Familia, Educaci贸n y Sociedad
La etapa preescolar en el proyecto educativo La madurez emocional y el ingreso al colegio Una Gran Misi贸n para los colegios parroquiales diocesanos PRECIO 5.00 SOLES
A帽o XVI N掳3 - Junio 2012
Editorial
La palabra y la verdad Edistio Cámere
http://entreeducadores.wordpress.com
Susanita dormida sueña: -Oh, Felipe, ¿No sería maravilloso qué entretejiéramos nuestras vidas? -Depende, ¿con qué punto?, responde Felipe.
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l día siguiente. Felipe lee absorto una revista. Susanita se acerca y por detrás le grita ¡TONTO! Da media vuelta y se retira. Felipe cae sentado al piso por el susto y queda confundido sin atinar a comprender el por qué de dicho comportamiento. Quino, autor de los conocidos personajes de Mafalda, recoge situaciones de la vida ordinaria que las ilumina con la vena humorística que lo caracteriza, tanto para el deleite como para la reflexión del lector. La presente secuencia bien puede sacársele punta desde la óptica de las diferencias entre hombre y mujer pero de intento dejaré ese sesgo para otra ocasión. Más bien, quisiera centrarme en una cierta tendencia actual que, sin atender y sin abrirse a la realidad o a la misma naturaleza de las cosas, se juzga, se opina y hasta se actúa sobre la base de lo que uno siente o supone. Susanita actuó proactivamente basándose en un sueño sin asidero en la realidad. ¡Cuántas opiniones, incluso temerarias, se profieren sin detenerse a considerar si lo que se escucha o lee es cierto! La emoción otorga frescura y calidad al diario vivir, pero cuando el juicio se alimenta exclusivamente de ella es mala consejera. Cuando la emoción o el sentir gobiernan se pierde perspectiva y no se atiende la realidad tal y como es, se le añade elementos que no tiene o bien se le parcela de manera que solo se ilumina la parte que más se acomode con los propios intereses. El respeto a la realidad convoca al pensamiento a conformarse con ella; esta adecuación facilita la emisión de juicios objetivos y serenos así como actuar con coherencia. Por el contrario, cuando uno tiene la creencia de que la realidad se dibuja a partir de las ‘vibraciones’ que revolotean en el mundo interior, se cae en las fauces del relativismo. Cuando el subjetivismo -hermano gemelo del relativismo- reina los cauces de la convivencia y de la comunicación, estos se resienten, por no decir que se obturan. Si cada quien va a lo suyo porque es lo más importante, ‘el otro’ no tiene cabida puesto que no interesa; y si interesa es por sernos útil o por ser un escollo que hay que sortear. La palabra expresada sin una referencia objetiva o externa suena más a monólogo que a diálogo. Las interferencias no provienen del entorno sino de ella misma que al estar vaciada de su significado real asume connotaciones subjetivas. La misma palabra tiene diferentes acepciones para quienes interactúan. Más aún, al no existir relación con un referente objetivo, el compromiso dado a través de la palabra pierde consistencia y, al extremo, con facilidad se incumple. La verdad, que es la adecuación del pensamiento a la realidad, debe presidir tanto la convivencia cotidiana como el diálogo interpersonal; primero, para que fluyan sin cortapisas; y, segundo, para que el respeto a la dignidad de la persona sea una máxima en las relaciones sociales.
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ANTESALA
Índice Cuatro pilares para transmitirir la fe en la familia
pág. 5
La etapa preescolar en el proyecto educativo
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Sobre voces y etimologías del mundo andino
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Una Gran Misión para los colegios parroquiales diocesanos
pág.10
La publicidad y el impacto social
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Director General: Edistio Cámere Edición y Redacción General: Tatiana Coello Pohl Colaboraron en esta edición: Claudia Schiappa-Pietra, Marilú Prieto H., Gabriela Piccone, Maggie Augusto de C., Aihset Coloma y Carlos Arrizabalaga. Dirigir toda la correspondencia y solicitar suscripciones a: Av. Manuel Olguín 961, Monterrico, Surco. Lima-Perú. Telefax: 437-3099 Web:http://www.proforhum.org.pe Se prohíbe la reproducción total o parcial del contenido de ANTESALA si no se cuenta con el permiso expreso del editor. Depósito legal 2012-04493
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Entrevista
La madurez emocional y el ingreso al colegio “Nuestra misión como educadores radica en formar personas que sean intelectualmente competitivas, pero a su vez con una voluntad firme para que sean capaces de elegir y asumir con responsabilidad las consecuencias de sus decisiones”, advierte Marilú Prieto Hernández, educadora y magister en neuropsicología, al ser entrevistada por Antesala sobre la importancia de contemplar la madurez del niño y la necesidad de no quemar etapas en su desarrollo.
