LA CULPA NO ES DE LA VACA
Fรกbulas para la hora del refrigerio #2 Renzo ร ngel
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ÍNDICE EL TRIGO ESTÉRIL.............................................................5 MIOPÍA............................................................................7 LOS DOS HERMANOS.......................................................9 LA HISTORIA DEL BAMBÚ..............................................11 EL ÁRBOL QUE NO SABÍA QUIÉN ERA...........................12 SALVANDO AL AMIGO...................................................14 NO HAY PESO SI HAY AMOR..........................................16 EL AGUILA Y LA TORMENTA...........................................17 GLOBOS NEGROS...........................................................18 EL GENIO Y EL ZAPATERO...............................................19 LOS TRES LEONES..........................................................21 EL HALCÓN QUE NO VOLABA........................................24 EL BURRO Y EL POZO.....................................................26 LA BAILARINA................................................................28 DISFRUTA LAS FRUTILLAS..............................................30 PARTE DEL REGALO........................................................32 LAS CUATRO VELAS........................................................33 LA LUCIÉRNAGA Y LA SERPIENTE...................................35 LA LLAMA INTERIOR......................................................37 LUCES Y SOMBRAS.........................................................39
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INTRODUCCIÓN
Existe una rica fuente de relatos en el budismo, taoísmo, sufismo y otras tradiciones de la antigüedad. Con su simplicidad y lenguaje directo nos trasmiten enseñanzas profundas que nos ayudan a vivir mejor. He recogido algunas fábulas que me han acompañado durante muchos años en mi trabajo como psicoterapeuta, aunque estrictamente hablando, algunos textos incluidos podrían calificarse como parábolas, metáforas, cuentos o koans. Pero lo importante, creo yo, más allá de las formas, es su mensaje. Te doy las gracias por leer este corto libro que es el primero de una serie a publicar. Y recuerda: “La culpa no es de la vaca”. Tampoco culpes al clima, a la gente, al tráfico... de los problemas. En este libro descubrirás por qué lo digo.
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EL TRIGO ESTÉRIL Un viejo campesino fue a ver a Dios y le dijo: —Mira, tú debes ser Dios y debes haber creado el mundo, pero hay una cosa que tengo que decirte: no eres un campesino, no conoces ni siquiera el abc de la agricultura. Tienes algo que aprender de mí... Dios Dijo: —¿Cuál es tu consejo? El campesino le dijo: —Dame un año y déjame que las cosas se hagan como yo quiero y verás lo que pasará: la pobreza no existirá más. Dios aceptó y le concedió al campesino un año. Naturalmente pidió a Dios lo mejor y sólo lo mejor: ni tormentas, ni ventarrones, ni granizo, ni ningún peligro para el grano. Todo confortable, cómodo y él era muy feliz. El trigo crecía altísimo. Cuando quería sol, había sol; cuando quería lluvia, había tanta lluvia como hiciera falta. Ese año todo fue perfecto, matemáticamente perfecto. El trigo crecía tan alto que el campesino fue a ver a Dios y le dijo: —¡Mira! esta vez tendremos tanto grano que si la gente no trabaja en diez años, aún así tendremos comida suficiente. Pero hubo un problema. Cuando se recogieron las espigas 5
todas estaban vacías. El campesino se sorprendió y le preguntó a Dios: —¿Qué pasó, qué error hubo? Dios le respondió: —Como no hubo desafío, no hubo conflicto, ni fricción; como tú evitaste toda dificultad, todo lo que era malo, el trigo se volvió impotente. Un poco de lucha es imprescindible. Las tormentas, los truenos, los relámpagos son necesarios, porque sacuden el alma dentro del trigo. La noche es tan necesaria como el día y los días de tristeza son tan esenciales como los días de felicidad. A todo esto se llama lucha y esfuerzo. MORALEJA Las crisis y los obstáculos son inevitables. Si tenemos una actitud resiliente podemos convertirlos en oportunidades de crecimiento. Decía Confucio: «Hay personas que lloran al saber que las rosas tienen espinas. Otras se ríen de alegría al saber que las espinas tienen rosas».
