POP UP TEATRO
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Sumario 3
LA FICCIÓN, VENTANA A LA IGUALDAD Fernando J. López
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DAVID TORTOSA, REENCUENTRO EN BARANOA Óscar Arroyo + Rodolfo Velasco "Olpho"
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DAVID TORTOSA. ENTREVISTA Patricia Estremera
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EL TEATRO QUE PUEDE DECIR SU NOMBRE Alberto Conejero
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HUICHI CHIU, A MEDIO CAMINO ENTRE INDIANA JONES Y ANA KARENINA Maykiso + María Velasco
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GÓTICO SUREÑO Ángel de Quinta
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AMANERADOS, GÉNERO FRÍVOLO Y CENSURA Jonathan Fernández
popupteatro@gmail.com
PopUpTeatroRevista
@PopUpTeatro
www.revistapopupteatro.com Dirección: Óscar Arroyo Diseño: Rodolfo Velasco "Olpho" y Óscar Arroyo Depósito Legal M- 29169-2014 ISSN 2386-950X
LA FICCIÓN, VENTANA A LA IGUALDAD
Fernando J. López El teatro es una ventana abierta al mundo. Un espacio que nos permite ser, mirar y transformarnos, de manera que cuando se enciendan los focos contemplamos y, a la vez, recreamos ese espectáculo siempre extraño que es la propia vida. Por eso, desde que comencé a escribir, sentí la necesidad de asomar a ese escenario de la realidad –o a esa realidad del escenario- todas las formas de sentir y de amar. Activismo dramático que practico con igual intensidad en mi faceta de novelista y en el que me guía el recuerdo de ese adolescente que fui –aún soy- y que apenas encontraba en los libros que leía o en las obras a las que asistía referentes en los que poder identificar su sensibilidad. PopUpTeatro006
Pero no se trata de abordar solo la realidad LGTB como un eterno conflicto en medio de un ejercicio de grandilocuente escatología emocional, sino de buscar, por encima de eso, la cotidianidad. Resulta fácil posicionarse, como autor, en el lado de la víctima y en la búsqueda del morbo que nos provocan las lágrimas –a ser posible, ajenas- para hacer catarsis colectiva y, de paso, mantener después el statuo quo. Frente a esas historias que buscan la justificación del tema LGTB a través de presupuestos melodramáticos –el gay perseguido, la lesbiana marginada, el transexual incomprendido- se alza la necesidad de abordar nuestra realidad desde otra óptica 3
más cercana, más inclusiva y, definitivamente, más contemporánea. Obras y novelas que recreen el mundo LGTB desde sus heridas pero, también, desde sus logros. Desde sus miserias y sus recovecos emocionales. Desde sus ambiciones y sus alegrías. La euforia de ese orgullo –palabra manoseada por la comercialización y, sin embargo, aún muy necesaria desde el combate contra los
reflexión y su implicación activa. Su visión sin tabúes ni clichés de una realidad que quizá les sea ajena y que la literatura puede conseguir que deje de serlo gracias a la que es la mayor de sus virtudes: la empatía. Porque si algo consigue la lectura de una novela o la visión de una obra de teatro es favorecer esa capacidad de ponernos en la piel del otro y tratar de entender las aristas que conforman su vida y las cicatrices que surcan esa piel. Y de eso,
Cuando fuimos dos
prejuicios- convertida en materia dramática, incluso épica, sin la coartada narrativa del individuo que sufre en un mundo que no lo comprende. Si queremos que la sociedad reaccione, no necesitamos provocar su compasión ni su condescendencia, sino su 4
precisamente, trata el teatro, de pieles que invadimos como autores, como actores, como directores o como espectadores, cuerpos de los que nos apropiamos en un ejercicio de canibalismo literario para saber qué se siente cuando se es alguien que no somos nosotros. PopUpTeatro006
Alguien que podríamos haber sido o, por qué no, llegar a ser. Promiscuidad verbal que provoca un encuentro gozoso con las vidas ajenas y donde encontramos, más de una vez, visiones inesperadas de nosotros mismos. Por eso es necesario que la realidad LGTB sea visible en escena, pero ha de hacerlo lejos de etiquetas que minimicen su amplitud: ¿comedia gay? ¿Drama gay? Nadie emplea esos cansinos
dando por supuesto que el público de ciertas de nuestras obras solo ha de ser específicamente homosexual o, cuando menos, gay friendly. Ahí es donde, sin duda cometemos el mayor error, pues admitimos el gueto y circunscribimos pasiones universales a la pobre clasificación del género. En mi caso, que llevo años alternando personajes de toda clase y condición sexual, hace tiempo que prescindí de etiquetas y
El sexo que sucede
rótulos para hablar de comedia o drama hetero. Nadie piensa en esas divisiones del público. Sin embargo, los propios creadores LGTB a veces asumimos como verdades absolutas esos complejos y favorecemos los muros, PopUpTeatro006
descubrí que el público y los lectores solo buscan algo tan sencillo –y tan difícil a la vezcomo la verdad. Una verdad que hacía que el patio de butacas se llenara de parejas tanto hetero como LGTB –eso fue lo más maravilloso de aquel viaje- en cada una de las funciones de 5
Cuando fuimos dos, donde la historia de César y Eloy se convertía en eco de las suyas, más allá de cuál fuera su orientación o su tendencia. Lo mismo he intentado con todos los personajes LGTB que pueblan mi producción dramática (la bisexual Eva de El sexo que sucede, el atormentado Poeta de Tour de force o Bárbara, la lesbiana comprometida de Saltar sin red), abordar sus realidades sin limitarlas únicamente por su condición sexual, sino sumando dicha condición a todos los demás rasgos que componen y definen su identidad y combinando sus conflictos – sociales, personales, familiarescon los del universo dramático del que forman parte. En esa visibilidad reside mi concepto de reivindicación, en el tratamiento natural y cotidiano de una realidad que se presenta, demasiado a menudo, desde la distorsión del cliché y la autojustificación del drama emocionalmente sanguinolento. En este momento de celebración en el que la pionera aprobación del matrimonio homosexual en España, diez años atrás, ha traspasado tantas fronteras y alcanzado a tantos países, es cuando más importa no abandonar ese activismo de la 6
