LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA
EN EL BICENTENARIO Índice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO Índice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
Índice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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Autores: Cristian Cao, Élida Cecconi, Beatriz Balian Corrección de Estilo: Carolina André Diseño Tapa e interior: M. Fernanda Barreiro Prieto http://www.mfbdesign.com.ar ©Todos los derechos reservados por GADIS ISBN 978-987-97824-3-9 Tirada: 1000 ejemplares Hecho el depósito que marca la ley 11.723 Libro de Edición Argentina (Printed in Argentina) Imprenta:TRIÑANES Dirección: Charlone 971 - Avellaneda http://www.trinanes.com.ar Concluyó su edición en el mes de marzo de 2011 Se autoriza a citar o reproducir el contenido de esta publicación mencionando la fuente.
CIVICUS - GADIS - UCA La Sociedad Civil Argentina en el Bicentenario. Índice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010). – Buenos Aires, 2011. 154 págs.; 57 gráfs.; 3tbls. Sociedad Civil / Participación Ciudadana / Voluntariado / Movimientos Sociales / ONG / Tercer Sector / Políticas Públicas / Relación Estado - Sociedad / Argentina /
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
Grupo de AnĂĄlisis y Desarrollo Institucional y Social - GADIS DirecciĂłn: O`higgins 3809, Ciudad AutĂłnoma de Buenos Aires, Argentina CĂłdigo Postal: 1429 TelĂŠfono: +54 11 4702 7713 Web: www.gadis.org.ar E-mail: gadis@gadis.org.ar
Departamento de SociologĂa, Pontificia Universidad CatĂłlica Argentina DirecciĂłn: Alicia Moreau de Justo 1500, Ciudad AutĂłnoma de Buenos Aires, Argentina CĂłdigo Postal: C1107AFD TelĂŠfax: +54 11 4349 0222 Web: www.uca.edu.ar E-mail: sociologia@uca.edu.ar
CIVICUS: World Alliance for Citizen Participation DirecciĂłn: 24 Gwigwi Mrwebi Street, Newtown, Johannesburg, South Africa CĂłdigo Postal: 2001 Tel: +27 11 833 5959 Fax: +27 11 833 7997 Web: www.civicus.org E-mail: info@civicus.org
La presente publicaciĂłn es parte de la implementaciĂłn del proyecto Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010). El Ă?SC ha sido diseĂąado y coordinado por CIVICUS, Alianza Mundial para la ParticipaciĂłn Ciudadana en 40 paĂses. En Argentina, ha sido llevado a cabo por el Grupo de AnĂĄlisis y Desarrollo Institucional y Social - GADIS y el Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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Comité Asesor Nacional
Eva álvarez: Responsable de Proyectos, Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo
Bea Pellizzari: Directora, Asociación Civil La Usina
Ana Cafiero: Asesora de la Comisión de Población y Desarrollo Humano, Senado de la Nación
Mario Robirosa: Investigador, Universidad de San Andrés
Luis María Calcagno: Director del Departamento de Asociaciones Civiles y Fundaciones, IGJ
Adriana Roffman: Investigadora, Universidad de Gral. Sarmiento. Instituto del Conurbano
Marita Carballo: Political & Social Polling Global Head, TNSGallup
Claudio Savoia: Periodista, Diario Clarín
Juana Ceballos: Asesora, CARITAS
Alejandra Solla: Directora Adjunta, Fundación SES
Javier Comesaña: Director Ejecutivo, Fundación La Nación
Andrea Vidales: Asistente Técnico, Centro Nacional de Organizaciones de la Comunidad - CENOC
Alicia Cytrynblum: Presidenta, Periodismo Social
Ludovico Videla: Director Ejecutivo, Fundación Bunge y Born
Fernando Esnaola: Consultor experto en Sociedad Civil y RSE, Universidad de San Andrés
Alejandro Waisglas: Sub-Director, Fundación UOCRA
Mario Meuli: Director de Relaciones con la Comunidad del Concejo Deliberante, Municipalidad de Neuquén Nicolás Milazzo: Director Provincial de Relaciones con la Comunidad, Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
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Ann Mitchell: Vocal, Fundación Banco de Alimentos
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
Equipo Técnico
Coordinadoras del Equipo Nacional del Índice: Beatriz Balian (UCA) Elida Cecconi (GADIS) Investigador Asociado: Cristian Cao Estudios Especiales: Eliana Persky Eduardo Lépore Carolina Moreno Constanza Cilley Ana Pedraza Mónica Galliard Colaboradores Técnicos: Adriana Sirito Elda Marchesotti Gabriela Pagani Emilse Rivero Patricia Rodriguez Aguirre Asistentes: Valeria Kohan Matías Sánchez Josseaume
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PRĂ“LOGO
En el contexto contemporĂĄneo el reconocimiento de la sociedad civil y el papel que desempeĂąa se ha ido acrecentando. DĂŠcada tras dĂŠcada, el universo que conforman ONGs, organizaciones territoriales, fundaciones empresarias, entre otras formas institucionales, forme mĂĄs y mĂĄs personas se incorporan, y se embargo, el conocimiento sistemĂĄtico sobre el estado de la sociedad civil es limitado en la mayorĂa de los paĂses y son escasas las oportunidades para que los actores involucrados que el sector actualmente enfrenta. En orden a mejorar esta situaciĂłn, el Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil (ISC) se plantea como un proyecto de investigaciĂłn-acciĂłn que se propone evaluar el estado de la sociedad civil en distintos paĂses del mundo y dar impulso a iniciativas que potencien su desarrollo e impacto. El diseĂąo de investigaciĂłn del ISC focaliza el sociedad civil: (1) la participaciĂłn y el compromiso ciudadano, (2) el desarrollo institucional de las organizaciones, (3) los valores que la sociedad civil practica y promueve, (4) el impacto de sus acciones y (5) el contexto polĂtico, econĂłmico y sociocultural en el que la sociedad civil se desarrolla. Para cada uno de estos aspectos, el Ă?ndice releva una amplia base de informaciĂłn integrĂĄndola en una herramienta analĂtica comĂşn que facilita el anĂĄlisis y la comparabilidad internacional.
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
Uno de las caracterĂsticas mĂĄs interesantes del ISC es su carĂĄcter participativo. En este sentido, si bien el Ă?ndice es implementado por y para las organizaciones de la sociedad civil, tambiĂŠn involucra activamente a una amplia gama de actores en el gobierno, el sector donante, el empresariado, los medios de comunicaciĂłn y el mundo acadĂŠmico. En la implementaciĂłn en Argentina, representantes de todos estos sectores participaron, junto a miembros de OSC, de distintas instancias de consulta e intercambio que incluyeron: la conformaciĂłn de un ComitĂŠ Asesor, la realizaciĂłn de una se ! " En cada una de estas instancias, la informaciĂłn relevada por el equipo de investigaciĂłn pudo debatirse, ampliarse y, en la Ăşltima etapa, emplearse para la formulaciĂłn de distintas propuestas de fortalecimiento sobre las que tambiĂŠn se da cuenta en este documento. Durante la ejecuciĂłn del proyecto ISC, pudimos advertir la pertinencia de los objetivos planteados, asĂ como lo ambicioso que resulta la iniciativa, dadas la diversidad de actores y la complejidad de procesos e intereses agrupados en torno a lo que suele denominarse “sociedad civilâ€?. Estas caracterĂsticas representaron sin duda un reto, tanto en lo que hace al anĂĄlisis, como a la elaboraciĂłn de propuestas consensuadas. Habiendo concluido con este proceso de implementaciĂłn, consideramos no obstante que el mismo ha resultado sumamente productivo y estimulante.
En tĂŠrminos de sus aportes, el ISC permitiĂł el relevamiento de un importante volumen de informaciĂłn sobre la sociedad civil de Argentina. Adicionalmente, la aplicaciĂłn de este innovador proceso participativo ha aportado al estudio una gran multiplicidad de matices y diversidad de miradas que se integraron en una suerte de ‘diagnĂłstico compartido’ acerca de las principales fortalezas, debilidades, desafĂos y oportunidades que el sector enfrenta. # $ % acompaĂąado este proceso de interacciĂłn en el cual representantes de distintos ĂĄmbitos de vista, logrando convergencias que muchas veces superaron diferencias sectoriales, ideolĂłgicas o de otro tipo. El clima de diĂĄlogo, cooperaciĂłn y tolerancia generado entre los participantes resulta ciertamente esperanzador, asĂ como el interĂŠs de la mayorĂa por continuar vinculados para avanzar hacia la consolidaciĂłn de un espacio compartido de debate y acciĂłn.
El presente informe sigue la siguiente estructura: en el CapĂtulo I se presenta la informaciĂłn bĂĄsica acerca del ISC, incluidos los antecedentes del proyecto, su enfoque y las caracterĂsticas de su implementaciĂłn. El CapĂtulo 2 se orienta a presentar una primera fotografĂa del estado actual de la sociedad civil. En el mis adoptada, se realiza un breve raconto histĂłrico y se expone un ‘mapeo’ de los actores mĂĄs relevantes hoy en dĂa. El capĂtulo 3 constituye el nĂşcleo de la investigaciĂłn y es donde se expone la informaciĂłn primaria y secundaria recolectada a travĂŠs de todas las instancias del proyecto (encuestas, grupos focales, reuniones con el ComitĂŠ Asesor, Taller Final, etc.). La ‘destilaciĂłn’ de esta informaciĂłn analizada tie enuncian las distintas fortalezas y debilidades de la sociedad civil detectadas, se realizan una serie de propuestas de acciĂłn y se exponen las
Beatriz Balian Elida Cecconi Cristian Cao Buenos Aires, marzo de 2011
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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RECONOCIMIENTOS
El enfoque y la metodologĂa de esta nueva versiĂłn del Ă?ndice Civicus de la Sociedad Civil han sido desarrollados por CIVICUS, Alianza Mundial para la ParticipaciĂłn Ciudadana (www. civicus.org) y el Centre for Social Investment de la Universidad de Heidelberg, Alemania. El equipo del ISC de CIVICUS proporcionĂł los lineamientos metodolĂłgicos, entrenĂł a los equipos de todos los paĂses que participan de esta experiencia de investigaciĂłn acciĂłn y prestĂł asistencia y orientaciĂłn durante todo el proceso de ejecuciĂłn. Agradecemos especialmente el interĂŠs y espĂritu de colaboraciĂłn de Amy Barlett y Mariano Dedonatis, coordinadores para AmĂŠrica Latina, asĂ como la asistencia tĂŠcnica de Jacob Mati, Tracy Anderson, Natalie Akstein, Mark Nowottny y Andrew Firmin. El proyecto ISC se ejecutĂł simultĂĄneamente en mĂĄs de 40 paĂses, seis de ellos dentro del continente americano. Con nuestros colegas continentales de Chile, MĂŠxico, Nicaragua, Uruguay y Venezuela, desarrollamos desde el inicio una excelente dinĂĄmica de intercambio $ han contribuido de diversas maneras a las actividades del proyecto y a los anĂĄlisis presentados en este informe en particular. Expresamos nuestro beneplĂĄcito y agradecimiento por la grata experiencia compartida, junto con el deseo de poder continuar trabajando juntos en futuras iniciativas.
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
En el plano local, queremos expresar nuestro profundo reconocimiento al ComitĂŠ Asesor Nacional, integrado por destacados representantes intersectoriales que ejercieron con ' del proyecto. El Consejo Asesor representĂł un apoyo estimulante en las distintas etapas de ejecuciĂłn y aportĂł una enriquecedora diversidad de miradas, tanto en las consultas metodolĂłgicas iniciales como en el anĂĄlisis e interpretaciĂłn de los resultados. Durante todo el proceso metodolĂłgico desplegado, mĂĄs de 400 personas, pertenecientes a organizaciones de la sociedad civil y a otros sectores participaron de las actividades promovidas por el proyecto, expresando de esta manera su interĂŠs en aportar al conocimiento del estado de la sociedad civil argentina y nes convocantes. Nuestro agradecimiento especial a todos ellos, quienes han compartido sus conocimientos del dĂa a dĂa de las organizaciones argentinas y han cooperado para la diagnĂłstico, como en lo que hace a desafĂos y propuestas de cara al futuro. Asimismo, expresamos nuestro reconocimiento al excelente grupo de colaboradores que, de muy diversas formas, han prestado su tiempo y conocimientos en la implementaciĂłn de todas las actividades realizadas en torno al
proyecto, desde las encuestas y los grupos focales, hasta los estudios especiales y el Taller Nacional. Finalmente, agradecemos muy especialmente a las entidades que brindaron su auspicio al proyecto y posibilitaron su ejecuciĂłn: la DirecciĂłn Provincial de Relaciones con la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires, donde destacamos el constante apoyo de NicolĂĄs Milazzo y su equipo, la DirecciĂłn de Relaciones Institucionales y el Concejo Deliberante de la Ciudad de NeuquĂŠn, donde el Lic. Gonzalo Echegaray y el Sr. Mario Meuli fueron los y la Agencia EspaĂąola de CooperaciĂłn Internacional para el Desarrollo (AECID), a travĂŠs * !6 < queremos dejar de mencionar la cordialidad y comprensiĂłn que recibimos, especialmente de la Lic. Eva Ă lvarez y su equipo.
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CONTENIDOS
4| 5| 6| 8|
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ComitĂŠ Asesor Nacional Equipo TĂŠcnico PrĂłlogo Reconocimientos
18 | 20 | 21 | 23 | 25 |
I. El proyecto Ă?ndice de sociedad civil 1. Antecedentes del proyecto 2. Enfoque del proyecto 3. ImplementaciĂłn del ISC 4. Limitaciones del estudio
28 | 28 | 31 | 41 |
II. La sociedad civil en Argentina 1. El concepto de sociedad civi 2. Historia de la sociedad civil 3. Mapeo de la sociedad civil argentina
48 |
III. AnĂĄlisis de la Sociedad Civil
48 | 48 | 51 | 54 | 57 |
1. Ambiente externo 1.1. Contexto Socio econĂłmico 1.2. Contexto Socio polĂtico 1.3. Contexto Socio cultural Conclusiones
59 | 59 | 65 | 67 | 70 |
2. Compromiso cĂvico 2.1. ExtensiĂłn del compromiso cĂvico 2.2. Profundidad del compromiso cĂvico 2.3. Diversidad del compromiso cĂvico Conclusiones
71 | 72 | 72 | 74 | 75 | 77 | 81 | 81 |
3. Nivel de organizaciĂłn 3. 1. FormalizaciĂłn institucional 3.2. Pertenencia a redes 3.3. ComunicaciĂłn sectorial 3.4. Sustentabilidad de recursos humanos = > ? 3.6.VĂnculos internacionales Conclusiones
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
83 | 83 | 84 | 86 | 87 | 87 | 90 |
4. Práctica de valores 4.1. Gobernanza y toma de decisiones democrática 4.2. Regulaciones laborales 4.3. Código de conducta y transparencia 4.4. Estándares ambientales 4.5. Percepción de valores de la sociedad civil en su conjunto Conclusiones
92 | 92 | 93 | 94 | 97 | 102 |
5. Percepción de impacto 5.1. Receptividad y capacidad de respuesta 5.2. Impacto social 5.3. Impacto en políticas públicas 5.4. Impacto en actitudes sociales Conclusiones
106 | 106 | 108 |
IV. Fortalezas y debilidades Fortalezas Debilidades
112 |
V. Recomendaciones
120 |
VI. Conclusiones
124 |
Bibliografía
129 |
Anexos
Índice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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Ă?ndice de Figuras
22 | 23 | 24 | 42 | 44 | 48 | 50 | 51 | 52 | 52 | 53 | 53 | 55 | 56 | 57 | 59 | 60 | 61 | 63 | 63 | 64 | 64 | 66 | 68 | 69 | 71 | 73 | 75 | 76 | 76 | 77 | 78 | 80 | 80 | 83 | 84 | 85 | 86 | 86 | 88 |
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Dimensiones y subdimensiones del ISC El Diamante del Ă?ndice de la sociedad cvil Instancias del proceso de implementaciĂłn del ISC Mapeo de Fuerzas de la sociedad argentina Mapeo de actores de la sociedad civil argentina Resultados de las subdimensiones de ambiente externo Puntajes de indicadores de la subdimensiĂłn Contexto socioeconĂłmico Puntajes de indicadores de la subdimensiĂłn Contexto sociopolĂtico PercepciĂłn general sobre las regulaciones y leyes relacionadas a la sociedad civil OSC que alegaron haber sufrido restricciones ilegĂtimas o ataques por parte del gobierno (Ăşltimos 10 aĂąos) EvaluaciĂłn de aspectos relacionados con el marco legal y las relaciones con el Estado EvaluaciĂłn de la relaciĂłn entre OSC y otros actores Indicadores del Contexto sociocultural: Argentina y promedios regional y mundial Niveles de intolerancia hacia distintas personas. Serie 1984-2006 Niveles de condena social para distintas prĂĄcticas no ĂŠticas Resultados de las subdimensiones de Compromiso cĂvico Indicadores de extensiĂłn de la participaciĂłn social y polĂtica: Argentina y promedios regionales EvoluciĂłn de la membresĂa activa e inactiva a OSCs 1995-2006 ParticipaciĂłn voluntaria segĂşn tipo de organizaciĂłn EvoluciĂłn del voluntariado en OSC 1997-2010 Frecuencia de la participaciĂłn comunitaria Acciones que denotan participaciĂłn polĂtica Indicadores de Profundidad de la participaciĂłn social y polĂtica: Argentina y promedios regionales RepresentaciĂłn en la sociedad en general y en la SC de grupos potencialmente excluidos o discriminados X * Y Z [ Resultados de las subdimensiones de Nivel de organizaciĂłn Pertenencia a redes de OSC: Argentina y paĂses de AmĂŠrica Latina Instancias de interacciĂłn e intercambio de informaciĂłn: Argentina y AmĂŠrica Latina ComposiciĂłn de RRHH por gĂŠnero y condiciĂłn de remuneraciĂłn ComposiciĂłn de RRHH por gĂŠnero y cargo < Presupuesto ejecutado, aĂąo 2008 * Nivel de acceso a tecnologĂas Resultados de las subdimensiones de PrĂĄctica de valores Actor que toma frecuentemente las decisiones mĂĄs importantes Mecanismos de autorregulaciĂłn relacionados con aspectos laborales Tenencia de un cĂłdigo de conducta \ CaracterizaciĂłn de los grupos que emplean la violencia para expresarse.
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
89 | 89 | 89 | 89 | 89 | 92 | 93 | 94 | 96 | 97 | 98 | 99 | 99 | 100 | 101 | 120 |
PercepciĂłn del rol de la SC en la promociĂłn de la no violencia y la paz CaracterizaciĂłn de las prĂĄcticas de corrupciĂłn dentro de la sociedad civil CaracterizaciĂłn del rol de la SC en la promociĂłn de prĂĄcticas democrĂĄticas Ejemplos recordados de OSC o grupos de la SC que sean explĂcitamente racistas, discriminatorios o intolerantes CaracterizaciĂłn de las OSC o grupos racistas, discriminatorios o intolerantes en relaciĂłn con el resto de la SC Resultados de las subdimensiones de PercepciĂłn de impacto PercepciĂłn de impacto de la sociedad civil en temĂĄticas varias PercepciĂłn del impacto de la sociedad civil en temĂĄticas sociales Resultados de indicadores de Impacto en polĂticas pĂşblicas. (Argentina y Am. Latina) PercepciĂłn del impacto en polĂticas pĂşblicas de la SC en su conjunto Resultados de indicadores de Impacto en actitudes sociales (Argentina y Am. Latina) Y * Y Niveles de intolerancia hacia distintos grupos segĂşn membresĂa a OSC Niveles de condena social para distintas prĂĄcticas no ĂŠticas segĂşn membresĂa a OSC Y ] < El Diamante de la sociedad civil argentina
Ă?ndice de TABLAS 20 | 30 | 78 |
Lista de paĂses implementadores del ISC 2008-2010 ! * Y SituaciĂłn de ingresos y gastos del aĂąo 2009 en comparaciĂłn con el 2008
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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Listado de Siglas
AMBA: Área Metropolitana de Buenos Aires
CTERA: Confederación Trabajadores de la Educación de la Republica Argentina
AMIA: Asociación Mutual Israelita Argentina
DAIA: Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas
APDH: Asamblea Permanente por los Derechos Humanos ATE: Asociación de Trabajadores del Estado BID: Banco Interamericano de Desarrollo CABA: Ciudad Autónoma de Buenos Aires CARBAP: Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa CEDES: Centro de Estudios de Estado y Sociedad
FAA: Federación Agraria Argentina FARN: Fundación Ambiente y Recursos Naturales FEIM: Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer FOM: Federación Obrera Marítima FORA: Federación Obrera Regional Argentina
CEDOP: Centro de Estudios de Opinión Pública (Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Sociales)
FUBA: Federación Universitaria de Buenos Aires
CELS: Centro de Estudios Legales y Sociales
GADIS: Grupo de Análisis y Desarrollo Institucional y Social
CENOC: Centro Nacional de Organizaciones de la Comunidad
GDFE: Grupo de Fundaciones y Empresas
CGT: Confederación General del Trabajo
IADE: Instituto Argentino para el Desarrollo Económico
CHA: Comunidad Homosexual Argentina
IARSE: Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria
CIPPEC: Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento
ICB: Indice de Capacidades Básicas, Social Watch
CRA: Confederaciones Rurales Argentinas
IDES: Instituto de Desarrollo Económico y Social
CTA: Central de los Trabajadores Argentinos
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DEPLAI: Departamento de Laicos (de la Iglesia Católica Argentina)
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
IGJ: Inspecciรณn General de Justicia
PNUD: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
INB: Ingreso Nacional Bruto
RRHH: Recursos Humanos
INCUPO: Instituto de Cultura Popular
RSE: Responsabilidad Social Empresaria
INDEC: Instituto Nacional de Estadรญsticas y Censos INDES: Instituto de Desarrollo y Promociรณn Humana LDP: Lรญnea de Pobreza
SERPAJ: Servicio de Paz y Justicia SRA: Sociedad Rural Argentina TICs: Tecnologรญas de la informaciรณn y comunicaciรณn
MEDH: Movimiento Ecumรฉnico por los Derechos Humanos
UCA: ^ _ Y <
MEI: Mujeres en Igualdad
UGT: Uniรณn General de Trabajadores
NOA: Noroeste Argentino (Provincias de Jujuy, Salta, Tucumรกn, Catamarca y Santiago del Estero)
UBA: Universidad de Buenos Aires
OECD: Organizaciรณn para la Cooperaciรณn y el Desarrollo Econรณmico ONG: Organizaciรณn No Gubernamental
UIA: Uniรณn Industrial Argentina UOCRA: Uniรณn Obrera de la Construcciรณn de la Repรบblica Argentina
OSC(s): Organizaciรณn(es) de la Sociedad Civil
WVS: Wolrd Values Survey (Encuesta Mundial de Valores)
PBI: Producto Bruto Interno
YPF: Yacimientos Petrolรญferos Fiscales
PEA: Poblaciรณn Econรณmicamente Activa PJ: Partido Justicialista
ร ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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CAPITULO i El proyecto Índice de sociedad civil
Índice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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EL PROYECTO Ă?NDICE DE SOCIEDAD CIVIL
La sociedad civil juega un papel relevante y creciente en la gobernabilidad y el desarrollo en todo el mundo. Sin embargo, en la mayorĂa de los paĂses el conocimiento sobre el estado y formas que presenta la sociedad civil es limitado. MĂĄs aun, las oportunidades para que los grupos de interĂŠs de la sociedad civil te sobre las fortalezas, debilidades, desafĂos y oportunidades tambiĂŠn resultan acotadas. El Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil (ISC) es un proyecto de investigaciĂłn-acciĂłn que intenta avanzar sobre esas limitaciones. Para ello, el proyecto realiza una evaluaciĂłn profunda sobre el estado de la sociedad civil en distintos paĂses de todo el mundo, promoviendo en el proceso espacios de diĂĄlogo entre los actores fortalecimiento para el sector.
El ISC es implementado por y para organizaciones de la sociedad civil a nivel nacional y es promovido por la asociaciĂłn CIVICUS Alianza Mundial para la ParticipaciĂłn Ciudadana. La implementaciĂłn del ISC involucra activamente a las organizaciones y actores partĂcipes de la investigaciĂłn y difunde sus hallazgos a un amplio rango de grupos de interĂŠs, incluyendo a la sociedad civil, el gobierno, los medios de comunicaciĂłn, los donantes, el sector acadĂŠmico y el pĂşblico en general. Para una implementaciĂłn exitosa del ISC, se tienen en cuenta los siguientes aspectos:
EvaluaciĂłn: el ISC emplea una combinaciĂłn innovadora de mĂŠtodos de investigaciĂłn participativos, datos cuantitativos, y casos de
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
estudio para evaluar comprensivamente el estado de la sociedad civil a travĂŠs de cinco dimensiones: Compromiso CĂvico, Nivel de OrganizaciĂłn, PrĂĄctica de Valores, PercepciĂłn del Impacto y Ambiente Externo. la implementaciĂłn del ISC implica el diĂĄlogo estructurado entre diferentes grupos de interĂŠs de la sociedad civil
$ ciedad civil. AcciĂłn Conjunta: los actores involucrados se suman a un proceso participativo y consultivo para desarrollar e implementar una agenda de acciĂłn concreta para fortalecer la sociedad civil del paĂs. A continuaciĂłn se presentan sintĂŠticamente las organizaciones coordinadoras del ISC a nivel internacional y en Argentina; MĂĄs adelante, en las siguientes cuatro secciones del capĂtulo, se resumen los antecedentes del ISC y los principios que guĂan su actual enfoque, y se presenta la metodologĂa del proyecto junto con una serie de limitaciones de la investigaciĂłn.
OrganizaciĂłn Promotora del ISC a nivel mundial.
CIVICUS es una alianza internacional establecida en 1993 con el objetivo de fortalecer la solidez, crecimiento y protecciĂłn de la acciĂłn del ciudadano a travĂŠs del mundo. Tiene como visiĂłn una comunidad mundial activa, de ciudadanos comprometidos con la creaciĂłn de un mundo mĂĄs justo y equitativo, basada en la convicciĂłn de que el bienestar de una sociedad se vincula con las relaciones y el balance entre el Estado, el sector privado y la sociedad civil (www.civicus.org).
OrganizaciĂłnes Coordinadoras Nacionales en Argentina: Consorcio GADIS - UCA
Grupo de AnĂĄlisis y Desarrollo Institucional y Social - GADIS. Entidad no gubernamental creada en 1985, presenta una extensa trayectoria en Argentina y en AmĂŠrica Latina, en el campo del fortalecimiento institucional de las organizaciones de la sociedad civil, entendido como oportunidades de generar aprendizajes colectivos y adquisiciĂłn de saberes y competencias para impulsar el desarrollo organizativo y la transformaciĂłn social. GADIS promueve la investigaciĂłn, gestiĂłn del conocimiento e innovaciĂłn sobre la sociedad civil e interviene en el impulso a procesos participativos y de promociĂłn del desarrollo local sostenible aspecto clave para el sostenimiento de una sociedad democrĂĄtica y equitativa. (www.gadis.org.ar) La UCA es una instituciĂłn educativa con mĂĄs de 50 aĂąos de trayectoria en el paĂs. La misma cuenta con 20.000 alumnos de grado y posgrado, 3.400 profesores, 54.000 graduados y posee sedes en las ciudades de Buenos Aires, Rosario, Mendoza y ParanĂĄ. El ĂĄrea de la Universidad que participa del proyecto ISC es el Departamento de SociologĂa, que comprende actividades de investigaciĂłn y docencia de posgrado. Su foco de atenciĂłn son los aspectos organizacionales y entre sus campos de acciĂłn se priorizan los trabajos de investigaciĂłn que fundamenten la formulaciĂłn de polĂticas sociales como puente con la vida acadĂŠmica, la social y la polĂtica. El Departamento de SociologĂa realiza tambiĂŠn en forma periĂłdica desde el aĂąo 1980 las Jornadas SociolĂłgicas, en las cuales frecuentemente se abordan temas relacionados a la sociedad civil, el voluntariado y la participaciĂłn ciudadana.
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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sociedad civil y dio origen a dos reconocidas publicaciones internacionales en donde los distintos hallazgos del proyecto pudieron resumirse y compararse. (Heinrich, 2007; Heinrich y Fioramonti, 2007).
1. ANTECEDENTES DEL PROYECTO El primer ISC surgiĂł como una propuesta en la dĂŠcada de los noventa, como continuaciĂłn al Nuevo Atlas CĂvico 1997, el cual contenĂa |} todo el mundo (Heinrich y Naidoo, 2001). La primera versiĂłn de la metodologĂa del ISC, desarrollada por CIVICUS con la ayuda de Helmut Anheier, surgiĂł en 1999. Un piloto inicial de la herramienta fue llevado a cabo en 2000 en 13 paĂses1. Luego de la evaluaciĂłn de esta etapa piloto y la introducciĂłn de distintas Y~VICUS implementĂł exitosamente la primera fase completa del ISC entre 2003 y 2006 en 53 paĂses en el mundo, incluyendo la repĂşblica Argentina (GADIS y Civicus, 2006). Esta primera implementaciĂłn a escala mundial involucrĂł directamente a mĂĄs de 7.000 interesados de la
En el intento de continuar mejorando la orientaciĂłn investigaciĂłn-acciĂłn de la herramienta con vistas a la actual implementaciĂłn del proyecto, CIVICUS trabajĂł con el Centro para la InversiĂłn Social de la Universidad de Heidelberg y con otras organizaciones y grupos de interĂŠs para evaluar y revisar rigurosamente la metodologĂa del ISC por segunda vez. Con esta nueva metodologĂa en marcha, CIVICUS lanzĂł la nueva fase del ISC en 2008 y seleccionĂł socios de todo el mundo para la nueva implementaciĂłn. La Tabla 1, incluye una lista de paĂses implementadores en la fase actual del ISC.
Tabla 1: Lista de paĂses implementadores del ISC 2008-2010 2
1. Albania
15. Italia
29. RepĂşblica DemocrĂĄtica del Congo
2. Argentina
16. JapĂłn
30. Rusia
3. Armenia
17. Jordania
31. Serbia
4. Bahrein
18. KazajistĂĄn
32. Eslovenia
5. Bielorusia
19. Kosovo
33. Corea del Sur
6. Bulgaria
20. LĂbano
34. SudĂĄn
7. Burkina Faso
21. Liberia
35. Togo
8. Chile
22. Macedonia
36. TurquĂa
9. Croacia
23. Madagascar
37. Uganda
10. Chipre
24. Mali
38. Ucrania
11. Yibuti
25. Malta
39. Uruguay
12. Filipinas
26. MĂŠxico
40. Venezuela
13. Georgia
27. Nicaragua
14. Ghana
28. NĂger
1. Los paĂses piloto fueron Bielorrusia, CanadĂĄ, Croacia, Estonia, Indonesia, MĂŠxico, Nueva Zelanda, PakistĂĄn, Rumania, SudĂĄfrica, Ucrania, Uruguay y Gales.
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
2. La lista puede haber cambiado ligeramente desde la publicaciĂłn conforme distintos por paĂses hayan sido agregados o eliminados durante el ciclo de implementaciĂłn. Cfr. www.civicus. org para un listado actualizado.
2. ENFOQUE DEL PROYECTO El enfoque actual del proyecto del ISC continĂşa nes y acciĂłn. AsĂ, el ISC no es exclusivamente una fuente de informaciĂłn y conocimiento, sino que intenta aplicar directamente el conocimiento generado para estimular estrategias que mejoren la efectividad y el papel de la sociedad civil. Con esto en mente, los cimientos metodolĂłgicos fundamentales del ISC son los siguientes: 3 Inclusividad: El ISC se esfuerza por incorporar una variedad de puntos de vista teĂłricos, asĂ como ser inclusivo en tĂŠrminos de indicadores, actores y procesos de la sociedad civil.
del ISC durante un taller regional de tres dĂas y, durante la implementaciĂłn, los socios son apoyados y asistidos por el equipo del ISC de CIVICUS. Networking: La naturaleza participativa de las distintas herramientas del ISC (ej. grupos de discusiĂłn, el ComitĂŠ Asesor, Talleres Nacionales) crea nuevos espacios donde actores muy diferentes pueden descubrir sinergias y forjar nuevas alianzas, tanto a nivel intra como intersectorial. Asimismo, algunos paĂses han participado en conferencias regionales para discutir los hallazgos del ISC en temas de la sociedad civil que trasciendan el ĂĄmbito nacional.
Universalidad: Como el ISC es un proyecto global, su metodologĂa busca integrar las variaciones nacionales en el contexto, sin dejar de resaltar los conceptos utilizados en cada marco de referencia.
Cambio: La meta del ISC es generar informaciĂłn que sea de uso prĂĄctico a los especialistas y participantes de la sociedad civil. AsĂ, el ~ Y sociedad civil que pueden ser mejorados y generar informaciĂłn relevante para tal objetivo.
Comparabilidad: Si bien el ISC no busca â&#x20AC;&#x153;jerarquizarâ&#x20AC;? a la sociedad civil de los paĂses a partir de una Ăşnica medida resumen, el proyecto permite establecer distintas comparaciones tanto entre paĂses como regiones dentro de una fase de implementaciĂłn del ISC y/o entre fases.
Con los fundamentos reciĂŠn mencionados, la metodologĂa del ISC usa una combinaciĂłn de participativos para generar una evaluaciĂłn del estado de la sociedad civil a nivel nacional. El ISC mide las siguientes dimensiones fundamentales:
Versatilidad: El ISC estĂĄ diseĂąado para alcanzar un apropiado equilibrio entre comparabi implementaciĂłn del proyecto.
Compromiso CĂvico, $ en el que las personas participan de la sociedad civil;
DiĂĄlogo: Uno de los elementos clave del ISC es su enfoque participativo, involucrando a una alta diversidad de grupos de interĂŠs que colectivamente se apropian del proyecto y lo ejecutan al interior de sus respectivos paĂses. Desarrollo de Capacidades: Los participantes asociados ganan sustancial experiencia en investigaciĂłn, entrenamiento y facilitaciĂłn en la implementaciĂłn del ISC en el paĂs. Se les dota de un entrenamiento en la metodologĂa
Nivel de OrganizaciĂłn $ vel de desarrollo institucional de las OSC; PrĂĄctica de Valores $ en que la sociedad civil practica distintos valores clave; Impacto Percibido $ logrado por la sociedad civil en ĂĄreas clave, y Ambiente Externo, $ condiciones polĂticas, econĂłmicas y culturales dentro de las cuales se desarrolla la sociedad civil.
3. Para una explicaciĂłn mĂĄs detallada de los principios guĂa del ISC, vĂŠase Mati, Silva, et al., 2010.
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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22 LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
Figura 1: Dimensiones y subdimensiones del ISC Extensión de la participación social
Democracia en la toma de decisiones
Profundidad de la participación social
Regulaciones laborales Código de conducta y transparencia
PRÁCTICA DE VALORES
COMPROMISO CÍVICO
Diversidad de la participación social Extensión de la participación política
Estándares ambientales
Profundidad de la participación política
Percepción de valores en la sociedad civil en su conjunto
Diversidad de la participación política Respuesta a necesidades sociales (percepción interna)
ISC - CIVICUS Formalización institucional
Respuesta a necesidades sociales (percepción externa)
Infraestructura
Impacto social (percepción interna) Impacto social (percepción externa)
Comunicación sectorial PERCEPCIÓN DEL IMPACTO
NIVEL DE ORGANIZACIÓN Recursos humanos
Impacto en políticas públicas (percepción interna)
Recursos financieros y tecnológicos
Impacto en políticas públicas (percepción externa) AMBIENTE EXTERNO
Vinculos internacionales
Impacto de la sociedad civil en actitudes Contexto socio económico
Contexto socio político
Contexto socio cultural
Cada una de las dimensiones del ISC estĂĄ a su vez integrada por sub-dimensiones (28 en to Â&#x20AC;|Â $ puntuados en una escala de 0-100. Los valores mente a travĂŠs del Diamante de la Sociedad Civil (ver Figura 2 abajo), el cual es uno de los componentes esenciales y mĂĄs distintivos del proyecto del ISC.
3. IMPLEMENTACIĂ&#x201C;N DEL ISC Existen varias actividades clave involucradas en la implementaciĂłn del programa del ISC, las cuales se resumen a continuaciĂłn: Las herramientas principales de la implemetaciĂłn del ISC a nivel nacional incluyen: ¡ Dos reuniones del ComitĂŠ Asesor (CA) del proyecto: para adaptar al contexto local distintos aspectos metodolĂłgicos y operativos del proyecto (primera reuniĂłn) y para debatir y validar la informaciĂłn recolectada (segunda reuniĂłn).
El tamaĂąo del Diamante busca sintetizar el estado de la sociedad civil para un determinado paĂs, asĂ como dar indicios sobre las condiciones que apoyan o inhiben el desarrollo de ĂŠsta y sobre las consecuencias de las actividades de la sociedad civil en general. El contexto o ambiente estĂĄ representado visualmente por un cĂrculo alrededor de los ejes o aristas del Diamante de la Sociedad Civil, y se toma como un elemento externo pero crucial para com acciones para su desarrollo.
¡ Tres Encuestas: (1) Una encuesta a OSC, destinada a medir aspectos que hacen al nivel de desarrollo institucional de las OSC, al impacto de las OSC y a las relaciones con los otros sectores; (2) una encuesta a actores externos,
Figura 2: El Diamante del Ă?ndice de la Sociedad Civil CIVICUS COMPROMISO CĂ?VICO 100 80 72
60 40 48
20 PRĂ CTICA DE VALORES
62
0
53
NIVEL DE ORGANIZACIĂ&#x201C;N
46
PERCEPCIĂ&#x201C;N DEL IMPACTO
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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Figura 3: Instancias del proceso de implementaciĂłn del ISC 1
2
Llamado a expresiones de interĂŠs
Postulaciones y selecciĂłn
3
Pasos preliminares
B
5
Resumen de polĂticas
A Informe AnalĂtico de paĂs
MONITOREO Y EVALUACIĂ&#x201C;N
C
PRODUCTOS
4
Bases de datos de indicadores
6 7
11
10 Taller Nacional
2da. ReuniĂłn del ComitĂŠ Asesor
orientada a evaluar cĂłmo distintos sectores (Estado, medios de comunicaciĂłn, sector privado, donantes, academia) evalĂşan el impacto de la sociedad civil y las relaciones con las OSC y (3) una encuesta a la comunidad, orientada a medir los niveles de participaciĂłn ciudadana, de con otros aspectos. 4 ¡ Cinco Grupos de discusiĂłn regionales y temĂĄticos: orientados a debatir en profundidad distintos aspectos de interĂŠs (v. gr. la comunicaciĂłn entre OSC, la relaciĂłn 4. La Encuesta Comunitaria emplea como modelo la Encuesta Mundial de Valores (World Values Survey) y se aplica Ăşnicamente en los paĂses que no hayan sido incluidos en la Ăşltima onda de dicho estudio (2005-08). Argentina fue incluida en todas las ondas de la WVS desde 1984 en adelante, por lo que los datos respectivos se toman directamente de esta fuente. La encuesta a OSC se aplicĂł a 213 organizaciones de todo el paĂs, tanto en forma presencial como electrĂłnica y siguiendo una distribuciĂłn por tipo de organizaciĂłn y regiĂłn del paĂs. De las 213 encuestas realizadas, los porcentajes por regiĂłn fueron los siguientes: 55,6% para la regiĂłn centro, 13,8% para la regiĂłn NEA, 9,8% para el NOA, 9,2% para cuyo y 11,5% para la regiĂłn Patagonia. La encuesta a actores externos se aplicĂł (tambiĂŠn de forma presencial y electrĂłnica) a 73 personas con la siguiente distribuciĂłn por sectores: Estado: 32,9%; sector privado: 19,2%; academia: 21,9%; medios: 6,8%; donantes: 6,8%; otros/mixto: 12,3%.
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
9
8 Grupos focales regionales
Taller de capacitaciĂłn del ISC
CapacitaciĂłn del Equipo Nacional
ConformaciĂłn y 1ra. reuniĂł del ComitĂŠ Asesor
Encuestas a OSC, poblaciĂłn y Actores Externos
ciera, etc.) y a validar y ampliar la informaciĂłn cuantitativa recolectada. ¡ Cinco Estudios Especiales: Orientados a abordar con mayor profundidad aspectos considerados de particular importancia para la sociedad civil de cada paĂs y que $ [ Z tos con la informaciĂłn relevada en los indicadores. 5 5. Los temas seleccionados como estudios especiales fueron: (1) La cultura ciudadana y la desafecciĂłn polĂtica para la dimensiĂłn de ambiente; (2) El voluntariado en organizaciones de la sociedad civil para la dimensiĂłn de Compromiso cĂvico; (3) las redes de OSC para la dimensiĂłn de nivel de organizaciĂłn; (4) las prĂĄcticas de transparencia y rendiciĂłn de cuentas empleadas por las OSC para la dimensiĂłn de prĂĄctica de valores y (5) un estudio de caso de impacto en salud para la dimensiĂłn de impacto. Debe decirse, no obstante, que sĂłlo para las dimensiones de Ambiente y Compromiso CĂvico se realizaron investigaciones ad-hoc. Para el resto de los casos, se emplearon estudios ya realizados que se complementaron con entrevistas con sus autores y anĂĄlisis de bibliografĂa adicional. AsĂ, para el caso de las redes (Nivel de organizaciĂłn), se empleĂł un estudio existente (Berger, Jones, et al., 2008) en donde se analizan en profundidad los modelos de colaboraciĂłn de 16 redes; para PrĂĄctica de valores, se empleĂł informaciĂłn producto de la implementaciĂłn del Proyecto Dar Cuenta (GADIS, FundaciĂłn SES, et al., 2008) orientado a realizar un diagnĂłstico sobre la situaciĂłn de la transparencia y la rendiciĂłn de cuentas en las OSC; en tanto que para la dimensiĂłn de Impacto, se empleĂł informaciĂłn de un estudio de caso de incidencia en salud producido en alianza entre la FundaciĂłn Centro de Estudios InfectolĂłgicos y la empresa Pan American Energy.
¡ Un Taller Nacional: En donde se exponen los distintos resultados de la investigaciĂłn frente a alrededor de 100 representantes intersectoriales, se valida y trabaja colectivamente con la informaciĂłn sistematizada y se consensuan algunas lĂneas de acciĂłn para una Agenda EstratĂŠgica. Este Informe AnalĂtico de PaĂs es uno de los principales resultados del proceso de implementaciĂłn del ISC en Argentina, y presenta puntos destacados de la investigaciĂłn conducida, incluyendo tanto resĂşmenes de las fortalezas y debilidades de la sociedad civil como recomendaciones para su fortalecimiento.
4. LIMITACIONES DEL ESTUDIO Desde el Equipo de Nacional del ISC se considera que la implementaciĂłn del Ă?ndice Civi en torno a los dos objetivos bĂĄsicos que el proyecto se propone: por un lado ampliar el conocimiento sobre el estado de la sociedad civil en el paĂs, y por el otro propiciar la generaciĂłn de instancias de diĂĄlogo y formulaciĂłn de propuestas orientadas a su fortalecimiento. Aun asĂ, pueden seĂąalarse algunas limitaciones que hacen a caracterĂsticas inherentes del proyecto y otras relacionadas con la implementaciĂłn del mismo en el paĂs: Exhaustividad: Medir el â&#x20AC;&#x153;estado de la sociedad civilâ&#x20AC;? en un paĂs es un proceso que contempla evaluar innumerables aspectos, muchos de una gran complejidad intrĂnseca, * Y la comunicaciĂłn entre las OSC, el impacto de la sociedad civil en polĂticas pĂşblicas, el contexto sociopolĂtico, entre otros. Los distintos aspectos evaluados se organizan en 5 dimensiones, 28 subdimensiones y 67 indicadores, que sin embargo, en modo alguno agotan la totalidad de informaciĂłn relevante sobre los temas abordados. De la misma manera, aunque en el informe ocasionalmente se seĂąalan algunas diferencias por regiĂłn o tipo de OSC, el enfoque bĂĄsico del proyecto intenta evaluar a la sociedad civil como un todo, con lo cual, aunque se obtiene una visiĂłn general sobre la
sociedad civil de cada paĂs, se dejan de lado [ $ $ enfoque mĂĄs preciso y pormenorizado. Pertinencia/adecuaciĂłn: El ISC busca lograr un balance entre dos objetivos no siempre fĂĄciles de conciliar, a saber: (1) obtener informaciĂłn relevante para el paĂs sobre las distintas temĂĄticas involucradas, y (2) permitir una comparaciĂłn de los resultados a nivel internacional. El objetivo de la comparabilidad se lleva a cabo mediante una estructura estan Â&#x201A; $ adecuaciĂłn se realiza implementando instancias cualitativas (focus groups, consultas con el ComitĂŠ Asesor, Taller Nacional) que permiten validar y ampliar la informaciĂłn relevada en los indicadores. En estas diferentes actividades y fuera de ellas, el equipo de investigaciĂłn encontrĂł distintas objeciones sobre los criterios para medir algunos aspectos, las cuales seĂąalaban una falta de adecuaciĂłn al contexto local de ciertos indicadores. En torno a estas objeciones -inevitables en cierta medida dado que se trata tambiĂŠn de la primera implementaciĂłn de esta nueva metodologĂa del ISC- el equipo de investigaciĂłn intentĂł buscar informaciĂłn complementaria necesaria para sopesar en mejor medida cada aspecto en cuestiĂłn. Sin internacional de los resultados, siempre se empleĂł la informaciĂłn previamente estipulada en la metodologĂa original para la puntuaciĂłn de los indicadores. InterpretaciĂłn: La metodologĂa del ISC no implica una estandarizaciĂłn de los resultados de los indicadores, lo cual hace difĂcil a veces una comparaciĂłn directa de los puntajes. Dos indicadores del ISC (por ejemplo, el porcentaje de OSC que son miembros de una red y porcentaje de personas que realizan actividades de voluntariado en OSC sociales) pueden compartir un mismo puntaje sin que ĂŠste deba necesariamente ser evaluado de forma igualmente positiva o negativa. En este sentido, para una completa interpretaciĂłn de los valores es necesario tener en cuenta tanto aspectos contextuales particulares como las comparaciones con los resultados obtenidos en otros paĂses. En la medida en que se dis-
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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ponĂa de este tipo de informaciĂłn contextual y comparativa, la misma se presenta en este informe. Escala: Las distintas instancias que el proyecto ISC propone (encuestas, grupos focales, $ vel provincial o regional puedan ser relevadas y el impacto general del proyecto sea mayor. En la encuestas este proceso se vio facilitado a partir de la implementaciĂłn de un formato de encuesta â&#x20AC;&#x2DC;onlineâ&#x20AC;&#x2122;, que permitiĂł que cerca de la mitad de las encuestas realizadas sean de provincias de fuera de la regiĂłn centro. En cuanto a los grupos focales y el Taller Nacional, [ das se vio mĂĄs limitada. Menos de 1/6 de los participantes del Taller Nacional provenĂan del interior del paĂs, en tanto que se realizaron sĂłlo tres grupos focales fuera del Ă rea Metropolitana de Buenos Aires: 9 de Julio y La Plata (Provincia de Buenos Aires) y NeuquĂŠn, Capital de la provincia homĂłnima. En tĂŠrminos generales, y mĂĄs allĂĄ de las limitaciones mencionadas, se considera que el proyecto ISC presenta una oportunidad Ăşnica para la sociedad civil de los distintos paĂses en donde ĂŠste se implementa: tanto para relevar datos pertinentes sobre la sociedad civil local, como para propiciar instancias intersectoriales de debate, aprendizaje mutuo y formaciĂłn de propuestas para el mejoramiento de la sociedad civil. En el proceso de implementaciĂłn del ISC en Argentina, una gran cantidad de informaciĂłn ha podido ser relevada, mucha de la cual es de carĂĄcter inĂŠdito y que, pues-ta en el contexto de una evaluaciĂłn general sobre la sociedad civil, permite obtener una perspectiva global muchas veces ausente en inves < [ estudio de la sociedad civil y de las distintas [ prĂĄcticos, como el diseĂąo de polĂticas pĂşblicas e iniciativas relacionadas con el fortalecimiento de la participaciĂłn ciudadana, el fortalecimiento institucional de las OSC, la promociĂłn de instancias de diĂĄlogo intersectorial, entre otros temas.
