El movimiento punk durante la re-emergencia democrática argentina (1983-1989). Identidad política, acción colectiva y lucha anti-policial* Pablo E. Cosso** En memoria de Horacio ‘Gamexane’ Villafañe, “pionero” del punk en Argentina, fallecido el 22/11/2011.-
1. Introducción Clasificar al movimiento punk como “movimiento juvenil rockero”, asimilado compulsivamente a la “estética del rechazo”1, puede servir a ciertos fines, ‘no tan alejados’ de la propuesta de la presente investigación histórica. Sin embargo, mi objetivo es demostrar la existencia de un movimiento de personas que en los primeros años de la re-emergencia democrática argentina (1983-1989), lucharon contra un violento accionar policial. Esto les permitió a sus integrantes erigirse como un “núcleo de politicidad”, con una identidad social particular, reconocida no sólo por ellos mismos/as, sino también por una alteridad que integraba a las fuerzas de seguridad, pero que a la vez, las excedía. Dicha alteridad institucional, representacional y “corporizada”, era conocida entre los punks como: el sistema2. Al año de haber regresado la democracia al país, en diciembre de 1984, uno de los primeros fanzines punks porteños Resistencia (N°1) hacía pública su posición frente al sistema: “ESTAMOS AQUÍ…y somos la prueba de que algo en la sociedad no funciona. A tiempo nos dimos cuenta que íbamos a ser un engranaje más. Y no queremos entregarnos al juego…PERO, el sistema ya tiene todo preparado [,] ya sabe que hacer con nosotros [,] ya sabe como CO+TROLAR+OS [,] ya sabe como acabar con nosotros. VAMOS A DEJAR QUE LO HAGAN??. Vamos a ocupar el lugar que nos tienen preparado?. “+os destruimos o destruimos al sistema” […] LUCHAR Y RESISTIR!! […] VIVA LA ANARKIA!!!” (editorial del fanzine, firmado por: Patricia-Miriam, julio de 1984, cursivas de mi parte.)
Ya en septiembre del ’85 (fanzine Rebelión Rock N°1), una de aquellas jóvenes mujeres, Patricia, luego bajista de varias bandas punks porteñas (Sentimiento *
Avance de investigación presentado en las “XII Jornadas de Investigación y Docencia de la Escuela de Historia” (5, 6 y 7 de diciembre de 2011), Universidad Nacional de Salta. ** kossopa@hotmail.com Estudiante de la Licenciatura en Antropología, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Salta. 1
Estética expresada públicamente en base a una forma específica de vestir y el uso de ciertos adornos (materiales y corporales): cortes de cabellos al estilo ‘mohicano’ (entre los actores: “cresta”), uso de vestimentas rasgadas, pintadas, etc., y adornos de metal para el cuerpo (cadenas, candados, alfileres de gancho, etc.). Esta comprensión del movimiento punk desde la estética, no debe actuar como ‘condicionante de la percepción’. La exhibición corporal aceptada como “estética del rechazo”, es una producción cultural legada de las representaciones ‘de origen’ del movimiento, surgido en Inglaterra en 1976. Sin embargo, dicha estética, al menos para lo que intento desarrollar en éste trabajo, estará en un ‘segundo plano’ frente a sus “politicidades” y su instancia de acción colectiva. 2 En su trabajo sobre los fanzines punks, Lo Coco, Bellizi y Cuevas (“El fanzine en el movimiento punk”; S/D) esbozan una definición sobre la categoría “nativa” sistema: “El Capitalismo es “el sistema” y el “estado fascista”, los dos términos son homologables” (http://www.punksunidos.com.ar/2006_09_01_archive.html).
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Incontrolable, Cadáveres de Niños, Cadáveres, She Devils), actual miembro de las Kumbia Queers, posicionaba al movimiento punk argentino en estado público: “Desde aquí en adelante y a través de este espacio intentaremos mantenerlos informados sobre las actividades del MOVIMIENTO PUNK ARGENTINO. Hace años que existimos y después de cambios, evoluciones e involuciones y demás, estamos ahora en uno de los mejores momentos” (p.5, cursiva de mi parte).
A principios de los años ’80, del pasado siglo XX, algunos punks porteños, decidían, entonces, organizarse como movimiento político y de acción colectiva. Como versión local del movimiento contracultural surgido en Inglaterra aproximadamente en el año 1976 (expandido luego por los continentes europeo y americano) pudieron asumir en Buenos Aires una “politicidad”3 que proponía cambios sociales dentro del contexto de la re-emergencia democrática en Argentina. Habiéndose retirado el cuerpo del terrorismo de Estado, más no ‘su alma’, los remanentes autoritarios policiales reproducían dicho habitus terrorista en diarias prácticas represivas, que estos punks resolvieron enfrentar, como algunos organismos de Derechos Humanos locales ya lo habían hecho. El movimiento punk, puede ser abordado desde la categoría sociológica de la acción colectiva. Sus prácticas y discursos han tenido y tienen por miramientos al Estado y otras instituciones que lo acompañan en la construcción del consenso político, jurídico, religioso y económico, dominante. Sus propuestas de cambio social, más allá de su ‘cáscara utópica’ (legado de estructuras simbólicas anarquistas), se basaban en la transgresión de los límites sociales impuestos. Su “politicidad”, involucraba aspectos de origen “local” y “global”. En el primero, intentaba la recomposición de las ‘libertades individuales democráticas’, y en el segundo, adhería ó articulaba con un ‘cúmulo’ de luchas sociales, de diversa índole: ‘defensa de derechos del animal’/ecología; DD.HH. (locales e internacionales); oposición al Apartheid sudafricano, luchas independentistas vasca y palestina; reivindicación de la ‘visibilidad y lucha de los pueblos originarios’, etc. Notas de fanzines y letras de bandas, abordaban constantemente estas luchas globales y locales.
2. Fanzines, recitales y grabaciones discográficas (caseras y mercantiles). Formas comunicacionales punk. Los punks desenvolvieron determinadas estrategias ó tácticas urbanas para dar a conocer sus propuestas de cambio social. Para ello generaron una “usina de producción cultural” (Cosso, 2008) materializada por el lado gráfico en los fanzines (“voceros ideológicos del cambio punk”, fanzine Resistencia N°5, 1989) y panfletos (o flyers); por el lado de la producción sonora, formaron bandas de hard-core y punk rock, que eran el sostén de sus representaciones y discursos políticos. Algunas de aquellas bandas punks de los años ’80, llegaron al mercado discográfico (como Los Violadores, Todos Tus Muertos ó Sentimiento Incontrolable), en tanto, otras fueron editadas en sellos independientes (Soberanía Personal, Conmoción Cerebral, Los Laxantes, Los 3
Cuando menciono “politicidad”, quiero decir formas políticas alternativas ó ‘emergentes’, respecto a lo que la modernidad occidental ha ‘sublimado’ como la política; básicamente una construcción simbólica surgida del pensamiento racionalista burgués, la cual tiene ‘por cartografía’ al Estado y sus formas representativas de gobierno. De la misma manera que hay distintas “modernidades”, hay “politicidades” no solamente distintas, sino también, llamadas a combatir a las formas hegemónicas, por lo tanto: consideradas contra-hegemónicas, al menos en lo que al movimiento punk respecta.
