PREUNIVERSITARIO A-LAFKEN
PTU
| AÑO 2021 | HISTORIA Y CS. SOCIALES
5ta guía Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa
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Camino a las guerras Mundiales • •
El interés propio como motivación dominante. Estado que no interfiere en la actividad económica (principio del “Laissez faire, laissez passer”). Adam Smith, considerado el padre del liberalismo económico, resume estos planteamientos en sus obras de la siguiente manera: “No debemos esperar nuestra comida de la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero, sino de su interés personal” (La Riqueza de las Naciones. 1776). “El productor o comerciante […] solamente busca su propio beneficio, y en esto como en muchos otros casos, está dirigido por una mano invisible que promueve un fin que no era su intención atender” (“La Riqueza de las Naciones”). “Por muy egoísta que se suponga sea una persona, hay evidentemente ciertos principios en su naturaleza que lo interesan en la suerte de otros y le procuran felicidad, a pesar de que no deriva ninguna ventaja de ello como no sea el placer de observarla” (Teoría de los Sentimientos Morales. 1759).
2. El mundo en crisis durante la primera mitad del siglo XX Orden europeo a fines del siglo XIX 2.1 Imperialismo y colonialismo Desde mediados del siglo XIX, las potencias industrializadas de Europa desarrollaron un proceso de expansión territorial y de su influencia económica, política y cultural al resto del mundo. A este proceso se le ha dado, indistintamente, los nombres de imperialismo y colonialismo, pese a que estos remiten a procesos relativamente distintos.
a) Factores que incidieron en el Imperialismo europeo del siglo XIX A diferencia de los casos clásicos o modernos de expansión territorial, el imperialismo del siglo XIX estuvo asociado a la expansión del capitalismo industrial, dentro del contexto político que impuso en el continente europeo los principios de equilibrio territorial, armamentístico y de legitimidad, surgidos del Congreso de Viena (1815). Las Guerras Napoleónicas y las consiguientes revoluciones nacionales o liberales del período 1830 - 1871dieron a este proceso expansivo sus fundamentos: habría que afirmar la potencia de una nación desde el punto de vista militarista, expresado en su presencia mundial, y traducir ese control efectivo en zonas de influencia delimitadas. “Libertad no es otra cosa que la capacidad ilimitada de adquirir”, planteaba el pensador italiano Filippo Buonarotti. Los factores o causas que incidieron en el imperialismo del siglo XIX fueron los siguientes: •
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Económicos: El capital monopólico que caracterizó la segunda fase de la industrialización europea y estadounidense, exigió la expansión de los mercados a escala mundial. Era necesario abastecerse de materias primas, cada vez más baratas y abundantes, para mantener el ritmo de crecimiento y producción, y satisfacer así la creciente demanda de los mercados europeos. Por otra parte, era necesario encontrar nuevos puntos de distribución para la manufactura europea, como mecanismo para controlar los precios.
Historia y Ciencias Sociales •
Culturales: el desarrollo industrial y científico del siglo XIX dio lugar a una lógica de la superioridad del europeo en el mundo, conocida como eurocentrismo. Según esta visión, Europa era la cúspide del desarrollo y del progreso, lo que la obligaba a civilizar al mundo. Mediante el imperialismo, el hombre blanco ofrecía una vida de confort y bienestar material al atrasado o primitivo hombre no blanco. Desde este supuesto, se constituyeron teorías racistas, que se fundamentaban en el derecho histórico de la Europa nórdica, sajona, heredera de Carlomagno y del Sacro Imperio Romano Germánico, y de la Europa Mediterránea, latina, sucesora del Imperio Romano, a conquistar al resto del mundo. El racismo y el eurocentrismo influyeron en todos los aspectos de la cultura europea y también se constituyeron en el fundamento de algunas disciplinas sociales fundadas en el siglo XIX, tales como la sociología o la antropología.
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Demográficos: gracias a la Revolución Industrial, y a los avances técnicos y productivos logrados en la agricultura, la población europea creció, entre 1800 y 1900, de 187 a 401 millones de habitantes. Esta explosión demográfica provocó el incremento de la demanda. Las crisis agrícolas de 1845 y 1847 profundizaron la brecha entre la oferta y la demanda, y obligó a numerosos grupos poblacionales a emigrar del campo a la ciudad, o de un Estado a otro Estado. Parte del excedente de población europea, emigró también a otros continentes en cantidades masivas: italianos a Argentina y Uruguay; alemanes a Brasil; italianos, irlandeses y europeos orientales a Estados Unidos.
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Políticos: la expansión mundial entregó prestigio internacional, lo que exacerbó el nacionalismo de los países. A su vez, los conflictos imperiales desviaron la atención sobre los problemas internos (sociales y económicos), liberando a las clases dirigentes de la presión social por reformas, ante las graves desigualdades que había generado la Revolución Industrial.
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Tecnológicos: la expansión imperialista se realizó de la mano de la revolución de las comunicaciones y de los medios de transportes. Los barcos a vapor, los acorazados, resultaron enemigos demasiado poderosos de resistir para las armadas de los países que fueron colonizados. El ferrocarril, el telégrafo, el teléfono, ampliaron el horizonte nacional hacia realidades diferentes.
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Científicos: Los avances médicos, gracias al uso de la química, contribuyeron en gran medida a estas migraciones, ya que permitieron combatir con éxito enfermedades endémicas como el tifus, cólera, o el paludismo que hasta entonces habían hecho inhabitables para el hombre blanco extensos territorios. A lo largo del siglo XIX se irá completando el proceso de exploración del planeta iniciado en el siglo XV. Muestra de ello fue el fomento a los estudios geográficos, geofísicos y geológicos. Desde mediados del siglo, una serie de autores (Julio Verne, Kipling, Jack London, entre otros) alentaron la curiosidad y la aventura a través de obras que buscaban ambientes envueltos de un halo de misterio, difundidos a través de publicaciones periodísticas o literias repletas de atractivas ilustraciones.
b) La distribución y control de zonas de influencia
Figura 53: "El pastel chino", de Henri Meyer, que simboliza el reparto territorial del mundo, entre las potencias imperialistas.
El proceso de repartición de áreas de control por parte de las naciones europeas no fue equilibrado ni equitativo. Por el contrario, la avidez por dominar lanzó a las potencias a una verdadera carrera por la hegemonía mundial. Gran Bretaña, Francia y Alemania encabezaron la repartición territorial. Bélgica, Holanda, Italia, España y Portugal, quedaron muy atrás. Entre 1884 y 1885, la Conferencia Colonial de Berlín delimitó las características que asumiría la partición y ocupación territorial de las nuevas zonas de expansión. Se estableció el derecho de las potencias a ocupar
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Capítulo
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Camino a las guerras Mundiales aquellos territorios en donde se dominaran las costas y la libre navegación de los ríos, lo que imprimió un nuevo dinamismo a la exploración de nuevas zonas posibles de expansión. Las principales zonas de influencia fueron las siguientes: •
Inglaterra poseía los territorios de Canadá, Uganda, el África Oriental Inglesa, Sudán, Gambia, Sierra Leona, Costa de Oro, Nigeria, gran parte de la India y Ceilán, Singapur, Nueva Zelanda, Australia, Egipto, Kenya, Afganistán, entre otros. Cerca de 30 millones de km2, constituían el gran imperio inglés.