visibilización, ese compromiso con la narración de las historias de quienes no han tenido siempre el lugar que merecían en la ficción y, por tanto, tampoco en la realidad. Porque lo que no se cuenta no existe, lo que no se representa no se ve y, en pleno 2015, no podemos olvidar que son más de 70 los países donde la homosexualidad sigue siendo delito, más de 70 rincones del mundo en los que se necesita que ficción y realidad sigan gritando por quienes no pueden hacerlo, buscando una igualdad que, todavía y a pesar de los pasos avanzados, dista mucho de ser real. PopUpTeatro006
DAVID TORTOSA Reencuentro en BARANOA
Direcció Contrerranoa. Calle Pelayo 31. Madrid. Dirección: Óscar Arroyo Fotografía: Rodolfo Velasco "Olpho" Maquillaje: Aurora García Peluquería: Alicia Monedero Estilismo: José Carlos Valencia Zapatos de ella: Cuquiló Traje y pajarita de él: Quero Asistencia a estilistas: Alia Díaz García Organización de espacio, cocktail trainer: Adrián González Localización: Ana Roche Agradecimientos: David Quintana y Óscar Contreras Sesión en Baranoa. Calle Pelayo 31. Madrid
DAVID TORTOSA
Natural de Granada, se forma en Madrid en la escuela de interpretación de Juan Carlos Corazza, completando su formación con profesionales como Ani Sun, Esteve Rovira y Pablo Messiez. Ha participado en series de televisión como El secreto de Puente Viejo, La que se avecina, Cuéntame y El síndrome de Ulises entre otras. Pero es en el ámbito teatral donde David ha centrado su carrera profesional protagonizando los montajes ¿A quién te llevarías a una isla desierta?, Cuando fuimos dos, Un balcón con vistas y Las heridas del viento (en este último se encuentra inmerso actualmente en una gira nacional e internacional) . Sus pasos en el terreno musical se iniciaron en Es por ti, el musical y continuó algunos años más tarde en Más de 100 mentiras con canciones de Joaquín Sabina. El musical de pequeño formato le ha dado grandes alegrías, formando parte del trío protagonista de Tick,Tick...Boom! de Jonathan Larson, y del musical con el que actualmente está de gira Excítame: el crimen de Leopold y Loeb de Stephen Dolginoff, por el que fue nominado a mejor actor revelación en la última edición de los Premios del Teatro Musical.
Entrevista: Patricia Estremera
Creo que este encargo por parte de Óscar (director de Pop Up Teatro) se debe a que quiere una entrevista más personal. Me pide que entreviste a David Tortosa, actor que no falta nunca en la cartelera teatral madrileña, que acumula seguidores en las redes y admiradores entre el público. Pero pienso que Óscar quiere que ahonde más allá de lo que hay detrás de ese perfil público en Facebook o en Twitter de David, que saque su lado más íntimo. Y como este tío es listo y nos conoce bien, demasiado bien, diría yo; me ha hecho este encargo a mí. ¿Por qué? Porque David es uno de esos amigos que tiene las llaves de mi casa, al que puedes llamar en cualquier momento y a cualquier hora y si es un caso de “gabinete de crisis” va a dejar lo que tenga y no va a poner limitaciones de hora. No en vano, David forma parte de "mi familia" madrileña, la que formamos hace años un grupo de amigos "huérfanos" en la gran ciudad. A uno le tocó ser el padrino, a otro el nieto, a otro el abuelo… Yo soy "la nieta" y David es… bueno, que os lo diga él, si quiere, aunque eso será en otra entrevista.
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A modo introductorio, e incluso anecdótico, os puedo contar que David no puede vivir sin la salsa de soja. Engulle todo lo que lleve soja en un abrir y cerrar de ojos. Así que, si lo invitáis a comer, ya sabéis qué condimento no puede faltar en la mesa. Vive en un hogar en el que se respira amor, buen rollo, creatividad y cine por todos sus rincones y en el que te sientes como en el tuyo propio. Es un enamorado de los vinilos y le apasiona la música de los 80 – puede ponerte una misma canción quince veces seguidas y cantarte en un momento un "boom" enterito mientras te monta en vivo y en directo un auténtico videoclip promocional-. Él es así. Le relaja estar en su amada playa de Almuñécar, mata por el arroz de su madre, le gusta el olor a magnolio, su estación favorita es la primavera y si pudiera irse ahora mismo a cualquier sitio del mundo, elegiría Japón. Para David, la familia es muy importante y es muy normal ver a sus padres asistiendo a cualquiera de sus funciones hasta por quinta vez allá donde vaya. Y siempre orgullosos de él.
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Y como diría Mayra Gómez Kemp, hasta aquí puedo leer. Si hay algo más personal que os quiera contar, le corresponde a él. Yo ahora solo quiero charlar con David. Vamos allá. David, esta profesión -ainsss esta profesión- no sabes hasta qué punto es vocacional hasta que van pasando los días y van cayendo los años y a pesar de todo, seguimos con ganas de dedicarnos a esto. Yo, últimamente, me refiero a esta profesión como "la llamada”… y no me refiero a la del Teatro Lara, ya me entiendes… Tú, ¿cuándo sentiste esa "llamada"? De pequeño yo quería ser artista, ya fuera dibujante, pintor, actor, cantante… cualquier tipo de expresión artística me gustaba y a los 15 estaba muy perdido mientras vivía el día a día y sacaba mis asignaturas cada año para poder llegar a una facultad. Estaba más interesado en la psicología y el periodismo, de hecho hice mis pinitos en un periódico de la escuela, y me gustaba mucho el cine, hablaba muchísimo de cine. Y luego llegó el derecho,
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pero no sé si lo elegí o me llegó simplemente porque era algo que me rodeaba. Mi hermano estudiaba derecho, la facultad estaba al lado de mi casa…Yo creo que también quería ser abogado por esa parte de exposición que veía en las películas y por los libros de John Grisham, que los devoraba. Recuerdo que una vez mi primo Javi hizo las pruebas para la RESAD y yo estaba estudiando Derecho y pensé "¿cómo es posible que no esté haciendo yo esto?" . Me removió. Me removió mucho.