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Baraja, T.T.M y S.I.). Otras decidieron encarar auto-producciones ó grabaciones caseras de ‘pequeña tirada’ (Alerta Roja, compilados Resistencia ´82-´86 y ´85-´87, etc.). Asimismo, esas bandas, realizaban performances-recitales en boliches ó pubs y llegaron a conformar una cooperativa para organizar “festipunks” (recitales punks con varias bandas) sin intermediarios del mercado musical (productores, managers, dueños de boliches, etc.). “Basta de Conformismo!!” pedía la cooperativa independiente4, en una nota del fanzine Resistencia (N°3, 1987), “Lucha abierta contra [SADAIC]5 organización chupasangre […] La organización e intenciones de los festis [festivales “de denuncia”, “anti-machista”. etc.] tiran [manifiestan] de por si una onda política” (cursivas de mi parte). Los recitales punks, son a mí entender: otro medio de difusión de la “politicidad punk”, tanto por los slogans utilizados en las convocatorias, como por la instancia comunicacional entre emisores y receptores de discursos (bandas y asistentes) vinculados a una identidad y un conjunto de creencias políticas compartidas. Una frase del tema “Punk, querido: que es eso?!” de Cadáveres de 6iños siguiere lo dicho: “La música era un arma de cambio radikal/ en cada recital a punto de estallar” (flyer con letras, 1987). Fanzines: Medios de comunicación punk- fuentes históricas “nativas” Los fanzines son producciones culturales, surgidas desde el interior de la cosmovisión punk. Son medios de comunicación gráfica, con una ‘tirada’ que oscila entre 50 a 250 ejemplares, aproximadamente. Sus fines responden a la difusión pública de bandas, poesía, notas, reportes, manifiestos políticos, etc. Los lugares de venta son las ‘ferias de fanzines’, recitales, algunos locales de diarios, revistas, libros y disquerías. Por lo general, poseen formatos rústicos que los diferencian de otros medios gráficos, siendo mínimos sus costos de venta (al día de hoy, hablaríamos de entre 1 y 5 pesos, por unidad). No se intenta la búsqueda de ganancias, sino el sostenimiento de la publicación. En la década de 1980, su producción artesanal presentaba una tipografía simple, en base a máquina de escribir y/o escritura manual, ‘colages’ fotográficos, dibujos y recortes de fuentes periodísticas (diarios, revistas, etc.). Las ediciones se reproducían mediante fotocopiado ó foto-duplicación; “La utilización de materiales y tecnologías mínimas [para su producción y reproducción] debe ser interpretada como una actitud anti-sistema” (Cosso, 2008:4), es decir: producir un espacio discursivopolítico a través de un sostén gráfico que interpele con su fabricación artesanal a las tecnologías y los productos de origen capitalista. Lingux (cantante de la banda hard-core punk Sentimiento Incontrolable) sugiere, algo similiar, desde una editorial de su fanzine La Furia II: “El fanzine es algo alternativo y también es la prueba de que existe “otra realidad” a la que nos es impuesta” (N°3, 1987:2). Para Patricia (Resistencia, N°5, 1989), en cambio, es: “El grito de la inconformidad fotocopiado”. El fanzine como auto-producción comunicacional punk, es un acervo de categorías, representaciones y discursos “nativos” acerca de su “politicidad”. Para los fines de la presente investigación, son visibilizados como: documentos históricos contemporáneos, que orientan sobre las percepciones y prácticas “nativas”, temporalmente localizadas en la década del ’80 del pasado siglo XX. 4
Esta cooperativa independiente de bandas punks, llegó a organizar, al menos, cuatro recitales en Capital Federal y Provincia de Buenos Aires. 5 Sociedad Argentina de Autores y Compositores [de música]. Organización que estaba encargada de cobrar cánones por la realización de recitales en el espacio privado y público.
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3. Acción colectiva y “politicidad punk”. Definiciones teóricas y “nativas”. Seguimos una definición teórica de la acción colectiva, en tanto dinámica promovida por un movimiento social (ya sea “nuevo” ó tradicional); en este sentido, concordamos –parcialmente- con una definición de Torres Carrillo (2002): “entendemos por Movimiento Social a un tipo de acción colectiva, más o menos permanente, orientada a enfrentar opresiones, desigualdades, exclusiones, protagonizados por sectores amplios de población quienes a través de la organización y movilización en torno a sus demandas y luchas, van elaborando un sistema de creencias y una identidad colectiva, a la vez que van generando propuestas y proyectos que modifican estructuras del sistema social” (Cursiva de mi parte).
Para que dicha definición se aproxime a los eventos históricos que involucran al movimiento punk, realizaremos una aclaración: no hablaremos de “sectores amplios de población”, sino, por el contrario, de grupos sociales urbanos de pequeña escala (de Capital federal, Gran Buenos Aires y Mar del Plata-). Para que una acción colectiva sea un movimiento social, debe intentar transgredir los marcos del sistema social dominante: “este potencial subversivo convierte a los movimientos sociales en actores políticos, ya que cuestionan el orden político” (Torres Carrillo, 2002); Mellucci, dirá por su parte que los movimientos sociales “implican […] conflicto y ruptura en los límites del sistema dado” (1999, Cap.1). La acción colectiva, emerge por un conflicto o condición estructural, pero se consolida a través de una identidad colectiva (Torres Carrillo, ibídem), que en términos de Melucci, refiere a la “capacidad de los actores para generar solidaridades y sentidos de pertenencia que les permita ser vistos como [un] actor social” (1999, ibídem). Ese movimiento social, a su vez, debe ser un productor de “sistemas de creencias” ó “marcos interpretativos, puntos de vista y sentidos culturales entre sus actores” (Torres Carrillo, 2002). El estudio de la emergencia de una acción colectiva requiere, entonces de un abordaje holístico, el cual supone: “considerar los factores estructurales […] las experiencias asociativas que generan [sus integrantes…] las modalidades de acción y expresión que asumen y de las utopías, ideologías y sentidos culturales y políticos que instituyen” (Torres Carrillo, 2002) Un fanzine marplatense denominado La Contracultura (N°2, 1986), por ejemplo, definía su “sistema de creencias” e identidad política (anarco-punk) de la siguiente manera: “Como en otras ciudades del mundo los punx [punks] de argentina, surgimos en 1978 como reacción al sistema capitalista y a las injusticias […] Nuestra actitud no es copia, ni nada ya que el pensamiento punk es universal. No seguimos ningún dogma, no somos sectarios y no tenemos líderes. Odiamos el autoritarismo, amamos la libertad natural y luchamos por ella, por eso somos anarquistas. No queremos que todos sean punx, ni que piensen lo mismo; queremos que se den cuenta que existen otras formas de vivir la vida como nos es impuesta […] EL CADUCO, CORRUPTO Y ASESINO SISTEMA IMPERANTE NOS DA LA RAZON, Y DEBERÍA SER EL MOTIVO PARA QUE TODOS LOS QUE SON SUS VICTIMAS DEJEN DE SACRIFICAR SUS VIDAS EN BIEN DE EL” (P.12)
Contratapa del fanzine Resistencia (N°5, octubre de 1989), otro ejemplo de la dirección política o la “politicidad punk”: “Creo en la total autoridad del individuo que se niega a la aceptación pasiva porque sabe que este no es su estado natural y creo solo en la inconformidad total mientras continúe el actual estado de control-Las estructuras terminan por romperse-No abandones la lucha” (Fin 1987)”