Antesala Muchos padres están en contra de los topes de edad mínimos para el ingreso al colegio. ¿No tiene esto que ver con la madurez y desarrollo emocional del niño? Hasta el 2010 se permitía que los niños ingresen al 1er grado de Primaria cumpliendo los seis años en junio. Desde el año pasado, y en la actualidad, el MINEDU ha dado una ley en la que comunica que la fecha de cierre de matrícula es en marzo.Como bien dices, algunos padres de familia se manifestaron en contra de esta ley porque piensan que si su hijo tiene un notable potencial intelectual podrá cursar sin dificultad el grado y que los demás aspectos como el físico, emocional y social son procesos naturales que se adquirirán con el tiempo. Sin embargo, desde nuestra experiencia vemos que no es así y aquellos niños que cumplen años en el mes de abril, mayo o junio y que están ‘adelantados’ presentan algún retraso y requieren un acompañamiento específico en alguno o varios aspectos. Por ejemplo, tienden a seguir al grupo y les cuesta decir no, les falta lograr mayor autonomía e independencia y si se enfrentan a algún aprendizaje nuevo re-
quieren de más tiempo para asimilarlo y poder responder a las exigencias. Esto ocurre porque la madurez emocional, afectiva y social se adquiere a mediano y largo plazo, a diferencia de la intelectual que se puede adquirir en un plazo menor. Por ello los docentes que creemos en la educación centrada en la persona coincidimos con esta ley que ha surgido con el propósito de asegurar que los niños tengan el tiempo necesario para madurar integral y armónicamente en el aspecto físico, emocional, afectivo, social y cognitivo. Finalmente, es una realidad que cada niño es único e irrepetible y puede ser que no tenga tantas dificultades y logre desarrollarse adecuadamente a pesar de estar adelantado, pero si nuestra tarea se basa en formar integralmente personas para que sean capaces de enfrentar y asumir retos para la vida… como padres y maestros ¿tenemos el derecho de arriesgarlos? ¿No es esta inmadurez la que provoca que nuestros niños no puedan afrontar adecuadamente los retos que el sistema educativo les propone? Es cierto. Cuando un niño a nivel intelectual no está maduro tiene dificultad para alcanzar los objetivos de aprendizaje, lo que se evidencia en un bajo rendimiento en comprensión lectora y matemática. Algunos padres tienen
la idea errónea que la madurez se adquiere de forma espontánea y natural. Todo lo contrario, como lo afirma Pilar Martín Lobo: “La plasticidad cerebral hace posible en un alto porcentaje que la maduración dependa de la experiencia”. Esto significa que si bien nacemos con una carga genética en la que van incluidas nuestras potencialidades, es necesario proporcionar ambientes enriquecidos y estimulación oportuna en todos los aspectos para que el cerebro establezca los circuitos neuronales y estas capacidades logren su máximo potencial. Por ello, cuando no se realiza una estimulación adecuada y se limita el ejercicio de las funciones que van siendo posibles por la maduración, las posibilidades de desarrollo son menores y tenemos niños con dificultades en comprensión lectora y matemática. ¿Qué opina de la actual ‘urgencia’ que muestran muchos padres por lograr niños precoces? Los docentes que trabajamos bajo el enfoque de una educación centrada en la persona pretendemos que nuestros alumnos potencien sus capacidades, traten de superar sus limitaciones, se relacionen adecuadamente consigo mismos, con sus pares, con la sociedad, con el mundo y con Dios, lo que Continúa en la siguiente página...
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Entrevista ...viene de la página anterior
implica educar todas las dimensiones de la persona; por ello, es difícil coincidir con la intención de algunos padres o educadores en lograr niños precoces, porque fomentan un aprendizaje forzado, artificial y relegan aspectos que son fundamentales para el desarrollo de la personalidad. Lo contrario a una educación precoz es una educación temprana que sí debemos estimular, ya que la etapa de 0 a 6 años es sumamente sensible por la madurez y la plasticidad cerebral. Es necesario ofrecer a los niños numerosas ocasiones de poner en ejercicio su potencial de aprendizaje tanto físico, intelectual, afectivo y volitivo aprovechando los periodos sensitivos, es decir aquellos momentos en que el organismo está biológica y psicológicamente en las mejores condiciones porque aprende con más rapidez, naturalidad y agrado. No falta quien afirme que algunos centros de educación inicial estarían enfocando su tarea como lo hacen los centros preuniversitarios, olvidando que su misión es ayudar al niño a desarrollar su personalidad, sus habilidades sociales y sus capacidades motoras y cognitivas... Es una realidad que la sociedad pretende impulsar a que los alumnos sean más competitivos y por ende muchos centros potencian más el aspecto intelectual. Cuando un jardín o centro educativo aumenta el nivel de exigencia y presenta materiales no acordes con el nivel evolutivo del alumno no solo está pidiendo más de lo que este puede dar, sino está llevándolo a quemar etapas de su desarrollo. El cultivo de hábitos, valores, autonomía, independencia, destrezas motrices y habilidades sociales se logran con un programa sistemático desde la niñez; de ahí la importancia del nivel inicial. Sin embargo, cabe señalar que cuando los niños están en el momento oportuno para potenciar estas destrezas, habilidades y hábitos no cuentan con espacios ni momentos para desarrollarlos porque, por un lado, el colegio prioriza que lean, aprendan idiomas y sumen y, por otro, los padres llegan tarde a casa debido a las exigencias laborales y no favorecen que las capacidades natura-
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les que pueden desarrollarse tengan la ocasión de hacerlo. La tarea de educar empieza dando una estimulación adecuada y oportuna desde pequeños y solo la logramos en la medida que el enfoque del centro sea integral y que los padres de familia, como protagonistas en la educación de sus hijos, asuman su compromiso. ¿Es cierto que muchos de los niños que fueron adelantados y lograron superar las exigencias académicas de la etapa escolar, pueden presentar problemas de seguridad y autoestima más adelante? Sí, porque si bien tienen potencial intelectual y responden académicamente a las exigencias del grado superior, el desarrollo emocional y social corresponde a su edad, por lo que sus necesidades e intereses son otros y no están en sintonía con el grupo. Esto les ocasiona inseguridad para dar sus opiniones a nivel social, por ello tienden a seguir al grupo así no estén de acuerdo, o son solitarios, el grupo los puede ignorar, rechazar o se creen víctimas, lo que afecta su autonomía y autoestima. Cuando los docentes nos encontramos con alumnos que superan largamente los objetivos, buscamos, bajo nuestra perspectiva de educación personalizada, plantearles objetivos de ampliación y encargos específicos; sin embargo, vemos que no desarrollan todo su potencial, por lo que es necesario considerar bajo este enfoque y con los aportes de la neuropsicología la posibilidad de implementar en la escuela un programa de enriquecimiento que tenga como objetivo dar una respuesta educativa de calidad a los alumnos con talento y altas
“Lo contrario a una educación precoz es una educación temprana que sí debemos estimular.”
