8 minute read

Los retos docentes en tiempos de pandemia

Next Article
Mi resguardo

Mi resguardo

Tere Rojas Juárez

Licenciatura y Maestría en Historia realizadas en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Licenciatura en Psicología, cursada en la ULA, Diplomados en Investigación Psicocriminodelictiva, Trata de personas realizados en la UNAM, Perspectiva de Género realizados en diversas instancias educativas, Docente en la Preparatoria Libres del C.R.N., de la BUAP, con 4 años de experiencia docente. sitarojas@yahoo.com.mx

Advertisement

introducción

Las vivencias experimentadas a partir del mes de marzo de 2020, más allá de transformar la vida de sus partícipes, impactó en una realidad que no se quería visualizar, tales como las creencias de que todas las personas tienen acceso a la tecnología, o quizá que los adolescentes manejan esa tecnología de manera integral, entre otras situaciones. En este caso se plantea la experiencia vivida en un municipio del estado de Puebla, donde las y los estudiantes, provienen de comunidades aledañas o de otros municipios, lo cual para muchos representa retos económicos y académicos.

Nos topamos con la realidad

Las experiencias que ha generado el periodo de confinamiento en nuestro país vislumbran problemáticas que no esperábamos escuchar como la falta de un equipo de cómputo para trabajar, la utopía de que los jóvenes podían trabajar con la tecnología de manera efectiva, entre otras situaciones que se plasmarán en este texto. Considero que como docente de las asignaturas Historia Universal, Psicología profesiográfica, Emprendimiento, así como tutora de segundo semestre en educación media superior, he sido testigo de diferentes problemáticas que se mencionarán a continuación.

En un primer momento, fue claro que con el proceso de confinamiento, no se contaba con una planeación que les permitiera a las y los estudiantes a aprender y comprender sobre cada materia, sin dejar de lado que comentaban lo complicado que era cumplir con varias tareas, así como organizar las actividades, menos retener información. En un

segundo momento, la falta de herramientas como una computadora, internet, celulares con capacidades amplias de memoria que les permitieran bajar archivos o ser parte de una plataforma educativa. En un tercer momento, la lejanía de sus hogares, varios expresaban la necesidad de alejarse de sus hogares para buscar un café internet, o la casa de un familiar para cumplir con las labores asignadas.

En el ámbito de tutoría debo resaltar la problemática en torno a las conductas de las y los jóvenes que no presentaban interés por su educación aún antes de iniciar la pandemia y en muchas ocasiones los padres o madres no se presentaban porque referían que trabajaban, no obstante en este periodo en el que se encontraban juntos en casa, se realizaban llamadas de seguimiento pues no respondían a las actividades asignadas, obteniendo respuestas como: usted hable con él porque a mí no me hace caso, si reprueba para nosotros mejor, así le ayuda a su papá en la albañilería, o si le da tiempo que haga las tareas porque se va a trabajar de lunes a viernes. Hechos que nos muestran una realidad que si bien estaba presente, no se abordaba directamente pues la justificación para una ausencia simbólica, era el trabajo de los padres.

Otro punto importante es que diversos adolescentes, mostraron un mejor desempeño al trabajar en línea que presencialmente, ya que realizaban videos mediante los cuales explicaban algún proceso histórico o su proyecto de vida, en otros casos enviaban análisis personales sobre los temas trabajados, mostrando un excelente desempeño. Lo anteriormente descrito nos remite a hablar de estilos de aprendizajes que de manera presencial no resultan con algunos de ellos, así mismo, fue sorprendente el compromiso de pupilos que al percatarse de la falta de solvencia económica por la pérdida de trabajo de sus tutores o la reducción del sueldo; mostraron mayor interés en sus asignaturas, eso fue reconfortante pues mostraban su capacidad de resiliencia.

Con todo ello se hicieron a un lado las estrategias que estaban planteadas antes de la pandemia y proveía a los estudiantes con videos de un tiempo no mayor a cinco minutos sobre los tópicos asignados, y aunado a ello grababa video-clase para explicar los temas, no más de quince minutos, en los cuales siempre relacionaba el tema con lo que estaban viviendo, en algunos casos les enviaba lecturas, empero, al realizar un sondeo,

pixabay

la gran mayoría expresó que fue motivante y efectivo trabajar con los videos educativos y los grabados personalmente.

Ahora bien, ¿cómo solventar el proceso enseñanza-aprendizaje ante estas situaciones?, en el caso de la asignatura de Historia del siglo XX, fue de gran ayuda recalcar el hecho que estábamos viviendo una pandemia que marcará la historia y que ellos son protagonistas, la forma que en que les afecta es diversa, sin dejar de lado que la actuación de cada gobierno marca la pauta para analizar desde otra perspectiva al neoliberalismo. De tal manera que, al jugar con el presente y pasado, mostraron interés genuino sobre un sistema que está en decadencia y que moverá sus mejores piezas para no perder la batalla.