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Ya sea en su faceta individualista ó colectivista, la “politicidad punk” se hallaba ‘enraizada’ en el “sistema de creencias” anarquista. La acción colectiva permanente es otra de las características más importantes de los movimientos sociales; en relación al movimiento punk se constata cronológicamente una acción desplegada durante abril de 1985 y diciembre de 1986, contándose: cuatro marchas anti-policiales (de acuerdo a los datos hallados en los fanzines: Rebelión Rock, Resistencia y Quien sirve a la causa del kaos?). En una entrevista brindada a un fanzine llamado R.A. ASKO (N°1, diciembre de 1988), la banda hard-core punk Cadáveres de 6iños, por intermedio de su bajista Patricia (editora del fanzine Resistencia y Quien sirve a la causa del kaos?) manifestaba lo siguiente acerca de las representaciones y prácticas políticas punks: “acá pasó mucho con el punk […] cambió muchas cosas. Y creo que cualquier persona que lo analice e investigue verdaderamente se puede dar cuenta que muchas de las cosas que hay ahora, surgieron no de un movimiento sino de una gente que se movía. Yo no creo en los movimientos [porque] son como partidos políticos; alguien dice que existe un movimiento entonces uno se aferra a pautas ó reglas ó lo que sea que identifique al movimiento. El punk se murió cuando se convirtió en movimiento, cuando la gente empezó a tomar ‘muletillas’ de lo que es la idea. Todo se pudrió cuando el punk quiso transformarse en movimiento, mientras que empezó siendo una cosa individualista6” (cursiva de mi parte)
La clasificación de las performances políticas de los punks, en tanto “gente que se movía” (por oposición a la de “movimiento”), más allá de la orientación anarquistaindividualista de su autora, es una categoría “nativa” ostensible a un principio de actividad política punk. Patricia, hablaba también de “focos de agitación” (fanzine Resistencia N°5, 1989) para referirse a las diversas maneras en que los punks se activaban individualmente ó se organizaban como colectivo de lucha política. La letra del tema “Generación en Resistencia” de su banda, puede ser vista como la descripción de esos “focos de agitación”: “Lenta pero firmemente tomamos espacio/ y construimos la resistencia/ Algunos culpables ya sufren el atake/ de nuestra furia-guiados por la esperanza ó la venganza/ […] volantes y aerosol, fancíns [fanzines] y molotovs/ grupos independientes y skuots/ nuestra dispersa acciónResistencia en acción/ No hay ideología ni concientización/ solo una idea: basta de opresión!!/ Kaos contra el orden impuesto/ Desorden para la creación/ Generación en Resistencia!!”. (Cadáveres de 6iños, flyer con letras, 1987)
4. Contexto represivo de los años ’80. Visiones “nativas” (punks) de lo “lo social” Dekadencia G., otro punk de los años ’80, (hoy día) bajista de la banda Teoría del Kaos (Mar del Plata) y editor del fanzine anarco-punk Dekadencia Humana, expone en un reciente fanzine-web (Argentina. Punk de los ’80, 2010), su visión de aquellos primeros años de la década, en que se ubica el surgimiento del movimiento punk argentino: “No podemos komenzar escribiendo una historia del punk en argentina si no reflejamos lo ke pasábamos en ese momento, la realidad en la kual comenzamos a recibir la información acerka de ese movimiento juvenil ke traía características sociales, políticas y kulturales similares a lo ke vivíamos, pero klaro, más allá de una kopia lógika del principio de las cosas, supimos 6
La bajista de C.D.N., adhería a una concepción anarco-individualista respecto a como debería ser la forma de conciencia más adecuada para la lucha política punk. Publicó en su fanzine, por ejemplo, algunos párrafos del libro del filósofo político anarquista Max Stirner (“El único y su propiedad”), considerado como el “padre” del anarco-individualismo.
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fusionarlo kon nuestra realidad llena de uniformes, tiros, desapariciones, torturad@s y asesinad@s en nombre de una patria, los vejámenes hechos a las personas, lo más bajo lo más violento KE que vivió nuestra gente, una dictadura cívico-militar, situaciones económicas desastrozas, mundiales de football, guerra de Malvinas tantas formas de tapar nuestros ojos, tantas mentiras ke fuimos descubriéndolas desde el PU+K”7 (p.2, cursiva de mi parte).
En el relato de Dekadencia G., se mezcla “lo local” y “lo global” en la caracterización del momento de emergencia del movimiento punk argentino; asimismo su referencia discursiva sobre “el PUNK”, como medio de “lectura de la realidad social”, puede vincularse a la propuesta de Torres Carrillo, acerca de los movimientos sociales como generadores de “marcos interpretativos, puntos de vista y sentidos culturales” (Op.cit., 2002). Desde aquel movimiento juvenil ‘primigenio’ en Inglaterra (al que se refiere Dekadencia G.), llegaba ya sea por fanzines, discos ó cassettes, los mensajes de protesta e inconformidad social, que luego serían más politizados con la aparición de bandas y colectivos punks-anarquistas. Da Silva Forttes y Mancilla Vega (1999) caracterizan a esos punks primigenios como “individuos disconformes” más que politizados: “El punk en Inglaterra era esencialmente un movimiento que consistía de jóvenes blancos de la clase trabajadora, sin privilegios. Muchos de ellos sentían profundamente su situación social y usaron al punk como un medio para expresar su insatisfacción […] Sin embargo sería una mentira decir que estos punks originales tenían teorías políticas y sociales bien desarrolladas […] estaban más inclinados a escupir y maldecir que a explicar sus sentimientos al público general. La meta de estos punks originales era expresar su rabia en una forma original y agresiva, la cosa más odiada en el mundo era alguien que era un conformista.” (p.32)
Quiero rescatar de estos investigadores algunas ideas: por un lado, el “sentido común” aceptado alrededor de los punks sobre su nihilismo social, es decir su sentido de negación radical de los modelos de comportamiento y dominación social impuestos. Por otro que -como bien lo sugieren los autores- no habrían adoptado estos punks “primigenios” formas programadas de lo político; dicha faceta politizada recién surgiría cuando toma ‘estado público’, hacia 1977, una banda-comunidad artística y anarquista denominada CRASS, considerados los “pioneros” del mensaje anarco-punk. Sin embargo, ya desde 1976, en Inglaterra, venían emergiendo varias bandas musicales punks con intervenciones discursivas nihilistas, críticas y de protesta social. El año 1977 se considera el del “estallido punk” a nivel mundial. Las bandas reconocidas como “pioneras” de esos primeros momentos son The Sex Pistols y The Clash. En Buenos Aires, al menos, se puede sugerir que el mensaje político de CRASS, fue traducido y publicado en varios fanzines locales. La contratapa del fanzine Resistencia (N°1, 1984) ostenta la frase más difundida de CRASS: “Te advierto: la naturaleza de tu opresión es la estética de mi anarkia”.
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Se respetará la disposición gráfica de cada texto extraído de los diferentes fanzines, ya que el punk como forma de expresión artística y comunicacional, propone variados formatos experimentales en sus producciones gráficas; por ejemplo: el uso de mucha escritura en mayúscula, el reemplazo de las consonantes “c” ó “q” por la “k”; también la alternancia en el uso de textos mecanografiados y manuscritos; la presencia de collages fotocopiados, dibujos, cómics, etc. En función de su producción experimental, dichos espacios gráficos-semióticos tienen una intencionalidad anti-establishment, que serán respetados. La superposición de consonantes ha sido adoptada por punks de todo el mundo como ‘marca identificatoria y distintiva’.
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Volviendo al relato de vida de Dekadencia G., encontramos otra descripción del contexto social “militarizado”, esta vez, vinculado al uso de la “estética del rechazo” punk, como forma de expresar disconformidad con una realidad social opresiva: “ya al entrar al último grado de mi eskuela primaria tenía eso en la kabeza PUNK, PUNK, PUNK […] mis pelos kambiaron komo también mis vestimentas, si era chokar kontra lo establecido, venía justo en nuestra realidad militarizada, no era fácil ni divertido andar kon una kresta por la kalle en esas épocas, pero no nos importaba era komo kargar un fusil y disparar kontra tod@s akell@s ke odiábamos de esta sociedad” (2010:3, cursivas de mi parte).
