Escuela para padres cristianos “forjando generaciones con sólidos valores” año 1 no 2

Page 1


Presentación del número 2 de la revista. Es un honor para nosotros encontrarnos nuevamente con usted, querido padre de familia. Usted es la razón de ser de esta revista, la cual, está enfocada en apoyar su esfuerzo en esta ardua tarea de educar a las nuevas generaciones cristianas. Agradecemos los mensajes de motivación enviados a la Revista Escuela para Padres Cristianos pues es un aliciente saber que nuestras pequeñas contribuciones están siendo de bendición y ayuda a padres de diferentes partes del mundo. Pedimos sus oraciones para que Dios nos siga concediendo participar en esta labor. En este número traemos para ustedes varios artículos enfocados en temas de actualidad y con información que esperamos les haga reflexionar y que puedan aplicar en la relación diaria con sus hijos. Nuestros mayores deseos y nuestras oraciones son para que Dios guarde a las familias cristianas, de modo que podamos atesorar los valores que el Señor espera ver en sus hijos.

Sandra Sunza Editora


Educando para la madurez emocional

La asertividad es una habilidad personal que se manifiesta en las relaciones sociales, permitiendo a las personas la expresión de emociones, necesidades e ideas a otros de manera adecuada y sin herirlos. Aunque algunas veces se confunde con la defensa de los propios derechos a toda costa (lo cual iría en contra de los ideales y valores del cristianismo, en relación con los principios de mansedumbre y obediencia), esto es una idea errónea. Más bien la asertividad es la que permite que nos situemos en un equilibrio, un punto medio entre la pasividad y la agresividad, entendiendo la primera como indefensión o inhibición en la cual la persona no logra trasmitir su postura; la segunda (agresividad) se refiere a la conducta en la cual se busca imponer la postura personal sin importar que se genere un conflicto o se hieran las emociones del otro. La asertividad se manifiesta de manera clara en la forma en cómo nos comunicamos oralmente, así como en nuestro lenguaje no verbal, en nuestra postura física, y en la manera en cómo no relacionamos con otros, dentro y fuera del contexto de la iglesia. Jesucristo, quien es nuestro mayor ejemplo, fue claramente asertivo en varias ocasiones. A continuación, parafraseo dos ejemplos:

1. En el pasaje de la acusación de la mujer que fue hallada en pecado de adulterio, cuando los fariseos, quienes intentaban hallar fallas en Jesús, lo presionaron a darles una resolución tajante sobre el caso, Él respondió de un modo impresionantemente asertivo: “Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra”.


2. Cuando Jesús fue invitado a casa de Simón el fariseo, éste último lo juzgaba en su interior por permitir la cercanía de una mujer pecadora, el Señor, quien escudriñaba la mente de Simón, le respondió con una magistral asertividad: “Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro. Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado. Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies. Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama”. A partir de los ejemplos de Jesús, podemos darnos cuenta que la asertividad no implica quejarse, juzgar o herir a los demás, sino que se compone de una serie de habilidades que deben desarrollarse en las personas, le invito a autoevaluar en su vida diaria la capacidad asertiva que usted posee. Asimismo, es indispensable desarrollar en los niños, a través del ejemplo y la instrucción, las habilidades para la conducta asertiva, algunas de las cuales son: a) Aprender a decir “no” cuando sea necesario, sin sentir culpabilidad por ello.

b) Hablar siempre con la verdad, basándose en la honestidad personal, sin herir a los demás. c) Reconocer los derechos propios y los de los demás. d) Saber formas adecuadas de expresar lo que se siente ante otras personas, sin cohibirse. e) Aprender a hacer y aceptar las críticas positivas. f) Alcanzar los objetivos personales, ya sean de índole espiritual o material, sin dañar a nadie. Con esto, estaremos formando niños cristianos con seguridad personal, capaces de expresar a otros sus convicciones sin avergonzarse, con suficientes fortalezas para decir “no” ante las invitaciones a participar del pecado y, sobre todo, con la suficiente sensibilidad y ética para establecer relaciones saludables con otras personas, en el marco del respeto y los valores cristianos que deben distinguirlos como hijos del pueblo de Dios en la tierra.