capacidades, acorde con su contexto escolar, respetando su madurez social y emocional. ¿Coincide en que el examen de ingreso para los pequeños postulantes a un colegio tiene como objetivo conocer su verdadero grado de madurez y desarrollo emocional? Totalmente, creo que la evaluación de ingreso debe mirar a cada postulante de manera integral, observando las habilidades básicas que ha desarrollado, la estimulación que recibió previamente, así como el aspecto emocional; al conocer estas características podremos concluir si el tipo de metodología que se propone es la más adecuada para el niño. Un niño tendrá mayores posibilidades de ingreso si tiene una rutina familiar ordenada, colabora con tareas en casa, recibe reconocimiento de la familia por sus logros, realiza sus propios proyectos a través de juegos, resuelve problemas dialogando, es alentado recibiendo retos para su crecimiento y amplía su espacio nuclear jugando con amigos y visitando familiares. Si un niño no ingresa a un colegio los padres no deben angustiarse porque la razón no radica en que el niño tenga menos habilidades que otros, sino que el colegio al que postula no es el más apropiado para él. Por ello, al elegir un colegio deben conocer si responde a las necesidades de sus hijos y al estilo de educación impartida en casa para que así les brinden la oportunidad de crecer felices.
Formación
Cuatro pilares para transmitir la fe en la familia ¿Alguna vez se han preguntado cuál es la manera más rápida de comprender a un niño? Yo me he hecho esta pregunta cada vez que me encuentro con un niño con rostro alegre o distraído, optimista o afligido. Y solamente después de citar a sus padres, encuentro muchas luces para hacerme una idea más objetiva del comportamiento de mis alumnos. En pocas palabras, basta conocer a los padres para comprender mejor a los hijos. Gabriela Piccone
Docente y Mag. en Gestión Educativa
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urante las primeras etapas de la vida los hijos son como ‘esponjas’ que absorben continuamente las experiencias de la vida sin mayores filtros ni protecciones. Están como expuestos a atraer hacia sí todo tipo de vivencias, sin importar que estas sean positivas o negativas. De ahí la importancia de inculcar en ellos toda clase de cualidades positivas mediante un confirmado y habitual ejemplo. Entre estas cualidades destacan valores tan fundamentales como el amor hacia Dios, hacia los demás y hacia uno mismo. Son estas tres dimensiones del amor las que serán las bases para una vida plena. Ahora bien, demostrar con las palabras y con el ejemplo lo que significa amar a los demás -e incluso amarse uno mismo- es relativamente sencillo. Sobran ejemplos de padres de familia que ayudan a gente que pasa diversas necesidades; los que promueven la justicia, la igualdad o la defensa de la dignidad de los hombres. En la medida en que uno sale de sí mismo para dar y sobre todo darse a los demás, se autorealiza como persona y como miembro de la sociedad. Lo que muchas veces causa dificultades en los padres es cómo transmitir el amor a Dios, un Ser que no se puede ver, oír, oler, gustar ni palpar. Sin los sentidos de nuestra parte, entramos entonces en el difícil campo de la fe. Sin importar la religión que se profese, la fe es transmitida en la familia. Si bien es cierto que es un don personal, esta gracia puede aumentar o disminuir según se cultive en el centro
de un hogar convencido de aquello en lo que cree. Para transmitir la fe, por tanto, hay que partir de un principio elemental: “Nadie da lo que no tiene”. Por eso propongo cuatro pilares, adaptables a la situación particular de cada familia, para transmitir adecuadamente la fe: 1.- La oración: Si los niños ven a sus padres rezar sin prisas, quedarse en silencio, cerrar los ojos, ponerse de rodillas… captan inmediatamente la importancia de estos momentos. Si además se reserva un tiempo para dar gracias por la vida, por la salud, por los alimentos… se percibe la presencia de un Dios cercano, atento a las necesidades del hogar. Se convierte así en un miembro más de la familia, un Dios presente en el hogar como algo bueno. Por tanto, rezar en familia da seguridad y una garantía en la vida de cada niño. 2.- Las Sagradas Escrituras: La Biblia ocupa en muchos hogares un lugar decorativo. Algunos pasajes bíblicos pueden parecer lecciones aburridas, pero cuando los padres enseñan a sus hijos a identificarse con los personajes, no solamente se fomenta la imaginación y se potencializa la creatividad, sino que se deja una huella imborrable en la mente y en el corazón del niño. Los lectores se transforman en actores. Hay Biblias adecuadas para los niños, con un lenguaje sencillo e ilustraciones para hacer más interesante la lectura. 3.- Ser testimonio de vida:
