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VERÓNICA RIVIÈRE:

“CONFIAMOS EN QUE LOS PRECIOS DEL GAS QUE VIVIMOS SEAN EXTRAORDINARIOS Y TEMPORALES Y QUE EN BREVE VUELVAN A LA NORMALIDAD”

Martín Plaza

La presidenta de GasIndustrial, Verónica Rivière, evalúa el contexto actual relacionado con la principal fuente de energía empleada por la industria cerámica. La actual crisis de precios está suponiendo unos efectos devastadores y está poniendo en jaque la competitividad del sector.

Las continuas alzas en los precios del gas desde el verano están generando graves consecuencias para las industrias consumidoras de gas, como es la cerámica. ¿Cómo se ha llegado a esta situación tan adversa?

Los precios de los mercados de gas son globalizados. El alza de los precios se inició por un aumento de la demanda asiática que acabó tensionando los mercados. Los altos precios del JKM asiático y la alta demanda de Asia desviaron los barcos de GNL hacia ese mercado, provocando precios máximos en toda Europa y disparando los precios del TTF. Las importaciones asiáticas han aumentado un 25% respecto a 2020 y un 36% respecto a 2019; una tendencia alcista que se ha sostenido durante todo el año 2021 sin incorporarse mayor producción para poder atender el incremento de la demanda.

Los precios se agravaron más durante el segundo semestre de 2021. En Europa existe una mayor dependencia del gas ruso y un menor aprovisionamiento por GNL, lo que sumado a los bajos almacenamientos supone un mayor riesgo en seguridad de suministro que ha provocado un mayor incremento de los precios. Esta incertidumbre está provocando unas altas volatilidades en todos los mercados que se reflejan en continuas fluctuaciones debido a las permanentes tensiones geopolíticas entre Ucrania, Rusia y Estados Unidos.

¿Se adivina un final a esta escalada alcista?

La inversión del diferencial entre el JKM y el TTF ha provocado el desvío de barcos hacia Europa y un cierto relajamiento en los precios. Están llegando más barcos de EE.UU. al ser más atractivo vender en Europa que en Asia. Sin embargo, todavía queda mucho invierno y por tanto habrá que ver cómo evoluciona el conflicto ruso y la situación prebélica que se está viviendo entre Rusia y Ucrania. El panorama es complejo.

¿Considera que los precios volverán a un nivel cercano a los vigentes antes del verano de 2021 o regresar a esta coyuntura ya se antoja una utopía?

A principios de julio, los mercados europeos cotizaban alrededor de los 35 EUR/MWh. En los mercados de futuros, a día de hoy, no cotiza un precio similar a aquel al menos hasta verano del año 2023. Pero hay que tener muy claro que esto es lo que nos indican los mercados de futuros hoy, en un momento muy tensionado, así que ya veremos qué pasa en estos mercados en la próxima primavera cuando estén menos tensionados tras el descenso de la demanda invernal. Hay que esperar y ver la evolución.

¿Cree que las administraciones han respaldado a la industria gasintensiva o que, a pesar de su destacada aportación a la economía nacional, han quedado a su suerte y a merced de los vaivenes del mercado?

En España no tenemos gas; somos dependientes de otros países. El precio del gas en nuestro país está alineado con el precio de los mercados europeos. Sin embargo, y aunque el margen de actuación es lógicamente muy limitado, sí que hay medidas que pueden aplicarse con el objetivo de mitigar en lo posible el impacto de esos altos precios.

GasIndustrial está en permanente contacto con la Administración, que nos ha escuchado y ha tenido en cuenta algunas de las medidas que hemos propuesto dando respuesta a nuestras peticiones. Desde la asociación seguimos trabajando para que se apliquen esas y otras medidas a corto y medio plazo.

A día de hoy, ¿confía en que atiendan las peticiones aglutinadas en torno a GasIndustrial? ¿Qué medidas son prioritarias?

Hemos solicitado tres medidas a corto plazo, que son muy urgentes. La primera de ellas se refiere a la flexibilidad en el caudal contratado, una medida indicada para arropar a aquellas industrias que tienen que bajar su producción o incluso pararla; la segunda es la reducción de la fiscalidad que está indicada para dar oxígeno a las industrias con las cuentas financieras más tensionadas, y la tercera es la reducción de los peajes.

También desde GasIndustrial hemos solicitado al Ministerio que aborde lo antes posible la realización de un estatuto gasintensivo que bajo el paraguas europeo nos permita potenciar la competitividad de las industrias gasintensivas. De momento, ya se ha publicado en el BOE nuestra petición de flexibilidad y seguimos trabajando para que se atiendan el resto de medidas para evitar más paradas en más industrias.

Firmas del sector cerámico han optado por realizar paradas de producción, a priori, momentáneas. ¿Temen que en algunos casos sean irreversibles?

Los altos precios de los mercados están siendo devastadores para la industria gasintensiva, como es el caso del sector cerámico. Los costes de la energía son vitales para las industrias cerámicas, empresas extraordinariamente sensibles al precio del gas con un peso muy significativo en el total de sus costes de producción y, por tanto, en su competitividad.

Confiamos en que los precios que vivimos sean extraordinarios y temporales y que en breve vuelvan a una cierta normalidad. Son momentos de gran dureza e incertidumbre para la industria y por eso trabajamos en todas las medidas posibles para suavizar las consecuencias de estas anormales alzas de precios en los mercados de referencia, que como ya le he indicado son globales y están notablemente influenciados por variables geopolíticas.

Y, finalmente, ¿son compatibles los objetivos comunitarios de descarbonización con el mantenimiento de la actual industria azulejera?

La industria española consumidora de gas está fuertemente comprometida con la transición ecológica y lleva tiempo haciendo sus deberes, invirtiendo y preparándose para la descarbonización. Este sector está activo e implicado en sus objetivos medioambientales y progresa en ellos, pero en este complejo proceso es preciso dar tiempo al tiempo para que las tecnologías que pueden sustituir al gas se consoliden y lleguen realmente a una madurez tecnológica suficiente y con costes razonables, asumibles y armonizados con la necesidad de mantener la competitividad internacional.

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