Fenómenos. Ciudades a pedal
Montreal Con 400 km de bicisendas, la ciudad canadiense es un ejemplo a imitar.
Amsterdam Con 600.000 ciclistas, la capital de Holanda es el paraíso de las bicicletas.
(US$ 5), mensuales (US$ 28) o anuales (US$ 78), y con la misma tarjeta es posible acceder a un combo que permite viajar en subte o colectivo. Bérengère Thériault, vocera de Bixi, dice que “el diseño de estas bicis es especial. No es una bicicleta normal que podés atar a un árbol, ¡es realmente un tanque! Sabíamos que iban a tener un uso intensivo y las hicimos fuertes como para que resistan diez años”. El porcentaje de bicis robadas u extraviadas es marginal. “Al ser un bien público, tuvimos menos del 3% de bicis robadas. La gente es muy respetuosa con el sistema, tuvimos personas que nos llamaron por teléfono avisándonos: ‘Alguien tiró la bicicleta en el parque enfrente mío, la tengo en mi casa ahora’. La gente ama el sistema.” La membresía a Bixi brinda a los usuarios acceso a un sitio web en el que pueden ver los viajes realizados, el tiempo promedio de viaje, el kilometraje, la reducción de emisión de dióxido de carbono y el ahorro de nafta derivado del pedaleo. Diarios en dos ruedas
Beijing Para moderar la polución, en 2015 la capital china tendrá 50.000 bicis públicas.
42 VIVA
David Byrne –artista pop, ex líder de los Talking Heads– aprovecha las giras para pasear en bici y el fruto de sus exploraciones se lee en su flamante libro Diarios de bicicleta. Tras pedalear en ciudades como Nueva York, Singapur y Buenos Aires, se pregunta por qué los porteños aún no aprovechan las bondades de la ciudad: moderada variación climática y topografía plana. “La sensación física del viento rozándote la cara es estimulante. Pedalear cuando tenés que estar despierto pero sin pensar demasiado, permite dejar flotar el subconsciente. Y la adrenalina te despierta si no estabas lo suficientemente alerta”, describe apasionado. Es que la bicicleta, dibujada hace cinco siglos por el genio