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Francia, a su vez, poseía Argelia, Túnez, Marruecos, el Sahara, Senegal, Guinea, Costa de Marfil, Madagascar, Indochina, entre otros territorios. Cerca de 10 millones de km2 de territorio.
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Alemania conquistó Camerún, Togo, África Suroccidental, Tanganika, numerosas islas y archipiélagos.
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Otras potencias: Bélgica (el Congo), Portugal (Angola y Mozambique), España (Guinea española y Sahara español), Italia (Eritrea y Somalia), Holanda (Guyana y las Antillas holandesas).
Estas zonas de influencia se articularon a través de diversos modelos de dominación. Los modelos más recurrentes fueron el dominion inglés y la assimilation francesa. El dominion otorgó cartas de autonomía, protectorados y un régimen de autogobierno a las naciones colonizadas y, en algunos casos, ofreció cartas de ciudadanía a las élites locales. La assimilation constituyó la absorción de la cultura nativa por los patrones culturales del imperio. Hay que considerar, en todo caso, que el fenómeno expansivo de esta época no fue exclusivo de las potencias europeas. Estados Unidos también inició su fase de expansión desde mediados del siglo XIX, que la llevó a conquistar el “lejano oeste” (Far West) norteamericano y que lo llevó a conflictos fronterizos con México, por los territorios de Texas y California. Además, adquirieron la Louisiana de Francia, La Florida de España, Alaska de Rusia y anexaron las islas Hawai, Cuba y Puerto Rico. En este mismo período, Chile se expandió al norte, pasando a ocupar territorios que habían pertenecido a Bolivia y Perú.
c) Conflictos imperialistas El control imperialista no estuvo exento de conflictos. Por una parte, el control de las resistencias nativas dio lugar a guerras, como la Guerra del Opio (1841- 42) en China, la Rebelión de los Cipayos en la India (1857), o la Rebelión de Egipto (1876), todas en contra de Inglaterra. Por otro lado, hubo conflictos entre potencias imperialistas, como la Guerra de los Boers (1899- 1902) entre Inglaterra y las colonias holandesas de Orange y Transvaal. También hubo conflictos con potencias extraeuropeas que estaban en su propio proceso de expansión imperialista. Tal fue el caso de la Guerra Ruso- Japonesa (1904) por el control de Manchuria.
d) Conflictos entre potencias También se estaban creando las condiciones objetivas para que los conflictos entre las potencias fueran cada vez mayores. Entre 1885 y la Primera Guerra Mundial hubo situaciones de conflicto entre todos, enfrentamientos más o menos directos, concluidos unos con guerras, y otros por la vía diplomática. •
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Los más importantes, por su futura trascendencia, fueron los que enfrentaron, ya en 1885, a británicos y alemanes, cuando estos últimos se establecen en África Oriental, en la zona del lago Victoria, justo al sur de las posesiones británicas. Se resolvió con una serie de acuerdos.
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El conflicto más grave se produce en 1898, en el denominado Incidente de Fashoda, disputa diplomática entre británicos y franceses. Estaban en juego los dos grandes proyectos africanos de potencias europeas, proyectos incompatibles entre sí. Francia pretendía unir sus posesiones de Este a Oeste (de Marruecos a Somalia); Gran Bretaña quería hacer lo propio de norte a sur (desde Egipto a Sudáfrica), atravesando Sudán, Rodesia, Congo. Según la teoría británica, Sudán formaba parte del protectorado egipcio; según los franceses, era un país libre. El conflicto se resolvió diplomáticamente con el acuerdo franco-británico de 1904, por el cual se resolvían las diferencias coloniales entre ambos países al reconocerse respectivamente los derechos de Inglaterra sobre Egipto y Sudán y los de Francia sobre Marruecos.
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La Alemania de Guillermo II no aceptará este acuerdo y se convocará una Conferencia Internacional sobre Marruecos, la Conferencia de Algeciras (1906), de la que salieron favorecidos Francia y España al reconocerse la prioridad de sus derechos sobre el Norte de África. De nuevo, en 1911, la acción de Francia sobre Marruecos provocará un incidente con Alemania. Berlín reconocerá el protectorado francés sobre Marruecos a cambio de compensaciones territoriales (el Camerún francés)
e) Las formas de dominación El imperialismo tradicional que arranca en el siglo XVI tenía connotaciones políticas significativas, las colonias estaban concebidas como enclaves militares y para el control de las rutas marítimas y económicas a través de la explotación de sus recursos físicos y humanos. Esta consideración de las colonias se modifica con las revoluciones burguesas y con la industrialización adquiriendo su verdadera dimensión a finales del siglo XIX. El capitalismo comercial del siglo XVI explotaba sus colonias en función de sus necesidades: oro, plata, mano de obra, etc. Cuando el sistema capitalista se transforma a un capitalismo industrial, instaura un nuevo sistema de dominio. En primera instancia, el mundo fuera de Europa no era importante; no lo necesitaban, porque este sistema de la primera parte del XIX se basaba en un grupo de países productores y otro de países consumidores que participaban de una economía de intercambio. Sin embargo, es en los años 70 y 80 del siglo XIX cuando Europa comienza a mirar fuera de sus fronteras continentales. Pero la presencia en otros territorios se hizo de una forma distinta al siglo XVI, por ejemplo en Asia la expansión tiene aspectos del Imperialismo del siglo XVI mezclados con aspectos de este nuevo imperialismo. Ya no se trata solo de establecer colonias mercantiles en puntos determinados de la costa con fines comerciales. Además se añade una ocupación militar y política, cambiando la situación administrativa y jurídica de los lugares colonizados. Desde el punto de vista político podemos considerar diversos tipos de Colonia: •
Colonias propiamente tal: territorios gobernados directamente por funcionarios de la metrópoli.
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Protectorados: en ellos se mantenía el gobierno local para los aspectos internos pero bajo supervisión de autoridades imperiales. Los asuntos exteriores pertenecían a la competencia de la metrópoli.
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Territorios metropolitanos: la colonia formaba parte de los territorios de la metrópoli y tenía su misma institucionalidad.
En el aspecto económico, las colonias podían ser de poblamiento o de explotación, cuando eran aptas para el asentamiento de colonos o cuando eran saqueadas de forma indiscriminada respectivamente. También existió la colonización financiera, en donde países que tenían grandes capitales invertían en países pobres y así aumentaba la dependencia económica con respecto al Imperio. 129
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Camino a las guerras Mundiales El reparto de África
Figura 54: El "reparto colonial" en África y Asia, a fines del siglo XIX.
