el no menos famoso, actor mexicano Gael García. Si hablamos de universales, no obviemos al Nobel de Literatura Pablo Neruda. El bardo chileno llegó en octubre de 1943. Dicen que al final del entonces largo viaje del Cusco a Machu Picchu, exclamó "¡qué sitio para hacer un cordero asado!". Empero más allá de lo pintoresco de la frase, en sus memorias el gran Neftalí Reyes escribió que en el "centro de aquel ombligo de piedra" "me sentí chileno, peruano, americano". Las palabras de Neruda las recordaría en 1981, rodeado de las mismas terrazas, escaleras y pasadizos incas del siglo XV, otro latinoamericano universal: Mario Vargas Llosa, cuando filmaba un especial televisivo (ver artículo "La historia detrás de las Alturas").

PIEDRA FAMOSA Y UNIVERSAL La fama de este prodigio de la arquitectura de los tiempos de Pachacútec, ha atraído por el fantasma de su fama a cientos de "famosos", de artes, política y deportes, que se confunden en los más de dos mil turistas que a diario llegan a Machu Picchu, tomando el tren desde Cusco y luego el servicio de buses en Aguas Calientes. Ya en los años ochenta, el rey y la reina de España llegaron en helicóptero. Se cuenta que para que aterricen los reyes ibéricos se tuvo que mover de su espacio una gran roca, que nunca volvió a su lugar original. Pasemos lista apretujada: Los gringos aman Cusco, desde los tiempos de los pelucones hippies es destino favorito. La semana pasada causó revuelo la presencia del actor Jim Carrey. En enero de este año, el actor Richard Gere llegó con su familia para enamorarse un poco más de Machu Picchu. Machu Picchu es democrática y no le importa el bolsillo de la gente (dicen que para los turistas acostumbrados al mundo de las "cinco estrellas", es un destino turístico "cómodo" comparado con otros puntos del globo).

Meses antes, la actriz neoyorquina Susan Sarandon, seguida de los ubicuos paparazis, también visitó la maravilla incaica. Otra figura del planeta Hollywood, el "ángel de Charlie" Lucy Liu aprovechó un paréntesis en su gira como Embajadora de Buena Voluntad de Unicef y se dio su vuelta por la ciudadela inca. En setiembre del año pasado, también, la bella modelo y actriz inglesa Denise Van Outen hizo un viaje a Machu Picchu. Llegó en campaña para prevenir el cáncer de mama junto a seis mujeres diagnosticadas con el mal. En junio de 2007, el hombre con la billetera de 56 mil millones de dólares, Bill Gates, llegó con su esposa Melina, sus amigos y los miembros de su seguridad personal en avión privado. El fundador de Microsoft tocó los muros de Machu Picchu y participó de la recreación del Inti Raymi en la fortaleza de Sacsayhuamán. Ese mismo año, cuando al complejo arqueológico se convirtió en una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo, también nos visitó otra figura de Hollywood, la rubia de los labios carnosos, Cameron Diaz. Llegó con el rapero canadiense Sol Guy. Ambos desafiaron los más de 2 mil 660 m.s.n.m. del Huayna Picchu para filmar el programa 4Real, que transmitió el canal NatGeo. Ese año también llegaron los actores Owen Wilson y Woody Harrelson, que no aguantaron mucho la presencia de los paparazis quitándole privacidad a sus días de vacaciones. Gajes de la fama. Causó menos revuelo, en 2009, la presencia del cineasta Ron Howard, famoso por su papel como el "Richie Cunningham" de la teleserie Días felices. Hay tácticas para tratar de pasar inadvertidos, de tratar de ser un turista más. En 2003, Leonardo Di Caprio con su gorrita trató de cubrir su fama junto con su guapa novia brasilera Giselle Bundchen, la madre de ésta y una mancha de familiares y amigos. Cada detalle de su viaje se hizo noticia en todas las páginas de farándula del globo. Uno con menos pulgas, Adrien Brody (ganador del Oscar por El Pianista) visitó la ciudadela inca junto con su novia, la española Elsa Pataky, quien llegó para grabar en el norte del país nuestro galardonado filme Máncora. No se puede dejar de mencionar el paso de la colombiana Shakira, de la cubano-americana Gloria Estefan (que filmó en el Cusco el videoclip de "Hoy", de Gianmarco), el futbolista español Iker Casillas, la cantante y actriz Olivia Newton John, una larga lista de presidentes. Es que como Machu Picchu, no hay dos. Perdonen la humildad.


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PLAN MAESTRO DE MACHU PICCHU

Cien años de solidaridad Machu Picchu es considerada una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería, una muestra del genio creador humano, que recibe el reconocimiento mundial. Sin embargo, el monumento requiere hacer una urgente revisión y validación de su Plan Maestro.