La familia requiere comunicarse; evitemos dejar a cada miembro distante: que vean televisión donde o cuando quieran, que almuercen o cenen a distintas horas, que solo se hablen para saludarse... Si los padres se preocupan solamente por el dinero o por las vacaciones, por el club o por la decoración de la casa, es claro que los hijos serán, en mayor o menor escala, reflejo de los intereses. Si, en cambio, los padres buscan ser fieles a su matrimonio, tener detalles de cariño, demostrar entrega hacia Dios, saber perdonar y perdonarse y aprovechar alguna ocasión para ayudar a alguien (empezando por el hijo que no sabe cómo montar bicicleta), es muy natural que la fe fluya y llegue al corazón de los hijos porque es en familia donde se aprende a confiar, a querer, a perdonar… 4.- La celebración de la fe: En este punto lo que se debe evitar es limitar a Dios a un solo día de la semana. Si bien el domingo nuestra vida espiritual merece una atención especial, la transmisión de la fe no conoce de vacaciones ni feriados. Habrá muchas objeciones en el camino, pero el éxito consistirá en pasar del cumplimiento al convencimiento y del convencimiento a la necesidad. Vemos, pues, que tener fe es todo un modo de pensar, de vivir y especialmente de amar. Sí, volvemos nuevamente al tema inicial: el amor. Y es que debemos convencernos de esta realidad: cada hijo es un milagro, esto es, una historia de amor. Amar y ser amado es la síntesis de nuestra vida sobre la tierra. Tener fe es creer y creer es transmitir el amor. ANTESALA
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Central
Nido Alma Mater
La etapa preescolar en el proyecto educativo Claudia Schiappa-Pietra Cubas
Educadora, Magister en Gestión de la Calidad, Autoevaluación y Acreditación Educativa. Diplomada en Matrimonio y Familia
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ctualmente nadie pone en tela de juicio la importancia de los primeros años en el desarrollo de la persona y sus potencialidades. Los científicos, educadores, psicólogos y padres de familia informados acerca del tema, y todos aquellos que de alguna manera tienen relación con el trabajo de los niños, reiteran la importancia de la estimulación en los primeros años. Además, los avances en el plano de la neurociencia así lo demuestran, evidenciando el impacto de dichos programas sobre el desarrollo neuronal en la etapa de la educación preescolar. Durante los cinco primeros años se sientan las bases de todo desarrollo ulterior de la persona. Un bebe o un niño requiere de todo el cuidado y cariño que podamos darle para favo-
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recer su proceso de maduración buscando que tenga un ambiente cálido, acogedor y consistente, tanto en el hogar como en la escuela, que le permita crecer favoreciendo su bienestar y logrando así una persona sana, feliz y vital. Siendo el nido el primer espacio en el cual el niño se queda solo, sin la madre y sin el padre, por ciertos periodos cortos, este ha de ser un espacio amable, seguro y confiable para que se dé el proceso de separaciónindividuación en forma natural y espontánea. También es el lugar donde se potencia el desarrollo cognitivo y socioemocional de forma integrada, marcando su ingreso al mundo externo y la cultura, buscando acompañar y acoger a los niños y niñas que acuden a él, así como a sus padres. Se puede afirmar que son los años mágicos de la infancia. Y es que probablemente en ninguna otra época de su vida el niño será confrontado
con tantos desafíos, conflictos, ansiedades y temores. Es la época en la que el niño ensancha su mundo para incluir en él a otros niños, otros adultos, nuevas habilidades físicas, motoras, intelectuales y sociales. Es una etapa también en la que el cerebro es una ventana de oportunidades por lo que el entorno social y cultural, así como una adecuada estimulación, resultan de gran importancia. Durante la etapa preescolar se dan experiencias de socialización que son determinantes, pues le otorgan al niño notables beneficios en la adquisición de habilidades sociales y emocionales, permitiéndoles llegar maduros, más preparados y motivados a la educación escolar. Son estos primeros años en lo que los niños aprenden a relacionarse positivamente a través del juego con sus pares. Además de encontrarse en el periodo sensitivo, es decir, el ideal en la formación y adquisición de valores como el orden,
tolerancia y generosidad, siempre y cuando estos se vivan tanto en casa como en el centro preescolar. Por eso, la educación que reciben en el centro preescolar debe apoyarse en el hogar pues, siendo los padres los primeros educadores de sus hijos, el niño adquirirá los patrones de conducta y los valores que definirán su formación y que se verán reforzados en el nido a través de sus maestras. También ha de realizarse durante esta etapa una labor preventiva, proporcionando al niño la cantidad de estímulos necesarios para desarrollar su potencial al máximo y poder atender algún desajuste temprano. Tengamos en cuenta que el desarrollo socioemocional de los niños cobra gran importancia en estos primeros años y el desconocimiento de ello, así como de su proceso de desarrollo, puede llegar a ser perjudicial en toda su mejora posterior si no se realiza una labor preventiva o la atención preescolar no es manejada profesionalmente. Esta vital etapa es a su vez muy importante en el desarrollo psicológico del niño ya que a esta edad es educado, formado por la interacción de la familia y su comunidad así como por las actividades que realizan dentro de la institución donde los estímulos y valores forman parte de su desarrollo. De otro lado, los beneficios de la educación preescolar también se extienden a las madres, pues les permiten insertarse al mercado laboral o profesional mientras que sus hijos asisten y son atendidos en estos centros. En cuanto a las maestras, juegan un rol muy importante y, en muchos casos, sustituyen a la madre.