La exposición pública del cuerpo (la “estética del rechazo”) y la conformación de bandas de punk-rock ó hard-core, eran parte de las estrategias culturales y políticas punks, para manifestar activamente su disconformidad social. Fortes (2006; citando a Abramo, 1994) enfatiza que dichas estrategias pertenecen a una secuencia de transformación de los “signos de la exclusión en emblemas”: “Es 1978, el año […] que asiste al surgimiento de los punks. Jóvenes de los suburbios, que confrontados con el desempleo, los preconceptos contra su condición social y el descompás entre la oferta de consumo de la media y su incapacidad de realizarlo, transforman los signos de la exclusión en emblemas: ropas rasgadas, apariencia y actitudes de evocación de la violencia, ausencia de perspectivas (no future), en emblema. Aquí [en Brasil] como en Inglaterra, aunque con características propias, adhieren a la audición y producción de un rock básico, primitivo, “que cualquier joven podría hacer”, como enfatiza Abramo” (cursivas y traducción desde el original portugués de mi parte)8
Portar por las calles: vestimentas (pantalones ajustados, rotos; camperas de cuero negro con ó sin tachas metálicas; remeras inscriptas con frases de protesta, letras Asímbolo de anarquía-, etc.), accesorios (alfileres de gancho, candados, muñequeras con tachas, etc.) y peinados punks (crestas); ocupar las veredas de boliches para esperar el comienzo de un recital punk; manifestar contra la represión policial. Todos posibles justificativos para detener y encarcelar punks. Los edictos policiales y la instancia de averiguación de antecedentes, los medios para disciplinar una minoría urbana que entraba en conflicto con el orden moral público (jurídicamente regulado por la policía). La banda punk Enema (c.1987) a través de su tema “Abuso de autoridad” nos ofrece una descripción “nativa” acerca de un encuentro entre un punk y la policía, en el Buenos Aires de los años ‘80: “Vengo caminando por la ciudad./ No me importa la gente,/ todos me miran al pasar,/ no se queden asombrados [,] si es el reflejo de su sociedad, esto se repite una y otra vez./ Se acerca el patrullero y te dicen: manos en la nuca [,] contra la pared,/ te palpan para ver si estás calzado [armado] o si estás cargado [provisto de drogas ilegales]/ cuando terminan [,] a los empujones y de prepo a la comisaría./ Si vos querés explicar que no infrigías la ley/ te hacen callar,/ abusando de su autoridad,/ al llegar a la comisaría te preguntan lo que no sabés,/ toman las huellas digitales y si preguntás cuando me largan [,] te dicen que 24 horas te pueden retener [,] o todo lo que tengan ganas [,] abusando de su autoridad/ Encanado los cerdos putos ya te ficharon [,] quien se creen,/ milicos de mierda,/ polisontes rasos no jodan más,/ las comisarías apestan la ciudad [,] cerdos putos quien los parió. Jajajaja/ ENEMA ANARCO-KILOMBERO OI,OI,OI”
Conmoción Cerebral, una banda punk porteña, exponía en 1987 (en un formato sonoro-musical de punk rock) otra descripción del ‘estado represivo’ ejercido por parte de las fuerzas de seguridad; el título del tema es “estado de sitio”: “Estamos viviendo un estado de sitio/ a la calle no podemos salir/ porque la policía otra vez/ sus armas ha vuelto a mostrar/ y sueñan con la dictadura/ con reprimir más y más./ Y otras vez piden documentos/ yo ya no sé mas que voy a hacer/ Porque la policía, otra vez/ porque la policía, otra vez” (grabación ‘en vivo’-abril de 1987-; editado por Resistencia Records). 8
Fortes, Alexandre, “A juventude dos anos 80” (2006); reseña del libro: “Cenas Juvenis-punks e darks no espetáculo urbano” de Helena Wendel Abramo (1994); (http://www.fpa.org.br/).
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En 1980, se forma una banda punk llamada Alerta Roja. En una grabación con varios temas titulada “Derrumbando la casa rosada” (1983), encontramos uno, en especial (“En la radio”), que puede interpretarse como el alegato de alguien que pide atención a lo que sucede en tiempos del terrorismo de Estado (1976-1983): “En la radio el temor es real/ Nuevamente los militares en la radio/ Todo parece que es natural/ Nuevamente comunicados oficiales en la radio/ Estamos todos perdiendo el control sobre sí mismos/ Estamos todos desesperados sin saber que hacer/ La radio me infunde el temor a lo esperado/ En la radio todo parece cuasi perfecto, en la radio.”
En un trabajo muy ‘temprano’ sobre los punks en Buenos Aires, sin la intención explícita de especificarse en este colectivo social, Inés Vázquez (1990) proponía en el artículo “Venid a ver la sangre por las calles” (dentro de un abordaje semiótico y psicólogico social) interpretar el sentido “violento”, “agresivo” y “desagradable” de los graffitis que involucraban nombres de bandas y fanzines punks (en el contexto de la reemergencia democrática). La autora relataba lo siguiente: “promediando el período democrático iniciado en 1984, se empezó a ver “SECUESTRO” o “SECUESTRO PUNK” O “SECUESTRO” con la A de anarquía […] Y contemporánea a esas inscripciones, una secuencia tan tétrica como realista, localista casi: “CADAVERES DE NIÑOS”, “TUMBAS NN”, “CONMOCIÓN CEREBRAL” […] “TODOS TUS MUERTOS” […] Junto a las multitudinarias marchas pidiendo juicio y castigo a los responsables del genocidio y del endeudamiento ilegítimo del país, junto al trabajoso re-conocimiento social de las situaciones límites vividas y soportadas como colectividad, fue común toparse en las calles con esas frases sombrías, insistentes, circunspectas a su manera” (pp.165-166)
Su interpretación general acerca de la producción de graffitis punks, giraba en torno a la necesidad colectiva ‘encarnada’ en sus productores de “nombrar el sufrimiento argentino y traerlo a la memoria común, a la calle que se transita a diario” (p.171). Vázquez, a partir de la búsqueda de significados sobre la producción ‘graffitera’, aporta además, una re-significación muy interesante sobre uno de los principales slogans de protesta social de los punks: el “no future” (“no hay futuro”): “podría pensarse, para el caso argentino, que más que de una “ausencia de futuro”, se trata de un “exceso de pasado”, con el doble sentido de un pasado de excesos” (p.169). El futuro negado, se ha transmutado, según la autora, en un pasado de excesos; el contexto de producción atiende al pasado represivo y genocida más que a la carencia de un futuro, como cantaban los Sex Pistols en Inglaterra en 1977: “No future,/ no future for you/ no future for me”. Experiencias de los punks con la policía. Representaciones de alteridad y movilización de recursos discursivos anti-policiales. La tapa del fanzine-revista Rebelión Rock (N°5, septiembre de 1987), titulaba sobre con un ‘colage fotográfico’ de policías posando, reprimiendo ó pidiendo documentación a unos jóvenes, la siguiente frase: “Policía: el abuso policial y la represión contra los jóvenes y el rock”. En su página 4, se adentraba en el tema del ‘gatillo fácil’ policial: “Nuevo Fusilamiento: después de lo ocurrido en Ing. Budge, un nuevo asesinato se produjo en Dock Sud por parte de la policía contra tres muchachos quienes fueron inhumados, sin certif. [certificados] de defunción. 26-jun-87. ¡¡Derecho a la vida!!”. El asesinato de tres jóvenes en la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, en el mes de Mayo de 19879, instaló el tema del ‘gatillo fácil’ en los medios de comunicación y en 9
Evento represivo, popularmente conocido como “los fusilamientos ó la masacre de Budge”, que recuerda a tres jóvenes (de 19, 20 y 26 años) asesinados por la policía bonaerense: Oscar Aredes, Roberto Argañaraz y Agustín Olivera.