Sandra Sunza Miembro de la Iglesia. Maestra en Orientación y Consejo Educativos. Investigadora en el área de fortalecimiento familiar, sentido de vida y riesgo en adolescentes. Responsable del Departamento de Hogar Infantil del Ministerio Infantil Internacional


Historias con enseñanza Instrucciones para los padres: Las relaciones entre hermanos a veces se tornan difíciles. El papel de los padres en esto es muy importante, ya que deben orientar y enseñar a los pequeños que debe haber en ellos los sentimientos más nobles en sus relaciones con las demás personas. Cada enseñanza debe estar cimentada en la obra gloriosa que Dios ha hecho con el hombre. Para esto, los padres deben preocuparse en estudiar la Biblia para que sus palabras estén llenas de fe, de amor y de la autoridad que nos da la Santa Palabra de Dios. En esta ocasión les hablo de un concepto muy lindo: compartir, que es dar a una persona parte de lo que se tiene para que la otra lo pueda disfrutar conjuntamente con ella. Es difícil, en ocasiones, desprenderse de parte de lo que uno tiene para brindárselo a alguien más. Sin embargo, la historia de esta ocasión nos enseña lo importante de hacerlo porque puede marcar para siempre la vida de alguien más.

H

ace mucho tiempo, en las afueras de un pueblo muy pintoresco, en medio de un país lleno de encanto vivían dos pequeñas niñas llenas de gracias del cielo. Ellas habitaban junto a sus padres una casita cerca del bosque. La más grande se llamaba Jacinta y la más pequeña Yammi. Sus padres las amaban mucho y les demostraban su amor con palabras, actitudes, acciones y muchos regalos. Las dos pequeñas iban juntas diariamente a la escuela y trataban de dar lo mejor de sí mismas, poniendo mucha atención a los maestros. De igual manera, cuando llegaban a casa, y después de comer, se juntaban a la mesa de la pequeña sala de su casa y muy contentas, como dos buenas hermanas, hacían su tarea. Todo era paz, armonía y tranquilidad entre ellas y sus padres. Esta pequeña familia, asistía puntualmente a la Iglesia a darle gracias a Dios por el bien recibido durante cada día de sus vidas, y así disfrutaban en unidad todas las cosas que tenían que hacer. Un día, esa paz se rompió, a causa de unos juguetes.

Un hermano mayor del papá de las niñas llegó de visita al pequeño pueblo. Él venía de otro país donde había vivido muchos años. Él no había tenido la oportunidad de regresar a ver a su familia hasta ese día. Así que, como estaba muy contento compró muchos regalos para su familia.


No eran muchos en su familia, no tenía tantos sobrinos, así que, compró muy buenos obsequios para cada uno de los niños. A Jacinta le tocó una casita color rosada. Parecía una maletita, que al abrirla mostraba las divisiones de una casa con sus muebles, cortinas, utensilios de cocina, de baño, etc. Era un juguete hermoso, digno de admirar. Por el contrario, a Yammi, como era la más pequeñita y estaba apenas aprendiendo a escribir y dibujar, el tío le obsequió una caja de lápices y plumones de todos los colores y un cuaderno especial para dibujar y escribir. La situación fue que Yammi le gustó mucho el regalo de su hermana Jacinta, y no le interesó mucho la caja de colores. Jacinta, por el contrario, quedó fascinada con su obsequio. Cuando el tío se fue, después de dejar los regalos, Jacinta comenzó a jugar en un rincón, mientras Yammi pensaba qué hacer con el suyo. Pensativa, la pequeña niña, tomó la caja de colores y fue con su mamá y le dijo que ella no los quería ahora, que iba a jugar con Jacinta y su casita. Pero cuando ella intentó acercarse a Jacinta para jugar con ella, Jacinta la rechazó, tomando su casita y corriendo hacia otro rincón. Yammi, la siguió, y de nueva cuenta, Jacinta huyó de ella.