Realizan con los padres de familia un trabajo conjunto en la formación de los niños, considerando que es en esta etapa, en la que se tiene una mejor y casi única influencia en ellos, no solo como transmisoras de conocimientos y habilidades sino también de valores y actitudes. Es muy importante que las maestras y las auxiliares cuenten con los estudios y la preparación adecuada para desempeñar con éxito dicha función. La participación de los padres de familia en el proyecto educativo de sus hijos también es de vital valor, por lo que el centro preescolar ha de crear espacios de participación y diálogo. La comunicación entre ellos y las maestras es muy necesario, pues de ese modo la maestra estará informada por los propios padres de los acontecimientos que ocurren fuera de la escuela y explicarse así sentimientos y conductas que se manifiestan a diario (tristeza, alegría, cólera, temor, etc.), así como saber las necesidades de cada niño. Para los padres, asimismo, es importante conocer lo que acontece dentro del centro preescolar de modo tal que les permita trabajar en conjunto estableciendo así un vínculo y compromiso entre ambos. Para obtener unos niveles educativos adecuados y du-
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raderos, por tanto, hay que centrarse en una educación preescolar de calidad. Existen estudios que indican que aquellos niños que tienen una correcta educación en esta etapa tienen un mejor desarrollo lingüístico, mejores habilidades escolares y una autoestima más fuerte.
“Detrás de los buenos resultados de un alumno, hay una familia que motiva a su hijo y que le ayuda”.
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Lengua
Sobre voces y etimologías del mundo andino Los estudios del profesor Rodolfo Cerrón-Palomino Carlos Arrizabalaga
Doctor en Filología Hispánica Universidad de Piura
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acobo von Tschudi señalaba, en referencia al Diccionario de Mariano Paz Soldán (1877), que los ríos de la costa norte tenían nombres “que corresponden principalmente a la lengua yunga o mochica”, por lo que advertía de la imprudencia de derivarlos forzosamente del quechua (2004: 249). Tal vez Piura se formase por metátesis de “pirhua”, que en quechua significa ‘almacén’, ‘troje’, ‘silo’, pero no es del todo seguro. La escasez de información y el complejo panorama lingüístico de la zona siguen dificultando hoy en día el establecimiento seguro no solo de la interpretación de los términos sino incluso su adscripción a una lengua (mochica, sec, tallán, culle). El propio Tschudi omitió prudentemente hacer ninguna hipótesis aventurada. Por otro lado, esos obstáculos propician la aparición de etimologías legendarias y toda suerte de fábulas de eruditos aficionados, en lo que podríamos llamar “lingüística-ficción”. En la costa norteña, en efecto, no faltan las interpretaciones más imaginativas y fantasiosas de los nombres de populosas localidades como Morropón, Chulucanas o Talara. Se dice que desde el morro del cerro se escuchó el “pon” de un trueno o que llegó un cholo de pelo blanco o “cano” a cierto lugar, o que se fueron a “talar” el bosque “por allá” y cosas así que no pasan de ser amigables fábulas para escolares. Y es que todos queremos saber por qué nos llamamos así y no de otra manera, cuando al final las palabras y los nombres funcionan gracias a la pura arbitrariedad.