ESCRIBE LUIS ARISTA MONTOYA

C

onforme a la cosmovisión Inca, el Tiempo/Espacio era una sola categoría organizativa; su calendario imperial –válido también para las culturas sometidas– fue a la vez calendario agrícola y religioso. El Espacio era la naturaleza que había que dominarla, pero respetándola; el Tiempo era la temporalidad que devenía en ciclos, relativamente controlables por la mente y mano de los hombres. Creyeron que cada cierta cantidad de años, el Universo estaba amenazado por grandes desgracias. Devenían tiempos "revueltos", crisis cíclicas. A estos tiempos (especie de agujeros negros producidos por aquí –ahora críticos–, digo) se les llamaba Pachacútec (posible idea formulada por Túpac Inca Yupanqui,).

ARQUITECTURA Esta filosofía de la naturaleza la plasmaron sobre todo en su arquitectura. No levantaron una arquitectura ensimismada sino funcional, sólida y sencilla; dominando líneas verticales y horizontales; sin imponerse sobre las formas de la Naturaleza, sino entendiéndolas, asumiéndolas. Sus edificaciones se incorporaban al paisaje para permitir ver y gozar de las formas naturales. A eso se llama hoy "paisaje cultural". Por ello, Machu Picchu, como "lugar de recreo para el soberano", construido durante el gobierno de Pachacútec –como obraje y obra– es monumento icónico y, para la actualidad, un centenario tótem turístico (no con cien años de soledad, sino de solidaridad, pero bajo amenazantes peligros, humanos y naturales).

PATRIMONIO

TAREA. Es obligación de la humanidad proteger, conservar y valorar al Santuario.

Las más de doce mil hectáreas de patrimonio arqueológico están enclavadas dentro de un esplendoroso santuario natural histórico, que tiene una superficie de 32 mil 592 hectáreas; englobando aspectos de arqueología, flora, fauna y comunidades campesinas de la región. Según informes técnicos, alberga el 10 por ciento de la diversidad biológica del Perú, pese a representar apenas al 0.025 por ciento de su extensión territorial. Asentada en territorio de selva baja con bosques nublados de montañas contiguas. Con el fin de preservarlo para la humanidad entera recién en 1983 el Perú obtuvo la inscripción de Machu Picchu en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad como bien mixto, es decir cultural y natural; debido a que representa una obra maestra del genio creador humano, aporta un testimonio único de una tradición cultural y de una civilización, es un paradigma del desarrollo de ecosistemas y constituye un área de importancia estética excepcional. De ahí la obligación de todos (peruanos y extranjeros) en protegerlo, conservarlo y valorarlo ante todos y todo el tiempo; pues, un terrible impacto ambiental afecta al santuario, sobre todo por la explotación turística. Trasciende la oficial etiqueta legal de "recurso turístico". Me imagino al viejo filósofo alemán Manuel Kant –especialista en la estética de lo sublime– trepando sus terrazas ayudado con su báculo y exclamar: "¡Qué sublime, absolutamente grande, bello! ¡Todo lo demás resulta pequeño!". Prodigiosa


ARTÍCULO Lunes 4 de julio de 2011 t 17

PATRIMONIO. La Unesco reconoció a Machu Picchu como Patrimonio Cultural de la Humanidad. El complejo es un paradigma.

conjunción entre lo sublime matemático y lo sublime natural. "Piedra en la piedra, el hombre ¿dónde estuvo? /Aire en el aire, el hombre ¿dónde estuvo? / Tiempo en el tiempo, ¿el hombre dónde estuvo?". (Neruda, en Alturas de Machu-Picchu). El Intihuatana –lugar sagrado y astronómico donde se amarra el sol– es una roca labrada de granito de una sola pieza, cuya parte principal, que era un prisma, cuyos cuatro vértices estaban orientados a los cuatro punto cardinales, luce ahora mochado desde el año 2000 a causa de la caída de un grúa manejada por un publicista autorizado alevosamente desde Lima, pese a las recomendaciones técnicas de Unesco, que ahora está a punto de ubicar a Machu Picchu en una "lista del patrimonio mundial en peligro", debido a una serie de atentados contra su integridad.

UNIDAD DE GESTIÓN Aprobar el Plan Maestro fue muy difícil. Me consta. Fueron muchos los intereses creados y encontrados. Lo elaboramos y aprobamos en 1998, trabajando en equipo. Respaldados por una decidida voluntad política, nacional e internacional. Reconozco ahora los aportes de los representantes de Inrena (Josefina Takahachi, Luis Alfaro), del Instituto Nacional de Cultura del Cusco (Fermín Díaz, y otros), los del Ministerio de Industria y Turismo (fueron varios) y de los dos técnicos enviados por Unesco, todos bajo la coordinación inteligente del embajador Hugo Palma, representante de la Cancillería. Pronto en París aprobaron dicho Plan Maestro. Con el establecimiento de la Unidad de Gestión de Machu Picchu (UGM) se puso en vereda a muchos operadores informales y formales. Sin embargo, conviene hacer una revisión y validación de dicho plan, porque nuevas y antiguas amenazas (que han hecho metástasis) siguen asediando al santuario. Está bien conmemorar. Ahora nos toca conservar. Que el nomadismo turístico no sea bienvenido en tropel. Termino con un verso de Martín Adán (su poesía debe ser leída también en las alturas): "Te pisotearán las gringas,/ Te pisotearán los gringos/ Pero tus piedras siempre serán espirituales/ Porque eres excelsitud descendida./ Desde ti resbalan los siglos/ Y a ti suben los turistas... Abismo y arquitectura de mi vida". Que la celebración sea compartida, en todas las regiones. Para que todos los peruanos (más allá del actual siete por ciento de turistas nacionales que la visitan), especialmente los pobres, tengan la oportunidad de conocerlo alguna vez, aunque sea a través de un álbum fotográfico (o DVD) popular, bueno, bonito y barato.