La mamá las contemplaba desde su silla, inquietándose por la actitud de Jacinta, ya que ella siempre les había enseñado a compartir todo los que tuvieran, entre ellas y con los demás. Así que, no podía comprender el por qué de la actitud de su hija mayor. Yammi estuvo persiguiendo a Jacinta y su casita, por toda la casa, sin lograr que su hermana jugara con ella. Ya desesperada, Yammi comenzó a llorar. Su mamá se acercó a consolarla y la abrazó. Llamó a Jacinta y le pidió que se sentara a sus pies y le preguntó por qué no quería jugar con su hermanita. Jacinta dijo que el juguete era suyo y de nadie más. A esto, su mami, le pidió que recordara todo lo que ella le había enseñado sobre el compartir, no solo las cosas materiales, sino también el afecto y otras cosas que no eran físicas. Le contó algunas historias reales de personas que ella conocía y que eran dadivosos y compartían sus cosas con los demás, y de cómo esas personas eran bendecidas por Dios, quien recompensa en gran manera la bondad y generosidad. Le contó algunas historias bíblicas de igual manera, donde se resalta la bondad de compartir con los demás.


Le recordó a Jacinta cómo Yammi en muchas ocasiones había compartido con ella sus juguetes y sus juegos y lo felices que eran jugando juntas y pasando buenos momentos compartiendo como buenas hermanas. Jacinta, miró los ojitos hinchados de Yammi, y sus enormes lágrimas corriendo por sus mejillas y bajó la cabeza y lloró. Le pidió perdón a su hermanita, la abrazó, y le dijo que a partir de ese momento compartiría su casita con ella y jugarían juntas todas las veces que volvieran de la escuela y que también juntas dibujarían casitas, barquitos, cochecitos, y otras cosas, usando la caja de colores que a ella le habían dado. Le dijo a su hermanita que jamás volvería a ser egoísta con ella y que ella compartiría todos sus juguetes con ella y otros niños porque eso también hacía feliz a Dios quien compartía con ellas de toda su creación y su amor. Jacinta abrazó fuertemente a Yammi, y su mami las envolvió con sus brazos llenos de amor, y al sentir el calor tan especial de sus hijas, una lágrimita cayó de sus ojos y pensó en Dios, porque sólo Dios pudo haber obrado así en el corazoncito de aquellas dos lindas niñas, sus hijas. Pasaron los años y aquellas dos niñas crecieron y se convirtieron en dos mujeres bondadosas, llenas de amor por los demás. Ellas siempre compartían las cosas materiales que poseían, además de alegría, cariño, comprensión, y todos esos bellos sentimientos que Dios ponía en sus corazones. A pesar de los años, ellas siempre fueron muy unidas, pues nunca olvidaron aquella lección que el asunto de los regalos del tío les enseñó. Siempre recordaban la paciencia de sus padres al enseñarles el camino correcto y explicarles el por qué de las cosas. Ambas se casaron y formaron dos familias hermosas, cimentadas en el amor de Dios que había en sus corazones. Aquellas dos hermanas murieron un día. Primero una y luego la otra, pero en el pequeño pueblo donde vivieron toda su vida, hasta el día de hoy las recuerdan con gran cariño y son un ejemplo de la bondad y el amor que en cada hombre y mujer debe existir.


Cuando pienso en esta historia, me hago la pregunta: ¿Cómo quiero que me recuerden cuando ya no esté? ¿Como una mujer amorosa, llena de bondad o todo lo contrario? Y hoy te hago la misma pregunta a ti, ¿cómo quieres que te recuerden? Después de leer la historia con sus pequeños hagan una oración juntos dando gracias a Dios por todas aquellas personas que han compartido alguna cosa con ustedes, para que reciban bendiciones del cielo, y pidiendo que Dios les ayude a tener un corazón lleno de bondad para compartir de lo que tienen con otros. Haga las siguientes preguntas y escuche con atención lo que sus hijos le respondan:

¿Cómo se llamaban las niñas de la historia? ¿Cómo se llamaban los padres de las niñas? ¿Cómo se imaginan que era la casa de Jacinta y Yammi? Pídales que la dibujen. ¿Cuál fue el problema que surgió entre las dos pequeñas hermanas? ¿Quién había llevado regalos para las niñas? ¿Qué regalo le tocó a cada niña? ¿Qué personaje importante intervino para solucionar el problema entre las dos hermanas? ¿Qué pasó al final de la historia con aquellas dos hermanas?

Betty Sunza Diaconisa de la Iglesia. Colaboradora del Ministerio Internacional de Educación. Especialista en Bibliotecología. Secretaria Internacional del Ministerio Infantil.