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los sectores sociales más cercanos al accionar policial: ciudadanos pobres, jóvenes, punks, heavys, etc. El fanzine-revista publica una nota extensa sobre el accionar represivo policial: casos de abusos, asesinatos por ‘gatillo fácil’, testimonios de personas detenidas, etc. Exponemos uno de esos testimonios, que menciona la detención violenta de unos punks en un recital10: “…Eran las 3 de la mañana y en un club de Lanús Oeste, había un baile de estudiantes con varios números, entre ellos 2 grupos punks. Todo era alegría con la música de los grupos y un tranquilo pogo [baile punk] cuando de repente entró la policía con machetes y armas de fuego Y GOLPEARON FURIOSAMENTE a los punks […ya detenidos] fuimos obligados a firmar papeles que nadie pudo leer y abusados y maltratados por un oficial de apellido LABIN. Somos permanentemente reprimidos […] PASAMOS 5 DIAS PRESOS POR 5 MINUTOS DE RECITAL. [firma] Patricia P.” (Rebelión Rock, N°5, 1987:10)
Varias bandas musicales punks (hard-core ó punk rock), tenían entre sus temas, alguno referido a la alteridad policial. Sentimiento Incontrolable (“Soy Policía”, c.1987), por ejemplo: “Soy resentido y represor/ soy oprimido y opresor/ no consigo trabajo por lo ignorante que soy/ Soy policía y voy a vigilar/ al que no me guste lo voy a llevar/ en la cárcel se pudrirán/ contra mis leyes nadie podrá./ Con mi mente retorcida-después de tanto obedecer/ ahora soy policía y con ustedes me vengaré/ Con mi patrulla asesina-asechando la ciudad/ cada paso, esquina a esquina/ te vigilo adonde vas/ Soy policía y puedo robar/ con mi arma me hago respetar/ soy de la patota federal/ Trócoli me apoya y también tu mamá.” (en: fanzine-revista Rebelión Rock, N°5, 1987:8).
Otras representaciones sobre la alteridad policial, apuntaban directamente a un desprestigio social de sus funciones públicas: “Al policía no se lo puede calificar como ser humano, sino como una SUBESPECIE, una masa sirviente del Sistema que es CARENTE de todo sentimiento. […] El trabaja por medio de órdenes, leyes, explotación, no tiene cerebro. El tiene el poder por medio de las armas” (fanzine Unika Salida, N°1, julio de 1987:8).
Los abusos ejercidos por la aplicación descontrolada de las leyes policiales, eran puestos de manifiesto en un título editorial del fanzine Quien Sirve a la causa del Kaos? (N°1, 1985): “ ¡¡No al abuso policial!!. ¿Podés vivir tranquilo sabiendo que estas leyes controlan tu vida???”. A continuación, se explicaban cuales eran esas leyes (“Averiguación de antecedentes” y “Edictos policiales”) y las consecuencias directas de su aplicación: “AVERIGUACION DE ANTECEDENTES: violación a los mínimos derechos constitucionales del ciudadano///facultad de las fuerzas policiales [para] detener a cualquier ciudadano en cualquier situación y arrestarlo durante 24 hs. con la finalidad de averiguar su pasado. (art.5 inciso 1 de la Ley orgánica de la policía federal). EDICTOS POLICIALES: (No previstos en la Constitución) estas disposiciones coartan nuestro derecho de vestirnos, jugar, amar, beber, bailar y movernos libremente. Los infractores de estos edictos policiales además de soportar semejante abuso son juzgados por la policía de turno y pueden pasar hasta 30 días presos. El cana es carcelero y juez. La ridiculez en la redacción, contenido y antigüedad de los edictos +O DEBE+ tener vigencia en un gobierno llamado democrático” (Fidel y Patricia, editores, p.2; cursivas de mi parte).
La editorial continuaba –en otro fragmento- de la siguiente manera: “¿Esto es vivir en democracia? […] en estos tiempos tenemos a la espina dorsal de la democracia: ‘la patota federal’ y sus derivados controlándolo TODO. Un cuerpo de policía muy democrático, donde todavía están los mismos que torturaron y asesinaron durante [la] anterior dictadura. Una seguridad total ¿no? y en sus manos […] Ensima hacen uso y abuso de estas leyes (edictos policiales y averiguación de antecedentes) para su beneficio y diversión” (ibídem). 10
El hecho relatado ocurrió en Junio de 1984.
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Los fragmentos editoriales finales apelaban a la ‘invocación’ de derechos democráticos: “Si bien sabemos que viviendo gobernados nunca tendremos la libertad que nos corresponde por naturaleza, al menos exigimos ya, lo que nos corresponde viviendo bajo este sistema llamado democrático. El poder que ellos tienen es el que nosotros les damos” (p.3).
La derogación de los edictos policiales comenzó a ser el hito de lucha antirepresiva más importante por parte del movimiento punk. Los edictos policiales eran los instrumentos jurídicos para disciplinar a aquellos sectores considerados como “ciudadanía peligrosa”. Las representaciones policiales y sus “imaginarios de alteridad” eran prácticas sobre los cuerpos de prostitutas, homosexuales, punks, rockeros y ciudadanos de sectores populares. Pita (2003) describe los edictos policiales como parte “de las actividades vinculadas a [la] función de seguridad policial –pero concentrando y reteniendo funciones judiciales”. La Policía Federal “ha sido históricamente la institución que intervino en el control y sanción de la población en materia contravencional por medio de los edictos policiales” (p.21). Los edictos, como afirma la autora, guardan para la fuerza de seguridad, cierto grado de autonomía jurídica de aplicación. Tiscornia, citada en Pita (2003), dice sobre ésta forma de juridicidad ‘policial: “Los edictos contravencionales de la policía –cuerpo heterogéneo de bandos policiales referidos, según la definición institucional, a la alteración del orden público ó atentados a la moralidad y las buenas costumbres- han constituido una forma de procedimiento disciplinario, moralizante y represivo sobre las llamadas “clases peligrosas” y de las clases populares en general” (2003: s/n)” (p.22).
Para los punks simplemente eran formas de control y dominación social: “disposiciones legales que transforman hechos naturales en faltas […como] amar, beber, jugar, vestirte, hablar y moverte libremente […] La policía excusa la necesidad de los edictos alegando que de no existir la ciudad se encontraría plagada de rateros, putas, homosexuales, vagabundos y otros amorales” (nota: “Tus mínimos derechos. Teoría y Práctica”; en fanzine Quien Sirve a la causa del kaos? (N°2, febrero de 1987); cursiva de mi parte).
Otra herramienta represiva-legal, soportada corporalmente por los punks, era la instancia privativa de la libertad individual conocida como Averiguación de Antecedentes, es decir: la detención en comisarías de una ‘persona sospechosa’ por un lapso no mayor a las 24 horas, como tiempo legal estipulado para investigarla. Pita la define junto a los edictos policiales como: “las principales “herramientas” jurídicas con que la Polícía Federal ha construido sus técnicas policiales preventivas con las que ha operado en el territorio de la Ciudad de Buenos Aires. De resultas que su aplicación fue consolidándose en una especie de muestrario de tipos sociales considerados “sospechosos”, “peligrosos” o moralmente reprobables, que “inevitablemente” se correspondían con los grupos sociales más vulnerables al control penal” (2003:27, cursiva de mi parte).