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
CAPITULO ii La sociedad civil en Argentina
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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La sociedad civil en Argentina
En este capĂtulo se exponen y analizan algunos aspectos que hacen a la conformaciĂłn de la sociedad civil Argentina en su estado actual, tal como se la conceptualiza en este estudio. mĂĄs adelante, se hace un repaso por la historia de la sociedad civil argentina a travĂŠs de las relaciones actuales que los principales actores de la sociedad civil tienen entre sĂ y con otros sectores.
1. EL CONCEPTO DE SOCIEDAD CIVIL Â&#x192; Â&#x201A; nidos. En un sentido laxo, los antecedentes del concepto pueden rastrearse en la obra de algunos [ ^ < Y $ Â&#x201E; polĂticaâ&#x20AC;? (polis, koinonia politike, societas civilis) como un espacio en donde sociedad y Estado no se distinguen sino que mĂĄs bien se fusionan. En los inicios del iluminismo, contractualistas como Hobbes o Locke reintrodujeron el concepto indagando sobre el proceso de formaciĂłn del Estado y las relaciones entre ĂŠste y el resto de los habitantes. MĂĄs cerca en el tiempo, con la constituciĂłn de los Estados modernos y la expansiĂłn del capitalismo en Europa y AmĂŠrica, el concepto fue frecuentemente usado por pensadores como Ferguson, Hegel y Marx, quienes con distintos matices y enfoques buscaron analizar la relaciĂłn entre gobierno, sociedad, economĂa y vida privada, aunque en general asociando a la sociedad civil a alguno de estos otros campos. Posiblemente, la interpretaciĂłn actual mĂĄs difundida del concepto sea subsidiaria de la obra de pensadores como Montesquieu,Tocqueville o Gramsci, quienes intentaron analizar a la sociedad civil como una esfera al menos teĂłricamente diferenciable del Estado y la economĂa. Esta representaciĂłn moderna de la socie $ contraposiciĂłn a otros sectores o espacios, se aprecia tambiĂŠn en el uso de otros conceptos contemporĂĄneos asociados a la idea de sociedad civil, como el de â&#x20AC;&#x153;tercer sectorâ&#x20AC;? (por oposiciĂłn al Estado y al Mercado), el de sector â&#x20AC;&#x153;no gubernamentalâ&#x20AC;? (reconociendo el carĂĄcter â&#x20AC;&#x153;pĂşblicoâ&#x20AC;? de los intereses promovidos, pero marcando diferencias institucionales Â&#x192; Â&#x201E; Â&#x2020; (enfatizando el carĂĄcter â&#x20AC;&#x153;privadoâ&#x20AC;? o â&#x20AC;&#x153;autĂłnomoâ&#x20AC;? de la vinculaciĂłn, pero diferenciado las motivaciones Ăşltimas con las del mercado). \ de sociedad civil involucra asignarle escaso nes puede ser problemĂĄtico. Posiblemente por ciertos elementos normativos como que las organizaciones que integran la sociedad civil
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
Â&#x20AC;Â&#x2021; Â&#x201E; Â&#x2020; Â&#x20AC;Â&#x2C6; $ no estĂŠn orientadas a la â&#x20AC;&#x153;transmisiĂłn de un credo o culto religiosoâ&#x20AC;? o bien (3) que sean â&#x20AC;&#x153;ideolĂłgicamente independientes de los partidos polĂticosâ&#x20AC;? (GADIS, PNUD, BID, 2004). Sin 6 $ mĂşltiples organizaciones cuya pertenencia a la sociedad civil resulta difĂcil de establecer (ej.: ciertas agrupaciones polĂticas o religiosas; organizaciones de economĂa social, etc.) o bien $ pectos positivos de la sociedad civil. Â&#x2030; este trabajo intenta pues tener una perspectiva abarcativa del concepto descartando, en la medida de lo posible, todo tipo de apreciaciones normativas o subjetivas que obstaculicen tanto determinar quĂŠ actor forma parte de la sociedad civil, como detectar caracterĂsticas
no deseables dentro de la sociedad civil de un determinado paĂs (ej. la presencia de organizaciones que promuevan el racismo y la intolerancia, o que empleen mĂŠtodos violentos para impulsar sus objetivos, etc.). Â&#x192; de sociedad civil para este estudio parte de Y la cual fue debatida y adaptada por el Comi 6 < < Â&#x2030; entiende a la sociedad civil como: â&#x20AC;&#x153;El espacio fuera de la familia, el Estado y el mercado, que se construye mediante las acciones individuales y colectivas, y por organizaciones e instituciones, para hacer avanzar intereses comunes.â&#x20AC;?. Los li delo fueron aceptados por el ComitĂŠ Asesor de Argentina, que introdujo sin embargo cier Â&#x2030; a la sociedad civil como: â&#x20AC;&#x153;El espacio social diferenciado del Estado, del mercado y la familia, construido por organizaciones y acciones voluntariamente orientadas a consumar o promover intereses comunes.â&#x20AC;? 6
! "#$ & ' de â&#x20AC;&#x153;espacio socialâ&#x20AC;? para resaltar el sentido de interacciĂłn (cooperaciĂłn, competencia, etc.) entre los distintos actores e intereses comprendidos. (2) Se habla de acciones u organizaciones â&#x20AC;&#x153;voluntariamente orientadasâ&#x20AC;? para incluir Ăşnicamente instancias de participaciĂłn que fueran no coercitivas u obligatorias. Final * "+$ < = de incluir mejor a OSC en donde los objetivos que motivan la asociaciĂłn no sĂłlo se promueven a futuro (â&#x20AC;&#x153;hacer avanzar interesesâ&#x20AC;?) sino tambiĂŠn cuando se realizan en la propia interacciĂłn (por ejemplo en actividades recreativas).
Â&#x2030; original una serie de lineamientos fundamentales, que incluyen: a. Tener un alto nivel de generalidad para garantizar la aplicabilidad y comparabilidad internacionales del Ă?ndice. b. Pensar a la sociedad civil como un â&#x20AC;&#x153;espacioâ&#x20AC;? o â&#x20AC;&#x153;dimensiĂłn analĂticaâ&#x20AC;?, mĂĄs que como la mera sumatoria de organizaciones concretas que forman parte de ĂŠste. c. ^ como el espacio en donde se ejerce la participaciĂłn de los ciudadanos en la bĂşsqueda de â&#x20AC;&#x153;intereses comunesâ&#x20AC;?, los cuales no son necesariamente equiparables a intereses â&#x20AC;&#x153;socialmente positivosâ&#x20AC;? o de â&#x20AC;&#x153;bien pĂşblicoâ&#x20AC;?. d. Procurar la inclusiĂłn de un amplio rango de actores y prĂĄcticas (incluidas las individuales, como asistir a una marcha, escribir una carta de lectores, etc.), excediendo de esta manera el espacio de ONGs y organizaciones formalizadas. e. Concebir la posibilidad de que un mismo actor puede habitar distintas esferas dentro y fuera de la sociedad civil. 7
7. Respecto de este punto se debatieron los casos de las organizaciones polĂticas (incluidos los partidos), las organizaciones de economĂa social y las organizaciones religiosas, actores a los que que constituyen instituciones en donde se ejerce la â&#x20AC;&#x153;participaciĂłn ciudadana orientada a la bĂşsqueda de objetivos comunesâ&#x20AC;?. En la misma lĂnea, se tomaron otras dos decisiones: (1) excluir como actor de la sociedad civil a las empresas, aunque considerando que en ocasiones ĂŠstas actĂşan en la sociedad civil a travĂŠs de actividades no lucrativas como programas de voluntariado > ? "@$ H
" K ! Q $* por considerar que se trata de actividades motivadas principalmente por el lucro individual.
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Tabla 2: ! * Y
Asociaciones de afinidad no profesionales
Asociaciones u organizaciones ĂŠtnicas, tradicionalistas o de colectividades. Centros, asociaciones y grupos de jubilados / tercera edad Org. de intereses culturales y artĂsticos Org. deportivas y de recreaciĂłn Org. y grupos juveniles o estudiantiles Grupos de ayuda mutua Asociaciones de padres
Asociaciones de afinidad profesionales
Org. y colegios profesionales Sindicatos Org. y cĂĄmaras empresarias
Organizaciones de apoyo y promociĂłn
30
Asociaciones de apoyo a grupos marginados (Ej.: pobres, inmigrantes, refugiados) Asociaciones de servicio social y salud (Ej.: asociaciones de personas con discapacidad) Asoc. y cooperadoras de apoyo a una instituciĂłn educativa, de salud, cultural, etc. Org. de desarrollo (Ej.: ONG que trabajan en educaciĂłn, salud, servicios sociales, etc.) Org. de gĂŠnero y grupos de mujeres Org. de promociĂłn del medio ambiente y la sustentabilidad Org. de promociĂłn de derechos (Ej.: de acciĂłn cĂvica, derechos humanos, etc.) Org. orientadas a investigaciĂłn, diseminaciĂłn de informaciĂłn y capacitaciĂłn
Organizaciones de base territorial
Bibliotecas populares Asociaciones barriales populares Sociedades de fomento, comitĂŠs de vecinos Organizaciones de comunidades de pueblos originarios, indĂgenas, etc.
Redes
Redes, foros, ligas y federaciones de OSC
Fundaciones empresarias
Fundaciones empresarias familiares, de empresas y mixtas
Asociaciones de economĂa social
Asociaciones de Micro-crĂŠdito Cooperativas de servicios, de producciĂłn y otras Otras organizaciones de economĂa social
Organizaciones polĂticas
Organizaciones, movimientos, grupos o partidos polĂticos
Otras organizaciones
X
Mutuales de salud / de servicios fĂşnebres y otros Org. y grupos espirituales / religiosos
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
2. HISTORIA DE LA SOCIEDAD CIVIL
En esta secciĂłn se realiza una breve presentaciĂłn de la historia de la sociedad civil de Argentina. A travĂŠs del anĂĄlisis de distintos perĂodos se subrayarĂĄn especialmente las diversas formas institucionales con las que la sociedad civil fue adaptĂĄndose a las necesidades, dando respuesta a las demandas sociales emergentes, y las distintas interacciones que el sector mantuvo con el Estado y la sociedad en general. Las iniciativas asociativas del mĂĄs diverso tipo han sido una constante en la historia argentina. Los primeros antecedentes pueden detectarse incluso en el perĂodo colonial, aunque para esta etapa resulta problemĂĄtico hablar en tĂŠrminos de una sociedad civil independiente de otras vinculaciones preexistentes, sean ĂŠstas polĂticas, familiares o religiosas (Di Stefano, 2003; Thompson, 1994). En la etapa colonial, por ejemplo, se destacan numerosas cofradĂas y hermandades dependientes de distintas Ăłrdenes religiosas como jesuitas o franciscanos, las cuales brindaban variados servicios litĂşrgicos y caritativos (ej. Hermandad de la Caridad de Buenos Aires y CĂłrdoba, ArchicofradĂa del ? Y tanto antes como despuĂŠs de la RevoluciĂłn de Mayo de 1810, surgieron numerosas logias y sociedades patriĂłticas y literarias orientadas y polĂtica del paĂs (Sociedad PatriĂłtica y Literaria de 1811 y 1812; SalĂłn Literario: 1837). Por Ăşltimo, otro tipo de organizaciĂłn muy caracterĂstico estaba dado por las sociedades de cari te por mujeres de la ĂŠlite local en vinculaciĂłn tambiĂŠn con Ăłrdenes religiosas y con el propio Â&#x192; Â&#x20AC; Â&#x160; ] Â&#x2021;Â&#x2039;Â&#x2C6;=Â&#x152; dad FilantrĂłpica: 1828). Aun con antecedentes como los mencionados, serĂĄ reciĂŠn durante el perĂodo de 1850-1890 que la sociedad civil toma verdadero impulso como un espacio autĂłnomo, multiplicĂĄndose y [ Este crecimiento no resulta obviamente casual sino que deriva en cierta medida de dos procesos sociales de importancia: el inicio de los primeros movimientos migratorios de envergadura concomitantes a la expansiĂłn de la ac-
tividad econĂłmica orientada al mercado mundial, desde el punto de vista socioeconĂłmico, y Â&#x192; incorporaciĂłn de la provincia de Buenos Aires a la ConfederaciĂłn (1862) desde el punto de vista polĂtico. De forma paralela a los desafĂos que abren estos procesos, esta etapa evidencia un impulso asociativo sin precedentes que da lugar a la creaciĂłn de diversos tipos de organizaciones. Dentro del grupo de organizaciones mĂĄs caracterĂsticos de esta ĂŠpoca pueden mencionarse las asociaciones de inmigrantes o de colectividades, las sociedades de socorros % pitales y asilos, entre otras.8 TambiĂŠn entre las ĂŠlites este movimiento asociativo tuvo gran difusiĂłn a travĂŠs de clubes sociales (Ej. Club Del Progreso, fundado en 1852) y organizaciones de representaciĂłn de intereses como la Sociedad Rural (1866) y la UniĂłn Industrial Argentina (1887). AdemĂĄs del impulso creado por las nuevas necesidades abiertas en esta etapa (combatir el desarraigo y atender las necesidades de los migrantes recientes; representar intereses corporativos o profesionales en una economĂa en crecimiento, etc.), esta explosiĂłn del asociativismo es concebida como parte de una verdadera â&#x20AC;&#x153;propuesta civilizatoriaâ&#x20AC;?, visiĂłn que es compartida desde prĂĄcticamente todos los sectores, incluyendo las ĂŠlites y el Estado. La etapa de 1890-1920 puede caracterizarse como una de continuaciĂłn y profundizaciĂłn de varios de los procesos iniciados en el perĂodo anterior, incluyendo la expansiĂłn del Â&#x2030; Â&#x201A; migratorio y un marcado crecimiento econĂł $ la etapa ya contaba con un importante nivel de
8. Las organizaciones de socorros mutuos, cuyo objetivo consistĂa en reunir fondos para asistir a sus miembros o familiares en casos de enfermedad, desempleo, invalidez, muerte, etc., se constituyeron en una forma asociativa arquetĂpica para la ĂŠpoca, experimentando un fenomenal crecimiento. El nĂşmero de organizaciones de este tipo pasĂł de cerca de 100 hacia 1880, a alrededor de 1200 en 1914 (GADIS y FundaciĂłn Ford, 2003). En este mismo aĂąo, segĂşn cifras del Censo Nacional, el nĂşmero de socios en estas entidades superaba el medio millĂłn de personas. Entre los ejemplos mĂĄs salientes de organizaciones creadas a principios de esta etapa, pueden mencionarse: la Unione e Benevolenza (1858) y la AsociaciĂłn EspaĂąola de Socorros Mutuos (1857).
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complejidad. Asimismo, la organizaciĂłn de los actores de la sociedad civil y el marcado au $ en esta etapa plantearĂan nuevos desafĂos a un Â&#x192; $ agro-exportadora en lo econĂłmico, presenciĂł la transiciĂłn polĂtica desde un modelo polĂtico conservador-oligĂĄrquico a uno mĂĄs democrĂĄtico y popular con la presidencia de Yrigoyen (Botana, 1986; Rock, 1992). Esta ampliaciĂłn del proceso electoral se dio junto con otras estrategias mediante las cuales el Estado extenderĂa sus ĂĄreas de intervenciĂłn social, algo que se advierte en las polĂticas de salud, educaciĂłn y control migratorio, en la creciente mediaciĂłn Â&#x192; cas ocasiones, en la violenta represiĂłn de algunos movimientos de protesta. En el campo de la sociedad civil la etapa mos Â&#x201A; creciente complejizaciĂłn de la estructura social. A nivel polĂtico, un notable incremento en el nĂşmero de huelgas y la presencia de varios levantamientos civiles (ej.: 1890, 1905) seĂąalaban las demandas de los nuevos sectores para una democratizaciĂłn del rĂŠgimen polĂtico y la obtenciĂłn de distintas mejoras laborales y sociales. Dos importantes partidos polĂticos nacionales se crearon en esta etapa (la UCR en 1891, el Partido Socialista en 1894), los cuales desarrollaron ademĂĄs una intensa actividad a nivel local a travĂŠs de comitĂŠs. En el mundo del trabajo, la expresiĂłn de los intereses de una clase obrera en crecimiento fue asumida por sociedades gremiales y de resistencia que al principio de esta etapa estuvieron dominadas por socialistas y anarquistas. Decenas, si no centenares, de organizaciones de este tipo se fundaron en el paĂs, muchas de las cuales se asociaron tambiĂŠn en federaciones de alcance nacional, como la FORA (1901) y la UGT (1903). 9 El crecimiento de las clases medias urbanas, por su parte, se manifestĂł en la creaciĂłn de dad tanto de profesionales (Centro Nacional de Ingenieros: 1895; Colegio de Abogados de Buenos Aires: 1913, etc.) como de estudiantes
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(FUBA: 1908). Asimismo, tuvieron una notable expansiĂłn las organizaciones relacionadas con el tiempo libre, como las culturales o artĂsticas y especialmente las deportivas, que vieron la fundaciĂłn de innumerables clubes, incluidos muchos de los mĂĄs reconocidos de hoy en dĂa (River Plate: 1901; Racing Club: 1903; Boca Juniors: 1905; Independiente: 1905). Finalmente, la elite presenciĂł la consolidaciĂłn de la Sociedad Rural y de la UIA como entidades representantes de los intereses de los sectores mĂĄs poderosos del campo y la industria, aunque, en el caso del campo, surgieron tambiĂŠn varias organizaciones de productores mĂĄs pequeĂąos, siendo el caso mĂĄs notable el de la FederaciĂłn Agraria Argentina (1912). El perĂodo que transcurre entre 1920 y 1945 puede caracterizarse en muchos sentidos como de maduraciĂłn y consolidaciĂłn de Â&#x2030; Â&#x201A; (por medio de la industrializaciĂłn por sustituciĂłn de importaciones), la consolidaciĂłn de ciertos roles del Estado y la naturalizaciĂłn de la poblaciĂłn migrante, entre otros procesos, fueron conformando una sociedad predomi $ asentarse y que contaba con amplias expectativas de ascenso social. Se tratĂł, sin embargo, Jalonada a nivel internacional por la Primera Guerra Mundial, la RevoluciĂłn Rusa, el ascenso del fascismo y la crisis de 1930, transcurrieron en ella serios cuestionamientos al modelo de sociedad que Argentina venĂa asumiendo, los cuales se manifestarĂan tanto a nivel polĂtico, con el primer Golpe de Estado en 1930, como a nivel de la sociedad civil, con el surgimiento de grupos de prĂŠdica nacionalista y fascista (Buchrucker, 1987). 10 9. Con la presidencia de Yrigoyen, algunas de las organizaciones mĂĄs poderosas dentro del sindicalismo como la que organizaba a los ferrocarriles (La Fraternidad: 1887) o la de los obreros marĂtimos (FOM: 1910) entrarĂan en negociaciones con el gobierno, algo inĂŠdito hasta entonces, al tiempo que las tendencias anarquistas perderĂan el impulso de otros aĂąos. 10. La llamada Liga PatriĂłtica (1919), que alcanzĂł su apogeo durante la dĂŠcada del 20, fue una de las primeras y mĂĄs importantes de estas organizaciones. Sus actividades abarcaron desde el lobby hasta la formaciĂłn de rompehuelgas y de grupos civiles para-policiales con los cuales reprimieron movimientos de pro-
En cuanto a las caracterĂsticas que asume la sociedad civil en este perĂodo, LuĂs Alberto Romero (2003) menciona tres procesos fundamentales: En primer lugar, tuvo lugar un marcado retroceso de las asociaciones mutualistas de origen ĂŠtnico, producto de la elevaciĂłn de los costos de los servicios prestados y de la asunciĂłn, por parte del Estado, de algunas tareas de regulaciĂłn y prestaciĂłn de servicios de salud pĂşblica.11 En segundo lugar, se produjo en esta etapa un crecimiento exponencial de las organizaciones de base territorial. Conforme se iba acrecentando la urbanizaciĂłn en nuevos barrios, ciudades y pueblos, se constituĂan en ellos todo tipo de asociaciones locales orientadas tanto al mejoramiento edilicio y la provisiĂłn de servicios, como a la creaciĂłn de espacios de sociabilidad y esparcimiento. Forman parte de este grupo de organizaciones las cooperadoras escolares y hospitalarias, las bibliotecas populares, las parroquias, los centros culturales, los â&#x20AC;&#x153;clubes sociales y deportivosâ&#x20AC;? y -posiblemente como caso mĂĄs paradigmĂĄtico- las llamadas â&#x20AC;&#x153;sociedades de fomentoâ&#x20AC;?, las cuales establecerĂan distintas relaciones con la polĂtica a nivel local y se convertirĂan en verdaderas escuelas de dirigentes (Privitellio y Romero, 2005). Finalmente, en tercer lugar, se iba a producir en el movimiento obrero un sindicalistas por sobre las confrontativas (Del Campo, 1983; Matsushita, 1987), proceso que tendrĂĄ importantes derivaciones en el surgimiento del peronismo. Otros sucesos de importancia en esta ĂŠpoca fueron: en relaciĂłn con las entidades patronales, la fundaciĂłn de la CARBAP (1932), como entidad representante de los intereses rurales menos concentrados, y el crecimiento de la actividad de la UIA instalando un discurso testa. Esta organizaciĂłn, que se encuentra entre las mĂĄs intolerantes surgidas en el espacio de la sociedad civil argentina, supo contar, en su momento de mayor auge, con adhesiones en el congreso, el poder judicial, la prensa conservadora y las fuerzas policiales. 11. Una excepciĂłn al respecto lo constituyen las organizaciones de la comunidad judĂa, pues a la par que aumentaba el nĂşmero de inmigrantes de este origen, sus organizaciones experimentaban una creciente integraciĂłn. Dos acontecimientos relevantes al respecto son la fundaciĂłn de la DAIA, en 1935 y la construcciĂłn de la sede de la AMIA, en 1945
industrialista. En otro ĂĄmbito, un modelo asociativo que alcanzĂł cierta importancia fue el cooperativismo, movimiento sumamente heterogĂŠneo y de difĂcil caracterizaciĂłn, que incluĂa empresas cooperativas, cooperativas de crĂŠdito, agrarias, de consumidores, de provisiĂłn de servicios pĂşblicos (electricidad, telĂŠfono, agua), etc. y que tambiĂŠn puede enmarcarse en el proceso de nueva urbanizaciĂłn anteriormente mencionado. Finalmente, un Ăşltimo punto que merece ser destacado es el crecimiento de las organizaciones catĂłlicas, quienes, animadas por diferentes motivaciones crearon un conjunto muy diverso de asociaciones, y lograron posicionar a la Iglesia CatĂłlica como un actor Â&#x20AC;Â&#x2018; Â&#x2021;Â&#x2019;Â&#x2019;|Â&#x152; X macci, 1992). 12 Entre 1945 y 1955 la Argentina atravesĂł por profundos cambios sociales, polĂticos y econĂłmicos que seĂąalaron el paso hacia una sociedad de masas crecientemente industrializada. La sustituciĂłn de importaciones y la ampliaciĂłn de las intervenciones estatales, ambas iniciadas durante la Primera Guerra Mundial y fortalecidas despuĂŠs de la crisis de 1930, iban a tener un nuevo impulso en esta etapa, marcada Â&#x201C; \ PerĂłn como lĂder carismĂĄtico. Un contexto econĂłmico favorable y un decidido intento ciales derivaron en la formulaciĂłn de estrategias que iban a permitir incorporar a la clase trabajadora al juego polĂtico y al mundo del consumo. Estas estrategias, que enfatizaban en la concertaciĂłn corporativa de intereses, en la % mente las formas de intervenciĂłn estatal y la relaciĂłn entre la sociedad y Estado. Por una parte, el Estado se convirtiĂł en el foco casi excluyente en donde dirimir o resolver intereses
12. Entre las iniciativas de este tipo que pueden mencionarse se encuentran los Cursos de Cultura CatĂłlica (1922), la AcciĂłn CatĂłlica Argentina (1931), la revista Criterio (1928), la creaciĂłn del clero castrense (1923) y el surgimiento de organizaciones catĂłlicas de profesionales (abogados, mĂŠdicos, economistas, arquitectos, etc.). La principal muestra de ĂŠxito de este proceso tuvo lugar en el Congreso EucarĂstico Nacional (1934), que convocĂł a centenares de miles de personas que participaron en los diferentes actos pĂşblicos, un fenĂłmeno impensado unas dĂŠcadas atrĂĄs.
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vehiculizados â&#x20AC;&#x201C;se suponĂaâ&#x20AC;&#x201C; a travĂŠs de grandes organizaciones corporativas; por el otro, para el conjunto de los actores sociales, el peronismo irrumpiĂł como un fenĂłmeno social frente al cual no podĂa dejar de tomarse partido, desarrollĂĄndose un marcado aumento de la participaciĂłn polĂtica, pero tambiĂŠn profundas divisiones y enfrentamientos entre los actores sociales (Gaggero, 1997). Â&#x192;
miento de la sociedad civil durante esta ĂŠpoca se dio en organizaciones de representaciĂłn de intereses corporativos o en aquellas de de Â&#x192; alentĂł este proceso favoreciendo la creaciĂłn de una suerte de â&#x20AC;&#x153;sociedad civil paralelaâ&#x20AC;? (o de una â&#x20AC;&#x153;sociedad polĂticaâ&#x20AC;?, Cfr: Acha, 2004, o de una â&#x20AC;&#x153;comunidad organizadaâ&#x20AC;?, en el lenguaje del propio peronismo) en donde los lĂmites con el Estado y el propio gobierno se volvĂan difĂciles de establecer. Este proceso involucrĂł tanto la creaciĂłn de nuevas organizaciones como la al proyecto peronista. 13 Sin duda, entre las organizaciones que experimentaron un mayor crecimiento en esta ĂŠpoca debe mencionarse el caso de los sindicatos, quienes organizados en torno a la central CGT conformaron uno de los principales pilares de apoyo polĂtico del peronismo. Estas organiza y asumieron una multiplicidad de nuevas atri lectivas de alcance nacional, proveer servicios de salud, esparcimiento y turismo social, entre otras. El modelo que los regĂa, sin embargo, se organizaba a travĂŠs de una estructura piramidal que por medio de distintos mecanismos (sindicalizaciĂłn Ăşnica por rama de actividad, sub-representaciĂłn de minorĂas, otorgamiento cato a una central con control sobre los fondos y facultades de intervenciĂłn, etc.) dejaban en la central CGT y en el propio gobierno el 13. Entre las nuevas organizaciones, uno de los ejemplos mĂĄs paradigmĂĄticos es el de la FundaciĂłn Eva PerĂłn, que incrementarĂĄ de forma exponencial el monto de ayuda social, desplazan
X locales y otorgando a Eva PerĂłn una gran visibilidad pĂşblica y protagonismo polĂtico.
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control del sistema (Doyon, 1984)14. El Partido Justicialista es, junto con el sindicalismo peronista organizado en torno a la CGT, el actor institucional de mayor trascendencia histĂłrica que surge en esta etapa. Dentro de su estructura partidaria, emergen dos nuevos nucleamientos que merecen destacarse: por un lado la creaciĂłn de la llamada Rama Femenina, que intentĂł organizar la participaciĂłn de la mujer, recientemente incorporada a la polĂtica con la instauraciĂłn del voto femenino en 1947, y por el otro las llamadas Unidades BĂĄsicas (masculinas y femeninas), que organizaron la militancia polĂtica peronista a nivel local, al tiempo que gestionaron diversas demandas y necesidades de la poblaciĂłn. 15 En el desarrollo de muchas de sus actividades, las unidades bĂĄsicas compartĂan una misma ĂĄrea de actuaciĂłn con un sinnĂşmero de organizaciones territoriales existentes, como bibliotecas populares, clubes deportivos y sociedades de fomento, con las cuales el peronismo desarrollĂł distintas vinculaciones institucionales atravesadas alternativamente por la tensiĂłn y la colaboraciĂłn. El propio gobierno alentĂł la vinculaciĂłn con estas organizaciones, apoyando especialmente a las deportivas, por ejemplo en el contexto de los masivos torneos de fĂştbol â&#x20AC;&#x153;Evitaâ&#x20AC;?. Sin embargo, particularmente con el segundo gobierno (1952-55), las relaciones entre el peronismo y muchas organizaciones preexistentes se iban a volver especialmente tensas conforme el gobierno -crecientemente amenazado polĂticamentebuscarĂĄ lograr el apoyo explĂcito de distintas organizaciones territoriales y de representaciĂłn de intereses (Privitellio y Romero, 2005; Marcilese, 2009; Marcilese, 2003; Acha, 2008). Por fuera de los casos mencionados vincula14. Con un modelo similar al de los sindicatos obreros, aunque con un nivel de ĂŠxito mucho menor, el peronismo buscĂł crear organizaciones de representaciĂłn de otros grupos, agrupĂĄndolas a su vez en confederaciones de empresarios, universitarios y profesionales (Marcilese, 2003; Romero, 2003). 15. Especialmente entre las unidades bĂĄsicas de la rama femenina, se brindaba a sus participantes una diversa serie de servicios, que complementaban a las actividades propiamente polĂticas. Ă&#x2030;stos incluĂan cursos de capacitaciĂłn y apoyo escolar, prestamos de libros, actividades recreativas, de guarderĂa, entre otras. (Privitellio y Romero, 2005).
dos al peronismo, el resto de las organizaciones de la sociedad civil argentina mostraron en esta etapa una capacidad de innovaciĂłn limitada. Una excepciĂłn al respecto puede en tipo cultural, que aunque en algunos casos se iniciaron en la etapa anterior, mostraron un incremento de sus actividades durante la dĂŠcada 1945-1955. Dentro de estas organizaciones se destacan la Sociedad Argentina de Escritores (1928), las revistas Sur (1931), Realidad (1947) y Contorno (1953), el Colegio Libre de Estudios Superiores (1930), varios teatros independientes nucleados alrededor del Teatro del Pueblo (1930) y algunas asociaciones en el campo musical, como el Collegium Musicum (1946) y el Mozarteum Argentino (1944). La etapa 1955-1976 fue una de las mĂĄs convulsionadas y complejas de la historia argentina. Signada por la proscripciĂłn del peronismo hasta 1973, abierta y cerrada con golpes de estado, la etapa estuvo marcada por un intento fallido tras otro por parte de diversos actores por recrear el paĂs sobre nuevas bases. Sin embargo, ninguno de estos grandes actores (entre los que se destacan el sindicalismo, las fuerzas armadas, el agro, el capital extranjero, y, despuĂŠs de 1969, la llamada â&#x20AC;&#x153;nueva izquierdaâ&#x20AC;?) pudo contar, segĂşn la conocida tesis de Juan Carlos Portantiero (1977) del â&#x20AC;&#x153;empate % Â&#x2020; legitimidad para desarrollar de forma acabada su proyecto; pese a ello, cada uno mantendrĂa tar los intentos de los otros, produciĂŠndose asĂ una situaciĂłn de â&#x20AC;&#x153;suma ceroâ&#x20AC;? que, a nivel Â&#x201A; cia de ciclos de crecimiento y estancamiento (Oâ&#x20AC;&#x2122;Donnell, 1977; Pucciarelli, 1997). En este contexto dominado por grandes actores pugnando por acceder al poder, el mayor protagonismo quedĂł en manos de organizaciones de tipo polĂtico y econĂłmico; no obstante, tambiĂŠn en el resto de las organizaciones de la Dentro de las organizaciones de tipo polĂtico, el sindicalismo fue sin duda uno de los principales protagonistas, pese a los intentos de dis Y
el peronismo proscripto, este actor mantuvo una doble representaciĂłn gremial y polĂtica de los trabajadores, aunque experimentĂł tambiĂŠn importantes tensiones internas (James, 1990). En efecto, despuĂŠs de las medidas mĂĄs represivas implementadas por el rĂŠgimen de facto (1955-1958) y al hacerse cada vez mĂĄs evidente que â&#x20AC;&#x153;desperonizarâ&#x20AC;? al movimiento obrero resultaba prĂĄcticamente imposible, los aĂąos de los sindicatos como gigantescas maquinarias de presiĂłn polĂtica para los gobiernos y rando su rol como representantes gremiales e incluso ampliĂĄndolo en lo referente a las prestaciones de salud (Romero, 2003). Dentro del terreno polĂtico, sin embargo, el fenĂłmeno mĂĄs original de la ĂŠpoca estarĂa dado en realidad por movimientos creados por oposiciĂłn al sindicalismo tradicional. Con el llamado â&#x20AC;&#x153;Cordobazoâ&#x20AC;? (movimiento de protesta iniciado en la Provincia de CĂłrdoba en mayo de 1969) se abre un proceso de creciente politizaciĂłn social que incluso iba a extenderse a sectores que hasta el momento habĂan tenido una limitada participaciĂłn polĂtica. Formaban parte de este nuevo universo movimientos tan diversos como un nuevo tipo de sindicalismo clasista, distintas tendencias de izquierda dentro del peronismo, las ligas agrarias del interior, el movimiento de sacerdotes para el tercer mundo, y varios grupos armados de izquierda (cfr.: Gillespie, 1987; MartĂn, 1992; James, 1990; Pozzi, 2000; CaparrĂłs y Anguita, Â&#x2C6;}}Â < $ 6 de estos grupos diferĂan considerablemente, en cada uno se observa una compartida crĂtica a las formas existentes de asociaciĂłn y participaciĂłn (Tortti, 2000), emergiendo asĂ nuevas alternativas que incluĂan desde la militancia de base en barrios pobres y â&#x20AC;&#x153;villas miseriaâ&#x20AC;? hasta la lucha armada. 16 16. Aunque uno de los principales actores en disputa con este movimiento se encontraba en el sindicalismo tradicional, la presiĂłn ejercida por ambos actores -â&#x20AC;&#x153;nueva izquierdaâ&#x20AC;? y sindicalismo peronista- fue un factor fundamental en la vuelta de PerĂłn al paĂs en 1973. A su llegada, sin embargo, PerĂłn tomĂł partido por el sindicalismo tradicional y en muchos casos hostigĂł a actores dentro de la nueva izquierda, quienes tambiĂŠn eran perseguidos por una organizaciĂłn parapolicial de la sociedad civil de ultraderecha con fuertes vinculaciones con el Estado: la â&#x20AC;&#x153;Triple Aâ&#x20AC;? (Alianza Anticomunista Argentina; Cfr.: GonzĂĄlez Janzen, 1986).
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A medio camino entre los actores eminentemente polĂticos y los actores sociales tradicionales, otro fenĂłmeno de importancia en la ĂŠpoca es el desarrollo del fomentismo, que tomĂł particular impulso con los nuevos asentamientos creados en los segundos y terceros cordones suburbanos y en las â&#x20AC;&#x153;villas miseriaâ&#x20AC;? de las grandes ciudades. Las actividades mĂĄs frecuentes de estas organizaciones se centraban en aspectos prĂĄcticos, como la gestiĂłn ante las autoridades para la legalizaciĂłn de las ocupaciones y la provisiĂłn de servicios pĂşblicos, o la construcciĂłn de ciertas instalaciones clave, como la sala de primeros auxilios y la guarderĂa. Igualmente, buena parte del fomentismo de este perĂodo mantuvo tambiĂŠn vinculaciones con distintos actores dentro del espacio de la nueva izquierda, como â&#x20AC;&#x153;curas villerosâ&#x20AC;? y militantes de organizaciones como la Juventud Peronista. Tal como se mencionĂł, el resto de los actores sociales de la sociedad civil mostrĂł en esta etapa un menor protagonismo, aunque no una menor capacidad de innovaciĂłn. La misma se manifestĂł especialmente en los terrenos artĂs
de numerosas organizaciones de desarrollo y centros de investigaciĂłn. Respecto del cooperativismo, el crecimiento de ĂŠste fue notable, registrando hacia 1976 unas 4800 organizaciones y casi siete millones de asociados, consumidores o usuarios (Romero, 2003). En funciĂłn de un constante trabajo de integraciĂłn, muchas de estas organizaciones, entre las que pueden destacarse la cooperativa lĂĄctea Sancor, la red de tiendas El Hogar Obrero y el banco Credicoop, pudieron en esta etapa ser capaces de competir con ĂŠxito en el mercado. Â&#x2030; y tecnolĂłgico tambiĂŠn ganĂł gran impulso ge17. A nivel estatal, se observa la creaciĂłn de varios organismos, entre los que se destacan el Consejo Nacional de Investigaciones ? [\ ] ^_` [*
#{|}> ` Nacional de TecnologĂa Industrial / INTI (1957); el Instituto Nacional de TecnologĂa Agropecuaria / INTA (1956); la ComisiĂłn Nacional de EnergĂa AtĂłmica / CNEA (1950) y la Universidad [ _ ] [_ "#{|{$ ~ \ que experimentaron las Universidades Nacionales, sin embargo, se cortarĂa abruptamente con el Golpe de Estado de 1966.
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nerando iniciativas tanto en la sociedad civil como en el Estado.17 Se crearon en esta etapa importantes centros de investigaciĂłn como el Instituto de Investigaciones BioquĂmicas de la FundaciĂłn Campomar (dirigido por el premio Nobel en quĂmica LuĂs Federico Leloir) y varias fundaciones empresarias que tenĂan (FundaciĂłn Bunge y Born: 1963; FundaciĂłn Alberto J. Roemmers: 1975).18 MĂĄs ligado al terreno social, uno de los procesos mĂĄs importantes en esta etapa fue la creaciĂłn de numerosas organizaciones no gubernamentales de desarrollo (ONGD) y centros de estudio e investigaciĂłn en ciencias sociales, que impulsaron nuevas concepciones del desarrollo local y metodologĂas de intervenciĂłn comunitarias. Entre estas Ăşltimas organizaciones pueden mencionarse los casos de los institutos IDES (1960), IADE (1961), INCUPO (1970), INDES (1974) y CEDES (1975), o las fundaciones Ba % Â&#x20AC;Â&#x2021;Â&#x2019;|= Â&#x201D;_"\<^<Â&#x2018; Â&#x20AC;Â&#x2021;Â&#x2019;Â = ^ ciĂłn Humana (1973). En el terreno artĂstico, las formas institucionales creadas anteriormente (teatros independientes, galerĂas de arte, sociedades musicales, etc.) se orientaron mayormente hacia la experimentaciĂłn con tendencias de vanguardia. En este campo, uno de los principales protagonistas fue el Instituto Di Tella (1958) con sus tres centros: Artes Visuales, ExperimentaciĂłn Audiovisual y Estudios Musicales. Al igual que ganizaciones de desarrollo, el campo artĂstico generĂł importantes vĂnculos con el exterior
Finalmente, en el terreno de las iniciativas de asistencia social, uno de los hechos mĂĄs importantes fue la fundaciĂłn en 1956 de CĂĄritas Argentina, organizaciĂłn destinada a animar y coordinar la obra social y caritativa de la Iglesia. Asimismo, desde el aĂąo 1970, la ComisiĂłn Episcopal de Ayuda a las Regiones mĂĄs Necesitadas realiza la Colecta Nacional MĂĄs por Menos, una de las iniciativas de mayor notoriedad 18. Aunque el sector de las fundaciones empresarias continĂşo siendo reducido, se crearon entre 1955 y 1976 varias organizaciones de este tipo, como las fundaciones Acindar (1962), Amalia Lacroze de Fortabat (1971) y Navarro Viola (1973).
en tĂŠrminos de movilizaciĂłn de recursos caritativos. El gobierno dictatorial del perĂodo 19761983 marca en muchos sentidos un antes y un despuĂŠs en la historia social argentina. Desde el punto de vista econĂłmico, la etapa inicia un proceso de libreralizaciĂłn econĂłmica y desarticulaciĂłn del Estado de bienestar el cual tendrĂĄ repercusiones en el surgimiento de distintas problemĂĄticas sociales (desindustrializaciĂłn, aumento de la desocupaciĂłn, pobreza estructural, etc.). Desde el punto de vista polĂtico, el horror de las acciones represivas cometidas por la dictadura generarĂĄ entre la poblaciĂłn una revalorizaciĂłn de la democracia que en parte explica un perĂodo ininterrumpido de casi 30 aĂąos de gobiernos democrĂĄticos, algo ausente en la historia argentina desde antes del primer golpe de estado en 1930. El llamado â&#x20AC;&#x153;Proceso de ReorganizaciĂłn Nacionalâ&#x20AC;?, tĂtulo que la dictadura se da a sĂ misma, se inicia con una parte de la opiniĂłn pĂşblica y de la sociedad civil que le brinda su apoyo, saturados por el nivel de violencia polĂtica y por el de la etapa anterior. El programa que el Proceso iba a implementar, sin embargo, diferirĂa del realizado por todos los golpes de estado anteriores. A las ya acostumbradas censura, intervenciĂłn de organizaciones y persecuciĂłn polĂtica que seguĂan a cada golpe militar, se agregarĂa ahora en una escala nunca vista la aplicaciĂłn del Terrorismo de Estado, caracterizado por la prĂĄctica sistemĂĄtica de secuestros, torturas, y asesinatos de miles de personas (CONADEP, 1997)19. Adicionalmente, el rĂŠ tancialmente la estructura social y econĂłmica del paĂs, atacando especialmente el modelo de sustituciĂłn de importaciones y el poder de los sindicatos. Este intento de liberalizaciĂłn de la economĂa culminĂł en la apariciĂłn de problemĂĄticas como la desindustrializaciĂłn, el endeu19. La ComisiĂłn Nacional sobre la DesapariciĂłn de Personas (CONADEP) documentĂł 8.960 casos de â&#x20AC;&#x153;personas que continĂşan en situaciĂłn de desapariciĂłn forzosaâ&#x20AC;? en tanto que estima que un nĂşmero importante de casos no fueron denunciados por distintos motivos. El nĂşmero de asesinatos polĂticos segĂşn la mayorĂa de las organizaciones dedicadas a temas de Derechos Humanos es de 30.000.
damiento externo, la concentraciĂłn del ingre las cuales iban a constituir una herencia difĂcil de afrontar por los distintos gobiernos democrĂĄticos que sucedieron al Proceso. (Gerchunoff y Llach, 2003; Rapoport, 2005) En cuanto al desarrollo de la sociedad civil, no sorprendentemente esta etapa serĂĄ de casi total parĂĄlisis. En un contexto de represiĂłn generalizada, la mayor parte del sector fue ganada por el miedo y, pese a la existencia de algunos aislados intentos de oposiciĂłn al rĂŠgimen militar, es reciĂŠn en los primeros aĂąos de la dĂŠcada de 1980 (especialmente tras la derrota de la Guerra de las Malvinas en 1982), que un movimiento opositor comienza a tomar fuerza. Una notable excepciĂłn a esta regla lo constituyen las organizaciones de Derechos Humanos, muchas de las cuales fueron creadas en plena dictadura, como Madres de Plaza de Mayo o Abuelas de Plaza de Mayo (1977). Estas organizaciones de familiares de desaparecidos fueron apoyadas a su vez por otras de tipo tĂŠcnico-legal, como el CELS (1979), por organizaciones multisectoriales, como la APDH (1975) y por otras en las que las iglesias tenĂan algĂşn lugar preponderante, como el MEDH (1976) o el SERPAJ (1974), liderado por Adolfo PĂŠrez Esquivel, Premio Nobel de la Paz en 1980. Asimismo, y a pesar de las enormes limitaciones del momento, algunas organizaciones de desarrollo creadas en la etapa anterior mantuvieron parte de su dinamismo y fueron el refugio para continuar realizando acciones innovadoras de intervenciĂłn social y promociĂłn humana durante esta etapa. Por fuera de las ONGD y de las organizaciones de derechos humanos, especialmente % resurgimiento el vecinalismo y las organizaciones territoriales (Moreno, 2003; GarcĂa Delgado y Silva, 1989). Al respecto, dos iniciativas resultaron relevantes. En primer lugar, la creaciĂłn de mĂşltiples organizaciones y redes tas necesidades de personas que, desplazadas por las polĂticas econĂłmicas de la dictadura, fueron ocupando terrenos en la ciudad de Buenos Aires y en el conurbano bonaerense; y, en segundo tĂŠrmino, las mĂşltiples expresio-
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nes de protesta, conocidas como â&#x20AC;&#x153;vecinazosâ&#x20AC;?, que surgieron hacia el aĂąo 1982 en distintos partidos del Gran Buenos Aires (MorĂłn, Esteban EcheverrĂa, Merlo, LanĂşs, Tres de Febrero, Avellaneda, entre otros) como producto del agravamiento de la situaciĂłn econĂłmica y del intento de parte del gobierno militar por incrementar los impuestos municipales (GonzĂĄlez Bombal, 1988). TambiĂŠn en oposiciĂłn a la dictadura, una de las iniciativas mĂĄs importantes fue la llamada â&#x20AC;&#x153;Multipartidariaâ&#x20AC;?, que reunĂa a partidos polĂticos y a otros actores sociales de peso (sindicatos, Iglesia CatĂłlica, organizaciones de estudiantes, etc.) con objetivo de presionar a la dictadura para el restablecimiento de un gobierno democrĂĄtico. Una de las convocatorias mĂĄs importantes que realizĂł fue la movilizaciĂłn del 30 de marzo de 1982, que congregĂł a 100.000 personas en la ciudad de Buenos Aires y fue severamente reprimida. La etapa 1983-2010 muestra un crecimiento de las organizaciones de la sociedad civil casi sin precedentes. El advenimiento de la democracia primero, los efectos de una profunda reestructuraciĂłn econĂłmica mĂĄs tarde y, a lo largo de toda la etapa, un clima de ĂŠpoca generalmente de aliento a la sociedad civil dieron lugar a una expansiĂłn del universo institucional de las OSC que no se habĂa registrado en la historia argentina desde la ĂŠpoca de las migraciones masivas, un siglo atrĂĄs. En tĂŠrminos analĂticos, la etapa puede dividirse en tres subetapas que incluyen: (1) el perĂodo 19831989, (presidencia de RaĂşl AlfonsĂn); (2) el de 1989-2001, (presidencias de Carlos Menem y Fernando De la RĂşa) y (3) el de 2002-2010, (presidencias de Eduardo Duhalde, NĂŠstor Kirchner y Cristina FernĂĄndez). En cada uno procesos econĂłmicos y polĂticos, cada uno $ adquiriendo la sociedad civil. El perĂodo 1983-1989 se inicia con la normalizaciĂłn institucional y polĂtica del paĂs que tuvo \ punto de vista econĂłmico, sin embargo, estos aĂąos presentaron un marcado estancamiento
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
la cual hacia el aĂąo 1989 llegĂł a casi 5000%. La etapa de 1990-2001 se caracterizĂł por un profundo proceso de reformas econĂłmicas de corte liberal (privatizaciones, desregulaciĂłn, apertura a la inversiĂłn extranjera y a las importaciones, etc.) y por una polĂtica de paridad cambiaria con el dĂłlar estadounidense. Ambos factores generaron crecimiento econĂłmico durante los primeros aĂąos, aunque concluyeron con una fuerte desindustrializaciĂłn y con un notable aumento del endeudamiento externo, la desigualdad social, la desocupaciĂłn y la pobreza. Estas dos Ăşltimas variables alcanzan niveles superiores al 20% y 50% respectivamente en el contexto turbulento de 2001Â&#x2C6;}}Â&#x2C6; $ ! de las crisis econĂłmicas e institucionales mĂĄs importantes de su historia, el paĂs logra en la Ăşltima etapa una gradual recuperaciĂłn, con un crecimiento econĂłmico sostenido a lo largo de 8 aĂąos consecutivos y un mejoramiento de las variables sociales y econĂłmicas. Aun asĂ, problemĂĄticas como la pobreza, el desempleo, contexto social. Adicionalmente, si se atiende al largo plazo, los vaivenes polĂticos y econĂłmicos de los Ăşltimos 60 aĂąos de la historia argentina dejaron un legado problemĂĄtico, caracterizado por una disminuciĂłn del peso de la economĂa del paĂs en relaciĂłn al producto mundial y regional (Banco Mundial, 2009b), por una reducciĂłn del peso relativo de la clase media en la poblaciĂłn (LĂłpez y Romeo, 2005),
pĂşblica en la dirigencia polĂtica y en los grandes actores institucionales (TNS-Gallup, 2006). En lo que respecta al desarrollo de la sociedad civil durante estos aĂąos (1983-2010), la misma adquiriĂł tal heterogeneidad que resulta difĂcil de caracterizar focalizĂĄndose en como se hizo hasta el momento. Conforme a los importantes procesos de cambios en la dinĂĄmica estatal y la emergencia de distintas problemĂĄticas sociales, el crecimiento de la so apariciĂłn de un sinnĂşmero de organizaciones y temĂĄticas de actuaciĂłn, incluyendo desde centros de estudio y â&#x20AC;&#x153;think tanksâ&#x20AC;? hasta comedores comunitarios, pasando por cooperativas, clubes, uniones vecinales, organizaciones
culturales, grupos de autoayuda, movimientos de protesta, redes y fundaciones empresarias, entre muchos otros casos. MĂĄs allĂĄ de los casos particulares, que no pueden tratarse aquĂ con especial detalle, un aspecto interesante de la expansiĂłn de la asociatividad durante esta etapa es que la misma fue vista, al igual que en otras partes del mundo, como un proceso diverso pero con ciertas caracterĂsticas discernibles de otros procesos anteriores (Touraine, 1988; Melucci, 1989). Ya durante la dĂŠcada del 80, esta nueva â&#x20AC;&#x153;nuevos movimientos socialesâ&#x20AC;? (JelĂn, 1989), cuya apariciĂłn va de la mano de temas como la ecologĂa (FARN: 1985, Greenpeace Argentina: 1987), los derechos de las mujeres (FEIM: 1989; MEI: 1990), los derechos de las minorĂas (CHA: 1984) o la participaciĂłn ciudadana y la promociĂłn de la democracia (Conciencia: 1982; Poder Ciudadano: 1989). Con el correr de los aĂąos, estas organizaciones emergentes se iban a integrar con otras que trataban temas mĂĄs tradicionales (discapacidad, infancia, salud, tercera edad, pobreza, etc.), pero que tambiĂŠn en esta etapa experimentaron un gran crecimiento, en un conglomerado diverso al que, hacia entrada la dĂŠcada del 90, se le fue denominando â&#x20AC;&#x2DC;tercer sectorâ&#x20AC;&#x2122;. QuizĂĄs como muestra de la conformaciĂłn de un cierto es de las organizaciones que lo integraban, surgieron durante la mencionada dĂŠcada distintas organizaciones cuya misiĂłn estaba vinculada justamente al fortalecimiento del sector mismo, como son los casos de la asociaciĂłn civil GADIS (1987), la Revista Tercer Sector (1994), la FundaciĂłn Compromiso (1994) o el Foro del Sector Social (1996). La acciĂłn de ĂŠstas y de otras organizaciones, junto con la propia dinĂĄmica de los procesos de colaboraciĂłn entre las organizaciones nuevas y las existentes (bibliotecas populares, sociedades de fomento, clubes, sindicatos, organizaciones culturales, de los actores en un concepto identitario mĂĄs amplio de â&#x20AC;&#x2DC;sociedad civilâ&#x20AC;&#x2122;, aunque debe decirse $ [ Â&#x201A; alcanzarse, como se detallarĂĄ en la secciĂłn de anĂĄlisis.
El crecimiento de la sociedad civil en esta distintos actores institucionales, y si bien fue en el Estado y en menor medida en el sector donante en donde los cambios se hicieron mĂĄs evidentes, el proceso involucrĂł tambiĂŠn a actores dentro de la academia, el sector privado y los medios de comunicaciĂłn. A nivel acadĂŠmico, tras el interĂŠs por los â&#x20AC;&#x2DC;nuevos movimientos socialesâ&#x20AC;&#x2122;, surgieron los primeros â&#x20AC;&#x2DC;especialistasâ&#x20AC;&#x2122; en temĂĄticas del tercer sector y la sociedad civil y, mĂĄs adelante, carreras de grado y posgrado sobre organizaciones del paĂs.20 En el campo privado, numerosas fundaciones empresarias y redes (MAPFRE: 1989; Arcor: 1991; TelefĂłnica: 1991; GDFE: 1995, IARSE: 2002) difunden y aplican la responsabilidad social empresaria sobre distintos campos de acciĂłn social; en tanto que en los medios de comunicaciĂłn, las noticias sobre la sociedad civil comienzan a ser difundidas mediante canales especiales, que abarcan desde suplementos de diarios (Solidaridad/Comunidad del diario La NaciĂłn: 2003), hasta â&#x20AC;&#x2DC;microsâ&#x20AC;&#x2122; y programas de televisiĂłn y radio. Los cambios en las vinculaciones con el Estado y buena parte del crecimiento de la sociedad civil durante esta etapa estarĂĄn marcadas por los procesos de reformas estructurales ocurridos durante la dĂŠcada del 90 (GarcĂa Delgado y De Piero, 2001). Las consecuencias de las polĂticas econĂłmicas en tĂŠrminos de desempleo, pobreza y exclusiĂłn, en paralelo con las reformas polĂticas de descentralizaciĂłn, abrirĂan nuevas ĂĄreas de intervenciĂłn en donde la sociedad civil saldrĂa a cubrir demandas sociales emergentes en problemĂĄticas como la educaciĂłn, la alimentaciĂłn, la vivienda, la salud, entre muchas otras. En ese contexto crĂtico, la sociedad civil asumiĂł nuevas responsabilidades y se planteĂł innovadoras estrategias de intervenciĂłn desde lo territorial. Esta capacidad de
20. En cuanto a universidades con carreras relacionadas con las OSC pueden mencionarse los casos de las universidades Nacional de San Martin, MaimĂłnides, San AndrĂŠs, El Salvador, entre otras.
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intervenciĂłn fue reconocida tanto por el Estado como por el sector donante, que durante esta etapa abrieron distintos canales de colaboraciĂłn con la sociedad civil (ej.: CENOC y Consejo Asesor de la Sociedad Civil del BID, ambos creados en 1995).21 Entre los procesos mĂĄs interesantes surgidos durante esta etapa se aprecian algunos cambios en las formas de protesta social y en la representaciĂłn de las demandas de los sectores trabajadores. En el campo sindical, especialmente tras la actitud pasiva de la central CGT frente a las mencionadas reformas econĂłmicas de la dĂŠcada del 90, comienzan a surgir corrientes crĂticas a su conducciĂłn, en cuyo contexto surge la central CTA (1991), liderada por los gremios de estatales (ATE) y docentes (CTERA). Conforme al aumento del desempleo, surgen tambiĂŠn en esta etapa distintas organizaciones representantes de desocupados que inauguran nuevas modalidades de protesta (cortes de calles o rutas) y de organizaciĂłn territorial (Svampa, 2003; Balian, 2005). Con el tiempo, estas organizaciones se estructuran en redes y en movimientos sociales de mayor escala convirtiĂŠndose en un actor sumamente trascendente en la polĂtica contemporĂĄnea.22 MĂĄs cercanas al ĂĄmbito de la clase media, tambiĂŠn se producen iniciativas de participaciĂłn interesantes, siendo los casos mĂĄs salientes los â&#x20AC;&#x153;cacerolazosâ&#x20AC;? que surgieron en distintas oportunidades, especialmente en el contexto de la crisis de 2001-2002. TambiĂŠn en torno a la crisis surgiĂł la creaciĂłn de numerosas asambleas barriales, constituidas en base a una estructura horizontal, que aplicĂł un modelo participativo de deliberaciĂłn vecinal. Aunque en su momento de mayor apogeo llegaron a ser unas 270 (Bergel, 2002), con el 21. En relaciĂłn con el Estado, se crearon tambiĂŠn durante esta etapa numerosos espacios a nivel nacional, provincial y local en donde la sociedad civil participa de forma consultiva y en la implementaciĂłn de distintas polĂticas pĂşblicas; asimismo, especialmente en la dĂŠcada del 2000, se crean distintos organismos Â&#x20AC; Â&#x20AC; ^ ? vĂnculo con el gobierno. 22. Entre los ejemplos de organizaciones dentro de esta lĂnea pueden mencionarse la Corriente Clasista y Combativa; diversos Movimientos de Trabajadores Desocupados (MTDs), como los de La Matanza, Teresa RodrĂguez; la FederaciĂłn de Tierra, Vivienda y HĂĄbitat; el Movimiento Barrios de Pie, el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados, entre otros.
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
tiempo la participaciĂłn en ellas fue decreciendo, convirtiĂŠndose algunas en otras formas institucionales (ej.: cooperativas, organizaciones barriales formalizadas, etc.). Finalmente, en cuanto a los procesos mĂĄs recientes, se destaca especialmente el crecimiento de las iniciativas de economĂa social y solidaria, que tuvieron una notable expansiĂłn, primero tras la crisis de 2001 y luego impulsadas con la implementaciĂłn de distintos programas gubernamentales (ej.: Manos a la Obra: 2003). Entre las organizaciones que se encuentran trabajando en esta temĂĄtica, se incluyen cooperativas de vivienda, agrarias y de manufacturas de distinto tipo, empresas recuperadas, organizaciones de micro-crĂŠdito, entre otras. (INAES, 2008). TambiĂŠn en los Ăşltimos aĂąos, nuevas temĂĄticas de interĂŠs y formas de intervenciĂłn emergen con el surgimiento de nuevas problemĂĄticas sociales que afectan a la sociedad argentina. Entre las mĂĄs destacadas, se visualizan diversas organizaciones de advocacy con un fuerte componente de ayuda mutua en temĂĄticas como las adicciones, la trata de personas, la inseguridad, los accidentes de trĂĄnsito, o la promociĂłn del bienestar de personas con enfermedades y afecciones especĂ
3. MAPEO DE ACTORES DE LA SOCIEDAD CIVIL
En esta secciĂłn se expone un resumen de la estructura de actores que caracteriza a la sociedad civil argentina. Esto se realiza a travĂŠs de dos mapeos diferenciados: uno de carĂĄcter general que incluye actores del Estado, la sociedad civil, el mercado y el sector externo, y otro centrado exclusivamente en actores de la sociedad civil. El objetivo de ambos mapeos (Figuras 4 y 5) es resumir [ porcionar un panorama general del escenario de fuerzas sociales. Â&#x2030; Â&#x201E;*"Â&#x2014; Â&#x2020; 6 a organizaciones de tipo religioso, polĂtico, econĂłmico, y a movimientos ciudadanos o de opiniĂłn pĂşblica que no cuentan con una organizaciĂłn formalizada. Las convenciones empleadas en ambos ejercicios son las siguientes: 1) El color de los recuadros representa la naturaleza de actor (Ej. en el primer ejercicio: actores del Estado, del mercado, del sector externo y de la sociedad civil). 2) El tamaĂąo del recuadro representa el nivel
3) La distancia entre los recuadros representa relaciones de cooperaciĂłn (vs. antagonismo), laciones. 4) De forma complementaria a las convenciones anteriores, exclusivamente para el primer mapeo, los distintos actores son agrupados a grandes rasgos en cuatro sectores mĂĄs amplios que se agrupan mediante â&#x20AC;&#x153;nubesâ&#x20AC;?.
23. En cuanto a los clivajes gubernamentales, los mĂĄs relevantes resultan el Congreso de la NaciĂłn, los gobiernos provinciales y municipales, el Ministerio de Pla Â&#x20AC;
res de la inversiĂłn pĂşblica en infraestructura), y la SecretarĂa de Comercio Interior (encargada de la polĂtica de precios y las relaciones con distintos actores econĂłmicos). ! 6 otros actores mĂĄs distantes del gobierno central y que tienen en general una incidencia menor, tales como los gobiernos provinciales y municipales opositores, el Poder Judicial, la Â&#x20AC; oposiciĂłn. Por Ăşltimo, las fuerzas de seguridad y las fuerzas armadas se consideran sectores polĂticamente mĂĄs prescindentes en los procesos de toma de decisiĂłn polĂtica.
1. Mapeo de Fuerzas Sociales Al analizar el mapeo de fuerzas sociales (Ver Figura 4) emerge como una de las principa Y Â&#x201D; [ Kirchner. Cercanas a la presidenta aparecen distintos actores de la sociedad civil que conforman una importante base de apoyo polĂtico del gobierno, tales como la Central Sindical CGT, la mayor parte de la estructura del Partido Justicialista, un grupo importante dentro de las organizaciones de derechos humanos y varias organizaciones sociales y piqueteras que
A diferencia de la esfera estatal, los actores ligados al mercado no cuentan con un Ăşnico centro organizador. Figuran, sĂ, dentro de esta esfera actores de gran importancia, tales como las empresas de servicios pĂşblicos, las entida Â&#x2030; empresas del sector farmacĂŠutico y de salud, asĂ como las de construcciĂłn, servicios y turismo se encuentran entre las mĂĄs relevantes @+ Â H _\ Â&#x201A; & * fallecido, resultaba clave para congregar el apoyo de las organizaciones mencionadas anteriormente.
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42 LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
Figura 4: Mapeo de Fuerzas de la Sociedad Argentina
Iglesias evangélicas
Organizaciones OSCvinc. a la Iglesia (Ej. Cáritas)
del “Tercer
Sector”
Iglesia Católica
Partidos y líderes de la oposición
“ONGs”
Poder Judicial
Intendentes opositores
Gobiernos provinciales opositores
Vicepresidente Julio Cobos
Orgs. de Derechos Humanos
Congreso Nacional
Partido Justicialista disidente
Presidenta Cristina Kirchner
Intendentes ConurbanoBA
Partido Justicialista (PJ) Gobiernos provinciales oficialistas
Fútbol Grupo Clarín
Organizaciones rurales Sector (SRA, CRA, etc.) agropecuario Empresas sect. farmacéutico, salud
Sectores vinculados al mercado
Empresas de servicios públicos (Energía, tel, luz, transporte, etc.)
CGT y sindicatos oficiales
Medios de Comunicación
Industrias Extractivas y Petroquímicas
Unión Industrial Argentina - UIA
Empr. de constr., serv., turismo.
Estado Mercado Sector Externo Otros
al Estado Fuerzas de Seguridad
Cámaras de Comercio / empresariales
Entidades Financieras (Bancos, Bolsa)
Sectores más ligados Sociedad Civil
Celebridades (Tinelli, S. Giménez, Maradona)
Periodismo de opinión / político
Central de los Trabajadores Arg. (CTA)
Org. sociales y piqueteras afines al Gob.
Funcionarios Clave (ej. Min. Planif ., Jefe de gabinete, Sec. Comercio)
Movilizaciones esporádicas de protesta (cl. med.)
Fundac. de cabildeo y control polít.
Orgs. de la comunidad judía
Líderes de opinión emergentes
Sect . vinculados a los medios de comunicación
Fuerzas Armadas
Mercosur y países de Am. Latina
Otros países y bloques regionales
Estados Unidos
Org. intern. / multilat . (FMI, BM, BID)
y de mayor crecimiento en los Ăşltimos aĂąos. Las industrias extractivas y petroquĂmicas, por su parte, se consideraron como otro actor econĂłmico de relevancia y que, al igual que las empresas de servicios pĂşblicos, mantiene fuertes vinculaciones con los actores estatales, tanto a nivel nacional (Ej. YPF) como provincial. Todos estos actores ligados al mercado se organizan en una serie de cĂĄmaras entre las que se destacan la UIA, en el campo industrial, y la SRA, la CRA y la FAA en el sector agropecuario. Finalmente, tambiĂŠn dentro de la esfera de actores relacionados con el mercado se ubicaron a los actores del sector externo como los paĂses del Mercosur y otros bloques regionales, los Estados Unidos de AmĂŠrica y El caso de los medios de comunicaciĂłn se considerĂł como un actor articulador de distintos intereses econĂłmicos y polĂticos que ejerce Â&#x192; la actualidad se observa un clima de abierta confrontaciĂłn entre las grandes empresas de multimedios y el gobierno de Cristina FernĂĄndez. Dentro del espacio de la opiniĂłn pĂşblica se destacan las movilizaciones espontĂĄneas de protesta (que aunque esporĂĄdicas, pueden tener impacto polĂtico cuando son masivas como en los cacerolazos de 2001-2), los distintos lĂderes de opiniĂłn emergentes (quienes de interĂŠs social, aunque a veces de corta duraciĂłn), el periodismo polĂtico, y los partidos y lĂderes de la oposiciĂłn. TambiĂŠn cercanos a los !Â&#x2DC; y el fenĂłmeno del fĂştbol, de mĂşltiples connotaciones sociales. Finalmente, se destacaron una serie de organizaciones mĂĄs relacionadas con lo que puede denominarse el â&#x20AC;&#x153;tercer sectorâ&#x20AC;?. Este grupo, de una relaciĂłn mĂĄs intermitente y variable con los actores del mercado, el Estado, y los medios de comunicaciĂłn, se encuentra conformado por organizaciones de diverso tipo, entre ellas las vinculadas a los credos (Iglesia CatĂłlica, Caritas, organizaciones de la comunidad judĂa, iglesias evangĂŠlicas), las de derechos humanos, las piqueteras y de trabajadores (ej. CTA), las organizaciones de cabildeo y de control polĂti-
*"Â&#x2014; tal vez por el caso de la Iglesia CatĂłlica, estos que sus contrapartes de la sociedad civil mĂĄs vinculadas al resto de las ĂĄreas de actuaciĂłn Â&#x20AC; Â&#x192; Â&#x152; mismo, tambiĂŠn debe destacarse que tampoco co que los nuclee o que movilice sus intereses colectivos, aspecto que se analizarĂĄ con mayor detalle en el mapeo siguiente. 2. Mapeo de Actores de la Sociedad Civil El segundo mapeo (Figura 5) se centra exclusivamente en las relaciones de actores de la so < [ tipo de actores y sus interrelaciones, se identi organizaciones segĂşn el tipo de actuaciĂłn mĂĄs caracterĂsticos de cada uno. Se distinguieron a [ polĂtica, a la economĂa, las organizaciones de tipo religioso, el sector de ONGs, y los movimientos sociales y de opiniĂłn pĂşblica. Analizando globalmente este segundo mapeo, $ aparecen cinco actores que son de larga trayectoria en la historia argentina: el Partido Justicialista y los Sindicatos como organizaciones principalmente polĂticas; las organizaciones rurales y la UIA como actores fundamentalmen ~ Y como organizaciĂłn religiosa. Y $ tambiĂŠn alto, emergen cuatro actores mĂĄs, algunos vinculados a los anteriores: El resto de las cĂĄmaras empresarias; las organizaciones ligadas a la Iglesia CatĂłlica (Ej.: CĂĄritas, AcciĂłn CatĂłlica, DEPLAI), las organizaciones de la comunidad JudĂa (Ej.: AMIA, TzedakĂĄ), y las organizaciones de Derechos Humanos (Ej. Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, APDH) Cerca del PJ y de los sindicatos, o de la polĂtica en general, aparece tambiĂŠn un nĂşmero de organizaciones mĂĄs recientes, como la central sindical CTA, las organizaciones de piqueteros,
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44 LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
Figura 5: Mapeo de Actores de la Sociedad Civil Argentina Movilizaciones esporádicas de protesta
Organizaciones rurales (SRA, CRA, etc.)
Líderes de Opinión emergentes
Org. temá ca de seguridad Org. vecinales urbanas
Red Solidaria
Org. vinculadas a Univ. privadas
Cámaras de Comercio y empresarias
Intelectuales y académicos
Org. vinculadas a Universidades públicas
Unión Industrial Argen na - UIA
Fundaciones de cabildeo y control polí co
Orgs. Sociales y piqueteras a nes al Gob.
Medios Soc. Civil (Ej. Rev. 3er Sector)
Redes Regionales y territoriales
Org. y redes de minorías
Organizaciones de derechos humanos
Central de los Trab. Argen nos (CTA)
CGT y sindicatos o ciales
Org. y redes ambientalistas
Org. de economía social
Comedores Comunitarios
Otros clubes sociales y depor vos Fundaciones polí cas
Otros par dos polí cos
Sector “ONG”
Org. Religiosas
Org. Polí cas
Opinión Pública / Movs. Soc.
Org. Económicas
Otras
Clubes de Fútbol, AFA
Tribus urb., comun. virt., clubes de fans
Org y redes de Infancia y Juventud
Organizaciones Donantes
Org. y redes comunitarias y territoriales Org y redes de lucha contra la pobreza
Org. vinculadas a la Iglesia (Ej. Caritas, DEPLAI)
Organizaciones de la comunidad judía
Otras organizaciones de a nidad
Org. de colec vidades / migrantes
Fundaciones Empresarias
Org. y redes de salud y discapacidad
Otras redes y federaciones de ONGs
Org. y redes de género
Orgs. piqueteras Indep.
Par do Jus cialista
Org y redes de Edudación
Iglesia Católica
Iglesias evangélicas (ACIERA)
el resto de los partidos polĂticos y las fundaciones asociadas a ĂŠstos. MĂĄs hacia el centro y $ junto diverso de mĂşltiples organizaciones no gubernamentales. Este grupo no cuenta, como se mencionaba antes, con un actor en particular que ocupe un rol central articulador de demandas e intereses. Dentro de este grupo de organizaciones, en el espacio entre (a) las organizaciones piqueteras, (b) Caritas y las organizaciones de la comunidad judĂa, y (c) las organizaciones de derechos humanos, se encuentran las organizaciones de lucha contra la pobreza (entre las que se destacĂł de forma separada los comedores comunitarios). Cerca de ĂŠstas se ubicaron a las organizaciones y redes territoriales y, con menor grado de $ de economĂa social y de desarrollo local. MĂĄs *"Â&#x2014; apariciĂłn relativamente reciente y que generalmente cuentan con mayores recursos tĂŠcnicos, tales como las fundaciones de cabildeo y control polĂtico, las organizaciones ambientalistas, y las organizaciones de minorĂas y de temĂĄticas de gĂŠnero. Con un panorama tal vez mĂĄs diverso, las organizaciones de educaciĂłn, infancia y juventud, salud y discapacidad tambiĂŠn se encuentran conformando este grupo de ONGs. Finalmente, algo mĂĄs apartadas del centro de este grupo de ONGs, se ubicaron a las organizaciones vecinales y urbanas y a las de temĂĄticas vinculadas con la â&#x20AC;&#x153;seguridadâ&#x20AC;? (delictiva, accidentes de trĂĄnsito, etc.), las cuales se encuentran mĂĄs vinculadas a los movimientos de opiniĂłn pĂşblica que en el mapeo anterior se ubicaban cerca de los medios de comuni \ los lĂderes sociales emergentes y las movilizaciones esporĂĄdicas de protesta, las cuales, por no tener representaciĂłn regular y mantener poco contacto con la sociedad civil organizada, fueron consideradas como de menor peso en este mapeo. Continuando con el anĂĄlisis de las ONGs, en $ [ Â&#x201A; una situaciĂłn de baja relaciĂłn inter-temĂĄtica. En efecto, la mayorĂa de las redes existentes
referidas son de temĂĄticas en particular y, aunque existen instancias vinculantes (ej. medios de comunicaciĂłn como la revista Tercer Sector, o el Foro del Sector Social), las mismas tienen todavĂa un impacto limitado en la generaciĂłn de una identidad comĂşn o en la movilizaciĂłn de intereses sectoriales, no sĂłlo de la â&#x20AC;&#x153;sociedad civilâ&#x20AC;? como un todo, sino incluso del â&#x20AC;&#x153;tercer sectorâ&#x20AC;? o de las ONGs.24 En lo que respecta a los donantes, se identi nizaciones donantes en general. Las primeras se ubicaron cerca del tipo de organizaciones [
de esta fuente, a saber: las organizaciones de educaciĂłn, infancia, salud y discapacidad. En el caso del resto de los donantes (que incluye a organizaciones de cooperaciĂłn internacional) se optĂł por ubicar a este actor relativamente al margen del nĂşcleo de ONGs por considerar que el monto de cooperaciĂłn de esta fuente es escaso y centrado principalmente en las or [ Las organizaciones vinculadas a universidades privadas y pĂşblicas (centros de estudiantes, de investigaciĂłn, etc.), aparecen como un sector si bien no completamente aislado, algo apartado del centro de las organizaciones de la sociedad civil. En una situaciĂłn similar, aunque con mayores vinculaciones con el grupo de ONGs, se ubicaron a los clubes de fĂştbol y clubes sociales o deportivos, al resto de las asociacio Â&#x20AC;Â&#x192;Â&#x201A; ]
centros de jubilados, asociaciones de amigos, organizaciones culturales, etc.) y a las organizaciones de colectividades e inmigrantes. Finalmente, las iglesias evangĂŠlicas y especialmente las tribus urbanas, las comunidades virtuales y los clubes de fans se consideran sectores generalmente aislados del resto de la sociedad civil. Se excluyeron del mapeo los grupos relacionados con la violencia y la ilegalidad (Ej.: [ $ -
24. TambiĂŠn dentro de este grupo se ubicĂł a la Red Solidaria que, aunque tiene fuerte presencia en los medios y en la poblaciĂłn, no es tanto una red formal de organizaciones sino mĂĄs ' & personas con distintas necesidades y organizaciones o personas que cuenten con la posibilidad de cubrirlas.
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tos grupos son ilegales y mantienen objetivos fundamentalmente lucrativos o privados.
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
CAPITULO iii Anรกlisis de la Sociedad Civil
ร ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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AnĂĄlisis de la Sociedad Civil
Este capĂtulo constituye el nĂşcleo del ISC en tĂŠrminos del anĂĄlisis de la sociedad civil local. A lo largo del mismo, se repasarĂĄn los principales hallazgos del proceso de investigaciĂłnacciĂłn implementado a travĂŠs de sus distintas instancias. El anĂĄlisis de la sociedad civil realizado, se divide en cinco secciones que corresponden a las cinco dimensiones que contem ! " # $ de valores y la percepciĂłn de impacto. Luego de exponer los datos primarios y secundarios relevados, se presentan para cada dimensiĂłn una serie de conclusiones y recomendaciones.
1. AMBIENTE EXTERNO La dimensiĂłn de Ambiente externo evalĂşa las condiciones econĂłmicas, polĂticas y culturales dentro de las cuales se desarrolla la sociedad civil. El objetivo de la dimensiĂłn y de los distintos indicadores $ $ 6 de la sociedad civil en un paĂs. Al igual que todas las dimensiones del ISC, la dimensiĂłn de ambiente estĂĄ compuesta por varias subdimensiones, cada una de las cuales se integra a su vez por varios indicadores, que son los datos a partir de los cuales se originan los puntajes. El valor de cada subdimensiĂłn proviene del promedio de los distintos indicadores que la conforman, en tanto que el valor de la dimensiĂłn proviene del promedio de las subdimensiones. Figura 6: Resultados de las subdimensiones de Ambiente externo
0
20
Contexto SOCIO ECONĂ&#x201C;MICO
Contexto SOCIO POLĂ?TICO
Contexto SOCIO CULTURAL
Y Â&#x201A; |Â&#x2122; Â&#x2122; ambiente externo resultĂł la que obtuvo la mejor evaluaciĂłn del ISC. El puntaje obtenido indica que la sociedad civil argentina se desarrolla en un contexto relativamente propicio, aunque ciertamente no Ăłptimo. Las distintas subdimensiones evaluadas, muestran un Contexto polĂtico habilitante (puntaje de 71,1 sobre 100), que cuenta con las garantĂas legales necesarias para ejercer la participaciĂłn; un Contexto sociocultural en general favorable (65,7), marcado por buenos niveles de tolerancia, $ Â&#x201A; Â&#x152; nalmente un Contexto socioeconĂłmico algo mĂĄs
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
40
60
80
100
56,5
71,1
65,7
rezagado (56,5), en donde aspectos positivos como la adecuada provisiĂłn de estĂĄndares mĂnimos de salud y educaciĂłn se contrastan con altos niveles de desigualdad y corrupciĂłn. En las secciones subsiguientes se analizarĂĄn con mayor detalle cada uno de los aspectos reciĂŠn seĂąalados. 1.1. Contexto socio econĂłmico El contexto socioeconĂłmico argentino de los Ăşltimos aĂąos estuvo signado por el proceso de reconversiĂłn y salida a la crisis que marcĂł
Figura 7: EstadĂsticas bĂĄsicas relativas al contexto socioeconĂłmico (1996-2008) 153,2
160 140
112,6
120 100 80 60 40
48,6 41,7
20
27,9 18,8
0
5,5 -0,1
49,8
52,2
54,3
48 25,9
50,9 28,9
52,5 30,6
13,3
14,7
3,9
1
-1,7
-0,8
1998
2000
51,3
55,5 50 48,8 26,9
40,2 12,6 18,8 9,2
9
-10,9
13,5 9,5 8,5
39,9 19,5 15,3 8 7
-20 1996
2002
2004
2006
2008
Desigualdad (Coeficiente Gini)
Deuda Externa (% sobre el INB)
DesocupaciĂłn (% sobre PEA)
InflaciĂłn (Con deflactor PBI, anual en %)
Crecimiento PBI (anual en %)
Pobreza (% de Personas bajo LDP)
Fuente: Banco Mundial e INDEC
(1991-2001). El proceso de sustituciĂłn de importaciones que prosiguiĂł a la devaluaciĂłn del peso (2002), asĂ como un contexto externo favorable y distintas medidas de carĂĄcter social ayudaron en conjunto a una recuperaciĂłn de distintas variables socioeconĂłmicas bĂĄsicas, entre ellas los niveles de desocupaciĂłn, pobreza y endeudamiento externo. A casi diez aĂąos de la crisis de 2001-2002, el ciclo actual muestra un crecimiento econĂłmico sostenido en el tiempo, pero tambiĂŠn problemas emergentes o sin resolver, entre ellos altos niveles de desigualdad social, que se mantuvieron casi sin cambios a lo largo de la dĂŠcada, y una creciente < [
como la pobreza y la exclusiĂłn social, aunque reducidas si se las compara con el momento de la crisis, siguen afectando a una proporciĂłn importante de la poblaciĂłn. 25 En la metodologĂa del ISC, la evaluaciĂłn del contexto socioeconĂłmico se realiza a mediante cuatro indicadores que son los que se muestran en la Figura 8. El primero de ĂŠstos
@| ~ ? ' Â&#x192; * se agrega ademĂĄs el problema de la veracidad de los datos
* Â&#x20AC; la intervenciĂłn del organismo estatal de relevamiento (INDEC) en enero de 2007 (Cfr. UBA, 2010).
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
49
Figura 8: Puntajes de indicadores de la subdimensiĂłn Contexto socioeconĂłmico 0
20
40
48,7
Deuda Externa (100 - Deuda Ext. / Ingreso Nacional Bruto)
50,3
se obtiene a travĂŠs del resultado del Ă?ndice de Capacidades BĂĄsicas (ICB) producido por la organizaciĂłn Social Watch (2009). El ICB estĂĄ compuesto por tres parĂĄmetros bĂĄsicos de salud y educaciĂłn: el porcentaje de partos atendidos por personal especializado (en Argentina, 99%), el porcentaje de niĂąos que llegan al 5Âş grado escolar (96%) y la tasa de sobrevivencia hasta los 5 aĂąos de edad (98%). En el contexto del ISC, estos resultados indicarĂan que el paĂs cumple ampliamente con un estĂĄndar mĂnimo de condiciones para garantizar capacidades para la participaciĂłn, aunque queda claro que 6 promociĂłn de una participaciĂłn plena. Un segundo indicador dentro de la subdimensiĂłn, que obtiene una puntuaciĂłn sensiblemente menor que el anterior (29 sobre 100) es el relativo a la corrupciĂłn. El puntaje de este indicador se obtiene a partir del Ă?ndice de PercepciĂłn de CorrupciĂłn (IPC) de Transparencia Internacional (2009b), que evalĂşa en una escala de 0-10 el nivel de corrupciĂłn de distintitos paĂses a travĂŠs de una combinaciĂłn de fuentes institucionales y de encuestas de opiniĂłn a expertos. Para la ediciĂłn 2009 de este estudio, la Argentina obtuvo un puntaje de sĂłlo 2,9 (10 = situaciĂłn Ăłptima), lo cual ubica al paĂs en el puesto 106 a nivel mundial (de 180 paĂses evaluados) y en el puesto 23 a nivel continental (31 paĂses)26. Estos altos valores en la percepciĂłn de corrupciĂłn a partir de los parĂĄmetros del IPC son acompaĂąados por similares resultados en las percepciones de la poblaciĂłn $ -
50
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
100
29,0
Desigualdad (100 - Coeficiente Gini x 100)
Promedio
80
98,1
Ă?ndice de Capacidades BĂĄsicas (Social Watch) CorrupciĂłn (Ă?ndice de PercepciĂłn de Corrupc. x 10)
60
56,5
za respecto de las instituciones y actores polĂticos (CorporaciĂłn LatinobarĂłmetro, 2009; TNS-Gallup, 2006; Transparency International, 2009a). Esta situaciĂłn se estima que desalienta la participaciĂłn en organizaciones polĂticas y
relaciones intersectoriales. La desigualdad en el ingreso â&#x20AC;&#x201C;tercer indicador dentro de la subdimensiĂłn de contexto socioeconĂłmicoâ&#x20AC;&#x201C; obtuvo un puntaje algo mĂĄs positivo en tĂŠrminos absolutos aunque tambiĂŠn, si se considera con mĂĄs cuidado, debe evaluarse de forma menos optimista. El indicador se obtiene a partir de una medida estĂĄndar de des ] Y Â&#x2014; $ Argentina un valor cercano a los 50 puntos (51,3 para el registro de 2007, que es el valor $ ~ Y compatibilidad y 50,0 para el registro mĂĄs actual de 2009). Con este valor, segĂşn el Human Development Report (PNUD, 2009) la Argentina se ubica en el puesto nĂşmero 117 de 141 paĂses de los que se tienen datos. TambiĂŠn de la misma fuente, otro aspecto no puntuado, pero que quizĂĄs brinda una mayor perspectiva acerca del nivel de desigualdad en el paĂs, indica que el 10% mĂĄs rico de la poblaciĂłn tiene un ingreso 31,6 veces mayor al del 10% mĂĄs 26. Entre los aspectos mĂĄs crĂticos seĂąalados en el informe 2009 se seĂąala para el paĂs la falta de independencia de magistrados, un acceso parcial a informaciĂłn pĂşblica (incluidas estadĂsticas
$ ? ' K
* ' ? de las campaĂąas polĂticas. Para un detalle de la metodologĂa del IPC, ver: http://transparency.org/policy_research/surveys_indices/cpi/2009/methodology.
pobre, lo que ubica al paĂs en el puesto 124 de 141 paĂses con datos.
el aĂąo 2003 (Banco Mundial, 2009b). 1.2. Contexto socio polĂtico
Finalmente, el indicador de la proporciĂłn de la deuda externa sobre el Ingreso Nacional Bruto marca una situaciĂłn intermedia. El valor de referencia de 2007 (nuevamente, empleado para garantizar la comparabilidad pese a no ser el Ăşltimo registro disponible para el paĂs) indicaba que la deuda representaba el 49,7% del ingreso nacional bruto. Para el aĂąo 2008 esta proporciĂłn desciende al 39,9%, continuando una tendencia decreciente iniciada en
La subdimensiĂłn referida al Contexto polĂtico obtiene una evaluaciĂłn mĂĄs positiva que la del Contexto socioeconĂłmico. Los cinco indicadores analizados para esta subdimensiĂłn cubren tres aspectos bĂĄsicos, a saber: (1) la vigencia de derechos bĂĄsicos para garantizar la libre participaciĂłn en la sociedad civil, como por ejemplo la libertad de opiniĂłn y culto, los derechos polĂticos y de asociaciĂłn, etc. todos
Figura 9: Puntajes de indicadores de la subdimensiĂłn Contexto sociopolĂtico 0
20
40
Libertades y derechos y polĂticos
60
80
100
80,0
(Freedom House)
Estado de derecho y libertades personales
77,1
(Freedom House)
Derechos de asociaciĂłn y de reuniĂłn
91,7
(Freedom House)
Marco legal y autonomĂa polĂtica para OSCs
59,1
(Encuesta a OSC)
Eficacia del Estado
47,2
(Banco Mundial)
Promedio
71,0
evaluados a travĂŠs de datos de la organizaciĂłn Freedom House (2008); (2) el marco legal y la autonomĂa polĂtica de las OSCs, evaluados a partir de datos de la encuesta a OSC y (3) el Â&#x192; de datos de la base de Indicadores de Gobernanza del Banco Mundial (2009a). Los tres primeros indicadores de la subdimensiĂłn, referidos a derechos y libertades, presentan resultados positivos, de entre 77,1 y 91,7 puntos. El primer indicador de la serie (libertades y derechos polĂticos) se conforma a partir de la suma de tres indicadores evaluados en el proyecto Freedom in the World de la organizaciĂłn Freedom House: (1) el proceso electoral, que se considera en general libre y
justo (FH le otorga un puntaje de 11 sobre 12); (2) las garantĂas para la participaciĂłn polĂtica y el pluralismo polĂtico, que se consideran adecuadas (15/16 puntos); y (3) el funcionamiento de gobierno, en donde se detectan las mayores falencias, especialmente en tĂŠrminos de altos niveles de corrupciĂłn y limitaciones en el acceso a la informaciĂłn pĂşblica (6/12 puntos). Para esos tres indicadores evaluados por Freedom House, Argentina sumĂł 32 puntos sobre 40 posibles, lo que en una escala de 0-100 como la empleada en el ISC representa un puntaje de 80. El segundo de los indicadores del ISC relativos al contexto polĂtico, denominado Estado de derecho y libertades personales, tambiĂŠn se conforma a partir de los datos de tres indicadores de Freedom House: (1) la li-
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
51
bertad de expresiĂłn y de creencia, evaluada positivamente, aunque con algunas falencias en el ejercicio de la libertad de prensa (14/16); (2) la autonomĂa personal y los derechos individuales, que son considerados en general respetados, aunque con falencias debido a los relativamente altos Ăndices de pobreza y criminalidad (13/16); y (3) el Estado de Derecho, en donde se detectan debilidades en tĂŠrminos de limitaciones al principio de divisiĂłn de poderes y frecuentes casos de abusos de autoridad (10/16).Tomados de forma agregada, Argentina obtiene un puntaje de 37 sobre 48 para estos tres aspectos, lo que representa un puntaje 77,1 en la escala empleada por el ISC. Finalmente, el tercer indicador del ISC, denominado Derechos de asociaciĂłn y reuniĂłn, se basa en un Ăşnico indicador de Freedom House el cual indica que estos derechos son adecuadamente respetados en el paĂs, obteniĂŠndose un puntaje de 11 sobre 12, que representa un 91,7 en una escala de 0-100. 27 Aun cuando el marco de derechos y libertades descripto a partir de los indicadores anteriores resulta en general auspicioso, atendiendo a las percepciones de las propias OSC y ana [ algunas falencias. En este sentido, el indicador denominado â&#x20AC;&#x153;marco legal y autonomĂa polĂtica para las OSCâ&#x20AC;? seĂąala que sĂłlo un 43% de las OSC consultadas considerĂł las regulaciones y leyes relacionadas a la sociedad civil en forma positiva (â&#x20AC;&#x153;totalmenteâ&#x20AC;? + â&#x20AC;&#x153;moderadamenteâ&#x20AC;? facilitadoras, ver. Fig. 10), mientras que un 25,3% de las organizaciones alegĂł haber sufrido alguna forma de restricciĂłn ilegĂtima o ataque por parte del gobierno central o local en los Ăşltimos 10 aĂąos. 28 Â&#x192; laciĂłn entre las OSCs y el Estado estuvieron 27. La cantidad y complejidad de los aspectos involucrados en estos tres indicadores reciĂŠn considerados excede por mucho el espacio que puede dedicĂĄrseles aquĂ. Para obtener mĂĄs informaciĂłn acerca del proyecto Freedom in the World de Freedom House, vĂŠase: www.freedomhouse.org/template.cfm?page=15 @}
|{*# ? promediar las evaluaciones positivas del marco legal (43%) y el porcentaje de OSC que alegaron no haber sufrido casos de restricciones ilegĂtimas o ataques en los Ăşltimos 10 aĂąos (74,7%).
52
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
entre los aspectos mĂĄs frecuentemente abordado en las distintas instancias de consulta implementadas (ej. focus groups, consultas a miembros del ComitĂŠ Asesor y Taller Nacional). Asimismo, varias preguntas adicionales Figura 10: PercepciĂłn sobre las regulaciones y leyes relacionadas a la Soc. civil Totalmente facilitadoras
3,8% Altamente restrictivas
No sabe
9,0%
9,9%
Moderadamente facilitadoras Un poco limitantes o restrictivas
39,6%
37,7%
Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
Figura 11: OSC que alegaron haber sufrido restricciones ilegĂtimas o ataques por parte del gobierno (Ăşltimos 10 aĂąos)
SĂ 25,3%
No 74,7%
Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
Figura 12: EvaluaciĂłn sobren el marco legal y las relaciones con el Estado *
DEBILIDADES
1
2
3
FORTALEZAS
4
5
Nivel de acceso a fondos de gobierno
3,7
Nivel de transparencia en el acceso a fondos de gobierno
3,7
LegislaciĂłn y proced. para obtener donac. de personas o empresas
6
7
8
9
4,3
LegislaciĂłn y proced. sobre temas laborales
4,6
LegislaciĂłn y proced. sobre beneficios o exenciones impositivas
4,7
Nivel de reconocimiento del rol de las OSC por parte del gobierno
4,8 5,8
LegislaciĂłn y proced. para obtener personerĂa jurĂdica Grado de libertad para expresar opiniones contrarias al gobierno
6,0
* Los valores representan promedios en una escala de 0 a 10 de acuerdo a la opiniĂłn de las OSC consultadas Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
favorable del que se obtiene analizando Ăşnicamente el marco de derechos y garantĂas constitucionales. Los aspectos evaluados de forma mĂĄs negativa resultaron los niveles de acceso y de transparencia a fondos de gobierno, ambos con un puntaje promedio de 3,7 sobre 10, segĂşn la opiniĂłn de las OSC encuestadas. La legislaciĂłn y los procedimientos relativos a donaciones, aspectos laborales y exenciones impositivas se consideraron tambiĂŠn como aspectos a mejorar, con puntajes de 4,3, 4,6, y 4,7 respectivamente, al igual que el nivel de
a las necesarias para puntuar los indicadores obtener una descripciĂłn mĂĄs completa sobre la temĂĄtica. Entre estas preguntas se incluyĂł la dos con el marco legal y una evaluaciĂłn global de la relaciĂłn Estado-OSCs en tĂŠrminos de
% Â&#x20AC; Â&#x2021;Â&#x2C6; Â&#x2021;= En tĂŠrminos generales, este tipo de evaluaciones adicionales seĂąala un panorama que si bien no es particularmente crĂtico, resulta menos
Figura 13: EvaluaciĂłn de la relaciĂłn entre OSC y otros actores Alta HOSTILIDAD
1
2
Sector donante
Total INDIFERENCIA
3
4
5
Alta COOPERACIĂ&#x201C;N
6
7
8
9
5,2
Empresas y fundaciones empresarias
5,7 5,9
Gobierno central
6,1
Gobierno local (provincial o municipal)
6,5
Sector acadĂŠmico, universidades, etc.