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MIOPÍA Un anciano que tenia un grave problema de miopía se consideraba un experto en evaluación de arte. Un día visitó un museo con algunos amigos. Se le olvidaron los lentes en su casa y no podía ver los cuadros con claridad, pero eso no lo detuvo de ventilar sus fuertes opiniones. Tan pronto entraron a la galería, comenzó a criticar las diferentes pinturas. Al detenerse ante lo que pensaba era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo. Con aire de superioridad dijo: «El marco es completamente inadecuado para el cuadro. El hombre esta vestido en una forma muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un error imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto». El anciano siguió su parloteo sin parar hasta que su esposa logró llegar hasta el entre la multitud y lo aparto discretamente para decirle en voz baja: «Querido, estas mirando un espejo». MORALEJA Tenemos puntos ciegos que nos impiden ver realmente cómo somos. Además, cuando alguien nos critica o señala 7
algĂşn comportamiento negativo, tardamos en reconocerlo y admitirlo. Entonces, se hace necesario mirarnos en el “espejoâ€? mĂĄs a menudo, observar bien para detectar nuestros errores, y tener el valor de corregirlos.
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LOS DOS HERMANOS Érase una vez dos hermanos gemelos criados en el mismo hogar, por el mismo padre. Compartían la dura experiencia de crecer bajo la tiranía, las injurias y los golpes de un padre alcohólico, autoritario e irresponsable. Frecuentemente el padre tenía problemas con la policía. Uno de los hermanos dejó la escuela y se convirtió en alcohólico. Se casó y actuaba como su papá con su familia, maltratándola. Apenas trabajaba y en repetidas ocasiones tenía problemas con la policía. Una vez, le preguntaron por qué actuaba de esa manera. Él contestó: —Con un padre y una infancia como la que tuve, ¿Cómo hubiera podido ser distinto? El otro hermano, a pesar de la misma crianza difícil, nunca dejó de estudiar. Se casó y era un esposo atento y un buen padre. Se volvió un empresario exitoso que aportaba mucho a su comunidad. Un día, le preguntaron a qué atribuía el éxito que había tenido en su vida. Él respondió: —Con un padre y una infancia así, ¿Cómo hubiera podido ser distinto? MORALEJA Frecuentemente culpamos a nuestro pasado de nuestros 9
problemas utilizĂĄndolo como excusa para no seguir adelante. Sin embargo, tenemos el poder de elegir. Cada dĂa es una oportunidad para comenzar de nuevo y liberarnos de las ataduras del pasado.
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LA HISTORIA DEL BAMBÚ Después de plantar la semilla del bambú chino, no se ve nada durante cinco años, excepto un lento desarrollo de un diminuto brote a partir del bulbo. Durante cinco años, todo el crecimiento es subterráneo, invisible a simple vista, pero una maciza y fibrosa estructura de raíz que se extiende vertical y horizontalmente por la tierra está siendo construida. Entonces, al final del quinto año, el bambú chino crece hasta alcanzar una altura de veinticinco metros. MORALEJA El bambú chino nos enseña que no debemos fácilmente desistir de nuestros proyectos y de nuestros sueños. Algunas carreras hacia el éxito se parecen más a una maratón que a una carrera de velocidad. Es necesaria cierta dosis de paciencia para ver los frutos. Si cultivamos los hábitos de la persistencia y la paciencia alcanzaremos nuestros sueños.
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EL ÁRBOL QUE NO SABÍA QUIÉN ERA Había una vez, en un lugar y en un tiempo que podría ser cualquiera, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos. Todo era alegría en el jardín, excepto un árbol que estaba profundamente triste. El pobre tenía un problema: no sabía quién era. El manzano le decía: «lo que te falta es concentrarte, si realmente lo intentas podrás tener sabrosas manzanas, es muy fácil». El rosal le decía: «No le escuches. Es más sencillo tener rosas y son más bonitas». El pobre árbol, desesperado intentaba todo lo que le sugerían pero como no lograba ser como los demás se sentía cada vez más desolado. Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y le dijo: «No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra, no dediques tu vida a ser como los demás quieren que seas. Sé tú mismo, conócete y para lograrlo escucha tu voz interior».
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«¿Mi voz interior? ¿Ser yo mismo? ¿Conocerme?», se preguntaba el árbol desesperado. Entonces de pronto comprendió. Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón. Por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole: «Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble y tu destino es crecer grande y majestuoso, dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje. Tienes una misión cúmplela». Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser, simplemente ser. MORALEJA Aprendamos a ser quienes somos. No tratemos de ser iguales a otros. Cada cual tiene su propio sello y así tiene que ser: todos tenemos valor en la medida que sepamos más quienes somos.