En el siglo XIX, África se caracterizaba por la presencia de distintos imperios: los Otomanos por el norte, (salvo Marruecos que era un sultanato independiente), los franceses tenían presencia en Senegal; Portugal, en Angola; mientras que en el sur del continente estaban los ingleses. En el año 1830, Francia anexa Argelia. En el norte de África existía una mayor disposición a los intereses políticos, comerciales y estratégicos de los países europeos, fundamentalmente de Francia y Gran Bretaña. Esta cercanía aumentó a partir de 1869 con la apertura del Canal de Suez, lo que significó un cambio de ruta. Desde ese momento la presión aumenta, reflejándose esto en las primeras anexiones políticas: Francia ocupa Túnez en 1881, mientras que Gran Bretaña hace lo mismo con Egipto en 1882. Se producen los primeros enfrentamientos entre potencias por el control de las rutas comerciales. Para frenar esta controversia se celebra en 1885 la Conferencia de Berlín, donde se realizó el reparto del continente africano. Entre los acuerdos realizados, destacan: -
La Cuestión del Congo, se reconoce el “Estado Libre del Congo” bajo tutela del rey Leopoldo II. La libertad de comercio y de navegación por los ríos Níger y Congo. La prohibición de la esclavitud. El principio de ocupación efectiva.
f) Las grandes potencias coloniales Gran Bretaña era el Imperio más grande, controlando las rutas del Atlántico (islas de Ascensión, Maldivas, El Cabo), el Índico (Colombo), el Pacífico (Singapur, Hong Kong) y el Mediterráneo. Tenía posesiones en América (Canadá, Guayana), Oceanía (Australia, Nueva Zelanda), Asia (India, Ceilán, Hong Kong) y África (Egipto, Sudán, Somalia, Kenia, Gambia, Nigeria, Unión Sudafricana). Su principal colonia de explotación era la India.
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Lo seguía Francia, que tenía colonias sobre todo en África del Norte (Marruecos, Argelia, Túnez, Africa Occidental Francesa, Madagascar...), en Asia (Unión Indochina, integrada por Annam, Tonkín, Conchinchina, Laos y Camboya) y en América (Guayana).
Historia y Ciencias Sociales Con menor porcentaje de territorio encontramos a Rusia (que se anexionó el norte y nordeste de Asia, la zona de Siberia, formando el gran Imperio Ruso), Holanda (parte de Indonesia), Portugal (Angola y Mozambique), Alemania (África del Sudoeste y zona del Golfo de Guinea), Italia (Libia, Somalia, Eritrea), Bélgica (parte del Congo) y España (norte del Sáhara).
g) Consecuencias del imperialismo Se señalan consecuencias positivas y negativas. Estas dependen del punto de vista de quien las analiza, es decir, desde la mirada colonizadora o de la mirada del colonizado. Consecuencias positivas •
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El incremento de la población en los países ocupados producto del control de enfermedades y la reducción de la tasa de mortalidad, debido a las medidas tomadas por los europeos. Además, el aumento demográfico se debió a la población sobrante de Europa que llegó a las colonias. El aumento de los cultivos e introducción de técnicas para aumentar la producción agrícola. Se crearon grandes plantaciones de productos como el cacao, el café, el algodón y el caucho. Descenso del analfabetismo y la expansión de la cultura occidental, lo que trajo aparejado un crecimiento técnico y material de los pueblos colonizados. Materias primas muy baratas y con una mano de obra conveniente.
Consecuencias negativas • • • •
Empeoramiento de la situación de la población indígena debido a la explotación de tierras. Las fronteras impuestas no respetaban los territorios de los pueblos colonizados. Fuerte segregación racial por parte de los europeos, predominancia de blancos sobre indígenas. Los beneficios coloniales eran para la burguesía industrial y comercial y no para otros grupos sociales.
2.2 Sociedad europea finisecular 2.2.1 La Paz Armada El período político que siguió a las unificaciones nacionales es conocido como Paz Armada. Se refiere a un período de relativa calma en el interior de Europa, caracterizado por la tendencia de las grandes potencias (Gran Bretaña, Rusia, Alemania, Austria- Hungría y Francia) hacia el incremento de su fuerza militar, que generó una carrera armamentista y de prácticas de espionaje entre las potencias vecinas. En el plano económico, esta carrera armamentista influyó en el desarrollo de políticas proteccionistas en las relaciones comerciales. Las causas de este viraje (desde el librecambismo predominante desde 1815) fueron la crisis recesiva que caracterizó a la economía europea desde 1871 a 1896, y el desarrollo del transporte marítimo, que permitió el acceso de productos mundiales a Europa, pero desincentivó el comercio entre naciones europeas. En suma, este período tuvo las siguientes características centrales: -
Existencia de un deseo de equilibrio territorial entre las potencias europeas. Existencia de un foco de conflictos en los Balcanes, en donde se enfrentaron las expansiones europeas de Rusia y Austria- Hungría. Crecimiento y aceleración de la carrera armamentista. Desarrollo de una propaganda nacionalista que exacerbó las diferencias entre los habitantes de los distintos países europeos, especialmente entre franceses y alemanes.
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Camino a las guerras Mundiales 2.2.2 El desarrollo de las ideologías europeas del siglo XIX: idealismo, positivismo y socialismo Las diferencias fundamentales entre el pensamiento filosófico de los siglos XVII y XVIII y el pensamiento del siglo XIX, es que este último intentó formular leyes de aplicación universal para el entendimiento humano, aplicadas ya no solo a la naturaleza, sino también a la historia y a la realidad social humana. La formulación de la ley, en materia de pensamiento, llevó implícita su aplicación política, independientemente de las características temporales o espaciales de esa realidad humana. Por ello, esta formulación de leyes que caracterizó al pensamiento decimonónico europeo estuvo asociado a movimientos políticos encargados de aplicarlas. El pensamiento del siglo XIX se articuló en corrientes de pensamiento estructuradas sistemáticamente, en forma previa, o incluso al margen, de toda experiencia concreta. Los sistemas conceptuales que se articularon diferenciando a las corrientes de pensamiento del siglo XIX, fue el principal aporte de la filosofía decimonónica al desarrollo de las ciencias sociales y la principal fuente de los conflictos sociales, políticos y militares del siglo XX. Por estas razones, ya no se habla aquí de corrientes filosóficas, sino de ideologías que tuvieron influencia en todo el acontecer de la vida europea del siglo XIX.