7,1
Medios de comunicaciĂłn
7,2
Otras organizaciones de la sociedad civil
7,3
Otras org. de la soc. civil trabajando en temas afines
* Los valores representan promedios en una escala de 0 a 10.
| Fuente: Encuesta a OSC, CIVICUS, GADIS, UCA, 2009
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
53
reconocimiento del rol de las OSC por parte del gobierno (4,8). De la lista de Ătems provista, sĂłlo los procedimientos para obtener la personerĂa jurĂdica y la libertad para expresar opiniones contrarias al gobierno fueron evaluadas positivamente, aunque con puntajes mĂĄs bien moderados (5,8 y 6). La relaciĂłn de las OSC con el Estado tambiĂŠn fue evaluada de forma sĂłlo moderadamente positiva por las OSC, con un promedio de 6,1 sobre 10 para el gobierno local (municipal o provincial) y un 5,9 para el gobierno nacional. Estos valores resultan mejores que los obtenidos por el sector donante, que con apenas un 5,2 es visto como fundamentalmente indiferente, y por el sector de las empresas y fundaciones empresarias: 5,7. 29 Volviendo a los indicadores del ISC, el Ăşltimo Y Â&#x201E; cacia del Estadoâ&#x20AC;? y se basa una vez mĂĄs en informaciĂłn externa, en este caso procedente del Banco Mundial (2009a). Entre los â&#x20AC;&#x153;Indicadores de Gobernanzaâ&#x20AC;? que prepara esta enti $ Â&#x192; do, el cual se basa en informaciĂłn procedente de diversas fuentes.30 Para este indicador Argentina obtiene un puntaje de -0,18 en una escala que va de -2,5 a 2,5, lo cual representa un valor de 47,2 en la escala de 0 a 100 que emplea el ISC. El puntaje obtenido por el paĂs lo ubica en el percentil 48,8, es decir que casi la mitad de los 212 paĂses evaluados obtiene un puntaje mayor.
29. DetrĂĄs de un promedio similar en las evaluaciones sobre la relaciĂłn con el Estado a nivel local y nacional se esconden diferencias mĂĄs sutiles. Por ejemplo, la relaciĂłn con el gobier ? Â&#x20AC; indiferente (puntaje 5 = 36,4% de los casos vs. 21,7% para el gobierno local). En contraste con esta situaciĂłn, el gobierno local obtiene mayor cantidad de respuestas tanto en las evaluaciones positivas (63,6% vs. 52,4% con puntajes entre 6 y 10) como en las evaluaciones negativas (14,6% vs. 11,2% con puntajes entre 0 y 4). 30. Estas fuentes incluyen el â&#x20AC;&#x153;World Competitiveness Yearbookâ&#x20AC;? del Institute for Management & Development, el â&#x20AC;&#x153;Global Risk Serviceâ&#x20AC;? de la organizaciĂłn Global Insight, la â&#x20AC;&#x153;Gallup World Pollâ&#x20AC;? de Gallup, entre otros. Para un detalle de la metodologĂa de los distintos indicadores de gobernabilidad evaluados y un listado completo de los resultados, Cfr. Banco Mundial, 2009a, o bien el sitio web: www.worldbank.org/wbi/governance
54
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
En sĂntesis, una evaluaciĂłn general del Contexto sociopolĂtico resulta relativamente positiva, aunque se aprecian diferencias entre las cifras correspondientes a los derechos, garantĂas y libertades que sirven de sustento a la existencia de la sociedad civil (derechos de asociaciĂłn, libertad de expresiĂłn, etc.) y las que se implementaciĂłn de muchos de estos derechos, la legislaciĂłn espe * Y dad civil con el Estado. Estos Ăşltimos aspectos se consideran menos positivamente, aunque no necesariamente como una â&#x20AC;&#x153;amenazaâ&#x20AC;? para la sociedad civil. 1.3. Contexto socio cultural La Ăşltima subdimensiĂłn relativa al Ambiente $ ~ Y Y texto sociocultural. Esta subdimensiĂłn obtiene un puntaje de 65,7, menor al puntaje del Contexto sociopolĂtico (71,1), pero mayor al del Contexto socioeconĂłmico (56,5). Los indicadores que conforman la subdimensiĂłn son tres " Â&#x192; * ? pĂşblico) y se elaboran a partir de datos de la Encuesta Mundial de Valores (World Values Survey, en adelante: WVS). 31 Â&#x192; nivel de con Â&#x192; , y procede del porcentaje de la poblaciĂłn que opina que â&#x20AC;&#x153;en general se
Â&#x2020; (vs.: â&#x20AC;&#x153;hay que tener mucho cuidado cuando uno trata con la genteâ&#x20AC;?). Hacia el aĂąo 2006, cuando se realizĂł la Ăşltima WVS en Argentina, sĂłlo el 17,6% de los argentinos opinaba de esta manera, lo cual ubica al paĂs mĂĄs de ocho puntos por debajo del promedio mundial (25,9%), aunque por encima de la media registrada para los paĂses de AmĂŠrica Latina, que es de sĂłlo 11,4%. El nivel de tolerancia, segundo indicador de la 31. La Encuesta Mundial de Valores es un estudio internacional que se realiza cada 5 aĂąos en alrededor de 50 paĂses desde mediados de la dĂŠcada de 1980. Los temas indagados en la WVS son sumamente amplios e incluyen opiniones sobre el trabajo, la familia, el medio ambiente, la polĂtica, la religiĂłn, la participaciĂłn ciudadana, la identidad nacional, entre otros temas. Para obtener mĂĄs informaciĂłn, vĂŠase: www.worldvaluessurvey.org
Figura 14: Indicadores del Contexto sociocultural: Argentina y promedios regional y mundial*
100% 94,0%
90%
85,6%
84,5%
85,0% 82,2%
80% 71,4%
70% 60% 50% Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
40% 30% 25,9% 20%
17,6% 11,4%
10% 0%
CONFIANZA INTERPERSONAL Argentina
Promedio Mundial
TOLERANCIA Promedio Am. Latina y Caribe
ESPĂ?RITU PĂ&#x161;BLICO Q2 - Q1
Q3 - Q2
Outlier
Â&#x2030; Â&#x160; K * Â&#x2039; ' " K $ * cantidad de casos. La lĂnea horizontal que separa las cajas corresponde a la mediana. Las cajas adyacentes (rango de los cuartiles internos) corresponden la ubicaciĂłn de los dos cuartos de paĂses inmediatamente por encima y por debajo de la mediana, mientras que las barras corresponden a la ubicaciĂłn de los dos cuartos de paĂses con los puntajes mĂĄs altos y mĂĄs bajos. Fuente: ElaboraciĂłn propia a partir de datos de la WVS 2006
55
Figura 15: Niveles de intolerancia hacia distintas personas. Serie 1984-2006 45% 38,9% 40% Homosexuales *
35%
31,5% 27,3%
30%
Personas que tengan SIDA *
22,1%
25%
Gente de otra raza
20%
16,4%
15,0%
15%
Trabajadores inmigrantes / extranjeros
11,6%
10%
5,7% 2,5%
5%
2,1%
0% 0,6% 1984
5,9%
2,7%
1991
4,6% 1995
7,2%
4,5%
2,8% 2,3% 1,4%
1999
2006
Personas de otra religiĂłn **
*Las preguntas sobre homosexuales y personas con SIDA no se realizaron en 1984. ** La pregunta sobre las personas de otra religiĂłn reciĂŠn se incorporĂł en 2006. | Fuente: WVS 2006.
56
subdimensiĂłn, presenta cifras superiores, tanto en tĂŠrminos absolutos como comparativos. Para este indicador se toma el porcentaje de las personas que expresaron que no desearĂan tener de vecinos a homosexuales (16,4% en Argentina en 2006, vs. 49,2% a nivel mundial), personas que tengan SIDA (sic.) (7,2% vs. 39,4%), trabajadores inmigrantes o extranjeros (2,8% vs. 24,2%), gente de otra raza (2,3% vs. 18%) y personas de otra religiĂłn (1,4% vs. 17,8%). El valor de 94 puntos del indicador, que resulta de restar el promedio de las respuestas anteriores a 100, ubica al paĂs en el cuarto de paĂses con mayor nivel de tolerancia de los mĂĄs de 50 en donde se realizĂł la Encuesta Mundial de Valores, bastante por encima del promedio mundial, que serĂa de 71,4, y del promedio regional, de 84,5. 32 Adicionalmente, una evaluaciĂłn optimista de los niveles do en los resultados de las ondas anteriores de la WVS (ver Figura 15), donde se observa una clara tendencia decreciente en los niveles de intolerancia hacia los grupos que aparecen como mĂĄs discriminados (homosexuales y personas con VIH-SIDA), al menos a partir de esta metodologĂa.
Por Ăşltimo, el tercer indicador relativo al Contexto sociocultural tambiĂŠn registra un valor positivo para Argentina (85,6), aunque quizĂĄs resulta mĂĄs difĂcil de evaluar. El llamado â&#x20AC;&#x153;espĂritu pĂşblicoâ&#x20AC;? mide el nivel de reprobaciĂłn o Â&#x201A; $ 6 ] Â&#x20AC;Â&#x2021; Â&#x201E; al Estado a los que uno no tiene derechoâ&#x20AC;?, (2) â&#x20AC;&#x153;evitar pagar el boleto en algĂşn transporte pĂşblicoâ&#x20AC;?, (3) â&#x20AC;&#x153;engaĂąar en el pago de impuestos, si se puedeâ&#x20AC;?, y (4) â&#x20AC;&#x153;que alguien acepte un soborno en el cumplimiento de sus obligacionesâ&#x20AC;?33
32. La poblaciĂłn que declarĂł que no le molestarĂa tener de vecinos a miembros de cualquiera de estos cinco grupos es de 77,9%, cifra muy superior a los promedios mundial (36,6%) y regional (56,6%).
33. Para el cĂĄlculo del valor del indicador, se promedian los resultados que se muestran en la Figura 16 y este promedio se multiplica por 100.
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
Tal como se observa en la Figura 16, sĂłlo en Â&#x201E; Â&#x192; que uno no tiene derechoâ&#x20AC;? el nivel de condena social registrado para Argentina resulta menor que el promedio mundial, mientras que en el resto de las conductas, los argentinos tendieron a condenarlas en mayor medida, mostrando asĂ un mayor â&#x20AC;&#x153;espĂritu pĂşblicoâ&#x20AC;?. Al respecto de este indicador cabe notar, sin embargo, que la metodologĂa empleada resulta problemĂĄtica, en tanto las preguntas cuentan con un importante sesgo de autoservicio. BĂĄsicamente, se pretende que los entrevistados $ Â&#x201A; [ 6
Figura 16: Niveles de condena social para distintas prĂĄcticas no ĂŠticas * 1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
8,3
Reclamar beneficios al Estado a los que uno no tiene derecho
7,4 8,3 8,5
Evitar pagar el boleto en algĂşn transporte pĂşblico
8,6
EngaĂąar en el pago de impuestos, si se puede
9,3 9,0 9,6
Que alguien acepte un soborno en el cumplimiento de sus obligaciones Promedio Mundial
Argentina
Â&#x2030; Â
# Â? K
? #Â? Â? K
Fuente: WVS 2006.
que no puede darse por sentado y que no necesariamente se correlaciona con el hecho de que estas conductas estĂŠn menos extendidas socialmente.34 En tĂŠrminos generales, pese a que evidentemente los argentinos condenan en gran medida estas cuatro prĂĄcticas, los aspectos involucrados en este indicador fueron considerados problemĂĄticos en las consultas realizadas, seĂąalĂĄndose que en realidad el nivel de espĂritu pĂşblico, tal como se entiende aquĂ, resulta mĂĄs una debilidad que una fortaleza en el contexto sociocultural argentino. En consistencia con esta opiniĂłn, evaluando aspectos similares a los de la WVS, aunque con una metodologĂa diferente, el Informe de Desarrollo Humano del PNUD (2005) seĂąala que sĂłlo un 32% de los argentinos tiene un apego â&#x20AC;&#x153;fuerteâ&#x20AC;? hacia la ley, mientras que un 50% tiene un apego â&#x20AC;&#x153;ambivalenteâ&#x20AC;? y el 18% tiene un apego â&#x20AC;&#x153;dĂŠbilâ&#x20AC;?.35
34. Dada la naturaleza de las preguntas, puede incluso pensarse por ejemplo que en paĂses en donde la corrupciĂłn o la evasiĂłn impositiva son problemas muy marcados y reconocidos socialmente (como en Argentina), menor proporciĂłn de personas \ K Â&#x20AC; H Â&#x160; Q corrupciĂłn que, sin embargo, son de hecho mĂĄs frecuentes entre la poblaciĂłn. 35. La metodologĂa exacta que emplea el PNUD para evaluar estos aspectos no estĂĄ explicitada en el informe citado, aunque Â&#x2039; Â&#x192; ' K de las siguientes conductas: la desobediencia a la ley en general; la evasiĂłn impositiva; las violaciones de trĂĄnsito, el soborno de un policĂa, y el robo de propiedad privada.
Conclusiones De acuerdo con el puntaje logrado por las subdimensiones evaluadas (en promedio 64,4 sobre 100), el contexto en el que se enmarca la sociedad civil argentina se presenta pues como generalmente auspicioso, siendo la dimensiĂłn que mayor puntaje logra de las cinco que conforman el ISC. Aun asĂ, resulta claro que un anĂĄlisis de los aspectos econĂłmicos, polĂticos y socioculturales que hacen al contexto debe realizarse cuidadosamente, yendo mĂĄs allĂĄ de los meros valores de los indicadores y revisando los mismos con un cierto sentido crĂtico. Al respecto, una evaluaciĂłn de carĂĄcter general que puede realizarse atendiendo a la naturaleza de los indicadores y los puntajes obtenidos, es que el contexto actual quizĂĄs deba interpretarse mĂĄs que como un verdadero factor impulsor de la sociedad civil argentina, como una base adecuada para que la misma subsista sin mayores inconvenientes o graves amenazas en el corto plazo. Desde el punto de vista del contexto socioeconĂłmico, por ejemplo, se observa que la situaciĂłn actual presenta una sustancial mejorĂa respecto de las condiciones de los aĂąos 2002-2003 en tĂŠrminos de empleo, crecimiento econĂłmico, disminuciĂłn de la pobreza, y endeudamiento externo. Sin embargo, ciertas cativo (ej. pobreza, desocupaciĂłn, desigualdad,
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
57
corrupciĂłn) mientras que otras han resurgido ' Â&#x20AC; Â&#x201A; Una situaciĂłn similar se repite en el caso del contexto polĂtico. Los indicadores que obtuvieron mayores puntajes fueron aquellos que caracterizaban el marco general de garantĂas y derechos para ejercer la participaciĂłn en la sociedad civil, tales como los derechos polĂticos y de asociaciĂłn, o las libertades de opiniĂłn y culto. Sin embargo, cuando se analizaron aspectos mĂĄs puntuales del marco legal de las OSC o de las relaciones de ĂŠstas con el Estado, $ $ resultan particularmente crĂticas, requerirĂan sustanciales mejoras para poder considerarse que el contexto polĂtico verdaderamente promueve el desarrollo de la sociedad civil. Entre estos aspectos se seĂąalaron la legislaciĂłn y los procedimientos sobre donaciones, exenciones impositivas, aspectos laborales, y formalizaciĂłn de OSC, asĂ como el nivel de diĂĄlogo, apoyo y transparencia en las relaciones Estado-sociedad civil. Finalmente, en cuanto al contexto sociocultural, se encontrĂł una situaciĂłn mĂĄs ambigua, con un aspecto positivo â&#x20AC;&#x201C;la toleranciaâ&#x20AC;&#x201C;, uno Â? sonalâ&#x20AC;&#x201C; y otro con un resultado mĂĄs bien dudoso: el espĂritu pĂşblico. En cuanto a la tolerancia, aun cuando pueda pensarse que el indicador empleado resulta poco exigente (personas que declaran que no desearĂan tener de vecinos a miembros de distintos grupos), tanto las tendencias histĂłricas, como las comparaciones con otros paĂses y las opiniones de distintos actores consultados hacen pensar en este aspecto como una fortaleza de la sociedad argentina. En contraste con esta situaciĂłn, el $ Â&#x20AC;Â&#x2021;Â |Â&#x17E; Â&#x201E; la mayorĂa de las personasâ&#x20AC;?, lo cual, junto con Â&#x201A; tipo, quizĂĄs tenga incidencia en los bajos Ăndices de asociatividad y participaciĂłn que se analizarĂĄn en la dimensiĂłn siguiente. Por Ăşltimo, en cuanto al nivel de espĂritu pĂşblico, los valores positivos relevados con la metodologĂa del ISC y los datos de la WVS resultan inciertos debido a la dudosa disposiciĂłn de las per Â&#x201A; [
58
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
ĂŠticamente reprobables (ej. evasiĂłn impositiva, etc.). Al respecto, otra informaciĂłn y opiniones relevadas tienden a hacen ver este aspecto mĂĄs como una debilidad que como una fortaleza, aunque se considera que se trata de un tema que requiere mayor indagaciĂłn. Al proponerse visualizar algunas orientaciones para la acciĂłn, debe seĂąalarse que varios de los aspectos involucrados en esta dimensiĂłn quedan en parte fuera del alcance de las OSCs y de la capacidad que hoy tienen de actuar conjuntamente, por ejemplo en lo que se re
Â&#x192; mejoramiento de las relaciones con el Estado, constituye tal vez una excepciĂłn al respecto, siendo al mismo tiempo una temĂĄtica que puede promover un proceso de bĂşsqueda de una cierta identidad dentro del sector y de unidad de objetivos comunes. En el contexto de un mejoramiento del diĂĄlogo y el reconocimiento, [ $ % mociĂłn de la sociedad civil pueden abordarse, como ser el mejoramiento del marco legal (formalizaciĂłn, legislaciĂłn laboral, impositiva y relativa a donaciones, etc.) o el apoyo a partir de programas de capacitaciĂłn y fortalecimiento institucional. El mejoramiento de las relaciones con otros actores, como los medios de comunicaciĂłn, los donantes, o el sector privado es otro aspecto que deberĂa mejorarse y para lo cual en la secciĂłn de recomendaciones [ Por Ăşltimo y en relaciĂłn con el espĂritu pĂşblico, promover y cultivar una cultura ciudadana activa e informada sigue siendo un objetivo central, algo que adquiere particular relevancia en el contexto de la baja participaciĂłn que se evidencia en la siguiente dimensiĂłn.
2. COMPROMISO CĂ?VICO
La dimensiĂłn de Compromiso CĂvico se propone evaluar el grado en que las personas participan en la sociedad civil mediante iniciativas u organizaciones tanto sociales como polĂticas. 36 Para cada una de estas dos formas de participaciĂłn, el ISC analiza tres aspectos en particular: (1) la extensiĂłn de la participaciĂłn, es decir el nivel general de la participaciĂłn con independencia de otras carac [ Â&#x152; Â&#x20AC;Â&#x2C6; profundidad $ que ejerce tal participaciĂłn, y (3) la diversidad, que evalĂşa el nivel de representatividad de la participaciĂłn dentro de la sociedad civil en relaciĂłn al resto de la sociedad. Los datos para la puntuaciĂłn de esta dimensiĂłn surgen de la Encuesta Mundial de Valores (TNS-Gallup Argentina 1999 y 2006), y al igual que con las otras dimensiones del ISC, tambiĂŠn se empleĂł otra informaciĂłn secundaria disponible.
Figura 17: Resultados de las Subdimensiones de Compromiso cĂvico 0 ExtensiĂłn de la participaciĂłn social ExtensiĂłn de la participaciĂłn polĂtica
20
40
Diversidad de la participaciĂłn social Diversidad de la participaciĂłn polĂtica
Como se observa en la Figura 17, la dimensiĂłn presenta valores relativamente bajos para casi todas las subdimensiones analizadas, a excepciĂłn de las relacionadas con la diversidad de la participaciĂłn. Para las subdimensiones de extensiĂłn y profundidad, se observa ademĂĄs que la participaciĂłn â&#x20AC;&#x2DC;socialâ&#x20AC;&#x2122; obtiene un puntaje mayor al registrado para la participaciĂłn â&#x20AC;&#x2DC;polĂticaâ&#x20AC;&#x2122;. Con un puntaje promedio de sĂłlo 38,8 puntos, la dimensiĂłn de Compromiso cĂvico presenta el valor mĂĄs bajo de todas las analizadas en el ISC, destacĂĄndose como aspectos mĂĄs crĂticos un bajo nivel de membresĂa a OSCs y una tendencia decreciente en los niveles de voluntariado hasta el aĂąo 2009. 2.1. ExtensiĂłn del compromiso cĂvico La evaluaciĂłn de la extensiĂłn del Compromiso cĂvico comprende la puntuaciĂłn de seis
80
100
25,0 16,4
Profundidad de la participaciĂłn social Profundidad de la participaciĂłn polĂtica
60
37,9 27,1 59,3 67,2
indicadores que son los que se muestran en la Figura 18. Estos indicadores consideran tres aspectos relacionados con la participaciĂłn: la membresĂa, el voluntariado y la participaciĂłn individual, los cuales se miden de forma separada para organizaciones o actividades sociales y polĂticas. + *
` ? evalĂşa separadamente la participaciĂłn â&#x20AC;&#x153;socialâ&#x20AC;? y â&#x20AC;&#x153;polĂticaâ&#x20AC;?. Para cada una de estas dos formas de participaciĂłn, distintas actividades y organizaciones son tenidas en cuenta, siendo el principal criterio diferenciador la presencia de iniciativas de promociĂłn (â&#x20AC;&#x153;advocacyâ&#x20AC;?) en favor de intereses o derechos como principal factor movilizador de la participaciĂłn. AsĂ, segĂşn este criterio, agrupaciones como sindicatos o cĂĄmaras empresarias son consideradas como â&#x20AC;&#x153;organizaciones polĂticasâ&#x20AC;?, al igual que ONGs relacionadas con temas como la igualdad racial, la no violencia, el desarrollo del Tercer Mundo, los Derechos Humanos, los derechos de las mujeres o la conservaciĂłn del medio ambiente. Por otra parte, organizaciones como las religiosas, las deportivas o de ocio, las artĂsticas, o de adultos mayores son consideradas â&#x20AC;&#x153;organizaciones socialesâ&#x20AC;?.
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
59
60 LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
Figura 18: Indicadores de extensiĂłn de la participaciĂłn social y polĂtica: Argentina y promedios regionales 100% 90% 80% 70% 60% 50% 44,9%
44,3%
40%
34,5%
33,2%
30%
28,6%
25,9% 20%
42,9%
31,1%
31,1% 19,9%
18,1%
19,1%
13,4% 7,6%
10,5%
10%
32,2%
31,6%
16,1%
0% MembresĂa activa en OSC sociales (1)
Voluntariado en OSC sociales (2)
Argentina
ParticipaciĂłn comunitaria (3)
Promedio Am. Latina y Caribe
MembresĂa activa en OSC polĂticas (4)
Promedio Mundial
Q2 - Q1
Voluntariado en OSC polĂticas (5)
Q3 - Q2
Activismo polĂtico individual (6)
Outlier
(1) Personas que son miembros activos de organizaciones religiosas, deportivas, de ocio, artĂsticas, musicales, educativas o de consumidores (2) Personas que son voluntarios en una OSC social (organizaciones de adultos mayores, religiosas, de educaciĂłn, artĂsticas, musicales, culturales, juveniles, de recreaciĂłn, deportivas, de salud) (3) Personas que participan al menos una vez al aĂąo en actividades sociales con otras personas en clubes deportivos u organizaciones voluntarias y de servicios. (4) Personas que son miembros activos de sindicatos, partidos polĂticos, organizaciones medio-ambientales, asociaciones profesionales u organizaciones humanitarias o de caridad. (5) Personas que son voluntarios en una OSC polĂtica (sindicatos, partidos o grupos polĂticos, asociaciones profesionales u ONGs dedicadas a temas como pobreza, empleo, vivienda, igualdad racial, no * [ Â&#x2018;
* & Â&#x2019; * & K ' $ " $ Â&#x2039; &
*
' *
Â&#x20AC; * o realizado otra acciĂłn polĂtica en los Ăşltimos cinco aĂąos. Fuente: ElaboraciĂłn propia a partir de datos de la WVS, 2006 (indicadores 1, 4 y 6) y WVS, 1999 (indicadores 2, 3 y 5)
Y Â&#x2021;Â&#x2039; sobre la extensiĂłn de la participaciĂłn ciudadana registrados para Argentina resultan comparativamente bajos. De los seis indicadores medidos, sĂłlo el de activismo polĂtico individual Â&#x20AC; de peticiones u otras acciones polĂticas) muestra un valor cercano al promedio mundial. En el resto de los indicadores, la Argentina se ubica casi 10 puntos porcentuales por debajo del promedio mundial y cerca de la situaciĂłn del 25% de los paĂses con los puntajes mĂĄs bajos en donde se realizĂł la Encuesta Mundial de Valores. Comparando interregionalmente, los valores registrados para el paĂs son en general menores que los de la regiĂłn latinoamericana. En los pĂĄrrafos que siguen se analizarĂĄn con mayor detalle cada uno de estos aspectos que hacen a la extensiĂłn de la participaciĂłn integrando datos que informen sobre la evoluciĂłn en el tiempo de estas variables, asĂ como diferencias por tipo de organizaciĂłn o actividad.
2.1.1. MembresĂa El primer tipo de indicador empleado por el ISC para medir la extensiĂłn de la participaciĂłn social y polĂtica es el porcentaje de personas que se consideran a sĂ mismas â&#x20AC;&#x153;miembros activosâ&#x20AC;? de organizaciones. Para ello la Encuesta Mundial de Valores emplea un listado de organizaciones sobre las que se indaga separadamente sobre su membresĂa. Este listado, si bien no abarca la totalidad de las organizaciones de la sociedad civil consideradas dentro de la ~ Y Â? Â? como un parĂĄmetro analĂtico de referencia $ evaluar el caso argentino en el contexto de los datos registrados para otros paĂses y regiones. En este sentido, los valores registrados en el paĂs evidencian niveles de membresĂa relativamente bajos. SĂłlo un 25,9% de la poblaciĂłn adulta es miembro activo de al menos una organizaciĂłn de tipo social (incluyendo: organiza-
Figura 19: ComparaciĂłn de la membresĂa activa e inactiva a OSCs 1995 y 2006
80%
6,4%
70%
6,6%
Sindicatos
60% 5,2%
50%
4,2%
1,8% 3,1%
7,1%
5,0% 40%
3,0% 3,1%
2,5% 6,3%
30%
Asociaciones profesionales
7,5%
1,3%
2,5% 2,5% 1,7%
3,7%
5,4%
4,6%
6,8%
9,9%
8,0%
10,5%
7,9% 20%
19,3% 14,6%
Organizaciones medio ambientales Organizaciones humanitarias o de caridad Org. artĂsticas, musicales o educativas Org. deportivas o de ocio
8,1% 7,9%
10%
Partidos polĂticos
7,0%
22,5%
Iglesias u organizaciones religiosas
17,0%
0% Miembro Ac vo
Miembro Inac vo 1995
Miembro Ac vo
Miembro Inac vo 2006
Fuente: WVS, 2006
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
61
ciones religiosas, deportivas, de ocio, artĂsticas, musicales, educativas o de consumidores), en tanto que apenas un 10,5% es miembro activo de al menos una organizaciĂłn de tipo polĂtico (sindicatos, partidos polĂticos, organizaciones medio-ambientales, asociaciones profesionales u organizaciones humanitarias o de caridad)37 Estos valores ubican a la Argentina casi 10 puntos porcentuales por debajo de los promedios mundiales para estos dos indicadores y mĂĄs lejos aĂşn de los valores promedio registrados para los paĂses de AmĂŠrica Latina. Analizando la membresĂa segĂşn el tipo de organizaciĂłn y a travĂŠs del tiempo (ver Figura 19) tambiĂŠn se encuentran algunos hallazgos interesantes, aunque difĂciles de evaluar sucintamente. En primer lugar, se destaca una reducciĂłn global de la membresĂa activa a organizaciones en el perĂodo 1995-2006, la cual se da sin embargo en paralelo a un aumento todavĂa mĂĄs marcado de las personas que se consideran a sĂ mismas â&#x20AC;&#x153;miembros inactivosâ&#x20AC;?. La reducciĂłn de la membresĂa activa es particularmente marcada entre las organizaciones polĂticas, en donde esta tendencia se da no sĂłlo para las organizaciones mĂĄs tradicionales, como sindicatos, partidos polĂticos u organizaciones profesionales, sino tambiĂŠn para organizaciones de medio ambiente, humanitarias o de caridad. Entre las organizaciones sociales, la evoluciĂłn de la membresĂa activa parece ser mĂĄs diversa, registrĂĄndose casos en donde ĂŠsta se eleva, como en las organizaciones religiosas o en las deportivas o de ocio, y otros en donde se reduce, como en las organizaciones artĂsticas, musicales o educativas. Considerando la membresĂa activa mĂĄs la inactiva, sin embargo, la tendencia general a lo largo de la dĂŠcada muestra un aumento de la membresĂa total, la cual se da para todas las organizaciones analizadas a excepciĂłn de los partidos polĂticos y las organizaciones profesionales. 2.1.2.Voluntariado Un segundo tipo de indicador incorporado en el ISC para evaluar la extensiĂłn de la partici37. El porcentaje de personas que son miembros de al menos una organizaciĂłn de la sociedad civil de las evaluadas en la Encuesta Mundial de Valores independientemente de su tipo es de 30,4%
62
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
paciĂłn ciudadana consiste en el porcentaje de personas que realizaron actividades de voluntariado al menos una vez en el aĂąo, independientemente de la cantidad de veces en que se realizaron estas actividades, o de la dedicaciĂłn horaria. Para estos indicadores, nuevamente, tanto los datos provenientes de la Encuesta Mundial de Valores como otros datos secundarios relevados muestran una importante debilidad para la sociedad civil argentina, en tanto la participaciĂłn a travĂŠs del voluntariado resulta no sĂłlo comparativamente baja sino tambiĂŠn con una tendencia decreciente a lo largo de 8 aĂąos a partir del 2002.38 SegĂşn la metodologĂa empleada por la Encuesta Mundial de Valores, hacia el aĂąo 1999, un 18,1% de la poblaciĂłn adulta argentina realizĂł actividades de voluntariado en al menos una OSC de tipo social, en tanto que un 7,6% lo hizo para una OSC de tipo polĂtico. 39 Con una metodologĂa diferente pero con un registro mĂĄs actual, la Gallup World Poll indica que independientemente del tipo de OSC, sĂłlo el 16% de la poblaciĂłn adulta realizĂł alguna actividad de voluntariado en el aĂąo 2009. Este valor ubica a la Argentina en el puesto nĂşmero 91 de 154 paĂses en donde se realizĂł el estudio, por debajo de los promedios de AmĂŠrica del Sur (16,9%), Europa Occidental +} '
Â&#x192; ` * < = Â&#x2039; se realiza la puntuaciĂłn de los dos indicadores de voluntariado proviene de la Encuesta Mundial de Valores. Debe decirse, sin embargo, que este dato corresponde al aĂąo 1999, dado que la pregunta acerca del voluntariado en organizaciones no se realizĂł en la Ăşltima onda de este estudio internacional (2006). AsĂ y todo, el equipo de investigaciĂłn relevĂł para Argentina datos complementarios de otras fuentes que dan apoyo a una evaluaciĂłn similar, en el sentido de que el nivel de participaciĂłn a travĂŠs del voluntariado debe ser considerada una debilidad para la sociedad civil argentina. 39. La lista de organizaciones sociales y polĂticas consideradas para evaluar el voluntariado son levemente distintas a las empleadas en los indicadores de membresĂa. Para los indicadores de voluntariado se consideran organizaciones â&#x20AC;&#x153;socialesâ&#x20AC;? las siguientes: organizaciones de adultos mayores, religiosas, de educaciĂłn, artĂsticas, musicales, culturales, juveniles, de recreaciĂłn, deportivas y de salud; en tanto que se consideran organizaciones â&#x20AC;&#x153;polĂticasâ&#x20AC;?: sindicatos, partidos o grupos polĂticos, asociaciones profesionales y ONGs dedicadas a temas como pobreza, empleo, vivienda, igualdad racial, no violencia, desarrollo del Tercer Mundo, Derechos Humanos, derechos de las mujeres o conservaciĂłn del medio ambiente.
Figura 20: Participación voluntaria según tipo de organización 0%
5%
10%
9,2%
Religiosas Educativas, artísticas, musicales o culturales
3,8%
De jóvenes
2,1%
Deportivas o recreativas
2,6%
De salud
2,1%
Total en al menos una org. social
18,1%
Sindicatos
0,7%
Partidos o grupos políticos
3,1%
Org. sobre pobreza, empleo, vivienda, igualdad racial
OSC Políticas
20%
2,7%
Org. de ayuda social
OSC Sociales
15%
2,7%
Org. de desarrollo del Tercer Mundo/ derechos humanos
0,3%
Org. de ecología, conservación y protecc. del m. ambiente
1,4%
Asociaciones profesionales
1,0%
Grupos relacionados con la mujer/ feministas
0,7%
Movimientos pacifistas
0,3%
Total en al menos una org. política
7,6%
Fuente: WVS, 1999
cuando se registró un pico de participación voluntaria del 32%, este porcentaje muestra una tendencia decreciente que, recién en el último año, parece empezar a revertirse.
(24,5%) y especialmente de América del Norte (37%). El promedio mundial es de 20,3%. Los niveles de voluntariado registrados para Argentina se vuelven aún más críticos si se observa la evolución de la variable a lo largo de los últimos años. En este sentido, atendiendo a los datos relevados por TNS-Gallup Argentina (2010) se observa que a partir del año 2002,
Los voluntarios conforman cerca del 82% de los recursos humanos las OSC y son quienes encarnan los valores de compromiso individual y solidaridad imprescindibles para la
Figura 21: Evolución del voluntariado en OSC 1997-2010 (sobre total de población adulta)
40% 32% 29%
30%
26% 20%
20%
20%
1997
1998
1999
26% 22%
22% 19%
20% 10% 0% 2000
2002
2003
2004
2005
2008
2010
Fuente: TNS-Gallup Argentina
Índice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
63
existencia misma de la sociedad civil. Por esta razĂłn, revertir la tendencia a su disminuciĂłn debe considerarse una prioridad estratĂŠgica para la sociedad civil argentina. En funciĂłn de este objetivo, una referencia que puede considerarse optimista es que la actividad voluntaria cuenta con un importante potencial de crecimiento entre la poblaciĂłn. Al respecto, en el citado estudio de TNS-Gallup Argentina se seĂąala que cerca de uno de cada cuatro argentinos declara estar interesado en realizar o continuar realizando actividades de voluntariado durante el prĂłximo aĂąo.40
Figura 22: Frecuencia de la participaciĂłn comunitaria*
Semanalmente 13,7%
Una o dos veces por mes 10,0%
SĂłlo algunas veces al aĂąo 7,4%
No participa 68,9%
2.1.3. ParticipaciĂłn individual Los Ăşltimos dos indicadores sobre extensiĂłn a la participaciĂłn individual. Para las acciones que denotan participaciĂłn social, el parĂĄmetro tomado por la metodologĂa del ISC es el porcentaje de personas que declaran participar en actividades sociales â&#x20AC;&#x153;en clubes deportivos, organizaciones socialesâ&#x20AC;?. Para la participaciĂłn polĂtica, en cambio, el indicador de referencia es el porcentaje de personas que declara haber realizado en los Ăşltimos 5 aĂąos alguna ] secundar boicots u otras acciones similares. En ambos casos, curiosamente, el valor del indicador es el mismo, de 31,1%. Sin embargo, si volvemos a la Figura 18, notamos que mientras que en el caso la participaciĂłn polĂtica el valor registrado para Argentina resulta cercano a los promedios mundial y regional (respectivamente 31,6% y 32,2%), en el caso de la participaciĂłn social, la Argentina se ubica dentro del cuarto de paĂses con menor nivel de participaciĂłn, cerca de los paĂses del mundo musulmĂĄn (33,1%) y del ex bloque soviĂŠtico (30,2%) pero lejos de los valores registrados para Europa Occidental (50,9%) o AmĂŠrica del Norte (68,2%).
* ParticipaciĂłn en actividades sociales en clubes
* ' organizaciones sociales. | Fuente: WVS, 1999
Figura 23: Acciones que denotan participaciĂłn polĂtica*
0%
10%
20%
30% 26,7%
Firmar una peticiĂłn Secundar boicots
2,7%
Participar en manifestaciones pacĂficas Otras
40%
18,1% 1,6%
AlgĂşn tipo de activismo polĂtico
31,1%
* Realizadas en los Ăşltimos cinco aĂąos. Fuente: WVS, 2006
40. Este grupo incluye al 54% de las personas de entre 18 y 24 aĂąos, al 42% de las personas que tienen entre 25 y 34, al 46% de quienes tienen entre 35 y 49, al 36% de quienes tienen entre 50 y 64, y al 25% de quienes tienen 65 o mĂĄs aĂąos.
64
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
Las caracterĂsticas de la participaciĂłn polĂtica fue un tema extensamente debatido en los grupos focales y en el Taller Nacional. En general, la visiĂłn de consenso que se alcanzĂł sobre el tema es que aunque dicha participaciĂłn puede en ocasiones ser masiva y de considerable impacto polĂtico, la misma tiende a ser reactiva y discontinua. Asimismo, se destacaron reiteradamente como debilidades asocia 6 de la poblaciĂłn hacia la actividad polĂtica, cier * Y institucional a demandas de la opiniĂłn pĂşblica, y una marcada falta de continuidad en los liderazgos emergentes.
2.1.4. Donaciones < tensiĂłn de la participaciĂłn ciudadana, el equipo del ISC de Argentina decidiĂł incorporar informaciĂłn adicional relativa a las donaciones realizadas a OSC. La incorporaciĂłn de esta informaciĂłn estĂĄ permitida por CIVICUS $ internacional, la misma no forma parte de la puntuaciĂłn de las subdimensiones que conforman el Ăndice. En relaciĂłn con este tema, se relevaron dos datos que tambiĂŠn hablan de bajos niveles de compromiso ciudadano. SegĂşn la Gallup World Poll, sĂłlo el 21% de los argentinos declaran haber realizado donaciones durante el aĂąo 2009, valor que ubica a Argentina en el puesto 94 de 153 paĂses examinados en dicho estudio, cerca de los paĂses del ex bloque soviĂŠtico y lejos, una vez mĂĄs, del promedio mundial (29,9%), de los valores registrados para los paĂses de Europa Occidental y AmĂŠrica del Norte (respectivamente: 50,4% y 62,0%) e incluso por debajo del promedio de la regiĂłn latinoamericana (24,8%). Estos bajos porcentajes en tĂŠrminos absolutos y compa 6 LatinobarĂłmetro donde, con una metodologĂa diferente que pregunta por separado sobre 13 tipos de OSCs, se registra que para el aĂąo 2005 apenas un 15,8% de argentinos habĂan realizado donaciones, resultado que coloca a la Argentina en el puesto nĂşmero 15 de 17 paĂses analizados. 41
2.2. Profundidad del compromiso cĂvico La Profundidad del compromiso cĂvico es un aspecto que complementa al recientemente analizado de extensiĂłn. Al igual que en el caso anterior, la evaluaciĂłn sobre la profundidad abarca seis indicadores organizados en dos sub-dimensiones que examinan por separado la participaciĂłn social y polĂtica. Los indicadores que se toman en cuenta son tambiĂŠn similares a los anteriores, considerĂĄndose aspectos como la membresĂa, el voluntariado y la participaciĂłn a nivel individual, pero con $ camente en la intensidad del compromiso. AsĂ, mientras que en los indicadores de extensiĂłn se intentaba indagar sobre quĂŠ proporciĂłn de los ciudadanos participan de la sociedad civil, para los indicadores de profundidad la pregunta fundamental podrĂa formularse como: quĂŠ tan intensa es la participaciĂłn entre quienes participan. A la metodologĂa del ISC emplea la informaciĂłn proveniente de las mismas preguntas referidas a la extensiĂłn, pero estableciendo para cada una un parĂĄmetro de intensidad â&#x20AC;&#x153;altoâ&#x20AC;? de referencia y observando quĂŠ porcentaje de los participantes (los miembros activos de OSC, los voluntarios, etc.) lo cumplen. AsĂ, el valor del indicador de profundidad relativo a la membresĂa en OSC sociales mide el porcentaje de miembros de OSC sociales que son miembros de mĂĄs de un tipo de organizaciĂłn social; esto es, por ejemplo, personas que son miembros de una organizaciĂłn religiosa y de una organizaciĂłn deportiva. En el anĂĄlisis de los resultados de los indicadores de profundidad de la participaciĂłn se observan varias similitudes y algunas diferencias con los de extensiĂłn vistos anteriormente. En primer lugar, se repite una mayor puntuaciĂłn promedio para la participaciĂłn en organizaciones sociales respecto de las polĂticas. QuizĂĄs [ bresĂa mĂşltiple a organizaciones como para el voluntariado mĂşltiple, los valores registrados 41. En el estudio de LatinobarĂłmetro 2005, 18 paĂses fueron incorporados; sin embargo los datos relevados para Bolivia fueron excluidos del procesamiento realizado por ser incompatibles para esta pregunta.
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
65
66 LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
Figura 24: Indicadores de profundidad de la participaciĂłn social y polĂtica: Argentina y promedios regionales
100% 90% 80%
76,2%
70% 63,1%
60%
64,2%
50% 43,2%
40% 30% 20%
24,9% 21,2%
25,7%
25,4%
29,0% 22,0%
28,5%
33,5%
30,8% 25,8%
16,2%
32,2%
25,5%
16,0%
10% 0% MembresĂa mĂşltiple en OSC sociales (1)
Voluntariado mĂşltiple en OSC sociales (2)
Argen na
Alta participaciĂłn comunitaria (3)
Promedio Am. La na y Caribe
MembresĂa mĂşltiple en OSC polĂticas (4)
Promedio Mundial
Q2-Q1
Voluntariado mĂşltiple en OSC polĂticas (5)
Q3-Q2
Alto activismo polĂtico individual (6)
Outlier
(1) Porcentaje de miembros activos en mĂĄs de un tipo de organizaciĂłn social sobre el total de miembros activos en OSC sociales. OSC sociales = religiosas, deportivas, de ocio, artĂsticas, musicales, educativas o de consumidores. (2) Porcentaje de personas que realizan tareas de voluntariado en mĂĄs de un tipo de organizaciones sociales sobre el total de personas que son voluntarios en OSC sociales. Incluye: OSC de asistencia social, religiosas, educativas, de jĂłvenes, deportivas, recreativas, de salud, artĂsticas, musicales o culturales. (3) Porcentaje de personas que participan al menos una vez por mes en actividades sociales en clubes deportivos u organizaciones voluntarias y de servicios sobre el total de los que participan al menos una vez al aĂąo. (4) Porcentaje de miembros activos en mĂĄs de un tipo de organizaciĂłn polĂtica sobre el total de miembros activos en OSC polĂticas. OSC polĂticas = sindicatos, partidos polĂticos, organizaciones medio-ambientales, asociaciones profesionales u organizaciones humanitarias o de caridad. (5) Porcentaje de personas voluntarias en mĂĄs de un tipo de organizaciones polĂticas sobre el total de personas que son voluntarios en OSC polĂticas: sindicatos, partidos o grupos polĂticos, asociaciones profesionales u ONGs dedicadas a temas como pobreza, empleo, vivienda, igualdad racial, no violencia, desarrollo del Tercer Mundo, Derechos Humanos, derechos de las mujeres o conservaciĂłn del medio ambiente. (6) Porcentaje de personas que han tenido participaciĂłn en actividades Q ' Â&#x2039; &
"
*
' *
Â&#x20AC; * Â&#x192;
Â&#x201C; ! ' propia a partir de datos de la WVS 2006 (indicadores 1, 4 y 6) y WVS, 1999 (indicadores 2; 3 y 5).
en Argentina vuelven a resultar menores que los respectivos promedios mundial y latinoamericano, siendo ĂŠsta una tendencia que se da tanto en organizaciones sociales como polĂticas. En Argentina, por ejemplo, sĂłlo un 21% de los miembros de una organizaciĂłn social son tambiĂŠn miembros de otro tipo de organizaciĂłn social, cuando el promedio mundial es 25,7%. Mayores diferencias aĂşn se registran para la membresĂa mĂşltiple a organizaciones polĂticas (Argentina 22% vs. 30,8% de promedio mundial), asĂ como para el voluntariado mĂşltiple en organizaciones sociales (16,2% vs. 28,5%) y polĂticas (16% vs. 25,5%). Ahora bien, en dos de los seis indicadores de profundidad analizados, los valores de Argen Â&#x201A; $ los repasados hasta ahora, tanto en tĂŠrminos absolutos como comparativos. Estos indicadores, denominados â&#x20AC;&#x153;alta participaciĂłn comunitariaâ&#x20AC;? y â&#x20AC;&#x153;alto activismo polĂticoâ&#x20AC;?, evalĂşan la intensidad de la participaciĂłn individual desde una perspectiva distinta que la de la membresĂa y el voluntariado. El indicador denominado â&#x20AC;&#x153;alta participaciĂłn comunitariaâ&#x20AC;? establece que en Argentina un 76,2% de entre quienes declararon participar al menos una vez al aĂąo de â&#x20AC;&#x153;actividades sociales en clubes deportivos, organizaciones voluntarias y de servicioâ&#x20AC;? participaron de estas actividades al menos una vez al mes, siendo el promedio mundial para este indicador de 64,2%. Por otro lado, el indicador denominado â&#x20AC;&#x153;alto activismo polĂticoâ&#x20AC;? seĂąala que el 43,2% de quienes realizaron en los Ăşltimos 5 aĂąos alguna acciĂłn polĂtica, como haber o asistido a una manifestaciĂłn, realizaron en realidad dos o mĂĄs actividades de este tipo, siendo el promedio mundial de 32,2%. A la luz de estos resultados y en el contexto de los vistos anteriormente, una primera interpretaciĂłn podrĂa ser que si bien en Argentina un porcentaje comparativamente bajo de personas participan de la sociedad civil, y entre quienes participan pocos son los que lo hacen en distintos tipos de organizaciones, el nivel de compromiso dentro de una misma organizaciĂłn social o actividad polĂtica entre quienes participan puede llegar a ser comparativamente alto.
2.3. Diversidad del compromiso cĂvico La diversidad de la participaciĂłn es el tercer y Ăşltimo aspecto evaluado por el ISC para la dimensiĂłn de Compromiso cĂvico. Al igual que en otros casos, se consideran la participaciĂłn en organizaciones sociales y polĂticas como dos sub-dimensiones con puntaje independiente. El objetivo de estas dos subdimensiones es evaluar en quĂŠ medida la participaciĂłn que tiene lugar dentro de la sociedad civil representa la diversidad existente fuera de este espacio social. Para ello, la metodologĂa del ISC compara la representaciĂłn de distintos grupos minoritarios o potencialmente desfavorecidos dentro de la sociedad civil con la representaciĂłn que estos mismos grupos tienen en la sociedad en general. Los grupos evaluados son Â&#x201A; $ sĂ mismas como de â&#x20AC;&#x153;clase bajaâ&#x20AC;?, los habitantes de zonas rurales, los habitantes de regiones no centrales y los miembros de grupos ĂŠtnicos minoritarios. 42 Una sĂntesis de algunos de los procesamientos realizados es la que aparece en la Figura 25. En ella se observa por ejemplo que mientras que las mujeres representan el 52,3% de la poblaciĂłn, su participaciĂłn dentro de la sociedad civil en tanto miembros activos de OSC varĂa segĂşn se trate de OSC sociales, en donde estĂĄn levemente sobre-representadas (56% del total de miembros) y organizaciones polĂticas, donde estĂĄn levemente sub-representadas (50,5%). Para el resto de los grupos considerados, en cambio, su nivel de representaciĂłn dentro de la sociedad civil resulta menos 42. El procesamiento del indicador emplea la fĂłrmula: (% que representa la minorĂa entre otros participantes de la SC)/(% que representa la minorĂa en el total de la poblaciĂłn ) *100 la cual se aplica para cada uno de los grupos evaluados y considerando dos aspectos en forma independiente: la extensiĂłn de la participaciĂłn (ej.: % de los miembros activos que son mujeres / % de mujeres en la poblaciĂłn * 100) y la profundidad de la participaciĂłn (ej.: % de los â&#x20AC;&#x153;miembros mĂşltiplesâ&#x20AC;? que son mujeres / % de mujeres en la poblaciĂłn * 100). Cuando el grupo en cuestiĂłn tiene una participaciĂłn igual o mayor dentro de la sociedad civil que la que tiene en la poblaciĂłn en general, al grupo le corresponde un valor de 100. Con estos datos parciales se obtienen los promedios de extensiĂłn y profundidad los cuales se promedian '
* evaluaciĂłn sobre grupos ĂŠtnicos no pudo realizarse dado que la Encuesta Mundial de Valores no ofrecĂa informaciĂłn precisa respecto de la etnicidad.
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
67
Figura 25: Ratios de representaciĂłn en la sociedad en general y dentro de la SC para grupos potencialmente excluidos o discriminados en la variable de membresĂa activa a OSC.
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
56,0% 52,3% 50,5%
Mujeres
Personas de "clase baja" (auto - asignada)
2,8% 8,9% 2,9%
Habitantes de zonas rurales
4,2% 9,5% 8,6% 64,1% 68,4% 62,3%
Habitantes del interior del paĂs
RepresentaciĂłn sobre el total de miembros de OSC sociales
RepresentaciĂłn sobre el total de la poblaciĂłn del paĂs
RepresentaciĂłn sobre el total de miembros de OSC polĂticas
Fuente: ElaboraciĂłn propia a partir de datos de la WVS 2006.
68
auspicioso. Esta sub-representaciĂłn afecta en particular a las personas de clase social baja, cuya participaciĂłn dentro de la sociedad civil es tres veces menor que la que el grupo tiene en la sociedad en general.
primaria, sĂłlo un 19% son miembros de OSC sociales y un 5% son miembros de OSC polĂticas, estos porcentajes se elevan respectivamente al 46% y al 39% para las personas con estudios universitarios completos. 43
Otra forma complementaria de analizar los datos sobre la diversidad, pero que se orienta a seĂąalar con mayor detalle cĂłmo distin [ participaciĂłn, es la que puede observarse en la Figura 26. En la misma se presentan los porcentajes de membresĂa activa a OSC segĂşn las categorĂas de distintas variables sociodemo [ En general, salvo para el caso de la edad, las $ cia disĂmiles segĂşn la variable de que se trate y el tipo de organizaciĂłn (sociales o polĂticas). Â&#x2030;
social y el nivel educativo. De esta Ăşltima se observa, por ejemplo, que mientras que entre las personas que no completaron la educaciĂłn
Evaluar la diversidad de la participaciĂłn en la sociedad civil de forma global no resulta sencillo, ya que existen importantes discrepancias segĂşn el tipo de organizaciĂłn y criterio que se tome. Por una parte, se observa que aspectos como el nivel educativo, de ingreso y el lugar de residencia indudablemente inciden en el nivel de participaciĂłn social y polĂtica, haciendo que ciertos grupos como las personas mĂĄs
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
43. En la metodologĂa del ISC, la evaluaciĂłn de la diversidad de la participaciĂłn tiene en cuenta Ăşnicamente la membresĂa activa a OSC. Igualmente, si se atienden a otros criterios, como por ejemplo el nivel de voluntariado, tendencias similares a las seĂąaladas anteriormente se repiten. En efecto, segĂşn TNS-Gallup Argentina (2010) se observa que tambiĂŠn la participaciĂłn volun Q Â&#x20AC; ~ "#}Â&#x201D; de personas con hasta primaria completa realizaron actividades de voluntariado en el aĂąo 2010 vs. 30% con educaciĂłn universitaria), por el nivel socioeconĂłmico (18% de las personas con
Figura 26] X * Y [
GĂŠnero
0%
10% 15% 20% 25% 30% 35% 40% 45% 50%
24,1%
Hombres
11,0% 27,4%
Mujeres
10,1% 28,2%
18 a 24
Grupo Etario
5%
8,0% 22,4%
25 a 34
10,6% 26,2%
35 a 49
14,6% 21,7%
50 a 64
12,1% 33,6%
Clase Social (auto asignada)
65 o mĂĄs
4,1% 8,6%
Clase baja
2,9% 21,8%
Clase trabajadora
8,9% 34,4%
Clase media baja
13,9% 35,8%
Clase media alta
15,6% 18,8%
Nivel Educativo
Hasta primaria incompleta
4,9% 23,2%
Primaria completa
6,6% 28,3%
Secundaria completa
12,8% 46,0% 39,3%
UrbanizaciĂłn
Universitaria completa 11,3% 8,8%
Zonas Rurales
27,5%
Zonas Urbanas
10,7% 32,7%
RegiĂłn
CABA
18,3% 25,7%
Gran Buenos Aires
9,3% 25,0%
Interior
9,9%
MembresĂa a OSC polĂticas
MembresĂa a OSC sociales
Fuente: WVS, 2006
_ ' K Â&#x192;
@ Â&#x201D; _ $ ? ' Q "@@Â&#x201D; X #|Â&#x201D; Â&#x2022;X ? @Â&#x2013;Â&#x201D; en el en interior del paĂs). Aun cuando los datos revisados muestran bajos niveles de participaciĂłn entre los sectores de menor educaciĂłn e ingreso, debe notarse que, tal como se observĂł en la secciĂłn de historia de la sociedad civil, en los Ăşltimos aĂąos se registrĂł un crecimiento de organizaciones en donde los sectores populares tienen una participaciĂłn clave. Forman parte de estas iniciativas distintas cooperativas, organizaciones de autoayuda y capacitaciĂłn, organizaciones polĂticas o de defensa de intereses, entre otras.
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
69
pobres o los habitantes de zonas rurales estĂŠn en distintos grados sub-representados en la sociedad civil. Aun asĂ, los procesamientos realizados de acuerdo a la metodologĂa del ISC dan lugar a puntajes que, si bien no son Ăłptimos, hacen ver a esta situaciĂłn de forma algo mĂĄs positiva. Sopesando los aspectos de extensiĂłn y profundidad para todos los grupos analizados (vĂŠase nota al pie nro. 36), la Diversidad de la participaciĂłn social alcanza un puntaje promedio de 59,3, en tanto que la Diversidad para la participaciĂłn polĂtica es de 67,3. Esta evaluaciĂłn, a grandes rasgos positiva, fue tambiĂŠn compartida en los relevamientos cualitativos realizados, donde tanto en focus groups, como en el Taller Nacional se seĂąalĂł a la diversidad como una de las fortalezas de la sociedad civil argentina. Al respecto, no sĂłlo se destacĂł la diversidad desde el punto de vista de la participaciĂłn individual sino tambiĂŠn desde el punto de vista de los intereses y formas institucionales que se encuentran representados en la sociedad civil. Conclusiones Con apenas 38,8 puntos, la dimensiĂłn de compromiso cĂvico es la que obtuvo el puntaje mĂĄs bajo de todas las evaluadas en el ISC. De los tres aspectos considerados (extensiĂłn, profundidad y diversidad de la participaciĂłn) sĂłlo el aspecto de la diversidad alcanzĂł resultados relativamente elevados, aunque tambiĂŠn en esta ĂĄrea se han detectado algunas falencias, tales como cierta sub-representaciĂłn de los sectores de menor educaciĂłn e ingreso. En cuanto a la extensiĂłn y profundidad, en 10 de los 12 indicadores considerados para evaluar estos aspectos, la Argentina obtuvo puntajes que estĂĄn por debajo de los promedios mundial y regional, en varios casos por un margen considerable de cerca de 10 puntos porcentuales. Estos bajos resultados, que ataĂąen a aspectos centrales para el desarrollo de la sociedad civil, como la membresĂa a OSC, el nivel de voluntariado o las donaciones, se dan tanto para la participaciĂłn en organizaciones sociales como polĂticas, y en muchos casos se han cionales a las consideradas por la metodologĂa del ISC. La consistencia de este diagnĂłstico, asĂ como la detecciĂłn de tendencias preocu-
70
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
pantes, como la disminuciĂłn en los niveles de voluntariado hasta el aĂąo 2009, obligan a los actores involucrados a plantearse como un desafĂo prioritario el elevar el nivel de participaciĂłn en la sociedad civil. Tal objetivo no parece en principio una tarea fĂĄcil, considerando que muchos factores que pueden actuar como facilitadores del nivel de participaciĂłn muestran tambiĂŠn valores poco auspiciosos, como Â&#x201A; Â&#x201A; terpersonal e institucional, el bajo interĂŠs en la polĂtica y el relativamente precario desarrollo institucional de las OSC locales, factor que se abordarĂĄ en la dimensiĂłn siguiente. ^ ' que varias iniciativas pueden llegar a promoverse con ĂŠxito y estĂĄn al alcance de los actores interesados, desde campaĂąas de difusiĂłn en medios, escuelas y universidades; programas con instituciones y empresas para promover el voluntariado; o incluso acciones coordinadas de las propias OSC (tanto a nivel local, regional o nacional) para acercarse a la comunidad, como por ejemplo ferias o campaĂąas de difusiĂłn. En este proceso deberĂa aprovecharse y fortalecerse tambiĂŠn la visibilidad ganada en los Ăşltimos tiempos por las OSC, tanto en medios de comunicaciĂłn masivos (diarios, TV, sociedad civil (revistas especializadas, portales con informaciĂłn de OSCs, agencias de noticias del sector, etc.). Asimismo, resultarĂa clave en este proceso cuidar lo que constituye posiblemente el capital mĂĄs importante que tiene la sociedad civil en relaciĂłn con la poblaciĂłn, ] * Y un punto de vista ĂŠtico, como desde el punto de vista de las expectativas para promover cambios sociales.
3. NIVEL DE ORGANIZACIĂ&#x201C;N
Esta dimensiĂłn evalĂşa el nivel de desarrollo institucional que caracteriza a las organizaciones de la sociedad civil en tĂŠrminos de los siguientes factores: (1) la formalizaciĂłn institucional, (2) la pertenencia a redes, (3) la comunicaciĂłn sectorial, (4) los recursos institucionales (incluyendo los % Â&#x20AC;> < las dimensiones analizadas previamente, en ĂŠsta la mayor parte de la informaciĂłn para la puntuaciĂłn de los indicadores procede de la encuesta a OSC, a excepciĂłn de los vĂnculos internacionales, que se evalĂşan con informaciĂłn proveniente de la base de datos de OSC internacionales de la Union of International Associations. Adicionalmente, al igual que en las dimensiones anteriores, la informaciĂłn cuantitativa primaria se complementa con otra informaciĂłn secundaria disponible, asĂ como con informaciĂłn cualitativa procedente de los grupos focales y del Taller Nacional. Figura 27: Resultados de las subdimensiones de Nivel de organizaciĂłn
0
20
40
60
80
FormalizaciĂłn institucional
92,9
Pertenencia a redes
46,5
ComunicaciĂłn sectorial Sustentabilidad de recursos humanos
76,8 8,6 69,9
Recursos financieros y tecnolĂłgicos VĂnculos internacionales
El valor promedio obtenido por esta dimensiĂłn (52,6 sobre 100) se interpreta como un desarrollo organizacional moderado, que alude a una sociedad civil que no ha desplegado aĂşn toda su potencialidad y presenta debilidades en algunos aspectos centrales de la gestiĂłn institucional. En relaciĂłn a su posicionamiento en el Diamante de la Sociedad Civil, la dimensiĂłn ocupa el segundo lugar entre las cinco evaluadas, algo lejos de Ambiente externo (64,4 sobre 100) y mĂĄs cerca de la PercepciĂłn de impacto (47,6), aunque con una evaluaciĂłn bastante superior a la de la PrĂĄctica de valores (39,5) o Compromiso CĂvico (38,8). Tal como se observa en la Figura 27, dos de las seis subdimensiones bajo anĂĄlisis alcanzan un nivel de desarrollo bastante elevado: la FormalizaciĂłn institucional, con un puntaje de 92,3
100
20,8
sobre 100 y la ComunicaciĂłn sectorial, con 76,8. La Pertenencia a redes obtiene un nivel Â&#x20AC;Â&#x2122;| > Â&#x201A; tucional de moderada densidad, en tanto que la subdimensiĂłn de VĂnculos internacionales, obtiene un puntaje mucho menor, de tan sĂłlo 20,8. De las seis sub-dimensiones evaluadas, las relativas a los recursos obtienen puntajes de alguna manera inesperados. Los recursos Â&#x201A; relativamente alto (69,9), en tanto que los recursos humanos obtienen el puntaje mĂĄs bajo de toda la dimensiĂłn: 8,6. En ambos casos, sin embargo, surgieron en las distintas consultas realizadas diferentes observaciones y reparos sobre la metodologĂa para evaluar estos as $ Â&#x201A; mos deberĂĄ considerarse con mayor cautela.
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
71
3. 1. FormalizaciĂłn institucional El nivel de formalizaciĂłn institucional se evalĂşa a travĂŠs del porcentaje de organizaciones que poseen un Ăłrgano de gobierno formalizado, como por ejemplo una comisiĂłn directiva, un consejo de administraciĂłn, una Junta de directores, etc. A juzgar por el valor obtenido en la encuesta a OSC, el porcentaje de organizaciones que cuentan con tal Ăłrgano resulta muy elevado: 92,9%. En las consultas realizadas, sin embargo, se destacĂł que aunque el dato resulta positivo, la mera presencia formal de estos Ăłrganos de gobierno no debe tomarse como garantĂa de su adecuado funcionamiento.
nerĂa jurĂdica, no cumplen anualmente con el resto de los requisitos legales de presentaciĂłn de memoria y balance. Al considerar estos temas en los grupos focales, reiteradamente se mencionĂł que la informalidad resulta un aspecto que afecta a la sociedad civil argentina en mĂşltiples formas: en la propia conformaciĂłn de las organizaciones y en el gobierno de ĂŠstas, como ya se seĂąalĂł, pero tambiĂŠn en el proceso de toma de decisiones, en las prĂĄcticas laborales, en la rendiciĂłn de cuentas, entre otros aspectos. 3.2. Pertenencia a redes
TambiĂŠn en relaciĂłn al nivel de formalizaciĂłn institucional, otro aspecto que contribuye a tener un panorama mĂĄs amplio, aun cuando no se lo emplea en la metodologĂa original para la puntuaciĂłn, es el relacionado con la posesiĂłn de personerĂa jurĂdica. Al respecto, de acuerdo con datos del CENOC (2006), un 64,1% de las OSC registradas en la base de este organismo cuentan con personerĂa, siendo este valor prĂĄcticamente idĂŠntico al registrado hacia el aĂąo 2000, de 64,3% (GADIS, PNUD, et al., 2004)44. La evaluaciĂłn de este dato, sin embargo, no debe considerarse inequĂvocamente positiva. De por sĂ, el hecho de que cerca de un tercio de las organizaciones no posean personerĂa, siendo ĂŠsta imprescindible para poder funcionar conforme a los requerimientos legales vigentes y acceder a subsidios y convocatorias de cualquier tipo, resulta al menos un aspecto problemĂĄtico a tener en cuenta. Por otro lado, detrĂĄs de ese 2/3 de organizaciones que sĂ cuentan con personerĂa pueden esconderse dos fenĂłmenos de incierta incidencia, pero de no menor importancia: por un lado una indeterminada cantidad de organizaciones que pudieron haber sido desalentadas de subsistir por las trabas burocrĂĄticas necesarias para acceder a la personerĂa, y por el otro, un cierto porcentaje de organizaciones que, independientemente de la posesiĂłn de una perso44. SegĂşn datos del CENOC (2006) existirĂan grandes diferencias en la tenencia de personerĂa jurĂdica entre regiones. AsĂ, mientras que en el AMBA la tenencia de personerĂa serĂa del 86% y en el NOA serĂa del 73%, el resto de las regiones * cercano al 55%.
72
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
La articulaciĂłn de las organizaciones en redes constituye una estrategia clave para potenciar la incidencia de la sociedad civil. El trabajo en redes adquiere en el paĂs una alta diversidad de formas de colaboraciĂłn, que van desde encadenamientos informales hasta formas organizativas sumamente estructuradas en cuanto a objetivos, marcos de funcionamiento y modelos de conducciĂłn (Berger, Jones, Â&#x2C6;}}Â&#x2039; Â&#x192; 6 Â&#x201A; en otros criterios que incluyen: el alcance de sus acciones (local, nacional, etc.), el sentido Â&#x20AC; Â&#x201A; [ [ cas, etc.) y las distintas formas de membresĂa (redes exclusivamente de OSC, de personas y OSC, redes intersectoriales, redes de redes, etc.). Adicionalmente, con la creciente popularizaciĂłn de las TICs, se han ido creando nuevas formas de interacciĂłn y de intercambio entre las organizaciones (Finquelievich y Kisilevsky, 2005; Del Gizzo y Rozengardt, 2005), lo que [ Z senvolvimiento. A partir de datos de la encuesta realizada, pudo determinarse que un 46,5% de las OSC consultadas se consideraron â&#x20AC;&#x153;socias formalesâ&#x20AC;? de alguna red, federaciĂłn, o asociaciĂłn de organizaciones. Este nivel de asociatividad muestra un crecimiento de seis puntos porcentuales respecto del registro del aĂąo 2000 (39,5% segĂşn GADIS, PNUD, et al., 2004), pero continua siendo relativamente bajo al compararlo con otros paĂses de la regiĂłn, donde el pro-
Figura 28: Pertenencia a redes de OSC: Argentina y paĂses de AmĂŠrica Latina
0%
20%
40%
MĂŠxico
60%
80%
100%
41,1% 44,3%
Chile Argentina
46,5%
Venezuela
67,6%
Uruguay
71,3%
Nicaragua
76,6%
Promedio Reg.
57,9% Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
medio es de 57,9%. 45 Un dato complementario, aunque no se cuente con una referencia comparativa temporal o regional, es que de las organizaciones que pertenecen a una red, cerca de dos tercios (65,9%) pertenecen a mĂĄs de uno de estos agrupamientos. En cuanto al nĂşmero de redes y su distribuciĂłn territorial, la informaciĂłn disponible requiere actualizaciĂłn. El Ăşltimo registro a gran escala (GADIS, PNUD, et al., 2004) contabilizaba unas 1600 organizaciones de este tipo hacia el aĂąo 2000 (el 1,6% del total de OSCs), que se distribuĂan territorialmente siguiendo a grandes rasgos parĂĄmetros similares a los del total de organizaciones: cerca de un 60% se ubicaban en la regiĂłn centro del paĂs y alrededor de un 10% (+- 2,5%) correspondĂa a cada una de las otras cuatro regiones (Noroeste, Noreste, Cuyo y Patagonia). Finalmente, en cuanto al ĂĄmbito territorial de acciĂłn, segĂşn datos del CENOC (2008) se observa que un 40% ejerce sus actividades en el ĂĄmbito local, un 37% tiene alcance nacional, un 13% provincial y un 10% regional. La temĂĄtica de las redes y en particular los $ presentan fueron frecuentemente abordados 45. Puede ser una mera coincidencia, pero resulta llamativo que los paĂses que presentan una menor pertenencia a redes son tambiĂŠn aquellos con mayor extensiĂłn territorial (MĂŠxico, Argentina y Chile).
en las consultas cualitativas realizadas. Muchos de los comentarios recibidos hacĂan referencia a los procesos bĂĄsicos de conformaciĂłn, empoderamiento de actores y administraciĂłn de organizativas. Analizar con cierto detalle estos procesos no resulta sencillo aquĂ y existe otro tipo de publicaciones como manuales, estudios de casos y relevamientos de buenas prĂĄcticas que abordan estas temĂĄticas en profundidad (cfr. por ejemplo: CENOC, Banco Mundial, et al., 2010; Berger, Jones, et al., 2008). MĂĄs relevante en tĂŠrminos de un diagnĂłstico general quizĂĄs resulte mencionar uno de los principales desafĂos visualizados por los actores consultados, a saber: la relativa debilidad atribuida a las redes de mayor escala existentes en el Â&#x152; $ principal es la de intentar promover la sociedad civil y en cierta medida representar intereses comunes de las OSC. Naturalmente, hay en el paĂs varias organizaciones con este tipo de objetivos. En distintas provincias existen, por ejemplo, federaciones y confederaciones de ONGs, como la Red PatagĂłnica de ONG, la FederaciĂłn de Organizaciones Comunitarias de Formosa o la FederaciĂłn Bonaerense de Entidades No Gubernamentales. A nivel nacional, seguramente la organizaciĂłn que mĂĄs se Â&#x201A; Â&#x201D; cial, creado en 1996 y que actualmente agrupa a 230 organizaciones de todo el paĂs, algunas de las cuales son a su vez redes. Estimar fĂĄc-
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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ticamente el nivel de desarrollo relativo de este tipo de organizaciones en el paĂs es un proceso complejo que implicarĂa realizar comparaciones con otros paĂses en base a criterios como el nĂşmero de organizaciones asociadas, el tipo de prestaciones brindadas, el grado de incidencia logrado en formulaciĂłn de polĂticas para el sector, entre otros temas. Un estudio de estas caracterĂsticas no se ha realizado, pese a que sin dudas constituirĂa un aporte en la materia. Lo que es innegable, sin embargo, es que, a juicio de la gran mayorĂa de los actores consultados, el nivel de desarrollo e impacto alcanzado por este tipo de organizaciones se considera una debilidad de la sociedad civil argentina, visualizĂĄndose su fortalecimiento como una lĂnea de acciĂłn prioritaria. 3.3. ComunicaciĂłn sectorial En esta subdimensiĂłn se evalĂşan las prĂĄcticas comunicacionales de las OSC en tĂŠrminos de dos criterios: el intercambio de informaciĂłn a nivel horizontal y la participaciĂłn en reuniones con pares. En relaciĂłn con estos temas, a travĂŠs de la encuesta a OSC se observĂł que el nivel de comunicaciĂłn que alcanzan las or $ resulta ligeramente inferior al promedio latinoamericano. AsĂ, el 75,2% de las organizaciones encuestadas declarĂł haber realizado en los Ăşltimos tres meses algĂşn intercambio de informaciĂłn (como por ejemplo documentos o datos) con otra organizaciĂłn, siendo el promedio regional de 76,8%. De forma anĂĄloga y en el mismo lapso de tiempo, un 78,4% declarĂł haber participado de alguna reuniĂłn con otra(s) OSC que trabaje(n) en temas similares, siendo el promedio regional de 80,6%. < que es la empleada para la puntuaciĂłn de la subdimensiĂłn, tambiĂŠn se relevaron algunas opiniones que presentan una visiĂłn algo mĂĄs crĂtica. AsĂ, por ejemplo, cuando quienes respondieron la encuesta tuvieron que evaluar el Ătem â&#x20AC;&#x153;Nivel de comunicaciĂłn entre las propias OSCâ&#x20AC;? de un listado de 32 posibles fortalezas y debilidades de la sociedad civil, le asignaron a ĂŠste un puntaje promedio de sĂłlo 5,4 sobre 10. Un puntaje similar obtuvieron los Ătems
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
â&#x20AC;&#x153;capacidad para actuar colectivamente de las OSCâ&#x20AC;? (5,6) y â&#x20AC;&#x153;Capacidad para relacionarse con otros actores por encima de diferencias polĂticasâ&#x20AC;? (5,7). En las consultas cualitativas realizadas tambiĂŠn se seĂąalaron algunos aspectos interesantes. En tĂŠrminos generales, se considerĂł que la comunicaciĂłn entre las OSC ha sido un ĂĄrea que ha visto cierto mejoramiento en los Ăşltimos aĂąos, principalmente debido a dos factores: por un lado la mayor frecuencia que han adquirido espacios de encuentro entre organizaciones, como talleres de debate e intercambio, ferias, o espacios de diĂĄlogo con otros actores; y por el otro debido a la popularizaciĂłn de las tecnologĂas de la informaciĂłn. Sobre este Ăşltimo punto, ademĂĄs del incremento de informaciĂłn a partir de numerosos boletines, blogs y pĂĄginas web, o incluso, en los Ăşltimos aĂąos, a partir del uso de herramientas de web 2.0 (como foros, Facebook, Youtube, Twitter, etc.), se destacĂł la incidencia de estos mecanismos en la apariciĂłn de nuevas formas de interactuar entre las organizaciones y entre ĂŠstas y la poblaciĂłn en general.46 De particular relevancia como ejemplos sobre este punto quizĂĄs resulte mencionar el caso de la organizaciĂłn de numerosas acciones reivindicativas y de advocacy que lograron informar y promover la participaciĂłn de un gran nĂşmero de ciudadanos previamente no involucrados en una organizaciĂłn o causa, siendo los casos tal vez paradigmĂĄticos la organizaciĂłn de marchas en temas como la inseguridad, o distintas movilizaciones de apoyo u oposiciĂłn al gobierno en mente durante el aĂąo 2008. Finalmente, otro aspecto mencionado con cierta frecuencia sobre la temĂĄtica de la comunicaciĂłn y la colaboraciĂłn entre OSCs fue el de la distancia entre las organizaciones mĂĄs 46. Como ejemplos de iniciativas innovadoras orientadas a promover la comunicaciĂłn y dar mayor visibilidad pĂşblica a las organizaciones de la sociedad civil pueden mencionarse las organizaciones Idealistas (www.idealistas.org.ar) y Periodismo Social (www.periodismosocial.org); el suplemento Comunidad del diario La NaciĂłn (www.hacercomunidad.org); la revista Tercer Sector (www.tercersector.org.ar); distintas radios comunitarias, como las asociadas a la Red de Radios Comunitarias FARCO (www.farco. org.ar), la plataforma virtual Risolidaria de la FundaciĂłn TelefĂłnica (www.risolidaria.org.ar), entre otras.
Figura 29: InteracciĂłn e intercambio de informaciĂłn: Argentina y AmĂŠrica Latina
76,8% 80,6%
Promedio Reg.
87,7% 82,8%
Uruguay
Venezuela
81,5% 86,5%
Nicaragua
79,4% 85,8% 78,7% 80,7%
Chile
75,2% 78,4%
Argentina
58,1%
MĂŠxico
69,6% 0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
IntercambiĂł informaciĂłn (ej. documentos, datos) con otra OSC (Ăşltimos 3 meses) ParticipĂł en reuniones con OSC que trabajan en temas similares (Ăşltimos 3 meses) Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
vinculadas al universo ONG y aquellas mĂĄs cercanas al mercado, como sindicatos y cĂĄmaras empresarias. En general, se seĂąalĂł que son pocos los espacios compartidos con estos actores y que â&#x20AC;&#x153;ellos no se sienten parte de la sociedad civilâ&#x20AC;?. En quĂŠ medida ĂŠste es el caso es difĂcil de determinar; no obstante, resulta interesante preguntarse si esta situaciĂłn es asĂ para todo el paĂs o si, como se seĂąalĂł en algunos grupos focales, en las ciudades mĂĄs pequeĂąas los contactos entre tipos de OSC muy diversos entre sĂ resultan bastante mĂĄs asiduos. 47 3.4. Sustentabilidad de recursos humanos
Los recursos humanos son un aspecto clave en el desarrollo de la sociedad civil y el cumplimiento de los objetivos de sus organizaciones. En la metodologĂa del ISC, el enfoque de esta Â&#x2013;Â&#x2014; ?
' \ fueron mencionadas para otros tipos de OSC, como partidos o movimientos polĂticos, fundaciones empresarias, clubes deportivos, organizaciones religiosas, etc. aunque con menor frecuencia.
subdimensiĂłn estĂĄ puesto en la â&#x20AC;&#x2DC;sustentabilidadâ&#x20AC;&#x2122; de estos recursos, aunque para ello se emplea un indicador cuya interpretaciĂłn re 6 Â&#x192; los recursos humanos se analizan en esta secciĂłn presentando un panorama mĂĄs amplio de informaciĂłn orientado a lograr tanto una caracterizaciĂłn general de este aspecto, como a evaluar su adecuaciĂłn y sustentabilidad. El primer aspecto que puede mencionarse en funciĂłn de una caracterizaciĂłn general es la cantidad de personas que prestan servicios en organizaciones de la sociedad civil. Al respecto, hacia el aĂąo 2000 se habĂa calculado que las OSC contaban con una masa total de recursos humanos de 1,8 millones de personas, cifra que correspondĂa al 10,3% de la poblaciĂłn econĂłmicamente activa y al 4,9% de la poblaciĂłn total (GADIS, PNUD, et al., 2004). 48 Si se considera la estructura de estos recursos, 48. Los datos corresponden Ăşnicamente a las personas con una dedicaciĂłn promedio mensual de al menos 20 horas.
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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dos factores aparecen de forma consistente en la actualidad: un ligero predominio de mujeres (57% vs. 43% de varones, segĂşn la encuesta a OSC) y una alta proporciĂłn de colaboradores voluntarios (82% vs. 18% de rentados en promedio por organizaciĂłn).49 El indicador de â&#x20AC;&#x2DC;nivel de sustentabilidadâ&#x20AC;&#x2122; de recursos humanos del ISC se elabora justamente a partir de la proporciĂłn entre trabaja Â&#x192; se mide el porcentaje de organizaciones que cuentan en su â&#x20AC;&#x2DC;staffâ&#x20AC;&#x2122; con una proporciĂłn de voluntarios menor al 25%, algo que en Argentina es alcanzado apenas por un 8,6% de las OSC. En la opiniĂłn del ComitĂŠ Asesor y los miembros del equipo de investigaciĂłn, sin embargo, este valor podrĂa resultar inadecuado como parĂĄmetro para evaluar el nivel de sustentabilidad de los recursos humanos; dado que existen varios casos en donde una alta proporciĂłn de voluntarios es indistinta a la sustentabilidad institucional de las organizaciones o, por el contrario, que deberĂa considerarse un sĂntoma de su solidez (ej. organizaciones de advocacy, organizaciones vecinales, agrupaciones polĂticas, ciertas organizaciones de prestaciĂłn de servicios, etc.). 50 La evaluaciĂłn de los recursos humanos en tĂŠrminos de su sustentabilidad mediante la proporciĂłn del personal voluntario resulta pues compleja. En las consultas cualitativas realiza49. La proporciĂłn de 82% de recursos humanos voluntarios corresponde al promedio de recursos voluntarios por organizaciĂłn, lo cual representa un dato tal vez mĂĄs intuitivo que el total de recursos entre todas las OSC. Esto es asĂ dado que en algunos casos existen organizaciones con cientos de voluntarios (muchos de ellos circunstanciales) que distorsionan la interpretaciĂłn. Si en lugar del promedio se tomara el agregado de recursos (Fig. 30), la proporciĂłn de voluntarios es aĂşn mayor: 87,9%. El promedio de 82% de voluntarios resulta relativamente consistente con el obtenido por el CENOC (79%) en 2006. En el Ă?ndice de Desarrollo Sociedad Civil (GADIS, PNUD, et al., 2004) se habĂa establecido una proporciĂłn de voluntarios del 76%, aunque ĂŠsta correspondĂa al agregado de personas que trabajaran en promedio mĂĄs de 20 hs. por mes, por lo que es difĂcil establecer una comparaciĂłn directa con los datos citados anteriormente. 50. Adicionalmente, debe decirse tambiĂŠn que el sentido de la palabra â&#x20AC;&#x153;staff â&#x20AC;?, como personal mĂĄs bien â&#x20AC;&#x153;estableâ&#x20AC;? o â&#x20AC;&#x153;regularâ&#x20AC;? de la organizaciĂłn, no fue correctamente expresado en la traducciĂłn de la encuesta, que sĂłlo hacĂa referencia a las â&#x20AC;&#x153;personas que trabajan para la organizaciĂłnâ&#x20AC;?, con lo cual la proporciĂłn obtenida de voluntarios por organizaciĂłn quizĂĄs sea mayor que la que se habrĂa obtenido si esta precisiĂłn hubiera sido realizada.
76
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
Figura 30: ComposiciĂłn de RRHH por gĂŠnero y condiciĂłn de remuneraciĂłn* Rentados Varones 4,6%
Voluntarios Varones 38,6%
Rentadas Mujeres 7,6%
Voluntarias Mujeres 49,2%
* Los valores corresponden a proporciones sobre el total de recursos humanos relevados para todas las OSC encuestadas Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
Figura 31: ComposiciĂłn de Recursos humanos por gĂŠnero y cargo* Varones en cargos directivos 10,5%
Varones en cargos no directivos 31,9%
Mujeres en cargos directivos 13,5%
Mujeres en cargos no directivos 44,0%
* Los valores corresponden a proporciones sobre el total de recursos humanos relevados para todas las OSC encuestadas Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
das se reconociĂł que una proporciĂłn muy alta de trabajo voluntario puede, en efecto, generar problemas al estar en ocasiones acompaĂąada de un menor nivel de regularidad y capacitaciĂłn; sin embargo, se seĂąalĂł tambiĂŠn que, en tĂŠrminos de â&#x20AC;&#x153;sustentatiblidadâ&#x20AC;?, el principal problema puede llegar a ser la falta de continuidad de estos recursos â&#x20AC;&#x201C;su permanencia en las OSCâ&#x20AC;&#x201C;algo que afecta tanto a voluntarios como a no voluntarios. Esta alta rotaciĂłn referida por algunos participantes supone un impacto negativo para la gestiĂłn de las OSC, tiempos necesarios para seleccionar y capacitar a los reemplazantes, como tambiĂŠn por afectar aspectos mĂĄs sutiles pero no menos importantes, como la cohesiĂłn de los grupos de trabajo, o la identidad general de la propia organizaciĂłn. Si el foco se desplaza ligeramente de la sustentabilidad, la evaluaciĂłn mĂĄs general de los recursos humanos que emerge de otros datos adicionales relevados puede considerarse de forma algo mĂĄs positiva. En la encuesta a OSC, por ejemplo, un 65% de las organizaciones consideraron a sus propios recursos humanos como â&#x20AC;&#x153;adecuadosâ&#x20AC;? para el cumplimiento de sus respectivas misiones y objetivos, en
tanto que el Ătem â&#x20AC;&#x153;capacidad de los recursos humanos de las OSCâ&#x20AC;?, de la lista de posibles fortalezas y debilidades, obtuvo un valor promedio de 6,9 puntos sobre 10 cuando fue evaluado por las OSC y 6,6 puntos cuando fue evaluado por actores externos.
Esta subdimensiĂłn mide el porcentaje de
nancieros estables y el porcentaje de organizaciones que tiene acceso regular a recursos tecnolĂłgicos, tales como computadoras, telĂŠfonos, internet y fax. El puntaje obtenido por la subdimensiĂłn resultĂł de 69,9, lo cual estarĂa indicando una evaluaciĂłn bastante positiva; sin embargo, existen algunas consideraciones metodolĂłgicas que hacen aconsejable tomar este puntaje con mayor prudencia. Â&#x2030; clave en el desarrollo institucional de las OSC $ van desde la subsistencia misma de la propia OSC, hasta â&#x20AC;&#x201C;en cierto sentidoâ&#x20AC;&#x201C; la calidad de los recursos humanos, fĂsicos y tecnolĂłgicos
Figura 32] <
100% 12,4% 33,0%
80%
22,3%
58,2% 60% 27,0% 40%
65,3%
24,4% 20%
40,0% 17,4%
0% Recursos financieros Adecuados
Recursos tecnolĂłgicos Ligeramente inadecuados
Recursos humanos Inadecuados
Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
77
de los que se dispone. En la metodologĂa del ISC el indicador que se emplea para evaluar este aspecto procede de la comparaciĂłn de ' Â&#x20AC;Â&#x2C6;}}Â&#x2019; respecto del aĂąo anterior. A cada organizaciĂłn se le pregunta independientemente por los ingresos y los gastos (si aumentaron, disminuyeron o permanecieron iguales) y el valor del indicador procede de la sumatoria de las combinaciones de respuesta en donde la situaciĂłn actual es presumiblemente igual o mejor que la del aĂąo anterior (ver ĂĄrea sombreada en la ! = Â&#x2030; $ % evidente cuando se aplica a un contexto in < AsĂ, siguiendo la Tabla 3, puede observarse que para el mayor nĂşmero de organizaciones (35,8%) tanto ingresos como gastos han aumentado respecto del aĂąo anterior; sin embargo no puede establecerse en cuĂĄntas dentro de este grupo los gastos han aumentado en menor proporciĂłn que los ingresos. Sumando todas las combinaciones que, de acuerdo con la propuesta tĂŠcnica de CIVICUS, conforman el valor del indicador, Argentina obtiene un puntaje de 56,2, ubicĂĄndose ligeramente por debajo del promedio regional (60,3). 51
* Y $ zĂĄs reconsiderarse, algo que queda en evidencia cuando se repasan otros datos adicionales relevados en la encuesta a OSC. En efecto, apenas un 17,4% de las organizaciones encuestadas considerĂł que sus propios recursos Â&#x201E; Â&#x2020; evaluaciĂłn sensiblemente mĂĄs negativa que la realizada sobre los recursos tecnolĂłgicos (40% los considerĂł adecuados) y los humanos (65,3%). MĂĄs aun, de la ya citada lista de 32 items sobre posibles fortalezas y debilidades que OSC y actores externos evaluaron, Â&#x201E; Â&#x2020; que obtuvo el menor puntaje promedio, con apenas 3,3 sobre 10 puntos para las OSC y 3,9 en opiniĂłn de los actores externos. A partir del anĂĄlisis de los presupuestos de las organizaciones encuestadas tambiĂŠn se obtienen datos como para evaluar con mayor * Y Se observa por ejemplo (Fig. 33) que mĂĄs del 50% de las organizaciones encuestadas cuentan con un presupuesto anual ejecutado relativamente modesto, que no supera los 10.000 Â&#x192; es un aspecto difĂcil de evaluar, dada su fuerte variabilidad de acuerdo al tipo de OSC (CENOC, 2003; CENOC, 2006) y al hecho de que en la encuesta la pregunta por el presupuesto total se respondĂa en rangos de valores en lugar de en cifras exactas. De cualquier forma, dado que sĂ se relevaron los porcentajes que distintas fuentes aportan al presupuesto total
Este resultado de 56 puntos sobre 100 para describir la situaciĂłn relativa a los recursos 51. Los valores para el resto de los paĂses de la regiĂłn que aplican el ISC son los siguientes: Por encima de Argentina se encuentran Chile (74,7%), Nicaragua (73,8%) y Uruguay (65,2%), en tanto que por debajo se ubican Venezuela (46,8%) y MĂŠxico (45,3%).
Tabla 3: SituaciĂłn de ingresos y gastos del aĂąo 2009 en comparaciĂłn con el 2008
INGRESOS Han aumentado
18,4%
19,4%
Permanecieron iguales
4,0%
10,4%
6,0%
Han disminuido
0,0%
1,5%
4,5%
Total en situaciĂłn presumiblemente estable:
Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
78
Han disminuido
35,8%
Han aumentado GASTOS
Permanecieron iguales
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
56,2%
de cada organizaciĂłn, pueden hacerse algunas observaciones a partir de los promedios de estas categorĂas. AsĂ, de acuerdo con la Fig. 34, se observa que los recursos que pueden de Â&#x201E; Â&#x2020; Â&#x20AC; Â&#x201A; donaciones individuales y venta de productos o servicios) son los que tienen una mayor incidencia promedio (47,4%) en el presupuesto de las OSC encuestadas. En cuanto a los fondos provenientes de actores externos, los aportes $ [ tivos (26,9%), en tanto que el aporte realizado por las empresas nacionales y la cooperaciĂłn internacional resulta mucho menor (4,9% y 7%, respectivamente).52 En lo que respecta a los recursos tecnolĂłgicos, el ISC evalĂşa este aspecto a partir de un estĂĄndar mĂnimo que mide el nivel de acceso a cuatro tecnologĂas bĂĄsicas: telĂŠfono, fax, computadora e internet. En Argentina, el 83,5% de * Y [ Â&#x201A; en la metodologĂa del ISC, el cual, sin embargo, puede pensarse que resulta poco exigente y tiene escasa capacidad para establecer diferencias entre paĂses. AsĂ, salvo para el caso de Nicaragua (75,2% de las OSC cumplen con el estĂĄndar), no se ven diferencias entre los valores obtenidos para el resto de los paĂses que implementan el ISC en la regiĂłn, siendo todos estos valores superiores al 80% (Uruguay: 84,5; Chile: 83,5; MĂŠxico: 86,4;Venezuela: 87,9).53 52. Aunque los valores no son estrictamente comparables dada la diferente metodologĂa, un escalonamiento similar resulta tambiĂŠn de la investigaciĂłn del CENOC (2006), donde se observa que el 67% de las organizaciones registradas en este organismo cuenta con fondos propios de algĂşn tipo, un 49% accede Â&#x20AC; ' * ##*|Â&#x201D; 'tiene donaciones de empresas y un 7,2% obtiene aportes de la cooperaciĂłn internacional. Al respecto, un Ăşltimo punto que debe mencionarse es que el aporte de empresas puede llegar a estar subestimado en los datos presentados dada la metodologĂa implementada, que indaga sobre el â&#x20AC;&#x153;presupuestoâ&#x20AC;? de la organizaciĂłn. En este sentido, se cree que incluso entre grandes empresas y fundaciones empresarias las donaciones en especie (que pueden no ser contabilizadas en preguntas sobre el â&#x20AC;&#x153;presupuestoâ&#x20AC;?) son el mĂŠtodo mĂĄs frecuente de apoyo brindado por estos actores a la sociedad civil (GDFE, 2009). 53. En la metodologĂa original, los recursos tecnolĂłgicos se evalĂşan a travĂŠs de una pregunta sobre el nivel de acceso (â&#x20AC;&#x153;regularâ&#x20AC;?, â&#x20AC;&#x153;esporĂĄdicoâ&#x20AC;? o â&#x20AC;&#x153;sin accesoâ&#x20AC;?) a cuatro tecnologĂas: telĂŠfono, fax, computadora e internet. Cada uno de estos tres niveles de acceso adquiere un determinado puntaje (regular = 2 puntos; esporĂĄdico = 1 punto; no acceso = 0 puntos) y el valor del indi
K Â&#x192; que alcanza un puntaje de 4 o mĂĄs puntos.
Figura 33: Presupuesto ejecutado, aĂąo 2008 (En dĂłlares norteamericanos)
MĂĄs de 200.000 8,4% Entre 50.000 y 200.000 10,4%
Hasta 10.000 50,6%
Entre 10.000 y 50.000 30,5%
Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
Figura 34: Origen de los RRFF
Otras fuentes 13,8% Venta de productos o servicios 14,1% Cuotas de afiliaciĂłn 16,1%
Gobierno 26,9% Empresas nacionales 4,9%
Donaciones individuales 17,2%
Donantes extranjeros 7,0%
Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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Al desagregar la informaciĂłn de Argentina para cada una de las cuatro tecnologĂas evaluadas, se observa que, en efecto, una sustancial mayorĂa de las organizaciones encuestadas (cercana al 80%) cuentan con acceso regular a tres tecnologĂas: telĂŠfono, computadora e internet. Sin embargo, debe reconocerse que puede existir en principio una sustancial diferencia entre el â&#x20AC;&#x153;acceso regularâ&#x20AC;? a un determinado recurso tecnolĂłgico y su â&#x20AC;&#x153;utilizaciĂłn Â&#x2020; Â&#x201E; Â&#x2020; de las OSC. EstadĂsticas mĂĄs precisas y actualizadas que permitan complementar la informaciĂłn relevada sobre los recursos tecnolĂłgicos son difĂciles de encontrar en el paĂs, aunque en todas las consultas realizadas los actores reconocieron que la situaciĂłn deberĂa ser descripta de forma menos optimista de lo que un puntaje de 83,5 sobre 100 implicarĂa. En consultas con el CENOC, representantes de este organismo calculaban que alrededor de un 40% de las organizaciones tendrĂa acceso a internet en la propia organizaciĂłn, aunque el nivel de acceso â&#x20AC;&#x153;regularâ&#x20AC;? podrĂa elevarse si se consideran las organizaciones que acceden por otros medios (ej. telecentros prĂłximos a las OSC, conexiones de miembros de la propia organizaciĂłn u otras OSC, etc.)54. En otras consultas realizadas en grupos focales, los actores reconocĂan tambiĂŠn la existencia de mĂşltiples
â&#x20AC;&#x153;brechas digitalesâ&#x20AC;?: no sĂłlo relacionadas con el acceso a internet y la tenencia de equipos, sino tambiĂŠn por otros factores, entre ellos: el nivel de actualizaciĂłn de estos equipos y su nĂşmero, las velocidades y los costos del acceso a internet y, fundamentalmente, el nivel de capacitaciĂłn en el uso de todas estas tecnologĂas, que se consideraba muy por debajo de un nivel Ăłptimo. Al respecto, y quizĂĄs como un parĂĄmetro alternativo mĂĄs preciso para evaluar los recursos tecnolĂłgicos, podrĂa tomarse la opiniĂłn de las organizaciones encuestadas sobre la â&#x20AC;&#x153;adecuaciĂłnâ&#x20AC;? de estos recursos para cumplir con sus objetivos institucionales. SĂłlo un 40% de las OSC opinĂł de esta manera, cifra que permite pensar que la evaluaciĂłn que se obtiene mediante las preguntas de la metodologĂa original (83,5 sobre 100) estĂĄ sobredimensionada. Un Ăşltimo punto que quizĂĄs deba destacarse en la relaciĂłn entre OSC y tecnologĂas tiene que ver con el creciente rol que la propia sociedad civil juega en el acceso a tecnologĂas y en la capacitaciĂłn en su uso, tareas que se orientan no sĂłlo a miembros de la poblaciĂłn 54. A modo de referencia comparativa, las estadĂsticas de la UniĂłn Internacional de Telecomunicaciones (2009) indican que en Argentina un 34% de la poblaciĂłn son usuarios internet (puesto 85 sobre 207 paĂses con datos) mientras que un 10% son suscriptores de banda ancha (puesto 65 sobre 184 paĂses con datos).
Figura 35: Nivel de acceso a tecnologĂas
100% 80%
12,4% 8,0%
9,7% 7,3%
12,7% 9,3%
83,0%
78,0%
Computadora
Internet
43,9%
60% 12,2% 40%
79,6% 43,9%
20% 0% LĂnea telefĂłnica
MĂĄquina de Fax
Acceso regular
Acceso esporĂĄdico
Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
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Sin acceso
en general sino tambiĂŠn a otras organizaciones (Finquelievich, Prince, et al., 2009). En esta lĂnea, distintas iniciativas merecen mencionarse, entre ellas las desarrolladas por numerosas bibliotecas populares, cooperativas y telecentros comunitarios de todo el paĂs. Existen tambiĂŠn varias organizaciones cuya misiĂłn se promociĂłn de la sociedad de la informaciĂłn y las nuevas tecnologĂas, como por ejemplo la organizaciĂłn Links, la AsociaciĂłn Civil Nodo Tau o la FundaciĂłn Equidad. 3.6.VĂnculos internacionales El Ăşltimo componente de la dimensiĂłn Nivel de organizaciĂłn del ISC es el anĂĄlisis de los vĂnculos internacionales. Este aspecto se evalĂşa a partir del nĂşmero de ONGs de carĂĄcter internacional (INGOs) que se encuentran trabajando en el paĂs segĂşn datos de la UniĂłn de Asociaciones Internacionales (2009). Al respecto, se observa que trabajan en Argentina unas 2870 INGOs, lo que corresponde a un 20,8% de las casi 13.800 organizaciones de este tipo que tiene registradas la base de datos del mencionado organismo. Este porcentaje, que es el que se emplea para la puntuaciĂłn de la subdimensiĂłn, resultĂł el mĂĄs alto de los seis paĂses que implementan el ISC en la regiĂłn, siendo el promedio regional de 14,4%. 55 Por fuera de la presencia en el paĂs de organizaciones de carĂĄcter internacional, otros datos y comentarios relevados sugieren que las vinculaciones de la sociedad civil argentina con el ĂĄmbito internacional resultan escasas. Si se atiende por ejemplo a los montos de asisten observa por ejemplo que para el aĂąo 2008 los mismos representaban apenas el 1,4% del total de fondos desembolsados para la regiĂłn de AmĂŠrica Latina y Caribe. (OECD, 2010)56. Asi55. Los porcentajes para el resto de los paĂses de la regiĂłn son los siguientes: Uruguay: 10,9%; Chile: 15,7%; MĂŠxico: 20,3%; Venezuela: 13,3% y Nicaragua: 5,5%. 56. Sobre la temĂĄtica de cooperaciĂłn internacional, una iniciativa interesante resulta la Red Argentina de CooperaciĂłn Internacional (RACI), constituida en 2004, y que tiene como objetivos promover la generaciĂłn de informaciĂłn, el diĂĄlogo entre actores, la transparencia y el fortalecimiento institucional de OSCs en Q (www.raci.org.ar).
mismo, aunque se trata de un aspecto sobre el cual no se cuenta con datos cuantitativos, la opiniĂłn mĂĄs general de los actores consultados acerca del nivel de interacciĂłn con organizaciones de otros paĂses (ej. pertenencia a redes internacionales, participaciĂłn en congresos, realizaciĂłn de acciones conjuntas, etc.) indica que el mismo resulta escaso en el paĂs. Conclusiones En este capĂtulo se analizaron distintos aspectos relacionados con el desarrollo institucional de las OSC de Argentina, incluyendo: la formalizaciĂłn institucional, la comunicaciĂłn, la pertenencia a redes, los vĂnculos internacionales y los recursos (humanos, tecnolĂłgicos y Â&#x192; Â&#x201A; siĂłn resultĂł de 52,6, lo que estarĂa indicando $ tancialmente del promedio alcanzado a nivel regional (53,7).57 Esta evaluaciĂłn cuantitativa global posiblemente no se aparte tampoco de la idea mĂĄs general que puede formarse luego de leer todos los datos y demĂĄs consideraciones que fueron presentados a lo largo de la secciĂłn; sin embargo, tal como se ha seĂąalado, existen para esta dimensiĂłn algunos reparos referidos a los puntajes de los indicadores (y subdimensiones) de donde se deriva este Â&#x201A; Â&#x192; $ % dimensiĂłn se realiza tambiĂŠn incorporando la informaciĂłn de otras fuentes. La evaluaciĂłn del nivel de formalizaciĂłn institucional â&#x20AC;&#x201C;primer aspecto analizadoâ&#x20AC;&#x201C; parece ser positiva si se tiene en cuenta la proporciĂłn de OSC con un Ăłrgano formal de gobierno (92%), aunque resulta menos optimista si se tiene en cuenta la posesiĂłn de personerĂa jurĂdica (64%) o si se atiende a otros aspectos seĂąalados en las consultas (informalidad en las prĂĄcticas de gestiĂłn, escasa renovaciĂłn dirigencial, etc.). Algo similar puede decirse sobre los vĂnculos internacionales: la presencia de ONGs de carĂĄcter internacional resulta entre las mĂĄs altas de la regiĂłn, pero se cree que la evaluaciĂłn deberĂa ser menor si se atiende a 57 Los resultados del resto de los paĂses latinoamericanos que aplicaron el ISC fueron los siguientes: Uruguay: 59,5; Chile: 52,3; MĂŠxico: 45,9;Venezuela: 56,6 y Nicaragua 55,4.
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los montos recibidos de cooperaciĂłn internacional, o a los vĂnculos que las organizaciones locales tienen con las de otros paĂses, los cuales se consideran escasos. En cuanto a la comunicaciĂłn entre las organizaciones, la misma se ve como moderadamente positiva, con un marcado incremento en los Ăşltimos aĂąos gracias a la incorporaciĂłn de nuevas tecnologĂas y a la mayor frecuencia de instancias de intercambio entre OSCs, aun cuando ambos procesos estĂŠn lejos de alcanzar un nivel que pueda considerarse Ăłptimo. Por otro lado, si se evalĂşa la capacidad de actuar conjuntamente de las organizaciones, ĂŠsta deberĂa considerarse mĂĄs limitada. Al respecto, una parte del problema quizĂĄs pueda atribuirse a una relativamente baja pertenencia a redes (46,5%) y a la limitada incidencia que adquieren en el paĂs las redes mĂĄs generales y abarcativas (provinciales o nacionales) que buscan representar y promover los intereses del sector como totalidad. El aspecto mĂĄs problemĂĄtico de todos los evaluados posiblemente se encuentre en relaciĂłn a los recursos institucionales. La disponibilidad de los fue seĂąalada de forma casi unĂĄnime como una de las principales debilidades de las OSC argentinas, situaciĂłn que se agrava considerando el contexto in $ Â&#x192; cuanto a los recursos tecnolĂłgicos, si bien se reconoce un incremento en el acceso en los Ăşltimos aĂąos, el aprovechamiento de su potencial se ve limitado por fuertes disparidades en la capacitaciĂłn, la disponibilidad de equipos, la calidad del acceso a internet, entre otros factores. Por Ăşltimo, en relaciĂłn a los recursos humanos, las organizaciones se muestran algo mĂĄs conformes, valorando como aspectos positivos el compromiso y la adecuaciĂłn general nes; sin embargo, se advierten tambiĂŠn problemas en cuanto a la movilidad del personal en cargos no directivos, la cual atenta contra la acumulaciĂłn de experiencia y el nivel de capacitaciĂłn. Considerando este panorama, las lĂneas de acciĂłn que pueden seĂąalarse en tĂŠrminos de agenda son varias y muy diversas en cuanto
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[ $ asumir. Entre las mĂĄs importantes, al menos cinco pueden indicarse aquĂ para luego elaborarse mejor en la secciĂłn de recomendaciones, ĂŠstas son: (1) incrementar la sustenta * YÂ&#x152; Â&#x20AC;Â&#x2C6; Â&#x201A; capacidades tĂŠcnicas y de gestiĂłn de las OSC; (3) promover el trabajo en red, especialmente en lo que hace a redes a gran escala; (4) mejorar la comunicaciĂłn y la interacciĂłn entre OSC, y (5) favorecer el acceso a recursos tecnolĂłgicos y capacitar en su uso.
4. PRĂ CTICA DE VALORES
Esta dimensiĂłn indaga el grado en el que la sociedad civil practica ciertos valores fundamentales, tales como la democracia, la transparencia, la equidad de gĂŠnero y la sustentabilidad ambiental, entre otros. En algunos casos, las distintas sub-dimensiones e indicadores considerados evalĂşan principalmente la capacidad de las OSC para generar mecanismos de autorregulaciĂłn que promuevan buenas prĂĄcticas institucionales en la gestiĂłn de las organizaciones. En otros, en cambio, se evalĂşa el nivel de extensiĂłn de manifestaciones negativas dentro de la sociedad civil, como el racismo, la violencia o la corrupciĂłn y, en paralelo, los esfuerzos de las OSC en general para aislar y combatir este tipo de manifestaciones. Los datos para la puntuaciĂłn de las distintas subdimensiones proceden de la encuesta a organizaciones.
Figura 36: Resultados de las subdimensiones de PrĂĄctica de valores
40
20
60
0 Democracia en la toma de decisiones Regulaciones laborales
PercepciĂłn de valores en la sociedad civil en su conjunto
La dimensiĂłn de PrĂĄctica de valores obtuvo un puntaje promedio de 39,5 y resultĂł la segunda con menor puntaje de las cinco evaluadas en el ISC. Sin embargo, tal como se observa en Â&#x201A; fueron considerablemente dispares.
100
74,8
22,5
CĂłdigo de conducta y transparencia EstĂĄndares ambientales
80
44,2 13,1
42,6
4.1. Democracia en la toma de decisiones
El primero de los aspectos evaluados consiste en la naturaleza democrĂĄtica del proceso de toma de decisiones dentro de las OSC. El in Â&#x201A; positivo. SegĂşn la encuesta a OSC, se observa que casi un 75% de las OSC implementa mecanismos de toma de decisiones que tienen algĂşn sustento democrĂĄtico. Este porcentaje se compone por un 10% de casos en los que existen mecanismos que podrĂamos denominar de â&#x20AC;&#x153;democracia directaâ&#x20AC;? -donde los
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propios socios o el personal estĂĄn a cargo de las decisiones mĂĄs importantes- y un 65% restante donde este rol es ejercido ya sea por un directivo o un Ăłrgano de gobierno que cuentan con un mandato delegado a partir de un procedimiento electivo. Respecto de estos resultados, en distintas instancias de consulta se reparĂł en que dentro de este Ăşltimo 65% pueden existir casos que, a la luz de una indagaciĂłn mĂĄs profunda, difĂcilmente puedan catalogarse como necesariamente democrĂĄticos. Se destacĂł por ejemplo que, para una buena parte de organizaciones, la propia ley es la que obliga tanto a conformar Ăłrganos de gobierno que tomen cierto tipo de decisiones clave, como a que estos mismos cuerpos colectivos (ej. comisiones directivas) elijan por votaciĂłn a los directores ejecutivos o gerentes. En cualquiera de estos casos, se destacĂł que independientemente del origen electivo de estas autoridades, existen mecanismos que desnaturalizan el sentido verdaderamente â&#x20AC;&#x153;democrĂĄticoâ&#x20AC;? de algunas OSC, los cuales van desde la escasa renovaciĂłn dirigencial hasta la ausencia de mecanismos regulares
y sistemĂĄticos para relevar el punto de vista de los destinatarios en las acciones o programas implementados. 58 ! des, el equipo de Argentina incluyĂł entre las preguntas adicionales de la Encuesta a OSC una en donde se intentĂł capturar mejor el sentido de las prĂĄcticas democrĂĄticas. Se pre ~ cia de los miembros no directivos en las decisiones de las organizaciones, realizĂĄndose la pregunta no sobre la propia organizaciĂłn sino sobre â&#x20AC;&#x153;el sector de OSC que (el entrevistado) mejor conoceâ&#x20AC;?. Evaluado de esa manera, el aspecto obtuvo un puntaje promedio de 5,71 en una escala de 0 a 10. 4.2. Regulaciones laborales Con un puntaje de apenas 22,5 la subdimensiĂłn relativa a las regulaciones laborales re58. Acerca del nivel de participaciĂłn de distintos actores, como destinatarios, miembros no directivos, donantes, etc., en los pro ? * \ ! Â&#x2022; ` * Â&#x201C; daciĂłn SES, BID, 2008.
Figura 37: Actor que toma frecuentemente las decisiones mĂĄs importantes
Los socios y socias 7,1% El personal 2,9%
Un direc vo(a) designado mediante un procedimiento no elec vo 8,6% Un Ăłrgano de gobierno (Ej. Comis. Direc va) designado mediante un procedimiento no elec vo 16,7%
74,8% Un Ăłrgano de gobierno designado mediante un procedimiento elec vo 49,5%
Un direc vo(a) designado mediante un procedimiento elec vo 15,2% Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
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sultĂł la segunda mĂĄs baja de la dimensiĂłn de valores. Para evaluar esta subdimensiĂłn, se relevaron aspectos como la presencia de polĂticas de equidad de gĂŠnero, la pertenencia a sindicatos entre el personal rentado, la capacitaciĂłn sobre derechos laborales a nuevos ingresantes y la existencia de polĂticas de estĂĄndares laborales. En cada uno de estos aspectos, tal como se observa en la Figura 38, las OSC argentinas mostraron un bajo nivel de desempeĂąo. Para explicar este resultado, distintos factores fueron mencionados en las consultas por miembros de OSCs, los cuales van desde la falta de recursos econĂłmicos e institucionales para aplicar tales prĂĄcticas, hasta aspectos de Ăndole contextual, como el marco legal o el contexto sociocultural. El alto nivel de informalidad que permea muchas de las prĂĄcticas y habitus propios de las OSC tambiĂŠn se considerĂł una limitaciĂłn importante. En tĂŠrminos generales, entonces, se reconoce que estos mecanismos de autorregulaciĂłn relacionados con aspectos laborales no se han incorporado como parte de la cultura organizacional de la mayorĂa de las OSC de Argentina.59 59. Esta consideraciĂłn se vuelve aĂşn mĂĄs sĂłlida cuando se comparan los resultados logrados en el paĂs con los del resto de los paĂses de AmĂŠrica Latina. Mientras que el valor de la subdimensiĂłn para Argentina es de apenas 22,5, el promedio regional resulta de 36,8.
Ahora bien, asĂ como se reconocen distintas limitaciones y desafĂos que seĂąalan estos resultados obtenidos, quizĂĄs tambiĂŠn deba criticarse la pertinencia de algunos de estos indicadores para evaluar un vĂnculo laboral que resulta muy diferente del que se establece, por ejemplo, entre empleados y empresas. En este sentido, en las consultas con el ComitĂŠ Asesor, se seĂąalĂł que la evaluaciĂłn por medio de estos parĂĄmetros resulta mĂĄs sensible a carencias en los niveles de formalidad en las prĂĄcticas $ lacionados con falencias de hecho en tĂŠrminos de valores. Al respecto de esto, un ejemplo sig [ $ de gĂŠnero, donde si bien es indudable que son pocas las OSC que tienen polĂticas escritas sobre esa temĂĄtica, tambiĂŠn se observa que las mujeres no tienen una participaciĂłn menor o mĂĄs relegada que la que tienen los varones.60 En tĂŠrminos generales, numerosos desafĂos son los que pueden seĂąalarse respecto de las prĂĄcticas relacionadas con los recursos huma60. Tal como se seĂąalĂł anteriormente, segĂşn la encuesta a OSC, las mujeres abarcan el 57% del personal de las OSC y no existen diferencias en favor de los varones ni en la distribuciĂłn de los cargos directivos (el 30% de los varones tienen cargos directivos vs. el 33% de las mujeres) ni en la de los cargos rentados (varones: 12% vs. mujeres: 15%).
Figura 38: Mecanismos de autorregulaciĂłn relacionados con aspectos laborales
100% 80% 60%
72,5%
77,4%
79,4%
80,6% No
40%
SĂ
20% 27,5%
22,6%
20,6%
19,4%
Posee polĂtica escrita sobre igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres
Brinda capacitaciĂłn en derechos laborales a nuevos ingresantes
Posee una polĂtica de estĂĄndares laborales a disposiciĂłn del pĂşblico
Personal rentado promedio que pertenece a un sindicato
0%
Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
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nos. La formalizaciĂłn del vĂnculo laboral en los casos en donde resulta pertinente es, de hecho, una falencia que debe mejorarse, pero que se ubica tambiĂŠn en el contexto de otros desafĂos importantes, como aumentar el nivel de incidencia en la toma de decisiones, fomentar la capacitaciĂłn, potenciar el compromiso y extender la permanencia. En tĂŠrminos de estas otras problemĂĄticas, la formalizaciĂłn del vĂnculo laboral queda largamente relegada en cuanto a las prioridades de una agenda estratĂŠgica de las OSC argentinas.
Figura 39: Tenencia de un cĂłdigo de conducta para la organizaciĂłn.
SĂ 35,6% No 64,4%
4.3. CĂłdigo de conducta y transparencia Para la evaluaciĂłn de esta subdimensiĂłn, dos parĂĄmetros son tenidos en cuenta en la metodologĂa del ISC: la tenencia de un cĂłdigo de conducta, y la disponibilidad pĂşblica de infor * Y sĂłlo un 35,6% de las organizaciones declararon tener un cĂłdigo de conducta que reglamente las prĂĄcticas institucionales, en tanto $ >Â&#x2C6; Â&#x2039;Â&#x17E; nanciera a disposiciĂłn del pĂşblico. Ahora bien, el nivel de disponibilidad de esta informaciĂłn es sin embargo un aspecto que merece tratarse con mĂĄs detalle. En efecto, a partir de una pregunta abierta adicional que indagaba sobre â&#x20AC;&#x153;cĂłmo puede accederse a la informa Â&#x2020; que en realidad menos del 10% de las OSC emplean mecanismos que expresen una â&#x20AC;&#x153;altaâ&#x20AC;? disponibilidad de esta informaciĂłn (pĂĄginas web, publicaciones, boletines u otras comunicaciones - cfr. Fig. 40). Para casi un 40% de las organizaciones, en cambio, la disponibilidad dad â&#x20AC;&#x153;parcialâ&#x20AC;?, quedando limitada a los socios activos, o bien disponible bajo una solicitud especial.
En tĂŠrminos generales, entonces, el nivel de transparencia de las OSC argentinas -vale decir, el nivel de informaciĂłn que brindan pĂşblicamente sobre sus actividades- debe considerarse relativamente bajo. Una vez mĂĄs, para explicar este resultado debe apelarse a mĂşltiples factores tanto externos como internos.61 Entre estos Ăşltimos, sin embargo, resulta in-
Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
Figura 40: Disponibilidad pĂşblica de in Alta disponibilidad 9,3%
Sin disponibilidad 47,2%
52,8 Disponibilidad parcial 39,4%
No especifica 4,1% Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
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teresante reparar sobre el hecho de que las propias OSC no son del todo conscientes de la importancia de promover una mayor â&#x20AC;&#x153;accountabilityâ&#x20AC;? de sus actividades, quizĂĄs por dar buido. Cierto es que muchos tipos de OSC en
a los de otros actores sociales (TNS-Gallup, 2006; Transparency International, 2007) y que en general la â&#x20AC;&#x153;honestidadâ&#x20AC;? es visualizada entre las fortalezas de las OSC.62 Sin embargo, cuando se pregunta por ejemplo por la existencia de caso de corrupciĂłn dentro de las OSC, o sobre el nivel de transparencia en el acceso a fondos de gobierno, las evaluaciones realizadas suelen ser bastante mĂĄs crĂticas, al menos entre las OSC y actores externos consultados.63 Esta situaciĂłn, puesta en el contexto de los bajos niveles de membresĂa, voluntariado y dona $ compromiso cĂvico, hacen ver a las prĂĄcticas de transparencia y rendiciĂłn de cuentas como un verdadero desafĂo sobre el cual deben realizarse mayores esfuerzos e iniciativas. 4.4. EstĂĄndares ambientales El nivel de compromiso en las prĂĄcticas de las OSC en relaciĂłn con el medio ambiente se mide en la metodologĂa del ISC con un indica $ 6 por el nivel de formalidad institucional, a saber: la proporciĂłn de OSC que declara tener una polĂtica por escrito relativa a estĂĄndares ambientales. Un documento de esta naturaleza, 61. Entre los factores internos se suelen mencionar: carencias en ? & * Â&#x20AC; * \ ? Â&#x20AC; Â&#x192; Â&#x20AC; H ? * ? Â&#x20AC; de diĂĄlogo con los donantes. Para un anĂĄlisis mĂĄs detallado de estos temas, vĂŠase: GADIS, FundaciĂłn SES, BID, 2008 y Marsal y Blanco Toth, 2007. 62. En las encuestas realizadas, la evaluaciĂłn del Ătem â&#x20AC;&#x153;nivel de honestidad de las OSCâ&#x20AC;? obtuvo un puntaje de 7 sobre 10 entre los miembros de las propias OSC y de 6,6 entre actores externos. 63. SĂłlo el 43,5% de las OSC encuestadas considerĂł que son â&#x20AC;&#x153;muy inusualesâ&#x20AC;? o â&#x20AC;&#x153;poco frecuentesâ&#x20AC;? los casos de corrupciĂłn dentro de la sociedad civil (vs. frecuentes: 36,3% y muy frecuentes: 20,2%). Por otro lado, el â&#x20AC;&#x153;nivel de transparencia en el acceso a fondos de gobiernoâ&#x20AC;? fue evaluado con un puntaje de 3,7 sobre 10 por parte de actores de la sociedad civil, y con un puntaje de 4,5 por parte de actores externos.
que regule por ejemplo las prĂĄcticas sobre el manejo de los desechos, la energĂa, el uso del combustible o el papel, es implementado en apenas un 13% de las organizaciones encuestadas. Respecto de esta subdimensiĂłn, cabe aclarar que la misma no apunta a medir el nivel de impacto social o polĂtico de la sociedad civil sobre la temĂĄtica del medio ambiente. En lugar de ello, se intenta evaluar el grado en el que las propias OSC incorporan el valor del cuidado de medio ambiente en sus prĂĄcticas de gestiĂłn. Desde este punto de vista, tanto el indicador relevado como los comentarios recogidos en las instancias de consulta, marcan que el nivel de concientizaciĂłn de las organizaciones sobre el impacto ambiental de sus acciones resulta sumamente acotado. 4.5. PercepciĂłn de valores de la sociedad civil en su conjunto Esta Ăşltima subdimensiĂłn relativa a los valores de la sociedad civil adquiere un enfoque distinto al de las vistas anteriormente. En lugar de evaluar la extensiĂłn de â&#x20AC;&#x153;buenas prĂĄcticasâ&#x20AC;? organizacionales relacionadas con valores positivos, se observa aquĂ la expresiĂłn de manifestaciones negativas como la violencia, la corrupciĂłn o el racismo dentro del espacio de la sociedad civil, asĂ como los esfuerzos de parte de las OSC en general para aislar o combatir este tipo de manifestaciones. En tanto resulta difĂcil encontrar informaciĂłn objetiva y comparable a nivel internacional acerca de estos aspectos, la metodologĂa del ISC establece seis indicadores basados en las percepciones y opiniones de quienes respondieron la Encuesta a OSC. Estos indicadores indagan sobre aspectos complementarios, uno positivo y otro negativo, como por ejemplo la presencia dentro de la sociedad civil de grupos que emplean la violencia para expresar sus intereses vs. el rol de la sociedad civil para promover la paz y la no violencia. La evaluaciĂłn acerca de la violencia arrojĂł re Â&#x20AC; Â&#x2122;Â&#x2021; Â&#x2122;Â&#x2C6; Por un lado, sĂłlo una minorĂa (12,6%) considerĂł que el uso de la violencia por grupos de la sociedad civil es â&#x20AC;&#x153;extremadamente inusualâ&#x20AC;?,
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mientras que, por el otro, se evaluĂł de forma bastante mĂĄs positiva el rol de la sociedad civil en la promociĂłn de la no violencia y la paz (un 61,8% de los entrevistados considerĂł que el impacto en estos temas resulta â&#x20AC;&#x153;altoâ&#x20AC;? o â&#x20AC;&#x153;medioâ&#x20AC;?). La evaluaciĂłn sobre las prĂĄcticas de corrupciĂłn vs. la promociĂłn de prĂĄcticas democrĂĄticas dentro de las OSC resultĂł todavĂa mĂĄs Â&#x20AC; Â&#x2122;= Â&#x2122;Â&#x2122; < Â&#x2039;Â&#x17E; los encuestados considerĂł que las prĂĄcticas de corrupciĂłn dentro de las OSC son â&#x20AC;&#x153;muy inusualesâ&#x20AC;?, mientras que sĂłlo la mitad considerĂł que los esfuerzos de la sociedad civil por promover prĂĄcticas democrĂĄticas en las OSC tienen un impacto alto o medio. Finalmente, el tercer aspecto evaluado, relacionado con las manifestaciones de racismo, intolerancia y discriminaciĂłn fue el que alcanzĂł [ Â&#x20AC; 45 y 46). MĂĄs de la mitad de los encuestados alegĂł no conocer ejemplos o conocer â&#x20AC;&#x153;solamente uno o dosâ&#x20AC;? de grupos u organizaciones de la sociedad civil que sean explĂcitamente racistas, discriminatorios o intolerantes, mientras que sĂłlo una minorĂa (28,5%) considerĂł que estos grupos u organizaciones â&#x20AC;&#x153;dominan a Â&#x2020; Â&#x201E; de la sociedad civilâ&#x20AC;?. Al evaluar todos los aspectos reciĂŠn mencionados, la subdimensiĂłn de PercepciĂłn de valores de la sociedad civil en su conjunto alcanza un puntaje de 42,6.64 Respecto de las manifestaciones negativas de violencia, corrupciĂłn e intolerancia, las mismas son vistas como relativamente frecuentes por los miembros de las OSC consultadas, aunque resultarĂa difĂcil ar-
fig 41: CaracterizaciĂłn de grupos que hacen uso de la violencia para expresarse El uso de la violencia por grupos de la SC es extremadamente inusual
12,6%
Movimientos de masas significativos 21,1% Grupos aislados usan ocasionalmente la violencia
32,1%
Grupos aislados usan regularmente la violencia
34,2%
Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
Fig. 42: PercepciĂłn del rol de la SC en la promociĂłn de la no violencia y la paz
Nulo / Insignificante
8,3%
Alto / Significativo
19,6% Â&#x2013; ' ' * dologĂa del ISC establece los siguientes procedimientos: En los indicadores referidos a la â&#x20AC;&#x153;reacciĂłnâ&#x20AC;? de la sociedad civil frente a las manifestaciones negativas las dos opciones positivas son sumadas y promediadas (ej. el rol de la sociedad civil en la promociĂłn de la no violencia se considera â&#x20AC;&#x153;altoâ&#x20AC;? + â&#x20AC;&#x153;medioâ&#x20AC;?). En el caso de las expresiones negativas, las categorĂas promediadas varĂan segĂşn el caso. Para corrupciĂłn y violencia, sĂłlo la mejor respuesta es tenida en cuenta para el puntaje (el uso de la violencia es â&#x20AC;&#x153;extremadamente inusualâ&#x20AC;?, o las prĂĄcticas de corrupciĂłn dentro de la sociedad civil son â&#x20AC;&#x153;muy inusualesâ&#x20AC;?), mientras que en el caso de los ejemplos de grupos que sean racistas, intolerantes, etc. las dos respuestas mĂĄs positivas son las que se suman (no conoce â&#x20AC;&#x153;ningĂşn ejemploâ&#x20AC;? + â&#x20AC;&#x153;solamente uno o dos ejemplosâ&#x20AC;?).
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
Bajo / Limitado
29,9%
Medio / Moderado
42,2%
Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
Fig. 43: Caracterización de las prácticas de corrupción en la SC
Muy inusuales 8,8%
Fig. 45 Ejemplos de OSC o grupos racistas, discriminatorios o intolerantes
Muchos ejemplos
11,1% Ninguno 26,5%
Muy frecuentes
20,2%
Poco frecuentes
Algunos
34,7%
37,7%
Frecuentes
Solamente uno o dos
36,3%
24,7%
Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
Fig. 44: Rol de la SC en la promoción de prácticas democráticas dentro de OSC
Fig. 46: Relaciones entre OSC o grupos racistas o intolerantes y el resto de la SC
Nulo / Insignificante
Dominan la sociedad civil
7,4%
6,4%
Alto / Signi ca vo 10,9%
Son un grupo aislado y denunciado por la sociedad civil en general 29,3%
Son un actor significativo en la sociedad civil
22,1%
Bajo / Limitado Medio / Moderado
42,6% Son un actor marginal en la sociedad civil
39,1%
42,1%
Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
Fuente: Encuesta a OSC, Civicus, GADIS, UCA, 2009
Índice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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gumentar que los actuales niveles representan una verdadera amenaza para la sociedad civil argentina en el corto plazo, o que deberĂan considerarse particularmente altos, al menos comparando con otros perĂodos histĂłricos o con otros paĂses. En este sentido, situaciones particularmente crĂticas como guerras civiles, o una alta incidencia de organizaciones [ presentan en el paĂs. Por otro lado, las evaluaciones sobre las acciones realizadas para combatir la violencia, la corrupciĂłn y la intolerancia dentro de la sociedad civil resultan en general positivas, excepto en el caso de la promociĂłn de prĂĄcticas democrĂĄticas dentro de las propias OSC, donde las opiniones de los actores consultados se presentan como mĂĄs divididas. En tĂŠrminos generales, y a juzgar por los comentarios realizados en los grupos focales, los aspectos mĂĄs problemĂĄticos relacionados con los valores de la sociedad civil se relacionan, mĂĄs que con manifestaciones particularmente negativas como la violencia, el racismo o la intolerancia, con otras manifestaciones mĂĄs sutiles, aunque igualmente no deseables. En este sentido, se mencionaron problemas como el que se consideran bastante presentes entre la poblaciĂłn y se opina que en cierta medida afectan a los actores de la sociedad civil. Por el otro lado, especialmente para los actores mĂĄs polĂticos de la sociedad civil, se mencionaron aspectos tales como una cultura fuertemente estadocĂŠntrica, clientelĂstica y asistencialista, y cias ideolĂłgicas o polĂtico partidarias.
Conclusiones Al igual que con otras dimensiones del ISC, la evaluaciĂłn Ăşltima sobre la prĂĄctica de valores debe hacerse con cierta prudencia y reparando en las caracterĂsticas de los indicadores que fueron considerados. Atendiendo Ăşnicamente al puntaje promedio que alcanza la dimensiĂłn (39,5), la misma resulta la segunda con menor puntaje de todas las evaluadas en el ISC. Igualmente, serĂa quizĂĄs desacertado extraer de este resultado que las OSC argentinas son incapaces de promover valores positivos dentro
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
de la sociedad en general o bien que sostienen preponderantemente valores negativos. Antes que eso, deberĂa pensarse que las OSC tienen Â&#x201A; importancia en sus prĂĄcticas de gestiĂłn y que se presentan algunas expresiones de valores negativos que deberĂan enfrentarse de forma mĂĄs decidida. En cuanto al primer aspecto, se observa que mecanismos como regulaciones laborales, estĂĄndares ambientales, cĂłdigos de conducta y prĂĄcticas de rendiciĂłn de cuenta de distinto tipo resultan poco frecuentes en las OSC de Argentina. Por el otro lado, en lo que respecta a la expresiĂłn de valores negativos como la violencia, el racismo o la intolerancia, las mismas se perciben como infrecuentes entre los actores de la sociedad civil. Una situaciĂłn algo menos optimista se advierte considerando las percepciones sobre corrupciĂłn, el escaso rol de la sociedad civil en la promociĂłn de prĂĄcticas democrĂĄticas entre las propias OSC, y la presencia de otras manifestaciones negativas mĂĄs sutiles, pero de relativa incidencia (ej.: individualismo, descon $ Al hacer una evaluaciĂłn global de la dimensiĂłn, tal vez pueda pensarse que el mismo impulso que tiene la sociedad civil para promover en otros actores valores positivos como la transparencia, la democracia, el cuidado del medio ambiente, los derechos laborales, la equidad de gĂŠnero, etc., no se ejerce de la misma manera hacia adentro de la propia sociedad civil. Para explicar esta situaciĂłn, distintos factores pueden ser invocados, entre ellos: la falta de capacitaciĂłn y la ausencia de una fuerte demanda externa para implementar mecanismos de autorregulaciĂłn, la persistencia de un alto nivel de informalidad en las prĂĄcticas institucionales, y una dĂŠbil conciencia de la sociedad civil acerca de sus responsabilidades como â&#x20AC;&#x153;actor socialâ&#x20AC;? frente a otros actores. Estos actores, que incluyen tambiĂŠn a los destinatarios y a los propios miembros de las OSC, expresan respecto de las organizaciones una imagen y un $ y potenciados, en tanto constituyen un capital institucional fundamental. En cuanto a posibles lĂneas de acciĂłn para su
de concientizaciĂłn, de intercambios de experiencias y de capacitaciĂłn en el uso de distintas herramientas de autorregulaciĂłn y rendiciĂłn de cuentas son especialmente recomendables. La promociĂłn de estas iniciativas deberĂa sin embargo ir acompaĂąada de procesos de diĂĄlogo entre los actores involucrados (miembros de OSC, destinatarios, donantes, Estado, etc.) $ Â&#x201A; tivo de darle mayor formalidad, transparencia y legitimidad al sector, y la necesidad de mantener su dinamismo, creatividad y sustentabili X[ [ este proceso que cualquier iniciativa orientada a promover medidas de regulaciĂłn o transparencia no desaliente la creaciĂłn de nuevas organizaciones o perjudique desproporcionadamente a las organizaciones mĂĄs pequeĂąas o de menores recursos. Finalmente, al igual que con otras recomendaciones, se cree que el nivel de ĂŠxito de las mencionadas para esta dimensiĂłn depende parcialmente de procesos de cambio mĂĄs profundos. En este caso, uno de estos procesos involucrados puede ser la generaciĂłn de una cierto sentido de identidad (o de pertenencia a un espacio comĂşn) entre los actores de la sociedad civil, el cual resulta $ misma forma que lo hace sobre otros actores sociales. En funciĂłn de esta meta, la realizaciĂłn de proyectos como el ISC o el apoyo a organizaciones orientadas a fortalecer o representar los intereses de la sociedad civil tambiĂŠn se consideran objetivos de importancia.
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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5. PERCEPCIĂ&#x201C;N DE IMPACTO
Â&#x192; [ ] Â&#x20AC;Â&#x2021; en temĂĄticas emergentes (llamada â&#x20AC;&#x153;receptividad y capacidad de respuestaâ&#x20AC;?), (2) el impacto en temĂĄticas sociales, como pobreza, educaciĂłn, vivienda, etc., (3) el impacto en polĂticas pĂşblicas y Â&#x20AC;Â&#x2122; Â&#x20AC; Â&#x201A; de tolerancia, y de espĂritu pĂşblico). Para los tres primeros aspectos reciĂŠn seĂąalados, los datos se obtienen de las encuestas a OSC y a actores externos, en tanto que para el impacto en actitudes sociales los datos se provienen de la Encuesta Mundial de Valores.
Figura 47: Resultados de las subdimensiones de PercepciĂłn de impacto
0
20
40
60
Receptividad y capacidad de respuesta (percepciĂłn interna)
41,9
Receptividad y capacidad de respuesta (percepciĂłn externa)
41,6
Impacto social (percepciĂłn interna)
62,6
Impacto social (percepciĂłn externa)
67,5
Impacto en polĂticas pĂşblicas (percepciĂłn interna)
50,8
Impacto en polĂticas pĂşblicas (percepciĂłn externa) Impacto de la sociedad civil en actitudes sociales
La dimensiĂłn de percepciĂłn de impacto obtiene un puntaje promedio de 47,6, el tercero mĂĄs alto de las cinco dimensiones evaluadas. Al analizar los valores de las subdimensiones, se observa en primer lugar una relativa consistencia entre las opiniones de las organizaciones de la sociedad civil y las de los actores externos. El aspecto mejor evaluado resultĂł el impacto social, con un puntaje de 62,6 para actores de la sociedad civil y 67,5 para actores externos; le sigue el impacto en polĂticas pĂşblicas Â&#x20AC;>} Â&#x2039; >Â&#x2039; = y capacidad de respuesta (41,9 y 41,6). Con Â&#x201A; la subdimensiĂłn del impacto en actitudes sociales, con apenas 10,6 puntos.
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
80
58,3 10,6
5.1. Receptividad y capacidad de respuesta
Tal como se seĂąalĂł en el capĂtulo referido a la historia de la sociedad civil argentina, existen numerosos ejemplos que seĂąalan cĂłmo la sociedad civil argentina ha podido responder a distintos desafĂos y problemĂĄticas sociales emergentes. Algunos de estos ejemplos incluyen casos como el surgimiento de las organizaciones de inmigrantes y los sindicatos hacia  ~   surgimiento de las organizaciones de derechos % % 6 Â&#x2021;Â&#x2019; } multiplicaciĂłn de organizaciones relacionadas con la pobreza y la marginalidad especialmente entre las dĂŠcadas de 1990 y 2000. Con el obje-
tivo de medir de alguna forma esta capacidad de responder a desafĂos emergentes, la metodologĂa del ISC establece la selecciĂłn de dos [ $ percepciĂłn de impacto tanto entre miembros de OSC como entre representantes de otros sectores. Las temĂĄticas seleccionadas por el Y 6 < de tener una perspectiva mĂĄs amplia, se evaluaron en las encuestas en el contexto de otras temĂĄticas mĂĄs tradicionales. Tal como se observa en la Figura 48, el impacto percibido para las dos problemĂĄticas emergentes seleccionadas resulta moderado, tanto para los actores externos (en promedio para ambas temĂĄticas, el 41,5% de los consultados considerĂł que el impacto era â&#x20AC;&#x153;medioâ&#x20AC;? o â&#x20AC;&#x153;altoâ&#x20AC;?) como para miembros de OSC (41,8). La temĂĄtica del desempleo obtuvo un puntaje ligeramente mayor que la de la inseguridad delictiva (46,5 vs. 36,9, promediando los puntajes de OSC y actores externos), aunque ambas temĂĄticas se encuentran lejos de los promedios registrados para muchas de las temĂĄticas mĂĄs tradicionales, como ser la promociĂłn de derechos (72,2), el apoyo a personas pobres (63,1) o la promociĂłn de la educaciĂłn y la
cultura (62,2). De las diez temĂĄticas evaluadas, las dos que obtuvieron el menor puntaje fueron la promociĂłn de buenas prĂĄcticas de gobierno (30,4 en promedio para OSC y actores externos) y la promociĂłn de buenas prĂĄcticas empresariales (29,9). Al momento de evaluar la capacidad de respuesta de la sociedad civil en tĂŠrminos generales, los asistentes al Taller Nacional destacaron que la sociedad civil es [ tiva frente a la emergencia de temĂĄticas de interĂŠs social; sin embargo, se seĂąalĂł tambiĂŠn que buena parte de esta energĂa inicial muchas cias organizativas que incluyen problemas de Â&#x201A; plazo, escasa presencia en medios de comunicaciĂłn, baja incidencia de las redes existentes en la coordinaciĂłn de acciones, limitada llegada a actores polĂticos, entre otros factores. 5.2. Impacto social Esta subdimensiĂłn busca evaluar el impacto de la sociedad civil en temĂĄticas comĂşnmente denominadas â&#x20AC;&#x153;socialesâ&#x20AC;?, tales como la asistencia a grupos vulnerables, la salud, la vivienda, la educaciĂłn, la alimentaciĂłn, entre otras. Para ello, ISC emplea cuatro indicadores: dos para
Figura 48: PercepciĂłn de impacto de la sociedad civil en temĂĄticas varias 0%
10%
20%
30%
40%
PromociĂłn de buenas prĂĄcticas de gobierno
28,4%
32,4%
PromociĂłn de buenas prĂĄcticas empresariales
28,6%
31,2%
Inseguridad delictiva
60%
Desempleo
42,5%
PromociĂłn de buenas prĂĄcticas ciudadanas
42,3%
52,5%
61,1%
PromociĂłn de la educaciĂłn y la cultura
63,0% 63,7%
54,2%
Apoyo a personas pobres
65,2% 66,7%
57,7%
PromociĂłn de derechos
66,7%
SegĂşn las OSC
80%
50,5%
56,8%
Apoyo a otros grupos vulnerables
70%
40,6%
33,2%
ProtecciĂłn del medio ambiente y recursos naturales
50%
73,2%
SegĂşn otros actores
* Los valores corresponden a la suma de las respuestas de impacto â&#x20AC;&#x153;altoâ&#x20AC;? y â&#x20AC;&#x153;medioâ&#x20AC;? en cada temĂĄtica (vs. â&#x20AC;&#x153;bajoâ&#x20AC;? y â&#x20AC;&#x153;ningĂşn impactoâ&#x20AC;?)| Fuente: Encuesta a OSC y Encuesta a Actores Externos, Civicus, GADIS, UCA, 2009
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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la percepciĂłn de los miembros de OSC y dos para la percepciĂłn de los actores externos. En el caso de los indicadores basados en las opiniones de las OSC, se indagĂł sobre las percepciones de impacto de la sociedad civil como un todo y sobre el impacto de la propia organizaciĂłn en las temĂĄticas sociales en las se trabaja (dos temĂĄticas a elecciĂłn de una lista). Para las percepciones de actores externos, ĂŠstos evaluaron tanto el impacto de la sociedad civil como un todo en temĂĄticas sociales, como el impacto en las dos temĂĄticas que se consideraran como â&#x20AC;&#x153;las mĂĄs activasâ&#x20AC;? (dos temĂĄticas a elecciĂłn de una lista). Los resultados de estas consultas son los que se muestran en la Figura 49. En tĂŠrminos generales, tal como se observa en bros de OSC consideran que la sociedad civil argentina tiene un impacto bastante elevado en temĂĄticas sociales. En todos los parĂĄmetros evaluados, una importante mayorĂa de los consultados (65% en promedio, considerando los cuatro indicadores) juzgĂł el impacto social como â&#x20AC;&#x153;altoâ&#x20AC;? o â&#x20AC;&#x153;medioâ&#x20AC;?, siendo esta evaluaciĂłn ligeramente mĂĄs positiva entre actores externos (67,5%) que entre miembros de OSC Â&#x20AC;|Â&#x2C6; |Â&#x17E; # [ [
del 3% en promedio considerĂł que la sociedad civil argentina no ejercĂa impacto alguno en las distintas temĂĄticas evaluadas. AsĂ y todo, cabe agregar que sĂłlo una minorĂa de los consultados (entre el 11% y el 29,8%, segĂşn la pregunta) se inclinĂł por la opciĂłn mĂĄs optimista, describiendo el impacto social como â&#x20AC;&#x153;altoâ&#x20AC;?. En este sentido, en las consultas cualitativas realizadas se reparĂł en numerosas ocasiones en que aunque la sociedad civil contribuye de [ breza, la educaciĂłn, la salud, etc., la escala y complejidad de estos problemas excede por mucho las capacidades actuales de las propias OSC. Evaluado de forma global, el aporte de la sociedad civil sobre estos temas tiende a ser considerado mĂĄs un paliativo para innumerables situaciones puntuales de necesidad y vulnerabilidad, que una respuesta articulada y programada a mediano o largo plazo. 5.3. Impacto en polĂticas pĂşblicas El impacto de la sociedad civil en polĂticas pĂşblicas se considera a partir de cinco indicadores que, una vez mĂĄs, involucran datos relativos a OSC y a actores externos. AdemĂĄs de una evaluaciĂłn general de ambas partes sobre el impacto de la sociedad civil (indica-
Figura 49: PercepciĂłn del impacto de la sociedad civil en temĂĄticas sociales
PercepciĂłn Externa PercepciĂłn interna
0% Impacto de la SC como un todo en temĂĄticas sociales Impacto de la propia organizaciĂłn en temĂĄticas sociales en las que actĂşa
20%
17,2%
29,8%
Impacto de la SC como un todo en las temĂĄticas sociales consideradas "mĂĄs activas"
18,8%
Impacto social general de la SC como un todo
11,0%
Alto impacto
Impacto medio
Impacto limitado
40%
60%
39,2%
80%
41,4%
39,0%
28,0%
54,5%
50,7%
24,5%
34,2%
NingĂşn impacto
Fuente: Encuesta a OSC y Encuesta a Actores Externos, Civicus, GADIS, UCA, 2009
94
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
100%
2,2%
3,2%
2,1%
4,1%
dores de percepciĂłn), se consideran en este caso algunos datos objetivos relacionados con el nivel de involucramiento de las OSC en polĂticas pĂşblicas y con el nivel de ĂŠxito obtenido a partir de estas iniciativas. Tal como puede observarse en la Figura 50, el valor promedio de estos cinco indicadores es para Argentina algo mayor que el registrado para otros paĂses de la regiĂłn latinoamericana (53,8 vs. 46,4); sin embargo, esta diferencia general resulta menor e incluso se invierte en los indicadores de percepciĂłn de impacto. En el cumplimiento de sus respectivas misiones, las OSC se vinculan con las autorida < ~ Y involucramiento en polĂticas pĂşblicas como Â&#x201E; $ para (a) la creaciĂłn o reforma de leyes o normativas, (b) la implementaciĂłn de programas estatales, (c) la promociĂłn ante el Estado de los derechos o intereses de distintos sectores de la poblaciĂłn, o (d) la formulaciĂłn de otras mente al Estadoâ&#x20AC;? (Encuestas a OSC y a Actores Externos, CIVICUS, GADIS, UCA, 2009). Â&#x192; las organizaciones encuestadas (67,7%) mostraron algĂşn grado de involucramiento en polĂticas pĂşblicas en los Ăşltimos dos aĂąos, siendo capaces de seĂąalar en la encuesta al menos un intento de incidencia, como la realizaciĂłn de campaĂąas, propuestas, acciones de lobby, etc. De este subgrupo de organizaciones con intentos de incidencia, cerca de la mitad (48,9%) fue capaz de mencionar al menos un intento de incidencia exitoso, en donde las propuestas hayan sido aceptadas por parte de las autoridades estatales o las acciones hayan obtenido resultados satisfactorios. Por otra parte, entre los actores externos, casi las tres cuartas partes de los representantes consultados (72,1%) fueron capaces de recordar al menos un ejemplo de incidencia en polĂticas pĂşblicas exitoso que haya sido promovido por las OSC en los Ăşltimos dos aĂąos. Aunque a partir de estos parĂĄmetros la evaluaciĂłn de la incidencia polĂtica parecerĂa bastante positiva, al momento de juzgar el impacto en tĂŠrminos generales, tanto miembros de OSC como representantes de otros sectores
mostraron una mirada algo mĂĄs crĂtica. Un 64,3% de las OSC y un 55,6% de los actores externos encuestados consideraron que la sociedad civil argentina tiene un impacto â&#x20AC;&#x153;nuloâ&#x20AC;? o â&#x20AC;&#x153;limitadoâ&#x20AC;? en polĂticas pĂşblicas, visiĂłn que tambiĂŠn tendiĂł a ser la mĂĄs prevaleciente en las consultas realizadas. Sobre este tema, la visiĂłn mĂĄs consensuada entre los actores consultados tiende a considerar que aunque en los Ăşltimos aĂąos las OSC efectivamente han ganado mayor visibilidad pĂşblica y capacidad de diĂĄlogo con el Estado, la incidencia en polĂticas es todavĂa es un ĂĄrea que requiere sustancial mejoramiento. Entre los procesos positivos seĂąalados se destacĂł un mayor reconocimiento del sector por par la creaciĂłn de distintas ĂĄreas gubernamentales
Â&#x201A; ] lecer a la sociedad civil y sus organizaciones, mejorar el vĂnculo con el gobierno y favorecer la formulaciĂłn de iniciativas conjuntas. En los Ăşltimos aĂąos, a su vez, se han abierto algunos canales formales de consulta e intercambio, como consejos consultivos, planes estratĂŠgicos, presupuestos participativos, auditorĂas ciudadanas, entre otras formas institucionales. Sin embargo, tambiĂŠn se ha seĂąalado de forma reiterada que existen muchas limitaciones para una incidencia plena y bien articulada de los actores de la sociedad civil. Algunas de estas limitaciones incluyen un alto nivel de des Â&#x192; y los de la sociedad civil, falta de continuidad en las polĂticas relativas a la sociedad civil, y la tendencia a relegar al sector a actividades de ejecuciĂłn o en todo caso de â&#x20AC;&#x153;consultaâ&#x20AC;? mĂĄs $ concretas. Asimismo, a nivel interno, tambiĂŠn ' sociedad civil argentina para organizarse y actuar de forma coordinada, pasando por encima de diferencias y atomizaciones, sean ĂŠstas [ [ nales.65 65. Existe abundante bibliografĂa sobre la temĂĄtica de las relaciones entre Estado y Sociedad Civil en Argentina y sobre la incidencia de la sociedad civil en polĂticas pĂşblicas en particular. De particular interĂŠs y riqueza resulta el portal Estado y Sociedad Civil www.estadoysociedadcivil.org mantenido por la organizaciĂłn CIPPEC, que cuenta ademĂĄs con una gran cantidad de artĂculos y libros en formato electrĂłnico.