La “acción preventiva”11 devenida constantemente “represiva”, generaba un desprecio tal sobre el accionar policial, que llegaba a sublimarse en publicaciones como la de Luis Alacrán, editor del fanzine-revista Rebelión Rock (N°5, 1987), de la siguiente manera: 11
La frontera representacional entre prevención y represión, era muy ‘delgada’ en la práctica policial de los años 80. Sain (2002) menciona la existencia de una frontera ‘institucionalizada’ entre ambas funciones policiales: “La dicotomía prevención-represión marca el horizonte funcional de las labores policiales. La intervención policial es de carácter preventivo cuando la misma apunta fundamentalmente a evitar o abortar la decisión de cometer una infracción penal […] A su vez, la intervención policial es represiva cuando supone la constatación de una infracción penal ya ocurrida o en curso” (p.23). Ejemplifica: “el espectro de labores preventivas engloba […] la presencia policial en la vía pública por medio del patrullaje, las rondas y diversas formas de vigilancia” (p.25).
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“Los mismos cerdos que ayer torturaban hoy te piden documentos […] Autos azules, luces rojas, hombres de azul jugando con radios, móviles que obligan a los pasajeros a bajar de los colectivos. […] La legalidad de la Averig. [Averiguación] De Antecedentes (Doble “A” en el idioma policial), les facilita que seas “secuestrado” EN CUALQUIER MOMENTO Y LUGAR por 24 hs. aunque siga habiendo gente que insista que con el “Digicom” ya no es necesario. En cuanto a LAS CONTRAVENCIONES12 (ex Edictos Policiales) estas les permiten a la policía tener control social casi ILIMITADO y sin la intervención del Poder Judicial y que aparte son de hace mil años y que hacen posible que hasta por una ridiculez vayas preso varios días o semanas por el cana [policía] de turno que hace las veces de carcelero y juez” (p.4)
En Mayo de 1987, aparece publicado en el fanzine Resistencia (N°3), un manifiesto público13 que denunciaban la represión y los abusos policiales sufridos por los punks durante su participación en recitales: “Durante los recitales la acción policial es una amenaza constante, desde la presencia en los alrededores del lugar, detenciones, inspecciones hasta lo directamente violento que significan policías en un escenario desenchufando equipos para cortar el recital. El placer que debería ser participar de un recital se transforma en temor a caer preso e indignación de tener que soportar semejantes abusos”
Estas expresiones de protesta y denuncia por parte de algunos punks en fanzines y manifiestos públicos, venía precedida de una lucha de dos años (1985-1986) desplegada como acción colectiva por el movimiento punk, para enfrentarse al accionar represivo policial durante la re-emergencia democrática argentina de la década del ’80.
5. Lucha anti-policial. Acción colectiva punk (abril de 1985- diciembre de 1986) Patricia, en una nota del fanzine Rebelión Rock (N°1, Setiembre de 1985) describía el panorama local de bandas, fanzines, radios punks y un ítem que denominaba “Comunicación permanente”; allí informaba acerca de algunas actividades del movimiento punk, entre las cuales mencionada una instancia organizativa para encarar el tema de la represión policial: “Desde el 26 de abril [1985], estamos tratando de hacer encuentros mensuales para discutir las actividades, organizarnos un poco. En el próximo encuentro (julio, fecha a confirmar), vamos a tener debates, charlas, información sobre temas como La Policía, la represión en gral., y también sobre música de acá y de afuera” (pp.5-6, cursivas de mi parte).
Otra noticia publicada en el mismo fanzine: “ULTIMO MOMENTO”, resalta un importante ‘hito de la acción colectiva’ de los punks frente al aparato represivo policial: “El jueves 4 de Julio a las 16 Hs se había organizado una “sentada” en Callao y Rivadavia (congreso) por la derogación de los edictos policiales y aver. [averiguación] de antecedentes. El mov. [movimiento] Punk tomó la iniciativa apoyados al principio por: el Partido Anarquista [sic], Com. Hom. Arg. [CHA-Comunidad Homosexual Argentina], Trabajadoras del sexo, y varios más, (no fue nadie de todos ellos). Con un día de lluvia y sin ninguna publicidad (carteles, afiches), había inicialmente 15 personas (si, quince!), quienes en un acto de audacia, decidieron cerrar [calle] Rivadavia […] cerraron la avenida la aven. [avenida] durante bastante tiempo (patrullero atravesado mediante). A las 20 iniciales se habían sumado muchas más (60 pers.) [entre ellas] un conocido músico, Piltrafa, cantante de Los Violadores: aunque fue sumamente precario [,] los pancartas14 que se utilizaron (muy pocos se entendían), fue todo un logro […] 12
“Las Contravenciones que siguen vigentes y de uso más habitual son: “Vagancia y Mendicidad”; “Escándalo”; “Ebriedad y otras intoxicaciones”, “Portación de armas” y “Desórdenes” (Rebelión Rock, 1987:8). 13 Manifiesto al que adherían bandas punks como: Cadáveres de 6iños, Sentimiento Incontrolable, Descontrol, Todos Tus Muertos, Conmoción Cerebral, Comando Suicida; y fanzines: Quien sirve a la causa del kaos?, Rebelión Rock, Resistencia, Vaselina, Moco, etc. 14 En una fotografía que acompaña a la noticia, se observan algunos jóvenes (entre ellos: un hombre con ‘cresta’-peinado punk y una mujer con ‘ojeras pintadas en negro’) con pancartas. Una de ellas exhibe una
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que un grupo de jóvenes solo con sus carteles y sin el apoyo que habían recibido al comienzo, lograron conmocionar y paralizar una zona que es un infierno de autos y gente; y por un buen motivo: LA LIBERTAD INDIVIDUAL DE LAS PERSONAS¡” [Firma] MOV. PUNK R.A. [Movimiento Punk República Argentina] (p.6).