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SALVANDO AL AMIGO Había una vez dos niños que patinaban sobre una laguna helada. Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación. De pronto, el hielo se reventó y uno de los niños cayó al agua, quedando atrapado. El otro niño, viendo que su amigo se ahogaba bajo el hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta que logró romper la helada capa, agarró a su amigo y lo salvó. Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaban cómo lo hizo, pues el hielo era muy grueso. —¡Es imposible que lo haya podido romper con esa piedra y sus manos tan pequeñas!—, afirmaban. En ese instante apareció un anciano y dijo: —Yo sé cómo lo hizo. —¿Cómo? —No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo. MORALEJA Pongamos atención a las frases que le decimos a los niños, 14
pues las palabras tambiĂŠn tienen fuerza y se interiorizan. Tampoco contaminemos a los niĂąos con nuestras propias creencias limitantes.
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NO HAY PESO SI HAY AMOR El arqueólogo iba cansado, aún llevando muy poco equipaje (porque llevar mucho equipaje a esas alturas se hace imposible). Además, según se asciende, se hace más difícil respirar. Delante de él, vio a una niña que no tendría más de diez años, cargando a un niño, muy gordito, sobre sus hombros. Ella iba sudando, respirando pesadamente, y cuando el hombre pasó a su lado le dijo: Niña, debes de estar muy cansada. Llevas mucho peso sobre ti. La niña le respondió: Usted es quien lleva peso, esto no es un peso, esto es mi hermanito. MORALEJA Las emociones positivas como la gratitud, esperanza, compasión, amor, etc., son como un combustible inagotable para alcanzar objetivos. Esta es una premisa dentro de la psicología positiva.
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EL AGUILA Y LA TORMENTA ¿Sabías que un águila sabe cuando una tormenta se acerca mucho antes de que empiece? El águila volará a un sitio alto para esperar los vientos que vendrán. Cuando llega la tormenta, Extiende sus alas para que el viento las agarre y le lleve por encima de la tormenta. Mientras que la tormenta esté destrozando abajo, el águila vuela por encima de ella. El águila no se escapa de la tormenta. Simplemente usa la tormenta para levantarse más alto. Se levanta por los vientos que trae la tormenta. Cuando las tormentas de vida nos vienen –Y todos nosotros vamos a pasar por ello–, podemos levantarnos por encima manteniéndonos resilientes. MORALEJA No son los pesos de la vida que nos lleva hacia abajo, sino el cómo los manejamos. Dice una frase: «Ningún mar en calma hizo experto a un Marinero».
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GLOBOS NEGROS En cierta ocasión Martin Luther King se encontraba a punto de dar una de sus famosas conferencias acerca de los derechos humanos, cuando notó que un pequeño niño de color negro se encontraba al frente de su auditorio. Se sintió sorprendido y preguntó a uno de sus ayudantes, al respecto, éste le indicó que había sido el primero en llegar. Cuando terminó su discurso se soltaron globos de diferentes colores al cielo y el pequeño no dejaba de mirarlos. Esto llamó la atención de Martin Luther King, quien abrazándolo lo levantó en brazos. El pequeño lo miró fijamente y le preguntó si los globos negros también volaban hacia el cielo. Martin lo miró dulcemente y le contestó: —Los globos no vuelan al cielo por el color que tengan, sino por lo que llevan dentro. MORALEJA ¿Y tú que llevas dentro? ¿Te permitirá volar al cielo? ¿Te has esforzado por desarrollar las habilidades personales para alcanzar el éxito o te conformas viendo a los demás triunfar?