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Claro, como el 90% de los actores, sientes la "llamada" y acudes a ella viniendo a Madrid como si fuera El Dorado. ¿Cómo fue tu llegada a Madrid? Sentí por primera vez la soledad en mi vida. Y la soledad entró cuando llegué a la residencia. Era domingo. Dejé con mis padres las cosas en la habitación… ellos se volvieron a Granada. Me quedé solo en la habitación. Sin conocer a nadie. Y mis padres yéndose por el pasillo. Toda la vida me han cuidado mucho y me di cuenta de que era la primera vez que me tenía que cuidar yo. Pero aprendí, aprendí. Me di cuenta de que lo mejor que podía hacer era coger mi mochila y empezar a salir a la calle a pasear, a conocerla y empezar a moverme y buscar… hasta el simple hecho de desayunar solo era extraño. La primera sensación es de vacío. De no tener absolutamente a nadie. Fíjate Patri, cuando pensé por primera vez que esta ciudad era en la que iba a vivir fue por Xavi (miembro de la familia al que conocemos como el Padrino), que me llevó a ver la ciudad en su coche. Veía los edificios, las calles, la gente… y poco a PopUpTeatro006
a poco, me fui haciendo a ella, aunque con mi inevitable mapa en las manos. Bueno, yo para eso soy muy mujer y me pierdo hasta con un mapa. Yo tenía que llamar a Reme (actriz de Lo esencial es invisible para los ojos, de Jota Linares y Vis a Vis) para que me viniera a buscar al metro porque no sabía llegar a casa y vivíamos un par de calles más allá de la rotonda de San Bernardo. Ya ves… cuando por fin dejé de llamarla fue cuando se me fue tanta soledad. Y a ti, ¿esa soledad se te ha pasado un poco o siempre queda algo? Creo que se camufla en determinados momentos, pero en el fondo, ese vértigo de saber que te tienes solo a ti mismo, siempre está. Y creo que no debería ser así, creo que sería mejor si yo entendiera esa soledad y además la quisiera, la buscara. Reconozco que no la busco tanto como debería. Me gusta viajar acompañado, tomar un café con alguien, ver una película con gente. Pero me fuerzo a hacer alguna cosa solo, como ir al teatro. A veces, me da mucho miedo cuando me quedo solo y empiezo a 19
a escucharme porque cuando uno se escucha a sí mismo, salen todas las cosas que le dan miedo o preocupan. Mi cabeza va siempre a mil por hora. Me cuesta no parar, me invento cosas para evitar esos momentos. Pero ahora mismo estoy justo en ese momento en el que vives una transición. ¿En qué sentido? Antes vivía más deprisa, iba enganchando gente, historias… será la edad, pero ahora pienso más, me exijo más, echo de menos más, me conformo
decía Eze en A quién te llevarías a una isla desierta: “Solo quiero ser feliz”. Con eso me conformo. Obviamente haciendo lo que me gusta, que es esta profesión de comunicar, de llegar, de la manera que sea. Yo me he dado cuenta de que uno es capaz de llegar a la gente no solamente subiéndose a un escenario, si no de maneras muy simples. Colgando una foto puedes llegar a mover a la gente. A mí me han llegado a decir cosas muy curiosas por gestos aparentemente sencillos y que no cuestan… eso es
Es por ti, el musical - © Manolo Pavón
menos. La vida te va cambiando y colocando. Estoy encajando cosas. La vida te va cambiando pero no ha cambiado lo fundamental. Hoy día, ¿qué quieres ser? Me quedo con una frase que 20
bonito. Soy una persona que me he preocupado toda mi vida mucho por dar a la gente y creo que cada día soy un poquito más egoísta. Y creo que tengo que hacerlo porque es muy agotador pensar lo que va a hacer la otra persona. Ahora quiero pensar más en mí que PopUpTeatro006
en lo que necesita el otro. Te conozco bien y sé que eres un soñador. ¿Algún sueño cumplido? Sí, de pequeño soñaba con ser actor y el hecho de dedicarme a esto es un sueño cumplido. Y estoy teniendo vivencias maravillosas gracias a esta profesión, como viajar. Las giras te dan todo esto. Por ejemplo, yo quería trabajar en musicales y, después de siete años estudiando canto y miles de pruebas, llegué a tirar la toalla pensando que no era lo mío, que no podría trabajar en ellos y, de repente, me apareció el primero.
¿Te han puesto la zancadilla alguna vez? Sí, me la han puesto. Compañeros, directores…Y que conste que soy afortunado con los equipos de trabajo que me he ido encontrando, sinceramente. Al final estás tan acostumbrado a recibir palos por todos lados, que te colocas la coraza y estoy bastante en guardia como para poder defenderme. Porque este mundo del arte es muy bonito, pero también tiene partes feas. Estamos tan expuestos en esta profesión que, si eres vulnerable, te puede hacer mucha pupa.
¿El karma tal vez? Yo creo mucho en el karma y cuando veo que hay alguien que lanza mucha mierda pienso que la vida le va a devolver cosas muy feas. Una buena energía siempre favorece, atrae cosas buenas, ya sea trabajo, gente, amor... Cuando solamente puedes pensar en los errores que cometen otros y no en los tuyos propios estás cayendo en una espiral que no te va a llevar a nada bueno. Yo creo que la vida suele poner a cada uno en su sitio. PopUpTeatro006
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¿Te ha llegado a quitar las ganas? Sí. ¿Y cómo te sobrepones a eso? Dejando pasar el día. Que pase el día… al día siguiente se ven las cosas con otro filtro. Todo se ve distinto y, al final, te agarras a lo positivo. Pero no todo son zancadillas, yo he ido encontrando gente que me ha ayudado, tú mismo, por ejemplo, me has ayudado y me ayudas mucho. A ti, ¿te han ayudado? Mucho. Me han ayudado mucho. He tenido la suerte de poder estar en trabajos porque determinada gente ha hablado de mí o me han colocado ahí por afecto o por trabajo. Y también es verdad que muchas cosas son fruto del trabajo puro y duro de todo el tiempo que llevo dedicándome a esto. Si la vida pone a cada uno en su sitio. ¿Dónde debería ponerte a ti? La vida debería seguir permitiéndome dedicarme a esto, no me gustaría que me llevara por otro lado. Da mucha pena cuando ves que hay amigos que van cayendo y lo 22
abandonan. Y me gustaría que la vida me permitiera conservar estas ganas, esta energía y esta felicidad. Es muy bonito empezar un nuevo proyecto con esas ganas intactas. Quiero seguir viviendo las cosas así, quiero seguir aprendiendo de grandes maestros y compañeros. Seguir evolucionando y creciendo. Hacer todo esto me parece muy difícil porque la vida te pone muchas trabas y límites… y nosotros mismos nos los ponemos sin quererlo. Sabes que siempre que te veo subido a un escenario, en el momento de los aplausos, lloro. ¿Por qué me pasa eso contigo? Hay compañeros que dicen que los aplausos les dan mucho pudor. A mí no. Yo necesito ese feedback, esas caras, esa alegría, ese entusiasmo, esos aplausos. Yo puedo hacer una obra de teatro y no ganar nada, pero necesito ese impulso para llegar al día siguiente a hacer otra función. Ya bastante difícil nos lo ponen -que en muchas ocasiones no ganamos un pavo con nuestro trabajo- como para que nadie me quite además esta satisfacción. Y el día que yo PopUpTeatro006
salga a recibir un aplauso y tú me veas que no estoy motivado, que lo recibo como una costumbre, se me habrá muerto algo. Por eso, en el momento de los aplausos me emociono de verdad y los vivo intensamente. Y son ya años subido a un escenario, y lo vivo igual desde el microteatro más pequeñito, con la gente pegada a ti, que desde el teatro más grande, donde no veo las caras de la gente. Esa adrenalina es el motor que me activa.