CON EL FIN DE PRESERVARLO PARA LA HUMANIDAD ENTERA RECIÉN EN 1983 EL PERÚ OBTUVO LA INSCRIPCIÓN DE MACHU PICCHU EN LA LISTA DE PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD COMO BIEN MIXTO, ES DECIR CULTURAL Y NATURAL; DEBIDO A QUE REPRESENTA UNA OBRA MAESTRA DEL GENIO CREADOR HUMANO...


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RUMBO A MACHU PICCHU

El camino del inca QHAPAQ ÑAN. El sistema vial inca conectaba a la ciudadela con la capital Cusco. Existen dos accesos de ingreso a Machu Picchu.

Llegar a la ciudadela incaica, utilizando el Camino Inca, es una experiencia inolvidable. La ruta atraviesa hermosos paisajes que van desde las alturas andinas hasta la selva nubosa. Un conjunto de escenarios que lo hacen un lugar único, incomparable.

ESCRIBE/FOTOS: ROLLY VALDIVIA CHÁVEZ

S

í, está bien, lo entiendo, no es una competencia, pero igual, pues, da un poquito de vergüenza quedarse atrás, en la cola o, como suele decirse, último y dando pena. Eso muele el orgullo, aunque al principio uno ni siquiera se da cuenta. Total, es normal y entendible que un puñado de viajeros con pinta de trotamundos, te pase sin problema y termine sacándote ventaja. Sí, está bien, lo entiendo. Eso no me preocupa. Lo asumo con hidalguía y como algo lógico. El "roche" vendría después, cuando empezaron a superarme unos turistas mofletudos, varias jovencitas debiluchas y aparentemente frágiles, un par de ancianos encorvados, y, lo que es un auténtico escándalo, un guía sacrificado que le hace "caballito" a uno de sus exhaustos pasajeros. Me pasan todos. Jóvenes, adultos, niños. Y eso "marca

pica" porque tengo que defender mi honor de andariego, mi condición de local, de anfitrión o, acaso, de lejano descendiente de los constructores de esta vía pedestre en la que –sí, ya sé, lo entiendo– no se realiza ninguna competencia sino, más bien, una especie de peregrinación cosmopolita a una ciudad que hasta hace un siglo estuvo perdida. Eso es lo que dicen, aunque no tengo ni la más mínima idea de cómo diablos se pudo perder una ciudad tan grande, tan bella, tan maravillosa. Tampoco quiero averiguarlo, menos en este instante en el que lo único perdido que me interesa recuperar, es mi aire; que desapareció en uno de los tantos ascensos del Camino Inca a Machu Picchu, una de las travesías más famosas del planeta. Alto ahí. Cómo es eso de que me falta el aire. Pucha, mejor explico la situación y de una vez le tapo la boca a los mal pensados que nunca faltan ni escasean, más


