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Planos de Meiggs

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La nueva plazuela

La nueva plazuela

El Archivo de Prolima ha recuperado tres de los cinco planos urbanísticos del empresario estadounidense Henry Meiggs.

El Archivo de Prolima ha recuperado tres de los cinco planos urbanísticos de Henry Meiggs (EE.UU. 1811 – Perú 1877 ), un personaje importante y polémico en la historia del Perú de la segunda mitad del siglo XIX. Como empresario de ferrocarriles, Meiggs emprendió la hazaña de diseñar y construir el Ferrocarril Central y otros en la costa peruana. Esa es la parte conocida. Pero además de su labor en el mundo de los negocios, tuvo una participación en el urbanismo. En la ciudad de Lima quería desarrollar el proyecto inmobiliario más grande del Perú en el siglo XIX. Este contemplaba derruir las viejas murallas de Lima y urbanizar los terrenos liberados, además de adquirir las propiedades adyacentes con el objetivo de crear grandes avenidas, denominadas “circunvalación” porque estaban planeadas para rodear la ciudad de fines del siglo XIX, lo que hoy sería el Centro Histórico.

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Las murallas limeñas hechas de piedras y barro fueron construidas entre 1684 y 1687 por el virrey Melchor de Navarra y Rocafull y tenían una extensión aproximada de 12 kiló- metros con un total de nueve portadas y baluartes. El objetivo de esta construcción fue un control espacial social, económico y político de la capital. Desde su creación demandó un continuo mantenimiento y ya en el siglo XIX su deterioro era grave, considerando que ya había sido demolida en alguna de sus partes para levantar nuevos edificios públicos, como el Cementerio Presbítero Matías Maestro ( 1808 ), el Parque de la Exposición ( 1872 ) y el Hospital del Dos de Mayo ( 1875 ).

El presidente José Balta encargó la demolición a Meiggs, proceso que se llevó a cabo entre 1868 y 1871. El proyecto urbanístico sufrió un retraso por la Guerra del Pacífico ( 1879 – 1883 ), comenzando a ejecutarse a fines del siglo, dando origen a las actuales avenidas Miguel Grau, 9 de Diciembre (Paseo Colón) y Alfonso Ugarte.

El Archivo de Prolima guarda los 5 planos mandados a realizar por el mismo Henry Meiggs que fueron presentados al Concejo Metropolitano entre 1873 y 1875 para la aprobación de su ambicioso proyecto inmobiliario que, como se ha dicho, tenían como referencia el trazo de las ya demolidas murallas limeñas. Además, resguarda parte de la colección de planos de estudio que realizó la Junta Deliberante de Monumentos Históricos entre 1961 y 1963. Como se sabe, la Junta estableció los primeros parámetros de recuperación integral del Centro Histórico identificando las zonas críticas y los inmuebles con mayor relevancia histórica y patrimonial. Como parte de su trabajo de rescate e investigación, realizaron copias de los principales planos del siglo XIX, como: el Plano Topográfico de la ciudad de Lima capital de la República, por el ingeniero Antonio María Dupard ( 1863 ), el Plano Topográfico de la ciudad de Lima, levantado por orden de Enrique Meiggs ( 1875 ) y el Plano Topográfico de la ciudad de Lima, siendo alcalde Federico Elguera ( 1902 ).

La Junta también realizó un estudio de 14 planos cuyo objetivo era conservar un sector de la muralla, en la zona de

Barrios Altos, que no había sido destruido, con el fin de emprender un proceso de recuperación de los últimos tres baluartes existentes hasta esa fecha. Hoy sólo sobrevive uno, denominado “Santa Lucía”. Para 1971, el arquitecto Juan Gunther realizó una propuesta de recuperación de los dos baluartes sobrevivientes a la época, conformada por 5 planos que incluían área cultural y museo, además de un restaurante.

El Archivo de Prolima tiene como una de sus funciones la conservación y restauración de estos documentos históricos. Entre ellos, los tres planos pertenecientes a Henry Meiggs, elaborados en papel y adheridos a un soporte de tela. El proceso de conservación consistió en retirar polvo y concreciones de ambas caras de los planos, reparar pequeños desgarros en los márgenes, aplicar injertos de papel japonés en las partes faltantes, retirar pequeñas manchas y alisar deformaciones severas. Por su parte, el proceso de restauración se basó en reintegrar cromáticamente, con el uso de acuarelas, las zonas de los gráficos en donde las tintas se habían perdido. Finalmente, como medidas de conservación preventiva, los planos han sido digitalizados y colocados dentro de una carpeta, aislándolos de factores de deterioro. Los materiales utilizados son inocuos para los bienes tratados y los procedimientos son reversibles, lo que garantiza replantear su intervención en el futuro.

Planos de la Junta Deliberante de Monumentos Históricos que estableció los primeros parámetros de recuperación integral del centro histórico, identificando zonas de crisis y patrimonio.

Los especialistas del área de Cromatología de Prolima tienen el propósito de restablecer la armonía cromática que tenía este importante espacio urbano.

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