Toponimia andina A inicios del siglo XX la toponimia era
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Profesor Rodolfo Cerrón-Palomino
una ciencia muy popular. Un listado de topónimos de Tumbes y Piura había publicado Gastón Ramírez en el Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima (1904), agrupando las localidades por distritos, y bien pudo haber servido de aliciente para un artificio de semejante naturaleza. También Germán Leguía y Martínez había emprendido su extenso Diccionario geográfico, histórico y estadístico (1914) del departamento con muchas noticias de toponimia y de antigüedades locales. Max Uhle (1856 - 1944) daba a conocer la grandeza y la antigüedad del complejo Chavín de Huántar y no faltan desde entonces las especulaciones respecto de cuál habría sido el idioma de sus pobladores, asunto todavía no resuelto por cierto. José Sebastián Barranca (1830-1909) había difundido diversos trabajos sobre el aimara y el origen de las lenguas americanas y numerosas etimologías o raíces kichuas, y postumamente un ensayo de toponimia en el Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima, en
1922, “para servir al estudio de este idioma y de otras lenguas autóctonas afines”. De su enredado trabajo solo se pueden sacar algunas conjeturas y muchas precauciones. Efectivamente, es la época en que se discute vivamente cuál de las lenguas andinas sería la más antigua y origen presuntamente de todas las demás. Claro que esto reflejaba algo tardíamente los debates científicos que se habían generado en Europa en torno a la posición del sánscrito, la antigüedad del vasco o las características del indoeuropeo. José de la Riva Agüero, por ejemplo, postulaba que el cauqui de Yauyos debía ser la lengua que habría dado origen al quechua y el aimara y, por lo tanto, la más antigua. Cisneros sospechaba ya en 1954 que eran puras especulaciones. En este contexto se sitúa una presunta relación de vocablos tallanes con supuestas significaciones “tomadas de la tradición” difundidas por Carlos Robles en 1976 y publicadas seis años después por el cataquense
Jacobo Cruz Villegas, que han tenido cierto eco en la vida local, e incluso en la onomástica comercial. No se trata de un léxico al uso, sino de interpretaciones toponímicas y patronímicas, que se atribuyen a Manuel Yarlequé Espinoza (1848-1923), un connotado abogado sanmarquino, periodista y diputado del partido Constituicionalista del Mariscal Cáceres. Según esta presunta “tradición”, el nombre de Catacaos significa “llano grande y exuberante”, y Narihualá sería “ojo grande que avizora la lejanía”. Por supuesto, toda esta serie de etimologías no tienen mayor fundamento científico, pero están difundidas por todas partes. Mucho más serio y conocido es el trabajo de Max Espinoza Galarza (1900-1984), ‘Toponimia quechua del Perú’, que recoge además mucha información relativa a costumbres y tradiciones pero que, junto a análisis atinados de topónimos quechuas en sí transparentes, comete muchos errores y además trata de hacer lo que von Tschudi denunciaba, que es interpretar desde el quechua topónimos mochicas, tallanes, etc., como Collique (que no vendría de culqui, ‘plata’, sino del mochica kolyek, ‘pozo’, o Paita.
Rodolfo Cerrón-Palomino Rodolfo Cerrón-Palomino (Huancayo, 1940) es tal vez el lingüista peruano más importante y reconocido a nivel internacional. Con una maestría en Cornell (1969) y dos doctorados en San Marcos (1973) y en Illinois (1976), es docente principal en la Pontificia Universidad Católica de Perú y vicepresidente de la Academia Peruana de la Lengua. En su magnífico estudio ‘Voces del Ande. Ensayos sobre onomástica andina’ (2009), CerrónPalomino ha revivido el pasado andino a través de la etimología, esa antigua ciencia de “discretos y juiciosos” en la que “conviene ir con tiento”, como reza la frase de Bernardo de Aldrete del epígrafe. El profesor Cerrón-Palomino posee los instrumentos y saberes necesarios, pues cuenta con una buena formación en teoría lingüística y en historia de la lengua española y especialmente un conocimiento profundo y detallado de las lenguas quechua, aimara y mochica, con las que alcanza una culminación y una síntesis de años
de estudio y reflexión, y el análisis cuidadoso de vocabularios, gramáticas, crónicas y documentos del mundo andino, además de datos procedentes de la etnografía, la arqueología y la antropología andinas, para elaborar, como señala José Antonio Salas, “un trabajo detectivesco que deslumbra y a la vez destruye viejas creencias lamentablemente muy difundidas por esa etimología de aficionado llena de interpretaciones fantasiosas”. Su trabajo se asienta sobre cuatro principios básicos: “la naturaleza poliglósica de la onomástica andina, en cuya creación –señala Cerrón-Palomino– intervinieron muchas lenguas, de las cuales el aimara y el quechua son apenas las que sobrevivieron; la falacia del ‘quechuismo primitivo’ del antiguo Perú y la veracidad de la tesis del aimarismo pre-quecha del mundo andino; la falacia del origen cuzqueño del quechua y la verdad del aimarismo en los incas históricos”. Y luego de explicar el origen de términos culturales como “jora”, “chirimoya”, “hanan” y “hurin” (que en realidad fue “lurin” o “rurin”), y con valiosos comentarios de las etimologías que traen el Inca Garcilaso o el padre Murúa (por ejemplo, de “apacheta”), descifra algunos topónimos (Canta, Huarochirí) y explica los sufijos arcaicos de otros (Ancash, Huamanga). Ofrece un espléndido estudio
sobre el origen del nombre Cusco. Si ya Carrión Ordóñez denunció con razones fundadas el caprichoso cambio ortográfico operado en los años ochenta (pues en verdad tenían razón en escribir Cuzco con zeta), ahora Cerrón descubre el secreto de la etimología de “Cuzco”, que significa “la piedra donde se posó la lechuza”. Lo de “ombligo del mundo” se lo inventó Garcilaso copiándose de la capital de la Utopía de Tomás Moro. Prosigue con “Ollantay”, para el que también encuentra un origen aimara [*ulla-nta-wi] ‘lugar desde donde se ve de arriba hacia abajo’, por lo que pasó de topónimo a antropónimo y no al revés, para terminar la serie con un estudio dedicado a Lima, topónimo para el que se postula el étimo quechua aimarizado *limaq ‘el que habla’, entendiendo que fue “oráculo antes que río hablador”. En una tradición “hasta ahora llena de mitos y distorsiones”, la lingüística y la filología peruanas irrumpen con el trabajo de Cerrón-Palomino en el develamiento del pasado andino” y la etimología, por fin, ilumina espacios hasta ahora opacos de especial interés a investigadores de la arqueología y la etnohistoria de los Andes. En la costa norteña el camino se vuelve infructuoso y tal vez sea impracticable porque ni siquiera contamos con vocabularios de esas lenguas extintas con las que los antiguos pusieron nombres a los ríos y a las casas.