AVENTURA Lunes 4 de julio de 2011 t 19

bien sobran. Ahora sus mentes escabrosas deben estar elucubrando pérfidamente. Pero lo siento, muchachos, no es lo que creen, es solo un episodio temporal, cortesía de una ruta excitante y retadora. De un sendero que se abre paso por fabulosos escenarios geográficos que son selva y cordillera, Andes y Amazonía. De un tramo históricamente aventurero que comienza en Piscacucho (kilómetro 82 de la vía férrea Cusco-Aguas Calientes), donde hay un cartel que da la bienvenida, donde hay un puente colgante que vuela sobre el cauce sagrado del río Urubamba. Es emocionante estar aquí. Ser uno de los privilegiados que llegará a Machu Picchu caminando, no en tren y luego en bus, ni trepando esa trocha que une el pueblo de Aguas Calientes con el complejo arqueológico. "Así no hay vacilón. Mejor es a pie. Cuatro días. 42 kilómetros conquistando abras, bajando por quebradas", te motivaría el guía antes de dar el primer paso. Si, está bien, lo entiendo, le doy la razón y me atrevo a agregar –sin ser guía o siendo más bien casi un perpetuo perdido– que su arenga se quedó corta como mi físico. A él le faltó mencionar las noches de plácido sueño bajo las estrellas, las visiones espléndidas del nevado La Verónica, el avance heroico hacia el abra de Warmiwañusca (mujer muerta), el punto de mayor altura de todo el periplo. Sí, está bien, lo entiendo y lo he sentido o sufrido o las dos cosas juntas o tal vez hasta tres. Y es que más allá del agotamiento disfruté del ascenso a los 4 mil 200 m.s.n.m. Arriba. Muy arriba, recibiendo las bofetadas de un viento congelado, viendo las cumbres de la cordillera del Urubamba y el trazo alucinado que, con sus subidas y bajadas, me permitirá cruzar el umbral del Inti Punku. Esa es la puerta de ingreso a la obra máxima de la arquitectura prehispánica. La alcanzaré al amanecer del cuarto día y, si los dioses andinos son benevolentes y quieren premiar mi esfuerzo, me dejarán apreciar el despunte luminoso del sol entre las montañas verdes que rodean o vigilan Machu Picchu, un lugar místico que siempre estará envuelto por el velo del misterio. Pero ese final aún está lejos. Sobre todo para mí que ando rezagado y con el orgullo por los suelos. La culpa es de esos extranjeros que avanzan a ritmo de chasqui, mientras uno va pasito a pasito, como si, en vez de estar en una senda incásica, anduviera en la procesión del Señor de los Milagros o en la del taytacha de los Temblores, el patrón de toditos los cusqueños. Y lo digo de nuevo: sí, está bien, lo entiendo, sé que no se trata de acelerar como loquito, sin fijarse mucho en el paisaje, queriendo pasar a todos los peregrinos y, en un exceso de audacia, haciéndole la lucha a los mismísimos porteadores. Ellos sí que van rápido, trotan, bajan corriendo y eso que cargan de todo un poco en sus espaldas de esforzados trajinantes. De eso no se trata, pues; pero tampoco tiene gracia ser el último en aparecer en los campamentos o en los sitios arqueológicos que se yerguen orgullosos de pasado en distintos recodos de la ruta. Siempre un hallazgo: los

ES EMOCIONANTE ESTAR AQUÍ. SER UNO DE LOS PRIVILEGIADOS QUE LLEGARÁ A MACHU PICCHU CAMINANDO, NO EN TREN Y LUEGO EN BUS, NI TREPANDO ESA TROCHA QUE UNE EL PUEBLO DE AGUAS CALIENTES CON EL COMPLEJO ARQUEOLÓGICO. "ASÍ NO HAY VACILÓN. MEJOR ES A PIE...

RUTA. El camino inca es impresionante. Se aprecian diversos escenarios, desde cumbres nevadas, hasta paisajes selváticos, pasando por ríos caudalosos.

recintos de piedra de Patallaqta, al otro lado del Urubamba, el tambo o la posada de Runkurakay, o el centro ceremonial y administrativo de Sayaqmarka.

Más pasos, varios kilómetros, otros bastiones pétreos. Phuyupatamarka con su plataforma ovoide, sus fuentes de aguas, su laberinto de escalinatas, Intipata con sus terrazas de cultivo y sus paredes de piedra canteada; también Wiñay Wayna (siempre joven), en la antesala del final, donde hay andenes y un torreón y un recinto palaciego. A esos lugares debo llegar, perdón, voy a llegar tarde o temprano, hoy o mañana. ¿Seré el primero? No, jamás, el último siempre el último. Estoy resignado. Ya no me importa encabezar la fila. Solo quiero terminar y gritar sí pude, lo logré, vine a Machu Picchu caminando, como lo hacían los antiguos, como lo hizo hace un siglo el norteamericano Hiram Binghan. Ahora me siento un hijo del Sol y me creo el descubridor de una ciudad que estuvo perdida cientos de años, aunque, repito, no tengo ni la más mínima idea de cómo diablos se pudo perder siendo tan grande, tan bella, tan maravillosa.


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LA HISTORIA DETRÁS DE LAS ALTURAS

Un disco célebre

LOS JAIVAS. El grupo recuerda que cuando grabó el disco tenían permiso para trabajar en las horas en que no había turistas.

En setiembre de 1981, el grupo chileno Los Jaivas llegó desde Europa para grabar Alturas de Machu Picchu, su trabajo más reconocido, en la mismísima ciudadela inca. ESCRIBE: JOSÉ VADILLO VILA Besa conmigo las piedras secretas. La plata torrencial del Urubamba hace volar el polen a su copa amarilla. "Sube conmigo, amor americano", Pablo Neruda.

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Un piano blanco apareció por los cielos azulinos desafiando a los apus, cimbreándose entre los cerros verdes que surca el Urubamba, ante el estupor de los arqueólogos y la sorpresa de los vecinos. El helicóptero posó el Steinway alquilado sobre una explanada de Machu Picchu y de ahí, sigilosos hombros lo fueron trasladando, durante esos días de setiembre de 1981, por distintos puntos de la ciudadela inca, a donde era requerido por el equipo técnico que a lo largo de una semana (inacabable para los guardianes de Machu Picchu y muy creativa para Los Jaivas) la recorrían en horas que no había turistas para grabar un especial televisivo. Al inicio eran enemigos y el lío trascendió a las páginas de los diarios, como cuenta el conjunto chileno al periodista Freddy Stock en el libro Los caminos que se abren. La vida mágica de Los Jaivas (2002). Finalmente, arqueólogos y músicos hicieron las paces.