Por su parte en el área de psicología, las y los estudiantes fueron evaluados a través de escritos sobre sus proyectos de vida y cómo cambiaría esta pandemia su futuro, los resultados fueron reveladores y al mismo tiempo maravillosos, pues cada palabra mostraba su realidad personal y familiar, muchas capas de protección que se ponían los adolescentes en el salón de clases, las abandonaron en el proceso de la escritura, fue magnifico retroalimentarles a altas horas de la madrugada, sabiendo que se estaban redescubriendo, tómese en cuenta que este tipo de evaluación: permite (fuerza) a los estudiantes tomar tiempo para reflexionar sobre su aprendizaje. Además provee al instructor información invaluable acerca de las percepciones de ellos y ellas sobre el tópico, el desarrollo de conceptos o usos potencialmente innovadores basados en sus aprendizajes. (Dorrego, 2014, pág. 18)

En el ámbito de emprendimiento, la asignatura sigue representando un gran reto, pues el guiar a los adolescentes para descubrir su liderazgo, pero sobre todo el trabajo en equipo, de tal manera que en su gran mayoría expresaron la falta de compromiso individual que se reflejaba en el resultado grupal, es por ello que me aventuré a iniciar y compartir un nuevo proyecto de emprendimiento en esta pandemia, acción que me permitió redescubrir el sentido de la empatía como herramienta fundamental, fue así como diversos participantes emitieron su falta de empatía al concentrarse sólo en el ámbito personal, hecho que se debe trabajar de manera urgente con base en ésta experiencia que aún le falta mucho camino.

Empatía

Cuando lograba tener contacto en vivo mediante plataformas como Zoom, se mostraban reacios a hablar sobre su situación, sin embargo al hablarles de mi propia realidad, externaban sus miedos, inquietudes, desesperación e incluso lagrimas que reflejaban la falta de atención en su hogar, violencia, falta de solvencia económica, fue en ese momento que se despertó un análisis riguroso sobre el sistema en el que nos desenvolvemos, la falta de empatía que muchas veces se presenta al fijar la atención sólo en lo propio y no en lo ajeno.

Es necesario rescatar la importancia también de comprender la vida diaria de los y las alumnas, es decir el sistema familiar donde se desenvuelven, sino lo hacemos, podremos tener las mejores planeaciones, las mejores herramientas digitales, diversos títulos, pero no llegaremos a lograr que nuestro país avance, porque más allá de tener en nuestras manos el futuro de México, tenemos realmente la responsabilidad de formar y la mayoría de veces, reconstruir el pensamiento, en este caso de adolescentes, con la finalidad de que transformen su entorno a partir de un pensamiento fundamentado en la libertad responsable basada en conocimientos respaldados por la empatía de los docentes.

Los posibles caminos

Los estudiantes pueden percibir y procesar la información, pero no podrán construir su propio aprendizaje sino se plantea a partir de su propia realidad, sobre todo en esta temporada, en el que no se ven las reacciones, emociones, cuestionamientos etc. Por ello, preguntas detonadoras como: ¿Se han cuestionado, por

los estudiantes pueden percibir y procesar la información, pero no podrán construir su propio aprendizaje sino se plantea a partir de su propia realidad.

qué estamos viviendo esta crisis sanitaria, sobre cómo afectará su situación económica, cómo van a lograr culminar sus estudios antes esta realidad? permiten abrir una puerta que muchas veces no queremos abrir, la de las emociones, en el caso de esta pausa forzada que vivimos fue importante reconocer la importancia de la autogestión del conocimiento, guiado por el docente, con la consigna de que su entorno se convierta también en el medio de aprendizaje.

Ante las preguntas mencionadas cada tópico debía ser relacionado con nuestra realidad actual, de tal manera que cada respuesta desde la temática histórica, psicológica o desde el emprendimiento, reflejó en primera instancia, el miedo al futuro, lo cual desde una perspectiva personal fue un gran avance, pues al momento de realizar sus actividades, ya estaban relacionándose con su entorno familiar, escolar y por supuesto social, así logran sostener conocimientos que van de lo particular a lo general.

Con base en lo anterior, cae en el docente la responsabilidad de darle importancia a cada versión, a cada problemática, a cada necesidad, no para solucionarla, sino para que el adolescente sea consciente de que es visto como una persona con capacidad de analizar y criticar su propia realidad para reconstruirla a partir de su aprendizaje personal: un estudiante que perciba el ambiente o clima de la clase como inseguro, hostil o amenazante, en lugar de estimulante, exitante o retador, experimentará una interferencia emocional en su intento por aprender.(Gómez, 2004, pág. 154)

Conclusión

Con base en lo anterior, se pueden observar las vicisitudes que podemos enfrentar en este proceso de enseñanza-aprendizaje, falta mucho por experimentar; sin embargo, la mayor enseñanza es el redescubrir a los colegiales como entes sociales que están redirigiendo la atención no sólo en el ámbito tecnológico, sino que pueden fortalecer sus conocimientos con base en las experiencias propias que les está dejando un fenómeno que pasará a la historia y que mejor si son protagonistas y no sólo espectadores.

Fuentes de consulta

1. Dorrego, E. (2014). Educación a distancia y evaluación del aprendizaje. RED Revista de Educación a Distancia , 10-23. 2. Gómez, J. (2004). Neurocienca cognigiva y educación. Perú: Fondo Editorial FACHSE.

Carlos Márquez González

This article is from: