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Memoria colectiva para mirar al futuro ELOISA VAELLO Y PAULA PALICIO

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Itinerancia

Itinerancia

Cuando todos los caminos se han perdido el Camino se abre claramente.

Ursula K. Le Guin, La ciudad de las ilusiones (1967)

Es muy difícil para nosotras prologar una publicación como esta, que nos convoca a escribir de nuevo sobre algo tan doloroso como la pandemia, además de que la percepción y las reflexiones que teníamos cuando pensamos este proyecto quizá sean ahora diferentes.

La vivencia de la pandemia no hizo más que evidenciar la crisis ecosocial que como humanidad estamos viviendo, y durante esos largos meses de encierro y pérdida discutimos, reflexionamos y pensamos de forma insistente sobre ella. Conocimos la fragilidad de los sistemas económicos en los que vivimos, la importancia del cuidado de la vida más vulnerable y el papel destacado de las mujeres en la primera línea de trabajo, como fue el caso de las profesionales de la salud, organizadoras comunitarias o trabajadoras del ámbito doméstico.

Paréntesis. Relatos sobre la incertidumbre nació al hilo del proyecto Archivos de una pandemia , del Centro Cultural de España en El Salvador (CCESV), para narrar las diferentes experiencias de la pandemia en distintos lugares del planeta. Como parte de este proyecto, cabe destacar la exposición fotográfica El tiempo es una imagen indescifrable; la edición especial del seminario Intersecciones ; así como el proyecto Voces Mayores , que puso en primer plano a las personas mayores, las más vulnerables a la enfermedad.

Paréntesis. Relatos desde la incertidumbre nace como una convocatoria homónima, lanzada en febrero de 2021 desde la Red de Centros Culturales, sumando también a la Academia de España en Roma y al Centro de Formación de Cartagena de Indias. Para ello, contamos con un maravilloso equipo curatorial compuesto por Suset Sánchez, Nur Banzi y Macarena Pérez, con las que pensamos el proyecto y quienes realizaron un arduo y cuidado trabajo de selección de las propuestas artísticas que conformaron el programa expositivo que presentamos en esta publicación.

Durante muchos meses los espacios culturales trabajamos protegiendo la salud con maniobras de distanciamiento, establecimos protocolos de distancia y aforos reducidos; y de acercamiento, ya que volcamos la programación cultural a un mundo virtual hasta ese momento más o menos ajeno a nuestro trabajo, para que, de alguna forma, la cultura pudiera seguir presente en nuestras vidas. El objetivo era aliviar y contribuir a curar los efectos que el aislamiento y la incertidumbre provocaban en las personas.

No podemos evitar mencionar nuestro compromiso con la declaración de Mondiacult (México, 2022) y reiterar la importancia del efecto transformador de la cultura para el desarrollo sostenible, así como el compromiso que desde la Red de Centros Culturales hemos tenido en este sentido desde el inicio, y que se mantuvo durante toda la pandemia. Trabajar para curarnos juntas fue quizá uno de los motivos principales que nos llevó a hacer este proyecto en red, acompañándonos en la distancia y construyendo entre todas una exposición que recogiera —de alguna manera— todo lo que estaba pasando y que al mismo tiempo, generara narrativas diversas, dispersas, periféricas, para construir desde la cultura otros futuros posibles.

Paréntesis. Relatos desde la incertidumbre genera un relato colectivo o memoria de la crisis social que evidenciamos con la pandemia, a través de 51 proyectos artísticos de las más diversas disciplinas, seleccionados por el equipo curatorial de entre más de 1500 propuestas. Si bien nos habla de las incertidumbres que como sociedad estamos atravesando, la exposición nos muestra también la existencia de otras maneras de gestionar y organizar la vida, abordando el complejo horizonte pos-covid desde los territorios de la estética, la poesía y el discurso crítico.

Todavía es difícil saber si podemos dar por terminada la pandemia, pero lo que sí queremos destacar es la importancia de dejar este testimonio colectivo de las formas en las que fue narrada. Consideramos que un libro es el mejor dispositivo para archivar el conocimiento, y por ello hemos hecho esta publicación, con la que queremos reflexionar, curar y guardar estos relatos que documentan las desigualdades o el aislamiento, que registran la urgencia de abordar la salud mental, los cuidados maternos o la vejez, que nos exponen la continuidad de luchas y reivindicaciones históricas, como denuncia de la violencia de género o el reclamo de justicia por los derechos humanos.

Al igual que la pieza de bordado de la Colectiva Para Remendar el Dolor (Chile), esta experiencia fue tejida y pensada en colectivo, a modo de duelo por la pérdida de compañeros cercanos y personas queridas.

A todas ellas les dedicamos este libro.

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