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¿Pero de dónde salió esta loca idea de recrear musicalmente los versos de Pablo Neruda y cantarlos exprofesamente desde el propio Machu Picchu, la cima de la cultura inca? Desde Santiago de Chile, Mario Mutis, uno de los fundadores de Los Jaivas, recuerda ese día de diciembre de 1980, cuando en la casa del grupo en Les Glycines, París, Francia, apareció el productor peruano Daniel Camino Diez Canseco con la idea loca de hacer una "cantata latinoamericana" con los poemas de Pablo Neruda de "Alturas de Machu Picchu", una de las quince secciones incluidas en el libro Canto General (1950). En el proyecto les dijo que también participarían Chabuca Granda y Mercedes Sosa, y el presentador sería nada menos que el escritor Mario Vargas Llosa. "Daniel propuso que Vargas Llosa y nosotros aceptamos de inmediato porque ya entonces hacía un trabajo muy importante en la literatura latinoamericana y conocía en profundidad el trabajo de Neruda", recuerda Mutis. Camino les dijo que tenía nexos con el presidente Fernando Belaunde y con el ministro del Interior peruano y garantizaba las facilidades


MÚSICA Lunes 4 de julio de 2011 t 21

respectivas. A Los Jaivas la idea los impresionó, pero lo tomaron como un proyecto más. Tres meses después los llamó Camino, desde Lima, para preguntar cómo iba la musicalización y se enojó al saber que no habían hecho nada. Recién en ese momento se pusieron a trabajar, se dieron cuenta de que la cosa iba en serio. Los Jaivas no había leído Canto General y luego de pesquisas con amigos por diversas ciudades de Europa finalmente dieron con un ejemplar. Le sacaron fotocopias para cada uno de los integrantes y mientras seguían con su gira europea empezaron a elucubrar cómo musicalizar los versos del poeta de Isla Negra. Solo con las fotocopias y una gran imagen de Machu Picchu como toda inspiración empezaron a darle vida a las canciones. Registraron primero "Águila sideral" y "Sube a nacer conmigo hermano" y las enviaron a Argentina, Chile y Perú, para ver cómo reaccionaba el público. Ni Chabuca ni Mercedes Sosa participarían, pero Camino dijo que solo ellos harían el especial. Y entre junio y julio de ese año, el quinteto registró lo restante del disco en los estudios PathéMarconi de la Ciudad Luz para el playback en el ombligo del mundo. Lo anecdótico es que el "Gato" Alquinta, guitarrista y vocalista de Jaivas, justo el día que tenía que registrar su voz para terminar el disco tuvo una afonía. Tuvieron que recurrir a una inyección de azufre para que le componga la voz por dos horas y poder terminar el álbum. Con el disco bajo el brazo, Los Jaivas retornaban a América Latina luego de cinco años de ausencia. Antes de encontrarse con Machu Picchu, primero hicieron una serie de presentaciones en Argentina y Chile. De Iquique se fueron directo a Tacna, donde dos pesados aviones de la FAP los esperaban a ellos y sus toneladas de equipaje. Era la primera semana de setiembre de 1981. Les tocaría, finalmente, corroborar si la cantata que habían hecho captaba la energía de ese Machu Picchu de carne y hueso. Ver si ese disco que con los años sería considerado por los críticos entre los mejores 20 discos de "folclor progresivo" del mundo era piedra sobre piedra, mejor dicho.

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Lo primero que Mario Mutis hizo al llegar a Machu Picchu fue subirse a lo más alto que pudo de la ciudadela inca y escuchar el disco que acababan de registrar y, emocionado, sintió la conexión entre música, versos nerudianos y monumento arqueológico inspirador. Alturas de Machu Picchu son siete canciones que sintetizan versos del famoso poemario. Se incluyeron dos canciones pendientes, que se adaptan al espíritu del álbum, "Del aire al aire", de Alberto Ledo, músico entonces ya desligado al grupo, y "Antigua América". Les sumaron "Amor americano", inspirada en la cadencia del huaylarsh del valle del Mantaro; y "La poderosa muerte", de más de 11 minutos, uno de los mejores segmentos del disco, que recogía diversos pasajes de los poemas nerudianos donde la parca y la destrucción eran los temas recurrentes. "Sube a nacer conmigo hermano" tiene alma de joropo venezolano.

NOSOTROS SIEMPRE TOMAMOS CON MUCHO CARIÑO Y RESPETO TODO LO QUE VENGA CON IDENTIDAD. EL PERÚ SIEMPRE HA ESTADO MUY INSERTADO DENTRO DE NUESTRA MÚSICA, TODO LO QUE ES SU CULTURA HA SIDO SIEMPRE FUENTE DE INSPIRACIÓN... CONCEPTOS. El paso del tiempo cambió ideas. En 1981 Machu Picchu era llamadas "ruinas".

