Nuestra disputa en la Universidad Quienes integramos esta Corriente, intentamos desnaturalizar la idea de “ganaste las elecciones, entonces el centro (o el consejero) es tuyo”. Decimos esto porque en esta concepción vemos uno de los impedimentos a la apropiación mayoritaria de los espacios de organización establecidos. Por esto, apuntamos a hacer de nuestras organizaciones gremiales, espacios asamblearios, con comisiones de trabajo y cuerpos de delegad@s, que posibiliten construir un movimiento universitario crítico, con experiencia en la propia toma de decisiones, en la democracia directa. Creemos que así estaremos más cerca de que nuestros esfuerzos y luchas culminen en victorias para tod@s. Por eso, luchamos contra los vestigios de Centros-Shopping (meros oferentes de servicios, expresión de la mercantilización de las universidades y del peor insulto a la idea de política como transformación de la realidad), y no compramos la idea de “Centros recuperados” sólo porque cambió su conducción hacia la izquierda (aunque reconozcamos los avances frente a la tradición morada y peronista/pejotista). Po r e st o n o s c o ns i de ram o s antiburocrátic@s. En los últimos años, la “izquierda independiente” creció con la promesa de traer nuevos aires a la militancia. Sin embargo, y aún reconociendo la existencia de tradiciones comunes, creemos que los discursos democratizantes no eximen del riesgo de caer en prácticas similares a las que criticamos de la izquierda tradi-
cional. En esta nueva experiencia estamos atent@s buscando no reproducir dichas prácticas. Nuestra intervención en la universidad tiene por objetivo disputar la orientación de la producción de conocimiento. Así, intentamos desnudar la ideología dominante, al elaborar análisis críticos de los contenidos y las relaciones pedagógicas que los sostienen. A diferencia de cierto esquematismo, no las pensamos separadas de las luchas motorizadas a partir de reclamos “gremiales” (mayor presupuesto para la universidad, mejores condiciones de cursada, aumento de salarios para los docentes, etc.), sino que las consideramos como aspectos de un conflicto más general en la Universidad y la sociedad. Como sabemos, la estructura de la Universidad responde a condicionamientos del Estado y del sistema en el que se encuentra inmersa. Por eso entendemos que la Universidad que deseamos, sólo es posible con una transformación de raíz del orden social vigente, al mismo tiempo que esta requiere la construcción contrahegemónica en cada territorio, incluyendo la universidad. En busca de ese objetivo recíprocamente determinado buscamos articularnos con organizaciones de otras universidades y también con agrupaciones y sindicatos de trabajadores y otros sectores sociales. Y lo hacemos porque entendemos que la solución de fondo de muchos problemas particulares está en una transformación social general, que sólo podremos alcanzar encauzando la fuerza colectiva desde abajo, en una perspectiva que se proponga cambiar al capitalismo por un sistema sin explotador@s ni explotad@s.
Romper el aislamiento…
Nace la COB - La Brecha” El último 1ro. de Mayo, Día del Trabajador/a, presentamos públicamente el nacimiento de un nuevo espacio de articulación: la Corriente de Organizaciones de Base (COB) “La Brecha”. Luego de dos plenarios en los cuales participaron compañer@s de diversos puntos del país y con distintas experiencias de militancia, conformamos un espacio multisectorial con el cual aspiramos a construir una intervención política general, buscando romper el corporativismo y el localismo, uniendo las fuerzas por abajo entre organizaciones y agrupaciones políticamente cercanas, para estar en mejores condiciones de lucha por un profundo cambio social. No dejamos de reconocer otros agrupamientos de organizaciones de izquierda, es por eso que nos consideramos como un afluente más en el desarrollo de una fuerza social transformadora que nos excede. A través de la COB “La Brecha”, CAUCE apuesta -lejos de pensarlo como una mera transferencia de militancia universitaria hacia otros territorios- a contribuir en la unión de las diversas experiencias de organizaciones de la clase trabajadora y sectores populares para salir a luchar con un solo puño contra la desocupación y la precarización que perpetúan los gobiernos, contra la burocracia sindical y las grandes empresas nacionales y multinacionales, por un cambio social radical que transforme las relaciones sociales capita-
listas. Además seguiremos mediante este nuevo agrupamiento impulsando nuevas experiencias de Co-producción de conocimiento entre l@s universitari@s y los diversos sectores en lucha.
coblabrecha.wordpress.com
¿Por qué
venimos? Nuestra asistencia y nuestro aporte al III Foro Nacional de Educación para el Cambio Social se enmarcan en la perspectiva de avanzar en la confluencia lo más unitaria posible de todos los sectores de la izquierda que apuestan a un cambio radical de la sociedad. Estamos abiert@s a debatir fraternalmente con tod@s l@s estudiantes, agrupaciones y partidos políticos de izquierda, y también con las organizaciones que forman parte del ENEOB, algunas de las cuales ya articulan con nosotr@s en diversos frentes y espacios. Estamos en una etapa de construcción de una corriente nacional, pero también apostamos a la construcción de espacios de coordinación, porque creemos que es la única forma de enfrentar las políticas de turno y proponer cambios a nivel nacional. L@s invitamos a conocernos, a través de estas palabras que les dejamos, pero fundamentalmente a partir de la construcción conjunta.