a) Idealismo El idealismo surgió como reacción al empirismo y al racionalismo característicos de los siglos XVII y XVIII. Tuvo sus fundamentos en las ideas de Rousseau y sobre todo de Kant, en quienes destacó la primacía del espíritu o conciencia en la comprensión de los objetos de la realidad. El idealismo considera que la mente es capaz de hacer realidad cosas que serían imposibles sin ella, tales como la ley, la religión, el arte o la ciencia. Mientras el empirismo hacía énfasis en la experiencia sensible, el idealismo fundamentó el conocimiento, únicamente en la idea que se tiene de los objetos de la realidad. Para Kant, el conocimiento era el resultado de la aplicación de ciertos principios que se hallaban a priori en la razón humana, con independencia de la relación del sujeto con el objeto del conocimiento. Kant llegó a afirmar que el ser humano no podía llegar a conocer cómo era efectivamente la realidad en sí misma, sino solo los fenómenos que esa realidad provocaba en el entendimiento humano. Georg Hegel desarrolló aún más esta teoría en un método conocido como dialéctico y lo aplicó a la filosofía de la historia y al Estado nacional. Para Hegel, la historia era un camino evolutivo directo hacia el progreso, y definió a este como el fin último de la historia humana. La evolución histórica era la expresión del enfrentamiento entre el espíritu de la nación y las realizaciones concretas de un pueblo en los campos del arte, el derecho, la moral y la religión. Solo en el Estado nacional y en la historia moderna de Europa occidental, esta capacidad creativa del espíritu nacional alcanzaba su expresión máxima, autoconsciente y racional. El método dialéctico inaugurado por Hegel se sustentó en la idea de que la evolución de la historia humana estaba determinada por la oposición de los contrarios. Esta oposición la radicó en el plano de las ideas, entre la idea del absoluto, representada en el Progreso y el Estado nacional, y la idea de las realizaciones del espíritu nacional de cada época (el “espíritu de la época”). Así se articuló el método de Tesis, Antítesis y Síntesis, que caracterizó a la filosofía hegeliana.
b) Positivismo Hacia mediados del siglo XIX, la filosofía tendió de nuevo hacia el racionalismo materialista.
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En Inglaterra y Francia se desarrolló el positivismo, una nueva tendencia sustentada en la idea de que solo la sociedad occidental había alcanzado la meta del progreso, basado en el desarrollo de la ciencia y de la técnica.
Historia y Ciencias Sociales El positivismo rescató la idea hegeliana de la evolución de la historia para estructurar una filosofía que se radicaba en la idea de evolución hacia el progreso, desde las formas más primitivas hasta las más avanzadas. Esta idea, que halló su respaldo científico en “El origen de las especies” (1859) de Charles Darwin, permitió a los pensadores positivistas construir un esquema explicativo de todas las civilizaciones del mundo, colocando a la europea como el estadio superior de la ciencia positiva. El primero en desarrollar estas ideas fue Augusto Comte (considerado el padre de la sociología), quien en su “Curso de Filosofía Positiva” asoció la idea del progreso con el desarrollo científico y técnico. Comte postuló la ley de los tres estadios históricos de la humanidad: la Prehistoria, en la que los seres humanos daban explicaciones religiosas de los fenómenos de la naturaleza; después, la etapa metafísica, cuando atribuían a fuerzas ocultas el origen y movimiento de las cosas; hasta arribar a la etapa del método científico, gracias a la cual se llega al progreso. Por estas razones, el positivismo se transformó en la ideología propia de la industrialización liberal del siglo XIX, y se expandió por el mundo de la mano del imperialismo. Además, tuvo gran éxito en los sistemas educativos europeos, aplicado con el objeto de incentivar el espíritu innovador en los jóvenes, mediante la enseñanza de conocimientos científicos que alentaran la creación de nuevos inventos para acelerar el progreso industrial.
c) El socialismo Los movimientos sindicales ocurridos en Inglaterra a partir de la década de 1830 y en Europa a partir de la década de 1840, impulsaron el surgimiento de ideologías que reivindicaron los derechos de las clases trabajadoras. •
El socialismo utópico Recibe este nombre un grupo heterogéneo de intelectuales, empresarios, aristócratas y obreros que, a mediados del siglo XIX, plantearon una serie de propuestas para resolver el problema obrero. El apelativo de utópico fue asignado posteriormente por Carlos Marx a este grupo, fundado en la idea de que gran parte de sus propuestas estaban encaminadas a formar una sociedad o una organización productiva alternativa, sin romper ni transformar a la sociedad burguesa capitalista. Los principales exponentes de esta corriente fueron los siguientes: -
Claude de Rouvroy, Conde de Saint Simon (1760- 1825), defendió la industrialización, pero propuso que debía haber mayor igualdad de oportunidades. Propuso un modelo de justicia social fundamentado en la premisa de dar “a cada cual según sus capacidades y obras”, dentro de una economía planificada que promoviera la feliz asociación entre capital y trabajo.
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Charles Fourier (1772- 1837), filósofo y socialista francés perteneciente a la burguesía. Hizo una fuerte crítica al capitalismo y a la sociedad burguesa, por su excesivo individualismo, y propuso la creación de pequeñas comunidades de producción o falanges, que trabajarían en ciertos establecimientos, denominados falansterios, en completa armonía y cooperación entre productores y consumidores.
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Robert Owen (1771- 1858), empresario británico considerado el padre del cooperativismo. Tenía como ideal la formación integral, en lo físico y en lo moral, de hombres y mujeres. Consideraba a la libre competencia como una justificación de la explotación de los trabajadores, ya que no tenía en cuenta la distribución justa de las ganancias. Owen creía en el socialismo mutualista y en pos de este ideal edificó escuelas y viviendas para las familias obreras.
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Pierre Joseph Proudhon (1809- 1865), obrero autodidacta francés, considerado el padre del anarquismo moderno. En su libro “La filosofía de la Miseria” (1844), planteó que la propiedad era un robo. Criticó la democracia, fue contrario a toda forma de jerarquía (Estado) y tuvo un activo rol en la Revolución Francesa de 1848.
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Camino a las guerras Mundiales •
El socialismo científico Con este nombre se identificaron los escritos y movimientos que desarrollaron el alemán Carlos Marx y el inglés Federico Engels. Poseedor de una gran erudición, Carlos Marx escribió una enorme cantidad de textos entre 1844 y su muerte en 1883, siendo los más importantes para la doctrina socialista, “El manifiesto comunista” (1848), “Crítica de la Economía Política” (1857) y “El Capital”, obra en tres volúmenes que Marx y Engels publicaron entre 1862 y 1883.
Figura 55: Carlos (Wikimedia Commons)
Marx.
