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Una Mujer Segura de sí misma
Por: Estrella Oca @estrellaocan
En una oportunidad me entrevistaron en un programa de radio para hablar acerca del rol de la mujer en el siglo XXI, fue una conversación bastante amena, donde el locutor me hacía preguntas que yo respondía según mi opinión. La mayoría de las preguntas iban dirigidas a conocer mi posición acerca de la igualdad de derechos.
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Siempre he dicho que NO soy feminista, pero tampoco machista, creo en el respeto hacia la persona y a sus capacidades y talentos, y por supuesto, pienso que todos somos iguales, solo con algunas distinciones. Además, esa fue mi crianza, ya que viví en un hogar donde existía respeto, donde mis padres trabajaban y atendían la casa e hijos de igual manera.
Hace pocos días se celebró o conmemoró el Día Internacional de la Mujer, fecha que recuerda la lucha de las mujeres por su participación en la sociedad y su desarrollo integro como persona en pie de igualdad con el hombre. A pesar de que ha pasado un poco mas de un siglo de ese primer 8 de marzo, todavía hay muchos espacios que ocupar con los mismos derechos de los hombres.
Mas que hablar de esa lucha y de lo que nos queda por lograr, quiero enfocarme en lo que, hasta la fecha, hemos obtenido las mujeres. Por ejemplo, han sido mujeres las que inventaron una serie de productos para preservar nuestra vida y la de los alimentos, como: el bote salvavidas, la jeringa médica, antibiótico para hongos, chaleco antibalas, envasado al vacío, o para facilitar labores cotidianas, como: la tostadora de pan, el pañal desechable, lavavajillas, entre muchos otros de este tipo, pero además, son mujeres las que han creado la mayoría de los juguetes modernos, la muñeca Barbie, el juego de Monopolio, el Wifi, todos estos, inventos que estoy segura, creían que habían sido creados por hombres.
Siendo regionalistas, las mujeres venezolanas también han demostrado su talento y de lo que son capaces de obtener. Existe un gran número de venezolanas que han logrado llegar a puestos y lugares que antes eran ocupados solo por hombres; entre ellas: Nuria Calvet, la primera astrónoma del país, Kathy Vivas quien es doctora en astrofísica y quien, entre otras cosas, participó en el equipo que observó una Kilanova, María Eugenia Grillet, quien es investigadora principal de la malaria y ganó el Premio Hemingway en 2021; Cristina Burelli, antropóloga fundadora de SOS Orinoco; la nutricionista Susana Raffalli, nombrada por la BBC como una de las 100 mujeres más influyentes del mundo. Y así, puedo hacer una lista interminable de mujeres empoderadas y valientes, que estoy segura que hicieron su trabajo, no para demostrar que eran fuertes, sino porque era lo que su conciencia les decía que debían hacer.
Por otra parte, hay estudios que indican que, en promedio, el 55% de la matricula de estudiantes universitarios son mujeres, lo que quiere decir, que hemos pasado de no poder estudiar a aprovechar los espacios que, con su lucha, obtuvieron esas mujeres que en tiempos pasados pelearon como derecho.
No se trata de una lucha de poderes, a mi parecer, cada quien debe hacer lo que le corresponda, sin importar el género, clase social, raza o gustos. Sigo insistiendo en que debe existir RESPETO por lo que cada persona piense o haga, por supuesto, si lo que hace no desmejora o destruye lo que está a su alrededor. Entiendo que, en algunos países, sobre todo en Latinoamérica, existe desigualdad en los niveles de sueldos entre hombres y mujeres, que incluso, desempeñan el mismo cargo, cosa que me parece absurdo, porque si ambos tienen una misma responsabilidad, la recompensa debería ser la misma.
Al menos en Venezuela, no parece ser así. En mi circulo de amistades hice una pequeña encuesta y ninguna a las que le pregunté, dijo haber ganado menos que sus pares del sexo opuesto. Han trabajado tanto en la administración pública, como en la privada y ha sido recompensado su esfuerzo y trabajo.
En mi experiencia, tampoco he sentido esa brecha. He trabajado en empresas con puros hombres, pero también en otras con puras mujeres; en empresas donde quien la dirigía era una mujer y jamás percibí desigualdad, en cada una se valoraba el desempeño de cada quien. Mi madre llegó a ser Gerente de una institución bancaria, teniendo las mismas responsabilidades y derechos que los hombres con el mismo cargo.
A pesar de todo lo dicho, queda todavía un largo camino por recorrer, pero siempre con el amor y el valor por lo que hacemos, eso nos hará llegar a otros peldaños sin necesidad de irrespetar o desmeritar el trabajo y desempeño de los otros.
En esa entrevista que mencioné al inicio, la última pregunta fue, si volvieras a nacer ¿te gustaría ser hombre o mujer? Mi respuesta contundente: “Mujer ”; el entrevistador, sabiendo que había pasado una hora hablando de que tanto hombres como mujeres somo iguales, me preguntó ¿por qué? Porque los hombres pueden ser padres, pero no pueden parir; creo que es lo único que nos diferencia.
Termino este artículo con una frase anónima que me encontré, la cual adopté porque se parece a lo que pienso y creo que somos y debemos ser las mujeres: “Una mujer segura de sí misma, se viste de fuerza y dignidad”. A seguir con la lucha, mujeres.
Estrella Oca Nieto @estrellaocan