La Juventud en disputa Abordar el tema de la juventud y la política en la coyuntura actual nos inserta de lleno en la tensión entre el kirchnerismo, la militancia y la organización política de izquierda. Para avanzar en la comprensión de este fenómeno debemos asumir el acercamiento a las filas oficialistas de jóvenes que antes no estaban participando en la vida política. Para ello es de destacar que la hegemonía cultural que ha construido el kirchnerismo es producto de una referencia permanente a tópicos de resistencia al neoliberalismo y de supuestas transformaciones en sentido progresivo. Este dato es necesario para entender que es indudable que aquell@s jóvenes que honestamente tienen expectativas en el kirchnerismo no lo hacen por su vínculo con la burocracia sindical, los intendentes del conurbano, ni la precarización laboral, sino porque esperan, a partir de la valoración de ciertas medidas que han tenido impacto popular, que este gobierno impulse transformaciones sociales en sentido progresivo. Este reconocimiento es el punto de partida para pensar desde la izquierda la perspectiva de disputar las “mentes y los corazones” de l@s jóvenes que se acercan a la política. Frente a la creciente politización de la juventud y la sociedad en general, la izquierda debe enfrentarse inteligentemente al desafío que significa que un proyecto de reconstrucción del capitalismo argentino logre convocar y tener adhesión en sectores importantes
de la juventud. El gobierno ha sabido promover y capitalizar estas energías militantes. No hace falta recordar el crecimiento exponencial del kirchnerismo en la UBA y en otras universidades públicas. Siendo el PJ, la burocracia sindical, la injusticia social, Hallu, el capitalismo de amigos y la represión policial y judicial incompatibles con cualquier aspiración sinceramente progresista, la discusión con este sector debe asumir con responsabilidad la complejidad y riqueza de la coyuntura. No debiera realizarse dicha interpelación a través de consignas abstractas ni simplistas, pero tampoco puede ser la respuesta la adaptación oportunista al sentido común. En una clara pero delicada línea se juega la posibilidad de tener una política efectiva, que evite el aislamiento y pueda capitalizar la agitación política general para las organizaciones que pretenden una profunda transformación de la sociedad frente al reducido reformismo del gobierno actual.
Juventud, izquierda y perspectiva La nueva militancia que surge al compás de la rebelión de 2001 tiene preocupaciones y preguntas propias, que poco tienen que ver con la reconstrucción de la hegemonía de las clases dominantes. La actualidad de estas preocupaciones la demuestran las luchas que el movimientos estudiantil encaró en distintos puntos del país el año pasado, tanto en
colegios secundarios como en universidades, que incluyeron tomas de establecimientos y marchas masivas y que se multiplicaron confluyendo en lo que se llamó el “estudiantazo”. El desarrollo de una nueva cultura militante, la apuesta a la construcción desde abajo y la auto-organización, la prefiguración de nuevas relaciones sociales, son algunos de los tópicos que constituyen las búsquedas y las inquietudes de la juventud que emergió en 2001 y que, podríamos decir, componen una marca generacional. En nuestro país se vive un momento propicio para renovar la construcción política de la izquierda, sobre la base de una multiplicidad de experiencias locales de autorganización y auto-gestión que empiezan a superar la fragmentación y a confluir en instancias unitarias, alumbrando embrionariamente la posibilidad de construcción del proyecto anti-capitalista y del vasto movimiento social y político que pueda conmover los cimientos de la sociedad actual. Estas son las tareas fundamentales de nuestro tiempo, y estamos convencid@s de que la juventud (estudiantil, pero también trabajadora, desocupada, etc.) será protagonista fundamental de esta búsqueda, como en tantos otros momentos claves de nuestra historia.
CAUCE LP MIU - Fac de Cs Jurídicas y Sociales, www.elmiu.com.ar La Revuelta - Fac. de Bellas Artes larevueltabellasartes.wordpress.com Colectivo de Trabajo - Fac. de Periodismo colectivodetrabajoperiodismo.4t.com CAUCE UBA cauceuba.blogspot.com
Política educativa nacional
LES va a costar La reforma educativa en la Argentina, al igual que en otros países, fue una reforma implementada desde el gobierno en sintonía con lineamientos dictados por organismos financieros internacionales, en especial el Banco Mundial, el FMI y el BID. Bajo estos lineamientos, en 1995 se sanciona la Ley de Educación Superior (LES), conformándose la CoNEAU como su brazo ejecutor. El espíritu de esta ley y el de una serie de reestructuraciones que se produjeron en sintonía con ella, ha perseguido adecuar la educación superior argentina a las necesidades del capital. Esto se ha manifestado, por ejemplo, en políticas de ahogo presupuestario por parte del Estado que fueron acompañadas por la modificación del financiamiento de la Universidad a través del crecimiento de créditos de los organismo internacionales o de origen privado junto al estímulo de la generación de “recursos propios” por parte de las unidades académicas. Además, la LES se caracteriza por una promover una mayor centralización de la educación superior en el Poder Ejecutivo, principalmente a través del Ministerio de Educación y del CIN (Consejo Interuniversitario Nacional), los cuales pueden llegar a tener la potestad de cerrar universidades y/o carreras, modificar la carga horaria de las currículas, e incluso aprobar o no los estatutos universitarios, todo lo cual va en el sentido de violar la autonomía universitaria.
