S. JUAN PABLO II:
HISPANOS CATÓLICOS:
Mujer del milagro trajo un mensaje a la Bahía
Aumento en EE.UU. enfrenta problemas
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SAN FRANCISCO CATÓLICO Periódico de la Arquidiócesis de San Francisco
Sirviendo los condados de San Francisco, Marín y San Mateo
Julio 26, 2015
$1.00 | VOL. 3 NO. 13
El Papa a jóvenes paraguayos: Muevan las cosas pero luego ayuden a arreglarlas BARBARA J. FRASER CATHOLIC NEWS SERVICE
ASUNCIÓN, Paraguay – “Muevan las cosas, pero luego ayuden a organizar lo que han movido” le dijo el Papa Francisco a unos 220,000 jóvenes reunidos en la costa de esta ciudad. En este evento importante antes de terminar un viaje de una semana a Ecuador, Bolivia y Paraguay, el Papa habló sobre el servicio, la solidaridad, la esperanza y la libertad del corazón. Apartándose de su texto preparado, él basó sus comentarios en los testimonios de dos jóvenes que le hicieron preguntas. Él también le dijo a la multitud que el joven que había leído el Evangelio, a quien identificó solamente como Orlando le había pedido orar por “libertad para cada uno de nosotros, por todos nosotros”. “La libertad es un regalo de Dios, pero tenemos que saber cómo recibirla”, dijo el Papa Francisco. “Nuestros corazones tienen que estar libres”. Liz Fretes, de 25 años de edad, le dijo al Papa cómo ella había cambiado su vida para cuidar de su madre, quien tiene demencia y de su abuela enferma. Tensa estudiando de noche y cuidando a su familia durante el día, ella encontró apoyo entre los jóvenes de la pastoral juvenil de su parroquia. Destacando la atención de Fretes a su madre y a su abuela, el Papa Francisco enfatizó dos temas que él planteó frecuentemente durante su viaje: servicio y solidaridad. “Liz está cumpliendo el cuarto mandamiento, honrar padre y madre”, dijo. “Liz está poniendo a un lado su propia vida para cuidar de su madre. Eso es un grado extremadamente alto de solidaridad, de amor, un testimonio”. Cuando Manuel de los Santos Aguilar era niño sus padres lo entregaron a una familia en la ciudad, para que se educara. Sin embargo el joven de 18 años de edad le dijo al Papa Francisco que fue obligado a trabajar y cayó en el abuso de sustancias.
(FOTO CNS/PAUL HARING)
El Papa Francisco bendice los anillos de una pareja cuando llegó a reunirse con jóvenes cerca de la costa en la Asunción, Paraguay el 13 de julio. Él también encontró apoyo en la pastoral juvenil parroquial, “donde conocí a Dios, mi fortaleza”, dijo él. “La vida no fue fácil para Manuel” dijo el Papa a la multitud, pero “en vez de salir a robar él se fue a
trabajar. En vez de buscar venganza por su vida, él miró hacia el futuro”. Aquellos que tienen familias amorosas, pueden estudiar y tener lo que necesitan para vivir deben dar gracias a Dios, dijo él.
Los desafíos de los padres católicos para preservar su fe ARACELI MARTÍNEZ SAN FRANCISCO CATÓLICO
Con su propio ejemplo, Antonio y Maricruz Perales tratan de inculcar la fe católica en sus tres hijos de siete, cinco y cuatro años. “Hacemos oración juntos por la noche. Los niños nos acompañan a Misa todos los domingos y a las reuniones de la pastoral familiar”, dice Antonio Perales. Para esta pareja, sus hijos son una bendición que Dios les prestó, pero con tantas distracciones de la vida moderna como la televisión, las computadoras, los teléfonos inteligentes, y el Internet, mantener a la familia apegada a la fe, es todo un desafío, comenta Maricruz Perales. “Con diálogo y comunicación en la familia
Este será uno de los temas a tratar en la reunión mundial de familias que se celebrará en septiembre tratamos de enfrentar esos retos”, comparte esta madre de familia. Pero también han establecido reglas en el hogar para que los teléfonos celulares y tabletas no se lleven a la mesa a la hora de consumir los alimentos. “Este es un tiempo para la familia, y de orar para dar gracias”, comenta. Antonio Perales cuenta que tratan de enseñar a sus hijos que los celulares y tabletas son herramientas buenas que sirven para un
propósito. “Pero para todo hay un momento”, anota. La madre observa que le ha tocado ver cómo las familias se sientan a la mesa, y cada uno de sus miembros está ocupado con el teléfono celular en lugar de convivir entre ellos. “Igual la televisión se ha convertido en la nana de los niños. Y uno tiene que ver que hay programas que no son buenos para ellos porque invitan mucho a la violencia”, platica. “Nuestros hijos desde que los esperábamos han escuchado la música de la parroquia All Souls (Todas las Almas) porque fuimos parte del coro por más de cuatro años”, dice Maricruz Perales. Aunque se han mudado del sur de San ver desafios, página 3