Tips para formar Q

uerido Lector en esta ocasión este espacio será ocupado para hablar de la importancia que tiene la convivencia de nuestros hijos con otras personas. Cuando esta convivencia no existe podríamos estar educando niños inseguros. Tal vez te preguntes por qué tu hijo es tímido y algo inseguro, quizá en algún momento te has preguntado qué hacer para ayudarlo y fortalecer su autoestima y confianza, bueno aquí te damos algunas sugerencias: A cierta edad (3-7 años) algunos niños se resisten a socializar. Se niegan a jugar con otros niños, actúan como si tuvieran miedo de saludar a algún conocido tuyo, no saben si quieren estar con otros niños o no. Esta indecisión puede tener su origen en algunas características de su personalidad, es decir la timidez, la inseguridad y el carácter reservado. Cuando hay demasiada TIMIDEZ en los niños las reacciones se traducen fácilmente en respuestas corporales como: taquicardia, tensión muscular, contracciones gastrointestinales, sudor, facilidad para el llanto y sonrojo. y si no aceptas que tu niño es vulnerable y no lo animas de manera correcta y tampoco celebras sus logros o progresos la TIMIDEZ puede convertirse en INSEGURIDAD, o sea en miedo y con esto estarás haciendo que tu pequeño no sea capaz de hacer las cosas por si solo. Si notas que él es de CARÁCTER RESERVADO y no es muy sociable es porque requiere de confianza, antes de abrirse con los demás.

TIPS DE LO QUE DEBEMOS HACER:

1. Si es muy tímido llévalo a lugares como parques, centros de recreación

infantil tanto lúdicas como didácticas, lugares donde pueda jugar sin sentirse juzgado. 2. Puedes organizar en tu casa alguna comida para que asistan niños y pídele a tu hijo su ayuda en la repartición por ejemplo de las servilletas y los platos. 3. Anímalo y ayúdale a sentirse seguro de sí mismo, asígnale tareas de acuerdo a su edad y reconoce sus logros. 4. Celebra, felicítalo y anímalo a repetir las acciones que sabe hacer, sobre todo haz esto delante de los demás. 5. Cuando lo veas actuar por sí solo no intentes dirigir sus acciones, deja que tome su lugar en la sociedad y haga sus propios esfuerzos con los recursos que posee.

Karla Chan Evangelista de la Iglesia. Directora Local de Ministerio Infantil.


Educando la Mente

P

uede ser difícil creer que los niños con sus actos impulsivos y poco margen de concentración, logren un gran aprendizaje durante sus juegos en todo el día. Sin embargo, los niños están en una edad donde sus cerebros están creciendo a un ritmo acelerado y los padres pueden estimular este crecimiento cognitivo a través de actividades que promuevan el pensamiento y la resolución de problemas. Estimular la mente de los pequeños en la etapa temprana de la niñez es de suma importancia, ya que el nivel de desarrollo que se logre, tendrá una importante influencia cuando llegue el momento de tener que realizar procesos de mayor dificultad como: aprender formas, colores, letras y números.

¿Cómo estimular le mente de los niños? Como mencioné al principio es muy difícil lograr que los pequeños logren concentrarse en una solo actividad por más de 10 min y la razón es simple, muchos adultos tampoco podemos. Es por eso que los ejercicios de estimulación mental deben ser breves y sobre todo atractivos. A continuación añadiré una lista de actividades que podrán ayudar a nuestros pequeños a estimular su mente.


1. Los Bloques. Un gran contenedor de bloques para apilar no sólo fomenta el desarrollo cognitivo sino que también se convierte en una actividad favorita por varios años. Cuando un niño comienza a apilar bloques, tiene que desarrollar habilidades para resolver problemas y darse cuenta cómo hacer que la torre sea cada vez más grande balanceando conceptos. También comienza a aprender habilidades matemáticas básicas al experimentar con bloques de diferentes formas, tamaños y pesos. A medida que él construye, cuenten los bloques juntos y no pasará mucho tiempo hasta que él lo haga de forma independiente.