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EL GENIO Y EL ZAPATERO Un genio tomó forma de mendigo y le dijo a un zapatero: —Hermano, hace tiempo que no como y me siento muy cansado, aunque no tengo ni una sola moneda quisiera pedirte que me arreglaras mis sandalias para poder caminar. —¡Yo soy muy pobre y ya estoy cansado de todo el mundo q viene a pedir pero nadie quiere dar!—, contestó el zapatero. El genio le ofreció entonces lo que él quisiera. —¿Dinero inclusive?—, preguntó el tendero. El genio le respondió: —Yo puedo darte 10 millones, pero a cambio de tus piernas. —¿Para qué quiero yo 10 millones si no voy a poder caminar, bailar, moverme libremente?—, dijo el zapatero. Entonces el genio replicó: —Está bien, te podría dar 100 millones, a cambio de tus brazos. 19
El zapatero le contestó: —¿Para qué quiero yo 100 millones si no voy a poder comer solo, trabajar y jugar con mis hijos? Entonces el genio le ofreció: —En ese caso, te puedo dar 1000 millones a cambio de tus ojos. El zapatero respondió asustado: —¿Para qué me sirven 1000 millones si no voy a poder ver el amanecer, ni a mi familia y mis amigos, ni todas las cosas que me rodean? Entonces, el genio, le dijo: —Ah hermano mío, ya ves que fortuna tienes y no te das cuenta. MORALEJA A veces solo necesitamos darnos cuenta de lo afortunado que somos y la gran fortuna que poseemos. Es mejor ser agradecido cada día que lamentarse por algunas carencias reales o imaginarias.
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LOS TRES LEONES En la selva vivían tres leones. Un día el mono, el representante electo por los animales, convocó a una reunión para pedirles una toma de decisión: —Todos nosotros sabemos que el león es el rey de los animales, pero para una gran duda en la selva: existen tres leones y los tres son muy fuertes. ¿A cuál de ellos debemos rendir obediencia? ¿Cuál de ellos deberá ser nuestro Rey? Los leones supieron de la reunión y comentaron entre si: —Es verdad, la preocupación de los animales tiene mucho sentido. Una selva no puede tener tres reyes. Luchar entre nosotros no queremos ya que somos muy amigos… Necesitamos saber cual será el elegido, pero, ¿Cómo descubrirlo? Otra vez los animales se reunieron y después de mucho deliberar, le comunicaron a los tres leones la decisión tomada: —Encontramos una solución muy simple para el problema, y decidimos que ustedes tres van a escalar la Montaña Difícil. El que llegue primero a la cima será consagrado nuestro Rey.
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La Montaña Difícil era la más alta de toda la selva. El desafío fue aceptado y todos los animales se reunieron para asistir a la gran escalada. El primer león intentó escalar y no pudo llegar. El segundo empezó con todas las ganas, pero, también fue derrotado. El tercer león tampoco lo pudo conseguir y bajó derrotado. Los animales estaban impacientes y curiosos; si los tres fueron derrotados, ¿Cómo elegirían un rey? En este momento, un águila, grande en edad y en sabiduría, pidió la palabra: —¡Yo sé quien debe ser el rey! Todos los animales hicieron silencio y la miraron con gran expectativa. —¿Cómo?—, preguntaron todos. —Es simple—, dijo el águila. —Yo estaba volando bien cerca de ellos y cuando volvían derrotados en su escalada por la Montaña Difícil, escuché lo que cada uno dijo a la Montaña. —El primer león dijo: ¡Montaña, me has vencido! —El segundo león dijo: ¡Montaña, me has vencido!
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—El tercer león dijo: ¡Montaña, me has vencido, por ahora! Pero ya llegaste a tu tamaño final y yo todavía estoy creciendo. La diferencia, completó el águila, es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor cuando sintió la derrota en aquel momento, pero no desistió y quien piensa así, su persona es más grande que su problema: él es el rey de sí mismo, y está preparado para ser rey de los demás. Los animales aplaudieron entusiasmadamente al tercer león que fue coronado El Rey de los Animales. MORALEJA No tiene mucha importancia el tamaño de las dificultades o situaciones que tengas. Tus problemas, por lo menos la mayor parte de las veces, ya llegaron al nivel máximo, pero no tú. Tú todavía estás creciendo y eres más grande que todos tus problemas juntos. Todavía no llegaste al límite de tu potencial y de tu excelencia.