Si bien con Vargas Llosa no coincidieron los días de grabación en la ciudadela inca, solo un par de meses antes de iniciar la aventura se vieron en un café de París para intercambiar ideas sobre el proyecto. Este año, el hoy Nobel de Literatura llegó a Santiago de Chile y Los Jaivas se le acercaron para entregarle una invitación del alcalde del Cusco. Vargas Llosa se disculpó de participar en los festejos porque ya tiene compromisos pactados de antemano. Sin embargo, les ha prometido ir al concierto que ofrecerán a fines de año en Berlín, como parte de la gira mundial que realizan por los 30 años del disco, que coinciden con los 100 del descubrimiento de Machu Picchu y los 60 del Canto General de Neruda.

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El quinteto y el equipo de producción (integrado por Televisión Nacional del Perú y Canal 13 de la Universidad Católica de Chile) tenían permiso para grabar en las horas en que no había turistas, del amanecer hasta cerca del mediodía y después de las cinco de la tarde. Se hospedaban en el hotel pegado a la ciudadela y aprovecharon los entretiempos para tomarse muchos pisco sours. Los Jaivas tienen en recuerdo de su epopeya musical un Machu Picchu distinto al actual. Entonces se llamaba las ruinas de Machu Picchu y no ciudadela inca ni santuario. Machu Picchu ni Aguas Calientes contaban con la infraestructura que ostentan hoy en día. Como los días de grabación se alargaron en la ciudadela, tuvieron que dejar el hotel en Machu Picchu y mudarse a Aguas Calientes, "que tampoco era lo que es hoy: no había ningún hotel ni baños, solo había galpones en ambos lados de la línea del tren, ahí nos acomodamos

con nuestros sacos de dormir", recuerda Mutis, para quien es todo un honor participar, el 7 de julio, en la ceremonia conmemoracional del centenario del descubrimiento. Y luego, como hace 30 años, al día siguiente volverán a tocar en el atrio de la catedral del Cusco. "Va a ser una gran fiesta de la fraternidad. Será un día de conmemoración. Nosotros siempre tomamos con mucho cariño y respeto todo lo que venga con identidad. El Perú siempre ha estado muy insertado dentro de nuestra música, todo lo que es su cultura ha sido siempre fuente de inspiración". En esta ocasión, ya no vendrá el grupo con Eduardo "Gato" Mejía, que partió a cantarle a San Pedro en 2003. Ahora son siete músicos: estarán Mario Mutis, Claudio Parra. Al "Gato" lo reemplazará su hijo Ankatu en la guitarra eléctrica. Para las presentaciones en el Perú ha vuelto el pianista Eduardo Parra, a quien los 60 años le han pasado la factura de cientos de conciertos y giras. Para él, tocar en Machu Picchu luego de 30 años será algo único. Tampoco estará Gabriel Parra, quien falleció en los años ochenta en un accidente de tránsito en Nasca, justamente, cuando buscaba una locación para un futuro video del grupo. Pero Juanita, su hija, lo reemplaza. Será una cantata mágica y transgeneracional. Ese 1981, al dejar Cusco, hicieron algunas presentaciones en Lima y luego en Argentina. Un año después, el especial televisivo aparecía en Europa con muy buenos comentarios, además de Chile, Argentina y el Perú. Con los años, Alturas de Machu Picchu hizo su propia trayectoria, ganó muchos premios, logró récords de ventas y continúa presente en los catálogos de música. La siguiente meta de Los Jaivas es llegar a 2013 para cantar a esta América de todos celebrando los 40 años del grupo.


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CUÁNTOS SON Y DÓNDE ESTÁN

Los otros Machu Picchu El Perú fue escenario de grandes culturas, algunas edificaron monumentos impresionantes, como Kuélap o Marcahuamachuco, que reciben el apelativo de "el otro Machu Picchu". Una mezcla de elogio y estrategia de marketing.

KUÉLAP. Es considerada uno de los mayores monumentos arqueológicos peruanos. Sus murallas miden más de 20 metros de altura.

ESCRIBE: ROLLY VALDIVIA CHÁVEZ

N

o, señor, no le creo. Usted me está mintiendo o exagerando. Qué le pasa, ¿quiere engañarme? ¿Me ha visto cara de tonto? ¿Cree que facilito nomás me voy a tragar ese cuentazo? Se equivoca, pues. No soy tan bestia, perdón, no soy una bestia. Ya ve, la cólera me hace confundir y termino diciendo pavadas. No se mate de la risa. Un error lo comete cualquiera. Bueno, aunque usted no está cometiendo un error. Usted lo hace con toda la intención, con alevosía y ventaja como dicen los abogados. Pero qué gana tomándome el pelo. No lo haga. En verdad no es necesario. Igual voy o vamos a ir para allá. Así que de una buena vez dígame la verdad. Córtela con esa cantaleta de que estamos yendo a Machu Picchu. Está bien que sea algo desorientado y bastante perdido, pero no lo soy tanto como para no darme cuenta que este lugar no es el Cusco. Dónde están las aguas sagradas del Urubamba, la vía férrea que conduce a un pueblo llamado Aguas Calientes o, el sendero incaico recorrido por centenares de viajeros de todas partes del mundo.