2. Leer libros. Aunque los niños no están quietos por mucho tiempo, la mayoría disfruta que les lean libros cortos. Estas oportunidades permiten al niño aprender más palabras y fomentar el desarrollo verbal. También introducen conceptos como formas, colores, números y letras. Algunos estudios revelan que a los niños a quienes se les lee a temprana edad les resulta más fácil aprender a leer independientemente. Una biblioteca completa de libros es la elección perfecta para los niños.

3. Actividades de desarrollo sensorial. Muchos niños aprenden mejor a través de actividades que les permiten usar su sentido del tacto. Aunque sean desordenadas, las actividades tales como modelar masa o pintar con los dedos no sólo cubren las necesidades sensoriales de los niños sino que también promueven el desarrollo cognitivo a medida que implementan los métodos de prueba y error mientras logran sus objetivos.

Hiddekel Canul Predicador de la Iglesia. Pastor en la Congregación de Mocochá, Yucatán, Viceministro Internacional del Ministerio Infantil


Comedia

Compiladora: Rosemary Gutiérrez

M

i hijo se acerca a mí con una carita de súplica y me pide “mami, por favor ¿le quitas la máscara?”. Yo me preocupé pensando que tal vez jugando con su hermana, ella se puso una bolsa en la cabeza y corrí a ver. Pero él siguió insistiendo “mamá, por favor, quítale la máscara” Yo le contesto: “pero ¿dónde está?”. Y él me responde: “¡aquí!”, mostrándome una manzana. Él, más bien se refería a la cáscara.

D

espués de leer la mis dos hijitos una historia del Devocionario Infantil, empecé a hablarles de lo maravilloso que será estar en el cielo con Dios. Mi hijo me respondió que él no quería ir al cielo. Yo comencé a insistirle, diciéndole que sería hermoso, que no habría oscuridad, que íbamos a estar juntos como familia en el cielo. Pero él, con cada explicación seguía con la misma respuesta: “no mamá, yo no quiero ir al cielo”. Hasta que al fin le dije: “allá no habrá tristeza porque Dios dice en su palabra que no habrá más lágrimas, ya no vamos a llorar allá”, entonces él, con una de felicidad contesta: ¡Yey! ¡Por fin “Cuchichi” (su hermanita) ya no va a llorar más! ¡Convencido!

U

n día, entretenida en mis actividades, no escuchaba jugar a mis tres hijitos, lo único que escuchaba era un ruido de gallinas; en eso me asome para saber lo que hacían, cuando salí, me encontré con el espectáculo de que mis hijos habían sacado a todas las gallinas del gallinero y las tenían vestidas de bebés. Algunas estaban en una carriola y otras en la parte de atrás de la camioneta de mi esposo. Les llamé la atención a mis hijos y los mande a llevar las gallinas a su lugar. De pronto, veo otro cochecito de muñecas de mi niña, y veo a una gallina patas arriba acostada como un bebé. Yo pensé que estaba muerta, pero lo que pasaba es que esa gallina ya estaba adaptada a esta clase de juegos y estaba haciéndose la dormida.


Tu espejo LAS PROY ECCIONES S

egún Chávez (2002), la proyección es el proceso de atribuir a otros lo que pertenece a uno mismo, de tal manera que lo que se percibe en los demás es, de manera más exacta, una proyección de algo que nos pertenece, pudiendo esto ser un sentimiento, una carencia, una necesidad o un rasgo de personalidad. La proyección es un fenómeno que generalmente está presente en todas las relaciones humanas, por ejemplo, en el matrimonio, lo que más le gusta a una persona de su pareja, puede ser en realidad una característica propia que valora y que pretende reconocer en su cónyuge en lugar de en sí misma. La proyección, también puede ser de índole negativa, cuando depositamos en alguna otra persona nuestras actitudes o sentimientos negativos, a fin de descargarnos. Se ha dicho que si una persona no te simpatiza, trates de valorar cuánto parecido puedes encontrarle contigo, tal vez te sorprendería ver que hay muchas características compartidas. En el caso de las relaciones con los hijos, la proyección puede tener su origen en deseos no cumplidos o etapas no resueltas en los padres, de manera que los padres pueden ver en los hijos una extensión de sí mismos para poder realizar lo que otro tiempo no pudieron. Aunque esto tiene un lado positivo si nos enfocamos en el popular dicho de que los padres “desean lo mejor para sus hijos”, también se corre el peligro de ignorar los deseos y las necesidades reales de los hijos.