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EL HALCÓN QUE NO VOLABA Cierto día, un rey recibió dos pequeños halcones como regalo y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenase para la caza. Pasados unos meses, el maestro informó al rey de que uno de los halcones no se movía de la rama del árbol en que lo habían dejado, a pesar de que el otro ya volaba perfectamente. El rey mandó llamar a sanadores, cazadores, cetreros y curanderos para que observasen al halcón, pero ninguno de ellos pudo hacer volar al ave, que, tras muchos intentos por parte de sabios y expertos, continuaba inmóvil en la rama. Casi desesperado, el rey prometió una recompensa a la persona que hiciera volar al ave. A la mañana siguiente vio con sorpresa a los dos halcones volando por los jardines velozmente. El rey ordenó que llevasen ante él de inmediato al responsable de tal prodigio y, asombrado, comprobó que no era sino un campesino. El rey le preguntó: —¿Cómo lograste hacer que mi halcón volase? El campesino, algo intimidado, respondió: —Fue fácil, mi señor. Corté la rama del árbol, el halcón se dio cuenta de que tenía alas y voló. 24
MORALEJA No puedes descubrir nuevos mares a menos que tengas el coraje de perder de vista la costa. A veces necesitamos un sacudón o que alguien nos “mueva la alfombra” para darnos cuenta de nuestros recursos personales. Entonces salimos de nuestra zona confortable y descubrimos que podemos volar como el halcón.
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EL BURRO Y EL POZO Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo. El animal lloró fuertemente por horas, mientras el campesino trataba de buscar algo que hacer. Finalmente, el campesino decidió que el burro ya estaba viejo y el pozo ya estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas; que realmente no valía la pena sacar al burro del pozo. Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarle. Cada uno agarró una pala y empezaron a tirarle tierra al pozo. El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró horriblemente. Luego, para sorpresa de todos, se aquietó después de unas cuantas paladas de tierra. El campesino finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio... Con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble: Se sacudía la tierra y daba un paso encima de la tierra. Muy pronto todo el mundo vio sorprendido cómo el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando...
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MORALEJA La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra. El truco para salir del pozo es sacudĂrsela y usarla para dar un paso hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas es un escalĂłn hacia arriba. Podemos salir de los mĂĄs profundos huecos si no nos damos por vencidos. Usa las barreras como un impulso para ir hacia adelante.
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LA BAILARINA Una joven había tomado clases de ballet durante toda su infancia, y había llegado el momento en que se sentía lista para convertir su afición en profesión. Deseaba llegar a ser una primera bailarina y quería comprobar si poseía las cualidades necesarias, de manera que, cuando llegó a su ciudad, una gran compañía de danza fue al teatro y habló con el director. —Quisiera llegar a ser una gran bailarina—, le dijo, —pero no sé si tengo el talento necesario o qué me hace falta para conseguirlo. —Hazme una demostración, le dijo el director. Pero apenas había bailado unos segundos, la interrumpió, moviendo la cabeza en señal de desaprobación. —No, usted no tiene las condiciones necesarias—, le dijo. La joven llegó a su casa con el corazón desgarrado, arrojó las zapatillas de baile en lo más profundo de un armario y no volvió a calzarlas nunca más. Se casó, tuvo hijos y cuando se hicieron un poco mayores, empezó a trabajar como cajera en un supermercado. Años después asistió a una función de ballet y a la salida se topó con el viejo director, ella lo saludó y le recordó la charla que habían tenido años antes, le mostró fotografías 28
de sus hijos y le comentó de su trabajo en el supermercado, pero al final, antes de despedirse, le preguntó: —¿Cómo pudo usted saber tan rápido que yo no tenía condiciones de bailarina? —¡Ah! apenas la miré cuando usted bailó delante de mí, simplemente le dije lo que siempre le digo a todas—, le contestó. —¡Pero eso es imperdonable!—, exclamó ella, —¡Usted arruinó mi vida, pude haber llegado a ser primera bailarina! —No lo creo—, repuso el viejo maestro. —Si hubieras tenido las dotes necesarias y una verdadera vocación para bailar, no habrías prestado ninguna atención a mi comentario. MORALEJA En la vida no solo el valiente o el veloz triunfa; tarde o temprano el que siempre vence es el que cree que es posible. Sin duda, si te crees perdido, estás perdido y si crees que no puedes, no podrás. Henry Ford solía decir: «Tanto si crees que puedes como si no, tienes razón».