bien hecho en muchas funciones. Eso sí, no me verás nunca comentando con alguien que haya estado viendo la función si me ha faltado esto o aquello, porque si esa persona ha disfrutado la función, le quitas toda la magia. Y eso es muy feo. No podemos hacer eso. Yo me niego. No me gusta romper esa magia. Si tú realmente quieres una opinión, la vas a pedir, pero el público no quiere saber lo que te ha pasado a ti.
Hispania - © RTVE
Y después de los aplausos, cuándo se "cierra el telón", ¿eres de esos actores que se fustigan? Me fustigo, pero he disfrutado muchas funciones, he sentido que el trabajo estaba bien PopUpTeatro006
Se me ha olvidado preguntarte por el antes de la función -menos mal que Óscar sabe que soy absurda y no creo que espere ningún tipo de orden lógico-. Y no puedo dejar de preguntarte 23
por esto porque Jorge Gonzalo dice que soy tan maniática como su abuela. Por ejemplo, yo me lavo las manos con agua muy fría y mucho jabón, me encanta que huelan a limpio y Los Absurdos tenemos todo un ritual antes de cada función. ¿Tú tienes alguna manía antes de salir a escena? Me gusta que esté todo en su sitio. Siempre reviso las cosas antes de comenzar y aunque me las coloquen, las recoloco. Me gusta saber que todo está en orden, que no me va a fallar nada. Hay un vértigo en pensar que si hay algo que me falla, que sea siempre algo que yo puedo controlar. Soy muy puntilloso en ese sentido. Y otra cosa imprescindible es abrazar, me gusta abrazar a mis compañeros. Donde yo me he criado, en mi familia, los abrazos y besos están a la orden del día y me sale natural. Y si comienzo una función y no ha ocurrido ese beso o ese abrazo, yo estoy raro. Es como si no hubiéramos tenido nuestro momentito de mirarnos y desearnos mucha mierda y decirnos lo bien que nos lo vamos a pasar ahí fuera. Quiero ver a mis compañeros con 24
ganas, con energía. Luego, lo demás me da igual. No me fijo si entro con el pie derecho o el izquierdo. El momento en el que se apagan las luces, ese silencio es una mezcla entre "¿salgo de aquí corriendo o salgo ya a escena?". ¿Y qué pasa cuando en escena te espera Kiti Mánver? Eso es muy fuerte, Patri. Fíjate, en estos bolos de abril de Las heridas del viento… Había ido tres veces a ver esta obra de teatro. Devoré la obra y me parecía espectacular. Yo quería estar ahí… Ahora, cuando empieza la función, yo me siento. Aparece Kiti y se sienta. Y nos miramos. Ese momento es muy especial porque yo sé que ella me está diciendo con la mirada: "Chavalito, ahora te toca el monólogo. Arranca con ganas y energía, que este arranque va a hacer que la función vaya de una manera o de otra. Este arranque es tuyo. Disfrútalo". Y noto su energía al igual que cuando estoy en escena viendo su monólogo y con el rabillo del ojo viendo cómo el público está metido en la obra. En ese momento, me siento privilegiado.
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El viento se mueve mucho, va de un lado para otro -los meteorólogos nos lo recuerdan cada día después del informativo- ¿A dónde te va a llevar a ti este viento? Solamente que me eligieran de cover de Dani Muriel ya fue un notición. De repente te ves protagonizando tu función preferida. Tener a un director como Juan Carlos Rubio, con ese amor y cómo te cuida y que sabe perfectamente lo que quiere… y tener una compañera como Kiti… ¡eso ya es la bomba! Pero si encima te lleva lejos, ni te cuento. Ya estuve en 5 ciudades con esta función y ahora Dani tiene otros compromisos y me hago con la titularidad del papel lo que reste de funciones. Las heridas del viento siguen vivas y después de verano retomamos con gira nacional e internacional. Vamos a Dublín, Braga y a primeros de diciembre vamos a estar en Nueva York. De pequeño tuve la suerte de ir a Nueva York con mi familia y dije "¡volveré!", lo que nunca imaginé es que volvería a trabajar. Y ese momento en el que te dicen que te vas a Nueva York con Las heridas del viento, dirigida por Juan Carlos Rubio 26
y con Kiti Mánver de compañera. ¿Qué se te pasa por el cuerpo y la cabeza? Pues si te digo la verdad, pienso: "ya era hora", ya tocaba. ¿El karma otra vez? Sí, yo creo que ya llevo muchos años aquí, que me lo he currado… y he vivido muchas cosas, temporadas con ganas de tirar la toalla, temporadas con ganas de recomponerte y tirar para adelante porque piensas que puedes hacer algo que te diferencie de los demás, PopUpTeatro006
que tu trabajo también puede estar bien. Y cuando un director como Juan Carlos Rubio confía en ti y te brinda su personaje en una de las obras más sentidas y queridas por él, te sientes muy especial y solo puedes pensar "qué bien verme en algo así". Y ya tocaba. Y si no hubiera tocado, seguiría trabajando… pero uno necesita alegrías de este tipo para ver que uno va evolucionando y que "si quieres, puedes". Lo importante es desearlo con muchas ganas y no desfallecer. A las malas épocas hay que darles muy poca cancha porque, cuando vienen mal dadas, hay un agujero en el que es muy fácil meterse. Hay que intentar serpentear ese agujero como se pueda pero nunca meterse dentro. Y ahora mismo, con todo esto que estoy viviendo, cuando lo pienso, me pongo tonto. Hay una parte adulta en mí en la que me gustaría coger a mi niño pequeñito y decirle: "eh, al final lo logramos". Somos actores. Lo hemos conseguido. Lo estamos haciendo. ¡Y encima nos vamos a Nueva York! No sé, me parece que la vida es magia. Pero no vives solo del viento, existe un balcón lleno de