Cerrón descubre el secreto de la etimología de “Cuzco”, que significa: “la piedra donde se posó la lechuza”. Lo de “ombligo del mundo” se lo inventó Garcilaso copiándose de la capital de la Utopía de Tomás Moro.
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Gestión pedagógica
“Hacia la santidad y la excelencia”
Maggie Augusto de C. (ubicada delante del crucifijo) acompañada de directores integrantes de la Asociación de Instituciones Educativas Católicas
Una Gran Misión para los colegios parroquiales diocesanos
Tatiana Coello
E Editora
l lema planteado por la Asociación de Instituciones Educativas Católicas (AIEC) de caminar hacia la santidad y la excelencia es parte de una gran misión que busca brindar acompañamiento, soporte y fortalecimiento para toda la comunidad educativa de los doce colegios parroquiales del Arzobispado de Lima a través de sus párrocos promotores. La meta es conseguir un perfil de alumno preparado para sobresalir y liderar sobre la base de sus conocimientos y su fe católica. Para conocer un poco más acerca de esta interesante iniciativa educativa, conversamos con la señora Maggie Augusto de C., quien se desempeña como Coordinadora General de AIEC aplicando, en beneficio de esta magnífica tarea, sus habilidades de administradora de empresas, asesora familiar y sus dieciseis años de experiencia en el sector educativo privado. ¿Con qué finalidad se crea la AIEC? Esta asociación es una iniciativa del Arzobispado de Lima e integra a doce colegios parroquiales -uno de ellos de educación alternativa- que dependen
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de esta diócesis y están dirigidos por los párrocos promotores. Estamos hablando de doce mil alumnos. Su finalidad está descrita en su lema: “Hacia la santidad y la excelencia”. Queremos lograr el acompañamiento y mejoramiento de toda la comunidad educativa, empezando por los padres de familia, pasando por directores, docentes y alumnos. Nuestros colegios vienen demostrando muy buen desempeño, pero todos son conscientes que siempre se puede mejorar un poco más.
¿En qué consiste el proyecto educativo que manejan? El proyecto educativo de cada uno de nuestros colegios parroquiales está orientado a formar jovenes egresados que no solo demuestren excelencia académica, sino que sean cristianos comprometidos. Por eso, el Arzobis-
po de Lima ha pedido a directores y promotores que refuercen y apoyen la labor de los padres de familia. Desde el presente año, las escuelas para padres serán llamadas ‘Padres cristianos con éxito’ para profundizar en su realidad de padres comprometidos con la formación de sus hijos y coherentes con su decisión de matricularlos en un colegio parroquial. Esto significa que deben vivir los valores cristianos y comprender que el eje transversal en la formación es la fe católica. ¿Hasta qué punto los padres de familia se adhieren a estos principios? Sobre todo porque no faltará quien haya matriculado a su hijo por el nivel de pensiones asequibles, y no por el estilo formativo… Hay familias que por cercanía o por el costo les viene bien ingresar. También, como en toda comunidad educativa, tenemos familias disfuncionales y necesitan que los ayudemos. Por eso, en algunos de nuestros colegios hacemos catequesis para convivientes y logramos que aquellos que no tienen impedimento grave contraigan matrimonio católico. ¿Qué pasos están siguiendo para im-
pulsar la calidad educativa y la buena formación? Hemos reunido a estos doce colegios en una red de ayuda mutua para transmitir entre ellos todas sus experiencias y así los más débiles aprenden de los que tienen más fortalezas. Conseguimos el apoyo de asesores externos y la colaboración de entidades bancarias para mejorar nuestro nivel de aprendizajes básicos: comprensión lectora y matemática. Tenemos planeado asimismo realizar alianzas estratégicas con institutos y universidades. ¿Cómo diseñaron la capacitación? Nos basamos en una encuesta sobre las áreas en las que querían recibir ayuda nuestros docentes, vimos la tendencia en mejorar en estrategias para los aprendizajes básicos. Se contrató al Instituto Pedagógico Nacional Monterrico para que brindara capacitación en dos módulos para los profesores de 1er y 2do grado. Asimismo, se está brindando asesoramiento a los profesores de Religión, capacitándolos con cinco módulos de 160 horas pedagógicas, a cargo de la Oficina de Educación Católica de Lima. En el caso de nuestros directores y promotores, se han planteado una serie de exposiciones, como la del Dr. Idel Vexler sobre ‘calidad educativa’; alternadas con reuniones informativas, siendo dirigida la primera de ellas por el Dr. Edistio Cámere sobre la ‘visión legal de la promotoría en el Perú’. Es un gran objetivo lograr que sus alumnos tengan posibilidad de competir merced a su excelencia… Es un reto. No por ser colegios parroquiales deben ser vistos como mediocres. La idea es que nuestros alumnos tengan las mismas oportunidades que tendría cualquier egresado de un colegio particular. Por eso vemos importante reforzar
cursos de humanidades y los aprendizajes básicos. Nuestros colegios tienen que llegar a ser luceros que ‘iluminen’, pues algunos están en sitios muy difíciles, y han de lograr levantar el nivel de la comunidad que les rodea. Queremos ser formadores de la juventud en valores cristianos. ¿Qué otras actividades ayudan a complementar todo este esfuerzo? Hay también actividades para confraternizar. Este año la primera fue iniciar el calendario académico con una “Ceremonia de envío” donde se reunió a todos los profesores, directores, promotores para que nuestro Pastor los envíe a su misión. Luego, el concurso de coros marianos en mayo, el mes de María. Vendrán luego un festival artístico y la segunda edición del concurso ‘Conoce tu Fe’. En el 2011 este concurso se basó en el Catecismo católico y los viajes de Juan Pablo II al Perú, coincidiendo con su beatificación. Hacia final de año, una vez declarado el año de la fe, se llevará a cabo un encuentro de jóvenes líderes católicos donde participarán chicos de 3ro a 5to de secundaria presentando ponencias, debates y testimonios.