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DISFRUTA LAS FRUTILLAS Una persona caía por un barranco y se sostuvo de las raíces de un árbol. Arriba del barranco había un oso inmenso queriendo devorarlo. El oso mostraba los dientes, babeaba de ansiedad por el plato que tenía delante suyo. Y abajo, listos para tragarlo cuando cayera, estaban nada más y nada menos que seis tigres tremendamente hambrientos. Él levantaba la cabeza, miraba hacia arriba y veía el oso. Cuando el otro daba una tregua, oía el rugir de los tigres, próximos a sus pies. En determinado momento, él miró al costado izquierdo y vio una frutilla roja,linda, reflejando el sol. En un esfuerzo supremo, apoyó su cuerpo, sostenido solamente por la mano derecha, y con la izquierda, tomó la frutilla. Cuando pudo mirarla mejor quedó admirado por su belleza. Entonces llevó la frutilla a la boca y disfrutó su sabor dulce y suculento. Fue un placer supremo comer aquella frutilla tan rica. Quizá te preguntes: Pero, ¿y el oso? Olvida al oso y ¡come las frutillas! ¿Y los tigres? Mala suerte de los tigres, ¡Come la frutilla! 30
Siempre existirán osos queriendo comer nuestras cabezas y tigres queriendo arrancar nuestros pies. Eso hace parte de la vida, pero es importante saber comer las frutillas, siempre. Nosotros no podemos dejar de comerlas sólo porque existen osos y tigres. MORALEJA Los problemas no impiden a nadie ser feliz. Come la frutilla, no dejes que ella escape. Relájate y vive un día a la vez. Los problemas están en la vida de todos, pero la gran verdad es que el mejor momento para ser feliz ¡es ahora!
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PARTE DEL REGALO Una niña en África, le dio a su maestra un regalo de cumpleaños. Se trataba de un hermoso caracol. —¿Dónde lo encontraste?—, le preguntó la maestra. La niña le dijo que esos caracoles se encontraban solamente en cierta playa lejana. La maestra se conmovió profundamente porque sabía que la niña había caminado muchos kilómetros para buscar el caracol. —No debiste haber ido tan lejos sólo para buscarme un regalo. La sabia niña sonrió y le contestó: —Maestra, la larga caminata es también parte del regalo. MORALEJA A veces creemos que la mejor manera de expresar nuestro amor es comprando regalos que cuestan mucho dinero y nos olvidamos que el amor no tiene precio, que a veces las cosas más simples son las que más llegan y se sienten de verdad. Porque se dan con el corazón. 32
LAS CUATRO VELAS Cuatro velas se estaban consumiendo tranquilamente. El ambiente estaba tan silencioso que se podía oír el diálogo entre ellas. La primera dice: «¡Yo, soy la Paz! A pesar de mi luz, las personas no consiguen mantenerme encendida». Y disminuyendo su llama, se apagó totalmente. La segunda dice: «¡Yo me llamo Fe! Infelizmente soy superflua para las personas. Porque ellas no quieren saber de Dios, por eso no tiene sentido continuar quemándome». Al terminar sus palabras, un viento se abatió sobre ella, y ésta se apagó. En voz baja y triste la tercera vela se manifestó: «¡Yo soy el Amor! No tengo más fuerzas que quemar. Las personas me dejan de lado porque solo consiguen manifestarme para ellas mismas; se olvidan hasta de aquellas que están a su alrededor». Y también se apagó. De repente entró una niña y vio las tres velas apagadas. Y dijo: «¿Qué es esto? ¡Ustedes deben estar encendidas y consumirse hasta el final!». Entonces, la cuarta vela, habló: «No tengas miedo niña, ¡mientras yo esté encendida, podemos encender las otras velas!». 33
Entonces la niña tomó la vela de la ESPERANZA y encendió las que estaban apagadas. MORALEJA Lo que siempre debemos conservar en cualquier momento de nuestra vida es la esperanza... ¡Esforcémonos para que la vela de la esperanza no se apague nunca dentro de nosotros! Ocupémonos de mantenerla viva.
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LA LUCIÉRNAGA Y LA SERPIENTE Cuenta la leyenda, que una vez, una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; esta huía rápido con miedo de la feroz depredadora, y la serpiente no pensaba desistir. Huyó un día, y ella no desistía, dos días y nada. En el tercer día, ya sin fuerzas la luciérnaga paro y dijo a la serpiente: —¿Puedo hacerte tres preguntas? —No acostumbro dar ese privilegio a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar. —¿Pertenezco a tu cadena alimenticia? —No—, contestó la serpiente. —¿Yo te hice algún mal? —No—, volvió a responder. —Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo? —¡Porque no soporto verte brillar! MORALEJA Muchos de nosotros nos hemos visto envueltos en 35
situaciones donde nos preguntamos: ÂżPor quĂŠ me pasa esto si yo no he hecho nada malo? Sencillo: ÂĄPorque no soportan verte brillar!