En la primera mitad del año 1985, afirma Patricia en su fanzine Resistencia (N°6, 1991), existía un pequeño grupo de personas que se reunían en el SASID (Servicio de ayuda al detenido) para pensar ¿cómo hacerle frente al abuso policial?: “Por esa época también pintaban en el SASID, bajo convocatoria de Cerdos y Peces [revista under de los ’80 y 90’s] una comisión para luchar contra los edictos policiales […] en los dos años siguientes se transformó en una gran lucha y campaña de difusión que muchos punx [punks] llevaron adelante poniendo la cara y el cuerpo en las distintas manifestaciones” (p.32)
La primera manifestación “anti-abusos policiales” se produjo en julio de 1985, Patricia la describe de la siguiente manera: “cuando fue el momento de las primeras manifestaciones (julio/85), solo algunos punx [punks] idealistas y ella [se refiere a Ruth M. Kelly, líder de las ‘trabajadoras del sexo’ porteñas] pintaron en la plaza congreso, en un invierno superlluvioso. Treinta tipos cortando la calle con un “ridículo” petitorio (pedir la inconstitucionalidad de los edictos: como le íbamos a pedir algún cambio al centro de corrupción y representación de la legalización de la miseria colectiva?? Pero fue el comienzo). Un par de anarkos [anarquistas], una abogada y hasta Piltrafa15 (si), y nadie más” (p.32)”
El fanzine Quien sirve a la causa del kaos? (N°1, 1985) publicó en una nota titulada “Manifestaciones en Congreso contra el abuso policial”, una descripción de las dos primeras marchas anti-policiales, organizadas por integrantes del movimiento punk: “Julio/85: pedimos la abolición de los edictos policiales y la averiguación de antecedentes. Por supuesto no nos dieron bola./// 27-12: Manifestación contra el abuso policial-Difusión de las ridículas leyes que controlan nuestras vidas. Fueron muchas más personas que a la anterior (punx, anarquistas y hevis [heavys]). Repartimos volantes, llevamos carteles con los edictos y esta vez tuvimos mejor recepción por parte de la gente que pasaba por ahí […] Decidimos hacer una sentada cortando Rivadavia y más tarde debido a la excitación general marchamos ruidosamente hasta el obelisco cortando Callo y Corrientes. Ahí el gran final (simbólico) izando la bandera negra [anarquista] en el mástil de la plaza. Para todo esto la cana [policía] estaba al acecho y aprovecharon para intervenir cuando un grupo desvió por Lavalle. Allí, sin la excusa de la manifestación los chotas [los policías] actuaron: hubo forcejeos, gritos, golpes, corridas y detenciones […] En la comisaría 1° donde estaban “parando” [dos punks detenidos] sufrieron los habituales apremios [ilegales] y soportaron la visita de 2 servicios [S.I.D.E.] ya que las autoridades encontraron algunos volantes y periódicos A [anarquistas] […] El resultado aparentemente negativo de esta acción (detenciones, mala organización, artículos sensacionalistas en los diarios), no debe detenernos, que como todas las acciones que realicemos por nuestros derechos “valió la pena”////”
Patricia, era por aquellos años, ‘reportera’-colaboradora del fanzine estadounidense Máximum Rocknroll; en éste medio, publicó en 1986, un reporte sobre el movimiento punk argentino, resaltando la situación de los abusos policiales y las acciones llevadas a cabo, por parte de los punks y otros ‘aliados’ frente a las instancias represivas: “Hola Punx de todas partes. Quiero contarles lo que está pasando en este país tan lejano. Últimas actividades: En Junio y Diciembre de 1985, hicimos dos manifestaciones en contra de los abusos policiales, que son los mismos que se practicaban durante la dictadura militar. Tuvieron lugar frente al Parlamento [Congreso]. En la última [manifestación], la policía arrestó a algunos de nosotros y los tuvieron [detenidos] por 30 días (durante los cuales, los agentes de la S.I.D.E. –nuestra C.I.A.- los visitó). caricatura de un rostro (policial) con gorra y anteojos oscuros en el interior de un círculo con barra oblicua atravesada, a manera de símbolo de prohibición, con la inscripción: “ No Policías. No al abuso policial”. Otra pancarta presenta una silueta, del ‘por entonces’ Ministro del Interior de la Nación, Antonio Trócoli (1983-1987), junto al siguiente texto: “Vote por la represión”. (p.6) 15 Cantante de la banda de punk-rock: Los Violadores
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La policía puede arrestar a cualquier persona durante 48 horas sólo por ‘verse extraño’. Un policía puede arrestar a un punk en cualquier momento. Nuestro objetivo es hacer conocer las leyes policiales, que son totalmente inconstitucionales y no tienen nada que ver con la aparente libertad que el presidente Alfonsin quiere hacer creer a la gente, que existe. Les decimos a la gente: ¿Por qué tenemos estas fuertes leyes policiales que les permiten un control completo, ya que supuestamente vivimos en democracia?. ¿Y porqué las fuerzas policiales están constituidas por los mismos asesinos, torturadores, etc., que estaban en la dictadura? […] La próxima manifestación es el 9 de mayo [1986] […] Mucha de la gente que toma parte en las manifestaciones son punx [punks], anarquistas, algunos metaleros (muchos metaleros aquí, apoyan nuestras acciones y vienen a nuestros gigs [recitales]), gays, y “trabajadoras sexuales”. (Traducción del inglés de mi parte)
Acerca de la 3° “Manifestación contra el abuso policial”, convocada para el 9 de mayo de 1986, no hay ninguna información, al menos, en los fanzines que he utilizado como fuentes históricas; si, en cambio para la cuarta, realizada en Plaza Italia. En un reporte titulado “El Punk en Arg. [Argentina]” publicado en el fanzine-revista Rebelión Rock (N° 5, 1987), el editor describía la ‘atmósfera represiva’ de algunos recitales punks y la última de las marchas contra el abuso policial: “Diciembre 1986: Este mes será recordado como el “mes del Punk”, ya que hubo en sólo treinta días, recitales y festivales punks, a un promedio de uno, día por medio (¡!) […] en Cemento –en enero- con entrada barata […] TTM [Todos Tus Muertos] tuvo una iracunda noche para con los dueños del lugar, parte de la gente y la policía, que con comisario y todo, estuvo mezclada entre el público, llevándose [presa] gente […] Y ahora empieza…1987 […] Sentimiento Inc. [Sentimiento Incontrolable] tocó en Vicente López; en un pub por Plaza Italia (con irrupción de la cana [policía] quien subió al escenario para desenchufar los equipos [de sonido] […] +os queda hablar sobre la cuarta marcha contra el abuso policial que se hizo a mediados de diciembre del ’86. (fue la última). Mucha gente: un par de medios [periodísticos], carteles y volantes pegados, repartidos y exhibidos por todo el perímetro de Plaza Italia –que fue donde se hizo-, una vuelta por la Feria de artesanías (¿?), y a partir de ahí –dada la completa desorganización- mucha gente empezó a irse” (p.28,cursiva de mi parte).
Esta última manifestación contra el abuso policial, en Plaza Italia (realizada el día 13/12/1986), tuvo poca adhesión de participantes; el fanzine Quien sirve a la causa del kaos? (N°2, 1987), la describía de la siguiente manera: “Lamentablemente la acción contra la policía no tuvo el efecto esperado y es obvio que tendremos que pensar nuevas formas de expresar la protesta, si es que queremos darle continuidad al tema. Lo bueno fue que no cayó nadie preso. Y lamentable fue que (como dijo el cantante de ttm [Todos Tus Muertos] ese mismo día en el [boliche] el altillo), había más gente para ver a ttm y secuestro que a la tarde en plaza Italia. Evidentemente el asunto de la policía ha pasado a ser parte cotidiana en la vida de mucha gente, que no se calienta siquiera en manifestar contra algo que le es directamente perjudicial […] EL PODER QUE ELLOS TIENEN ES EL QUE NOSOTROS LE DAMOS”.