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flores y has "excitado" a medio Madrid. Sí, ambas siguen moviéndose. Y a una obra como Un balcón con vistas -que empezamos hace prácticamente año y medio- que después de cinco temporadas en Madrid y después de una gira le sigan saliendo bolos es increíble. El balcón no para, es una obra que tiene estrella. Y creo que es porque evidentemente tiene una historia y unos personajes que ya funcionaban. Y si encima metes a cuatro locos… ahí tienes la clave. Creo que ha funcionado tan bien porque, aparte de tener todo lo anterior, ha tenido un gran equipo humano que lo ha cargado de energía y ha hecho que vuele muchísimo. Y con Excítame a mí se me llena la boca. Para mí ha marcado un antes y un después en mi manera de afrontar los personajes y, humanamente, también me ha cambiado. En Excítame, Richard Loeb es el personaje más distinto que te he visto hacer, dabas miedo, no parecías tú. Solamente con leer el texto pensé que tenía algo muy grande entre manos. Y pregunté
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cómo iban a levantar eso, porque era una auténtica maravilla. Esa versión que habían hecho, esas canciones, la historia… Afortunadamente Alejandro es un crack. No le ha podido salir mejor, es muy difícil hacer una producción, tú lo sabes bien. Él se aventuró con unos ahorros que tenía y ¡la que ha liado! Todo lo que ha originado Excítame es para que Alejando esté muy orgulloso porque ha hecho feliz a mucha gente. Me incluyo entre toda esa gente. La disfruté varias veces y, aparte de todo el conjunto de la obra -que me parece que tiene un resultado redondo-, destacaría que en escena se ve una complicidad absoluta entre Alejandro de los Santos y tú. Cuando hay química con tu compañero es maravilloso. Y con Alejandro vivimos un proceso de ensayos que fue muy bien, pero es cierto que en el Fernán Gómez, en las funciones, empezaron a surgir cosas… y él me olía y yo lo olía, y en la gira nos llevó a un punto en el que, cuando volvimos a Madrid, estábamos súper tranquilos porque confiábamos mucho en el trabajo que había. Y parece ser 28
-cruzo dedos- que Excítame continúa y que nos puede llevar a Barcelona. Tenemos muchas ganas de que eso ocurra. Mucha gente de Barcelona nos ha pedido llevarlo allí. Aparte -esto ya es personal- me gusta mucho Barcelona, es una de las ciudades que más he visitado y siempre he querido trabajar allí. ¿Otro sueño cumplido? Otro sueño cumplido. ¿Te acuerdas que cuando salí de ver Excítame te dije que estabas de premio? Que conste que a Alejandro no se lo dije porque no tenía PopUpTeatro006
confianza y me daba vergüenza. Pues mucho no me equivoqué, te nominaron a actor revelación en los Premios de Teatro Musical. Eso fue muy bonito, sobre todo la noche que vivimos. Fue una noche de locura, de diversión… me quedo con la energía de esa noche.
Eres ya un habitual de las tablas madrileñas, ¿qué pasa con el cine y la televisión? Es mi asignatura pendiente. Hay que ser agradecido con el trabajo que te viene y el teatro es con lo que he crecido, pero el mundo audiovisual me encanta, me apasiona una cámara. Me parece difícil, complicado…
Excítame, el crimen de Leopold y Loeb - © Javier Naval
¿A quién se lo habrías dedicado? A todos los que han puesto un granito, una vivencia, una sonrisa en mi vida: mi familia, mi pareja, mis amigos. Yo soy de los que tendría un discurso largo.
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y tan diferente al mismo tiempo. Y a la vez me da ese vértigo que hace que me apetezca más. Muchas veces pienso que me gustaría tener confianza con un director de casting -confianza de verdad- para preguntarle qué funciona
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más y qué menos, qué es lo que muchas veces no les convence para que yo pueda estar en esto o aquello. Me gustaría saberlo para aprender y aprender a mejorarlo para poder estar… porque me encanta, soy un consumidor de series y me gustaría estar trabajando en un producto de ficción de manera más continuada. Lo más continuado que yo he hecho en ficción fueron siete capítulos en El secreto de Puente Viejo y tengo ganas de un personaje con entidad propia que vaya creciendo, que le vayan pasando cosas. Y el mundo del cine me parece tan difícil que ya ni te lo mento… Pero seguimos creyendo en el karma, ¿no? Seguimos, seguimos creyendo y yo creo que más pronto que tarde, ocurrirá. David, te voy a hacer un test absurdo. Si no, me sentiría sucia. Piedra, papel o tijera. Papel. Pares o nones. Pares.
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Este u Oeste. Este. Peras o manzanas. Manzanas. Derecha o izquierda. Izquierda. Simon o Garfunkel. Miss Robinson. Seguidores o amigos. Amigos. Desnudo o vestido. Desnudo. Monty Python o Les Luthiers. Monty Python. Gran Vía o Serrano. Gran Vía. Ir o venir. Ir. Vigoréxico o fofisano. Vigosano. Y la más importante de todas, y la que desde mi lado absurdo he estado todo el tiempo deseando hacerte. ¿Queso de Burgos o de Cabrales? De Burgos. Pues hasta aquí la entrevista a David Tortosa, uno de los actores más de moda y un gran amigo. Sin más, esta Absurda se despide no sin antes recordarles que vayan al teatro y disfruten de su talento. ¡Arigato!