Conceptos fundamentales En síntesis, el marxismo planteó los siguientes postulados centrales: - Método dialéctico materialista para explicar, por la lógica de las oposiciones, la evolución de la historia humana. - Formulación de la lucha de clases como motor de la historia. - Determinación de la contradicción principal del capitalismo, radicada en el enfrentamiento entre la burguesía capitalista y el proletariado. - Marx postuló que los obreros debían organizarse políticamente para derribar al capitalismo e instaurar una sociedad comunista. Postuló, por tanto, como única salida para el proletariado, la revolución socialista. 134
El pensamiento marxista se sustentó en la dialéctica materialista, es decir, en el método de análisis desarrollado por Hegel y fundado en la lógica de los opuestos, pero aplicado a las condiciones materiales del desarrollo de las sociedades. Estas condiciones materiales, Marx las identificó con la estructura económica, la que condicionaba (y en parte, también determinaba) la evolución de la superestructura ideológica, jurídica y política (el “espíritu de la nación” de Hegel). La estructura económica estaba integrada por los medios de producción (las herramientas, la técnica y la tecnología, las instalaciones, los recursos productivos) y por las fuerzas productivas (el trabajo y la capacidad de gestión). Para Marx, la dialéctica de la historia operaba en dos niveles: como contradicción entre el desarrollo de los factores productivos y el desarrollo de los medios de producción, por una parte, y como contradicción entre las distintas fuerzas productivas, por otra. Para Marx, el paso entre una época y otra se producía cuando este cúmulo de contradicciones provocaba una crisis que afectaba al conjunto de la sociedad. Fundado en esta idea, Marx propuso una teoría de la historia que hacía descansar la evolución de las sociedades humanas en la lucha de dos clases antagónicas: los dueños de los medios de producción y los dueños de la fuerza de trabajo. Así, propuso una línea histórica que destacaba diversas etapas: desde las sociedades primitivas, en las que no había división de trabajo y se practicaba un comunismo primitivo, pasando por las sociedades esclavistas en las que la contradicción económica principal era la lucha entre los propietarios y los esclavos; siguiendo con el feudalismo, en que la lucha se daba entre los señores y los siervos; hasta llegar al capitalismo, en que la división social estaba radicada en los conflictos entre burgueses y proletarios. Marx, al igual que Hegel, creía que esta seguidilla de contradicciones terminaría algún día, cuando los proletarios triunfaran sobre los burgueses y establecieran el comunismo científico, en el que se aboliría el Estado (considerado por Marx, como el instrumento de dominación de una clase sobre otra) y cesaría la lucha de clases.
Historia y Ciencias Sociales A partir de esta perspectiva histórica, Marx dedicó gran parte de su vida a desentrañar lo que llamó las leyes del desarrollo capitalista. Si bien consideraba positivo el desarrollo capitalista y la revolución industrial por considerar que en él se había “liberado” el máximo de las potencialidades humanas, creía que el capitalismo estaba condenado al fracaso, como resultado de la explotación que se hacía del trabajo y del trabajador. El marxismo fue una ideología que tuvo enorme trascendencia durante el siglo XX. En el ámbito político, el marxismo estuvo detrás de la formación de los partidos social-demócratas europeos. Estos partidos, aunque aceptaban el análisis marxista de la historia y de la sociedad capitalista, abandonaron la idea de la revolución por una perspectiva que enfatizó la lucha electoral como método para acceder al poder y realizar las reformas sociales que los trabajadores necesitaban. Otra corriente política proveniente del marxismo fue el comunismo (el primer partido comunista fue el ruso, fundado en 1917), que aceptó tanto el análisis como la propuesta revolucionaria del marxismo. En el campo intelectual, el marxismo contribuyó al desarrollo de las ciencias sociales (sociología, antropología), la historiografía y la economía.
2.2.3 Características generales de la sociedad europea finisecular Durante el siglo XIX la sociedad europea se constituyó sobre la base de ciertos pilares claves: -
Desde un punto de vista social, el siglo XIX destacó por el ascenso y protagonismo de la burguesía y por el desarrollo de los movimientos sociales obreros.
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En el ámbito económico, esta fue la época en que el capitalismo terminó por consolidarse como el sistema principal, desplazando al feudalismo en prácticamente todos los países de Europa Occidental. El siglo culminó con el desarrollo del capitalismo monopólico. Además, fue la época de predominio del liberalismo en el campo de las doctrinas económicas.
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En el campo político, el siglo culminó con el triunfo casi completo del liberalismo en Europa Occidental. Salvo por España, la monarquía parlamentaria se transformó en el régimen político predominante (Inglaterra, Bélgica, Holanda, Italia, Alemania) y en Francia, se desarrolló la Tercera República (1871- 1914).
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En el ámbito sociocultural, el siglo XIX es el de la explosión demográfica europea, de las grandes migraciones campo - ciudad, del desarrollo urbano europeo y de las migraciones transatlánticas masivas.
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Desde un punto de vista ideológico, esta fue la época en que se exacerbaron las ideas del progreso indefinido, de la omnipresencia de la ciencia y del rol civilizador de Europa en el mundo.
3. La Primera Guerra Mundial (1914- 1918) Es el nombre con el que comúnmente se designa al conflicto militar que tuvo lugar entre 1914 y 1918. Afectó a los cinco continentes e implicó a gran parte de la humanidad. Otros nombres que ha recibido son: “Gran Guerra”, “Guerra Europea” o “Guerra del 14”. Lo que se inició como una guerra circunscrita a las viejas potencias europeas se extendió por el resto del mundo a través de las posesiones coloniales, interviniendo además otros países como Estados Unidos, Japón, China y algunos países latinoamericanos.
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Camino a las guerras Mundiales 3.1 Antecedentes La Primera Guerra Mundial fue el resultado de una serie de conflictos y problemas que tuvieron las potencias europeas desde 1871 a 1914. Entre los antecedentes de la Primera Guerra Mundial se deben considerar a los siguientes: •
La guerra franco-prusiana: en 1870, Alemania vence a Francia en esta guerra; de esta forma, se completa la unidad alemana por medio de la elección del emperador Guillermo I. Francia, por su parte, queda en una situación tirante con los alemanes tras las pérdidas de territorios.
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La "Liga de los Tres Emperadores": liga formada por Guillermo I de Alemania, Francisco José I del Imperio Austrohúngaro y Alejandro II de Rusia. Estos 3 emperadores eran declaradamente conservadores y se oponían al liberalismo político de Europa Occidental, especialmente el de Inglaterra y Francia.
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La competencia imperialista y el desarrollo del sistema de alianzas: Al comenzar el siglo XX, Inglaterra comenzó a ver amenazada su hegemonía mundial ante el avance de Alemania, Estados Unidos y Japón. Como consecuencia de esta competencia, desde la década de 1880, se constituyeron dos alianzas estratégicas de carácter defensivo: la Triple Alianza, integrada por Alemania, Austria- Hungría e Italia; y la Triple Entente, formada por Gran Bretaña, Francia y Rusia.