Queremos que nuestros alumnos digan con valentía lo que piensan, que defiendan su fe sin sentir vergüenza. Además, tenemos todo un plan de trabajo de solidaridad. Nuestros estu-
diantes, inclusive los de los colegios más pobres, colaboran haciendo labor social. Por ejemplo, las madres junto con sus hijas tejen bufandas para el día de la madre y las regalan a las ancianitas; tenemos un programa de emprendimiento en el que los chicos elaboran productos que luego venden, y lo recaudado es entregado para el mantenimiento de alguna obra social del Arzobispado de Lima u otra organización. Felicitaciones por esta hermosa tarea y mucho éxito. Si algo en verdad te sostiene -para quieres tenemos fe- es que existe el cielo y que puedes alcanzarlo si te esfuerzas todos los días. En ese sentido queremos formar a alumnos, personal y padres de familia. Y me parece que no es tan difícil porque en esta tarea no solo hay de por medio las buenas intenciones y la voluntad, sino que se suma la capacidad profesional de mucha gente que está verdaderamente comprometida con estas metas. Mis felicitaciones las derivo a quienes cada día dejan parte de sus vidas en sus instituciones educativas: promotores, directores, plana docente y padres de familia. Todos uniendo esfuerzos para lograr mejores alumnos.
Ceremonia eucarística de envío de promotores, directores, docentes y alumnos para el inicio del año escolar. ANTESALA
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Jóvenes
La publicidad y el impacto social
Aihset Coloma Bustos,
Alumna del colegio Liceo Naval Almirante Guise. Egresada de eLider 2011
L
a publicidad empieza a inicios del siglo. Por ejemplo, el diario El Comercio era el medio más importante en aquel entonces para anunciar las ofertas comerciales de la época, esto determinaba que la mayor cantidad de espacio lo ocuparan los anuncios publicitarios. Con la llegada del siglo XX se produce un incremento de las importaciones y con esto empieza la gran revolución de los medios, que se hacen más grandes y llamativos publicitando remedios milagrosos, máquinas de coser y de escribir, automóviles y una serie de cosas donde la prioridad la da más el tener que el ser. Con la expansión del cine, los anuncios de películas comienzan a acaparar los principales espacios de diarios y revistas, luego la fotografía empieza a desempeñar un papel importante en los anuncios: la imagen adquiere más importancia que el texto. Es aquí donde aparecen las personas dedicadas a modelar, de tal forma que el consumidor pueda verse reflejado en ellas. Se insinúa entonces que si consumes determinado producto serás como ellos o ellas. El modelo transaccional se convierte en el eje conductor de los productos. En el año 1920 aparecen las primeras trasmisiones por radio, que alcanzan su máximo potencial en los años 50, época en que la familia se reunía alrededor de este aparato para compartir el tiempo. En ese tiempo
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La publicidad es parte de nuestra ciudad y de nuestras vidas, pues es el arte de convencer a todos los consumidores; es decir, es la conexión entre el consumidor y el producto o servicio. los anuncios cortaban los programas y emitían su mensaje, como por ejemplo “La hora Inca Kola” que se escuchaba cada media hora en las principales radios de la época. La llegada de la televisión, en 1958, hace crecer muchísimo el negocio de la publicidad. En sus comienzos, todos los programas eran realizados en vivo y los comerciales publicitarios también. Los avisos se ensayaban en la mañana, con solo 3 personas: el coordinador de productos, la modelo y el locutor. Rápidamente la televisión se posicionó como el medio líder para mostrar los productos y las modelos que hablaban acerca de ellos. Es en este contexto que la sociedad en su conjunto se ha visto in-
fluenciada significativamente por los medios de comunicación masiva como la televisión, la radio, la prensa escrita; y en los últimos diez años con el internet, a través de las redes sociales.Estos medios muestran permanentemente estereotipos y preconceptos que definitivamente influyen en las personas que acceden a sus mensajes, y son los adolescentes los más susceptibles y quienes corren mayor riesgo de idealizar determinados personajes o formas de vida presentados por la publicidad. Considero que, como jóvenes líderes, tenemos el gran desafío de despertar el juicio crítico en nuestros compañeros de aula, en amigos de nuestro entorno social e incluso en las redes sociales. ¡Seamos valientes, analicemos la realidad!