La proyección es un fenómeno que generalmente está presente en todas las relaciones humanas


Es común ver padres comprar instrumentos musicales a algún hijo, pagar lecciones de canto, inculcar ciertas conductas de modo excesivo o someter a los hijos a un régimen alimenticio muy fuerte, por decir algunas cosas, a partir de sus necesidades como padres, o de sus ideas sobre lo que es mejor, dejando de lado por ejemplo que al hijo no le interesa la música sino los deportes. Con esto, puede mermarse una parte importante de la personalidad del niño o adolescente, entrando en un círculo vicioso de deseos no resueltos. Esto puede originar sentimientos negativos o rechazo en los hijos, que a su vez, al manifestarlo a través de sus comportamientos pueden ser catalogados como los “hijos rebeldes o difíciles”, esto viene a provocar tensiones en las relaciones familiares y aun deterioro del clima familiar. En gran medida, los hijos que los padres consideran más difíciles de educar o con los que presentan más conflictos, suelen ser los más parecidos a ellos. Recuerdo, como una anécdota en mi trabajo con padres de familia que, al pedirle a los padres enumerar las características que menos les gustaban de sus hijos, éstas coincidían casi perfectamente con las que ellos mismos consideraban negativas en su persona. A todos los padres lectores, les invito a reflexionar sobre esta temática, a ser valientes y tratar de identificar cuáles son las proyecciones que han depositado en sus hijos y qué parte de los conflictos que tienen con sus hijos tiene su origen en esta situación. Se requiere mucha valentía para hacer este análisis interior, pero les aseguro que vale la pena.

Sandra Sunza Miembro de la Iglesia. Maestra en Orientación y Consejo Educativos. Investigadora en el área de fortalecimiento familiar, sentido de vida y riesgo en adolescentes. Responsable del Departamento de Hogar Infantil del Ministerio Infantil Internacional.


E

n el primer número de esta revista los niños pudieron explorar, a través de usted, padre o madre de familia, la Santa Palabra de Dios por medio de las historias tan interesantes que se encuentran en ella. Poco a poco, debemos mostrarle al niño qué cosas tan lindas la Biblia nos enseña a chicos y a grandes, a hombres y a mujeres. Usted le ha contado ya las historias bíblicas que le sugerimos la vez pasada o quizá se dio a la tarea de buscar otras de gran interés para su hijo. En esta ocasión, le haremos dos sugerencias importantes también para seguir en el estudio y conocimiento de la Biblia. Éstas son sólo ideas para que usted pueda enriquecerlas con su ingenio y hacer que su pequeño se interese cada día en estudiar y conocer la Palabra de Dios.

1 . Busque versículos significativos para usted. Esos versículos que han llenado su alma, que le han hecho llorar, que le han infundido fe y valor y escríbalos en cartulinas de buen tamaño con letras grandes que llamen la atención. Adorne las cartulinas para que capten la atención del pequeño. Algunos ejemplos de esos versículos son: Jehová es mi pastor, nada me faltará. Salmo 23:1 El bueno alcanzará favor de Jehová: mas él condenará al hombre de malos pensamientos. Proverbios 12:2 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. San Juan 3:16


Y así, como éstos, vaya buscando otros de gran importancia para usted, de tal modo que pueda darle a su pequeño una explicación breve del mismo. Tome un tiempo especial con su hijo, y vaya enseñándole las cartulinas y haciendo que él repita cada versículo. Coloque esas cartulinas por una semana en lugares visibles de su casa y pida al niño que se los aprenda de memoria. Al término del tiempo estipulado, retire las cartulinas y pida al niño que se los repita de memoria. Incentive al niño que haya aprendido cada texto bíblico. Haga esto cada semana durante un mes, es decir, dé al niño un plazo de una semana para cada selección de versículos. No seleccione más de cinco para no complicarle al niño su aprendizaje.