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La carrera armamentista: El sistema de alianzas permitió que Europa viviera una paz relativa durante largo tiempo, caracterizada por la carrera armamentista. El mayor conflicto se dio en la región de los Balcanes. En 1908, Austria se anexó los territorios de Bosnia y Herzegovina, a los que administraba como colonias desde hace treinta años. El gobierno serbio, luego de solicitar en vano ayuda a la Triple Entente, debió aceptar la anexión, pero en 1912 formó con Bulgaria, Grecia y Montenegro la Liga Balcánica, para defenderse de futuras agresiones. La Liga no prosperó, debido a un conflicto entre Bulgaria y Serbia, que ganó esta última, cuadruplicando sus
Figura 56: El archiduque Francisco Fernando y su familia. (Wikimedia Commons)
La propaganda nacionalista: En cada nación europea, la propaganda nacionalista se radicalizó, resaltando la identidad nacional frente a las potencias vecinas. De este modo, los gobiernos desviaron la atención de sus pueblos a los conflictos internacionales con sus rivales.
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Historia y Ciencias Sociales 3.2 Causas Las causas de la Guerra es posible organizarlas de la siguiente manera: •
Causa inmediata: el 28 de junio de 1914, en Sarajevo (capital de Bosnia), fue asesinado el archiduque Francisco Fernando, heredero al trono de Austria- Hungría. Inmediatamente, el gobierno austrohúngaro, suponiendo que las autoridades serbias tenían culpabilidad en el atentado, envió un ultimátum a Belgrado (capital de Serbia), en el que se exigía la extradición de los responsables, bajo amenaza de invadir el país. Como Serbia rechazó de plano el ultimátum, Austria- Hungría le declaró la guerra a Serbia (28 de julio). En tan solo seis días, todas las potencias se habían declarado la guerra mutuamente.
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Disputas imperialistas: bajo el imperialismo, Inglaterra y Francia se habían repartido gran parte del mundo durante el siglo XIX, pero a inicios del siglo XX el proceso industrial que vivía Alemania hacía que demandara una nueva realidad colonial, algo a lo que se resistían los imperios francés e inglés. Un episodio importante que marca la antesala de la Primera Guerra Mundial será la Crisis de Marruecos entre 1904 y 1911, área bajo aspiraciones coloniales francesas que Alemania utilizó para obtener sus propios beneficios imperialistas.
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Surgimiento de nacionalismos: bajo este proceso existieron varios focos que exacerbaron esta conducta en el viejo continente; entre estos, se debe tener en cuenta la formación de dos Estados en el siglo XIX muy importantes para la historia europea: Alemania e Italia. Además, se suma el nacionalismo francés que se intensifica luego de la pérdida de los territorios de Alsacia y Lorena contra los alemanes en la guerra franco-prusiana. Por otra parte, en el periodo previo a la Gran Guerra también se produce la disgregación de antiguas entidades estatales a favor de otras que se formaban; fue el caso de la Turquía Otomana, imperio que a finales del siglo XIX estaba en plena descomposición, iniciándose procesos de emancipación en la zona de los Balcanes. Otro foco de tensión nacionalista lo constituyeron los imperios coloniales, los cuales alentaron tensiones que llevaron a la formación de alianzas militares y una carrera armamentista.
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Alianzas militares: el sistema de alianzas fue creado por Otto Von Bismarck y recibió el nombre de sistemas bismarckianos o Realpolitik. Estas pretendían mantener una política de equilibrio entre las potencias europeas, lo que incluía el aislamiento de Francia, ya que era percibido por las potencias más conservadoras como el inspirador de las ideas revolucionarias que atentaban contra la autoridad monárquica y el orden tradicional. Al asumir el Kaiser Guillermo II el trono alemán, cambió el sistema de Bismarck y buscó no solamente aislar a Francia, sino rivalizar con Inglaterra; para ello, ideó la construcción de una marina de guerra: esta nueva política más agresiva se llamó Weltpolitik. Las alianzas formadas fueron la Triple Alianza, creada en 1882, la cual estuvo constituida por Alemania, Austria-Hungría e Italia; sin embargo, esta última no cumplió sus compromisos, manteniéndose neutral cuando comenzó la guerra, para formar parte posteriormente del bloque contrario; posteriormente, a este bando se suma Turquía en 1914 y Bulgaria en 1915. Por otra parte, se encontraba la Triple Entente, conocida también como el bloque de los aliados, creada en 1907, e integrada por Francia, Inglaterra y Rusia; más tarde, se unió a este grupo Serbia. Los antecedentes de este bloque están en la Entente Cordiale de 1904 entre Francia e Inglaterra, a los cuales se sumaron posteriormente Bélgica, Japón, Italia, Rumania, Portugal, Estados Unidos, Grecia, China y varios Estados latinoamericanos.
3.3 Características de la guerra Este conflicto posee varios rasgos distintivos, entre los cuales destacan: •
Gran extensión: elevado número de contendientes, gran extensión geográfica y gran cantidad de muertos. Aunque los combates más sangrientos se centraron en Europa, fue un conflicto que involucró a los cinco continentes.
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Camino a las guerras Mundiales •
Gran duración: se extendió desde la declaración de guerra de Austria-Hungría a Serbia en 1914 hasta el armisticio de Alemania en 1918, este conflicto significó un gran esfuerzo económico y social, así como también un costo demográfico, psicológico y moral que marcó la posguerra.
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Desarrollo del armamento: producto de la Segunda Revolución Industrial se acrecentó la producción de armamento. Tras la primera fase de movimientos, la guerra tiende a estabilizarse en frentes a lo largo de fosas excavadas en la tierra y túneles blindados de hormigón, técnica que se conoció como Guerra de Trincheras; en este espacio, las tropas se desmoralizaron completamente: vivían en situaciones precarias, con malas condiciones alimenticias e higiénicas, los ataques de tropas enemigas dejaban gran cantidad de muertos por la eficacia destructiva de las armas, destacando en estos casos el uso de bombas químicas, ametralladoras y artillería peada. Entre los avances técnicos, además de los armamentos nombrados anteriormente, destacan también el avión, globos dirigibles, submarinos, acorazados, fusiles, medios de transporte como automóviles y ferrocarriles que servían para trasladar las tropas, y medios de comunicación como el telégrafo, el teléfono y la radio.
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Propaganda: un medio eficaz para exacerbar los nacionalismos entre los países participantes fue la utilización de propaganda a través del control de los medios de comunicación. Para esto, se implementaron agresivas campañas de exaltación patriótica donde se apelaba a las hazañas de las tropas, ridiculizando las acciones del enemigo, calificadas por la prensa radial y escrita como torpes y blandas.