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
95
96 LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
Figura 50: Resultados de indicadores de impacto en políticas públicas. (Argentina y Am. Latina)
0%
10%
20% 30%
40% 50%
Porcentaje de OSC con al menos un intento de incidencia en políticas públicas (últimos 2 años) Porcentaje de OSC con al menos un intento de incidencia exitoso (del total de OSC con intentos)
58,4%
31,0%
Percepción general del impacto de la SC en PP (Percepción de actores externos: impacto medio + alto)
80% 90% 100%
67,7%
48,9%
Porcentaje de actores externos que recuerden un intento de incidencia exitoso (últimos 2 años) Percepción general del impacto de la SC en PP (Percepción de miembros de OSC: impacto medio + alto)
60% 70%
60,7%
35,7%
41,7%
72,1%
40,4%
44,4%
Argen na
Promedio Am. La na
*Los países computados para la región latinoamericana son Argentina, Chile, Uruguay,Venezuela, Nicaragua y México Fuente: Encuesta a OSC y Encuesta a Actores Externos, Civicus, GADIS, UCA, 2009
Figura 51: PercepciĂłn del impacto en polĂticas pĂşblicas de la SC en su conjunto
100%
5,6%
14,5% 80%
50,0% 60%
No tiene impacto
49,8%
Impacto limitado
40% 20% 0%
AlgĂşn impacto tangible
27,1%
38,9%
8,7%
5,6%
PercepciĂłn interna
PercepciĂłn externa
Alto nivel de impacto
Fuente: Encuesta a OSC y Encuesta a Actores Externos, Civicus, GADIS, UCA, 2009
5.4. Impacto en actitudes sociales Esta Ăşltima subdimensiĂłn analiza la capacidad de la sociedad argentina para generar lo que suele denominarse â&#x20AC;&#x153;capital socialâ&#x20AC;?, es decir, su contribuciĂłn a la generaciĂłn de valores pĂşbli tucional, la tolerancia y el espĂritu pĂşblico, los cuales favorecen relaciones de colaboraciĂłn y solidaridad entre las personas.66 En tanto se trata de un aspecto difĂcil de medir en sĂ mismo, el ISC adopta una aproximaciĂłn indirecta basada en los siguientes supuestos: (1) si la sociedad civil contribuye a la generaciĂłn de estos valores, es de esperarse que los mismos sean mĂĄs frecuentes entre los participantes de la sociedad civil; y (2) la capacidad de las OSC para contribuir en la generaciĂłn de capital so [ $ las propias OSC inspiran entre los ciudadanos. En base a estos supuestos, el ISC compara en personal, tolerancia y espĂritu pĂşblico entre miembros activos de OSC y el resto de las personas, estableciendo el valor de los indicadores en funciĂłn de esta diferencia. Con otra metodologĂa y de forma independiente,
6 $ inspiran distintos actores de la sociedad civil en la poblaciĂłn, incluyendo las organizaciones humanitarias o de caridad, la iglesia, el movimiento ecologista, el movimiento feminista, los sindicatos y los partidos polĂticos. Tal como se observa en la Figura 52, los valores de los indicadores de esta subdimensiĂłn registrados para Argentina resultan relativamente bajos, aunque salvo por el caso de la * Y de los obtenidos en el resto de los paĂses de la regiĂłn latinoamericana. Los procesamientos realizados indican que aunque la pertenencia activa a OSC impacta positivamente en la con Â&#x20AC;ÂĄ=Â&#x17E; miembros de organizaciones sociales y polĂticas en comparaciĂłn con el resto de la poblaciĂłn), la tolerancia (+7,1) y el espĂritu pĂşblico Q K nes y enfoques en ciencias sociales. Posiblemente el planteo mĂĄs clĂĄsico del concepto en el uso presente remite a la obra de Robert Putnam (2000). Para interesados en otras interpretaciones, usos y aplicaciones del concepto existen al menos dos centros de recursos online con gran cantidad de informaciĂłn al respecto: www.socialcapitalresearch.com y www.socialcapitalgateway.org
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
97
Figura 52: Resultados de indicadores de impacto en actitudes sociales (Argentina y Am. Latina)* -10% Diferencia en el nivel de confianza interpersonal
0% 3,0%
Diferencia en el nivel de tolerancia
10%
30%
40%
50%
60%
4,5%
7,1%
Diferencia en el nivel de espĂritu pĂşblico
20%
3,6%
Confianza en las OSC
10,4% 7,8% 24,3%
Argen na
41,0% Promedio Am. La na
*Los paĂses computados para la regiĂłn latinoamericana son Argentina, Chile, Uruguay,Venezuela, Nicaragua y MĂŠxico Fuente: WVS 2006 y Encuesta Poblacional Civicus
(+7,8), estos valores resultan quizĂĄs menores de lo que podrĂa esperarse en primera instancia.67 Â&#x2030; * Y 6 relativamente baja (24,3% en promedio), aunque buena parte de este resultado se explica dos tipos de OSC en particular: los sindicatos y los partidos polĂticos. Considerando el promedio de los cuatro indicadores para Argentina, el mismo es de sĂłlo 10,6, lo cual estarĂa indicando un bajo actitudes sociales y generar capital social. En las discusiones con el ComitĂŠ Asesor, distintas observaciones fueron planteadas indicando que este resultado deberĂa considerarse con mayor cuidado; de cualquier forma, se considera que en el anĂĄlisis mĂĄs detallado de de los datos que se presenta a continuaciĂłn emergen algunos hallazgos relevantes. En lo relativo a la Â&#x192; (ver Figura 53), se observa que existen diferencias en funciĂłn de la membresĂa a OSC, AsĂ, los miembros activos de organizaciones tanto so Â&#x201E; mayorĂa de las personasâ&#x20AC;? en mayor grado que el resto de la poblaciĂłn, aunque estas diferen67 El puntaje de los tres primeros indicadores se establece a partir del siguiente cĂĄlculo, que se aplica por separado para OSC sociales y polĂticas para luego promediarse: INDICADOR=
98
(
valor para miembros activos
valor para no miembros o inactivos
100 - valor para no miembros o inactivos
)
* 100
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
cias son escasas (+ 4,5% para los miembros de OSC sociales y -0,6% ara los miembros de * Y Â&#x192;
intrapersonal expresa es el de los miembros de OSC sociales (20,9%), lo que corresponde = =Â&#x17E; trada en el total de la poblaciĂłn (17,6%). Respecto de la tolerancia, la situaciĂłn resulta similar a la del caso anterior: los miembros activos de OSC tienen niveles mayores de tolerancia hacia grupos como inmigrantes, personas de otra raza, de otra religiĂłn, personas con SIDA, etc., aunque esta diferencia es moderada. Atendiendo a la fĂłrmula que emplea el ISC para este aspecto, Argentina obtiene un puntaje de 7,1, algo por debajo del valor registrado a nivel latinoamericano entre los paĂses que ejecutan el ISC (10,4), pero por encima del valor registrado para todos los paĂses que realizaron la Encuesta Mundial de Valores (5,5). Una diferencia interesante con el caso reciĂŠn $ en este caso son los miembros de OSC polĂticas quienes aparecen en promedio como mĂĄs tolerantes. Finalizando con los indicadores de tipo comparativo, el nivel de espĂritu pĂşblico, medido a partir de la tendencia a reprobar acciones que van en contra de la ĂŠtica ciudadana, como aceptar un soborno, colarse en el transporte pĂşblico o evadir impuestos, tambiĂŠn resulta mayor entre los miembros activos de OSC aunque por un margen moderado. AsĂ, por
Figura 53: Y * Y ¢
0%
5%
10%
OSC polĂticas
OSC sociales
Total poblaciĂłn
15%
20%
25%
17,6%
Miembros activos
20,9%
Miembros inactivos / no miembros
16,4%
Miembros activos
18,1%
Miembros inactivos / no miembros
17,5%
Â&#x2030; Â Â&#x192; K Â&#x2039; Â&#x2039; < la mayorĂa de las personasâ&#x20AC;? (vs.: â&#x20AC;&#x153;hay que tener mucho cuidado cuando uno trata con la genteâ&#x20AC;?). | Fuente: WVS 2006
Figura 54: Niveles de intolerancia hacia distintos grupos segĂşn membresĂa a OSC *
0%
2%
4%
6%
8%
10%
12%
14%
16%
18%
20%
15,0% 16,8%
Homosexuales
13,8% 16,7% 6,8% 7,4%
Personas que tengan SIDA
5,5% 7,4% 2,7% 2,8% 3,6% 2,7%
Trabajadores inmigrantes/ extranjeros
2,8% 2,1% 1,5% 2,4%
Gente de otra raza
Personas de otra religiĂłn
0,8% 1,6% 0,0% 1,5% 5,6% 6,1% 4,9% 6,1%
Promedio
OSC sociales Miembros activos OSC polĂticas Miembros activos
OSC sociales Miembros inactivos / no miembros OSC polĂticas Miembros inactivos / no miembros
* La intolerancia se mide por el porcentaje de personas que declara que â&#x20AC;&#x153;no le gustarĂa tener de vecinosâ&#x20AC;? ' Â&#x2039; Â&#x2122; Fuente: WVS 2006
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
99
Figura 55: Niveles de condena social para distintas prĂĄcticas no ĂŠticas segĂşn membresĂa a OSC*
0%
20%
Reclamar beneficios al Estado a los que uno no tiene derecho
Evitar pagar el boleto en algĂşn transporte pĂşblico
EngaĂąar en el pago de impuestos, si se puede
40%
60%
80%
100%
66,3% 58,0% 60,8% 60,1% 71,5% 69,5% 68,3% 70,2% 88,0% 83,9% 85,7% 84,9% 92,0% 90,8% 93,0% 90,9%
Que alguien acepte un soborno en el cumplimiento de sus funciones
Promedio
79,4% 75,6% 77,0% 76,5%
OSC sociales Miembros activos
OSC sociales Miembros inactivos / no miembros
OSC polĂticas Miembros activos
OSC polĂticas Miembros inactivos / no miembros
Â&#x2030; Â K Â&#x2039; Â&#x2039; < K = Q Â&#x2122; Fuente: WVS 2006
ejemplo, mientras que un 88% de los miembros activos de OSC sociales considerĂł que Â&#x201E; [ Â&#x201A; Â&#x2020; Â&#x201E; ' de impuestosâ&#x20AC;?, este porcentaje cae al 83,9% en el resto de la poblaciĂłn. Una vez mĂĄs, las mayores diferencias se observan entre los miembros de OSC sociales, mientras que en este caso los valores registrados para el paĂs (puntaje de 7,8 de acuerdo a la metodologĂa del ISC) resultan mayores que los registrados para los paĂses que implementaron el ISC en la regiĂłn latinoamericana (3,6). El Ăşltimo aspecto dentro de la subidmensiĂłn de impacto en actitudes sociales se relaciona $ dad civil despiertan en la poblaciĂłn. Tal como se comentĂł anteriormente, se emplean para hacia distintos actores de la sociedad civil, incluyendo la iglesia, las organizaciones humanitarias o de caridad, los movimientos ecologista
100
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
y feminista, los sindicatos y los partidos polĂticos. Aunque el valor del indicador resulta de es interesante analizar los resultados obtenidos para cada actor en particular y comparar por otros actores de fuera de la sociedad civil y con las tendencias a nivel mundial y regional. (vĂŠase Figura 56) * $ Â&#x201A; un problema no limitado a algunos actores en particular sino que emerge como una cuestiĂłn mĂĄs profunda y endĂŠmica de la sociedad argentina. En efecto, para 10 de los 15 actores trados en Argentina ubican al paĂs debajo del primer cuartil, es decir dentro del cuarto de X[ esta situaciĂłn afecta a actores de todo tipo: en el sector privado (ej. grandes empresas), en el
Figura 56: Y ] < 0%
10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%
25,4%
Las grandes empresas 36,3%
La prensa escrita 33,1%
La TelevisiĂłn 32,1%
Las Fuerzas Armadas 21,3%
La policĂa 37,9%
El Gobierno Nacional 8,1%
Los funcionarios pĂşblicos 20,1%
13,6%
El Congreso 7,8%
7,5%
Los sindicatos 55,5%
La Iglesia 68,3%
Las org. de caridad o humanitarias 62,3%
El movimiento ecologista / verde 39,6%
El movimiento feminista
Argen na
Promedio Am. La na y Caribe Q2-Q1
Q3-Q2
Promedio Mundial
Outlier
Â&#x2030; Â K Â&#x2039; < & = <' = Â&#x192; uno de los actores. | Fuente: WVS 2006
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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Estado (ej. policĂa, funcionarios pĂşblicos, congreso) y tambiĂŠn en la sociedad civil (ej. partidos polĂticos y sindicatos).68 Dentro del sector de la sociedad civil, sin embargo, pueden resaltarse algunas observaciones positivas, como por ejemplo que de los 15 actores con $
anza pertenecen a este espacio, a saber: las organizaciones humanitarias o de caridad (68,3% de la poblaciĂłn confĂa â&#x20AC;&#x153;muchoâ&#x20AC;? o â&#x20AC;&#x153;bastanteâ&#x20AC;?), el movimiento ecologista (62,3%), la iglesia (55,5%) y el movimiento feminista (39,6%); no obstante, se detectan tambiĂŠn bajĂsimos nive [ partidos polĂticos (sĂłlo el 7,8% confĂa mucho o bastante) o los sindicatos (7,5%). Â&#x192; Â&#x201A; general, dentro del cual sĂłlo algunas OSC go rios (Transparency International, 2007; UCA, 2010) como atendiendo a los comentarios de las consultas cualitativas realizadas. Ahora bien, esta situaciĂłn general deja ver quizĂĄs tambiĂŠn uno de los mĂĄs grandes desafĂos que afronta la sociedad civil argentina en tĂŠrminos de impacto polĂtico y en las actitudes sociales de la poblaciĂłn. En efecto, la situaciĂłn de des 6 en paralelo con una gran insatisfacciĂłn con el curso de la polĂtica y los logros de la democracia argentina en los Ăşltimos aĂąos (CorporaciĂłn LatinobarĂłmetro, 2009)69. Aunque Â&#x201A; en un alto rechazo del sistema democrĂĄtico } Â&#x192; #| siderados en la Encuesta Mundial de Valores, ĂŠsta resulta de sĂłlo 31,2% para Argentina, siendo el tercer registro mĂĄs bajo entre los cerca de cincuenta paĂses involucrados en el estudio. El promedio mundial de este valor es de 48,6%, en tanto que a promedio latinoamericano es de 39,3%. 69. Acerca de la insatisfacciĂłn con el curso de la polĂtica en los Ăşltimos aĂąos, en el informe de LatinobarĂłmetro 2009 se constata por ejemplo que sĂłlo el 13% de los argentinos considerĂł que el paĂs estaba progresando (vs. estĂĄ estancado o estĂĄ en retroceso), que sĂłlo el 19% considerĂł que existe igualdad ante la ley, que sĂłlo el 4% considerĂł justa la distribuciĂłn de la riqueza, que sĂłlo el 13% considerĂł que se avanzĂł en la reducciĂłn de la corrupciĂłn, que sĂłlo el 8% se mostrĂł satisfecho con el funcionamiento de la economĂa, etc. En todos ĂŠstos y otros parĂĄmetros Â&#x2039; *
se encuentran entre los mĂĄs bajos de los 19 paĂses analizados.
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
per se, sĂ deriva en una situaciĂłn de marcada desafecciĂłn y desinterĂŠs en la polĂtica.70 En este contexto, el hecho de que en general sean los actores con menor nivel de organizaciĂłn e $
de la sociedad civil argentina de congregar a grandes sectores sociales por encima de in < convalidando esta interpretaciĂłn, dos impresiones fueron seĂąaladas en grupos focales y en el Taller Nacional: (1) la escasa capacidad de la sociedad civil argentina para generar lĂderes sociales con un alto poder de convocatoria y un impacto polĂtico duradero y (2) la marcada reticencia que muchos referentes de la sociedad civil tendrĂan para participar de la actividades polĂticas partidarias o de gobierno. Conclusiones El nivel de impacto de la sociedad civil es seguramente uno de los aspectos mĂĄs complejos para analizar globalmente en el contexto de ^ cansa en la baja disponibilidad de informaciĂłn sencilla pero precisa y actualizada que permita captar la incidencia de la sociedad civil como un todo Â&#x192; cia se presenta incluso para los datos mĂĄs generales y bĂĄsicos, como ser el nĂşmero total de * Y $ Â&#x201A; forma agregada las OSC71 Â&#x192; evar informaciĂłn agregada y objetiva, que por supuesto no ataĂąe Ăşnicamente a la Argentina, el ISC busca en ocasiones medir el impacto de 70. En relaciĂłn al nivel de interĂŠs de la poblaciĂłn en temas polĂticos, segĂşn datos de la Encuesta Mundial de Valores, en 2006 apenas el 21,9% de los argentinos declaraba estar â&#x20AC;&#x153;muyâ&#x20AC;? o â&#x20AC;&#x153;bastanteâ&#x20AC;? interesado por la polĂtica, siendo este valor el tercero mĂĄs bajo de los 52 paĂses relevados, muy lejos del promedio mundial, que es de 45,3%. Asimismo, se observa que este desinterĂŠs ha ido progresando en Argentina con el correr de las dĂŠcadas: en 1984, un 42% se declaraba muy o bastante interesado, mientras que en 1995 lo hacĂa el 25,8%. Distintas fuentes muestran tambiĂŠn que los niveles de membresĂa activa a partidos polĂticos son sumamente bajos: 2,5 segĂşn la Encuesta Mundial de Valores (2006) y 5,1 segĂşn el CEDOP (2004). En cuanto a la valoraciĂłn del sistema democrĂĄtico, segĂşn LatinobarĂłmetro 2009, el 64% de los argentinos opina que â&#x20AC;&#x153;la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobiernoâ&#x20AC;? (vs. En algunas circunstancias un gobierno autoritario puede ser preferible), en tanto que un 67% opina que â&#x20AC;&#x153;bajo ninguna circunstancia apoyarĂa un gobierno militarâ&#x20AC;?.
forma mĂĄs indirecta, por ejemplo a travĂŠs de las percepciones de actores (ej. capacidad de respuesta, impacto social) o bien mediante la comparaciĂłn de actitudes cĂvicas entre miembros y no miembros de OSCs (impacto en actitudes sociales). El panorama obtenido a partir de este tipo de datos y otros comentarios cualitativos relevados resulta moderadamente positivo (47,6 sobre 100), aunque con algunos puntos para mejorar. En cuanto a la capacidad de respuesta -primer aspecto evaluado dentro de la dimensiĂłn- se destaca una adecuada rapidez y creatividad de la sociedad civil para generar respuestas a problemĂĄticas emergentes, la cual es reconocida tanto por miembros de las organizaciones como por actores externos. AĂşn con mejores resultados, se destaca el impacto en temĂĄticas sociales, como pobreza, salud, promociĂłn de derechos de grupos desfavorecidos, etc., en donde -incluso en ausencia de datos- no resultarĂa exagerado estimar que literalmente ciento de miles de personas dades de la sociedad civil, aun cuando tambiĂŠn $ ordinar estrategias sobre estas temĂĄticas, en las que la escala de los problemas excede las capacidades institucionales existentes. En cuanto al impacto en polĂticas pĂşblicas, resultaron sorprendentemente altos los niveles de involucramiento de las organizaciones en acciones de incidencia (67,7% de las OSC en71. LĂłgicamente, existen numerosas investigaciones orientadas a evaluar empĂricamente aspectos parciales relativos al impacto
* K Q ca, de una localidad, de un tipo de organizaciĂłn, etc., muchas de las cuales asumen la forma de estudios de caso, de gran riqueza en el anĂĄlisis de procesos, pero limitada o incierta capacidad de generalizaciĂłn. Existen tambiĂŠn numerosos aportes conceptuales vinculados al impacto de la sociedad civil, en particular sobre la relaciĂłn de ĂŠsta con los medios de comunicaciĂłn, el Estado, el sector privado, los donantes, etc.; sin embargo, tambiĂŠn en estos Ăşltimos casos, se mantiene en general el faltante de datos agregados generales que puedan dar una visiĂłn del sector como un todo. En esta lĂnea, posiblemente el Ăşltimo estudio con datos agregados y un carĂĄcter verdaderamente â&#x20AC;&#x153;censalâ&#x20AC;? haya sido el llamado Ă?ndice de Desarrollo Sociedad Civil (GADIS, PNUD, BID, 2004), aunque ĂŠste cuenta con datos de casi diez aĂąos de antigĂźedad. Existe tambiĂŠn publicaciones que el CENOC edita con cierta regularidad sobre las caracterĂsticas de las organizaciones que componen su base de datos (ej. CENOC, 2006), aunque el espectro de organizaciones de este estudio es mĂĄs limitado y los datos referidos al impacto de la sociedad civil son escasos.
cuestadas realizĂł algĂşn intento de incidencia sobre el Estado en los Ăşltimos dos aĂąos), e incluso la proporciĂłn de casos en donde estos intentos obtuvieron una respuesta satisfactoria (48,9% de las OSC que realizaron intentos pudieron mencionar al menos uno con resultados positivos). Aun asĂ, al momento en el que los participantes evaluaron de forma general la $ tanto representantes de OSC como actores externos tenĂan una visiĂłn mĂĄs bien crĂtica. En este sentido, pese al reconocimiento de la apertura de instancias de diĂĄlogo e interacciĂłn con el Estado en los Ăşltimos aĂąos, la participaciĂłn de la sociedad civil en las polĂticas pĂşblicas sigue considerĂĄndose mĂĄs bien marginal: predominantemente limitada a la ejecuciĂłn de polĂticas y a instancias de consulta, mĂĄs que participando en roles de verdadera Finalmente, en relaciĂłn al impacto de la sociedad civil en actitudes sociales, se detectaron dos $ concreciĂłn de este impacto. Se observĂł por un lado que aunque los miembros activos de * Y
interpersonal, tolerancia y espĂritu pĂşblico que el resto de la poblaciĂłn, estas diferencias son entre moderadas y escasas. En segundo lugar, servĂł que existen notables diferencias en los actores de la sociedad civil, los cuales se dan hacia actores institucionales de todo tipo y de un alto desinterĂŠs y desafecciĂłn en la polĂtica en general. Evaluar de forma sucinta los factores involucrados en el nivel de impacto logrado por la acciĂłn sobre la dimensiĂłn tampoco resulta sencillo. En cierta medida, mĂĄs allĂĄ de algunos % $ podrĂan mencionarse como debilidades prioritarias para atender resultan aspectos ya tratados en otras dimensiones, como ser un relativamente bajo involucramiento de la poblaciĂłn en la sociedad civil (voluntariado, membresĂa, donaciones, etc.), distintas carencias a nivel institucional (ej.: falta de recursos, limitadas
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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cias en la comunicaciĂłn y el trabajo en red) y otras debilidades relacionadas con el contexto Â&#x20AC; interpersonal, limitado diĂĄlogo e interacciĂłn con los sectores privado, donante y de medios de comunicaciĂłn, etc.). Aun asĂ, en base a los puntos seĂąalados en esta secciĂłn, pueden [ las cuales pueden elaborarse propuestas es En primer lugar, pensando en el impacto en polĂticas pĂşblicas y en potenciar la capacidad de respuesta de la sociedad civil, se considera que fortalecer la incidencia de las organizaciones en el ĂĄmbito local y la relaciĂłn con el gobierno a esta escala sigue siendo una prioridad para la sociedad civil. Al respecto, medidas como la creaciĂłn de ĂĄreas de gobierno especĂ civil y sus organizaciones, el establecimiento de redes territoriales de organizaciones a nivel municipal, o la conformaciĂłn de instancias regulares de consulta entre gobierno y organizaciones son procesos que, si bien se encuentran en marcha, deben aĂşn generalizarse. En segundo lugar, y atendiendo especialmente al temas de impacto social y polĂtico, resulta tambiĂŠn prioritario potenciar la capacidad de la sociedad civil para generar liderazgos sociales, procurando su adecuada formaciĂłn y eventualmente brindando apoyo econĂłmico a travĂŠs de becas y concursos. Finalmente, una tercera lĂnea de acciĂłn dentro de esta dimensiĂłn estĂĄ dada por la concientizaciĂłn y la capacitaciĂłn de las propias organizaciones de la sociedad civil en la mediciĂłn sistemĂĄtica y regular del impacto de sus acciones. Este objetivo, que al nivel de las organizaciones abona tanto aspectos de la gestiĂłn como de la comunicaciĂłn institucional, deberĂa tambiĂŠn ser complementado por esfuerzos a mayor escala orientados tanto a estudiar al sector de forma mĂĄs general, como a acumular y gestionar el conocimiento obtenido.72 72. Sobre los dos Ăşltimos objetivos planteados existen algunos ejemplos de iniciativas en curso. Respecto de la promociĂłn de liderazgos, la organizaciĂłn AVINA tiene a esa como una de sus principales lĂneas de trabajo. En cuanto a la gestiĂłn de conocimiento puede destacarse el portal www.gestionsocial.org, mantenido por el Centro de InnovaciĂłn Social de la Universidad de San AndrĂŠs. Asimismo, la organizaciĂłn CIPPEC tambiĂŠn ha desarrollado iniciativas para ambas ĂĄreas.
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
CAPITULO iv Fortalezas y debilidades
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Fortalezas y debilidades Â&#x20AC; Â&#x192; ? ' actividades del proceso de investigaciĂłn-acciĂłn. El listado a continuaciĂłn es el resultado de un proceso de retroalimentaciĂłn que se inicia en la bĂşsqueda de datos y se valida en las instancias cualitativas del ISC (Reuniones con el ComitĂŠ Asesor, Focus Groups,Taller Nacional).
Fortalezas > Adecuadas garantĂas legales para la participaciĂłn en la sociedad civil en tĂŠrminos de derechos polĂticos y de asociaciĂłn, libertades de opiniĂłn y culto, etc. > ValoraciĂłn por la democracia y adecuados niveles de tolerancia entre la poblaciĂłn > < * Y (ONGs, iglesia, organizaciones de caridad, ecologistas, etc.) que se con Â&#x201A; ticas y privadas > Creciente reconocimiento pĂşblico de la sociedad civil por parte de actores estatales y privados > La sociedad civil es un espacio diverso e inclusivo que, aun con ciertas disparidades, abarca una gran variedad de participantes y formas organizacionales > Creciente visibilidad de las OSC gracias a la mayor presencia en me Â&#x20AC; !Â&#x2DC; cos de la sociedad civil (revistas, portales, agencias de noticias, organizaciones especializadas, etc.) > La participaciĂłn reclamativa o reivindicativa estĂĄ relativamente extendida, aunque la misma resulta poco institucionalizada > < parte de las OSC > Adecuada â&#x20AC;&#x2DC;expertiseâ&#x20AC;&#x2122; de las OSC en las problemĂĄticas que tratan e > Alto compromiso de los miembros y colaboradores de las OSC en las tareas que desarrollan
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
> Creciente acceso a recursos tecnolĂłgicos que facilitan mayores niveles de comunicaciĂłn > Aun con ciertas carencias, la sociedad civil es un espacio en donde mecanismos democrĂĄticos (asambleas, votaciones, consultas a socios
Â&#x201A;
> Las expresiones de intolerancia, racismo y violencia son relativamente infrecuentes para actores de la sociedad civil y se considera que la sociedad civil contribuye en general a combatir expresiones de este tipo > Â&#x192; $ 6 * Y Â&#x201A; la participaciĂłn igualitaria de las mujeres tanto en cargos directivos como rentados > La sociedad civil tiene una probada capacidad de respuesta sobre problemĂĄticas emergentes > Alto involucramiento en temĂĄticas sociales como pobreza, apoyo a grupos vulnerables, salud, educaciĂłn, etc. > Crecientemente se reconoce a las OSC como un actor fundamental para la promociĂłn de derechos y el empoderamiento de distintos grupos (minorĂas, consumidores, mujeres, etc.) > El involucramiento de las OSC en polĂticas pĂşblicas es relativamente alto (impulso de programas, leyes, etc.), aun cuando los resultados son de las polĂticas pĂşblicas.
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Fortalezas y debilidades
Debilidades
> Extendidos niveles de corrupciĂłn y clientelismo en la administraciĂłn pĂşblica afectan el desarrollo institucional y las relaciones intersectoriales > Â&#x160; Â&#x201A; > Â&#x192; * Y % cias en cuanto al registro de organizaciones, las donaciones y la legislaciĂłn > Â&#x2030; * YZÂ&#x192; la falta de transparencia en el acceso a fondos, inadecuados niveles de acce > Aunque en crecimiento, las vinculaciones de la sociedad civil con actores sociales no estatales (empresas, medios de comunicaciĂłn, academia) estĂĄn lejos de ser asiduas > Â&#x192; ticos y sindicatos > Bajos niveles de participaciĂłn social y polĂtica en tĂŠrminos de membresĂa a organizaciones, donaciones y voluntariado. > Â&#x160; Â&#x201A; * Y el alcance de sus acciones y atentan sobre la existencia misma de muchas organizaciones > El acceso a fondos internacionales resulta sumamente escaso y desigual > La pertenencia a redes es relativamente baja y las redes globales que buscan representar al sector tienen una incidencia acotada > Alta fragmentaciĂłn de las OSC en mĂşltiples redes de baja institucionalidad y escasos recursos > Carencia de interlocutores representativos y legitimados para interactuar con otros actores
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
> ~ tĂŠcnico por parte de las OSC > Alta dependencia del trabajo voluntario que en ocasiones deriva en cierta irregularidad en el compromiso y una baja capacitaciĂłn de los recursos humanos > Limitada de capacidad de gestiĂłn estratĂŠgica a nivel dirigencial para la
> Escasa rotaciĂłn dirigencial y sobrecarga de atribuciones para algunos directivos > Bajo ejercicio de prĂĄcticas de transparencia y rendiciĂłn de cuentas > Alta informalidad en las relaciones laborales > Baja implementaciĂłn de mecanismos formales de autorregulaciĂłn (cĂłdigos de conducta, polĂticas laborales, medio ambientales, de equidad de gĂŠnero, etc.) > Escasa conciencia y sentido crĂtico de la propia sociedad civil para re Â&#x201A; Â&#x201E; Â&#x2020; > limitado protagonismo en la formulaciĂłn de polĂticas pĂşblicas. Es comĂşn que la SC juegue un rol en la demanda inicial de polĂticas, aunque en general tiende a ser relegada a actividades de ejecuciĂłn o de â&#x20AC;&#x153;consultaâ&#x20AC;? mĂĄs $ > Limitada incidencia en la opiniĂłn pĂşblica de parte de referentes de la sociedad civil y cierta reticencia de parte de estos lĂderes para involucrarse en la polĂtica a nivel partidario o gubernamental > Pocas organizaciones miden de forma sistemĂĄtica el impacto de sus propias acciones
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CAPITULO v Recomendaciones
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Recomendaciones
A travĂŠs de las distintas actividades del ISC, decenas de recomendaciones orientadas a fortalecer a la sociedad civil y sus organizaciones fueron recopiladas por el equipo de investigaciĂłn. En base % <% estas propuestas variarĂĄ segĂşn la naturaleza del actor interesado. MĂĄs que priorizar algunas pocas acciones de fortalecimiento de entre el universo de las posibles, el equipo de investigaciĂłn se propuso crear en esta secciĂłn un marco que sirva para organizar distintas propuestas dotĂĄndolas de un cierto sentido integrador. En funciĂłn de este objetivo, cinco â&#x20AC;&#x153;metas estratĂŠgicasâ&#x20AC;? fueron identi Y 6 <
! " Cada una de estas cinco metas se formulĂł de acuerdo con los siguientes objetivos: a | b | Estar en el centro de alguna debilidad de orden general fundamentada empĂricamente en la investigaciĂłn y que sea ampliamente reconocida por los actores consultados c | Visualizarse como un objetivo cuya mejorĂa destrabarĂa otras mĂşltiples problemĂĄticas d | Ser potencialmente reconocida por distintas organizaciones con cierta independencia de su [ [ polĂtico-ideolĂłgica. Las cinco metas estratĂŠgicas consensuadas en el Taller Nacional son: 1. | Promover un mayor compromiso ciudadano, 2. | Fortalecer institucionalmente a las OSC, 3. | Fortalecer sectorialmente a los actores de la sociedad civil, 4. | Incrementar la cooperaciĂłn y acciĂłn con junta con el Estado y 5. | <
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1. Promover un mayor compromiso ciudadano La existencia de una ciudadanĂa activa y participativa constituye la base para la existencia misma de la sociedad civil. Sin embargo, de acuerdo a datos relevados en esta investigaciĂłn, se ha visto que la misma representa una importante debilidad en el caso argentino, algo atestiguado en funciĂłn de los bajos niveles de membresĂa, voluntariado y donaciones a OSC. LĂneas de AcciĂłn 1. Darle mayor visibilidad pĂşblica a la sociedad civil y a sus organizaciones 2. Promover la membresĂa y el voluntariado en OSC 3. Promover las donaciones individuales 4. Promover la participaciĂłn ciudadana en el ĂĄmbito local Ejemplos de acciones a ser implementadas Fortalecimiento de canales que provean informaciĂłn de referencia sobre la actividad de las OSC (PĂĄginas web provinciales, CENOC, idealistas, etc.) Y (suplementos de diarios, micros de noticieros, programas de radio y TV, etc.) CreaciĂłn o potenciaciĂłn de espacios de consulta a nivel local en donde participen organizaciones y ciudadanos; darles regularidad y orientarlos a resultados. (Ej. programas de auditorĂa ciudadana, observatorios, consejos consultivos, etc.) RealizaciĂłn de convenios con empresas y organismos pĂşblicos que otorguen distintos Â&#x201A; * Y Â&#x20AC; Â&#x201A; Acciones y programas de formaciĂłn cĂvica para jĂłvenes en ĂĄmbitos de educaciĂłn formal, enfatizando en la ciudadanĂa responsable y participativa. Involucramiento de personalidades pĂşblicas para que actĂşen como â&#x20AC;&#x153;embajadoresâ&#x20AC;? de distintas organizaciones FormaciĂłn y promociĂłn de lĂderes surgidos de la sociedad civil RealizaciĂłn de eventos anuales de gran envergadura (ej. ferias nacionales y provinciales) abiertos al pĂşblico en general. Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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2. Fortalecer institucionalmente a las OSC
Las organizaciones de la sociedad civil sufren de distintas carencias en su desarrollo institucional. Estas carencias, relativas a los recursos, las capacidades tĂŠcnicas y las prĂĄcticas de gestiĂłn de las OSC limitan considerablemente el impacto de sus acciones, su adecuada difusiĂłn y las relaciones que las organizaciones mantienen con distintos actores involucrados, desde miembros y destinatarios, hasta donantes, gobierno y poblaciĂłn en general.
LĂneas de AcciĂłn 1. Incrementar la sust * Y 2. Mejorar las capacidades de gestiĂłn y las habilidades tĂŠcnicas de las OSC 3. Favorecer el acceso a recursos tecnolĂłgicos y capacitar en su uso 4. Promover el establecimiento de prĂĄcticas democrĂĄticas, de transparencia y rendiciĂłn de cuentas y de mecanismos de autorregulaciĂłn al interior de las OSC. Ejemplos de posibles acciones a ser implementadas ImplementaciĂłn de programas de capacitaciĂłn para OSC en ĂĄreas clave 6
$ entre otros. ImplementaciĂłn y difusiĂłn de manuales y guĂas para constituir organizaciones, realizar trĂĄmites, etc. Crear un centro de recursos con material de acceso pĂşblico (manuales, guĂas, plantillas, etc.) que pueda ser de utilidad para la gestiĂłn de distintos aspectos de las OSC RealizaciĂłn de programas de responsabilidad social universitaria para lograr la participaciĂłn de estudiantes como voluntarios en OSC (ej. como requisitos para horas de investigaciĂłn, pasantĂas, etc.) Pugnar por la implementaciĂłn de un impuesto (o porcentaje de un impuesto) que se destine a programas de promociĂłn y fortalecimiento de la sociedad civil ImplementaciĂłn de programas de asesoramiento legal y contable permanente para OSCs Programas de concientizaciĂłn y capacitaciĂłn para OSC orientados a incor de proyectos CreaciĂłn de espacios de diĂĄlogo inter e intra sectoriales en donde las OSC [
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
3. Fortalecer sectorialmente a los actores de la sociedad civil
Muchos de los objetivos de mayor alcance de la sociedad civil, como incrementar sustancialmente Â&#x201A; * Y $ * Y < actuar de forma relativamente coordinada. Tal como se dijo en varias ocasiones, la participaciĂłn en redes es comparativamente baja y el impacto que tienen redes mĂĄs abarcativas resulta acotado. Esta falencia es particularmente relevante en la interacciĂłn con otros actores como el Estado, los donantes o en cierta medida los medios de comunicaciĂłn y la academia, quienes muchas veces se ven en ausencia de â&#x20AC;&#x153;interlocutoresâ&#x20AC;? reconocidos que puedan plantearles diagnĂłsticos o propuestas sobre diversos temas. Siendo la sociedad civil un â&#x20AC;&#x153;actorâ&#x20AC;? de singular diversidad, lĂłgicamente no es esperable que ĂŠste cuente con un representante institucional universalmente reconocido; aun asĂ, se cree que mucho es lo que puede ganarse en caso de fortalecerse de diversas maneras la identidad del sector, la bĂşsqueda de objetivos compartidos entre distintos tipos de organizaciones y la conformaciĂłn de diferentes instancias de representaciĂłn institucional. LĂneas de AcciĂłn 1. Fortalecer las redes existentes y promover la creaciĂłn de nuevas redes de mayor envergadura 2. Mejorar la comunicaciĂłn y el intercambio entre OSCs 3. Promover la bĂşsqueda de intereses y objetivos comunes entre actores de la sociedad civil. Ejemplos de posibles acciones a ser implementadas
Impulsar la creaciĂłn de redes municipales, provinciales y nacionales de OSC, especialmente de aquellas que involucren a organizaciones de distintas temĂĄticas y formas institucionales. ? para redes de OSC Favorecer la implementaciĂłn de proyectos en redes o consorcios de organizaciones RealizaciĂłn de eventos e instancias de intercambio entre OSCs de distinto tipo en donde las mismas puedan debatir y consensuar diagnĂłsticos y propuestas. Realizar estudios de caso de donde obtener aprendizajes aplicables para la conformaciĂłn y el fortalecimiento de redes de OSC
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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4. Incrementar la cooperaciĂłn y acciĂłn conjunta con el Estado
La relaciĂłn Estado-sociedad civil conlleva siempre algĂşn nivel de tensiĂłn. En el caso argentino se destacaron ademĂĄs otros factores como cierto nivel de clientelismo, de discontinuidad en las polĂ $ Â&#x201A; <% que en el caso anterior, el mejoramiento de las relaciones con el Estado se considera un factor clave, con gran incidencia tanto para la promociĂłn de las mismas organizaciones (ej. mediante el apoyo a programas de fortalecimiento, el mejoramiento del marco legal, etc.) como para el mejor cumplimiento de las misiones de las propias OSC (por ejemplo en la coordinaciĂłn de acciones y polĂticas sobre todo tipo de temĂĄticas, como la salud, la educaciĂłn, la pobreza, etc.)
LĂneas de AcciĂłn 1. Promover la formulaciĂłn de polĂticas pĂşblicas orientadas a fortalecer a la sociedad civil 2. Incrementar las instancias de diĂĄlogo y la participaciĂłn de las OSC en espacios consultivos y de 3. Potenciar la capacidad e interĂŠs de las OSC para incidir en polĂticas pĂşblicas Â&#x2122; ^ * Y Ejemplos de posibles acciones a ser implementadas Promover el fortalecimiento de un organismo de carĂĄcter nacional para coordinar polĂticas de promociĂłn y fortalecimiento de la SC y sus organizaciones CreaciĂłn y seguimiento de comisiones legislativas orientadas a promover a la SC y sus organizaciones Pugnar por la creaciĂłn de organismos de gobierno a nivel local que tengan * Y ^ * Y 6 nivel local y provincial Iniciar un proceso de consulta y diĂĄlogo Estado-sociedad civil para revisar el Realizar un estudio y una base de datos sobre los espacios intersectoriales Â&#x201A; Â&#x201A; sultados
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
5. Afianzar los vĂnculos con actores no estatales
Aunque en crecimiento, la relaciĂłn entre OSC y otros actores no estatales (medios de comunicaciĂłn, empresas, academia, donantes) estĂĄ lejos de ser asidua. El contacto con estos sectores resulta en general poco frecuente o limitado a una escasa proporciĂłn de participantes, en tanto que las ĂĄreas de mutuo interĂŠs y colaboraciĂłn se encuentran poco exploradas. Esta situaciĂłn se considera una oportunidad hasta ahora poco aprovechada que podrĂa contribuir a distintos objetivos estratĂŠgicos de la sociedad civil, desde la difusiĂłn de sus acciones, hasta la obtenciĂłn de recursos.
LĂneas de AcciĂłn 1. Concientizar sobre el rol de la SC y sus organizaciones 2. Fomentar la creaciĂłn de espacios de diĂĄlogo intersectoriales en temas de interĂŠs comĂşn 3. Incrementar la difusiĂłn de los logros y el impacto de la sociedad civil. Ejemplos de posibles acciones a ser implementadas Promover la realizaciĂłn de eventos y proyectos orientados a explorar y fortalecer el vĂnculo entre la SC y actores no estatales Difundir buenas prĂĄcticas y experiencias exitosas de cooperaciĂłn entre las OSC y otros sectores (ej. iniciativas de colaboraciĂłn que puedan ser replicadas) Difundir informaciĂłn sobre el accionar e impacto de las OSC en su conjunto Medios: CreaciĂłn de espacios regulares en donde se difunda informaciĂłn acerca de la sociedad civil y sus organizaciones Academia: Difundir informaciĂłn y promover el estudio de la sociedad civil Donantes: Promover instancias de diĂĄlogo donde poder consensuar algunos parĂĄmetros bĂĄsicos como ĂĄreas prioritarias de intervenciĂłn, polĂticas de rendiciĂłn de cuentas, etc. Â&#x192; ] ~ [ [ plorar posibles acciones de colaboraciĂłn entre las empresas asociadas y las OSC
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CAPITULO VI Conclusiones
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Conclusiones
En el actual contexto mundial, caracterizado por la inmediatez de acceso a la información, en el que se impone “el presente continuo” y los conocimientos parecen no poder anticipar un horizonte de futuro, una convocatoria como la que hace el ISC CIVICUS resulta un serio desafío. Analizar y pensar en conjunto el presente de la Sociedad Civil y el futuro que querríamos construir para el mediano y largo plazo es una tarea casi utópica, pero sin duda apasionante. Desde las organizaciones que integramos el consorcio de Argentina aceptamos el honor de ser elegidas como contrapartes de esta iniciativa, asumiendo los riesgos necesarios con la convicción de que, al margen del dilema vigente en estos últimos años entre “más mercado” o “más Estado”, algo que seguramente necesita la Argentina para una democracia más plena es, según nuestra opinión,“más sociedad civil”. Nuestra visión, que creemos es compartida por muchas de las personas que participaron de las actividades del ISC, es la de una ciudadanía informada y activa, que se involucre en cuestiones críticas de interés público. Esta visión también incluye a organizaciones sustentables y plurales y a líderes sociales con capacidad de diálogo y compromiso con el fortalecimiento de la sociedad civil.