2 . Para el siguiente mes, combine otra actividad, que es la que sugerimos a continuación: Divida la lista de los libros de la Biblia en varios bloques según usted considere y motive a su pequeño a aprenderse el orden de ellos, tal como van apareciendo en la Biblia. Conceda el plazo de una semana para cada bloque y al finalizar la semana corrobore que efectivamente el niño se ha aprendido lo que le correspondía. Si dentro de ese bloque se encuentra algún versículo de los que aprendió el mes pasado, enseñe a su hijo cómo buscarlo en la Biblia o elija otros versículos fáciles y muestre a su hijo cómo debe usar la Biblia para la búsqueda de textos. Vaya combinando ambas actividades y su hijo se convertirá en todo un experto en la Biblia, conociendo el orden de los libros y algunos de los textos más significativos de ella y cómo encontrarlos. De esta manera estará usted dejando un gran legado en la vida de su pequeño. Si estas actividades dejan alguna experiencia especial en su vida y en la vida de su pequeñito, envíela a la dirección electrónica de esta revista y compártala con otros. O si a raíz de esta experiencia le surge alguna idea para enriquecer esta actividad también envíela, de tal manera que otros sean bendecidos por medio de ella.

¡Manos a la obra!

Betty Sunza Diaconisa de la Iglesia. Colaboradora del Ministerio Internacional de Educación. Especialista en Bibliotecología. Secretaria Internacional del Ministerio Infantil.


Introducción Estimado padre o madre de familia, en la presente sección presentaré un cuento de la tradición “moralista”; por lo que le invito a leer, juntamente con su hijo, el texto en voz alta y reflexionar en torno a la moraleja. El cuento fue escrito entre 1330 a 1335 por el infante don Juan Manuel de Murcia. Él escribió 51 cuentos (Enxemplos) en un libro que intituló: Libro de los cuentos del Conde Lucanor y Patronio. La estructura de los cuentos son siempre similares, El Conde Lucanor empieza la conversación planteándole un problema de la vida cotidiana a su sirviente Patronio y le solicita un consejo para resolverlo. Patronio le responde con una historia o fábula de la que el Conde podrá extraer una enseñanza para la resolución del conflicto.

L o que sucedió a una zorra que se tendió en la calle y se hizo la muerta

Hablando otro día el Conde Lucanor con Patronio, su consejero, le dijo así: -Patronio, un pariente mío vive en un lugar donde le hacen frecuentes atropellos, que no puede impedir por falta de poder, y los nobles de allí querrían que hiciese alguna cosa que les sirviera de pretexto para juntarse contra él. A mi pariente le resulta muy penoso sufrir cuantas afrentas le hacen y está dispuesto a arriesgarlo todo antes que seguir viviendo de ese modo. Como yo quisiera que él hiciera lo más conveniente, os ruego que me digáis qué debo aconsejarle para que viva como mejor pueda en aquellas tierras. -Señor Conde Lucanor -dijo Patronio-, para que le podáis aconsejar lo que debe hacer, me gustaría que supierais lo sucedido a una zorra que se hizo la muerta. El conde le preguntó cómo había pasado eso.


-Señor Conde Lucanor -dijo Patronio-, una zorra entró una noche en un corral donde había gallinas y tanto se entretuvo en comerlas que, cuando pensó marcharse, ya era de día y las gentes estaban en las calles. Cuando comprobó que no se podía esconder, salió sin hacer ruido a la calle y se echó en el suelo como si estuviese muerta. Al verla, la gente pensó que lo estaba y nadie le hizo caso.

»Al cabo de un rato pasó por allí un hombre que dijo que los cabellos de la frente de la

zorra eran buenos para evitar el mal de ojo a los niños, y, así, le trasquiló con unas tijeras los pelos de la frente.

»Después se acercó otro, que dijo lo mismo sobre los pelos del lomo; después otro, que le cortó los de la ijada; y tantos le cortaron el pelo que la dejaron repelada. A pesar de todo, la zorra no se movió, porque pensaba que perder el pelo no era un daño muy grave.

»Después se acercó otro hombre, que dijo que la uña del pulgar de la zorra era muy buena para los tumores; y se la quitó. La zorra seguía sin moverse.

»Después llegó otro que dijo que los dientes de zorra eran buenos para el dolor de muelas. Le quitó uno, y la zorra tampoco se movió esta vez.