3.4 Desarrollo de la guerra La primera guerra mundial tuvo dos grandes fases: la fase europea (1914- 1916) y la fase mundial (1917- 1918).
a) La fase europea Se caracterizó por el desarrollo de dos frentes de conflicto: el frente occidental, que enfrentó a Alemania contra Francia e Inglaterra; y el frente oriental, que enfrentó a Alemania, Austria- Hungría, Bulgaria y Turquía en contra de Rusia, Serbia y Grecia. Tras el avance inicial de Alemania en ambos frentes, la guerra se estancó y dio paso a un enfrentamiento de trincheras (1915- 1917), sin mayores batallas, salvo por la de Verdún (Francia, 1916), en la que los alemanes estrenaron el lanzallamas. Además, como los alemanes estaban aislados por el bloqueo marítimo que le hacían los ingleses, desarrollaron la guerra submarina. En el contexto de esta estrategia, el 7 de mayo de 1915 los alemanes hundieron al Lusitania, en el que perdieron la vida ciudadanos estadounidenses. Este acontecimiento fue el pretexto para que los estadounidenses ingresaran en la guerra. En esta fase, para combatir el bloqueo económico, Alemania desarrolló el salitre sintético, elemento crucial para el desarrollo de la pólvora.
b) La fase mundial Se caracterizó por la entrada de Estados Unidos en la guerra, en 1917 y por la salida de Rusia, tras las dos revoluciones (de febrero y de octubre) que sufrió ese país. La salida de Rusia dio ventaja a los alemanes, por la que pudieron concentrarse en el frente occidental.
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Sin embargo, con la entrada de Estados Unidos se rompió el equilibrio a favor de los aliados occidentales. Entre abril de 1917 y agosto de 1918, las fuerzas combinadas de Francia, Inglaterra y Estados Unidos hicieron retroceder
Historia y Ciencias Sociales a los alemanes. El 8 de agosto de 1918, en la Batalla de Amiens, los aliados propinaron a los alemanes una derrota significativa. En septiembre de 1918, Austria y Bulgaria se rindieron. El 11 de noviembre, lo hicieron los alemanes.
3.5 Tratados Los tratados fueron acordados a partir de la Conferencia de París iniciada en enero de 1919, en ella participaron solo los vencedores, teniendo un papel importante Francia, Inglaterra y Estados Unidos, así como también Japón e Italia. Las deliberaciones giraron en torno a los 14 puntos que el presidente Wilson de Estados Unidos había elaborado en 1918 antes de que la guerra terminara y que apuntaban a la búsqueda de una paz duradera. Francia era la más interesada en aplicar medidas que desmoralizaran a los alemanes de tal forma que no recayeran nuevamente en otra Guerra; además, apelaba al establecimiento de severas indemnizaciones económicas a Alemania, a la cual responsabilizaba por la guerra. Por su parte, EEUU e Inglaterra no tenían posiciones tan severas porque no deseaban destruir la economía alemana ni alimentar posibles nacionalismos que podrían implicar la imposición de un régimen comunista en el país. La conferencia concluyó con la firma de 5 tratados de paz por separado: Tratado de Versalles con Alemania, Tratado de Saint Germain con Austria, Tratado de Trianon con Hungría, Tratado de Neuilly con Bulgaria y el Tratado de Sevres con Turquía. Con relación a los vencidos, estos quedaron con la sensación de ser injustamente sancionados: el caso de Alemania fue el más representativo, pues consideraron el Tratado de Versalles como humillante. Este los alentó al nacionalismo y al revanchismo que desembocó en el triunfo del Nazismo y en la Segunda Guerra Mundial.
3.6 Consecuencias Por la magnitud que tuvo la Primera Guerra Mundial, el mundo se alteró completamente. Es así que es posible señalar las siguientes consecuencias, desglosadas en diferentes áreas: •
Políticas: en este ámbito se puede señalar la desaparición de importantes monarquías como el caso de Alemania y el Imperio Austro-Húngaro, así como también el surgimiento de nuevos países tras la guerra, tales como Austria, Hungría, Polonia, Checoslovaquia, Finlandia, Yugoslavia, Lituania, Letonia, Estonia y la República de Weimar.
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Económicas: destacan la inflación y el endeudamiento generalizado, EEUU se convierte en la primera potencia comercial (su poder industrial aumenta ostensiblemente, mientras que el de sus competidores se estanca). Es posible incluir además, la destrucción de infraestructura y de industrias en países que fueron escenarios de batallas, donde se hizo necesaria una reconstrucción.
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Demográficas: gran número de bajas, tanto militares como civiles (en este caso, el número fue diametralmente menor que el de la Segunda Guerra Mundial). Es posible señalar también el descenso de la tasa de natalidad en los subsiguientes años de la Guerra y cambio en la composición de los grupos etarios por sexo, debido a la gran cantidad de muertes masculinas.
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Sociales: estos efectos se viven permanentemente luego de la guerra con una gran tensión social. Empobrecimiento de la población, surgimiento de nacionalismos que posibilitarán la aparición de totalitarismos y, en el caso de la mujer, existió un cambio en el rol social de ellas, ya que se incorporaron en masa a las fuentes laborales.
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4. La Revolución rusa La Revolución rusa fue un acontecimiento político de gran trascendencia para la historia posterior del siglo XX, ya que fue la causa de la llegada al poder de un partido marxista, que postulaba un sistema político y económico opuesto al liberalismo.
4.1 Antecedentes Figura 57: Nicolás II, zar de Rusia, y familia. (Wikimedia Commons)
a) La autocracia zarista La dinastía de los Romanov llegó al poder en Rusia a comienzos del siglo XVII y gobernó, en la persona de Nicolás II, hasta 1917, en un estilo autocrático y absolutista, sustentado en una poderosa burocracia y en una policía secreta.
b) La situación económica
Sabías que... La guerra ruso-japonesa y la desastrosa derrota de 1905, sumada a la grave crisis social y económica de ese año, provocaron la un primer intento revolucionario en Rusia. (1905). Si bien esta revolución fracasó, ya que la autocracia zarista robusteció su poder, Nicolás II permitió la creación de la Duma (Parlamento Ruso), con carácter consultivo.
La economía rusa era predominantemente feudal y agraria. Solo desde fines del siglo XIX la incorporación de capitales franceses e ingleses, había permitido un leve desarrollo urbano asociado a la industria metalúrgica y a la minería del carbón.
c) El desarrollo político Desde la década de 1870, las ideas anarquistas y marxistas penetraron en el país, facilitando los primeros movimientos políticos. El primero de ellos fue el de los Narodnikis (Populismo), movimiento anarco- terrorista que desarrolló numerosos atentados. Entre ellos, el que causó la muerte de Alejandro II (1881), el antecesor de Nicolás II (1881- 1917). Otra de las consecuencias de la Revolución de 1905 fue el desarrollo de los primeros partidos políticos rusos. Entre estos partidos cabe
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El Partido Constitucional Demócrata (conocidos como Cadetes). Constituyó el partido liberal ruso, integrado por profesionales de clase media. Fue fundado en 1905 y postuló el establecimiento de un Estado constitucional y de una reforma agraria.
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El Partido Socialista Revolucionario (conocidos como Eseritas). Fue un partido de orientación anarquista, integrado por intelectuales y campesinos. Tuvo una enorme presencia en el campesinado y en el ejército y era partidario de la revolución social.