Figura 57: El diamante de la Sociedad Civil Argentina
Compromiso cívico 100 80 60
38,8 40
Ambiente Externo 64,4
20
Percepción del impacto
47,6
0
39,5
Prác ca de valores
120
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52,6
Nivel de organización
MĂĄs allĂĄ de las particularidades contextuales, la evaluaciĂłn de un objeto de estudio tan vasto como la sociedad civil de un paĂs resulta siempre un proceso arduo y complejo, en el que usualmente surgen mĂĄs preguntas que respuestas. En virtud de ello, el ISC propone una metodologĂa que integra distintas estrategias de investigaciĂłn-acciĂłn, de las que participan activamente representantes de la sociedad civil, el Estado, las empresas, los medios de comunicaciĂłn, el sector donante y la academia. En la implementaciĂłn en Argentina, participantes de todos estos sectores han contribuido sustancialmente al proyecto, tanto para precisar el diagnĂłstico emergente de la informaciĂłn relevada, como para generar propuestas pertinentes de fortalecimiento. Interesa destacar que ni el diagnĂłstico ni las propuestas que se volcaron en este informe, y que a continuaciĂłn se resumen, pueden con % la complejidad del tema analizado. No obstante, estimamos que el objetivo de un proyecto como el ISC, y posiblemente una de sus principales contribuciones, consiste justamente en afrontar esta complejidad intentando proveer una visiĂłn de conjunto. Esta mirada, aunque limitada en cuanto a su profundidad, resulta sin embargo de gran utilidad, tanto para la identi [ como para la visualizaciĂłn de prioridades de acciĂłn e intervenciĂłn. El anĂĄlisis de la sociedad civil argentina fue realizado en torno a cinco dimensiones: ambiente externo, compromiso cĂvico, prĂĄctica de valores, nivel de organizaciĂłn, y percepciĂłn de
$ Â&#x201E; Â&#x2020; >Â Â&#x2030; una de estas dimensiones mediante un puntaje revelĂł algunas caracterĂsticas y tendencias bĂĄsicas que se presentan a continuaciĂłn. La dimensiĂłn del Ambiente externo se destacĂł como la de mayor puntaje alcanzado (64,4 sobre 100) aunque ĂŠste deberĂa interpretarse mĂĄs como una buena â&#x20AC;&#x153;baseâ&#x20AC;? para que la sociedad civil se desenvuelva sin amenazas importantes en el corto plazo, antes que como un factor con una incidencia decisiva en su desarrollo. Al respecto, se advirtieron: un Contexto socioeconĂłmico con falencias Â&#x20AC; $ una tendencia sostenida de crecimiento econĂłmico; un Contexto sociopolĂtico con adecuadas garantĂas legales para la existencia de la sociedad civil, pero con limitaciones en cuanto OSC y las relaciones con el Estado; y un contexto sociocultural en donde altos niveles de tolerancia entre la poblaciĂłn se contraponen Â&#x201A; institucional. Por contraste, la dimensiĂłn referida al Compromiso cĂvico obtuvo el puntaje mĂĄs bajo de las cinco evaluadas (38,8) y presentĂł algunas de las debilidades mĂĄs notorias. De todos los aspectos evaluados, sĂłlo la diversidad de la participaciĂłn y el involucramiento de los ciudadanos en acciones reclamativas (moviliza etc.) obtuvieron puntajes altos. En el resto, incluyendo la membresĂa a organizaciones, el voluntariado y las donaciones, las cifras regis-
Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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tradas para Argentina resultaron comparativamente bajas, tanto para organizaciones sociales como polĂticas. La dimensiĂłn de PrĂĄctica de valores, obtuvo un puntaje sĂłlo levemente superior a la anterior (39,5). Se constatĂł que aunque la sociedad civil argentina se considera un espacio en donde las expresiones de valores negativos son relativamente infrecuentes (ej. intolerancia, violencia, etc.), la adopciĂłn de procedimientos de autorregulaciĂłn en las prĂĄcticas institucionales resulta limitada. Al respecto, se detectĂł que mecanismos formales como estĂĄndares de cuidado ambiental o de equidad de gĂŠnero, cĂłdigos de conducta, regulaciones laborales y prĂĄcticas de transparencia y rendiciĂłn de cuentas son implementados o promovidos sĂłlo por una minorĂa de OSC. ^ prĂĄcticas de gestiĂłn como las seĂąaladas pueden advertirse en la dimensiĂłn de Nivel de organizaciĂłn, que aunque obtuvo un puntaje mayor (52,6) dejĂł ver ciertas debilidades clave en lo que respecta al nivel de desarrollo institucional de las OSC. Se destacaron: una situaciĂłn relativamente dĂŠbil en cuanto a los recur Â&#x20AC; y la sustentabilidad de las OSC); crecimiento cos y comunicacionales; escasas vinculaciones con organizaciones internacionales (incluidas las de cooperaciĂłn); y una discreta densidad del entramado institucional, con una baja pertenencia a redes y una limitada capacidad de las OSC para actuar de forma coordinada. Por Ăşltimo, en lo que respecta al Impacto (47,6), la dimensiĂłn mostrĂł algunos resultados contrapuestos. Se reconoce en la sociedad civil una adecuada capacidad de respuesta y un considerable impacto en problemĂĄticas sociales como pobreza, salud o educaciĂłn (particularmente en situaciones coyunturales), pero un impacto dispar en polĂticas pĂşblicas: alto en lo que respecta a su nivel de involucramiento (impulso de iniciativas, promociĂłn de derechos, etc.) pero acotado en lo que hace a diĂĄlogo con el Estado y en la continuidad de las iniciativas.
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
En otro nivel de anĂĄlisis, focalizando en los actores de distintos sectores, se registraron varios aspectos que contribuyeron a orientar la formulaciĂłn de propuestas. Desde el punto de vista del ciudadano, se destacĂł un extendido desinterĂŠs en la polĂtica partidaria (sĂłlo interrumpido por esporĂĄdicos momentos de alta Â&#x152; en las instituciones de la que sĂłlo se excep * Y ciĂłn acerca de los objetivos y actividades de las OSC. Desde el punto de vista del Estado, se apreciĂł un reconocimiento creciente de la sociedad civil y sus organizaciones, que sin embargo no puede siempre cristalizarse en acciones conjuntas, ya sea por problemas Â&#x20AC; clientelismo, falta de continuidad en las polĂticas) o bien debido a la ausencia de adecuados interlocutores en ambas partes. Desde la propia sociedad civil, y por fuera de problemas ligados al desarrollo institucional, se considerĂł que una â&#x20AC;&#x153;tenueâ&#x20AC;? identidad como sector social limita su capacidad para actuar sobre sĂ misma y con otros actores sociales. Finalmente, en lo que respecta a los actores no estatales (academia, medios, empresas, donantes), se seĂąalĂł que el vĂnculo con la sociedad civil es todavĂa incipiente: limitado a una escasa proporciĂłn de organizaciones y con un amplio margen para explorar en cuanto a ĂĄreas de interĂŠs comĂşn y colaboraciĂłn mutua. En relaciĂłn a este diagnĂłstico general, que aquĂ se resume sintĂŠticamente, el equipo de Â&#x201E; 6gicasâ&#x20AC;?: (1) promover un mayor compromiso ciudadano, (2) fortalecer institucionalmente a las OSC, (3) fortalecer sectorialmente a los actores de la sociedad civil, (4) incrementar la cooperaciĂłn y acciĂłn conjunta con el Estado y (5) tatales. Alrededor de estas metas se organizaron lĂneas de acciĂłn y propuestas surgidas de las actividades de consulta, las cuales aportan distintas ideas para una agenda de trabajo de la sociedad civil. Habiendo resumido los principales aspectos de diagnĂłstico, resulta pertinente presentar de la informaciĂłn volcada en este documento
y sobre algunas perspectivas y retos que en el mismo pueden advertirse. En cuanto al primer aspecto, como seĂąalamos anteriormente, la informaciĂłn disponible en el paĂs para realizar una evaluaciĂłn de estas caracterĂsticas resulta acotada, por lo que consideramos de sumo interĂŠs que iniciativas como el ISC se multipliquen y adquieran continuidad. Esperamos haber incorporado considerable diversidad de informaciĂłn primaria a la base de conocimientos existente sobre la sociedad civil argentina, la cual podrĂĄ ser de utilidad en futuras investigaciones e intervenciones sobre el sector. La naturaleza mĂşltiple del proceso de relevamiento y anĂĄlisis tambiĂŠn es un aspecto a destacar, por tanto el uso de informaciĂłn secundaria, de comparaciones internacionales y la implementaciĂłn de instancias participativas contribuyĂł a la adquisiciĂłn de una perspectiva mĂĄs amplia sobre los temas des metodolĂłgicas. En tĂŠrminos de perspectivas mĂĄs generales, tanto en lo que hace al anĂĄlisis de la sociedad civil como a la bĂşsqueda de acuerdos y propuestas de acciĂłn para su fortalecimiento, sin duda uno de los aspectos a considerar es la continua apariciĂłn de nuevas â&#x20AC;&#x153;matrices asociativasâ&#x20AC;?, que amplĂan la diversidad y complejidad intrĂnseca del sector e incorporan otras interacciones de distintos actores. A modo de ejemplo, se observa que en los Ăşltimos aĂąos surgieron numerosas fundaciones generadas por actores externos a la sociedad civil (incluso de organismos pĂşblicos); asimismo, se expandieron notablemente las organizaciones de economĂa social y emergieron mĂşltiples iniciativas informales de ayuda mutua, como los grupos de familiares de victimas de la inseguridad, los accidentes de trĂĄnsito o personas afectadas por adicciones, entre otras. Las nuevas tecnologĂas de informaciĂłn y comunicaciĂłn, con las llamadas â&#x20AC;&#x153;comunidades virtualesâ&#x20AC;? y las distintas posibilidades que abre la â&#x20AC;&#x153;Web 2.0â&#x20AC;?, tambiĂŠn pre anuncian la apariciĂłn de nuevos modelos de interacciĂłn donde los lĂmites del espacio de la sociedad civil se vuelven cada vez mĂĄs difusos.
entre los actores que conforman a la sociedad civil, es precisamente la experiencia obtenida a partir de la implementaciĂłn del ISC lo que zas para el futuro. De hecho, consideramos que es un desarrollo que ya estĂĄ en marcha y sin el cual el ISC no podrĂa haberse realizado. En este sentido, durante la ejecuciĂłn del proyecto, OSC del mĂĄs diverso tipo incluyendo clubes, sindicatos, organizaciones territoriales, polĂticas, cĂĄmaras de comercio, bibliotecas populares, mutuales y ONGs (entre muchas otras) participaron de las actividades realizadas, valorando la oportunidad del intercambio y encontrando coincidencias de anĂĄlisis y propuestas en un clima de respeto mutuo. De estos encuentros, participaron tambiĂŠn representantes de otros sectores, quienes reconocieron en la sociedad civil un actor/sector heterogĂŠneo pero con potencial para contribuir a generar, desde su presencia territorial, â&#x20AC;&#x2DC;expertiseâ&#x20AC;&#x2122; e impulso ciudadano, una cultura [ [ a lograr un paĂs con bienes pĂşblicos, econĂłmicos, sociales y culturales a los que pueda acceder toda la poblaciĂłn.
Sin bien este contexto nos induce a pensar en Ă?ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
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ร ndice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
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ANEXOS
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Anexo I: Encuestas implementadas En este breve apartado se exponen algunas caracterĂsticas de las encuestas realizadas, asĂ como datos adicionales sobre las muestras de organizaciones y actores externos consultados. El resto de la informaciĂłn metodolĂłgica, incluyendo los procedimientos de cĂĄlculo de los distintos indicadores que integran el ISC, se detalla siempre en el cuerpo del informe, por lo que no se vuelve < 6 implementadas en el proyecto. Y Y ~ ~ Y ] Una realizada a miembros de la poblaciĂłn (Encuesta Comunitaria); otra que se aplica a organizaciones de la sociedad civil (Encuesta a OSC) y una tercera (Encuesta a actores externos) destinada a representantes del Estado, la academia, los medios de comunicaciĂłn, y los sectores privado y donante.
Encuesta Comunitaria La Encuesta Comunitaria es una de las principales fuentes de informaciĂłn de la dimensiĂłn de Compromiso CĂvico. Con ella se miden aspectos relacionados con la extensiĂłn de la participaciĂłn ciudadana, su profundidad y diversidad. Asimismo, esta encuesta evalĂşa otras variables relacionadas Â&#x201A; cional, o los niveles de intolerancia y â&#x20AC;&#x2DC;espĂritu pĂşblicoâ&#x20AC;&#x2122; de la poblaciĂłn. La Encuesta Comunitaria sigue, pregunta por pregunta, el modelo de la Encuesta Mundial de Valores (WVS) y se aplica Ăşnicamente en aquellos paĂses en donde este estudio no haya sido implementado en las Ăşltimas dos ondas: 1999 y 2006. En Argentina, la WVS se aplicĂł en todas sus ondas desde 1984 hasta el 2006, por lo que la Encuesta Comunitaria no se realizĂł y los indicadores que corresponden a esta fuente se toman directamente de la WVS. En lo que respecta al diseĂąo muestral, la WVS aplica parĂĄmetros estĂĄndar de una encuesta de opi [ de sexo y edad. Las entrevistas (1000) fueron realizadas cara a cara a personas mayores de 18 aĂąos en mĂĄs de 200 localidades del paĂs. InformaciĂłn tĂŠcnica adicional sobre la Encuesta Mundial de Valores, incluyendo los cuestionarios implementados en 1999 y 2006, puede obtenerse del sitio web: www.worldvaluessurvey.org (secciĂłn â&#x20AC;&#x153;informaciĂłn tĂŠcnicaâ&#x20AC;?).
Encuesta a OSC La Encuesta a Organizaciones de la Sociedad Civil se emplea principalmente para las dimensiones de nivel de organizaciĂłn, prĂĄctica de valores y percepciĂłn de impacto. El modelo de la encuesta es provisto por CIVICUS y se aplica con la misma traducciĂłn a todos los paĂses que implementan el ISC en la regiĂłn latinoamericana. Los parĂĄmetros de aplicaciĂłn y muestreo son mĂĄs laxos que la encuesta comunitaria, considerando la baja disponibilidad de bases de datos como para emplear diseĂąos estadĂsticamente mĂĄs controlados. El nĂşmero sugerido por CIVICUS de OSC a ser entrevistadas es de entre 90 y 120, quedando en cada organizaciĂłn implementadora las decisiones sobre cĂłmo representar mĂĄs adecuadamente el universo institucional existente. En Argentina, el nĂşmero de organizaciones encuestadas fue algo mayor del sugerido: 213, y la aplicaciĂłn de las encuestas se realizĂł de dos formas: electrĂłnicamente, a partir de una encuesta â&#x20AC;&#x2DC;onlineâ&#x20AC;&#x2122; (80% de los casos, con
Â&#x20AC;Â&#x2C6;}Â&#x17E; los casos, con organizaciones seleccionadas discrecionalmente). Para la encuesta online, el universo muestral se elaborĂł a partir de la compilaciĂłn de distintas bases de OSC de organismos pĂşblicos (Ej.: CENOC, INAES, y varios organismos provinciales), bases propias de las organizaciones del consorcio y bases proporcionadas por otras OSCs.
130
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
Se indican a continuación los porcentajes de OSC encuestadas por región, tipo de organización y área de intervención.
Figura A1: Emplazamiento por región de las OSC encuestadas
Figura A2: Área de intervención de las OSC encuestadas
Internacional 5,2%
Patagonia 11,1% Cuyo 9,0%
Nacional 22,7%
Local 39,8%
NOA 9,5% Centro 54,0% NEA 13,4%
Provincial / regional 32,2%
Figura A3: Tipo de organización de las OSC encuestadas
0%
Fundaciones empresarias Empresarias, familiares, y mixtas
Organizaciones políticas Organizaciones, movimientos, grupos o partidos políticos
Redes Redes, ligas, foros, federaciones y confederaciones de OSC
Asociaciones de afinidad profesionales Org. y colegios profesionales, sindicatos, org. y cámaras empresarias
Asociaciones de economía social Asoc. de de Micro-crédito, Cooperativas de servicios, producción y otras.
Otras organizaciones Medios de comunicación SFL, mutuales de salud y otros servicios, Org. y grupos espirituales/religiosos y otras
Organizaciones de base territorial Bibl. populares, asoc. barriales, soc. de fomento, org. de pueblos originarios, etc.
Asociaciones de afinidad no profesionales Asoc. de colectividades, centros de jubilados, asoc. culturales, deportivas y de recreación, org. juveniles y estudiantiles, grupos de ayuda mutua
Organizaciones de apoyo y promoción Org. de apoyo a grupos marginados; org. de servicio social y salud; org. de desarrollo; org. de mujeres; org. de medio ambiente, org. de promoción de derechos, org. orientadas a investigación
10%
20%
30%
40%
50%
60%
0,94%
0,94%
2,83%
2,83%
4,25%
8,02%
11,79%
18,40%
50,94%
Índice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
131
Encuesta a Actores Externos La encuesta a actores externos es la mĂĄs breve de las tres realizadas y se emplea fundamentalmente para medir cĂłmo distintos sectores (Estado, medios de comunicaciĂłn, sector privado, donantes, academia) evalĂşan el impacto de la sociedad civil y el nivel de articulaciĂłn intersectorial. Para esta encuesta, CIVICUS sugiere una muestra acotada y dirigida, de entre 30 y 50 participantes. En Argentina, la encuesta se aplicĂł a 73 actores, con una distribuciĂłn por sectores como la que ' Â&#x201D; <Â&#x2122; Â&#x192; $ se desempeĂąan dentro de las organizaciones de la sociedad civil -o al menos no como actividad primaria- cuentan con una alta experiencia y conocimiento sobre el sector. Esto incluye, entre otros casos: funcionarios de programas o dependencias gubernamentales que trabajan con OSC, acadĂŠmicos que estudian temĂĄticas relacionadas con la sociedad civil, directivos de empresas que frecuentemente donan o trabajan con OSC, etc. La base para el armado de la muestra se realizĂł a travĂŠs de la compilaciĂłn de contactos en bases existentes y con la ayuda de miembros del ComitĂŠ Asesor. En cuanto a la modalidad de aplicaciĂłn, la misma fue electrĂłnica en todos los casos. Figura A4: Participantes de la Encuesta a Actores Externos por sector
0%
5%
10%
Medios
6,8%
Donantes
6,8%
Estado - Municipal
20%
25%
9,6%
Estado - Nacional
11,0%
Estado - Provincial
12,3%
Otros / Varios
12,3%
Sector Privado Academia
132
15%
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
19,2% 21,9%
30%
Encuesta a OSCs DATOS DE LA ORGANIZACIÓN Q.2 - Del listado de abajo, elija el caso que mejor describe la organización en nombre de la cual usted responde el presente cuestionario (marque sólo un tipo de organización) Grupo o cooperativa de agricultores, pescadores, trabajadores u otros Asociación o cámara de negocios o comercial Asociación o colegio profesional (de médicos, docentes, etc.) Sindicato Comité vecinal, asociación de vecinos, sociedad de fomento Asociación o grupo espiritual o religioso Movimiento, grupo o partido político Grupo o asociación cultural artística, musical, teatral, de cine, etc.) Mutual de salud / de servicios fúnebres y otros Cooperativa de crédito o de ahorro Cooperadora escolar / Asociación de padres / maestros Asociación de salud / de servicio social (ej. hogar. p/ personas con neces. especiales) Asociación deportiva / recreativa Asociación / Grupo juvenil Asociación / Grupo de mujeres ONG / grupo cívico / organización de derechos humanos / org. de desarrollo Grupo o comunidad étnica / de colectividades Organización ambientalista o conservacionista Organización de hobby (Ej. de coleccionistas de sellos), club de ‘fans’ Centro de estudios / de investigación Biblioteca popular Comedor Comunitario Cooperadora hospitalaria Red / Federación / Confederación de organizaciones Fundación Empresaria Otros: (especificar):
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 21 22 23 24 25 26 20
R.1 - Área de influencia en donde desarrolla sus actividades Local Provincial / regional Nacional Internacional
1 2 3 4
R.2 – Provincia en donde está emplazada la organización
R.3 - Presupuesto estimativo ejecutado en el año anterior (2008): Hasta 10.000 US$ (36.500 pesos) Entre 10.000 y 50.000 US$ (36.500 a 182.500 pesos) Entre 50.000 y 200.000 US$ (182.500 a 730.000 pesos) Más de 200.000 US$ (730.000 pesos) No sabe
1 2 3 4 99
R.4 - Año de fundación o de inicio de las actividades
Índice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
133
MEMBRESÍA Y GOBERNANZA INTERNA Q.3 - ¿Tiene su organización miembros individuales o son miembros únicamente otras organizaciones o grupos? Los miembros son únicamente otras organizaciones o grupos Tiene miembros individuales (personas) No Sabe
0 1 99
Q.4 – De las mujeres y hombres que trabajan en su organización, ¿qué número son voluntarios/as y cuántos/as reciben salario? Q4a.h/m Personal Voluntario
Q4b.h/m Personal Pago
Q4h Hombres Q4m Mujeres
R.5 - ¿De las mujeres y hombres que trabajan en su organización ¿qué número se desempeñan en cargos directivos y cuántos/as en cargos no directivos? R5a.h/m en cargos directivos
R5b.h/m en cargos no directivos
R5h Hombres R5m Mujeres
Q.5 - ¿Tiene su organización algún órgano de gobierno colectivo formal? (Por ejemplo Junta o Comisión Directiva, Consejo de Administración, Comité Coordinador, etc.) No Sí No Sabe
0 1 99
5b ¿Cuántas veces se reunió en el año 2008? (indique un número aproximado)
Q.6 – En general, ¿quién toma las decisiones más importantes en su organización? (por favor marque solamente una respuesta) Un directivo(a) designado mediante un procedimiento electivo Un directivo(a) designado mediante otro procedimiento Un órgano de gobierno (Ej. Comis. Directiva) designado mediante un procedimiento electivo Un órgano de gobierno (Ej. Comis. Directiva) designado mediante otro procedimiento El personal Los socios y socias
4 1 5 2 3 6
INFRAESTRUCTURA Y COMUNICACIÓN SECTORIAL Q. 7 - ¿Es su organización socia formal de una federación, asociación de organizaciones o red de apoyo? No Sí No Sabe
134
0 1 99
Pase a pregunta Q9
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
Q. 8 - Indique los nombres de las federaciones, asociaciones de organizaciones o redes de apoyo a las que su organización pertenece. Indique de cada una el tipo de participación que su organización tiene.* Q8.b1 al 8.b4 Tipo de Participación* Activa
Pasiva
1.
1
0
2.
1
0
3.
1
0
4.
1
0
* Participación Activa: Realiza actividades conjuntas con otras OSC, o ejerce roles directivos dentro de la red. * Participación Pasiva: Sólo recibe información periódicamente.
Q. 9 - En los últimos tres meses, ¿ha tenido su organización reuniones con otras organizaciones que trabajan en temas similares? No Sí No Sabe
0 1 99
Q. 9.1 ¿Con cuántas organizaciones? (estimado)
Q. 10 - En los últimos tres meses, ¿ha intercambiado su organización información (por ejemplo documentos, datos) con otra organización? No Sí No Sabe
0 1 99
Q. 10.1 ¿Con cuántas organizaciones? (estimado)
A. 1 - En el último año, ¿ha tenido su organización reuniones, o ha intercambiado información con alguna organización internacional? No Sí No Sabe
0 1 99
A.1.1 ¿Con cuántas organizaciones? (estimado)
RECURSOS Q. 11 - Con base en el pasado año fiscal ¿qué porcentaje de sus recursos provinieron de estas fuentes? [Escriba el porcentaje estimado en los recuadros de abajo] Por favor verifique que la suma total de todas las fuentes sea 100% Q.11a - Gobierno Q.11b - Fondos de empresas nacionales Q.11c - Donantes extranjeros Q.11d - Donaciones individuales Q.11e - Cuotas de afiliación Q.11f - Venta de productos o servicios Q.11g - Otros (especifique) TOTAL
% % % % % % % 100 %
Q.12 - Comparado con el año anterior, Ud. diría que los ingresos de su organización... … han aumentado … permanecen iguales … han disminuido
1 2 3
Índice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
135
Q.13 - Comparado con el año anterior, Ud. diría que los gastos de su organización… … han aumentado … permanecen iguales … han disminuido
1 2 3
Q.14 - ¿Tiene su organización acceso a… 14a …Una línea telefónica? NR = 99
Sí, regularmente Sí, pero sólo esporádicamente No
2 1 0
14b …Una máquina de Fax? NR = 99
Sí, regularmente Sí, pero sólo esporádicamente No
2 1 0
14c …Una computadora? NR = 99
Sí, regularmente Sí, pero sólo esporádicamente No
2 1 0
14d …Conexión a internet? NR = 99
Sí, regularmente Sí, pero sólo esporádicamente No
2 1 0
Adecuación de los recursos a los objetivos de la organización R.6 - Evalúe qué tan adecuados resultan los siguientes aspectos para cumplir con los objetivos de su organización
136
R.6a - Cantidad de personas trabajando para la organización NR = -1
Inadecuada Ligeramente inadecuada Adecuada
0 1 2
R.6b - Nivel de experiencia en la tarea que desarrollan NR = -1
Inadecuado Ligeramente inadecuado Adecuado
0 1 2
R.6c - Recursos financieros que dispone la organización NR = -1
Inadecuados Ligeramente inadecuados Adecuados
0 1 2
R.6d - Cantidad y/o calidad de recursos tecnológicos (computadoras, fax, u otro material requerido según la actividad de la organización) NR = -1
Inadecuados Ligeramente inadecuados Adecuados No son requeridos
0 1 2 -2
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
Q. 20 - ¿Cómo evaluaría el papel actual de la sociedad civil en la promoción de la no violencia y de la paz en el país? Nulo / Insignificante Bajo / Limitado Medio / Moderado Alto / Significativo No sabe
0 1 2 3 99
PRÁCTICAS ORGANIZACIONALES Q.21 - ¿Tiene su organización políticas por escrito sobre igualdad de oportunidades y/o igualdad de salario para igual trabajo entre hombres y mujeres? No Sí No Sabe
0 1 99
Q.22 - ¿Cuántos integrantes del personal rentado dentro de su organización son socios de un sindicato? (por favor indique cero en caso de no tener) Proporcione una cifra estimativa Q.23 - ¿Realiza su organización capacitación para el personal nuevo sobre derechos laborales? No Sí No Sabe
0 1 99
Q.24 - ¿Tiene su organización documentación de acceso al público como ser… Q.24a…un código de ética o de conducta para el personal?
No
0
Sí
1
Q.24b…una política de estándares laborales?
No
0
Sí
1
Q.24c…una política de estándares ambientales para ser respetada dentro de la organización?
No
0
Sí
1
Nota: Si respondió afirmativamente a todas las opciones de la pregunta Q.24, pase a la pregunta Q.26. Q.25 - Si contestó negativamente a todas o a alguna de las opciones de la Q.24, responda a esta pregunta: En el futuro, ¿tiene su organización previsto adoptar y hacer de acceso público… Q.25a …un código de ética o de conducta para el personal?
No
0
Sí
1
Q.25b …una política de estándares laborales?
No
0
Sí
1
Q.25c …una política de estándares ambientales para ser respetada dentro de la organización?
No
0
Sí
1
Q.26 -¿Es la información financiera de su organización de acceso al público? No Sí No Sabe
0 1 99
Q 27. ¿Cómo puede accederse a la información financiera de la organización?
Índice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
137
IMPACTO DE LA SOCIEDAD CIVIL En esta sección se le preguntará sobre el impacto de la sociedad civil en distintos temas. El impacto de la sociedad civil se concibe desde una perspectiva amplia, que involucra casos como el impacto directo sobre las condiciones de vida de las personas, la sensibilización de la opinión pública sobre determinadas problemáticas, el impacto en políticas públicas, entre otros aspectos.
Q. 28 – Según su opinión, ¿cuál es el impacto en el país de la sociedad civil en su conjunto en las siguientes temáticas… 0 1 2 3 Ningún Impacto Impacto Alto impacto limitado medio impacto
99 No sabe
R.7a Apoyo a personas pobres (ej. asistencia, capacitación, etc.) R.7b Apoyo a otros grupos vulnerables (ej. discapacitados) R.7c Promoción de derechos (ej. humanos, consumidores, mujeres) R.7d Promoción de la educación y la cultura R.7e Protección del medio ambiente y recursos naturales R.7f Buenas prácticas de gobierno (ej. transparencia, anti-corrupción) R.7g Buenas prácticas empresariales (ej. respons. social empresaria) R.7h Buenas prácticas ciudadanas (ej. voluntariado, participación gral.) Q 28a. Inseguridad delictiva (ej. prevención, promoción de medidas) Q.28b. Desempleo (ej. capacitación, generación de empleo, autogestión)
Impacto en temáticas sociales Q. 29 a/b - ¿Ha tenido su organización impacto en alguna temática “social” de las que se indican a continuación? En caso afirmativo, seleccione como máximo dos temáticas indicando una cruz en cada columna Si su organización trabajara en más de dos, elija las temáticas sociales de mayor impacto. Q29a Q29b Temática Temática 1 2 Asistencia a pobres o grupos vulnerables (ej. discapacitados) Educación Vivienda Salud Desarrollo social Ayuda humanitaria Alimentación Empleo Otra temática “social”
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Q. 31 - ¿Cómo evaluaría el impacto de su organización en estas temáticas sociales? Si había elegido dos temáticas, evalúe cada una por separado respetando el número de columna asignado anteriormente. Q31a Q31b Temática Temática 1 2 No tiene impacto Impacto limitado Algún impacto tangible Alto nivel de impacto No Sabe
138
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
0 1 2 3 99
Q.30 - ¿Cómo evaluaría el impacto en el país de la sociedad civil en su conjunto en temas sociales como los mencionados en Q.29? Si había elegido dos temáticas, evalúe el impacto de cada una por separado respetando el número de columna asignado anteriormente. Si su organización no trabaja en alguna de estas temáticas, realice una evaluación general sobre el impacto de la sociedad civil en temas sociales. Q30a Q30b Temática Temática 1 2 No tiene impacto Impacto limitado Algún impacto tangible Alto nivel de impacto No Sabe
0 1 2 3 99
Impacto en las políticas En esta sección se preguntará específicamente sobre el impacto de la sociedad civil en políticas públicas. Ejemplos de iniciativas en políticas públicas incluirían acciones en favor de: - la creación o reforma de leyes o normativas, - la implementación de programas estatales, - la promoción de derechos o intereses de distintos sectores de la población, - u otras iniciativas o propuestas dirigidas específicamente al estado.
Q. 32 - En general ¿qué nivel de impacto cree usted que la sociedad civil tiene en la formulación de políticas en el país? No tiene impacto Impacto limitado Algún impacto tangible Alto nivel de impacto No Sabe
0 1 2 3 99
Q.33 - En los últimos dos años ¿ha intentado su organización influir o presionar para que se aprueben o implementen políticas públicas? (ej. leyes, programas estatales, etc.) No Sí No Sabe
0 1 99
Pase a Q.36
Q. 34 - Si respondió afirmativamente, ¿en qué campos o temáticas? Proporcione como máximo tres ejemplos. Q34a - [Caso/Temática 1] Q34b - [Caso/Temática 2] Q34c - [Caso/Temática 3]
Q.35 - ¿Cuál ha sido el resultado del apoyo a la promoción de esa política o políticas? Ningún resultado El gobierno ni siquiera escuchó Q35a - Caso/Temática 1 Q35b - Caso/Temática 2 Q35c - Caso/Temática 3
0 0 0
Se rechazaron las propuestas
Las propuestas están en discusión
Las propuestas fueron aceptadas
1 1 1
2 2 2
3 3 3
No Sabe 99 99 99
Índice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
139
AMBIENTE Q.36 - En general, las regulaciones y leyes en el país con relación a la sociedad civil son… Altamente restrictivas Un poco limitantes o restrictivas Moderadamente facilitadoras Totalmente facilitadoras
0 1 2 3 99
No Sabe
Q. 37 - ¿En los últimos diez años ha enfrentado su organización alguna restricción ilegítima o algún tipo de ataque por parte del gobierno local o central? No Sí No Sabe
0 1 99
Q.37b - Si la respuesta es afirmativa, puede comentar el / los caso(s) abajo (optativo) ¿Qué tipo de abuso o restricción ha sufrido su organización?
R.8 - ¿En términos generales, cómo evaluaría la relación entre organizaciones de la sociedad civil como la suya y los siguientes sectores sociales? Marque su puntaje con una cruz debajo del número que considere adecuado empleando la escala de abajo, donde: 0 = alta hostilidad, 10 = alta cooperación y 5 = total indiferencia. Le recomendamos leer completa la lista completa de sectores antes de puntuar. Total Indiferencia
Alta Hostilidad
0
1
2
3
Gobierno central Gobierno local (provincial o municipal) Empresas y fundaciones empresarias Sector académico, universidades, etc.
5
6
7
8
9
10 R8a R8b R8c R8d
Medios de comunicación
R8e
Donantes internacionales
R8f
Otras org. de la soc. civil trabajando en temas afines Otras organizaciones de la sociedad civil La ciudadanía en general
140
4
Alta Cooperación
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
R8g R8h R8i
FORTALEZAS Y DEBILIDADES DE LA SOCIEDAD CIVIL Para cerrar el cuestionario, le proponemos realizar el siguiente ejercicio de evaluación de fortalezas y debilidades de la sociedad civil en Argentina. En la lista de abajo, usted deberá evaluar cada aspecto empleando una escala de 0 a 10, en donde 0 implica una situación de total debilidad, 10 una de total fortaleza y 5 un punto neutral (ni bueno ni malo). Si le resulta sencillo puede tener en cuenta la interpretación de cada puntaje que figura a continuación: Ni alta Ni baja
Debilidades
0
1
Muy baja
2
3
4
5
Apenas baja / alta
Baja
F ortalezas
6
7
8
Alta
9
10
Muy alta
Factores internos de las organizaciones R.9 - Evalúe de 0 a 10 cada uno de los aspectos mencionados a continuación para el sector de organizaciones de la sociedad civil que usted mejor conoce. Si no está seguro sobre qué puntaje darle a algún ítem, no lo complete y pase al siguiente. Puntaje Nivel de sustentabilidad financiera de las organizaciones de la sociedad civil Nivel de conocimiento de las organizaciones sobre las problemáticas que tratan Eficiencia en el uso de los recursos (la relación entre los recursos y los resultados obtenidos) Transparencia en el uso de fondos Honestidad en el uso de fondos Capacidad de sus recursos humanos Capacidad de gestión interna (ej. planificación, ejecución y evaluación de acciones) Voluntad, dedicación o compromiso en las tareas que desarrollan Grado de formalidad a nivel institucional (personería jurídica, presentación de balances) Grado de formalidad a nivel laboral (cumplimiento de regulaciones laborales) Nivel de influencia de los miembros no directivos en las decisiones de las organizaciones Nivel de influencia de los destinatarios en las decisiones de las organizaciones Nivel de comunicación entre las propias organizaciones Capacidad de actuar colectivamente entre las propias organizaciones Capacidad para relacionarse con otros actores por encima de diferencias políticas Capacidad para hacer visibles sus acciones entre la población en general Capacidad para incrementar la influencia y el poder de los ciudadanos Capacidad para incidir en la formulación de políticas
R9a R9b R9c R9d R9e R9f R9g R9h R9i R9j R9k R9l R9m R9n R9o R9p R9q R9r
Índice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
141
Factores Externos R.10 - Al igual que en el caso anterior, evalúe de 0 a 10 cada uno de los aspectos mencionados a continuación para el sector de organizaciones de la sociedad civil que usted mejor conoce. En este caso, piense en qué medida cada uno favorece o dificulta el desarrollo de las organizaciones. Ni alto Ni bajo
Dif icultan
0
1
Muy bajo
2
3
Bajo
4
5
Apenas bajo / alto
F avorecen
6
7
8
Alto
9
10
Muy alto
Nivel de participación y compromiso entre los ciudadanos Grado de libertad de las organizaciones para expresar opiniones contrarias al gobierno Condiciones sociales y económicas presentes en el país Nivel de acceso a fondos de gobierno Nivel de transparencia en el acceso a fondos de gobierno Nivel de acceso a fondos de donantes internacionales Nivel de acceso a donaciones de empresas o fundaciones empresarias Nivel de acceso a medios de comunicación masivos Nivel de reconocimiento del rol de las OSC en el gobierno Nivel de reconocimiento del rol de las OSC en la población en general Legislación y procedimientos vigentes para obtener personería jurídica Legislación y procedimientos vigentes para obtener donaciones de personas o empresas Legislación y procedimientos vigentes sobre temas laborales Legislación y procedimientos vigentes sobre beneficios o exenciones impositivas
R.11 - Otros aspectos positivos / fortalezas tanto internos como externos (optativo) R11a R11b
R.12 - Otros aspectos negativos / debilidades tanto internos como externos (optativo) R12a R12b
FIN del CUESTIONARIO ¡Muchas gracias! Datos de contacto (optativos) Q1 E2 E3 E4 E5 E6
142
Nombre de la organización Dirección Localidad, Municipio Provincia Teléfono / Fax E-mail
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
R10a R10b R10c R10d R10e R10f R10g R10h R10i R10j R10k R10l R10m R10n
Encuesta a actores externos
EQ.2 ¿En qué tipo de organización o sector usted se desempeña actualmente? Seleccione sólo un tipo de los de la lista
Ámbito (EQ2b) Poder Ejecutivo (Gobierno y Ministerios) Poder Legislativo Poder Judicial Sector privado Medios de comunicación Sector académico Organización gubernamental internacional Organización donante Otra:
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Nacional Provincial Municipal
1 2 3
IMPACTO DE LA SOCIEDAD CIVIL EQ. 3 - De acuerdo a su experiencia, ¿cuál es el impacto en el país de la sociedad civil cuando se trata de …. 0 1 2 3 Ningún Impacto Impacto Alto impacto limitado medio impacto
-1 No sabe
R.1a Apoyo a personas pobres (ej. asistencia, capacitación, etc.) R.1b Apoyo a otros grupos vulnerables (ej. discapacitados) R.1c Promoción de derechos (ej. humanos, consumidores, mujeres) R.1d Promoción de la educación y la cultura R.1e Protección del medio ambiente y recursos naturales R.1f Promoción de buenas prácticas de gobierno (ej. transparencia) R.1g Promoción de buenas prácticas empresariales (ej. resp. soc. emp.) R.1h Promoción de buenas prácticas ciudadanas (ej. voluntariado) EQ.3a. Inseguridad delictiva (ej. prevención, promoción de medidas) EQ.3b. Desempleo (ej. capacitación, generación de empleo, autogestión)
Impacto Social EQ. 4a/b - ¿En cuáles de las temáticas de interés social que se mencionan a continuación usted piensa que la sociedad civil en Argentina ha sido más activa? Seleccione como máximo una temática por columna. Asistencia a pobres o poblaciones vulnerables (ej. discapacitados) Educación Vivienda Salud Desarrollo social Ayuda humanitaria Alimentación Empleo Otra temática “social”
EQ4a Temática 1
EQ4b Temática 2 1 2 3 4 5 6 7 8 9
Índice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
143
EQ.5 - En el / los campo(s) que seleccionó, ¿cómo evaluaría el impacto de la sociedad civil en su conjunto? Si había elegido dos temáticas, evalúe cada una por separado respetando el número asignado anteriormente. EQ5a EQ5b Temática Temática 1 2 No tiene impacto Impacto limitado Algún impacto tangible Alto nivel de impacto No Sabe
0 1 2 3 -1
EQ.6 - En general ¿qué clase de impacto cree usted que la sociedad civil tiene en el contexto social de Argentina? No tiene impacto Impacto limitado Algún impacto tangible Alto nivel de impacto No Sabe
0 1 2 3 -1
Impacto en las políticas públicas EQ.7 - ¿En qué campos relacionados con la promoción de políticas públicas cree que la sociedad civil ha sido más activa en los últimos tres años? Sólo a modo de ejemplo, posibles campos podrían ser: Derechos Humanos, medio ambiente, buenas prácticas gubernamentales, desarrollo social, desarrollo económico, cultura, educación, justicia, promoción de derechos (ej. laborales o de otros sectores), etc. Además de estos temas generales, puede también indicar ejemplos concretos, como ser la búsqueda de la aprobación de una determinada ley, o la implementación de algún programa de relevancia. Indique alguno de los ejemplos mencionados u otros que considere importantes en los recuadros de abajo EQ7a- [Temática 1] EQ7b - [Temática 2] EQ7c - [Temática 3]
EQ.8 - ¿En términos generales, cuál cree que ha sido el resultado del apoyo de ese activismo y promoción de esas políticas? Ningún resultado El sector político ni siquiera escuchó EQ 8a - Temática 1 EQ 8b - Temática 2 EQ 8c - Temática 3
144
Se rechazaron las propuestas
Las propuestas están en discusión
Las propuestas fueron aceptadas
1 1 1
2 2 2
3 3 3
0 0 0
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
No Sabe -1 -1 -1
EQ.9 - En general ¿qué clase de impacto cree usted que la sociedad civil en su conjunto tiene en la formulación de políticas en el país? No tiene impacto Impacto limitado Algún impacto tangible Alto nivel de impacto No Sabe
0 1 2 3 -1
RELACIONES INTERSECTORIALES R.2 ¿En términos generales, cómo evaluaría la relación entre el tipo de institución a la que usted pertenece (Ej. Gobierno, medios de comunicación, sector privado, organismo donante, academia, etc.) y el sector de organizaciones de la sociedad civil que usted mejor conoce? Marque su puntaje con una cruz debajo del número que considere adecuado empleando la escala de abajo, donde: 0 = alta hostilidad, 10 = alta cooperación y 5 = total indiferencia. Total Indiferencia
Alta Hostilidad
0
1
2
3
4
5
Alta Cooperación
6
7
8
9
10
Índice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
145
FORTALEZAS Y DEBILIDADES DE LA SOCIEDAD CIVIL Le proponemos ahora realizar el siguiente ejercicio de evaluación de fortalezas y debilidades de la sociedad civil en Argentina. Factores internos de las organizaciones En la lista de abajo, usted deberá evaluar cada aspecto empleando una escala de 0 a 10, en donde 0 implica una situación de total debilidad, 10 una de total fortaleza y 5 un punto neutral (ni bueno ni malo). Si le resulta sencillo puede tener en cuenta la interpretación de cada puntaje que figura a continuación: Ni alta Ni baja
Debilidades
0
1
Muy baja
2
3
Baja
4
5
Apenas alta / baja
F ortalezas
6
7
8
Alta
9
10
Muy alta
R.3 - Evalúe de 0 a 10 cada uno de los aspectos mencionados a continuación para el sector de organizaciones de la sociedad civil que usted mejor conoce. Si no está seguro sobre qué puntaje darle a algún ítem, no lo complete y pase al siguiente. Puntaje Nivel de sustentabilidad financiera de las organizaciones de la sociedad civil Nivel de conocimiento de las organizaciones sobre las problemáticas que tratan Eficiencia en el uso de los recursos (la relación entre los recursos y los resultados) Transparencia en el uso de fondos Honestidad en el uso de fondos Capacidad de sus recursos humanos Capacidad de gestión interna (ej. planificación, ejecución y evaluación de acciones) Voluntad, dedicación o compromiso en las tareas que desarrollan Grado de formalidad a nivel institucional (personería jurídica, presentación de balances) Grado de formalidad a nivel laboral (cumplimiento de regulaciones laborales) Nivel de influencia de los miembros no directivos en las decisiones de las organizaciones Nivel de influencia de los destinatarios en las decisiones de las organizaciones Nivel de comunicación entre las propias organizaciones Capacidad de actuar colectivamente entre las propias organizaciones Capacidad para relacionarse con otros actores por encima de diferencias políticas Capacidad para hacer visibles sus acciones entre la población en general Capacidad para incrementar la influencia y el poder de los ciudadanos Capacidad para incidir en la formulación de políticas
146
LA SOCIEDAD CIVIL ARGENTINA EN EL BICENTENARIO
R3a R3b R3c R3d R3e R3f R3g R3h R3i R3j R3k R3l R3m R3n R3o R3p R3q R3r
Factores Externos R.4 - Al igual que en el caso anterior, evalúe de 0 a 10 cada uno de los aspectos mencionados a continuación para el sector de organizaciones de la sociedad civil que usted mejor conoce. En este caso, piense en qué medida cada uno favorece o dificulta el desarrollo de las organizaciones. Ni alto Ni bajo
Dif icultan
0
1
Muy bajo
2
3
Bajo
4
5
Apenas bajo / alto
F avorecen
6
7
8
Alto
9
10
Muy alto
Si no está seguro sobre qué puntaje darle a algún ítem, no lo complete y pase al siguiente. Nivel de participación y compromiso entre los ciudadanos Grado de libertad para expresar opiniones contrarias al gobierno Condiciones sociales y económicas presentes en el país Nivel de acceso a fondos de gobierno (de parte de las organizaciones de la SC) Nivel de transparencia en el acceso a fondos de gobierno (idem) Nivel de acceso a fondos de donantes internacionales (idem) Nivel de acceso a donaciones de empresas o fundaciones empresarias (idem) Nivel de acceso a medios de comunicación masivos (idem) Nivel de reconocimiento del rol de las OSC en el gobierno Nivel de reconocimiento del rol de las OSC en la población en general Legislación y procedimientos vigentes para obtener personería jurídica Legislación y procedimientos vigentes para obtener donaciones de personas o empresas Legislación y procedimientos vigentes sobre temas laborales Legislación y procedimientos vigentes sobre beneficios o exenciones impositivas
R4a R4b R4c R4d R4e R4f R4g R4h R4i R4j R4k R4l R4m R4n
R5 - Otros aspectos positivos / fortalezas tanto internos como externos (optativo) R5a R5b
R6 - Otros aspectos negativos / debilidades tanto internos como externos (optativo) R6a R6b
EQ.1a – Nombre (no obligatorio) EQ.1b – Institución (no obligatorio)
Índice CIVICUS de la Sociedad Civil Argentina (2008-2010)
147
Anexo II: PARTICIPANTES DEL ISC
148
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