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EL TEATRO QUE PUEDE DECIR SU NOMBRE
Alberto Conejero En la introducción a ¿Quién teme a Virginia Woolf? de Edward Albee, Alberto Mira, el editor y traductor a nuestra lengua, señalaba la inapropiada lectura de muchos críticos de George y Martha como un matrimonio que escondía realmente a una pareja homosexual. Esta argumentación, escribe Mira es tácitamente homófoba ya que identifica a la pareja frustrada por la falta de hijos con la pareja homosexual. El matrimonio además, siempre según esta corriente critica, necesita insultarse constantemente para ocupar ese vacío. Argumentos muy parecidos podemos encontrar en no pocas lecturas de Yerma de Federico García Lorca o en general en la obra 32
de Tennessee Williams. Se trata de una expresión más de la visión tradicional y homófoba que hizo del homosexual en la ficción un personaje necesariamente malvado, desequilibrado, incompleto y perverso. Siguiendo este razonamiento, las mujeres atormentadas creadas por autores homosexuales escondían ineluctablemente a un homosexual (atormentado, claro). Quizá por la prevención a estas corrientes críticas y porque toda adscripción esconde múltiples exclusiones me he mostrado siempre reacio a hablar de mi teatro como "teatro homosexual". He escrito textos
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en los que la homosexualidad era tema central o secundario –La piedra oscura, Cliff, Húngaros- y otros en los que no aparecía en absoluto, Ushuaia, Photocall, La melancolía de las jirafas, Agamenón, etc. Con los años, y en el combate que todo hombre y que todo mujer sostiene por ser uno mismo y aceptarse, he entendido que efectivamente una etiqueta es fácilmente manipulable pero que el punto de vista, la mirada, como quiera
subordinar la creación de un autor a su sexualidad como ignorar el silencio, la censura, el miedo, la opresión que hicieron que los creadores homosexuales no pudieran hablar de su cotidiano. Y que en muchos lugares hoy en día no puedan hacerlo. Sólo algunos valientes se atrevieron, incluso en tiempos muy oscuros, a decir lo que amaban con todas las letras. Hablaré sólo del teatro en nuestro país. Ahí está Federico
Cliff (Acantilado)
llamarse, sí que está condicionado, como en todo autor, por esa acumulación de experiencia que es la identidad. Y la sexualidad es parte fundamental de esa identidad. Lo que uno ama, ¿cómo no va a entreverarse en lo que se escribe? Porque tan erróneo es PopUpTeatro006
García Lorca con El público o Cipriano Rivas Cheriff con Un sueño de la razón, la primera obra en español y de las primeras en Europa en la que las lesbianas no son representadas siguiendo el esquema patológico imperante. 33
Ya en democracia la homosexualidad empezó a estar presente en obras de líneas fabulares muy diversas como Testamento de Josep Maria Benet, Krámpack de Jordi Sánchez o Madre amantísima de Rafael Mendizábal. Son sólo unos cuantos nombres de un corpus afortunadamente nutrido y heterogéneo. Algunos certámenes como el Leopoldo Alas MínguezFundación Autor han contribuido
suceden a personajes que resultan ser homosexuales. Pienso en Smiley de Guillem Clua o Cuando fuimos dos de Fernando J. López. Pero el teatro ha de seguir construyendo memoria como garantía de un futuro siempre incierto y de ahí que otros autores dirijan la mirada al pasado. Nos encontramos, por ejemplo, con Levante de Carmen Losa, Las heridas del viento de Juan Carlos Rubio o Infamia de María
La Piedra oscura - © MarcosGpunto / CDN
asimismo a reforzar la visibilidad del colectivo LGTB en los escenarios. Hemos dado algunos pasos en la buena dirección cuando, por fin, nos encontramos textos donde la homosexualidad ya no es el tema central sino que nos adentramos en historias que les 34
Velasco. Es importante señalar aquellas obras que tienen como protagonistas a personajes jóvenes que han de combatir prejuicios propios y ajenos. Tal es el caso de ¿A quién te llevarías a una isla desierta? de Jota Linares. El éxito de esta obra, sabiamente construida, entre el PopUpTeatro006
público joven es síntoma de la necesidad de expresión y de reconocimiento en un país en el que el 43 % de los homosexuales sufre acoso en las aulas. Son sólo algunos ejemplos de un teatro que empieza ya a decir su nombre, sin el miedo de quedar constreñido en etiquetas más o menos bienintencionadas, que aborda temas universales que pueden y deben llegar a cualquier tipo de público y en los que la homosexualidad puede ser un eje central o secundario, ser el asunto de la pieza o sencillamente una dimensión más del personaje. Queda, por supuesto, un largo camino. Y en PopUpTeatro006
estos tiempos de incertidumbre debemos estar alerta para no descender un paso en la escala de la libertad. En nuestro país, desde hace pocas décadas, muchos hombres y mujeres encuentran por fin su voz en los escenarios. Otros espectadores reconocen en estas obras la voz de sus hijos, de sus hermanos, incluso la de sus padres o madres. Finalmente, y esto es el teatro, intentamos en las butacas el necesario ejercicio de estar juntos, de convivir, de saber que nuestras pasiones y miedos, tomen la forma que tomen, son tan singulares como parecidas.
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Huichi Chiu A medio camino entre Indiana Jones y Ana Karenina Entrevista: MarĂa Velasco FotografĂa: Maykiso
Hasta hace un par meses, podíamos verla en el escenario de las Naves del Español (Matadero de Madrid). Su rostro cada vez es más conocido y caro para los espectadores madrileños (aunque no solo): El señor YE ama los dragones, Carne viva, El Banquete, Transit... Aviso para navegantes: su alma no es menos exótica que su mirar. Taiwanesa de nacimiento, es flamenca de entendimiento… y una caja de sorpresas. Huichi no solo lleva la multidisciplina, el humor y una sensibilidad a flor a todos sus personajes… Se trata de una forma de vida. Para los que te conocemos eres Chi; para los recién llegados, eres la chica de los dragones. Ahora te haces llamar por tu nombre completo, Huichi, lo que da lugar a no pocas cacofonías y trabalenguas. En pocas líneas, ¿cómo te presentas? Soy alérgica a los uniformes y los "qué dirán", la que suele despedir a la francesa, la que siempre mira el plato de los demás, soy la patosa que sueña ser gimnasta.
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¿Qué querías ser de pequeña? Cambiaba mis vocaciones constantemente. Quise ser Indiana Jones, pianista, bailarina, diseñadora, escenógrafa, escritora, fotógrafa... Al final, creo que siendo actriz se puede hacer de todo (y nada a la vez). ¿Por qué elegiste España, y no Los Ángeles, para ser actriz? Las biografías oficiales (Wikipedia) dicen que el flamenco tuvo que ver… Elegí España por el flamenco y los gitanos. No me atrae el aire americano, soy demasiado lenta. La Wikipedia alemana dice que soy la sobrina nieta de Bruce Lee por una broma que hice. Por eso sigo practicando kung fu, por si, un día, la familia de Bruce Lee me reclama la legitimidad de origen. Un trabajo para el recuerdo… Tengo dos. Una es la película The Pelayos; otro, la microserie Playlist, mi lista de favoritos. Cuando veo este clip siento que nunca volveré ser la Chi de aquel momento. Me he hecho mayor de repente.