TURISMO Lunes 4 de julio de 2011 t 23

COMPLEJOS. Marcahuamachuco es el más grande de la sierra norte del Perú. Choquequirao es otra muestra de la destreza arquitectónica inca. El complejo está conformado por edificios y terrazas.

Y, como no hay nada de eso, no puede haber Machu Picchu en estos lares, por más que me digas lo contrario y que te enterques y me discutas y me asegures que no es una invención tuya, que no fuiste tú quién bautizó o dejó para la historia esa frase del "Machu Picchu del Norte" y que el "culpable", si se puede hablar de culpable en este caso, fue un presidente. Ah, cómo, qué tiene que ver un presidente en esta situación. O sea que todo este enredo es cortesía de un mandatario que, sorprendido ante la obra monumental de un pueblo prehispánico, no tuvo mejor idea que compararla con la máxima obra arquitectónica de los incas, aunque los muros de piedra que veía y admiraba, no fueron levantados por los Hijos del Sol. Un pequeño detalle que no fue tomado en cuenta por tan distinguido personaje que, como todo político, buscaba darle en la yema del gusto a la población..., y, lo consiguió, porque la frase quedó grabada en el corazón y en la memoria de la gente. Desde entonces, Marcahuamachuco, en La Libertad, es –aunque en verdad no lo se– el "Machu Picchu del Norte". No discuto más contigo. Te doy la razón. No querías engañarme. Pero trata de entenderme. Me sacó de cuadro eso de que nos vamos a Machu Picchu. Por eso me emberrinché y me puse saltón. Distinto hubiera sido si de arranque me contabas que, hace décadas, el arquitecto Fernando Belaunde Terry hizo la comparación con la maravilla cusqueña. Ahí la cosa cambiaba y, en vez de andar renegando, te habría preguntado más y me habría enterado más sobre los "guamachucos" y su herencia arqueológica, la más grande de la sierra norte del Perú. Pero todo comenzó mal y te hablé poco

durante el trayecto de casi 10 kilómetros que separa el actual pueblo de Huamachuco, con la meseta donde los antiguos erigieron su pétreo legado. Llegamos. Me separé de ti y empecé a recorrer el complejo sin tu compañía. No quería escuchar palabras mientras contemplaba los grandes muros, los recintos, el entorno geográfico. Es curioso, pero siempre intento hacer lo mismo cuando estoy en el otro Machu Picchu, caray, hasta yo mismo me confundo, en el verdadero Machu Picchu, pero rara vez lo consigo. Siempre hay mucha gente. Allí es difícil estar solo.

MÁS MACHU PICCHU Viajes. Muchas anécdotas. Más "Machu Picchus". Claro, Marcahuamacho no es el único. En el país existen varias zonas que reciben ese apelativo o son comparadas con la fabulosa ciudadela. Si son parecidas o no, es otra cosa. Si no las construyeron los quechuas, es un detalle insignificante. Lo que se quiere es llamarlas así. Sirve como imagen. Despierta el interés de los turistas. Estrategia de marketing, le dicen algunos. Engaña muchachos, pueden pensar varios. Lo cierto es que –para bien o para mal– así se les conoce. Y si bien la experiencia viajera enseña a desconfiar de semejantes símiles, debo admitir que mis andanzas por los "Machu Picchus"... digamos "alternativos" han sido más que satisfactorias. Cómo no serlo si uno de ellos es Kuélap. La fortaleza de los shashapuyos con sus inmensas y altísimas paredes, con sus casas circulares, con sus escaleras estrechas que fueron trampas mortales para los invasores incaicos, sí, porque ellos

sitiaron durante meses a los beligerantes pobladores de esta tierra de selva montañosa, en la región Amazonas. Kuélap, en verdad, no se parece a la máxima joya del Tahuantinsuyo, como tampoco se le parece Rúpac, el llamado Machu Picchu de la sierra de Lima. Allí se llega caminando, subiendo a uno de los tantos cerros de la sierra huaralina. Es un trayecto pesado que algunos emprenden en la localidad de La Florida y otros, para ahorrarse unos cuantos kilómetros de andar, lo inician desde el desolado pueblo de Pampas. Edificios de piedra y una vista impresionante de los que fueron los dominios de los atavillos, una cultura antigua, anterior al florecimiento cusqueño que predominó en esas zonas montañosas que, en el Perú actual, son parte la región Lima Provincias; entonces, lo de Machu Picchu es solo un capricho o acaso es que todos queremos tener un Machu Picchu cerca, para sentirnos orgullosos. No sé cuántos Machu Picchus habrán en el Perú. Pero en mis viajes he conocido uno más: Choquequirao. Le dicen el "otro Machu Picchu" y, en verdad, la "Cuna de Oro" –ese su nombre es español– sí tiene muchas semejanzas. No es que sea una obra gemela, pero en sus recintos se nota la destreza constructiva de los descendientes de Manco Cápac y Mama Ocllo. A estas alturas del camino, sospecho con razón que en mis futuros viajes se presentarán situaciones como las narradas aquí. De lo que sí estoy seguro es que no renegaré, porque, pase lo que pase, disfrutaré del lugar al que me conduzcan mis pasos. Y sí, lo recorreré en silencio, como intento hacerlo siempre que estoy en Machu Picchu, el de verdad, los de mentira.