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LA LLAMA INTERIOR Cuentan que un rey muy rico de la India, tenía fama de ser indiferente a las riquezas materiales y hombre de profunda religiosidad, cosa un tanto inusual para un personaje de su categoría. Ante esta situación y movido por la curiosidad, un súbdito quiso averiguar el secreto del soberano para no dejarse deslumbrar por el oro, las joyas y los lujos excesivos que caracterizaban a la nobleza de su tiempo. Inmediatamente después de los saludos que la etiqueta y cortesía exigen, el hombre preguntó: «Majestad, ¿Cuál es su secreto para cultivar la vida espiritual en medio de tanta riqueza?». El rey le dijo: «Te lo revelaré, si recorres mi palacio para comprender la magnitud de mi riqueza. Pero lleva una vela encendida. Si se apaga, te decapitaré». Al término del paseo, el rey le preguntó: «¿Qué piensas de mis riquezas?» La persona respondió: «No vi nada. Sólo me preocupé de que la llama no se apagara». El rey le dijo: «Ese es mi secreto. Estoy tan ocupado tratando de avivar mi llama interior, que no me interesan las riquezas de fuera».
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MORALEJA Al ocuparnos un poco mรกs de nuestro interior, nos liberamos de los apegos exteriores. Avivemos nuestra llama interior. No solo tendremos mejores relaciones interpersonales, sino que seremos mรกs felices.
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LUCES Y SOMBRAS Un maestro zen llevó a sus discípulos a una habitación oscura. —¿Qué ven?—, les preguntó. —Nada, maestro—, le respondieron. —La oscuridad es absoluta y no nos deja ver. El maestro dio una palmada, y se encendieron al mismo tiempo mil lámparas de intensa luz. —¿Qué ven ahora?—, les preguntó otra vez. —Nada, tampoco—, dijeron los discípulos. —Esta luz cegadora nos impide abrir los ojos para ver. —Aprendan, pues—, les enseñó el maestro, —que ni en la luminosidad absoluta ni en la completa oscuridad el hombre puede ver. Por eso estamos hechos de luces y sombras, para podernos ver los unos a los otros. ¡Ay de aquél que no perdone la oscuridad que hay en el alma de su hermano, pues no lo podrá ver, y estará solo! Y ¡Ay de aquél que no busque poner luces en su oscuridad, pues a sí mismo se perderá!—. Así dijo el sabio. Y concluyó:
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—Estamos hechos de sombras. ¿Dónde mejor que en nosotros puede brillar la luz? MORALEJA Debemos reconocer la dualidad en el hombre. La adecuada integración de los dos aspectos nos ayudará a crecer. Como afirmaba Carl Jung: «Nadie se ilumina fantaseando figuras de luz, sino haciendo consciente su oscuridad».
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ACERCA DEL AUTOR Renzo Ángel, el autor de este libro, es psicólogo y escritor. A través de sus 20 años de profesión como psicoterapeuta cognitivo y coach, el autor ha experimentado la inmensa satisfacción de ayudar a sus clientes. Ahora, desea llegar a más personas difundiendo los conceptos de una psicología basada en evidencias. Adicionalmente, Renzo Angel suscribe las tradiciones filosóficas del sufismo, taoísmo y budismo zen cuyas fuentes han nutrido muchos relatos de este libro. Puedes encontrar artículos gratuitos del autor visitando su blog: www.renzoangel.ml
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LIBROS DEL MISMO AUTOR MINDFULNESS: PRIMEROS PASOS (2017) Libro para iniciar la prรกctica del Mindfulness o Atenciรณn Plena.
BUENA SEMILLA: SEMBRANDO IDEAS POSITIVAS # 1 (2017) Felicidad, optimismo, autoestima, relaciones amorosas y otros temas.
BUENA SEMILLA: SEMBRANDO IDEAS POSITIVAS # 2 (2018) Felicidad, optimismo, autoestima, relaciones amorosas y otros tema
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LA CULPA NO ES DE LA VACA #1 (2018) Fรกbulas para la hora del refrigerio
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