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Un trabajo para el olvido... No tengo ninguno específico. Se aprende con las experiencias malas. Para llegar hasta aquí, ¿has tenido que trabajar "como una china"? Un día iba caminando por la calle, y de repente pensé: "¡Dios! No estoy ‘trabajando’, pero estoy ocupadísima haciendo talleres por aquí, ensayos por allá...". Me entró una suerte de culpabilidad. La verdad es que llevo toda la vida así, no entiendo por qué todavía me asusto. Sigo "trabajando como una china", solo que no siempre da dinero. ¿Enamorar a la cámara o morir en escena? En otras, palabras, ¿cine o teatro? Los dos. Aquí sí practico eso de la promiscuidad. ¿Qué personaje sueñas encarnar? Todos. Menos el que vende latas en Gran Vía. No es por nada, solo que lo he hecho muchas veces... ¿Tienes supersticiones a la hora de salir a escena? Hasta que no estoy lo PopUpTeatro006
suficientemente relajada en una obra, voy al baño seis veces antes de hacer la función. ¡Perfecto para hacer limpieza intestinal! Has trabajado textos de autores de nueva liga como Alberto Conejero, Paco Bezerra o Denise Despeyroux… ¿Los prefieres vivitos y coleando? Comprendo mejor los textos de los autores vivos. Pero también me gusta cómo suenan los versos (con esas vocales tan abiertas). Me conecto desde otro lugar, que no es el entendimiento, sino un aire lejano donde rugen los dinosaurios... algo así. ¿Por qué clásico suspiras? Ana Karenina, de Tolstói. Además de ser licenciada en Bellas Artes, un pajarito me ha dicho que también escribes… Escribo cuando tengo dudas sobre algo. A nivel práctico, me gustaría ser más autosuficiente. Es muy duro estar esperando a alguien para que escriba algo pensando en ti. Pero todavía me queda mucho... por eso sigo persiguiendo a la gente.
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Háblanos sobre ese lenguaje inventado que empleas en los castings. Como decía antes, soy lenta en lo racional, por eso a veces uso este lenguaje. Suena como rusopolaco, y eso me hace ilusión, porque estoy convencida de que en otra vida fui rusa. En El señor YE ama los dragones, tu personaje acaba por salvar el pellejo a su vecina, espécimen beataclasista-xenófoba, que abunda en esta España nuestra. No obstante, la pone a vender latas de cerveza. ¿A quién pondrías tú a vender cervezas? Qué pregunta más rara. ¿A quién? Vender o hacer encuestas por la calle es un arte, tienes que ser muy abierto, astuto, simpático, y tener estrategia... creo que no te estoy respondiendo. Ante la duda, a Esperanza Aguirre. Ventajas y desventajas de tener los ojos rasgados (aparte de una mirada cautivadora). ¿Ligas más? No estoy segura, porque cuando ando por la calle suelo poner cara de “Mata Hari” chunga.
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Sabes artes marciales, ¡todo un tópico! ¿Lo del sexo de las mujeres orientales también es verdad? ¿Qué prejuicios te revientan más? ¿Qué es lo del sexo de las mujeres orientales? ¿Escupir huevos o abrir botellas con la vagina? A estas alturas, creo que ya me río de los prejuicios. Eres una actriz internacional, por ejemplo trabajaste en una serie alemana. Eso te da una visión de conjunto. ¿Qué te gusta y que te disgusta de la farándula/ficción española? Me da la impresión de que están haciendo muchas historias de época últimamente… están haciendo mucho "ruido". Los directivos de las cadenas tienen miedo de que los programas no funcionen, y no innovan. Igual pasa con los distribuidores. Creen saber lo que quiere ver la gente. Al final muchos proyectos maravillosos se quedan archivados, y nos ofrecen siempre lo mismo.
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Atención, productores, directores, dramaturgos… ¿Cuáles son tus planes y/o metas de futuro? Llevo más de un año trabajando en un guión titulado Dora y lo vamos a cerrar este verano. Ya tenemos una productora mexicana, pero aún tengo que buscar financiación. Sé que no va a ser fácil, pero me voy a lanzar. Confío, porque es algo que ha nacido de la sinceridad. También estoy en un proyecto teatral que se llama Iliria, una versión libre de Noche de reyes con dramaturgia de Denise Despeyroux y dirección de Juan Ceacero. Es un concepto muy artesanal y va a ser precioso. Obviando que eres taiwanesa, ¿China dominará el mundo? Tendrá una influencia importante, sobre todo en la economía. Pero nadie va a dominar a nadie.
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Entrevista María Velasco Fotografía y edición Maykiso Ayudante de fotografía Eloy de la Torre Maquillaje y peluquería Alicia Ortega Hernández Zapatos Cuquiló Vestuario Tocado y Hundido Corset (foto rosa) Vestido (foto azul) Estillismo Pepa Peñalver (fotos amarilla y verde) Atrezzo Satanasa (fotos amarilla, azul y verde) Maletas Bellos Signos (foto rosa)
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GÓTICO SUREÑO
Ángel de Quinta Tennessee Williams no pudo ir a la guerra. Sus problemas psíquicos, su latente alcoholismo, su condición débil y enfermiza se lo impedían. Y ser gay, claro, eso también pesó. Rejected, la palabra que sellada en un documento oficial lo libró de morir en una isla del Pacífico. Significa rechazado, ¿te suena de algo? El rechazo a ser excepcional, a ser único, peculiar, diferente. El rechazo a lo desconocido, a todo lo que se apartara de las normas de conducta que el sur de los Estados Unidos de América imponía a sangre y fuego a sus pobres cachorros. El sur, qué sería de la literatura norteamericana si no hubieran existido los pueblos de Alabama, Georgia o Mississippi. PopUpTeatro006
Si no hubieran crecido los prejuicios tan altos como el algodón de sus plantaciones, si no se hubieran separado las clases sociales con cortafuegos, si no se hubieran construido mansiones destartaladas en las que envasar al vacío el miedo y la represión. O tal vez es la literatura la que lo ha inventado, vete a saber. La rosa tatuada, Verano y humo, La gata sobre el tejado de zinc caliente, Dulce pájaro de juventud, La noche de la iguana, Un tranvía llamado deseo… El deseo como estigma de un ciento de personajes encerrados en sí mismos, en sus casas, en sus aldeas, entre las cuatro paredes de la cárcel del anhelo y la represión. Blanche DuBois confiando en la bondad de los 45
desconocidos, la princesa Alexandra del Lago creyéndose aún joven y famosa, Maggie saltando sobre un tejado ardiendo de amor por Brick, Brick aliviando en whisky el luto por su amigo Skipper, Serafina delle Rose arrastrándose hacia el pecho tatuado de un rudo camionero, Mrs. Venable y su adorado hijo Sebastian cayendo en picado en el abismo de su último verano… Maldito deseo que vuelve locos a los frágiles de