Los editores del fanzine, con intuición sociológica, mencionaban la naturalización de la violencia policial en los cuerpos, como causa de la escasa adhesión de participantes a la marcha. Quizás, pueda ser un ejemplo de esa búsqueda de “nuevas formas de expresar la protesta” (aunque no tan nueva, en realidad), el “Festival contra el abuso policial” realizado en el Teatro Bambalinas (26/12/86), donde se presentaron las bandas punks más importantes de mediados-fines de los años ’80: Cadáveres de 6iños, Mutantes del Kaos, Secuestro, Conmoción Cerebral, Sentimiento Incontrolable, Descontrol y Comando Suicida (skinheads). Sin embargo, otra “Marcha contra la policía” fue desplegada el 23 de diciembre de 1987, en el Obelisco. Aunque no pueda asegurase que la organización estuvo a cargos de los mismos punks (de las cuatro marchas descriptas), entre los asistentes, había muchos de ellos. En junio de 1988, el fanzine-revista Rebelión Rock (N°6)
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publicaba una nota que titulaba, parodiando a un periódico (de donde habían sido extraídas las frases): “Caos en la zona céntrica. Manifestación anarquista duramente reprimida. Batahola en pleno centro: 70 detenidos y heridos” (p.30). El reporte sobre la “Marcha contra la policía”, que estaba acompañado por un ‘colage’ fotográfico, con imágenes de jóvenes apresados por la policía (algunos con “crestas” punks), decía: “La marcha estaba prevista para las 19 hs. Sin embargo ya desde el mediodía, el despliegue policial (patrulleros, motos) en la zona del obelisco era muy notorio, tanto en cantidad de efectivos, (uniformados y de civil) como en móviles (celulares), guardia de infantería y camiones hidrantes […] Un manif. [manifestante] repartía volantes a los que pasaban [por la plazoleta del Obelisco], donde se enunciaba el motivo de la marcha (“…la Institución policial […] en la dictadura SECUESTRO, TORTURO y MASACRO, en la democracia no se queda atrás y arremete en Budge, Dock Sud, Ciudad Oculta, recitales, Pzas artesanales, etc., en donde a diario, ataca golpeando o fusilando a mansalva. Sus víctimas son, como siempre, los que con su accionar hacen peligrar las estructuras de poder: militantes, estudiantes, trabajadores, feministas, homosexuales, punks (heavys y rockeros) y muy especialmente los sectores marginados…”) […] 19.40 Hs. ya hay un centenar de personas, en donde es fácil ver, una gran mayoría de Punks, muchos Heavys y varios militantes políticos, anarquistas y jóvenes […] en el mástil central, se colgó una [bandera] que decía “BASTA DE ABUSO POLISSIAL” […de pronto] las motos [policiales] prendieron sus motores, los polis se pusieron los cascos, (señal de que comenzaba la represión) […] un pelotón de policías uniformados y Guardias de Infantería armados, se lanzaban a la carrera hacia la manifestación […] el saldo [fue] de mas de 100 detenidos y numerosos heridos ensangrentados […] Todo esto no finalizó acá, (habrá durado menos de 6 minutos) sino que los que se salvaron […] se juntaron con muchos que se les unieron en el momento, indignados por la brutalidad policial y comenzaron a atacar a pedradas a los de la Guardia de Inf. [Infantería] que llevaban detenidos a los celulares. […] Cerca de las 21 Hs., mientras los celulares llenos iban y venían y la policía seguía deteniendo a cuanto joven de apariencia extraña se le cruzara, una nueva batalla había sido sofocada, PERO LA LUCHA CONTINÚA.” (pp.30-32)
Recordando aquellos años de lucha anti-policial, durante la década del ’80, Patricia (la editora del fanzine Resistencia) comentaba en un reportaje otorgado al diario Página 12 (2003), lo siguiente: “La militancia en aquellos años, se concentraba en el enfrentamiento con la policía, y la lucha por la derogación de los edictos policiales. “Sufría mucho el tema policial: empezamos con las marchas en el Congreso, pidiendo la derogación de Averiguación de Antecedentes y 2°H, y después ya la abolición de la institución […] Armaba volantes basados en ese reglamento [de contravenciones policiales] y los repartía en marchas” (suplemento “Las 12”, nota: ResistenciasSoy Rebelde, 30/10/2003)
En 1991, los edictos policiales fueron derogados, aclara la nota de Página 12, Patricia “lo vive como un triunfo personal”, sobre todo, teniendo en cuenta que “estuvo detenida más de sesenta veces por averiguación de antecedentes, y bastantes más, no se acuerda cuantas por edictos”. (ibídem). En realidad, en 1991 no se derogan los edictos policiales, sino que es sancionada (por el Congreso Nacional) la ley 23.950, conocida como “Ley Lázara”, que estableció en diez horas, el tope de demora en las comisarías para identificación de personas. Además del ‘recorte’ horario, se instaba a que la aplicación de la ley, sea precedida por dos antecedentes: 1) que haya sospecha de que la persona pudiere cometer delito o contravención; y 2) Que no acreditare fehacientemente su identidad (que carezca de D.N.I. ó C.I.). La “Ley Lázara” fue sancionada tras el asesinato del joven Walter Bulacio (en abril del mismo año), luego de haber sido detenido (por Averiguación de Antecedentes) durante el ingreso a un recital de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota en el club “Obras Sanitarias”. Walter murió tras haber sido ‘golpeado’ brutalmente por integrantes de la policía federal dentro de una comisaría. Siguió otra dinámica de protesta colectiva
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frente a la violencia y la represión policial, que estuvo más cerca de otros jóvenes rockeros seguidores de Los Redonditos y La Renga. Cuestión de identidades y de arquetipos que se diferencian pero se repiten.
6. Comentarios finales Hacia el último año de la década del ’80, Patricia ya estaba decididamente ‘enfrentada’ con el significado colectivista del movimiento punk. Quizás, el ‘repliegue’ de la acción colectiva anti-policial, haya ‘sublimado’ su posición ideológica anarcoindividualista. Es un supuesto. En la contratapa de su fanzine (Resistencia N°5, 1989) escribía: “Lo genéricamente definido como “escena”, punk, HC [hard-core], fancins [fanzines], gigs [recitales], acciones, (jamás lo llamo “movimiento”): “carece de organización”, según algunas opiniones. Quien quiere organización?, o ¿Qué organización? copiar las organizaciones que el sistema nos impone para utilizarlas en su contra? je,je: no da ni ahí.”
Junto a la negación del carácter colectivista de la “escena punk”, se filtran algunas voces de quienes opinan acerca de la falta de organización de los punks (otros punks, quizás; otra suposición). Sin embargo, esta joven mujer, que había sido un “eje fundamental” de la organización, del movimiento punk y de la acción colectiva anti-policial (desde 1984), no ‘maldecía apocalípticamente’ una ‘extinción’ de los “focos de agitación” punks. Sentía la necesidad [otra suposición] de seguir “luchando frente al sistema” por otros medios: “Los focos de agitación YA existen. En este momento vuelve a resurgir con mucha fuerza el movimiento de fancins [fanzines]. EL GRITO DE LA INCONFORMIDAD FOTOCOPIADO […] Nada PAGA EL PRECIO DE UNA ACTITUD INDIVIDUAL ELEGIDA, SENTIDA, HONESTA CON UNO MISMO. Yo creo que veo de QUE se trata: probar todo tipo de alternativas factibles de hacerte sentir bien, se trata de probar y resistir: no cansarse” (ibídem; cursiva de mi parte).
Volviendo a los teóricos de los Movimientos Sociales, antes mencionados (Melucci y Torres Carrillo), podemos entonces sugerir, tras la exposición del proceso de conformación (práctico y discursivo) de la acción colectiva punk, que: a) hay quiebre con un orden social represivo; un conflicto dentro de las representaciones democráticas, que afecta corporalmente a los punks, quienes intentan resolverlo luchando por la derogación de los edictos-abusos policiales; b) despliegan un “sistema de creencias” básicamente vinculado a estructuras simbólicas anarquistas (anarco-punks) y nihilistas, a la vez que promotores de los DD.HH., y c) que a nivel de su identidad colectiva, construyeron, a partir de elementos de “lo local” y “lo global” (políticos y culturales), un movimiento generador de “marcos interpretativos, puntos de vista y sentidos culturales” (Torres Carrillo, 2002). La “estética del rechazo” y los “focos de agitación”, como producciones nativas, eran elementos que sostenían esa identidad colectiva. Para finalizar, sugiero que debemos asumir, como Patricia lo hizo en la entrevista del periódico Página 12, que: el movimiento punk aportó (mediante su lucha y movilización anti-policial) significados públicos para el replanteo del lugar ocupado en democracia por los “remanentes autoritarios” (simbólicos y corporales) de la última dictadura militar argentina.
Salta, 04 de diciembre de 2011.-
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