En este marco, la CoNEAU es presentada en la Ley como la respuesta a las necesidades de evaluación de la calidad académica en las Universidades. Sin embargo, la idea es la de una evaluación externa subordinada al Poder Ejecutivo, que violenta la autonomía universitaria y se realiza por fuera del debate con el conjunto de la comunidad. En los hechos, esta evaluación se ha estado traduciendo en el ajuste de las carreras de grado a los mandatos de la LES, en reformas de los planes de estudio, recortes de los ciclos de grado y en el arancelamiento de los de posgrado.
Mercantilizacion todos los dias Uno de los casos más paradigmáticos de la reforma en cuestión es la aceptación en muchas universidades nacionales de fondos que provienen de la empresa multinacional La Alumbrera, la cual extrae minería a cielo abierto generando altos niveles de contaminación. Pero no es el único ejemplo. En varias de nuestras facultades mientras atravesamos crisis edilicias, se construyen edificios exclusivamente dedicados a posgrados arancelados. También muchos de los laboratorios con los que contamos se financian mediante trabajos a medida de empresas privadas. Nos obligan a realizar prácticas “pre-profesionales” en empresas que en la mayoría de los
Sobre el concepto de
extension universitaria
LES
casos poco tienen que ver con nuestras profesiones. Más perjudicial aún es cuando los planes de estudio se cambian según requerimientos de empresas privadas, repercutiendo negativamente en la autonomía universitaria, la investigación y la producción de pensamiento crítico. Hoy en día, en la educación superior avanza una tendencia privatista que no precisa de la privatización directa y total para avanzar sobre el carácter público de la universidad. Ante este escenario, tenemos en nuestras manos la tarea de movilizarnos y luchar contra la LES y contra todas las medidas que reestructuran la educación superior en clave neoliberal y que buscan una Universidad menos pública y menos masiva.
En la Universidad se suele apelar al concepto de extensión universitaria para ligar a la institución con la sociedad. Si bien consideramos que este concepto representa un avance con respecto a la universidad cientificista, aislada y encerrada en sí misma, somos crític@s hacia la extensión y hacia las prácticas que desde ahí surgen. La extensión plantea un límite ya desde su nombre: ¿por qué y a quién se “extiende” esta universidad, si ésta es parte constitutiva de la sociedad? ¿Estamos justificando bajo las formas de proyectos de extensión una separación entre ambas? Bajo esta denominación está la idea iluminista de que l@s sabi@s de la universidad extienden el conocimiento a l@s ignorantes del pueblo. Entendemos que la universidad no debe pensarse separada de la sociedad dentro de la cual existe, lo que nos lleva a problematizar acerca del supuesto “adentro” y “afuera” y las implicancias de esta demarcación. La consecuencia principal de esta concepción es que se sostiene el monopolio de la universidad como “templo del saber” y el del conocimiento científico como único conocimiento “válido”. De esta forma, se niega el valor que puedan tener los saberes de los sectores sociales que no participan directamente de la vida universitaria, los cuales podrían conjugarse con los saberes de la ciencia para potenciar su capacidad transformadora.
Educacion popular: hacia la coproduccion d e l conocimiento Entendemos a la educación popular como la educación pensada en función de desarrollar una conciencia crítica acerca de la realidad en la cual estamos insert@s. Este concepto se contrapone a la concepción de educación limitada a la trasmisión de conocimientos, ya que la concebimos como la herramienta liberadora que permite el desarrollo de una conciencia crítica de la sociedad, ligada a la posibilidad de trasformar las condiciones de vida con el objetivo de emancipación de los sectores oprimidos. Entendemos a la educación popular en tanto construcción de un vínculo dialógico y democrático entre educador@s y educandos. En este sentido es que toma relevancia el reconocimiento de los saberes propios y ajenos. Sin embargo, bien sabemos que en esta sociedad desigual e injusta, las condiciones de acceso a ciertos conocimientos y herramientas son negadas a much@s, como así también reconocemos que l@s trabajador@s y el pueblo tienen un vasto conjunto de saberes. Reconocer un punto de partida desigual como así también la validez de los saberes populares es decisivo en la práctica de la educación popular.