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El Partido Socialdemócrata Obrero Ruso estuvo integrado por intelectuales y obreros, de orientación marxista, y su presencia se radicaba en las ciudades. Aunque fundado hacia 1897, se dividió en 1903 en dos tendencias, por razones programáticas y organizativas, que se volvieron irreconciliables: los Mencheviques (minoría en ruso, aunque en la práctica, eran el sector con mayor arrastre social) y los Bolcheviques (mayoría en ruso, que constituyó un partido selectivo y clandestino).
4.2 Causa inmediata La causa inmediata de la revolución de 1917 fue la honda crisis social y económica que vivía Rusia, como efectos de la Primera Guerra Mundial. El ejército ruso estaba mal apertrechado, subalimentado y estaba teniendo serios reveses ante los alemanes. Los obreros eran explotados para aumentar la producción de armamentos. A los campesinos se les forzaba a integrar el ejército. El 23 de febrero de 1917 (8 de marzo, según el calendario occidental, Día Internacional de la Mujer), las obreras textiles de San Petersburgo iniciaron una huelga por mejoras laborales, que pronto se extendió a toda Rusia. El 27 de febrero se produjo en San Petersburgo una protesta obrera, que fue respaldada por la Duma.
Figura 58: Vladimir Ilich Lenin. (Wikimedia Commons)
El Zar, que se hallaba en el frente de guerra, respondió disolviendo la Duma, pero esta asamblea formó un gobierno provisional, liderado por el príncipe Lvov. Ante esta situación, el zar decidió abdicar al trono, el 2 de marzo.
4.3 Etapas de la revolución a) Gobierno Provisional del Príncipe Lvov (febrero- julio de 1917) La primera etapa de la revolución rusa estuvo caracterizada por el establecimiento de un gobierno provisional que continuó, en general, con la política militar, económica y social, del régimen zarista, ante las protestas generalizadas de las masas obreras, otra vez organizadas en sóviets (Consejos), que pedían la paz, la reforma agraria y el desarrollo de una economía de emergencia destinada al mejoramiento de las condiciones de vida de la población rusa. A esta situación política se le denominó “el doble poder”.
b) Gobierno Provisional de Alexander Kerenski (julio- octubre de 1917) A partir de julio, los mencheviques se hicieron con el poder, liderados por Kerenski, quien asumió como presidente del gobierno. 141
Capítulo
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Camino a las guerras Mundiales Kerenski convocó a elecciones para una Asamblea Constituyente, al mismo tiempo que nombraba al general Kornilov como nuevo comandante en jefe del ejército. Sin embargo, Kornilov lideró una rebelión militar en septiembre, que provocó que el Gobierno Provisional armara a los obreros. Estos, asentados en las defensas de San Petersburgo, rechazaron el ataque de Kornilov. La crisis militar fue la base para que bolcheviques y eseritas, prepararan su propio golpe de Estado.
c) La Revolución de Octubre de 1917: Los Bolcheviques al poder La conquista del poder por los bolcheviques fue rápida, y con un mínimo de bajas. En la noche del 25 de octubre, las masas obreras armadas asaltaron el Palacio de Invierno, apoyadas por el fuego de la armada. El Gobierno Provisional se rindió rápidamente. El nuevo gobierno revolucionario, liderado por Vladimir Lenin, firmó la paz con Alemania en enero de 1918 (Tratado de Brest Litovsk), dirigió una reforma agraria y desarrolló una intensa represión en contra de sus adversarios políticos. Se proclamó la separación de la Iglesia del Estado, se prohibieron las huelgas y se autorizó el allanamiento de los domicilios. Finalmente, en 1918, se creó la Tcheka, policía política destinada a eliminar a opositores.
4.4 La formación de la Unión Soviética (1917- 1923) Los años que siguieron a la revolución de 1917 estuvieron dominados por la Guerra Civil y las reformas destinadas a la creación del Estado Soviético.
a) La Guerra Civil (1918- 1920) Este conflicto fue provocado por una serie de protestas obreras, en contra del gobierno bolchevique. Paralelamente, fuerzas militares de Francia, Inglaterra, Japón y Estados Unidos, invadieron Rusia, creando el Ejército Blanco. Los bolcheviques crearon el Ejército Rojo, encabezado por Trotski, para combatir a las fuerzas extranjeras, y endurecieron la represión en contra de los movimientos obreros adversarios. La victoria bolchevique en 1920 puso a los comunistas como el único partido en el poder.
b) La nueva política económica (NEP) La revolución de 1917 y la guerra civil dejó a la economía rusa al borde de la ruina. Tras la guerra civil, los bolcheviques inauguraron un nuevo plan, cuyo autor fue Preobrazhenski (considerado el Keynes ruso). Este plan fue la Nueva Política Económica (1923) que, en rigor, estableció una economía mixta, en la que el sector estatal manejaba el 90% de la economía en los sectores considerados estratégicos (industria, comercio exterior, transportes, recursos energéticos y banca). Además, se permitió el desarrollo de inversión capitalista en la pequeña y mediana empresa. Además, el plan inauguró una fase de la economía rusa en la que era el Estado el que establecía las metas para la economía. Así nació el método de la Planificación Estatal Imperativa.
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El plan fue criticado por sectores del bolchevismo. Entre otros, Trotski calificó a este sistema, en forma irónica, como “Capitalismo de Estado”.
Historia y Ciencias Sociales c) Creación del Estado Soviético La Constitución de 1923 estableció las bases del Estado Soviético. El Estado fue proclamado como Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), el Partido Comunista fue establecido como el único partido legal (inaugurando el Régimen de Partido Único) y el poder estatal pasó a residir en tres instituciones: el Congreso de los Soviets (de convocatoria anual), el Comité Central o Soviet Supremo (similar a los parlamentos occidentales) y el Presídium, equivalente al poder ejecutivo.
Consejo de comisarios del Pueblo (gobierno)
Figura 59: Lennin y Stalin en 1922 (Wikimedia Commons)
Comité central Congreso de los Soviets de la Unión
Soviet urbano
Congreso de Soviets de la provincia Congreso de los Soviets Comarca o distrito Soviet de la Aldea
5. La crisis económica de 1929 El Crack de Nueva York fue una caída abrupta en los valores de las acciones transadas en la Bolsa internacional de valores de Nueva York, que provocó un honda crisis económica, primero en Estados Unidos, luego en Europa occidental y finalmente, en todo el mundo capitalista.
5.1 Antecedentes a) La situación financiera La Primera Guerra Mundial dejó a las naciones europeas en una crisis económica y monetaria. La más desastrosa de esta crisis fue la brutal devaluación del marco alemán, cuyo valor se redujo a una millonésima parte en 1923. Si en 1918 un alemán compraba un kilo de pan en 0,63 marcos, en 1923 lo hacía en 201 millones. 143