»Por último, pasado un rato, llegó uno que dijo que el corazón de la zorra era bueno pa-

ra el dolor del corazón, y echó mano al cuchillo para sacárselo. Viendo la zorra que le querían quitar el corazón, y que si se lo quitaban no era algo de lo que pudiera prescindir, y que por ello moriría, pensó que era mejor arriesgarlo todo antes que perder ciertamente su vida. Y así se esforzó por escapar y salvó la vida.

»Y vos, señor conde, aconsejad a vuestro pariente que dé a entender que no le preocupan esas ofensas y que las tolere, si Dios lo puso en una tierra donde no puede evitarlas ni tampoco vengarlas como corresponde, mientras esas ofensas y agravios los pueda soportar sin gran daño para él y sin pérdida de la honra; pues cuando uno no se tiene por ofendido, aunque le afrenten, no sentirá humillación. Pero, en cuanto los demás sepan que se siente humillado, si desde ese momento no hace cuanto debe para recuperar su honor, será cada vez más afrentado y ofendido. Y por ello es mejor soportar las ofensas leves, pues no pueden ser evitadas; pero si los ofensores cometieren agravios o faltas a la honra, será preciso arriesgarlo todo y no soportar tales afrentas, porque es mejor morir en defensa de la honra o de los derechos de su estado, antes que vivir aguantando indignidades y humillaciones. El conde pensó que este era un buen consejo y se lo agradeció de buen grado

.


Preguntas de reflexión Platique con su hijo sobre las siguientes cuestiones:

1 . ¿Crees preciso actuar de forma agresiva contra los que hablan mal de ti o te hacen algún daño?

2 . ¿Conoces algún versículo que nos recomiende padecer sin abrir la boca para reñir o devolver la injuria?

3 . ¿Crees que el consejo que le dio Patronio al Conde Lucanor es el más apropiado para la situación de su pariente?

4 . ¿Padecer sin objetivo o motivo, es lo mismo a sufrirlo con uno? Si te interesó el cuento, encuentra este y otros más, equiparables al mismo, en el siguiente enlace:

http://www.taller-palabras.com/Datos/Cuentos_Bibliotec/ebooks/El%20Conde%20Lucanor.pdf

Asimismo te invito a escribir un cuento con tu hijo (puedes basarte en los cuentos anteriormente proporcionados o de otros de enseñanza moralizante) con la imaginación y estilo que gustes (sin abarcar más de dos cuartillas) y mandarlo al correo jamesassirsc@gmail.com. Debes incluir tu nombre y el de tu hijo, y el nombre iglesia o diócesis a la que asistes, para que tu cuento pueda ser incluido en el siguiente número de la revista Escuela para Padres Cristianos.

James Sarao Estudiante de Literatura Latinoamericana. Maestro de la Escuela Sabática.


Escuela Para Padres Cristianos es una publicación independiente del Departamento de Hogar Infantil, perteneciente a la Iglesia Evangélica Internacional Soldados de la Cruz de Cristo, editada en Mocochá, Yucatán , México, en el año 2014.

Los textos aquí publicados son en su totalidad responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de los editores. Prohibida la reproducción total o parcial si se omite citar la fuente.

Estimado lector: La Revista Electrónica ESCUELA PARA PADRES CRISTIANOS “Forjando generaciones con sólidos valores”

Te hace una cordial invitación a participar en este proyecto

¿Cómo podrás hacerlo? Envíanos historias reales para nuestras secciones “Niños que alumbran al mundo” y “Comedia Infantil”. O si te gusta escribir relatos, mándanos algún cuento inédito para la enseñanza de valores cristianos que se pueda publicar en “Historias con enseñanza”. También nos interesa conocer tu opinión y sugerencias para esta publicación, escríbenos y cuéntanos qué temáticas te interesa que abordemos en el siguiente número, no olvides poner tu nombre completo y el lugar de donde nos escribes. Estaremos publicando las cartas de nuestros lectores. Puedes contactarnos, desde nuestras redes sociales y correo electrónico, donde estaremos contestando tus dudas, comentarios y sugerencias sobre el contenido de las revistas. Tus aportaciones serán de mucha bendición para el progreso de esta publicación.

é

hogarinfantilscc@gmail.com www.facebook.com/escpadrescristianos ñ

ñ

ó

Ministerio infantil Internacional


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.