VIAJES. MUCHAS ANÉCDOTAS. MÁS "MACHU PICCHUS". CLARO, MARCAHUAMACHO NO ES EL ÚNICO. EN EL PAÍS EXISTEN VARIAS ZONAS QUE RECIBEN ESE APELATIVO O SON COMPARADAS CON LA FABULOSA CIUDADELA. SI SON PARECIDAS O NO, ES OTRA COSA...


ELOTROYO 24 t VARIEDADES

WILLIAM LUNA MOSCOSO

“Soy fruto del sincretismo” William Luna es cusqueño. Llegó a Lima hace una década. No es profeta en su tierra, pero sí del Perú. Hombre de fe, compositor y músico, que no deja de cantarle al amor desde sus raíces mestizas. Aquí sus confesiones. ENTREVISTA: SUSANA MENDOZA CARICATURA: TITO PIQUÉ ROMERO

¿Habla quechua? –Poco me enseñaron mis padres, creo que porque la ciudad de Cusco es cosmopolita a pesar de que todavía muchos creen que aún está el cholito con poncho y su llamita. Cusco es más colonial que la misma Lima. ¿Y eso le gusta? –Me parece muy bueno, es fruto de un coloniaje. Es un pedazo de Europa colocado en una piedra inca. ¿Con quién se identifica? –Soy fruto del sincretismo, soy mestizo. ¿Se siente descendiente de los incas? –No directamente. Debe haber algo de sangre inca en mí, y se lo agradezco a Dios, no me avergüenzo. Pero también tengo la española, por eso mis hijos tienen el pelo rojo y mi padre es rubio totalmente, colorado. En el colegio, le decían nectarín, porque ese era el nombre de una gaseosa cusqueña. Ahora que se conmemora los 100 años del descubrimiento de Machu Picchu, ¿qué siente? –Le mentiría si le digo que me siento "guauuu". La celebración es algo comercial. Y, además, por qué se celebra cien años, si Machu Picchu

siempre estuvo allí. Fui de niño a visitarlo varias veces, pero no lo recuerdo bien. De grande lo disfruté más. Qué le puedo decir. Es como si a usted le preguntaran qué le parece su casa, si es su casa. ¿Machu Picchu es lo mejor que tiene el Perú? –¡No, por Dios! Conozco nuestro país por mi trabajo, pero créame todavía no encuentro nada mejor que el Cusco. Es verdad que uno no puede generalizar, pero, ¿cómo son los cusqueños? -Es cierto, pero en su mayoría son luchadores, arraigados a su tierra, con su creencia y su fe, pero con ideas polarizadas. A tal punto que, por ejemplo, cuando iba al estadio a ver jugar al Cienciano contra Universitario de Deportes, encontraba a cusqueños que eran hinchas de la U, ¿me puede explicar? Se dice que se sienten más cusqueños que peruanos... –¡Eso sí! En una época muchos jóvenes de mi generación quisimos que Cusco fuera una nación independiente. Incluso escribí un poema en esos años: "El Cusco es una nación al sur de Lima". Nos sentíamos rechazados por el centralismo limeño. ¿Usted ha cambiado? –Sí, y de la mejor manera, para bien, porque el resentimiento no creció en mí. Yo amo mi tierra y a mi gente, pero no comparto muchas ideas. Pienso que la cultura tiene que ingresar en la vida de cada uno de ellos. Imagínese que me peleaba con caballeros borrachos que miccionaban en lugares públicos. Hasta me amenazaron de muerte. ¿Le gusta la ciudad de Lima? –Sí, ya me he acostumbrado. Hasta mi sangre se ha igualado al nivel del mar. Al punto que me afecta la altura. Si esto lo escucha un cusqueño dirá que soy un traidor a Cusco. Pero yo quiero que mi gente sepa que seré siempre el primero en defenderlo. En mi región no hay una estación de gas, a pesar de que sale de allí. Eso le da rabia... –Me indigna. Después de 10 años en Lima, ¿qué quiere hacer...? –Quiero seguir haciendo música, y también política. Me encanta la política, no para oponerme sino para aportar. ¿Incursionará en política? –Sí, y ya incursioné y, sin embargo, mi música habla del amor y mis vivencias. ¿Qué es lo que más ansía lograr? –La paz en mi vida y familia. Amo a mi esposa, mis cuatro hijos y a mi padre que aún vive. A mi tierra voy a ir. Jesús dijo que nadie es profeta en su tierra. ¿Es cristiano? –Sí, desde hace dos años. ¿Y por qué decidió serlo? –Porque siempre quise serlo. Entrevista completa en www.andina.com.pe


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