dejar de ser contable para escribir libros…-, el telón se vuelve a levantar ante un escenario plagado de prejuicios episcopalianos, con la hipocresía como protagonista sentada en un salón de estar que es la cárcel de estos tres ratones acorralados entre su deseo y su realidad. La realidad y el deseo. Igual que nuestro Cernuda, Tennessee Williams también vivió cerca de las vallas que separan estos dos
Fotograma de De repente el último verano
corazón. El zoo de cristal nos habla de la fragilidad de una colección de figurillas encerradas dentro de una vitrina, o de un armario, lo mismo da. En una de las piezas más cercanas a su propia biografía –madre castradora, hermana disminuida física y psíquica, hijo que quiere 46
mundos, y no solo por lo que se refiere a su condición sexual, sino por todo lo que le fue impuesto por el mero hecho de haber nacido varón en 1911. Me pregunto cómo se sentiría al saber que hoy en su país dos hombres o dos mujeres pueden compartir sus vidas amparados PopUpTeatro006
por el estado y el derecho. Probablemente no se lo creería. Como tampoco podría creer la avalancha de personas que hace poco han recorrido las calles de las ciudades más grandes del mundo entre banderas multicolor reivindicando el derecho a ser como son, no como los demás quieren que sean. Y bailando, y besándose, y
guerra mundial. Algo que pudo escribir gracias al hecho de ser rechazado por su patria por ser diferente a todos los pobres desgraciados que por no serlo perdieron sus vidas en barricadas a miles de kilómetros de sus hogares. Pasen y vean El zoo de cristal (The glass menagerie, 1944), entren por un rato en esa
Richard Leavitt, Peter Harvey, Tennessee Williams y Paul Thek
celebrando el simple hecho de estar vivos en un mundo que no les rechaza. Algunos de ellos, menos propensos a grandes aglomeraciones, se acercarán al Teatro Bellas Artes de Madrid y comprarán una entrada para ver algo que él mismo creó hace más de setenta años, en plena PopUpTeatro006
habitación y darán las gracias por poder salir de ella y recorrer las calles en libertad, lejos de los axfisiantes prejuicios sureños que hicieron de estas criaturas figurillas rompibles expuestas en estanterías cubiertas por el polvo del miedo y la intolerancia. 47
AMANERADOS, GÉNERO FRÍVOLO Y CENSURA
Jonathan Fernández Esta historia la vivió en primera persona un insigne actor cómico, ya desaparecido, con el que tuve el honor de trabajar muchas veces, no solo con él, sino con varios componentes de su familia, ya que se trata de una saga fecunda, prolífica e inigualable en nuestros escenarios. Rafa, así se llamaba, era experto en comedia, zarzuela y revista. Un animal escénico cuya sola presencia ya levantaba la carcajada del público, era un gran contador de anécdotas, y como sabía que me pirraban me contó esta tan jugosa, una ocasión en la que nos encontrábamos trabajando juntos en Madrid, mientras transcurría el Orgullo Gay. Dice Pilar Bardem en sus memorias, que los cómicos PopUpTeatro006
siempre van un paso por delante que la sociedad en cuanto a normas morales se refiere. Cuando dos actores se iban a vivir juntos "casándose por detrás de La Almudena" decían… fulanito y menganita han juntado los baúles, y nadie se escandalizaba en nuestra pacata España de antaño. Exactamente lo mismo ocurría con la homosexualidad, que desde hace muchos lustros se acepta como algo natural en el mundo del espectáculo, y sin ningún prejuicio por parte de los actores. Con esto quiero decir que Rafa era una señor muy mayor, pero de homófobo nada, y aunque utilizó una palabra gruesa al final de su relato, no lo hizo de forma ofensiva, ya que las palabras 49
ofenden según y cómo de quien vengan. Voy al lío. Antiguamente la "mariquita graciosa" era un clásico de la revista y la comedia gruesa, pero claro, en la España nacionalcatólica, el mariconismo no existía, (al menos oficialmente)
enjundia de lo suyo, y por ende meterse al público en el bolsillo. Durante un tiempo, la censura se debía pasar en todas las plazas en las que se representaba un espectáculo, porque los criterios de censura no eran los mismos, y los censores podían ser más o
© José Rubies
La cuestión es que a Rafa le tocó en suerte un personaje muy soso, y para darle un poco mas de chicha, le puso por decirlo suavemente una ligera pluma, para así aumentar la 50
menos liberales, dependiendo del lugar. El asunto es que la obra se representó en Madrid y Barcelona sin problemas, y comenzó lo que se llamaba la PopUpTeatro006
"tournée por provincias" con el consabido ensayo de censura, en cada plaza, así que llegaron a uno de esos pueblos duros de roer en términos censores, y empezaron a ensayar. Las chicas mas tapadas que monjitas de clausura, no enseñando nada de ombligo para abajo, ni de ombligo para arriba, y todos los chistes que se decían en la función convenientemente afeitados. Se alza el telón, revista de gran lujo, mas de veinte vicetiples, orquesta en directo, y después de la primera apoteosis, aparece Rafa con su personaje. No dijo ni tres frase, cuando un grito sonó en el desierto patio de butacas, y apareció el censor indignadísimo, corriendo a pasitos cortos, y con un mas que revelador movimiento de cadera, soltó en un tono un tanto folclórico y muuuuuuy afeminado… - "¡Están completamente prohibidos los amanerados en escena!". Rafa que ya estaba de la censura hasta justo debajo del ombligo, no se pudo morder la lengua, y como tenía salidas hasta p´a casos de incendio, que diría un castizo, le espetó al censor…
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-" ¡No se preocupe maestro, que lo haré como usted me lo marque!". En ese momento Rafa al contar la anécdota hacía una pausa dramática y decía… "¡Pues cinco mil pesetas de multa me puso aquel señor que era más maricón que un palomo cojo!". La anécdota me hizo mucha gracia, y me llevó a varias reflexiones. La hipocresía es el mal más terrible de la sociedad, lo es tanto que alguien posiblemente atenazado por las convicciones políticas y religiosas, censuraba y multaba, algo que casi con total seguridad era inherente a su persona, y la segunda, que el vive y deja vivir, era y todavía sigue siendo algo que brilla por su ausencia en nuestro país. El Orgullo hay que celebrarlo, para que situaciones como la que acabo de contar nunca se repitan en nuestro país, para que en lugares en los que todavía se pena la homosexualidad y se asesinan a gays sin ninguna contemplación se cambien estas terribles prácticas, y en definitiva para que se normalice aquello que es normal. No señalando ni discriminando a nadie por sus preferencias sexuales. ¡Felices y orgullosos siempre!
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